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MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Qué es representar a la Jerarquía Espiritual sobre la Tierra

Queridos hijos:

A lo largo de toda la evolución de la Creación, como la de los seres humanos, siempre existió la Ley de la Jerarquía.

El Creador, al multiplicarse, se manifestó en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo que, a pesar de ser Uno solo y de nunca haber perdido esa unidad espiritual y divina, representan el primer grado de la Jerarquía en la Creación de Dios.

Cada uno de los Aspectos de Dios fue responsable de emanar diferentes aspectos de la vida: las dimensiones, los arcángeles, los planetas, los espacios en donde la vida se expresa. Y, así, desde la Consciencia Divina hasta la manifestación material de la vida, de la cual forman parte los seres humanos, todo se crea, se manifiesta, se expresa y se vive según la Ley de la Jerarquía.

Esta Ley se diseña en el Universo, como en la Tierra, no por grados de superioridad como la conocen por sus definiciones humanas; tampoco es por sus destrezas que los seres están en niveles más elevados de la consciencia jerárquica. Es por los grados de amor, hijos, de entrega y de donación de sí que un ser es conducido a representar y a guiar a muchos más.

En el Cielo, como en los niveles invisibles de la Tierra, adonde solo sus corazones pueden llegar, existen lo que llamamos Jerarquías, que son aquellas consciencias que, a lo largo de su evolución, siguieron las directrices de la Voluntad y del Plan de Dios, y que, en la escala evolutiva de la Creación, están recorriendo el camino para retornar al Corazón del Padre; seres que rindieron su voluntad a la Voluntad de Dios y que viven más allá de las dimensiones materiales para representar la Voluntad Divina.

Su pensamiento es uno con el Pensamiento del Padre, su espíritu es uno con el Espíritu de Dios, su amor es una prolongación del Amor mayor del Hijo de Dios y así son dignos de representar al Creador en las diferentes escalas de la vida.

La Tierra fue pensada y creada por Dios para renovar Su Amor, para renovar Su Creación y así elevar la vida a un grado de Amor mayor.

Para que esto suceda, aquí debe haber consciencias que amen la Ley de la Jerarquía y que, por sus grados de amor y de entrega, puedan ser dignas de ser llamadas de Tercer Orden de la Hermandad de Dios.

Esto significa, hijos Míos, que no solo en los niveles invisibles debe haber consciencias que respondan a la Voluntad Divina y la representen.

También en la Tierra, las consciencias se deben adherir a la Voluntad del Creador, deben abrazar el propósito de vivir Su Amor y de ser prolongaciones vivas y conscientes de Su Presencia.

De esta forma, podrán participar de la Jerarquía que conduce a las criaturas al retorno a su origen. Y con grados de amor y de entrega es como eso se construye, con la rendición de sus vidas a un propósito mayor es que comienzan a construir lo que les digo.

Hoy llamo a todos Mis hijos de la Red-Luz Planetaria y a todos los que aspiran a retornar a Dios para que den un paso más en su entrega, elevando sus metas y aspiraciones, elevando el propósito de sus vidas para que aspiren a ser parte de la Jerarquía, prolongaciones de la Voluntad Divina sobre la Tierra y que así auxilien aún más conscientemente en el cumplimiento de los Planes de Dios.

Mediten en Mis palabras, hijos Míos, y aspiren ardientemente a vivir el amor cada día más, con transparencia y sinceridad, para que sean dignos de formar parte del Tercer Orden de la Hermandad de Dios, de Su Jerarquía sobre la Tierra.

Yo los amo y los bendigo hoy y siempre.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El sentimiento de Amor de Mi Corazón en el Nacimiento de Jesús

Desde Mis primeros años de vida, y antes de ellos, fui preparada por Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Sus promesas, esas que estaban guardadas en las palabras de los Profetas, en los Libros Sagrados de nuestro pueblo.

Mi Corazón amaba al Señor con todo fervor y ese mismo Amor permitía que en Mis oraciones Mi Consciencia cruzara las dimensiones para estar delante de Dios.

Contemplaba, así, esa Fuente eterna de Vida y Su Silencio. Observaba cómo toda la vida se renovaba a través de los rayos, sonidos y colores que partían del Corazón de Dios y que eran conducidos por los ángeles y arcángeles hacia los diferentes Universos.

Mi Corazón solo aspiraba a silenciarse con Dios para estar allí, en aquella dimensión de la consciencia, en donde todo era quietud y paz.

Fue así que, contemplando la Consciencia Divina, el Creador Me reveló los misterios de Su Creación; Me mostró el momento en el que Su Amor se expandió y dio origen a la vida manifestada a través de las dimensiones; Me mostró el momento en que eran creados los primeros Espejos del Cosmos y cómo ellos servían para conducir el Amor y la Voluntad Divina hacia todo lo que había sido creado.

En Su Silencio, el Señor Me reveló la gracia de la expresión de la Divina Trinidad y cómo nació, de Su Corazón, Su Divino Espíritu y Su Hijo. Y, al fin, a través del Arcángel Gabriel, el Creador Me reveló que Su Amor se manifestaría en la vida como cuerpo, alma y espíritu humano, ocultando todo ese misterio antes revelado.

Delante del Arcángel Gabriel Mi Corazón se expandió y todo el Cosmos y las realidades sublimes que antes Yo contemplaba delante de Mis ojos, a través de los portales de luz que se abrían en el cielo, ahora comenzaban a ingresar en Mi interior; en Mi Vientre se guardaba todo ese misterio divino.

Primero el Creador hizo morada en Mi Corazón; después en Mi Consciencia y, entonces, en Mi Cuerpo, haciendo que todos los niveles de Mi Ser experimentaran Su presencia divina.

Cuanto más Yo vivía a Dios, más Yo Me silenciaba, porque Su Amor inundaba Mi Ser de forma que no había lugar para expresiones Mías, sino solo de Dios.

Cada día que pasaba, y que el Niño Dios crecía en Mi Vientre, era como contemplar otra vez la Creación de los Universos, la manifestación de los Aspectos de Dios, el nacimiento de los ángeles y de los arcángeles a través de los más puros sentimientos del Padre. Pero en aquel momento, hijos Míos, eso sucedía dentro de Mi Vientre.

Un Cosmos interior despertaba en Mi cuerpo físico y todo lo que Yo era, como parte de la vida humana, se transformaba en un Espejo de la Consciencia Divina. El Espíritu de Dios se espejaba en Mí y, así como Él le dio la vida a todo lo que habitaba en el Universo, ahora Él gestaba una vida nueva en Mi Vientre Materno.

Expreso hoy con palabras lo que fue vivido en el silencio para que sus corazones participen de los misterios de la vida y los amen, a fin de que busquen la verdad sobre sí mismos.

Cada día de Mi gestación fue acompañado de una revelación divina y Mi Espíritu se regocijaba en Dios, en la eterna presencia de los ángeles, como si Mis pies ya no tocaran la Tierra, sino que vivieran constantemente en la renovación de la vida en las dimensiones divinas.

Mi Casto Esposo José acompañaba Mi silencio y también se silenciaba. Eso le permitía comulgar de los misterios, a pesar de que Él no los comprendía y no los vivía con la misma profundidad.

En el Camino hacia Belén, Yo acompañaba con amor cada prueba que Él vivía y, en Mi silencio, dejaba que la humanidad se transformara y se convirtiera a través de Su Casto Corazón. Ya llegaba el momento en que el Espíritu de Dios inundaría Su Corazón y, sabiendo que todo tiene su tiempo, Yo solo silenciaba y dejaba que el Amor de Dios, que pulsaba en Mi vientre, se expandiera hacia Su humilde y fiel Corazón.

El Nacimiento de Cristo fue sentido por Mí como una nueva Creación, una nueva expansión divina. Mi Consciencia se trasladó al Cosmos y, viendo al Dios Único multiplicarse, sentía a Su Hijo nacer y expresarse en la materia.

Los ángeles cantaban gloria y aleluya y emanaban sonidos jamás escuchados en la Tierra. El Silencio de Dios se expandía como ondas de amor y todo eso Yo lo sentía en Mi Corazón.

Tener a Mi Hijo en los brazos Me hizo compartir el Amor de Dios al multiplicarse. El primer sentimiento de maternidad de toda la vida provenía de Su Corazón. Y, como algo sublime e indescriptible, un sentimiento renovado de Amor, un Amor que no vivía en la Tierra, Mi Corazón vivió una nueva expansión de luz.

Sientan, hijos Míos, este Amor que se guarda en la memoria de Mis palabras y dejen que, en este día de gloria, esta expansión de Amor viva, en algún grado, dentro de ustedes.

Hoy les revelé los más profundos sentimientos de Mi Corazón y con palabras simples les di a conocer aquello que no se explica, sino que solo se vive.

Para comprender verdaderamente lo que les digo, deben dejar que Mis palabras ingresen en sus corazones y originen un estado nuevo dentro de cada uno de ustedes.

¡Les agradezco por confiar en los impulsos que provienen del Cielo y por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Antes de la existencia de este Sistema Solar y del conjunto conocido como las Nueve Galaxias, las que conforman la agrupación de un universo de vidas, Dios, como Creador y gran expresión del Amor-Sabiduría, deseó profundamente que algunos de Sus Hijos, los Creadores del Universo Material, llamados también de Arcángeles, los grandes Co-Creadores de este sistema de vida, le ofrecieran a cada una de las Nueve Galaxias la oportunidad de experimentar la evolución a través del "conocimiento de sí" y de los llamados "grados de amor".

Así fue que esos grandes seres Co-Creadores llevaron adelante todos los proyectos universales recibidos por ellos como sutiles impulsos espirituales de luz, para luego ofrecerle a los sistemas creados, como el que es conocido como "Vía Láctea", la oportunidad de profundizar en el "conocimiento espiritual" y en los "grados de amor".

Todo esto sucedió antes de la caída del adversario.

En ese tiempo, en todos los Universos se vivieron los primeros mil años de paz, periodo en el cual el desarrollo de la vida, las escuelas internas de aprendizajes y sobre todo, el despertar de los diferentes "grados de amor", le concedieron a este Universo Local, en donde se encuentra este Sistema Solar y especialmente la Tierra, la oportunidad de que en un planeta de altísimas características espirituales como lo es la Tierra, se pudiera llevar adelante uno de los doce más importantes Proyectos de Amor de Dios.

Por esa razón, el planeta Tierra atravesó diferentes ciclos. Los mares, que antes eran ácidos, pasaron a ser alcalinos para que después se volvieran receptáculos de componentes minerales y cristalinos, viviendo así un alto grado de oxigenación.

Los continentes, que antes eran desérticos y fríos, vivieron una readaptación biológica para después convertirse en semilleros de nuevas especies.

De esa forma, el planeta Tierra y toda su atmósfera se convirtieron en un gran vientre de luz para gestar, finalmente, la consciencia del hombre, lo que más tarde fue conocido como Adán y Eva.

En esta primera experiencia de amor, el Padre Celestial aspiraba interiormente a que este Proyecto, tan ansiado por Su Corazón, permitiera corregir y recrear la Creación para que en ella se vivieran grados de amor cada vez más altos.

Ya que, un tiempo más tarde, el Universo comenzaría a vivir las primeras fallas en la evolución debido a la fuertísima caída del ángel desobediente.

A partir de allí, todo el Universo, lugar en donde se vivía la paz, el bien y la armonía, fue escenario repentino de los primeros pasos de la dualidad, una corriente contraria al principio de la Voluntad Máxima; una dualidad que comenzaría a poner en juego la libertad que le fue concedida a todas las criaturas con el fin de que aprendieran a amar, así como el Padre Celestial las ama.

El planeta Tierra fue uno de los últimos lugares en donde esa corriente espiritual de dualidad descendió para poner a prueba, a través de Adán y Eva, el Proyecto de una humanidad unida esencialmente al Reino de Dios.

A través de diversas e inexplicables tentaciones el Proyecto fue siendo alterado y modificado, ya que corrientes espirituales contrarias fueron rompiendo el escenario del llamado "Edén".

¿Por qué el Padre Celestial lo permitió?

En un sentido misterioso, Adán tuvo la oportunidad de poder dar su primer paso en la evolución de los grados de amor y del despertar de la consciencia, si él hubiera sido incondicionalmente obediente a Dios.

Por su parte, Eva hubiera tenido la posibilidad de ser la prometedora consciencia que experimentaría el Aspecto Femenino de Dios mediante el espíritu de la Maternidad, un estado que concedería el nacimiento puro de las siguientes criaturas que vendrían después de ella.

En ese momento, la Tierra, como primera experiencia humana, sufrió su primera y gran prueba, la que, si hubiera sido atravesada victoriosamente por Adán y Eva como representantes de la humanidad de aquel tiempo, habría permitido que esta raza alcanzara un grado de amor semejante al de Jesús.

Ese es el motivo por el cual el mismo Dios, presente en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, es decir, en El Hijo, decidió encarnar en la Tierra después de mucho tiempo para donarse a Sus Hijos en Amor y en Sabiduría y para enseñarles a todos sobre la Verdad.

Fue en el tiempo preparatorio de la encarnación de Jesús que el Padre retiró de una de Sus Fuentes más puras del Universo Espiritual, uno de Sus Aspectos más elevados y puros, el que fue la base espiritual para la Concepción Divina de quien luego en la Tierra sería conocida como María, la Madre de Jesús.

De esa forma, los Arcángeles, a pedido de Dios, fueron los que prepararon ese escenario para la venida del Mesías, Aquel, quien habiendo dado testimonio de amor y de vida, demostraría en Su máxima humildad, cómo se puede vencer la dualidad para que todo ser viviente de la Tierra pudiera aprender, finalmente, a cumplir la Voluntad que lo trajo al mundo y para transitar por la escuela del perdón y de la redención, caminos internos que llevarán a recolocar la consciencia humana en el lugar que tenía antes de cometer los errores.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONTE ACONCAGUA, MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Olam, la Sagrada Eternidad de Dios

Queridos hijos:

Uno de los Aspectos de Dios, Olam, lleva a la consciencia de la humanidad terrestre hacia la elevación del espíritu y de los sentidos.

Olam representa en este Universo la posibilidad de que cada criatura, creada a Su imagen y semejanza, descubra dentro de su universo interior el aspecto de la inmortalidad, es decir, lo que es eterno, lo que nada lo disuelve.

Olam trae la vida eterna, el eterno servicio a la Creación y la consagración a la Vida suprema de la existencia divina.

Dentro del Universo, el aspecto espiritual de Olam ayuda en el camino correcto de la evolución, ayuda a que cada ser humano se mantenga dentro del sendero del despertar y de la evolución de la consciencia.

Por eso, Olam representa en este tiempo, el tiempo de la corrección de las esencias del Universo y de volver a encaminarlas hacia el umbral de la Vida eterna, lugar en donde el espíritu de cada criatura guardará para siempre el recuerdo del Amor de Dios y de Su divina Ciencia espiritual de la Alquimia divina, que concibe en las esencias los nuevos patrones de la eternidad y de la ascensión.

Olam trae en este tiempo la readecuación de las consciencias de la Tierra al ciclo del final de los tiempos. Este Aspecto sagrado de Dios favorece la filiación íntima de cada alma y de cada espíritu con el Padre Celestial.

Olam significa ese fuego que, siendo eterno, sublime y divino, purifica a la consciencia humana y la eleva de plano hacia un nivel espiritual y único.

Olam es la esencia de nuestra resurrección interior a la luz del Universo Espiritual y Mental.

Olam es el camino para encontrar la Morada de los Elíseos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONTE ACONCAGUA, MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La venida del universo de los Aspectos de Dios

Quisiera que la humanidad comprendiera el sentido interno, universal y cósmico de que en ciertos lugares del planeta desciendan los Aspectos de Dios, traídos por los ángeles dentro de grandes esferas celestes y colocados en los recintos más sagrados para que la consciencia espiritual de la humanidad sea ayudada, liberada y transmutada de las condiciones precarias de su propia espiritualidad y vida.

Es por esa razón, hijos, que el descenso de los Sagrados Nombres de Dios, al interior de este planeta, genera un espacio de renovación lumínica, atómica y celular de la humanidad. De esa forma, el sentido espiritual de la humanidad es protegido y las grandes esferas de la Consciencia de Dios traen para la humanidad un sentido de rescate y de salvación que también necesita.

En estos tiempos, el descenso de los Aspectos de Dios al planeta genera una posibilidad inmediata de estar y de permanecer en comunión con la Creación y con la Vida, pudiendo así reparar los gravísimos errores que la raza actual comete, apartándose de la Ley y de la esencia de la Creación.

El Padre, que es justo y misericordioso, llega al mundo para buscar la unión con la vida esencial de Sus hijos; ayudando así, en todos los sentidos, al inconsciente de la humanidad que está deteriorado por todas las acciones cometidas.

Los Aspectos de Dios permiten crear, dentro de los espacios sagrados y espirituales, ese nuevo puente que favorecerá que las criaturas en el mundo interno recuperen su filiación con el universo y con toda la existencia, con su verdadero origen interior.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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