Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 42.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MIAMI, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Las tres Personas de Dios están hoy aquí presentes. Y vienen en la búsqueda ante el mundo sufriente, el mundo que ha perdido el camino que lo llevaba al Creador, por haber sido influenciado por las energías de la vida material.

Hoy vengo a destapar lo que está oscuro y lo que provoca  el dolor en las almas.

De las tres Personas de Dios, principalmente llega Su Hijo para dar al mundo un alivio que es necesario en estos tiempos; porque todo el Universo ve ese sufrimiento, que se acumula en la consciencia humana y hace inferior todas las cosas, porque es un sufrimiento que no ha sido curado y que necesita de almas conscientes para que ese sufrimiento planetario pueda ser aliviado a través de instrumentos de luz; un potencial importantísimo que nace a partir de sus corazones.

Hoy traigo el planeta a  Mis Pies para que lo contemplen Conmigo, y vean cuánto él necesita de la ayuda de todos los servidores y de los que serán servidores de vuestro Señor.

Para que los dones desciendan al planeta debe haber una correspondencia que debe partir de la humanidad, respondiendo al llamado del Redentor en esta hora aguda del planeta, en donde muchos acontecimientos suceden, y  los cuales comprometen a gran parte de la humanidad porque todavía está muy dormida en su sueño profundo, en su ilusión.

Vengo a quitar las vendas de los ojos de muchos, pues, Mi deseo como Corazón confiante, es que las almas tomen consciencia de muchas cosas. Así Me ayudarán a cumplir Mi Proyecto, que viene a buscar a los últimos que quedaron para atrás.

Y esos últimos son millones de almas que, a través de los tiempos, se perdieron por no saber encontrar Mi Corazón Misericordioso, por aceptar en sus vidas la confirmación de otros caminos que no llevan a la paz, ni tampoco al amor, ni a la hermandad.

Necesito que Mis servidores en estos tiempos estén unidos por encima de todo, más allá de sus diferencias, de sus ideas y sentimientos.

Será la construcción de esa unidad fraterna la que hará triunfar Mi Plan en el planeta; aquel Proyecto que Dios Me pidió realizar en este tiempo como preparación para las almas que deben esperar Mi Retorno a la humanidad.

Si esa unidad no está construida primero entre todos los servidores del Plan, ¿cómo podré llegar a aquellos suburbios en donde el sufrimiento prevalece, en donde las almas desesperan  al no encontrar alivio en nada?, porque muchos miran a un lado para no ver la realidad planetaria.

Esa actitud humana debe terminar.

Unan sus corazones en el amor y en la fe , para que Mis Proyectos se realicen en el mundo, y así como ya les dije, Mi Mensaje pueda  llegar a todas las naciones de la humanidad, a todos los rincones de la Tierra en donde aún muchas almas esperan por una cura profunda y  una liberación.

Mientras ustedes no construyan esa unidad tendré que esperar por ese momento.

Recuerden que Yo estoy presente en los corazones humildes y simples que siempre obedecen a Mi llamado.

Puedo hablar a través de esos corazones y tal vez no lo podrían percibir porque deben estar en el Amor para poder verlo.

Es el Amor que los unirá a la Fuente del Conocimiento de Mi Padre.

Es el Amor que los unirá a Mi Corazón, y los unirá a todos ustedes en una verdadera fraternidad.

Por eso necesito que sus corazones estén abiertos, sobre todo aquellos corazones que ya vienen acompañando Mi Camino desde hace tanto tiempo.

Necesito que no se olviden de la Jerarquía y que sepan que Ella está Presente en los Centros de Amor, y que cada uno de sus corazones, como cada una de sus vidas, ha firmado un compromiso con el Redentor.

Allí también se encuentra para cada uno de ustedes el trabajo continuo con la unidad.

Esa unidad los hará fuertes e invencibles, a cualquier ser de este planeta que esté ingresando en la transición planetaria, que esté enfrentando el Apocalipsis y el Armagedón, algo que la humanidad desconoce profundamente porque nunca lo ha vivido.

El atributo sagrado de la unidad hará consecuentes a Mis servidores del Plan, y no estarán separados de Mi Amor, ni tampoco de Mis Obras, porque eso podría llegar a suceder cuando sus corazones se apartan entre sí, buscando prevalecer sus ideas y pensamientos que pueden ser opuestos a lo que Yo pienso, a lo que el Maestro plantea para la humanidad.

Están en el punto crucial compañeros, así como lo estuvieron los apóstoles en el pasado.

Están en el momento en que vuestro Rey viviría Su Pasión y daría todo por todos.

Están en el momento de confirmar a Cristo en sus corazones, de testimoniar a Cristo en sus vidas por medio de actos de amor y de fraternidad.

Tal vez algunos piensen que vuestro Maestro ya ha dicho estas cosas varias veces. Si lo vuelvo a repetir es por intermedio de Mi Divina Misericordia, porque es Mi Divina Misericordia que trae la paciencia para poder soportar ciertos asuntos.

Pero es  hora de no resistirse más y dejar quebrar la piedra del corazón para que Mi Luz pueda penetrar en lo profundo de la consciencia, y hacer de todos Mis servidores verdaderos apóstoles del Amor y de la Unidad.

Tan solo con la experiencia vivida por medio del Amor y de la Unidad, permitirán que Yo esté más tiempo entre ustedes; sobre todo que esté con las almas del mundo que buscan ardientemente Mi Divina Misericordia para poder saldar sus deudas, sus errores y sus actitudes que han herido el Corazón de Dios.

Yo les imploro, no olviden la unidad entre sus corazones, porque eso hará la diferencia de poder llegar a otras naciones del mundo.

El Universo está esperando para poder descender las Gracias sobre las naciones del continente asiático.

Para que eso pueda suceder deben dar ese primer paso hacia la unidad, porque la unidad se construye eternamente por medio del amor y del servicio a los semejantes.

Es así que Yo los curo de sus incomprensiones, de sus resistencia, y también de sus durísimos corazones.

Por eso, ayer les entregué Mi Corazón como ofrenda para las almas que más lo necesitaban; pero también para Mis servidores, los más viejos entre los viejos, que vienen caminando a Mi lado hace bastante tiempo en esta tarea espiritual que Yo encomiendo para cada corazón, con el fin de que cumplan el Propósito del Padre que está presente en los Cielos y que debe descender a la Tierra por medio de su entrega y servicio.

Todavía espero compañeros, Mis más viejos compañeros, poder contar con cada uno de ustedes en la verdad, en la transparencia, en la apertura, en el amor, en la unidad, para que pueda emerger la cura que aún necesitan sus espíritus.

Y esta cura será un beneficio para toda la humanidad, aunque aún no lo crean. Es así como vengo a hacer morir la condición humana en Mis más viejos servidores del Plan.

Necesito servirme de sus corazones para poder llegar a los corazones del mundo.

No podré ir directamente hacia esos corazones porque ustedes se comprometieron a ser Mis intermediarios en todos los detalles de la vida, en cada paso que debe ser dado como en la vida grupal, en la vida comunitaria fraterna que debe ser su primer principio para saber cumplir con la Voluntad de Dios.

Estoy cediendo este espacio aquí en Miami para hablarles a Mis más viejos servidores del Plan. ¿Saben lo que eso significa en este momento, dejar al lado Mi tarea por un momento para atender a sus cuestiones internas?

¿Será que algún día, compañeros, tendrán coraje de superarse a sí mismos por Mí,  para que Yo pueda entregar al mundo lo que vengo a entregar a la humanidad?

Si dieran ese paso verdadero verán Mi Obra realizarse de una forma espontánea y verdadera por medio de los milagros que Yo espero realizar en los corazones que más  necesitan, como los que se encuentran hoy aquí, que vienen a buscar la reconciliación con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, las Tres Personas de Dios.

La Santísima Trinidad les anuncia una atención mayor en los detalles de la vida grupal, de la fraternidad, principalmente de la unidad, Mis servidores no pueden perder esos atributos. 

Necesito que construyan, así como Yo les he enseñado, una fortaleza interna capaz de remover las resistencias de la consciencia.

Ayer les di un ejemplo de un alma trascendida. Hoy les doy un ejemplo de un alma que se resiste; porque todos vienen a aprender en esta humanidad: a perdonar, a amar y a curarse.

Y eso lo harán hasta el resto de sus vidas, para poder conquistar el Reino de los Cielos que espera descender en sus corazones para poder finalizar con este Plan de Dios que está escrito en Su eterno Corazón de Amor.

Los Sacramentos los liberarán, los santificarán a todos, y les harán vivir la Comunión  con Mi Corazón Misericordioso, en unión al Padre y al Espíritu Santo.

Me disculpen las almas sufridoras, pero sepan que estoy atendiendo sus súplicas.

Debo cuidar de Mis rebaños que están más próximos de Mí.

El lobo feroz no descansa hasta poder cazar a una de Mis ovejas, ya lo han experimentado y lo han vivido, hay ejemplos verídicos para eso.

Así como los apóstoles en el pasado vivieron su purificación, su transformación y despertar, es lo mismo que Yo hago con Mis apóstoles en este tiempo.

Siempre Me sirvo de las mismas Leyes para poder obrar por medio de la Misericordia y de la Justicia Divina.

Mientras la Justicia Divina no llegó, sírvanse de Mi Divina Misericordia, para hacer de sus corazones almas mansas y serenas que cumplan con Mi Propósito.

En Miami debo fundar un trabajo, un trabajo primario de instrucción y de oración para que las almas se aproximen a Mi Corazón y pueda hacer de este lugar un punto de referencia para los que despiertan.

Esto recién ha comenzado. Desde el momento en que sus corazones se abrieron para recibirme en esta ciudad en la que aspiro derramar hasta los últimos días la Misericordia de Dios, esa Misericordia llevará a purificar la ciudad, y llevará a transformarla.

Pero si los corazones aceptan Mi llamado algunas cosas no sucederán, porque el compromiso de Estados Unidos es ser una nación fraterna, una nación servidora,  cooperadora con las naciones más sufridas del mundo para destituir la guerra y para establecer la paz por medio del servicio y la oración.

Es muy grande  la aspiración del Padre: Poder corregir a las criaturas que por diferentes medios se desviaron del camino de la Luz.

Miami debe ser esa cuna redimida que abandona la vida superficial para ingresar en la vida inmaterial. Este es Mi deseo.

Ceremonia de bendición de los elementos de unción, bautismo y de la comunión.

Todos los días les hago recordar Mi Pasión, para que puedan trascenderse y así puedan tomar fuerza interior para quebrar sus resistencias más profundas, y hacer de sus consciencias, consciencias luminosas permeadas por el Amor de Dios, por Su Sabiduría y por Su Verdad..

A través de estos elementos doy para los más simples, para los más esforzados, el Don de Mi Liberación de las cadenas de la resistencia y de la apertura del alma para vivir en comunión con el Creador.

Yo bendigo estos elementos para que se vuelvan Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Así como Dios bendice sus corazones todos los días cuando lo buscan en la verdad y en la unidad, es así como Yo establezco en el mundo el Reino de Dios.

Con la Luz de Mi Espíritu los envuelvo y le agradezco a todos los peregrinos por haberme ayudado a cumplir esta gran misión en las naciones de Centroamérica, México y Estados Unidos.

Una  gran puerta a la perdición finalmente fue cerrada por su adhesión a Mi Corazón y por el esfuerzo de todos.

Esto es incalculable para el Padre Creador y sobre todo para Sus hijos.

Les agradezco.

Les doy la paz y quiero que siempre sean la paz en cada lugar de este mundo, pues la Tierra clama por liberación.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MIAMI, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

A través de cada oración pronunciada, como de cada sacrificio y esfuerzo realizado durante esta Maratón de oración, las almas más pecadoras y apartadas de Dios reciben un beneficio espiritual mayor que las imperfecciones que pueda vivir una consciencia terrestre.

Es así, que en este momento el ejercicio de invocar y de implorar por la Divina Misericordia de Mi Hijo permite que el océano de Su Gracia Redentora se aproxime a las almas más perdidas, para que en un próximo ciclo puedan tener una oportunidad de despertar y de redención.

Toda la Obra redentora de Mi Hijo es para ustedes una preparación que antecede a Su retorno al mundo.

Todo lo que sus corazones puedan guardar como recuerdo positivo de cada maratón ayuda a abrir aún más las puertas para que los corazones se puedan transformar y así se animen a consagrar sus vidas al Creador.

De esa forma, la Fuente Primordial será el punto de contacto y de unión de las almas que antes estaban lejos de Dios.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los unifica en el Propósito Mayor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MIAMI, FLORIDA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Hijo viene a traer el alivio espiritual que los corazones necesitan para que renazca dentro de ellos una positiva esperanza.

Su Madre Celeste los acompaña para motivarlos a seguir adelante con alegría y regocijo, porque eso ayudará a los corazones a que puedan curarse espiritualmente.

Es así, queridos hijos, que en este día un rayo de la Gracia desciende sobre esta región de Estados Unidos, para consolidar en los espíritus una oportunidad de redención y de toma de consciencia.

La realidad planetaria hace de esta humanidad una raza muy necesitada de equilibrio espiritual y moral.

Por eso los Mensajeros Divinos llegan a Estados Unidos para llamar a los corazones a la verdad, al reconocimiento de la condición humana en la que muchos hoy se encuentran.

Para eso, la Jerarquía realiza una obra de milagros con el fin de preparar con anticipación a todas las consciencias para el esperado retorno de Cristo.

En este momento cada esfuerzo será importante, porque eso construirá la alianza de las consciencias dormidas, con el Creador.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice en este día de misericordia,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL SANTO ROSARIO DE FÁTIMA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Amados:

Hoy Mi Rosario se extiende al mundo entero y, del Centro Interior de Fátima, donde la pureza habita, hago recorrer cada cuenta de Mi Santísimo Rosario por los abismos del planeta, por las naciones en conflicto, por los hogares sin paz y en los corazones de todos los que se unen a Mí en oración.

Mis amados, vengo como Nuestra Señora del Santo Rosario para que la humanidad recobre la pureza que perdió de su corazón por medio de la simple oración del Santo Rosario.

Vengo como Su Santa Madre de Fátima para decirles que en el ejercicio de la oración es que el corazón se fortalece y se prepara para ahondar en los misterios celestiales. Cuando oran de corazón y abandonan las preocupaciones de este mundo para dedicarse solamente a orar, con todo su ser, sus corazones se vuelven espejos de luz que captan de Mi Universo de Amor la paz que deseo irradiar al mundo y que ustedes la reflejen como atributo espiritual para todo el planeta.

Muchos de Mis Hijos se olvidaron de la vida de oración y, aun cuando no encuentren la paz y reconozcan la degradación en la cual se encuentra este mundo, prefieren unirse orgullosamente al caos que, con humildad, rendirse a la vida de oración.

Hijos, aquellos que oran descubren la verdad, porque se unen a la propia Verdad, que es la Consciencia de Dios Altísimo, y así disipan de sus ojos la ilusión que los cegaba.

No hay misterio que no pueda ser revelado al corazón que ora con sinceridad, porque ese corazón conoce la ilimitación de Dios y no encierra, en la pequeña comprensión humana, las expresiones del Creador y la grandeza de Su Creación. Por eso, hijos, deseo que oren cada vez más profundamente, para que sus corazones estén preparados para encontrar la realidad que hasta hoy permaneció invisible para la mayoría de los seres humanos.

Quiero que se fortalezcan no solo para enfrentar el caos con valentía y en unión al Propósito Divino; también quiero que se fortalezcan para hondar en una realidad que trasciende toda la vida material y que no se asemeja en nada a la que conocen hoy.

Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de Fátima y para que en ellos lean la verdadera historia de la humanidad.

Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de sus corazones y vean reflejada en ellos la verdad sobre sus espíritus, porque así como el caos se revela al mundo y las atrocidades ya no se esconden, no son más un secreto, de la misma forma, hijos, la verdadera historia de la humanidad también será revelada y no serán unos pocos que la reconocerán. Todo ser viviente y todo aquel que murió en la ignorancia verá ante sí la historia reflejada en los espejos y será el momento de definir la propia evolución, de abrazar el Propósito Divino o retroceder y permanecer en la ilusión absoluta que los envolvía.

Hijos Míos, la oración es más que un instrumento de paz y de redención: la oración es una puerta hacia el Universo de Dios, es el puente que los separa de la ceguera humana y los conduce al horizonte de la verdad. Por eso hoy, hijos, como Reina del Santo Rosario, les pido que oren Conmigo para que Yo pueda despertar en este día, a la vida superior, a cuantos oren y busquen la paz.

Oren para que sus hermanos se acuerden de Mi Inmaculado Corazón y para que, con un simple pensamiento enviado para Mí, Yo pueda hacer el milagro de despertarlos al amor.

Oren, hijos, por la paz entre los hombres y los Reinos de la Naturaleza.

Oren para que se establezca Mi Reino y para que puedan ser dignos de ver emerger ese Reino en la superficie de la Tierra.

Los bendigo hoy y siempre,

Su Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santo Rosario de Fátima

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si Yo vengo del Cielo, es por una causa mayor. Es por algo que aún ustedes desconocen, queridos hijos, y que se llama Propósito Infinito, en el cual todas las almas se congregan para vivir el Plan de Dios, por ejemplo, a través de este encuentro.

Quisiera que sus corazones recepcionaran Mi Llamado maternal, porque también es el llamado de Mi Hijo, que en este tiempo los invita a la redención de sus vidas. 

Yo Soy su Santa Madre del Cielo y deseo lo mejor para cada uno de ustedes.

Por eso en esta noche los invito, queridos hijos, a que puedan seguir Mis pasos de Madre Peregrina por el Camino de Luz que Yo vengo trazando, a través de este encuentro de oración, especialmente por los más jóvenes, que son la próxima misión para estos tiempos.

Yo desciendo del Cielo para traerles Mis Gracias, pero también para traerles la Palabra de Dios, que es la Palabra de Mi Hijo Amado, que resuena en todo el Universo y que espera resonar en sus corazones para siempre.

Queridos hijos, si sus corazones despiertan, muchos más corazones despertarán y así se irá cumpliendo, poco a poco, el Plan de Dios en este mundo, que es un Plan precioso e inmaculado que espera dibujarse en sus corazones, para que él también pueda cumplirse en sus vidas, ante Mi Presencia Maternal.

Quiero que hoy sus corazones se sientan consolados por Mi Espíritu; porque no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes, sino también con todos los que Me escuchan en este momento, que corresponden a Mi Llamado Mayor de propagar la paz por toda la Tierra.

Si ustedes viven en paz, queridos hijos, y buscan la Paz de Dios en estos tiempos, la paz se establecerá en el mundo y los corazones no sufrirán.

Pero si ustedes, queridos hijos, no cumplen con Mi llamado, muchos más corazones sufrirán y no podrán despertar a través de su oración mediadora, la que Yo invito a construir en este tiempo en sus vidas, en sus hogares y familias, en ese sagrado oratorio de amor que Yo los invito a vivir todos los días de la vida.

Mientras estoy aquí presente, queridos hijos, contemplando cada uno de sus corazones, contemplando cada una de sus intenciones, cerrando sus heridas, también estoy cerrando la gran herida del mundo, la herida de la indiferencia y de la persecución, de la maldad y del egoísmo de los hombres.

Por eso, queridos hijos, que el poder de su oración diaria los retire del egoísmo, que abra sus ojos, los ojos de sus almas, para que puedan ver la venida gloriosa de Cristo, que está próxima, muy cerca, en este tiempo final.

Mientras estoy con ustedes, queridos hijos, también estoy con los más perdidos en el mundo, con aquellos que no reciben ayuda, con los más necesitados que precisan de sus brazos y manos para poder reconstruir una nueva humanidad, mediante el servicio, la oración y la paz.

Porque en esas cosas simples que Yo les pido, la humanidad se podrá purificar, las almas se aliviarán, recibirán el Amor de Dios en sus corazones, y podrán formar parte de la Nueva Tierra prometida.

Mientras eso está por suceder, queridos hijos, abran sus corazones y guarden estas palabras en lo profundo de sus seres, porque ellas les servirán para los momentos difíciles que llegarán y que toda la humanidad deberá vivir en este último ciclo del Apocalipsis.

Hoy estoy también aquí por las naciones; por Venezuela, por Ecuador, también por Uruguay, por todos Mis hijos de esos lugares que siguen clamando a Mi Corazón Inmaculado.

Por eso también hoy les digo: Mis amados hijos de Venezuela, de Ecuador y de Uruguay, no bajen sus brazos. Alcen sus brazos hacia el Cielo por aquellos que están derrotados por la persecución y el mal de los hombres.

Sigan orando en confianza a Mi Inmaculado Corazón, porque tengan la certeza, queridos hijos, que Yo estoy en sus hogares y familias ayudando a los más necesitados, a los que sufren la restricción, a los que sufren todos los terremotos de este mundo y que no tienen calma, ni siquiera serenidad.

Por eso Yo los invito, queridos hijos, a orar por cada uno de ellos, para que Mi Plan también se establezca en esas vidas, para que Mi Paz los pueda invadir y curar, y que por aquellos que se perdieron, Yo los pueda elevar al Cielo, al Universo.

Quisiera que aquí se estableciera una paz verdadera y eso se gestará, queridos hijos, por su decisión y colaboración. Eso también ayudará a los Reinos de la Naturaleza, que son los Reinos más perseguidos por el hombre a través de la destrucción.

Yo necesito, queridos hijos, que contemplen todas las necesidades del mundo, que puedan ver más allá de sus vidas. Así podrán responder verdaderamente al Llamado de Dios y todos sus corazones serán verdaderos colaboradores del Plan, antorchas de Luz para estos tiempos de caos.

Así como hoy estoy con ustedes aquí, queridos hijos, trayendo la presencia del Reino Celestial por medio de Mi Gracia Maternal, también estoy con todos Mis hijos en el mundo, con aquellos que abren las puertas de sus corazones para que Yo pueda entrar y morar en sus vidas.

Hoy les traigo un mensaje de esperanza, pero también un mensaje de advertencia, que es hora de colaborar con el Plan de Dios, que los servidores se multipliquen en cada parte de este mundo, que los siervos de Mi oración perpetua puedan multiplicar sus voces, para que Dios pueda acoger en Su Corazón sus llamados.

Yo los necesito, queridos hijos, para poder gestar la Nueva Humanidad, para que, toda la humanidad entera pueda traspasar este umbral de la transición. Transición que desconoce y de la que no sabe que sucederá. Los corazones se sorprenderán por lo que verán cada día que pase.

Por eso, queridos hijos, abran sus corazones y reciban Mi llamado, porque es el último para el mundo antes de que se purifique completamente.

Quisiera verlos encendidos en la oración y en la fe, porque Yo vengo a dejar en sus corazones Llamas de Luz Divina, Atributos de Dios, Códigos preciosos de la Redención y de la Misericordia, que reformarán el planeta y principalmente a todas las almas que escuchen Mi Voz.

Mientras Yo hablo, queridos hijos, sus heridas internas son cerradas. Tengan fe de que eso es así, porque su Madre todo lo puede, a través de su Sagrada Intercesión por el mundo.

Pero hoy también quería decirles, queridos hijos, que su compromiso con el Brasil, de orar por su pueblo, por cada uno de Mis hijos de esta nación que deben despertar a Mi llamado, es importante. Que deben aprender a orar y saber unirse a Dios en estos tiempos, así como lo han vivido hoy, de una forma simple y verdadera.

Yo necesito, queridos hijos, que Me lleven en sus corazones, que Me adopten en sus vidas como su Madre del Cielo y del Universo. Así también podré llegar a todo el Brasil, que tanto lo necesita.

Su nación se consagró a Mi Inmaculado Corazón y esa consagración no puede debilitarse. Será a través de los fieles seguidores de Cristo que el Brasil se protegerá y se salvará.

Por eso hoy les traigo un testimonio verdadero de la presencia de Mi Amor maternal por ustedes y por el mundo, a través de todas las Faces que Yo he revelado a lo largo de los tiempos y en esta nación, como la Señora Aparecida.

Hoy han traído a Mi Altar esta Sagrada Imagen, respondiendo a Mi pedido maternal de que hoy Yo la consagre, queridos hijos, como su Madre Peregrina para todo el Brasil.

Después de haber recibido la Señora de Fátima, de haber trabajado su simplicidad y pureza, Yo vuelvo a aparecer en sus hogares, hospitales y casas, para llegar a los más necesitados.

A través de sus manos, Me cargarán y Me llevarán a donde Me necesiten, para que Yo pueda derramar Mis Gracias maternales en todos los corazones brasileros que creen en Mi Presencia, en Mi Divinidad y en Mi Amor.

Porque así, a todos les doy; les dono Mis Gracias, les dono Mi Corazón, les dono Mi Espíritu de Paz para que siempre puedan estar en Dios y en Mi Hijo Amado.

Mi Hijo Me entregó a ustedes, para que Yo fuera su Madre, Yo quiero que ustedes sean Mis hijos y que Me lleven en sus corazones, como una experiencia viva para el resto de sus vidas; que oren Conmigo todos los días, en la simplicidad del Santo Rosario; que recuerden a Dios cada vez que despierten, porque Él está muy olvidado y ofendido; que oren por sus hermanos, por sus enemigos, por todos los que persiguen a otras almas en el mundo, por los que gobiernan, por aquellos que destruyen toda la vida y la Naturaleza, por las madres que abortan, por los hijos que se pierden y no reciben la oportunidad de vivir esta vida.

Que oren por toda América Latina junto a Nuestra Señora Aparecida, que es su Madre Peregrina del Brasil, la Llama Incandescente que vuelve a rebrotar en los corazones que invocan su Sagrada Presencia Universal y trae la salvación para todo el mundo.

Quiero que dejen a Mis pies todo el Brasil y que en cada momento en que se encuentren Conmigo, a través de su Madre Peregrina, abran sus casas y corazones para que Mi Presencia pueda entrar en sus vidas, y así como hice en Fátima, Yo pueda convertir a los corazones más duros. Porque quien está Conmigo no perecerá.

Pero hoy también vengo a consagrar a los Hijos de María que son parte de Mi gran testimonio de amor en el mundo, que revisten en sus cuerpos Mi manto de Luz para llevar la paz y el amor por cada lugar donde vayan.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán, para que Yo pueda consagrarlos y consagrar la santa imagen que visitará sus hogares.

Escuché desde el Cielo, queridos hijos, el Himno de la Señora Aparecida. Quiero que hoy lo proclamen a viva voz, para que Mi Espíritu de Amor pueda llegar a todos y las Américas se consagren a Mi Inmaculado Corazón en estos tiempos de transición.

 

Himno de la Señora Aparecida …

 

Queridos hijos, cuando Yo aparecí en el Brasil a través de esta sagrada imagen para pescadores  tan simples, Yo quería dejar el mensaje que el Brasil siempre debe ser el corazón de América del Sur, que pulsará en devoción y fe e irradiará Su Luz para todos los corazones del mundo.

Cada vez, queridos hijos, que se coloquen delante de Mi Presencia Aparecida, estarán confirmando a Mi Corazón Inmaculado que Yo no solo soy su Madre, sino la Madre del Brasil que nunca será expulsada y que reinará con su potestad celestial por los siglos de los siglos y en todos los corazones que Me reciban.

Yo bendigo esta imagen como el socorro para los corazones, para el alivio de los que están enfermos espiritualmente y para aquellos que padecen los dolores en sus cuerpos.

Bendigo esta imagen como el testimonio de Mi Amor por todos, porque Yo Soy parte de esta raza y a esta raza volveré, después de Mi Hijo.

Mientras eso está por suceder, contemplen a su Madre del Cielo, a Nuestra Señora Aparecida para que Yo los pueda llevar a Jesús y todos puedan estar en Su Sagrado Corazón, lastimado por el mundo y por los pecados de la humanidad.

Delante del Padre, del Hijo Amado, del Espíritu Santo y de todos los ángeles del Universo, por la potestad santísima concedida por la Pasión de Jesús y el silencio perpetuo de Mi Corazón Inmaculado, cerrando las puertas a los infiernos, Yo vuelvo a consagrar al Brasil a Nuestra Señora Aparecida con todos los Poderes Celestiales y las Gracias inexplicables que rebrotarán en los corazones como rosas y pétalos de Luz, en alabanza al Creador.

Yo los bendigo, Yo los consagro, hijos Míos, consagro esta imagen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que nuestra Señora Aparecida restablezca los mil años de paz.

Y ahora, Mis hijos, los que hoy se consagraron, besarán esta santa imagen en nombre del perdón por toda la humanidad, para que los más impíos y crueles se salven.

Les agradezco por responder a Mi llamado y que la juventud sea Mi gran motor por la Paz.

Agradecida a ustedes para siempre.

¡Canten!

 

Himno de Nuestra Señora Aparecida...

 

Mientras Me elevo al Cielo canten con fervor, para que las almas despierten a la Misericordia de Dios.

Y ahora que he podido entrar en sus corazones por Mi divina intercesión, que también es la Intercesión de Mi Hijo Amado, vayan y prediquen la oración en sus grupos y familias, en sus seres queridos y conocidos, que deben curar sus corazones y vidas para que pueda resurgir la paz.

Que su Madre, la Peregrina del Brasil, recorra los lugares por donde la quieran recibir. Así, Yo estableceré el cumplimiento del Propósito para el Brasil, que no está en las manos de los hombres y tampoco de los gobernantes; está en el Corazón de su Padre Eterno, el cual siempre deberán buscar en los Cielos, en la belleza de Su Creación. Así estarán en Su Voluntad.

Amados Hijos de María, chispas de Mi Corazón Inmaculado. vivan una vida de oración todos los días para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo, y así Yo pueda llamar a las ovejas antes de que llegue el Pastor en la Gloria del Reino de Dios.

Rezaré por ustedes y ustedes recen a Mi Corazón para que Yo pueda siempre interceder por medio de Mi Gracia Eterna y de Mi divina Pureza.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me elevo a los Cielos. Que canten los Hijos de María el himno de su consagración.

¡Paz y Bien para todos!

 

Madre Shimani:

Bueno, hermanos, a todos los que nos acompañaron hoy les agradecemos profundamente que se hayan adherido a este llamado de Nuestra Señora. Que la peregrinación de nuestra Señora Aparecida por el Brasil, con esta imagen bendecida por nuestra Señora, recorra cada rincón y recupere cada alma de esta nación.

A todos los invitamos a que nos acompañen en la próxima Maratón de la Divina Misericordia en nuestra amada Aurora en Uruguay, en el Centro Mariano de Aurora, el 5 y 6 del próximo mayo.

En este mes de mayo vamos a permanecer en el Centro Mariano de Aurora y todos los encuentros con los Sagrados Corazones van a ser allí. Así que están todos invitados a participar.

Muchas gracias a todos. Hoy Florianópolis tiene una belleza particular.

Vamos agradecer todos a nuestra Señora.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible  cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.

Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.

Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].

Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.

En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.

Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.

En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.

En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.

Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.

Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.

Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.

Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.

Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.

Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.

Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.

¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.

Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.

Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.

Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.

Padre Santísimo, desciende Tu Poder sobre los corazones no redimidos.
Desciende Tu Gracia sobre los corazones que Te honran día y noche.
Desciende Tu Misericordia sobre aquellos que aceptan la redención y la liberación del mal.
¡Oh, Adonai! Bendice a Tus hijos, a aquellos que perseveran a través de Mi Corazón amante;
a aquellos que caminan a pesar de las barreras y de sus propios desafíos.
Bendice al mundo en este día, para que muchos más puedan entrar en Tu Reino
a través de la ofrenda de Tu Amado Hijo, que se hace pequeño ante los ojos de los hombres,
para que te puedan reconocer, Padre, en la presencia de Tu Amor Infinito.
 
 
Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.

Kodoish, Kodoish, Kodoish...

 

Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.

Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.

Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.

Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.

Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.

Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.

 

Oración al Ángel de la Guarda...

 

No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.

Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.

El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.

No tengan expectativas por ser escogidos.

Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.

Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.

Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.

No se alejen de Mi Gloria.

Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.

Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.

Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.

Padre Nuestro en arameo...


[1] Jesús está mostrando un libro abierto.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Contemplen Mi Gloria. Cuando Yo estoy presente todo es perfecto y nada hiere.

Hoy, les ofrezco nuevamente la cruz del mundo para que la carguen Conmigo en esta Sagrada Semana que se aproxima; porque después de tantas Gracias todo ya es diferente y nada puede ser igual.

Hoy, están aquí por Mi Misericordia, que es la Misericordia de Dios; la que los ha reunido a través de Mí y alrededor de Mí, para honrarme.

Hoy, estoy con ustedes y estoy con el mundo, con las necesidades de cada corazón y de cada alma, sin dejar de atender  las peticiones de Mi Padre, para que se haga Su Voluntad.

Hoy, les muestro las llagas de Mis Manos para que las veneren durante toda esta próxima semana, donde daré señales precisas para estos tiempos finales, para que las almas continúen en Mi camino y en ascensión a Mi Sagrado Corazón.

Yo sé que es difícil vivir el caos del mundo, el caos de las almas y de las consciencias que se resisten purificar. Pero no puedo hacer más nada.

Sus corazones y el corazón de sus hermanos debe estar abierto para que Yo pueda obrar y así ayudarlos hasta el final. Porque es la Voluntad de Mi Padre que vivan en Mi Gracia y es el sentimiento de Mi Corazón que se regocijen en Mí todos los días de la vida, para que así conozcan Mi Voluntad, que es invisible ante sus ojos y perceptible para la intuición de los puros.

Yo necesito alcanzar en ustedes la santa humildad, la pacificación, la entrega y la mansedumbre. Pero sé que todo es por grados. Deben alcanzarlo a través del esfuerzo y de la dedicación que viven por Mí Corazón y por la Voluntad de Mi Padre que está en el Universo y que siempre los contempla con mucha compasión. Porque si de Él no brotara la compasión por ustedes y por las almas del mundo, ya no habría humanidad.

La tónica de estos tiempos es la intercesión de los Sagrados Corazones, de María, de San José y de Mi Corazón, de lo contrario nada sería posible, compañeros.

No vengo aquí para traerles decepciones sino la verdad; verdad que deben amar todos los días para poder alcanzarla y para que sus corazones sean cristalinos al igual que el Mío, sin soberbia, sin negación, sin indiferencia.

Deben persistir como Yo persistí por ustedes en la Cruz.

Deben madurar en el amor, como Yo entregué el Amor de Dios por ustedes en cada etapa de la Pasión, así como Mi Madre entregó el Amor por cada uno de Sus hijos que negaban y rechazaban al Rey del Universo.

Necesito que en esta Sagrada Semana, sus corazones vivan en humildad Mi Pasión. Que sientan Mi Pasión como la gran victoria y como la gran promesa para aquellos que aún no han despertado y que se separan de Dios día a día.

Necesito, compañeros, que a través de esta Sagrada Semana vivan Mi Pasión, para que sus almas confirmen que Yo estoy aquí presente todavía acompañándolos, así como también Yo acompaño a aquellos que más necesitan en esta hora aguda del mundo.

Necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana no solo vean Mi sacrificio, sino la victoria del Arcángel Miguel a través de Mi Corazón y de Mi Consciencia, que en el momento más culminante dejó Mi Ser para que Yo Me cristificara, así como en estos tiempos Yo los invito a vivir la cristificación del corazón a través de la entrega y de la oración perpetua.

Si no hubieran almas como ustedes en el mundo, así como hay otras almas que aman Mi Corazón insondable y misericordioso, Yo ya no estaría aquí y eso no sería una negación porque no tendría dónde derramar Mi Gracia y Mi Misericordia sobre aquellos que la claman de verdad por sus hermanos y por toda la humanidad, como por los Reinos menores creados por Dios, vuestro Señor, vuestro Padre Eterno.

Así Yo necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana, multipliquen Mi Misericordia por todos los lugares donde vayan y que ella se multiplique aún más cuando se retiren de aquí, de este Centro sagrado, después de haber recibido Mi impulso espiritual de amor y de compasión.

No necesito que se martiricen con Mi Pasión. Hubieron mujeres santas en el pasado que vivieron eso por Mí a través de los tiempos y sobre todo al lado de Mi Cruz, junto a María, Mi Madre.

Yo los invito, compañeros, en esa Sagrada Semana a ser santas consciencias que veneran Mi Sagrado Corazón a través de la Pasión y de la cruz y de cada paso que Yo di por ustedes desde la última Cena hasta Mi resurrección.

En esos pasos que hoy Yo les encomiendo meditar día a día, encontrarán la fortaleza para estos tiempos, la fuerza interior para superar sus problemas, la disipación de todas las dudas y de la falta de confianza al Corazón del Creador.

Necesito, compañeros, que revivan Mi Pasión por aquellos que no lo hacen y sobre todo por aquellos que nunca lo hicieron y que menos Me conocen en las diferentes partes del mundo, por vivir su propia idolatría.

Eso pesa para Mi Corazón, porque Yo vengo con Mi Gracia para todas las almas, para todos los que a pesar de todo continúan en Mi camino, como es en el día de hoy ante Mi presencia.

Así verán, compañeros, cómo es la Misericordia de Mi Corazón, cómo es el sustento y el apoyo que Yo puedo dar para sus espíritus cuando confían en Mí y lo decretan.

Yo no solo les traigo la revelación de Mi Gracia sino también la presencia de Mi Gloria celestial alcanzada después de Mi ascensión al Universo, a las moradas de Dios.

Necesito que se purifiquen en Mi confianza y que acepten la tarea que Yo, con tanto Amor, les he encomendado para estos tiempos desde el principio de sus nacimientos.

Así como Mi Corazón infinito agradeció el apoyo de Mi Santa Madre durante la Pasión y desde el principio de Mi vida en este mundo por cada uno de ustedes, así espero, compañeros, que  ustedes agradezcan a sus madres por su existencia y presencia en este momento tan especial Conmigo. ¿Qué sería de ustedes sin sus madres?

Aunque sus madres no parezcan lo que ustedes desean, ellas son el modelo perfecto de la transformación para sus corazones y vidas. No podrán seguir caminando en Mi sendero sin antes recordar a sus madres por todo lo que han dado, aunque hayan sido errores, pruebas o conflictos.

Dios, a través de sus madres, quería quebrar sus corazones endurecidos para que sintieran el verdadero amor que nace de la maternidad de todas las santas mujeres que conciben ante la Creación y dan a luz, como Mi Madre dio a luz por cada uno de ustedes.

Necesito que amen la fuerza maternal y que no la rechacen, porque en la fuerza maternal se encuentra la salida a las posibles dificultades del camino.

Entre Mi Pasión para esta Sagrada Semana y el espíritu de la maternidad, encontrarán dos grandes puertas para alcanzar también el perdón y la reconciliación entre sus seres queridos.

No necesito, compañeros, que juzguen sino que amen lo que Dios les entregó a través de sus madres y también de sus madres espirituales que Yo he colocado en el camino, para trabajar el sendero de  perfección y de santidad en ustedes.

Descubran en el misterio de Mi Pasión y de la maternidad el camino para la conversión y para dar los pasos en la simplicidad del espíritu y del alma que se dona al Padre celestial, abriendo su corazón y comprendiendo todas las cosas que llegan a la escuela del aprendizaje.

Les dejo en esta noche, compañeros, el símbolo de las llagas de Mis Manos, de las Manos que se donaron por ustedes, de las Manos que curaron, que sanaron, que multiplicaron los panes y los peces, de las Manos que derramaron gracias y prodigios, que resucitaron a los muertos, de las Manos que hicieron levantar a los paralíticos, que curaron a los ciegos y que redimieron a los corazones endurecidos por su propia voluntad.

Estas son Mis Manos, las Manos de Dios a través de Su Hijo amado, que nuevamente para esta Sagrada Semana se donan a ustedes y al mundo para santificarlo por la efusión del Espíritu.

Que sus manos imiten Mis manos. Que sus seres se donen en confianza y sin resistencia, porque Yo conozco, compañeros, la pasión de cada corazón, la pasión interior, los miedos y las incertidumbres.

Espero que en cada uno ustedes y de sus hermanos, Yo pueda hacer brotar lo que vengo a buscar hace tanto tiempo y después de tantas veces y de tantos intentos.

Ahora, compañeros, que saben todas estas cosas, anímense a dar el paso y a no retroceder, porque Mis pies caminan descalzos frente a los suyos, marcándoles el camino hacia la paz y la transformación.

Un pedido más para los que escuchan Mi voz. Quisiera verlos arreglados y limpios todos los días para recibirme. Así como Yo mandé a bañar a los pozos de Betsaida, de Samaria a los enfermos para que se purificaran, Yo los invito a prepararse todos los días para el encuentro Conmigo a las tres de la tarde, en armonía y orden, interior y exterior. No necesito que se embellezcan por Mí, sino que comprendan y sientan la importancia de la ceremonia en cada detalle, porque eso forma parte a la Ley de la Jerarquía.

Y ahora, compañeros, en esta víspera de preparación que sus  corazones ya pulsen y sientan la Sagrada Semana latiendo en su interior como una llama viva que se moldea y se prepara para recibirme en confianza.

Y la síntesis de toda esta Sagrada Semana que viviremos por una humanidad enferma, separada e indiferente; por aquellos que no pueden vivir esto Conmigo y que aún no lo conocen, les recuerdo el misterio infinito del sacramento de la Comunión, del pan hecho carne de Cristo y de la Sangre preciosa del Maestro como fuentes de salvación y conversión para las almas que comulgan en la fe con la divinidad de Mi Espíritu ante el Padre Universal.

En gloria a Dios por esta gracia concedida para realizar la Sagrada Semana aquí, y en espera de todo el Cielo, que su colaboración sea eficiente para los próximos encuentros en esta orden material de la obra de la Jerarquía.

Espero que Mis Gracias no caigan en vano, sino que sean la multiplicación permanente del servicio y de la donación por esta obra redentora y corredentora junto a Mi Madre y San José.

Espero que sus corazones, compañeros, despierten a la importancia de la colaboración en este proyecto de los Mensajeros Divinos en este plano material. Eso definirá después de esta Sagrada Semana la continuidad de ese proyecto sagrado de conversión y de paz para el mundo.

Que cada uno cumpla con su parte para que así se manifieste la Voluntad de Dios.

Mi último pedido, compañeros: recen por los corazones que se cerraron. Deseo ver en estas cuentas la persistencia de los consagrados. Que cada cuenta que oren represente la oportunidad y la gracia para una nueva alma que debe ser rescatada por la trinidad de los sagrados corazones.

En este sacramento, compañeros, Yo les dejo el modelo para su conversión, para que sean pacificadores, mansos de corazón y humildes de espíritu.

Yo les agradezco, compañeros, por compartir este momento Conmigo en nombre de la Luz y de la Redención.

Y así a los presentes Yo los bendigo preparándolos para vivir este sagrado momento Conmigo, en esta Sagrada Semana que se aproxima, donde los Cielos estarán abiertos durante siete días sobre este lugar para que las almas se eleven en espíritu a través de Mi Corazón a la Casa del Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a cantar, a pedido de Cristo, “Pacificadores de Cristo Redentor”.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 32ª. MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras las almas Me viven, sus corazones se encienden en Misericordia y eso es algo verdadero, eso es algo que Yo siempre busco de todos los corazones de la Tierra.

Hoy Me muestro a ustedes en Gloria.

Así como Yo Soy en el Cielo, así Yo Soy ante Mi Padre, quien merece gloria y alabanza.

Hoy vengo de un lugar del Universo muy especial, hacia donde podrán ir, algún día, después de que se cumpla Mi Obra en esta humanidad.

Quisiera que hoy no solo contemplaran Mi Corazón, sino también que lo sintieran aquí, presente entre ustedes, comulgando con la esencia de la unidad y de la hermandad entre todos los espíritus de buena voluntad que, a través de los tiempos, se congregan para escucharme, así como una vez Me escucharon en Tierra Santa.

Por eso, Mi Padre los ha colocado aquí, en esta parte del planeta, para que volvieran a vivificar Mis Principios de instrucción y de transformación.

Hoy sí puedo extender Mi Mano sobre ustedes y posarla sobre sus cabezas, como lo ha pedido Mi Madre en Sus oraciones perpetuas.

Hoy sí puedo decir que el Amor de Dios vence y que todo lo transforma, cuando Él es reconocido de verdad, por las almas que lo claman sinceramente.

Hoy, Mi Gracia se aproxima al mundo oscuro para volver a iluminarlo en Mi Espíritu; en Mi Espíritu de Paz y de Misericordia.

Pero hoy, compañeros, no solo estoy con ustedes sino también con aquellos que abren sus corazones y sus hogares para recibirme en esta comunión espiritual, con el Corazón que los ama permanentemente, sin restricciones ni condiciones; con el Corazón que sufrió por ustedes los martirios de la Pasión y de la Cruz; y  que, en el momento culminante, dijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.

Pero hoy no quiero que piensen quiénes fueron en ese momento, sino que Me vivan en este eterno presente, del cual Yo los hago partícipes, a cada nuevo encuentro.

Hoy, muchos de los que están aquí representan a las naciones del planeta, sus deudas y sus compromisos. Yo necesito, compañeros, que sus corazones sean Mis misioneros de la paz, como lo han sido los que Me han servido en Medio Oriente, en medio de la tribulación y del caos, confiando plenamente en los pasos de Mi Santa Madre, que se regocija en los corazones que aman Mi Corazón y  Mi Misericordia.

Hoy, vengo a entregarles lo que necesita el mundo para este último tiempo, que es el Amor de Dios que debe renovar todas las cosas y que debe redimir a los corazones que aún están cerrados a Mi Llamado.

Pero Yo espero, como esperé en el Huerto Getsemaní, en la absoluta soledad del Corazón y de la Consciencia, con la asistencia suprema de los ángeles del Cielo, que consolaron Mi ofrecimiento en la Cruz y en la Pasión.

Ya no los quiero ver dormidos.

Mis Palabras son códigos de vida para todos.

Mi Amor es el bálsamo para sus espíritus, es la consolación para las almas, es la cura profunda para los que se han herido con sus propias acciones.

Pero sepan, compañeros, que aún no puedo retornar en Gloria, porque los corazones que Yo he escogido deben estar preparados para recibirme en ese momento, para poder reconocerme y abrirme las puertas de sus almas, para abrazarme fuertemente y saber quién Soy.

Quisiera que no solo Me pudieran  ver, sino que Me reconocieran cuando fuera el momento, ustedes y sus hermanos del mundo, que aún duermen en el sueño de la ilusión, de la realización personal y del poder propio.

Hoy estoy aquí, en Gloria, ante los corazones que Me han dicho “sí” a la redención. Por eso, iré primero a bendecirlos con Mi Espíritu, que es el Espíritu de Dios, que ilumina a todas las formas y exalta los buenos sentimientos de las almas que se reconcilian con Dios todos los días de la vida.

Ustedes Me adoran, Me esperan y Me aman. Yo también los espero, también adoro lo verdadero que son y amo lo que en verdad existe en ustedes, que es lo más bello que Dios creó para este Universo: la Unidad.

Si sus corazones no estuvieran unidos cuando Yo ya no esté aquí, presente entre ustedes, ¿qué harán?

¿Cómo Me esperarán cuando Yo golpee la puerta de sus moradas?

¿Cómo transmitirán Mi Palabra a los que la deben escuchar en esta hora tan aguda?

No tienen por qué perturbarse, eso es cosa de Mi adversario.

Quien acongoja su corazón es porque no Me ama, o aún no sabe cómo vivirme; pero si Yo vengo en Gloria para los que Me corresponden y para los que aún deben despertar en cada parte de esta Tierra, ¿qué tienen que temer, si están en Mi Luz, si creen vivir en Mi Corazón que todo lo puede?

Cuando Yo caí con la Cruz por segunda vez, Mi Madre se acercó, viviendo Mi Dolor, porque era algo compartido bajo el Propósito de Dios, compartir el dolor del mundo y de los pecadores pervertidos.

Ella misma Me elevó, Me levantó del suelo cuando Mi Cuerpo estaba muy cansado; porque era el cansancio de Dios sufriendo en Mi Cuerpo por las almas ingratas, por los pecados del mundo; pero era el amor lo que Me hacía fuerte, no era Mi Voluntad; porque Mi Voluntad estaba en Mi Padre.

Mi Padre estaba en Mi, haciendo Su Voluntad. Es eso lo que ustedes deben vivir, así como Yo lo viví, cada uno en su proporción y en su grado.

En ese momento, en la segunda caída, pensé que iba a morir en el camino del calvario. Y la mirada de Mi Madre fue lo que Me salvó; una mirada de amor, de consolación y de amparo. Allí fue cuando el Arcángel Miguel Me dio fuerzas para erguirme y continuar, y dije en aquel tiempo: Madre, Yo renuevo todas las cosas, porque es Mi Padre el que las renueva en Mí y en Ti.

Deben dejarse renovar por Mi Corazón, que está en oferta para los que quieran recibirlo; porque no habrá para dónde seguir, compañeros, cuando el caos se manifieste; no habrá refugio, casa o persona que los ayude. Mi Corazón es su salvación y su fe eterna.

Así, Yo podré ayudar a Mis hijos cuando esté en sus corazones todo el tiempo, y no solo por algunos momentos.

Necesito que Mi Existencia se expanda en ustedes por más tiempo. Ustedes, compañeros, son depositarios de una gracia inexplicable, de una oportunidad incalculable delante de la deuda del planeta y de la humanidad; por eso, Yo insisto con ustedes hasta alcanzar lo que quiero.

En perpetua Adoración deberemos estar para los tiempos difíciles. Fue así como Yo se lo pedí a Faustina en el Santísimo Cuerpo de Cristo.

En el Sagrario está la Fuerza renovadora para todos los que la busquen.

Los bendeciré e iré con ustedes. Peregrinen a Mi Corazón, y no se cansen de hacerlo; así entenderán muchas cosas en el próximo tiempo.

Ahora, Yo he venido aquí para que todos se sientan purificados, pues Mi Luz se expande como moléculas en todos aquellos que abren sus corazones para recibirla, en gratitud y amor.

Recuesten, en silencio, sus cabezas sobre Mi Pecho, y sientan Mi Corazón Glorificado que consuela y sana todas las heridas, sin importar cual sea, porque para el Hijo de Dios no hay nada imposible.

Si su fe es fuerte, Mi Amor será fuerte en ustedes y se sentirá en los corazones que se aproximen para reconocerme en Mis hermanos.

Esta agua hoy los bendecirá a todos, como símbolo de la renovación de su primer bautismo; y aquellos que no fueron bautizados como Yo, en el río Jordán, recibirán esta primera bendición que los preparará para su primer bautismo, en donde todo mal se disipará, y la Luz de Mi Gloria se establecerá sobre las almas que se regocijarán en Mi Espíritu.

Oremos como el Padre lo enseñó a través de Su Hijo, para que, en Gloria, el Espíritu Santo descienda y santifique esta agua que es la primera señal de la Creación de Dios en este planeta y en todo el Universo, el agua que sacia la sed de las almas.

Alabado sea Dios, glorioso Su Reino. Aleluya, Aleluya, Amén.

Con esta bendición, compañeros, que los Dones de Mi Padre se puedan manifestar en ustedes, a través de la vivencia de los Sacramentos y de la renovación de sus votos con el Proyecto Altísimo de Dios.

Que sus almas se alegren y que nunca dejen de hacerlo, viviendo todos los sacrificios por la humanidad y el planeta, para la redención final del mal.

Mi Corazón hoy triunfó nuevamente en el mundo por su respuesta.

Que Mi Paz se establezca en aquellos que no la tienen.

Que Mi Fe se propague como el aroma sutil del Universo.

Que Mi Amor se expanda como la brisa del viento y que todos sientan la esperanza de vivir en Dios, para siempre.

Yo los bendigo a ustedes y a los que más lo necesitan en este mundo, como lo hice en el Monte de las Bienaventuranzas, elevando Mi Mano derecha hacia Mi Padre, colocando Mi Mano izquierda sobre Mi Corazón, que es el Corazón de Dios,  abriendo los Cielos, he invocado al Espíritu Santo.

Así, Yo los bendigo en el nombre Santo de Mi Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He venido a la orilla, para llamarlos, como a los apóstoles.

Ayer escuché esa canción y quisiera que hoy la hicieran en gratitud a Mi Padre.

Pueden ir en paz.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Escuela de humildad de la Virgen María: La humildad para poder escuchar

Queridos hijos,

En Mi escuela de humildad es imprescindible poder y saber escuchar la instrucción espiritual. Para eso el espíritu de la humildad debe impregnar sus consciencias para que aprendan a escuchar todo lo que es necesario escuchar. Si sus corazones escuchan, serán humildes y, en este tiempo, podrán comprender que es lo que permitirá que la transformación ocurra.

Para encontrar el espíritu de humildad y de entrega, primero deberán desterrar todo lo que sus consciencias escuchan de sí mismas. Si no hacen eso internamente, nunca podrán generar el espacio necesario en la consciencia para que la humildad pueda actuar y los haga partícipes de la transformación interior.

Queridos hijos, la consagración a Dios no es suficiente, el Padre necesita que aprendan a desprenderse de sus propias formas y modalidades, que han hecho de la humanidad una civilización sin verdadera instrucción. Por eso, a través de la escuela de la humildad, deberán ir desprendiéndose de todo pensamiento o sentimiento interior que se opone a la acción superior de la humildad. Para llegar a ese desprendimiento deben reconocer y aceptar la falta de humildad que existe en ustedes y así abrir el corazón para que él gobierne por encima de toda forma mental o intelectual.

La humildad como esencia es una poderosa herramienta que permite abrir las puertas a la cura del corazón y de las heridas más profundas, heridas que en la mayoría de las almas, son ocasionadas por un estado de incomprensión y, sobre todo, por falta de paz.

Toda adversidad o contrariedad generada por la propia consciencia es el reflejo de no sentirse amada como cree que debería serlo y de una falta de aproximación al principio superior de la humildad.

La escuela de la humildad permite que la consciencia se reconozca como es y que vea sus dificultades como una posibilidad de intercambiarlas por atributos que nunca vivió. La falta de humildad genera un vacío en el mundo interior de los seres, que no puede ser llenado por nada, ni siquiera por el amor. Esto sucede por la permanencia o la resistencia a algunos cambios verdaderos.

La falta de humildad genera en la consciencia estados de frustración o falta de concreción de las metas en la vida material. Por eso para que la humildad superior se aproxime, la consciencia debe humillarse, y eso es lo que la arrogancia y el orgullo no quieren hacer desde el momento en que deben ser destituidos de su poder.

La invocación de la humildad supone enfrentarse a ciertos aspectos de la vida que deben morir. Cuando esa búsqueda es honesta, la Gracia de Dios interviene para disolver las dificultades permanentes. En la humildad existe una puerta directa hacia la paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los cura en la esencia de la humildad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy vengo nuevamente para enseñarles algo fundamental de la lección del Amor, que se llama Divina Piedad.

Sin Piedad los corazones no consiguen dar los pasos hacia Mi Hijo y menos aún consiguen ver todos sus caminos internos abiertos para concretar la Voluntad Sagrada de Dios.

Por eso, hijos Míos, que sus corazones se animen todo el tiempo a ser piadosos con ustedes mismos y con los demás, porque después de haber visto a Mi Hijo sufrir y morir en la Cruz por ustedes, la Piedad de Dios fue y es el bálsamo que neutraliza todos los graves errores.

Que en este tiempo, de crisis espiritual y mundial, sus ojos vean los acontecimientos de la vida y de la purificación con Piedad y no con furia. Hijos Míos, eso evitará que se instale en el mundo un sentimiento de odio, opuesto al amor y a la unidad.

A todos los que oran a Mi Corazón, les pido que recuerden el sagrado atributo de la Piedad, pues en el momento más necesario de sus vidas y consciencias podrán recurrir a ella, que será el don que todo transformará a tiempo.

La Piedad será la llave maestra para las causas imposibles o irreversibles en las consciencias, porque siempre les traerá paciencia, entusiasmo y sobre todo motivación para servir a Dios, por encima de todas las consecuencias.

Que el espíritu divino de la Piedad siempre colme sus corazones.

Recuerden, hijos Míos, que el Señor no solo es Amor, Él es profunda Piedad para con Sus más pequeñas criaturas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une a la Piedad infinita de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BOA VISTA, RORAIMA, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy permanezcan en los brazos de Vuestra Madre para que ese acto represente, ante el Trono de Dios, la respuesta de la unión de todas las almas con el Creador. Esa filiación con el Padre Celestial es la que los corazones deberán retomar, después de haberse separado de Dios por las realidades de la vida.

Como Vuestra Madre Celeste traigo la posibilidad de que los corazones recapaciten y reencuentren la unión con el universo celestial.

La falta de filiación con Dios genera discordia y oscuridad en los corazones. El Padre Eterno es la Fuente que todo renueva y concibe las Gracias más especiales para los corazones que confían en Él.

Hijos amados, es por eso que a través del puente fervoroso de la oración mantendrán las puertas de la luz abiertas para el mundo y para que las almas más perdidas puedan reintegrarse al camino que perdieron de vista.

Hijos Míos, esta filiación con el Altísimo podría regenerar la vida planetaria y conducir a todas las almas al cumplimiento del Propósito Universal.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

La Paz, que es Mi Paz, esté entre ustedes,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CAPILLA DEL MONTE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La purificación del alma y de todo el ser, conforme a la Ley de la Armonía, se asemeja a un manantial inagotable de agua. 

Ese manantial vive tiempos permanentes de transformación, su ritmo es continuo y por eso cada momento es imborrable. 

El agua es casta y pura, pero el manantial vive su camino de purificación cuando se encuentra con todo lo que es superficial. 

De esa forma sus corazones, que a imagen de Dios son purísimos, reciben todos los aprendizajes para poder crecer y madurar. 

Ese manantial vive sus transformaciones y ustedes también viven el tiempo de sequía, el tiempo de abundancia y el tiempo de equilibrio, pero nunca dejan de purificarse hasta que alcanzan la paz. 

Yo soy ese caudal que los conduce por nuevos caminos. Yo soy la Madre de todo lo creado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los une al principio de la pureza original,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, TERESÓPOLIS, RÍO DE JANEIRO, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Mis amados hijos:

Quiero que reconozcan Mi llegada a vuestras vidas y que sepan que nunca más estarán solos.

Yo habitaré en cada corazón que Me abra la puerta de su interior y allí reinaré como vuestra Madre Celestial por toda la eternidad.

Cuando cada uno de Mis hijos pueda vivir Mi Amor en su interior, este mundo dejará de sufrir y padecer por las asechanzas del enemigo.

Hoy llego a esta, Mi Casa, una morada predilecta para Mí. Aquí encontré el amor de los simples, de los desposeídos, de los imperfectos y también de los puros de corazón, de los fuertes de espíritu, de los incansables en el camino de la caridad y de la entrega al prójimo.

Aquí Yo sembré la semilla de la Nueva Tierra en el corazón de Mi amada hija Pama, para que ella se donara por entero y, a través de sus manos y su corazón, Yo pudiera obrar y rescatar a las almas frágiles, almas que recibieron el amor de madre y de padre que Dios destinó para Sus Criaturas.

En este día, pido a todos los que escuchan Mi Voz que oren, para que este delicado y precioso proyecto de Dios se mantenga a salvo de las garras del enemigo, el que busca intervenir en cada uno de los proyectos de Mi Hijo.

En esta casa, que con tanto esfuerzo y amor se le tiende la mano al inocente que sufre, que padece por la ignorancia de otros, en este lugar sagrado, Yo deposité Mi Luz y Mi Amor maternal. Son ustedes, Mis servidores, los que deben cuidar y proteger con amor cada consciencia que aquí llegó a encontrar una luz para su alma.

Quiero expresar para todos Mi gratitud, porque sé lo difícil que es para todos ustedes, dentro de este mundo agonizante, crear un espacio de verdadera luz y redención, de amor y evolución.

Hoy les pido a todos que coloquen en el corazón este, Mi proyecto de amor y de redención, donde Mi Hijo aspira llegar un día, para que todos sepan en los tiempos que vendrán, que una vez Dios con Su dedo de Amor señaló esta sierra, este lugar y estos corazones, para que se gestara aquí la semilla de una Nueva Tierra, una nueva humanidad fraterna. Cuidemos, todos, esta aspiración del Creador.

Hoy bendigo a cada uno de estos niños, de estos jóvenes y a aquellos espíritus guerreros que los acompañan con tanto amor. Derramo Mis Gracias nuevamente sobre este lugar y en nombre del Creador, dejo Mi Estandarte de Paz, Amor y Protección, para que el enemigo no coloque aquí sus pies.

Benditos sean los que con la pureza del corazón construyen la fraternidad. Ellos serán llamados Hijos de Dios, el Altísimo, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean los que se esfuerzan verdaderamente, día tras día, por trascender los males de este mundo y ofrecen al universo una puerta segura para que la luz de las estrellas pueda descender. Ellos serán llamados guardianes del universo, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean los que persisten, los que ya han colocado, con determinación, sus almas en el final del camino y construyen con su fidelidad al Plan de Dios la oportunidad para otros. Esos serán llamados por el Creador los eternos fieles, por todos los siglos que vendrán.

Benditos sean ustedes, Hijos del Altísimo, por abrirme la puerta del corazón día tras día.

Oren, oren, de día y de noche que Yo los tengo siempre bajo Mi Manto.

Los amo y los guardo dentro de Mi Materno Corazón.

Gracias por esperarme con tanto amor y por estar hoy Conmigo.

Vuestra Madrecita del Cielo, María, Madre y protectora de todas las criaturas del mundo

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SALTA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Adoren las misiones de San José en el mundo a través de sus corazones.

Lleven en ustedes el amor al servicio pleno por Dios y por Sus planes predilectos para las almas.

Quiero que hoy puedan servir para reparar las causas que oprimen a muchos corazones que están olvidados hace mucho tiempo.

Elevo, con Mi Corazón, las ofertas sinceras de todos los peregrinos que se animen a obrar por amor a la Misericordia de Mi Hijo.

Queridos hijos, hoy estoy aquí para agradecerles por su respuesta de estar aquí en Salta.

Ahora, a partir del nuevo ciclo anunciado por San José Castísimo, preparen el instrumento que representa al corazón de cada uno de ustedes, porque el Señor los está llamando a obrar a través de los medios de servicio, de fraternidad y de humildad, atributos que deberán nacer primero en ustedes para después vivirlos como luz en otros hijos Míos.

Detengo hoy Mi mirada para observar la sinceridad de sus corazones. Es hora de seguir caminando en la fe del corazón.

¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado en Salta!

María, Reina de la Paz

 

Oración de San José transmitida durante la vigilia de oración del 26 de febrero de 2013 en la ciudad de Salta, Argentina. Oración que deberá ser repetida siete veces al comienzo y al final del Devocionario al Castísimo Corazón de San José.

 

Oración de San José Castísimo

¡Oh, amado mediador e intercesor San José!,
pide por nosotros ante Cristo
por toda la eternidad.

Amén.

 

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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