Viernes, 6 de enero de 2017

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 42.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MIAMI, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Las tres Personas de Dios están hoy aquí presentes. Y vienen en la búsqueda ante el mundo sufriente, el mundo que ha perdido el camino que lo llevaba al Creador, por haber sido influenciado por las energías de la vida material.

Hoy vengo a destapar lo que está oscuro y lo que provoca  el dolor en las almas.

De las tres Personas de Dios, principalmente llega Su Hijo para dar al mundo un alivio que es necesario en estos tiempos; porque todo el Universo ve ese sufrimiento, que se acumula en la consciencia humana y hace inferior todas las cosas, porque es un sufrimiento que no ha sido curado y que necesita de almas conscientes para que ese sufrimiento planetario pueda ser aliviado a través de instrumentos de luz; un potencial importantísimo que nace a partir de sus corazones.

Hoy traigo el planeta a  Mis Pies para que lo contemplen Conmigo, y vean cuánto él necesita de la ayuda de todos los servidores y de los que serán servidores de vuestro Señor.

Para que los dones desciendan al planeta debe haber una correspondencia que debe partir de la humanidad, respondiendo al llamado del Redentor en esta hora aguda del planeta, en donde muchos acontecimientos suceden, y  los cuales comprometen a gran parte de la humanidad porque todavía está muy dormida en su sueño profundo, en su ilusión.

Vengo a quitar las vendas de los ojos de muchos, pues, Mi deseo como Corazón confiante, es que las almas tomen consciencia de muchas cosas. Así Me ayudarán a cumplir Mi Proyecto, que viene a buscar a los últimos que quedaron para atrás.

Y esos últimos son millones de almas que, a través de los tiempos, se perdieron por no saber encontrar Mi Corazón Misericordioso, por aceptar en sus vidas la confirmación de otros caminos que no llevan a la paz, ni tampoco al amor, ni a la hermandad.

Necesito que Mis servidores en estos tiempos estén unidos por encima de todo, más allá de sus diferencias, de sus ideas y sentimientos.

Será la construcción de esa unidad fraterna la que hará triunfar Mi Plan en el planeta; aquel Proyecto que Dios Me pidió realizar en este tiempo como preparación para las almas que deben esperar Mi Retorno a la humanidad.

Si esa unidad no está construida primero entre todos los servidores del Plan, ¿cómo podré llegar a aquellos suburbios en donde el sufrimiento prevalece, en donde las almas desesperan  al no encontrar alivio en nada?, porque muchos miran a un lado para no ver la realidad planetaria.

Esa actitud humana debe terminar.

Unan sus corazones en el amor y en la fe , para que Mis Proyectos se realicen en el mundo, y así como ya les dije, Mi Mensaje pueda  llegar a todas las naciones de la humanidad, a todos los rincones de la Tierra en donde aún muchas almas esperan por una cura profunda y  una liberación.

Mientras ustedes no construyan esa unidad tendré que esperar por ese momento.

Recuerden que Yo estoy presente en los corazones humildes y simples que siempre obedecen a Mi llamado.

Puedo hablar a través de esos corazones y tal vez no lo podrían percibir porque deben estar en el Amor para poder verlo.

Es el Amor que los unirá a la Fuente del Conocimiento de Mi Padre.

Es el Amor que los unirá a Mi Corazón, y los unirá a todos ustedes en una verdadera fraternidad.

Por eso necesito que sus corazones estén abiertos, sobre todo aquellos corazones que ya vienen acompañando Mi Camino desde hace tanto tiempo.

Necesito que no se olviden de la Jerarquía y que sepan que Ella está Presente en los Centros de Amor, y que cada uno de sus corazones, como cada una de sus vidas, ha firmado un compromiso con el Redentor.

Allí también se encuentra para cada uno de ustedes el trabajo continuo con la unidad.

Esa unidad los hará fuertes e invencibles, a cualquier ser de este planeta que esté ingresando en la transición planetaria, que esté enfrentando el Apocalipsis y el Armagedón, algo que la humanidad desconoce profundamente porque nunca lo ha vivido.

El atributo sagrado de la unidad hará consecuentes a Mis servidores del Plan, y no estarán separados de Mi Amor, ni tampoco de Mis Obras, porque eso podría llegar a suceder cuando sus corazones se apartan entre sí, buscando prevalecer sus ideas y pensamientos que pueden ser opuestos a lo que Yo pienso, a lo que el Maestro plantea para la humanidad.

Están en el punto crucial compañeros, así como lo estuvieron los apóstoles en el pasado.

Están en el momento en que vuestro Rey viviría Su Pasión y daría todo por todos.

Están en el momento de confirmar a Cristo en sus corazones, de testimoniar a Cristo en sus vidas por medio de actos de amor y de fraternidad.

Tal vez algunos piensen que vuestro Maestro ya ha dicho estas cosas varias veces. Si lo vuelvo a repetir es por intermedio de Mi Divina Misericordia, porque es Mi Divina Misericordia que trae la paciencia para poder soportar ciertos asuntos.

Pero es  hora de no resistirse más y dejar quebrar la piedra del corazón para que Mi Luz pueda penetrar en lo profundo de la consciencia, y hacer de todos Mis servidores verdaderos apóstoles del Amor y de la Unidad.

Tan solo con la experiencia vivida por medio del Amor y de la Unidad, permitirán que Yo esté más tiempo entre ustedes; sobre todo que esté con las almas del mundo que buscan ardientemente Mi Divina Misericordia para poder saldar sus deudas, sus errores y sus actitudes que han herido el Corazón de Dios.

Yo les imploro, no olviden la unidad entre sus corazones, porque eso hará la diferencia de poder llegar a otras naciones del mundo.

El Universo está esperando para poder descender las Gracias sobre las naciones del continente asiático.

Para que eso pueda suceder deben dar ese primer paso hacia la unidad, porque la unidad se construye eternamente por medio del amor y del servicio a los semejantes.

Es así que Yo los curo de sus incomprensiones, de sus resistencia, y también de sus durísimos corazones.

Por eso, ayer les entregué Mi Corazón como ofrenda para las almas que más lo necesitaban; pero también para Mis servidores, los más viejos entre los viejos, que vienen caminando a Mi lado hace bastante tiempo en esta tarea espiritual que Yo encomiendo para cada corazón, con el fin de que cumplan el Propósito del Padre que está presente en los Cielos y que debe descender a la Tierra por medio de su entrega y servicio.

Todavía espero compañeros, Mis más viejos compañeros, poder contar con cada uno de ustedes en la verdad, en la transparencia, en la apertura, en el amor, en la unidad, para que pueda emerger la cura que aún necesitan sus espíritus.

Y esta cura será un beneficio para toda la humanidad, aunque aún no lo crean. Es así como vengo a hacer morir la condición humana en Mis más viejos servidores del Plan.

Necesito servirme de sus corazones para poder llegar a los corazones del mundo.

No podré ir directamente hacia esos corazones porque ustedes se comprometieron a ser Mis intermediarios en todos los detalles de la vida, en cada paso que debe ser dado como en la vida grupal, en la vida comunitaria fraterna que debe ser su primer principio para saber cumplir con la Voluntad de Dios.

Estoy cediendo este espacio aquí en Miami para hablarles a Mis más viejos servidores del Plan. ¿Saben lo que eso significa en este momento, dejar al lado Mi tarea por un momento para atender a sus cuestiones internas?

¿Será que algún día, compañeros, tendrán coraje de superarse a sí mismos por Mí,  para que Yo pueda entregar al mundo lo que vengo a entregar a la humanidad?

Si dieran ese paso verdadero verán Mi Obra realizarse de una forma espontánea y verdadera por medio de los milagros que Yo espero realizar en los corazones que más  necesitan, como los que se encuentran hoy aquí, que vienen a buscar la reconciliación con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, las Tres Personas de Dios.

La Santísima Trinidad les anuncia una atención mayor en los detalles de la vida grupal, de la fraternidad, principalmente de la unidad, Mis servidores no pueden perder esos atributos. 

Necesito que construyan, así como Yo les he enseñado, una fortaleza interna capaz de remover las resistencias de la consciencia.

Ayer les di un ejemplo de un alma trascendida. Hoy les doy un ejemplo de un alma que se resiste; porque todos vienen a aprender en esta humanidad: a perdonar, a amar y a curarse.

Y eso lo harán hasta el resto de sus vidas, para poder conquistar el Reino de los Cielos que espera descender en sus corazones para poder finalizar con este Plan de Dios que está escrito en Su eterno Corazón de Amor.

Los Sacramentos los liberarán, los santificarán a todos, y les harán vivir la Comunión  con Mi Corazón Misericordioso, en unión al Padre y al Espíritu Santo.

Me disculpen las almas sufridoras, pero sepan que estoy atendiendo sus súplicas.

Debo cuidar de Mis rebaños que están más próximos de Mí.

El lobo feroz no descansa hasta poder cazar a una de Mis ovejas, ya lo han experimentado y lo han vivido, hay ejemplos verídicos para eso.

Así como los apóstoles en el pasado vivieron su purificación, su transformación y despertar, es lo mismo que Yo hago con Mis apóstoles en este tiempo.

Siempre Me sirvo de las mismas Leyes para poder obrar por medio de la Misericordia y de la Justicia Divina.

Mientras la Justicia Divina no llegó, sírvanse de Mi Divina Misericordia, para hacer de sus corazones almas mansas y serenas que cumplan con Mi Propósito.

En Miami debo fundar un trabajo, un trabajo primario de instrucción y de oración para que las almas se aproximen a Mi Corazón y pueda hacer de este lugar un punto de referencia para los que despiertan.

Esto recién ha comenzado. Desde el momento en que sus corazones se abrieron para recibirme en esta ciudad en la que aspiro derramar hasta los últimos días la Misericordia de Dios, esa Misericordia llevará a purificar la ciudad, y llevará a transformarla.

Pero si los corazones aceptan Mi llamado algunas cosas no sucederán, porque el compromiso de Estados Unidos es ser una nación fraterna, una nación servidora,  cooperadora con las naciones más sufridas del mundo para destituir la guerra y para establecer la paz por medio del servicio y la oración.

Es muy grande  la aspiración del Padre: Poder corregir a las criaturas que por diferentes medios se desviaron del camino de la Luz.

Miami debe ser esa cuna redimida que abandona la vida superficial para ingresar en la vida inmaterial. Este es Mi deseo.

Ceremonia de bendición de los elementos de unción, bautismo y de la comunión.

Todos los días les hago recordar Mi Pasión, para que puedan trascenderse y así puedan tomar fuerza interior para quebrar sus resistencias más profundas, y hacer de sus consciencias, consciencias luminosas permeadas por el Amor de Dios, por Su Sabiduría y por Su Verdad..

A través de estos elementos doy para los más simples, para los más esforzados, el Don de Mi Liberación de las cadenas de la resistencia y de la apertura del alma para vivir en comunión con el Creador.

Yo bendigo estos elementos para que se vuelvan Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Así como Dios bendice sus corazones todos los días cuando lo buscan en la verdad y en la unidad, es así como Yo establezco en el mundo el Reino de Dios.

Con la Luz de Mi Espíritu los envuelvo y le agradezco a todos los peregrinos por haberme ayudado a cumplir esta gran misión en las naciones de Centroamérica, México y Estados Unidos.

Una  gran puerta a la perdición finalmente fue cerrada por su adhesión a Mi Corazón y por el esfuerzo de todos.

Esto es incalculable para el Padre Creador y sobre todo para Sus hijos.

Les agradezco.

Les doy la paz y quiero que siempre sean la paz en cada lugar de este mundo, pues la Tierra clama por liberación.

Les agradezco.