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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí la escalera inmaterial hacia los Cielos. Este es el camino de ascensión que Yo les ofrezco a las almas que se deciden a estar Conmigo en este tiempo, preámbulo preparatorio del Retorno del Redentor.
¿Será que las almas, que Me siguen, perciben este ofrecimiento espiritual que Yo les hago?
Porque, para subir el primer escalón de esta escalera espiritual y celestial, el primer paso de las almas que Me siguen es el despojamiento de sí mismas, el vacío total de cualquier intención y la humillación absoluta para poder comprender, bajo la Humildad de Dios, lo que su Maestro y Señor les ofrece en este tiempo como pasos espirituales de la ascensión de la consciencia.
Aunque vivan aún en esta superficie, aunque vivan aún experiencias conocidas o desconocidas, Yo les ofrezco esta escalera celestial hacia los Cielos a las almas que han comprendido el Camino del Señor y se han decidido a seguirlo bajo los preceptos de Mi Divina Voluntad; porque esta escalera espiritual y celestial los llevará siempre hacia lo desconocido, a todo lo que no pueden tocar con sus propias manos, a todo lo que no pueden ver con sus propios ojos físicos, pero que sí podrán comprender con el corazón y la esencia de cada ser.
Estos son los misterios abstractos de Dios que se presentan a las almas del mundo. La elección de seguir este camino de ascensión depende de cada corazón y de cada alma; porque lo que los espera después del portal, que los conduce y los guía hacia los Cielos, es algo maravilloso y desconocido.
Por esa razón, compañeros, las almas buscan en este tiempo a través de diferentes caminos una respuesta que no existe en el exterior, sino en el interior, buscan una solución en lo que es material, cuando en verdad la solución está en lo espiritual. Allí está la respuesta que muchas veces buscan y no encuentran.
Pero en verdad les digo que no todo comprenderán, porque no todo lo sabrán hasta que alcancen definitivamente ese despojamiento tan esperado por el Padre Eterno, que los llevará a comprender con otra consciencia y otra perspectiva la misma realidad espiritual y material que ve la Jerarquía.
Es en esa visión universal y única, en la visión de la Jerarquía Espiritual, en la que las almas podrán comprender y aprender hacia dónde está decidida a caminar la Jerarquía y cuál es el camino trazado por la Voluntad de Dios para estos tiempos; pero, infelizmente, en este tiempo final, las almas deciden colocar sus mentes y sus corazones en otros caminos que no son Mis Caminos, sino los caminos del mundo.
Cada alma y cada corazón de esta humanidad tienen su lugar para vivir su experiencia, pero también tienen su camino que ya está escrito por el propio Padre Eterno.
Mientras las almas no se deciden a seguir el Camino del Señor no solo estarán perdiendo tiempo precioso para Dios, sino que perderán la oportunidad de encontrar por sí mismas los tesoros del Cielo, tesoros espirituales e internos que Yo tengo guardados en Mi Sagrado Corazón como una Fuente abundante e inagotable para las almas, una Fuente de Gracias y Misericordias.
¿Ahora, comprenden dónde está la mirada del mundo, hacia dónde observan los ojos de esta humanidad?
Porque mientras los acontecimientos se precipitan en el planeta, los ángeles de la guarda, enviados por los Tronos Celestiales, esperan que las almas se decidan a dar el primer paso y a subir al primer escalón de esta escalera espiritual y celestial.
El cortejo angélico está pronto para este momento; pero el tiempo tiene un fin, así como el tiempo tiene un comienzo. Este es el momento de no demorarse y de no perder las oportunidades del universo; porque estas oportunidades, que son concebidas para las almas, pasan como un sagrado impulso por una única vez, esperando que muchos más alcancen a poder dar una respuesta.
Por eso, Yo vengo como el Señor del Universo y de la Vida porque, a través de la Gracia que Me concedió el Padre Eterno, puedo conocer el Propósito para cada ser.
Mientras tanto, aquí estaré esperando a que los últimos que fueron llamados a ascender a través esta escalera espiritual y celestial, comprendan que estamos en el preámbulo y en el gran momento de preparar el Retorno de Cristo para todos los Cristos Internos de esta humanidad.
Y, esto no acontecerá solo por un milagro; esto sucederá a través de la cooperación y de la colaboración de las almas, de todos los que puedan abrirse a aprender a reconocer la necesidad de servicio y de entrega en cada lugar, principalmente en los lugares en donde ni siquiera lo imaginan o aun en donde menos lo esperaban; porque Dios escribe, así como Él lo determinó.
Nada es casualidad para Dios; para Dios solo hay causas y motivos, hay determinaciones y razones para que Él pueda concretar Su Voluntad a través de las almas de los que se han decidido seguirlo en fidelidad, en amor, sin condiciones.
Hoy, la Jerarquía comienza su segunda y última etapa de peregrinación en América del Norte. Este es el momento en el que se verá el esfuerzo de todos los apóstoles; un esfuerzo que no es medido ni tampoco es regulado, es un esfuerzo maduro de quien entiende estar con Cristo y por Cristo, porque sabe que su vida es un camino de constante donación a fin de unirse y de fundirse en Cristo, en Su Esencia de Amor-Sabiduría.
Esto es lo que Yo necesito de todos Mis discípulos, cada uno sabe el anillo que le corresponde dentro de la Obra de Redención.
Mi Corazón siempre será su centro y su guía, la Fuente de toda inspiración y Gracia, el alivio de todas las necesidades, la Luz en el camino, en el único camino.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia pueda elevar a los Cielos todas las intenciones, a través de las oraciones de todos los consecuentes con Cristo, de los que ya no se permiten retroceder, sino avanzar, de los que saben claramente lo que Yo necesito en este tiempo.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia contemple, a través de los corazones, las intenciones sagradas de Cristo por los que Él necesita que den sus pasos en esta constante búsqueda de la vida de consagración y de servicio para que, algún día en esta superficie del planeta, los apóstoles y seguidores de Cristo puedan ser embajadores de la paz.
Oremos, en esta Maratón, para que Canadá proteja y resguarde su arquetipo espiritual y su propósito, especialmente a través de los Reinos de la Naturaleza que son la expresión viva y auténtica del Amor Creador del Padre que existe para curarlos y redimirlos, que existe para impulsarlos a la donación de sí mismos, así como los Reinos Menores de la Naturaleza lo hacen desde el origen de este planeta.
Mi bendición de Paz para todos, desde Canadá y para el mundo entero.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.
Amén.
(tres veces)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y verán venir la Luz en la peor noche del mundo, cuando todo parezca perdido.
La Luz llegará al mundo para poder salvarlo, para poder redimirlo y así, poder rescatarlo.
Esa Luz traerá entendimiento y sabiduría, restablecerá las Leyes en el planeta, guiará a los corazones perdidos, para que todos, absolutamente todos, tengan la Gracia de reencontrar la Tierra Prometida.
Pero esto aún está por suceder, porque las naciones del mundo, es decir los pueblos, ya tomaron las decisiones de los próximos pasos a seguir, decisiones que no está unidas a Dios en muchos de los casos.
Por eso, Yo vendré como esa Luz, en la noche más oscura del mundo, para traerles a las consciencias el restablecimiento del Amor y de la Paz, del Poder que Dios Me ha dado desde el principio, por medio de Su Misericordia y de Su Compasión.
Yo vengo, con este Mensaje y en esta hora, a prepararlos. Hoy, no puedo decirles más que esto, compañeros; porque, en este tiempo definitivo, las naciones y los pueblos toman sus decisiones, y esto no le corresponde a Dios, sino a la elección de las almas, elecciones que son conscientes ante el universo y que, tarde o temprano, repercuten en toda la humanidad.
Por eso, en esta Maratón de la Divina Misericordia, Yo los llamo más que nunca al recogimiento, a silenciar sus mentes y sus ideas, a silenciar sus palabras y a ingresar conscientemente en el universo de la oración, para que la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia pueda trabajar en este mundo y, más aún, pueda disolver los acontecimientos que se aproximan en el próximo ciclo.
Por eso, deberán estar muy fortalecidos y a través de este recogimiento espiritual, que Yo les ofrezco, sus almas tendrán la chance de prepararse conscientemente para lo que llegará.
Deben fortalecerse conscientemente, buscar más que nunca la alianza con Dios, colocarse todos los días ante la Llama del Divino Propósito y preguntarse a ustedes mismos:
¿Qué estoy haciendo?
¿Coopero con el Plan?
¿Trabajo por la paz y por el bien?
¿Soy consciente de todo lo que recibo del Universo?
¿Respondo conscientemente por todo lo que he recibido como Gracia?
En esta Maratón de la Divina Misericordia, Mis queridos compañeros, deberían replantearse la actitud de sus vidas, a través de estas preguntas; porque, tarde o temprano, a cada uno de ustedes les llegará el momento de dar el gran y último paso, para que la indiferencia, la mezquindad y hasta la ignorancia de esta humanidad se disuelva de una vez y para siempre, a través de seres conscientes y despiertos que comprenden internamente, y más allá de la vida material, lo que significa participar y corresponder al Plan de Dios.
Por eso, Yo les pido que oren por aquellos que no darán el paso. No esperen que la humanidad sea consecuente con el Plan Divino, no se ilusionen ni tengan expectativas. No busquen realizaciones en la vida material, busquen realizarse en el camino espiritual, para que sus almas estén dentro de la senda crística, despertando los dones y las virtudes, los Sagrados Impulsos que Cristo les enviará a todos Sus apóstoles de los últimos tiempos.
Por eso, tomen una postura inmediata, una postura consecuente y responsable que dé señales de entendimiento y no de incoherencias, de una madurez espiritual que la Jerarquía necesita de cada uno, sabiendo que el mundo está sufriendo completamente y que son pocas las Islas de Salvación en la superficie de la Tierra.
Por eso, decídanse, de una vez y para siempre, a ya no darle trabajo a la Jerarquía Espiritual, sino que sus vidas sean una solución viva para lo que el Plan necesita concretar y llevar adelante.
Por eso, planifiquen sus vidas conforme al Plan de la Jerarquía. Mientras mantengan el Plan de la Jerarquía en un estado secundario, no lo comprenderán y tendrán grandes dificultades para poder vivirlo y llevarlo adelante.
Por eso, redimensionen sus prioridades, y comiencen así a redimensionar sus actitudes y todas sus preferencias, porque la gran noche oscura llegará al mundo y no pasarán muchos años para que esto suceda.
Hoy, con Mi Mirada hacia el suelo, con Mi Rostro hacia Dios, con Mi Espíritu en recogimiento, les hago comprender y sentir la gravedad de estos tiempos; porque hoy Mi Corazón no se puede encender, muchos son los pecados y las faltas del mundo. Grande es Mi Misericordia por las almas y pocos son los que se deciden a poder vivirla.
Mi Vida, en este planeta, tuvo un gran significado. Den valor, en estos tiempos, a la dolorosa Pasión de Jesús, para que las almas que ya se condenaron tengan una oportunidad de redención.
¿Ahora, comprenden, compañeros Míos, el momento y el paso que están siendo llamados a vivir? La escuela cambió, ¿lo percibieron?, ¿lo comprendieron?, ¿ya lo están viviendo?
La Jerarquía no se detendrá. Muchos son los desafíos en el fin de estos tiempos, grandes son los sufrimientos que existen en esta humanidad.
¿Quién aplacará, junto con Cristo Jesús, todos los dolores del mundo, a través de una vida de entrega y de amor?
Yo los vengo a hacer madurar como Mis apóstoles, y esto ya no son solo palabras, necesito que sea una realidad en ustedes. Necesito instrumentos de paz y de bien, porque son pocos los buenos instrumentos que Yo tengo en la superficie de la Tierra.
No permitan que la Fuente de Mi Divina Misericordia se cierre. No permitan que el mundo ostente la Justicia Divina, porque no la conoce; grande es la ignorancia de la humanidad y grande es el sufrimiento de muchos corazones. Aún hay mucho que hacer por este mundo y por esta humanidad.
¿Quién tomará de Mis Manos la Sagrada Corona, la Corona de Espinas de Jesús, y la hará parte de su consciencia, para madurar Conmigo en estos tiempos y vivir la verdadera tarea planetaria que el Padre los llama a vivir?
Piensen, por un momento, en todo lo que les digo.
El mundo busca vivir en las puertas inciertas, sumergirse en el océano de la ilusión y hasta olvidarse de Dios. Por eso, más que nunca, comenzando por ustedes, deben replantear sus vidas, deben definir el camino a seguir.
Mi Corazón siempre está abierto a todos, a los que buscan la paz.
Que este encuentro sea un momento de reflexión y no un Mensaje más; que sea la base espiritual que todos necesitan para poder dar el paso, porque una vez más Yo Me ofrezco al Padre por ustedes, para que sean instrumentos de Mi Misericordia, pacificadores del Cristo Redentor.
Por último, quiero decirles que ya no hay tiempo. Deben fortalecerse en Mí, a pesar de lo que suceda o a pesar de lo que vean. Su esperanza no puede estar conmovida, debe estar fortalecida en Mí a través del Fuego del Amor que Yo les ofrezco para hacerlos libres, algún día, de ustedes mismos y de las maldades del mundo.
Yo les agradezco por escucharme y por ser conscientes de todo esto. Reciban en sus manos y, sobre todo, en sus corazones las llaves que Yo les entrego para esta transición planetaria, para que cada día estén más maduros en Cristo, porque es necesario y urgente.
No permitan que los pilares de la Obra de Dios desaparezcan de la superficie de la Tierra.
Yo les prometí retornar al mundo y así lo haré. Por eso, los preparo para ese gran momento, para que atraviesen la noche oscura y encuentren Mi Luz en el abismo, la Luz Eterna del Amor de Dios que no cambia, que no se transfiere, sino que se multiplica en Gracia, Unidad y Sabiduría para todas las almas.
No se olviden de que tengo sed. Sacien Mi sed en esta Maratón.
Ahora, llegó el momento de que en verdad los vea reunidos y unidos en el Propósito, a pesar de las distancias y de los acontecimientos.
Esta es la hora de su gran prueba, de que estén Conmigo o de que no estén Conmigo. Hoy, esta es Mi Verdad para aquellos que aspiran a vivir la escuela crística, aunque no la comprendan, pero sí la acepten.
Les doy Mi Paz y, a través de Mi oración. Los bendigo en esta próxima jornada orante de la Misericordia. No se olviden de Mis Palabras, a través de ellas les dejé el próximo paso, el próximo camino a seguir.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis queridos hijos:
Mientras en el mundo los elementos de la naturaleza demuestran la trágica realidad del fin de los tiempos, la Divinidad interviene en todas las situaciones posibles para que la Ley de la Justicia Divina no se concrete en el espacio material de este planeta.
Por eso, en emergencia y prontitud, la Jerarquía trabaja sin demora para intentar aliviar las diferentes realidades que, movidas por la actuación de silenciosas puertas inciertas, se unen al desequilibrado plano mental planetario, agravando el estado de la consciencia del planeta.
En este sentido, queridos hijos, la oración, en este momento, debe ser la prioridad de todos, porque mientras no estén bajo el espíritu de la oración, muchas más consciencias serán arrastradas por esas puertas inciertas hasta que las almas se pierdan completamente.
Es realmente necesario y urgente que Mis hijos puedan reconocer y percibir cómo está la situación del mundo para que, decididos y como apóstoles maduros, caminen por el mundo junto a la Jerarquía Espiritual para detener lo que, en este momento, se está convirtiendo en irreversible.
Estén atentos y no se distraigan, cada minuto de sus vidas deberán ofrecerlo en un estado de perpetua oración y elevación, para que también los legionarios de Cristo estén invisibles pero activos a través del servicio por la redención y la cura de esta humanidad.
Por ese motivo, no se sorprendan cuando la Jerarquía cambie el destino de su peregrinación. Cuando esto suceda, como lo fue hace pocos días, deberán darse cuanta por ustedes mismos que hay algo que no está bien en la región o en el país por donde la Jerarquía peregrina junto a ustedes.
Siempre, hijos Míos, de alguna forma, la Divinidad decidida y atenta hará todo lo posible, y lo que esté al alcance de cada realidad, para cumplir y concretar la asistencia espiritual e interna que cada espacio del planeta necesita.
Con este preámbulo, ahora nos prepararemos para la siguiente etapa, que es la más importante, ya que los Tres Sagrados Corazones intervendrán, una vez más, por Argentina y Sudamérica.
Desde ahora, les agradezco la estricta obediencia de todos, en este momento tan definitivo para el próximo destino de la nación argentina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Deja que la Misericordia de Dios colme tu corazón y tu vida, para que puedas ser un testigo de la redención a través de Mi Amor.
Deja que la Misericordia de Dios sea parte de tu vida, para que algún día aprendas a comprender Mi Voluntad.
Pero hoy, Yo te pregunto:
¿Cuál es el misterio de la Misericordia?
¿En qué estás pensando cuando invocas Mi Misericordia?
¿La Misericordia de Dios es solo un acto de piedad, de compasión o de perdón?
La Misericordia de Dios no es solo eso. Debes abrirte a descubrir este misterio que no solo surgió de la Cruz, de la entrega total del Hijo del Padre, sino que fue la Misericordia de Dios lo que permitió, a través de Su Amor, la Creación y la existencia de la vida.
Ahora, con este ejemplo, ¿puedes comprender un poco más sobre la Misericordia?
Es importante que, en este tiempo crucial de la humanidad en el que todo se precipita rápidamente, tú comprendas qué significa la Misericordia Divina, porque ella no es solo un acto de compasión, de amor inconmensurable o de piedad inextinguible; la Misericordia es una manifestación del Cosmos, sostenida por la Fuente Creadora.
Para que los Ángeles del Padre pudieran crear las dimensiones y planos, tuvieron que ser colmados por la Misericordia de Dios para que pudieran sentir, a través del amor, la importancia de manifestar la Voluntad del Padre, así como Él la sintió en Su Corazón en el principio, así como Él la pensó en el origen para todas Sus Criaturas.
Esto es un poco de la Misericordia de Dios, la que Yo vine a establecer aquí, en Polonia y, a través de Polonia, en el mundo entero. Pero aún Mi Misericordia sigue siendo un misterio para muchos. Por esa razón, hoy estoy aquí nuevamente, así como lo estuve hace mucho tiempo atrás para revelar Mi Faz Misericordiosa.
No es solo a través del misterio de Mi Amor que ustedes se pueden aproximar a Mi Misericordia, estar debajo de Mis Rayos, de la Luz de la Sangre y del Agua; sino también sus consciencias y esencias, por intermedio de Mi Divina Misericordia, no solo se pueden aproximar a la expiación que necesitan, después de tantos errores y experiencias vividas; sino que, a través del poder de Mi Insondable Misericordia, sus consciencias se pueden expandir en Mi Amor. Porque será siempre a través de Mi Amor que comprenderán lo que es ser piadoso y misericordioso y, así, sus actos y sus entregas ya no estarán vacías, sino serán completadas por el fuego de Mi Misericordia.
Esta tabla de expiación que les traigo a todos, aún sigue brotando de lo profundo de Mi Corazón, no solo de Mi Corazón de carne, sino también de Mi Corazón espiritual y cósmico que ha ampliado Su tarea de Misericordia a toda la Creación y a todo el universo.
A través de Mi Insondable y Divina Misericordia no solo pueden recordar los tres hechos más importantes de Mi Vida en la Tierra, que fueron la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús, sino que a través de esos tres hechos, pueden penetrar en las entrañas de Mi Misericordia, y no solo su vida de superficie se convertirá y se redimirá, sino que también sus espíritus se convertirán y se redimirán hasta que puedan volver a alcanzar el origen que perdieron como humanidad, como planeta y como Proyecto del Padre.
A través de Mi Insondable Misericordia, Yo vengo no solo a fortalecer la manifestación de este potente canal que abrí una vez en Polonia, sino que también vengo a ofrecerles por última vez la puerta de Mi Divina Misericordia para que la anuncien al mundo, no solo como Mis apóstoles y servidores, sino también como los testigos de la Misericordia de Dios, del milagro que Dios pudo hacer en sus vidas hasta los días de hoy.
Ahora comprenden por qué le pregunto a cada uno de ustedes: ¿Sabes cuál es el misterio de Mi Misericordia?
No es solo la purificación y la expiación de las faltas, de los errores o de los pecados, es concederle al mundo y a la humanidad, a todas las almas y corazones, la oportunidad de reintegrarse al Proyecto del Padre a través del potente canal de la Misericordia de Dios, que los colocará en el lugar que perdieron al cometer sus errores.
De esa forma, estarán delante de la Presencia Divina y se abrirán sus caminos para que cumplan la Voluntad de Dios. Una Voluntad Suprema que está siendo olvidada y sustituida por la voluntad propia de los hombres y mujeres de la Tierra, aun en aquellos que viven la espiritualidad.
En Mi Misericordia está la puerta para su resignación. En Mi Misericordia está la puerta para su humillación. En Mi Misericordia está la puerta para su humildad y consagración total de la consciencia a Dios.
Yo vengo a despertar en ustedes ese principio cósmico, porque Mi Corazón de carne y Mi Corazón espiritual necesitan tener consciencias depositarias de Mi Misericordia que sean capaces de olvidarse de sí mismas, para entregarse a cumplir y a servir en todas las necesidades, desde las más pequeñas hasta las más grandes.
Si eso no sucediera con muchas más almas que sean canales de Mi Misericordia, a través de los actos de la Misericordia Divina que pueden vivir en su día a día; hoy, con pesar en Mi Corazón, vengo a decirles una vez más la verdad que deben escuchar y la verdad que deben recibir en su interior para aprender a vivir Mi Palabra: si no existen más almas que sean partícipes de Mi Misericordia y si la Misericordia Divina no dejara de ser una teoría en la mente y una frialdad en el servicio, puedo decirles que el mundo se sumergirá en una profunda guerra, peor que la que existe en Ucrania.
Por eso, Mi Divina Misericordia ha traído a cada uno de ustedes, en los planos internos y espirituales, hacia el vórtice mayor de Mi canal de Misericordia, instituido preciosamente aquí en Polonia por Mi propia Consciencia Divina, para que las almas recuerden la importancia de vivir en la Misericordia y no en breves momentos de Misericordia.
Ya tienen la capacidad de darse cuenta, por sí mismos, cuándo no son misericordiosos, cuándo no son piadosos, cuándo sus obras están vacías de amor y de luz.
Recapaciten y, delante de este misterio de la Misericordia que hoy les traigo, renueven sus votos Conmigo, porque pocos son los rebaños que hoy tengo disponibles para que sean verdaderos partícipes de Mi Insondable Misericordia.
La Misericordia no es una teología, tampoco es un concepto mental; la Misericordia de Mi Corazón, abierta en lo alto de la Cruz del Calvario, es una acción concreta y sostenible.
Hoy, los invito, en el fin de estos tiempos, a que la Divina Misericordia sea permanente y constante en ustedes, para que sus actos de amor y de misericordia no oscilen ni se enfríen tanto, como alejando la mirada de la luz del sol.
Entren en el calor de Mi Corazón Misericordioso y sus vidas estarán en el lugar donde deben estar y cumplirán la tarea que vinieron a cumplir, sin demorar tanto los pasos que deben dar hacia Mí.
Hoy, lo que pasa en Europa del Este no es solo una tragedia, una falta de consciencia, una gran ausencia de Misericordia; sino también lo que pasa en Europa del Este es un mal universal que, a través de Mi Gobierno Espiritual, Yo vengo a ponerle fin, especialmente por las almas inocentes no solo de Ucrania, sino también de otros lugares del mundo que son afectados e interferidos por las guerras y los conflictos.
No podemos permitir, compañeros, que se fortalezcan en el mundo los pilares del mal; debemos trabajar arduamente, con toda la fuerza del corazón y de la vida, teniendo presente que ya no tenemos tiempo y que son necesarios más canales de Misericordia, expresados a través de las almas en la superficie de la Tierra.
Yo vengo con este Mensaje porque hay corazones que se alejan de Mi Misericordia y se dejan abrazar por sus problemas o hasta por sus propias pruebas; porque se alejan de Mi Misericordia y creen más en la culpa y en la justicia en vez de creer en la expiación que les trae Mi Divina Misericordia.
Ya existen suficientes víctimas en el mundo que verdaderamente necesitan de manos misericordiosas, de miradas misericordiosas, de corazones misericordiosos, de servidores misericordiosos. El mundo ya no necesita, el universo no necesita más víctimas en esta humanidad, sobre todo aquellas que creen ser víctimas de algo y no lo son, que dan disculpas por todo lo que hacen y que no cambian absolutamente en nada.
Allí, Mi canal de Misericordia no se puede expresar, porque las Gracias que tengo que derramar son tantas y las Gracias que les he entregado fueron tantas, que ahora puedo ver con Mis propios Ojos y escuchar con Mi propio Corazón cómo se habitúan a Mis Palabras, y eso no puede suceder porque Mi tarea no es mecánica y tampoco es una tarea estática.
El dinamismo de Mi Misericordia es muy amplio y Mi Corriente Universal y Divina solo los puede impulsar a la ascensión. Cuando estén estancados, den el paso para salir del propio pozo y entrar en la Corriente Crística de Mi Corazón; porque los tiempos son urgentes, las necesidades son urgentes y el planeta corre el riesgo de perderse en la ignorancia, en la ilusión, en la guerra y en el conflicto.
Hoy, puedo decir todo esto porque tengo a todos dentro de Mi canal de Misericordia. Si estuviéramos fuera de ese canal no sería posible decirlo, porque a través del canal de Mi Misericordia Yo los llevo a la madurez de la consciencia y de la vida, a ser capaces de vaciarse todos los días un poco más; para que el compromiso que tienen Conmigo sea real y no ilusorio, sea un compromiso capaz de asumir con responsabilidad lo que a cada uno le pertenece; para no demorar a la Jerarquía hacia donde la Jerarquía quiere llegar en estos tiempos, hacia los espacios en donde necesita ingresar y penetrar con su consciencia, necesita de consciencias maduras y no mediocres, de corazones calientes y encendidos por el fuego de Mi Amor, de Mi Gobierno Espiritual, y no de corazones tibios o fríos que no consiguen dar ni un solo paso.
Hoy, les puedo hablar así porque ya es hora de crecer interiormente. Hay mucho por hacer y hay pocos que lo puedan hacer. Si ustedes crecen y maduran para que Yo Me sirva de sus instrumentos, más consciencias llegarán y se aproximarán, y serán testigos de cuánta ayuda podrán recibir para cumplir con Mi Voluntad.
Vengo a cerrar muchas puertas inciertas y a reerguir a las almas hacia el universo de Mi Misericordia.
Por eso, desde ahora les agradezco la valentía de vivir Mis Palabras y la decisión de asumir este momento a través de la oración misericordiosa; sabiendo que estamos corriendo detrás del tiempo, de un tiempo en la humanidad que se precipita, día a día, por el avance de la ignorancia en el mundo que deja a la mayoría de Mis hijos en la ilusión.
Que puedan volver a despertar a través de este impulso para que puedan seguir Mis Pasos.
Agradezco que todos internamente hayan llegado hasta aquí para ser parte de este Comando de su Maestro y Señor, por Polonia y por el mundo entero.
Les agradezco por caminar en la fe.
¡Adelante, guerreros de la Misericordia!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Delante de lo que sucede en el mundo, Dios está en silencio y, una vez más, Él envía a Su Hijo para ayudar a los que más necesitan y, especialmente, a los que atraviesan las guerras, la esclavitud y el tráfico de personas.
Hoy, su Maestro y Señor se encuentra en los planos internos en esos lugares y se sirve de este potente canal de Luz del Centro Mariano de Figueira para poder llevarles a las almas que más necesitan el consuelo y la paz, el amor y la esperanza, que, entre hermanos de una misma humanidad y planeta, son disueltos a través de las guerras y conflictos.
Vean ahora Mi Corazón Espinado, horriblemente ultrajado por los que son impunes y no aceptan vivir la Ley de Dios, por aquellos que someten a sus hermanos de las naciones y de los pueblos. Yo vengo por todos ellos. Vengo por el último y por el más perdido, porque todos son rescatables para Mi Corazón, aunque en las apariencias parezca imposible.
En este tercer impulso que hoy les traigo, no solo los preparo para la próxima Sagrada Semana, sino también los preparo para asumir con responsabilidad el Plan de Dios, para que sepan que ahora lo más importante es que cada una de sus vidas esté confirmada a Mí, porque ya no tengo recursos para justificar los errores del mundo.
Por eso, necesito de almas decididas y definidas. Necesito de almas que se ofrezcan a ser víctimas de Mi Amor y que no solo se dejen traspasar por Mi Amor, sino también por Mi Voluntad, porque será a través de los pequeños grupos de almas que Su Maestro y Señor llevará adelante Su Retorno al mundo.
Por eso, en este momento, Yo necesito que sean valientes, que asuman Conmigo lo que hay que asumir y soportar. No hablo de algo externo, sino de algo profundo, en donde Su Maestro y Señor trabaja por las almas y por las esencias, por todos aquellos que necesitan de una oportunidad.
Esa debería ser su regla: que trabajen para Mí, que Me sirvan y que se entreguen a Mi Corazón, para que en este momento agudo del planeta en donde todo está permitido, las almas tengan una oportunidad, así como ustedes la tuvieron Conmigo desde el principio que los convoqué a estar a Mi lado.
Para eso, los invito a ofrecer cada una de sus pruebas, cada uno de sus desiertos, hasta cada una de sus incomodidades, por una sola razón: para que Su Maestro y Señor, ante el Padre Eterno, tenga cómo justificar los graves pecados de la humanidad, para que esta situación del fin de los tiempos no se vuelva incontrolable e insostenible, sino que a través de pequeños grupos de almas, de almas que se postulen a ser víctimas de Mi Amor, una vez más, Yo pueda interceder por el mundo de la misma forma que intercedí hace dos mil años atrás.
Tomen como ejemplo lo que pasó hace dos mil años atrás con la humanidad y en el punto en el que la humanidad se encontraba, no solo desde el punto de vista material, sino también espiritual.
Ahora, la humanidad está en una situación más grave y compleja, y el Espinado Corazón de Su Maestro y Señor necesita de almas valientes y dispuestas a soportar la cruz de este mundo, una cruz invisible, imperceptible y silenciosa, que solo se sostiene por amor, para que los que están condenados y perdidos tengan una última oportunidad.
Por eso, les pedí hasta hace poco tiempo que tuvieran el corazón pronto. Esto no es una poesía, es una afirmación de una consciencia que es responsable en Cristo y por Cristo, de una consciencia que tiene la sabiduría y el discernimiento para darse cuenta de que la humanidad se está precipitando rápidamente y que muchas de las situaciones, que hoy suceden en el mundo y en las naciones, son creadas por la propia humanidad, por aquellos que son impunes y que creen tener el poder por encima de Dios.
Sé que muchos se han preguntado en estos tiempos, ante una guerra como la de Ucrania, ante una guerra como la de Yemen, la guerra de Etiopía o la de la ultrajada Siria, ¿dónde está el Poder de Dios para derrotar a esos hombres impíos?
Aquí, Dios no desafía a nadie, Dios no ostenta nada ante nadie, sino no sería Dios. Es un Padre de Amor y de Misericordia, que a través de estos dos atributos Él traza la Justicia para el mundo en la hora cierta y en el momento oportuno.
Por eso, todo lo que hoy sucede en el mundo algún día terminará. Ustedes, como Mis apóstoles y compañeros confirmados, deben seguir orando con fervor y no permitir que su oración se enfríe o hasta se desvanezca; porque, en este momento, la unión de las almas a través del verbo orante es imprescindible para todo lo que sucederá.
Tengan confianza y fe en todo lo que les estoy diciendo, comprendan que no les puedo decir más que esto, porque la Voluntad de Dios solo es conocida por el propio Dios, por Su propio Hijo y por el Espíritu Santo. Pero si ustedes siguen amando lo desconocido, lo que es inmaterial, desde esos niveles de consciencia llegarán los auxilios que ustedes y sus hermanos necesiten, y les aseguro que ustedes sabrán en dónde estar y qué hacer en el momento cierto.
Este es un tiempo de un dolor crecido y agudizado, de un sufrimiento causado a la humanidad y a los pueblos a través de la impunidad y de la corrupción, que el Padre nunca había visto. Es que el propio Padre Eterno se ha dado cuenta hasta dónde pueden llegar Sus hijos cuando están viciados por el poder y la impunidad.
Pero tengan presente que todas esas situaciones o acciones no pueden ir más allá de lo material, que por encima de todas estas cosas está la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de todas Sus Jerarquías Angélicas y Arcangélicas que, en este momento de la humanidad, trabajan de forma incansable en los planos internos para proteger las esencias del mundo entero, a todas las esencias posibles.
¿Ahora comprenden la importancia de su oración en estos tiempos?
La verdadera victoria que alcanzó Cristo en la Cruz no se dio de forma externa, sino interna, y esa victoria se construyó a través del silencio, irradiando la Paz y el Amor para los que lo crucificaron y lo condenaron.
Los invito a amar ese misterio, pero no esperen que ese misterio se revele; vivan ese misterio en sus vidas y ustedes por sí mismos lo develarán, porque aprenderán a amar como Yo amé, aprenderán a perdonar como Yo los he perdonado, y así sabrán curar las heridas más profundas en sí mismos y en sus hermanos.
Hoy, les vengo a decir todo esto porque Mi Padre ha visto que hay almas que habiendo recibido todo de su Maestro y Señor no lo han valorado, le han dado la espalda a su Redentor por sus propias resistencias y miedos y, a pesar de estar a Mi lado hace tanto tiempo, Mi Amor no tocó sus corazones.
¿Quién pagará esta deuda?
Todo lo que viene del Universo no se desperdicia. Aprendan a vivir en la economía espiritual que los lleva a administrar, con sabiduría y entendimiento, los impulsos que vienen de la Jerarquía, impulsos preciosos y determinantes que solo intentan elevar sus conciencias cada día más, para que algún día comprendan y sepan sobre la Voluntad de Dios.
Hoy, Me alegro por estar aquí con los Míos y con los consecuentes, con aquellos que a pesar de sus propias imperfecciones intentan, todos los días, seguir Mis huellas, las huellas de Luz del Redentor, animándose a profundizar en los grados de amor y de entrega, animándose a ser los Cristos del Nuevo Tiempo.
Por eso, más allá de todo lo que sucede en el mundo y que es muy doloroso para Mí como para ustedes, siempre vean la Luz, la Luz de Cristo, más allá de las tinieblas. Sigan esa Luz, tengan como propósito la Luz de Mi Corazón; y, a través de esa concentración en la Luz de Cristo, cierren Conmigo las puertas al mal y lleven a las almas más oscurecidas de este mundo a que vuelvan a encontrar el océano de Mi Misericordia, porque solo a través de la Misericordia el mundo se redimirá.
Este Corazón Espinado de Cristo, que hoy les expongo, ahora es un Corazón Luminoso, un Corazón lleno del Amor de Dios por las almas, un Corazón que cura y que sana, un Corazón que redime, que les trae la paz y el consuelo que cada uno necesita.
Así, anímense a seguir cargando con la cruz por el mundo, anímense a ser valientes y a seguir los pasos que Yo les estoy indicando, porque como les dije, hace un tiempo atrás, harán más cosas que las que Yo hice, cosas más grandes que las que hizo su Maestro y Señor. Por eso, también les digo que deben tener sus corazones prontos para hacer cosas más grandes que las que Yo hice; y cuando las estén viviendo una a una, recordarán lo que hoy les dije.
Es así, que Yo los invito a amar la simplicidad para que este mundo pueda recuperar su inocencia. Yo los invito a amar la pureza para que este mundo pueda recuperar el amor. Yo los invito a adorarme, a reconocerme en los Sacramentos y en el corazón de cada hermano, para que este mundo recupere la esperanza que ha sido condicionada y sepultada por los impunes.
Pero cuando Yo retorne, así como retornaré durante la próxima Sagrada Semana, cada una de sus almas, cada uno de sus espíritus, tendrá la oportunidad y la Gracia de vivir la síntesis Conmigo. Una síntesis espiritual que les recuerde todos los impulsos recibidos de Mi Corazón a través de los tiempos.
Eso los preparará para lo que llegará, y así los podré tener donde los necesito, en diferentes lugares del mundo para transmutar Conmigo, para que las almas se liberen de su esclavitud material y espiritual, y así cuando Yo retorne en Gloria, mostrando Mi verdadera Faz, la Faz del Cristo Solar y Cósmico, todas las almas Me puedan reconocer.
Porque, en esa hora, les prometo que ya no existirá angustia, pena o desesperación, sino existirá una alegría que brotará de los corazones simples y humildes, de los corazones que perseveraron en Mí y a través de Mí; y Yo los reuniré para darles de comer de Mi Glorificado Cuerpo y para darles de beber de Mi Preciosa Sangre, del Cáliz que señalará la gran hora de la redención planetaria, en la que el mal será retirado y el Reino de Dios volverá a descender a través de Mi Madre Celeste y de todas las Huestes de Luz que celebrarán con la Nueva Raza el surgimiento de una Nueva Humanidad.
Para que puedan comprender físicamente este tercer impulso que hoy les traigo, los invito a celebrar Conmigo la Eucaristía. Y hoy, de manera especial, invitaré a este altar a todas las Madres de la Orden que están aquí presentes, para que se ofrezcan por las madres de la guerra, para que esas madres que sufren los conflictos y las persecuciones tengan la fuerza y la esperanza de seguir adelante.
Celebremos en paz.
A los pies de la destrucción de este mundo, nos ofrecemos como víctimas del Amor de Dios para que Mi Sagrado Corazón triunfe en este planeta y en todas las almas que más necesitan, en esta hora, del consuelo y del perdón. Que así sea.
Así como fue en la noche que reuní a Mis apóstoles para revelarles el Misterio de Mi Amor, hoy reúno a todos los apóstoles del fin de los tiempos ante el preámbulo de esta próxima Sagrada Semana; para que, a través de la institución de la Eucaristía y de la celebración del Misterio del Amor de Dios, todas las almas posibles se preparen para ese importante encuentro Conmigo.
Bendice, Señor, este vino que se convertirá en Mi Sangre.
Bendice, Señor, esta agua que, en unidad perfecta, bendecirá a las almas.
Adonai, Tú que eres Santo,
Amoroso, Poderoso e Invencible,
no mires los horrores de este mundo,
sino la fidelidad de las almas,
de aquellos que a pesar de sus pruebas
e incertidumbres siguen firmes Mi Camino,
el Camino que los lleva hacia Mi Paz,
y que esta celebración Eucarística
sirva de comunión con todas las almas
que siempre Me dicen sí.
Que esto, Padre, consuele Tu Corazón.
Delante de los Universos Celestiales, así como fue en la Última Cena, Padre Amado, vuelvo a tomar el pan para ofrecértelo, a fin de que sea transubstanciado en Mi Cuerpo por los ángeles del Cielo; y así, lo vuelvo a partir, para ofrecerlo a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres, para el perdón de los pecados”.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
De la misma forma, vuelvo a tomar el Cáliz entre Mis Manos para ofrecerlo al Padre Eterno, a fin de que el vino sea transubstanciado en Mi Sangre; y así, lo vuelvo a ofrecer a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que será derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía hasta que Yo retorne al mundo”.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
He aquí Mi Cuerpo y Mi Sangre, felices los que se sirven de este Sacramento y lo ofrecen por aquellos que no lo viven, que no lo adoran y que no lo reconocen, a fin de que Mi Divina Misericordia, insondable e inextinguible, llegue a todas las almas posibles.
Ofrezcamos este Sacramento por las madres de la guerra, para que el espíritu sagrado de la maternidad, concebido por la Sagrada Energía Femenina, se reconstruya y se restablezca, a fin de que todos los hijos de Dios se sientan amados y protegidos por sus madres de la Tierra.
Oremos:
Padre Nuestro, en arameo.
Así como Mi Paz está en este lugar, que esta Paz se expanda y se multiplique en toda la Tierra, para que los mundos internos reconozcan al Cristo Vivo. Que la Paz descienda a la Tierra.
Y los invito a fortalecer su fe así como la fortaleció el centurión romano, porque su propia fe curó a su siervo. Los invito a pensar en esto.
Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
Con la alegría de este encuentro y de este reencuentro de las almas postulantes a ser víctimas de Mi Amor, les anunciamos a todos los hermanos del planeta, a todos los devotos del Sagrado Corazón de Jesús, la Comunión Espiritual.
Oremos, así como oró el Ángel de la Paz:
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido;
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
He cumplido Mi promesa, sus corazones están prontos a través de los tres impulsos recibidos para vivir una síntesis espiritual Conmigo en la próxima Sagrada Semana. Solo les pido una cosa, nunca dejen de ser valientes por Mí, así aprenderán a superarse y a trascenderse todos los días.
Les agradezco por este recibimiento y este amor interior. Hoy, la Sagrada Figueira vuelve a iluminar al mundo.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cerramos este trabajo con Cristo, en silencio y recogimiento. Y nos preparamos para recibir mañana, con mucha alegría, a nuestro amado Instructor San José.
Podemos ir en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sé que a veces te sientes cansado de tu propia purificación, pero Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos.
Sé que a veces no sabes cómo seguir adelante y no encuentras sentido en todo lo que haces. Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos.
Sé que a veces no comprendes lo que sucede o cómo el universo plantea algunos aprendizajes y pruebas; pero debes saber que Yo estoy aquí, ven a Mis Brazos, porque todo tiene un sentido para Dios, aunque profundamente lo desconozcas. Por esa razón, Yo estoy aquí, para que vengas hacia Mí y estés en Mis Brazos; porque Yo solo te daré la fortaleza y la valentía para que aprendas a superar estos momentos y estos tiempos.
Yo estoy aquí, a las puertas de este mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual entregará al mundo nuevos impulsos de Luz que permearán desde sus espíritus hasta todo su ser. Son estos impulsos que llegarán, los que los harán postularse a este camino de apostolado que Yo les vengo a ofrecer en este tiempo, para este momento final.
Es por eso, que hoy vengo a celebrar con los consecuentes, estos ocho años de camino de oración, de esfuerzo, de perseverancia, de cantos, de devoción, de alabanza y de honor a Mi Sagrado Corazón.
Hoy, puedo decir, compañeros, que más allá de lo que sucede en el mundo, Mi Corazón vuelve a sentir esperanza por aquellos que han estado a Mi lado hasta este momento, cumpliendo con Mi convocatoria, respondiendo a Mis Pedidos, dando a conocer al mundo el poder insondable de Mi Misericordia.
Es de esa forma que muchas almas, que hoy ustedes desconocen y que están en el mundo, a través de estos años de oración misericordiosa, a través de la participación de esas almas en los encuentros de oración, han sido señaladas y ungidas por Mi Espíritu. Eso significa mucho para Mí, por la oportunidad que tendrán esas almas de que en el futuro puedan rehacer sus vidas y, especialmente, puedan rehacer su camino espiritual, el camino que los llevará a Dios.
Por eso, en este mes, en el comienzo de estos sagrados eventos de los Sagrados Corazones, su Maestro y Señor se anuncia al mundo para traerle el tiempo de la esperanza y de la cura que necesita la humanidad; y para decirles también, que todos aquellos que vivan los Mandamientos seguirán a las Leyes universales y, siguiendo a las Leyes universales, sentirán en su corazón una alegría indescriptible, a pesar de los tiempos de oscuridad, porque descenderá sobre ustedes el Espíritu Santo y, con todos Sus Dones, los hará encontrar la Tierra Prometida, el Reino de Dios que vive dentro de cada uno de ustedes.
Así, compañeros, cumplirán Mis Promesas ante el Padre Celestial, porque han sido transformados por Mi Misericordia a través de estos años y, por su adhesión y devoción, han abierto las puertas en muchos momentos para que situaciones muy dolorosas y desconocidas fueran resueltas; así como lo fue con la consciencia indígena de Canadá que, por más de cien años, sufrió la inquisición de Mi Iglesia equivocada.
Pero hoy, Yo vengo a elevar a esos corazones y a todos los corazones del mundo, para que siempre tengan presente Mi Mensaje y no a todos los que Me siguen, porque los que Me siguen siempre se podrían equivocar, eso es humano porque es débil. Pero en Mi Mensaje y en Mi Palabra, encontrarán el poder de la renovación y, encontrando ese poder de renovación, encontrarán la Cura, la Redención y la Misericordia que todos ustedes aún necesitan para alcanzar el Reino de Dios.
Con este impulso, vengo a preparar a sus corazones para el nuevo ciclo, que comenzará explícitamente después del 8 de agosto, en el que Mi Madre, que es su Madre, abrirá aún más las puertas al llamado definitivo en este Plan de rescate de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza y, en consecuencia, de la salvación de todo el planeta.
Por eso, lo que hemos construido juntos, hasta este momento, han sido los tres importantes pilares de la Obra de la Redención: el pilar de la Misericordia, el pilar de la Gracia y el pilar del Perdón. Estos tres pilares se unen por un gran círculo de Luz que es el pilar de la Redención, que es los que hoy las almas necesitan para poder rehacer sus vidas en este mundo contaminado por las guerras, por las tecnologías, por los ideales y por las graves tendencias que alejan a las almas del Amor de Dios.
Esta Gracia que Yo he traído al mundo, desde hace ocho años, ha sido posible por la principal base que se construyó para esta tarea espiritual, que es la base de las Comunidades-Luz, que invito a conocer a todos los que Me escuchan, para que ingresen en las Islas de Salvación y puedan conocer el camino que reconstruirá sus vidas en estos tiempos difíciles. Pero primero deben seguir amando Mi Proyecto de Redención, para poder conocer algún día el Proyecto de Salvación, a través de la vida evolutiva de las Comunidades-Luz.
Es que las Comunidades-Luz fueron los pilares principales de la Obra de la expansión de la Misericordia hacia otras naciones del mundo, para poder abarcar a muchas almas más, que en esta vida esperaban por redención.
Esto es lo que hoy coloco a los Pies del Padre Celestial: los esfuerzos, las entregas verdaderas, la devoción de los corazones, el servicio de los abnegados e inocentes, las almas que se esfuerzan por vivir la humildad, la castidad y el espíritu incondicional de una entrega cada vez más profunda por la concreción del Plan de Dios a través de Mi Sagrado Corazón.
Por eso, Yo los animo y Yo los invito, compañeros, a que esta Maratón sea un momento de celebración, sea un momento de poder impulsar a todas las almas que participan de este encuentro orante para que renueven sus votos con el atributo de la esperanza, para que esta Tierra sea curada en todo lo que sea posible y permitido. Así, comprenderán, compañeros, que Mi Obra en este lugar y en todo el mundo no la haré solo; necesito de sus corazones y de sus vidas, necesito de su sí para realizar lo que aún no se materializó, lo que aún deberá descender del Universo Espiritual para curar esta Tierra herida y crear las bases de una Nueva Humanidad.
En estos últimos ocho años, en los que Yo vengo apareciendo a ustedes y entregando Mi Mensaje al mundo entero, he visto que algunos de los Míos se animaron a ingresar en la escuela de los grados de amor y, más aún, algunos se animaron a ingresar en los grados de la escuela de la compasión.
Yo los invito a seguir adelante en esa escuela, los invito a que sus almas no olviden esa escuela, porque el Amor de Dios no solo los hará fuertes e invencibles, el Amor de Dios los hará cada vez más conscientes de la realidad y de la necesidad, hasta el punto de que por ustedes mismos puedan percibir, en todo, lo que deberán auxiliar y socorrer.
Hijos de Mi Padre, el final de los tiempos ya está sucediendo y, Conmigo y en unión a Mí, ustedes deben mantener las puertas abiertas a ese universo de la Misericordia, en donde las almas puedan ser purificadas, lavadas, bañadas y reciban una oportunidad, como cada uno de ustedes la recibió en este camino de encuentro Conmigo hacia la Misericordia.
Porque cuando sus corazones estén prontos para vivir lo que Yo necesito, como muchos corazones se están preparando para eso, Yo les abriré aún más Mi Corazón y les mostraré Mis sentimientos más desconocidos y profundos, que los invitaré a sentir para que aprendan a transmutar y a liberar a este mundo; sentimientos de Mi Corazón que no pueden ser vistos por los ojos físicos, sino por los ojos del corazón, de un corazón sensible y abierto a lo desconocido.
Yo vengo aquí para que se sientan bajo Mi Espíritu, porque sé que está siendo difícil para muchos compañeros atravesar este momento planetario, vivir esta situación mundial, formar parte de esta consciencia humana que día a día retrocede por la falta de amor y de compasión. Pero ustedes, que muchas veces se sumergieron en el océano de Mi Misericordia, ya pueden saber y también pueden sentir lo que esto significa. Y se colocarán al servicio de todo lo que sea necesario realizar, sin temer entregarse hasta que duela, porque lo sentirán hasta en sus huesos. En ese momento, sabrán lo que es la caridad y sus almas estarán en júbilo, estarán en gloria, estarán en adoración, por estar cumpliendo una pequeña parte del Plan del Señor. Si todos hicieran lo mismo en este mundo, ya no existiría pandemia, ya no existiría sufrimiento, porque todo eso sería sustituido por la fraternidad y la solidaridad de la cooperación que emerge de las almas que, en este tiempo, están aquí para servir.
En nombre de la Fuente de la Creación, quiero bendecirlos, a las puertas de este mes de agosto, para que esta bendición los impulse aún más a la transformación y a la elevación de la consciencia por todas las consciencias que no se elevan y que no aman, especialmente por las consciencias que hacen las guerras, las crisis humanitarias, las desigualdades, los conflictos sociales, hasta las enfermedades que hoy vive el mundo.
Aunque les parezca imposible, difícil o impenetrable, los invito a que imiten lo que Yo hice en la dolorosa Pasión, para que los méritos de sus esfuerzos y entregas, en este mes de agosto, sirvan de justificación de todos los errores cometidos, para que el caos del mundo sea aplacado y las almas más perdidas renazcan en el amor y en el perdón. Esa es Mi gran aspiración en este mes de agosto y la comenzarán a realizar primero entre ustedes, con todos los que los rodean, con sus familias, con sus seres queridos y amigos; así sabrán cuan necesario es vivir la escuela de los grados de amor, en el esfuerzo consciente para poder alcanzarlo.
Por eso, los he venido a bendecir especialmente, no solo a ustedes, sino también al mundo, para que el espíritu de colaboración despierte en los corazones de toda la humanidad, especialmente en los no creyentes, para que algún día despierte el sagrado espíritu de la hermandad.
Cuando eso suceda, el Cielo habrá descendido a la Tierra y la Tierra habrá ascendido a los Cielos en perfecta unidad, y entonces será cuando Yo retornaré para traer la Paz al mundo.
Escucho de sus almas, en este momento, las ofertas. Aunque imperfecta, que sea una oferta verdadera, que sea la oferta que nazca de la voz del corazón, para que todo sea redimido y curado.
Para este primer evento del mes de agosto, la Maratón de la Divina Misericordia, les dejo lo más preciado que tiene Mi Corazón, lo que en hermandad una vez compartí con ustedes: la Eucaristía, la Sangre y el Cuerpo de Cristo, que siempre los llevará a encontrar la verdad dentro de sí y la redención; porque Yo lo hice por ustedes y lo seguiría haciendo muchas veces más.
Recuerden que en los Sacramentos está la tabla de la salvación, está el camino que los llevará a la paz y a la unión divina con la Santísima Trinidad.
Este mes de agosto, en el que cumplimos tantos años al lado de cada uno de ustedes; por medio de Nuestras Presencias, de Nuestros Sagrados Corazones, de Nuestras Palabras, les venimos a demostrar que estamos aquí para auxiliar a este mundo herido, sufrido y agonizante.
Por eso, los invito a ser parte definitiva de Mi Corazón, los invito a ser parte de los Rayos de Mi Corazón para iluminar a este mundo por medio de obras de caridad y de paz.
Por pedido del Padre Eterno, Yo los bendigo en este nuevo ciclo, en el que las puertas del servicio humanitario y de la oración se abrirán más, hasta poder llegar al mundo entero, hasta que todos los corazones posibles escuchen Mi Voz, escuchen Mi Mensaje.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cerrar este momento, haciendo una oferta al Sagrado Corazón de Jesús por medio de una canción que nos impulse a vivir ese camino de apostolado, para que la Luz de Cristo descienda al mundo y Sus aspiraciones sean concretadas a través del sí de cada corazón.
Para estar en el Corazón de la Jerarquía y mantenerse allí, deberán vivir, por encima de todo, la unidad. Esa unidad que se construye con transparencia y con amor, unidad que se construye sabiendo primero escuchar y después hablar, unidad que se construye siendo capaz de percibir el verdadero valor de cada ser y cómo el otro es una pieza indispensable en la Obra que Dios está realizando en la consciencia humana.
Estar en unidad es saber relacionarse con el otro, consciente de la Presencia Divina en esa relación; es saber que mientras hablan, piensan, sienten, actúan, los Ojos de Dios están sobre ustedes, Su Presencia los bendice, Sus Leyes los conducen.
Colocarse conscientemente en Presencia de Dios, en cada instante de la vida, es lo que alejará de ustedes los estímulos del enemigo e impedirá que sus aspectos más humanos sean los que gobiernen sus vidas. En Presencia de Dios, esos aspectos se van transformando y sublimando, y son sus almas y sus espíritus los que pueden conducir la expresión de sus seres.
Estando en Presencia de Dios, estarán con el corazón en Su Reino, y ese Reino los envolverá, los protegerá y los amparará siempre. Por eso, hijos, este es el gran secreto para mantenerse en el camino de la Jerarquía: estar siempre en Presencia de Dios, bajo Su Mirada y dentro de Su Corazón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
A través de la Luz de los Espejos, la sagrada Jerarquía Espiritual trae hacia el planeta los atributos que la humanidad necesita para aprender a dar el paso correcto que la retirará de la ilusión en la cual vive.
Los Espejos, como parte de la vida inmaterial, representan ese estado de consciencia en el cual se establece la comunicación interna entre lo espiritual y lo material.
En este tiempo, los Espejos trabajan mucho más que antes, porque la humanidad está en el momento de terminar de atravesar el último y gran ciclo.
Los Espejos traerán consigo el impulso espiritual de las corrientes poderosas, el que ayudará a transformar y a revelar lo que la humanidad necesita.
Al menos una parte de la humanidad y del planeta, a través de los Espejos, alcanzará el tiempo verdadero y, poco a poco, las consciencias verán desvanecerse frente a sus ojos este tiempo alternativo, porque los Espejos lograrán la unión espiritual que permitirá que la verdad del Conocimiento quede revelada.
Por ese motivo, este es tiempo de definición para todo el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Después de todos los impulsos entregados en este mes y medio de misión espiritual en Estados Unidos y Canadá, la Jerarquía evaluó que los resultados de la misión fueron eficientes y grandiosos y que, por primera vez, en una región del planeta condenada por ella misma a vivir diferentes pruebas, la Jerarquía espiritual consiguió realizar mucho más de lo esperado y de lo que estaba previsto.
Por ese motivo, hoy es un día de profunda gratitud, porque hasta los días de hoy el Amor ha triunfado por encima de toda adversidad y caos.
Con este mensaje invito a Mis compañeros a revivir cada momento compartido con la Jerarquía en las diferentes fases de la misión que fue realizada durante este último mes y medio.
En este sentido, quisiera que ustedes pudieran percibir, en esencia, todo lo que sucedió y hasta dónde la Jerarquía consiguió llegar y concretar Su tarea.
Así, Mis compañeros aprenderán a percibir cómo percibe la Jerarquía y aprenderán a discernir cómo la Jerarquía vive el discernimiento.
Cada etapa, que fue vivida en esta misión de Estados Unidos y de Canadá, quedó registrada en el Corazón de la Jerarquía, y todo lo sucedido será el impulso necesario para vivir la próxima etapa en Norteamérica.
Hoy eleven su agradecimiento, y en ese agradecimiento renueven sus votos a Mi Corazón Misericordioso.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Comprende que este es un tiempo de transición y que estás a las puertas de un nuevo tiempo, en el que el viejo hombre ya no tendrá el lugar que siempre creyó tener, porque todo se renovará cuando Yo retorne al mundo.
Este es el tiempo de liberarse del viejo ser, y todos están siendo colocados ante ese tiempo.
Es un acontecimiento que, hasta ahora, nadie experimentó.
Cuanto más el corazón esté abierto a los cambios, menos sufrirá, porque todos tendrán la chance de atravesar esa barrera que separa el tiempo actual del Real Tiempo.
Pero tu consciencia tiene que estar ampliada y sin prejuicios recibir el cambio de ciclo como ya sucedió muchas veces, solo que este nuevo tiempo que se aproxima no es igual o semejante a otro.
Es un tiempo en el que todo será reconfigurado para que el peso de los errores de la humanidad ya no sea el obstáculo que impida la elevación de la consciencia.
Por eso, en esa apertura incondicional, la Jerarquía Espiritual podrá ayudar para que las consciencias, que den el paso, vayan al encuentro del nuevo tiempo, sin el peso del ayer ni las culpas del pasado.
El nuevo tiempo traerá una potentísima corriente de cura.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Montreal será la segunda sede, en Canadá, de la Obra redentora de Cristo, que está presente en Sudamérica.
Montreal es una puerta importante para el servicio a los inmigrantes, una apertura al trabajo específico con la instrucción espiritual a través de ellos. Esa posibilidad se presenta a través de la apertura interior de los que allí se encuentran.
Por eso, Montreal representa esa segunda etapa en la que la Jerarquía Espiritual podrá trabajar y ayudar a otra parte de las colonias inmigrantes que allí se encuentran y, en consecuencia, podrá estar ayudando, a distancia, a las naciones de origen a las cuales la mayoría de los ciudadanos de Montreal pertenecen.
De la misma forma, la ciudad de Quebec tiene otras posibilidades para que el trabajo de la Jerarquía se desarrolle.
En este sentido y para que todo esto sea posible, después de las bases establecidas por su propio Maestro y Señor, a través del impulso de la peregrinación, se podrán mantener las puertas abiertas para venideros acontecimientos, los que espiritualmente beneficiarán al país.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Desde la ciudad de Vancouver hasta la ciudad de Quebec existen espacios no conocidos aún por el ser humano, en donde la Jerarquía Espiritual guarda tesoros importantes para el próximo ciclo de la humanidad.
En el norte de Canadá existen también lugares especiales y hasta impenetrables, en donde la Jerarquía Espiritual tiene espacios sagrados que ayudan al planeta entero.
Es así que Canadá vive una contraparte espiritual e intuitiva que necesita despertar en la superficie por intermedio de un grupo de almas que se una, en nombre de la Jerarquía, para llevarlo adelante.
Por esa necesidad y razón, la Obra de Cristo, por medio de la vida consagrada, destinará un número de hermanos para que, junto con la Jerarquía Espiritual, Canadá y Estados Unidos puedan volver a colocarse, a través de las almas autoconvocadas, en el lugar que les corresponde, cumpliéndose así la parte del Plan que es necesaria en este ciclo.
La Jerarquía y la Obra de Cristo, a través de las Comunidades-Luz consagradas, realizarán los esfuerzos necesarios para que esta parte del planeta, que es el coronario del mundo, no quede sin los impulsos necesarios para llevar adelante la Obra de amor, de redención y de caridad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Y ahora que todos los principios, atributos y enseñanzas de la Gran Fraternidad Indígena de Norteamérica fueron activados en el mundo interno de algunos seres, llegó el momento de que todos esos atributos, principios y enseñanzas sean amorosamente compartidos con la consciencia cherokee, para que también ese sagrado pueblo, que fue desviado de su propósito con la llegada del hombre blanco hasta los días de hoy, como pueblo y cultura, pueda recuperar todo ese legado que, en esencia, es el mismo para todos los pueblos originarios de Norteamérica.
La Jerarquía espiritual espera llevar adelante una tarea interna, a fin de que la consciencia cherokee reciba un nuevo impulso, después del que fue entregado con la visita de todo el grupo peregrino en el año 2016.
Ahora se vuelve a presentar una nueva oportunidad para la Jerarquía Divina, y todas esas almas indígenas volverán a ser contempladas por el Padre Eterno para que al menos su parte más íntima y esencial pueda ser ayudada, y esto se dará a través de un encuentro de confraternidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hablo para ustedes, Mis hijos, en nombre de Dios, para que sean conscientes de estos tiempos diferentes que atraviesa la humanidad; del momento en el que la mayoría de esta raza decidió generar condiciones no evolutivas para implantar y establecer sus ideales, los que están vacíos y no provienen del Pensamiento Divino.
Ustedes son la quinta raza, la raza de la transición y la raza del fin. Esta es la humanidad que deberá concluir una etapa no solo espiritual, sino también material.
La raza actual, que son ustedes, es el resultado de graves interferencias y desvíos a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
La Jerarquía Espiritual cuidó y acompañó los diferentes ciclos en los que la humanidad se alejó, y se alejó, de la esencia de su propósito.
No es la primera vez que la raza actual se desvía del camino de la Luz, porque en el Cosmos también ocurrieron episodios y experiencias traumáticas que los marcó mucho y por ese motivo hoy están aquí, dentro de este planeta escuela, para que aprendan a través del amor y de la redención a rehacer el camino que una vez destruyeron como raza del Universo.
Estar bajo el Poder de Dios es obedecerlo y seguirlo, algo que no sucedió en los tiempos remotos de esta raza actual. Por esa razón, ustedes y el resto de la humanidad vino caminando a lo largo de las épocas para que, en alguna de ellas, pudieran encontrar la puerta segura hacia la redención.
Pero hoy la humanidad entera y los que están más dormidos, pero también los que están despiertos y conscientes del camino espiritual, están siendo perseguidos por una innumerable cantidad de corrientes disociativas que expulsan a las consciencias del camino de la realización.
Como todo está permitido, la furia del ángel caído se hace sentir, pero muchas veces la Luz poderosa de Mis Espejos lo aparta de ustedes para que tengan tiempo, en donde no lo hay, de poder dar definitivamente los pasos que son urgentes y necesarios en este ciclo crucial de la humanidad.
Llegó el tiempo de enfrentar lo que ninguna otra humanidad enfrentó. Llegó el ciclo, finalmente, en el que los Sellos del Apocalipsis se abrirían y todo comenzará a suceder a partir del año 2020.
Muchos esperarán grandiosos movimientos, pero el gran movimiento de definición y de batalla se dará dentro de las personas.
Ante ese escenario final que nadie vivió en ningún otro tiempo, aférrense al Manto de Luz del Redentor, y que el cambio que deberán vivir sea consciente y verdadero, forjando el guerrero de Cristo desde el interior y atravesando con valentía esta aguda etapa que se aproxima.
No habrá lugar hacia dónde correr o escapar, porque el gran momento estará dentro de cada uno de ustedes, y hacia donde vayan o lo que decidan hacer de sus vidas, esa definición los acompañará, porque será algo imborrable, será un sentimiento inolvidable que estará sucediendo entre ustedes y Cristo.
Por esa razón, ese momento vivirá su alta presión espiritual y los que tenían un compromiso con Cristo y lo abandonaron para sumergirse en la satisfacción de la ilusión global, también lo sentirán. Porque un compromiso espiritual ya realizado, no se desvanece de la noche a la mañana, es algo eterno que les exige estar en el lugar y en el momento correcto.
En esa hora la Jerarquía Espiritual se retirará y desde las altas esferas de consciencia apoyaremos la gran definición de cada ser de este planeta.
Así, los Sietes Sellos abrirán espacio para que los siete acontecimientos profetizados se cumplan y la humanidad sea purificada de todos los desvíos que vivió a lo largo de los tiempos.
Será en esa hora culminante cuando Cristo regresará.
¡Les agradezco por escuchar con atención!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El fin de algunas experiencias
Como una vez ya se los dije, compañeros, Mi tiempo entre ustedes se está terminando y cuando ese tiempo llegue, todo se desencadenará.
Hoy quiero anunciarles que no solo está llegando el tiempo y el ciclo del fin de los impulsos diarios, sino que también está llegando el fin de muchas experiencias crísticas que algunos de los Míos, los más próximos, vivieron en estos últimos seis años y que, por diversas elecciones, perdieron la experiencia espiritual Conmigo y solo quedaron con el recuerdo de lo que alguna vez vivieron Conmigo.
Con esto quiero explicarles y advertirles claramente, que la elección que hicieron algunos de los que estaban Conmigo, en Mi camino, y que ahora no lo están, los llevó a perder la gran experiencia crística de toda su vida, ya que fueron prisioneros de la ilusión y de la creencia de una supuesta invulnerabilidad a los asedios.
En verdad, se dejaron vencer, se rindieron y perdieron fuerzas internas por dejarse llevar por sus flaquezas.
Este es el tiempo del fin de las experiencias, y las almas que quedan sin la experiencia crística pierden el estado de Gracia que, por Misericordia y Piedad, una vez recibieron.
En verdad, la gravedad de las desmedidas elecciones de algunas almas no está en la acción, sino en la pérdida absoluta del sentido común y de la realidad, y del sentido espiritual de la vida.
Por ese motivo, y cuando esas situaciones suceden, la Jerarquía Espiritual ya no puede intervenir o rescatar, porque aquellas almas más miserables que recibieron todo del Universo y ridiculizaron y ofendieron a los tesoros espirituales de la Jerarquía, pasan a estar dentro del caos planetario y del común denominador del sufrimiento inerte de la humanidad.
Es perder absolutamente la posibilidad de estar en comunión con su propio espíritu, porque el espíritu de ese ser, que se desvincula del camino crístico, pierde la experiencia, la que es ultrajada y robada por Mi adversario, en el arte de su astucia y engaño.
¿Comprenden compañeros?
Estar con la Jerarquía Espiritual y vivir en el ámbito en el que está la Jerarquía, como por ejemplo son las Comunidades-Luz, no significa hacer, cumplir o realizar la voluntad propia.
Es obedecer por amor, y en la obediencia estricta y amorosa, poder profundizar en la confianza de la Guía que viene de lo Alto, y así seguir caminando en la transformación.
Quiero que todos comprendan que estar con la Jerarquía no es estar como con un amigo, familiar o con un coordinador de tarea.
Estar con la Jerarquía es corresponder y responder a un comando que proviene del plano espiritual, que es el que después se refleja en el plano mental y por último en el plano material.
En todo este movimiento de integración con la Jerarquía no hay elecciones o gustos, pareceres o ideas propias.
Es unirse a una corriente divina y cósmica superior que una vez los contactó, y así cumplir una Voluntad Suprema.
En claras palabras: estar y seguir a la Jerarquía es no ser nada.
Eso evita que ingresen en el caos de estos tiempos, en la pérdida innecesaria de profundas experiencias espirituales, las que una vez robadas por el adversario, quedan desactivadas del núcleo de la esencia.
Que el proceso de la purificación personal no sea el centro de la atención de ustedes.
Que el centro de atención sea la donación de sí y el amor a lo divino y cósmico, porque así no perderán los últimos impulsos que están descendiendo desde el Universo, y serán así el ejemplo de una transformación y de una redención verdadera.
La Jerarquía Espiritual se desdobla dentro de un campo hostil de batalla permanente, en donde la guerra de todos contra todos ya comenzó.
Pero ustedes deben aplicar la inteligencia del tercer rayo y no dejarse arrastrar por sus propios procesos o traumas, sino que deben sentirse impulsados y ascendidos por las últimas Palabras de la Jerarquía Universal.
Los tres días de oscuridad llegarán y las Islas de Salvación deberán estar preparadas y acondicionadas para el movimiento en masa que habrá que atender como emergencia humanitaria sin precedentes, la que se presentará, de la noche a la mañana, para ser atendida y aliviada.
Toda la preparación y formación que vivan los ayudará a estar a la altura de los acontecimientos.
Por otro lado, la Jerarquía los invita a todos a seguir colaborando en la manifestación y el orden de la vida de las Comunidades.
Pero también, la Jerarquía Espiritual invita a que las consciencias que, en este momento no estén a la altura de las necesidades del Plan, puedan reubicarse en otros lugares fuera de las Comunidades, para que ciertos procesos de purificación no continúen bloqueando la concreción de un propósito que, como les dije, es divino.
La Jerarquía siente en Su Corazón el esfuerzo y el amor de todos, pero no hay más tiempo, y ustedes deben escoger por su transformación verdadera o por su salida.
El Plan ha corrido riesgos importantes y, en este momento, la unidad de la Jerarquía Divina y la asistencia de algunos servidores en la superficie sostiene la realización de una meta que ya había sido desestimada.
Es momento de que cada uno sea sincero con la Jerarquía; que no se engañe más a sí mismo y que no dé tanto trabajo, así como lo da el resto de la humanidad.
Estamos navegando mar adentro en la única barca de la Hermandad, la que está viviendo la tempestad y el naufragio para que se pueda salvar la mayor cantidad de consciencias indiferentes, sea como sea.
Hoy vengo con Palabras de dolor y silencio a decirles todo esto, porque es responsabilidad y madurez de todos dar lo mejor a Dios, por todo lo que Dios les ha dado y les sigue dando después de estos últimos doce años de apariciones.
Como ustedes saben, el ciclo se cerrará y eso no significa que todo termine y que después de eso ustedes se alimenten de fuentes no seguras ni espirituales para poder sentir sus carencias suplidas.
Significa asumir con madurez este planeta, la redención de todo el género humano y, en el servicio abnegado, preparar las bases para el retorno de Cristo.
Son tiempos en los que la necesidad del cambio y de la purificación de las consciencias los colocará ante un universo de responsabilidades.
Muchos de los que hoy ya no están, todavía creen haber salido invulnerables, y creen estar libres de la Ley, porque no aceptaron ser ayudados, corregidos y enderezados como el pobre árbol que estaba torcido.
Ahora no hay tiempo de retroceder, es tiempo de avanzar, de dar ese testimonio que Yo tanto les he pedido y que muchos no comprendieron su significado.
El Corazón de su Señor y el de su Madre Celeste muchas veces se sienten solos, abandonados por las mezquindades, por las ofensas y ridiculeces que cometen frecuentemente, perdiendo la consciencia, el sentido, el discernimiento.
¡Ya basta de todo eso!
Porque es hora de crecer y no de reclamar. Es hora de agradecer todos los días lo que muchos no tienen, pero agradecer de verdad.
Cuando ustedes hayan leído muchas veces todo esto que les dije, Me demostrarán de verdad algún cambio. Mientras eso no suceda, todo seguirá en el mismo punto.
En Ruanda advertimos sobre el genocidio y nadie lo creyó. Hoy advertimos sobre la urgencia de muchos cambios, para que después su arrepentimiento no sea demasiado tarde.
Son momentos de madurar, pero también de abrir espacios o de colocarse hacia un lado para no bloquear lo que otros, con tanto esfuerzo, sí quieren concretar conforme lo pide la Jerarquía.
Llegó el momento de que escuchen claramente y que no se cierren, porque si se cierran a la instrucción, serán presa fácil de Mi enemigo.
Que el fuego de Mis Palabras los impulse y los coloque en otro escalón del Plan, para que las verdaderas emergencias humanitarias, que son muchas, puedan ser atendidas.
¡Les agradezco por tener valentía y amor para escuchar la verdad!
Los bendice y espera por su verdadero cambio,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy llego aquí para encontrarlos después de haber cruzado los océanos más fríos del mundo.
Hoy vengo desde la Antártida para revelarle al mundo el momento del despertar del gran continente blanco, que a pesar de ser transgredido y ultrajado por los hombres, él guarda los mayores y antiguos tesoros de la humanidad.
Soy la Señora del Continente Blanco, soy la Madre de la Antártida y hoy traigo entre Mis manos una reliquia espiritual de ese lugar para que, internamente, sea contemplada por todos ustedes.
Este es un conocimiento y es un legado muy antiguo de la humanidad, de uno de los primeros pueblos que habitó este planeta y formó parte de esta Creación viviendo una fluida e interna comunicación con el Universo.
Hoy les hablo de la antigua Lemuria, de la verdadera historia de la Lemuria, que no ha sido revelada a ningún hombre de superficie y a ningún ser de esta humanidad.
Hoy traigo un conocimiento más interno y profundo, les traigo entre Mis manos el Cofre de Cristal de la Lemuria, en el que se guarda una historia que la humanidad vivió en los tiempos remotos.
Esa historia es un hecho, fue una realidad y una experiencia, en la que los primeros pueblos alcanzaron un alto nivel de contacto con el universo y la Jerarquía Espiritual.
Es este conocimiento que hoy irradia Mi Corazón y, hoy, lo revela para todos.
Mi Corazón emana el Amor sobre la legendaria historia de la Lemuria. Pero hoy no traigo para ustedes los errores, sino los triunfos; un legado que despertará y volverá a ser asumido por la humanidad que está consciente y despierta en este tiempo.
Entre Mis manos está uno de los mayores tesoros que fue la experiencia de amor de la Lemuria, todo lo que el pueblo vivió y experimentó en aquellos tiempos. Porque no solo el conocimiento los ennoblecía, sino también el amor que expresaban al contacto que vivían.
Eso es lo que hoy necesita la humanidad para retomar el camino hacia Dios, para volver a religarse con Dios, para volver a encontrar el sentido y el motivo de estar aquí, en este planeta.
Antártida no es solo un continente físico, sino también espiritual. Es uno de los únicos espacios en el planeta que preserva la Consciencia de la Jerarquía Divina y desde allí se puede ayudar a todo el planeta.
Eso no significa, hijos Míos, que Antártida no viva las transgresiones de estos tiempos: el calentamiento global, el derretimiento de los polos, el sufrimiento de los Reinos que allí existen o aun la contaminación que la humanidad deposita en ese lugar, como en el Ártico.
Sí, existe un desequilibrio planetario. Existe un desajuste de la humanidad, no solo de su plano psíquico, sino también del emocional e interior.
Pero Antártida despertará. Antártida emergerá y no habrá ninguna consciencia ni científico que lo pueda detener. Será el momento en que la humanidad tendrá consciencia de una realidad que nunca vio.
Sus bases se mostrarán, la Jerarquía Espiritual aparecerá y será el gran y último momento del despertar para los que se animen a creer y a confiar que la Jerarquía siempre ha estado presente a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
Pero ahora será diferente. No será como en 1988, en donde el mundo entero participó del despertar de la consciencia y de sus seres superiores.
Hoy Antártida se prepara para un gran acontecimiento, mientras parte de su continente se rompe y navega por los mares. Antártida en su interior se prepara para revelarse y para hacer consciente su sagrado conocimiento.
Y allí, en ese momento y en ese tiempo, los científicos y las naciones se darán cuenta que no estuvieron en el camino correcto para comprender qué es la Antártida y porqué fue creada hace millones de años.
Allí existen las raíces y los atributos de las culturas que hoy viven sobre la Tierra. Existe un legado muy antiguo que aún no fue conocido, pero que fue consciente y real para la Lemuria. Mucho de lo que se ha dicho sobre la Lemuria no es real.
Lemuria fue un pueblo que vivió un contacto muy profundo y que permitió, desde su experiencia, que hoy la Jerarquía Espiritual esté en el planeta y ayudando a la humanidad.
Los conocimientos de la Lemuria fueron revelados en los últimos doce años, porque la Jerarquía se preparó para ese acontecimiento.
Muchos sentirán en su corazón el continente blanco de la Antártida. Por eso, la Madre de la Antártida y la Señora del Continente Blanco hoy está aquí, en Su Consciencia espiritual y divina, para revelarles este importante momento, un momento de preparación interior y consciente para lo que vendrá.
Esta obra ha sido escogida para ser la columna y el sostén de ese acontecimiento, para soportar el peso de esa revelación y el movimiento que hará el propio continente antártico.
De sus hielos emergerán las sagradas luces, tan semejantes a las que hay en el firmamento. Sus corrientes se moverán y sus túneles se abrirán. La Luz emergerá de la Antártida para los corazones valientes que la quieran ver. No habrá método, herramienta o procedimiento que lo pueda ocultar, porque es el tiempo y es el momento de que el planeta y, sobre todo, la humanidad conozca la verdad y sepa que es parte de un legado y de una historia que aún está siendo escrita y que no ha terminado; que es parte de un origen, de una existencia y de un propósito que aún no se concretó y que deberá continuar adelante.
La Luz de la Antártida emerge y resuena ahora en los mundos internos, en el plano espiritual. Su movimiento y contundencia preparan el gran momento del despertar, en el que todo se mostrará y la humanidad reconocerá que se ha desviado del camino completamente y que tendrá la Gracia de poder retornar a sus orígenes; y se dará cuenta de que no ha cuidado del planeta, de los océanos, de los continentes, de los Reinos, de su propia raza; que hay una gran herida, espiritual y física que Antártida cicatrizará con el poder de la Luz de su revelación.
Ya no será solo inmaterial o interno, sino físico. Las puertas se abrirán, los planos mostrarán la verdad, el conocimiento emergerá y gran parte de la raza humana tendrá la chance de ser conducida hacia su propósito espiritual.
Muchos recordarán, otros sentirán nostalgia. Será la Luz de la Antártida, será la Lemuria que llegará.
En el silencio de la Jerarquía les dejo estas palabras. Esto es señal de que hay que seguir caminando; no por los que no tienen gratitud, sino por los que se esfuerzan en buscar, en su ardiente aspiración, a la Jerarquía. Y más allá de sus tempestades, purificaciones o pruebas siguen adelante, tomados de la mano de la Luz que viene del Único, de lo Divino, de la Fuente.
Que hoy sea para ustedes una realidad el gran momento del despertar de la Antártida. Sus melodías resonarán, los oídos la escucharán y muchos reconocerán su pasado y el Amor los abrazará para que puedan reencontrar a la Jerarquía, finalmente.
La Señora del Continente Blanco y Madre de la Antártida hoy los bendice y le pide al mundo entero que proteja y cuide a los océanos y a todo lo que vive en ellos, porque si no lo hacen a tiempo, no alcanzará el arrepentimiento ni la penitencia.
Eviten ingresar en las consecuencias de lo que hacen. Recen por los océanos y por los mares del mundo. Ellos padecen en consciencia lo que el hombre de superficie hoy les hace y les ha hecho a través de los tiempos.
Recuperen la dignidad de respetar y amar a la Creación.
Únanse, en esencia y amor, a todo lo que existe en este universo y estarán en la Ley, estarán en la Jerarquía.
Hoy Mi voz resuena en el universo. Hoy Mi voz hace eco en la Antártida, porque llegó el tiempo de la revelación y nos prepararemos para eso, en oración y en vigilia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Jerarquía Espiritual, en este tiempo, trabaja a través de pequeños grupos humanos no solo para establecer y experimentar el Proyecto de Redención, su eficacia y potencialidades, sino también como parte del Plan. En menor cantidad de consciencias reunidas, la Jerarquía alcanza a acceder a todos los ámbitos de la raza humana y, así, la ayuda a encontrar el camino de la cura y del Propósito Mayor.
Para que eso sea posible se utilizan ciertas herramientas espirituales que, espiritual y cósmicamente, ayudan a destrabar el proceso evolutivo humano y así traen posibilidades más amplias para el resto de la humanidad.
De esa forma, el Plan va conquistando las áreas más graves y complejas, en donde todavía no se alcanzó a ingresar en los niveles de la Luz superior ni tampoco de la rehabilitación.
En ese sentido, la Jerarquía, a través de los pequeños grupos humanos que están verdaderamente unidos a Ella, puede extender la oportunidad de alcanzar la vida universal a todos los que están ausentes de esa suprema realidad.
Todo esto es posible por medio de una única llave que abre las puertas: la adhesión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi mensaje llega nuevamente al mundo, especialmente a los corazones que estén abiertos a escuchar la Palabra de la Jerarquía Divina, una Palabra y un Verbo que resuena en el Universo, porque es un Verbo que proviene de Dios.
Porque del Verbo surgió la Creación y todo lo que existe, así como también surgieron los hijos del Padre, que han venido caminando en esta trayectoria cósmica para poder alcanzar algún día la redención.
Pero el perdón es concedido a los que se animan a vivir el camino de la redención.
Por eso, aún el Universo y la Jerarquía sostienen a este mundo y a la humanidad, porque aún hay tiempo de vivir ese camino, a pesar de todo lo que suceda en este ciclo.
La Jerarquía necesita que los valientes se animen a sumergirse en la Vida Universal, una Vida que les muestra su origen, su existencia y su propósito. En simples palabras, la revelación de su verdad y también de su pasado; no de un pasado para volver hacia atrás o recordar los errores cometidos, sino para que recuerden lo que aprendieron, lo que vivieron y lo que adquirieron a través de los tiempos, del tiempo cósmico.
Hoy, vengo a pronunciarme al mundo desde los Andes, uno de los lugares en donde la Jerarquía tiene Su Corazón y Su Presencia, desde los Andes mendocinos y chilenos, porque para la Jerarquía no existe división ni fronteras; hay un solo pueblo, un único pueblo, una única raza que, a pesar de sus experiencias y vivencias, algún día deberá reconocerse como única en este Proyecto de Amor y de redención, de perdón y de Misericordia.
Por eso, abro las puertas del Universo en este lugar, en donde hoy ustedes se encuentran para acompañar a su Madre Celeste; en donde las estrellas caídas y los soles que despiertan pueden volver a reencontrar su origen y sentirse parte de un todo, sentirse parte de la Creación, de la Vida Universal.
Por eso, hoy sus espíritus son colocados ante la presencia del Universo, ante la presencia de la Jerarquía, ante la Fuente del Amor de Dios, porque es de eso que los seres de la superficie de la Tierra, en este tiempo, deberán alimentarse para aprender a sobrevivir en estos momentos cruciales, en los que la humanidad enfrenta el resultado de lo que escogió.
Pero Yo vengo como Madre y también como Gobernanta del Universo, como la Matriz de los Espejos, para ayudarlos a corregir el camino, para enseñarles a encontrar el sendero de la paz y de la armonía, para que sus soles internos puedan brillar y manifestar el Propósito, más allá de la vida humana, de la superficialidad.
Las oportunidades que da la Jerarquía en este momento son únicas y no se repetirán. Por eso, deben aprovechar los tiempos y los acontecimientos. Deben nutrirse espiritualmente de lo que les da la Jerarquía Espiritual para que, cada día más, puedan reafirmar ese compromiso y ese propósito que vinieron a cumplir por una Voluntad Mayor y aún desconocida.
Los orígenes de los que despertaron y de los que despertarán, hoy, se unen a este momento y a este encuentro con la Madre Divina, para que el verdadero linaje, para que el verdadero don o virtud en cada ser, impulse a la consciencia tridimensional a dar el paso que necesita dar, y ayudar a revertir, en el servicio y por amor, la situación en la que se encuentra la humanidad, que es una situación adversa y muy oscura.
Pero mientras Yo estoy aquí con ustedes, hijos amados, mientras Me pronuncio en el centro de cada uno de sus seres, en donde resuena verdaderamente la Palabra de la Jerarquía, la Madre Universal y la Gobernanta Mayor disuelven las corrientes contrarias por medio del camino de la paz y de la armonía, sin generar conflictos ni enfrentamientos espirituales. Porque el amor, como ustedes lo saben, está por encima de todo, de cualquier situación o momento, de cualquier desierto interior o agonía.
El amor los hace renovar y les permite reencontrar el camino que a veces pierden por diferentes circunstancias.
El mundo y especialmente la humanidad, hoy, deberá reconocer que no está sola en este macrocosmos. Eso concederá la intervención y la ayuda de las Esferas Celestiales. Y la humanidad, o al menos una pequeña parte, podría recuperar lo que perdió interiormente; y seguiría siendo impulsada a vivir el camino de la Luz.
Por eso, todos los esfuerzos que hace la Jerarquía en este momento son inmediatos y urgentes. Así su respuesta, en este momento, deberá ser inmediata y urgente, para que el mayor equilibrio se pueda alcanzar en todo el género humano, en toda la superficie de la Tierra, en cada corazón que forma parte de esta familia universal.
Y así, mientras les hablo y les transmito Mis palabras, su Madre Celeste y la Gobernanta Mayor trabajan con la humanidad en aquellas situaciones que aún no están resueltas y que necesitan de la Mano poderosa de Dios para encontrar una solución y un camino de regreso al origen.
Cuando estoy aquí con ustedes, Yo les traigo el Universo, no solo el que existe allá afuera en el Cosmos, sino también les traigo el Universo Espiritual, en donde está el principio de todo y el origen de su existencia, la Esencia primordial y fundamental que los creó, para que hoy estuvieran aquí, en este planeta, y viviendo esta escuela que Mi Hijo les ofrece por Amor.
Asumiendo el compromiso con lo que verdaderamente son y no con lo que aparentan, permitirán que el Propósito sea alcanzable para cada uno de ustedes y puedan seguir contribuyendo al Plan de la Jerarquía en este tiempo agudo de la humanidad.
Hoy, vengo a contemplar lo verdadero que hay en ustedes y no lo aparente; vengo a hacer despuntar el centro de su ser, que es un sol, una esencia que cumple un propósito y una meta en esta Creación, como muchas, muchas esencias en el universo y así los vengo a unir a una única Fuente, al Pensamiento Divino de Dios.
Los vengo a elevar hacia el Corazón del Padre, porque allí siempre encontrarán la fuerza interior que necesitan para trascenderse y redimirse en el nombre de Mi Hijo, su Redentor.
Mientras esto también sucede, las esencias de la humanidad son trabajadas por su Madre Celeste, por la Gobernanta Mayor, para que al menos una chispa de la Gracia Divina encienda la consciencia de los que duermen y así puedan despertar a la Verdad Universal.
Necesito, para que eso sea posible, de intermediarios, de servidores, de fieles colaboradores que sigan la instrucción de la Jerarquía Espiritual y no otras, para que no se confundan, para que no se vanaglorien, para que solo cumplan en obediencia y gratitud la Divina Voluntad, que es la Voluntad que siempre los liberará y los conducirá hacia el camino justo y cierto.
Mientras el planeta vive su purificación y la purificación moviliza el caos y los conflictos, que reine la Paz en el corazón de los que creen en Dios y en aquellos que cumplen Su llamado sin condiciones ni reglas.
Que el advenimiento de la Nueva Humanidad ya sea una realidad para todos porque esa humanidad, hijos, primero debe nacer en ustedes, para después estar presente en la superficie; es algo profundamente espiritual e inmaterial.
La Nueva Humanidad será un don de Dios concedido por el propio Padre Eterno para la regeneración de la vida y de toda la Creación, después de las traumáticas y dolorosas experiencias vividas en toda la raza humana, a través de los tiempos y de las décadas.
El don de Dios de la Nueva Humanidad será una realidad viva en aquellos que se autoconvoquen para que el viejo rebaño de Israel se vuelva a reunir y a congregar, y cumpla finalmente las promesas que están escritas en el Corazón de Dios, su Padre Eterno.
En este momento de transición planetaria, reúnan las fuerzas internas que provienen del amor del corazón y del amor del espíritu para llevar adelante, en este camino, las voluntades y los proyectos de Mi Hijo que aún están por manifestarse en este tiempo, aunque la humanidad viva esta dura realidad.
Confíen en lo que es posible realizar, en lo que es posible concretar y en todo lo que es posible alcanzar, porque como es Voluntad de Dios se manifestará y se presentará ante sus ojos, y llevarán adelante todo aquello que el Padre espera hace tanto tiempo.
Es posible disminuir los riesgos que podría vivir el planeta y la humanidad en este tiempo si la oferta fuera sincera y no oscilante. El Plan se cumplirá porque es Ley y en eso deben creer todos los días.
Yo estoy aquí con ustedes siempre, para ayudarlos a construir en ustedes el Plan de Dios, para que después el Plan sea una realidad en la superficie.
La obediencia y la fidelidad serán la gran llave en este momento de transición para todos los servidores y colaboradores de esta obra, así nunca faltará el puente de contacto entre su Universo y el Nuestro.
Que el Amor que hoy trae Mi Corazón los reconstruya interiormente y los coloque en los Comandos de Mi Hijo, para que la Obra de Su infinita Misericordia llegue a todos sin distinción.
Desde los Andes vuelvo a invocar y a proclamar a todos el retorno a su origen para que, en este tiempo de purificación, crean en lo hermoso y bello que Dios les dio en el principio.
¡Les agradezco por acompañar este momento planetario! Porque sé que nunca lo vivieron ni lo experimentaron. Este es el gran momento y el gran tiempo para todos. Sírvanse de Nuestro Amor para poder vivirlo. Acojan Nuestro apoyo para poder enfrentarlo.
Yo estoy aquí y soy su Madre Universal.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Mientras la Jerarquía Espiritual trabaja incansablemente por la situación del planeta y de la humanidad, la Divinidad se sirve de la oración y de la fe de los seguidores de Cristo para poder intervenir en muchísimas situaciones y ayudar a la raza humana.
Esta situación, que hoy vive la humanidad, está presente en varios niveles y planos. Por eso, la necesidad que existe en este momento no es única, sino muy amplia y cada vez más grave.
Si de verdad, hasta ahora, no se hubieran cumplido con esmero las vigilias y los encuentros de oración, el planeta hubiera ido desapareciendo proporcionalmente a la cantidad de errores y de hechos cometidos.
La intervención de la Ley de la Divina Misericordia ha sido la tabla de salvación en todas las situaciones.
Pero, aunque los errores se sigan reproduciendo constantemente y cada vez exista más inconsciencia, mediten sobre la situación planetaria. La fuerza y el poder de las voces que oran siempre serán irrefutables y se alcanzará la ayuda necesaria para aliviar al planeta y a su raza enferma, hasta que todo se purifique completamente y se comience de cero.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más