MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

En este día, en el que el mundo recuerda a sus seres queridos que partieron, dejando una huella imborrable en el corazón de sus familias, Yo los invito a rezar por todos Mis hijos que perdieron la vida antes del tiempo previsto, a través de las guerras y de los conflictos.

¡Cuántas familias, en este tiempo, se ven divididas y fragmentadas por la dolorosa partida de los que dejaron la vida material! Pero, recuerden que Yo estoy aquí, en este día, para consolar a los que aún no consiguieron superar el trauma de la dolorosa partida de un ser querido.

Recuerden, Mis amados, que su Madre Celeste presenció en primera persona la condenación, la flagelación y la muerte de Su Hijo en la Cruz y que, a pesar de que Yo Me sentía morir junto con Mi Hijo, debía darles fortaleza y amparo a los que estaban a Mi alrededor.

Hoy, ante una humanidad violenta, desamparada y sin empatía por el otro, Yo vengo como la Madre de la Consolación y de la Paz a llevar a Mis hijos hacia el Amor de Dios para que, incluso los que por alguna razón están muertos de espíritu, algún día, como el hijo pródigo, puedan resucitar y renacer a través de la fuerza del perdón y de la redención.

Hoy, Mi Corazón de Madre se abre como un humilde y puro Tabernáculo para que cada hijo, aún en la Tierra, en el Cielo o en algún plano de consciencia, reencuentre el camino de la Luz Insondable de Dios.

Estoy aquí, Soy su Madre, la Madre Consoladora de los afligidos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN QUEBEC, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Ven, Espíritu Santo de Dios,
y sopla sobre Tus Criaturas
que claman por paz y por justicia.

Ven, Espíritu Santo de Dios,
y consuela a los que vivieron el cautiverio
moral, humano y espiritual.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
e inunda con Tus Gracias y poderes celestiales
a los que piden clemencia y compasión.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
e ilumina con Tus dones
a los que buscan la verdad dentro de sí.
Sostiene, Santo Espíritu,
a los que cayeron por imprudencia,
ignorancia o desobediencia.

Ven, Santo Espíritu de Dios,
y restaura todo lo que fue dañado,
libera de la muerte a los que fueron condenados en vida,
redime a los que provocan guerras, dolores e injusticias.

Oh, Santo Espíritu de Dios,
que Me colmaste y Me abrazaste en Pentecostés,
desciende ahora sobre esta herida realidad humana.

Santo Espíritu de Dios,
oye la voz de Tu Fiel Esclava
y Mediadora de las almas,
abraza con Tu fuego a los que se sumergen
en su propia oscuridad,
destierra de toda prisión
a los que gritan por ayuda.

Santo Espíritu de Dios,
ábreles el camino
a los que quedaron atrás y fueron juzgados,
 para que reencuentren la senda sagrada
de Tu Eterno Corazón.

Escucha la santa súplica
de la Madre Celeste,
Santo Espíritu de Dios,
ya no permitas que ningún alma,
sobre la faz de la Tierra,
por alguna causa o situación,
pierda la Gracia de vivir bajo el Amor de Dios.

Santo Espíritu de Justicia,
sostiene a Mis hijos.

Santo Espíritu de Verdad,
muestra con Tu Ciencia el camino correcto.

Santo Espíritu de Amor,
repara a los corazones heridos.

En unidad y reverencia a Ti,
Santo Espíritu de Dios,
responde a Mis súplicas,
en gloria al Creador de la Vida,
del Amor y de la Unidad.

Amén.


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Durante estos días y debido a la gravedad de las guerras y al derramamiento de sangre inocente, Nuestros Tres Sagrados Corazones se encuentran intentando detener el mal que invadió la mente y el corazón de Mis hijos de algunas naciones.

Por eso, hoy Yo vengo especialmente a pedirles que, ahora más que nunca, Me acompañen en oración para que los Tres Sagrados Corazones intervengan por todas las familias y especialmente por los niños que sufren la guerra, la aniquilación, la invasión y el maltrato.

En el nombre de Nuestro Creador y Señor del Universo, vengo a pedirles que las armas sean detenidas para que no se siga abriendo la puerta incierta de la maldad en el mundo.

Vengo a pedirles, en el nombre de Dios, que ya no predominen los intereses de las naciones, para que los más desfavorecidos no se vean en la urgencia de escapar del terror y de la muerte.

Queridos hijos, este es el esperado tiempo de la tribulación y del Apocalipsis. Por eso, más que nunca, Yo vengo a pedirles que todos los días reconozcan la Presencia de Dios en ustedes y que, a través de la Presencia Divina, recuerden que todos son hermanos y hermanas de un mismo Padre que está en los Cielos. Así, Mis hijos, el mundo como un todo no se seguirá apartando del Amor y de la Luz.

Rezo, día y noche, para que el mundo alcance la paz. Recen Conmigo todos los días, a fin de que los ángeles, atormentados por las guerras, se puedan sostener.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Después de transmitir el Mensaje semanal, Nuestra Señora acompañó la consagración de la Santa Eucaristía, según el relato siguiente:

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a celebrar junto con nuestra Madre este momento de consagración.

Nos disponemos, en este momento, para participar de este misterio de Amor que Cristo nos dejó en la Presencia de María, Nuestra Señora.

Y, en el silencio de nuestro corazón, ante el Corazón de María, de la Reina de la Paz, purificamos nuestro corazón, nuestra consciencia; para que, bañados por Su Amor Maternal, preparemos nuestro mundo interior para volver a recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que serán transustanciados en esta celebración que María acompañará con atención y detenimiento.

Nuestra Madre nos dice, en este momento, que en la noche cuando Jesús estaba reunido con Sus apóstoles, Ella en otra parte de Jerusalén estaba reunida con las santas mujeres y, a través de sus espíritus, de sus consciencias, se unieron al sacrificio del Hijo de Dios, sacrificio que en el éter de la Tierra dejaría plasmada la presencia eterna de Su Amor y de Su Misericordia por las almas.

Y, en esa hora, todos los pecados desde Adán y Eva hasta el presente, hasta el final de los tiempos, estaban siendo contemplados por Nuestro Señor y por Nuestra Señora que, en reparación y en amnistía, ofrecían a Dios por medio de los ángeles.

Así, esa Comunión, que Cristo ofició y celebró con Sus apóstoles en la Última Cena, llegó a María, nuestra Madre, y a las santas mujeres, a través de las manos de los ángeles, por medio de una forma luminosa de Luz, forma que ingresó en el alma de María y de las santas mujeres para establecer definitivamente esa alianza con la Voluntad de Dios por intermedio del Hijo Primogénito.

En esa noche, en la que Jesús se encontraba con Sus apóstoles y María estaba reunida con Sus discípulas, las santas mujeres, cuando Jesús tomó el pan y lo elevó a Dios en acción de gracias, en ofrecimiento y en sacrificio, María le pidió a Dios que Ella pudiera morir espiritualmente junto a Su Hijo, por la remisión de todos los pecados que habían sido cometidos desde el principio, desde Adán y Eva hasta el final de los tiempos, para que las almas pudieran recibir la abundancia del Amor de Dios, ese Amor que los renovaría y que los ayudaría a seguir adelante en cada paso.

Así, Jesús partió el pan y ofreciéndolo a Sus compañeros con una mirada paterna, amorosa y atenta, les dijo, así como le dijo a Su Madre y a las santas mujeres, en espíritu: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
 

Reverenciamos.

Y, así, la forma de Luz ingresó en los apóstoles, en María y en las santas mujeres, preparándolos para la Dolorosa Pasión de Jesús.

Y, antes de consumar esa alianza con el Eterno, Jesús tomó con Sus Manos el Santo Grial, que elevó a los Cielos, también en ofrecimiento y en sacrificio por las almas.

En ese momento, María Santísima y las santas mujeres, en Comunión Espiritual, se ofrecieron para ser las primeras celadoras de la Preciosa Sangre de Cristo, que sería derramada desde el momento de la flagelación hasta lo alto del Monte Calvario y, así, se pudiera establecer, en honor al Hijo de Dios, la ciencia espiritual de la Vía Sacra, de los impulsos crísticos que el Maestro dejó impregnados y grabados en cada paso de la Cruz.

Así, Jesús después de haber transustanciado el vino en Su Preciosa Sangre, pasó el Cáliz a Sus apóstoles y, en espíritu, a las santas mujeres, por medio de los ángeles, diciéndoles: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la nueva y eterna alianza entre las almas y Dios, la Sangre del Cordero que será derramada por la remisión de todas las faltas, hagan esto en memoria de Mí hasta que Yo retorne al mundo”.
 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
 

Reverenciamos.

Y, en ese momento, los ángeles que estaban presentes en la transustanciación del pan y del vino, en la Última Cena, pusieron a disposición, a partir de ese tiempo y hasta el final de los tiempos, todos los cálices que recibirían el ofrecimiento de las almas que se consagrarían y vivirían por Cristo y en Cristo.

Así, colocamos nuestra alma y nuestro espíritu ante ese ofrecimiento; colocamos nuestra vida y nuestra esencia dentro de esos cálices para que, como esta celebración, esos cálices sean ofrecidos a Dios en reparación y en Misericordia.

Así, Jesús elevó Su Cuerpo y Su Sangre para testimoniar la Presencia Infinita y Misericordiosa del Amor de Dios.

Los apóstoles, María Santísima y las santas mujeres contemplaban, en ese instante, la institución del Legado Crístico de Amor y de Redención.
 

Oración: “Padre Nuestro”.


Y, así como Cristo representa la Paz universal y la Paz para el mundo, invocamos, junto al Corazón Inmaculado de María, el descenso de la Paz.
 

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
 

Y, así como compartimos la Paz de Cristo, vamos a irradiar la Paz de María a cada Cristo Interno.

Y, vamos a anunciar, en este momento, la Comunión Espiritual a todos los mundos internos y las almas que están en el mundo y que necesitan de esa Presencia Crística interior.

A pedido de María, en este momento de Comunión, vamos a cantar “Haz de mí nada”, para que en ese vacío interior que tenemos que buscar en cada paso, podamos ser colmados del Todo, de la Presencia de Dios.

APARICIÓN DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abran sus corazones por un instante, hijos, para que ellos reciban el amor y la cura que proviene de este lugar sagrado, de este lugar humilde, desconocido por el mundo.

De sus profundidades, emana una cura profunda, antigua como el Pensamiento Perfecto del Creador, el Pensamiento de Amor por Sus Criaturas. Dejen que sus corazones sientan el pulsar del Corazón de Aurora. Dejen que sus espíritus encuentren paz en el silencio de Aurora.

Cuando el Creador permitió la existencia del sufrimiento, Él también creó la cura para que Sus Criaturas no solo aprendieran del dolor, sino también de Su Infinito Amor.

Cuando el Creador permitió la existencia de la dualidad, Él no quería castigar a Sus Hijos, solo aspiraba a que, a través de los desafíos, Sus Criaturas pudieran crecer, pudieran aprender a discernir y a manifestar sabiduría, pudieran desarrollar en sus corazones la compasión, la piedad y la misericordia, atributos que hasta entonces eran desconocidos en toda la vida.

Por eso, hijos, ante el caos del mundo, ante el profundo sufrimiento de las almas, no coloquen sus ojos en el castigo de Dios, porque antes de permitir el sufrimiento, el Creador manifestó la cura.
Antes de permitir la dualidad, el Creador manifestó la liberación.
Antes de permitir que Sus Criaturas aprendieran errando, el Creador manifestó el perdón.

Antes de ver a Sus Hijos perdiéndose en el camino, el Creador manifestó la redención que les da la posibilidad de retornar y de reencontrar el punto de pureza que habita en su interior.

Y para que esto no estuviera distante de los seres, para que esto estuviera próximo de cada corazón, el Creador manifestó Aurora. Sin embargo, Aurora se oculta, se oculta en un espacio humilde. Y, para encontrar lo que habita en ella, deberán al menos aspirar a esta humildad y, con la simplicidad de sus corazones, ingresar en la simplicidad de Aurora y, allí, reconocer su grandeza.

Aurora no es un lugar, es un don del Corazón del Creador que guarda en sí el propósito de permitir que las criaturas retomen su pureza; se liberen de las amarras, de las cadenas que el mundo les impone; puedan curar sus heridas más profundas; puedan transformar sus aspectos más arraigados y encontrar la paz.

Aurora es un estado de consciencia que existe y se manifiesta a través del sacrificio. Y, para ser parte de Aurora, deben ser parte no solo de su cura, de su redención y de su perdón; sino también de su sacrificio, de su servicio a la humanidad y al planeta.

Aspiré a estar aquí para cumplir una Voluntad Divina, porque ha llegado el tiempo de Aurora, y eso significa, hijos, que ha llegado el tiempo de la liberación del corazón humano.

Cuanto mayor es la oscuridad que se manifiesta en el mundo, mayor es la Luz que emana de las profundidades de los Centros de Amor.

Y, así como Aurora, ellos necesitan corazones espejos que puedan reflejar al mundo los dones que se ocultan en su interior; necesitan consciencias que puedan decir sí a la transcendencia de sus aspectos humanos y a la manifestación de una vida superior, que no solo sucede con el esfuerzo humano, sino también con la apertura de la consciencia para recibir la Gracia que existe dentro de los Centros de Amor desde el principio de la vida, desde el principio de la vida sobre la Tierra.

Así como Aurora, otros espacios sagrados se ocultan en el planeta, y pulsan, hijos, como un gran corazón que espera expresarse en la Tierra y demostrarles a las criaturas que en este mundo no solo habita el caos, sino que, en una proporción mayor que la oscuridad, habita la Luz.

Llegará el día en el que el silencio de los Centros de Amor dará lugar a una gran voz, que es la voz del Propósito Divino. Y es para ese día que Yo los estoy preparando, para que sus almas sepan reconocer lo que proviene del Corazón de Dios para manifestar Su Propósito y lo que no proviene de Su Corazón, sino de la astucia de Su enemigo que, hasta el final, buscará confundir a los seres.

Por eso, guarden en sus corazones lo que hoy les entrego, que es la posibilidad de reconocer los Centros de Amor, la posibilidad de estar ante la Jerarquía de la Luz y reconocer la Presencia de Dios, sin permitir que sus corazones se confundan.

Y así, hijos, podrán guiar a otros, podrán ser la Luz sobre la mesa del mundo, la Luz que se enciende en la casa oscura para iluminar el camino y mostrar la verdad. Aunque sean pocos, una vela dentro de la casa marca una gran diferencia.

Cuando la oscuridad domine el mundo, la Luz del corazón de los que están despiertos les mostrará el camino a las almas. Y aspiro, hijos, a que sus corazones estén dispuestos a servir hasta el final, hasta que la última alma sea rescatada y retorne al Corazón de Dios.

Despierten en su interior el amor profundo por las almas. Permitan que el Amor de Dios crezca dentro de ustedes, para que aprendan a amar como Él ama, y así sus vidas tengan otro sentido a través del servicio, de la compasión, de la misericordia, a través del amor que crece, se expande y se renueva en su interior.

Porque es ese amor, hijos, que será el motor del servicio incansable que prestarán las almas hasta el final.

A través de la oración, abrirán una puerta para que Dios ame a través de ustedes. Y, a través del servicio, dejarán que ese Amor llegue a todos los corazones. El Propósito de Dios es simple, la forma de llegar a Su Corazón es simple; una oración verdadera transforma la condición humana. Por eso, no dejen de orar.

Si quieren conocer los misterios del Cielo, oren de corazón.

Si quieren ser Espejos de los Centros de Amor, oren de corazón.

Si quieren descubrir el Propósito Divino para sus vidas, oren de corazón.

Si quieren encontrar las respuestas a sus cuestiones más profundas, oren de corazón.

Si quieren desatar los nudos que existen en sus familias, oren de corazón. Y, a través de la oración, encontrarán la verdad; a través del diálogo con Dios, encontrarán las respuestas.

No teman por los tiempos que vendrán, solo coloquen en sus corazones la certeza de que antes de que Dios permitiera que todo esto sucediera, Él manifestó los Centros de Amor, Él manifestó la cura en Aurora para que llegara al mundo en el momento en que las almas más la necesitaran.

Oren por el despertar de la humanidad. Oren para que en cada punto sagrado de este mundo existan almas capaces de manifestar el Pensamiento de Dios, y que lo hagan de corazón.

Para esto, hoy Yo estoy aquí; para esto, vengo como Intercesor de las almas y, sobre todo, de las familias; para que a través de su consagración encuentren el principio de la Familia Universal, reciban el principio de la Familia de Nazaret, de una Familia Sagrada que crece en unidad, compasión, amor.

Que vengan hasta aquí las familias que se consagrarán en este día.

Que la paz que proviene del Corazón de Aurora impregne sus corazones, libere las angustias, los temores, los dolores más profundos. Que ellos den lugar a la alegría de una misión cumplida, porque la Gracia de Dios tocó sus corazones.

Antes de que Dios permitiera la muerte, Él creó la vida eterna, la vida divina. Por eso, hijos, vivan con alegría el don de la vida en la Tierra, que les da la posibilidad de crecer y amar. Pero sepan que una vida superior los aguarda, y es en ella donde ese amor que aprendieron en la Tierra se multiplica.

Por eso, cuando aprendieran a amar más en este mundo, multiplicarán este amor en el otro. El único propósito de esta vida es aprender a amar, aprender a amar de corazón, renovar el Amor de Dios.

Y cuando esto se cumple, el Creador les abre nuevos ciclos para que ingresen en otras etapas, en las que el amor que aprendieron en el planeta se multiplica y llega a toda la Creación. Allí comprenderán el sentido de la vida e incluso el sentido de la muerte, el sentido de renunciar a la vida material y soltarla para ingresar en la vida superior.

Para cada ser existe un tiempo y una hora diseñada por el Propósito Divino. Y, cuando ella se cumple, sean agradecidos, porque un nuevo ciclo les ha llegado a las almas que dicen sí.

Hoy, Mi Corazón se alegra ante sus familias, cada una con sus dificultades y desafíos, con sus virtudes y dones, con un Propósito a manifestar. Que, a pesar de la condición humana, siempre pulse en su interior la voluntad de conocer un Amor Mayor y de juntos crecer en ese Amor.

Oren los unos por los otros, oren unos con otros, y dejen que ese amor crezca.

Tienen Mi bendición para esto.

Que esta agua represente para sus vidas la pureza de la Sagrada Familia de Nazaret, que lave sus pecados, que los libere de los dolores, que revele su pureza y les traiga paz.

Que este incienso represente su aspiración de vivir lo sagrado, que libere a sus almas de lo que les impide llegar a lo sagrado.

Aquí estoy, hijos, como un Padre para los padres, como un Padre para los hijos, como un Amigo al cual pueden recurrir siempre que lo necesiten.

Yo los escucharé y les traeré respuestas, aunque no sean las que ustedes pueden pensar.

Hoy, Yo los consagro como Hijos y Amigos de San José. Que sus vidas le hablen al mundo sobre el Amor de Dios, que su servicio y su oración sean sinceros. Así, encontrarán la paz.

Yo les agradezco por estar hoy aquí, a los pies de este altar. Acojo en Mi Corazón sus oraciones y sus peticiones, intercederé por ellas ante Dios.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sigan en paz.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Prepararse para la muerte es un arte de amor y de rendición ante Dios.

Prepararse para la muerte, hijos, es en verdad la acción diaria de estar con el corazón limpio y vacío de las cosas del mundo, temeroso de Dios y rendido a Su Voluntad Celestial.

Prepararse para la muerte debería ser un acto constante, en el que la consciencia despierta cada día sabiendo que puede ser el último y vive cada instante dando lo mejor de sí para que la Voluntad de Dios se realice.

Temer a Dios es, en verdad, amarlo por sobre todas las cosas y no titubear en el momento de renunciar a las cosas del mundo para abrazar Su Universo Celestial.

Todos los días de sus vidas, ustedes deberían prepararse para la muerte, en el sentido de dejar que la gratitud, la rendición, el amor y la entrega impregnen todos sus átomos e ingresen en los miedos más profundos de sus seres, no solo en aquellos que se ocultan en el alma humana, sino, sobre todo, en aquellos que son parte de la condición material de los seres humanos y que impregnan hasta sus huesos.

Para vencer esos miedos deben amar cada día más, pero no amar solo al mundo, amar a Dios, amar a la vida y saber que ella no se encierra en el planeta Tierra; saber que una vida mayor y eterna los aguarda y que para ser dignos de ella basta que lleven consigo el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en sus corazones.

Por eso, hagan el ejercicio de amar, de agradecer y de entregarse a Dios cada día. Aspiren a descubrir un Reino Mayor dentro de ustedes, en el mundo y más allá de él; y descubrirán así, la unidad entre las realidades de la vida y que la muerte es un paso para una vida mayor, en la que no existen misterios, sino solo la verdad y la transparencia de saberse hijo de Dios retornando a Su Corazón.

Que cada día hijos, el Amor del Creador se expanda en ustedes y tome el lugar de sus miedos más profundos.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Resurrección de Cristo, hijos, significa el inicio de un nuevo tiempo, en el que la humanidad podrá comprender para qué vino al mundo y cuál es el camino que debe seguir para tornar plena la propia existencia.

La Resurrección los eleva más allá de los mayores miedos humanos, que son el sufrimiento y la muerte, y los coloca en la verdad del Tiempo Eterno de Dios, para que sepan que aquel que da todo de sí a Dios, recibe de Él todo lo que Él es, participa de Su Gloria en unidad con Su Reino.

Resurrección es júbilo infinito, divino y universal, porque es la revelación, no solo de la Faz de Dios, sino también es la revelación de la faz de los hombres como hijos de Dios y criaturas semejantes a su Creador.

El camino hacia la Gloria de Dios es la entrega absoluta, el amor incondicional, extremo y total, que nace de las entrañas más profundas de la rendición humana.

Ustedes ya saben todas estas cosas, pero deben recordarlas porque la propia condición del planeta los colocará ante situaciones que los llevarán a vivir esto, a escoger la cruz, la entrega, la vida eterna en Cristo.

Año tras año, ustedes son llevados a recordar la Vida, la Muerte y la Resurrección de Cristo para que, cuando llegue el tiempo de la Pascua de este mundo, puedan imitar Sus pasos.

Por eso, amen cada día más a su Señor, a Su vida, a Su ejemplo, a Su entrega, a Su Consciencia eterna, a Su Camino, a Su Verdad, porque ese mismo Amor los llevará a imitarlo.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que no temían a la muerte, sino que deseaban con locura la vida en Cristo y ofrecían constantemente su existencia a Dios, para que Él hiciera de sus almas receptáculos para que gracias y misericordias llegaran al mundo.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que anunciaban el Reino de Dios, no solo con el verbo, sino, sobre todo, con la vida; aquellos que se dejaron encender por el Amor de Dios y descubrieron lo que es la verdadera fe en el Corazón del Padre Celestial.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que no estaban luchando para alcanzar y acumular cosas en el mundo, sino que estaban rindiéndose para conquistar su espacio en el Cielo, fundidos en el Corazón de Dios, tornándose Uno con el Padre.

Vive con la fe de los primeros cristianos, aquellos que entregaban sus vidas por misterios que desconocían, por una experiencia y una Vida mayor, que solo se guardaba en la certeza de sus corazones y en lo oscuro de su fe absoluta.

Vive, hijo, con esa fe, dejándote encender por ella, en oración. Que esa fe, escondida en tu interior, gane espacio en todo tu ser, para que sea Cristo quien se expanda en ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE BALNEARIO CAMBORIÚ, SANTA CATALINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo no Soy solo Jesús sino una Consciencia Divina, que surgió de una altísima Fuente inmaterial y vino al mundo para despertar en la humanidad la redención.

Pero antes de que Yo surgiera de esa Fuente inmaterial, muchas situaciones se dieron en el Universo, muchas fallas y errores se cometieron.

Fue decisión del Gran Padre Celestial que la Segunda Persona de Su Santísima Divinidad descendiera a la Tierra con el Poder del Espíritu y de todo el Amor Creador para poder encarnar en la Tierra y traer la Buena Nueva de la salvación.

El Hijo de Dios, cuando una vez estuvo entre ustedes, realizó muchas tareas espirituales e internas. La humanidad solamente conoció hasta el día de hoy el diez por ciento de esa Misión.

La Misión espiritual que el Padre Me encomendó fue más profunda de lo que parecía.

La Pasión, la Muerte en la Cruz, y luego la Resurrección y la Ascensión, fueron hechos significativos de esa gran Misión espiritual en la Tierra.

En verdad, compañeros, desde antes de que Yo encarnara en la Tierra como un ser humano y para estar entre ustedes, Mi Padre Me encomendó que ayudara a todo el Universo material, a los grandes caídos, para que se pudieran redimir y convertir.

Esa Misión espiritual no fue conocida por la humanidad, porque en aquel tiempo y también en los tiempos posteriores a la gran Presencia de Jesús en la Tierra, el ser humano aún estaba muy inmaduro para poder saberlo y conocerlo.

Todo esto fue posible por la actuación de leyes superiores e inmateriales que no están al alcance de la humanidad.

Vengo a revelarles, compañeros, a toda la humanidad, a los que creen y a los que no creen, que el gran momento del retorno del Señor se está aproximando y aún queda un poco de tiempo para poder arrepentirse y redimirse.

Yo les traigo desde el Universo todas las posibilidades.

Yo presento a sus vidas todos los caminos que llevan hacia Mi Corazón.

Pero siempre deberán reconocer a una sola Consciencia Regente:  Aquella que los originó y que los creó, que estando presente en el Universo espiritual y supraespirital, espera que todas Sus criaturas del Universo material puedan dar el gran paso hacia la rendición, reconociendo sus errores, asumiendo sus fallas, transformando sus vidas por la fuerza imperiosa de Mi Misericordia; es esa energía espiritual la que en este tiempo Yo les traigo como la última tabla para su salvación.

Pero hoy no necesito que reconozcan sus pecados o sus fallas, porque Yo ya las conozco  todas, profundamente.

Vengo a elevar sus consciencias hacia la verdadera realidad espiritual que aún sus almas andan buscando, a fin de que puedan fundirse en Dios y encontrar en el Camino de Dios, su sagrada tarea para estos tiempos, el cumplimiento de su misión espiritual para este tiempo final.

Yo necesito, compañeros, que abran su consciencia y sus corazones para que Mi Fuego Divino pueda descender sobre ustedes y no solo sean bañados por Mi Espíritu, sino también redimidos por Mi Gracia.

Esa Fuente inmaterial de la cual Yo provengo desde el Universo espiritual, aún está intacta y la pueden reconocer dentro de ustedes porque Dios les ha dado un Universo interior que aún deberán descubrir, que aún deberán profundizar para encontrar en sus caminos el Propósito Divino de la Creación, la meta y el objetivo que los trajo aquí, a esta vida que va más allá de la vida superficial y material.

Es el momento, compañeros, y ante el Universo espiritual que hoy los aguarda, de que puedan reconocer su misión espiritual en esta época, sabiendo que ya no queda mucho tiempo para la gran purificación de la Tierra y de la humanidad.

Pero cuentan con Mi sostén, con Mi Esperanza y con Mi Fe para poder atravesar esta transición del fin de los tiempos; algo que nunca vivieron y que por primera vez atravesarán en estos tiempos críticos.

Pero si sus consciencias y sus corazones están verdaderamente coligados con lo Alto y unidos a Dios, la Fuente inmaterial de la cual provengo los auxiliará y los ayudará, y todas las corrientes sublimes del Universo vendrán en su auxilio.

Aunque se estén purificando de mente y de cuerpo, el espíritu de cada uno de ustedes, si está unido a Mí, no perderá el espíritu del gozo de Dios.

Yo también traigo esta oportunidad para toda la humanidad, porque aún la consciencia humana no se ha elevado para poder percibir, más allá de la vida material, los errores cometidos y así ingresar en la Escuela de la Redención que Yo les ofrezco; lugar en el que podrán percibir y reconocer cuáles atributos de la vida deberán vivir en este tiempo, para alejarse definitivamente de muchas costumbres y hábitos que solo manchan sus almas y los apartan de Dios, alejándolos del Amor y de la Verdad.

Yo les prometí desde el principio decirles la Verdad y eso lo cumpliré hasta que Yo retorne físicamente a la Tierra.

Pero cuando Yo retorne físicamente muchas cosas habrán sucedido, porque en el momento más agudo de la humanidad es cuando Yo ingresaré desde el Universo al planeta, y nadie podrá decir que Yo no Soy el Cristo, el Maestro entre los maestros, que volverá a anunciar la Buena Nueva y reunirá a todos los redimidos para volver a celebrar junto al Padre Celestial la Comunión reparadora y redentora del fin de los tiempos.

Mientras tienen tiempo para poder prepararse para ese acontecimiento, no permitan que sus vidas se distraigan por el mundo y que las distracciones los absorban completamente, hasta poder quitarles la razón o el discernimiento.

Estamos en un tiempo de rescate planetario, pero eso se verá en poco tiempo físicamente. Primero el Universo espiritual intervendrá en la humanidad, porque son sus espíritus que necesitan de esa gran oportunidad en estos tiempos, para que toda su historia guardada en su Universo interior sea redimida.

No pierdan la oportunidad de conocer la Gracia. Esa es la Gracia Divina que hoy Me ha traído aquí, a Camboriú, para irradiar en el Sur del Brasil lo que este pueblo necesita, espiritualmente, para poder corregir sus caminos e ingresar en el Reino de Dios así como lo merecen, por medio de su esfuerzo, de su oración, de su servicio incondicional a los demás, en nombre de la fraternidad y de la solidaridad entre todas las criaturas.

Así estarán dando pasos seguros y cada vez más se aproximarán a Mi Corazón para que Yo los pueda colmar e iluminar a través de Mi Divina Esencia, que tiene el poder de más de cientos de soles para iluminar todos los Universos y todas las consciencias. Esa esencia es un Sol Espiritual e Inmaterial que fue manifestado por la Fuente Inmaterial de la cual surgí, para traer el gran impulso a este Universo local y especialmente a esta humanidad.

Todo el Universo contempla la oportunidad de que ustedes puedan dar ese gran paso. Aún las puertas a la Divina Misericordia de Dios están abiertas. Así podrán erguir sus seres hacia lo Alto e ingresar al Corazón de Dios para poder estar en comunión perpetua con Él y recibir en sus corazones Su Sagrada Presencia.

Tal vez no comprendan todo lo que hoy les digo. A través de las Leyes inmateriales es como puedo derramar Mi Mensaje al mundo, como un afluente de Gracia y de Misericordia para los hombres.

Y así ustedes también son partícipes de todos los códigos de luz que hoy entrega Mi Corazón para los que se redimirán.

Ha llegado la hora de mostrar Mi verdadera Faz. Pero para poder verla, y especialmente reconocerla, deben prepararse como se prepararon los apóstoles, que en oración y en vigilia, y sin saberlo, reconocieron la Faz del Señor en lo Alto del Monte Tabor, lugar en donde Yo les demostré y también les revelé, Mi Faz transfigurada, así como Dios Me manifestó desde Su Fuente con todo el poder de Su Divina Humildad.

El mundo no podrá decir que no sabía cómo cambiar y que el Universo espiritual no llegó para advertirles que era el tiempo del gran cambio de la consciencia, con esfuerzo y determinación, con fe y con ímpetu de espíritu.

Por eso, Yo les traigo las revelaciones superiores, para que sus consciencias se eleven y perciban y vean la realidad, la emergencia de estos tiempos a nivel planetario y a nivel de la humanidad. Es allí donde la indiferencia deberá ser erradicada para que pueda reinar el amor que impulsará la transformación de los seres y la elevación de la consciencia del planeta hacia su verdadero y real tiempo.

El esfuerzo deberá ser muy grande, pero los que se decidan de corazón, contarán con la ayuda y guía de la Jerarquía, porque en la Jerarquía obra el Plan de Dios y todo es posible cuando se sigue ese Plan con obediencia y transparencia.

Fuera de esas reglas el Plan no se cumplirá en ninguna consciencia.

El ser humano en estos tiempos, en los que se ha pervertido y desviado después de muchísimas Gracias, desde la Sangre derramada en la Cruz hasta todos los cristianos mártires y beatos de espíritu, deberá revertir esa situación espiritual con su esfuerzo, para poder ser merecedores de la Gracia, que como un potentísimo caudal de luz, transformará sus vidas de la noche a la mañana.

Pero es necesario que estén decididos y que confirmen sus consciencias a Dios, porque Mis Palabras ya no podrán pasar más. Ellas deberán ser atributos divinos en sus vidas para que se pueda alcanzar y materializar el Plan de Dios sobre la superficie de la Tierra.

Yo estoy aquí para ayudarlos e impulsarlos.

Yo deseo el bien para todos y el fin de la indiferencia en la raza humana.

Necesito que sean pilares de Mi Obra así como el Padre lo necesita, porque Mi Iglesia en el mundo se está derrumbando por tantas blasfemias cometidas y tantas transgresiones realizadas a las consciencias que más Yo adoro, los niños.

Ese calvario debe revertirse, debe triunfar el poder de la Cruz del Redentor.

Pero primero ustedes deben representar Mi Cruz en sus vidas, elevando sus consciencias hacia lo Alto y expandiendo sus brazos en donación, en caridad, en misericordia y en bien por donde vayan y a quien encuentren en sus caminos.

Eso revertirá mucho las deudas de la humanidad y más puntos de luz se podrán seguir abriendo sobre la superficie de la Tierra, porque ustedes demostrarán al Universo y al Creador, principalmente, que hay una parte de sus consciencias que está comprendiendo a la Jerarquía.

Les vuelvo a decir, compañeros, desde el Universo espiritual Yo les traigo las posibilidades para todos, para no solo revertir sus penas y sufrimientos sino para poder confirmarlos en el compromiso con el Creador.

Este sagrado planeta, todos los sagrados Reinos, deben cumplir el propósito para el cual fueron creados en el Génesis. Después de haberse desviado y pervertido, el despertar de la consciencia de la humanidad permitirá que llegue la cura para todo este planeta. Y así se establecerá la igualdad entre los pueblos, entre las razas y ,principalmente, entre las naciones.

Hoy, es todo lo que les puedo decir. Sus consciencias tienen un punto para poder soportar las corrientes poderosas del Universo que decididas y de forma imperiosa, vienen en auxilio de la humanidad.

Hagan fluir esas corrientes en sus vidas por medio de buenos ejemplos, de una vida de oración y donación, de servicio, de consideración al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza.

Elevemos a Dios, en este momento, la oferta de cada uno de sus corazones, para que su Universo interior entre en comunión con la Divinidad y el Universo.

Nos ponemos de pie.

Su Maestro y Señor, Hijo del Dios, del Dios vivo, bendecirá y consagrará los elementos ofrecidos en el Altar para que las almas comulguen con la Santísima Trinidad, en perfecta armonía y sintonía y para que los frutos de la Creación despierten en los corazones simples y humildes.

Señor de la Vida que todo lo creaste y lo manifestaste, poderoso Padre Celestial, sublime Consciencia Divina, consagra estos elementos que hoy se ofrecen a las puertas del Universo Celestial como un acto de reparación y de cura para los corazones más necesitados de Tu Luz y de Tu Verdad. Amén.

Padre, bautiza a Tus Hijos con el Agua de Vida, así como Tú bautizaste a Tu Hijo una vez en el Río Jordán con Tu Espíritu de Vida, a fin de que Tus Obras se manifiesten en todos los que son congregados por Tu Amor. Amén.

Momento de ofrecimiento al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por la intercesión del Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.

En aquel tiempo Yo tomé el pan dando gracias a Dios y Él lo bendijo con Su Divino Espíritu. Lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Coman todos de él porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Y así, el Soplo Divino del Espíritu de Dios ingresó en los apóstoles y en todos los que estaban presentes en los planos internos.

Elevando el Cáliz a Dios, agradeciendo por el Sacrificio que sería vivido y experimentado, el Padre lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre que hoy será entregado por todos para el perdón de los pecados. Siempre hagan esto en Mi Memoria hasta que Yo retorne a la Tierra”.

Padre Nuestro…

Coman de este Cuerpo y beban de esta Sangre para que sus espíritus alcancen la Vida eterna.

He recibido en Mi Corazón sus ofertas. Clamaré y pediré por cada una de ellas al Padre Celestial.

Espero que el ejemplo de sus vidas sirva para muchos más, sabiendo que aún es necesario que la corriente poderosa de Mi Divina Misericordia siga auxiliando al mundo.

La Paz de Mi Corazón esté en ustedes y que sus vidas siempre representen la Paz, sabiendo que la Paz de Dios es imprescindible para estos tiempos, para el descenso del Universo espiritual sobre la humanidad.

Como un acto de reparación y de cura, como un acto de júbilo y de alegría, y especialmente, de reconciliación con Dios, en Mi Nombre se darán el saludo de la paz.

Yo les agradezco por haber estado hoy  Conmigo, algo que ha sido muy imprescindible para Mí y esencial para sus almas.

Los bendigo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Compañeros:

Con el poder y la fuerza de Mi Luz Celestial, cada vez que Me presento ante el mundo exorcizo y libero a la humanidad de una gran presión planetaria, a fin de que el plano psíquico sea aliviado de las corrientes del conflicto y de la perturbación.

Por esa razón, en la Hora de la Misericordia, su Maestro y Señor concede oportunidades únicas para la redención y la conversión de los corazones.

En la Hora de la Misericordia se abren los grandes espacios de la Conciencia de Dios para que las almas sean sumergidas en el océano del Amor y así se puedan curar espiritualmente.

Que en la Hora de la Misericordia sea recordada la Pasión de su Maestro, a fin de que todos los méritos de Su Muerte, de Su Resurrección y de Su Gloria sean depositados como bálsamo de reparación y de alivio interior en la humanidad, para que las almas encuentren el camino para vivir su salvación.

Que en la Hora de la Misericordia sea vivificada la presencia del Hijo de Dios para que, por los méritos de Su Pasión, la redención interior se irradie al mundo.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL BALNEARIO EL CÓNDOR, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Nunca te olvides de Mi Misericordia, porque siempre la necesitarás.

Cada vez que ejercitas y practicas Mi Misericordia, un milagro de amor se produce en tu alma y en el alma del planeta.

Porque a través de la Coronilla invocas la Misericordia por los méritos alcanzados durante Mi dolorosa Pasión, y el Padre, que es infinitamente misericordioso, recibe ese pedido y en vez de aplicar Su Santa Justicia, sobre ti o el mundo, concede Su misericordiosa Compasión por todos los pecadores del mundo.

Recuerda que cada vez que evoques los méritos de Mi Pasión, mediante el poder del Rosario de la Misericordia, estarás abriendo la Llaga de Mi Costado y de Mí se derramará la Luz de la Sangre y el Agua de Cristo sobre todo lo que se ha corrompido y destruido espiritualmente.

Felices serán los que siempre invoquen Mi Divina e Insondable Misericordia, porque todas las veces que sea necesario Yo los sumergiré y los bautizaré en el Océano de Mi Misericordia y les concederé a todos el Amor más inmenso de Mi Corazón.

Les doy las gracias a los que se postulen como apóstoles de Mi Divina Misericordia, porque sus sufrimientos serán Mis sufrimientos, sus penas y angustias serán Mis penas y angustias y, por la fuerza de Mi Amor, los libraré.

Dichosos serán los que confíen siempre en Mi Misericordia, porque no los abandonaré en la hora de su muerte, sino que estaré a su lado como el Ángel de la Resurrección.

¡Les agradezco por invocar la Misericordia de Mi Corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN BAHÍA LÓPEZ, BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Durante la Hora de la Misericordia, cuando el mayor caudal del Manantial de Mi Corazón piadoso se abre, todos tienen la oportunidad única de poder sumergirse en Mi Océano de Amor para que las faltas más graves sean perdonadas y las heridas más profundas sean curadas.

En la Hora de la Misericordia, compañeros, se abre la Llaga de Luz de Mi Costado para derramar el potentísimo afluente de la Piedad de Dios sobre los pecadores que, en sinceridad y en verdad, pidan por Misericordia.

En la hora más culminante de la Misericordia, cuando todos los días se recuerda la Muerte dolorosa del Señor en la Cruz, las almas, y el mundo entero, tienen la oportunidad de poder purificar su corazón de toda mancha espiritual y de poder ingresar en el Reino de los Cielos, tan solamente recordando la dolorosa Pasión de Jesús.

Anuncien al mundo que todavía las entrañas más profundas de Mi Misericordia están abiertas, para que las almas, durante esta hora definitiva de la humanidad, alcancen la salvación espiritual y el perdón universal.

Que sus vidas sean testimonio de Mi Misericordia.

Que sus ejemplos y sus actos sean misericordiosos, a fin de que, en el gran universo de Mi Misericordia, las almas y el mundo alcancen la paz.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EINSIEDELN, SCHWYZ, SUIZA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A través de la meditación de los Misterios Dolorosos, ¿qué significa para ti la agonía de Jesús en el huerto?, ¿qué significa para ti la flagelación de Jesús?

¿Qué significa para ti la coronación dolorosa de espinas?

¿Qué significa para ti las tres caídas de Jesús con la Cruz?

¿Qué valor tienen para ti la crucifixión y la muerte de Cristo?, ¿y el momento en el que la lanza atravesó Su costado y derramó Agua y Sangre?

¿Has comprendido la grandeza de esos méritos?

En alguna parte de tu ser y de tu consciencia todos esos hechos y experiencias verídicas de Cristo pueden estar resonando.

¿Por qué deberían resonar?

Porque en comunión con esos misterios estarás en perfecta comunión con Cristo y permitirás que todos los méritos del Redentor sustituyan en tu consciencia todo lo que algún día deberá transformarse.

Por eso, vive los Misterios Dolorosos como un triunfo en cada paso y vivencia entregados por Cristo.

Vive cada Misterio Doloroso como la más profunda demostración del Amor de Dios que todo lo perdona y que todo lo puede.

Esa es la esencia de la experiencia del Amor de Mi Hijo: dejar Su legado al mundo para que la humanidad se sirva de ese legado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y ahora que he venido a tu encuentro, recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siente toda la paz que Yo te puedo brindar en este tiempo, una paz que nadie más te puede dar, ni entregar.

Siente ahora Mi Corazón vivo, que pulsa interiormente cerca de tus oídos. Este es el Corazón que ha padecido por el mundo y por la humanidad.

Es el Corazón que ha derramado Su Sangre por las almas para el perdón de las faltas y que aún lo sigue haciendo por todos sus compañeros y por sus enemigos.

Pero hoy no pienses, amado Mío, qué es lo que estás sufriendo o lo que podrías sufrir. Piensa en Mí, únete a Mi Consciencia y siente Mi abrazo paternal, porque Yo cuido de todas Mis ovejas, una a una, y nunca Me olvido de nadie.

Entrégate a Mí, y ríndete, como tantas veces te lo pido.

No temas por lo que vendrá sino por lo que no está sucediendo en tu vida.

Ahora, refugia tu alma debajo de los Rayos de Mi Corazón y siente el soplo del Espíritu actuando en cada momento, en cada respiración, así como en cada palabra.

Yo puedo restaurar todas las cosas. Yo puedo suplir todas las cosas, porque no soy Yo quien lo hace, es Mi Padre que está en los Cielos, es Él quien obra, quien realiza y quien manifiesta la Voluntad Superior.

Deja para atrás lo que no comprendes, lo que no aceptas o lo que no entiendes.

Confía en este Amor que Yo te estoy donando, porque es un Amor que debe realizarse en ti para que el Plan de Dios se realice en la Tierra.

Recuéstate como Juan, el apóstol, sobre Mi Pecho y siente los dolores y las agonías de tu Señor, en el silencio y en la calma.

Dios no ofrece sufrimiento a las almas, son las almas que buscan el sufrimiento, porque en el Reino de los Cielos, desde donde hoy provengo, no existe el dolor ni la culpa. Alégrate por estar recostando tu cabeza sobre el Pecho de tu Maestro.

Sé que no lo comprenderás todo de una sola vez, pero eso no importa para tu Señor. Lo que importa es que lo vivas plenamente, unido a Mí, en espíritu y en esencia.

No confirmes tus pecados, no afirmes tus errores, eleva tu corazón y colócalo dentro del Mío, para que Yo lo pueda transformar y pulir como las manos del alfarero. Y así estarás en perfecta libertad y en profunda calma y de la noche a la mañana no sabrás qué es lo que te ha sucedido, porque todo se habrá transformado tal cual Yo lo he pensado, según los designios de Dios.

Recibe el Amor de Mi Corazón como un bálsamo y ríndete. Mi Corazón no te hará mal, Mi Corazón no te hará daño. Mi Amor es bien y es pacificación para las almas.

Sírvete de todo lo que Yo te puedo donar y confía, porque todo está marcado, todo tiene su hora y su tiempo.

Así como tú estás hoy sobre Mi Pecho sintiendo el fuego de Mi Corazón y la suavidad de Mi Alma, la acción de Mi Divinidad y de Mi Espíritu, quisiera que muchos más imitaran este ejemplo de unión con el Señor.

Calma tu corazón de toda angustia y acepta lo que te entrego, porque todo tiene un fin mayor y un propósito que aún estarás por descubrir, algún día.

Deja para atrás lo que has padecido, lo que no has entendido, sumérgete en el océano de Mi Luz y todo se disipará, porque quien confía en su Maestro, confía en Dios, Todopoderoso. Y su vida, día a día, paso a paso, con esfuerzo y sacrificio, se volverá libre.

Yo quiero de tu alma un nuevo ser que sea parte de una nueva humanidad, consciente y despierta, responsable y digna con la Creación.

Hay tantos tesoros en el Cielo, querida alma, que tengo para revelar; Mis Manos están llenas de designios y aún no los puedo derramar sobre el mundo porque no encuentro lugar ni refugio en la humanidad entera.

Pero si tú, valiente Mío, hoy das el paso por muchos más, algún día muchos más reconocerán Mi Nombre y Mi Gloria, y la harán digna en sus vidas para que así triunfe el Amor de Dios.

Ahora, abrázame y siente el calor de Mi Espíritu, siente la protección de Mis Brazos y la respiración de Mi Cuerpo como un soplo renovador que a todo santifica y que a todo renueva.

No hay nada que se pueda perder. Todo es transformado según Mi Voluntad.

Conviértete en una de las santas mujeres de Jerusalén, o tan semejante al apóstol Juan, en total entrega y abnegación.

Todo lo que vives, alma Mía, tiene un motivo y un significado para Dios, no hay nada que esté fuera de lugar, todo tiene un sentido y un tiempo para realizarse. Sea en el bien, o lejos de él.

Pero Yo quiero que hoy sientas el latir de Mi Corazón manso, de un Amor inexplicable y redentor, que ansía por las almas buenas y dignas, que cumplan la Voluntad de Dios en este tiempo de difíciles pruebas.

Abrázame fuerte y siente Mi consuelo que es intransferible e inmediato. Deja que Yo te nutra con Mi Paz y con la llama de Mi Fe, que es la que me trae al mundo para buscar a los que he llamado por su nombre para que Me acompañaran en esta era y en este ciclo, en donde el mundo vivirá su mayor desafío de todos los tiempos y de todas las eras. No podré decirles lo contrario.

Almas Mías, es hora de vivir Mi Plan y de no esperar más tiempo.

A veces su Señor y Maestro necesita sentir el calor del amor de Sus hijos para poder seguir adelante. Por más que Yo esté en el Cielo no significa que no sienta como un ser humano, porque como ser humano estuve entre ustedes, para que me pudieran vivir y comprender.

Así estarán abrazando a su Padre Celestial, que también necesita de consuelo, al ver las ofensas y los agravios del mundo.

¡Cuánto el Amor puede hacer en los corazones que se deciden a vivirlo plenamente, el Amor que viene de lo alto y que puede brotar de los corazones haciendo nacer Nuevos Cristos!

Quiero que hoy Me ofrezcan su abrazo porque lo necesito, así como ustedes necesitan de Mí para seguir caminando por este sendero, el más difícil de todos los tiempos, el que ninguna otra humanidad vivió, en ninguna otra época.

Ustedes vinieron aquí, almas Mías, por un propósito y un designio mayor que conocerán algún día.

Pero hoy no necesito que comprendan Mis misterios, sino que sientan la agonía de su Señor y el pedido de consuelo a los corazones valientes.

Ahora, siente cómo Yo te cubro con Mi Manto, aquel manto que fue rasgado por las manos de Mis enemigos durante la Pasión y que cubrió Mi Cuerpo llagado de heridas y de ofensas.

Estas son las Llagas que Yo vivo por el mundo y quiero compartirlas con Mis servidores, con los que se han dispuesto a seguirme incondicionalmente.

Yo quiero ofrecerles Mis sacrificios y Mis dolores, porque quien padece con su Señor, padece con Dios, y el Amor que nunca acaba, todo lo transforma, hasta lo más impenetrable. Que Mis Llagas sean motivo de su santificación, de su persistencia y de su renuncia.

Porque Yo tengo un plan precioso para cada uno de Mis servidores que debe cumplirse en esta hora aguda del planeta, en donde todo se precipita, hora tras hora.

Por eso consagro hijas e hijos, para tener ejércitos sobre la Tierra que estén firmes en Mí, a pesar de lo que suceda.

No tengo nada más para dar, solo el Amor de Mi Corazón, que es el que Me ha traído hasta aquí, a través de los tiempos y de las generaciones.

Amor que testimonia la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para la reparación de las faltas y de todos los cometidos que no están en la Ley de Dios. Les vuelvo a decir, almas Mías, que necesito aún más de sus corazones abiertos para que Yo pueda ingresar con Mi Consciencia en los recintos más profundos de sus almas, en donde el Reino de Dios debe realizarse, para que el mundo y la humanidad aún existan.

Por eso en este miércoles santo de recogimiento y oración, no solo les pido sus oraciones, sino también su abrazo, para que el espíritu consolador pueda estar presente y las almas se animen a decir ‘sí’, cada día más.

Hoy les traigo el momento más sagrado de Mi vida, que fue la antesala de la última Cena. Les vengo a hablar con el mismo amor con el cual Me dirigí a Mi santa Madre y a las mujeres de Jerusalén, así como a Mis apóstoles. Es este Amor irrestricto e infinito el que nunca acaba, porque parte y nace de la Fuente de Dios para Sus criaturas.

Ustedes necesitan, finalmente, ser como Yo y superarme, porque Yo vengo aquí para que hagan cosas más grandes que las que Yo hice algún día. Eso demostrará ante el Universo que es posible una Nueva Humanidad, que estará arrepentida y pedirá perdón por todo lo realizado, que no tendrá vergüenza de confesar sus faltas y estará abierta a recibir la Misericordia de Dios, que es inextinguible y eterna.

Quiero que vivan en el gozo de Mi Amor Celestial y tú, pequeña alma, que estás aprendiendo a amarme, no lo dejes de hacer. Anímate a cruzar los umbrales de la resistencia humana, porque Yo te ayudaré a ser verdaderamente libre de ti para siempre.

No dejes de sentir el Amor que hoy emana Mi Corazón y vivifícalo como si fuera la última vez, porque lo que Yo vengo a dar hoy no podré darlo nuevamente; ya se está cumpliendo el tiempo y la hora definitiva se aproxima.

No quiero coronarte con flores, sino con espinas, para que Me puedas superar en el Amor, sabiendo que el ser humano es un ser impredecible en todo este Universo, así como Yo lo fui, testimoniando Mi Pasión, Muerte y Resurrección.

Yo ofrezco la gloria y el honor para los que se han decidido estar a Mi lado, pero también ofrezco Mi dolor y Mi agonía para los que se han confirmado ante Mí en esta tarde de Gracia eterna.

Y ahora, devuelvo tu alma al centro de tu ser, en donde existe el Templo sagrado del Amor, que siempre debe estar encendido por la luz del Espíritu Santo.

Y Mi Corazón se recoge para ofrecerse nuevamente a otras almas en el mundo, que también Me necesitan.

Benditos sean los que recibieron Mis Palabras con gratitud, porque lo comprenderán todo en el próximo tiempo. Y cuando Yo ya no este aquí entre ustedes, en poco tiempo, conocerán profundamente todo lo que he querido hacer en este lugar y en esta casa, y principalmente, en ustedes.

Porque deberé aparecer en otros lugares del mundo que también Me necesitan, que también tienen sed de Mi Palabra y de Mi Verbo y sobre todo, del Amor de Dios.

Con esa solemnidad que intento construir en sus corazones a través de este encuentro, quiero que hoy se dignifiquen ante Nuestro Padre Celestial, asumiendo este compromiso Conmigo hasta el fin de los días, sabiendo que todo lo que vivirán será una gran escuela para el alma y el espíritu.

Solo necesito que den su amor al mundo, no importando quién sea, no importando su creencia o religión, su pobreza o su riqueza, su enfermedad o su salud.

Quiero que amen como Yo los amo, porque la prueba que llega al mundo será muy dura. Y no todos soportarán ese momento. Por eso, los fortalezco en este tiempo y por medio de Mi servicio incondicional a las almas les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre para que puedan sobrevivir, así como su Maestro sobrevivió en cada paso de la Cruz, y de Su Agonía.

No es hora de estar divididos, distanciados, ni indiferentes. Coloquen sus corazones dentro del Mío y todo pasará. Porque lo que Yo deseo del mundo es muy grande y eso podrá suceder cuando retorne por segunda vez. Ofrezcamos entonces, almas Mías, este momento a nuestro Dios Todopoderoso, El que ha permitido nuevamente, en este día, esta Gracia espiritual para un mundo infiel. Pero el Amor siempre superará todas estas cosas. Todo será cumplido como Dios lo ha pensado.

Incienso.

Nos podemos poner de pie para la bendición de estos elementos.

Yo los llamé aquí porque nunca Me olvidé de ustedes y porque todo tiene un tiempo para Dios y para el Universo (*)

Al igual que estos elementos sagrados que están a los pies de su Maestro y Señor, hoy también ofreceré sus consciencias a Dios para que Él pueda cumplir Sus designios en ustedes.

El Señor Todopoderoso, nuestro Padre Eterno que está en los Cielos, bendiga con Su más infinita Luz y Sabiduría.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por abrazarme de verdad.

Hoy he escogido una canción que testimonia la Obra de la Madre Celestial, de cómo cada alma de esta Tierra, al igual que María Santísima, puede responder al llamado de Dios cuando Él lo realiza.

Hoy escogí voces tan complementarias, una de la otra, para que puedan ofrecer a Mi Corazón esta respuesta de las almas, este ofrecimiento que los corazones han realizado a Mi Espíritu.

 

(*) Cristo llama dos personas al palco.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En este día de Resurrección, las santas mujeres entraron al sepulcro al conocer la noticia del desaparecimiento de Jesús.

El Señor había resucitado, dando así testimonio del Amor de Dios Vivo por la humanidad. 

María Magdalena fue fervorosamente en busca de su Amado Señor y, al no encontrarlo allí, percibió que algo había sucedido. 

De esa forma, María Magdalena recordó que Jesús le había dicho que Él estaría presente en todos los Sagrarios de la Tierra. Así, el Maestro del Amor le quiso hacer comprender que Él siempre estaría vivo en el corazón que se abriera para recordarlo y revivirlo todos los días.

Este misterio de Cristo les reveló a las consciencias y a María Magdalena, en su interior, la exacta fe en el Propósito del Padre Eterno y en la expresión de la Divina Confianza. 

Enseguida, después de que María Magdalena buscara tantas veces a Jesús, Nuestro Señor hizo Su primera Aparición cerca del Santo Sepulcro.

Que en ese encuentro María Magdalena pudiera ver vivo al Señor, significó para el mundo la oportunidad de creer en el aspecto oculto de la Resurrección después de la muerte.

Jesús enseñó a través de este misterio de la Resurrección, así como lo hizo con Lázaro, que la vida corporal que se vuelve corrupta puede transfigurarse en algo incorrupto. 

Así, el Señor vino a enseñar, a través de este pasaje, que otras Leyes universales y espirituales pueden ser aplicadas en las consciencias, que primero deben creer en ellas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice siempre,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Santa debe ser la muerte corporal, que se consuma con el Sacramento de la Extremaunción. Es así como el alma, con la intermediación del sacerdote, se libera de los aspectos antagónicos y terrestres para alcanzar la Gracia de la redención.

Santa debe ser la muerte corporal, porque durante la agonía, cuando la consciencia recibe la Gracia de la Unción, los obstáculos que le impiden al alma volar hacia nuevos cielos desaparecen, ya que, en esencia, también el espíritu es bendecido por la Santa Unción.

Santa debe ser la muerte corporal, porque cuando el alma recibe, antes de partir, grandes caudales de oración, es ayudada a alcanzar nuevos escalones y toda la consciencia se eleva hacia nuevas escuelas.

Santa debe ser la muerte corporal, porque cuando la consciencia es ungida, se vierte toda la cura que el espíritu necesita para que se libere del pasado y pase a vivir en el eterno presente.

Santa debe ser la muerte corporal, porque cuando el sacerdote unge al enfermo o al agonizante, estará ungiendo al Cristo interno de cada ser. En nombre del Señor, estará abriendo las puertas a la divina e insondable Misericordia.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los ama,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN SAN CARLOS, ESTADO DE SAN PABLO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Cuando un dolor espiritual y profundo es curado, una liberación del pasado y de todos sus códigos se establece, gracias a la intercesión de las Leyes Espirituales de la Cura.

A través de la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento, deseo establecer un hogar en donde las almas que aún no han encontrado a Dios en su interior, lo puedan encontrar por medio de las manos caritativas que se donarán para acompañar ese momento.

En este, Mi próximo Proyecto, deseo que en el núcleo actual se viva un trabajo de cura y de oración espiritual con las almas que, en convalecencia espiritual o física, necesitarán de recuperación.

Es por esa razón, queridos hijos, que una segunda casa para el alivio del sufrimiento y en la transición hacia la muerte corporal, deberá ser fundada.

Necesito, queridos hijos, que esa segunda casa sea llamada Casa de San Lázaro; para que las almas que allí vivan sus últimos días, en la Tierra, puedan resucitar a la vida eterna.

Es por esa razón, Mis pequeños, que esta tarea se irá gestando de a poco, con la esperanza de que los servidores de San Carlos y de las ciudades de alrededor, en oración y en servicio, asuman esta importante misión por las almas que no conocen la cura ni la vida eterna después de la muerte.

Necesito que todos sean entrenados, formados y preparados para esa misión.

Es parte de todos los paulistas el propósito de la manifestación de la Casa de San Lázaro, que será afiliada a la casa matriz de la Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento.

Deseo también estar presente, como Señora de las Gracias, en la entrada de la Casa de San Lázaro.

Esta casa acogerá a muchas almas y en el futuro se expandirá, pues Mi designio es que la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento tenga otras casas en otras ciudades de San Pablo; porque esta tarea será hecha con el fin de que las almas se sientan amadas y amparadas en el momento de su muerte.

Queridos hijos, si los paulistas asumieran esta tarea de cura y de transición de las almas hacia el Reino de los Cielos, les aseguro que la ciudad de San Pablo no deberá pasar por tantas purificaciones.

Nuevamente, los invito a acoger Mi aspiración.

¡Les agradezco por acompañarme!

Los alivia,

 Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz  

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Querido hijo, queridísima hija:

Concibe en este tiempo un corazón manso como el de Jesús, libre de juicios, críticas y de condenaciones.

Concibe, dentro de ti, Mi llama de Paz y líbrate de todo reclamo y demanda.

Concibe la humildad de ser semejante a Mi Hijo en Sus obras, en Su caridad y en Su Infinita Misericordia.

No rechaces lo que vives y acepta con fervor que la hora de tu muerte interior ha llegado.

Sométete sin castigos a las reglas del amor y haz brotar dentro de ti todo lo que aún has limitado.

La libertad del espíritu se alcanza perdonándose primero a sí mismo y después a los demás. No existe paz en el alma sin reconciliación con la vida.

Las pruebas que abrazan tu consciencia son el escalón para poder dar un paso mayor y desconocido por tus posibilidades.

Deja que Mi Hijo modele el nuevo ser y vacíate, vacíate por entero, mostrando todos los días al Universo que sabes vivir el amor y que no solamente lo comprendes.

Antes de verte caminar a la deriva, Yo te tiendo Mi mano para que la tomes fuerte y te salves del peligro y de las trampas que impone Mi adversario.

Si conoces un poco el poder de Mi Inmaculado Corazón, te aseguro que aprenderás a salir de ti para servir a los otros y encontrarás la tan esperada hora de la ascensión.

No dejes que nada externo te derribe, toma cada experiencia como la oportunidad de morir a ti mismo todos los días un poco más.

Sabes que la redención comienza siendo verdadero contigo mismo, no busques respuestas ni beneficios externos, deja que el fluido del espíritu te muestre siempre la salida.

Si no sabes cómo comenzar, empieza amando lo que te parece imposible de amar, perdonando lo que nunca quisieras perdonar. Haz como lo hice Yo por ti y por la humanidad, Yo ya los había perdonado en santa humildad antes de que crucificaran al Hijo de Dios.

Recapacita y no te alejes de los que no comprendes. La verdadera rendición se dará humillándote ante el pecador o el juez que condena tu vida.

Imita el silencio de Mi Hijo y ten confianza, porque por encima de todo triunfará el amor.

Acepta lo que vives con regocijo. Vuela, vuela alto. Aunque no lo logres, Yo te llevaré al Reino de Mi Señor.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

En humildad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En un Corazón grande como el de su Madre Celeste se guardan sublimes sentimientos de amor y de unidad, a los que hoy los invito a imitar y a vivir, porque aún llegarán tiempos y experiencias que necesitarán de sus corazones expandidos para poder soportar y aceptar a los demás.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que el amor es el fundamento de toda la vida y sin ese amor la vida no tiene sentido, es una vida vacía o hueca.

Es por eso que vengo a depositar Mi Gran Corazón Maternal en algunos de ustedes para que recuperen el sentido de aprender a amar y a perdonar, para que sus vidas reflejen la Luz de Dios sobre el mundo.

Es en esta hora crucial del planeta que el amor será la base de todo, para cualquier experiencia.

Por eso, no esperen para expandir sus corazones, háganlo ahora para que los nuevos tiempos los encuentren preparados para volver a aprender y a evolucionar.

Así, los invito a imitar a Mi Amado Hijo que, viviendo la injusticia del mundo, la negación y la muerte, no dejó ni por un segundo de amar a cada uno de ustedes; fue ese amor que lo llevó a convertirse en Cristo, su Salvador.

Vivan en el amor y podrán revelar todos los misterios, porque el amor verdadero carece de conveniencia o de cualquier otra realización personal.

El amor es vida infinita.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama en Alma y en Divinidad,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Renuévate todos los días, aunque la vida parezca pasar y los años se reflejen en la apariencia de tu rostro.

Renuévate en un tiempo que no pasa, en el fluir de leyes que se transforman solo para generar nuevas posibilidades de evolución para las criaturas.

Renuévate en espíritu y permite que tu ser redescubra cada día el sentido de la vida, para que cada vez más te aproximes a la Voluntad de Dios para ti.

Sirviendo a un Dios que es movimiento constante, cambio y renacimiento permanentes, no puedes quedar aprisionado a una idea, a un viejo pensamiento ni reflejo de lo que es la Voluntad del Creador para tu vida. Por eso, hijo, renuévate; lánzate a lo nuevo y renueva tus planes de acuerdo con el fluir de las Leyes divinas.

No te apegues a las metas que tenías cuando eras un niño, en cuerpo y en espíritu. Todo lo que es vivo cambia; la transformación y la renovación en el Creador son una ley.

Renuévate como criatura, como alma, como hijo de Dios. Disuelve en tu corazón las imposibilidades y busca dentro de ti la posible y alcanzable perfección en Cristo.

Si te reconoces tan hijo de Dios como Su Primogénito, vive como Él, bajo leyes que pertenecen al Padre y no al mundo.

Renuévate comenzando todos los días como un pequeño niño; mira al mundo como si nunca lo hubieses visto; mira a cada ser humano como si no supieses nada sobre él y permite que tu corazón supere los errores del pasado, las ideas fijas sobre la conducta del prójimo y ame a cada uno de una forma nueva todos los días.

Renuévate respirando el aire como si fuera la primera vez; viendo la lluvia, el sol, los Reinos de la Naturaleza como si fuera la primera vez. Por un instante, permite que tu ser encuentre un estado de renovación desconocido para ti y, aunque te parezca loco o imposible, renuévate.

Olvida el tiempo, el pasado, las metas del futuro y también el presente. Entra por un instante en el tiempo del no tiempo y renuévate. Di: “Señor, hazme de nuevo”.

Si no te renuevas, hijo, los patrones del viejo hombre envejecerán tu consciencia y morirás en vida, sin saber de la existencia de la eternidad. Vivirás para cumplir una meta que la sociedad colocó dentro de ti cuando aún eras un niño, mientras la vida del espíritu, que es la verdad, será siempre para ti una ilusión, el segundo plano, el universo paralelo.

Por eso, renuévate y redescubre la vida todos los días. Hazte hijo de Dios y no de los hombres. Vive bajo las leyes que provienen del Padre y no solo del mundo.

Aquel que te impulsa a la renovación,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla, hoy, el misterio de la muerte de Cristo y la soledad sentida por todos Sus apóstoles y discípulos, por todos Sus seguidores, ya que muy pocos fueron capaces de comprender la grandeza de Su Crucifixión.

Contempla en tu corazón el recogimiento de Cristo, Su silencio y la incertidumbre que ese silencio causaba dentro de los Suyos.

Los que lo esperaban estaban ante una prueba de fe, estaban sintetizando en su interior todo lo que habían recibido y todo lo que habían aprendido, para colocarlo en práctica al auxiliar a los demás.

Este Sábado Santo se asemejará a la prueba que vivirá la humanidad en tiempos futuros. Ahora, aún están en la presencia de Cristo, de María Santísima y de Mi Casto Corazón; ahora aún cuentan con la Instrucción y la Guía de Aquellos que fueron enviados por el Señor para que, en la materia, lo representaran y condujeran Su rebaño a Su encuentro. Pero llegará el tiempo en que a cada uno le cabrá confirmarse y afirmar su fe. A cada uno le cabrá repartir el pan y ser el puente hasta Dios para quienes están vacíos de espíritu. Le cabrá a cada apóstol y a cada discípulo de Cristo anunciar el amanecer que llegará después de los días oscuros y, así, mantener en pie y con fe en el corazón a aquellos que deben perseverar hasta el fin, porque se comprometieron con Cristo.

Contempla, entonces, la fe de las santas mujeres de Jerusalén y cómo ellas vencieron el dolor que sentían para así vivir el puro amor que el Señor les había enseñado. Contempla la devoción de esas santas devotas de Cristo, que no solo perseveraron en el Calvario, sino que también ungieron el Cuerpo de Cristo, lo vieron resucitado, viajaron por los continentes anunciando Su Victoria y, a lo largo de los siglos, retornan al mundo, aún como santas mujeres, para perpetuar la Obra del Salvador.

Obtén tu fuerza de los misterios del Calvario, de la victoria sobre la muerte, de la fe en los días de oscuridad y de la gloria de la resurrección.

Revive la historia de tu Señor y multiplica Su Gracia y Su Bondad, siendo tú mismo la Palabra Viva de Cristo y el cumplimiento de Sus promesas.

Haz cosas mayores de las que Él hizo y cumple con Sus Palabras, así como Él lo manifestó en las Escrituras.

Renueva la Iglesia de Cristo, que no está guardada en una religión, sino en el corazón de todo aquel que tiene fe y disposición para seguir los pasos del Señor.

Aquel que te guía hacia el Salvador,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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