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Queridos y amados hijos del Padre:
Todas las ofensas que se generan en el mundo son perdonadas día a día a través de la Insondable y Poderosa Divina Misericordia que brota como manantial desde el Sagrado Corazón de Jesús.
Por eso hoy, Mis pequeños, ustedes deben entregarse en la fe a ese infinito misterio de perdón y de reparación para los corazones que han caído en faltas que ofenden a Dios.
Para que el mundo y las almas alcancen la paz y la armonía universal, necesarias en este final de tiempo, Mi Hijo precisa de humildes y espontáneos soldados de la Misericordia.
Queridos hijos, el Rey Universal del Amor de Dios, Jesús Cristo, aguarda diariamente que nuevos soldados, a través de la oración, el servicio y la fraternidad puedan ser Sus instrumentos para que Su Misericordia se difunda por el mundo. Los corazones aún no han comprendido el verdadero misterio de los Rayos misericordiosos de Jesús; por eso, hoy los invito a difundir esta importante Gracia que Mi Hijo está derramando sobre el mundo entero.
Mis niños, en Su Dolorosa Pasión se irradiaron los más altos Estados de Amor que brotaron desde el Corazón herido de Jesús. Ahora, resucitado, Él los llama a la conversión de vuestras vidas y a beber de la propia Fuente de Cristo, la cual todo lo sana y todo lo cura.
Queridos hijos, es hora de despertar ante esa magnífica y esplendorosa Gracia de Redención y de Perdón a la que Mi Hijo los está llamando a ser partícipes.
Que vuestras vidas solo sean Misericordia. Que vuestros actos sean misericordiosos. Que vuestras palabras y pensamientos sean impregnados por la Divina Misericordia. Que el Fuego del Amor de Jesús los convierta en instrumentos de Su Insondable Misericordia.
Queridos hijos, ¡aún están a tiempo!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Orando el rosario todos los días, las almas, cada vez más, se pondrán a los pies del Señor. Ellas recibirán el bálsamo de la Misericordia de Mi Hijo y, de esa manera, las faltas más graves les serán perdonadas por el Amor de Dios.
Queridos hijos, por este motivo, hoy nuevamente los llamo a perseverar en el propósito de la oración para que vuestros corazones se distancien de las artimañas del enemigo. Lleven en vuestras vidas un ritmo consecuente con la vida de oración, creen momentos indispensables de oración para que vuestras almas estén presentes en cada momento de la vida.
Cuando Yo los invito a observar un ritmo de oración, estoy llamándolos a mantener una consciente tarea espiritual e interna en este final de los tiempos. Vuestros corazones y vuestras vidas deben sentir sed de oración y de descubrir los Misterios Divinos que la fe despierta en vuestros corazones.
Hijos Míos, para eso, busquen la fuente de vuestra inspiración interior en Jesús, y Su Sagrado Corazón les mostrará el camino correcto hacia la redención y la reconciliación de cada una de vuestras vidas.
Será importante, queridos hijos, mantener constancia en la oración porque eso los preparará para enfrentar los tiempos que llegarán para el planeta.
Mis queridos hijos, hoy los llamo a tener como premisa, este, Mi pedido, que los llevará a comprender dónde se encuentra la esencia victoriosa del amor y del perdón.
Hijos Míos, como Madre Divina, cada vez más, quiero que todos Mis niños sean tenidos en cuenta para la salvación porque sé que todos deberían vivir en la belleza y en la Luz del Amor del Paraíso.
Vuestra sincera oración formará a la Nueva Tierra de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mientras Dios lo permita y, por amor, intercederé y estaré con ustedes todo el tiempo que sea necesario. Mi última presencia en el mundo acontecerá antes del retorno de Mi Hijo como una señal para las almas.
Hoy quiero invitarlos a interiorizar la lectura del Evangelio de Mi Hijo escrito por Sus fieles seguidores. Por detrás de los Hechos que Jesús vivió, existió una Consciencia Mayor, que es la Consciencia Única de Dios, que guió y acompañó todos los pasos de la resurrección de Mi Hijo.
Queridos hijos, para que vuestra vida crezca en dirección a Dios, el Altísimo, los invito a guardar en sus corazones las enseñanzas que Cristo manifestó al mundo con tanto amor.
Los misterios de Cristo fueron llaves de expansión del corazón para muchas almas, y, así, se manifestaba la cura en los hijos de Dios. Por eso, hijos Míos, las llaves que Él dejó a través de ejemplos, enseñanzas y parábolas, los llevarán a consagrarse cada vez más en el camino de Mi Hijo, un camino hacia la fraternidad.
Cristo, El que ha resucitado frente a los ojos del mundo, es Quien retornará como Buena Nueva para el tiempo presente. Es importante, pequeños Míos, que ustedes preparen desde ahora sus corazones porque cada momento de unión con Mi Hijo los fortalecerá. En cada nuevo encuentro con Él, ustedes estarán recordando la importancia de vigilar en la oración del corazón.
Sepan, hijos queridos y amados, que Él Me envía a ustedes para que, como una bondadosa Madre, los instruya y los guíe por el verdadero camino que Jesús recorrió cuando estuvo en este mundo. El camino de las almas es un camino celestial que deben recorrer en esta Tierra sin pertenecer a ella.
Ahora ha llegado el momento de la rehabilitación de todos los caídos, y Mi Inmaculado Corazón los invita a orar misericordiosamente por todos estos hijos que sin saberlo buscan a Dios.
Como soy la Madre de las Gracias, los llamo a colaborar con los Infinitos Planes de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos de Dios:
Estando ya cerca del aniversario de las Apariciones de Fátima, hoy los invito a abrir sus corazones a través de Mi llamado universal y celestial para el mundo.
Como Reina de la Paz, como Madre Universal, hoy Me dirijo especialmente a todos Mis hijos que han dejado el camino de Cristo, que han abandonado las aspiraciones y las promesas de Mi Hijo. A todos ellos los coloco dentro de Mi amoroso y misericordioso Corazón de Paz y les digo que retomen el camino hacia Cristo porque, en estos tiempos, Él les servirá como un lucero durante la noche.
Por todo esto, quiero especialmente, dirigir Mi Corazón Inmaculado hacia todos Mis hijos que niegan Mi existencia. Yo les digo que los amo, que los amaré y los socorreré aún más después de este mundo.
Permitan que en este momento sus corazones se reconcilien y se unan con el Único Padre del Universo, el que desde hace tiempo aguarda vuestro retorno.
Queridos hijos, solo soy una Mensajera del Cielo que los quiere ayudar a ver y a encontrar el camino que muchos han perdido por ignorancia o por distanciamiento de la Voluntad del Padre.
Sepan, hijos Míos, que Mi Corazón no les hará mal. Él solo quiere hacerles descubrir cómo en la vida se ama a Dios desde el corazón.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón guardián persiste en este mundo desde hace tiempo porque él debe ver surgir la nueva y redimida humanidad. Pero para que eso suceda, amados hijos, ustedes deben dar el salto hacia la divinidad, que es la misma y la única a la cual vuestras vidas deben dirigirse.
Necesito de todos Mis hijos para que retomen el camino del amor que han perdido y se reencuentren con el perdón, que falta en muchos de Mis hijos por no permanecer en Dios.
Por eso, queridos hijos, ustedes deben aspirar a la humildad porque es en ella que podrán comprender los grandes Misterios de Dios, misterios que muchos intentan mentalizar.
La verdadera vía en este ciclo será curar el dolorido y enfermo corazón de la humanidad. Ella debe conocer la Eterna Paz y el Verdadero Amor que brotan desde la Fuente de Mis Gracias a la que llamamos Dios Padre.
Acompaño sus espíritus a través del gozo infinito del Espíritu Santo y de las oraciones que constantemente elevo al Padre por todos ustedes.
Que Mi pequeño Corazón de Sierva y de Madre Nazarena les ayude a revelar los verdaderos pasos que sus vidas tanto buscan. Vivan a Dios sin restricciones para que la sabiduría los oriente en el camino de Mi Absoluta Paz.
Quiero que puedan conocerme sin miedos porque muchos de Mis hijos aún le temen al poder de Mi Amor. Mi Corazón Inmaculado los reúne en esta vida y, en nombre de Mi Bienaventurado Hijo, Cristo Jesús, recuerden que Él es la Verdad que los une, Él es el Camino que los congrega y Él es la Vida nueva que los hará despertar por la presencia de Su Amor Misericordioso.
Bajo el espíritu de la paz, Mi Corazón los invita a ingresar en el Reino que siempre han buscado. Llegarán a la paz a través de Cristo, quien desde hace tiempo les abre una puerta nueva.
Sepan, hijos Míos, que los amo.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Encuentren Mi Corazón en cada uno de sus corazones. Hallen la Luz en sus esencias y vean la pureza de Mi Amor que los fortalece día a día.
Queridos hijos:
Hoy los invito a meditar el Misterio de la Transfiguración de Jesús. En este misterio, que puede ser contemplado a través de la oración, ustedes deben meditar respecto de la señal que se manifestó en la experiencia que Jesús vivió junto a Sus apóstoles. Ellos representan el corazón de la humanidad que a lo largo del tiempo sigue la voz y la instrucción del Maestro.
Mi Hijo es para ustedes la llama de vida que les permite dar los pasos en la consagración de sus corazones a Dios. Por eso, queridos hijos, como humanidad, ustedes fueron partícipes del Misterio Divino de la Transfiguración, misterio que hoy los invito a recordar. Lleven en sus corazones la señal de este misterio divino que los llevará a descubrir una entrega profunda y una transformación constante de sus corazones.
Como humanidad, los apóstoles fueron testigos del misterio infinito del Amor que Mi Hijo vivió y vive con Su Padre Universal. Por eso, pequeños hijos, los apóstoles fueron llamados a encontrar, en lo profundo de sus corazones, la verdad de la existencia divina y de la Presencia de un Padre Mayor y Omnipotente entre las criaturas.
Jesús Instructor los preparó como humanidad en el camino del despertar de la Consciencia Única.
Por eso, queridos hijos, Yo los conduzco, como Mi Hijo lo hizo con los apóstoles, hacia el encuentro de la única verdad universal de Dios. A través del camino de la oración podrán, como Jesús, transfigurar la vida en algo inmaculado para Dios. Así sus almas, como instrumentos del Creador, podrán emanar los atributos de la paz y de la entrega absoluta del corazón. Para que Mi Hijo transfigure sus vidas deben iniciar en confianza la peregrinación de fe hacia Su Santísimo Corazón.
La fe sea en sus corazones bondadosos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
La Divina Paciencia es el don que les permite comprender con el corazón y con el alma los misterios de Dios. Eso los librará de juzgar los preceptos que la Fe Divina despierta en todas las almas.
Queridos hijos, el mejor camino para saber a Dios es vivir bajo Su Inmenso Amor, para que sus corazones descubran la verdadera devoción a Él. El camino de la fe construye esperanza y les permite sentir los misterios del Padre, los que hasta ahora han estado distantes de los hombres. Por eso, queridos hijos, la devoción a Mi Inmaculado Corazón los elevará hasta el Reino de los Cielos para que en la eternidad de sus corazones, ustedes puedan sentir al Dios Vivo, un Dios de todos entre todos.
Pequeños niños, sus almas deben ser como silenciosos peregrinos que caminan en confianza y en fe hacia los designios de Dios y que emanan pureza desde sus corazones hacia los corazones de sus hermanos. El peregrino vive en la devoción a Mi Inmaculado Corazón y él acepta estar en el Sagrado Corazón de Mi Hijo para comenzar a vivir una reconciliación interior. El alma del peregrino es la llama viva que Mi Corazón de Madre de la Paz está encendiendo en todos los corazones.
Queridos hijos, Mi misión con ustedes es acercarlos a Mi Hijo y, más aún, al ministerio de Su Divina Misericordia. Pero para que eso acontezca en todos ustedes, deben vigilar en oración y en adoración al Santísimo Corazón de Mi Hijo para que la Paz de Su Reino de Amor pueda llegar a todos. Por eso, queridos hijos, ya es tiempo de madurar la consciencia, el corazón y el alma delante de Dios, no solo en la confesión con Mi Hijo Resucitado, sino más aún, en la reconciliación y en la fraternidad entre las criaturas. Así, pequeños niños, los Planes de Dios se irán manifestando, primeramente en la fe absoluta del corazón y en la consciencia de todos Mis hijos.
Caminando en la vida de oración, los Misterios de Dios se irán descubriendo como un verdadero sentimiento de fe en sus corazones. Así, queridos Míos, Me ayudarán en la renovación del amor y de la verdad en todos Mis hijos cuando, en oración, ustedes se unan a Mí.
Mi Inmaculado Corazón es para cada uno de Mis hijos. Por eso Yo aparezco mensualmente para darles a conocer la Voluntad de Dios. Ahora, en el llamado del Padre Celestial, Él los invita a confraternizar sus corazones con todos los corazones de las almas para que Cristo pueda renovar la vida de los hombres.
El primer retorno de Mi Hijo se dará a través de la renovación de la devoción a Mi Inmaculado Corazón y, para eso, todos Mis hijos son llamados por Mi voz celestial para iniciar el camino hacia Mi Humilde Corazón.
Los aguardo en amor para que Conmigo penetren los Cielos con las oraciones y la paz pueda descender sobre los corazones.
Como ha dicho Mi Hijo de Nazaret: “Mi Paz Yo les doy, quédense en Mi Paz”.
Vivan con alegría la presencia de Mi Inmaculado Corazón entre ustedes.
Gracias por responder a Mi llamado.
Misericordia para el mundo entero. Paz para las almas que escuchan Mi voz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Al orar, no solo hallarán la fortaleza del corazón, sino también el despertar de los Dones del Espíritu Santo.
Queridos hijos, hoy vengo para invitarlos al despertar del Espíritu Santo en cada uno de sus corazones. Para vivir en este espíritu de la paz, el mismo que Me visitó a Mí y a los Apóstoles, ustedes, pequeños hijos, deben permitir que la oración hecha con el corazón pueda hacer descender esa Magnificencia de Dios. Así, queridos hijos, podrán ser impregnados por el espíritu de la paz mientras sus corazones oran Conmigo.
Queridos hijos, ya ha llegado el momento de que toda la humanidad se reconcilie con Dios a través de la unidad del corazón con el Espíritu Santo.
Amados hijos, lo que ayer parecía ser un misterio, Yo quiero que hoy sea una realidad para el mundo a través del camino sincero de la oración. Así, muchas almas que están dormidas podrán ser pulidas y moldeadas por el poder de este sabio Espíritu Santo de Dios.
El Señor los invita a la conversión del corazón y de la vida antes de que Su amada ley pase sobre el mundo. Vivan al Dios compasivo y amoroso en el día a día para que sus corazones sean colmados por Su Luz Divina e Interior. Un camino seguro para llegar hasta la presencia del espíritu de la paz es recorrer el camino de Cristo. El Maestro del Amor los llama para que ustedes, rindiendo sus corazones, puedan ser bendecidos por Su presencia universal.
Queridos hijos, muchos de los llamados “misterios divinos” se aproximarán hacia la humanidad como una última Gracia que provendrá desde los Cielos. El camino hacia la redención está abierto para cada uno de los corazones en el mundo. Lleguen hasta la fuente que quita la sed, y en vigilancia oremos por la paz en el mundo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Los contempla desde el Inmaculado Corazón,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Luz Eterna para la Tierra!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más