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Guarden en el corazón los momentos en que estuvieron con Dios. Guarden como un tesoro, como una fortaleza, los momentos en que el Cielo descendió a la Tierra para mostrar a los hombres cómo debe ser este mundo.
Transmitan así, en los tiempos de caos, la paz que habita en sus corazones, para aquellos de sus hermanos que jamás sintieron a Dios en sus vidas.
Guarden como un tesoro los momentos en que el Espíritu Santo se fundió con ustedes, para mostrarles que hay una esencia divina dentro de cada ser, que debe expresarse para que puedan ser ejemplo para toda la humanidad, como lo fue el Hijo de Dios.
Cristo llegó al mundo no solamente para ser contemplado, sino también para ser imitado. Y, para que puedan seguir los pasos de Cristo, Dios les ofrece todo lo que un día Jesús recibió. Ustedes están al lado de Su Sagrada Familia, rodeados de ángeles y arcángeles y viviendo bajo la guía de los santos y patriarcas de todos los tiempos. Ahora, el Señor no puede hacer otra cosa, solo esperar que acepten Su ofrenda.
Que, como Cristo, tomen la cruz que los llevará a una Nueva Humanidad; cruz que para la humanidad actual no es el martirio del cuerpo, sino la superación de las tentaciones del mundo, con la elevación de la consciencia. Es poder decir no a todos los estímulos que el enemigo imprime en la consciencia humana y que, poco a poco, hacen desaparecer la unión de las criaturas con el Creador.
Cargar la cruz que los lleva a la Nueva Humanidad, a los Nuevos Cristos, es encontrar la alegría en el espíritu humilde y, aunque sea una caminata solitaria y poco comprendida por la humanidad, que ustedes puedan seguir este camino que los conduce a Dios.
Que Mis palabras los colmen, los inspiren y también los impulsen a seguir este camino que les permite encontrar, en su propio interior, la Perfección de Dios.
Su amado compañero y amigo,
San José Castísimo
Entregaré hasta el último pétalo de la rosa que guardo en Mi interior, para que se disipe la ignorancia de los hombres.
Como Amor puro y materno que nace en la esencia de Dios, vengo al mundo para curar lo que es incurable, vencer lo que es invencible, derrumbar lo que es inquebrantable y que separa a las creaturas de su Creador.
En este último tiempo, no mediré esfuerzos, ni palabras para despertar el corazón humano y sacarlo definitivamente de la oscuridad, de la ignorancia en la cual vive permanentemente.
Hijos, moveré todo, dentro y fuera de los corazones, para que los orgullosos vivan la humildad, los soberbios la renuncia, los egoístas el servicio y para que aquellos que ignoran y niegan la existencia de Dios disipen todo el mal de sus ojos y de sus corazones.
Mientras exista la intercesión de los corazones del mundo, Yo siempre actuaré. Mientras exista un solo corazón que ore de verdad, Yo siempre estaré aquí.
Se acerca el día del fin de la oscuridad del mundo, y todas las raíces del mal, que habita en el interior de los seres, serán arrancadas por el Poder de Mi Amor y de la Justicia Divina. Sentirán que el suelo tiembla, que el interior no se sostiene, que el espíritu se conmueve y el alma no soporta la claridad de Mi Luz, mas sean persistentes y confíen en Mi Corazón.
Verán que muchos de los que parecían soldados valientes entregarán sus armaduras; otros lucharán para ejércitos contrarios. Que ningún ejemplo de los que no Me siguen sea motivo para alterar sus caminos.
Verán surgir, en el propio interior, un mal que no sabían que existía. Solo aférrense a Mis divinas manos y reafirmen la consagración a Mi Corazón. Yo los sostendré en esta purificación y, aunque permita que sean probados y que se confirmen en este camino rumbo a la luz, los acompañaré silenciosamente, siempre.
Pronunciaré palabras intensas que harán que el enemigo pierda su reinado dentro del corazón humano. Derribaré al espíritu arrogante y orgulloso, no para maltratarlo, sino para que aprenda, de una vez por todas, el camino hacia la humildad.
Permitiré que vivan grandes pérdidas a los ojos humanos, que para Dios serán oportunidades únicas de despojarse de sí y seguir un solo camino. Desterraré la ilusión de Mis soldados y los volveré maduros ante los Planes del Creador.
A Mi lado, quedarán pocos que responderán completamente a Mi llamado, pero con esos mantendré abierta la puerta de la redención para toda la humanidad.
Es hora de definir sus caminos, sabiendo que las consecuencias de sus elecciones no se verán en este mundo, aunque sí después de esta vida.
Para muchos, el final de todo parecerá un gran fracaso y aquellos que disfrutaron de las ilusiones de la materia se jactarán por haber escogido el camino de los placeres del mundo. Pero cuando el Cielo se abra ante las puertas del infierno y la Justicia Divina señale los nuevos caminos, será cuando sentirán los méritos de todo el sacrificio y de toda la renuncia alcanzada en esta vida.
No quiero causarles temor, pero ya es hora de que sean verdaderos, para que vivan el despertar.
Maduren en los tiempos que se aproximan.
Yo los guiaré en cuanto Me digan sí y, con las decisiones de la vida, demuestren que responden a Mi llamado.
Mi bendición se perpetuará en este sagrado suelo de la Nueva Tierra, Tierra que deberá vivir un nuevo ciclo de madurez y decisión interior. Así demostrarán al mundo el milagro del Poder del Amor y de la Redención.
Yo confió en sus corazones y sé que seguirán Mis pasos.
Vuestra Madre Santísima, María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el curso del servicio que está aconteciendo en África, Uganda es la nación que más necesita de oración, de adoración y de conversión. Por eso, en estos días en los que Mis hijos misioneros se encuentran trabajando en el corazón de África, pido a todos los grupos de oración que dediquen un momento de meditación por la paz en África y principalmente por las almas que son olvidadas.
A través de esta oferta vuestra, hijos Míos, vuestra Madre de Kibeho podrá recibir el permiso para dar ayuda espiritual a un cierto número de almas, que en esta vida pagan el precio de los errores cometidos durante años enteros.
Vuestro Lucero Universal, vuestra Santísima Madre, ha recorrido las regiones de Kampala y de los pueblos aledaños para derramar Sus Gracias en los corazones que, desde hace tiempo, están clamando por redención y liberación.
Ustedes, Mis hijos de América y del mundo, saben que Uganda es condenada todo el tiempo por la enfermedad y por todo aquello que producen las acciones de los hombres, que dicen ser más sabios que Dios. Esas acciones ingratas paralizan la evolución espiritual de la humanidad entera. La adhesión a las modernidades, a los placeres y a los gustos descontrolados hace perder y desvanecer el camino de la espiritualidad. Y son pocos, hijos amados, los que en verdad trabajan día y noche, y hasta luchan contra sí mismos para mantenerse dentro de la Ley de Dios y de Su Universo de Amor.
Queridos, estos son los tiempos del Apocalipsis, por eso recen Conmigo, vivan la oración como parte del camino de la salvación y de la redención y no se engañen más a ustedes mismos. Dios espera que, a través de vuestros pequeños sacrificios y oraciones diarias, el mundo alcance la Gracia de la liberación final.
Para eso, misioneros Míos, ustedes deben viajar a lugares remotos y olvidados como lo es África, para intentar despertar en los propios pueblos un mínimo de interés por ayudar al prójimo y mirar por un instante lo que sucede alrededor.
Hijos Míos, Uganda es la nación más marcada por la degeneración de la vida de las almas. Ruanda es la nación marcada por la soberbia y la conquista y Congo ha sido la nación que nunca ha encontrado la paz; y todos ustedes, como humanidad, son parte de esta realidad dolorosa. Ya no podrán decir que eso solo lo viven otros hermanos, ya no podrán estar ciegos ante una realidad que desborda.
Hijos Míos, humanidad Mía, ¡despierten!, antes de que la bestia salga de su abismo para barrer las últimas estrellas. Yo les hago un llamado a la consciencia porque los tiempos urgen.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca para amar a través del servicio,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi adversario está decidido a destruir los planes de paz que Yo deposito como luz en los corazones de los seres. Pero él, que le tiene miedo al poder del Amor que a todo vence, viene en búsqueda de las buenas almas para hacer de todas ellas el polvo de sus pies.
La bestia nunca podrá parecerse a ningún ángel del Cielo. Su postura, aridez y robustez son las formas que maneja para engañar a las almas a través de la mentira, de la competencia y de la desunión.
Su aliento es de fuego y azufre y fue manifestado por haberse alimentado del dolor y del sufrimiento ajeno. Con sus garras mantiene a muchos corazones presos, que están embriagados por la inercia, el placer y por todos los tipos y formas de apetitos. Además de estos corazones, otros más están presos inocentemente, porque la bestia sabe que no puede perder a sus prisioneros.
Ella es muy astuta, pero pierde la fuerza de acción en todo espacio en donde la verdadera unidad, el fuerte amor y la invencible oración se manifiestan; allí se siente débil. La bestia encuentra espacios profundos en los abismos del inconsciente, de la falsedad y del orgullo; por esta causa, muchos de los que están en el cautiverio de ese abismo es porque abrieron la puerta, desde la que espiritualmente llegaron hasta allí.
Sus diez cuernos atraen todas a las acciones del mundo, aquellas que la humanidad realiza injustamente y de las cuales nunca se ha arrepentido ante Dios. Cada cuerno de la bestia es la degeneración terrenal de un principio capital, que fueron activados por los pecados y las deudas descontroladas de las almas presas.
Sus patas delanteras son robustas, ellas son los pilares del falso poder y de la conquista de los hombres a través de las modernidades. Sus patas traseras son los pilares de la negación y de los constantes ultrajes a la vida de la Tierra, que son promovidos por sus aliados del mundo.
La bestia lleva sobre su lomo una capa que seimpuso para crear su falso reinado sobre las mentes de los que se creen maduros e inteligentes. La ceguera de muchos seres es provocada por la bestia y ella manipula el juego de las gratificaciones, para así poder ganar más terreno.
Su mirada refleja la desesperación y la soledad de todos los que fueron sumergidos en los abismos de su reino, a través de la ejecución, de la muerte y de las prisiones humanas.
Este es el falso reino y esta es la bestia que hace sucumbir, día a día, a la humanidad. Pero ella le teme a la Luz del Reino de Dios y no puede aproximarse ni siquiera a la Mujer coronada por las doce Estrellas de las tribus y apoyada sobre la gran Luna del renacimiento interior y de la esperanza.
La Santa Mujer del Sol ya está en el desierto, llevando a todos aquellos que lo permiten hacia las cuevas intraterrenas. Allí, una especie de pequeño paraíso fue creado y el propio Manto dorado de la Santa Mujer del Cielo protege y ampara todo ese lugar, que es impenetrable y desconocido por la bestia. En ese pequeño paraíso, que existe en el interior de muchos seres, se proclama el Verbo Divino de la oración, que hace fuerte y victoriosa a la fortaleza de ese lugar interior.
En ese recinto se vive el amor y todas las criaturas son colmadas por la esencia de la Misericordia de Dios. Todos conocen a la bestia, pero ninguno de ellos le teme, porque la fuerza de todas esas almas es la unidad y el amor donado al Creador.
La Mujer se prepara para enfrentar a Su adversario y el Arcángel Gabriel se unirá a la Santa Mujer. Ella se hará fuerte y mucho más invisible, penetrará los abismos oscuros como un gran Lucero universal. En esa hora, el dragón rojo ya habrá soltado su ira y muchos la sentirán; pero los ejércitos de la Luz estarán preparados para dar la respuesta a los comandos de la Santa Mujer, para poder actuar en la hora correcta.
Cuando la Mujer haya ingresado en el infierno terrestre, los Arcángeles descenderán a través de Sus más poderosas emanaciones de Luz y de Amor; y la bestia será retirada de la esfera de la Tierra. Ese será el momento de la gran liberación y así el mundo entero se iluminará por mil años seguidos.
Verán surgir en el horizonte la Luz solar del Rey y muchos se liberarán de los eternos naufragios. Se establecerá un nuevo principio de vida y muchas almas, que se mantuvieron en la fe, portarán los códigos de la victoria crística. Todo se desterrará de este mundo para que tenga espacio nuevamente el Reino de Dios.
Los ancianos tendrán sueños de esperanza, los jóvenes verán los mundos celestiales como parte de sus propias moradas y los niños enseñarán, a través del amor y de la alegría, lo que guarda el universo.
La Santa Mujer volverá a erguir el trono para el Hijo amado y los ángeles traerán entre sus manos la oferta de los puros de corazón. Al final, la humanidad recibirá su última Gracia si las almas responden al llamado del Cielo a tiempo; y los Sagrados Corazones triunfarán, al menos, en los más simples y verdaderos, porque en ellos estará el paraíso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye en la Sabiduría Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Profeta del Salvador
Como Madre de la Humanidad sigo caminando y cruzando los desiertos de este mundo, en búsqueda de las almas que se pierden y de las almas que claman por alivio y redención.
El llanto de los inocentes toca Mi Corazón, porque veo brotar de los buenos cristianos mutilados un acto de amor y de perdón por los semejantes. Pero el mundo cruel no percibe esto y el universo observa con atención todos los acontecimientos.
Vuestro amado Jesús, salva sin demora a las esencias de los seres que son exterminados y las eleva a lo más Alto del Cielo, para que reciban la Gracia de vivir eternamente en el Corazón de Dios.
Pero aún, hijos, Cristo llora sin consuelo y Su Sagrado Corazón, que está lleno de Piedad y de Misericordia, es despreciado y negado por los corazones crueles. ¡Ay de ellos si no recapacitan a tiempo!, porque la Justicia de Dios ya está actuando, pero Mi Corazón Inmaculado intercede para que al menos se establezca el Reino de Mi Paz, de la Paz del Creador.
Mientras hermanos lastiman a hermanos, la esperanza de los sometidos se ve comprometida al momento de la angustiante muerte, pero Mi Espíritu Inmaculado hace prodigios de amor y retira de la faz de la Tierra a las almas que son condenadas al purgatorio de este mundo.
No habrá mayor consolador que el amor que puedan entregarle a Cristo, Él ahora necesita de vuestra donación y sacrificio, para que Dios al menos vea que la humanidad es rescatable.
Hijos Míos, todavía recorreré los rincones de este mundo para salvar a los que podrían ser el resultado de un grave desastre planetario. El Señor Me ha permitido derramar Mis últimas Gracias; pero si en verdad no hubiera un gran arrepentimiento de corazón y una penitencia mayor de parte de las almas, el mundo entero deberá aprender a restaurar, con sus propios esfuerzos y trabajos pesados, todo lo que fue ignorantemente destruido.
Por eso hoy quiero que sepan que Mi Corazón será el refugio de los inocentes, de los desamparados y de los que son asesinados por las manos del enemigo.
Mientras Dios lo permita, Yo vendré a este mundo, que Me pertenece, y en el cual deseo despertar para Mi Hijo a los apóstoles del nuevo tiempo.
Dejo para cada uno de ustedes la aspiración profunda de siempre buscar el Reino de Dios, a pesar de todo lo que hoy sucede en esta humanidad; en vuestra interna unión Conmigo, permitirán hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón, que es totalmente vuestro desde el principio.
Hoy les recordaré una inspirada oración de un alma unida a Cristo, imprescindible para estos tiempos:
Es maravilloso Señor
Gracias Señor,
por mis brazos sanos
cuando hay tantos mutilados;
por mis ojos perfectos
cuando hay tantos sin luz;
por esta voz que canta
cuando hay tantas mudas;
por mis manos que trabajan
cuando hay tantas que mendigan.
Es maravilloso Señor,
sonreir, amar y soñar,
cuando tantos lloran, tantos odian
y tantos mueren antes de nacer.
Es maravilloso Señor
tener un lugar donde volver
cuando hay tantos que no
tienen un lugar adonde ir.
Es maravilloso Señor,
tener tan poco para pedir
y tanto para agradecer.
Amén
¡Gracias hijos del Cristo del Bien, por haber respondido a Mi importante llamado!
Los reúne, los bendice y los ama,
Vuestra Santísima Madre María, Rosa de la Paz
(1) Autor de la oración: Michel Quoist. Sacerdote católico del siglo XX
Mis amados hijos:
Quiero que reconozcan Mi llegada a vuestras vidas y que sepan que nunca más estarán solos.
Yo habitaré en cada corazón que Me abra la puerta de su interior y allí reinaré como vuestra Madre Celestial por toda la eternidad.
Cuando cada uno de Mis hijos pueda vivir Mi Amor en su interior, este mundo dejará de sufrir y padecer por las asechanzas del enemigo.
Hoy llego a esta, Mi Casa, una morada predilecta para Mí. Aquí encontré el amor de los simples, de los desposeídos, de los imperfectos y también de los puros de corazón, de los fuertes de espíritu, de los incansables en el camino de la caridad y de la entrega al prójimo.
Aquí Yo sembré la semilla de la Nueva Tierra en el corazón de Mi amada hija Pama, para que ella se donara por entero y, a través de sus manos y su corazón, Yo pudiera obrar y rescatar a las almas frágiles, almas que recibieron el amor de madre y de padre que Dios destinó para Sus Criaturas.
En este día, pido a todos los que escuchan Mi Voz que oren, para que este delicado y precioso proyecto de Dios se mantenga a salvo de las garras del enemigo, el que busca intervenir en cada uno de los proyectos de Mi Hijo.
En esta casa, que con tanto esfuerzo y amor se le tiende la mano al inocente que sufre, que padece por la ignorancia de otros, en este lugar sagrado, Yo deposité Mi Luz y Mi Amor maternal. Son ustedes, Mis servidores, los que deben cuidar y proteger con amor cada consciencia que aquí llegó a encontrar una luz para su alma.
Quiero expresar para todos Mi gratitud, porque sé lo difícil que es para todos ustedes, dentro de este mundo agonizante, crear un espacio de verdadera luz y redención, de amor y evolución.
Hoy les pido a todos que coloquen en el corazón este, Mi proyecto de amor y de redención, donde Mi Hijo aspira llegar un día, para que todos sepan en los tiempos que vendrán, que una vez Dios con Su dedo de Amor señaló esta sierra, este lugar y estos corazones, para que se gestara aquí la semilla de una Nueva Tierra, una nueva humanidad fraterna. Cuidemos, todos, esta aspiración del Creador.
Hoy bendigo a cada uno de estos niños, de estos jóvenes y a aquellos espíritus guerreros que los acompañan con tanto amor. Derramo Mis Gracias nuevamente sobre este lugar y en nombre del Creador, dejo Mi Estandarte de Paz, Amor y Protección, para que el enemigo no coloque aquí sus pies.
Benditos sean los que con la pureza del corazón construyen la fraternidad. Ellos serán llamados Hijos de Dios, el Altísimo, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean los que se esfuerzan verdaderamente, día tras día, por trascender los males de este mundo y ofrecen al universo una puerta segura para que la luz de las estrellas pueda descender. Ellos serán llamados guardianes del universo, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean los que persisten, los que ya han colocado, con determinación, sus almas en el final del camino y construyen con su fidelidad al Plan de Dios la oportunidad para otros. Esos serán llamados por el Creador los eternos fieles, por todos los siglos que vendrán.
Benditos sean ustedes, Hijos del Altísimo, por abrirme la puerta del corazón día tras día.
Oren, oren, de día y de noche que Yo los tengo siempre bajo Mi Manto.
Los amo y los guardo dentro de Mi Materno Corazón.
Gracias por esperarme con tanto amor y por estar hoy Conmigo.
Vuestra Madrecita del Cielo, María, Madre y protectora de todas las criaturas del mundo
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Bienaventurados serán los que abren los ojos y el corazón a las verdades universales y que en vida recuerdan que existe un origen hacia el cual deben retornar.
Hijos, en estos tiempos en que la humanidad se pierde por las astucias del enemigo, los invito para que sean soldados de Mi ejército mariano, para que, a través de la oración, puedan sacar de las redes del mal a todos aquellos que se pierden cada día.
Quiero que en este tiempo también sean inteligentes y a través del corazón descubran que la oración es la llave que los liberará de toda oscuridad y mantendrá frente a sus ojos un camino iluminado, por el cual deberán seguir para cumplir con los Planes del Señor y con Su Divina Voluntad.
Hoy les digo que mientras el mal somete a muchas almas en este mundo, deben existir aquellos capaces de transformar en vida todas las palabras que les fueron entregadas a lo largo de estos siete años en los que estoy al lado de todos ustedes.
Mis amados, quiero que se esfuercen en este tiempo que llega, a vivir los atributos de Mi Inmaculado Corazón; atributos que hace tanto tiempo les entregué, para que pudieran alcanzar los principios de una nueva raza.
Mis palabras no deben volverse bellas palabras para los momentos en que necesitan consuelo. Mis palabras deben impulsarlos a un nuevo tiempo, a una nueva raza que sea capaz de reflejar la semejanza con el Creador de todas las cosas.
Mis queridos, cada día más la humanidad se aparta de la semejanza con Dios y la esencia Divina, que el Señor Todopoderoso depositó en todas Sus creaturas, en muchos comienza a apagarse. Por eso les pido que no escatimen esfuerzos para encender otra vez la esencia Divina en vuestros hermanos y en ustedes mismos. Para eso, no se cansen de orar y de cruzar los umbrales de este universo de oración, que aún es tan desconocido para todos.
Mis amados, respondan a Mi Llamado para que no sean sorprendidos en estos tiempos que vendrán. Comprendan ahora que todo lo que les pido es urgente y vital, no solo para vuestras vidas, sino para toda la humanidad.
Hoy quiero dejar Mi bendición sobre la ciudad de Buenos Aires y sobre todos los hogares del mundo, que de alguna forma Me abrieron las puertas. Les pido que estas bendiciones y gracias que les entregaré no queden solo en vuestras vidas, pues existen muchas almas que no Me conocen y que no saben que Yo estoy aquí, esperando que Me abran las puertas del corazón. Por eso, vayan y sean portadores de todas las gracias entregadas, para que los más olvidados de Dios sean tocados por las células de Su Reino Divino, que hoy les dejo a través de Mi Verbo, en vuestras vidas y en vuestras esencias.
Multipliquen las bendiciones que reciben por medio de la oración y del testimonio vivo de Mi presencia en el mundo. Anuncien que un nuevo tiempo deberá llegar.
A través del amor, enseñen a amar. A través del corazón, enseñen a orar. A través de la paz, enseñen a pacificar este mundo tan lleno de dolor.
Cuento con vuestros corazones, que deben ser en este tiempo, la puerta de ingreso para que Mi Inmaculado Corazón llegue al mundo.
Yo los amo y les agradezco a todos por escuchar Mi Llamado.
María, Madre y Reina de la Paz
Ríndanse a Mí y sobrevivirán en este tiempo.
Los He lavado con Mi Agua para purificarlos. Los sequé con Mi Manto para protegerlos.
Los curé. Les curé las heridas con Mi Sangre y todos fueron testigos de Mi Retorno sabio al corazón.
Cólmate de Mi Luz. Nútrete con Mi Espíritu y aléjate del mal que solo quiere hacerte daño.
No abras ni una puerta al enemigo, mas espérame con los brazos abiertos cuando te venga a visitar.
Sostente en Mi Confianza, ya sabes que no te decepcionaré. Deja que Mi Fuego Divino queme tus estructuras para que ahora nazca, el nuevo ser redimido.
¿Qué esperas para entregarte a Mi Luz y ser partícula de Mi Energía Crística?
Antes de que entres en Mi Reino, deberás vaciarte mucho más de lo que imaginas. Pero ten fe y esperanza, Mis Manos nunca te soltarán. Yo te acompañaré hasta el final, cuando verdaderamente Me des espacio para poder hacerlo.
Dejo Mi Corazón como oferta de vida. Desearía que todos Me escucharan, como una vez tú Me escuchaste.
Ya es hora de preparar la morada. Ya es tiempo de unificarse y no de distanciarse de Mí.
Mi Padre te lo ha dado todo y Yo también te lo daré. Por eso, confía en lo que sucede dentro de ti. No te sientas solo ni abandonado, porque el pastor nunca abandona a sus preciosas ovejas.
Ven y quédate en Mi Regazo, así serás digno de llamarte Hijo de Dios. Mientras espero que des el paso hacia Mi Corazón y seas parte de Mí, no dejaré de decirte que debes regresar a Mí.
Yo estoy aquí por ti y por más nada, así como estoy por cada alma y esencia que Mi Bondadoso Padre Ha concebido.
Yo Soy el Guardián de tu vida y de tu destino.
Yo Soy el Umbral perfecto por donde cruzar y caminar con fe hacia lo desconocido.
Quiero hacer algo de ti que desconoces. Deseo que Me dejes obrar y continuar, pues Mis planes para tu existencia son más profundos y verdaderos de lo que tú imaginas.
Confiésate Conmigo y no pierdas la chance de renovarte, a través de Mi Presencia en tu corazón.
¿Acaso Me aceptarás así como Soy?
¿Quién se arriesgará a borrar su identidad para ser parte de Mí?
¿Quién esperará, en alegría y en gloria, Mi Regreso?
Ahora, Yo vengo a visitarte en Espíritu, pero vendré en Gloria para que recuerdes Quién Soy.
Solo espero tener en Mis Manos instrumentos purificados por Mi Misericordia. Solo espero por su sí final.
Ahora, escucha lo que Te diré directo al corazón: ”Hijo, pequeño, soldado orante sin espadas, reposa en los Brazos de tu Comandante para que, en el amanecer que llegará, veas surgir en tu universo interior la llama del Amor, la llama gloriosa de la resurrección de la humanidad”.
Bajo la gloria que los permea y los consagra, sean bienaventurados.
Gracias por visitar Mi Sagrado Corazón, en oración.
Cristo Jesús Glorificado
Queridos hijos Míos:
Con Gracia y Misericordia elevo sus corazones al Cielo, para ofertarle al Padre Celestial la hermosura y la belleza de sus vidas.
Hoy, por última vez, envío Mis Mensajes de Paz al mundo. Hoy se cierra un ciclo en el que la humanidad debió haber atendido a Mi llamado y escuchado Mi Mensaje de advertencia.
En esta noche de Gracias y de redenciones, he rezado por todos ustedes y he recibido en Mi regazo a sus esencias, que son de verdadera importancia evolutiva para su Padre Celestial.
Mientras el mundo coloca su atención en las cosas de la vida material, Yo vengo aquí con el objetivo y con la divina misión de que me lleven a sus casas como corredentora y Madre de todos los corazones. De esa forma ustedes, Mis queridos hijos, permitirán que Yo pueda interceder por sus semejantes para que también alcancen la redención del corazón.
Les pido, en nombre del bendito Amor de Dios, que lleven Mi Palabra sagrada a todos los lugares a donde vayan, así Yo también podré realizar Mis planes en las almas que día y noche se pierden en este mundo de ilusión.
Como Madre del Verbo Divino, Me anuncio a todos ustedes como una vez Me anuncié en Fátima, en Lourdes y recientemente en Medjugorje, porque Dios Me ha permitido aparecerme en todos los lugares que corren un verdadero riesgo espiritual.
Con este fin, en esta noche abro Mis brazos, los elevo al Cielo e imploro por la humanidad y por todos los Reinos de la Naturaleza que son ultrajados por esta raza. Vengo para retirarles la ceguera de sus ojos y para que a través de Mi cura universal y de Mi maternidad, ustedes puedan despertar al Retorno de Cristo, Nuestro Señor.
Mis ojos iluminarán sus caminos cuando tan solo oren Conmigo por los sacerdotes y consagrados, para que ellos consigan ser el espejo luminoso de la Faz de Mi Hijo Jesús; porque, hijos amados, esta humanidad se cierra a escuchar lo que viene del Cielo, para corregirlos y colocarlos en el camino de la paz.
Como Reina del Santo Rosario, les pido que recen Conmigo por Mis planes, antes de que el enemigo consiga convencerlos de vivir una vida de ilusión material.
Mis hijos, deseo que, desde aquí como desde todo el mundo, nazcan los apóstoles del amor y de la redención que podrán dar el fiel testimonio del regreso de Cristo.
Por eso, les pido que se consagren a Mi Inmaculado Corazón para que estén protegidos y resguardados de todo mal, porque cuando todos ustedes consigan abrir las puertas del corazón, Dios podrá entregarles Su Amor reparador y misericordioso.
Están a tiempo de tomar el rosario y de ponerse a orar por la paz, paz que no existe en el hombre ni en ninguna alma. Ustedes tienen la verdad entre sus manos. Recen con devoción, pidan perdón, reconcíliense a tiempo y serán dignos de vivir la cena redentora con Mi Hijo, el Sacerdote Mayor.
A través de Mi Inmaculado Corazón, les abro las puertas del Reino de Dios para que pronto se eleven en espíritu y disipen los códigos del mal de sus vidas.
Por su sí, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Agradezco la compañía grandiosa de todos Mis hijos durante estos tres últimos años de Gracias y de conversiones.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y de toda la humanidad
Para estos tiempos de pruebas, de confirmaciones y de entregas, Yo los invito al camino de la superación. Vuestro Padre Eterno contempla con atención los pasos ciertos y seguros que todos Sus hijos amados están dando para este tiempo de crisis espiritual y material.
Vengo en este día para anunciarles un nuevo ciclo, después de todos estos años compartidos Conmigo a través de las sagradas instrucciones del Cielo que Yo les he entregado.
Queridos hijos, he venido en peregrinación a Santa Fe para recordarle a la humanidad que en estos tiempos solo la fe y el camino de la oración permanente los salvará. Ahora, Dios Me ha pedido que Sus hijos queridos aprendan a descubrir el universo del crecimiento interior por medio de las pruebas y de las experiencias.
Antes de que el enemigo los quiera quitar del camino, Yo he venido a rescatarlos, trayéndoles este importante mensaje de preparación para el final de los tiempos. Ustedes, Mis amados hijos, son llamados para formar un ejército de oración y de luz, capaz de ser receptáculos para las energías divinas y supremas. Pero para que eso sea posible, Yo he venido a anunciarles como síntesis espiritual el tiempo de vuestra transformación y purificación.
Toda la humanidad se encuentra hipnotizada y sonámbula, debido al efecto nocivo de las modernidades y de los avances humanos. Les pido, en nombre de Mi Hijo, que no teman desprenderse de aquello que los lastima artificialmente por dentro. Que vuestra verdadera comunicación sea con Dios y todo el Universo Mayor.
Si las almas en verdad buscaran la unión con lo Alto y lo Supremo, muchas circunstancias no pasarían en la vida material de Mis hijos. Para este siglo definitivo, como ya les he dicho, vengo para desatar el gran nudo de la inconsciencia y de la falta de atención.
Como Vuestra Madre Celestial, deseo que den los pasos al despertar de una nueva vida, unida a toda la Creación Universal a la cual pertenecen. Mi urgencia es sacarlos del sueño que generan las modernidades y la falta de conexión con las Leyes Supremas.
Todos ustedes nacieron para vivir en la felicidad y el amor; el desorden del mundo y la falta de equilibrio generaron efectos irreversibles en la vida de Mis hijos y muchos fueron conducidos por el camino de la tristeza, del dolor y de la enfermedad.
Dios Me ha pedido avisarles por última vez, que el Cielo se abrirá para recibirlos a todos; Él derramará las Gracias y las bendiciones sobre todos los que no las merecerían.
Por eso, hijos, con valentía enfrenten este último ciclo de duras pruebas y confirmaciones, para que pueda florecer en ustedes la luz de Cristo.
Aguardo día y noche por ustedes y desde el Cielo oro por todos, para que la mayoría de Mis queridos hijos comprendan que llegó la hora de dejar de pensar en sí mismos, para comenzar a pensar en el mundo y en la necesidad de servicio y de oración por esta última humanidad.
De esa forma Mi Corazón se ofrece a ustedes, para que en consciencia y entrega reconozcan la Voz de Dios, la que resuena en el Universo y los llama al despertar.
En este último mensaje mensual, los invito a realizar una recopilación de todos los mensajes, para que puedan vivirlos y practicarlos, así podrán estar preparados para lo que vendrá.
Por este encuentro de Dios, quedemos unidos en oración para estos momentos.
Les agradece por la atención interior,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Yo Soy la Santa Virgen Desatanudos, que llega a vuestras vidas para liberarlas de todo mal.
Yo Soy su Santa Madre Universal, la que os acoge bajo Su manto universal de Paz, para que los asedios del enemigo no los saque del camino en el que Dios los colocó.
Hijos Míos, miro al mundo y veo que muchos aún duermen en la ilusión de la vida material, otros piensan que están despiertos, pero aún están atrapados por los engaños del enemigo y en lo profundo cultivan el deseo de realizarse en la vida material. Muy pocos son los que están verdaderamente despiertos y que ya disolvieron todas las expectativas relacionadas con la vida en la materia, para entregarse por completo a la vida del espíritu.
Mis amados, Yo les pido que oren, porque dentro de la oración encontrarán todas las llaves que necesitan como humanidad. No es solo a la oración a donde Yo los quiero conducir, sino que es necesario que comprendan que la oración es la llave maestra que abre todas las puertas del universo celestial.
La oración les traerá el despertar, les traerá la protección que necesitarán, sobre todo para vuestras almas. La oración les traerá la comprensión de todas las dudas, les traerá discernimiento en las decisiones más definitivas. La oración disolverá las influencias del enemigo sobre vuestras mentes y sobre vuestros corazones. La oración les traerá cura, les traerá Paz.
Mis amados, Yo tengo potestad para mover los universos y a pesar de eso, la única herramienta con la que cuento es la oración verdadera y pura, que puede transformar cualquier obstáculo, disolver cualquier tipo de oscuridad y activar en el universo los Espejos de Luz que irradian al mundo.
Descubran en este tiempo el poder de la oración. Arriésguense a traspasar los límites de la materia y de la ilusión de la vida material, para descubrir el poder del verbo emitido desde el corazón.
Mis amados, si creen en Mi presencia y confían en Mis palabras, jamás dejen de orar. Jamás permitan que el enemigo coloque en sus vidas prioridades superiores a la oración diaria, porque más allá de lo que necesitan construir en este mundo, deben construir la fortaleza interior a través de la oración.
Los frutos generados por los esfuerzos materiales se disolverán al final de esta vida en la materia, pero los frutos entregados a través de la oración definirán no sólo lo que vivirán en este mundo, sino todo lo que podrán experimentar en los próximos, por toda la eternidad.
Mis queridos, sumérjanse en el universo de la oración. Oren, oren todo el tiempo, así darán espacio para que sea Dios quien actúe en sus vidas.
Yo Soy la Desatanudos, la que sostiene en las manos las dificultades de aquellos que se entregan a Mi camino de Paz y por medio de la oración disuelve todos los nudos de esta cuerda que los debe llevar a la vida superior. Aférrense firmemente a esta cuerda que lanzo al mundo y permítanse elevarse al Reino Celestial.
Yo los amo y les pido incansablemente: oren, oren y oren, pues aún no descubrieron el verdadero poder de la oración.
Yo los bendigo siempre.
Santa María Desatanudos
Queridos hijos Míos:
Que en vuestros rostros hoy pueda surgir la sonrisa y la alegría de volver a encontrarse Conmigo.
Yo regreso a la ciudad de Betim debido a la respuesta que todos Mis hijos Me han dado para estos tiempos.
Hoy vengo con la esperanza de derramar Mi Divina Piedad sobre los corazones necesitados. Mis brazos de Madre se abren para acoger a cada una de vuestras vidas.
Como Reina y Salvadora de almas Yo conozco vuestros pesares, dolores y aflicciones; vengo para traer el Amor que tanto buscan en este mundo.
Nuestros Sagrados Corazones, recogen vuestras ofertas sinceras para que ellas sean contempladas por el Corazón Amadísimo de Dios.
De esta forma Mi Proyecto se cumple a través de los buenos servidores e hijos Míos que en devoción responden a Mi llamado.
Llego a Betim con la esperanza de reabrir las puertas a la conversión y a la redención que muchos necesitan vivir para estos tiempos. Yo guardo el Don de Dios, el que les permitirá alcanzar la redención y la paz; este Don tan preciado por el Padre se llama: Amor, el Amor del corazón.
Mi propósito es que desde aquí, desde esta ciudad y desde todos los pueblos que viven humildemente la devoción a Mi Inmaculado Corazón, puedan surgir grupos de oración renovados por el Espíritu Santo, que en este día Yo les traigo en nombre del Amor de Mi Hijo Resucitado.
Oro por ustedes todo el tiempo, y les digo que ahora el Cielo necesita de todas vuestras vidas para poder Obrar y cumplir el Plan de Paz que el mundo tanto necesita.
Hoy recibo de vuestros corazones las verdaderas urgencias y necesidades de cura física y espiritual, pero el verdadero milagro que existe para vuestras vidas es permanecer en Dios y con Dios por encima de todas las cosas.
Mi Espíritu Maternal e Inmaculado los quiere animar a servir plenamente, porque solo a través de la caridad y de la donación, el mundo como totalidad podrá equilibrarse.
Con este fin Yo visito sin tiempo y sin demora a las grandes ciudades, lugares en donde se encuentran Mis preciosas almas, aquellas que deben ser retiradas, a través de Mi intercesión, de los engaños y de los desvíos del enemigo.
Cuando vuestros corazones se encienden por la oración y por el canto, las Puertas Mayores y Supremas de la Cura, de la Misericordia y de la Redención se abren al solo escuchar el clamor y los ruegos de las almas simples.
Recuerden, que Yo Soy Vuestra Mediadora y Señora de la Piedad.
Desde el Cielo les traigo la oportunidad de reencontrar el camino de la Luz y, así, Yo los separo de las tinieblas, curando vuestros corazones.
Por todos los que en estos días, se dedicaron a responder de forma inmediata a Mi llamado, ¡Yo les agradezco ahora y siempre!
El Cielo los bendice en Gracia y en Misericordia.
Vuestra Madre María, Señora de la Piedad y del Cielo Azul
Queridos hijos Míos:
Mi Corazón se llena de Gozo y Mi Espíritu se regocija cuando las almas responden a Mi llamado.
Con este fin, hoy deseo consagrar a todos los hogares del mundo a Mi Inmaculado Corazón; para eso vengo a pedirles que una imagen de la Reina de la Paz sea colocada en la entrada de cada casa, con el fin de proteger y amparar a todas las familias. Si así lo hacen, le estarán diciendo al enemigo que vuestras moradas pertenecen a Dios y que nada que no fuese semejante al amor del Padre podrá reinar allí.
Queridos hijos, no saben cuánto anhelo tenerlos cerca de Mi Corazón y escuchar vuestras oraciones. Por vuestra amorosa respuesta, Dios me ha permitido seguir guiándolos, como así lo hacen muchas madres en el mundo.
Para eso Yo deseo, queridos hijos, que todas las madres que ya tuvieron hijos, al igual que Yo tuve a Jesús, se consagren al Espíritu de Mi Maternidad. Así en vuestros hogares reinará la paz y la unidad en los tiempos que vendrán.
Hijos Míos, no saben cuánta destrucción y desespero existe en el seno de las familias. El enemigo y sus modernidades han conseguido sustituir la Palabra de Vida, la Biblia, por Internet, la oración por la palabra desenfrenada, el ayuno por la gula incesante y, principalmente, el amor verdadero del corazón fue cambiado por la mentira y la falsedad.
Para evitar la ley de Dios sobre muchos de Mis hijos, Yo vengo para pedir que todas las mamás miren hacia Mi Corazón y puedan sentir Mi ejemplo de paz y de humildad.
Ustedes Mis queridos, ni se imaginan cuánta maldad infunde el enemigo sobre las familias, hasta el punto de alcanzar la destrucción y la desunión entre los seres. Pero Mi espada de luz desciende desde el Cielo para cortar todo el mal y para establecer el Amor de Dios, que es Ley y es Vida.
Mientras los Centros Marianos en el mundo, los cuales Yo he fundado de tiempo en tiempo, son islas de salvación, Yo les pido que sean una verdadera familia espiritual; familia que busque todo el tiempo vivir los mandamientos de Dios y una vida de amor y de oración, de esa forma aliviarán Mi Corazón Inmaculado.
Pero recuerden hijos Míos, que la adoración al Santísimo Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, establecerá, sobre el reino de la Tierra, una oportunidad de poder recibir una Gracia Mayor.
Cuando decidan colocar la sagrada imagen de la Reina de la Paz en la puerta de sus casas, Yo les prometo:
Para que las promesas de la Reina de la Paz se cumplan, Yo les pido amorosamente a todas las mamás del mundo que Me reciten la siguiente oración, para alcanzar Mi Espíritu Maternal.
Oración para alcanzar el Espíritu Maternal de María
Sagrada Virgen María,
que gestaste en Tu Vientre el Amor de Dios
y que de Tu Vientre nació la Vida Suprema
que fue donada a nosotros en Misericordia y Redención.
¡Oh Sagrada Madre!
Reina entre todas las madres de la Tierra,
permite que vivamos Tu Maternidad
para que en los días que vendrán
reconozcamos el rostro de Tu Amado Hijo Jesús,
en todos los rostros de nuestros hijos.
Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice, los adora y los ama,
María, Reina de la Paz y de todas las mamás del mundo
Hijo:
Le hablo directamente a tu corazón, porque sé que él siempre Me sabrá responder.
Estoy presente en todos los Santísimos de la Tierra, aguardando que muchos más se animen a conocerme en el silencio.
Si en verdad las almas se entregaran un poco más a Mi Corazón, Yo podría resolver todos los problemas que viven; pero el enemigo siempre articula su juego para confundir a los Míos, solo le basta tocar en la herida abierta para que las miserias, que muchos viven, comiencen a mostrarse.
Hijo, debes saber que en el Santísimo se expandirá tu consciencia y pronto sabrás distinguir, a través de la Adoración, a Mi Voluntad Infinita.
Sabrás sentir, por medio de la Adoración, el camino a ser recorrido.
Sabrás diferenciar cuándo deseo que hagas algunas cosas y no otras, cuando debes estar atento y silencioso.
Los que se arriesgaron a consagrarse a Mi Corazón de forma inmediata y se propusieron vivir los votos que, día y noche, reformulan la vida abnegada, todos ellos tendrán el doble trabajo de controlar, en sí mismos, las necesidades e ideas que surjan en sus consciencias, porque un ser totalmente consagrado aguarda todos los días la señal que proviene de lo Alto.
De todos ellos, siempre esperaré un poco más, al punto de estar preparados para buscarme y encontrarme en su corazón interior. En ellos, derramo Mis Gracias Celestiales. Por ellos y a través de ellos, cuando verdaderamente Me corresponden, Yo puedo obrar y hacer milagros de vida.
Ahora, que su foco se concentre en el poder de la Adoración, en ella muchas tempestades se disolverán y encontrarán el remedio para sanar los males espirituales.
Me hice Cuerpo Vivo y Glorificado para que las almas físicamente, a través de la Eucaristía, en la que Yo siempre estoy presente, pudieran unirse al universo y al manantial de Mi Misericordia.
En verdad, hoy padezco por aquellos que son engañados y pierden la fuerza de la santificación. Anhelo poder encontrar apóstoles formados para este último tiempo. Ellos serán buscados como ovejas entre lobos, pero Mi pastoreo es recto y los llevará por el camino de la redención.
Por eso, búsquenme a través de la Adoración; así estarán confirmando Mi Presencia en toda la Tierra, porque en la Adoración se establece un puente de unión con los Cielos y el alma comulga de Principios Divinos que desconoce, pero que son colocados en su corazón.
Cuando estés solo, inquieto o débil, encuéntrame en la Adoración. Mi Corazón es el Santísimo para el mundo y todos deben penetrar las dimensiones a través de la contemplación. Ella será el escudo que los librará de todo mal. Ella será el lucero que alumbrará la próxima noche oscura.
En verdad, la mayoría de las almas están adorando las modernidades y grandes descargas electromagnéticas hipnotizan la consciencia inferior. Por la influencia de estos medios involutivos, el Cielo no se puede abrir sobre la bóveda de cada espíritu y una distancia extensa se establece entre la materia y la propia divinidad de cada ser.
Yo estoy observando cómo muchos son engañados. La profecía del Apocalipsis se está desdoblando con fuerza y determinación sobre el planeta, pero solo los sabios de corazón percibirán estas cosas. Yo deposito el poder de Mi Confianza en ellos, pero sé que siempre serán más tentados que los hipnotizados.
Quien concentre su corazón y su mirada en el Santísimo no se perderá, sabrá distinguir lo parecido de lo verdadero y contará con herramientas espirituales para poder sobrellevar el tiempo de los engaños.
No será necesario sorprenderse por lo que les digo, esto es solo una pequeña muestra de la actual ilusión de la humanidad.
Por más confuso que el tiempo se presente, Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra y el alma sedienta de Mí, solo vendrá a Mi encuentro; así, no se desviará del camino, se librará de ser tentada por los demonios de la sensualidad y del placer que en este ciclo estarán creando subniveles de maldad y de conquista en las buenas almas.
Pero quien observe con atención, podrá saber y sentir lo correcto y lo incorrecto. Yo tengo la Potestad Divina de disolver todas las crueldades del espacio; bastará que más corazones se postren ante Mi Santísimo Sacramento para que, en profunda honra y Adoración, Yo pueda extirpar las influencias del mal y más almas, que mueren por tan amarga sed, puedan resucitar por Mi Agua de Vida.
Estos ya no son tiempos remotos, son tiempos de batalla. El Cielo y el infierno se juegan el reinado de la Tierra. Cuanta más tentación, más será la debilidad; cuanta más Adoración, mayor será la fortaleza inquebrantable del espíritu.
Para los consagrados no existe otra sal que no sea Yo. Soy el único complemento de vida que no les fallará y no los hará sufrir. Por esta causa, de buscar la sal de este mundo, muchas ordenes se ven debiltadas y enterradas en las arenas áridas de la Tierra, sin encontrar salida.
Yo aspiro a que los que Me escuchan que sean inteligentes, les digo estas cosas para evitar nuevas caídas en ustedes.
La fe será el instrumento de su Adoración y elevación hacia Mi Reino. No se imaginan cuántas veces Yo He llamado a la puerta de los corazones y solo He visto el fruto de largas pasiones que ciegan y distancian a los Míos de Mi Eterno Corazón.
Dios, Su Padre, Me permitió darles estas advertencias, porque ya están prontos para que en el próximo mes se cumplan siete años de Gracias anormales e infinitas. Digo anormales porque solo la Pureza Virginal de Mi Madre permitió derramar semillas en desiertos sin agua.
Ahora que muchos florecieron por el Amor Divino, donen vuestro amor humano para que a través de Mi Corazón él sea purificado y sublimado en el Reino Mayor.
Estén atentos, no estoy pidiéndoles lo imposible; ahora, en esta era, esto no serviría de nada. Yo vengo a reactivar el Mensaje final que una vez di en Ruanda. Aurora, el amanecer interior, será el puente a la redención de todos los que una vez fueron deportados a la Tierra por Dios.
Vengo a rescatar lo irrescatable.
Vengo a dar vida a lo que ya está muerto.
¡Ay de aquellos que no se arrepientan! Será tarde para poder reconocer Mi Gloriosa Faz en el momento del Retorno.
Mientras todo sucede, busquen el espíritu de la santidad; así, Me agradarán todo el tiempo y Yo podré descansar en sus corazones.
En el Amor Crístico, siempre los bendigo.
No se desanimen, todo lo podrán a través de Mi Corazón de Paz.
Cristo Jesús Glorificado
Hijos Míos:
Reconozcan delante de sus vidas el despuntar de un nuevo sol, el amanecer de un nuevo día, el surgimiento de un nuevo tiempo que se anuncia a través de Mi Santa presencia.
Yo soy la Inmaculada y libre de pecados, la bienaventurada Sierva de Dios, que en nombre de la humanidad elevó Su verbo al Creador, glorificándolo y aceptando para la eternidad, que se hiciese en Mí su Santa Voluntad Celestial. De esta forma, hijos Míos, di al mundo el ejemplo vivo de cómo deben actuar todos los seres en este momento planetario.
Un nuevo Cristo debe nacer, esta vez en los corazones de todos los hombres, pero es necesario que sigan el ejemplo fiel de la Sierva de Dios y glorificando al Creador se dispongan a cumplir con Su Santísima Voluntad.
Un camino de profunda Paz os aguarda, porque aquellos que aceptan cumplir la Voluntad de Dios, viven en Su Corazón y nada podrá destruir la unión alcanzada con lo Alto.
Aquel que asume en su vida cumplir con los Planes del Creador se torna un puente entre el Universo Celestial y la superficie de la Tierra y a través del ejemplo de su corazón, pleno de paz y de caridad, trae a sus semejantes la Paz de Mi Reino, la Paz que el mundo desconoce.
Hijos Míos, Mi presencia anuncia un tiempo mayor de Paz para el mundo, porque Mi Corazón busca la conversión de las almas, la reconciliación de cada corazón con Dios.
La paz debe surgir de la transformación de vuestras vidas y cuando dan un paso más en este camino, el Creador puede interceder por el mundo entero. Cada uno representa a todos, el paso de uno genera méritos para toda la humanidad, por eso no se cansen de caminar.
Sepan que la llave para todo está en el ejemplo que cada uno puede dar por medio de sus acciones, de sus sentimientos. La mejor forma de transformar el caos en que vive el mundo, hijos Míos, es siendo el testimonio vivo de l presencia de Dios en todas las criaturas, siendo el testimonio vivo del retorno de Cristo en cada corazón, en cada esencia.
Como Madre y Reina de la Paz, les anuncio un tiempo mayor de Paz, porque les traigo la conversión y la Fe, les traigo la posibilidad de vivir en fraternidad con sus semejantes, de reconciliarse con sus familias y de perdonar todo el pasado.
Es tiempo, hijos Míos, de renovar sus vidas y con confianza seguir el camino señalado por Mi hijo Jesús Cristo, porque es tiempo de que la humanidad despierte para su verdadera misión en este mundo, la de ser una raza de Cristos y no solamente de cristianos.
Busquen a Paz y caminen para que un nuevo tiempo surja en este mundo. Luchen con la espada del amor y el escudo de la perseverancia, porque el enemigo intentará desviarlos del camino, pero el auxilio siempre llegará para aquel que con fervor clame a los Cielos por ayuda Divina.
Yo estoy al lado de todos ustedes y así estaré siempre, por toda la eternidad.
Su amada Madre, María Reina de la Paz y de todos los corazones
Hoy vengo a bendecirte, sígueme con confianza. Yo te mostraré la desolación de las almas que en este tiempo final se entregan en los brazos de la perdición y del pecado. Esto hiere Mi Corazón Sacratísimo; desde lo profundo de Mi Ser siento una desolación que nunca se acaba, por la opresión que las almas viven entre la vida terrenal y la vida del espíritu.
Ven hoy y consuela a tu Maestro, acaricia Mi Corazón con tus reverberantes y simples oraciones; deseo día y noche salvar a todos los que pierden el sentido del camino que Dios escogió que vivieran desde el principio.
Necesito, queridos Míos, de consolación permanente. Las almas en estos tiempos son engañadas fácilmente por todo lo que el enemigo les coloca por delante y, como si nada, se olvidan de que Yo estoy aquí en este mundo, en Espíritu de Misericordia para ayudar a todos. Me respaldo en los corazones que buscan Mi Camino y persisten en querer vivir Conmigo un camino semejante al Calvario.
Amigos Míos, recen por las almas que Me provocan una gran desolación interior; son almas que aún no aprendieron a amar a Dios, ni siquiera a vivir el verdadero perdón. Los llamo a que por amor y devoción Me dediquen la atención que necesito, de esta manera Yo podré interceder a través de Mi Infinita Misericordia por los que no merecerían la plenitud de Mi Eterna Gracia.
Pero como Mi Amor es insondable y poderoso, vengo al mundo para derramar sobre los Míos los códigos de la conversión y de la redención.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por consolar a Mi Corazón.
Cristo Jesús
Por la Gracia Suprema que ustedes reciben directamente de Mi Corazón, recen por aquellas almas que, aun estando con vida, están presas en las cárceles del enemigo y no consiguen ver el esplendor de Mi Divina Misericordia.
Yo les aseguro que en los próximos tiempos se quebrarán las cadenas que oprimen y llevan al pasado a millones de corazones del mundo, porque el Sumo Sacerdote del Amor será visto por muchos. Él vendrá entre las nubes anunciando la redención del mal en la Tierra y el establecimiento de la Eterna Paz en quienes la han perdido por diferentes razones.
Para ese gran momento, Mis discípulos deberán estar atentos y preparados, para no cambiar en la última hora Mi Presencia Gloriosa por las modernidades astutas que el enemigo logró sembrar en la consciencia de la humanidad.
Cuando llegue el Hijo de Dios, las malignidades que someten a las almas de Mi Padre serán expulsadas, y esas almas se rehabilitarán en el cenáculo del amor y del perdón. No quedará piedra sobre piedra, como una vez Yo lo anuncié. Todo lo que parezca estar lejano de los ojos de los simples se revelará y nunca más una mentira impedirá el despertar amoroso de un cálido corazón.
Aquellos que con inteligencia y devoción se unan a la Coronilla a Mi Divina Misericordia, sabrán qué pasos dar para no perder el sentido del camino espiritual. Y al fin, la Religión de Mi Padre será una sola, la Religión del amor, de la humildad y del perdón.
Nadie quedará sin saber que Yo retornaré pronto, en breve. Aquellos que Me negaron serán transmutados por el Fuego Poderoso de Mi Amor.
Ahora, antes de que la barca de la humanidad naufrague, sostengan con su fe las antorchas que iluminan el mar oscuro deste mundo. Pronto surgirá en el firmamento universal el Sol eterno que iluminará la vida de los que siempre tuvieron fe en el Regreso del Hijo de Dios.
Bajo el Bien y la Paz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Profecías con atención.
Cristo Jesús
En la Hora de la Divina Misericordia, Mi Corazón desciende a la Tierra y la ilumina con infinitas Gracias Reparadoras para todas las almas.
Aquella alma pecadora y ofensiva que se aproxime a Mi Fuente de Prodigios durante esta Hora de Infinita Misericordia podrá reconocer, en Mi Consciencia, el Amor Divino que sana y redime a todas las vidas sobre la Tierra.
Por eso, durante la Hora de la Misericordia, entréguenme sus miserias, que Mi Corazón conoce desde el principio, para que sean liberadas y redimidas por Mi Misericordia.
Yo Soy la Luz para el mundo y para los corazones; aquel que se dirige a Mí encontrará una respuesta y de esta forma unirá su corazón al Mío, y juntos conoceremos en profundidad el Universo Celestial y, en consecuencia, la Fuente de Mis Misericordias.
Pero debe existir en ustedes una confianza absoluta en Mi Presencia y en Mi Obra Redentora. Ella se cumplirá en aquellos que de verdad puedan ser siempre misericordiosos con sus semejantes.
La Fuente de la piedad espera rescatarlos de la perdición y del desvío espiritual que el enemigo propaga como idea y pensamiento. A aquel que busca realmente la respuesta sobre los asuntos de la vida, Yo le digo que la encontrará en la Fuente Insondable de Mi Divina Misericordia.
Quiero que sus almas se decidan a ser rayos de Mi Misericordia para el mundo entero. Para que eso suceda, bastará la confianza en Mi Ser y no temer que Yo remueva lo que está viejo y árido en ustedes, porque siempre Yo les saciaré la sed interior.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón Sacratísimo.
Cristo Jesús Misericordioso
Mi Corazón Invencible prevalece ante el caos de la Tierra, y toda alma que esté unida a Mi Corazón Redentor, también prevalecerá a pesar de los embates del enemigo.
Pocos son los que se ofrecen a Mi Consciencia Universal para ayudarme a liberar las almas y las consciencias que están presas de su propia condición. El Señor de las Alturas envía nuevamente a Su Hijo Primogénito para ayudar a curar el gran dolor de la humanidad.
Esta vez el Universo vuelve a reunir a los apóstoles para que juntos y como uno solo, lleven en sus corazones la espada de Mi Liberación, la que por amor terminará de cortar el mal del mundo.
Con el rosario en la mano, vivan la oración misericordiosa; que ella sea la luz en las tinieblas y el amparo ante las asechanzas. En cualquier condición y momento, que su verbo reverbere por siempre, para que la luz y el amor puedan vencer, y al fin reine la paz en la humanidad.
Hoy Mi Consciencia Sacerdotal, Universal y Planetaria intercedió por el espíritu frágil de la humanidad y, durante la Hora de Mi Misericordia, los portales de la liberación evacuaron almas en condiciones de ser redimidas y perdonadas. Mi Amor por ustedes, que es infinito, restauró todo lo que estaba dañado, y una vez más Mi Insondable Misericordia tuvo su victoria en la Tierra.
Este gran manantial protegerá y lavará las heridas que están abiertas en sus seres.
Gracias por llamarme a su encuentro orante.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por prevalecer en Mi Corazón Misericordioso.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más