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En el principio de la Creación solo existía la Unidad, la Consciencia Divina que habita donde no hay tiempo ni espacio, donde no hay materia, sentimientos ni pensamientos, donde solo hay Espíritu.
Sin dejar de ser Unidad, el Espíritu de Dios se multiplica. Esto es Omnipresencia.
Sin dejar de ser Espíritu, nace la Mente de Dios manifestada en los Arcángeles. Esa es la obra de la Omnisciencia.
Sin separarse de los niveles del Espíritu, Dios manifiesta la Luz en creaciones materiales. Ese es el fruto de la Liberación.
Dios, que era Uno, se divide en tres, sin dejar de ser Único. Incomprensible para la mente humana es Su Trascendencia.
Dios Padre se hizo Hijo y en la Transfiguración multiplica a Su Único Hijo en todas las criaturas. Todas son Una con el Padre, por intermedio del Hijo.
Los principios primordiales toman vida propia y poder creador. Los Rayos se tornan consciencia y habitan todas las partículas existentes en el cosmos.
Dios jamás perdió la Unidad del inicio. Su multiplicación no tiene fin, no tiene límite. Su Consciencia se expande más allá de las fronteras del espíritu, de la mente y de la materia. Su Divinidad todo lo impregna.
Ustedes pueden preguntarse: “¿Cómo habitará el Creador en un mundo tan lleno de oscuridad? ¿Dónde está Dios, cuando el caos se precipita en el mundo?”.
Dios es Vida que habita la esencia, Consciencia que anima a los conscientes, Luz que da forma y vida a lo que los ojos de los que no están ciegos pueden ver.
Un hombre puede no ser ciego, pero si hay ausencia de luz en su vida, nada podrá ver. No es que el mundo no exista, que los colores no existan, que la vida no exista: lo que sucede con ese hombre es que está separado de la luz. No está ciego, solo está encerrado en un cuarto oscuro y vacío, y no encuentra forma de abrir las ventanas ni sabe que las ventanas existen en el cuarto de su consciencia.
Así sucede con la mayoría de la humanidad. La ignorancia y la indiferencia encerraron a la consciencia humana en un cuarto oscuro y todos los misterios de la vida están del lado de afuera, listos para ser revelados en el momento en que se abra la ventana de la consciencia.
Como no están ciegos, creen que ven todo. Como no conocen la luz, no saben que están presos en un cuarto oscuro y piensan que la vida comienza y termina dentro de las cuatro paredes de ese cuarto.
El amor, el servicio y la oración llegan a lo oscuro de esas consciencias como rendijas de luz, que entran por la ventana, revelando que la ventana existe y que detrás de ella se encuentra un grandioso misterio.
Algunos pueden ver la luz por la rendija y creer que ya conocen todo; otros osarán abrir la ventana y contemplarán la vista delante suyo. La consciencia se expandirá, profundamente, a pesar de ver solo la vida delante de su pequeña ventana.
Hasta hoy, casi no existieron quienes se dispusieran a salir de ese cuarto y explorar el mundo fuera de sí mismo; por eso, los misterios continúan siendo misterios.
Comencé este mensaje con algunas palabras que son capaces de abrir, en el cuarto oscuro de la consciencia, una pequeña rendija, pero sé que muchos cerrarán la ventana con sus propias manos para, así, permanecer en la oscuridad absoluta.
Reflexionen sobre lo que les digo e intenten, por un instante, arriesgarse a sentir en los ojos del corazón este misterioso rayo de luz, esta pequeña rendija que se abre en la consciencia.
Si dejan que la consciencia se expanda, podré llevarlos verdaderamente hacia la unión con Dios. Podrán ser más verdaderos en todo y develar misterios, incluso sobre sí mismos y sobre la vida planetaria.
Por el crecimiento y madurez de la consciencia humana y su adhesión a la Verdad,
San José Castísimo
Muchos se preguntan de dónde partirá la unidad entre las diferentes culturas, religiones, razas y naciones. ¿Cómo unir tanta diversidad?
Pocos descubrieron la potencia del Amor de Dios y casi nadie vive la verdad que es saber que, si un Dios tan infinito fue capaz de crear tanta diversidad, Él se encuentra en todas las cosas y también en las diferentes religiones inspiradas por Él.
Las criaturas están dentro de la Consciencia de Dios, y Dios en ellas, pero la ignorancia que cerró sus ojos no les permite ver que el Creador está ahí, en lo profundo. Y, así, viven una ilusión, una vida separada de Él, solo por el hecho de no saber que Él Es en todo lo que fue creado. No lo ven y no lo sienten porque no se abrieron para saber que Él está en el interior de los seres.
El Creador, en Su posibilidad inconmensurable de amar, a lo largo de la existencia de la humanidad, concibió muchas religiones. Cada una conduciría una parte de Su Creación, pero al mantener viva su esencia todas llevarían a un único fin.
Cuando María dice que unirá, en Su Inmaculado Corazón a las diferentes religiones, pueblos y razas, no significa que todos reconocerán a la persona de María como Madre de Dios. María es la propia Unidad, pues Su Manto ampara en sí a toda la Creación. Como Unidad, Ella conduce a las diferentes religiones al Amor, que es el Principio que expresa Su Hijo.
Puede ser que muchos no reconozcan a la persona de Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida, pero aquellos que creen en el Amor y viven en el Amor están en Cristo, sin saberlo.
El Amor que Cristo expresa trasciende la existencia de la persona de Jesús. La Unidad que expresa María trasciende la persona de María. Ellos ya no son parte material de una Creación. Aquellos que provinieron de un Espíritu Único se manifestaron en la Tierra para construir un camino, para expresar un arquetipo, para dar un ejemplo vivo y, ahora, en las diferentes escalas de evolución, siguen dando ejemplos y dejando Sus pisadas en todas las dimensiones, para que incluso los ángeles sigan Sus pasos.
Los principios de Amor y de Unidad son posibles de vivir para todas las religiones verdaderas e, incluso, aquellos que no tienen una religión guiada por una institución, pero que, en sus corazones, buscan religarse con Dios todo el tiempo por el Amor y por la Unidad. Es así como Cristo y María conducen a la humanidad.
Ser cristiano es más que creer en Cristo. Si quieren llegar a la religión del corazón, en la cual todos son hermanos, hijos de un único Dios, crean en el Amor y en la Unidad.
El Amor y la Unidad los llevarán al Origen. Esta es la razón de la existencia humana: vivir esos dos atributos universales, que un día se hicieron carne y que hoy retornaron al Corazón Purísimo del Creador, para que toda criatura que vive, desde la materia hasta el espíritu, pueda retornar a Dios.
Quiero que anuncien al mundo que Dios es único y que los une a Él en los principios del Amor y de la Unidad. No importa que el camino sea aparentemente diferente, porque unos tendrán más apertura para seguir los pasos de Mahoma; otros, los de Buda; otros, de Cristo; otros, de María; pero todos pueden unirse, en espíritu, en el Propósito de Dios para la humanidad, que es único: el Amor y la Unidad para llegar a Él.
Vivan con esa certeza en el corazón y no duden, ni un solo instante, de la posibilidad de que Dios, del cual provienen todas las cosas, pueda hacer retornar hacia sí, todo lo que un día Él creó.
Yo los amo, los bendigo y les pido que sigan orando por la Paz en el planeta. Todos los días recuerden que sus espíritus ya viven en Dios y que, solo de ser conscientes de la Presencia de Él dentro de ustedes, ya son portadores del mayor misterio de Amor y de Misericordia de esta Creación.
Oren por los que desconocen el Amor de Dios y por aquellos que creen que lo aman, pero que no conocen el verdadero Amor ni la verdadera Unidad que llevan al Creador.
Su padre y compañero,
San José Castísimo
Como una esfera de luz de siete colores, Yo desciendo a la Tierra para nuevamente colmarla con las Gracias de Dios. Espero que esta esfera luminosa sea vista y reconocida por el universo interior de cada ser.
Dios en Su silencio infinito envía esta señal luminosa de la Madre de Dios para que todas Sus criaturas se eleven al Propósito divino. A través de Su Divino Pensamiento Universal, Su Voluntad hace mover esa esfera de siete colores entre los espacios del cosmos para que el sol interior de cada alma vuelva a encenderse y así retome la tarea confiada.
Es tiempo de que las criaturas afirmen su vida espiritual por medio de la vida superior, Reino Infinito en donde la verdad, la energía y el sonido están manifestados.
Hoy las criaturas del Padre deben ver en el espacio a la esfera de siete colores para descubrir a través de ella, la señal que Dios está anunciando por medio de Su silencio: un nuevo tiempo sin tribulación.
El Reino de Dios se aproxima a través de la esfera de siete colores, el sonido manifiesta en todo el cosmos las nuevas notas de armonía para la Tierra.
Participen de este acontecimiento espiritual, la esfera de siete colores se encuentra cruzando los Cielos de este universo para demarcar en el horizonte una nueva señal: el tiempo del retorno de Cristo.
Que esta señal luminosa de la esfera de siete colores permanezca presente en sus memorias, porque el Reino Celestial se aproxima para erguir nuevamente a todos los que quieran ascender de corazón.
La Gracia está llamando a su puerta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la vida celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el enemigo intenta fortalecer el ansia de poder material y la discordia entre las naciones y las diferentes religiones del mundo, que aquellos que aún están lúcidos y firmes en la aspiración de seguir el Propósito Divino fortalezcan la convicción de que el único Poder es el que viene de Dios y de que todas las religiones que conducen al Padre deben ser respetadas.
Hijos:
Comprendan que el espíritu de la próxima misión a Medio Oriente, como también la de Chaco, es la Unidad, la posibilidad de unirse en amor y en respeto a las diferentes culturas y formas de reverenciar a Dios, que es Único.
Si las almas caminan hacia Dios bajo el espíritu del Amor, de la Fraternidad y de la Unidad con el prójimo, no importa la forma como recorran este camino, porque, cuando llegue la hora, Dios mismo unirá todos los senderos abiertos por Él a lo largo de la existencia humana, para fundirlos en un único destino, que es el Amor y la Unidad con Él.
Lo más importante en este momento es darle ejemplo al mundo de la posibilidad de amor existente entre las diferentes religiones, culturas y naciones. No importa si los cristianos son perseguidos en Medio Oriente, el hecho de que los cristianos de Occidente vayan en auxilio de ese pueblo, con la intención de disolver el odio que se expande en los corazones es para Dios un acto grandioso que equilibrará muchos males del planeta.
Así como los misioneros están yendo a Medio Oriente, que todos los seres orantes del mundo los acompañen con sus corazones y se unan a este propósito de orar verdaderamente para que las diferentes religiones se fortalezcan en la esencia de unión con el Único Dios, que es el Dios del Amor y de la Verdad.
Hijos, jamás permitan que el enemigo alcance su meta de destruir en el corazón humano la fe en sus religiones y la esencia de todas ellas. Que todas las religiones verdaderas, que llevan a Dios, puedan mantener la pureza y la esencia vivas, para que sigan religando las almas al Creador, como es el propósito de la existencia de cada una de ellas.
También en Chaco, en Argentina, deberán aprender la religión del corazón, que trasciende las instituciones y solo se basa en el verdadero sentido de la palabra: religarse.
Que, poco a poco, el amor y el respeto sean sembrados en la consciencia humana. Esa es la Voluntad de Dios para este tiempo. Que, a pesar de las diferencias, haya unidad entre los seres. Que los diferentes caminos sean formas de conducir a las diferentes almas a un único propósito: el Amor y la Unidad con Dios.
Si aprenden a dar la vida por sus amigos, a amar y a perdonar por sobre todas las cosas, estarán viviendo los Principios Crísticos, aun dentro de otras religiones. Es así como la consciencia alcanza la cristificación, aunque solo llegue a comprender la esencia de su experiencia cuando trascienda el nivel físico de este mundo.
Cristo está escondido en la esencia de todas las religiones verdaderas, pues aquel que vive en el Amor vive en Cristo.
Yo los amo y los bendigo.
San José Castísimo
Cuando María llegó, Ella mostró una imagen del universo y, de una forma que no sé explicar, vi la Consciencia de Dios. Él se estaba recogiendo en un profundo silencio que, a pesar de ser silencio retumbaba en todo el cosmos y hacia estremecer el interior de todas las criaturas en el Cielo. Dios guardaba dentro de sí, aquel primer Pensamiento que tuvo al crear el proyecto humano. Él se concentraba en la perfección de Su Idea Original para el hombre y así meditaba.
María nos mostraba que muchos consejos se reunían, aunque sin saber cómo ayudar a la humanidad, solo observando para que en lo imprevisible del corazón humano, surgieran algunas posibilidades de conducir a los hombres hacia el cumplimiento de los Planes de Dios. Nuestra Señora decía que, para todo el Universo, en este momento el destino de la Tierra es imprevisible. Dijo que solo Dios sabía lo que ocurriría, pero Él callaba y concentraba todo Su Amor en dirección a la esencia de cada ser humano.
Era como si Dios, en aquel momento no usara ningún intermediario, pues Él mismo, en su silencio, estaba intentando llegar a la esencia de todos los seres humanos para revelar Su Misterio directamente a aquellos corazones que pudieran percibir Su Presencia.
María nos explicaba que, en medio de todo el caos y el mal del mundo, el Creador comenzó, Él mismo, a actuar en la Tierra intentando mostrar al corazón humano la grandiosidad de Su Plan para la humanidad; la posibilidad única que el ser humano conserva de unirse a Él, perfecta y absolutamente, el amor único que se encuentra latente en el interior de todos nosotros. Dios está intentando mostrarnos todo eso.
María nos convidaba para que, solos y en silencio, pudiésemos ingresar en nuestros propios corazones para intentar sentir a Dios, para buscarlo dentro de nosotros mismos y para descubrir lo que Él nos quiere revelar en Su silencio.
Queridos hijos,
Mientras el mundo agoniza, el Corazón de Dios Altísimo calla y el Creador concentra Su Divino Espíritu en el verdadero propósito de Su Creación.
En estos tiempos, en que la humanidad está en el ápice del desvío de la razón de su existencia como parte de un Proyecto Divino, el Señor está intentando mantener viva dentro de sí aquella aspiración divina que, un día, emanó de Su Consciencia para renovar todo el Universo.
Cuando aceptó la experiencia del proyecto humano, Dios sabía de todos los riesgos, pero también conocía la potencia del amor depositado como posibilidad latente en el interior de cada ser humano, en su esencia más profunda.
El Creador Altísimo permitió que Su Creación corriera un gran riesgo: que criaturas aparentemente tan pequeñas tuvieran la posibilidad de llevar a un extremo de evolución o de involución todo el universo material manifestado por Él.
Hijos, ahora delante de todo lo que sucede en el mundo y que trasciende las barbaridades de la vida material, con repercusiones verdaderamente peligrosas y destructivas para la vida del espíritu, el Señor solo observa el mundo y calla.
Todas las criaturas creadas por Dios están atentas a Su silencio, que repercute como un gran misterio dentro de toda la Creación.
El Señor sabe que este es un momento definitivo, incluso para Su Divina Consciencia. El silencio de Dios guarda en sí, una certeza de Su triunfo, a pesar de hacer estremecer a todas las criaturas, internamente.
Cuando Dios calla es cuando solo Él sabe lo que ocurrirá. El Universo apenas observa atento los movimientos de la humanidad y espera, segundo a segundo, la forma de conducirla por el mejor camino.
Mientras los consejos se reúnen y los maestros y guías, entre los Bienaventurados, renuevan sus planes, Dios solo calla.
Les digo esto hoy para que sientan el silencio de Dios, para que sientan Sus Ojos puestos sobre sus corazones todo el tiempo. No solamente los intercesores de la humanidad ruegan por el despertar del corazón humano, también Dios en Su silencio, concentra todo el Poder de Su Consciencia Creadora para resguardar, dentro de sí, el arquetipo perfecto de la humanidad.
En el silencio del Creador, Él se une a la esencia de todas las criaturas de la Tierra que aspiran a cumplir con Su Plan. Por eso hijos, si hoy escuchan estas palabras, mediten por un instante en lo que les digo y únanse al silencio de Dios.
Observen sus propias esencias como una conexión verdadera y pura con el Altísimo. Encuentren dentro de ustedes la unión con el Padre y, gracias a esta unión, permitan que el Creador despierte en ustedes, aquel pensamiento único que Él tiene para cada uno.
Dios, en el centro del Universo, calla y en Su silencio Él se multiplica en el centro de cada criatura.
Sé que lo que ocurre en el mundo perturba muchos corazones y también a las consciencias de aquellos que conocen la gravedad de los tiempos, sin embargo, Mis amados, si verdaderamente quieren ayudar a la humanidad, sientan a Dios en su propio interior. Imaginen al Creador de todas las cosas en Su profundo silencio, que retumba fuerte en el interior de todos los seres.
El Universo se detiene ante el poder del silencio de Dios. Él está intentando hacerse escuchar por Sus hijos; está concentrando el poder de Su Amor por la humanidad y por el cosmos infinito, con la intención de darles a conocer la verdad. Por eso, a pesar de todo lo que hoy aflige sus corazones, permitan que sus consciencias se eleven más allá de la materia; que, al mismo tiempo, ingresen en su interior y viajen hacia el centro de la Creación, encontrando dentro de sí, un Dios silencioso que les extiende Sus Manos y les muestra la verdad de Su Plan.
Mientras para todo el Cosmos la intención de Dios con Su silencio es misteriosa, Él quiere ingresar en el interior de los seres humanos, para revelarles directamente la verdad de Su Amor.
Hijos, ¿abrazarán la grandeza de lo que les digo? ¿Se abrirán al misterio de recibir, dentro de ustedes mismos, un Creador tan inmenso que se hizo pequeño para hablarles al corazón?
Descubran hoy la unión perfecta entre los seres humanos y Dios, porque el Señor calla en este tiempo, para dar a conocer a los hombres el mayor misterio de Su Creación, que es la posibilidad única de la unidad perfecta con el Altísimo.
Mientras las miserias emergen del interior de todos y el caos utiliza todas sus estrategias de conquista, Dios aspira a revelarles Su Grandeza.
¿Quién se abrirá a esta verdad?
Los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos compañeros en Cristo:
Sé que muchos creen que repetimos las mismas palabras muchas veces y se preguntan por qué hacemos esto. ¿No será porque aún no se abrieron para la esencia de la Enseñanza y siguen en la superficialidad de entenderla, pero no en la profundidad de vivirla? ¿Será porque siguen con la información dentro de la mente, creyendo que saber es lo mismo que ser?
Yo vengo a hablarles sobre el silencio, que es tan poco comprendido y vivido por la humanidad, sobre todo en el Occidente del planeta.
Vengo a hablarles sobre el silencio como una búsqueda del vacío y del camino a la humildad. Quiero que comprendan el silencio como algo que los saca de sí mismos y no algo que los encierra en el propio ombligo.
El silencio mal vivido los vuelve egoístas, llenos de juicios sobre los demás y con un sentimiento sutil de superioridad. Ese es un falso silencio, que calla la boca pero que descontrola la mente y los aspectos más bajos del ser. Ese es un silencio forzado, un silencio que oprime, un silencio que, partiendo de la falta de paz y al generarse por medios forzados y conflictivos, jamás dará paz al espíritu y menos aún al planeta.
El silencio del que les hablo es aquel que el alma comienza a buscar cuando ya no encuentra salida para sus imperfecciones y ya no soporta estar consigo misma. Por eso, camina ávida hacia la elevación, hacia el Dios que es el Verbo y, al mismo tiempo, es el propio Silencio, que ampara todo lo que fue creado en Su misterioso Sonido sin ruido.
En estos tiempos de purificación, el silencio será una llave maestra que, combinada con el servicio y la caridad fraterna, nunca permitirá que ustedes pierdan el camino.
En medio de tantas imperfecciones, que al mismo tiempo son tan palpables y tan ilusorias, el alma solo podrá salir de la confusión que la envuelve buscando el silencio, silenciando el tumulto de la expurgación interior, para vivir la propia evolución de una forma más armoniosa y pacífica, más consciente y efectiva.
Ustedes no deben buscar el silencio como mutismo y pensar que ya está todo resuelto. El silencio es el medio, la elevación es lo que los motiva, y el encuentro con Dios es la verdadera meta.
Si viven el silencio con la intención de elevarse para traer un poco más de paz para el mundo, ayudarán a la humanidad a dar sus pasos. Y si, además del silencio, viven la caridad fraterna, sabrán cuándo las palabras serán necesarias.
El hablar se volverá un acto de caridad. Sabrán el momento de reír, de estar sobrios, de dar un aliento o de recogerse, de emitir un parecer o de solo observar.
Yo los llamo a buscar el equilibrio por amor al planeta y no solo por ustedes mismos.
Si ya están cansados del propio abismo, intenten estar más silenciosos, en una búsqueda permanente del Dios que se esconde en Su Creación.
Si aún no comprendieron lo que Yo les dije hoy, experimenten vivir estas palabras y vuelvan a leerlas pasado algún tiempo.
Verán cómo la consciencia se encontrará en otro punto de comprensión.
Su padre e instructor, amigo del silencio que lleva a Dios y que les muestra a los corazones las necesidades más profundas del prójimo.
San José Castísimo
Que el Señor tu Dios y tu Padre derrame sobre ti Sus bendiciones y Gracias Divinas. Que construya en tu corazón una inquebrantable fortaleza, con base en la humildad y en la honestidad.
Que el Señor lave tu espíritu, limpie tu alma y retire de tu consciencia lo que aún te incita a la perdición y a descuidar el Plan de Dios.
Que el Señor vierta sobre ti Su Perdón, para que sepas perdonar al mundo a tu alrededor, borrando el pasado y aprendiendo a comprender el futuro.
Que el Señor coloque Sus Ojos en los tuyos, para que puedas ver Su Presencia en cada ser y comprender Su Voluntad en todos los acontecimientos, enseñándote a intuir y a discernir. Que coloque Sus Manos en las tuyas, para que ellas estén disponibles para recibir y ansiosas por dar. Que coloque tus pies en Sus Pisadas, porque Él no podrá caminar por ti; hayen este mundo que debes elegir con tu corazón, pero podrá indicarte el camino y aguardar frente a ti para que lo acompañes de cerca.
Que el Señor tu Padre, tu Compañero, tu Rey y tu Maestro jamás te pierda de vista. No dejes que Él quite los ojos de ti; para eso, haz siempre lo que Él te pide, aprende lo que Él ya te enseñó y Él estará siempre contigo, mostrándote nuevos horizontes, conocimientos y secretos que desconoces.
Que el Señor retire los límites de tu consciencia, amplíe la visión de tu corazón y te enseñe a amar a lo grande y a salir del amor escaso, del amor personal, individual y humano.
Que el Señor te muestre que cada gota de sudor de tu rostro corresponde a la oportunidad de salvación de un alma, siempre y cuando tus obras fueren para Dios. Así, aprenderás a trascender
los límites, a donar lo máximo de ti y, a veces, lo imposible.
Conocerás el sentido de lo ilimitado que habita la Consciencia de Dios que no tiene fronteras.
Que el Señor te ayude a reconocer lo Sagrado, la reverencia que nace del amor del alma por lo que Dios manifiesta en tu vida. a leer los símbolos de los acontecimientos; contempla
la grandeza y la belleza de cada alma y de cada Reino de la Naturaleza. Vive para conocer la Perfección de Dios.
Por infinitas horas, días y ciclos, le pido a Dios que esté más cerca de ti y que derrame sobre ti todos Sus Dones y Virtudes, para que tú seas pleno en Dios y que colmes al mundo con tu santidad.
Quiero, con eso, enseñarte a orar por los demás, a desear para el prójimo siempre lo mejor, siempre lo divino, lo sublime, lo glorioso.
Ora por tus hermanos, así como Yo oro por ti. Aprende a pedir por los demás, así como hoy Yo pido ante tu corazón.
Oro al Creador todos los días para que Él triunfe en cada corazón humano. Ora Conmigo por el prójimo todo el tiempo. Si tus hermanos consiguen vivir los Dones y las Virtudes Celestiales, el Reino de Dios descenderá al mundo, y tú también estarás dentro de él.
Aprende, hijo, a querer para el prójimo siempre lo mejor, y que tu súplica sea verdadera.
San José Castísimo, que te enseña a interceder por las almas.
Fortalece la verdad en tu interior y sé verdadero, no solamente cuando estás solo y sabes que no puedes esconderte de Dios en tu soledad.
Consolida tus aspiraciones más puras y mantente en esa pureza lo máximo que puedas.
Recuerda la grandeza del Plan de Dios; recuerda también el sufrimiento del mundo y ofrece tu transformación, pensando en cómo debería ser el mundo y observando en qué se convirtió. Tanto en la grandeza del Plan del Señor como en la abismal situación planetaria, debes encontrar los impulsos para no ser lo que eres y caminar hacia lo que debes ser.
Busca un mayor contacto con Dios en la soledad del corazón y fortalece allí la pureza de tu interior. Cuantos más momentos de unión con Dios tengas en tu día, más fácilmente te mantendrás en el propósito y resistirás las tentaciones que se presentandelante de ti.
Sin embargo, si eliges estar ante todas las situaciones que ya sabes que no puedes superar, en vez de escoger estar en soledad con Dios y ser verdadero delante a Él, jamás podrás salir de la permanente batalla contra ti mismo. Y no será necesario que el enemigo se aproxime a ti, porque tú solo corres hacia los abismos de tu consciencia.
Hijo, ya sabes que te estás purificando al retirar el lodo en tu interior; ya sabes que, muy intensamente, las tentaciones y los deseos mundanos que aún tienes dentro de ti te llaman a que caigas. Por eso, no coloques tu consciencia en pruebas innecesarias, cuando el camino de la paz se muestra a tus ojos.
Antes de correr hacia las situaciones que te comprometen, da un paso atrás y encamínate a la soledad con Dios. Aunque sea por un instante, confiésate con Él y renueva tu aspiración a estar en la pureza de tus intenciones.
Fortalece lo puro que hay dentro de ti y deja que lo impuro pierda su fuerza y perezca por el desinterés de tu consciencia en relación a las impurezas, porque aquello que hoy estás purificando se alimenta de ti mismo y solo permanece en tu interior cuando es retenido por tus propias manos.
Escucha, entonces, lo que te digo y no reafirmes las imperfecciones y vanidades, contemplándolas delante de ti; suéltalas y dirige tus ojos a la pureza. Deja que tu interior se purifique por la intensidad de la luz de la verdad de tu esencia, que debe expandirse cada día.
Si comprendiste lo que te dije, entonces, vívelo rápidamente.
Tu padre, guía y compañero de siempre,
San José Castísimo
La Escuela de la Humildad de la Virgen María
Queridos hijos:
Todos los días, Yo les ofrezco Mi simple humildad para que la encarnen en sus espíritus y puedan encontrar su propia humildad interior. Les doy este impulso para que se animen a descubrir este atributo de salvación que, en los días de hoy, está muy olvidado.
Queridos hijos, en este tiempo de crisis planetaria, Dios necesita de un mayor número de corazones humildes para que toda la Tierra sea repoblada por atributos que reviertan todos los males que ha generado la humanidad.
Queridos hijos, es así que Dios les pedirá a los valientes que tomen consciencia y enfrenten todos los aspectos de la vida humana que actúan en contra de la evolución de los atributos de la Madre Universal. Para eso, hijos amados, deberán invocar todos los días al santo espíritu de la humildad para que él los proteja de ustedes mismos y en todas las pruebas.
Hijos Míos, finalmente, será a través del poder de Mi santa humildad, Humildad de Dios, que sus corazones podrán dar los pasos tan esperados y así el mal será retirado de este soberbio planeta.
Queridos hijos, la humanidad ha desfigurado la verdadera misión y concepción de este planeta. Es por eso, que ustedes, siendo buscadores de la santa humildad, no solo se ayudarán a ustedes mismos y al mundo, sino que también esto se reflejará en todos aquellos corazones que ya se condenaron por la falta de humildad.
Los animo amorosamente a caminar en la fe y a perseverar.
En Mi escuela de humildad existen Propósitos Divinos que los conducen hacia la meta del despojamiento interior. Encamínense hacia esa labor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde la escuela de la humildad, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sé simple de corazón, para que descubras en la simplicidad la grandeza de todas las cosas.
Sé simple de corazón, para que los misterios celestiales no te sean inaccesibles, pues en tu simplicidad la Sabiduría Divina estará a tu alcance.
Sé simple de corazón, para aprender a ser humilde. Por medio de la simplicidad, acepta las Gracias y las adversidades como un Don único de Dios, dirigido a tu vida para ayudarte y para moldear tu consciencia según la Voluntad Superior.
Sé simple de corazón, para que tu mente conozca también la simplicidad y pueda fluir en los rayos de la Voluntad de Dios y vivir según lo que las leyes universales indican.
Sé simple de corazón, para que la transición pase en tu interior no como un castigo, sino como una gran oportunidad de ser, finalmente, lo que Dios espera de la humanidad.
Sé simple de corazón, para que la vida sea una dádiva para ti y la muerte sea el comienzo de una dádiva aún mayor. Así, no existirá el miedo dentro de tu consciencia.
Sé simple de corazón, para que el confort y el sufrimiento sean para ti vehículos de la providencia de Dios, para que cumplas tu parte en Su Plan.
Sé simple de corazón, para que la oración sea servicio, el servicio sea oración, y el servicio y la oración sean vida; así como la vida, en todos sus instantes y circunstancias, sea servicio y oración.
Sé simple de corazón, para encontrar en lo rebuscado la simplicidad, y en la simplicidad todas las riquezas y los rebuscamientos que tu mente busca por su naturaleza.
Sé simple de corazón, para que Dios disponga de ti como necesite y, así, cuente contigo como un completo servidor, del cual podrá disponer a cualquier hora, en cualquier lugar y para cualquier misión. Te convertirás, así, en un instrumento de Dios.
Sé simple de corazón, porque en la simplicidad encontrarás la respuesta para todas tus interrogaciones. Descubrirás, de esa forma, que dentro de ti habita Aquel que Es en todas las cosas y verás que en ti está todo de una forma tan simple, como son estas palabras.
Busca en ti lo que procuras lejos.
Busca en estas palabras la sabiduría, pues aquí deposité Mi divina simplicidad.
Dichosos y bienaventurados los simples de corazón, porque ellos heredarán la Sabiduría de Dios para el surgimiento de la Nueva Raza.
Su amado compañero, simple y humilde,
San José Castísimo
Guarden en el corazón los momentos en que estuvieron con Dios. Guarden como un tesoro, como una fortaleza, los momentos en que el Cielo descendió a la Tierra para mostrar a los hombres cómo debe ser este mundo.
Transmitan así, en los tiempos de caos, la paz que habita en sus corazones, para aquellos de sus hermanos que jamás sintieron a Dios en sus vidas.
Guarden como un tesoro los momentos en que el Espíritu Santo se fundió con ustedes, para mostrarles que hay una esencia divina dentro de cada ser, que debe expresarse para que puedan ser ejemplo para toda la humanidad, como lo fue el Hijo de Dios.
Cristo llegó al mundo no solamente para ser contemplado, sino también para ser imitado. Y, para que puedan seguir los pasos de Cristo, Dios les ofrece todo lo que un día Jesús recibió. Ustedes están al lado de Su Sagrada Familia, rodeados de ángeles y arcángeles y viviendo bajo la guía de los santos y patriarcas de todos los tiempos. Ahora, el Señor no puede hacer otra cosa, solo esperar que acepten Su ofrenda.
Que, como Cristo, tomen la cruz que los llevará a una Nueva Humanidad; cruz que para la humanidad actual no es el martirio del cuerpo, sino la superación de las tentaciones del mundo, con la elevación de la consciencia. Es poder decir no a todos los estímulos que el enemigo imprime en la consciencia humana y que, poco a poco, hacen desaparecer la unión de las criaturas con el Creador.
Cargar la cruz que los lleva a la Nueva Humanidad, a los Nuevos Cristos, es encontrar la alegría en el espíritu humilde y, aunque sea una caminata solitaria y poco comprendida por la humanidad, que ustedes puedan seguir este camino que los conduce a Dios.
Que Mis palabras los colmen, los inspiren y también los impulsen a seguir este camino que les permite encontrar, en su propio interior, la Perfección de Dios.
Su amado compañero y amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Existe algo entre las almas y Dios que el adversario nunca conseguirá romper: el amor entre Dios y sus criaturas, esa esencia divina que une y concreta las Obras del Padre en este universo.
Queridos hijos, no permitan que ese amor confiado en todo lo que realiza se disipe, abran vuestros corazones para poder encontrar ese amor y traer a este planeta toda la paz y el amor que está faltando en la consciencia planetaria.
Con Mis espadas de Luz entre las manos, vuestra Madre Celeste y Guerrera batalla para que el amor pueda triunfar aún más en la humanidad, a pesar de sus errores y de todos sus pecados.
Hijos, en tiempos de alerta, no permitan que la inercia o la distracción les quite la posibilidad de percibir cuál es el sendero más seguro por deberán caminar, porque en esa vigilancia ardiente sabrán qué camino recorrer.
Estamos en plena batalla espiritual y pocos creen que todo esto pueda influenciar sobre la vida material. Véanse dentro de este tablero en el que toda la Jerarquía articula estrategias todo el tiempo, para que sus soldados no sean derribados.
Estará siendo pedido todo, para que triunfe el Reino de Dios. Quien esté despierto, con la mirada en toda la realidad de estos tiempos, podrá saber que ya llegó el momento de estar bien atento para no perder la batalla.
Así, día y noche, Yo cuido a Mis hijos, porque aún no se ha dado tregua para que los planes puedan cambiar. La oración será el escudo impenetrable a toda tentativa de influencia o perturbación.
Vuestra unión está en los Cielos y a los Cielos deberán responder, para que el mundo aprenda algún día a responder a la Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En vigilancia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo a impedir una futura guerra por el hambre. Por eso, con todos los coros del Cielo, imploro al Todopoderoso por todos los pueblos y sus constantes errores a lo largo de los tiempos.
Vengo a pedir a todos que no se olviden del Poder de Dios que es lo más puro, santo y elevado; pues todo se concretará por intermedio de Él. Por eso, queridos hijos, no descansen hasta vivir en Su infinita Voluntad.
Vengo para ofrecerles la cura de sus tristezas, la luz a sus corazones, la redención de sus vidas. He venido a impedir el caos, pero también a orar por ustedes y con ustedes; escuchen Mi voz, escuchen Mi santo llamado.
Queridos hijos, oren Conmigo y todo se resolverá. Si sus familias y pueblos rezaran de corazón a Mi Inmaculado Corazón, no habrá nada que los haga temer. Soy su Madre y Señora de Coromoto. Soy su Estrella Guía, sigan Mis pasos y Mis peticiones, y todo pasará.
Queridos hijos, formen grupos de oración y que su verbo llegue a los Cielos para que Mi Hijo tenga la dicha de liberarlos de este cautiverio. Como su Madre, vengo en este día a anunciarles Mi Paz y a darles Mi Paz porque, por medio de Mi Corazón, ustedes encontrarán las puertas de la redención.
Hijos, perdónense, ya que en los hombres existe ceguera, existe dolor e incomprensión. A pesar de todo, no se olviden de amar para que todo se pueda curar pronto.
Días y noches recé para poder llegar hasta aquí; ustedes Me llamaron y aquí estoy, vengo a socorrerlos porque amo a su pueblo, amo a cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en el Santo Corazón del Dios de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para estos tiempos de transición entre el viejo y el nuevo hombre, el hombre original, deberán conocer un atributo universal divino: el Rayo de la Omnipresencia. El Rayo de la Omnipresencia es aquel que permite que la Consciencia de Dios esté viva y presente en todas las cosas.
El Rayo de la Omnipresencia es el vehículo de Dios mismo en Su Creación.
¿Por qué deben conocerlo?
Porque cuando la humanidad esté muy apartada de Dios y los Mensajeros Divinos no se encuentren más entre los hombres como ahora, necesitarán saber que el Creador está en todo, y no solo saber, sino que también deberán experimentar y vivir eso. De esa forma, jamás se sentirán solos o desamparados, porque el Rayo de la Omnipresencia les será visible y palpable al corazón.
Para conocer la Omnipresencia de Dios, deberán buscarla desde ahora y Yo les diré cómo.
En la concentración de la mente, del corazón, del alma y del espíritu, silencien y permanezcan solo en el presente, sin pensar en el pasado ni en el futuro. Sientan el momento presente, sientan los elementos de la naturaleza, como el aire, por ejemplo, porque independientemente de dónde se encuentren el aire estará presente. Sientan el aire como portador del Rayo de la Omnipresencia y perciban que un mismo Dios les promueve la vida por medio del aire y anima los universos, en el centro de toda la Creación.
Descubran la Presencia de Dios en la vida que los sustenta, dentro del propio cuerpo, moviendo los elementos que componen el ser. El mismo Dios que habita la perfección de la materia y conduce el funcionamiento de un organismo es aquel que habita el cosmos, conduciendo el Plan hacia las diferentes galaxias.
La Omnipresencia de Dios se descubre al percibir al mismo Dios en las pequeñas y en las grandes proporciones de la vida.
El Creador está vivo en todo lo que fue creado por Él. Encuéntrenlo dentro de cada uno de ustedes, como en el centro de la Creación. Encuéntrenlo dentro del prójimo, como en todas las cosas. Así, podrán sentirse guiados aun estando solos y, si en un momento de necesidad lo escuchan, el Dios que está en todo podrá conducirlos al cumplimiento de Su Voluntad.
Los Mensajeros Divinos les hablan directamente y con palabras tan humanas para que aprendan, algún día, a hablar con el lenguajedel corazón y a escuchar la voz que se pronuncia en el silencio de su interior.
Yo los amo y los conduzco hacia los tiempos de transición.
San José Castísimo
La paz puede ser una realidad en el mundo, como lo es en el Reino de Dios, en donde Su Consciencia Suprema se expresa plenamente. Sin embargo, para que eso sea posible, es necesario que los seres humanos quieran estar con Dios, así como quieren aquellos que viven en Su Reino.
Cuando un ser aspira a estar todo el tiempo con Dios, lo busca en todas las cosas y espera encontrarlo en todo, con la certeza de que el Creador depositó una parte de Su Consciencia en todo lo que creó.
Por eso, para que la paz se establezca, deben buscar y encontrar a Dios en todo y en todos, trascendiendo las influencias del mundo y todo lo que aparentan ser las personas que transitan por él.
Acuérdense permanentemente de la existencia del espíritu de cada ser y de que, para cada uno, el Creador tiene un plan perfecto, una idea y un pensamiento divino. Acuérdense de que, dentro de cada consciencia, en lo más profundo, están los códigos que ella necesita para cumplir su misión.
Quiero hoy revelarles un misterio del Reino de Dios, de Su Plan para la humanidad. Al crear a los seres humanos, Dios depositó en cada esencia un atributo divino, llamado Rayo Universal, que es una forma de expresión de Su Divino Espíritu, creador de todas las cosas.
Los Rayos del Creador son los responsables de conducir Su Creación a la perfección, pero en el caso de los seres humanos existe un secreto, una particularidad: la vivencia de la perfección en la humanidad depende de la expresión del amor, y esa perfección se activa no solo cuando un ser ama, sino también cuando él es amado.
El Amor del que les hablo no es el amor que ustedes conocen, porque los seres humanos acostumbran a amar lo que les conviene, lo que les agrada o lo que les causa alguna gratificación,
pero ese no es el Amor de Dios.
El Amor de Dios es aquel que mira a un ser y trasciende sus imperfecciones, encontrando así la verdad de la esencia de cada uno, y es eso lo que ama: ama la Voluntad de Dios para con Sus criaturas; ama la Perfección de Dios escondida en los seres; ama al mismo Dios por intermedio de Sus criaturas.
Ese amor no es imposible de ser vivido, pero para encontrar algo que está perdido en el otro, deben encontrar lo que está perdido en ustedes mismos, que es la posibilidad de amar verdaderamente.
Para eso estoy aquí. Para eso desciendo todos los días al mundo, para volver simple la vida espiritual, para volver simple lo que, para los hombres, siempre fue tan complicado. ¿Qué dificultad debería haber en amar de verdad, si fueron creados exclusivamente para eso?
Busquen dentro de sí mismos la verdad sobre lo que son. Cuando den los primeros pasos, Yo los ayudaré.
San José Castísimo, por el despertar del amor en la consciencia humana
A lo largo de la historia de la humanidad, pocos fueron los corazones que se abrieron para descubrir la verdad de la vida superior, porque la humildad siempre fue un atributo raras veces encontrado en el corazón humano.
Por eso, muchos prefirieron creer que no existía nada más allá de la propia existencia, e incluso que Dios era un mito para los corazones, tan grande era su ignorancia, su orgullo y su arrogancia. Muchas veces, aquellos pocos que pudieron encontrar un rayo de luz de este gran Sol, que es Dios, cayeron en el orgullo y en la ignorancia de creerse conocedores de todas las verdades. Tan grande fue el orgullo de esos seres, que se separaron de Dios, creyendo que vivían plenamente dentro de Su Corazón.
Es por este motivo que hoy los Mensajeros Divinos vienen a hablar a los humildes, a los mansos y a los simples. Es por ese motivo que nos acercamos a ustedes, hablándoles como si habláramos a niños pequeños, porque así deberían ser para estar ante la Enseñanza que traeríamos en el final de los tiempos.
Los arrogantes creyeron que ya sabían todo lo que les decíamos y no percibieron que podrían saber el camino, pero, al llegar a las puertas del Cielo, no tendrían las llaves para abrirlas, porque la humildad es la llave maestra que une los corazones a Dios.
Comprendan que sin humildad ustedes jamás podrán seguir los Planes de Dios, porque solo un corazón humilde puede seguir indicaciones que él no comprende, no acepta y que, a veces, van en contra de todo lo que siempre creyó.
Ahora que muchos ya fueron fieles a las indicaciones celestiales, podrán comenzar a comprender algunas verdades y el rompecabezas se irá armando delante de sus ojos, para que así fortalezcan la confianza en Dios. Pruebas mayores de fe llegarán a sus vidas y los pequeños test que experimentaron hasta hoy los prepararán para los días que vendrán.
Nunca se olviden de que deben ser como niños, que jamás pueden perder el espíritu de humildad, pues así podremos revelarles grandes misterios de esta Creación Divina.
Yo los amo y los bendigo siempre,
San José Castísimo
Al principio de la Creación, Dios manifestó los universos en el cosmos infinito, que eran la representación viva de Su Divina Consciencia.
Dentro del cosmos, Dios en todo reprodujo los mismos principios de creación y, de diferentes formas, representaba Su Consciencia Divina en todo lo que creaba. Creó los universos con los principios de Su Perfección. Creó las galaxias, los planetas, los seres conscientes, que eran el resultado vivo de la expresión de las esencias que provenían de Su Corazón.
Y en el vasto cosmos, creado por Dios en siete dimensiones que cohabitan y en armonía se auxilian mutuamente para alcanzar el mismo propósito evolutivo, volver a ser uno con Dios, el Creador concibió a los seres humanos.
Separó espíritus antiguos de las demás criaturas, colocándolos en cuerpos materiales, a los cuales confió el mayor proceso de transformación y de redención de Su Creación.
En un tiempo paralelo, diferente del tiempo y del espacio del resto de la Creación, Dios colocó lo que habría de más precioso, si alcanzase el resultado deseado y si el potencial de Su Proyecto se desarrollase en aquellas consciencias.
En ese mundo, el Creador reunió espíritus provenientes de todo el cosmos; consciencias con diferentes tipos de aprendizajes y con registros ocultos, tanto positivos como negativos. De todas ellas retiró su memoria cósmica para que no supiesen quiénes eran y, así, pudiesen unir sus conocimientos y equilibrarse unas a otras, para alcanzar el propósito esperado.
El Señor envió al mundo, además de a todos los espíritus que más necesitaban de redención, Consciencias Divinas, uniendo así dos opuestos y representando en este pequeño planeta la gran dualidad que existe en este universo. De esa manera, entregó al mundo dos posibilidades: vivir un gran mal o vivir un bien.
En esa arriesgada experiencia divina, el Creador confió a la esencia de aquellas criaturas un principio divino, la unidad, que, activado en la esencia del amor, permitiría a las consciencias vencer la dualidad del universo y encontrar una manera de elevar toda Su Creación universal hacia un nuevo nivel de aprendizaje, un aprendizaje basado en la unidad con Dios por medio del amor.
Cuando les pedimos oración, es para vencer las fuerzas que dentro y fuera de los seres causan el mal; fuerzas que solo son vencidas con un gran bien, que es el amor.
Cuando les pedimos que se olviden de sí, que sirvan al prójimo y que reconozcan la realidad planetaria, es para que, descubriendo semejante pequeñez de sus consciencias tridimensionales, alcancen a percibir que todo lo que viven es una ilusión y, saliendo de lo que creen ser, descubran lo que verdaderamente son.
Cuando hablo de una Nueva Humanidad, hablo de espíritus antiguos del universo que, redimidos por el descubrimiento del amor y de la vivencia de la unidad, comienzan a vivir según los principios dejados por el Hijo de Dios, que fue para todos el ejemplo y el camino correcto para seguir. La Nueva Humanidad es esa conversión de los espíritus del universo.
La Nueva Humanidad es el símbolo del potencial del Amor de Dios en Sus criaturas; es la demostración, para todo lo que fue creado, de cómo es posible vencer un gran mal y dar un salto, saliendo de la completa ignorancia hacia la unión consciente con el Creador.
Hoy les digo cosas que la mente tal vez no comprenda, pero el corazón sabrá que son verdades que en algún momento la humanidad deberá reconocer.
Ya está terminando el tiempo de experiencia de la humanidad,y ahora deben comenzar a recordar los principios de la vida superior y, con todo lo que ya vivieron en este mundo, comenzar a descubrir quiénes son y lo que deben curar en este tiempo.
Cristo ya colocó dentro de cada uno la posibilidad de vivir el amor y la unidad con el prójimo. Ahora, solo necesitan despertar y ver que sus prioridades no deben ser más las cosas que los mantienen bien y seguros en este mundo, sino que deben preparar lo que sucederá más allá de esta Tierra con lo que aprendieron aquí.
Les pido que Me escuchen con paz y solo coloquen en el corazón lo que les digo, porque, de la correcta comprensión de las instrucciones de los Mensajeros Divinos, dependerán los pasos que ustedes darán en el futuro.
Yo los amo y los bendigo.
San José Castísimo
Ingresa en la plenitud de Dios, que existe en tu corazón, y jamás pierdas la esperanza de alcanzar Su Propósito.
Cuando estuve sobre la Tierra como José de Nazaret, el caos de Mi época y la ignorancia de los que Me rodeaban, Me llevaron a buscar con mayor asiduidad el Espíritu Divino. En Mi búsqueda, comprendí que Yo debería ser el motor para la elevación y la transformación de todos los que convivían Conmigo.
Era la propia fe que habitaba en Mi interior la que, por sí sola, tocaba los corazones de los hombres y los llevaba a preguntarse internamente cuál era el misterio que se vivía en aquella Familia y si no era el mismo Dios en persona que estaba entre Ellos.
Sepan que Dios mismo está entre ustedes, y que deben anunciar esa gracia en el silencio de su transformación y en la vivencia de los sagrados atributos que el Señor infundió en sus consciencias.
Que todas las almas que se aproximen a sus seres sean impulsadas a buscar lo Divino y, aunque aún no conozcan muy bien el foco de su búsqueda, sientan que ella los conduce hacia lo Alto, hacia el Universo, hacia el Infinito.
Ustedes viven hoy, como grupo, una de las mayores gracias entregadas a la humanidad.
El espíritu del Amor debe hacerse carne en cada uno de los que acompañan a los Mensajeros Divinos y, de esa forma, ese Amor se expandirá a toda la humanidad.
Cada paso que den, a lo largo del día, ustedes deben ofrecerlo a Dios, conscientes de que muchas esencias dependen de ese despertar y del camino evolutivo que están recorriendo.
Beban de la Fuente de las Palabras Divinas de Cristo y colmen sus seres con la certeza de que Él es quien las pronuncia. Déjense moldear y madurar por los impulsos espirituales de María y consagren, poco a poco, toda la consciencia a lo Divino. Sumérganse en la simplicidad de Mis palabras y hagan de ellas un manual para la vida sobre la Tierra.
Sean simples de corazón y nunca se cansen de buscar el espíritu de la simplicidad. Solo de esa forma cruzarán los Portales Celestiales con la humildad de un niño.
No pierdan la fe y confíen en la imprevisibilidad del corazón humano. Busquen el potencial que desconocen de sí mismos y, en oración y reflexión, develen los misterios del proprio mundo interior.
Les dejo Mi paz.
San José, su padre y guardián para estos tiempos
Sean agradecidos y tórnense dignos de escuchar las Palabras de Dios por medio de Sus Mensajeros.
En la simplicidad del corazón, agradezcan por no estar sumergidos en el común de la humanidad que ignora la existencia de Dios.
Mientras están hoy delante de Mi Corazón, existen muchos otros que deberían estar al lado de ustedes y, sin embargo, ignoran su compromiso con Dios y con Su Plan. Mientras la humanidad se purifica a través del sufrimiento y del caos, ustedes se purifican por la consciencia.
Mientras el mundo se pierde en las tecnologías y en los supuestos avances materiales, sus espíritus intentan crecer y avanzar en el cumplimiento de un Plan Superior.
Los Ojos de Dios están fijos en la pequeña parte de la humanidad que aún tendrá una oportunidad de manifestar Su Propósito, pero para esto, ustedes deben asumir la propia transformación con madurez y no con pesar.
No lloren más ni pidan perdón por los errores cometidos. Reconozcan la gracia que recibieron para dar nuevos pasos y no pierdan la oportunidad de crecer.
La Voz de Dios siempre se pronuncia para llevarlos a la evolución. Escuchen con atención las correcciones de la vida y sigan el camino señalado por el Creador, y no los propios caminos.
La cura de todos los males está en jamás perder la fe del corazón y, con esa fe inquebrantable, dar los pasos rumbo a la transformación, sin lamentarse, solo con profunda gratitud.
La gratitud es la llave para vivir la Voluntad de Dios y dejarse moldear por ella. Nunca la pierdan de vista.
Si tomaran con seriedad y madurez las metas propuestas por el Señor y caminaran decididos hacia ellas, todo lo que sucede a su alrededor se acomodaría, porque el Rayo de la Voluntad de Dios vendrá en su auxilio.
Cada uno tome para sí todas las palabras pronunciadas hasta el día de hoy y camine sin miedo a perderse de sí mismo.
Por el crecimiento espiritual de la humanidad y por el despertar de todos los seres, Yo los bendigo.
San José Castísimo, servidor del Supremo Dios
¿En dónde buscar la esencia de la humildad? En medio de la degradación humana, ¿cómo encontrar la pureza y la simplicidad que Dios espera de Sus criaturas?
Cuando les decimos “sean humildes”, los corazones se preguntan: ¿Cómo?
La humildad nace del amor al prójimo y a Dios; de la reverencia que surge de este amor, porque el corazón que ama reconoce lo sagrado y la esencia divina presente en cada cosa.
Los seres humanos perdieron la referencia de lo sagrado y banalizan la grandeza de la Creación, por la arrogancia y por la ignorancia que impregnaron el corazón de los hombres.
Volver a lo sagrado es como incursionar en un universo que desconocen casi por completo y, al intentar buscarlo y vivirlo, muchos sienten que están fantaseando o viviendo algo que no corresponde a su realidad en este mundo.
Sin embargo hoy les digo, queridos compañeros, que ustedes sienten todo eso por cuán impregnadas están sus células de la oscuridad del mundo y por cuán separada está de Dios esta humanidad, y que, como ya les dije, este camino de transformación es para los valientes de espíritu.
Será necesario vencer al mundo y, sobre todo, vencerse a sí mismos. Pídanle a sus almas y a sus espíritus que les enseñen a vivir en lo sagrado y que los ayuden a encontrar el camino para vivir el atributo de la reverencia.
La humildad solo se encuentra cuando la consciencia es capaz de reconocer la Presencia de Dios en cada ser y, al sentir así, ustedes estarán ofreciendo al prójimo siempre lo mejor. ¿Qué no merecerá Dios presente en él?
Como ejercicio de humildad, intenten encontrar al Creador en todas las cosas y en todo busquen lo mejor: el mejor atributo que expresa un hermano, un Reino de la Naturaleza o cualquier expresión de la Creación.
No intenten buscar en el prójimo las miserias para regocijarse por ser mejores que los demás. Busquen en el prójimo aquel atributo que aún no alcanzaron. Encuentren al Creador en Sus criaturas y ámenlas, como si tuviesen al mismo Dios delante de sus ojos. Sirvan a ese Dios, entréguenle lo mejor y haciendo así, en la esencia de la simplicidad, encontrarán puertas abiertas a la humildad, a la reverencia y al amor. Así, poco a poco, desterrarán del interior al viejo hombre que solo intenta establecer el propio reinado, la conquista de las ventajas y la seguridad de ser mejor que los demás.
Con claves simples para la consciencia humana, quienes venzan el orgullo e intenten seguir lo que les digo florecerán en los jardines de la Creación, como una flor que expresa los Principios de Dios.
Que la paz y la humildad sean esencias vivas en el corazón humano.
San José, siervo incansable de Dios
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más