Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo a impedir una futura guerra por el hambre. Por eso, con todos los coros del Cielo, imploro al Todopoderoso por todos los pueblos y sus constantes errores a lo largo de los tiempos.
Vengo a pedir a todos que no se olviden del Poder de Dios que es lo más puro, santo y elevado; pues todo se concretará por intermedio de Él. Por eso, queridos hijos, no descansen hasta vivir en Su infinita Voluntad.
Vengo para ofrecerles la cura de sus tristezas, la luz a sus corazones, la redención de sus vidas. He venido a impedir el caos, pero también a orar por ustedes y con ustedes; escuchen Mi voz, escuchen Mi santo llamado.
Queridos hijos, oren Conmigo y todo se resolverá. Si sus familias y pueblos rezaran de corazón a Mi Inmaculado Corazón, no habrá nada que los haga temer. Soy su Madre y Señora de Coromoto. Soy su Estrella Guía, sigan Mis pasos y Mis peticiones, y todo pasará.
Queridos hijos, formen grupos de oración y que su verbo llegue a los Cielos para que Mi Hijo tenga la dicha de liberarlos de este cautiverio. Como su Madre, vengo en este día a anunciarles Mi Paz y a darles Mi Paz porque, por medio de Mi Corazón, ustedes encontrarán las puertas de la redención.
Hijos, perdónense, ya que en los hombres existe ceguera, existe dolor e incomprensión. A pesar de todo, no se olviden de amar para que todo se pueda curar pronto.
Días y noches recé para poder llegar hasta aquí; ustedes Me llamaron y aquí estoy, vengo a socorrerlos porque amo a su pueblo, amo a cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en el Santo Corazón del Dios de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz