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Camina descalzo, pensando que conseguirás y que podrás librarte del pasado, aspirando todo el tiempo a poder alcanzar en ti la manifestación interior del Sagrado Reino de Dios.
Camina descalzo, imitándome con determinación y mucha valentía, con la esperanza de ver realizarse la Sagrada Voluntad de Dios en todos los planos y en todas las consciencias adheridas al Plan del Creador.
Camina descalzo, confiando en el porvenir de algo mejor, aunque la humanidad y el planeta se purifiquen intensamente, afirmando en tu interior la victoria del Amor y la concreción del Divino Designio.
Camina descalzo, despojado de tus errores y de la falta de aciertos, libre de las cadenas que pudieron haber mantenido presos a tus pies.
Mantén la visión en el Propósito, abriendo todo el tiempo la puerta de tu corazón para que la Luz del Reino de Dios se pueda establecer.
Camina descalzo, confiando en lo desconocido, en lo venidero y en lo renovador, librándote del cautiverio planetario y de la condición que atan a los seres humanos al pasado.
Descubre, dentro de ti, el eterno presente y únete de esa forma al Universo Mayor, dejando que, en cada nuevo paso, tu puedas realizar lo que el Universo espera que realices.
Mantén tu fe en lo Alto, porque de lo Alto vendrá el auxilio para cada nuevo desafío.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vengo a purificar tu templo para que Mi Consciencia pueda habitar en ti.
Deseo que todo en tu interior sea removido y, de la misma forma, contemplado por la inmensidad de Mi Luz.
No espero la perfección inmediata ni tampoco la transformación temprana.
Conozco tus virtudes, pero también sé de tus errores.
Vengo para despertar en ti el don de Mi Humildad, el que te hará libre de ti y del mundo. Así podrás participar de Mi Presencia inmutable y eterna, podrás ser parte de Mi Espíritu estando en comunión Conmigo.
Sé que todo tiene un tiempo para poder suceder y concretarse.
Aquiétate en Mi Presencia y no perturbes tu corazón por las posibles crisis de la vida.
Acepta la realidad que vives, carga con la cruz que Mi Padre te ha confiado y vivifica Mi Consciencia, una y otra vez, por medio de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
No dejes de sonreírle a la vida, el mundo necesita de la verdadera felicidad de los apóstoles de Cristo para que, así, sea colmado de un alivio que hasta ahora no ha conocido.
Sigue aspirando a la transformación. Las pruebas son los grandes puentes y abismos que por el resto de tu vida deberás cruzar.
Anímate a decirme “sí” y todo estará resuelto.
Sabes que para tu Señor no existe nada imposible.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Me alegra saber y sentir que aún hay almas que se están confirmando en Mi camino de redención y que, por más que vivan desafíos, no dejan de sentir esa unión profunda con la vida del espíritu.
Me alegra saber que hay almas que se confirman a Mí todos los días y que trabajan incansablemente para demostrar su amor verdadero por la Consciencia del Hijo de Dios.
Es hora de reunir toda esa donación y toda esa fuerza espontánea que harán que el planeta sea merecedor de la Gracia y que esté lejos de la Ley de la Justicia, la que corregirá los errores cometidos a través de los tiempos.
Es momento de apreciar todo lo que el Universo les presenta para su evolución interior y su gran proceso de redención.
Anímense a atravesar ese desafío, dentro de ustedes, porque Yo siempre les mostraré la señal para que la encuentren y en ella vivan la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Fe de Jesús no estaba basada en argumentos o justificaciones espirituales.
La Fe de Jesús provenía de una convicción verdadera de que el conocimiento surgía y nacía del Amor concedido por Dios a cada interior; eso la hacía simple, humilde y verdadera, como conocimiento.
Esta Fe era impulsada por la absoluta confianza en el Padre Celestial, eso la fortalecía por sí misma. No era una Fe que se apropiara de algo, ni siquiera espiritual o inmaterial.
Jesús alimentaba Su Fe a través del Amor que Su propio Corazón tenía por la Voluntad Divina. Era ese Amor el que fortalecía Su Fe y le concedía a todos la revelación del misterio divino y cósmico.
Jesús traía, por medio de Su Fe, la realización del mandato divino, lo que permitía cambiar el rumbo de los acontecimientos y enderezaba el desvío interior de las consciencias.
El Amor y la Fe en Jesús eran inseparables, uno no podía prevalecer sin el otro; ya que esas virtudes internas, en perfecto equilibrio y armonía, eran las que concedían los milagros.
La Fe de Jesús no tenía nada de racional y ni siquiera de científico. Aunque ella se fundamentara en las líneas del conocimiento de la Ley Suprema, Su Fe era absolutamente colmada por el Amor, lo que hacía de Él un Ser pleno de sabiduría y comprensión.
Esta Fe que vivió en Jesús es la misma Fe que Cristo intentó despertar y depositar en lo profundo del corazón de los hombres.
Porque, en esencia, la Fe de Jesús les demuestra a los seres de superficie que son capaces de pasar por encima de sí mismos, a fin de vivir y de experimentar la razón de su existencia, de su propósito y de su meta, plasmado en el misterio inviolable de la Voluntad Divina.
Si las almas imitaran la Fe de Jesús, las pruebas que el Universo les concede no serían problemas ni obstáculos.
Imitar la Fe de Jesús es carecer de voluntad propia, es tener un corazón disponible para amar cualquier consciencia, bajo cualquier situación; es decir “sí” cuando los llaman para darse más de lo que podrían.
Imitar la Fe de Jesús es no tener miedo de reconocer los errores y de intentar enmendarlos con transparencia para no volverlos a cometer.
Imitar la Fe de Jesús es creer, más allá de sí, de que existe Algo superior y divino que nos rige, que tenemos un propósito que cumplir y una Voluntad desconocida que abrazar y amar con toda nuestra fuerza.
Imitar la Fe de Jesús es no temer caer y levantarse cuantas veces sea necesario para afirmar nuestra unión con el Padre Eterno.
¡Les agradezco por imitar la Fe de Jesús!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En la esencia de la compasión se encuentra la llave para la trascendencia interior.
Por medio de la compasión, la consciencia consigue comprender todo, más allá de las apariencias.
Una de las razones por la cual el ser humano sufre es la falta de compasión consigo mismo, así como con los demás.
La compasión enseña a despertar la virtud del entendimiento y equilibra los conflictos disolviéndolos en el poder divino que posee.
La compasión lleva al alma a aceptar los errores ajenos y a usufructuar positivamente de las experiencias de vida más significativas y determinantes.
En la compasión se encuentra el bálsamo para las heridas profundas, porque la compasión disuelve las divisiones y fortalece las uniones internas.
En la compasión se consigue trascender la voluntad propia y el hábito constante del control y de la propiedad, porque un verdadero ser compasivo no quiere nada para sí.
El ser se recoge en la compasión del corazón para poder abrazar todas las dificultades y transmutarlas por medio del amor que la propia compasión expresa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la Divina Compasión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy quiero anunciarles, a pedido de Mi Hijo, que su Madre Celeste cerrará esta Peregrinación milagrosa que ha sucedido durante estos dos últimos meses en Europa.
Europa, en su conjunto, nuevamente fue liberada de muchos errores, no solo del pasado, sino también del futuro.
Esta Peregrinación lanzó nuevas semillas que muchos corazones de diferentes naciones supieron sembrar y cultivar dentro de sí.
El impulso entregado por medio de la Peregrinación atrajo liberaciones y redenciones importantes para las naciones europeas, que se fueron dando cíclicamente a medida que la Peregrinación se desarrollaba.
A pesar de que durante los últimos dos meses Mis servidores peregrinos tuvieron momentos difíciles y culminantes, quisiera decirles, hijos, que el enemigo y sus potestades fueron derrotados muchas veces y fueron devueltos a sus abismos más profundos, a donde Mi Hijo, por segunda vez, irá para juzgarlos y redimirlos.
Hoy Me tomo el tiempo de transmitirles este mensaje y estas informaciones para que, cada día más, la Obra, en su totalidad, sepa hasta dónde puede llegar una simple peregrinación o incluso una misión humanitaria.
Todo lo que se hace por amor tiene un efecto trascendental y llega a abarcar grandes planos de consciencia.
Aunque la Peregrinación por la Paz no haya finalizado en España, eso no significa que Mis hijos de ese país no reciban la ayuda espiritual que necesitan.
En España existen almas servidoras valiosas y preciosas, sobre las cuales la Madre de Dios puede fundar las bases de Su confianza, porque sé que siempre Me comprenderán.
Ahora que tantas naciones y pueblos de Europa fueron espiritualmente ayudados, quiero decirles, hijos Míos, que la Península Ibérica ya está preparada para ir al encuentro de otros pueblos y naciones europeas, a fin de llevar Mi mensaje de paz y de redención.
El próximo 21 de julio, día especial para el Cielo por su coyuntura universal y cósmica, la siempre Virgen María, Madre de la Humanidad y Señora del Santísimo Rosario, aparecerá en la Comunidad-Luz Flor de Lys para cerrar la Peregrinación por la Paz junto a Sus queridos hijos, dando testimonio, una vez más, del triunfo de Su Inmaculado Corazón.
Allí, Yo los esperaré para compartir, junto a todos sus hermanos del mundo, este importante momento de síntesis.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hay ciertas pruebas que, a pesar de ocasionar dolor o incomodidad, ayudan a colocar a las consciencias en otro punto de su evolución y despertar.
Esas pruebas llevan a que las almas puedan definirse y, así, encontrarle sentido al propósito de su existencia en este planeta.
Esas experiencias que llevan a las consciencias a madurar en algún grado, hacen que se definan y también que despierten con la intención de que, a través de las pruebas, los corazones aprendan a escoger los caminos que recorrerán para llegar a la santidad plena algún día.
Las almas viven las pruebas diariamente; pero lo que cada alma debe percibir es el sentido que cada prueba tiene, a pesar de ser intensa o dolorosa.
Detrás de cada prueba se encuentra la posibilidad de desprenderse de sí y de no aceptar más esa condición humana que los llevaba a cometer errores.
Toda prueba puede ser superada con el amor, sabiendo que cada circunstancia de la vida se presenta para elevar aún más la consciencia, salir de lo cotidiano e ingresar en la verdadera realidad de estos tiempos.
Las pruebas nos llevan a cambiar profundamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tiempos de Perdón y de Misericordia
Con la Gracia de Dios en Mi Inmaculado Corazón, vengo a revelarles el misterio del Perdón y de la Misericordia Divina, para la cual ningún error es eterno, ninguna condenación es definitiva ni inalterable, si las almas, arrepentidas, se abren de corazón para conocer el poder y la Gracia del Perdón y de la Misericordia.
Hoy, hijos Míos, vengo a invitarlos a curar en sus corazones las heridas que se abrieron por las marcas que dejó el pasado, por los errores cometidos contra la humanidad y contra el propio Dios.
En Su infinita Gracia, el Dios del Amor y del Perdón siempre está dispuesto a perdonar y a derramar Misericordia sobre Sus hijos.
Con la misma simplicidad con la que oran de corazón y claman por la paz, así, hijos Míos, el Creador abre Sus brazos para irradiarlos y borrar de sus espíritus y de sus corazones todas las manchas.
Conocer a Dios es saber el poder de Su Perdón y la grandeza de Su Misericordia, y temer alejarse de ella, no por un castigo eterno, sino por la necesidad infinita que el corazón siente del Amor de Dios, cuando verdaderamente lo conoce.
Ningún error es imperdonable cuando el corazón se dispone al perdón, cuando en humildad se rinde a los Pies de Dios para decirle: "Señor, aquí estoy, colocando a Tus Pies mis errores y mi existencia. Redime mi espíritu, lava mi corazón y conságrame a Ti, para que sea testimonio de Tu Gracia, en este y en todos los tiempos que vendrán".
Clamen por la Misericordia que brota incesantemente del Corazón de Dios y no dejen que este río de eterno Amor pase por sus vidas sin que beban de sus Gracias.
La única condenación eterna, hijos Míos, es aquella que es impuesta por el propio corazón humano que, por su ignorancia, orgullo e indiferencia, prefiere estar preso de sus enfermedades y sufrimientos que lanzarse, rendido, a los Pies de Dios y reconocer que estuvo perdido y que necesita encontrarse nuevamente.
El Creador de todas las cosas, que lanzó semillas de vida en el vasto Universo de Su Creación, aspira a recoger los frutos del crecimiento de Sus hijos, frutos que crecieron superando desafíos y que se harán fuertes, no por su belleza, sino por lo que guardan en su interior.
Los errores los hacen crecer en humildad y en entendimiento; los hacen reconocer que por sí mismos no conseguirán llegar a un propósito verdadero y que estarán prisioneros de sus propias ilusiones hasta que no se rindan al Amor de Dios y a Su eterna e insondable Verdad.
Pierdan, hijos Míos, el miedo a ser amados por un Amor desconocido e inmenso.
El Amor de Dios en nada se compara al amor vivido por los hombres, no porque los seres humanos no puedan amar como Dios, sino simplemente porque aún no se abrieron para amar como Dios.
Ese amor comienza cuando se permiten ser amados, transformados y curados por Su Presencia. Y después de haber sido bendecidos es que podrán multiplicar lo que recibieron.
Escuchen con amor lo que les digo y abran sus corazones a un nuevo tiempo y a un nuevo ciclo, pues ha llegado el momento de recibir Perdón y Misericordia, mientras esas Fuentes aún se vierten sobre la Tierra.
¡Yo los amo, los bendigo y les agradezco por escuchar Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quédate en paz y que tu corazón se calme, porque nunca habrá nada entre tú y Yo que se pueda romper o quebrar.
La unidad y el amor, entre las almas y Mi Corazón, son inalterables porque si las almas confían en la Madre de Dios, confían en la Voluntad Divina.
Todos los errores que son cometidos son parte de un gran aprendizaje para saber, algún día, apartarse del camino del dolor constante e ingresar en el camino del Amor Eterno.
Por eso, quédate en paz.
Hijo, la paz no puede ser disipada ni alterada. La paz lleva al recogimiento y a la esperanza en estos tiempos difíciles de la humanidad.
Líbrate del pasado y mira con ojos de esperanza hacia todo lo bueno que sucede en la vida.
Dios y el Universo conocen la debilidad de los hombres, pero también conocen las virtudes que algún día serán fortalezas que derrotarán al viejo hombre para que nazca el nuevo ser.
Anímate, entonces, a seguir confiando en el infinito Propósito y ofrece cada momento de servicio como una oportunidad de amar más y más.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a Austria para concederle el perdón que necesita por el pasado vivido y que aún no fue resuelto.
Por eso, he pedido con anticipación una Maratón de oración a fin de ayudar a los que todavía están prisioneros espiritualmente.
Su Maestro, a través de una gran puerta, trasladará a las almas que fueron partícipes de planes retrógrados y que cambiaron el destino de millones de almas para siempre.
Esa es la razón por la cual vengo a Austria y después vendrá Mi amada Madre para restaurar espiritualmente todo lo que ha sucedido.
Pero primero, todo deberá purificarse y exorcizarse a través del Rayo de la Liberación, el que Yo activaré ante la presencia de los Míos.
Mediante la oración de la Misericordia, el Señor del Amor y del Universo, liberará de las cadenas de los errores a los que se arrastran por los propios abismos desde hace décadas.
Para eso traeré Mi Gracia a fin de conceder la Misericordia y luego la Paz.
¡Les agradezco por unirse Conmigo en esta sagrada tarea!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Recibe de Mi Corazón toda la fuerza interior que necesitas para contemplar la actual realidad de la humanidad.
Siéntete partícipe de los Comandos del Señor para que aprendas a expandir la Misericordia Divina por todos los lugares que vayas.
Déjame que, de tiempo en tiempo, te muestre el camino para que encuentres siempre la verdad y sepas cómo aprender a procesarla dentro de ti, según la realidad de estos tiempos.
Construye una fortaleza dentro de ti que esté basada en el amor sin condiciones, en la caridad sin consideraciones, en el servicio sin premeditaciones y en una entrega total, a pesar de los errores.
Todo esto te ayudará a estar siempre en transformación y a no detener los pasos hacia tu Maestro y Señor.
Que en este tiempo cada realidad planetaria y de la humanidad despierte en ti la necesidad de darlo todo por algo mayor, para que el resto de la actual humanidad tenga la Gracia de redimirse y de emitir un verdadero arrepentimiento de sus pecados y de sus ofensas ante el humilde Corazón de Dios.
La oportunidad de vivir en Dios siempre deberá existir para todos. ¡Confía!
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Sexto día de la Novena
Después de haber invocado a la Divina Misericordia para todos los que provocan las guerras y el hambre en el mundo, Yo los llevaré, en algún momento de sus vidas, directamente hacia la Fuente de la intensa purificación.
Será de esa forma que Yo podré revertir todo lo que provocan, como sentimiento y agonía, a las demás almas del mundo; podré disipar las alianzas con el mal, pero todo sucederá a su debido tiempo y cuando la consciencia menos lo espere.
Llevar a esas almas hacia la Fuente de Mi Misericordia significa retirarlas de los errores constantes que promueven los hábitos del poder y de la falsa soberanía.
Todo es purificado y liberado mediante la Fuente poderosa de la Misericordia.
Por eso, en esta hora, en la que importantes naciones son el foco del desequilibrio social y humano, continúen pidiendo e implorando a través de la Misericordia para que el Padre Celestial se apiade de todas las almas que provocan la desigualdad en todos los sentidos.
Mediante la obra y el principio de la Misericordia Yo los invito a unirse a Mi Corazón para que más puertas inciertas sean cerradas no solo en la consciencia humana, sino también en el planeta.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo día de la Novena
Y habiendo llevado a las almas que viven el odio, la ira y la impunidad hacia la Fuente gloriosa de Mi Divina Misericordia, permitirás que Mi Consciencia de Luz ingrese en aquellos espacios profundos del ser, en donde se siembran los errores y las ofensas más empedernidas.
Por medio de la Fuente de la Divina Misericordia, los corazones más necesitados y alejados de Mí alcanzarán la paz y ya no sentirán la necesidad de entregar sus vidas en las manos del odio, de la ira o de la impunidad.
Aunque la justicia no se cumpla en la humanidad de estos tiempos, y los que son impunes tengan el poder, te aseguro que todo eso durará poco, porque quien lucha con la espada, a espada morirá y su trono caerá así como caerán todos sus aliados.
Por eso, antes de que se aproxime la Divina Justicia del Hijo de Dios, aún queda tiempo para que sumerjas en Mi Misericordia a todos los que necesitan de ella a fin de que la Ley de la salvación eterna se pueda dar en la mayoría de las criaturas de la Tierra.
¡Les agradezco por orar de corazón a Mi Divina Misericordia!
Los bendice con Su Paz,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando las almas se entregan de verdad a Mi Corazón, asumen el compromiso de padecer junto a Mí, por la conversión del mundo.
Ese es el sentido oculto de la alianza que los corazones pueden realizar con Su Maestro y Señor.
En este sentido, no estoy hablando de un sufrimiento extremo, sino de un camino que se comenzará a recorrer después de que esa alianza sea establecida entre el Cielo y la Tierra.
La alianza Conmigo significa ofrecerse en silencio y con gratitud por todo lo que habrá que convertir y también por todo lo que tal vez no pertenezca al aprendizaje del alma o de la consciencia.
Esa alianza, que es vivida y aceptada por los Míos, es un paso de aproximación al camino de la muerte espiritual de sí y, sobre todo, un paso hacia la cristificación de la consciencia interior de cada ser.
Por eso, la alianza no puedo ofrecérsela a todos al mismo tiempo.
En esta ocasión, debo esperar el momento justo para poder pedir la alianza física y espiritual Conmigo; eso no significa que el alma se librará de todas sus pruebas. Quiero decir con esto que la alianza Conmigo requiere vivir pruebas mayores por la redención de la propia consciencia y también por la redención de la humanidad.
Esa alianza significa el momento culminante, la razón de dar un paso mayor en las posibilidades de amar y de perdonar.
La alianza Conmigo significará aceptar nuevos desiertos, vivir mayores sacrificios y ofrecerse como víctima justificable de Mi Amor para expiar los gravísimos errores de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que tu fe no vacile, a pesar de lo que te digan.
Que tu fe no vacile, a pesar de lo que suceda.
Que tu fe no se quiebre, a pesar de las caídas.
Mantente con la confianza infinita en Dios y siempre encontrarás la respuesta.
Que el servicio que prestas siempre esté lleno de amor, sea pobre o eficiente.
Los pasos del alma se miden por lo que el espíritu y la consciencia pueden expresar más allá de las habilidades y de las destrezas.
Cree en lo que siempre puedes hacer mejor, y si lo haces bien y es verdadero quédate en paz, solamente Dios tendrá autoridad para juzgar tus errores o tus aciertos.
Nunca dejes de darlo todo por amor.
Mientras estés en este mundo aprenderás con los que te rodean y los que te rodean aprenderán de ti. Cuando estés en el Universo aprenderás de lo que hay en el Universo.
En todo esto no existe ningún misterio.
Siempre hay oportunidad de amar y de amar, y de volver cada acto de la vida sagrado y sublime.
Sigue haciendo todo por amor. Fíjate esa meta y no ocupes el tiempo en lo que suceda alrededor.
Haz valer en cada detalle la victoria de Cristo y, así, la Paz del Señor te colmará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente Mi Corazón percibiendo al mundo y a todos sus hijos dispersos en la ilusión y en la realización personal, sin que la mayoría busque verdaderamente a Dios.
Siente Mi Corazón clamando por un poco más de consciencia y de responsabilidad por parte de las almas que, a cada paso que dan, comprometen sus vidas.
Siente Mi Corazón suplicando para que Mis hijos del mundo despierten del sueño profundo e inerte en el cual Mi adversario los colocó.
Siente Mi Corazón intercediendo por las naciones del mundo y por los errores de sus dirigentes que llevan a los pueblos a comprometerse espiritualmente.
Siente Mi Corazón rezando para que terminen las guerras, la violencia entre los seres humanos, la desesperación interior y la falta de amor.
Siente Mi Corazón rogándole al Padre Eterno para que los que Me sirven y siguen la Iglesia de Cristo sean transparentes y disciplinados en la protección de la comunión de las almas con Mi Amado Hijo.
Siente Mi Corazón sosteniendo este tiempo y esta humanidad que deberá arrepentirse de corazón para poder salvarse.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y ahora que he venido a tu encuentro, recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siente toda la paz que Yo te puedo brindar en este tiempo, una paz que nadie más te puede dar, ni entregar.
Siente ahora Mi Corazón vivo, que pulsa interiormente cerca de tus oídos. Este es el Corazón que ha padecido por el mundo y por la humanidad.
Es el Corazón que ha derramado Su Sangre por las almas para el perdón de las faltas y que aún lo sigue haciendo por todos sus compañeros y por sus enemigos.
Pero hoy no pienses, amado Mío, qué es lo que estás sufriendo o lo que podrías sufrir. Piensa en Mí, únete a Mi Consciencia y siente Mi abrazo paternal, porque Yo cuido de todas Mis ovejas, una a una, y nunca Me olvido de nadie.
Entrégate a Mí, y ríndete, como tantas veces te lo pido.
No temas por lo que vendrá sino por lo que no está sucediendo en tu vida.
Ahora, refugia tu alma debajo de los Rayos de Mi Corazón y siente el soplo del Espíritu actuando en cada momento, en cada respiración, así como en cada palabra.
Yo puedo restaurar todas las cosas. Yo puedo suplir todas las cosas, porque no soy Yo quien lo hace, es Mi Padre que está en los Cielos, es Él quien obra, quien realiza y quien manifiesta la Voluntad Superior.
Deja para atrás lo que no comprendes, lo que no aceptas o lo que no entiendes.
Confía en este Amor que Yo te estoy donando, porque es un Amor que debe realizarse en ti para que el Plan de Dios se realice en la Tierra.
Recuéstate como Juan, el apóstol, sobre Mi Pecho y siente los dolores y las agonías de tu Señor, en el silencio y en la calma.
Dios no ofrece sufrimiento a las almas, son las almas que buscan el sufrimiento, porque en el Reino de los Cielos, desde donde hoy provengo, no existe el dolor ni la culpa. Alégrate por estar recostando tu cabeza sobre el Pecho de tu Maestro.
Sé que no lo comprenderás todo de una sola vez, pero eso no importa para tu Señor. Lo que importa es que lo vivas plenamente, unido a Mí, en espíritu y en esencia.
No confirmes tus pecados, no afirmes tus errores, eleva tu corazón y colócalo dentro del Mío, para que Yo lo pueda transformar y pulir como las manos del alfarero. Y así estarás en perfecta libertad y en profunda calma y de la noche a la mañana no sabrás qué es lo que te ha sucedido, porque todo se habrá transformado tal cual Yo lo he pensado, según los designios de Dios.
Recibe el Amor de Mi Corazón como un bálsamo y ríndete. Mi Corazón no te hará mal, Mi Corazón no te hará daño. Mi Amor es bien y es pacificación para las almas.
Sírvete de todo lo que Yo te puedo donar y confía, porque todo está marcado, todo tiene su hora y su tiempo.
Así como tú estás hoy sobre Mi Pecho sintiendo el fuego de Mi Corazón y la suavidad de Mi Alma, la acción de Mi Divinidad y de Mi Espíritu, quisiera que muchos más imitaran este ejemplo de unión con el Señor.
Calma tu corazón de toda angustia y acepta lo que te entrego, porque todo tiene un fin mayor y un propósito que aún estarás por descubrir, algún día.
Deja para atrás lo que has padecido, lo que no has entendido, sumérgete en el océano de Mi Luz y todo se disipará, porque quien confía en su Maestro, confía en Dios, Todopoderoso. Y su vida, día a día, paso a paso, con esfuerzo y sacrificio, se volverá libre.
Yo quiero de tu alma un nuevo ser que sea parte de una nueva humanidad, consciente y despierta, responsable y digna con la Creación.
Hay tantos tesoros en el Cielo, querida alma, que tengo para revelar; Mis Manos están llenas de designios y aún no los puedo derramar sobre el mundo porque no encuentro lugar ni refugio en la humanidad entera.
Pero si tú, valiente Mío, hoy das el paso por muchos más, algún día muchos más reconocerán Mi Nombre y Mi Gloria, y la harán digna en sus vidas para que así triunfe el Amor de Dios.
Ahora, abrázame y siente el calor de Mi Espíritu, siente la protección de Mis Brazos y la respiración de Mi Cuerpo como un soplo renovador que a todo santifica y que a todo renueva.
No hay nada que se pueda perder. Todo es transformado según Mi Voluntad.
Conviértete en una de las santas mujeres de Jerusalén, o tan semejante al apóstol Juan, en total entrega y abnegación.
Todo lo que vives, alma Mía, tiene un motivo y un significado para Dios, no hay nada que esté fuera de lugar, todo tiene un sentido y un tiempo para realizarse. Sea en el bien, o lejos de él.
Pero Yo quiero que hoy sientas el latir de Mi Corazón manso, de un Amor inexplicable y redentor, que ansía por las almas buenas y dignas, que cumplan la Voluntad de Dios en este tiempo de difíciles pruebas.
Abrázame fuerte y siente Mi consuelo que es intransferible e inmediato. Deja que Yo te nutra con Mi Paz y con la llama de Mi Fe, que es la que me trae al mundo para buscar a los que he llamado por su nombre para que Me acompañaran en esta era y en este ciclo, en donde el mundo vivirá su mayor desafío de todos los tiempos y de todas las eras. No podré decirles lo contrario.
Almas Mías, es hora de vivir Mi Plan y de no esperar más tiempo.
A veces su Señor y Maestro necesita sentir el calor del amor de Sus hijos para poder seguir adelante. Por más que Yo esté en el Cielo no significa que no sienta como un ser humano, porque como ser humano estuve entre ustedes, para que me pudieran vivir y comprender.
Así estarán abrazando a su Padre Celestial, que también necesita de consuelo, al ver las ofensas y los agravios del mundo.
¡Cuánto el Amor puede hacer en los corazones que se deciden a vivirlo plenamente, el Amor que viene de lo alto y que puede brotar de los corazones haciendo nacer Nuevos Cristos!
Quiero que hoy Me ofrezcan su abrazo porque lo necesito, así como ustedes necesitan de Mí para seguir caminando por este sendero, el más difícil de todos los tiempos, el que ninguna otra humanidad vivió, en ninguna otra época.
Ustedes vinieron aquí, almas Mías, por un propósito y un designio mayor que conocerán algún día.
Pero hoy no necesito que comprendan Mis misterios, sino que sientan la agonía de su Señor y el pedido de consuelo a los corazones valientes.
Ahora, siente cómo Yo te cubro con Mi Manto, aquel manto que fue rasgado por las manos de Mis enemigos durante la Pasión y que cubrió Mi Cuerpo llagado de heridas y de ofensas.
Estas son las Llagas que Yo vivo por el mundo y quiero compartirlas con Mis servidores, con los que se han dispuesto a seguirme incondicionalmente.
Yo quiero ofrecerles Mis sacrificios y Mis dolores, porque quien padece con su Señor, padece con Dios, y el Amor que nunca acaba, todo lo transforma, hasta lo más impenetrable. Que Mis Llagas sean motivo de su santificación, de su persistencia y de su renuncia.
Porque Yo tengo un plan precioso para cada uno de Mis servidores que debe cumplirse en esta hora aguda del planeta, en donde todo se precipita, hora tras hora.
Por eso consagro hijas e hijos, para tener ejércitos sobre la Tierra que estén firmes en Mí, a pesar de lo que suceda.
No tengo nada más para dar, solo el Amor de Mi Corazón, que es el que Me ha traído hasta aquí, a través de los tiempos y de las generaciones.
Amor que testimonia la presencia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para la reparación de las faltas y de todos los cometidos que no están en la Ley de Dios. Les vuelvo a decir, almas Mías, que necesito aún más de sus corazones abiertos para que Yo pueda ingresar con Mi Consciencia en los recintos más profundos de sus almas, en donde el Reino de Dios debe realizarse, para que el mundo y la humanidad aún existan.
Por eso en este miércoles santo de recogimiento y oración, no solo les pido sus oraciones, sino también su abrazo, para que el espíritu consolador pueda estar presente y las almas se animen a decir ‘sí’, cada día más.
Hoy les traigo el momento más sagrado de Mi vida, que fue la antesala de la última Cena. Les vengo a hablar con el mismo amor con el cual Me dirigí a Mi santa Madre y a las mujeres de Jerusalén, así como a Mis apóstoles. Es este Amor irrestricto e infinito el que nunca acaba, porque parte y nace de la Fuente de Dios para Sus criaturas.
Ustedes necesitan, finalmente, ser como Yo y superarme, porque Yo vengo aquí para que hagan cosas más grandes que las que Yo hice algún día. Eso demostrará ante el Universo que es posible una Nueva Humanidad, que estará arrepentida y pedirá perdón por todo lo realizado, que no tendrá vergüenza de confesar sus faltas y estará abierta a recibir la Misericordia de Dios, que es inextinguible y eterna.
Quiero que vivan en el gozo de Mi Amor Celestial y tú, pequeña alma, que estás aprendiendo a amarme, no lo dejes de hacer. Anímate a cruzar los umbrales de la resistencia humana, porque Yo te ayudaré a ser verdaderamente libre de ti para siempre.
No dejes de sentir el Amor que hoy emana Mi Corazón y vivifícalo como si fuera la última vez, porque lo que Yo vengo a dar hoy no podré darlo nuevamente; ya se está cumpliendo el tiempo y la hora definitiva se aproxima.
No quiero coronarte con flores, sino con espinas, para que Me puedas superar en el Amor, sabiendo que el ser humano es un ser impredecible en todo este Universo, así como Yo lo fui, testimoniando Mi Pasión, Muerte y Resurrección.
Yo ofrezco la gloria y el honor para los que se han decidido estar a Mi lado, pero también ofrezco Mi dolor y Mi agonía para los que se han confirmado ante Mí en esta tarde de Gracia eterna.
Y ahora, devuelvo tu alma al centro de tu ser, en donde existe el Templo sagrado del Amor, que siempre debe estar encendido por la luz del Espíritu Santo.
Y Mi Corazón se recoge para ofrecerse nuevamente a otras almas en el mundo, que también Me necesitan.
Benditos sean los que recibieron Mis Palabras con gratitud, porque lo comprenderán todo en el próximo tiempo. Y cuando Yo ya no este aquí entre ustedes, en poco tiempo, conocerán profundamente todo lo que he querido hacer en este lugar y en esta casa, y principalmente, en ustedes.
Porque deberé aparecer en otros lugares del mundo que también Me necesitan, que también tienen sed de Mi Palabra y de Mi Verbo y sobre todo, del Amor de Dios.
Con esa solemnidad que intento construir en sus corazones a través de este encuentro, quiero que hoy se dignifiquen ante Nuestro Padre Celestial, asumiendo este compromiso Conmigo hasta el fin de los días, sabiendo que todo lo que vivirán será una gran escuela para el alma y el espíritu.
Solo necesito que den su amor al mundo, no importando quién sea, no importando su creencia o religión, su pobreza o su riqueza, su enfermedad o su salud.
Quiero que amen como Yo los amo, porque la prueba que llega al mundo será muy dura. Y no todos soportarán ese momento. Por eso, los fortalezco en este tiempo y por medio de Mi servicio incondicional a las almas les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre para que puedan sobrevivir, así como su Maestro sobrevivió en cada paso de la Cruz, y de Su Agonía.
No es hora de estar divididos, distanciados, ni indiferentes. Coloquen sus corazones dentro del Mío y todo pasará. Porque lo que Yo deseo del mundo es muy grande y eso podrá suceder cuando retorne por segunda vez. Ofrezcamos entonces, almas Mías, este momento a nuestro Dios Todopoderoso, El que ha permitido nuevamente, en este día, esta Gracia espiritual para un mundo infiel. Pero el Amor siempre superará todas estas cosas. Todo será cumplido como Dios lo ha pensado.
Incienso.
Nos podemos poner de pie para la bendición de estos elementos.
Yo los llamé aquí porque nunca Me olvidé de ustedes y porque todo tiene un tiempo para Dios y para el Universo (*)
Al igual que estos elementos sagrados que están a los pies de su Maestro y Señor, hoy también ofreceré sus consciencias a Dios para que Él pueda cumplir Sus designios en ustedes.
El Señor Todopoderoso, nuestro Padre Eterno que está en los Cielos, bendiga con Su más infinita Luz y Sabiduría.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias por abrazarme de verdad.
Hoy he escogido una canción que testimonia la Obra de la Madre Celestial, de cómo cada alma de esta Tierra, al igual que María Santísima, puede responder al llamado de Dios cuando Él lo realiza.
Hoy escogí voces tan complementarias, una de la otra, para que puedan ofrecer a Mi Corazón esta respuesta de las almas, este ofrecimiento que los corazones han realizado a Mi Espíritu.
(*) Cristo llama dos personas al palco.
Queridos hijos:
Hoy, desde el Universo, su Madre Celeste contempla el planeta, la inmensidad de su belleza, pero también los innumerables errores cometidos por la humanidad ciega.
Hoy su Madre Celeste contempla el planeta desde el Universo y siente un inmenso Amor por este planeta creativo, como también por todo lo que él guarda en su interior.
Hoy su Madre Celeste contempla el planeta desde el Universo y ve la belleza de su existencia, pero también los graves ultrajes que el ser humano comete contra la vida, la familia, el espíritu de la religiosidad y del bien.
Hoy su Madre Celeste, de brazos abiertos y manos extendidas, contempla el planeta para irradiarlo, para aliviarlo de su dolor y de su inmensa agonía, lo que la mayoría de los hombres ni siquiera percibe, por soberbia o por indiferencia.
Hoy su Madre Celeste irradia el planeta para derramar códigos de esperanza, de cura y de redención, para que las grandes puertas de los Espejos de la Misericordia se abran e invadan las almas con sus códigos de amor.
Hoy su Madre Celeste los invita a contemplar el planeta desde la bóveda universal y a irradiarle al mundo todo el amor y la cura interior que necesita para tener una oportunidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras la mayoría de los uruguayos no busque ni viva la oración del corazón, la nación sufrirá las consecuencias materiales de lo que ha escogido, lejos del Amor de Dios.
Por eso, los que están despiertos deben orar con el corazón ardiente para que, al menos, una parte de la mayoría de los uruguayos algún día reaccione y salga de la inercia en la que se ha colocado.
Será necesario que el amor y la devoción de sus oraciones hagan que este país sea merecedor de la Misericordia infinita, que es capaz de revertir muchos errores sociales y políticos que ya fueron cometidos.
Mientras las almas de este país y la Iglesia rechacen la Voz de los Mensajeros Divinos, enviados por Dios en misión, la vida humana y la vida espiritual de este pueblo será vacía y superficial.
La oración y los actos de permanente arrepentimiento tendrán un efecto desconocido en la nación y los hará tener una vez más en sus manos la tabla de la salvación, la que los liberará de todos errores cometidos.
Aún queda un tiempo más de paz en el Uruguay, pero si no hubiera cambios espirituales grandes, muchas almas quedarán comprometidas, perderán la paz y se sentirán sin salida.
Los que se arrepientan serán perdonados.
Los que se resistan serán juzgados ante los Señores de la Ley porque el destino de Uruguay fue ultrajado.
Tomen consciencia y ya no duerman más.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Señora del Silencio, en Mi recogimiento, observo la necesidad de cada corazón, sin dejar de atenderla.
Soy la Señora del Silencio y, en Mi recogimiento, contemplo la realidad interior de cada corazón, sin dejar de atenderla.
Soy la Señora del Silencio y, en Mi recogimiento, apoyo la purificación de cada ser, que ha de venir inesperadamente a su encuentro, a fin de que se libere de los errores de la humanidad.
Soy la Señora del Silencio y, en Mi recogimiento, acompaño la transición espiritual de cada ser hasta que finalmente alcance la liberación de su espíritu y de toda su consciencia.
Soy la Señora del Silencio y, en Mi recogimiento, guío de cerca a los que más necesitan de ayuda para que puedan dar sus pasos y, así, rendirse a los Pies del Señor.
Soy la Señora del Silencio y, en Mi recogimiento, observo los acontecimientos de la vida y no dejo que nadie pierda el sentido del Propósito hasta que lo perciba.
Soy la Señora del Silencio y en Mis Brazos coloco a los más miserables, a los que retrocedieron en las escaleras de la Luz; para que, bajo Mi contención maternal, vuelvan a dar sus pasos hacia Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más