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A través de la red de comunicación espiritual de los Espejos, la humanidad y el planeta reciben la ayuda tan necesaria en estos tiempos.
En ciertos espacios del planeta, más preservados y resguardados del hombre, existen Recintos Sagrados, en el plano espiritual, que actúan como puertas de comunicación hacia niveles profundos del universo.
Esos Recintos Sagrados, que guardan una inmensidad de herramientas de soporte y de apoyo para el planeta y su humanidad, permiten silenciosamente mantener el equilibrio del eje de la Tierra, de los polos y de los continentes, aunque en este tiempo el planeta esté comenzando su purificación y la humanidad también.
Dichos Recintos mantienen ciertos resguardos para seguir generando armonía en el momento de la utilización de dichas herramientas. En este sentido, la Jerarquía Espiritual mantiene sus moradas en la Tierra hasta los días de hoy, en lo alto de los Himalayas, en las profundas selvas y en los inhóspitos desiertos de la Tierra. Todo está acompañado y protegido por los Recintos Sagrados, aunque en su superficie los elementos de la naturaleza estén purificando el planeta.
En esos Recintos, el ser humano puede encontrar, a través de la oración o tan solamente con su corazón abierto, un lugar en donde poder reencontrarse consigo mismo y con su origen.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira - “En el altar”
En este cántico se revela la importancia que tiene, para el fin de los tiempos, la construcción de un templo interior capaz de ser colmado de Leyes universales y cósmicas, capaz de proteger y de guardar la esencia más pura de Dios en Sus hijos, los cocreadores.
Por esta razón el cántico clama por la Jerarquía Espiritual, siguiendo en humildad y en obediencia los principios sagrados de la Hermandad.
Es por ese motivo que toda la base de una verdadera y sagrada vida espiritual se encuentra en la vivencia de atributos que serán las reglas básicas para la construcción y la fortaleza de la vida del espíritu; principios y leyes que nos apartan de la ignorancia y de la somnolencia espiritual de estos tiempos críticos.
El cántico se titula “En el altar” porque después de la construcción diaria, de algunos modos y conductas evolutivas de vida, el templo sagrado de cada ser, representado por cada cuerpo consagrado, le ofrece al Señor todo su ser para ser purificado y bendecido por la energía divina de la Gracia.
En este sentido, el ser viviente y terrestre comienza a perder el poder que los deseos y las costumbres tienen sobre la vida humana.
Abandonando esos hábitos mundanos, la consciencia alza vuelo hacia el Infinito en búsqueda de su origen y de su realidad superior, deja atrás la inercia y destierra cualquier vestigio de indiferencia.
Así es como el alma, que construye su templo interior para el Señor, se entrega en absoluto servicio incondicional, sabiendo que nada de lo que existe le pertenece, que ningún reconocimiento ofrecido engrandecerá su espíritu.
El alma, ardientemente, busca la unión con el Divino Espíritu y abandona la corriente pervertida de la ilusión para poder ingresar en la gran Consciencia Universal, en donde habita la Jerarquía Espiritual.
Es así, que la primera premisa en pro de la elevación de ese templo es la vigilancia y la oración, llaves fundamentales para mantener protegida la gran fortaleza del espíritu. Así, nada ni nadie tomará el alma del discípulo de improviso, al contrario, la consciencia estará atenta a las nuevas indicaciones de su espíritu.
Este cántico enseña a construir, verdaderamente, una vida basada en la abnegación y en el servicio por los demás.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras sus vidas se purifiquen, fortalezcan la fe del corazón; porque la fe los protegerá de todo y podrán mirar hacia el universo para contemplar las estrellas y encontrar su estrella de origen.
Mantengan su fe fortalecida, alimentada por la oración que eleva, redime y purifica; así serán conducidos hacia el Corazón de Dios y hallarán el alivio interior que tanto buscan.
Fortalezcan su fe para que la fe en el mundo perdure y, a pesar de los tiempos críticos, todo lo que es bueno y evolutivo, dentro de los seres, pueda tener el primer lugar en estos tiempos, a fin de disolver las agresiones del mal y sus embates.
Que la fe del corazón los mantenga firmes en el camino, porque lo necesitarán por todo lo que sucederá en poco tiempo.
En el Padre Celestial se encuentra la salida y el camino hacia el reencuentro con Su Divina Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque la oración hecha con el corazón tiene más efecto que la oración mental.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque esa oración toca el Corazón de Dios y Él hace descender las Gracias necesarias sobre el mundo y sobre las naciones, transformando el caos en un paraíso.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración colmada del Amor de Dios que impulsa a los cambios y eleva de plano a las consciencias.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración capaz de modificar los acontecimientos y de abrir la puerta de la redención para la humanidad.
La oración verdadera y sincera cumple las promesas de Cristo, restaura el plano psíquico del planeta, exorciza regiones comprometidas con el mal, libera de la esclavitud espiritual a cuantos están inmersos en esas realidades y no lo perciben; concibe la paz, la unidad y fortalece la fe en los que creen en Dios y en la segunda venida de Cristo.
La oración de los corazones verdaderos y sinceros siempre vencerá, porque es una oración que está unida al Corazón del Gran Maestro y establece la comunión con la Divinidad del Salvador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira - “En la Cena”
En este cántico ingresamos al templo del corazón y nos recogemos durante la noche para orar con el Maestro.
El alma deja atrás las miserias y los miedos para acompañar al Maestro en la gran ceremonia de la Comunión.
En este cántico se confirma y se profetiza la expresión y la manifestación de las Comunidades-Luz, las que son guiadas por la Mano del Gran Pastor, quien, reuniendo al Pueblo de Dios, celebra con los autoconvocados.
La preparación comienza con la oración diaria para recibir, en el gran cónclave, al Maestro del Amor. Él demuestra Su Amor por todos los seres y se recoge como Espíritu dentro del alma de cada ser.
Cuando todos son llamados se revela la sala del gran encuentro para que entren en comunión con lo Alto y así las almas permanezcan en el Señor.
Él revela el gran momento de la Comunión, ofreciéndose al Padre, pero también pidiéndole a todos que vigilen y que oren siempre para no perder el rumbo hacia el Corazón de Dios.
El Señor se muestra amoroso y resplandeciente y recibe en Su Reino a todos los que fueron llamados para servirlo, llevándolos ante el Trono de Dios para que reciban las Gracias del Padre Celestial y, así, lo reverencien por los siglos de los siglos.
Este cántico demuestra la fidelidad al Señor, fidelidad que podemos vivir a través de la oración diaria y así encontrar el camino de retorno hacia nuestro origen.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Sigue las huellas de amor que ha marcado Mi Hijo en tus caminos.
Reconoce Su presencia en tu interior y aférrate a Él para que algún día recibas los sagrados tesoros de Su Corazón.
Revive cada momento compartido en la Comunión con Su Espíritu, en la oración diaria que brota de Su Corazón bondadoso y, así, entrégate a Él, para que Mi Hijo pueda hacer los milagros de la vida, en nombre del Amor que Él le tiene a la humanidad.
No dejes de avanzar, de ser determinado; así permitirás que el Espíritu Santo te colme y seas bendecido por la expresión más pura de Dios.
Protege la inocencia de tu alma. Abre las puertas a tu morada interior, para que allí sea depositado el Amor crístico.
Sé valiente y camina alcanzando los últimos escalones de la redención para que ingreses al Corazón del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cánticos de Figueira - "Vengan hermanos"
En este cántico encontramos varias llaves que le revelan a la consciencia el procedimiento correcto para poder acceder, de forma adecuada, a las vibraciones sutiles del Cosmos.
Más allá de un procedimiento en sí, el cántico “Vengan hermanos” representa una invocación interior, un llamado de las almas de la Tierra que aspiran a alcanzar esa unión con el Infinito y con todas sus esferas.
Para que eso sea posible, el cántico indica algunas reglas básicas para poder contactar todo lo que existe y todo lo que habita en los Universos Mayores.
La primera llave es cambiar de actitud, es decir “sí” por medio de la oración, del alineamiento y del canto elevado; es cambiar de vibración para poder estar en la sintonía correcta y en el plano correcto.
Esa puerta se abrirá a través del canal de la devoción, porque la devoción nos llevará a expresar lo verdadero que somos, más allá de las apariencias y de los métodos.
Cuando la consciencia consigue cambiar de plano y de vibración a través de la oración o del canto elevado, es a partir de allí que otras Leyes, atributos y principios, guardados en el mundo interno de cada ser, comienzan a ser visibles y a estar disponibles en pro de la concreción de la Voluntad Divina. Porque cambiando de plano la consciencia se aparta de los errores y de sus consecuencias.
La segunda llave presentada en el cántico es el acto de compartir, de mundo interno a mundo interno, todo lo bueno que cada consciencia tiene, trascendiendo los límites de la provisión propia y la desconfianza que pueda existir.
En ese sentido, muriendo para sí, a cada momento, el alma encarnada en la Tierra podrá servir con alegría a los hermanos internos y, así, a la consciencia se le concederá la gracia cósmica de liberarse de las deudas, rompiendo los lazos y los límites de la materia, alcanzando, poco a poco, las fases de la trascendencia interior.
Eso despierta en la consciencia el sentido por lo reverente y por lo sagrado, fundiendo su espíritu en el canto y en la honra a los hermanos internos, creando, de esa manera, una alianza con la Hermandad Universal y abriendo los espacios para seguir rumbo al Infinito.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El verdadero recibimiento de los peregrinos de Dios comienza abriéndoles el corazón para sentir su necesidad interior y su súplica.
El recibimiento de los peregrinos representa acoger a esa parte de la humanidad que, a pesar de las circunstancias, de tiempo en tiempo aspira a alcanzar la vivencia de la Sagrada Voluntad de Dios.
Por eso, así como recibes al peregrino es como recibes interiormente al Señor Jesús.
Cada gesto compartido con el peregrino, cada oración realizada en nombre del amor y de una ardiente aspiración, representan una puerta de Misericordia que se abre para aliviar un profundo y antiguo dolor.
El recibimiento de los peregrinos, dentro de la misión de los Centros Marianos, es una de las principales tareas de cura planetaria para el fin de los tiempos.
El recibimiento de los peregrinos representa esa posibilidad que cada servidor tiene de dar lo mejor de sí, más allá del lugar, de la situación o de la nación que provengan.
Recibir a los peregrinos en los Centros Marianos es como recibir a Jesús y encontrarlo en la expresión de la fe, del dolor y del sufrimiento de cada hermano.
La tarea de los que acogen a los peregrinos siempre será dar amor para sembrar la cura y el perdón interior, tan necesarios para estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Busca en ti, hijo, la revelación de la unidad con Dios. Ama con todo tu ser y sirve para que no solo tu corazón, sino también tu cuerpo, aprenda a amar.
Supérate y ve al encuentro de la necesidad para que tus células despierten en su interior el verdadero potencial que guardan y para que tú comiences a ser un ser humano así como el Padre lo pensó y no como tú lo conoces.
Ora con tu mente, ora con tu corazón, ora con tu vida, no solo clamando por la paz, sino siendo paz para el mundo.
Busca la Verdad en el conocimiento, busca la Verdad en la sabiduría, pero sé la Verdad, despertando en ti el don del Amor manifestado, porque, si amas, comprenderás todas las cosas.
Amar no es solo estar pleno en aquello que te gusta, que te da alegría, que te mantiene en paz. Amar es saber obedecer a una voluntad superior a la tuya; amar es saber renunciar por un propósito mayor que el tuyo; amar es saber detener los propios pasos para darle lugar a los que necesitan llegar antes que tú; amar es estar en Dios y dejar que Él esté en ti, no importa cómo, dónde o cuándo. Que tu tiempo y que tu vida sean el tiempo y la vida de Dios.
Ama, pues tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Los elementos de la Naturaleza, el aire, el agua, la tierra y el fuego, así como los elementos dévicos serán las grandes referencias de la humanidad para la purificación planetaria.
Los propios elementos colocarán en su lugar lo que fue modificado y nadie podrá oponerse a ellos, porque los elementos de la Naturaleza se basan en las leyes terrestres que rigen al planeta, las cuales fueron modificadas y alteradas por el hombre de superficie.
Llegó el fin de esa cadena milenaria de transgresiones a la esencia de los Reinos.
Para este ciclo de purificación, los elementos de la Naturaleza serán los que no dejarán piedra sobre piedra, ya que el ímpetu con el cual ellos se manifestarán corregirá el espacio y también el deber que los mismos elementos tenían para con la Creación. Esta corrección no vendrá como un castigo, sino como Justicia.
La agresión continua a los Reinos de la Naturaleza y a sus elementos, generó alteraciones significativas en los últimos siglos.
Ahora, para este ciclo de purificación y de limpieza de la humanidad degenerada, los elementos tomarán el comando de las formas y de las leyes para colocar todo en su lugar, aunque luego sea destruido.
Esa destrucción será una corrección, será regresar al espacio que, en este caso, le pertenecían al agua o a la tierra y les fue quitado o modificado.
La oración permanente equilibrará a los elementos y los ayudará a vivir su readaptación dentro de las leyes del planeta.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para que puedas llegar al Corazón del Padre y no solo ser conocedor de una parte de la Sabiduría Divina, sino que también puedas experimentarla, debes comenzar a tornar realidad y vida, dentro de ti, los principios más básicos de una conducta humana evolutiva.
Fuiste llamado a trascender las tendencias comunes y naturales de los seres humanos de este tiempo, para que una nueva vida se instale en la Tierra, a través de tu corazón y de todos aquellos que buscan la vida espiritual para encontrarle un sentido a su propia existencia.
Comienza, entonces, siéndole fiel a Dios, verdadero y transparente delante de Él, así como delante de tus hermanos, sin miedo ni vergüenza de tornar visible tu esfuerzo y tu transformación. Sé fiel a lo que ya sabes que es una conducta evolutiva para ti, sustituyendo en tu consciencia la decadencia por la evolución.
Profundiza en tus oraciones diarias y hazlas cada vez más sinceras, de manera que te lleven a un diálogo transparente con Dios, para que así, confesándote con Él, puedas rendir lo que te parece imposible transformar.
Esfuérzate sinceramente por amar y comprender al prójimo, y véncete todos los días, sin dejar para después tu pedido de perdón y un acto sincero de reconciliación, cuando ofendes a alguien o cuando eres ofendido.
Si no te esfuerzas en esas pequeñas cosas, muy poco valdrá que Dios pronuncie delante de ti y a tu corazón las revelaciones más sublimes de los misterios celestiales y te dé a conocer las más puras Verdades sobre la vida y el Infinito, porque la sabiduría se perderá en la imperfección de tu mente y, a pesar de creer que sabes muchas cosas, no serás un instrumento para la manifestación de esta Verdad en la Tierra.
No serás digno de ser participante de las cosas sublimes del Cielo, no porque no tuviste las herramientas y las oportunidades para eso, sino porque no abriste un espacio en tu corazón para experimentar la Verdad, para ser transformado por ella y para anunciarla al mundo a través de tu propia vida.
Por eso, ve y profundiza en las cosas simples. Que la vivencia de la Verdad acompañe su revelación. Al menos inténtalo todos los días.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Deja que tu alma y tu corazón sientan el dolor del Corazón de Dios por Sus hijos que se pierden en este mundo.
Deja que tus oraciones sean un bálsamo que repare el Corazón del Padre y que las lágrimas que caen de tus ojos, por la perdición y por la ignorancia de las almas, laven y curen las heridas de tu Creador.
Cada alma perdida es una llaga en el Corazón de Dios. Cada hijo Suyo que niega o que rechaza la posibilidad de aprender sobre el amor y superarse en el amor, es una herida que se abre en el Corazón del Padre, porque una parte de ese Santo Corazón es arrancado y colocado, por libre y espontánea voluntad, en los abismos oscuros de este mundo.
Ora, clama y deja que tu clamor sea como un aliento para Dios, porque tu oración se transforma en una luz que ilumina la mirada de los que están en la oscuridad para que puedan comprender sus errores y arrepentirse de ellos.
Ora por las almas que se arrepienten para que ellas reciban una oportunidad de salvación, y ora por los que están ciegos y que permanecen en el engaño, sin querer ver la luz.
Haz de tu oración un manantial de Misericordia y de reparación, porque cuando oras tú te unes al Padre y Él vierte Su Misericordia sobre el mundo.
Cuando la Misericordia toca a las almas perdidas, ellas retornan al Corazón de Dios y aquella parte que le faltaba comienza a repararse.
Por eso, ora hijo, ora, clama, ten sed y ansia de curar el Corazón de Dios, abriendo el camino para que las almas retornen a Él.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Aunque no quede piedra sobre piedra, confía en el Reino de Dios.
Aunque el viento limpie y arrastre de su lugar todo lo que es impuro, confía en el Reino de Dios.
Aunque los mares suban y abracen a grandes ciudades, confía en el Reino de Dios.
Aunque la tierra se abra y se trague a pueblos enteros, confía en el Reino de Dios.
Aunque el sol, por su calor y por su fuerza, queme e incendie todo lo que irradia, y florestas enteras sean consumidas de la noche a la mañana, confía en el Reino de Dios.
Aunque las naciones se condenen por sus leyes y prácticas libres, confía en el Reino de Dios.
Aunque la Iglesia de Mi Hijo sea llevada a juicio, y los lobos que se vestían de ovejas sean descubiertos y llevados a la cárcel, confía en el Reino de Dios.
Aunque la fe de millones de almas esté en juego para el fin de estos tiempos, confía en el Reino de Dios.
Aunque se destituya a Dios y a Sus Mensajeros de algunas naciones y el poder humano sea el dios de los últimos tiempos, confía en el Reino de Dios.
Porque todo será puesto a prueba, dentro y fuera de los seres. Mi adversario entra en los rincones menos pensados de las consciencias.
Confía en el Reino de Dios, porque todo lo que estarás viendo en muy poco tiempo será la muestra y el resultado de haberse alejado de la Verdad.
Ora y confía en el Reino de Dios, porque en el momento culminante de la purificación de la Tierra los elementos de la naturaleza tomarán el gobierno del mundo y más que cientos de ángeles limpiarán la Tierra de su gran contaminación humana y espiritual.
Confía en el Reino de Dios y protégete.
Ora por los que no lo hacen y por los que se niegan a hacerlo. Ora por las naciones del mundo, para que alguien más se pueda salvar.
Todo está por suceder y ya dejará de ser una anécdota.
Es hora de enfrentar el fin y quien esté a Mi lado, así como están los ángeles, estará en el lugar más seguro que puede estar.
Confía en el Reino de Dios, porque ese Reino triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ama orar, no solo para pedirle algo a Dios, sino, sobre todo, para reparar Su Corazón.
Ama orar, no solo para elevarte hacia los Universos Superiores, sino para que, estando en las Alturas Celestiales, tú le ofrezcas reparación al Corazón del Padre.
Ama orar, no solo para construir en tu interior la santidad, sino, sobre todo, para consolar al Corazón de Dios.
Ama orar, no solo para sentir en tu corazón la paz, sino para ofrecerle paz al Corazón de Dios.
Ama orar, no solo para experimentar Amor, sino para que tu amor sea una esperanza para el Corazón de Dios.
Ama orar para reparar, consolar y traerle paz al Corazón de tu Padre y Señor.
Ama orar para clamar por las almas que, día a día, ultrajan al Creador con su ignorancia.
Vive para que no seas tú también un motivo que hiera el Corazón de Dios. Recuerda, a cada instante, los Ojos del Padre puestos sobre el mundo y cómo una simple y verdadera acción de amor puede consolar Su Corazón.
Ama, hijo, orar y vivir para ofrecerle a Dios una esperanza, la esperanza de renovarte en el Amor, la esperanza de triunfar con Su Proyecto Redentor, la esperanza de ver a Sus hijos retornar a Su puro y grandioso Corazón.
Que Dios no sea una realidad distante de ti. Descubre un Padre próximo y accesible a tu interior; un Padre que no solo tiene todo para darte, sino que también te espera en una oración sincera para que repares Su Corazón.
Contempla a un Dios silencioso y humilde, que se hace pequeño entre los hombres, dentro de sus corazones y que esconde Su Grandeza y Su Poder en lo oculto de los seres humanos, para darles una oportunidad de crecer y de descubrir el Amor por sí mismos.
Ama conocer a Dios, ama buscarlo y, por encima de todo, ama reparar Su Corazón.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijos:
Sus oraciones son como pequeñas estrellas que intentan brillar dentro del firmamento celestial.
Cada oración que es ofrecida, luego de ser elevada a lo Alto, se une a una gran corriente de luz, a elevados voltajes de energía divina que alimentan, una y otra vez, el Propósito Divino.
Cada vez que sus corazones y sus pensamientos estén sinceramente dirigidos hacia lo Alto, estarán unidos a ese manantial de luz que impulsa, de ciclo en ciclo, la concreción del Plan Divino.
Vean entonces, hijos, la importancia de la recitación diaria de las oraciones para estos tiempos. Estarán sosteniendo en el mundo esa corriente de luz espiritual que trae para las almas la revelación de Dios a cada ser.
No existe otro camino para encontrar la Faz poderosa de Dios.
La oración es ese puente directo que los unirá con la gran Existencia y, allí, sus almas sedientas del Amor de Dios podrán ser saciadas y colmadas por Su Amor Eterno.
La oración, en este tiempo, no es sólo un arma de defensa y de protección contra el adversario, sino que es también la medicina espiritual que disuelve cualquier mal. Solo bastará creer en ella y en su poder oculto.
La oración es algo más que repetir palabras.
La oración fue y es el primer mantra de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Oren para que el Reino de Dios descienda a la Tierra y Su Iglesia Celestial se plasme y se manifieste sobre todas las iglesias del mundo, revelando la espiritualidad divina y renovando a los espíritus que perseveran en busca de una fe verdadera.
Oren para elevar sus consciencias y sus corazones hacia el Corazón de Dios y encontrar allí las maravillas de Su Reino, para que no pierdan el amor en sus corazones.
Oren por los sacerdotes de este mundo, por aquellos que perdieron la Gracia de Dios y que ya no atraían Su Presencia, sino que se tornaron instrumentos de la oscuridad y de la perdición, destruyendo los tesoros celestiales que el Padre les concedió para su redención y salvación.
Oren por los sacerdotes que se esfuerzan para alcanzar la gracia de mantenerse firmes en su vocación y que día y noche son probados para no servirle a Dios, sino para caer en las tentaciones del mundo.
Oren por los religiosos y las religiosas de esta Tierra, consagrados al Plan del Creador en las diferentes congregaciones y líneas espirituales verdaderas, con la esperanza de ser una luz en la oscuridad del mundo, para que él no se pierda y un día pueda ser digno de la presencia del Reino Celestial.
Oren, hijos Míos, porque hoy ha llegado el tiempo de que salgan a la luz los pecados más arraigados en la consciencia humana, y muchos sucumbirán a la oscuridad dejando de lado las gracias que un día recibieron para manifestar el Reino de Dios.
Ha llegado el momento de lavarse en las aguas puras del final de los tiempos, las que los dejan transparentes delante de Dios y delante del mundo, para que reconociendo sus debilidades y pecados se arrepientan y retomen sus caminos.
Ha llegado el momento de la definición del planeta, porque pronto solo habrá dos leyes actuando en la Tierra: la Justicia y la Misericordia. Recibirán Justicia los que en ella se definan y Misericordia los que a ella se abran, rendidos en la verdad de su corazón.
Oren para que las almas no tengan miedo o vergüenza del arrepentimiento, para que no tengan miedo o vergüenza de pedir o de conceder el perdón.
Oren para que todos tengan el valor de verse transparentes y, aun así, rendirse ante Dios, para que Él los torne nuevos y los renueve en Su Gracia para que sean testimonios de Su Piedad para el mundo y portando en sus corazones la Misericordia Divina, la multipliquen en el servicio abnegado hacia otros.
Oren por las misiones humanitarias y por todos los que se abrirán de corazón al espíritu misionero, para que reciban la oportunidad de despertar y de redimir sus faltas a través del servicio. Y oren por todos los que serán servidos y recibirán el auxilio de Dios a través de sus semejantes, para que vean encenderse nuevamente en sus corazones las llamas del amor, de la esperanza y de la fe que el sufrimiento y la oscuridad hacían desaparecer de sus espíritus.
Oren, hijos Míos, por este planeta, para que a pesar de toda purificación y de toda prueba estos tiempos sean la preparación de un nuevo tiempo.
Así como los hombres se purificarán y se limpiarán para ser otros, rendidos a Dios en Su Gracia, que este planeta también se purifique y se limpie, y cuente siempre con espíritus firmes que en oración lo sustentarán, para que un día se torne digno de ser la cuna de una nueva vida, vida que expresará la verdad y la semejanza con el Reino de Dios.
Después de que todo se cumpla la Tierra será digna de recibir un nuevo nombre, renacida en Cristo y bajo la Gracia del Espíritu de Dios. Todo el planeta ingresará en el tiempo de la eternidad, en el que las horas no serán contadas.
Cuando todo haya pasado, hijos Míos, y el amor triunfe en el corazón de los que perseveraron siendo portadores de la paz, esta paz se expandirá más allá de sus corazones y alcanzará el horizonte de las estrellas, el firmamento en el Universo, restableciéndose en donde ustedes ni siquiera sabían que estaba perdida.
Oren, entonces, para que las almas tengan en sus corazones esta meta y delante de todas las pruebas no la olviden y no la pierdan de vista.
Verán en el mundo hechos y acontecimientos increíbles, pero hoy les digo, hijos Míos, que mayor que todo eso será el triunfo del Plan de Dios que sucederá a estos acontecimientos. Por eso tengan fe, oren y perseveren.
Mientras Mi Voz se pronuncie en el mundo Yo los ayudaré y los acompañaré siempre y, revelándoles los misterios celestiales, les enseñaré a atraer la Verdad hacia la Tierra y a vivirla.
Yo los bendigo y les agradezco por llevar adelante este Plan de Amor y de Paz.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente la Presencia de Dios en tu corazón y no salgas de allí.
Fortalécete con el fluido poderoso que proporciona la oración, con el escudo potente que la oración crea.
Mantente dentro de Dios y vive cada momento, a fin de que crezca tu espíritu.
Condúcete a través de las Leyes y de los Rayos sublimes que provienen del Universo, así aprenderás, con esa ayuda, a superar los últimos tiempos.
Anímate a trascender los obstáculos con amor y las pruebas con perdón para que en esta humanidad despierten los Nuevos Cristos.
Así, tú podrás ser un ejemplo para los demás y muchos más aprenderán a trascenderse y a donarse espontáneamente al Plan de Dios.
Vence cualquier contrariedad a través del amor y de la inteligencia.
No dejes que nada opuesto te lleve, así como la corriente del río.
Tómate del Manto del Pastor y Él te librará.
Quédate en Su Paz, porque en Cristo todo es posible.
Sigue adelante con la certeza de pertenecer a Dios y de estar formando parte de Su Reino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tercera Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
báñame por dentro y por fuera
con el manantial de Tu Gracia.
Purifica cada aspecto de mi ser
para que siempre me pueda renovar
a través de Ti.
Purifícame de mis pensamientos
y de mis sentimientos.
Te pido, Señor nuestro,
que seas parte de mi ser.
Enséñame a ser paciente
y perseverante en todo momento.
Enséñame a ser humilde
y simple ante los demás
para que mi persona
no busque promoverse en nada,
sino que esté dispuesto a servir
cuando me necesiten y me llamen.
Señor de la Verdad,
que mis sentidos se sublimen,
que mi palabra se eleve de vibración
y que cada oración que te ofrezco
pueda ser recibida en el Cielo
como una gota de luz en el vasto Universo
a fin de que las Gracias de Dios
sigan descendiendo.
Enséñame a ofrendar mi vida al servicio.
Enséñame a ofrendar mi corazón
como instrumento de cura.
Enséñame, querido Jesús,
a vaciarme de mí mismo día a día,
para que cada paso que dé
sea bendecido por Tu Amor consolador.
Que mi vida sea guiada
y protegida por Ti, Señor,
y que el Espíritu Santo descienda
para que pueda cumplir,
dentro de Tu Obra majestuosa,
con todos los Designios que has pensado
en Tu humilde Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Escucha a tu corazón y encuentra la Verdad. Aspira todo el tiempo a reencenderte a través de ella para que siempre recuerdes lo que eres esencialmente y no lo que te sucede superficialmente en la vida diaria.
Recuerda tu origen y tu filiación con lo Alto, y sostente a través de ese recuerdo inquebrantable que te ayudará a seguir despertando la confianza en Dios y en Su divina Misericordia.
Así, renuévate y no te atormentes por los errores. El Padre Eterno ya conoce la imperfección del Proyecto humano y todas las experiencias de vida que llevaron y que aún llevan a la humanidad por un sendero oscuro.
Emerge de este mundo como una luz interior que ayuda en la sublimación de tu consciencia y a tu alrededor.
Haz uso de la herramienta de la oración para que ella siempre disipe y retire de ti cualquier duda o inquietud y, al fin, sumérgete en el Océano de la Misericordia y permite que, de tiempo en tiempo, todo sea redimido.
Reconócete, de una vez y para siempre, como un digno hijo de Dios, así estarás siendo tocado por la Gracia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que la Divina Misericordia obre y actúe a través de ti.
Conviértete en una llama de la gran Fuente del Espíritu y sé luz para los tiempos de tinieblas.
Convierte tu alma en un templo consagrado por la oración sincera y por la fe constante.
Permite que cada momento de oración sea una ceremonia amorosamente ofrecida al Creador, Padre del Cielo y de la Tierra.
Que cada momento de ofrecimiento, en unión con lo Alto, sea una oportunidad de confirmar tu alma al Reino de Dios.
Lleva en tu corazón la gran experiencia de la Misericordia y guárdala dentro de tu ser como un tesoro espiritual que siempre podrás encontrar dentro de ti, cada vez que lo necesites.
Por eso, vive en la Misericordia por todos los miserables para que tú seas un puente y un instrumento de luz que sirva de auxilio para los que aún no conocen lo maravilloso de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más