Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 110.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como la brisa que hoy los envuelve, así será el anuncio de Mi llegada, iluminando la Tierra que está en oscuridad, para que pueda renacer y así resucitar de su cautiverio espiritual, moral y físico.

Volveré como ese Sol, que hoy también los ilumina; pero el poder que reflejaré y la Luz que expandiré serán más que los de cientos de soles de este universo material, porque vendré a transmutar el planeta y liberarlo, de una vez y para siempre.

A Mi derecha y a Mi izquierda estarán los Arcángeles, los Padres Creadores que, como fue en el principio y en el origen de la Creación, restablecerán el Proyecto para este planeta y también para otros.

Será necesario que la Fuente de la Creación se aproxime al mundo y, desde Su plano espiritual, esa Fuente vuelva a verter en las almas los códigos de vida y de redención alcanzados en la dolorosa Pasión de Cristo y vividos en la agonía de la Madre de Dios, que lo acompañó en cada paso del Calvario.

Todos esos méritos, absolutamente abnegados y ofrecidos al Padre Eterno por los ángeles de la Creación, que guardan en sus Cálices esos códigos de vida, volverán a ser depositados en el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Pero para que esto suceda, tendrá que ser justificado, y también confirmado a través de la vida de los que le dicen sí a Dios, de los que están caminando al lado de Cristo, buscando dentro de sí mismos el Reino de los Cielos y la Tierra Prometida.

Por eso, estamos en la transición hacia ese momento, momento que no está lejos en este tiempo material y espiritual.

Por eso, la gran justificación serán los tesoros que guardarán Mis apóstoles y Mis discípulos de todas las Reliquias espirituales y divinas que Cristo reunió a través de Su Muerte y de Su Resurrección, a través de la Sangre que, gota a gota, fue derramada por la remisión de los pecados del mundo y por la salvación del Proyecto de la Tierra.

Solo la Luz de Dios, impregnada de Su más profundo Amor Eterno y Divino, podrá resolver la actual situación planetaria; podrá reordenar al mundo; podrá redimensionar a la raza humana, para los que aún deberán permanecer aquí, dando continuidad a la Obra de Amor de Cristo en la Tierra.

Por eso, en este día, Yo estoy aquí para saber quién Me seguirá y quién dará continuidad a Mi Proyecto Redentor de las almas de la Tierra.

Rezo para que todos lo puedan conseguir, porque sé que aún se vivirán momentos difíciles, en los que las almas serán colocadas en fuertes experiencias, experiencias que les servirán para crecer interiormente y para madurar en el camino crístico de los grados de amor y de evolución.

Los ángeles de la guarda protegen a las almas, en cada momento, sobre todo cuando se disponen a vivir la Voluntad que Dios determinó, sin interferir en el destino que está escrito desde el principio para cada uno de ustedes.

Por eso, su Maestro y Señor, en presencia de los Arcángeles, de los Padres Creadores, se encuentra en ese gran momento interno y espiritual, pero también universal, en el que las almas de esta humanidad deberán confirmarse, de una vez y para siempre, para que Yo después, retornando, pueda hacer resurgir a este planeta y a esta humanidad de los abismos en donde se ha colocado, de los sufrimientos que aún sigue viviendo, de los conflictos que sigue experimentando por no conocer el verdadero Amor de Dios y no abrirse, como civilización de la Tierra, a que esta raza sea impregnada y colmada de los mismos códigos que Su Maestro y Señor recibió en la Agonía del Huerto Getsemaní.

Por eso, hoy llevo en Mis Manos un Libro con hojas en blanco; como los que llevan los Arcángeles, los Padres Creadores.

¿Por qué está en blanco?

¿Este Libro y los Libros de los Padres Creadores tienen en sí la historia de la humanidad, con sus aciertos y errores, con sus victorias y triunfos?

Les respondo que sí, estos Libros la tienen. Pero ahora están en blanco porque la humanidad está en su momento de inflexión y las almas deberán responder para confirmar la continuación de este Proyecto y de la evolución de este planeta, dentro del Mundo Confederado.

¿Quién escribirá en estos Libros, a través de la adhesión y de la entrega de la vida?

¿Quién escribirá aciertos, triunfos y victorias a través del Amor de Cristo? Pero, ¿quién dejará de escribir errores, pecados, ofensas y toda negligencia?

¿Quién iluminará la historia escrita en estos Libros a través de los grados de amor, de devoción, de obediencia y de reverencia?

Aquí está el Libro de la vida espiritual de la humanidad, que deberá ser reescrito por la fidelidad de las almas y por los corazones buenos que, a pesar de sus desiertos o de sus pruebas, a pesar de sus experiencias dolorosas o traumáticas, a pesar de todo, Me dicen sí en confianza, en amor y en determinación.

Estamos dentro del tiempo material de la vida, pero el Tiempo Real se aproxima, y esperamos que estos Libros, que están en las manos de los Arcángeles, los Padres Creadores, y en las Manos de Cristo, su Señor, sean escritos por la redención de los apóstoles y la entrega de los valientes, a fin de que se pueda perpetuar Mi Legado en el mundo a través de la vida sacerdotal y religiosa.

Sean capaces de comprender lo que les digo, sean capaces de intentarlo y de poder vivirlo.

Mi Amor no tiene excepciones, Mi Amor tiene prodigios, gracias y misericordias.

Esto es lo último que quería decirles en esta Maratón, porque espero que mediten Mis Palabras, que profundicen en Mis Mensajes y que sean capaces de intuir y de percibir todo lo que les estoy diciendo por Amor.

Sigamos rezándole a Dios no solo por Su Misericordia, por Su Gracia y por Su Paz, sino para que los apóstoles del fin de los tiempos sean capaces de estar allí Conmigo sin titubear, sin oscilar, en donde Yo los necesite y cuando Yo los llame por su nombre.

Mi Corazón se alegra por las almas buenas y orantes. Mi Corazón siente a las almas que intentan aliviarlo. En todas ellas está Mi refugio, en sus vidas está Mi Paz, en su fidelidad está Mi Confianza Eterna.

Los vuelvo a bendecir con Mi Paz, pero esta vez también con Mi Luz Eterna para que el mundo siga siendo transformado, redimido y transfigurado; para que los pilares que intento fundar sobre la superficie de la Tierra, a través de Mis apóstoles y de Mis almas, sean pilares sólidos y firmes que sean capaces de amar con plenitud Mi Legado, para que Mi Amor Crístico esté presente en el mundo.

Acompañen a la Jerarquía Espiritual en todo lo que hará en Norteamérica; porque por más que los tiempos apremien y las dificultades aumenten, el Amor de Cristo que proviene de la Fuente Suprema siempre triunfará y hará nuevos a todos corazones, liberados del mal.

Les dejo Mi Paz, una vez más.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 110.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Después de que todo se haya purificado, dentro y fuera de las criaturas, será el momento en que Yo retornaré al mundo. Vendré, semejante a la Luz de este día que hoy los abraza, emanando cientos de rayos hacia todas las direcciones del planeta y del universo.

Así, verán venir al Hijo de Dios; así como fue escrito en los Evangelios; así como fue anunciado por algunos videntes predilectos Míos, a través de los tiempos, que tuvieron la Gracia de recibir la revelación de la Pasión y Muerte del Señor, pero también tuvieron la Gracia de recibir la revelación del Retorno de Cristo.

Y hoy, ustedes, en este tiempo, a pesar de la situación crítica del planeta, también siéntanse parte de esa revelación que su propio Maestro y Señor les anunció en estos últimos tiempos a ustedes, por medio de Sus Mensajes y de Sus Palabras.

Por eso, a veces Mi Corazón se siente oprimido y a veces esclavizado, porque Yo les He confiado todo, no Me He guardado nada y, aunque aún una parte de Mi Consciencia sea un misterio para este universo y para esta Creación, en el fin de los tiempos todo se sabrá. Por eso, Mis Tesoros son incalculables y Mis Gracias son inextinguibles.

Así como Yo les He confiado Mi Ser y Mi Consciencia Divina, también Yo les He pedido muchas veces que confiaran en Mí. Pero, aunque el ser humano sea frágil e imperfecto, ustedes saben que Yo tengo el poder de transformarlo todo y de hacer de la vida de cada ser un nuevo instrumento en las Manos de Dios.

Mi misterio se terminará de revelar a aquellos que sigan siendo fieles a Mí, en este camino de desafíos y de pruebas que Yo les ofrezco. Porque, más allá de todo, lo más importante para su Maestro y Señor es que triunfe el Amor Crístico.

El mundo no fue creado para que estuviera sin el Amor Crístico. Por esa razón, el mismo Dios tuvo que encarnar en la Tierra para que ustedes, a través de los tiempos, lo sintieran cerca.

Sin esa cercanía de Dios, que Él mismo se ofreció a vivir por la redención de todo el género humano, ni ustedes ni sus hermanos tendrían la Gracia de comprender y, sobre todo, de aceptar la Voluntad Divina.

Por eso, lo que está previsto que suceda a través del Plan de Dios no puede ser alterado. Las almas no pueden alterar los Planes de Dios, sería como estar en contra de la Ley y no aceptarla; porque lo que está previsto para cada una de sus vidas es incalculable y, hasta diría, incomprensible.

Es tan grande la Gracia de Dios y tan Infinita Su Misericordia que a veces, Mis compañeros, las pierden de vista y se confunden por sus propios ideales o hasta por sus propias voluntades.

¿Qué hubiera sido de Mí si su Maestro y Señor, desde el momento de Su Encarnación hasta Su Muerte, no hubiera aceptado lo que Dios había determinado? ¿Qué hubiera sido de este mundo? ¿Qué hubiera sido de esta humanidad?

Deben comprender, de una vez y para siempre, que sus vidas son llamadas a vivir el Amor Crístico y a que se conviertan en Nuevos Cristos; para que den continuidad a Mi Obra de Misericordia, que toda la humanidad necesita en esta hora de incertidumbre y de falta de paz.

Por eso, hoy Yo vengo como el Sol de Dios que representa la vida, la regeneración y la cura para todo el planeta y el universo. Vengo como esa Luz poderosa y eterna que puede transmutarlos y liberarlos de sus errores y de sus pruebas.

Pero solo de ustedes, compañeros, dependerá ese último y gran paso que, en el silencio de Mi Corazón y en Mi oración, espero que puedan darlo.

Aún hay muchas cadenas que romper. Aún hay muchas amarras que liberar. Aún hay muchos corazones que reconstruir, porque la confianza ha sido ultrajada por todo lo que sucede en el mundo. 

Y aunque Dios, su Padre Eterno, contemple todo lo que hacen de este planeta y de esta humanidad, Él no se aleja, Él se acerca. Él se hace sentir y saber, a través de la eterna persistencia de Su Amado Hijo, por aquellos que, a pesar de la oscuridad del mundo, son valientes y siguen dando los pasos hacia la Luz, hacia este Sol del Universo que los abraza y que los recoge en el Amor de Dios.

De esta forma, Yo los preparo para vivir situaciones más determinantes y maduras, experiencias que les permitirán darse cuenta si están Conmigo o no lo están, si sus corazones están prontos o no lo están.

Pero una vez más, les digo que no se desanimen y que sean valientes. La Luz de Mis Rayos penetra en la Tierra herida y en la humanidad enferma para poder curarlas.

Por eso, Yo Soy ese Sol inextinguible e inmutable que siempre vuelve a nacer para dar Vida a los Suyos y para darles Amor en Su sagrado recogimiento.

Las señales de estos tiempos les demuestran a todos que es hora de vivir con seriedad y reverencia este sagrado llamado, porque no se repetirá jamás, no se escuchará más; ya que en la purificación de la Tierra todo concluirá y el planeta se reordenará, su superficie deberá ser regenerada para estar dentro del cumplimiento del Proyecto de Dios.

Pero todo esto será posible si ustedes están aquí Conmigo, de verdad. Aun con todos sus defectos, deben permitir que Mi Amor llegue a todos y que la vida interior de los seres humanos algún día se vuelva sagrada y solemne, para que los frutos de la conversión y de la redención del mundo sean presentados a los Pies del Creador, Adonai.

No busquen respuestas en donde no las encontrarán, escuchen sus corazones y no se confundan. Mi enemigo tiene muchas artimañas, es muy astuto y audaz.

Pero quien está Conmigo, en unidad y en reverencia, no perecerá; porque Mi Amor es como una cúpula finísima de Luz que los protege y los resguarda, tan solo cuando no se dan el permiso de salir de Mi Corazón por otras preferencias y deseos.

Cuando se decidan a vivir los códigos de la vida evolutiva, aprenderán a vivir los Mandamientos. Por eso, no se olviden de que son parte del sagrado pueblo de Israel, que debe continuar caminando en este desierto planetario de indiferencia y de sordera. El sagrado pueblo que debe encontrar, a través de Mí, la Tierra Prometida.

Aspiro a que muchos lo puedan hacer y a que muchos puedan concretar el encuentro con esa sagrada tierra espiritual que es parte del Reino de los Cielos.

En esta tarde, en la que Mi Divina e Insondable Misericordia, a través del Sol, sigue brillando para el mundo; no se olviden de que Soy el que Soy y de que Mi Eucaristía es un Cuerpo de Luz vivo y resplandeciente que todo transmuta y libera en aquellos que lo aceptan en humildad y de corazón.

En ellos, siempre conseguiré escribir la continuación de Mi Historia, que es la Historia de Dios, a través de Su Voluntad y de Su Ardiente Aspiración de que el Padre tenga parte con ustedes y ustedes tengan parte con el Padre a través de Mí, su Señor y Maestro del Universo.

Y, una vez más, les doy la Paz para que el mundo sea merecedor de la paz, para que esta paz tan necesaria y urgente se establezca en la faz de la Tierra.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 110.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Compañeros, no existe otra razón para que Yo venga al mundo, sino con el fin de curar a la humanidad de este tiempo, por todo lo que ella vive, día a día, en todas las circunstancias, situaciones y motivos.

Pero sé que muchos no comprenden lo que esto significa para su Maestro y Señor, y la humanidad se sigue enfermando en varias situaciones y experiencias, colocando en juego su camino de evolución y, muchas veces, su camino de despertar.

Hoy, a través del solemne silencio de Mi Corazón, les digo todo esto para que mediten y para que reflexionen. No esperen que el mundo cambie rápido, de la noche a la mañana.

No se olviden de que su Dios, a través de Su Amado Hijo, encarnó en la Tierra por medio de una humilde y simple Mujer, en un simple pesebre, para que todos pudieran ver que Dios mismo es humilde y prodigioso.

Si esto no hubiera sucedido así, compañeros, no hubiera sido posible la Obra de Redención y de Paz; una Obra que aún continúa latente en este tiempo y que lo seguirá estando a través de la adhesión de todos.

Ustedes ven a su alrededor una situación planetaria que cada día es más crítica y difícil, pero también ven en ustedes mismos su propia situación interior, y a veces no saber lidiar con su proceso de transformación y de purificación. Pero Yo les puedo decir que les He dado todo y un poco más, y que el Padre Me Ha dado ese permiso, porque Yo sabía que ustedes lo necesitaban.

Mientras el tiempo de la emergencia planetaria se agudiza en la humanidad y en la superficie de este planeta, Yo los invito a que no se olviden Quién en verdad Soy Yo, para que no se olviden cuál es la razón por la cual todavía les hablo y Me aparezco a entregarles Mi Mensaje, que es el Mensaje de Dios.

Sé que la condición humana muchas veces confunde y precipita los acontecimientos, por ustedes mismos lo podrán ver en este tiempo crucial. Pero Yo los invito a colocar su mirada en la esperanza que estará llegando en el gran día de Mi Retorno al mundo, en el que su Maestro y Señor presenciará el Juicio Universal.

Y, en esa hora, ¿qué será lo que ustedes estarán haciendo?

Y, ¿cómo podrán enfrentar por sí mismos ese Juicio, que no vendrá para condenarlos y castigarlos, sino que vendrá con sabiduría para mostrarles la realidad que en muchos casos no quisieron ver ni aceptar?

Por eso, Yo He tenido la intención, a través de los tiempos, de entregarles Mis más preciados Tesoros, sabiendo que muchos de ustedes en algún momento podrían fallarme y no tener consciencia de lo que significa en verdad estar a Mi lado para acompañarme en esta tarea universal, que no solo corresponde a esta civilización, sino también a otras.
 
Pero, Yo no vengo aquí para señalarles su ignorancia o su poca determinación en tener que dar el paso definitivo para aceptar, de una vez y para siempre, que no hay otro camino. Así mismo, Yo lo hice hace tanto tiempo atrás con una humanidad más primitiva y precaria espiritualmente.

Pero, ustedes no son parte del mismo momento en el que esa humanidad del tiempo pasado corría un gran riesgo de perderse y de autodestruirse. Ahora, los acontecimientos son más graves, de la misma forma las decisiones que tomen en sus vidas también podrían ser graves y no tener retorno.

Quiero que entiendan que después de estos años de Apariciones, desde el año 2013 hasta el presente, He trabajado pacientemente por la redención y sublimación de su consciencia y, más aún, He trabajado amorosamente a través de Mis Instrucciones y Palabras para que las hicieran parte de ustedes, las hicieran carne, así como el Amor de Dios se hizo carne en el Corazón de Su Hijo, en el padecimiento más terrible de la Agonía de la Cruz, en la absoluta soledad, al saber que hasta Mis propios compañeros de otrora Me abandonaron por miedo y por temor. 

Pero, Yo vuelvo a decirles todo esto porque en verdad no hay más tiempo, y lo repetiremos hasta que lo entiendan y lo acepten definitivamente.

Porque llegará ese día y esa hora, en los que Yo no podré estar a su lado; deberán estar solos, pero con Dios, en confianza, viviendo el gran momento de la transición de la humanidad y del planeta, viendo a su alrededor las tinieblas y la oscuridad, así como su Maestro y Señor las vio en el Huerto Getsemaní. Y todo esto no lo hizo retroceder, porque dejó Su Corazón vacío para aceptar beber del Cáliz que el Padre le ofrecía a Su Hijo. 

Hoy, delante de ustedes les muestro Mi Altar, el Altar de Mi Sacerdocio Espiritual y Planetario, un Altar que no se ha vaciado, porque no ha habido postulantes para beber de los Cálices que están ante sus ojos.  Esta lección y esta enseñanza que les traigo no es emocional, sino profundamente espiritual, diría semejante a la que su Maestro y Señor vivió a través del ángel del Huerto Getsemaní.

Sé que la condición humana, como ha sucedido en estos últimos tiempos, ha colocado a muchos de los Míos y especialmente a los que más He amado hasta los días de hoy, en problemas, en situaciones que han herido la confianza de Mi Corazón porque se han alejado de Mí, conscientemente.

Pero, Yo les digo lo mismo que les dije a Mis apóstoles en la Última Cena, que a pesar de todo se amen los unos a los otros, así como Yo los amo y aún más.

Hoy, les digo que seguiré adelante con Mi Obra Redentora y Misericordiosa, con aquellos que por sí mismos se han dado cuenta de lo que significa estar Conmigo en este tiempo final y en esta coyuntura espiritual del planeta, en donde todo está en riesgo y en peligro.

Por eso, con Mi Mirada hacia el suelo, así como les ha dicho Mi Santa Madre, el último día del año que ha pasado, Yo les digo que los sellos del Apocalipsis se están terminando de abrir, y sé que muchos no tienen consciencia de lo que esto significa en este momento.

Yo nunca colocaré sobre ustedes una cruz que no puedan cargar, no sería el Cristo.

Yo vengo aquí no solo a compartir el pan y el vino, transustanciados en Mi Cuerpo y en Mi Sangre; vengo a compartir, con los obedientes y los vacíos de corazón, Mi dolor por el mundo para que en el silencio sea transmutado y liberado, a fin de que las almas que están más perdidas tengan la Gracia del rescate y de la redención.

Por eso, quiero que sepan que Mi Voluntad se escribe en las almas despojadas de sí mismas, en las almas que trabajan todos los días en su propia rendición y entrega. No puedo escribir Mi Voluntad en las almas desobedientes o en las almas que se resisten.

Yo no Me ocuparé de esto ni tampoco ninguna otra Jerarquía; porque ustedes fueron conscientes desde el primer día de lo que significa estar Conmigo y, aunque la carne es débil, el alma puede ser fuerte y valiente, puede ser capaz de seguirme en fidelidad.

Sigo perdiendo sacerdotes en el mundo. ¿Quién será capaz de unir el Cielo y la Tierra, la Tierra y el Cielo?

No puede no haber sacerdotes en el mundo. Muchos creen serlo, pero Yo no necesito de su poder y de su ambición, necesito de sacerdotes que vivan el misterio de la Cruz y del Calvario que, al igual que Yo, su Maestro, sean capaces de entregar su vida, así como Yo lo hice en la Cruz, para que las almas se sirvan del Amor de Dios, del Amor que se necesita urgente en este tiempo, ya que muchas están desorientadas y perdidas por las cosas del mundo.

¿Quién será digno de perpetuar Mi Legado hasta los últimos días de la Tierra?

¿Quién será capaz de consagrar su vida verdaderamente, para que Yo pueda hacer prodigios en las almas?

Yo no vengo a mirar sus defectos ni tampoco sus dificultades, porque las conozco todas. Yo vengo a buscar lo que Me pueden dar de verdad y sin requisitos, sin condiciones, sin resistencias.

Por eso, tengo tan pocos amigos, fieles amigos, y esto no es un reclamo de Mi parte, es una realidad.

Estar Conmigo es más que querer estar Conmigo, es más que cumplir Mi Voluntad y realizarla.

Estar Conmigo es algo más allá de estar en el Plan y de formar parte de Mis ejércitos.

Estar Conmigo es estar en cercanía, sin miedo a los errores.

Estar Conmigo es estar en transparencia y no en mentiras.

Estar Conmigo es estar, así como uno es, sin pensar en lo que dirán o comentarán.

Estar Conmigo es vaciarse todos los días; es no infringir la Ley para que no se lastimen a ustedes mismos; es no desaprovechar Mi Llamado, porque sé que si muchos llegaron a estar Conmigo es porque escucharon Mi convocatoria en los planos internos.

¿Pero quién, sino Yo, rescatará sus vidas y salvará sus almas?

¿Cómo es posible que haya almas que no quieran estar Conmigo por estar con otros?

Esto es el reflejo de que el amor que esas almas Me tienen es frágil y miserable.

Porque Yo vengo al mundo, como un Mensajero, para cumplir la Aspiración de Dios, que ustedes desconocen y que es la Aspiración de que el Padre Eterno pueda escribir Su Voluntad a través de sus vidas y, sobre todo, de sus almas.

Aun habiendo sido Misericordioso con la humanidad y sobre todo con ustedes, parece que para algunos no ha sido suficiente. Eso es no comprender lo que es la Misericordia Divina; es no haberse colocado debajo de los Rayos de la Sangre y del Agua de Cristo, para que Yo los pudiera proteger y salvaguardar de Mi enemigo.

Por eso, esta es la última vez que les digo esto, porque es una Instrucción que sirve para todos, sin excepción. No jueguen con su destino porque no lo conocen. No pierdan la oportunidad de entrar al Paraíso por sus sentimientos humanos.

¿Qué sucederá con todos aquellos que estaban detrás de ustedes, esperando la oportunidad del amor y de la redención?

Les digo esto a las almas indecisas, indefinidas y frágiles; porque si su confianza hubiera estado verdaderamente en Mí, nada hubiera pasado; las almas en el mundo no se perderían, porque no existiría motivo ni razón para que eso suceda.

Yo quisiera, por última vez, que sepan que hay mucho por hacer y que Mi Espíritu se ennoblece en todos aquellos que verdaderamente hacen el esfuerzo por superarse todos los días y, sobre todo, hacen el esfuerzo de que la propia vida sea parte de la salvación y de la redención del mundo.

Yo les dije, una vez: golpeen y la puerta se abrirá. Y esa puerta ya se abrió para todos, pero con pena y con Mi Mirada hacia el suelo, quiero decirles que esa puerta por más que la vuelvan a golpear no se abrirá más. Les digo a las almas indefinidas e ignorantes.

Los Tesoros del Padre no se desperdician ni tampoco Sus Dones y Sus Virtudes.

2023 será un año de fuertes experiencias que deberán aprovechar para madurar y crecer definitivamente, porque Mi primera Aspiración en este año es que ustedes vivan el voto de la fidelidad y no se atrevan nunca más a colocar en riesgo Mis Proyectos de Salvación y de Misericordia.

Con esto, Yo no les digo que dejarán de ser imperfectos, que dejarán de tener pruebas o de vivir desiertos espirituales; con esto, Yo les digo que, estando en fidelidad, serán capaces de atravesar una tempestad más fuerte que la que los apóstoles atravesaron en el Mar de Galilea, con la Presencia del Maestro.

Quisiera que esta próxima Maratón de la Divina Misericordia sea rezada por la madurez de los Nuevos Cristos, por la definición de los que aún no dan el paso, por la Misericordia y por la Paz en esta humanidad.

Aunque algunos se arriesguen a herir el Corazón de Dios y el Corazón de Cristo, Yo vengo a darles Mi bendición para que comprendan la infinidad de Mi Amor Redentor.

Un último consejo, protéjanse y cuídense unos a otros, sean capaces salvar al otro y de arriesgarse por su evolución, aunque sea difícil o insoportable; porque hasta que no hagan triunfar Mi Amor en ustedes y en sus hermanos, tendrán muchas pruebas que atravesar.

Por último, honren y den valor y reconocimiento a todo lo que Yo les He entregado, para que la Ley no golpee a las almas indecisas, a las almas indefinidas.

Que Mi Misericordia transforme la Justicia en Amor y Compasión.

Les doy Mi Paz para que la vivan y la difundan.

Mi Corazón está pronto, ¿y el de ustedes lo está?

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Perdónalos, Padre, Yo He dado la vida por cada uno de ellos.

Perdónalos, Padre, porque Yo padecí cada paso con la Cruz.

Padre, perdónalos, porque solo Tú sabes
lo que Tu Hijo vivió en el Huerto Getsemaní.

Padre, dales Tu Perdón, porque Tu Hijo murió en la Cruz
para liberar a la raza humana, hasta el fin de los tiempos.

Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Perdona a esta humanidad, por todo lo que vive y por todo lo que hace.



Como hace dos mil años atrás, Mi hora se aproxima.

¿Quién esperará el Retorno de Cristo?

¿Quién estará atento para reconocerlo?

¿Quién lo esperará con los brazos abiertos?

¿Quién le dará morada al Señor?

¿Quién lo reconocerá a través de las señales en el cielo y en la Tierra, en pleno auge del Armagedón?

¿Quién, una vez más, cargará con el Maestro, la pesada cruz del género humano? Una cruz más pesada que la que su Maestro y Señor cargó hace más de dos mil años.

La dificultad no está en el madero; la cuestión, Mis compañeros, está en la disposición de Mis discípulos, en que ellos comprendan lo que esto significa y la emergencia que esto tiene para este ciclo agudo de adversidad y de incertidumbre.

Por eso, Mi hora se aproxima; y hoy, junto a todos los Maestros en los Himalayas, el Señor abre Sus Brazos y extiende Sus Manos hacia el mundo como el Redentor, para dar Su bendición a los que más lo necesitan, para llegar con Su Luz donde hay más oscuridad.

Así, el Maestro de los Maestros se prepara para Su hora, así como Él se preparó para la hora más dolorosa de Su Vida, a través de la Última Cena, cuando el Señor del Universo, el Señor de la Vida y del Amor, solo necesitaba en aquel momento, así como hoy lo necesita, sentir la cercanía de los corazones valientes.

Por eso, Me reúno con toda la Jerarquía Espiritual, ya que los planes cambiaron y una gran decisión deberá ser tomada, porque aún el hombre de esta superficie ostenta el poder y la impunidad.

Pero, no se olviden de este mes tan especial para Mí y para ustedes.

Quiero que todas Mis fieles madres y mujeres de la Tierra tengan en sus brazos a Cristo en Su Nacimiento.

Quiero que los humildes y servidores hombres de la Tierra, Mis apóstoles, misioneros y colaboradores, irradien la inextinguible paciencia de San José en este tiempo de tribulación, en el que el templo interno de los corazones deberá ser preparado para lo que llegará.

Esto es lo más grave que hoy sucede en el mundo: los corazones no están prontos para lo que llegará.

Por eso, en esta próxima Natividad, en la que la gran Estrella de Belén se reencenderá desde los espacios de este universo, hagan brillar la luz de sus oraciones e invocaciones, pidan al Padre Celestial por toda la grave situación planetaria, por todo lo que se está saliendo de control en cada segundo, por lo inminente que está por llegar.

Mi sed, al igual que en la Cruz, es por los corazones que aún no Me dejan entrar y, así, no están prontos.

Les aseguro que esta es la hora más difícil para su Maestro y Señor. Vuelvo a tomar la fuerza del Espíritu de Dios y la valentía en este momento crucial, elevando ante ustedes Mi Santo Cáliz para que, al igual que los apóstoles del pasado, en esta hora tan definitiva, de tanta emergencia, coman de Mi Cuerpo y beban de Mi Sangre, como una sabia y justa justificación ante los errores que hoy vive el mundo.

Pero no se olviden de que el Señor de la Luz vino en un momento tan semejante a este, para traerle la redención a todo el género humano, para abrir las puertas hacia el amor y hacia la verdad.

¿Ustedes están realmente decididos a seguirme, a pesar de que les duela?

Esto es lo mismo que, en esa santa noche de la Comunión, Yo les planteé a los apóstoles, y aunque supiera que no habían comprendido, la unión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre, a través del Santo Espíritu de Dios, por un instante les dio luz, discernimiento y sabiduría a Mis compañeros, para que estuvieran prontos para acompañar la Pasión del Señor.

Y aunque Me hayan abandonado, no dudé en entregarles lo mejor.

Yo vengo a colocar en los corazones la Voluntad Divina, el Amor de Dios para que se cumpla Su Proyecto a través de la realización del espíritu, de la trascendencia del alma, de la madurez de la consciencia, en todo lo que deben vivir en su encarnación.

Estoy reunido con los Maestros, así como hoy estoy reunido con ustedes, para que en esta hora crucial acompañen el sentimiento profundo del Señor, que los necesita cerca, que los necesita verdaderos, que los necesita disponibles para que, a través de Mí, puedan comprender la emergencia de estos tiempos.

Por eso, Mi Voz no se callará hasta que se cumpla y se realice lo que el Padre Me ha pedido; y esto comienza a través de cada una de sus vidas, porque es en ellas donde Dios debe realizar Su Voluntad; aún un misterio para muchos, pero muy perceptible para los abiertos de corazón, porque así podrán reconocer el camino que los aguarda en esta trayectoria de evolución y de entrega de sí.

Mientras estoy aquí, les traigo en Mis Manos el ofrecimiento de Mis dolorosas Reliquias de la Pasión. Recuerden lo que les dije la última vez en Roma, cuando les ofrecí también Reliquias Sagradas.

Este es un símbolo profundamente espiritual para ustedes; deben aprender a comprender el significado espiritual de asumir estas Reliquias Conmigo por un fin, para que este mundo no termine y para que regiones del planeta no desaparezcan.

Esta es una emergencia.

Por eso, la voz de todas las súplicas sostiene este momento planetario. No habría explicación científica ni física para comprender el poder de la oración y lo que ella en este momento crucial está haciendo en toda la Tierra. No habría cómo explicar que el eje de la Tierra no haya girado sin la fuerza fiel de los orantes.

Y aunque el mundo deberá purificarse, aún es posible aplacar los acontecimientos, aliviar los eventos, si existen personas conscientes de todo lo que hoy les digo y que, al terminar este momento Conmigo en esta noche, sean otras personas y den una señal evidente de lo que han comprendido.

Es por alguna razón que estoy aquí, no solo para que Me sientan o para que Me escuchen, sino para que Me acompañen en esta hora, en la que también necesito de Mis apóstoles para dar luz y fuerza a Mi Iglesia ultrajada, herida y difamada.

Recuerden que, con el poder de los que adoran Mi Cuerpo Eucarístico, en cada momento de Adoración, están secando las Lágrimas del Redentor, están sanando el Corazón herido del Hijo de Dios.

He aquí el Corazón ultrajado y herido de Jesús, que les señalo en este momento en el centro de Mi Pecho.

Los ángeles contemplan este Corazón Sacramentado.

Que las almas, en este momento, también lo contemplen, como expiación por los graves pecados del mundo, por la barbaridad de las guerras y de los conflictos del mundo; para que el Corazón Herido de Jesús que quiere ser parte de ustedes para que ustedes sean parte de Mí, ese Sacrificado Corazón de Jesús detenga las bombas letales.

 

Por la sangre de los inocentes,
¡Ten Piedad, Señor!

Por las familias divididas y martirizadas,
¡Ten Piedad, Señor!

Por los niños abandonados, abortados y desechados,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por la división de las naciones y de los pueblos,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por los migrantes, refugiados y exiliados,
y en especial por los que desaparecen en los mares del mundo
sin que nadie los ayude,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por la impunidad de los gobernantes
y las mentiras de los que se creen poderosos,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por los que sufren en soledad,
por el llanto de los niños,
por la desesperación de las madres en la guerra,
por todos los que son esclavos,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por la Iglesia de Cristo en la Tierra
y la vida espiritual de todos los sacerdotes,
para que triunfe el Amor de Cristo,
¡Ten Misericordia, Señor!

Por todos los Reinos de la Naturaleza,
por el maltrato que ellos reciben,
por la agonía de los Reinos Menores,
¡Ten Piedad, Señor!

Por los que son ignorantes,
por los que aún no despertaron
y por todos los que negaron a Cristo
en algún momento de su vida,
¡Ten Misericordia y Piedad, Señor!

Por el Sagrado Proyecto del Altísimo,
para que se cumpla como fue pensado
y la humanidad corresponda a esa petición,
¡Ten Misericordia y Piedad, Señor!
 


He aquí Mi Corazón, que lentamente se cicatriza con la voz de las súplicas.

He aquí el Corazón Vacío de Jesús, pero lleno de Amor y de Misericordia por las almas; un Corazón que aguarda a los Suyos.

Que, en esta próxima Natividad, pueda nacer finalmente el Cristo maduro en cada uno de los Míos y que este Cristo Interno pueda gobernar la vida de los que siguen Mi Mensaje y de todos los que creen en Mi segunda Venida, porque está cerca.

Mi hora está llegando, no se olviden de prepararse para reconocer y para recibir al Señor.

Oraré por esta causa, para que este Mensaje se cumpla en ustedes y en sus hermanos, para que no sean necesarias más profecías en este mundo, para que todos escuchen Mi Voz y la reconozcan, y sobre todo sientan Mi Amor.

Junto con los Maestros de los Himalayas, unidos por la causa de la redención de la humanidad, por la paz y por el bien en este planeta, celebraremos la Comunión Espiritual.
Solo les pediré una cosa más, que mientras Me recojo para seguir trabajando, en lo que Dios Me Ha pedido, y hasta el momento de comenzar la Comunión Espiritual, no se desconecten de Mí, sino que acompañen lo que la Jerarquía Espiritual está realizando, profundizando en su súplica interior.

Yo los bendigo y les doy Mi Paz.

Eleven sus rosarios.


Padre del Universo,
Señor de la Vida,
que a través del Espíritu Santo
has dado Luz y Conocimiento a María y a los apóstoles,
derrama Tu Luz, Tu Amor y Tu Fe
en todos aquellos que creen en Tu Palabra y en Tu Presencia,
y que en esta hora, en la que todos deberán prepararse,
por medio de los objetos sagrados,
las almas tengan fuerza interior
para ser valientes y seguir adelante,
sabiendo que, a través de la oración
y de la unión con los objetos sagrados,
siempre encontrarán la fuerza de Tu Amor.



En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Celebremos.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí, en lo alto de estas montañas de los Alpes, en donde Mi Sagrado Corazón reúne a todas las Jerarquías en solemnidad y devoción.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí para acompañar el sentimiento profundo de su Maestro y Señor, Quien desde lo alto de estas montañas de los Alpes atrae hacia el mundo el Reino de Dios; ante un planeta ultrajado y herido, ante los Reinos de la Naturaleza violados, maltratados y lastimados por el hombre de superficie.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Mi Sagrado y Eterno Corazón hoy viene a contemplar a los heridos en la guerra, a todos los que escapan del terror y de la persecución.

Por eso, coloco a todos en Mis Brazos, principalmente a aquellos que están heridos por la guerra, lastimados por las armas; porque sus almas se pierden al estar luchando por algo que no tiene sentido; y esto trae consecuencias graves por la falta de paz, dejando a una gran parte de la humanidad en una dimensión incierta.

Pero hoy, confíen. Todas sus oraciones pronunciadas y ofrecidas a Mi Sagrado Corazón llenan el Reino de los Cielos, oraciones buenas de Mis discípulos y amigos, para que este mundo reciba una última oportunidad, una Gracia extraordinaria pero no merecida.

Porque aquí, sobre la superficie de este planeta, Mis compañeros, el Padre Eterno sabe que existen muchas almas inocentes y buenas que vinieron a este mundo para encarnar y vivir la experiencia del amor y del perdón, que vinieron a formar parte de la Tierra Prometida, aquella Tierra que fue anunciada por Mi propio Padre Eterno al pueblo de Israel.

Por esa razón, hoy estoy aquí, no solo como el Señor de la Noche, sino también como el Señor del Atardecer, Quien los invita a recogerse en el Templo de Mi Corazón Sagrado para implorar Conmigo al Padre Eterno, para que Sus altísimos ángeles y arcángeles, así como todos los ángeles de la guarda que sirven incansablemente a las almas de este planeta, puedan intervenir en los planos internos de la consciencia para disolver y destruir los planes del mal.

Aún Mi Sagrado Corazón, aún Mi Mirada amorosa y humilde, sienten y contemplan el sufrimiento de este planeta y de esta humanidad en su diversidad y, en este tiempo, este sufrimiento hunde a muchas almas; porque no solo se alejan de Dios, sino también se sumergen en un sufrimiento más profundo y difícil.

Pero hoy, desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Yo les traigo la tabla de la salvación, la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia para el mundo entero a través de la expresión de los Rayos de Mi Corazón Sagrado, para todos aquellos que deseen y aspiren a colocarse debajo de ellos, para poder estar en comunión Conmigo y así, estando en comunión Conmigo, podrán estar en comunión con la Fuente, la Sagrada Fuente del Padre Celestial.

En este invierno frío que vive el planeta, desde los Recintos Internos de este lugar, en donde la Jerarquía también sostiene el equilibrio del planeta, comienza a nacer y a emerger desde lo profundo del planeta el sol de la esperanza y de la fe, un estado de consciencia divino y cósmico que la Jerarquía Espiritual les otorga a las almas que creen en Mi Misericordia, para que todos los corazones tengan la Gracia de superar el fin de los tiempos y la transición planetaria, sabiendo que aún deberán superar muchas barreras y obstáculos en esta vida material, sabiendo que deberán vivir con una paciencia más amplia y profunda para que, ante de cada acontecimiento planetario, sus consciencias no pierdan de vista la Ley de Mi Compasión.

En verdad les digo, compañeros, no hay otra solución para todo lo que sucede en esta humanidad. Este es el tiempo de que Mis apóstoles vivan y expresen el Amor Crístico que les permita superarse a sí mismos todos los días; que les permita colocar al otro primero como algo más importante y esencial; que les permita comprender el sufrimiento del otro, sin juzgarlo ni condenarlo; que Mi Amor Crístico les permita estar cerca de aquellos que son negados y rechazados por sus hermanos.

Por eso, les vuelvo a decir que no hay otra salida. En la Fuente de Mi Amor Misericordioso, ustedes encontrarán la fuerza espiritual e interior para poder hacerlo y, algún día, así como fue con Mis apóstoles del pasado, se darán cuenta de que del amor fraterno emergerá espontáneamente el Sagrado Espíritu de la Hermandad.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes y en este último Mensaje, que emito para el mundo entero, en esta fría tarde de invierno de Europa, Yo vengo a implorarles y a pedirles, Hijos de Mi Padre, que vivan en el Amor Crístico definitivamente, porque muchas almas conocidas y desconocidas por ustedes, corazones sufridos, vidas doloridas, necesitan de perdón, de amor y de redención.

Que en esta noche oscura que atraviesa la Tierra, sepan sostener la llama incandescente del Propósito Divino; sepan expresar verdaderamente el espíritu de Mi Paz, a fin de que más regiones en el mundo no sean tocadas por la oscuridad. Que la humanidad no se siga sumergiendo; porque en verdad les digo que ya no lo soporto más.

En un lugar semejante a este, en una montaña semejante a esta, su Maestro y Señor fue crucificado, muerto y sepultado, entregando hasta Su última gota de Sangre para que este planeta y esta humanidad fueran consideradas por el Proyecto de Dios, como un Proyecto posible para esta Creación y este Universo.

Unidos como hermanos, unidos como servidores, unidos como miembros de esta Orden de la Hermandad, les otorgo la protección, el cuidado, la sustentación y la unión interna con los sagrados tesoros de la Jerarquía para que este mundo ya no pierda la luz ni el amor y, más aún, les otorgo los méritos de Mi Dolorosa Pasión a fin de que en este mundo no se pierda la paz y no se olviden de que son hermanos de un mismo pueblo, hermanos de esta humanidad, proyecto sagrado del antiguo pueblo de Israel.

Ahora, Me recojo en el Padre Eterno, así como ustedes se pueden recoger en el Señor para seguir orando Conmigo, en los próximos tiempos, por todo lo que la Jerarquía aún deberá realizar en el hemisferio norte y en el resto del mundo.

Les agradezco a Mis hijos misioneros por estar abriendo las puertas en Asia, a través de Tailandia, para que más naciones de esa región del planeta reciban Mi Misericordia, tan solo a través de aquellos que Me dicen sí y caminan como Mis últimos apóstoles en este mundo; para que, a través del amor y del servicio, anuncien Mi Retorno al mundo, que está cerca.

Yo los amo, los bendigo y les vuelvo a entregar Mi Paz para que, a través de Mí, del sacrificio del Hijo del Padre, comulguen con Dios en unidad, amor y hermandad.

Agradezco a todos los que hicieron posible esta sagrada tarea en los Alpes, respondiendo al pedido de Mi Madre Celestial.

Invito a todos a acompañar de corazón la sagrada tarea de la Madre de Dios en Garabandal; así, todos los Centros Internos del hemisferio norte se encienden y se expanden en su emblemática presencia espiritual y sideral, a fin de que las almas reciban los tesoros espirituales de la Hermandad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el silencio, intento que puedan escuchar a Dios. La falta de silencio en el mundo provoca ausencia de paz y al faltar paz en este mundo, no hay armonía.

Por eso, este es el gran momento de que las almas se vuelvan hacia su silencio interior; porque hasta el presente, Dios espera poder hablarles a Sus Hijos, a Sus Criaturas, para que escuchen Su Llamado y Su Voz, para que las almas sean conducidas hacia el Propósito y, formando parte de ese Propósito Espiritual y Divino, los corazones aprendan en el día a día a expresar Su Divina Voluntad.

Es la falta de silencio en el mundo la que provoca el caos y la guerra; es la que provoca no poder escuchar, no poder sentir ni poder reconocer todo lo que le sucede al prójimo.

Por eso, el mundo y la humanidad están confundidos, perdidos y perturbados, porque la falta de paz desorienta a las consciencias de la superficie y las aleja lentamente del Propósito de Dios.

Pero en este día, una vez más, a través de las puertas a Mi Divina e Insondable Misericordia, por medio de la Llaga de Mi Costado, Yo vengo a concederle a las almas la oportunidad de reintegrarse al camino evolutivo, para que no solo aprendan a escuchar a Dios en el silencio del corazón, sino que también sean impulsadas a llevar adelante la preparación de Mi Retorno al mundo. Y aunque esto está por suceder en la humanidad, aún en la superficie sucederán cosas muy difíciles.

A través del Verbo Divino de Mi Palabra, a través de Mi Nuevo Evangelio que nace de lo más profundo de Mi Corazón, Yo vengo a preparar a las almas para ese momento.

Mientras tanto, Yo les pido que se sostengan en Mí, porque en Mí podrán seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación y de oscuridad; a pesar de que vean a estas naciones oponerse unas a otras; a pesar de que un pueblo se levante contra otro pueblo; a pesar de que la indiferencia, para muchos, sea la tónica de esta época.

Compañeros, Yo los invito a levantarse y a comenzar cada día como si fuera la primera vez; sabiendo que en sus corazones debe brotar la ardiente aspiración de cumplir Mi Propósito a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que se manifieste, a pesar de lo que se lleve adelante en este mundo.

No busquen la solución en lo que es material y concreto. Busquen la respuesta en sus mundos internos y en lo que es espiritual; porque quien busque una respuesta en el plano material nunca la encontrará, ya que toda esta superficie necesita redimirse y rehabilitarse, desde el ser humano hasta los Reinos de la Naturaleza.

Toda la Creación espera por el gran momento de la redención del planeta. Todas las consciencias evolutivas del universo aguardan por el despertar del ser humano, para que tome consciencia, de una vez y para siempre, de todo lo que le ha hecho a este mundo, de todo lo que ha dañado a esta Creación.

Pero de los corazones valientes y anónimos surgirá ese poder espiritual a través del amor, de la adhesión y de la unidad de las almas, que permitirá convertir a los pecadores más empedernidos, que ya se condenaron al fuego del infierno.

No existiría otra razón de tener presente en esta Creación a Mi Divina Misericordia, si no fuera por las almas que están perdidas y condenadas.

Mi Divina e Insondable Misericordia viene a traerles la expiación a todos. Viene a sustituir la Justicia a través de la presencia de la Gracia y de la Compasión.

Por eso, cuando vean todo lo que sucederá en este mundo, como hoy sucede, fortalezcan dentro de ustedes la aspiración de estar en Mí y de servirme, para que Yo pueda tener instrumentos en la superficie de la Tierra, de los que Yo Me pueda servir y obrar en estos tiempos tan definitivos del planeta, en los que se vivirán situaciones desconocidas e increíbles; en los que su fe, la fe de cada uno de mis discípulos, deberá tener el primer lugar en la vida de todos, a pesar de lo que suceda, así como les dije.

Porque será esa ciencia de la fe la que los ayudará a amar la cruz planetaria, también los ayudará a cargar con su propia cruz y, por medio de la fe, aprenderán a trascenderse un poco más todos los días.

Imaginen, tan solo por un momento, qué hubiera sido de Mí si no hubiera tenido fe para entregarme en sacrificio a través de la Última Cena, para que Me condenaran, Me humillaran, Me flagelaran y luego Me crucificarán, como si fuera menos que un cordero.

¡Qué hubiera sido sin la presencia de la fe!

El Dios Vivo se hizo pequeño y humilde en un perdido lugar de Belén. El Dios Vivo espera, en este momento y en este tiempo, en vísperas de la Natividad del Señor, poder volver a nacer en los corazones que lo aguardan, y así poder cambiar esta situación planetaria a través de todos los que profesan su fe y su confianza en Cristo, a través de todos los que aman la ciencia de los Sacramentos.

Es de esta forma que, una vez más, el Señor de la Noche, el Señor de las Montañas, el Hijo Primogénito, el Cristo Redentor, viene a ungirlos a través de Su Espíritu para que se animen a cruzar los umbrales del fin de los tiempos y para que nunca pierdan de vista el Divino Propósito, la llama flamante de la Paz y de la Voluntad del Padre para todas Sus Criaturas en esta Creación.

Por eso, ni su Maestro y Señor ni otra Jerarquía levantarán Su espada a pesar de que la batalla sea dura y difícil. En los planos espirituales de la consciencia, Yo llamo a todas las Jerarquías, así como los llamo a ustedes, Mis compañeros, a expresar el Amor Crístico que supera los errores, que disuelve las indiferencias, que trasciende los pecados, que libera el sufrimiento y que abre las puertas hacia la esperanza y la paz.

A esos atributos, como a esos espacios de la consciencia, el mal no los conoce; y cuantos más vivan esos atributos y sean fuentes de esas experiencias crísticas, el mal no podrá sostenerse más tiempo porque se disolverá a sí mismo al reinar la Luz, el Amor y la Unidad.

Yo los invito a abandonar la ira. Yo los invito a dejar atrás la disconformidad planetaria. Es tiempo de que vivan lo que Yo les enseñé con tanto Amor; porque el Padre solo espera que Sus Hijos sean los Cristos del Nuevo Tiempo.

En este segundo día de encuentro Conmigo, Yo vengo a hacerlos pensar en todas estas cosas porque, como les dije, ya no queda tiempo y Mis Instrucciones no pueden pasar desapercibidas.

Mis Instrucciones deben ser vividas en plenitud y en consciencia para que algún día, siendo seres despiertos, adheridos y disponibles, sean parte de Mi Reino Celestial en la Tierra; sean el preámbulo del surgimiento de la Nueva Humanidad, libre del pecado, del sufrimiento, del dolor, siendo portadores de la paz.

 

Adonai,
Tú que miras con Ojos de angustia a este mundo,
así como confiaste en Tu Hijo,
confía en aquellos que siguen Mis Pasos en la fe.
Vacía los corazones, para que Tú puedas entrar en ellos
y todos Tus Hijos puedan comulgar de Ti,
así como Tu Hijo comulgó de Ti
en el momento más culminante del Huerto Getsemaní.
Ayuda a Tus Criaturas a atravesar el fin de estos tiempos,
a amar cada día más lo desconocido,
para que todos encuentren la sagrada promesa
de pertenecer a Tu Reino.
Amén.


Sigamos orando por el descenso de la Divina e Insondable Misericordia en el mundo entero.

Que estos impulsos que Yo les entrego, sean el motivo de cumplir el Sagrado Plan a través de la entrega de sus vidas y esencias, a través de su adhesión al Divino Propósito.

Que Mi Paz esté en ustedes y en este lugar.

Que Mi Paz se infunda en este mundo. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.    

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí al Señor de la Noche, que conduce a todas Sus ovejas, especialmente a las que están más perdidas, para que retornen al establo del Corazón de Dios y beban de la Sagrada Fuente de Su Divina Humildad, porque si la humildad no se vive en este mundo, si la humildad no se expresa en las almas y en los corazones, no será posible evitar una tercera y difícil guerra.

Por eso, hoy estoy aquí, en lo más alto de los Alpes. Una vez más, Yo los congrego a los pies de estas sagradas montañas, en donde la Jerarquía está reunida y unida a ustedes para implorarle a Dios por una última oportunidad para esta humanidad; para que las naciones del mundo, y especialmente las naciones de Europa del Este, puedan reflejar la armonía y la paz tan urgente en estos tiempos.

Por eso, no hay nada ni nadie que haya impedido al Señor de la Noche llegar aquí, porque Él ha traído Consigo a todo el Universo, a toda la Creación; y Él pisa con Sus Pies a todo el mal existente en este planeta y muestra, a través de la Luz de Su Sagrado Corazón, el camino que las almas deberán recorrer en esta noche oscura, para que nunca pierdan delante de sí la Llama del Divino Propósito, sino que a través de esa Sagrada Llama inmaterial las almas encuentren en sí mismas la Voluntad de Dios, expresando en esta vida material el Propósito que está escrito desde el origen.

Por eso, en estos días de oración misericordiosa, en nombre de Dios, vengo a pedirles que oren de verdad; que cada cuenta de la oración de la Misericordia, que será ofrecida, sea sinceramente rezada para evitar una terrible tercera guerra en este mundo y, sobre todo, en este hemisferio norte.

Pero no pierdan la fe, porque ustedes son Mis compañeros y Mis amigos, son Mis hijos y son Mis hijas, y hoy los tengo a todos dentro del Sagrado Cenáculo de Mi Corazón para que, como hace más de dos mil años, vuelvan a celebrar Conmigo la Sagrada Eucaristía, el Legado infinito del Amor de Dios que se ofreció a ustedes incondicionalmente a través del pan y del vino.

Por eso, estamos en un tiempo semejante, como fue hace más de dos mil años; pero ahora, ustedes como postulantes a ser los Nuevos Cristos del fin de los tiempos, no solo deberán comer de Mi Cuerpo o beber del Cáliz de Mi Sangre, sino que también deberán aprender a vivir su propio Huerto Getsemaní.

Y, a pesar de la oscuridad reinante en este planeta, a pesar de las puertas inciertas que aún están abiertas, a pesar de la ignorancia, de la guerra, de la indiferencia, de la frialdad de muchos corazones, a pesar de todos los pecados y de todas las ofensas que recibe el Corazón de Dios día a día, Mi Sagrado e Insondable Corazón, en estos días de intensa imploración a la Divina Misericordia, recogerá de cada uno de ustedes cada una de las cuentas que Me ofrecerán sinceramente, no solo por la paz en Ucrania y en Rusia, por el fin de la guerra en esa región del planeta y en otros puntos de la Tierra, sino también recogeré sus oraciones como un verdadero ofrecimiento a Dios, porque tendrán la chance de poder volver a confiar en Mi Misericordia.

Para que vean cuán grande es Mi Misericordia, hoy vuelvo a estar aquí, en esta región del planeta, contemplando a través de Mis Ojos y sintiendo a través de Mi Corazón el dolor y la angustia de las almas que viven en la guerra y en los conflictos del mundo.

Compañeros, quiero decirles sinceramente que todas las Jerarquías están trabajando mucho por esta situación planetaria; que cada uno de sus pasos, los pasos de los servidores de Cristo, están siendo contemplados en este mismo momento como justificación y expiación, ante todos los horrores y ultrajes de este mundo, de esta humanidad.

Por esta razón, compañeros, estos días serán decisivos no solo para todos Mis servidores de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra, sino también serán definitivos para estas naciones de Europa, porque lo que sucederá en el próximo tiempo en esta región del planeta, sí o sí, repercutirá en las demás naciones del mundo, y Europa ya está sintiendo el peso de la guerra de Ucrania.

Dios, a través de Su Poder y de Su Amor, a través de Su Misericordia y de Su Sagrada Intercesión, ya hubiera podido detener esta guerra; pero, compañeros, la adhesión de las almas a otras fuerzas de este mundo material compromete esa intervención, no solo espiritual sino también material.

Pero confíen y no se lamenten, confíen en el poder y en la luz de la oración del corazón. Encomienden a Dios todas sus súplicas, todas sus intenciones, todos sus ruegos, para que en Europa del Este se detenga la guerra y estos acontecimientos actuales como otros acontecimientos en el mundo, que son ocultados a los ojos de todos, no sean utilizados como armas de guerra, fomentando la carencia, la necesidad y la injusticia.

Por eso, a través de los méritos alcanzados por Mi Sagrado Corazón, Yo los invito a estar Conmigo en esta larga noche oscura que vive el planeta, sin perder de vista la Luz del Divino Propósito, porque muchas almas en este tiempo pierden de vista su Propósito Espiritual.

En verdad les digo que les corresponderá a muy pocos hacer la tarea espiritual de muchos, así como lo fue hace 2 000 años, cuando muy pocos, unidos al Maestro del Amor, dieron todo de sí mismos, dieron su vida por la redención de la humanidad, por la salvación de este planeta escuela.

Sé que lo que Yo les prometo en este momento no es maravilloso, Yo les prometo vivir un sacrificio espiritual que en ningún otro momento de sus vidas vivieron.

Por eso, a través de los símbolos de Mi Dolorosa Pasión, Yo podré derramar, en aquellos que acepten, nuevas experiencias de cristificación y de crecimiento del amor interno.

¿Quién aceptará tomar con sus manos la Corona de Espinas del Señor?

¿Quién aceptará llevar consigo los clavos que traspasaron las Manos y los Pies del Señor?

¿Quién aceptará cargar Conmigo la cruz planetaria?

¿Quién permitirá que la lanza traspase su costado?, sabiendo que ustedes no merecen todas estas cosas y menos las mereció su Maestro y Señor.

Pero, ¿qué fue lo que le permitió a su Maestro, al Rey del Universo, vivir todas estas cosas?

Hay una sola y única razón: el Amor, el Amor que confiaba, el Amor que aceptaba, el Amor que incluía, el Amor que nunca rechazaba, el Amor que soportaba, el Amor que Me hacía crecer como Divinidad y Espíritu. Fue el Amor que Me hizo aceptar la Voluntad de vivir la Dolorosa Pasión.

Por eso, Yo les ofrezco a los simples, les ofrezco a los imperfectos, les ofrezco a los pecadores, la oportunidad de la cristificación interior.

Vean cómo está Mi Iglesia y cómo están Mis sacerdotes, cuántas heridas Me causan por alejarse de Mí, por tomar otros caminos que no son los de Cristo.

Por eso, Yo Me sirvo de este momento y Me sirvo de cada uno de ustedes, más allá de las imperfecciones o de las dificultades, más allá del dolor o de las pruebas, para que el Corazón de su Maestro sea aliviado en silencio por la adhesión de las almas, por el sacrificio silencioso de los corazones que Me dicen sí, en los que Yo puedo recostar Mi cabeza sobre sus pechos, para descansar y confortarme con el amor de los Míos.

El mundo no está preparado para escuchar esto, pero Yo Me comprometí a decirles la Verdad, porque Yo siempre seré el Camino y la Vida para ustedes.

El mundo debe rendirse a Mi Misericordia para que no suceda la Tercera Guerra Mundial, para que la humanidad no siga abriendo la puerta al mal, que sofoca a los corazones y que confunde a las mentes por alejarse de Dios.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea un momento de gran madurez, sea el gran momento en el que cada uno de ustedes deberá preguntarse si está Conmigo o no lo está. El tiempo ya se está acabando y antes la copa estaba casi llena, ahora ya está rebasando.

¿Quién impedirá que eso suceda?

¿Será necesario que más sangre inocente corra por este mundo?

Dios no desea el sacrificio de la humanidad, Mi Padre desea para ustedes la felicidad eterna, a través de Mí, la alegría de vivir y de pertenecer al Reino de Dios, de una vez y para siempre.

Les vuelvo a pedir que recen de verdad. Estaré atentamente escuchando la voz de sus súplicas y sé que podré contar con todos ustedes, así como con todos sus hermanos del mundo.

En los simples, en los humildes, en los adheridos, en los puros de corazón, está Mi Iglesia Celestial. Y, a través de esas almas, a través de los corazones verdaderos y simples, Yo puedo consagrar y sacramentar a este mundo para que algún día deje de ser infiel para ser fiel, para que algún día ya no tenga más voluntad propia y pase a vivir la Voluntad Divina, la Sagrada Voluntad de Dios que siempre los llevará a la paz y al bien.

Les agradezco por escucharme. Les agradezco por preparar este espacio para Mí, porque por más que en este mundo tenga cientos de catedrales que Me ofrecen, solo podría estar en ellas si en verdad existiera el amor, la transparencia y la entrega.

Por eso, una vez más, Dios vuelve a mostrarle al mundo que Su Presencia está en los humildes, que Su Mano derrota a los poderosos, que Su Verbo resuena en los simples y expulsa a los egoístas, aun aquellos que dicen estar Conmigo.

Mi Iglesia está en el corazón de Mis hijos. Allí está Mi Amor. Allí está Mi Vida para siempre.      
  
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando el mundo recuerde la simplicidad que perdió, los conflictos se disolverán y la paz retornará al mundo interno de muchos seres.

Cuando el mundo recupere la simplicidad que perdió, no habrá motivo de ostentación y de guerras, porque podrá reinar el Paraíso de Dios, aquel Sagrado Proyecto que está pensado por el Padre desde el principio, Proyecto que forma parte de la Sagrada Creación.

Cuando el mundo recupere la simplicidad que perdió, ya no habrá motivo ni lugar para el falso poder, la impunidad, la conquista y la ostentación que muchas consciencias buscan en estos tiempos; porque Dios, el llamado Padre Eterno, es la misma simplicidad y, al ser simple, no es solo humilde, sino también expresa Su Amor y Su Grandeza a través de lo que es pobre en espíritu y en esencia.

La simplicidad fue el atributo que colmó a la Sagrada Familia. Sin simplicidad, María no podría haber dicho sí. Sin simplicidad, San José no habría podido responder al Llamado de Dios, para ser el padre espiritual del Mesías, de Aquel que nació en el humilde Pesebre de Belén.

Sin la propia simplicidad, aquella que Me concedió el Padre por Gracia, no podría haber sido el propio Cristo, Aquel que se arriesgó a beber del cáliz, Quien sufrió por ustedes en silencio en cada paso de la Cruz, pero en profunda simplicidad para que el mundo pudiera tener una nueva oportunidad de Redención y de Misericordia para poder llegar a estos tiempos.

Pero en algunas regiones del mundo, muchos seres humanos, en estos tiempos críticos, sufren depresión por falta de simplicidad porque no permiten que sus almas se expresen, no solo en simplicidad, sino también en humildad y en pobreza de espíritu.

Por eso, hoy vengo a decirles esto; porque lo habrán podido escuchar muchas veces, pero es algo tan esencial en estos tiempos, aunque la mayoría de los Hijos de Dios a veces cambia la simplicidad por la ostentación de la vida material, y muchos de ellos, en estos tiempos, no comprenden por qué atraviesan ciertas pruebas o experiencias difíciles.

Por eso, sean como el propio Dios a través del ejemplo de su Santísima Madre y de Su Santísimo Hijo, y vivan en simplicidad para que el mundo pueda recuperar los principios de su Proyecto Original, aquel Proyecto que aún está por cumplirse y realizarse, y que todos ustedes y sus hermanos del mundo son llamados a postularse a ese camino de realizar el Proyecto de Dios en la superficie de la Tierra.

Esto era lo primero que quería decirles, porque todos deben colocar su mirada en la esencia de este Mensaje; porque mientras las almas no vivan en simplicidad, no podrán comprender muchos Misterios de Dios.

Él los necesita ver simples, para que Él los pueda ver puros de corazón, puros de intención, libres de los errores y del pecado; para que así puedan estar prontos para aprender a amar en el día a día de la vida, en cada paso que son llamados a dar en estos tiempos definitivos.

También hoy, estoy aquí, en Roma, en Espíritu y en Divinidad, en esencia y en simplicidad para hacerle recordar a Mi Iglesia, extendida por toda la Tierra, que su propósito es la simplicidad para que puedan estar en la misma Consciencia del Padre Eterno, para que de esa forma puedan ayudar mejor al mundo, a los más pobres entre los pobres, aquellos que no tienen nada y son simples.

Pero todos los que Me representan en la Iglesia, sacerdotes, religiosos, creyentes, devotos y todos los que siguen los Pasos de Cristo, deben ser ese mismo Espejo de la Simplicidad de Dios, para que todos puedan estar prontos para lo que llegará en el fin de los tiempos y así puedan ayudar mejor a las personas; especialmente aquellas que siempre ostentaron la vida material y dejaron atrás la vida espiritual, no solo olvidándose de Dios, sino también de su mundo interno. Porque todas esas personas, que están presentes en la superficie de la Tierra, necesitarán recuperar su simplicidad interior para que tengan la Gracia de recuperar la humildad.

Es de esa forma que hoy vengo aquí, como el Mensajero de la Simplicidad de Dios y, a través de este simple lugar que Me ofrecieron, Mi Consciencia Crística ha podido ayudar a Europa Oriental, más allá de las fronteras de Ucrania, pudiendo cerrar puertas inciertas, pudiendo recuperar corazones que han sufrido la guerra y el terror, pudiendo llevar a todos aún más hacia Mi Divina e Insondable Misericordia a través de la poderosa Fuente de la Misericordia que una vez Yo abrí en Polonia.

De esta forma, compañeros, Yo los coloco a todos ante Dios, ante Su Gran Espíritu de Simplicidad y Amor; porque Él espera, pacientemente en estos tiempos, que las almas aún puedan comprender Su Voluntad y así puedan vivirla como está escrito.

Hoy, vengo a colocar a todos debajo de Mi Manto, porque el mundo lo necesita, y si el mundo lo necesita es porque las almas lo necesitan. Vengo así, a contemplar todas las necesidades, todas las intenciones de los corazones buenos, de aquellos que intentan día a día vivir Mi Espíritu de Paz.

Abracen, entonces, con alegría al Sagrado Espíritu de la Simplicidad de Dios; porque allí encontrarán la respuesta que tanto buscan para fortalecerse en estos tiempos y para aprender a fortalecer a sus hermanos de camino, a todos los que están a su alrededor.

Yo vengo a decirles esto, porque sé que lo pueden vivir, pero no pueden olvidarlo. El mundo está con sus ojos en otros espacios. Las almas tienen sus ojos en otros lugares. 

El Padre Eterno aún espera poder regresar al corazón de Sus Hijos, para poder morar y expresar Su Luz.

Por eso, una vez más y a través de todas sus oraciones, podrán ayudar silenciosamente a aquellas almas que no tienen a Dios porque no lo esperan, porque no lo aman, porque no lo adoran; pero sí, el Padre Eterno espera por Sus Hijos, ama a Sus Hijos y espera que lo reconozcan como un Padre de Amor y de Misericordia, de Piedad y de Compasión.

De esta forma, a través de este día y de este encuentro, Mi Sagrado Corazón vuelve a reabrir las puertas de la Gracia, de la Misericordia y de la Luz, sobre todo el hemisferio norte, para dar continuidad a Mi Obra de Misericordia y de Redención en aquellos lugares que necesitan de Mi Presencia y, sobre todo, necesitan de Mi Dios. 

Por eso, esta etapa es muy importante, es importante que todos apoyen, acompañen y ayuden; porque vendrán tareas importantes y exigentes que, como hace más de dos mil años atrás, esas importantes y sagradas tareas, encomendadas por el propio Cristo, fueron realizadas por muy pocos.

De esta forma, Yo los entreno y los preparo para asumir Conmigo la cruz planetaria, para que puedan superarme en el amor, en la entrega, en la solidaridad y en la cooperación con el Plan de Amor, aquel Plan Divino que espero que se pueda cumplir en muchas almas.

Por eso, una vez más, Yo los vengo a ungir con Mi Espíritu, así como les prometí a Mis apóstoles y hoy les prometo a ustedes, cumpliéndolo por medio de Mi Palabra y de Mi Presencia.

Aún Mi Corazón sufre por lo que ve del mundo, no solo lo que ve allá afuera, sino también lo que ve dentro de Mi Iglesia; por eso, Yo los invito a rezar por la reparación del Sagrado Corazón de Jesús, por todos aquellos que son Mis apóstoles y Mis compañeros en el mundo entero, y algunos de ellos en vez de dar los pasos hacia Mí, dan los pasos hacia su propia voluntad, muchas veces por no vivir la simplicidad interior.

Por eso, hoy, todos ustedes, a través de Mi Unción Espiritual, reciban este Don de la Simplicidad de Dios, para que siempre recuerden que es allí donde está Dios. Él no está en los poderes materiales ni en las ostentaciones espirituales. Él no está en la opulencia ni en las riquezas. Dios está presente, una vez más, en el corazón de los simples y de los humildes, en todos aquellos que espejan Su Presencia con simplicidad y amor.

Les agradezco que estén hoy aquí Conmigo, esto es muy significativo para Mí porque habla de muchas oportunidades internas, no solo para los presentes, sino también para otras almas que las necesitan. Por esa razón, les agradezco por estar aquí, acompañándome, siguiéndome, buscándome y adorándome como su Maestro y Señor, el Redentor.

Y ahora, desde el Centro Mariano de Figueira, en el nombre de Jesús, el Cristo, celebremos la Comunión Espiritual para dar comienzo a esta nueva etapa de servicio incansable, de sacrificio permanente, de donación espontánea, no solo por la Obra de Mi Misericordia en el hemisferio norte y en el mundo entero, sino a través de las Misiones Humanitarias en Angola, Polonia y en otros lugares del mundo, en donde Mi Amor Misericordioso y Mi Espíritu Consolador deberán llegar a través de las manos y de los corazones que se donen por un solo fin: el triunfo de Mi Amor en toda la humanidad.

Una vez más, les agradezco por su pronta respuesta al Inmaculado Corazón de María.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 108.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El día después de la gran purificación llegará, en el que los sellos de la Nueva Humanidad serán abiertos.

Y los Señores de la Ley llegarán a la Tierra y abrirán esos sellos, para que los Libros revelen al mundo el nuevo tiempo de la humanidad, de toda la humanidad redimida.

Y los Señores de la Ley entrarán al Templo y encontrarán el Sagrario del Corazón de Jesús, resplandeciente, luminoso y vivo, más que cientos de soles del universo.

Y el Señor, elevando Su Mano hacia los Cielos, llamará por la presencia de los Resplandecientes, de todos los Elohim.

Así, los ángeles descenderán con los Pergaminos y los Ancianos de la Ley entrarán al Templo con los Libros abiertos.

Los coros en esa hora cantarán y alabarán a Dios y el aspecto de Yahveh llegará a la Tierra para mostrarse, mucho más que una Paloma de Luz, mucho más que el Sagrado Espíritu Santo.

El Dios Vivo se hará presente en los corazones de los hombres y mujeres de la Tierra, y todos los peregrinos de estos tiempos acudirán al Templo para reconocer, dentro de sí mismos, la morada interior, la existencia de la inmortalidad, la eternidad del espíritu y de la esencia de todos aquellos que fielmente proclamaron su fe en Cristo.

También, en esa hora, por la parte lateral del Templo, se acercará la Madre de Dios, y las nuevas santas mujeres serán congregadas en oración y en espíritu.

Cuando los ángeles se presenten en el Templo con los Pergaminos y los Ancianos de la Ley se coloquen delante de los Resplandecientes, esa será la hora del descenso de la Nueva Jerusalén y los códigos de vida, provenientes de la Fuente Suprema, retornarán al planeta.

En ese momento, en lo alto del Monte Sinaí, el Arca de la Santa Alianza será abierta; y aquellos Patriarcas de otrora y los Profetas se reunirán en alabanza y en oración, como fue en los últimos tiempos, en los tiempos sagrados del pueblo de Israel.

El Templo dará la indicación interna del gran momento, en el que las Sagradas Reliquias de la Jerarquía emergerán del planeta, serán visibles en la superficie de aquellos Sagrados Lugares escogidos por Dios y que, desde otrora, en el silencio absoluto, guardan los sagrados tesoros de la Hermandad.

En ese momento, los ángeles abrirán los Pergaminos ante el Hijo de Dios, y todos los nombres sagrados serán revelados, el Pastor llamará de nuevo a Sus ovejas y ese será el momento del Gran Juicio Universal, en el que la paja será separada del trigo.

La Santa Señora del Universo elevará Su Voz como nunca antes lo hizo, y Su oración se escuchará en todo el universo, en toda la Creación. 

Las santas mujeres recordarán el Legado de Cristo vivido en la Tierra y, como nuevas mártires, se ofrecerán por toda la humanidad y por la redención del planeta. Sobre ellas, en sacrificio, descenderá la Corona de Cristo y los nuevos apóstoles serán llamados para este encuentro.

En la unión predilecta de las almas con Dios, emergerá la nueva esencia, la nueva vida, limpia y libre de pecado, como fue en el principio, desde la pureza original.

Es así, que los Sagrados Lagos de Luz estarán presentes en el universo y, en perfecta sintonía y sincronía, harán descender al mundo el Legado de la trayectoria de los Nuevos Cristos, de aquellos que fueron capaces de resignarse y de entregarse por amor, de vaciarse de sí mismos para que pueda vivir el Todo, morada predilecta del Creador.

En esa hora, ante los Ancianos de la Ley y el Resplandeciente Hijo del Padre, ante los Pergaminos que serán abiertos por los ángeles del Cielo, será revelado el secreto del Plan, preciosamente guardado en el Arca de la Santa Alianza que, estando abierta en lo alto del Monte Sinaí, no solo será como un terafín para el mundo entero, sino que Su Luz y Su Resplandecencia iluminarán completamente a la humanidad y a los cuatro puntos de la Tierra.

Entonces, los Elohim llamarán a las tribus de Israel, desde los cuatro puntos de la Tierra. Vendrá la tribu del sur, hacia lo alto del Monte Sinaí; llegará la tribu del norte, a lo alto del Monte Sinaí; después llegará la tribu del este, también a lo alto del Monte Sinaí; y por último llegará la tribu del oeste; y se establecerá la perfecta unidad, cumpliéndose el Proyecto Original.

En esa hora, el Hijo del Padre recibirá en Su Mano el Sagrado Cetro de Dios, de las Manos de la Señora Celeste. El Gobierno se establecerá en el planeta y el mundo ingresará finalmente a la Hermandad. Se restablecerán los Principios y las Leyes que fueron corrompidos y, al pertenecer a la filiación de Dios, todos encontrarán aquella felicidad que siempre buscaron.

Dignos hijos de Dios serán llamados y convocados no por sus nombres de nacimiento, sino por sus nombres de origen y resonará, dentro de los corazones de todos, esa perfecta clave vibratoria que surgió desde el principio de sus esencias, y que el Padre cuidó y amparó con atención y amor.

Al fin, el mundo vivirá lo que tanto ha esperado y el Hijo del Padre volverá a caminar entre los Suyos, abriendo los caminos de la fraternidad. 

Así, los esenios de otrora se presentarán y los caballeros templarios se mostrarán. Todos aquellos que formaron parte de la historia de Cristo se presentarán, desde los santos hasta los bienaventurados, desde los servidores hasta los seres más humildes y anónimos; todos aquellos que hicieron algo por Cristo, durante su encarnación, serán convocados por el Señor para volver a celebrar la institución del Gobierno Espiritual del Padre, que les recordará su origen.

Así, aquellos errores que están guardados en las estrellas se disolverán y nunca más una espada se levantará contra nadie, la guerra ya no será la causa de tantos males, la impunidad ya no será el arma de los que se dicen poderosos. 

Y todos los que fueron injustamente afectados serán honrados y colocados a los pies del Altar del Creador, así los ángeles del universo les entregarán las coronas de Luz y bendecirán a aquellos que fueron consecuentes, que fueron capaces de dar la vida por el otro, que fueron capaces de ir más allá de sus imperfecciones y errores. 

Todo será contemplado y considerado, nada quedará fuera de la Ley. Por eso, los Ancianos de la Ley llegarán con sus historias de vida, no solo lo que han vivido en esta Tierra, sino también lo que vivieron en el cosmos. Pero, esos Libros Sagrados revelarán la experiencia de Mi Amor en ustedes, de todo lo que Yo He conseguido hacer de sus vidas. Por eso, decídanse a ser libres de ustedes mismos, ya no carguen con las cadenas de los errores y las culpas, libérense de una vez y para siempre de esa opresión.

Mi Sangre fue derramada para poder liberarlos. Mi Cuerpo fue flagelado para poder aliviarlos. El Hijo de Dios fue maltratado para que sus vidas se redimieran y se santificaran en Cristo, dando honor y gloria al legado crístico del Amor.

Por eso, desde ahora los preparo internamente para ese gran momento, que ya está siendo vivido por todo el universo, está siendo preparado por los Ancianos de la Ley, por el nuevo Consejo del Sanedrín.

Que sus espíritus sientan el gozo de esta revelación, que sus almas sientan el júbilo por ese gran momento; porque los señalados y ungidos por Cristo serán llamados en el fin de estos tiempos para testimoniar el Amor del Redentor, el Amor que se ha hecho parte de sus vidas, el Amor que a través de ustedes se ha podido multiplicar para poner fin al sufrimiento en el mundo y a la aniquilación de la vida.

Estoy aquí, pidiéndole a Dios y aspirando, a través de sus corazones, a que nadie más en este mundo viva la pena de muerte, porque eso no forma parte de Dios, sino de la soberbia y de la arrogancia de los hombres.

El Árbol de la Vida se levantó en lo alto del Monte Calvario. Ese Árbol dio sus frutos para todos sin condiciones, derramó Su Sangre por todos los pecadores y, hasta los días de hoy, ese Sagrado Árbol de la Vida sigue derramando Su Amor por todos los que se condenaron y por todos aquellos que dicen sí.

Hoy, les traigo una parte de los secretos de Dios que son develados, porque es tiempo de que sean conscientes de todo esto, para que no solo crezcan interiormente, sino que también maduren exteriormente como soldados, apóstoles y guerreros de Mi Misericordia, que deberán dar su vida por Mí.

Por ese motivo, el último día 3 de noviembre, les hice varias preguntas. Espero que no las hayan olvidado tan solo dos días después. No solo deben aprender amar la Instrucción de la Jerarquía, sino también deben aprender a vivirla a través del esfuerzo, a través de la imperiosa necesidad de concretar el Plan.

El Señor está aquí, rezando por ese gran momento para todos; dice que muchos no comprenderán el significado de ese acontecimiento que hoy les revele, porque es necesario amar a Dios en primer lugar, antes que todo, porque no hay otra forma de comprender el Plan, sino amando lo que es desconocido.

Mi hora está terminando aquí en Brasil; con gratitud y amor doy las gracias por todos aquellos que, a través de esta Peregrinación por la Paz en Brasil, Uruguay y Argentina, no solo fueron testigos de Mi Amor por ustedes, sino que fueron consecuentes y conscientes de colaborar en la manifestación del Plan, a través de estos sagrados encuentros con los Mensajeros Divinos.

Espero que, después de esta larga peregrinación por Sudamérica, muchos más hayan comprendido que la Jerarquía está donde es necesario e imprescindible, donde falta realmente el amor, la paz y la verdad.

Mis Brazos siempre estarán extendidos como el Cristo Redentor, no solo sobre Rio de Janeiro, sino también sobre el mundo entero, anunciando el Retorno de Cristo al mundo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Señora o quién está tosiendo, dice el Maestro que vaya y beba agua de la Fuente, que ya se le va a pasar.

 

De esta forma, hoy también bendigo la Fuente de Cristo de este Centro Mariano, que fue construida con el esfuerzo y la donación de los corazones. Así, espero que muchos más, en este nuevo ciclo, se esfuercen por concretar los pedidos de la Jerarquía en la superficie de este planeta, en las Comunidades-Luz, en los Centros Marianos, en los Monasterios de la Orden y en todos aquellos espacios en el mundo donde será necesario y urgente manifestar un punto de Luz. Eso es tarea de seres conscientes y despiertos, responsables por el Plan de Amor y de Hermandad.

Por eso, agradezco a aquellos que hicieron posible la Fuente de los Siete Rayos de Jesús. Todos aquellos que escuchan, en este momento, que sepan que, en este humilde Centro Mariano, en lo alto de estas sierras de Rio de Janeiro no solo encontrarán a Cristo, el Redentor, sino también la Fuente de Su Gracia y de Su Misericordia expresada por los Siete Rayos de Su Corazón. Vengan a beber de estas Gracias, vengan a ser bautizados y sacramentados, renueven los votos con Mi Corazón todas las veces que sea necesario.

Esta es la Fuente para la cura de las almas; para aquellos que, por diferentes caminos, deben ingresar definitivamente en Mi Corazón a través de la Luz de los Siete Rayos.

Mi tiempo ha terminado, bendigo a esta Comunidad y a todos los que la forman, a Mis compañeros que la sostienen en la liturgia y en el servicio, en la donación a los Reinos de la Naturaleza, haciendo posible la vida evolutiva en las Comunidades-Luz.

Recen por todo lo que la Jerarquía deberá llevar adelante en estos últimos meses del año 2022 y todo lo que deberá suceder a partir del año 2023, en donde situaciones más intensas serán vividas.

Recen por el fortalecimiento de las Misiones Humanitarias, recen por la presencia y la existencia permanente del canal de la Instrucción; porque muchos necesitarán quitar su sed espiritual, ser correctamente orientados y conducidos, ser retirados de esta confusión mundial para que retornen al encuentro de su universo interior, de su esencia.

Recen por la sagrada tarea que la Jerarquía Espiritual deberá realizar en Norteamérica y en Medio Oriente, recen para que la Misericordia también pueda llegar a Asia y Oceanía. Acompañen Nuestros Pasos en colaboración y en donación, en oración perpetua, en vigilia constante, en Sagrada Adoración; a fin de que el canal potentísimo de Mi Divina e Insondable Misericordia en Polonia pueda estar aún más presente en la superficie a través de seres-espejo de oración.

Quiero dejar aquí una Gracia más antes de retirarme, antes de que ingresen en Mi Comunión Espiritual, para hacer la síntesis de todo lo vivido en estos días. Porque, les vuelvo a decir, compañeros, que no pueden perder la Palabra de la Jerarquía y olvidarse de lo que les decimos, porque las orientaciones son únicas y los momentos son únicos, y ya no se podrán repetir.

Esta Gracia que quiero dejar es espiritual, no solo una Gracia Celestial, sino también una Gracia Espiritual, consagrando para este Centro Mariano a nuevas Auxiliadoras de Mi Divina e Insondable Misericordia. 

Las invito a aproximarse a este Altar y a colocarse a Mis Pies, así como siempre lo hacían las santas mujeres. Y ahora, pido que las demás auxiliadoras, ya consagradas, se coloquen en oración interna detrás de las que hoy se consagrarán.

Tráiganme aquí los elementos para esta consagración: los anillos, el simbólico Corazón y el velo. 

 

¡Oh, Padre Celestial!, 
que a través de estos elementos que hoy estoy bendiciendo,
por medio de la fuerza de Mi Amor y de Mi Misericordia,
tengan el motivo de poder alabarte y reconocerte como el Único Dios,
como el Señor de las Alturas y del Universo,
así como los ángeles Te reconocen, Te adoran y Te alaban eternamente.

A través del Sagrado Pedido de Tu Hijo Jesucristo, 
deposita, a través de estos elementos,
las Gracias en las almas que los recibirán
para dar honor al Nombre de Cristo,
como el Camino, la Verdad y la Vida
de todos los que buscan la paz.

Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar la canción de la Unción, para acompañar está consagración.

Hoy, el Señor te está consagrando como María Magdalena.

Hoy, el Señor te está consagrando como María de la Paz.

Hoy, el Señor te está consagrando como María del Alivio del Sufrimiento.

Hoy, Nuestro Señor te está consagrando como Estrella del Mañana.

Hoy, el Señor te está consagrando como María Celestial.

 

Y así, Yo reúno a todas las hijas de Mi Madre, de diferentes caminos y de diferentes experiencias, renovando con Mi Espíritu a cada una, trayendo Mi Espíritu Consolador, aquel que prometí a los apóstoles en Pentecostés.

Hagan de Mis Altares, puntos de Luz para el planeta. Hagan de sus corazones, Templos del Señor para que sus vidas sean elevadas en ofrecimiento al Corazón del Redentor.

Hoy, Yo Me ofrezco como su Esposo Celestial en esta alianza con el Hijo del Padre, con el Hijo del Espíritu Santo, como su Maestro de Fraternidad, Aquel que camina al lado de los simples y de los humildes, de los que aspiran a ser portadores de la paz.

Yo las consagro como Mis Auxiliadoras de la Divina Misericordia. Sean bienvenidas a Mi ejército interno de Luz. Sean luz para el mundo con su ejemplo, su esfuerzo y su sacrificio, por un solo fin, por el triunfo de Mi Amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 108.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Te adoramos, oh Cristo,
 y Te bendecimos,
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo. 
Amén.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Vuelvo a retornar desde el corazón del universo para traerles Mi Paz. Vengo desde el corazón del gran misterio de toda esta Creación, para que las almas y los espíritus presentes en la superficie de la Tierra reciban los impulsos de Mi Gobierno Espiritual, más allá de todo lo que hoy suceda en esta superficie. 

Pero en verdad, Yo les digo que en otras partes de este universo sí se vive Mi Gobierno Espiritual. Aún esta humanidad está demorada dos mil años; pero existen otras humanidades en este universo que viven en consonancia Conmigo en el Universo Espiritual, siendo parte de las Leyes Universales, siendo parte de la Vida Sublime, formando parte de todos los Rayos y de las diferentes corrientes del universo.

Hoy, Yo les traigo esta consciencia para que, siendo parte de Mí, participen Conmigo de este momento, de la elevación de sus almas para alcanzar el Divino Propósito. 

Que todas las humanidades de este universo no solo vislumbren en el horizonte de esta infinita existencia el Divino Propósito, sino que también lo encuentren dentro de sí mismas. De esta forma, compañeros, a pesar de las consecuencias y de los acontecimientos de estos tiempos, aprenderán a desapegarse de lo que es superficial y mundano, cuando imiten en espíritu y en esencia a todas las humanidades del universo, todo lo que las humanidades viven en este vasto cosmos que forma parte de esta Creación, de todo este sistema de vida.

Esas humanidades, que están latentes en el Universo Material, oran por ustedes en el silencio imperceptible del espíritu; y sus sublimes vibraciones de Paz y de Amor, como una sola y única Hermandad, resuenan en todo este vasto cosmos, para implorarle al Padre Eterno por una oportunidad para este planeta Tierra, del cual ustedes forman parte hace tanto tiempo, porque son parte de un Proyecto Original, de una Esencia de Vida y de un Propósito que aún no se cumplió.

Por eso, ustedes son parte en este tiempo de una transición, no son parte de un fin, sino están delante del umbral a un nuevo tiempo, a un nuevo conocimiento que les llegará a todos, que les abrirá las puertas de la mente y de la consciencia, y este Sagrado Conocimiento Sideral ennoblecerá a sus espíritus, permitiéndoles recordar sus orígenes y hasta sus sistemas de vida. 

De esta forma, podrán reconocer en sí mismos que no solo son materia o mente, sino que son un espíritu en evolución que debe alcanzar la meta de la redención y del amor, para poder cristificarse algún día y ser el ejemplo de un Propósito y de una Voluntad alcanzada, a través de Cristo, por el propio Padre Eterno en todas Sus Criaturas.

Por eso, no pierdan la esperanza de seguir adelante, de transformar sus vidas y de purificarlas. Aspiren a ser como esas humanidades del cosmos, que también aprendieron de los errores y de las caídas, que fueron estrellas caídas en este vasto Universo Sideral, pero que el Gran Manto de la Madre del Mundo las recogió en sí mismo para hacerlas brillar, una a una, en este firmamento de la Creación.

Por eso, en esta noche oscura, no solo miren aquello que es doloroso, crean en el poder del amor y de la cura que viene del universo, y hasta sus células se sublimarán y transformarán.

En una noche estrellada, contemplen el firmamento y pregúntense internamente: ¿quién soy yo?

El Padre extenderá Su Mano y les señalará su estrella de origen, y así, sus mundos internos y sus almas recordarán esta larga caminata, esta infinita trayectoria que han realizado hasta el presente y que aún no terminó, y que deberá completarse no solo por ustedes, sino también por sus orígenes, hasta alcanzar la síntesis de esta experiencia de amor, de redención y de unidad que se puede vivir en esta escuela del planeta Tierra. 

Por eso, no solo piensen en lo que es material, piensen en lo que está más allá de lo material. Los invito a contemplar una noche estrellada para que sientan, muy cerca de ustedes, la Presencia de la Sagrada Hermandad, que viene acompañando su caminata y su trayectoria desde el principio y que espera en oración y en silencio su gran despertar, el gran momento de la redención de la humanidad. 

Por eso, Yo vendré del Cielo una vez más, diferente a cómo vine cuando encarné o aun cuando ascendí al Universo. Vendré trayendo la Gloria de Dios, pero también Su Infinito Gobierno Espiritual, que dio origen y sentido a toda la Creación a través de las Leyes y de los Principios llamados Atributos.  

Recuerden, Hijos del Padre, que en esencia son parte de Dios y no son solo parte de errores vividos y experimentados. Porque aún una historia deberá terminar de ser escrita, y el Padre aún detiene su Pluma de Luz a la espera de que Sus Hijos den el paso y se decidan a ser parte de un Plan de Amor y Redención, enseñado por el propio Cristo hace dos mil años.

Nunca duden, el Reino de los Cielos les pertenece y en él todas sus moradas. Allí se encuentra la síntesis de toda su existencia, las respuestas a todas sus preguntas. Allá arriba, en el Universo, está escrita la historia en los Espejos, historia de cada uno de ustedes.

Por eso, esta es la hora y este es el gran momento de honrar, dar valor y adorar el pasaje de Cristo durante Su Vida en la Tierra; para que sus almas y, sobre todo, sus corazones sean una prolongación de la vida crística en este planeta, sean parte de las células del Cuerpo Místico de Cristo, que pulsa incesantemente en la búsqueda constante de la Luz, del Amor y del Bien.

Hoy, se abren sus historias ante los ojos del universo, y el Amor de Cristo aplaca los errores, disuelve las consecuencias, apacigua los traumas, ennoblece a los espíritus y les abre un nuevo camino hacia una nueva oportunidad; porque Dios se hace pequeño en los humildes, Dios se hace poderoso en los simples, Dios expresa Su Amor Infinito en todos los que le dicen sí.

Todo pasará, pero las Palabras del Padre, a través de Su Hijo, permanecerán y reverberarán en el corazón de los hombres y mujeres de la Tierra que, en este tiempo final, escuchen el sagrado llamado.

Así, sus Ángeles de la Guarda también elevarán al Padre sus experiencias y demostrarán al Padre que Su Proyecto Divino en esta humanidad es posible, aunque esté llegando el gran tiempo de la tribulación y que las almas tengan miedo de poder enfrentarlo y de vivirlo.

Pero si la Sangre de Cristo fue derramada en la superficie de este planeta, ¿quién le dará su vida a Cristo para que el poder de Su Divina Sangre, guardada en los Sagrados Cálices de los Recintos de la Tierra, ilumine al mundo en oscuridad, disipe las fuerzas del mal para siempre y establezca en la superficie de este planeta el Nuevo Edén, en donde los autoconvocados conocerán el Paraíso?

Si fui capaz de perdonar a un ladrón en el momento más doloroso de la Cruz, ¿acaso no creen que seré capaz de perdonar sus errores y faltas?

El Amor de Dios se multiplica en aquellos que se dejan amar y que encuentran en sí mismos el camino del espíritu. No hay otro camino para recorrer; porque, una vez, Yo les dije, compañeros: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”. 

Hoy, elevo en Mi Corazón, hasta los Altares de Mi Padre Celestial, las flores y los frutos que Me han ofrecido a través del ejercicio de la sagrada oración; porque esto es lo que hoy tengo a Mis Pies, las flores de las almas buenas, los frutos de los servidores incansables que sostienen en la fe a lo desconocido, las Islas de Salvación llamadas Comunidades-Luz. 

Recuerden que cuando estén dentro de una Comunidad-Luz, estarán dentro del Corazón de la Jerarquía, de un Corazón que siente y que recibe, de un Corazón que se dona silenciosamente sin nada a cambio, solo con el fin de cumplir la Voluntad de Dios.

Sean grandes células del Corazón de la Jerarquía. La Sabiduría y el Amor de Dios siempre podrán colmar sus espíritus cuando sean consecuentes.

Muchos en el mundo buscarán saciar sus tristezas y angustias, su desesperación y agonía; pero ustedes, tan pocos a los Pies de la Jerarquía, que sostienen la vida de las Comunidades-Luz que aspira a la evolución, son los que tendrán la Gracia, por su propio esfuerzo y entrega, de ser amparados por el propio Dios, bajo Su estado de Infinita e Insondable Misericordia.

Algunos años más pasarán para que la vida de las Comunidades-Luz sea conocida. Y aquellos que no las comprendieron y que las juzgaron se arrepentirán, así como muchos se arrepintieron al no reconocer al Dios Vivo colgado en la Cruz, dando lo máximo de sí, hasta la última gota de Su Sangre y de Su Agua por la salvación y el rescate de la humanidad.

Por eso, tengan fe y sigan adelante. No se detengan en sus miedos, en sus errores, en sus fracasos o hasta en sus incertidumbres. Tengan la percepción bien abierta y sientan en el corazón el Sagrado Manto de la Jerarquía que les da calor en la noche fría del mundo, que los conforta y que los anima en las tribulaciones, que los unge bajo el espíritu de la hermandad.

Así, en este día de dolor y de sufrimiento del planeta, en el que el Corazón del Maestro está partido, pidan a Dios la Gracia de un corazón vacío que sea capaz de dar mucho más hasta el final por un solo fin, por la salvación de las almas y de las naciones que ya se condenaron, para que el Fuego Eterno de Mi Amor y la Luz Insondable de Mi Divina Misericordia sean capaces, así como fue en la Cruz, de aplacar todos los errores del mundo.

Así, muchos más verán venir al Hijo de Dios, como Él lo dijo, entre las nubes, los soles y las estrellas del universo. Y lo verán venir con su verdadera Faz, aquella Faz que se iluminó en lo alto del Monte Tabor, Faz Divina y Gloriosa que se revelará a todos como un Sol entre todos los soles del universo, que con su irradiación y expansión transfigurará y modificará el código corrupto humano, haciéndolos sublimes, puros e inocentes, así como lo son los ángeles de todo el universo.

En esa hora, la dualidad ya no existirá, el mal se disolverá porque triunfará el Amor de Cristo en los corazones, trayendo al mundo los Mil Años de Paz.

Entonces, el Corazón del Rey ya no escuchará el llanto de ningún niño por hambre, por guerra o por enfermedades; ya no habrá madres de las guerras; ya no existirán abuelos y enfermos abandonados, no existirá ningún corazón más solitario y perdido, porque Mi Amor es para todos.

Yo colocaré, a los Pies del Trono del Padre, las ofrendas de los redimidos, de todos los que caminaron con Cristo a través de los tiempos, más allá de sus miedos o de sus dudas, porque habrán hecho triunfar el Amor del Redentor.

Y así nacerá el Nuevo Hombre, nacerá el nuevo ser y no será más necesario aprender de los errores, sino reconocer en sí mismos que Dios los ama tanto, pero tanto, que si lo supieran o tal vez lo sintieran no lo soportarían.

Alégrense y caminen en la paz. 

Recemos por el fin de este cautiverio espiritual planetario, para que nadie más tenga que sufrir, porque Yo sufrí por ustedes cada golpe, cada latigazo, cada parte de Mi Cuerpo perdida en el Calvario. Yo sufrí por el mundo en la Cruz y Me convertí, por Amor, en el Árbol de la Vida, para que todos tuvieran Vida en Mí.

Como una demostración infinita de Mi Gracia, hoy volveré a consagrar a nuevos adoradores, postulantes que se confirmarán para ser testimonios del Amor Crístico en el mundo, a través de la veneración y de la contemplación a Mi Cuerpo Eucarístico.

Pero también este será un importante momento, para todos los adoradores de Brasil, de renovar sus votos, de volver a confirmarse en Mi Camino y de decirles, de una vez y para siempre, a todos los que encuentren, que Cristo es la salvación.

Para esta consagración especial y antes de que vivan Mi Comunión Espiritual, entonaremos una canción pidiendo la Gracia del corazón vacío.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a prepararnos para esta simple ceremonia, a través de esa canción, “Corazón vacío”.

Y, en este momento, nos preparamos internamente para renovar los votos de todos los adoradores.

Cristo acompañará esta ceremonia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 108.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.

Amén.
(tres veces)

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y verán venir la Luz en la peor noche del mundo, cuando todo parezca perdido. 

La Luz llegará al mundo para poder salvarlo, para poder redimirlo y así, poder rescatarlo.

Esa Luz traerá entendimiento y sabiduría, restablecerá las Leyes en el planeta, guiará a los corazones perdidos, para que todos, absolutamente todos, tengan la Gracia de reencontrar la Tierra Prometida.

Pero esto aún está por suceder, porque las naciones del mundo, es decir los pueblos, ya tomaron las decisiones de los próximos pasos a seguir, decisiones que no está unidas a Dios en muchos de los casos.

Por eso, Yo vendré como esa Luz, en la noche más oscura del mundo, para traerles a las consciencias el restablecimiento del Amor y de la Paz, del Poder que Dios Me ha dado desde el principio, por medio de Su Misericordia y de Su Compasión.

Yo vengo, con este Mensaje y en esta hora, a prepararlos. Hoy, no puedo decirles más que esto, compañeros; porque, en este tiempo definitivo, las naciones y los pueblos toman sus decisiones, y esto no le corresponde a Dios, sino a la elección de las almas, elecciones que son conscientes ante el universo y que, tarde o temprano, repercuten en toda la humanidad.

Por eso, en esta Maratón de la Divina Misericordia, Yo los llamo más que nunca al recogimiento, a silenciar sus mentes y sus ideas, a silenciar sus palabras y a ingresar conscientemente en el universo de la oración, para que la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia pueda trabajar en este mundo y, más aún, pueda disolver los acontecimientos que se aproximan en el próximo ciclo.

Por eso, deberán estar muy fortalecidos y a través de este recogimiento espiritual, que Yo les ofrezco, sus almas tendrán la chance de prepararse conscientemente para lo que llegará.

Deben fortalecerse conscientemente, buscar más que nunca la alianza con Dios, colocarse todos los días ante la Llama del Divino Propósito y preguntarse a ustedes mismos: 

¿Qué estoy haciendo?

¿Coopero con el Plan?

¿Trabajo por la paz y por el bien?

¿Soy consciente de todo lo que recibo del Universo?

¿Respondo conscientemente por todo lo que he recibido como Gracia?

En esta Maratón de la Divina Misericordia, Mis queridos compañeros, deberían replantearse la actitud de sus vidas, a través de estas preguntas; porque, tarde o temprano, a cada uno de ustedes les llegará el momento de dar el gran y último paso, para que la indiferencia, la mezquindad y hasta la ignorancia de esta humanidad se disuelva de una vez y para siempre, a través de seres conscientes y despiertos que comprenden internamente, y más allá de la vida material, lo que significa participar y corresponder al Plan de Dios.

Por eso, Yo les pido que oren por aquellos que no darán el paso. No esperen que la humanidad sea consecuente con el Plan Divino, no se ilusionen ni tengan expectativas. No busquen realizaciones en la vida material, busquen realizarse en el camino espiritual, para que sus almas estén dentro de la senda crística, despertando los dones y las virtudes, los Sagrados Impulsos que Cristo les enviará a todos Sus apóstoles de los últimos tiempos.

Por eso, tomen una postura inmediata, una postura consecuente y responsable que dé señales de entendimiento y no de incoherencias, de una madurez espiritual que la Jerarquía necesita de cada uno, sabiendo que el mundo está sufriendo completamente y que son pocas las Islas de Salvación en la superficie de la Tierra.

Por eso, decídanse, de una vez y para siempre, a ya no darle trabajo a la Jerarquía Espiritual, sino que sus vidas sean una solución viva para lo que el Plan necesita concretar y llevar adelante.

Por eso, planifiquen sus vidas conforme al Plan de la Jerarquía. Mientras mantengan el Plan de la Jerarquía en un estado secundario, no lo comprenderán y tendrán grandes dificultades para poder vivirlo y llevarlo adelante.

Por eso, redimensionen sus prioridades, y comiencen así a redimensionar sus actitudes y todas sus preferencias, porque la gran noche oscura llegará al mundo y no pasarán muchos años para que esto suceda.

Hoy, con Mi Mirada hacia el suelo, con Mi Rostro hacia Dios, con Mi Espíritu en recogimiento, les hago comprender y sentir la gravedad de estos tiempos; porque hoy Mi Corazón no se puede encender, muchos son los pecados y las faltas del mundo. Grande es Mi Misericordia por las almas y pocos son los que se deciden a poder vivirla.

Mi Vida, en este planeta, tuvo un gran significado. Den valor, en estos tiempos, a la dolorosa Pasión de Jesús, para que las almas que ya se condenaron tengan una oportunidad de redención.

¿Ahora, comprenden, compañeros Míos, el momento y el paso que están siendo llamados a vivir? La escuela cambió, ¿lo percibieron?, ¿lo comprendieron?, ¿ya lo están viviendo?

La Jerarquía no se detendrá. Muchos son los desafíos en el fin de estos tiempos, grandes son los sufrimientos que existen en esta humanidad.

¿Quién aplacará, junto con Cristo Jesús, todos los dolores del mundo, a través de una vida de entrega y de amor?

Yo los vengo a hacer madurar como Mis apóstoles, y esto ya no son solo palabras, necesito que sea una realidad en ustedes. Necesito instrumentos de paz y de bien, porque son pocos los buenos instrumentos que Yo tengo en la superficie de la Tierra.

No permitan que la Fuente de Mi Divina Misericordia se cierre. No permitan que el mundo ostente la Justicia Divina, porque no la conoce; grande es la ignorancia de la humanidad y grande es el sufrimiento de muchos corazones. Aún hay mucho que hacer por este mundo y por esta humanidad.

¿Quién tomará de Mis Manos la Sagrada Corona, la Corona de Espinas de Jesús, y la hará parte de su consciencia, para madurar Conmigo en estos tiempos y vivir la verdadera tarea planetaria que el Padre los llama a vivir?

Piensen, por un momento, en todo lo que les digo.

El mundo busca vivir en las puertas inciertas, sumergirse en el océano de la ilusión y hasta olvidarse de Dios. Por eso, más que nunca, comenzando por ustedes, deben replantear sus vidas, deben definir el camino a seguir.

Mi Corazón siempre está abierto a todos, a los que buscan la paz.

Que este encuentro sea un momento de reflexión y no un Mensaje más; que sea la base espiritual que todos necesitan para poder dar el paso, porque una vez más Yo Me ofrezco al Padre por ustedes, para que sean instrumentos de Mi Misericordia, pacificadores del Cristo Redentor.

Por último, quiero decirles que ya no hay tiempo. Deben fortalecerse en Mí, a pesar de lo que suceda o a pesar de lo que vean. Su esperanza no puede estar conmovida, debe estar fortalecida en Mí a través del Fuego del Amor que Yo les ofrezco para hacerlos libres, algún día, de ustedes mismos y de las maldades del mundo.

Yo les agradezco por escucharme y por ser conscientes de todo esto. Reciban en sus manos y, sobre todo, en sus corazones las llaves que Yo les entrego para esta transición planetaria, para que cada día estén más maduros en Cristo, porque es necesario y urgente.

No permitan que los pilares de la Obra de Dios desaparezcan de la superficie de la Tierra. 

Yo les prometí retornar al mundo y así lo haré. Por eso, los preparo para ese gran momento, para que atraviesen la noche oscura y encuentren Mi Luz en el abismo, la Luz Eterna del Amor de Dios que no cambia, que no se transfiere, sino que se multiplica en Gracia, Unidad y Sabiduría para todas las almas.

No se olviden de que tengo sed. Sacien Mi sed en esta Maratón. 

Ahora, llegó el momento de que en verdad los vea reunidos y unidos en el Propósito, a pesar de las distancias y de los acontecimientos.

Esta es la hora de su gran prueba, de que estén Conmigo o de que no estén Conmigo. Hoy, esta es Mi Verdad para aquellos que aspiran a vivir la escuela crística, aunque no la comprendan, pero sí la acepten.

Les doy Mi Paz y, a través de Mi oración. Los bendigo en esta próxima jornada orante de la Misericordia. No se olviden de Mis Palabras, a través de ellas les dejé el próximo paso, el próximo camino a seguir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN BRASILIA, DISTRITO FEDERAL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He venido del Cielo y del corazón del Universo para recordarles a todos que este es el tiempo de que estén Conmigo, porque este es el tiempo final.

Por eso, vuelvo a reunir, alrededor de Mi Sagrada Mesa, a los Templarios de otrora, para que vuelvan a estar ante Mí y recuerden, por un momento, el sagrado compromiso vivido Conmigo.

Ya fueron señalados por Mi Cruz, ya fueron bañados por Mi Sangre, recibieron los Códigos de Mi Resurrección. Den valor, en este tiempo crucial del planeta, a las Sagradas Reliquias de su Maestro y Señor, guardadas con celo en el Arca de la Santa Alianza.

Por ese motivo, hoy estoy aquí en Brasilia, para recordarle a todo el Brasil que, más allá de esta superficie, más allá de las naciones o de los pueblos, existe un verdadero y único Gobierno Espiritual que Yo les traigo; ese mismo Gobierno que Yo les enseñé, hace más de dos mil años, a través de la Buena Nueva del Evangelio.

Pero ahora, el Creador Me ha pedido algo más grande que predicar, que curar, que hacer milagros, que redimir vidas o exorcizar espíritus impuros; el Creador Me ha pedido una experiencia de Amor mayor que la que Yo viví en la Cruz por ustedes. Esa experiencia de Amor comenzará a través de sus vidas, cuando no solo testimonien Mi Presencia, sino también cuando vivan Mi Presencia dentro de ustedes.

Por eso, hoy estoy aquí, para animarlos a todos a vivir ese camino definitivo, para que no le teman a la cruz que el Padre les entregó. Yo Soy el Gran Redentor del mundo y vengo aquí por su salvación y su redención, por la redención y por la salvación de toda la humanidad.

Por eso, levanten sus cabezas y miren hacia el cielo, esperen la Sagrada Llegada de su Maestro y Señor; porque, así como Su Nacimiento fue profetizado en los Libros Sagrados, hoy también es profetizado Su Retorno al mundo para liberar a la humanidad de esta esclavitud espiritual que le imponen los corruptos sistemas del mundo.

Por eso, no pierdan la esperanza. Yo vengo aquí como su Gran Curador y Señor, vengo para ungirlos con el Espíritu de la Vida, concedido por el Santo Espíritu de Dios.

Por eso, siéntanse curados por Mí, a través de Mi Palabra y a través de Mi Presencia. Que aquellas cadenas que los amarran, hoy se disuelvan por la Presencia de su Señor y que los corazones se puedan liberar de este cautiverio que les impone el mundo.

Coloquen su confianza en el Creador. Ya les dije, hace poco tiempo, el Padre Eterno tiene Sus Brazos abiertos para recibirlos y acogerlos; no presten atención a los dioses de estos tiempos, vuelvan su mirada hacia su universo interior y reencuentren la riqueza original que Dios les depositó en el principio. Mientras no busquen esa riqueza interior, sufrirán. 

Por eso, con inteligencia, entusiasmo y determinación, Yo les pido que ya no se resistan, abran sus corazones a la gran transformación, porque Dios coloca Sus tesoros espirituales en los corazones simples y no en los poderosos. Es allí donde se guarda Su Gran Legado Universal, que proviene de la Fuente Divina y Suprema.

Por eso, Yo les pido una vez más que sus vidas sean receptáculos únicamente de Mí; que sus templos internos sean los tabernáculos en donde viva el Cristo Cósmico, el Hijo Solar, el Rey entre todos los reyes del Universo.

Así, la insignia de la Sagrada Estrella de la Luz, de aquella Sagrada Estrella que una vez brilló en Belén, la Estrella de la Confraternidad, podrá brillar dentro de ustedes y Mi enemigo temerá y se apartará.

Por eso, confíen en todo lo que Yo les digo. Den pasos determinantes hacia Mi Corazón. 

¡Cuántas Gracias quiere derramar Mi Espíritu sobre las almas y aún no lo puede hacer! 

Por eso, Yo les ofrezco una y otra vez los Sacramentos para que recuerden sus orígenes, para que recuerden los Mandamientos, que no son reglas impuestas para sus vidas y consciencias, son escalones para que aprendan a vivir en las Leyes Universales, y así estén protegidos de ustedes mismos y del mundo, bajo el Manto Protector del Padre Celestial.

Por eso, hoy, el Señor del Universo Me envía con Sus Ángeles y, bajo el respaldo de los Arcángeles de la Creación, vengo a derramar la Sabiduría que el Brasil necesita en este momento para que las almas decidan con discernimiento y entendimiento, para que el Espíritu Santo guíe a las almas y a este pueblo querido, y que la decisión esté más allá de lo material y de lo mental; que su verdadera decisión esté en lo más profundo de sus corazones y vidas, donde se encuentra el Dios Vivo y Resplandeciente que siempre se ha sacrificado y se ha ofrecido a esta humanidad para poder guiarla y ampararla.

Por eso, Yo les digo, antiguo pueblo de Israel, levántense, sigan elevando sus oraciones a Dios, permitan que la oración del corazón cierre las puertas inciertas y desconocidas, para que las almas ya no sean confundidas ni tentadas por los que se creen astutos en este tiempo final.

Muchos ya escucharon hablar de los anticristos. Aunque ellos estén presentes en esta humanidad y en este tiempo, nadie podrá tener el Poder de Dios, solo el Hijo del Padre. Por eso, Yo Me entregué por ustedes y morí en la Cruz.

Quiero que le den valor a cada gota de Sangre derramada por Mi Consciencia, porque Mi pasaje por este planeta no puede ser en vano, ya que los sacrilegios se siguen viviendo en esta humanidad. Honren la Pasión y la Muerte del Señor.

Yo vengo a darles a conocer el Amor del Padre que es infinito, grandioso, prodigioso y misericordioso. 

Les pido que no se queden en las cosas superficiales, eleven sus consciencias a través de la oración y del servicio por los demás. 

No existe, en este momento, otra solución para la humanidad que ejercitar el profundo atributo de la fraternidad, del bien y de la paz. Mientras eso no se practique y no suceda, habrá sufrimiento en el mundo; porque fuera de aquí, de este lugar, en cada rincón de este país, en cada rincón de este planeta, existen almas sedientas de luz, de amor y de servicio, almas que claman por Mi Infinita e Insondable Misericordia.

Brasil, que tiene un corazón abierto, debe tener presente a toda África y al deber de servir a ese continente y de repararlo por todo lo que ha vivido a través de los tiempos; porque el propio amor que tiene Brasil como país, como alma y como espíritu, podría evitar muchas situaciones en el mundo en el fin de estos tiempos.

Por eso, pidan claridad en sus consciencias; pidan la Presencia del Espíritu Santo para que los guíe en cada paso, así estarán en la senda correcta de la evolución y de la paz, y ya no serán confundidos, sino serán guiados y orientados internamente.

Por eso, en esta noche, a través de la Gracia de los Sacramentos que les ofreceré, Yo vengo a purificarlos por dentro y por fuera para que sean vasos nuevos; para que reciban los Códigos del Señor, y estos Códigos de Amor, de Luz y de Misericordia se pueden multiplicar en el mundo entero. Porque ya no hay tiempo, compañeros; es tiempo de actuar y de prevenir, es tiempo de cumplir el Plan de Dios más allá de las religiones, más allá de las creencias o aun de las filosofías o de los dogmas.

Yo vengo a unir a todos en el nombre de Mi Amor, nunca se olviden de esto. No existiría razón para que Yo solo le hable a Mi Iglesia, extendida por toda la Tierra. Mi Mensaje viene para todos, como vino para todos hace tanto tiempo. Mi Mensaje viene para los simples, para los puros de corazón, para los que aspiran a convertirse y redimirse, para los que algún día se ofrecerán a ser nada por Mí.

Por eso, hoy, invoco al Sagrado Espíritu de Dios para que las almas presentes y las no presentes reciban este Sagrado Espíritu; y así, las almas sean merecedoras de la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que viene aquí como Luz para iluminar al mundo, en estos tiempos de tribulación y de dolor.

Sigan orando por el Propósito Espiritual de Brasil. Tengan fe y persistan. Agradezco, desde ahora, a todos aquellos que se han ofrecido a colaborar fielmente en esta tarea de oración, porque los milagros, compañeros, todavía son posibles.

Recuerden Mi Vida sobre la Tierra, siempre que lo necesiten, y todo se aliviará, porque el Dios Vivo se hizo Hombre y encarnó entre ustedes para traerles la Buena Nueva de la liberación y de la salvación para que todos recordaran, y para que hoy ustedes también recuerden que son parte de un Sagrado Proyecto del Creador que va más allá de este planeta y de este universo. 

Por eso, en esta noche, compañeros, siéntanse partícipes de este reencuentro Conmigo y que su sí a Mi Corazón sea verdadero y sincero, y les conceda a las almas que no están presentes las Gracias que también necesitan

Es tiempo de curarse internamente, es tiempo de reencontrar el camino de la paz, para que se sientan fortalecidos, amparados y amados por el Padre Eterno.

Yo Soy la Voz de Aquel que los creó y que los originó.

Yo Soy Aquel que viene en nombre de la Luz y del Amor del Universo para hacer sus vidas nuevas.

Coloquen a Mis Pies sus intenciones, porque Yo siempre los escucho y atiendo a todos los que Me llaman; y, a través de Mi oración, transformo sus intenciones en sublimes oraciones para Dios, y el Padre les responde siempre.

Por eso, siempre busquen su filiación con lo Alto. Sean dignos Hijos de Dios para que este planeta sea digno y merecedor de mayor Misericordia, de mayor paz, cura y liberación. 

Permitan que sus Ángeles de la Guarda, en este momento, escriban en Sus Libros este encuentro Conmigo; porque nada es por acaso, todo es parte de un Propósito Mayor que ustedes son llamados a vivir conscientemente, para que estén bien despiertos y bien atentos a las señales del fin de los tiempos reveladas en el Libro del Apocalipsis.

Estamos en el tiempo de que el último sello se abra. Manténganse unidos a Mi Corazón y sean pacificadores del Señor, porque muchas almas necesitarán de esa Paz para no atormentarse ni confundirse; para que, al igual que ustedes, esas almas sean guiadas hacia el Reino de Dios, el único Reino que existe para cada una de sus vidas. 

Por eso, honremos y glorifiquemos a Quien nos creó, cantando con solemnidad los Nombres de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cantemos, junto a Nuestro Señor, esos Sagrados Nombres del Padre Eterno.

Nos podemos colocar de pie.

Nuestro Señor pide que vengan aquí, al Altar, los jóvenes que están presentes en esta sala, porque Cristo quiere decirles algo.

 

Canción: “Sagrados Nombres de Dios - Canon n° 1”.

 

Hoy, estoy formando aquí un nuevo oratorio, nuevos apóstoles del fin de los tiempos, pacificadores del Cristo Redentor. Y, a través del Espíritu Santo, vengo a entregarles Sus Dones, para que esos Dones formen a sus vidas y, en este próximo tiempo, sus vidas y sus almas sean guiadas por los Dones del Espíritu Santo.

Hoy, los consagro como un predilecto grupo de jóvenes de Brasilia, que también proclamará la paz, el bien, el amor y el servicio en la humanidad. Y, para que puedan comprender el significado de esto, hoy todos ustedes, a Mi pedido, serán bautizados para que sus almas se consagren a Mí en confianza y en fe, como Mis amigos, compañeros del Redentor.

Que el Señor bautice con Su Espíritu y que Su Espíritu Consolador llegue a todas las consciencias que ustedes encuentren en sus caminos, porque a través de la juventud de esta humanidad es que la Tierra renacerá y los Mil Años de Paz llegarán.

Apoyen esta, Mi iniciativa. Cuiden de ellos, se los encomiendo.

Celebremos este momento.

Les agradezco por haber respondido a este llamado en Brasilia. 

Que el Gobierno Espiritual se cumpla y se viva en el Brasil por el bien de los más simples y pobres, por los humildes de corazón, por aquellos que son anónimos y conocen a Dios.

Yo los bendigo y les doy Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SEGUNDO DÍA DE LA 107ª MARATON DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Descubre, dentro de ti, la riqueza espiritual que Dios te ha entregado. Una riqueza que despierta en este tiempo a los apóstoles de Cristo, para que este mundo se convierta y se redima a través de todos los que se autoconvocan para seguir Mis Pasos desconocidos, Mis Huellas que los guiarán hacia el Propósito de la existencia de cada ser.

Nunca debes olvidarte de la riqueza del universo espiritual que en ti habita, una riqueza espiritual que Dios te entregó en el origen y que, en este ciclo, si estás abierto la encontrarás, la conocerás y la sabrás, porque ese es Mi ardiente deseo. Esto es lo que permitirá vencer al mal. Cuando las consciencias despierten profundamente y conozcan su universo interior, toda su riqueza inextinguible y eterna; ya no habrá motivo para que el mal y el sufrimiento existan en este mundo.

Hace más de dos mil años, Yo les enseñé a través de las Parábolas sobre la riqueza de su universo interior, pero también les enseñé a permanecer en la Ley y a respetarla. 

Después de tanto tiempo y ante un mundo en sufrimiento y en agonía, hoy les traigo, Mis compañeros, la riqueza de su universo interior, una riqueza que no tiene mancha ni pecado, porque es una riqueza inmaculada que proviene de la Fuente de la Creación.

Por eso, en este momento, les pido que den el paso e ingresen en el Vacío de Dios, en donde la Ley de la Impermanencia habita, en donde todo se renueva constantemente por las corrientes que proporciona el Universo Mayor. Esto despierta en las almas los dones y las virtudes que deben vivir.

Pero para que los talentos, que Yo necesito, estén presentes en este tiempo, ustedes deben dar el paso. Porque la Ley del Universo es perfecta, la Ley de Universo es correcta y abundante, y nada les faltará cuando se animen a dar el paso hacia su universo interior. Porque así, recordarán que no solo tienen un origen y un principio, sino también conocerán la razón por la cual fueron creados desde el principio, en el Génesis, y más aún, ustedes sabrán su trayectoria cósmica.

Hoy, les pido que contemplen los aciertos y no los errores, aunque sean desconocidos para sus mentes y consciencias. Esto es posible a través del impulso del Fuego de Mi Corazón, porque necesito en este tiempo, compañeros, que todos conozcan la historia de Cristo después de Su Ascensión, que no solo se remite al Libro Sagrado.

¿Alguien en este mundo se ha preguntado qué sucedió Conmigo después de Mi Ascensión?

Yo no solo subí al Padre que está en los Cielos, Yo subí también al Universo en donde se encuentra la Hermandad, para fundirme en espíritu con Mis compañeros, con todas las Sagradas Jerarquías que cuidan este Plan desde el principio.

Fue allí en donde todo se renovó, porque no solo los ángeles reconocieron Mi llegada a los Cielos, sino toda la Confraternidad reconoció la llegada del Rey; Quien, a partir de ese momento, recibió el Cetro del Gobierno de Dios, que sostengo en humildad y en servicio por las almas, así como por toda la Creación.

Por eso, ingresen a ese estado de consciencia en este momento, a través de Mi Corazón y a través de Mi Portal Espiritual que en este momento está abierto en abundancia para todos.

Unan sus esencias al Origen, unan sus consciencias a su universo interior y ya no solo se sientan personas humanas, seres mentales o emocionales; eleven a través de Mi Presencia un poco más sus consciencias y comulguen con el principio de sus orígenes en esta Creación, porque en el centro de sus corazones brilla la Estrella de la Hermandad, que los impulsa a seguir adelante a pesar de los tiempos difíciles. Esa Estrella los anima a vivir los aprendizajes con amor y perdón y, a pesar de los errores que puede cometer el mundo en este tiempo, todos los que estuvieron una vez allá arriba en el Universo …

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

El Señor señala, en este momento, los Cielos.

 

… volverán a recordar quiénes verdaderamente son. Así, comprenderán que no son solo materia, que son espíritu, alma y divinidad unidos a la Fuente que siempre se recrea y se recrea. Y, en este tiempo, se recrea a través de los aprendizajes del amor y de la redención.

Esto es lo que les ofrezco hoy, para que lo recuerden y lo sepan, para que tengan presente que los espero en esta próxima trayectoria del Plan, que deberá escribirse en sus corazones, que deberá expresarse a través de sus vidas, de su entrega incondicional.

La Obra de la Redención, la Obra de Mi Retorno, la Obra de Mi Divina e Insondable Misericordia, se cumplirá a través de los corazones adheridos y unidos. Esta es la regla y el pedido que Yo He recibido de Mi propio Padre Celestial para que, a través de las almas adheridas y unidas al Sagrado e Insondable Corazón del Redentor, el mundo siga recibiendo Misericordia y no Justicia; porque la balanza está desequilibrada, la desigualdad pesa en este mundo por la acción de la impunidad y del poder.

Pero no olviden, compañeros, que Yo estoy en los Cielos, así como hoy estoy con cada uno de sus corazones, venciendo al mal y haciendo triunfar Mi Amor en las esencias que se postulan a cristificarse en este tiempo.

Por eso, no les teman a Mis desafíos, no les teman a Mis pedidos, no le teman a nada, porque quien vive en Mi Verdad vive en la Luz y quien vive en Mi Luz vive en Mi Amor, trabaja y se esfuerza por esa causa, y no teme despojarse poco a poco, hasta que algún día ustedes mismos puedan hacer lo que Yo hice en la Cruz: tener Mi Corazón absolutamente vacío para rendirme ante Mi Dios y beber del Cáliz del Sacrificio.

Aún Mis Altares están llenos de Cálices de Luz. Mi Altar espera que las almas se presenten para beber del sacrificio, no del sacrificio que les ha enseñado el mundo incorrectamente, sino que sus vidas se vuelvan completamente sagradas para que Yo, algún día, pueda habitar en ustedes y ustedes puedan habitar en Mí. 

¿Será que aspiran a dar ese gran paso?  

Mi Corazón se abre en Misericordia y Piedad para todos y, en solemnidad y en júbilo, Me ofrezco una vez más a las almas y al mundo para redimirlo.

En estos últimos tiempos, a través de todas las Sagradas Semanas, Yo les He dicho muchas cosas, ¿las recuerdan?, ¿las han hecho carne en ustedes?, para que Yo justifique ante el Padre Eterno la imperiosa necesidad de estar aquí, entre ustedes y sus hermanos.

Es hora de que los Cristos del Nuevo Tiempo sean una realidad y ya no sean una aspiración de Mi Corazón. Por eso, todo el tiempo posible, en todas las oportunidades posibles, Yo les doy Mi Vida a través de los Sacramentos para que no solo se puedan purificar y purificar, sino también para que se puedan cristificar ante Mí, a través de cada sacerdote que se ofrece a los Sacramentos, a sacramentar a las almas, como un tesoro espiritual incalculable, tesoro que Yo llevaré en Mi Corazón Eterno para siempre.

¿Acaso creen que es posible que sus almas se sacramenten y que, en este tiempo en donde falta la paz y el amor, existan almas en la superficie de la Tierra que puedan expresar el tesoro espiritual de la Creación de Dios?

Esto es lo que necesito en este tiempo, porque ante la Ley el mundo ha decidido no ser merecedor de la Misericordia; pero Mi Insondable e Infinita Misericordia, que brota de las profundas Entrañas de su Maestro y Señor, sigue descendiendo al mundo a través de las almas que la invocan, concede milagros en donde es imposible realizarlos, atrae muchas Gracias para aquellos que no las merecerían y sostiene el Propósito Espiritual de las naciones del mundo, aunque no lo parezca. 

Por eso, les digo, compañeros, que sean los Cristos del Nuevo Tiempo, los Cristos que su Cristo espera.

Como un ejemplo de Mi Amor y de Mi Misericordia por todas las almas, les daré una Gracia y, al mismo tiempo, una expiación para que los corazones se fortalezcan y en esta unidad interna, que pueden vivir Conmigo, se animen a dar el paso hacia la consagración total de sus vidas, en los diferentes grados de consagración que en este tiempo pueden vivir. 

Porque los grados de consagración de las almas son los grados de amor que pueden alcanzar en este tiempo, para convertirse en tabernáculos perfectos del Señor, en donde los méritos de Su Pasión, Muerte y Resurrección sean depositados en los corazones para que crean, algún día, que podrán ser templos sagrados de Mi Corazón, en este mundo necesitado de amor y de perdón. 

Recuerden que todos tienen parte Conmigo en este tiempo y que espero que ese lugar, que ustedes tienen en Mi Corazón, siempre esté protegido de ustedes mismos y del mundo; porque Mi Presencia, en este lugar y a través de los tiempos, es una Gracia extraordinaria del Padre que las almas reciben sin percibirlo.

Antes de que puedan vivir la unión Conmigo, a través de Mi Cuerpo y Mi Sangre presentes en el Sacramento de la Comunión, en el que el Cordero de Dios volverá a entregarse por el mundo entero y en especial por Brasil, a través del sagrado ejemplo de la consagración, daré fuerza a los corazones que lo necesitan. 

Por eso, solicito en este momento que, a los pies de Mi Sagrado Altar, se presenten quienes se han postulado a auxiliadoras de Mi Misericordia y que cada una lleve el velo que Me ofrecerá en este momento y que colocará sobre sus manos en ofrenda.

Les pido que apoyen este momento, compañeros.

Mi Madre Santísima Me ha pedido darles esta Gracia por todas las almas que están detrás de ustedes en este momento y que también necesitarán esa Gracia Espiritual en este ciclo.  

Yo las conozco profundamente desde hace tiempo. Por eso, estoy haciendo esto para que, en confianza, en amor y en alegría, sientan la plenitud de Mi Corazón, que vuelve a confiar en ustedes, así como Mi Corazón confía en todas las auxiliadoras que se han consagrado a Mí para servirme. 

Espero que este momento de consagración sea una renovación de esta Rama de la Orden Gracia Misericordia, porque Yo también espero que sean Nuevos Cristos que respondan a Mi llamado y Me sirvan donde Yo lo necesite, en cualquier parte del mundo.

Por eso, a través de ustedes, vuelvo a renovar los votos espirituales e internos de la Rama de las Auxiliadoras de la Divina Misericordia; porque aún necesito, hijas Mías, que Mi Misericordia siga descendiendo al mundo a través de la ofrenda de su consagración a Mi Corazón.

Pueden elevar sus velos hacia los Cielos para que Yo los consagre en este momento, lo mismo les pido a las demás auxiliadoras ya consagradas, eleven los velos hacia los Cielos, hacia el Señor.

 

 Santísima Madre Universal,
 Tú que has ofrecido incansablemente
Tu Vientre Purísimo, Inmaculado y Eterno,
 para traer a la Tierra al Redentor;
 Te ofrezco, en este momento,
 la sagrada ofrenda de Tus hijas
  y servidoras de los Altares de Dios,
 para que Tú, Bendita y Purísima Madre,
 que gestas en Tu Vientre a la Nueva Humanidad,
 hagas descender Tus Gracias y Tus Misericordias
 sobre esta Rama Espiritual que Yo He consagrado en esta Orden,
 para que en ella siempre exista la alegría de servirme incansablemente;
 y así, las almas comprendan que servirme no es solo un compromiso,
sino un deber con Mi Insondable y Sagrado Corazón.

Coloca este velo sobre sus cabezas, Madre Santísima.
 Consagra a las que hoy se han postulado a Mis Pies,
 y reconsagra a aquellas hijas que ya Me sirven en este momento,
 a fin de que la Misericordia y la Paz 
 sean una Gracia merecida para todos.

Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

He aquí el Corazón que fue traspasado por Amor a los hombres y mujeres de la Tierra, y que se ofrece a las almas como una Llama Flameante de Amor para que siempre aprendan a vivir en Cristo.

He aquí la alianza de las mujeres de Jerusalén, aquella alianza espiritual que recibieron de Mi Corazón y que sostuvo los pasos del Calvario hasta la Cruz, en fidelidad y obediencia.

Hoy, tu nombre será Maria Izrə'el.

Tu nombre será Luz del Renacimiento.

Hoy, tu nombre será Hildegard de Jesús.

Hoy, tu nombre será Fidelidad.

Hoy, tu nombre será María Betania.

Sí, siéntanse parte Conmigo por todas las almas que están detrás de ustedes, para que también sus caminos sean guiados y amparados por Mi Amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pueden ir en paz.

 

Antes de despedirme, quiero agradecer y bendecir a un alma que se ha ofrecido a Mí para traer a la Tierra los Códigos de Mi Pasión, de una forma viva y nunca antes vista en la historia del planeta.

Puede venir aquí, Gabriel, el pintor, y su compañera.

Así, como Yo He sido ungido a través de tu arte, expresado por el alma y el corazón, representando Mi Dolorosa Pasión para el mundo entero; así, hoy Yo te unjo con Mi Luz y Mi Amor para agradecer tu ofrecimiento y decirte que sigas cumpliendo tu misión y tu tarea.

Siente Mi abrazo en este momento y abrazo también a tu compañera, perlas preciosas de Mi Corazón.

Te agradezco lo que has hecho en Mi Nombre.

Unjo tus manos para que, a través de tu pintura y tu arte, traigas el Cielo a la Tierra.

Unjo tu espíritu para que siempre estés unido a Mí. Recuerda que siempre has estado unido a Mí.

Que Mi Padre siempre los guarde en Su Reino para que vivan en el gozo de estar en Su Paraíso, por los siglos de los siglos. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Yo les agradezco por haber estado Conmigo hasta este momento. Que algún día, puedan comprender lo que esto significa, cuando Mi Corazón atiende a las almas más simples, las almas que creen en Mí.

Les doy Mi Paz a todos, que la Paz esté en el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL PRIMER DÍA DE LA 107.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el Rey y Soberano Maestro de la Humildad.

Yo estoy aquí para servir a Mis compañeros, para que Mis compañeros nunca se cansen de conocer la inmensidad de Mi Amor; el Amor que proviene del Padre, el Amor que los creó desde el Principio, que los hizo surgir de una Fuente especial que hasta los días de hoy es desconocida por el mundo entero.

Hoy, les traigo a ustedes, compañeros, detrás de Mí, la esplendorosa Higuera de la Luz, cargada con los frutos del servicio, de la entrega, cargada con los frutos de los que se autoconvocaron para servir a Dios en este tiempo final.

Vislumbren, en este momento, todo lo que ha alcanzado la Jerarquía en la superficie de este planeta, a través de la expresión y de la manifestación de las Comunidades-Luz, a través de las células que despertaron en este tiempo final al llamado de la instrucción y de la transformación.

Por eso, compañeros, crean de una vez y para siempre que sus vidas se renovaron; pero aún el camino es muy largo para acompañar a su Maestro y Señor en la sagrada preparación de Su Retorno al mundo.

Hoy, vengo a entregarles estos frutos del conocimiento y del sacrificio, porque esta Sagrada Higuera pudo dar sus frutos a través de los que se autoconvocaron, a través de los que caminaron, en este tiempo, siguiendo con fe y con determinación el llamado del Cielo.

No existe otro lugar en el mundo, salvo en su interior, en donde puedan guardar este Legado que hoy les entrego y que proviene de la Sagrada Higuera de la Luz, que a través de los tiempos los ha congregado para el servicio, para la concreción del Plan, el Plan del Amor y de la Unidad, que tiene que estar presente en cada corazón humano.

Por eso, celebren este momento Conmigo. 

He aquí al Soberano Maestro de la Humildad y de la Entrega, Quien conoce sus nombres escritos en el universo, que vigila y protege sus consciencias para que, en cada nuevo ciclo que se presenta, tengan el coraje y la valentía de caminar hacia Mí; porque los tiempos que llegarán presentarán desafíos para todos.

Colocaré en sus corazones y mundos internos Mi Propósito para que se pueda cumplir, así como Yo espero, y este Propósito permita redimir a la humanidad. Por eso, ya no deben sentir que sus vidas son suyas, sino que sus vidas le pertenecen al Señor; porque Él, a través de la vida de cada ser, escribe la Voluntad de Dios y la concreta paso a paso.

Vengo por una nación que necesita sentirme cerca. Vengo por un pueblo amado que tiene el destino de ser la cuna de la Nueva Humanidad; porque los Rayos que rigen a esta nación son predilectos para Mí, Rayos importantes que han permitido evolucionar al universo y de los que sus almas son parte, bajo sus sagradas expresiones, a través del Amor y de la Devoción.

Por eso, Brasil es un país de brazos abiertos, es un país que debe seguir gobernado por la Reina del Cielo, para que todos los ángeles que la acompañan eternamente, protejan cada espacio y cada lugar de esta querida nación. 

Con esto, quiero decirles, compañeros, que en las próximas semanas recen mucho más, y que sea el espíritu de la oración el que los inspire y los guíe para tomar una decisión correcta. El Padre también rezará por ustedes, por el Propósito de esta nación, para que siga cumpliendo lo que está escrito en el Corazón de Dios.

Brasil siempre deberá ser una nación que, por su humildad, simplicidad y belleza, ayude a las naciones hermanas y también a las naciones distantes del planeta; porque aquí, siempre deberá estar presente el pulsar de Mi Corazón Crístico; desde aquí, deberá surgir el Retorno de Cristo, porque Mi promesa está latente.

Yo vendré entre los humildes y los simples. Mi Amor derrotará a los poderosos y soberbios, y se volverá a reerguir la Nueva Jerusalén, en la que todos se sentirán Uno en el Padre y, a través del Padre, se sentirán Uno con el Hijo y el Espíritu Santo.

Por eso, les ruego que no dejen de alzar su voz a través de la oración; para que, como pidieron en este día, el Ángel de este país sea ayudado por todos conscientemente. Así, la presión se aliviará, las puertas mentales e inciertas se cerrarán y el Rayo del Amor y de la Devoción brotará de los corazones sinceros que con fervor invocan el Nombre de Jesús, para que Su Palabra y Su Voluntad se cumplan.    

Es así que, en estas próximas semanas, contaré con la oración de todos los cristianos, de todos los que siguen un camino hacia Cristo, e inspiraré a este pueblo a una unidad interreligiosa, en donde exista el respeto a la vida, al amor en la familia, a la unidad entre los seres queridos y que, principalmente, exista el bien en esta humanidad.

Por esta razón, vengo a pedir, en este día, una oración especial por Brasil hasta el día 30 de octubre, para que ayuden al Ángel de este país en todo lo que Él debe manifestar y alcanzar en este tiempo. El sagrado instrumento, que utilizarán en esa tarea, será el Rosario, para que el Manto de Mi Santa Madre Aparecida sea extendido sobre el espíritu de esta nación; protegiéndola de los asedios y de los conquistadores de este tiempo, resguardando el corazón de esta nación de las ideologías que erradican la vida y que confunden a las familias con lenguajes inciertos.

Así, permitirán que el Ángel de Brasil atraiga, hacia este país, el Propósito Espiritual y Divino de esta nación, que comenzó a cumplirse con la liberación de la esclavitud, trayendo más sensibilidad y respeto a los humildes e inocentes.  

Por eso, Yo les pido que se coloquen en la frecuencia correcta, que difundan el poder del Amor, que difundan el poder de Mi Misericordia, que sean precursores de la oración del corazón y no se involucren con la mentira mundial.

Es tiempo, compañeros, de que ayuden conscientemente a la Jerarquía; porque, así como les dije a Mis apóstoles hace tanto tiempo, depende de la penitencia y del arrepentimiento de los corazones que la Justicia no descienda al mundo, que descienda Mi Insondable Misericordia y los corazones se alegren por su liberación.

Hoy, estoy aquí, rezando también por ustedes y por su pueblo. No puedo pensar, ni por un momento, que no podré colocar Mis Pies sobre este suelo sagrado de Brasil, porque es una promesa que Mi Padre Me hizo en la Cruz, que, después del tiempo del Armagedón, en una región del planeta sencilla y humilde, el Señor retornaría al mundo.

Recen para que esas bases espirituales permanezcan. Llamo también a todos Mis compañeros de otras naciones a unirse a la oración por Brasil, porque es tiempo de que comprendan y perciban que son parte de una única familia universal.

Por esa razón, Mi Consciencia está cerca en estos días, cerca de Mis compañeros, de aquellos que tienen abierto su corazón; así como el Maestro estuvo con Sus apóstoles hace tanto tiempo, compartiendo Su Humanidad, Fraternidad y Amor.

Después de esta noche oscura que el mundo vivió y que aún algunas partes del mundo siguen viviendo, Mi Presencia, a través de la consagración de nuevos adoradores, encenderá la llama incandescente de la paz, para que permanezca en el mundo y no se extinga, porque si faltara la paz en este mundo, todo se precipitaría rápidamente.

Por eso, la importancia de mantener la oración por Brasil, para que el Ángel de este país pueda interceder ante el Padre, así como hoy Mi Corazón intercede por ustedes, para que sean Mi testimonio de redención y de perdón.

Aproximen a los pies de este altar a los nuevos adoradores, porque Mi deseo en este momento es que Mis sacerdotes los bendigan con el agua y el incienso, para que sus almas vivan este momento de consagración; y así, Yo también los pueda bendecir en Espíritu, en Divinidad, por esta sagrada y bendita tarea que asumieron hace tanto tiempo, a fin de que el equilibrio en el planeta se mantenga, no solo el equilibrio mental, sino también el equilibrio físico de la Tierra. Esta debe ser la gran llave y la gran causa de los adoradores en este tiempo, para que Mi Gracia y Mi Misericordia sigan descendiendo al mundo y a las almas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Cristo y ante Su Presencia en este momento de consagración interior de estos hermanos, vamos a apoyar la tarea que Él hará con cada uno de ellos a través de una canción. Cantaremos “Consagración”. 

En este momento, le ofrecemos a Cristo los elementos para que los bendiga.

Señor,
 deposita, a través de estos elementos, 
 Tu Sagrada Presencia,
expresión de la infinidad de Tu Amor Misericordioso y Eterno. 

  Deposita, a través de estos elementos,
 Tu Gracia y Tu Misericordia, 
 para que las almas, a través de esta bendición,
 se sientan partícipes de Tu Reino, 
 y siempre a través de los tiempos se renueven.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 
Amén.

 Canción: “Consagración”.

 

Gracias por aquellos que adoran Mi Corazón Eucarístico, que Él siempre sea su fuerza y su renovación en los aprendizajes de la vida, en los aprendizajes de estos tiempos. Que Mi Eucarístico Corazón de Amor sea siempre el poder del Amor Curador y Renovador. 

Poniendo Mis Manos sobre ustedes, Yo los consagro como Adoradores del Eucarístico Corazón de Jesús.

La paz esté en ustedes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Pueden colocarse de pie.

Ahora, los nuevos adoradores van a hacer una oferta interna a Cristo, en este momento, para que Él siempre los impulse a seguir este camino de Adoración, a reconocer Su Nombre y Presencia en ellos. A través del silencio de su corazón, eleven la oferta y ante Su Presencia respondan a Su llamado.

Elevaremos nuestra oferta interna a través de una simple oración, en este momento de consagración.

Padre Celestial, 
 que a todos conduces,
 acepta nuestra oferta de entrega a Ti;
 guíanos por el camino del Amor,
 para que Tu Voluntad sea hecha.
 Amén.

 

¡Les agradezco por responder a Mi convocatoria!

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En la Presencia Interna de Nuestro Señor, vamos a prepararnos para el Sacramento de la Comunión. 

Nos mantenemos en sintonía con Su Corazón Misericordioso para que podamos revivir la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, a través de la Comunión que será ofrecida en el Altar.

Vamos a cantar los Nombres de Dios.

 

Canción: “Sagrados Nombres de Dios - Canon nº1”.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 107.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Después de mucho tiempo, vuelvo a sentarme debajo de la Higuera, para que las almas se aproximen a Mí y alcancen la elevación de la consciencia, la trascendencia del sufrimiento, para que las almas puedan volver a alcanzar la paz, la paz que falta en este momento, que distancia a las almas del Camino de Dios, que aleja a los corazones de la Verdad.

Vengan a Mí e ingresen a Mi Templo Interior, al Templo de Mi Corazón; así como muchos más están dentro del Templo de Mi Corazón para contemplar en este tiempo el Propósito Divino, la Llama Flameante de la Fuente que nunca se apaga y que ilumina a los mundos internos más allá de donde se encuentren, porque es una Llama Inmaterial, es una Llama Divina que también su Maestro y Señor contempla para poder seguir siempre la Voluntad de Dios.

Por eso, ingresen al Templo Interno de Mi Corazón, así como ingresan los demás Maestros de la Jerarquía. Y debajo de este simple Templo, debajo de esta Luz de la Higuera, reciban la sabiduría y el entendimiento para este tiempo, para que el mundo aprenda a tomar decisiones correctas, decisiones benéficas y fraternas, decisiones que eviten que las consciencias se aparten de la Ley y de la Verdad. 

Por esa razón, hoy los He traído hacia este Sagrado Recinto, al Templo Interno de Mi Corazón, debajo de la Higuera de la Luz, para que vuelvan a sus orígenes, a sus raíces; para que recuerden los Principios y los Mandamientos de Dios que son el sostén de su vida espiritual e interna, porque estos Principios y Mandamientos siempre los acompañarán en su trayectoria universal.

Vean los frutos de esta Higuera de Luz, que se expande a través de sus ramas en conocimiento y entrega, que les recuerda a las almas en los mundos internos que más allá de lo material existe lo inmaterial.

Este Sagrado Templo Interno de Mi Corazón está presente en esta Comunidad, fundada bajo los principios por los cuales fue inspirada. Esta gran Comunidad de servicio y de hermandad ha despertado a otras células a través de los tiempos en el mundo entero, trayendo a muchos lugares del planeta beneficios internos inexplicables, Gracias desconocidas, oportunidades únicas para las almas, a través del fundamento de la Fe y de la Verdad.

Por eso, hoy traigo a todos sus mundos internos al Templo Interno de Mi Corazón para que, junto al Maestro entre los maestros, contemplen debajo de esta Higuera de Luz esa Llama del Divino Propósito que es eterna e inextinguible, porque es hacia allí donde deben dirigir sus miradas, es hacia allí donde deben dirigir sus consciencias, para que siempre estén protegidos por el Propósito Divino y, así, sus almas sean una prolongación de ese Propósito en la Tierra. Hacia donde vayan o por donde circulen, ese Propósito Divino tocará a las almas que lo necesiten. 

Es así, que Yo los llamo a imitar a los Maestros, a todos los que están reunidos Conmigo en este mismo momento, preparando este próximo encuentro de la Maratón de la Divina Misericordia. Porque después de tantas Maratones de oración, les aseguro que esta no será una Maratón más, porque sus consciencias ya aprendieron a profundizar en el espíritu de la oración, en el amor inagotable al Verbo Divino, a la manifestación de la caridad y del bien.

Por eso, Yo les digo que no teman por aquellos que no comprenden esta Obra, porque muchos se quedarán en lo que es superficial y perderán la Gracia de profundizar en esta riqueza espiritual de Figueira, de la Higuera de la Luz, que fue fundada por la propia Jerarquía con amor, devoción y reverencia.

Por eso, guarden en sus memorias y en sus mentes esta imagen del Templo Interno de Mi Corazón, en este Cónclave de los Maestros, debajo de la Sagrada Higuera de la Luz. 

Es así, que los invito a que sus corazones y consciencias renazcan, después de estos dos últimos años de oscuridad organizada. Yo los invito a buscar siempre la verdad interior, aquello que es desconocido y está latente dentro de ustedes, aquella chispa de Luz que proviene de la Fuente Suprema, que los ilumina y que los bendice para poder seguir adelante.

Por esa razón, hoy, su Maestro reenciende la Sagrada Higuera de la Luz, llevando a las consciencias hacia los orígenes y los principios de este Plan, pero también ofreciéndoles a las almas los frutos de la Higuera de la Luz, frutos manifestados a través del esfuerzo, del sacrificio y de la entrega, de la verdadera intención de manifestar el Propósito en la superficie de las Comunidades-Luz y de sus extensiones en este planeta.

Ese Propósito Flameante, que proviene de la Fuente de la Creación, es el que no debe morir en ustedes. En este tiempo crucial del planeta, ese Propósito no puede desaparecer, ni de la faz de la Tierra ni de los mundos internos.

Cuando estén exhaustos o cansados, sobrecargados o perturbados, recuerden el Templo Interno de Mi Corazón, abrazado por la Sagrada Higuera de la Luz, que expresa los frutos de la instrucción y del servicio, no solo por este planeta o por esta humanidad, sino también por todo el universo.

Desearía que muchos más pudieran apreciar esta Gracia, especialmente aquellos que fueron permeados por esta Gracia y que hoy no están aquí. Dios les ha dado a los más simples Sus más preciados tesoros internos, que no provienen del Universo Material, sino que surgen del profundo Universo Espiritual, en donde las almas se pueden alimentar de la Luz de Dios, de Su Amor y de Su Unidad.

Hoy, a través de Mi Presencia, su Maestro y Señor convoca y reúne a los mundos internos a los pies de la Higuera de la Luz, para que juntos invoquemos el poder de la Paz, de la Misericordia y de la Compasión que tanto necesita este planeta, que tanto necesitan esta humanidad y todas las naciones, implorando a Dios a través de esta unidad entre sus corazones y el Mío, entre sus corazones y el corazón de los Maestros, para que el verdadero y sublime Gobierno Espiritual se plasme en la superficie de la Tierra, para que los que dicen dirigir a las naciones ya no generen más sufrimiento, sino que sean responsables de la propia humanidad con entendimiento, sabiduría, verdad y transparencia.

Pero Yo les vuelvo a decir, Mis compañeros, que no busquen los resultados y las soluciones en lo que es material; la Verdad se encuentra dentro de cada uno de sus corazones. Allí, podrán ingresar al Templo Interno de Mi Corazón para poder encontrar una respuesta; porque recuerden que, en el fin de estos tiempos, la humanidad se debe elevar completamente para que, de una vez y para siempre, abandone la ilusión mundial, la injusticia, la impunidad, la esclavitud y hasta la soberbia.

Por eso, los invito, en estos días de oración, a que todos estén a los pies de la Sagrada Higuera de la Luz, para que no solo el Padre los bendiga a través de Su Fuente, sino también para que el Propósito, que está previsto que se cumpla y se realice, se concrete a través de la adhesión de todos los corazones y mundos internos.

Por eso, esta será una Maratón muy importante, porque de la ofrenda de los corazones dependerá que ese Propósito Flameante de Dios se pueda cumplir no solo en Brasil, sino también en toda la humanidad.

Por eso, a aquellos que aman los mundos internos, aquellas consciencias que están en sintonía con los Maestros de la Luz, los invitamos a estar unidos bajo el espíritu de la Misericordia y de la Compasión que tanto el mundo necesita, para que los Principios y los Mandamientos puedan ser vividos por todas las consciencias y, todas las consciencias, recuerden sus orígenes, la experiencia del Amor y del Perdón que todos deberán llevar en espíritu al Universo.

Que los Rayos de la Divina e Insondable Misericordia colmen y permeen este momento. 

Que las almas se sientan abrazadas por el Amor de Dios para que, en los tiempos de oscuridad, las almas caminen por el sendero del Maestro hacia el encuentro de Su Templo Interno, en el Templo de la Higuera de la Luz.

Oremos.

Señor, 
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.

Les agradezco por estar aquí Conmigo, por estar enteros a Mis Pies, cerca del Templo Interno de Mi Corazón, a los pies de la Higuera de la Luz, para que el mundo se convierta y se redima, y la paz se alcance en toda la Tierra.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras el mundo busca una salida equivocada y la humanidad aún sigue ostentando el poder y la propia voluntad; a través del Fuego del Espíritu Santo que hoy los congrega, Yo les traigo el misterio de la Cruz en el Monte Calvario para que lo contemplen a través de Mi Corazón, aquí presente hoy; para que estén a los a los pies de la Cruz, así como lo estuvieron Mi Madre y las santas mujeres; que estén Conmigo a los pies de la cruz del planeta, porque muchos intentan escapar de ese compromiso porque es desconocido y muchos aún le tienen miedo. 

Lo que Yo les puedo ofrecer son sacrificios, una Ley aún no comprendida por el mundo. El sacrificio ha sido transgredido por los hombres y mujeres de la Tierra porque no lo han comprendido, pero Mi Madre estuvo a los pies de la Cruz y amó ese misterio.  

Y hoy, su Maestro y Señor, Glorioso y Resplandeciente sobre estas sierras, se alegra por volver aquí, por estar con los guerreros de la Misericordia de esta Comunidad, por estar con los Suyos por un momento, con aquellos que están aprendiendo a superarse a sí mismos, con los apóstoles que sostienen este Centro Mariano. 

Estoy aquí, finalmente, con los Míos, con aquellos que son fieles a este Plan, que acompañan la Obra de la Jerarquía. Esa es la razón que Me ha traído aquí y es el permiso que Yo He recibido directamente del Padre. 

Muchos más deberán abrirse a amar el misterio de la Cruz, de la Cruz que fue marcada por Mi propia Sangre, de la Cruz que fue bañada por Mi propia Agua. Y hoy, a través de este misterio que les traigo a sus mundos internos, a través de Mi Cruz, Yo los vuelvo a señalar como Hijos del Padre. 

Hoy, los vuelvo a purificar a través de Mi Sangre, como aquellos apóstoles que están escritos en el Corazón de Dios y que, a través de los talentos y de las virtudes, vengo a buscar. 

Hoy, les hablo desde un universo abstracto, pero si el corazón está abierto todo lo comprende y lo siente; comprende el misterio que Yo le traigo al mundo y a los corazones, porque es una sagrada semilla de Luz que Yo siembro en las consciencias, una semilla que germinará y que brotará en los próximos tiempos. Por eso, su fe y su devoción a Mi Sagrado Corazón deberá seguir regando esa sagrada semilla, que es invisible e imperceptible a los ojos de los hombres. 

Así, Yo los vengo a ungir y a señalar con Mi Fuego. 

Hoy, están abiertos para volver a ser ungidos por Mi Espíritu. Y, para completar Mi tarea en Argentina y por Argentina, Yo vengo a señalar a través de la unción a los rebaños de Dios, a los hijos del Cordero Inmolado, para que en este mundo sean una señal visible de la redención; porque no solo ustedes lo necesitan, sino también el mundo lo necesita imperiosamente. 

Alégrense y siéntanse resucitados en espíritu y en alma, y ya no permitan más que sus almas sean impuras. 

Que la señal visible de la Cruz, que hoy les traigo a cada uno, los vuelva a sacramentar a través de Mi Espíritu y de Mi Divinidad, para que los apóstoles del fin de los tiempos estén más definidos, ya no existan dudas ni tampoco incertidumbres.

Por eso, Me aproximo a ustedes en este momento, a través de una cercanía especial y espiritual porque, a través de ustedes, Yo trabajo con el mundo entero, con las almas, y puedo llegar en Espíritu a aquellos espacios que Me necesitan. 

Como les dije en Buenos Aires, aún verán en el fin de estos tiempos la purificación a su alrededor y dentro de ustedes, ¿por qué deben temer, si su Pastor está aquí para ayudarlos? 

¿Acaso creen que no conozco cada parte de sus seres? Cada rincón de sus consciencias es conocido por Mí; nunca habrá nada que Me puedan ocultar, aunque lo crean. 

A través del Sacramento de la Unción, que hoy les ofreceré una vez más, los llevaré a ingresar aún más en Mi Camino Crístico, el camino del sacrificio. Porque la puerta de la gran rendición está abierta para quien la quiera cruzar y Yo estaré allí para acompañarlos, para seguir sus pasos, para que en ese camino de rendición puedan reconocer Mis Huellas, las Huellas Luminosas del Cristo; para que puedan aprender a caminar, así como Yo camino por este mundo; para que Me aprendan a ver, así como Yo estoy presente por medio de diversas almas y corazones sufrientes. 

Si el mundo profundizara en el Don de la Caridad y del Bien, y el Bien no fuera usado como un arma de negocio, o el Don de la Fraternidad no fuera usado en provecho de unos pocos; hoy, les aseguro que la guerra en Ucrania ya hubiera terminado; así como otros conflictos en el mundo que desconocen, en los cuales Yo estoy presente silenciosamente, sosteniendo a las madres en las guerras, escuchando el llanto de los inocentes, abrigando con Mi Luz a los niños a los que les han quitado la inocencia y toda la vida infantil. Podría decirles, en este momento, muchas más cosas de este mundo. 

La gran llave, para atravesar la puerta de la rendición, es la donación. 

Quien dona, toda su vida y todo su ser, no encuentra límites en su consciencia y, aunque los tuviera, sabe superarlos. 

La donación siempre los llevará a la piedad y al servicio. 

Estén más atentos y dónense, no lo hagan solamente por ustedes, háganlo por el mundo entero, por todas aquellas situaciones que hoy son imperdonables para Dios y que solo la Ley de Mi Insondable y Divina Misericordia les podría traer una solución para todo lo que sucede. 

Es de esa forma que Yo los invito a fortalecerse en el apostolado; y esto comenzará en ustedes y con sus familiares, en sus hogares, en el día a día y también en el trabajo. 

Esto fue lo que Yo les enseñé a Mis apóstoles para que, a pesar de que Me hubieran abandonado a los pies de la Cruz o que Me hubieran negado tres veces, no dejaran de sentirse Mis apóstoles, los que a través del Fuego del Espíritu Santo llevarían Mi Palabra, el Evangelio. 

Ahora, sus propias vidas deberán ser Mi Evangelio vivo. No solo necesito el testimonio de su amor o de su redención, necesito una acción concreta, verdadera y honesta. Eso es lo que necesito de los apóstoles del fin de los tiempos, que sus vidas nunca dejen de aspirar a la consagración, que sus propias piernas no se cansen de caminar hacia el encuentro con el Gran Maestro. 

¿Por qué hoy, les digo todo esto, aunque parezca que lo han escuchado muchas veces? 

Es porque aún no sucede y, a través de Mi Bendita Gracia y de la Santa Humildad que les puede ofrecer Mi Corazón, Yo los preparo para el gran tiempo de las revelaciones, para que no hagan lo mismo que hicieron Mis apóstoles en el pasado: dejarme solo en el momento más importante. 

Por eso, les pregunto: ¿quién subirá junto al Maestro el Calvario de la cruz del planeta? 

Esto es algo profundo y espiritual, es vivir en la propia carne el testimonio de Cristo, no solo adorarlo y reconocerlo como el Señor entre los señores, sino que la historia de sus vidas, la historia de su redención y de su amor por Mí en cada paso de la vida, sea un bendito Código de Luz depositado en el Arca de la Santa Alianza que hoy, una vez más, vengo a ofrecerles a todos. 

Argentina necesita de ese tipo de apóstoles, apóstoles de un solo Señor, apóstoles de un solo camino, apóstoles de un Único Dios; porque de lo contrario, compañeros, ¿cómo podrá revertirse lo que hoy vive la Argentina y el mundo? 

Yo vengo a llamar, a Mi Camino, a los que Me dijeron sí desde el principio. 

Yo vengo a llamar a las ovejas por su propio nombre. 

Hijos de Mi Padre, es tiempo de elevar las paredes del templo interno y, de una vez y para siempre, entregar sus moradas; porque los Dones que Yo les entregué deben estar disponibles, en este momento, para su Maestro y Señor. Eso es lo que más necesito en este momento. 

Estoy junto a quien Me permite caminar a su lado, para que Yo los pueda acompañar como siempre los He acompañado. 

Aunque la experiencia de esta vida parezca dolorosa, triste u horrible; aspiren, apelen, imploren conocer el Don del Sacrificio, porque es algo que pueden vivir entre Mi Corazón y sus corazones. 

El Don del Sacrificio es una Ley que el Padre otorgó antes de que Yo pudiera expirar en la Cruz. Porque el Don del Sacrificio es un Don de Comunión Sacramental entre las almas y Mi Corazón, entre la divinidad de cada ser y Mi Divinidad, entre sus espíritus y Mi Sagrado Espíritu. No es algo palpable, es algo espiritual; no es algo material, es algo profundamente inmaterial. 

Cada vez que Me ofrecen algo, recuerden que estarán en comunión Conmigo, bajo la Ley del Sacrificio Sacramental. 

No todos pueden ser llamados a vivir esta escuela, porque depende de la historia de sus vidas y, sobre todo, de sus almas. Pero hoy, abriéndole la gran puerta de la rendición al mundo entero, señalándole esa puerta a cada uno de ustedes, necesito que las almas con coraje la atraviesen porque necesito justificar ante Dios tantos errores en el mundo. 

Nuestros Corazones, el Corazón de Mi Santa Madre, María, el Casto Corazón de Mi Padre, San José, y Mi Sagrado Corazón, necesitan seguir viniendo al mundo para ayudar en esta cruda realidad planetaria e intervenir en este escenario de los horrores del mundo. 

Las almas necesitan recordar, pero también necesitan amar el precio de Mi Sangre, para que esa Sangre Espiritual y Poderosa siga descendiendo al mundo; y todos los que esperan aún en los abismos de este mundo, por rescate y liberación, sean rescatados y liberados de una vez y para siempre. 

¿Ahora comprenden la importancia del sacrificio? Corresponde a una actitud madura y adulta. 

Yo preparo a las almas para que se animen a vivir su propio Huerto Getsemaní. 

¿Beberán del Cáliz cuando él aparezca delante de ustedes? 

¿Cuándo el ángel les muestre ese Sagrado Cáliz, lo beberán? 

Tendrán tan solo un minuto, en ese momento, para recordar lo que Yo les dije este día. 

No se aferren más a sus miedos, aférrense a Mi Verdad, aférrense a Mi Camino, sean parte de Mi Vida, así como el Hijo es parte de la Vida del Padre y el Padre es Vida en Sus Hijos.  

Argentina se aproxima a ese gran momento de definición interior y cuando vean aún más caos en las calles de este mundo, ¿correrán como los apóstoles, para escapar del sacrificio junto a su Maestro y Señor?, ¿de nuevo estará solo la Santa Madre a los pies de la cruz del planeta?, ¿quién le dará su pañuelo para que Ella pueda secar Sus lágrimas? 

La Madre Dolorosa camina silenciosamente por la Argentina. La Madre recorre cada nación de Sudamérica y junto con Sus Ángeles y Arcángeles, en la dimensión de la Consciencia Divina, atraviesa el Calvario de este mundo y de las almas. 

Recuerden, compañeros, Dios conoce cada corazón y, a través de Su Hijo, Dios se aproxima a ustedes y a sus hermanos del mundo para que, así como fue en el Huerto Getsemaní con su Maestro y Señor, reciban Su fortaleza, coraje y valentía, y digan: “Señor, mi corazón esta pronto”. 

Como un testimonio de la grandeza del Misterio de la Cruz y del Amor de Dios; hoy, tendré la dicha de volver a consagrar a nuevos adoradores que están aprendiendo a amar Mi Cuerpo Eucarístico, que están aprendiendo a ser parte de Mi Cuerpo Místico. Porque en la Adoración al Santísimo Sacramento del Altar, recuerden que está la fuerza de la superación para atravesar el fin de estos tiempos. Quien sea capaz de caer de rodillas, ante el Santísimo, sabrá superarse. 

A Mí no Me importa cuántas veces se equivocaron, Mi Corazón espera que no pierdan nunca más las oportunidades que Yo les traigo y que no son pasajeras. 

Mi Reino necesita tener a las almas como flores en los Jardines de Dios. ¡Cuántas almas, en la vida religiosa y laica, se marchitan día a día al igual que una flor que se seca por la falta del Agua de Vida! Yo les traigo la Fuente de la renovación para que atraviesen la puerta de la consagración. 

Agradezco que hayan preparado este espacio para Mí y para San José. No saben cuán significativo es esto para Mi Consciencia, cuán importante es para Mi Corazón; porque en el corazón es donde se guardan los Tesoros del Padre, en el corazón es donde puede morar el Hijo y el Espíritu Santo. 

Ahora, que se abran las puertas de la consagración, que se encienda el incienso, que se ofrezca el agua para bendecir a las almas y que el sagrado aceite del Altar pueda ungir a los corazones necesitados, a través de la Poderosa Cruz del Redentor. 

Preparémonos verdaderamente para este momento, porque todos pueden recibir una Gracia en este momento, Gracia incalculable e inagotable. 

Alcáncenme los pañuelos de los Adoradores, para que los pueda consagrar con el Soplo del Espíritu; para que ellos, día a día, a través de la Adoración Eucarística, se unan a Mí hasta estar en Mí en la Eternidad. 

Pueden aproximarse a los pies de este Altar los que se consagrarán. 

Señor, Dios del Universo,
que a través de Tu Espíritu 
 y por medio del ofrecimiento de estos Sagrados Elementos, 
 que forman parte de Mi Congregación Crística en el planeta, 
 bendigas y renueves a las almas todas las veces que sea necesario, 
 para que puedan sentir en esta consagración el Soplo de Tu Espíritu, 
 para que todo sea curado y liberado.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cristo acompañará esta consagración de los nuevos adoradores y nos vamos a unir a Él, en este momento, a través de una canción que nos ha pedido, que se llama “Consagración”. Cantaremos en español.

Y, a pedido de Cristo, vamos a acompañar a los hermanos para que vivan este momento de forma profunda e interna, mientras el Señor acompaña esta consagración.

Por favor, mantengamos la quietud porque la Jerarquía está presente.

(Se realiza la consagración de nuevos adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo)

 

Vamos a pedirle a la mamá de Fray Juan Evangelista que venga aquí para consagrarla, a pedido de Cristo, como auxiliadora. 

Les pedimos que traigan los elementos, por favor.

 

Yo tengo el poder de renovar todo lo que Me ofrecen, cuando esa oferta es verdadera y honesta.  

Mi Amor bendice al alma que se entrega a Mí verdaderamente, porque Yo hago nuevas todas las cosas. 

Hoy, el Señor te bendice con el nombre Lucero de Dios. 

Bienvenida a este camino de auxiliar en los Altares de Cristo y de honrar Su Nombre para siempre. ¡Bienvenida, Lucero de Dios!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ahora, vamos a prepararnos para el momento de la celebración eucarística, la Comunión Espiritual, ampliando aún más este espíritu de consagración, para que sea recibido por las almas del mundo. 

Les doy Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 106.a MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay nada que impida que Yo pueda llegar a ustedes cuando lo necesito. Esto lo deben tener muy presente en estos tiempos de transición. Porque el corazón que se une a Mí, a través de la oración, no solo se trasciende a sí mismo, sino también trasciende todas las situaciones a su alrededor. Por esa razón, Yo estoy aquí, en este tercer y último día.

Estoy alegre por aquellos que han esperado Mi llegada y Mi Padre Me ha confesado que gran parte de la tarea ya fue alcanzada en este tercer día de encuentro Conmigo. Esto fue posible porque ustedes están aquí. 

Por más que Yo tenga el poder de renovar todas las cosas, si los Míos no están Conmigo, en este momento, ¿cómo se daría la maravilla de estar en Dios, la alegría de sentir Su Júbilo y Su Presencia, y que los corazones que están aquí salgan más fortalecidos de este lugar, llevando la fuerza del Amor por donde vayan y a quienes encuentren en sus caminos?

Así como Yo les doy Mi Amor, espero que ustedes aprendan a dar amor a sus hermanos, más allá de los errores o de las incomprensiones, más allá de las fallas o aun del pecado.

Si Yo di cada paso en el calvario por ustedes, ustedes como Mis apóstoles ¿se animarán a dar los pasos en este calvario planetario?

Es por eso, que les vuelvo a hablar del amor maduro, de un amor que no oscila ni tampoco se enfría, de un amor que es capaz de comprender más allá de sí mismo el Propósito de Dios y de caminar en confianza hacia lo desconocido por más que no lo comprendan, porque todo lo que venga de Dios nunca les hará ningún mal.

Tan solo cuando sigan a un único Dios estarán protegidos, serán guiados, sus corazones recibirán la intuición que necesitan para que, en estos tiempos cruciales, sepan tomar decisiones correctas y no decisiones impulsivas; porque en este momento es necesario mucho discernimiento. 

En este mundo está todo tan frágil que cualquier cosa podría romperse dentro y fuera de la consciencia. Por eso, deben confiar en el Don de la Ciencia del Espíritu Santo y todos los días, por medio de la oración, invocar Su Sabiduría, porque ustedes pueden ver cómo está este mundo en este momento y cómo algunas situaciones parecen irreversibles.

Pero para Dios no existe nada irreversible o imposible, ustedes solo deben aprender a abrir la puerta correcta a través del corazón y así, la Gracia siempre llegará a sus vidas y no estarán desamparados o desprotegidos.

En verdad les digo, así como les dije a Mis apóstoles, así como le dije una vez al pueblo de Israel: sus pies no pueden estar en dos caminos, ustedes ya saben lo que Yo represento para el mundo. Pero la humanidad aún no conoce Mis secretos, de dónde verdaderamente provengo y hacia dónde Yo ascendí después de Mi Resurrección.

Les he dado pequeños impulsos sobre Mi Consciencia, sobre la existencia de Mi verdadero Origen, para que las consciencias despierten del sueño en el cual viven. Para alcanzar el nivel de esta revelación, sus corazones deben orar mucho y eso ya lo saben.

En este momento no existe otro camino, porque la oración no es cansadora, sino renovadora. Cuando aprendan a tener consciencia de lo que significa donar el verbo a Dios, les aseguro que no solo aprenderán en la escuela de la oración, sino también aprenderán a trabajar, así como trabaja la Jerarquía por este planeta y su humanidad.

Es importante que tengan todo esto claro y que esté guardado en la memoria de cada uno, todos los días; porque la oración los colocará en un punto lejos de la adversidad, lejos del caos y de la disociación de estos tiempos, lejos de la ignorancia y de la locura que vive este planeta.

Después de estos tres días de encuentro Conmigo, pude percibir y ver con Mis propios Ojos que sus oraciones fueron verdaderamente sinceras; y esto le permitirá a la Argentina que la Sagrada Arca de Dios esté más tiempo presente en la consciencia de este país y en los corazones que quieran venerarla y adorarla; porque así todo se transformará lentamente, a una velocidad desconocida y no comprendida.

Estar delante del Terafín de Dios no es solo una Gracia, es una oportunidad que no se puede perder; porque esa oportunidad es para las almas y ¡cuántas almas en el mundo desearían estar delante del Arca de la Santa Alianza!, para no solo recordar el Propósito esencial de haber venido aquí a la Tierra, sino también para saber caminar decididos hacia el Propósito.

En este tercer día, su Maestro y Señor realiza una síntesis, porque en estos tres últimos días muchas situaciones se dieron en los planos internos universales.

Por eso, estoy aquí para decirles, que lo que sucedió aquí no solo fue un encuentro, un momento de elevación y de consciencia, un momento de amor y de ofrenda; sino que a través de estos últimos tres días la Jerarquía Espiritual pudo obrar mucho más que lo que estaba previsto o pensado. Y así, la Jerarquía espera llegar aún más allá de lo previsto cuando esté en el Centro Mariano del Espíritu Santo, para que todos los que se animen se puedan encontrar con la Hermandad.

Este movimiento que hace la Jerarquía es único e irrepetible. Cada movimiento que hace la Jerarquía no es igual a los otros. Cada impulso que da la Jerarquía es definitivo y trascendental, porque invita a Sus discípulos a colocarse en las filas del Plan, en donde verdaderamente siempre debieron estar.

Y ahora, Me voy de aquí lleno del amor de Mis compañeros y compañeras. 

Para que pueda seguir cumpliéndose el propósito de esta nación y de América, para que el Arca de la Santa Alianza pueda seguir emanando sus códigos de Amor y de Luz en las almas y en todas las naciones, les volveré a ofrecer lo más profundo y bendito que tengo, que es la Eucaristía; porque así siempre encontrarán la fuerza de la renovación y de la paz.

Les agradezco por haber respondido a Mi convocatoria y no se olviden de seguir los pasos del Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

El Señor nos sonríe a todos.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 106.a MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sean valientes y no se desanimen. Dios perdona todas las faltas porque Él es misericordioso en Su Hijo. Quien cree en esto, sabe persistir. Quien cree en esto, aprende a amar y a ir más allá de sus límites, más allá de sus posibilidades. Por eso, estoy aquí, para recordárselos.

En este día, aún, quiero que contemplen el mayor testimonio de Amor, el Sagrado Tesoro del Padre a través del Arca de la Santa Alianza. El Arca que ha estado abierta en estos días, el Arca que está abierta en este momento ante todos los mundos internos para que ustedes mismos depositen su experiencia de amor, de un amor esforzado, de un amor que se puede ampliar, de un código de redención y de luz que a través de su ofrenda pueden colocar dentro de esta Arca, que está abierta delante de su Señor para que, al igual que Yo, coloquen su experiencia de amor y de redención.

Pero, estos tesoros del Cielo no quedarán en el universo, estos tesoros deben descender al planeta y a la humanidad, a través de todos los Centros Internos que guardan y protegen esta Sagrada Arca a nivel espiritual e inmaterial.

Cuando Yo retorne, también retornará el Arca Sagrada, aquel mismo Terafín que guio al pueblo de Israel y que siempre le hizo recordar su compromiso con Dios y la importancia de cumplir el propósito.

Ahora que se han expandido en tribus y en culturas, el Arca debe retornar al planeta para que el alma de las naciones y de los pueblos recupere el Propósito de la Creación, un propósito que fue alterado a través de los últimos tiempos, un propósito que no se puede disolver en sus esencias, porque fue colocado en el momento en el que ustedes surgieron del origen.

Por eso, no se identifiquen con todo lo que es material y exterior. Vuelvan su mirada hacia los mundos internos y recuerden, recuerden su sagrado nombre, aquel que también está latente como tantos nombres en el Arca Sagrada.

Es esto lo que Argentina necesita recuperar internamente. Porque el cambio no lo verán con sus propios ojos, el cambio lo verán en su interior cuando aprendan a mudar de vibración y de plano para que sus consciencias se puedan expandir y vean esta realidad planetaria con ojos de Compasión y de Misericordia. Si la mayoría no eleva su consciencia hacia este propósito, se perderán en lo que es superficial y material.

Dios les ha dado la gran llave del verbo, del verbo que construye, del verbo que concreta, de un verbo que afirma el cumplimiento de la Voluntad Divina.

Si alguno de ustedes se alejó de esa Voluntad, He aquí Mi Corazón Misericordioso que se abre como una gran puerta, para que los que perdieron esa Voluntad la puedan recuperar y sepan que nunca dejaron de ser dignos Hijos de Dios.

Porque alejarse de la Voluntad del Padre es alejarse del Propósito, y eso es lo que nunca pueden perder de vista, porque si sus almas se alejan del Propósito, se marchitarán como una flor que se seca lentamente y deja de expresar la belleza que Dios le colocó a cada corazón.

El puente para la reconciliación espiritual de las almas, no solo está en Mi oferta por ustedes, sino también en la Sagrada Arca del Padre que, en omnipresencia y omnipotencia, a partir de estos días recorre internamente a la nación de Argentina, para que los lazos que se rompieron entre el Cielo y la Tierra se vuelvan a construir. Pero también, para que se desaten los vínculos con el mal y las almas puedan ver el próximo tiempo con ojos de esperanza, vacías de sí mismas, llenas del Amor y de la Presencia de Dios, para que Él pueda obrar a través de Sus Hijos. Y, a través de Mi Corazón unido al corazón de cada uno de ustedes, Él haga nuevas todas las cosas, cuantas veces sea necesario, porque el Padre sabe que las almas lo necesitan.

Ahora, en el silencio de Mi Espíritu, recibo la ofrenda de cada corazón que se anima a dar el paso para ser parte del Arca Mística de Dios, y para que nunca se olviden de que Dios ama a Sus Criaturas y de que en Su Corazón Eterno ya está todo escrito.

Por eso, como les dije, sus elecciones cambian los acontecimientos, porque Dios nunca se alejará de Sus Hijos; son Sus Hijos los que se alejan de Dios, olvidándose de lo que es esencial, perdiendo lo que es verdadero, dejando atrás lo que realmente es importante.

Por eso, para que Argentina se vuelva a levantar en espíritu, en sabiduría y en discernimiento, Yo debo trabajar primero con ustedes, para volver a unirlos a la Fuente y, de esa forma, ayudar a la nación de Argentina y a todo su pueblo. 

En cualquier parte de este país, Mis Ojos contemplan la necesidad, la necesidad de las almas y de los corazones sedientos. Por eso, ya sé lo que cada uno necesita en este momento.

Ahora, Conmigo, elevarán la voz hacia los Cielos, en dirección a la Fuente para que, a través de los Nombres de Dios, la Argentina sea reconstruida espiritualmente y los grupos de almas aquí presentes reciban por Misericordia lo que necesitan.

Cantemos. 

 

 Canción: “Sagrados Nombres de Dios - Canon Nº1”.

 

Mientras los Códigos del Arca de la Santa Alianza son irradiados hacia la Argentina, importantes decisiones internas son tomadas por su Maestro y Señor, no solo por el Proyecto que debe desarrollarse aquí, en Sudamérica, a través del surgimiento de la Nueva Humanidad; sino también decisiones que abarcan a muchos grupos de almas que necesitan recuperar su filiación con la Fuente, una filiación que fue quitada por la impunidad y la injusticia; y que hoy esa filiación, profundamente espiritual, es recuperada para todos aquellos que aspiran a tenerla, a través de los impulsos del Arca de la Santa Alianza aquí presente.

Por eso, en este segundo día de encuentro, un paso más es dado por la Hermandad. Un paso más de sacrificio es realizado por la Jerarquía, más allá de que la balanza de este mundo esté desequilibrada. 

Aunque pesen más la falta de discernimiento y la impunidad, la Jerarquía equilibra esa balanza para que interceda la Ley de la Misericordia y no de la Justicia, ya que la puerta de Mi Corazón está una vez más abierta a todos los que se animen a cruzarla en confianza.

Ayer fueron ungidos. Hoy, son impulsados por Mi Espíritu para que siempre recuerden que son hermanos, que son parte de una misma familia espiritual y universal, y que para Dios no existe nada separado.

Es así que, los invito a retornar al origen del Propósito, para que el Propósito retorne a la Argentina y así, retorne a toda América. Y esto es posible por aquellos que se consagran según su posibilidad y entendimiento, sabiendo que los grados de la consagración espiritual permiten que el Universo llegue a la Tierra y que los sagrados puentes de Luz unan a la humanidad con la Fuente, unan a la humanidad con la Ley, permitiendo que todo se corrija, que todo se redima y que los corazones se sientan curados de sus penas y angustias, de sus incertidumbres y pruebas.

Pero no se olviden, como les dije ayer, de que Yo morí en la Cruz por ustedes, y que si no Me hubiera entregado en confianza al Padre, nada de lo que ha sucedido entre ustedes y Yo sería posible, no habría como justificarlo y tampoco habría como concederlo.

Es así que todo esto es obra de la Gracia, de un estado de Gracia que deben reconocer, valorar y cuidar, porque estar dentro de la Gracia es estar dentro del Gobierno Espiritual de Dios.

Que las almas ya no pierdan la Gracia de Dios. Sean dignos de estar en esa Gracia, de no perderla, de no descartarla; porque les aseguro, compañeros, que la vida de cada uno de ustedes no alcanzaría para comprender lo que la Gracia significa.

Reciban Mis Palabras como un bálsamo, para que los impulse a la transformación, a una transformación que no termina en esta vida, sino que continúa después de esta vida bajo la trascendencia y la ascensión.

Ahora, viviremos una consagración especial de nuevos adoradores, de aquellas almas que se decidieron a colocar sus ojos en Mi Eucaristía, a colocar su corazón como un servicio, a colocar su voz para orar por tantas y tantas necesidades.

Por eso, después de estos últimos dos años, la Argentina, a través de esta consagración de nuevos adoradores, recibe el espíritu de Mi Ascensión, para que no solo las almas aprendan a elevarse, sino para que las condiciones más miserables y endémicas se transformen. 

Y eso, compañeros, comienza primero dentro de ustedes, mirando con coraje todo lo que hay que transformar, sin miedo alguno. Porque, si Mi Amor está en ustedes, ¿por qué deben temer a algo? Si temen, es porque Mi Amor no está en ustedes. Hoy, vengo a reafirmarles Mi Amor, también a través de esta consagración.

Que los sacerdotes traigan el agua para bendecir y el incienso para ofrecerlo al Señor de la Adoración; para que las almas que hoy se consagran sean parte de Mi Gran Cuerpo Místico, sean los Rayos de la Eucaristía de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En reverencia y en devoción, invitamos a los postulantes a adoradores a colocarse de pie y, a pedido de Cristo, vamos a cantar una canción para que siempre guíe a estas almas y a las almas de todos nuestros hermanos.

Vamos a cantar “Soplo del Espíritu”, para que la barca del espíritu de cada ser sea conducida siempre hacia la Vida Mayor.

 

 Padre Celestial, 
 que concedes la cura a quien la busca, 
 que le renuevas la vida a quien lo necesita, 
 que consagras con Tu Espíritu y con Tu Presencia todo lo que tocas, 
 anima a las almas a través de Tu Devoción Ardiente 
 a que encuentren el camino para sentir Tu Abrazo Paternal.

¡Oh, Dios del Universo!, 
 no mires hacia las miserias de este mundo o hacia la impunidad. 
 Cree en la fe de aquellos que Te siguen 
 y que buscan todo el tiempo vivir en Ti.

Bendice estos elementos, 
 para que bendigan a los que se consagrarán
 como adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Bendeciremos con el incienso y luego con el agua bendita.

Podemos cantar, cantar con alegría, porque el Señor nos escuchará.

 

Canción: “Soplo del Espíritu” (en portugués).

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 106.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos, 
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo. 
Amén.
(tres veces)

 

Cuántos días y meses He contado para poder estar aquí hoy.

Cuántos días y meses He contado para estar con cada uno de sus corazones hoy.

Ni se imaginan lo que Me ha producido esperar tanto tiempo para estar con cada uno de ustedes, y He podido presenciar cómo, en tan pocos días, han podido manifestar todo esto para Mí; porque en verdad todo lo que Me ofrecen es para Dios.

Hoy, vengo con una dádiva del Cielo; hoy, traigo entre Mis Manos un importante Tesoro Espiritual para la humanidad, que He traído desde Medio Oriente para cada uno de ustedes, para el propósito espiritual de esta nación y de este querido pueblo. He aquí, compañeros, el Arca de la Santa Alianza.

Sagrados Ángeles del Cielo contemplan este Tesoro Espiritual. Patriarcas y profetas de otrora lo veneran, y hoy todos los seres de buena voluntad pueden reconocerla como el Sagrado Terafín que preparará el surgimiento de la Nueva Humanidad en esta parte del planeta, en todas las Américas.

Por eso, no teman, he aquí el Sagrado Tesoro de Dios, del cual cada una de sus vidas puede formar parte.

Este es el Sagrado Tesoro que guarda el tesoro de las experiencias más importantes de la humanidad, desde el momento de la Creación, en el Génesis, hasta este mismo momento, en el que cada uno de ustedes puede sentirse partícipe Conmigo, para aportar a este Sagrado Terafín Espiritual lo que la próxima humanidad y la Nueva Tierra necesitarán, no solo para purificar al planeta, sino también para reerguir los Atributos de Dios en la superficie de este planeta. Atributos y Principios de la Sagrada Arca de Dios que, en este momento culminante, Argentina necesita y que cada uno de ustedes y de sus hermanos también necesitan para aprender a levantarse en las tinieblas, para atravesar con coraje los abismos de la consciencia, para decirle no al enemigo, para hacer triunfar el Gobierno Espiritual de Dios en esta nación y en el mundo entero.

Esto es lo que necesita, en este momento, Argentina, así como también lo necesita el resto de América. Porque en verdad les digo, que no encontrarán la solución en lo que es horizontal, rectifiquen sus vidas hacia lo Alto y encontrarán la respuesta que tanto buscan.

Si hoy están escuchando a su Maestro y Señor, después de tanto tiempo que no He podido venir a la Argentina como tanto lo esperaba; es porque vengo, compañeros, a cumplir Mi promesa de que cada uno de ustedes se sienta partícipe Conmigo, preparando conscientemente, a través de las obras, Mi Retorno.

La adhesión y la obediencia es la gran llave maestra para Argentina. Eso los protegerá de ustedes mismos y de todos. No vean en sus caminos a los que son enemigos, vean en sus caminos a los que necesitan compasión.

Por eso, He traído este Sagrado Terafín, ante la presencia de todos, para que lo recuerden y para que lo veneren; porque es el mismo Terafín Espiritual que muchos pueblos de otrora contemplaron y veneraron, que muchos patriarcas y profetas buscaron para sentirse en alianza con Dios.

Quiero que la experiencia de su amor y redención pueda estar finalmente en la Sagrada Arca de Dios y, aunque les parezca imposible lo que les digo, no existe nada imposible para Dios y para su Señor. Porque si hoy estamos aquí, en Argentina, ¿será que es imposible para Dios poder concretarlo?

Esta sagrada tierra guarda muchos tesoros que forman parte de la Sagrada Arca; lugares de Argentina por donde Nuestros Pies caminarán, así como caminaron en otros momentos, que guardan muchos tesoros que forman parte de la Sagrada Arca de Dios.

¡Alégrense y ya no se aflijan! Vuelquen sus aspiraciones en este Sagrado Terafín del Padre. Confíen en lo que les digo. Un lugar maravilloso los aguarda en el Reino de Dios. Por eso, persistan y no se desanimen, sean valientes y tengan coraje para persistir.

El Señor es capaz de buscar a Sus ovejas perdidas.

El Señor es capaz de salir del hemisferio norte para venir a ayudarlos. Estoy aquí y Mi Corazón no cambia, Mi Corazón es el Relicario para todos los que aspiran vivir a través de Mí.

Sé que como pueblo se han desanimado. No hay nadie más que Yo que sepa lo que vivieron en estos últimos dos años y cómo cada uno en la soledad ha aprendido a cargar con su propia cruz. Ese esfuerzo que pueden hacer por Mí, de aprender a vivir la cruz de estos tiempos, es lo que se puede guardar como experiencia en la Sagrada Arca.

¿Acaso creen que eso es posible?

Si estoy aquí, en este mismo momento con ustedes, es para confirmarlo, es para que sepan que Nuestros Sagrados Corazones recorrerán una parte de Argentina para volver a encenderla. Esto no será visible a los ojos de todos, pero quien verdaderamente esté en sintonía Conmigo lo podrá ver y reconocer. 

El propósito de sus vidas debe ser la vida inmaterial; porque el Espíritu de Dios vendrá en su auxilio, así como Su Sagrado Espíritu desciende en este momento para enderezar lo que está torcido, para corregir lo que se ha desviado, para pacificar la indignación de muchos corazones. Esto es posible por la presencia de la Sagrada Arca de Dios.

De esta forma, hoy los unjo a cada uno de ustedes, a través de la poderosa Señal de la Cruz.

También deseo que Mis Auxiliadoras Me vuelvan a ungir, que Me unjan con sus entregas, que Me unjan con sus renuncias, que Me unjan con su fidelidad y, especialmente, que Me unjan con su estricta obediencia. Porque a cada grupo de almas le He entregado algo especial a través de los últimos tiempos y eso nunca se puede perder ni desechar. Por eso, den valor a los Dones que recibieron y que Yo vengo a buscar, en este tiempo, a pedido del Padre Celestial.

Estos Dones, llamados talentos y virtudes de las almas más honestas y simples, serán los que permitirán que el Proyecto de Mi Padre se cumpla en Sudamérica, y que el Padre ya no espere ver cumplir Su Propósito, sino que Él pueda ver que Su Propósito se concrete a través de Sus hijos, los que dicen ser apóstoles de Cristo.

Vengo, así, a aliviar la agonía de muchos corazones.

Vengo a devolverles la paz que algunos perdieron.

Vengo a colocar Mi Mano sobre sus corazones para apaciguarlos; porque más allá de sus batallas o de sus imperfecciones, hoy Yo estoy aquí, en Argentina, porque creo en el amor de cada uno de ustedes, un amor que se puede seguir transformando y ampliando, un amor que no solo les recupere la inocencia, sino que sea un amor maduro que los anime a seguir los pasos de la Jerarquía Espiritual; así como Nosotros lo hacemos por ustedes, sin alejarnos ni distanciarnos, sino estando presentes en el Sagrado Silencio del Universo, en donde reverbera la Voz de Dios.

Es esta Voz Eterna y del Cielo que quiero que escuchen dentro de ustedes, la Voz del Padre que los ama, que los sostiene, que los alimenta con Su Espíritu, que les otorga Su Insondable Misericordia.

Es así, que vengo a sanar sus heridas, las heridas de cada uno de ustedes, pero también las heridas de su pueblo.

Sé que muchos no entienden por qué todo es tan difícil; pero todo comienza, compañeros, en lo que escogen. Ahí está el resultado de sus elecciones.

Sé que muchos no tienen que ver con todo lo que vive hoy la Argentina y América, pero nunca levanten su espada contra espada, eleven su voz en oración a los Cielos para que su Maestro y Señor pueda interceder, así como Él intercede en este momento.

Hoy, muchos de los que están presentes necesitan recibir el Sacramento de la Unción, porque es una señal visible de su pertenencia a Mi Reino, en donde ningún mal los puede tocar, aunque el mal crea que los puede oprimir o perturbar.

Hoy, les otorgó Mi experiencia de la Cruz, porque nadie más que Yo supo lo que es estar solo, sin dejar de confiar en la Divina Voluntad.

Extendiendo Mis Brazos y Mis Manos sobre Argentina, vengo a derramar la Luz del universo, de los soles y de las estrellas, la Luz de los Ángeles y de los Arcángeles, la Luz de todos los que viven a través de la buena voluntad y que no buscan nada para sí mismos, sino ser una chispa de Luz de Mi Corazón en este mundo herido.

Mi Madre Celestial lleva sobre Sí el Manto de la Argentina, para que el pueblo recuerde que Yo Soy el Sol de Dios, que nace después de una larga noche oscura.

Para que este encuentro tenga sus frutos, los frutos internos que todos necesitan para caminar más decididos y valientes en estos tiempos, les puedo ofrecer todo lo que tengo, lo más Sagrado de lo Sagrado que ofrecí al mundo hace tanto tiempo, que es Mi Cuerpo y Mi Sangre, emanaciones directas de la Misericordia de Dios. Esto apaciguará a la Argentina y al mundo.

Que esta Comunión, que enseguida celebraremos, vuelva a erguir espiritualmente a su patria y que todos se puedan sentir bajo el Manto de la Virgen de Luján, de la Sagrada Señora del Rosario de San Nicolás, porque fue Ella que Me trajo aquí.

Un buen hijo siempre obedece a su madre, así como una buena madre está cerca de su hijo, como María lo estuvo hasta los pies de la Cruz.

Que las poderosas Cinco Llagas de Mi Cuerpo bañen, purifiquen e iluminen a sus consciencias.

Que la Poderosa e Insondable Sangre de Jesús reconstruya la vida interna de los presentes y de los no presentes.

Que, por los méritos alcanzados por el Arca de la Santa Alianza, la Argentina se sienta en este momento sostenida por las Manos de Dios.

Porque el Amor, compañeros, siempre lo puede todo, aunque sea difícil. El Amor Me permitió llegar hasta la Cruz.

Anímense a vivir la misma experiencia, ofrezcan a Dios lo que son y lo que no aceptan, no se olviden que Argentina es parte de Mi sagrado rebaño. 

Que, hoy, muchos de los presentes puedan sentir el latir de Mi Corazón, porque en Mi Corazón está el Camino, la Verdad y la Vida.

Los amo y amo este país, amo las bellezas de sus montañas, amo la extensión de sus ríos y de su océano, amo cada parte de este país, Proyecto Bendito de Dios.

Que la Cruz imante este país y que, en el sur, en el norte, en el este y el oeste, la antigua tribu de Israel se levante y vea brillar en el firmamento la Sagrada Estrella del Amor, la Sagrada Estrella de la Hermandad. Amén.

Para preparar este momento, pediré a Mi hija Lucía de Jesús que cante una canción para todos, porque es necesario que recuerden que Mi Palabra es Agua Viva, el agua que quita toda sed.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cantemos.
 

Canción: “Tu Palabra es Agua Viva”.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanas y hermanos, vamos a celebrar este momento de Comunión, aún con nuestro Maestro presente en este lugar, ofreciendo este momento por esta querida y amada nación argentina, ofreciendo este momento por el Arca de la Santa Alianza presente en las Manos de Cristo, Nuestro Señor. 

Y, con el permiso y la licencia que nos ha dado Cristo a los sacerdotes, vamos a ofrecer este momento de Comunión como un acto de reconciliación y de perdón, para que todo este pueblo pueda recibir lo que tanto necesita, para que los corazones, en la Presencia de Cristo, reencuentren la esperanza, se liberen de sus amarras y de sus opresiones, puedan sentir el abrazo insondable de Dios que nos consuela a todos.

Con este ofrecimiento, vamos a purificar nuestro corazón a través del acto de contrición ante el Sagrado Corazón de Jesús y vamos a repetir una oración muy simple que nos enseñaron los Mensajeros Divinos, para que nuestro templo interno, el lugar más sagrado para Dios, se prepare para recibir este Divino Sacramento. 

Repetimos:

Yo te pido perdón, Señor, 
por todo lo cometido.
 Concédeme la Gracia de la liberación.

Por el Don del Perdón,
 que brota del Corazón de Dios,
 ábrenos, Señor, las Puertas de Tu Reino.

Amén.

 

Ahora, Cristo va a guiar esta celebración. 

Nos preparamos para este importante momento en el que las Gracias de Su Corazón descienden sobre la Argentina, sobre los corazones, como una afluente de Luz, como un inagotable manantial que nutre la vida.

Invitamos a los que puedan a que se arrodillen o se coloquen de pie. 

 

Hoy, los vuelvo a reunir en torno a Mi Mesa, así como reuní a los apóstoles en el Sagrado Cenáculo. Hoy, este Sagrado Cenáculo son sus corazones, que Me los pueden ofrecer en entrega y resignación para que Yo pueda saciar Mi sed de almas. 

Es así que, vuelvo a instituir la Eucaristía, como en aquel Jueves Santo, tomando el pan entre Mis Manos y elevándolo a Dios, pidiéndole que Su Insondable y Poderoso Amor Redentor transubstancie el pan en el Glorioso Cuerpo de Cristo, por la reconciliación y la paz en Argentina.

Es así, que lo vuelvo a partir, delante de ustedes, para decirles que este es Mi Cuerpo, que entregué por ustedes para el perdón de los pecados.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Amén.

 

Reverenciamos el Sagrado Cuerpo de Cristo.

 

De la misma manera que en el Sagrado Cenáculo, vuelvo a tomar entre Mis Manos el Santo Cáliz, y elevándolo lo ofrezco al Padre para que sea transubstanciado en Mi Preciosa Sangre. Así como les dije a Mis apóstoles, hoy les digo a ustedes: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, de la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza entre las almas y Dios; Sangre que hoy es derramada sobre la Argentina para la remisión de todas las faltas. Hagan esto siempre en Mi Memoria, porque Yo ya estoy retornando”.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Amén.

 

Reverenciamos la Preciosa Sangre de Jesús.

He aquí a Quien ha entregado la Vida por ustedes, este es el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. 

Que se alegren los misericordiosos, porque siempre alcanzarán Misericordia. 

En unidad perfecta con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, vamos a consumar esta celebración a través de la oración que Cristo nos enseñó, elevando nuestra más sincera oferta al Padre.

 

Oración: “Padre Nuestro”.

 

Que la Paz, el Amor y la Luz de Mi Sagrado Corazón descienda sobre ustedes y Argentina.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

En un acto de profunda fe, oremos:

Señor,
  yo no soy digno de que entres en mi casa, 
 pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

 

A pedido de Nuestro Señor Jesucristo, anunciamos la Comunión Espiritual de todas las almas del mundo con el Sagrado Corazón de Jesús.

En un gesto de reverencia y de fraternidad nos damos el saludo de la Paz. 

¡La Paz de Cristo! 

 

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;
y, por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.

 

Los dejo con la Presencia Viva de Mi Ser a través de la Eucaristía. Que esa Presencia Viva, que es la Luz de Dios, siempre esté latente en sus seres, y así nos preparamos para esta importante Maratón de Oración, en la que todo se transformará y se curará; confíen en eso.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS, DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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