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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Delante de lo que sucede en el mundo, Dios está en silencio y, una vez más, Él envía a Su Hijo para ayudar a los que más necesitan y, especialmente, a los que atraviesan las guerras, la esclavitud y el tráfico de personas.
Hoy, su Maestro y Señor se encuentra en los planos internos en esos lugares y se sirve de este potente canal de Luz del Centro Mariano de Figueira para poder llevarles a las almas que más necesitan el consuelo y la paz, el amor y la esperanza, que, entre hermanos de una misma humanidad y planeta, son disueltos a través de las guerras y conflictos.
Vean ahora Mi Corazón Espinado, horriblemente ultrajado por los que son impunes y no aceptan vivir la Ley de Dios, por aquellos que someten a sus hermanos de las naciones y de los pueblos. Yo vengo por todos ellos. Vengo por el último y por el más perdido, porque todos son rescatables para Mi Corazón, aunque en las apariencias parezca imposible.
En este tercer impulso que hoy les traigo, no solo los preparo para la próxima Sagrada Semana, sino también los preparo para asumir con responsabilidad el Plan de Dios, para que sepan que ahora lo más importante es que cada una de sus vidas esté confirmada a Mí, porque ya no tengo recursos para justificar los errores del mundo.
Por eso, necesito de almas decididas y definidas. Necesito de almas que se ofrezcan a ser víctimas de Mi Amor y que no solo se dejen traspasar por Mi Amor, sino también por Mi Voluntad, porque será a través de los pequeños grupos de almas que Su Maestro y Señor llevará adelante Su Retorno al mundo.
Por eso, en este momento, Yo necesito que sean valientes, que asuman Conmigo lo que hay que asumir y soportar. No hablo de algo externo, sino de algo profundo, en donde Su Maestro y Señor trabaja por las almas y por las esencias, por todos aquellos que necesitan de una oportunidad.
Esa debería ser su regla: que trabajen para Mí, que Me sirvan y que se entreguen a Mi Corazón, para que en este momento agudo del planeta en donde todo está permitido, las almas tengan una oportunidad, así como ustedes la tuvieron Conmigo desde el principio que los convoqué a estar a Mi lado.
Para eso, los invito a ofrecer cada una de sus pruebas, cada uno de sus desiertos, hasta cada una de sus incomodidades, por una sola razón: para que Su Maestro y Señor, ante el Padre Eterno, tenga cómo justificar los graves pecados de la humanidad, para que esta situación del fin de los tiempos no se vuelva incontrolable e insostenible, sino que a través de pequeños grupos de almas, de almas que se postulen a ser víctimas de Mi Amor, una vez más, Yo pueda interceder por el mundo de la misma forma que intercedí hace dos mil años atrás.
Tomen como ejemplo lo que pasó hace dos mil años atrás con la humanidad y en el punto en el que la humanidad se encontraba, no solo desde el punto de vista material, sino también espiritual.
Ahora, la humanidad está en una situación más grave y compleja, y el Espinado Corazón de Su Maestro y Señor necesita de almas valientes y dispuestas a soportar la cruz de este mundo, una cruz invisible, imperceptible y silenciosa, que solo se sostiene por amor, para que los que están condenados y perdidos tengan una última oportunidad.
Por eso, les pedí hasta hace poco tiempo que tuvieran el corazón pronto. Esto no es una poesía, es una afirmación de una consciencia que es responsable en Cristo y por Cristo, de una consciencia que tiene la sabiduría y el discernimiento para darse cuenta de que la humanidad se está precipitando rápidamente y que muchas de las situaciones, que hoy suceden en el mundo y en las naciones, son creadas por la propia humanidad, por aquellos que son impunes y que creen tener el poder por encima de Dios.
Sé que muchos se han preguntado en estos tiempos, ante una guerra como la de Ucrania, ante una guerra como la de Yemen, la guerra de Etiopía o la de la ultrajada Siria, ¿dónde está el Poder de Dios para derrotar a esos hombres impíos?
Aquí, Dios no desafía a nadie, Dios no ostenta nada ante nadie, sino no sería Dios. Es un Padre de Amor y de Misericordia, que a través de estos dos atributos Él traza la Justicia para el mundo en la hora cierta y en el momento oportuno.
Por eso, todo lo que hoy sucede en el mundo algún día terminará. Ustedes, como Mis apóstoles y compañeros confirmados, deben seguir orando con fervor y no permitir que su oración se enfríe o hasta se desvanezca; porque, en este momento, la unión de las almas a través del verbo orante es imprescindible para todo lo que sucederá.
Tengan confianza y fe en todo lo que les estoy diciendo, comprendan que no les puedo decir más que esto, porque la Voluntad de Dios solo es conocida por el propio Dios, por Su propio Hijo y por el Espíritu Santo. Pero si ustedes siguen amando lo desconocido, lo que es inmaterial, desde esos niveles de consciencia llegarán los auxilios que ustedes y sus hermanos necesiten, y les aseguro que ustedes sabrán en dónde estar y qué hacer en el momento cierto.
Este es un tiempo de un dolor crecido y agudizado, de un sufrimiento causado a la humanidad y a los pueblos a través de la impunidad y de la corrupción, que el Padre nunca había visto. Es que el propio Padre Eterno se ha dado cuenta hasta dónde pueden llegar Sus hijos cuando están viciados por el poder y la impunidad.
Pero tengan presente que todas esas situaciones o acciones no pueden ir más allá de lo material, que por encima de todas estas cosas está la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de todas Sus Jerarquías Angélicas y Arcangélicas que, en este momento de la humanidad, trabajan de forma incansable en los planos internos para proteger las esencias del mundo entero, a todas las esencias posibles.
¿Ahora comprenden la importancia de su oración en estos tiempos?
La verdadera victoria que alcanzó Cristo en la Cruz no se dio de forma externa, sino interna, y esa victoria se construyó a través del silencio, irradiando la Paz y el Amor para los que lo crucificaron y lo condenaron.
Los invito a amar ese misterio, pero no esperen que ese misterio se revele; vivan ese misterio en sus vidas y ustedes por sí mismos lo develarán, porque aprenderán a amar como Yo amé, aprenderán a perdonar como Yo los he perdonado, y así sabrán curar las heridas más profundas en sí mismos y en sus hermanos.
Hoy, les vengo a decir todo esto porque Mi Padre ha visto que hay almas que habiendo recibido todo de su Maestro y Señor no lo han valorado, le han dado la espalda a su Redentor por sus propias resistencias y miedos y, a pesar de estar a Mi lado hace tanto tiempo, Mi Amor no tocó sus corazones.
¿Quién pagará esta deuda?
Todo lo que viene del Universo no se desperdicia. Aprendan a vivir en la economía espiritual que los lleva a administrar, con sabiduría y entendimiento, los impulsos que vienen de la Jerarquía, impulsos preciosos y determinantes que solo intentan elevar sus conciencias cada día más, para que algún día comprendan y sepan sobre la Voluntad de Dios.
Hoy, Me alegro por estar aquí con los Míos y con los consecuentes, con aquellos que a pesar de sus propias imperfecciones intentan, todos los días, seguir Mis huellas, las huellas de Luz del Redentor, animándose a profundizar en los grados de amor y de entrega, animándose a ser los Cristos del Nuevo Tiempo.
Por eso, más allá de todo lo que sucede en el mundo y que es muy doloroso para Mí como para ustedes, siempre vean la Luz, la Luz de Cristo, más allá de las tinieblas. Sigan esa Luz, tengan como propósito la Luz de Mi Corazón; y, a través de esa concentración en la Luz de Cristo, cierren Conmigo las puertas al mal y lleven a las almas más oscurecidas de este mundo a que vuelvan a encontrar el océano de Mi Misericordia, porque solo a través de la Misericordia el mundo se redimirá.
Este Corazón Espinado de Cristo, que hoy les expongo, ahora es un Corazón Luminoso, un Corazón lleno del Amor de Dios por las almas, un Corazón que cura y que sana, un Corazón que redime, que les trae la paz y el consuelo que cada uno necesita.
Así, anímense a seguir cargando con la cruz por el mundo, anímense a ser valientes y a seguir los pasos que Yo les estoy indicando, porque como les dije, hace un tiempo atrás, harán más cosas que las que Yo hice, cosas más grandes que las que hizo su Maestro y Señor. Por eso, también les digo que deben tener sus corazones prontos para hacer cosas más grandes que las que Yo hice; y cuando las estén viviendo una a una, recordarán lo que hoy les dije.
Es así, que Yo los invito a amar la simplicidad para que este mundo pueda recuperar su inocencia. Yo los invito a amar la pureza para que este mundo pueda recuperar el amor. Yo los invito a adorarme, a reconocerme en los Sacramentos y en el corazón de cada hermano, para que este mundo recupere la esperanza que ha sido condicionada y sepultada por los impunes.
Pero cuando Yo retorne, así como retornaré durante la próxima Sagrada Semana, cada una de sus almas, cada uno de sus espíritus, tendrá la oportunidad y la Gracia de vivir la síntesis Conmigo. Una síntesis espiritual que les recuerde todos los impulsos recibidos de Mi Corazón a través de los tiempos.
Eso los preparará para lo que llegará, y así los podré tener donde los necesito, en diferentes lugares del mundo para transmutar Conmigo, para que las almas se liberen de su esclavitud material y espiritual, y así cuando Yo retorne en Gloria, mostrando Mi verdadera Faz, la Faz del Cristo Solar y Cósmico, todas las almas Me puedan reconocer.
Porque, en esa hora, les prometo que ya no existirá angustia, pena o desesperación, sino existirá una alegría que brotará de los corazones simples y humildes, de los corazones que perseveraron en Mí y a través de Mí; y Yo los reuniré para darles de comer de Mi Glorificado Cuerpo y para darles de beber de Mi Preciosa Sangre, del Cáliz que señalará la gran hora de la redención planetaria, en la que el mal será retirado y el Reino de Dios volverá a descender a través de Mi Madre Celeste y de todas las Huestes de Luz que celebrarán con la Nueva Raza el surgimiento de una Nueva Humanidad.
Para que puedan comprender físicamente este tercer impulso que hoy les traigo, los invito a celebrar Conmigo la Eucaristía. Y hoy, de manera especial, invitaré a este altar a todas las Madres de la Orden que están aquí presentes, para que se ofrezcan por las madres de la guerra, para que esas madres que sufren los conflictos y las persecuciones tengan la fuerza y la esperanza de seguir adelante.
Celebremos en paz.
A los pies de la destrucción de este mundo, nos ofrecemos como víctimas del Amor de Dios para que Mi Sagrado Corazón triunfe en este planeta y en todas las almas que más necesitan, en esta hora, del consuelo y del perdón. Que así sea.
Así como fue en la noche que reuní a Mis apóstoles para revelarles el Misterio de Mi Amor, hoy reúno a todos los apóstoles del fin de los tiempos ante el preámbulo de esta próxima Sagrada Semana; para que, a través de la institución de la Eucaristía y de la celebración del Misterio del Amor de Dios, todas las almas posibles se preparen para ese importante encuentro Conmigo.
Bendice, Señor, este vino que se convertirá en Mi Sangre.
Bendice, Señor, esta agua que, en unidad perfecta, bendecirá a las almas.
Adonai, Tú que eres Santo,
Amoroso, Poderoso e Invencible,
no mires los horrores de este mundo,
sino la fidelidad de las almas,
de aquellos que a pesar de sus pruebas
e incertidumbres siguen firmes Mi Camino,
el Camino que los lleva hacia Mi Paz,
y que esta celebración Eucarística
sirva de comunión con todas las almas
que siempre Me dicen sí.
Que esto, Padre, consuele Tu Corazón.
Delante de los Universos Celestiales, así como fue en la Última Cena, Padre Amado, vuelvo a tomar el pan para ofrecértelo, a fin de que sea transubstanciado en Mi Cuerpo por los ángeles del Cielo; y así, lo vuelvo a partir, para ofrecerlo a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres, para el perdón de los pecados”.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
De la misma forma, vuelvo a tomar el Cáliz entre Mis Manos para ofrecerlo al Padre Eterno, a fin de que el vino sea transubstanciado en Mi Sangre; y así, lo vuelvo a ofrecer a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que será derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía hasta que Yo retorne al mundo”.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
He aquí Mi Cuerpo y Mi Sangre, felices los que se sirven de este Sacramento y lo ofrecen por aquellos que no lo viven, que no lo adoran y que no lo reconocen, a fin de que Mi Divina Misericordia, insondable e inextinguible, llegue a todas las almas posibles.
Ofrezcamos este Sacramento por las madres de la guerra, para que el espíritu sagrado de la maternidad, concebido por la Sagrada Energía Femenina, se reconstruya y se restablezca, a fin de que todos los hijos de Dios se sientan amados y protegidos por sus madres de la Tierra.
Oremos:
Padre Nuestro, en arameo.
Así como Mi Paz está en este lugar, que esta Paz se expanda y se multiplique en toda la Tierra, para que los mundos internos reconozcan al Cristo Vivo. Que la Paz descienda a la Tierra.
Y los invito a fortalecer su fe así como la fortaleció el centurión romano, porque su propia fe curó a su siervo. Los invito a pensar en esto.
Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
Con la alegría de este encuentro y de este reencuentro de las almas postulantes a ser víctimas de Mi Amor, les anunciamos a todos los hermanos del planeta, a todos los devotos del Sagrado Corazón de Jesús, la Comunión Espiritual.
Oremos, así como oró el Ángel de la Paz:
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido;
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
He cumplido Mi promesa, sus corazones están prontos a través de los tres impulsos recibidos para vivir una síntesis espiritual Conmigo en la próxima Sagrada Semana. Solo les pido una cosa, nunca dejen de ser valientes por Mí, así aprenderán a superarse y a trascenderse todos los días.
Les agradezco por este recibimiento y este amor interior. Hoy, la Sagrada Figueira vuelve a iluminar al mundo.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cerramos este trabajo con Cristo, en silencio y recogimiento. Y nos preparamos para recibir mañana, con mucha alegría, a nuestro amado Instructor San José.
Podemos ir en paz.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi Dios,
yo creo en Ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo;
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman.
Amén.
(tres veces)
Hoy, ante la majestad y la soberanía de estas montañas, Yo los saludo a todos.
He aquí el Resucitado, he aquí a Quién dio la vida por ustedes y la sigue dando en este tiempo, por un solo fin: la redención y la conversión de la humanidad, más allá de las creencias, más allá de las religiones, más allá de los dogmas, de las ideas o del ateísmo.
Yo Soy el Resucitado y Me presento, una vez más ante el mundo, para anunciarle Mi Mensaje de Paz y del fin de la guerra. Para que esto suceda, todas las almas y consciencias se deben rendir a Mí. Eso permitirá, ante el Padre Celestial, que la humanidad se salve completamente y que no se pierdan áreas de este planeta por ignorancia y por maldad.
He aquí el Resucitado, Aquel que resucitó al tercer día de entre los muertos, que subió a los Cielos, que retornará en Gloria con todas las Consciencias y Jerarquías para restablecer en este mundo el Gobierno del planeta, el verdadero Gobierno de la humanidad, un Gobierno Espiritual que nunca se sembró en la consciencia ni en la vida externa.
Por eso, cuando el Resucitado retorne al mundo, no solo vendrá en Gloria, sino también en esplendor para anunciarles la llegada del Nuevo Tiempo a todos, la llegada de la Nueva Tierra, después de que esta se purifique como se purifica ahora, después de que esta Tierra y esta humanidad comprendan, de una vez y para siempre, que deben volverse hacia Dios, porque sin Dios la humanidad es nada, es una humanidad muerta, frágil y pobre.
A través de Mis Palabras, Yo vengo a traerles las riquezas del universo, el Verbo de Dios que se puede hacer carne en ustedes a través de los ejemplos de la caridad y del bien, que es lo que le falta a toda la humanidad, que es lo que le falta a la raza humana; le falta vivir el bien y la caridad para poder encontrar en sí misma la Misericordia que necesita para poder redimirse y salvarse, para que este planeta como consciencia espiritual se vuelva rescatable.
Yo vengo desde lo alto de estas majestuosas y soberanas montañas de Montserrat para anunciarle al mundo que el tiempo de Mi Retorno está llegando, y que cada día que pasa ese Retorno se vuelve más cerca, más próximo a todos.
Continúen elevando al Cielo sus oraciones y súplicas por aquellos que no lo hacen, por aquellos que no lo viven, por aquellos que niegan a Dios y no cumplen las Leyes Universales. Si esto sigue sucediendo así, el mundo ingresará en un caos mayor.
Sean inteligentes y no permitan que Mi adversario avance sobre esta humanidad, sean pacificadores, sean misericordiosos, sean representantes de Cristo en la Tierra a través de su transformación y de la transformación de sus consciencias. De esa forma, darán un testimonio vivo y no pasajero, darán un testimonio verdadero y no un testimonio pobre.
Por esa razón, Yo estoy aquí para hacerlos valientes y perseverantes; para que, a través de Mi Corazón, el Corazón del Resucitado, ustedes vuelvan a encontrar la vida, y sus hermanos también vuelvan a encontrar la vida que perdieron, la vida que Yo llamo vida espiritual.
Mientras tanto, quisiera decirles que las Jerarquías que hoy Me acompañan, las Sabias Jerarquías del universo, trabajan incansablemente en este momento planetario, especialmente por aquellos que son golpeados por las guerras y por los conflictos, especialmente por aquellos que siguen siendo descartados, esclavizados y martirizados por sus hermanos de la humanidad.
Llegará el momento que, cuando retorne el Hijo de Dios, Él mismo en Su Soberana Presencia enfrentará a aquellas consciencias que lo negaron, especialmente a las que dirigen los gobiernos de este mundo, que estarán cara a cara ante el Rey y el Hijo de Dios.
Pero no vendré a imponer una ley ni tampoco un castigo, vendré a demostrarles aún más el universo infinito de Mi Amor, al cual los invito a seguir conociendo y penetrando a través de la consciencia y de los actos de amor. De esa forma, no solo serán Mis servidores, serán las consciencias misericordiosas de Dios que atraerán hacia la Tierra las Leyes Divinas, que hasta los días de hoy la humanidad no cumple ni vive.
La ausencia de las Leyes Superiores, en esta humanidad, genera el caos que hoy está viviendo y atrae muchísima desigualdad e indiferencia a través de aquellos que solo se llenan sus bolsillos de riquezas y no las comparten con los más pobres y descartados.
Por eso, Mi Mensaje viene para los más simples de corazón, los más puros de intención, para los más humildes.
Yo no vengo a buscar a los que son perfectos, inteligentes o astutos; vengo a buscar a los que se consideran pecadores, a los que necesitan de la Llama del Amor de Mi Corazón para poder redimirse y para poder seguir adelante en este camino que Yo les ofrezco hacia Mi Padre Celestial.
Mientras tanto, el Padre Eterno tiene Sus Brazos abiertos, pero Su Corazón lleno de flechas, por el odio, por los conflictos, por las guerras, por las indiferencias y, principalmente, por la falta de amor y de fraternidad en la consciencia humana.
Sé que Mi Presencia Espiritual y Divina, en este momento previo a Mi Retorno, despierta y activa a muchos Cristos Internos que no viven ninguna religión, que no viven ningún dogma ni tampoco practican ninguna filosofía, sino que, a través del servicio, sus corazones se llenan de paz, de gozo y de alegría por servir a los demás.
Es allí, en donde también Mi Amor Redentor y Misericordioso actúa profundamente, en los abismos más difíciles del planeta, en los infiernos de las consciencias de las naciones, en donde solo se practica la violencia, el odio y la maldad.
Aunque todo parezca destruido en algunas naciones del mundo, Yo prometo volver a erguirlas, para que sean el verdadero Reino de Dios que vinieron a cumplir en este mundo y que, por diferentes razones y motivos, sus hermanos de la humanidad impidieron este, Mi Proyecto, para las naciones.
Yo haré florecer en los corazones nuevos tesoros. Yo haré florecer en los corazones nuevas experiencias. Y todos, los que hayan creído en Mí, podrán recibir los impulsos de Mi Amor, los que les traerán sabiduría y discernimiento para estos tiempos de transición.
De esa forma, ustedes no solo estarán preparados, sino también, a través de sus ejemplos de servicio y de amor, prepararán a sus hermanos, especialmente a aquellos que no tienen consciencia de la espiritualidad y de la Vida Mayor.
Por esa razón, hoy vengo especialmente a Montserrat, para que la consciencia se eleve hacia Dios, para que la raza humana se vuelva hacia el universo, contemple el firmamento estrellado de esta Creación y recuerde que hay un lugar muy especial para cada consciencia, para cada alma y para cada ser, que es su origen.
Si las almas se vuelven hacia su origen, sus espíritus retornarán hacia sus orígenes primordiales. De esa forma, el espíritu del gobierno de esta humanidad y de este planeta se reconstruirá, cuando todo se haya purificado.
Muchos se preguntan en los planos internos: ¿cuánto tiempo falta para que retorne el Redentor?
Hoy, les vuelvo a decir que no falta mucho tiempo; pero hasta que Yo no consiga retornar a sus corazones, hasta que ustedes no Me entreguen sus vidas completamente y no resistan ningún aspecto interior, Yo no podré retornar.
Es de esa forma, que necesito justificar ante el Padre Eterno ese gran movimiento universal. Sean conscientes de este momento, porque ya no hay tiempo.
Mis Labios pronuncian las Palabras de la Voluntad de Dios a todas las consciencias.
Mi Corazón irradia los Impulsos de la Fuente Divina en este momento, ante esta situación del planeta y de la humanidad.
Mientras estoy aquí, estabilizo los planos de la consciencia para todos los que necesitan de la paz, para todos los que escapan de la guerra, de la persecución y de la muerte; porque su Maestro y Señor sabe lo que es morir en soledad. Él lo vivió en la Cruz en carne propia, en cada minuto y en cada segundo del Calvario.
Pero, en esa soledad que hoy muchas consciencias viven en el mundo por diferentes motivos, por pobreza, por descarte, por desigualdad, por indiferencia, por miseria, por enfermedad o hasta por maldad, encuentran una fortaleza interior a través de Mi Presencia, cuando tan solo piensan en Mí.
Es así, que Yo los hago caminar más allá de lo que creen poder hacer, superando sus límites, sus desiertos y hasta sus dificultades. El Amor de Dios es capaz de ir más lejos, y les daré un ejemplo para que lo comprendan: en este momento, de sufrimiento y oscuridad para Ucrania, su Maestro y Señor ha propuesto una ayuda especial a todas las esencias que atraviesan ese momento, mediante un servicio humanitario simple, preciso, pero profundo, porque significa llevar la Luz de Cristo hacia esos lugares, donde más se necesita.
De la misma forma, Mi aspiración por África está latente.
No solo Europa, sino también el mundo entero, todos los que escuchan Mi Voz y creen en Mi Mensaje deben tener presente estas dos aspiraciones de su Maestro y Señor, porque de esas tareas, de esos acontecimientos, dependerá o no el mayor alivio de la humanidad.
Quiero que en esta próxima Maratón ya se sientan Mis apóstoles, y no que aspiren a ser Mis apóstoles.
El mundo necesita de apostolado, no un apostolado de evangelización, sino un apostolado de servicio, de amor, de caridad y hasta de redención; de llevar la paz a donde no existe, de transmutar la maldad en donde esté presente por medio del silencio y de la oración, de la elevación de las consciencias.
Así, aprenderán a hacer lo mismo que Yo hice por ustedes, cuando estuve en la Tierra. De esa forma, Yo contaré con consciencias que amen la Ley de la Transmutación y que no la esquiven, porque este es el tiempo de hacer algo por los demás.
Que esta Maratón ya sea una confirmación de parte de cada servidor para que, en el próximo encuentro Conmigo o hasta la próxima Sagrada Semana, ya pueda designar las necesidades del Plan que tengo previsto para el mundo; es decir, colocar a las consciencias al servicio en África, en Medio Oriente y en Europa, así como también en otros lugares del mundo.
Pero para que esto sea real, ustedes deben amar Mis aspiraciones y deben querer vivirlas, concretarlas y hasta realizarlas; porque ustedes saben que Yo puedo hacer muchas cosas, pero ahora Me resigno delante de ustedes, para que ustedes puedan hacer más de lo que Yo hice tanto tiempo atrás.
Deben ser generadores de la esperanza para el mundo, de una esperanza que ha sido condicionada, de una esperanza que ha sido mutada por los proyectos contrarios de la humanidad. Deben hacerle recordar al mundo que Dios les ha dado la vida, y que la vida es lo más preciado que el Padre les entregó.
El mundo ya no quiere respetar la vida. El mundo quiere abortar la vida y no sabe con lo que se vincula cuando hace ese movimiento. Si una vida está por surgir, esa vida debe ser respetada y amada, así como ustedes fueron amados y respetados desde su nacimiento.
Si Yo no hubiera nacido en un pobre pesebre de Belén, el mundo no hubiera comprendido el Propósito de Dios. Si Yo no hubiera predicado, el mundo no hubiera comprendido las Parábolas. Si Yo no hubiera muerto en la Cruz, el mundo no Me hubiera adorado como el Primogénito.
Porque, recuerden que Yo Soy un Puente hacia Dios. Soy el Gran Espejo de la Misericordia Divina, que cada vez que se presenta se proyecta y se refracta en el mundo entero, en todas las almas, bajo cualquier condición y situación.
Llegó la hora de los apóstoles confirmados. Llegó la hora de dejar de tener el corazón tibio, de tener los pies en dos caminos, en dos senderos; porque les vuelvo a decir, como les dije una vez, que Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Les agradezco por orar a Mi Madre Celestial, pues como una Gran Operaria de Dios trabaja por la paz en Europa Oriental, junto a todas las consciencias angélicas.
Sigamos creando los puentes hacia el universo, sigamos abriendo las puertas correctas y cerrando las puertas inciertas, porque el mal se vencerá con el Amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más