MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos y amados hijos:

Hoy, Me alegra tenerlos cerca de Mi Corazón, para que cada uno de ustedes pueda sentir el calor materno de Mi Llama Sagrada de Amor.

En esta Cuaresma, que está finalizando, Yo los invito a salir del desierto para ingresar en el Paraíso Eterno de Dios, que está en los Cielos.

Quiero llevarlos Conmigo, en esta próxima Semana Santa, por el camino sagrado del calvario; para que ustedes puedan recoger espiritualmente los códigos triunfantes de la Dolorosa Pasión de Mi Hijo.

En este tiempo, Nuestro Señor necesita que existan almas capaces de ser depositarias de Sus principios, valores y atributos, para que en el mundo puedan ser erradicadas la violencia, la guerra, la impunidad y la esclavitud que aún muchos hijos Míos siguen enfrentando día a día.

Yo deseo, como Madre, que ustedes le puedan ofrecer sus vidas a Dios como un ejemplo ante tantos pecados en el mundo.

Por eso, queridos hijos, Mi intención de Madre es llevarlos de la mano y, sobre todo, dentro de Mi Corazón por el camino de la revelación del Amor Crístico, que se expresa fielmente a través de la Pasión de Cristo.

Mi Hijo necesita testigos de Su Amor, ante tanta crueldad.

Mi Hijo necesita testigos de Su Misericordia, ante tantas injusticias.

Mi Hijo necesita pacificadores, ante tanta violencia y maltrato.

Por eso, ustedes deberán comenzar el ejercicio de apartarse y distanciarse de esas energías.

Por eso, Yo vengo a mostrarles el camino, el camino que los llevará hasta Mi Hijo, Jesús.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Después de transmitir el Mensaje semanal, la Virgen María complementó con las siguientes Palabras:


Mi Hijo les agradece por estar hoy aquí y a través de este Mensaje, que enseguida compartirán(*), comprenderán la esencia de lo que Él necesita en este ciclo. Porque esperamos, pero también rezamos, para que al menos una parte de la humanidad se pueda salvar, antes de que sea demasiado tarde; y para que principalmente la humanidad que será rescatada pueda guardar, en sí misma y en cada corazón, los Valores y los Principios de Dios que gestaron desde el comienzo la existencia de las razas y de los pueblos, la expresión auténtica de los valores divinos del pueblo de Israel.

Mi silencio viene a reconfortarlos. Mi oración viene a reconstruirlos. Mi Amor viene a elevarlos ante esta puerta espiritual y divina, que se abre hacia la Sagrada Semana.

La Iglesia de Mi Hijo está pronta, porque lo que brillará en Su Altar será el ofrecimiento de cada uno de sus corazones, eso es lo que Él espera ardientemente. No importa que sea imperfecto o que sea miserable para ustedes. Mi Hijo espera que sea verdadero, con la lealtad que puede vivir cada corazón de poder comprender el Llamado de Dios que, en este tiempo, viene a despertarlos a todos, porque la humanidad no puede dormirse por su indiferencia o negación.

La humanidad deberá ser la raza de los Nuevos Cristos. Y por esta causa, también rezo todos los días, así como rezo fielmente al lado de cada uno que se une a Mí, en oración.

Les agradezco y los animo a vivir una victoriosa Semana Santa, para que Cristo, Mi Amado Hijo, pueda gobernar cada corazón humano. Por esta ardiente aspiración del Señor, Yo les doy Su Paz, la Paz de Cristo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sean Luz en el mundo, para que haya Misericordia.



(*) La madre Divina se refiere al Mensaje semanal.



 

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MALDONADO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 121.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
             
Vengan a Mi Océano de Misericordia y en fe caminen sobre las aguas, así como Yo le dije a Pedro. Antes de que su fe se debilitara, él caminó sobre las aguas, sin percibirlo.

Esto es lo que hoy los invito a hacer nuevamente. Necesito que el mundo camine hacia lo desconocido, para aprender a superar los miedos de todo aquello que no puede controlar o retener.

Yo vengo a enseñarles el camino, porque Yo Soy el Camino. Yo ya estuve con ustedes en Tierra Santa y ustedes estuvieron Conmigo, más cerca de lo que se pueden imaginar.

¿Cuántas veces tocaron Mi túnica? ¿Cuántas veces, en Tierra Santa, rogaron por Mi bendición? ¿En cuántas oportunidades escucharon Mi Voz, predicando y enseñando el Evangelio? ¿Cuántos de ustedes siguieron los pasos de la Cruz del Señor, hasta lo alto del Monte Calvario?

Recuerden todo lo que una vez vivieron Conmigo y tengan fe, porque Cielo y Tierra pasarán, mas Mis Palabras permanecerán en los corazones que creen en Mí.

Y hoy, estoy aquí, sobre los mares de Uruguay, porque vengo a cumplir con Mi promesa, el Señor está retornando y con Él retornarán todas las estrellas, todos los soles y todo el firmamento.

Felices serán los que caminen Conmigo hasta el final, superando sus propios miedos, transcendiendo sus propios obstáculos, confiando plenamente en el Amor de Mi Corazón.

He aquí el Corazón Vivo del Maestro, que palpita de Amor por las almas; es un Corazón sediento de los que están perdidos y agonizando. Pero, Mi Misericordia y el Océano de Mi Amor son más grandes que todo este océano.

Yo nací por ustedes, Yo viví por ustedes y por ustedes morí en la Cruz, por ustedes resucité al tercer día y por ustedes ascendí a los Cielos para poder retornar en algún momento al mundo.

En sus almas está escrita la historia que nos une, que nos hace reencontrar una y otra vez, a través de los tiempos. Yo estoy al lado de los que caminan en Mi Camino y Mi Mano se extiende para bendecirlos con el Amor de Mi Padre.

Hoy, vengo con un Mensaje de gratitud para todos los uruguayos; para los que trabajan, día a día, preparando Mi Retorno; para los que esperan encontrarme, cara a cara, como Santa María Magdalena Me encontró en el huerto del Sepulcro.

Hoy, los llamo por su nombre, así como llamé a María Magdalena, para decirles que aquí estoy.

Mi Presencia es inmutable. Mi Amor es inextinguible. Mi Consciencia no cambia, sino evoluciona. Así como ustedes pueden evolucionar, dando los pasos que son necesarios en estos tiempos, ante un mundo herido y ultrajado por el conflicto y la guerra, por la crueldad y la maldad.

Pero, Yo vengo a traerles, a ustedes y a sus hermanos, toda la esperanza que hay en el Reino de los Cielos y toda la alegría de servir a Dios incansablemente, haciendo lo mejor hasta el fin.

A través de este momento, Yo vengo a estar con ustedes para que Me puedan sentir y reconocer como su Maestro, como Aquel a Quien le fueron lavados los Pies con las lágrimas de las santas mujeres, como Aquel que fue ungido por el aceite santo de las santas mujeres.

Mi sostén estaba en ellas y el sostén de las santas mujeres estaba en Mí, y así se manifestaba la Fraternidad Blanca. Hoy, ustedes forman parte de esa misma Fraternidad, porque ya nos conocemos y nos sabemos. Por eso, no se detengan en lo que es material y concreto ni tampoco en lo que es mental.

Dejen y permitan que sus corazones crezcan en el amor, en la bondad y en la misericordia. Que sus vidas sean Mi gesto de Amor para el mundo, a pesar de las ofensas, a pesar de los agravios y a pesar de las indiferencias que puedan vivir.

Hagan todo en nombre de Mi Amor, para que el Amor reine en el mundo y en la humanidad; para que el Amor retorne a los corazones que lo están perdiendo por el sufrimiento, el vacío, la angustia y la desesperación.

Que sus vidas sean Mi ejemplo en el mundo, el ejemplo de la Presencia incansable del Señor, que no se detiene, que no descansa; porque el Pastor trabaja por Sus rebaños para que todos alcancen la meta espiritual que está escrita en la esencia profunda de cada ser.

Deseo que este año que comienza sea un año de mayor concordia, esperanza y paz. Que se puedan reconocer, los unos a los otros, como hermanos de un mismo camino y de un mismo Padre que está en los Cielos; porque Yo Soy el Señor de Israel y vengo a recordarle el Llamado de Dios al mundo entero.

Detengan el caos, detengan los conflictos, disuelvan las discordias.

Ámense, así como Yo los amo.

Vivan, así como Yo vivo, y la Verdad los liberará para siempre.

Sobre estos océanos y, más aún, en sus corazones, el Señor hoy encuentra reposo. Porque Yo quiero estar en ustedes, así como espero que ustedes quieran estar en Mí, en comunión con la vida infinita, en unión con todo el universo.

En esta Maratón, recemos, compañeros, para que sea un año de más esperanza, paz y justicia, para que el amor sustituya a la venganza, para que la paz sustituya al odio, para que el bien sustituya al mal, para que la unidad sustituya a la indiferencia, para que el perdón sustituya al error.

Oremos para que se alcance la paz en el mundo y el fin de la guerra, de todas las guerras en sus diferentes manifestaciones y formas; a fin de que las almas alcancen el alivio, la cura y la redención.

Yo los reúno en el nombre de la Gracia.

Yo les agradezco por estar aquí Conmigo, en la simplicidad y en la humildad del espíritu; porque allí está Dios, en la simplicidad y en la humildad del espíritu.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 120.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Primer Mensaje

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me alegra el sagrado reencuentro con Mi familia espiritual de Aurora.

A pesar de las situaciones críticas del planeta, a pesar de los tiempos de tribulación; hoy, Mi Presencia está aquí para bendecirlos, una vez más, a través de Mi Luz y de Mi Paz.

¡Cuántas tempestades internas atravesaron en estos últimos tres años! Y, ¡cuántas tribulaciones enfrenta hoy la humanidad!

Y hoy, en el nombre de Mi Amor están aquí, así como son, así como Yo los puedo contemplar y conocer, más allá de toda imperfección, más allá de todo gran desierto espiritual o interno.

Hoy, están aquí en el nombre de Mi Amor, y así Yo los congrego en torno a Mi Divino Espíritu, al Divino Espíritu Consolador de Dios, que en este tiempo final intenta inundar a las almas con Su Amor; pero las almas no escuchan el Llamado de Dios, las almas escuchan el sonido de las guerras y de las bombas, de las catástrofes de la naturaleza.

Este es el tiempo que estaba previsto que la humanidad viviera, un tiempo muy desconocido para todos, pero un tiempo lleno de oportunidades y de Gracias para los corazones que se abran a la transformación interior para alcanzar la redención.

Hoy, estoy sobre un suelo sagrado, el suelo que ha sido testigo del descenso de la Madre de Dios, que trajo Su Mensaje de Cura al mundo entero. Y hoy, Yo también Soy testigo de esto, de todo el Legado que les ha impartido la Jerarquía a través de los tiempos, un Legado al que le ha llegado el tiempo de vivir su síntesis.

Por eso ustedes, compañeros, también son llamados a vivir esa síntesis espiritual, en la que deben meditar, por un momento, sobre todo lo que ha hecho la Jerarquía en estos últimos años, preparándolos para este tiempo de tribulación y para ayudar a atravesar la tribulación a muchos de sus hermanos.

Si les trajera otra promesa no sería real, Yo les traigo la verdad de estos tiempos que a muchos de Mis compañeros les cuesta atravesar. Pero no se olviden de que Yo les otorgué el don de la fe para que puedan seguir siendo Mis testigos del Amor, de esa Verdad Crística que puede emerger de cada corazón y de cada espíritu. Esto los ayudará a vivir este ciclo de definición, porque cada ciclo les traerá una nueva definición y un nuevo paso.

Y ahora, después de todo lo aprendido y de todo lo vivido a través de Nuestros Sagrados Corazones, ha llegado el tiempo, compañeros, de que finalmente cada uno viva la misión que vino a cumplir a la Tierra; que ya no solo sea una promesa, sino una realidad, la realidad de vivir la Voluntad de Dios, así como está escrita para cada esencia del planeta.

A pesar de estos tiempos dolorosos que atraviesa la humanidad, este es el momento de que se aferren a Mí, que puedan ser instrumentos de Mi Misericordia para que Mi Divina e Insondable Misericordia, tan necesaria en todas partes del mundo, pueda brotar como una inagotable Fuente para todos los corazones sedientos y necesitados, para todas las naciones del mundo que atraviesan su propia tribulación, para los pueblos, culturas y religiones que también atraviesan su tribulación.

Este es Mi Mensaje de madurez que Yo le entrego al mundo. Ya les dije, una vez y no hace tanto tiempo, que están en el mismo momento en el cual estuvieron los santos apóstoles, tiempo después de Mi Ascensión a los Cielos. Este es el momento que cada uno de ustedes estará enfrentando, de hacer lo que Yo necesito que hagan, de vivir lo que Yo necesito que vivan, de manifestar lo que Yo necesito que manifiesten y concreten en este plano material.

Porque Mis Palabras, que son las Palabras de Dios, no pueden quedar guardadas en la memoria. Mis Palabras deben ser vida en ustedes, para que sus vidas sean en Mí y Yo sea en ustedes, aun a pesar del tiempo de la gran purificación planetaria, en el que, por sus propios ojos, ustedes ven la realidad de la humanidad, realidades muy dolorosas y traumáticas, en las que cientos de almas corren peligro espiritual y material.

Por eso, ahora más que nunca, sus corazones deben unirse a la Red Suplicante. Sus vidas deben ser propiamente una oración, en sus actos, en sus pensamientos y en sus sentimientos, y en lo más profundo de la esencia de cada ser.

Esto equilibrará la balanza de la Justicia del planeta ante tantos desequilibrios, maldades y ultrajes en el mundo, en el que aún la sangre de los más inocentes y puros sigue siendo derramada y esto tiene un gran peso ante la Ley.

Por eso, Yo les digo, una vez más, que su vida debe ser una oración, una conquista incansable en el día a día, intentándolo en cada momento y en cada paso. Así, la Ley de Mi Gracia estará más presente en el mundo y Mi Insondable e Infinita Misericordia actuará e intercederá ante los graves errores del mundo y de la humanidad.

Unirse a la Red Suplicante es la premisa de los apóstoles de los últimos tiempos.

Unirse a la Red de Adoración de Mi Cuerpo Eucarístico es la prioridad de los apóstoles de los últimos tiempos.

Porque las malas energías que circulan en el planeta y que hacen sucumbir a naciones y pueblos enteros, que desestabilizan a los elementos de la naturaleza, todas esas interferencias deben ser expulsadas para que el equilibrio reine en la humanidad y, sobre todo, en la consciencia del planeta.

Yo vengo a hablarles de todo esto por última vez, porque las enseñanzas ya fueron transmitidas y compartidas, y ahora es el tiempo de que Mis apóstoles sean mediadores entre la humanidad y Dios, así como Mi Corazón Misericordioso es mediador entre sus almas y Dios. Mientras esto no suceda, las almas inocentes seguirán sufriendo, las guerras seguirán aconteciendo y el desequilibrio será más grande.

Pero, aunque en el final de los tiempos vean cosas que nunca imaginaron y que nunca pensaron, no se amedrenten, no se perturben, porque ya está escrita la hora del Retorno del Rey. Esto se cumplirá y Yo ya les dije que no está muy lejos.

Y, a través de estos últimos encuentros Conmigo, Yo los preparo para que, en el gran momento del planeta, en la hora más definitiva y culminante de la humanidad, ustedes recuerden todo lo que Yo les dije a través de los tiempos y de los años.

Por Amor, quiero decirles que Mi Divinidad, Mi Alma y Mi Espíritu siempre los bendecirán, pero no forzarán su propia transformación, la necesidad del cambio que Yo preciso en sus vidas. Porque si hoy están aquí escuchándome no es una casualidad; eso no existe para Dios, lo que sí existe es una causa que, a pesar de ser desconocida para ustedes, esa causa tiene un Propósito Mayor, un Propósito Superior e Infinito.

Aurora, a través de los tiempos, se ha ofrecido en nombre del planeta y de la humanidad para ser la Gran Consciencia Espiritual e Interior que impulsa la revelación en los últimos tiempos, que impulsa la definición de los corazones, que impulsa la revelación de las profecías y de las últimas Palabras de las Jerarquías.

Por eso, Aurora ha llegado muy lejos y, en esta última fase del final de los tiempos, completará esta última etapa de su tarea universal y planetaria. Las Jerarquías se preparan para esto.

Yo deseo que siempre vivan en el bien y en la paz, en la confianza absoluta de Mi Corazón, sabiendo que es un tiempo de grandes esfuerzos no solo materiales, sino también espirituales; sabiendo que es un tiempo de que cada uno de ustedes se enfrente a su propia realidad, que no le tema ni retroceda, sino que la atraviese con valentía y con coraje, con un toque de Esperanza Divina para que la agonía no se establezca, sino que el gran impulso superior de la transformación pueda suceder en la mayor cantidad de almas posibles, rumbo al encuentro de la redención para vivir el encuentro de la cura interior, de la liberación de las amarras y de las cadenas de la opresión, aceptando profundamente Mi Misericordia.

Esto es lo que Yo les puedo entregar, Mi Misericordia, todas las veces que la necesiten y que la invoquen; porque la promesa de Mi Misericordia es salvar al mundo y liberar a la humanidad de su propio cautiverio.

Por eso, Mi deseo ardiente es que, en esta Maratón de la Divina Misericordia, sus corazones se conviertan en corazones suplicantes que se unan a la Red de los Espejos del Universo, para que las grandes Jerarquías Espirituales puedan volver a interceder por esta grave situación planetaria, para que la Luz y el Amor de Cristo triunfen, y las almas ya no sufran, porque hacen sufrir a Mi Corazón.

Como les ha dicho Mi Madre, la última vez, la puerta de la cristificación está abierta para quien quiera atravesarla, sin saber qué será esa cristificación.

Y que, a través de esta Maratón de la Misericordia, las armas puedan ser calladas para que se establezca la paz, especialmente donde ya no existe, especialmente donde ya no se siente y donde ya no se vive; porque quien está en paz y vive en paz, está en el Reino de los Cielos, aun estando en la Tierra.

Ahora, Me recojo en los corazones que abren las puertas de sus almas para que Yo pueda entrar, vivir y gobernar por medio de la santa celebración de la Eucaristía que hoy celebrarán, en Mi Nombre y por Mi Nombre, por la paz de los que ya no la tienen y en nombre de la Luz en los lugares en donde ya no existe, sobre todo la Luz que se ha disipado de muchos corazones.

Celebraremos para que la Divina Esperanza descienda y para que esta Maratón sea una Maratón de súplica y de gloria, en la que todos los ángeles de la guarda puedan interceder y obrar para unir a las consciencias, para reconciliar a los corazones, para proteger a todas las familias bajo el Manto del Padre Celestial.
 

Aurora,
que Tu Luz reine a pesar de las tinieblas.

Aurora,
que Tu Sagrada Espada corte los vínculos con el mal,
para que las almas del mundo
sean liberadas del cautiverio espiritual.

Aurora,
que Tu Luz renazca en los corazones sedientos.

Aurora,
que Tu Cura se cumpla en aquellos que aspiran a encontrarla.

Aurora,
abre las puertas de la consciencia,
para que todos alcancen el alivio y la paz.

¡Salve, Aurora del Señor!

Amén.


Les agradezco por este amoroso y simple recibimiento. Y les agradezco a todos los servidores que viven aquí y que sostienen, día a día, este Centro de Amor a través del esfuerzo de sus corazones, a través de la donación de sus vidas, a través de la entrega de sus manos para construir un Plan Divino y Mayor que muchos aún no comprenden.

Por eso, bendigo la valentía y el coraje de los consecuentes de Aurora.

Y no se olviden de que, a pesar de todo, Yo siempre estoy allí, en el silencio de las estrellas, en el nacer del sol, en el corazón orante y adorador. Allí, Yo estoy, porque Soy el que Soy.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Coloquen sus manos en señal de recepción para recibir la bendición y la Luz de Cristo, Nuestro Señor, y así entrar en comunión con Su Divina Consciencia.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Una vez más, los invito a todos ustedes a preparar en sus hogares la llegada de Cristo a cada corazón humano en esta próxima Natividad.

Yo los invito, de forma especial, a que preparen sus pesebres para que, como la Sagrada Familia de Nazaret, esperen la llegada del Niño Dios.

Este gesto amoroso de Mis hijos, de dedicar un espacio para preparar el pesebre, permitirá que internamente se vayan abriendo las puertas celestiales sobre el planeta para que toda la humanidad pueda ser ayudada.

Por eso, en nombre de la Natividad del Señor y por amor a todas las familias, Yo deseo que en la preparación del pesebre en cada hogar pueda comenzar a brillar la Luz de la Sagrada Estrella de Belén.

Esta unión con el símbolo espiritual del Santo Pesebre ayudará a millones de familias en el mundo; familias que, como células del Proyecto de Dios, atraviesan en estos tiempos innumerables situaciones y aprendizajes dolorosos que necesitan del bálsamo de la paz y del alivio de Dios.

En la preparación de los diferentes pesebres, en los hogares del mundo, se les concederá a los miembros de cada familia, por un momento, que tengan la Gracia espiritual de estar ante uno de los hechos de Amor y de Misericordia más importante de la historia de la humanidad.

Quisiera, como Madre, que esta próxima Natividad del Señor sea celebrada en reconciliación y perdón por todas las familias que atraviesan el horror de la guerra en sus pueblos y naciones, como también la guerra en las propias familias, a fin de que el Santo Espíritu de la Paz, de aquella Paz que colmó la Gruta de Belén, pueda estar presente en estos tiempos en todas las familias.

Recuerden, hijos Míos, que las familias son el futuro de la Nueva Humanidad. Por eso, debemos rezar por las familias para que cada familia alcance la expresión del deseo ardiente de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL VALLE DEL RÍO LOIRA, REGIÓN CENTRAL DE FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como una Madre refugiada, vengo en busca de consuelo, el consuelo que Me pueden dar Mis hijos, por los que oro incansable e inmediatamente para que todos estén protegidos bajo Mi Manto, para que todos sientan la caricia de la Madre de Dios a través de Sus serviciales y humildes Manos que coloco sobre sus rostros para animarlos a seguir adelante.

Hoy de manera extraordinaria, estoy aquí en esta sagrada iglesia. Estoy aquí para dar testimonio de la Presencia de Cristo en el Sagrario, así como en todos los Sagrarios de la Tierra, en los que Mi Amado Hijo es reconocido y adorado.

Hoy, vengo en busca de ese consuelo espiritual de Mis hijos porque lo necesito.

Hoy, vengo a pedirles esto de manera especial, porque sé que a través de Mis hijos y de la oración de todos los consecuentes, de todos los que responden a Mi llamado maternal, Yo podré, queridos hijos, aliviar y ayudar a las almas que en este momento están desprotegidas, mucho más desprotegidas de lo que ustedes pueden imaginar.

Esa desprotección, de Mis más inocentes hijos, provoca un dolor indescriptible en Mi Corazón Inmaculado; porque hoy, una vez más, el Corazón de la Madre es traspasado por una lanza, la lanza de la crueldad humana, la crueldad que hoy practican algunos de Mis hijos en el mundo, provocando desgracia, sufrimiento y muchísima desesperación en todas las madres que pierden a sus hijos, especialmente las madres que sufren y padecen la guerra.

La razón de también hoy estar aquí, queridos hijos, es que Me acompañen en peregrinación a Lourdes, porque es imperiosamente necesario que la humanidad alcance la cura espiritual.

Que la fuente de cura espiritual, que proporciona Lourdes para las almas, pueda llegar a todos los mundos internos posibles, especialmente a los que en este momento padecen la guerra y la persecución mortal.

Hoy, Mi Tierra Santa, la Sagrada Tierra de todos, está dividida y disociada; la tierra que Mi Hijo pisó con Sus Pies, por donde caminó y peregrinó al encuentro de los más necesitados y desprotegidos de aquel tiempo, para anunciar Su Evangelio de salvación a los corazones caídos.

Hoy, Mi Tierra Santa está siendo invadida y perseguida, porque es la tierra de todas las religiones y de todos los credos, de todos los que buscan en la esencia el Amor de Dios.

Hoy, esta tierra una vez más está siendo ensangrentada y, así como fue en la flagelación de Jesús, la Madre de Jesús recoge a través de Su Manto la sangre inocente que es derramada para que sea depositada en los cálices de todos los mártires del Cielo.

Queridos hijos, los invito a Lourdes no por una peregrinación más. Hoy, los invito a Lourdes para que Me acompañen en esta tarea espiritual que es de emergencia para Mí, y sé que en algún grado no podrán comprenderlo, pero sigan Mis pasos de Madre, los pasos de la Madre Consoladora y Corredentora; porque necesito que, a través de la Fuente Espiritual de Lourdes, no solo la faz de la Tierra se pueda purificar de tanto mal impartido, sino también que las almas de los inocentes y mártires que están apresados en los planos inferiores, después de haber vivido el terrorismo y la persecución, sean elevadas en gloria a los Cielos. Y esto es tarea de la Madre Mediadora e Intercesora de los corazones.

Por eso, vengo aquí de forma extraordinaria a anunciarles este pedido espiritual del Corazón Inmaculado de María, a fin de que esta guerra no alcance dimensiones que después no puedan controlar.

Mientras tanto, queridos hijos, Mi Manto sigue manchado con la sangre de los inocentes y se lo llevaré a Dios como una oferta por la reconciliación de los que están perdidos y caídos, por la redención de los que están condenados al fuego del infierno, después de haber cometido esta grave y delicada acción. Porque lo que queda en el plano etérico del planeta es una energía del mal muy difícil de transmutar; así, los pueblos y las naciones son intoxicados por esa vibración.

Por eso es importante vivir en este tiempo la oración del corazón y pedir por todos los pecadores y condenados en el mundo para que tengan la Gracia de la oportunidad de ser perdonados por Cristo, Mi Hijo; porque su Divina Madre quiere el bien para todos Sus hijos, sin excepción y sin condiciones; quiere ese bien para que todos estén en paz, en la felicidad de poder vivir en el Reino de los Cielos, aunque estén en la Tierra.

Porque, a pesar de que hoy Mi Corazón está siendo traspasado por la lanza de la crueldad humana de este tiempo, su Divina Madre les trae el Reino de los Cielos, en este lugar y tan solo por un momento, para que puedan comulgar del Propósito Divino y, a través de ese Propósito, puedan vivir la Voluntad de Dios que está escrita para cada uno de Mis hijos desde el principio.

En esta especial Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, su Madre Celeste recoge la oración de todos Sus hijos, como la última chance de salvación de la humanidad, para que la Ley de la Justicia no descienda porque es una Ley que es desconocida absolutamente por todos.

Deseo ardientemente, a pesar del dolor de Mi Corazón, que todos Mis amados hijos tengan la Gracia de seguir conociendo la Misericordia Divina, para que esa Divina Misericordia los pueda liberar completamente. Ese es Mi anhelo, queridos hijos.

Los ángeles del Cielo, en este momento, aún siguen recogiendo, a través de los cálices, la sangre de los mártires y de los inocentes; porque alguien, en este universo, tiene que justificar esta terrible crueldad humana.

Y ante el Santísimo Sacramento, ante el Cuerpo Eucarístico de Jesús, que hoy contemplamos y adoramos juntos de forma especial, vengo a pedirle de rodillas al Padre Eterno que tenga Piedad y Misericordia no solo por los que han muerto injustamente en el mundo, no solo porque aún se sigue viviendo la ley de la condena y la muerte, sino también vengo a pedir por los que están condenados y viven en el mal, porque en lo profundo son corazones que se apartaron del Amor de Dios y viven, en este momento, la ley de la venganza y de la impunidad.

Queridos hijos, estas situaciones y estas vibraciones son las más difíciles de transmutar para la Jerarquía. Por eso, el espíritu sagrado de la oración siempre aliviará estas penas terribles y abrirá una pequeñísima puerta de Luz en el gran abismo de la oscuridad planetaria.

No puede haber paz en el mundo mientras haya mártires en el mundo. No puede haber bien en el mundo mientras haya impunidad en el mundo. Pero sigan trabajando fielmente en la oración del corazón, porque este es el tiempo, queridos hijos, después de todos estos años de haber vivido en Mi escuela de la oración, que practiquen este ejercicio con consciencia y no solo como disciplina o compromiso.

Es necesario que la oración del corazón arda en ustedes para que la Palabra de Dios pueda resonar en ustedes, una y otra vez, todas las veces que sea necesario. Así, se transformarán y se convertirán en verdaderos apóstoles que permiten que la Energía Divina los transfigure completamente, más allá de que aún vivan la condición humana.

Tengan fe en la sagrada ciencia de los Sacramentos que Mi Hijo les entregó. Tengan fe en el poder incalculable del Santísimo Sacramento del Altar, porque cada vez que se coloquen delante del Santísimo Cuerpo Eucarístico de Cristo sus corazones se liberarán y ayudarán a liberar al mundo de estas ideologías y formas terribles de vida; porque recuerden, queridos hijos, que el Proyecto Humano necesita ser reconstruido y reparado.

La Señora de Israel, hoy, los invita a caminar descalzos, despojados de sus intenciones y de sus preferencias, vacíos de corazón, para que los pueda llenar el Todo, el Supremo. Esta será la actitud fundamental, será la actitud esencial que los ayudará a atravesar estos tiempos dolorosos. Y así, podrán siempre invocar la Sagrada Luz de la Esperanza y del Amor de Dios, para que las almas más necesitadas puedan ser tocadas por esa Luz de la Esperanza y del Amor de Dios.

Iré a Lourdes a lavar Mis Vestimentas para que la sangre de los más inocentes y mártires sea purificada por el agua de Massabielle, para que la cura divina y espiritual, que Yo dejé guardada en Lourdes, brote como una fuente inagotable, como una fuente espiritual sobre las situaciones del mundo que hoy no tienen solución; porque el poder del Amor todo lo puede convertir y todo lo puede transformar cuando tan solo tienen fe en el Amor de Cristo.

Hoy, les hablo de Medio Oriente porque es una situación grave para Dios, porque Él allí colocó Su Palabra y Su Mensaje. Dios, a través de Su Corazón, reflejó allí Su Llamado a todas las almas del mundo y esto no puede ser en vano, queridos hijos; esto tiene una responsabilidad incalculable ante la Ley.

Pero, quiero decirles que su Madre Celeste también contempla los graves errores que suceden en África y la esclavitud opresora que viven algunas naciones de América Latina. No se olviden de que Mi Mirada está en todo y en todos, y que la Madre de Dios no tiene preferencias, sino Amor.

Que, en este tiempo de oscuridad planetaria, vuelva a arder en ustedes el poder de la oración y de la adoración, para que las Leyes Superiores estabilicen los desastres del planeta, para que el amor no desaparezca completamente de la humanidad.

Si esto llegara a suceder, Mi Corazón sería rasgado por completo y el grito de la Madre de Dios será escuchado en todo el universo, así como Dios escuchó el llanto de María en el Monte Calvario cuando Su Único y Amado Hijo fue clavado en la Cruz.

Que la Divina Sangre de Jesús purifique este tiempo y este momento.

Que los Rayos de la Misericordia prevalezcan sobre el mal.

Que los Rayos de la Gracia trasciendan la impunidad, porque ningún ser humano en esta superficie puede vivir sin Amor, porque el Amor de Dios es la vida. El Amor de Dios es el impulso espiritual que los motiva a seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación, a pesar de las consecuencias.

Por eso, les pido que no se olviden de que el Amor de Dios está en juego en este mundo, y es la propia humanidad que lo está retirando de sí misma. No se olviden de que deben amarse los unos a los otros, como Mi Hijo los ama y como Yo los amo.

Por eso, que entre ustedes siempre viva el Amor. Sean un testimonio del Amor que hoy les traigo, y recuerden a los inocentes y mártires, a los que en este tiempo les fue arrebatado el amor y la vida. Por eso, amen más de lo que creen amar, más de lo que creen saber, más de lo que creen conocer.

El Amor es infinito, la Gracia es invencible, y eso es lo que quiero decirle al mundo.

Reforcemos la oración por Medio Oriente. Estoy atenta, una vez más, a la voz de las súplicas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Oremos por la paz.


Oración: “Madre Universal” (en español, en portugués y en inglés).


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA FRONTERA ENTRE RUSIA Y FINLANDIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ríos de sangre inundan la superficie de la Tierra; así como este océano, frente a sus ojos, inunda la vida.

¿Quién se hará cargo del precio de la inocencia que fue destruida?

¿Quién se hará cargo, hijos Míos, después de que la Preciosa Sangre de Mi Hijo fue derramada, gota a gota, para poder redimir y salvar al mundo?

Hoy, Yo vengo hasta Rusia, también como la Madre de esta nación, que tiene otro Propósito Espiritual y no el que está manifestando en estos tiempos.

Si todas las naciones del mundo hubieran cumplido su Propósito Espiritual desde el principio, les aseguro, hijos Míos, que no existiría la guerra, el hambre, el exilio ni la impunidad.

Pero este Proyecto de Dios, en la superficie de la Tierra, se desvió del camino que estaba previsto. Por eso, Dios Padre nos envía al mundo como Sus Mensajeros a despertar la consciencia de la humanidad.

¿Cuánto más deberá suceder en esta superficie, hijos Míos, para que algo cambie en el ser humano?

Aunque la mayoría no tiene la responsabilidad de las decisiones equivocadas que toman muy pocos y que repercuten en millones de almas en el mundo, Yo les pido, Mis amados hijos, que su escuela profunda de oración, en estos tiempos críticos y desafiantes, se profundice aún más, para que esta escuela de oración, que es una invocación permanente al Reino de los Cielos, pueda tocar el Corazón de Dios, un Corazón ofendido y lastimado por Sus Hijos.

Pero Yo vengo a ofrecerle al mundo el Relicario de Mi Corazón Inmaculado para que las almas ingresen a Dios a través de Mi Corazón, y las situaciones difíciles y complejas que se viven en estos tiempos puedan ser reparadas por la oferta de las almas buenas, de las almas que buscan a Dios incesantemente, de las almas que viven el don del Temor de Dios, no como una justicia, sino como la imperiosa necesidad de estar en Él y por Él, sirviendo en esta superficie de la Tierra.

Aún las armas siguen siendo activadas. Aún los hombres viven en la guerra, y las almas que, en esta superficie, están bajo esas difíciles condiciones de vida, se atemorizan y se aterrorizan por lo que escuchan y por lo que ven, día a día; desde Mis hijos más pequeños que son los más inocentes y puros, hasta Mis hijos más adultos y ancianos que están sometidos por la soberbia y por el poder de unos pocos.

Infelizmente, en este mundo existe una red infernal que condiciona a muchas poblaciones del planeta; pero esto no podrá seguir así, hijos Míos, porque los signos del parto planetario siguen aumentando. La Tierra seguirá temblando, los volcanes seguirán erupcionando, la naturaleza mostrará su furia y su poder por no haber sido cuidada y respetada.

¿Ustedes se imaginan, hijos Míos, tan solo por un momento, cuántos estarán bajo esta condición?

Solo nos resta orar de corazón y de verdad, sin permitir que ni un solo día deje de ser permeado por la luz de la oración.

Como Madre de la oración perpetua, que reza por todos Sus hijos del mundo; como Madre de la Misericordia, ante tantas injusticias y errores; como Reina de la Paz, ante tantos conflictos y guerras que son cometidos; Yo vengo a pedirles, hijos Míos, una vez más, que atiendan al apelo de Mi Corazón, porque les aseguro, queridos hijos, que muy pocos están preparados para el final de los tiempos; tan pocos están preparados como el número de ángeles que hoy Me acompañan.

¿Comprenden la urgencia de estos tiempos?

No vengo a darles temor ni miedo, porque eso no es de Dios. Hoy, vengo a rogar, de rodillas, para que Rusia se convierta a Mi Corazón Inmaculado, para que no se cumpla el Tercer Secreto de Fátima, para que la maldad y la impunidad no se siga expandiendo en el mundo.

Mi Corazón Espinado es presionado por las espinas del dolor de Mis hijos y Mi Corazón derrama la Sangre en este día, así como Mi Hijo derramó Su Sangre en la Cruz.
Que esta Sangre, que derrama el Corazón Inmaculado de María, sea reparada por la oración sincera de Sus hijos, los que ya saben que orar no es una obligación, los que ya saben que orar es una necesidad y una emergencia, porque bajo la luz de la oración estarán protegidos y amparados por Mi Manto de Luz inmaterial y universal.

Mis Manos hoy no dan abasto para ayudar a todos los que necesitan. Las huestes de Luz, sagrados ángeles del Padre Eterno, tampoco dan abasto para atender tantas emergencias y necesidades que no son solo físicas, sino también son espirituales, porque las necesidades espirituales son las más urgentes.

¿Quién se decidirá a dar el paso para asumir, junto con la Madre de los Dolores, esta cruz planetaria?

¿Quién ya no se distanciará más de la cruz y será el nuevo cireneo que, a través del silencio, de la persistencia y de la fe, cargará junto con Mi Hijo todos los pecados del mundo, con la ardiente aspiración de ayudar al Señor?

¿Quién se decidirá, de una vez y para siempre, a ser un espejo de la oración en la Tierra, a entender que ya no es el tiempo del egoísmo y del individualismo, a entender que ya es el tiempo y ya es la hora del “nosotros”, en los que vibra toda la Hermandad Celestial?

Con pesar, los errores seguirán siendo cometidos en el mundo, y esto será así hasta que Mi Hijo retorne. Él lo sabe. Él lo observa en Su más absoluto silencio; pero Su Amor no juzga, Su Mente no cuestiona, Su Gobierno Espiritual no presiona, Su Luz irradia, Su Compasión se establece más allá de las fronteras de este plano material.

Pero no pierdan la fe, afirmen en ustedes la Divina Esperanza. El mundo necesitará, cada día más, que existan buenos instrumentos de Dios, para que Su Amor se deposite y Su Luz se derrame en todos los tabernáculos de la Tierra, que son las almas sinceras que se ofrecen para entrar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en la ciencia sagrada de los Sacramentos y de la sublime adoración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.

Que todos los Santísimos se abran, en estos tiempos, para que la Luz de Cristo se multiplique en el mundo, para que el equilibrio se establezca, para que la paz colme los espacios y las consciencias.

Como Madre de Rusia, les pido que oren por la religión de este país, tristemente condicionada, vacía de espíritu por sus compromisos que no son con Dios. Muchas, pero muchas almas dependen de esto.

Ahora, ¿entienden Mi aflicción? Ahora, ¿sienten Mi Corazón?

Les agradeceré por atender a Mis pedidos espirituales, porque no tienen que hacer nada diferente de lo que ya hacen. Solo deben ser más conscientes de la realidad y del tiempo de emergencia, para que las naciones no se sigan comprometiendo con el mal y para que millones de personas no estén bajo esta condición.

Yo vengo a pedirles, una vez más, que oren por la consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado.

Hoy, vengo aquí a dar este Mensaje especial porque Dios Me lo ha permitido. Haré todo lo que sea posible y un poco más por Mis hijos, a fin de que no pierdan la paz y la unidad con el Padre Eterno.

Ahora, su Madre Celeste se recogerá en el silencio y, así, invita a Sus hijos a recogerse en el sagrado silencio, para que Mis Palabras no pasen desapercibidas ni las almas las olviden de un momento para otro, porque es Dios que Me envía a dar este Mensaje, es la Voz de Dios que resuena a través de Mis Palabras y de Mis Labios, para que Su Amor haga eco en el mundo.

Les agradezco por estar hoy aquí Conmigo, en este lugar, rezando de rodillas junto con la Madre de Dios.

Que el Amor y la Luz de Mi Hijo los bendiga a todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Las huellas de la Señora de Finlandia, como huellas de Luz, comienzan a marcar los caminos internos, para que Mis hijos misioneros sean orientados en esta próxima Peregrinación por la Paz. Lo mismo sucederá milagrosamente en Polonia, Suiza y Francia, este último país muy necesitado de amor y de redención.

Queridos hijos, hoy la Señora de Finlandia se presenta con esta Faz por primera vez a ustedes, para que internamente sigan a la Madre de Finlandia en esta importante tarea que, espiritualmente, intentará aplacar la injusticia y la falta de paz entre naciones hermanas, hoy divididas por el conflicto, por el odio y por la guerra.

La Señora de Finlandia se colocará ante todo el mal generado para que, a través de un sublime soplo, sea disipado de las ideas de conquista y de poder sobre millones de almas inocentes. Y ustedes, con valentía y fe, Me acompañarán junto con el Ángel de Finlandia, Hellem-El, para que junto con el Ángel de Portugal intervengan por orden de la Santísima Madre.

Pero todo esto no será a través de enfrentamientos o de batallas espirituales, sino que en el nombre de la Preciosísima Sangre de Cristo se restablecerá la pequeña semilla de la gratitud que los países en conflicto perdieron al desviarse de lo que era esencial e inmediato.

Por eso, a través de la insondable presencia de los ángeles de algunas naciones, su Madre Celeste, como Señora de Finlandia, volverá a hacer emerger los valores originales que formaron parte de los países nórdicos y más allá de ellos.

Yo los invito a tener un corazón abierto y vacío en esta peregrinación; porque no solo ustedes, sino también la Jerarquía, tomarán contacto con un legado que aún no fue revelado al mundo.

Por ese motivo, la Señora de Finlandia se presenta como la primera Celadora de los valores que hicieron de los pueblos más antiguos, del norte del planeta, representantes del Linaje de los Guerreros.

Oremos conscientemente para que cada paso de esta peregrinación sea benéfico, no solo para Finlandia, sino también para el mundo entero.

Les agradezco a todos los que, una vez más, confiaron en Nuestros pedidos e hicieron posible esta extendida y necesaria peregrinación.

Los amo y los acompaño,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Finlandia

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Que la Paz de Jesús sea en sus corazones y almas.

En este día, una vez más, vengo con el apelo de una querida Madre; para que, a través de las próximas 1 000 Ave Marías, el mundo entero sea colmado por la Luz y por el Amor de Dios.

Quisiera que cada cuenta del Ave María, que será ofrecida, incluya a todas las situaciones urgentes; para que, a través del ejercicio espiritual de las 1 000 Ave Marías, su Madre Celeste envíe al mundo a Sus ángeles y así los nudos de la maldad planetaria sean desatados por las propias Manos de la Madre de Dios.

Que, a través del incesante espíritu de la oración fervorosa y cariñosa de Mis hijos, estas próximas 1 000 Ave Marías representen el cese del fuego que es provocado por la guerra, pero también por la destrucción de los ultrajados Reinos de la Naturaleza.

Queridos hijos, en espíritu de vigilia y adoración al Dios Creador, quisiera que continúen orando el Santo Rosario por el fin de la insensata guerra en Europa del Este, como en otros lugares del mundo.

En el día de las 1 000 Ave Marías, estaré atenta a la voz de la súplica de Mis hijos; porque, solo a través del poder creador de la oración, el mundo podrá enmendar sus graves errores de impunidad, de odio y de martirio.

Queridos hijos, quiero que sepan que su Divina Madre estará sosteniendo la soga de los nudos de la consciencia planetaria y que, como la Señora Desatadora de Nudos, Yo estaré desatando los nudos a través de la voz orante de Mis hijos, para que las Gracias que colman Mi Corazón Inmaculado se derramen sobre el mundo y sobre Mis amados hijos.

¡Les agradezco por responder, una vez más, a Mi maternal llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora Desatadora de Nudos
 

Vigilias de Oración
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para poder llegar hasta aquí, tuve que recorrer los umbrales más oscuros del planeta, y sé que ustedes, hijos Míos, no saben lo que esto significa; pero todo esto es posible a través de la oración de Mis hijos, a través de la esperanza de cada corazón que clama a Dios.

Esto, Me permite interceder y pedirle a Dios una oportunidad para Mis hijos; aunque esta Gracia, en este momento, no sea merecida.

Hoy, Mi silencio habla más que las palabras y es necesario en estos tiempos, hijos Míos, que se sumerjan en el Silencio de Dios para sentir lo que Él siente, para vivir lo que Él vive, para ver lo que Él ve con Sus propios Ojos.

Por eso, Él Me envía una vez más. Él Me envía como Su Mensajera, pero también como Su Portavoz, para recordarle al mundo que detenga las armas, que abandone las ideas propias de la guerra, de una conquista de las naciones del mundo que nunca sucederá.

¡Ay de aquellos que no le temen a Dios!

¡Ay de aquellos que desafían Sus Leyes y Su Voluntad!

Por eso, todos Mis hijos deberán seguir rezando fervorosamente, así como los ángeles rezan de forma perpetua con sus rostros en el suelo. Es la forma por la que Dios le concederá a la humanidad una oportunidad.

Las armas desafían la Ley. Los hombres no conocen la Creación ni tampoco saben de dónde provienen, no pueden usurpar el misterio, porque aún el misterio no fue revelado. Cristo es el propio Misterio, que se revelará a todos a través de Su Retorno.

Así como los Libros, se abrirán los sellos; así, Cristo revelará Su verdadera Faz y no habrá quién la pueda ocultar; porque Él vendrá en el momento más culminante del planeta y ese momento ya está muy cerca, más cerca de lo que parece.

En estos dieciséis años que han estado Conmigo, momento tras momento, paso tras paso, hemos construido juntos una fortaleza espiritual que ni siquiera la Iglesia de Cristo en la Tierra la ha alcanzado.

Por eso, también deben rezar por aquellos que no consiguieron responderle a Mi Hijo; porque el camino de los Nuevos Cristos es un camino desconocido para todos, pero no es un camino imposible, es un camino de desafíos y de trascendencias. Es ese Camino de Cristo, Nuestro Señor, que los convertirá en Sus apóstoles de verdad, sin ilusiones y sin expectativas propias.

Eso es lo que Mi Hijo necesita en este momento para terminar de concretar Su Retorno. Así como Él los llamó a ustedes, Él llamó a toda la Iglesia extendida en la Tierra para que lo representara como la Luz del mundo, aquella Luz invencible que muchos buscarían en el fin de estos tiempos; porque en esencia es la Luz de la Jerarquía, es una Luz que nunca cambia, es una Luz que nunca desaparece, porque es parte de la Luz Eterna.

Es en lo más profundo de cada ser en donde Cristo comenzará a concretar Su Retorno, y así como los primeros apóstoles y seguidores y seguidoras del Señor deberán dar la vida por el mundo, si así lo aceptan.

El camino crístico no es un abismo entre ustedes y el Cielo. El camino crístico es un puente para todos los que quieran ser consecuentes con Él, y estar junto a Él donde Él lo necesite y cuando lo necesite. La decisión solo está dentro de ustedes, y en ningún otro lugar.

Dejen que el Amor de Mi Hijo los arrebate, que Él los convierta en lo que tanto espera en estos tiempos. Porque así, Sus nuevos apóstoles estarán en lugares del mundo que nunca habían pensado, estarán preparando a las multitudes y a los pueblos para Su llegada. Y esto no será con grandiosas obras, sino con ejemplos verdaderos y simples que moverán a los corazones al cambio.

Yo vengo como la Madre que prepara ese momento, porque Él Me lo ha pedido y Yo Soy Su Esclava, Soy la Esclava del Señor porque se ha hecho en Mí Su Palabra.

¿Los que son llamados a ser los últimos apóstoles de los últimos días, han decidido que la Palabra de Dios se haga en ustedes?

He visto con Mis propios Ojos, con los Ojos de la Madre de Dios, que en muchos se ha hecho la Palabra de Dios, a pesar de las tribulaciones y de las pruebas.

Por eso, a pesar de este mundo aterrador, a pesar de lo que vean a su alrededor, colóquense disponibles. Ya no se escondan de Dios, vayan al encuentro del Padre Eterno y les aseguro que serán felices, serán libres, así como Yo lo fui al escuchar el llamado del Arcángel Gabriel.

No se olviden, Mis hijos, de que Yo Soy una más con ustedes. Soy la Virgen Madre, la Rosa de la Paz, la Consoladora y Abogada de los que sufren y de los que claman.

No se desesperen, no se angustien. Ya no miren la oscuridad, miren hacia la Luz que Cristo les ha dejado adentro. Así, encontrarán la fuerza como Yo la encontré al ver a Mi Hijo clavado en la Cruz, entregando por todos lo más grande que tenía en Mi vida, así como muchos de ustedes, y muchos de sus hermanos del mundo que sirven a Cristo, han entregado sus familias y lo más preciado que tienen por responder al llamado desconocido de Cristo.

Pero los Ojos de Jesús, de Mi Amadísimo Hijo, están sobre sus seres queridos. Él mismo los cuida, Él mismo los protege con Su Manto; así como Él intenta todos los días, aunque sea Rey, proteger sus pasos, los pasos de los que dicen ser Sus apóstoles.

Solo les aconsejo algo, Mis amados hijos, que se rindan a los Pies de Jesús, así como Santa María Magdalena se rindió a Sus Pies y, con sus propias lágrimas, lavó los Pies del Señor, porque era un alma que le pedía rendición.

¿Qué habrá significado este gesto para Jesús?

¿Qué habrá significado para Mi Hijo que la Santísima y Humilde Esclava de Dios besara los Pies de Jesús en lo alto del Monte Calvario?

Pero Él, en Su mayor agonía y padecimiento, renunció por Mí y por cada uno de ustedes, cuando antes de morir Él Me dijo: “Madre, he aquí Tu hijo; hijo, he aquí tu Madre”. Y hoy, Yo como su Madre, la Madre de todos, estoy cumpliendo esa promesa.

¿Se han dado cuenta, Mis hijos, qué significa para Mí que ustedes y sus hermanos y hermanas del mundo caminen al lado de María y que su Virgen Madre camine al lado de Sus hijos, pacientemente, esperando el paso de cada uno de ustedes?

No hay nada más maravilloso en este mundo que el Reino de los Cielos, en donde los ángeles, elementales y devas, las grandes potencias creadoras del universo, se reúnen para adorar y alabar el Nombre de Dios.

Y, aunque Mi Corazón está lastimado por lo que ve de este mundo enloquecido, cuando Yo puedo descender del Cielo, como en este día, Mi Corazón se conforta, Mi vida se anima por todos los que Me aman, porque el amor no se queda Conmigo, el amor va directo al Corazón de Dios.

Y Él, así, abriendo Sus Brazos y extendiendo Sus Manos sobre el mundo, derrama Sus amorosos Rayos de Piedad y Misericordia, renovando a través de los últimos Cristos a toda la faz de la Tierra, especialmente, a través de aquellos que anónimamente sirven a Dios.

Ahora le hablaré a cada uno.

Hijo Mío, hija Mía, ¿por qué sufres? ¿No estoy Yo aquí? Y, a través de Mí, ¿crees que vives en Dios, así como Mi Hijo vive a través de Sus hijos, de todos Sus compañeros?

Decídete, libérate de tu propio peso y confía, porque hay algo maravilloso para ti, que Dios escribió en el universo con Su propia Mano.

Entrega todo lo que tienes, entrega todo lo que eres, y te aseguro que no te arrepentirás. Porque, a pesar de los desiertos o de la angustia, Mi Hijo todo lo renueva; así como Su Sangre y Su Agua, que brotaron de Su lastimado Corazón en lo alto de la Cruz, renovaron al mundo entero.

Deja que tu alma guíe la barca de tu vida. No le temas al naufragio, no le temas a las derrotas, afírmate en la esperanza de Mi Corazón Misericordioso y del Corazón Misericordioso de Mi Hijo.

Consagra tu vida a San José y Él te guiará a través de Su Mano para que descubras la grandiosa Voluntad de Dios, que te hará libre para siempre, rompiendo los grilletes de la ilusión, rompiendo las cadenas de la inercia y abriendo los portales al gran encuentro, al encuentro de tu espíritu con el Espíritu de Dios.

Yo les agradezco por tener la valentía, todos los días, aunque no sepan cómo hacerlo, de seguir las Huellas de Luz de Mi Hijo. Y les agradezco a todos los que oran por la paz, porque es muy urgente en este momento, especialmente la paz en los corazones que ya no la tienen.

Nunca, pero nunca, se olviden de ser agradecidos, así aliviarán al Corazón de Dios de tantas ingratitudes.

Sean guardianes de los Tesoros de Dios. Sean celadores de Nuestros Mensajes y, sin que lo perciban, en el gran día prometido, la Palabra de Dios se cumplirá en ustedes, así como se cumplió en la Esclava del Señor.

Ahora, volvamos a cantar a la Señora de Kibeho, la Madre del Verbo y de la Palabra, la Madre de África. Cantemos por el herido pueblo africano, sometido por la guerra, perseguido por su fe, condenado por los sistemas del mundo enfermo, por el hambre de cuerpo y de espíritu.

Clamen, a través de la Señora de Kibeho y por medio de esta canción, por Mi amada África. Y recemos, desde ahora, para que Nuestros Sagrados Corazones vuelvan a África el año que viene. ¿Están prontos para este desafío?

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En la Luz de Cristo, los bendigo para que la paz esté en ustedes y en todas las naciones, especialmente en las naciones que más la necesitan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los amo, mucho más que lo que ustedes pueden imaginar.

Aférrense a Mi fortaleza espiritual y siempre verán la Luz de Cristo en el horizonte. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y ahora, vamos a cantar esta canción a la Señora de Kibeho, respondiendo al pedido de la Santísima Madre, para que las Gracias del Corazón Inmaculado de María se derramen sobre África y el mundo. Y, especialmente, para que el Manto de Luz de la Madre de Dios guarde y proteja a los niños, jóvenes y adolescentes de toda África, y la Madre de Dios les otorgue la Gracia del alivio y de la esperanza.


Canción: "Our Lady of Kibeho".


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Queremos terminar esta Vigilia de Oración haciendo un relato, a pedido de nuestra Madre Divina.

Vamos a intentar repetir todo lo que pasó, sin perder una palabra, porque hoy la aproximación y la Presencia de María fueron muy fuertes.

Lo primero que quería decir, antes de olvidarme, es que esta Vigilia de Oración Ella la sintió verdadera, muy sincera y muy honesta por parte de cada uno.

Cuando Ella llegó, nos preguntó si nosotros como Obra, como peregrinos, como orantes, estaremos dispuestos a acompañar a María los días 24, a través de este formato de Vigilia de Oración; porque Ella nos dijo que, con todo lo que está atravesando la humanidad y el planeta, lo único que en este momento nuestra Madre tiene para ofrecerle a Dios son nuestras oraciones, que nos reunamos como grupo y como almas en oración junto con Ella.

Y siento que todos internamente estamos dando ese sí, para que a partir de hoy retomemos este formato de Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, para que podamos, junto con María, fortalecer esta escuela de oración que Ella nos ha enseñado y, especialmente, podamos orar por todas las causas urgentes, respondiendo a Su pedido.

Hoy, cuando la Madre Divina llegó, como siempre lo hace, atravesando los portales de los Cielos de forma gradual, Ella nos llevó como consciencias a los lugares de los abismos más oscuros del planeta, que son abismos espirituales que no se ven con los ojos físicos.

Y Ella realizó ese movimiento y presentó esa situación como los presentó en el tercer secreto de Fátima. La Virgen Madre atravesaba una ciudad completamente destruida por la guerra y por las armas, se escuchaban gritos de sufrimiento y de dolor, había personas a las que les faltaban piernas, brazos.

Ella era la única Luz que allí brillaba, y esa Luz brillaba a través de Ella por nuestras oraciones de este día. Ella recogía cada cuenta de oración de esta Vigilia y también todas las oraciones que hemos hecho en estos dieciséis años de Apariciones para ofrecérselas a Dios como un acto de expiación y de misericordia.

En mi caso personal, realmente, yo quedé muy impactado por lo que vi. Pensé que no iba a poder continuar con la tarea. Y cuando Nuestra Madre lo percibió, Ella recogió esa escena y trajo el Cielo.

A medida que hablaba, Ella se iba acercado a cada uno de nosotros. Podría decir que hoy Ella estuvo tan cerca como nunca antes lo estuvo.

Y Ella, no solo espiritualmente levantaba al planeta de donde está en este momento, a la humanidad, a los pueblos, a las naciones que están sufriendo, sino que también Ella nos levantaba a cada uno de nosotros.

Y Su Amor, ese Amor puro de María, inconfundible, iba transformando las miserias del mundo y nuestras propias miserias. Y Su Amor en una forma de Luz, que emanaba de Su Corazón Inmaculado, iba ingresando en aquellos espacios de nuestra memoria celular y espiritual, donde hay muchas marcas, donde hay muchos miedos.

Ella lo que hacía era animarnos, y con Su Amor nos envolvía y nos transformaba en algo nuevo, nos separaba de esa oscuridad, que a veces atravesamos, y así lo fue haciendo también con el planeta.

Hoy, Ella era como una Gran Peregrina y Servidora, y Sus Ojos lo podían ver todo; nos veía a nosotros tal cual somos, no con juicio, no con condenación. Era fuerte ver la Mirada de Ella, porque era de un Amor que no es de este planeta. Ella emanaba ese Amor de Dios e iba cerrando así muchas puertas en nosotros y en el mundo. Y Su Verbo, que era el Verbo de Dios, construía nuevos puentes internos para cada uno de nosotros, para que nos animáramos a atravesar esos puentes, en estos tiempos, hacia esa esperanza que Ella hoy nos traía espiritualmente.

Luego, Ella hizo una tarea espiritual importante con África. Allí, volvió a presentar un escenario durísimo, que eran los niños muriendo por la desnutrición y las madres, de esos niños, desesperadas. María alimentaba a esas madres con Su fortaleza espiritual, aliviaba el corazón de esas madres y también la Madre Divina iba recogiendo en Sus Brazos a todos los niños.

En síntesis, eso fue lo que pasó. Muchas otras situaciones se presentaron durante la Aparición, pero la mejor forma de recordarlas es rever este momento que vivimos con la Madre Divina.
Así que nos queda este compromiso, a partir de hoy, de orar juntos en estas Vigilias de Oración por la Paz en las Naciones todos los días 24. Los días 12 de cada mes también habrá Vigilia de Oración, así como lo instauró Nuestra Señora hace tantos años; pero el día 12 de cada mes, María quiere que Sus hijos sigan orando, así como lo hacen todos los días 12.

Vamos a agradecer una vez más y a llevar las Palabras de María al corazón.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oh, Mi Santo Blanco Colibrí,
que visitas una de Mis tierras bendecidas
por la Santa Madre de Dios;
como un humilde peregrino
junto con todos tus hermanos,
tú vienes a Mi encuentro,
al Templo Sagrado de Mi Materno e Inmaculado Corazón,
para suplicarme en unión a Mi Hijo
por la paz en el mundo y por el fin de la guerra.

Oh, Santo Blanco Colibrí,
que vuelas alto para atraer hacia la Tierra
todas las Gracias del Cielo;
hoy, te concedo la Gracia que Me has pedido
desde el silencio de tu corazón.

Oh, Santo Blanco Colibrí,
te animo a seguir adelante,
llevando con firmeza la Palabra de Mi Hijo,
para que los corazones se sigan sintiendo aliviados
por tus gestos de cercanía y de fraternidad.

Hoy, estoy unida en súplica a ti,
para que el mundo se convierta y alcance la paz.

Desde este Sagrado Santuario de Fátima,
junto a los Ángeles del Cielo,
imparto Mi bendición, Mi Amor y Mi Paz
al mundo entero.

Que la Misericordia de Mi Hijo,
hoy, vuelva a descender a la humanidad,
a fin de que más heridas sean sanadas
y los corazones se reconforten.

Amén.

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CANTABRIA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Como Virgen del Carmen y Estrella del Mar los vuelvo a encontrar en el refugio sublime de Mi Corazón Inmaculado.

Hoy, vengo a su encuentro para elevar todas sus súplicas a Dios, especialmente las súplicas que sé que son importantes para sus corazones.

Les pido que continúen orando Conmigo por la paz y por el fin de la insensata guerra, para que Mis hijos, sumergidos en la lucha ilusoria del poder y de la conquista de naciones, puedan recapacitar y convertirse antes de que sea demasiado tarde.

Por eso, vengo como la Eterna Estrella del Mar para guiar a todos Mis hijos hacia el puerto seguro del Corazón de Dios, y para intentar retirar del tormentoso y agitado mar planetario a los que ya no están consiguiendo persistir.

Mi Hijo Me envía como Mediadora y también Me envía como Madre Suplicante, como la Madre que clama a la humanidad por el fin de la guerra y del uso de las armas y de las pruebas nucleares.

Queridos hijos, en Mis oraciones y súplicas, Yo deseo que la humanidad ya no retroceda más, que no cierre su corazón a Dios, al amor y a la vida.

Por eso, debemos rezar y hacer sacrificios a fin de que los que ya están condenados reciban la última tabla de la salvación.

Queridos hijos, estoy unida a todos Mis orantes que, día tras día, sostienen con amor y con fe cada una de las diferentes oraciones semanales. Esto es muy importante para Mí, porque así su Madre Celeste tiene medios espirituales para poder interceder, rescatar y salvar.

Hijos Míos, con sus miradas colocadas en Mi Corazón Inmaculado, renuévense todos los días.

Estoy con ustedes y deseo su paz, la paz para el mundo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Estrella del Mar

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

En este día radiante por la Presencia Solar y Eucarística de Mi Hijo entre ustedes, como Madre y Peregrina, Me aproximo a ustedes, Mis queridos hijos, para que en oración perpetua sigamos rogando a Dios, a través de la luz del corazón, por todas las causas urgentes que necesitan la intervención divina y espiritual.

Por ese fin, hoy, su Madre Celeste y Santa Reina de España destierra, a través del Cetro de Dios, la opresión que, a través de los siglos, vivieron Mis hijos esclavos de África y de Medio Oriente.

Hoy, estoy aquí como la Madre de los náufragos y de los desaparecidos. Estoy aquí como Madre que llora junto a las madres de la guerra y a las madres que perdieron a sus queridos hijos y familiares en los terremotos.

Vengo, en el nombre del Altísimo, para cerrar la gran herida espiritual y regional que no se cicatrizaba desde el terrible terremoto en Siria y en Turquía.

Como bien les dijo Mi Hijo, en el día de ayer, Yo vengo como Mediadora e Intercesora para elevar al Cielo a los que fueron descartados en el Mar Mediterráneo y a los que desaparecieron en Turquía, Siria, Nueva Zelanda, Japón y Brasil, en los últimos días.

Queridos hijos, ¿será que alguien más escucha el grito de la Madre Tierra y de todos sus elementos?

Por eso, Yo he venido, el sábado pasado, a pedirle al mundo penitencia sincera, verdadero arrepentimiento y profunda reparación; a fin de que en el mundo ya no sucedan los ultrajes de la guerra y la furia de la naturaleza.

Por eso, ahora y más que nunca, busquen su equilibrio interior, busquen ser pacificadores de Cristo. Y, con sus oraciones, abracen y amen, en servicio, a todos los que sufren; porque esta es la hora en la que verán cumplirse las profecías anunciadas por Cristo, antes de Su Ascensión, a Sus apóstoles.

Oren por sus familias y por las familias del mundo entero, para que la sagrada célula del Proyecto de Dios ya no siga convirtiéndose en un modelo de desamor, de traición, de venganza y de odio.

A Mi Corazón le duele ver la actual y triste situación de las familias. Les pido que recen de verdad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Después de un año insensato de guerra en Ucrania, después de que Nuestros Ojos han visto el devastador resultado en Turquía y en Siria, después de que la situación migratoria mudó inesperadamente a causa de los conflictos y del cambio climático, después de ver como Mis hijos en Brasil eran arrastrados por las lluvias y por la tierra sin dejar nada en pie; Yo vengo, una vez más, a pedirles que no se cansen de orar por las causas urgentes, ya que lo peor aún no llegó.

Pero si las almas sinceramente respondieran a Mi llamado y en esta Cuaresma preparatoria hicieran penitencia, oración y al menos todos los días, ante el Santísimo Sacramento del Altar, meditaran en la Dolorosa Pasión de Mi Hijo y se confesaran sin temor a ningún castigo, su Madre Celeste les asegura que, durante los cuarenta días que preceden a la Pascua, muchas situaciones podrían ser evitadas y aliviadas.

Por eso, Yo vengo a pedirle al mundo la reconsagración al Sagrado Corazón de Jesús durante todos los días de la Cuaresma y que, a través de un sincero acto de arrepentimiento, ustedes permitan que la consciencia del planeta sea, una vez más, liberada de tantos acontecimientos y episodios inesperados.

Así, la balanza de la Justicia no estará inclinada hacia la Justicia, sino en equilibrio con la Divina e Insondable Misericordia; porque por los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús, las almas, en este ciclo de grandes tribulaciones, encontrarán la fortaleza interior que necesitan para poder purificarse de todo y, así, purificar al planeta de todos los errores cometidos.

Mientras tanto, Yo, su Madre Celeste, junto con el Ángel de la Poderosa Alianza de la Sangre de Cristo estaremos atentos a la voz de todas las súplicas, a fin de que, milagrosamente, el Padre Eterno le conceda al mundo el fin de la guerra y un extraordinario período de paz para que la humanidad, antes del día final, esté arrepentida y reconciliada con la Ley Mayor del Amor.

Por último, les pido que Me acompañen en esta Cuaresma, en oración, preparando a los corazones para la síntesis final que se dará en la Pascua.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Por aquellos que claman, Mi Corazón está presente.

Por los que viven en los espantos de la guerra, Mi Corazón está presente.

Por los que son condenados y mueren bajo la impunidad de las leyes de este mundo, Mi Corazón está presente.

Por los que claman por la paz, Mi Corazón está presente.

Por los que son obligados a vivir el exilio y son descartados, Mi Corazón está presente.

Por los que son perseguidos a causa de su fe y de su amor por Cristo, Mi Corazón está presente.

Por los que perdieron el derecho a poder nacer, Mi Corazón está presente.

Por los que están bajo la mentira, la impunidad y el control, Mi Corazón está presente.

Por los Reinos que sufren en silencio, que son masacrados y sacrificados sin consciencia de lo que verdaderamente sucede, Mi Corazón está presente.

Por los que ya no tienen futuro, por los que de la noche a la mañana perdieron todo, sus familias, sus hogares, su esperanza y su alegría; Mi Corazón, por todos ellos, ora y está presente.

¿Dónde está el corazón de Mis hijos en este momento?

¿Sus corazones están presentes en todas estas situaciones, al igual que lo está Mi Materno Corazón?

Para que tengan un corazón presente en todo, deberán buscar tener un corazón maduro, un corazón capaz de amar como Cristo amó en la Cruz, como Él amó en cada paso.

Si tienen un corazón presente, sabrán comprender los aprendizajes de la vida, sabrán salir de ustedes mismos por todos aquellos que no lo hacen y que creen, absolutamente, estar con Mi Hijo.

Esto es lo que hoy le pide Dios al mundo: que ustedes sean capaces de tener un corazón presente en todo, que tengan un corazón capaz de amar y de soportar el fin de los tiempos.

Yo rezaré para que puedan tener un corazón maduro y presente en todo lo que, en este tiempo de tribulación, sea necesario ayudar.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre del corazón presente

APARICIÓN DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 19

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aprendan a orar por la paz y a vivir en paz; porque así, hijos, cuando la agonía y el caos ya no estén solo en el interior de los seres, sino también fuera de ellos y en todas las direcciones; entonces, deben emerger los pacificadores, entonces, debe emerger el Reino del interior de aquellos que permitieron ser morada para el Corazón de Dios.

El mundo ya agoniza. ¿Cuántas veces les dije esta frase: “El mundo agoniza”?

Sin embargo, muchos aún están con los ojos cerrados a esta agonía. Muchos aún están sordos al grito de la Tierra, al clamor de los Reinos, al pedido de auxilio de las almas, de los niños inocentes, de los enfermos, de los hambrientos, de los abandonados.

El mundo agoniza y, muchas veces, sus ojos aún están dirigidos hacia ustedes mismos. El mundo agoniza, las guerras destruyen la Tierra. ¿Quién está dispuesto a ser paz para este planeta?

La guerra comienza dentro de los seres, dentro de la condición humana, de la cual todos ustedes forman parte.

La guerra comienza cuando un corazón decide imponer su propia voluntad.

La guerra comienza cuando un pensamiento cree que es la única verdad y los seres deciden imponer sus propias ideas sobre los demás.

La guerra comienza cuando no saben oir.

La guerra comienza cuando no saben dejarse corregir.

La guerra comienza cuando aspiran a tener algo que no les pertenece, cuando no son capaces de alegrarse por el triunfo del prójimo, por la victoria de los demás.

La guerra comienza en las pequeñas competiciones del día a día, cuando busco vencer a mi hermano. Entonces, la guerra comienza.

La guerra comienza cuando no sé obedecer.

Muchos piensan que la guerra comienza por la falta de amor. Sí, hijos, la guerra también habla sobre la falta de amor, pero ella comienza en situaciones mucho menores. La falta de amor es la tierra seca, infértil, en la cual no crece el bien.

Ustedes ya saben, ya son conscientes de que la consciencia humana es una sola. ¿Quién pidió perdón por lo que la guerra está causando al otro lado del mundo? Porque la guerra comienza dentro de todos los seres.

No adelanta orar por la paz sin ser paz. Que la oración se vuelva vida.

Aquello que saben que ya no deben hacerlo, no lo hagan. Muchos quieren saber su propia misión, pero para hacer aquello que debe ser hecho, comiencen no haciendo lo que ya no debe ser hecho.

Comiencen por no hablar lo que ya no debe ser dicho. Comiencen por no alimentar los pensamientos que ya no deben ser pensados. No les pido que no piensen, sino que no dejen crecer la semilla dañina de las hierbas que toman, en su corazón, el espacio de aquellas que deberían encontrar la luz.

¡Cuántos tesoros se guardan en este mundo sagrado! ¡Cuántos tesoros se guardan en el interior de los seres!

¿Quién está descubriendo ese tesoro en el propio interior?

No les digo que sea fácil, al contrario, fácil es hacer la guerra, fácil es decir no, no quiero, no voy, no intento, no estoy dispuesto, no haré el esfuerzo. Esto es fácil.

Pero hoy, si están aquí, sus almas se autoconvocaron no para vivir lo difícil, sino para vivir lo imposible. No les ofreceremos desafíos difíciles, sino desafíos imposibles, imposibles para la mente humana que no conoce el propio potencial, imposibles para los hombres y mujeres del mundo que están ciegos, inclusive de lo que son.

¿Quiénes son ustedes? ¿De dónde vinieron? ¿Hacia dónde van?

¿Qué hay más allá de sus ojos, más allá de aquello que pueden ver, tocar, sentir?

¿Qué hay dentro de sus células, dentro de su espíritu, más allá de su consciencia, en lo profundo de su corazón? ¿Quién sabe responderme?

Por este motivo, los desafíos de Dios son imposibles, porque las barreras se encuentran en la ignorancia humana. La ignorancia, hijos, es el nuevo gran pecado, porque todo ya les fue entregado, la sabiduría está disponible, la instrucción está disponible, y es urgente que se pueda expandir.

La ignorancia es el gran velo que la propia humanidad costura, día a día, delante de sí misma para no encontrar la Luz. Este velo, que cubre sus ojos, no será rasgado por otros, su propia mano debe retirarlo.

¿Cómo? No haciendo más lo que no debe ser hecho, para que los caminos se puedan abrir a aquello que debe acontecer en sus vidas.

El Amor ya existe en lo profundo de la consciencia humana. Él ya existe.

El Amor les fue entregado como esencia en el principio de la Creación, en la primera manifestación de la vida, en la primera partícula de lo que conocen como consciencia; allí ya se manifestó el Amor.

Él ya existe, Él ya los habita. ¿Y por qué no crece?

Porque deben soltar, quebrar las cadenas de la condición humana, de la opresión que el propio ser humano se impone a sí mismo. Deben abrir las manos, soltar aquello que los retiene, que los amarra, que les impide soltar la propia esencia que tantas veces están asegurando a través de sus incomprensiones, de sus dolores, del perdón no concedido, de la cura no vivida, de la Gracia no aceptada, de la Misericordia que se negaron a recibir por orgullo, por no tener la humildad suficiente para dejarse ayudar.    

El Amor ya existe, hijos, la condición humana es perfecta desde el principio. El gran desafío de la raza humana es justamente ese, dejar que ese Amor crezca, que la perfección venza, que lo imposible acontezca.

Por eso, Yo estoy aquí, como su Padre y Amigo, como Aquel que viene solo a apuntarles un camino, y hablo como Aquel que pudo recorrer ese camino, a pesar de su condición humana.

No les pido lo imposible solo para angustiarlos, sino porque sé la verdad sobre cada uno de ustedes. Yo puedo mirarlos a ustedes y ver lo que son, de dónde vinieron, para dónde van. Por eso, les pido que se abran para vivir lo imposible.

Que Mis Palabras resuenen en su interior; que Mi Gracia despierte su consciencia; que la Misericordia, que proviene del Corazón de Cristo y traspasa Mi Corazón, hoy llegue a sus corazones y les traiga paz.

Que aquellos que no Me pueden ver, solo Me sientan, sientan el toque y el abrazo paternal que vengo a traerles.

El mundo está en caos y lo estará cada vez más; pero hay esperanza para aquellos que se decidan a ser paz para el mundo, ser Reino, Verdad, Vida, Camino, a través del ejemplo, como lo fue Cristo.

Él no les enseñó cómo vivir solo para que vieran y contemplaran Su Vida, sino para que vivieran como Él. Que, viviendo esta Verdad, recorriendo este Camino y participando de esta Vida, pudieran ser, también ustedes, manifestación de la Verdad, una flecha que apunta el camino para que las almas lleguen a la verdadera vida.

¿Qué otra misión, quieren?

¿Qué otra respuesta, necesitan?

¿Quieren saber lo que deben hacer, cómo deben ser, cuál es el próximo paso?

Escuchen Nuestras Palabras. Todo ya les fue dicho.

Y, aun así, el Padre, en su Infinita Misericordia, Me pidió que permanezca en el mundo, no deje de guiar a las almas hasta que sus corazones se fortalezcan y el Reino emerja, hasta que la agonía oculta de la Tierra se haga visible a todos los ojos y, aun así, sus corazones sean capaces de equilibrarla a través de la paz que habita y se irradia de su interior.

Estaré con ustedes en oración por el mundo, en oración por sus almas, por los Reinos, por el planeta. Y, les pido que no solo Yo esté con ustedes, sino también que ustedes también estén Conmigo.

Todos los días 19 de cada mes, durante un año más, estaré aquí, y también los días viernes, como Dios Me pidió.

Y les pido que Me acompañen, en una oración por la paz y por el fin de las guerras, orando un Devocionario que Yo les transmitiré hoy.

Repitamos juntos:
 

Devocionario por la Paz y por el Fin de las Guerras

Cuenta de unión

Para que la paz se establezca en la Tierra
y en el interior de los seres,
San José, intercede por el fin de las guerras.

Amén.


Primera decena

Por la Paz que brota del Corazón de Dios,
San José, Te clamamos,
intercede por los niños de las guerras.


Segunda decena

Por la Paz que brota del Inmaculado Corazón de María,
San José, Te clamamos,
intercede por las mujeres abandonadas.


Tercera decena

Por la Paz que brota del Corazón de Cristo,
San José, Te clamamos,
intercede por los que están enfermos en medio de las guerras.


Cuarta decena

Por la Paz que brota de Tu Casto Corazón,
San José, Te clamamos,
intercede por los que intentan huir de las guerras,
para que alcancen la paz.


Quinta decena

Por la Paz que nace del Santo Espíritu de Dios,
San José, Te clamamos,
intercede por todas las almas que viven en las guerras,
para que la paz se establezca,
para que el corazón humano se cure,
para que el Reino se manifieste,
para que las guerras den lugar al Amor de Dios.


Oración final
(tres veces)

San José, Te clamamos,
en nombre de toda la humanidad,
que el Reino de Dios se establezca,
que las guerras terminen dentro y fuera de los seres,
que en nosotros y en este mundo reine la paz.

Amén.


Con esta simple oración, acompañarán a Mi Casto Corazón, todos los viernes, clamando para que la paz se establezca, para que las guerras terminen dentro y fuera de los seres, para que finalmente los hombres y las mujeres de este mundo manifiesten lo que verdaderamente son.

Hoy, con el Niño Jesús en Mis Brazos, con Sus Pequeñas Manos dirigidas hacia la Tierra para bendecir a toda la vida, junto con Él, Yo los bendigo para que la Pureza del Corazón de Cristo, del Corazón de Dios Niño, vuelva a emerger en todos los seres de esta Tierra.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Hermana Lucía de Jesús:
Pueden traer un recipiente con agua, para bendecir.


Que esa agua, bendecida por el Niño Dios, esparcida sobre ustedes, les traiga pureza. Y con ella también lavaré los pies de dos compañeros Míos para que la tristeza se disipe de sus corazones y vuelvan a conocer la Paz del Reino de Dios.

El Amor de Cristo por las almas es incalculable; por eso, Él los llama por su nombre a cada uno de los Suyos, para que no pierdan la paz.

Con esto, Me despido y les dejo Mis Gracias.

Nuevamente, los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LOS PICOS DE EUROPA, CANTABRIA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Como en el Mensaje del sábado pasado, les dije claramente que no se cumplió Mi llamado maternal en Garabandal ni en La Salette; hoy, su Madre Celeste, como la Señora de Guadalupe y la Reina de la Paz, viene para extender Su Sagrado Manto sobre todos Sus hijos, para que la mayoría de Mis hijos estén protegidos de las adversidades de la guerra, de la persecución entre cristianos y de las catástrofes de la naturaleza.

Yo vengo, como la Madre del Mundo, para hacerles escuchar el grito de la Madre Tierra y de los Reinos Menores. Y como esto no es tomado en consideración, Mi llamado maternal se vuelve a repetir y a reforzar para que no se siga concretando, de forma tan temida, el Tercer Secreto de Fátima.

Hijos Míos, es necesario hacer algo. Como Madre Dolorosa, a los pies de la cruz del calvario del planeta, vengo a pedirles que ya no sean indiferentes ni insensibles.

Vengo, como su Madre Celestial, a abrirles los ojos de la consciencia para que puedan despertar a través del sentimiento verdadero del corazón.

Queridos hijos, hoy, el grito del planeta, de los volcanes, del clima, de toda la miseria y de la guerra de la humanidad, es también Mi grito, es Mi clamor, es Mi Voz de un ¡basta!

Ya no sean parte de un dolor y de un sufrimiento desgastado; sean parte de la Nueva Tierra, del surgimiento de la Nueva Humanidad, libre de tantos errores y penas.

Hoy, Yo estoy aquí con Mi Corazón marcado por las señales de Mis hijos y de un planeta sufrido.

Estoy aquí como la Portadora de la Paz para el mundo, como la Señora de la Esperanza.

Que la Tierra sea bendecida y sea consagrada a Dios, a través del sí de los apóstoles de Cristo.

A pesar de la actual crisis mundial, les vuelvo a decir que, al fin de todo, Mi Inmaculado Corazón triunfará.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
 

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí, en lo alto de estas montañas de los Alpes, en donde Mi Sagrado Corazón reúne a todas las Jerarquías en solemnidad y devoción.

Hoy, pueden estar más cerca de Mí para acompañar el sentimiento profundo de su Maestro y Señor, Quien desde lo alto de estas montañas de los Alpes atrae hacia el mundo el Reino de Dios; ante un planeta ultrajado y herido, ante los Reinos de la Naturaleza violados, maltratados y lastimados por el hombre de superficie.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Mi Sagrado y Eterno Corazón hoy viene a contemplar a los heridos en la guerra, a todos los que escapan del terror y de la persecución.

Por eso, coloco a todos en Mis Brazos, principalmente a aquellos que están heridos por la guerra, lastimados por las armas; porque sus almas se pierden al estar luchando por algo que no tiene sentido; y esto trae consecuencias graves por la falta de paz, dejando a una gran parte de la humanidad en una dimensión incierta.

Pero hoy, confíen. Todas sus oraciones pronunciadas y ofrecidas a Mi Sagrado Corazón llenan el Reino de los Cielos, oraciones buenas de Mis discípulos y amigos, para que este mundo reciba una última oportunidad, una Gracia extraordinaria pero no merecida.

Porque aquí, sobre la superficie de este planeta, Mis compañeros, el Padre Eterno sabe que existen muchas almas inocentes y buenas que vinieron a este mundo para encarnar y vivir la experiencia del amor y del perdón, que vinieron a formar parte de la Tierra Prometida, aquella Tierra que fue anunciada por Mi propio Padre Eterno al pueblo de Israel.

Por esa razón, hoy estoy aquí, no solo como el Señor de la Noche, sino también como el Señor del Atardecer, Quien los invita a recogerse en el Templo de Mi Corazón Sagrado para implorar Conmigo al Padre Eterno, para que Sus altísimos ángeles y arcángeles, así como todos los ángeles de la guarda que sirven incansablemente a las almas de este planeta, puedan intervenir en los planos internos de la consciencia para disolver y destruir los planes del mal.

Aún Mi Sagrado Corazón, aún Mi Mirada amorosa y humilde, sienten y contemplan el sufrimiento de este planeta y de esta humanidad en su diversidad y, en este tiempo, este sufrimiento hunde a muchas almas; porque no solo se alejan de Dios, sino también se sumergen en un sufrimiento más profundo y difícil.

Pero hoy, desde lo alto de estas montañas de los Alpes, Yo les traigo la tabla de la salvación, la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia para el mundo entero a través de la expresión de los Rayos de Mi Corazón Sagrado, para todos aquellos que deseen y aspiren a colocarse debajo de ellos, para poder estar en comunión Conmigo y así, estando en comunión Conmigo, podrán estar en comunión con la Fuente, la Sagrada Fuente del Padre Celestial.

En este invierno frío que vive el planeta, desde los Recintos Internos de este lugar, en donde la Jerarquía también sostiene el equilibrio del planeta, comienza a nacer y a emerger desde lo profundo del planeta el sol de la esperanza y de la fe, un estado de consciencia divino y cósmico que la Jerarquía Espiritual les otorga a las almas que creen en Mi Misericordia, para que todos los corazones tengan la Gracia de superar el fin de los tiempos y la transición planetaria, sabiendo que aún deberán superar muchas barreras y obstáculos en esta vida material, sabiendo que deberán vivir con una paciencia más amplia y profunda para que, ante de cada acontecimiento planetario, sus consciencias no pierdan de vista la Ley de Mi Compasión.

En verdad les digo, compañeros, no hay otra solución para todo lo que sucede en esta humanidad. Este es el tiempo de que Mis apóstoles vivan y expresen el Amor Crístico que les permita superarse a sí mismos todos los días; que les permita colocar al otro primero como algo más importante y esencial; que les permita comprender el sufrimiento del otro, sin juzgarlo ni condenarlo; que Mi Amor Crístico les permita estar cerca de aquellos que son negados y rechazados por sus hermanos.

Por eso, les vuelvo a decir que no hay otra salida. En la Fuente de Mi Amor Misericordioso, ustedes encontrarán la fuerza espiritual e interior para poder hacerlo y, algún día, así como fue con Mis apóstoles del pasado, se darán cuenta de que del amor fraterno emergerá espontáneamente el Sagrado Espíritu de la Hermandad.

Desde lo alto de estas montañas de los Alpes y en este último Mensaje, que emito para el mundo entero, en esta fría tarde de invierno de Europa, Yo vengo a implorarles y a pedirles, Hijos de Mi Padre, que vivan en el Amor Crístico definitivamente, porque muchas almas conocidas y desconocidas por ustedes, corazones sufridos, vidas doloridas, necesitan de perdón, de amor y de redención.

Que en esta noche oscura que atraviesa la Tierra, sepan sostener la llama incandescente del Propósito Divino; sepan expresar verdaderamente el espíritu de Mi Paz, a fin de que más regiones en el mundo no sean tocadas por la oscuridad. Que la humanidad no se siga sumergiendo; porque en verdad les digo que ya no lo soporto más.

En un lugar semejante a este, en una montaña semejante a esta, su Maestro y Señor fue crucificado, muerto y sepultado, entregando hasta Su última gota de Sangre para que este planeta y esta humanidad fueran consideradas por el Proyecto de Dios, como un Proyecto posible para esta Creación y este Universo.

Unidos como hermanos, unidos como servidores, unidos como miembros de esta Orden de la Hermandad, les otorgo la protección, el cuidado, la sustentación y la unión interna con los sagrados tesoros de la Jerarquía para que este mundo ya no pierda la luz ni el amor y, más aún, les otorgo los méritos de Mi Dolorosa Pasión a fin de que en este mundo no se pierda la paz y no se olviden de que son hermanos de un mismo pueblo, hermanos de esta humanidad, proyecto sagrado del antiguo pueblo de Israel.

Ahora, Me recojo en el Padre Eterno, así como ustedes se pueden recoger en el Señor para seguir orando Conmigo, en los próximos tiempos, por todo lo que la Jerarquía aún deberá realizar en el hemisferio norte y en el resto del mundo.

Les agradezco a Mis hijos misioneros por estar abriendo las puertas en Asia, a través de Tailandia, para que más naciones de esa región del planeta reciban Mi Misericordia, tan solo a través de aquellos que Me dicen sí y caminan como Mis últimos apóstoles en este mundo; para que, a través del amor y del servicio, anuncien Mi Retorno al mundo, que está cerca.

Yo los amo, los bendigo y les vuelvo a entregar Mi Paz para que, a través de Mí, del sacrificio del Hijo del Padre, comulguen con Dios en unidad, amor y hermandad.

Agradezco a todos los que hicieron posible esta sagrada tarea en los Alpes, respondiendo al pedido de Mi Madre Celestial.

Invito a todos a acompañar de corazón la sagrada tarea de la Madre de Dios en Garabandal; así, todos los Centros Internos del hemisferio norte se encienden y se expanden en su emblemática presencia espiritual y sideral, a fin de que las almas reciban los tesoros espirituales de la Hermandad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LOS ALPES, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 109.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí al Señor de la Noche, que conduce a todas Sus ovejas, especialmente a las que están más perdidas, para que retornen al establo del Corazón de Dios y beban de la Sagrada Fuente de Su Divina Humildad, porque si la humildad no se vive en este mundo, si la humildad no se expresa en las almas y en los corazones, no será posible evitar una tercera y difícil guerra.

Por eso, hoy estoy aquí, en lo más alto de los Alpes. Una vez más, Yo los congrego a los pies de estas sagradas montañas, en donde la Jerarquía está reunida y unida a ustedes para implorarle a Dios por una última oportunidad para esta humanidad; para que las naciones del mundo, y especialmente las naciones de Europa del Este, puedan reflejar la armonía y la paz tan urgente en estos tiempos.

Por eso, no hay nada ni nadie que haya impedido al Señor de la Noche llegar aquí, porque Él ha traído Consigo a todo el Universo, a toda la Creación; y Él pisa con Sus Pies a todo el mal existente en este planeta y muestra, a través de la Luz de Su Sagrado Corazón, el camino que las almas deberán recorrer en esta noche oscura, para que nunca pierdan delante de sí la Llama del Divino Propósito, sino que a través de esa Sagrada Llama inmaterial las almas encuentren en sí mismas la Voluntad de Dios, expresando en esta vida material el Propósito que está escrito desde el origen.

Por eso, en estos días de oración misericordiosa, en nombre de Dios, vengo a pedirles que oren de verdad; que cada cuenta de la oración de la Misericordia, que será ofrecida, sea sinceramente rezada para evitar una terrible tercera guerra en este mundo y, sobre todo, en este hemisferio norte.

Pero no pierdan la fe, porque ustedes son Mis compañeros y Mis amigos, son Mis hijos y son Mis hijas, y hoy los tengo a todos dentro del Sagrado Cenáculo de Mi Corazón para que, como hace más de dos mil años, vuelvan a celebrar Conmigo la Sagrada Eucaristía, el Legado infinito del Amor de Dios que se ofreció a ustedes incondicionalmente a través del pan y del vino.

Por eso, estamos en un tiempo semejante, como fue hace más de dos mil años; pero ahora, ustedes como postulantes a ser los Nuevos Cristos del fin de los tiempos, no solo deberán comer de Mi Cuerpo o beber del Cáliz de Mi Sangre, sino que también deberán aprender a vivir su propio Huerto Getsemaní.

Y, a pesar de la oscuridad reinante en este planeta, a pesar de las puertas inciertas que aún están abiertas, a pesar de la ignorancia, de la guerra, de la indiferencia, de la frialdad de muchos corazones, a pesar de todos los pecados y de todas las ofensas que recibe el Corazón de Dios día a día, Mi Sagrado e Insondable Corazón, en estos días de intensa imploración a la Divina Misericordia, recogerá de cada uno de ustedes cada una de las cuentas que Me ofrecerán sinceramente, no solo por la paz en Ucrania y en Rusia, por el fin de la guerra en esa región del planeta y en otros puntos de la Tierra, sino también recogeré sus oraciones como un verdadero ofrecimiento a Dios, porque tendrán la chance de poder volver a confiar en Mi Misericordia.

Para que vean cuán grande es Mi Misericordia, hoy vuelvo a estar aquí, en esta región del planeta, contemplando a través de Mis Ojos y sintiendo a través de Mi Corazón el dolor y la angustia de las almas que viven en la guerra y en los conflictos del mundo.

Compañeros, quiero decirles sinceramente que todas las Jerarquías están trabajando mucho por esta situación planetaria; que cada uno de sus pasos, los pasos de los servidores de Cristo, están siendo contemplados en este mismo momento como justificación y expiación, ante todos los horrores y ultrajes de este mundo, de esta humanidad.

Por esta razón, compañeros, estos días serán decisivos no solo para todos Mis servidores de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra, sino también serán definitivos para estas naciones de Europa, porque lo que sucederá en el próximo tiempo en esta región del planeta, sí o sí, repercutirá en las demás naciones del mundo, y Europa ya está sintiendo el peso de la guerra de Ucrania.

Dios, a través de Su Poder y de Su Amor, a través de Su Misericordia y de Su Sagrada Intercesión, ya hubiera podido detener esta guerra; pero, compañeros, la adhesión de las almas a otras fuerzas de este mundo material compromete esa intervención, no solo espiritual sino también material.

Pero confíen y no se lamenten, confíen en el poder y en la luz de la oración del corazón. Encomienden a Dios todas sus súplicas, todas sus intenciones, todos sus ruegos, para que en Europa del Este se detenga la guerra y estos acontecimientos actuales como otros acontecimientos en el mundo, que son ocultados a los ojos de todos, no sean utilizados como armas de guerra, fomentando la carencia, la necesidad y la injusticia.

Por eso, a través de los méritos alcanzados por Mi Sagrado Corazón, Yo los invito a estar Conmigo en esta larga noche oscura que vive el planeta, sin perder de vista la Luz del Divino Propósito, porque muchas almas en este tiempo pierden de vista su Propósito Espiritual.

En verdad les digo que les corresponderá a muy pocos hacer la tarea espiritual de muchos, así como lo fue hace 2 000 años, cuando muy pocos, unidos al Maestro del Amor, dieron todo de sí mismos, dieron su vida por la redención de la humanidad, por la salvación de este planeta escuela.

Sé que lo que Yo les prometo en este momento no es maravilloso, Yo les prometo vivir un sacrificio espiritual que en ningún otro momento de sus vidas vivieron.

Por eso, a través de los símbolos de Mi Dolorosa Pasión, Yo podré derramar, en aquellos que acepten, nuevas experiencias de cristificación y de crecimiento del amor interno.

¿Quién aceptará tomar con sus manos la Corona de Espinas del Señor?

¿Quién aceptará llevar consigo los clavos que traspasaron las Manos y los Pies del Señor?

¿Quién aceptará cargar Conmigo la cruz planetaria?

¿Quién permitirá que la lanza traspase su costado?, sabiendo que ustedes no merecen todas estas cosas y menos las mereció su Maestro y Señor.

Pero, ¿qué fue lo que le permitió a su Maestro, al Rey del Universo, vivir todas estas cosas?

Hay una sola y única razón: el Amor, el Amor que confiaba, el Amor que aceptaba, el Amor que incluía, el Amor que nunca rechazaba, el Amor que soportaba, el Amor que Me hacía crecer como Divinidad y Espíritu. Fue el Amor que Me hizo aceptar la Voluntad de vivir la Dolorosa Pasión.

Por eso, Yo les ofrezco a los simples, les ofrezco a los imperfectos, les ofrezco a los pecadores, la oportunidad de la cristificación interior.

Vean cómo está Mi Iglesia y cómo están Mis sacerdotes, cuántas heridas Me causan por alejarse de Mí, por tomar otros caminos que no son los de Cristo.

Por eso, Yo Me sirvo de este momento y Me sirvo de cada uno de ustedes, más allá de las imperfecciones o de las dificultades, más allá del dolor o de las pruebas, para que el Corazón de su Maestro sea aliviado en silencio por la adhesión de las almas, por el sacrificio silencioso de los corazones que Me dicen sí, en los que Yo puedo recostar Mi cabeza sobre sus pechos, para descansar y confortarme con el amor de los Míos.

El mundo no está preparado para escuchar esto, pero Yo Me comprometí a decirles la Verdad, porque Yo siempre seré el Camino y la Vida para ustedes.

El mundo debe rendirse a Mi Misericordia para que no suceda la Tercera Guerra Mundial, para que la humanidad no siga abriendo la puerta al mal, que sofoca a los corazones y que confunde a las mentes por alejarse de Dios.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea un momento de gran madurez, sea el gran momento en el que cada uno de ustedes deberá preguntarse si está Conmigo o no lo está. El tiempo ya se está acabando y antes la copa estaba casi llena, ahora ya está rebasando.

¿Quién impedirá que eso suceda?

¿Será necesario que más sangre inocente corra por este mundo?

Dios no desea el sacrificio de la humanidad, Mi Padre desea para ustedes la felicidad eterna, a través de Mí, la alegría de vivir y de pertenecer al Reino de Dios, de una vez y para siempre.

Les vuelvo a pedir que recen de verdad. Estaré atentamente escuchando la voz de sus súplicas y sé que podré contar con todos ustedes, así como con todos sus hermanos del mundo.

En los simples, en los humildes, en los adheridos, en los puros de corazón, está Mi Iglesia Celestial. Y, a través de esas almas, a través de los corazones verdaderos y simples, Yo puedo consagrar y sacramentar a este mundo para que algún día deje de ser infiel para ser fiel, para que algún día ya no tenga más voluntad propia y pase a vivir la Voluntad Divina, la Sagrada Voluntad de Dios que siempre los llevará a la paz y al bien.

Les agradezco por escucharme. Les agradezco por preparar este espacio para Mí, porque por más que en este mundo tenga cientos de catedrales que Me ofrecen, solo podría estar en ellas si en verdad existiera el amor, la transparencia y la entrega.

Por eso, una vez más, Dios vuelve a mostrarle al mundo que Su Presencia está en los humildes, que Su Mano derrota a los poderosos, que Su Verbo resuena en los simples y expulsa a los egoístas, aun aquellos que dicen estar Conmigo.

Mi Iglesia está en el corazón de Mis hijos. Allí está Mi Amor. Allí está Mi Vida para siempre.      
  
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CIRQUE DE GAVARNIE, ALTOS PIRINEOS, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis amados hijos:

Mientras las más dolorosas llagas de Ucrania siguen abiertas por el terror de la destrucción y de la guerra; les agradezco que hoy estén aquí, Conmigo, en simplicidad y amor, para que su Dolorosa Madre de Lourdes interceda por las familias, los hogares y las ciudades destruidas de Ucrania, a fin de que los que perdieron la consciencia recapaciten y detengan las armas.

Queridos hijos, estoy aquí para decirles que, una vez más, la Dolorosa Madre de Lourdes se unirá a todos Sus hijos en oración especial mañana, domingo 27 de noviembre, sagrado día de las 1 000 Ave Marías.

En esta ocasión, les pido que rueguen a Dios porque la inocencia de los niños en la guerra está en juego, y los traumas que generan las armas de la guerra están aplacando el amor y la unidad de las familias que viven en la guerra de Ucrania como también en otras guerras.

Mi Corazón vendrá, el próximo 13 de diciembre, a pedirle al mundo, y en especial a Europa, la reconsagración al Inmaculado Corazón de María para que no se cumpla el Tercer Secreto de Fátima.

Queridos hijos, que sus oraciones en las próximas 1 000 Ave Marías, alivien el llanto de los niños en la guerra, el llanto que su Madre Celeste escucha todos los días.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los convoca,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ROMA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Hoy, estoy aquí, en la Casa de Cristo. Puedo estar más cerca, espiritualmente, de la traumatizada Ucrania. Puedo recoger las oraciones de todos los que oran por la sagrada causa de la Paz.

Por eso, hijos Míos, estoy agradecida porque, en esta hora del planeta, muchas situaciones necesitan ser atendidas, y es urgente para Dios que haya una intercesión celestial.

Por eso, cuando las voces se unen en oración, Yo como Madre del Mundo puedo interceder y abrir, una vez más, las puertas de los Cielos para que los Ángeles de la Paz y de la Reconciliación ayuden a las almas más perdidas, especialmente a las almas que están en los conflictos y en las guerras.

Queridos hijos, por ese motivo, Yo estoy aquí, para irradiar Mi Amor y Mi Luz al mundo; para decirle a los mundos internos de las Criaturas de Dios, Mis Hijos, que se detengan y escuchen el grito del planeta y de las familias desplazadas por la guerra, por el hambre y por la migración. 

¿Hasta cuándo sucederá esto?

Por eso, Mi Mensaje llega para sensibilizar, aun dentro de la Iglesia de Cristo, a los que no piensan en los refugiados ni en los pobres.

Espero, queridos hijos, que antes de que todo suceda, más almas buenas sean capaces, Conmigo, de ayudar a equilibrar la balanza de la Ley; porque, de lo contrario, será la propia humanidad, como lo viene haciendo hasta ahora, que se lastimará a sí misma.

Rezo para que no existan ideas autodestructivas en la superficie de la Tierra, para que ninguna bomba más sea lanzada sobre las naciones como si fueran desperdicios. ¡No, hijos, no hagan eso! 

Sean capaces de percibir hasta donde llega el mal. Arrepiéntanse y pidan perdón, porque queda poco tiempo.

Recemos para que la poca paz que hay en este planeta no desaparezca.

¡Les agradezco por estar unidos a Mí en oración!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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