APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL OCTAVO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los Pies del Resucitado tocan la superficie de la Tierra para poder bendecirla, curarla y redimirla.

Hoy, también tengo la Gracia especial de contemplar espiritualmente el camino de los que se han decidido a seguir las Huellas del Redentor en cualquier lugar del planeta, llevando Mi Presencia en el corazón humano que es transfigurado por Mis códigos de Luz y de Amor.  

Quisiera que hoy contemplaran Conmigo la grandeza del milagro del Amor en sus vidas; aunque aún sientan la imperfección, por un momento contemplen más allá de todo esto lo que los Ojos de su Maestro y Señor contemplan.

He aquí, detrás de Mí, el Reino de los Cielos con sus ángeles y arcángeles, especialmente con los coros celestiales que hoy rodean al Glorificado y Resucitado Señor, como a cada una de sus consciencias; para que, a través del Libro de la Vida, que es guardado preciosamente en el Arca de la Santa Alianza, estén escritas las experiencias de amor que pudieron vivir en esta última Sagrada Semana y, sobre todo, la reconciliación y el perdón entre hermanos.

Porque, en verdad les digo que, si nadie se reconciliara y se perdonara a sí mismo o a los demás, ¿cómo seguirá el destino de esta humanidad, ante tantos desastres, guerras y sufrimientos?

Yo vengo aquí por última vez, en este último día de la Sagrada Semana, para que ustedes sean testigos de Mi Presencia en el mundo y en los corazones.

Muy grande y desconocida es la deuda de este mundo actual, pero más grande y poderosa puede ser la obra de la Misericordia en los corazones que, como los de ustedes, responden a Mi Llamado.

Hoy, el Señor de Israel, el Glorificado y Resucitado Señor, no solo llora por Jerusalén, así como fue en el pasado, sino también llora por los inocentes y por los que están atormentados en el cautiverio espiritual, moral y humano.

Mis lágrimas se convierten en Luz para los inocentes y, hoy, sus oraciones, no solo las de este día, sino las de toda esta Sagrada Semana, como la Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación, se han convertido en una causa espiritual importante por los marginados, los inocentes y los más pobres entre los pobres, para que sean ayudados en este próximo ciclo. Así, sus oraciones se convierten en rosas a los Pies del Creador.  

Sus almas se postran ante el Reino de los Cielos, así como los santos ángeles lo hacen en este momento, para que el Hijo de Dios sea glorificado en el Cielo y en la Tierra, y especialmente en los corazones que buscan el alivio del sufrimiento y la paz, así como fue a las puertas de Jerusalén.

Hoy, ante el escenario doloroso del mundo y de la humanidad, vengo nuevamente a recordarles la importancia del amor y vengo a rezar por aquellos que más lo necesitan, para que Mi Mano curadora y redentora toque la cabeza de todos los necesitados de amor y de redención.

Lleven Mis Gracias de esta Sagrada Semana en sus corazones y vidas. Ya pueden ser testigos de Mi Amor redentor.

El Señor escucha las plegarias de los que claman. El Señor contempla el dolor de los que sufren y Su Divina e Insondable Misericordia aplaca las miserias humanas para que todo se convierta en redención y perdón.

Hoy, vengo a dejarles el sello espiritual de la unión de ustedes Conmigo y de la unión de Mi Corazón con sus corazones, para que se aferren a la Presencia del Señor que quiere llevarlos por el camino de la paz y del bien.

Mi tarea espiritual no termina aquí, en esta Sagrada Semana. Los próximos tiempos les traerán desafíos a todos, pero también prometedoras oportunidades de crecimiento, entrega y donación, para que los graves errores cometidos en este tiempo por la humanidad puedan ser justificados por la donación y la entrega de los consecuentes, y en vez de derramarse Justicia se derrame Misericordia.

Como ejemplo de toda la humanidad, hoy aquí hay almas presentes que cumplen una importante parábola, la parábola del hijo pródigo; porque el Padre Eterno no es severo con aquel que se equivoca por ignorancia o por inconsciencia, Su Misericordia y Amor transforman al corazón equivocado.

El Padre con Sus Brazos abiertos, así como el padre del hijo pródigo, coloca a Su miserable y errado Hijo en el camino de retorno hacia Su Corazón, en el que todas las ofensas y errores son diluidas, el alma alcanza el perdón y la Misericordia, y una vez más vuelve a comenzar de cero, como cada uno de ustedes.

En todos los días que vendrán, deberán tener el coraje, la valentía y la fuerza de comenzar de nuevo todos los días, así como su Maestro y Señor lo hizo en cada paso del Calvario. En cada momento, aunque no podía, Yo comencé de nuevo porque la fuerza del espíritu unido a Dios es muy grande, no hay mal en este mundo que pueda derribar las aspiraciones ardientes de los corazones.

Pero todo tiene su momento y su tiempo. El triunfo del Amor de Dios en las almas tiene su tiempo y su momento; por eso, ya no deben amargarse o entristecerse; deben cruzar esta puerta de este lugar renovados, con la convicción plena de haber glorificado al Señor del Universo y de la Paz, y de volver a confiar sus vidas en las Manos de Dios, así como Yo Soy Vida en los corazones que se rinden al Señor.

Quiero que lleven consigo lo más preciado que tengo, lo más preciado de todos los tesoros, dádivas o Gracias. Quiero que lleven consigo, en Comunión Espiritual, el Amor del Redentor, que es lo que los ayudará a seguir adelante en estos tiempos desconocidos; es lo que les traerá la esperanza de la renovación; es lo que los ayudará, incluso en la autoestima, porque sus almas y las de sus hermanos del mundo ya no deben estar deprimidas.

Aunque este tiempo difícil no le ayude a la humanidad, porque la humanidad se compromete con lo que está fuera de la Ley de Dios, deben sentir la renovación que les traigo y la certeza absoluta de haber encontrado a Cristo como el Camino, la Verdad y la Vida.

Quiero agradecerles a todos los que se esforzaron para preparar estos encuentros. Todo, en los planos de consciencia, incluso en el plano material, debe estar alineado con el Propósito del Redentor.

El premio que les espera a los que se han entregado a colaborar verdaderamente, en esta Sagrada Semana, es muy grande. Pero lo más grande, compañeros, es que Mi Amor los pueda transformar en lo que Yo tanto espero y aspiro.

Por eso, antes de concluir esta Sagrada Semana, a través de la Santa y Divina Comunión, vengo a darles una vez más la Unción a través de Mi Espíritu, para que lleven consigo en su interior la señal visible de la Cruz del Redentor, que los acompañará hasta el fin de los días, hasta que sea el momento de concluir esta experiencia en la Tierra.

Recuerden que lo que Yo les entrego es inalterable e intransformable, porque es una Gracia eterna e incalculable.

Que Mi Paz los anime a vivir en Mi Paz, para que Mi Paz esté en ustedes y Mi Gracia esté en ustedes, para poder estar en sus hermanos y hermanas del mundo.
Siéntanse ungidos por Mi Luz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos, a pedido de Cristo en este momento, a finalizar con lo que comenzamos en esta Sagrada Semana, confiados y renovados en Su Presencia, transformados en Su Amor consolador y redentor, purificados en alma, espíritu y consciencia, ungidos por Su Gracia y por Su Luz y por cada uno de los méritos de nuestro Redentor.

Y así, nos vamos a unir a través de la canción de María de los Inocentes, pidiendo desde lo más íntimo de cada uno de nosotros que esta Gracia de la Unción de Jesús llegue a los que más la necesitan y a los que más sufren.

En este momento dice Nuestro Señor que cada uno sabrá, en el silencio de su corazón, qué alma conocida necesita de la Gracia de Su Unción espiritual.

Para eso, cantaremos como una sola voz y un solo corazón, agradeciendo la Presencia del Señor en estos ocho días.

El Señor se va a acercar a Sus amigos y compañeros.


Canción: “Curador de mi alma”.


Que la Luz, la Gracia y la Misericordia acompañen, como una especial Unción de Luz, a todos los corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Escucha, corazón valiente, no te canses de persistir. Siempre debes recordar que existe un Amor Mayor que te bendice y que te abraza, aun en las condiciones más severas.

Hoy, vengo a retirar un poco del peso de tu cruz, para que puedas reposar entre Mis Brazos y puedas sentir la grandeza infinita de Mi Amor, el mismo Amor que Yo enseñé cuando estuve en la Tierra.

¿De qué tienes miedo, si nada perderás?

Yo necesito construir en ti Mi Victoria, aún no revelada a tus ojos humanos, victoria ardiente que tu alma espera desde tu concepción en el vientre de tu madre.

Yo necesito que aprendas a disolverte en Mi Amor, porque Mi océano de Gracia es infinito; él purifica todas las impurezas y pecados.

Recuerda que cada gota de Mi Sangre tocó la tierra, y cada gota de Mi Sangre, que fue derramada sobre la superficie de la Tierra, estaba impregnada de un alto código de Amor, que los que estaban ciegos de alma y de espíritu, los que estaban contra Mí, aun los que Me crucificaron sin piedad alguna, no conocieron.

Pero tú, alma Mía, escuchaste Mi Palabra en lo alto del Monte, como en el desierto o en las barcas en alta mar.

¡Cuántos siguieron Mis Huellas, aquellas que Yo dejaba marcada en el suelo! ¡Cuán pocos esperaron Mi Resurrección! Pero muchos vigilaron en ese momento.

Hoy, te traigo aquello que supera toda adversidad y toda prueba. Te traigo la esencia de Mi Origen, que impulsó Mi manifestación en la Vida del Espíritu, en la Divinidad, en el Alma y en la materia, hasta que Yo nací aquí, en este mundo, en un humilde pesebre.

¿Por qué le temes a tus caídas, si Yo caí por ti en el camino de la Cruz?

¿Por qué le temes a tus llagas, si Yo fui flagelado por ti para que fueras curado por Mis Llagas?

El precio de Mi martirio fue muy grande y aún es desconocido por el mundo entero. Por eso, Yo vengo a demostrártelo a través de la esencia de Mi Origen, que es la Fuente misma del Amor de Dios que impulsa la vida, que eleva al alma, que consagra al espíritu, que se abre a la Gracia de la redención.

Y esto no significa que, a través de tu vida humana, no sigas cayendo o padeciendo. Pero debes aprender de cada caída, para aprender a no caer más en la misma circunstancia o situación; porque Yo ya te enseñé a levantarte, no solo a través de Mi Voluntad, a través del momento más difícil de Mi Vida que fue la agonía en el Huerto Getsemaní, sino también te enseñé a levantarte y a persistir a través de Mi Amor, un Amor muy grande y desconocido que es capaz, aun en tu vida, de perdonar cualquier situación, bajo cualquier circunstancia.

Si Yo te perdoné, aun clavado en la Cruz, orándole al Padre que los perdonara, porque sabía que ustedes y sus hermanos no sabían lo que hacían, ¿acaso crees, alma Mía, que Dios ya te perdonó?

Para no volver a caer en las mismas circunstancias, debes vivir Mi Palabra de verdad, con esmero y justicia, hasta que cada una de Mis Palabras sean parte de tu vida, así como Yo Soy parte de ustedes en la Comunión, partiéndome y compartiéndome con los Míos, a través del Pan consagrado y a través de la Sangre transustanciada.

Amado Mío y amada Mía, en cada Comunión está la renovación profunda de tu ser, de cada átomo y de cada célula, porque tu Maestro y Señor renunció por ti, ¿lo sabías?; así como el Señor renunció por el mundo entero, asumiendo en Sus Espaldas todos los pecados del mundo, sin reclamar ni condenar; porque fue el Amor Vivo de Dios, a través de Su Hijo, que enmendó todos los errores, desde Adán y Eva hasta el final de los tiempos.

Por eso, estoy aquí una vez más para recordártelo. No puedes salir de aquí sin tener presente Mis Palabras, porque el mundo Me provoca mucha sed, una sed muy amarga y muy severa, como la que sentí en la Cruz cuando Me dieron a beber hiel. ¿Quién sería capaz de soportar esto, junto Conmigo?

En lo que es aparentemente injusto está la gran llave de la superación, la llave que abre las puertas del amor para algún día vivir la compasión, compasión que brilló perpetuamente en todos Mis maestros del Oriente; porque recuerden que ellos Me visitaron en Belén y Me encontraron por las señales que el Cielo les dio.

Por amor y reverencia a todo lo sagrado del Lejano Oriente, Yo les devolví la visita, y aprendí y recordé cosas maravillosas, tan maravillosas y tan importantes como las que Yo les recuerdo en estos tiempos, especialmente a través de Mis últimos impulsos crísticos.

Yo no vengo a colocarlos ante su propia realidad. Alma Mía, que aún Me perteneces, vengo a colocarte ante la verdad, porque como te dije una vez: “La verdad siempre te hará libre”. Y podrás vivir la verdad, si vives la justicia y la transparencia, reconociendo que aún, alma Mía, no eres perfecta ni pura; pero Mi Amor te puede consagrar y transformar en algo puro y verdadero, tan simplemente cuando vives la fidelidad a Mí.

Anímate a dar pasos hacia Mí y deja que Mi Amor te pueda arrebatar completamente. ¿Acaso aún le temes al poder de Mi Amor o a perder el control de tu vida?

En verdad, te digo, alma Mía, que no hay Amor más grande que puedas conocer, como muchos santos conocieron, y que proviene del Reino de los Cielos.

Ayúdame a que haya Cristos del Nuevo Tiempo, en la simplicidad del espíritu, en la comunión con el alma, en el servicio incansable a los que más sufren y a los más pobres entre los pobres.

Si existiera más caridad en el mundo y más almas la practicaran, les aseguro que no sería necesario purificar al planeta, porque quien responde a la Voluntad de Dios está libre de sus propias prisiones y agonías.

Hoy, vengo a hablarte con el Amor más dulce de Mi Corazón. ¿Te animas, alma Mía, a experimentarlo?

No Me digan solo sí, porque saliendo de aquí, deberán demostrarlo hasta el final de sus días.

El Amor Crístico no es inalcanzable, es cercano, tierno y seguro en las almas simples y humildes, en aquellos que no se dan el permiso de retroceder, sino de avanzar con valentía, coraje y determinación; así como Yo se los enseñé, en cada pasaje del Calvario.

Hoy, les confieso, almas Mías, que cuando caí y Mi Santísima Madre vino al encuentro de Su sufrido Hijo, la llama de Su Amor apartó a las fuerzas contrarias y volvió a erguir a Su Hijo; así como hoy, Yo vuelvo a erguir la dignidad de cada uno de ustedes.

Porque si fueron golpeados en una mejilla, en humildad deben dar la otra; porque si fueron ofendidos, deben tener el coraje de perdonar; porque si fueron lastimados, deben tener la valentía de ver al Señor desfigurado; y recordar que el Amor es capaz de todo, es capaz de renovar todas las cosas.

Yo les dejo esta lección porque será esencial para ustedes en estos tiempos críticos; porque cuando Yo ya no esté aquí para hablarles, deberán ser Mi propia Palabra Viva en la Tierra.

Hoy, Mi Espíritu bautizará a través del Sacramento a las almas que lo pidieron, almas que ya fueron escogidas por Mí y que lo necesitan.

Les digo a todos que hoy, a través del símbolo del Sacramento del Bautismo, renueven espiritualmente su primer Bautismo, ante Dios; para que, a través de este Sacramento, las almas perdidas puedan ser rescatadas en diferentes partes del mundo y se restablezca la unión de esas almas con Dios, el Creador.

Entonces, preparémonos ahora, para el Sacramento de la Comunión.

Y para que Mis Palabras ingresen aún más en sus corazones y esencias, les pido que Me vuelvan a cantar; para que el Amor de Dios, inagotable e inextinguible, se derrame sobre ustedes y el mundo, en especial sobre los que más sufren.

Yo los bendigo y los animo: ¡adelante, Nuevos Cristos!, aún hay mucho por hacer.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestro Señor acaba de retirar el Corazón de Su Pecho y lo hace levitar sobre el público.

¿Por qué haces esto, Jesús?


He aquí el Amor que nunca acaba, el Amor que arde por Amor a las almas que se animan a ser víctimas de Mi Amor hasta los últimos días de sus vidas.

He aquí el Sagrado y Traspasado Corazón de Jesús que no retrocede, sino avanza, que transfigura con Su Fuego a todos aquellos que se dejan tocar por Mi Luz.

Mi Corazón vive por ustedes. Esa es la razón de Mi Vida.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Su Corazón volvió a Su Pecho y late fuerte, fuerte, a través del fuego de Su Amor Redentor.

Te agradecemos, Jesús, por este momento, y porque siempre nos demuestras que es posible continuar adelante.

No te apartes de nosotros, Jesús, Te necesitamos.


Yo estoy aquí para darles vida en abundancia.

Que la paz los colme y los renueve, para que la paz sea renovada en el mundo entero.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Jesucristo va a quedarse un poquito más para escucharnos cantar. Aquellos que se animen, que se arrodillen.

Vamos a cantar: “Tudo que eu vivi”.

Y hacemos nuestra oferta, a través de esta canción, al Sagrado Corazón de Jesús, Fuente inagotable de todos los prodigios, milagros y misericordias.


Relato sobre la Aparición, realizado en el día siguiente:

Quiero hacer una pequeña síntesis sobre la Aparición de Cristo, porque varios hermanos me preguntaron sobre algunos momentos y quiero explicarles lo que Cristo pudo aclarar de esos momentos.

Voy a comenzar por el final de la Aparición. Ustedes recuerdan que Cristo en un momento dijo que había retirado el Corazón de Su Pecho y colocó ese Corazón Ardiente levitando sobre el público, sobre ustedes.

Por más que la Presencia de Cristo es en Divinidad, Alma y Espíritu, y Su Presencia es real y contundente en cada momento, en esos planos de consciencia también existe vida, como aquí existe en el plano físico.

Y Cristo hizo ese movimiento para que nosotros podamos meditar sobre cómo es posible que una Consciencia como Cristo retire Su Corazón y siga vivo; porque sé que muchos se preguntaron: ¿por qué pasó esto?, para que entendamos el Mensaje a través de ese símbolo, porque Él es Omnipotente, es Omnisciente y es Omnipresente.

Entonces, como Él es una de las manifestaciones de la Santísima Trinidad, Él, de una forma simple, pero también poderosa, viene a manifestar lo que realmente es Dios, sobre todo a través del amor.

Algunos me preguntaron: “Fray, ¿a quién le hablaba Cristo?”. Él le hablaba a cada uno de nosotros. Porque cuando Cristo está presente está viendo todo: lo que sentimos, lo que pensamos, lo que vivimos, lo que callamos, todo. Sabemos que no podemos esconderle nada a Nuestro Señor.

Y cuando Él habla en singular y a veces en plural, va construyendo el camino según nosotros se lo vamos permitiendo.

Su Energía Crística, que es una energía muy alta, como pudieron sentir, es una energía que va entrando en nosotros según nuestra apertura. Porque Él, que es el Rey del Universo, nunca va a transgredir nuestra voluntad y nuestro permiso. Por eso, Él es el Rey, ¿entienden?

Entonces, Él va trabajando en nosotros según nosotros vamos dándole permiso. En la mayoría de las veces, Él consigue llegar a aquellos espacios dentro de nuestra consciencia donde hay situaciones que no están muy bien resueltas y que muchas veces, por nosotros mismos, no nos damos cuenta de eso.

Y Él lo sabe, no lo juzga, no lo condena; al contrario, Él irguió nuestra dignidad humana por sobre diferentes situaciones que cada uno de ustedes ha vivido en esta vida, inclusive con alguien cercano o lejano, lo que me pareció muy fuerte.

Entonces, cuando Él dice “alma Mía”, Cristo le habla a aquel aspecto de nuestra consciencia que tiene esa posibilidad de unirse a Dios. Porque Él les habla a las almas, no a las mentes. Y el alma de cada uno de nosotros sabe lo que Cristo está diciendo. Por eso, cada momento que es vivido con Cristo, va más allá de cualquier emoción, es un movimiento profundamente interno que nuestra alma expresa y que muchos lo viven.

Y así, de esa forma, cuando Cristo trabaja con nuestra alma, también trabaja con nuestro espíritu; con nuestro espíritu que es conocedor de la vida divina y que sabe de qué se trata, aunque parezca un poco abstracto para nosotros. Él envía sus impulsos a nuestra alma y nuestra alma descarga esa energía sobre nuestro ser humano y allí, en ese momento, cuando ingresa la energía crística, sentimos liberación.

Para terminar, quiero decirles algo que siempre les digo a mis hermanos que viajan con nosotros todo el tiempo, porque es algo que vivimos hace dieciséis años, todos los días, que la Jerarquía Divina, por más que nosotros vivamos el mismo ritual, la misma oración, la misma Aparición, nunca se manifiesta igual.

Porque Cristo, como en tantos otros momentos que vivimos con Él, cada Sagrada Semana, nos demostró una vez más, cuán infinito es Su Amor.

Y cada vez que Él nos demuestra ese Amor infinito, Él lo que intenta hacer, en esa instancia que nosotros le damos, es no solo liberar a las almas de sus prisiones, sino unir a las almas en comunión. Y cuando eso sucede, hermanos, no hay fuerza contraria que prevalezca; porque, en ese momento, nosotros hacemos triunfar a Cristo en la Tierra.

Así que yo los invito a que se sigan animando. Todavía nos faltan algunos días más de esta Sagrada Semana, hasta el Domingo de Gloria. Dense la oportunidad de que Él pueda hacer lo que quiere hacer de cada uno de nosotros, finalmente. ¿Está bien?

¡Gracias! ¡Buen trabajo!

APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN TALLIN, ESTONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 25

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La pureza del corazón no la alcanzarán por sus destrezas ni tampoco por las más sublimes virtudes, aunque estas ayuden en el camino espiritual de la consagración.

La pureza del corazón, que los llevará siempre a la inocencia interior, la alcanzarán con la verdad de lo que ustedes son, manifestando y reflejando la lealtad que siempre mostrará de cada uno de ustedes que son transparentes y cristalinos como el agua, que no hay nada que tengan que esconder ni tampoco aparentar, porque eso es parte de la condición humana. Pero siempre, la pureza del corazón los librará de ustedes mismos, los librará de este mundo cruel y siempre les hará entender la Voluntad del Padre.

Por eso, hijos Míos, tengan esa búsqueda incesante de la pureza interior; una pureza que, a nivel de la humanidad, hoy está condicionada y sepultada por las influencias, las interferencias y las modernidades.

Por eso, una vez más, Yo les vuelvo a traer la Pureza de Mi Inmaculado Corazón, que no es una Pureza propia de la Madre Celeste, es la Pureza que emana de la Fuente Insondable de Dios y que es irradiada y compartida por los santos ángeles, incluso por los propios ángeles de la guarda.

Aunque sé, hijos Míos, que estamos en un tiempo de batalla espiritual, Yo les digo que no se desanimen y sigan adelante; porque son muy, pero muy pocas las almas en el mundo que tienen la Gracia de poder conocer su pureza interior o aun de poder recordarla todos los días; porque el resto de las almas del mundo son apartadas de su pureza espiritual y, al ser apartadas de su propia pureza interior, se apartan del Amor del Padre y pierden la inocencia que siempre los guarda en el bien y en la paz.

Como Madre de la Inmaculada Pureza, vuelvo a recordarles este Mensaje a todos Mis hijos; porque la vida, día a día, se vuelve superficial, muchas veces insensata, fría o indiferente, al punto de que a la mayoría de Mis hijos cualquier situación le da lo mismo. Y esto no puede ser así, hijos Míos, porque estarán dentro de una ilusoria apariencia que cegará sus ojos, que bloqueará sus percepciones, que los alejará de la verdad.

Por eso, cada situación de la vida, cada situación del planeta o aun de los Reinos de la Naturaleza, debe ser atendida con atención; porque todo, absolutamente todo, es importante para Dios.

Por esta razón, en este día especial, en el que vuelvo a bendecir a Estonia y al mundo entero, vengo acompañada por los Ángeles de la Pureza de Dios, porque Él les encomienda el mundo entero para que más almas, en estos tiempos de definición y de transición, puedan volver a encontrar su pureza interior para volver a contactar su inocencia interior.

Si esto no sucede así, hijos Míos, las almas en el mundo no soportarán el fin de los tiempos; porque ahora, en este tiempo final, muchas almas viven en depresión y las personas también lo sienten fuertemente. La causa de esa depresión es no vivir la Voluntad de Dios; es no estar abierto a conocer las Leyes Superiores, no como una regla espiritual o una imposición, sino como la oportunidad de que se rediman y se liberen de ustedes mismos.

¿Ahora entienden, hijos Míos, sobre la importancia del contacto interior con la Pureza?

Porque es uno de los dones más importantes del Padre Eterno.

Imaginen tan solo por un momento, que Dios sin Su Pureza Original, no podría ser Dios; porque la esencia primordial de la pureza es la humildad, es el vacío de sí mismo, es la donación y la abnegación constante y permanente.

En verdad les digo, hijos Míos, que no hay ningún misterio en todo esto, porque esta es la llave maestra que abre todas las puertas, no solo a nivel material, sino también a nivel espiritual.

Es tan simple y tan verdadero el don de la Pureza de Dios, que las almas muchas veces no consiguen percibirlo, porque su Pureza Original está en la Creación, está en la naturaleza, está en su belleza, en cada amanecer, está dentro de ustedes, tan cerca que muchos a veces no la ven.

¿Cuál es la razón, hijos Míos, de no contemplar esta Grandeza de Dios que es auténtica y original en Sus Hijos?

Porque no se olviden de que ustedes provienen de la Fuente, porque de la Fuente una vez surgieron, de la Fuente Primordial fueron manifestados a través de la esencia de la Pureza de Dios, de Su Pureza Original, misterio incalculable, don inextinguible, Gracia infinita que se refleja a través del Reino de Lys-Fátima.

Fue el don de la Pureza Original de Dios que, a través del Mensaje de su  Señora del Cielo en Fátima, pudo disipar la crueldad y la maldad de la guerra y de todas las fuerzas contrarias que se oponían a la expresión de la inocencia y de la pureza de la humanidad.

La falta de Pureza Original en Mis hijos no solo aparta a las almas de la verdad y del bien, sino que también coloca a las almas en el conflicto y en la guerra, en las ideas propias, en todo lo que es paralelo a Dios, pero que en su esencia no se une al Padre.

Le pido al mundo que, en este tiempo crucial, día y noche, busque la pureza en su interior, porque por ustedes mismos verán que la transformación será diferente, que la redención no será pesada, que la condición humana no los esclavizará, cuando tan simplemente miren hacia adentro de ustedes, miren hacia el centro de su universo interior donde mora la Pureza Original de Dios y comulguen de ese don internamente.

Así, les aseguro, Mis amados hijos, que ayudarán al mundo en su gran momento de redención y de conversión. Este es Mi anhelo, esta es Mi oración perpetua.

Por eso, vengo aquí, al mundo; desciendo de los Cielos, a través de los portales del universo y de la Tierra para compartir con Mis hijos, Mis muy queridos hijos, la Pureza que Dios depositó en Mí, aun siendo un ser humano, aun siendo la Esclava del Señor, aun siendo la Madre de Jesús.

El misterio del don de la Pureza Original de Dios puede detener las armas y las guerras, puede cerrar las puertas inciertas, puede detener el mal, disipándolo y disolviéndolo de la consciencia humana.

El poder del don de la Pureza Original de Dios aún es desconocido; porque en sí no es solo un don, sino también es una ley espontánea y verdadera; porque es un impulso de Su Fuente Inmaterial, entre tantos dones, virtudes y gracias, que es contemplado y adorado por los ángeles.

Así como hoy, los ángeles que Me acompañan contemplan la Pureza Original de Dios en el Corazón de la Madre Celeste, venerablemente expuesto como un don de expiación para las almas, para la redención del mundo, para el establecimiento de la paz y del bien entre las almas.

Por eso, rezo noche y día, incansablemente, para que todos aquellos que se decidieron a alcanzar la pureza interior, en estos tiempos de grandes tribulaciones, puedan mantenerse firmes en la búsqueda de esa aspiración, y así alcanzarla sin retroceder ni un solo paso, sino caminando hacia adelante, siguiendo las Huellas de Cristo; porque Él los conoce y lo sabe.

Su Mirada está en la verdad que hay dentro de ustedes; la verdad que debe ser bendecida por Dios, porque Dios es la Verdad misma y Su Verdad es la revelación de Su Misterio para todo el universo, para toda la Creación. Por eso, Mi Hijo les dijo una vez que la Verdad los haría libres.

¿Dónde está la Verdad en Mis hijos?

¿Dónde está la liberación de ustedes mismos?

Porque Dios tiene todo previsto, todo ya está escrito. Solo falta que Mis hijos den un paso más, porque la consagración es infinita, el vuelo hacia la Fuente es eterno, la unión con el Corazón del Padre es permanente, hasta que ustedes algún día sean nada y la Presencia del Padre pueda habitar en ustedes, así como ustedes pueden habitar en Cristo por medio de Su Santa Comunión, con Su Glorioso Cuerpo y Su Preciosa Sangre.

En Su Divino Sacramento del Altar es en donde encontrarán la verdad que tanto buscan, es en donde hallarán la respuesta que tanto esperan. Porque el Reino de Dios está del otro lado de umbral, esperándolos, y es la puerta de la pureza del corazón que les permitirá entrar al Reino de los Cielos, aunque aún vivan sobre la superficie de la Tierra.

Así, doy continuación a Mi Mensaje de ayer, Palabras que les traen una síntesis a todos.
Entre ayer y hoy, les he entregado un impulso que no puede pasar desapercibido, porque recuerden y no se olviden de que son Nuestros últimos impulsos de Luz y de Amor.

Llegará un momento, hijos Míos, en que ustedes deberán ser la propia palabra viva y el propio ejemplo de Nuestras Instrucciones. Así, se cumplirá la promesa que Nosotros le hemos hecho a Dios, en aquel primer día cuando Nos comprometimos, como Sagrados Corazones, a que Nuestro Mensaje tocaría a las almas para convertirlas absolutamente al Amor de Dios, para dejar en los corazones una huella imborrable, la marca espiritual de Nuestra transverberación, la señal luminosa del Amor de Dios.

Abracen este Mensaje como propio, para que se cultive en sus mundos internos, porque les aseguro que lo necesitarán para saber proceder de forma correcta en el final de los tiempos, para seguir aprendiendo a acompañar los pasos de Luz de Mi Amado Hijo, y así seguir construyendo y manifestando Su Santísima Voluntad.

Es así que los vuelvo a bendecir, como la lluvia que hoy cae sobre esta naturaleza y lava la superficie de este mundo de las manchas de la crueldad, de la guerra y de la sangre inocente que fue derramada. Que la bendición los impulse a seguir caminando.
Una vez más, les estoy agradecida.

Comulguemos espiritualmente de la Pureza de Dios. Mi Corazón Inmaculado es la puerta que se abre para que ingresen al universo de la Pureza Original de Dios.

Que Estonia y el mundo entero reciban Mi bendición, que es la Bendición de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:


Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la Palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Delante de lo que sucede en el mundo, Dios está en silencio y, una vez más, Él envía a Su Hijo para ayudar a los que más necesitan y, especialmente, a los que atraviesan las guerras, la esclavitud y el tráfico de personas.

Hoy, su Maestro y Señor se encuentra en los planos internos en esos lugares y se sirve de este potente canal de Luz del Centro Mariano de Figueira para poder llevarles a las almas que más necesitan el consuelo y la paz, el amor y la esperanza, que, entre hermanos de una misma humanidad y planeta, son disueltos a través de las guerras y conflictos.

Vean ahora Mi Corazón Espinado, horriblemente ultrajado por los que son impunes y no aceptan vivir la Ley de Dios, por aquellos que someten a sus hermanos de las naciones y de los pueblos. Yo vengo por todos ellos. Vengo por el último y por el más perdido, porque todos son rescatables para Mi Corazón, aunque en las apariencias parezca imposible.

En este tercer impulso que hoy les traigo, no solo los preparo para la próxima Sagrada Semana, sino también los preparo para asumir con responsabilidad el Plan de Dios, para que sepan que ahora lo más importante es que cada una de sus vidas esté confirmada a Mí, porque ya no tengo recursos para justificar los errores del mundo.

Por eso, necesito de almas decididas y definidas. Necesito de almas que se ofrezcan a ser víctimas de Mi Amor y que no solo se dejen traspasar por Mi Amor, sino también por Mi Voluntad, porque será a través de los pequeños grupos de almas que Su Maestro y Señor llevará adelante Su Retorno al mundo.

Por eso, en este momento, Yo necesito que sean valientes, que asuman Conmigo lo que hay que asumir y soportar. No hablo de algo externo, sino de algo profundo, en donde Su Maestro y Señor trabaja por las almas y por las esencias, por todos aquellos que necesitan de una oportunidad.

Esa debería ser su regla: que trabajen para  Mí, que Me sirvan y que se entreguen a Mi Corazón, para que en este momento agudo del planeta en donde todo está permitido, las almas tengan una oportunidad, así como ustedes la tuvieron Conmigo desde el principio que los convoqué a estar a Mi lado.

Para eso, los invito a ofrecer cada una de sus pruebas, cada uno de sus desiertos, hasta cada una de sus incomodidades, por una sola razón: para que Su Maestro y Señor, ante el Padre Eterno, tenga cómo justificar los graves pecados de la humanidad, para que esta situación del fin de los tiempos no se vuelva incontrolable e insostenible, sino que a través de pequeños grupos de almas, de almas que se postulen a ser víctimas de Mi Amor, una vez más, Yo pueda interceder por el mundo de la misma forma que intercedí hace dos mil años atrás.

Tomen como ejemplo lo que pasó hace dos mil años atrás con la humanidad y en el punto en el que la humanidad se encontraba, no solo desde el punto de vista material, sino también espiritual.

Ahora, la humanidad está en una situación más grave y compleja, y el Espinado Corazón de Su Maestro y Señor necesita de almas valientes y dispuestas a soportar la cruz de este mundo, una cruz invisible, imperceptible y silenciosa, que solo se sostiene por amor, para que los que están condenados y perdidos tengan una última oportunidad.

Por eso, les pedí hasta hace poco tiempo que tuvieran el corazón pronto. Esto no es una poesía, es una afirmación de una consciencia que es responsable en Cristo y por Cristo, de una consciencia que tiene la sabiduría y el discernimiento para darse cuenta de que la humanidad se está precipitando rápidamente y que muchas de las situaciones, que hoy suceden en el mundo y en las naciones, son creadas por la propia humanidad, por aquellos que son impunes y que creen tener el poder por encima de Dios.

Sé que muchos se han preguntado en estos tiempos, ante una guerra como la de Ucrania, ante una guerra como la de Yemen, la guerra de Etiopía o la de la ultrajada Siria, ¿dónde está el Poder de Dios para derrotar a esos hombres impíos?

Aquí, Dios no desafía a nadie, Dios no ostenta nada ante nadie, sino no sería Dios. Es un Padre de Amor y de Misericordia, que a través de estos dos atributos Él traza la Justicia para el mundo en la hora cierta y en el momento oportuno.

Por eso, todo lo que hoy sucede en el mundo algún día terminará. Ustedes, como Mis apóstoles y compañeros confirmados, deben seguir orando con fervor y no permitir que su oración se enfríe o hasta se desvanezca; porque, en este momento, la unión de las almas a través del verbo orante es imprescindible para todo lo que sucederá.

Tengan confianza y fe en todo lo que les estoy diciendo, comprendan que no les puedo decir más que esto, porque la Voluntad de Dios solo es conocida por el propio Dios, por Su propio Hijo y por el Espíritu Santo. Pero si ustedes siguen amando lo desconocido, lo que es inmaterial, desde esos niveles de consciencia llegarán los auxilios que ustedes y sus hermanos necesiten, y les aseguro que ustedes sabrán en dónde estar y qué hacer en el momento cierto.

Este es un tiempo de un dolor crecido y agudizado, de un sufrimiento causado a la humanidad y a los pueblos a través de la impunidad y de la corrupción, que el Padre nunca había visto. Es que el propio Padre Eterno se ha dado cuenta hasta dónde pueden llegar Sus hijos cuando están viciados por el poder y la impunidad.

Pero tengan presente que todas esas situaciones o acciones no pueden ir más allá de lo material, que por encima de todas estas cosas está la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de todas Sus Jerarquías Angélicas y Arcangélicas que, en este momento de la humanidad, trabajan de forma incansable en los planos internos para proteger las esencias del mundo entero, a todas las esencias posibles.

¿Ahora comprenden la importancia de su oración en estos tiempos?

La verdadera victoria que alcanzó Cristo en la Cruz no se dio de forma externa, sino interna, y esa victoria se construyó a través del silencio, irradiando la Paz y el Amor para los que lo crucificaron y lo condenaron.

Los invito a amar ese misterio, pero no esperen que ese misterio se revele; vivan ese misterio en sus vidas y ustedes por sí mismos lo develarán, porque aprenderán a amar como Yo amé, aprenderán a perdonar como Yo los he perdonado, y así sabrán curar las heridas más profundas en sí mismos y en sus hermanos.

Hoy, les vengo a decir todo esto porque Mi Padre ha visto que hay almas que habiendo recibido todo de su Maestro y Señor no lo han valorado, le han dado la espalda a su Redentor por sus propias resistencias y miedos y, a pesar de estar a Mi lado hace tanto tiempo, Mi Amor no tocó sus corazones.

¿Quién pagará esta deuda?

Todo lo que viene del Universo no se desperdicia. Aprendan a vivir en la economía espiritual que los lleva a administrar, con sabiduría y entendimiento, los impulsos que vienen de la Jerarquía, impulsos preciosos y determinantes que solo intentan elevar sus conciencias cada día más, para que algún día comprendan y sepan sobre la Voluntad de Dios.

Hoy, Me alegro por estar aquí con los Míos y con los consecuentes, con aquellos que a pesar de sus propias imperfecciones intentan, todos los días, seguir Mis huellas, las huellas de Luz del Redentor, animándose a profundizar en los grados de amor y de entrega, animándose a ser los Cristos del Nuevo Tiempo.

Por eso, más allá de todo lo que sucede en el mundo y que es muy doloroso para Mí como para ustedes, siempre vean la Luz, la Luz de Cristo, más allá de las tinieblas. Sigan esa Luz, tengan como propósito la Luz de Mi Corazón; y, a través de esa concentración en la Luz de Cristo, cierren Conmigo las puertas al mal y lleven a las almas más oscurecidas de este mundo a que vuelvan a encontrar el océano de Mi Misericordia, porque solo a través de la Misericordia el mundo se redimirá.

Este Corazón Espinado de Cristo, que hoy les expongo, ahora es un Corazón Luminoso, un Corazón lleno del Amor de Dios por las almas, un Corazón que cura y que sana, un Corazón que redime, que les trae la paz y el consuelo que cada uno necesita.

Así, anímense a seguir cargando con la cruz por el mundo, anímense a ser valientes y a seguir los pasos que Yo les estoy indicando, porque como les dije, hace un tiempo atrás, harán más cosas que las que Yo hice, cosas más grandes que las que hizo su Maestro y Señor. Por eso, también les digo que deben tener sus corazones prontos para hacer cosas más grandes que las que Yo hice; y cuando las estén viviendo una a una, recordarán lo que hoy les dije.

Es así, que Yo los invito a amar la simplicidad para que este mundo pueda recuperar su inocencia. Yo los invito a amar la pureza para que este mundo pueda recuperar el amor. Yo los invito a adorarme, a reconocerme en los Sacramentos y en el corazón de cada hermano, para que este mundo recupere la esperanza que ha sido condicionada y sepultada por los impunes.

Pero cuando Yo retorne, así como retornaré durante la próxima Sagrada Semana, cada una de sus almas, cada uno de sus espíritus, tendrá la oportunidad y la Gracia de vivir la síntesis Conmigo. Una síntesis espiritual que les recuerde todos los impulsos recibidos de Mi Corazón a través de los tiempos.

Eso los preparará para lo que llegará, y así los podré tener donde los necesito, en diferentes lugares del mundo para transmutar Conmigo, para que las almas se liberen de su esclavitud material y espiritual, y así cuando Yo retorne en Gloria, mostrando Mi verdadera Faz, la Faz del Cristo Solar y Cósmico, todas las almas Me puedan reconocer. 

Porque, en esa hora, les prometo que ya no existirá angustia, pena o desesperación, sino existirá una alegría que brotará de los corazones simples y humildes, de los corazones que perseveraron en Mí y a través de Mí; y Yo los reuniré para darles de comer de Mi Glorificado Cuerpo y para darles de beber de Mi Preciosa Sangre, del Cáliz que señalará la gran hora de la redención planetaria, en la que el mal será retirado y el Reino de Dios volverá a descender a través de Mi Madre Celeste y de todas las Huestes de Luz que celebrarán con la Nueva Raza el surgimiento de una Nueva Humanidad.

Para que puedan comprender físicamente este tercer impulso que hoy les traigo, los invito a celebrar Conmigo la Eucaristía. Y hoy, de manera especial, invitaré a este altar a todas las Madres de la Orden que están aquí presentes, para que se ofrezcan por las madres de la guerra, para que esas madres que sufren los conflictos y las persecuciones tengan la fuerza y la esperanza de seguir adelante.

Celebremos en paz.

A los pies de la destrucción de este mundo, nos ofrecemos como víctimas del Amor de Dios para que Mi Sagrado Corazón triunfe en este planeta y en todas las almas que más necesitan, en esta hora, del consuelo y del perdón. Que así sea.

Así como fue en la noche que reuní a Mis apóstoles para revelarles el Misterio de Mi Amor, hoy reúno a todos los apóstoles del fin de los tiempos ante el preámbulo de esta próxima Sagrada Semana; para que, a través de la institución de la Eucaristía y de la celebración del Misterio del Amor de Dios, todas las almas posibles se preparen para ese importante encuentro Conmigo.

Bendice, Señor, este vino que se convertirá en Mi Sangre. 

Bendice, Señor, esta agua que, en unidad perfecta, bendecirá a las almas.

 

Adonai, Tú que eres Santo,
Amoroso, Poderoso e Invencible,
no mires los horrores de este mundo,
sino la fidelidad de las almas,
de aquellos que a pesar de sus pruebas
e incertidumbres siguen firmes Mi Camino,
el Camino que los lleva hacia Mi Paz,
y que esta celebración Eucarística
sirva de comunión con todas las almas
que siempre Me dicen sí. 

Que esto, Padre, consuele Tu Corazón.
 

Delante de los Universos Celestiales, así como fue en la Última Cena, Padre Amado, vuelvo a tomar el pan para ofrecértelo, a fin de que sea transubstanciado en Mi Cuerpo por los ángeles del Cielo; y así, lo vuelvo a partir, para ofrecerlo a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres, para el perdón de los pecados”.

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

Amén.

 

De la misma forma, vuelvo a tomar el Cáliz entre Mis Manos para ofrecerlo al Padre Eterno, a fin de que el vino sea transubstanciado en Mi Sangre; y así, lo vuelvo a ofrecer a Mis compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que será derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía hasta que Yo retorne al mundo”.

 

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

 

He aquí Mi Cuerpo y Mi Sangre, felices los que se sirven de este Sacramento y lo ofrecen por aquellos que no lo viven, que no lo adoran y que no lo reconocen, a fin de que Mi Divina Misericordia, insondable e inextinguible, llegue a todas las almas posibles.

Ofrezcamos este Sacramento por las madres de la guerra, para que el espíritu sagrado de la maternidad, concebido por la Sagrada Energía Femenina, se reconstruya y se restablezca, a fin de que todos los hijos de Dios se sientan amados y protegidos por sus madres de la Tierra.

Oremos:

Padre Nuestro, en arameo.

Así como Mi Paz está en este lugar, que esta Paz se expanda y se multiplique en toda la Tierra, para que los mundos internos reconozcan al Cristo Vivo. Que la Paz descienda a la Tierra.

Y los invito a fortalecer su fe así como la fortaleció el centurión romano, porque su propia fe curó a su siervo. Los invito a pensar en esto.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.

Amén.

Con la alegría de este encuentro y de este reencuentro de las almas postulantes a ser víctimas de Mi Amor, les anunciamos a todos los hermanos del planeta, a todos los devotos del Sagrado Corazón de Jesús, la Comunión Espiritual.

Oremos, así como oró el Ángel de la Paz:

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra, 
 en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido;
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María, 
 os pido la conversión de los pobres pecadores. 

Amén.

He cumplido Mi promesa, sus corazones están prontos a través de los tres impulsos recibidos para vivir una síntesis espiritual Conmigo en la próxima Sagrada Semana. Solo les pido una cosa, nunca dejen de ser valientes por Mí, así aprenderán a superarse y a trascenderse todos los días.

Les agradezco por este recibimiento y este amor interior. Hoy, la Sagrada Figueira vuelve a iluminar al mundo.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cerramos este trabajo con Cristo, en silencio y recogimiento. Y nos preparamos para recibir mañana, con mucha alegría, a nuestro amado Instructor San José.

Podemos ir en paz.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sigue las huellas de amor que ha marcado Mi Hijo en tus caminos.

Reconoce Su presencia en tu interior y aférrate a Él para que algún día recibas los sagrados tesoros de Su Corazón.

Revive cada momento compartido en la Comunión con Su Espíritu, en la oración diaria que brota de Su Corazón bondadoso y, así, entrégate a Él, para que Mi Hijo pueda hacer los milagros de la vida, en nombre del Amor que Él le tiene a la humanidad.

No dejes de avanzar, de ser determinado; así permitirás que el Espíritu Santo te colme y seas bendecido por la expresión más pura de Dios.

Protege la inocencia de tu alma. Abre las puertas a tu morada interior, para que allí sea depositado el Amor crístico.

Sé valiente y camina alcanzando los últimos escalones de la redención para que ingreses al Corazón del Padre Celestial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, en el Sagrado Llamado

Postraos ante Mi Padre, pues Él os está viendo.

Llego en esta noche para dar la libertad al mundo, pues Mi Corazón no mantendrá a nadie más preso, pues nunca he colocado a nadie en cautiverio, sino les dí la libertad de esta vida material, el poder de reconocer Mi Faz, Mis prodigios y Mis dones, que Yo les doné desde el primer momento en la Cruz.

Vivan Mi Pasión en estos tiempos difíciles. No borren de vuestras memorias, todo lo que ha hecho vuestro Redentor, pues la hora indicada se aproxima. Los relojes internos se activan, para sentir la llegada del Maestro y Redentor. Vendrá en Espíritu de Divinidad y Gloria a buscar a las almas caídas, a rescatar a los inocentes de las injusticias del mal, pues nadie se librará de poder purificarse. Es necesario para estos tiempos difíciles.

La humanidad se apartó de Dios y creó su propia condición, hasta en lo más profundo del espíritu. Pero Yo vengo a recordarles la comunión Conmigo, para que vuestros pecados se puedan perdonar.

Sean puros y cristalinos ante Mis Ojos gloriosos, pues Yo vengo a buscar vuestra humildad y simplicidad. No colocaré Mi Reino en almas vanidosas. Yo colocaré Mi Reino en los corazones que se transforman a través de Mi Corazón.

Vengo a entregarles la última llave, la última señal para la humanidad, pues necesito que todos Me escuchen con atención, porque hoy los hago postrar ante Mi Padre, porque Mi Padre los está viendo a través de Mi Corazón Misericordioso y todas las Jerarquías Angélicas que rodean Mi Gloria y Mi Aura, para dar testimonio de la Presencia de Dios.

Por eso vengo a ser consecuente con cada uno de ustedes. Necesito que vuestras estrellas despierten en lo más interno de vuestros corazones, porque será eso que iluminará la oscuridad de los tiempos cuando verdaderamente estén unidos en Mí a la oración.   

Y ahora mírenme con ojos de desapego y de entrega, porque Yo vengo a rescatar lo que es irrescatable en este mundo.

Vuestros corazones son merecedores de Mi Gloria, por eso grabo en vuestros rostros Mi Faz, para que sean como Yo hasta el final de los tiempos, donde todo estará cumplido en nombre de Adonai. Y así los levanto del suelo todos los días, porque necesito que caminen a Mi lado en este tiempo de tribulación, en donde las almas se juzgan a sí mismas y pierden el camino de la redención.

Por eso, Yo necesito de ustedes todo el tiempo, porque espero que no se pierdan y no dejen de seguir Mis Pasos de Luz, aquello que Yo estoy marcando por última vez en el mundo.

Reconozcan Mis Huellas. Sientan Mis Pasos y escúchenme dentro de vuestros corazones. Yo Soy vuestra Gloria, Soy vuestra Verdad, Soy la manifestación del Amor vivo de Dios, que muchos no están buscando por perderse en las cosas superficiales.

Por eso, Yo los llamo a la oración, porque esa será vuestra antorcha. Ustedes mismos la deberán encender a través del fuego de vuestro corazón. 

Yo ya no podré darles el toque de Mi Luz, la humanidad no se lo merece. Pero si son buscadores de Mi Misericordia siempre estarán en el océano de Mi Corazón, sintiendo Mis consuelos y siendo bañados por Mi Gracia, todos los días hasta el fin de los días.

Con todo esto, Yo les muestro la Verdad, porque muy pocos corazones Me quieren escuchar. No vengo a traer incomodidad a vuestras vidas, sino a recordarles hasta los últimos tiempos, vuestro compromiso con el Creador, con vuestros Ángeles de la Guarda, que serán los testigos delante del Juicio Final, de vuestras vidas y del mundo y de todo lo que han hecho, hasta los últimos momentos de estos tiempos definitivos.

Pero no bastará que me puedan creer, sino que puedan sentir Mis Palabras, que son transmitidas por la Energía Divina de Dios, que todo transmuta y libera en cuanto es pronunciada por la Voz del Hijo de Dios.

Guardarán estos momentos Conmigo en vuestros corazones. Serán los que los fortalecerá delante de todas las cosas que verán. Mas vuestros corazones no deberán sorprenderse. Lo que ha sido escrito para estos tiempos, se ha multiplicado por mil. ¿Saben entonces, compañeros, hacia dónde se encamina la humanidad? Pues Nuestra Voz no dejará de pronunciarse. Sabemos que Nuestra Voz y cada una de Nuestras Palabras, serán Luz para los peregrinos. Seremos fieles a cada uno de ellos, cuando cada uno de ellos sean fieles a Mi Corazón, al Corazón de Mi Madre y de San José y principalmente al Corazón del Padre Eterno, que está muy blasfemado por el mundo.

Yo vengo a hablarles de estas cosas, hijos compañeros, porque el mundo está viviendo estas cosas. La realidad divina no puede descender mientras circule el caos en el mundo. Pero Mi Corazón viene a crear en este lugar, en el corazón de los fieles, las pequeñas Islas de Salvación, donde Mi adversario no podrá entrar, cuando tan solo sean consecuentes Conmigo, en este camino hacia el Infinito. 

Quisiera contarles cosas del universo, pero la humanidad no ha querido escuchar por haberse rodeado de cosas materiales que los distanciaron de la Ley de Dios. Yo vengo a demostrarles el equilibrio del universo, del cual nunca deberán salir, para que sean amparados por Ley de Mi Señor.

Mientras escucho vuestros corazones, ustedes se confiesan ante Mi Corazón, porque así todo se reparará a tiempo y nadie perderá la oportunidad de reencontrarse con Mi Corazón Glorioso.

Yo vengo a traerles la oferta definitiva, la oportunidad incalculable de vivir en Mi Paz y en el Reino de Mi Dios, porque a pesar de todo lo que sucederá, no perderán la calma. Estarán en serenidad y serán pacificadores de Mi Corazón Misericordioso.

Y ahora daré la oferta al Universo de Dios por ustedes, ante los Altares de Cielo y de todos los Arcángeles.

Alabemos a Dios en gratitud, reparación y amor; pues Mi único deseo es que algunos carguen con Mi Corona de espinas sobre sus cabezas para compartir el dolor que Me ocasiona el mundo, por tanta ignorancia y desamor. Esta será la causa, compañeros, de ofertar estos Sacramentos en nombre de la redención y de la paz.

Y cuando ustedes no vean la paz en el mundo, en estos tiempos que llegan, busquen la Paz de Mi Corazón, pues solo Me encontraré en los corazones que quieran recibirme y esa será vuestra paz para estos tiempos. Estar en Mi Paz, vivir en Mi Paz y buscar Mi Paz. Eso les permitirá, compañeros, que nada a vuestro alrededor los sorprenda y los atormente. Porque, les vuelvo a decir, que verán cosas inexplicables dentro y fuera de los seres. Eso es el tiempo del Armagedón.

 

Fray Elías:

Delante de los ángeles de Cristo, a pedido de Nuestro Señor, vamos a entonar el Kodoish melódico, haciendo esta oferta a través del Corazón Sagrado de Cristo.

 Los que puedan, se ponen de pie para hacer la oferta, delante del Sacratísimo Corazón de Jesús.

 

Compañeros, en el Nombre de Nuestro Señor, oraremos a Dios, para que Él interceda por el mundo, a través de Mi Bendito y Sacratísimo Corazón.

Que esta Comunión que hoy realizarán Conmigo, reafirme y confirme vuestros votos con Mi Plan de salvación.

Como en el Monte de las Bienaventuranzas, recordaremos este Misterio que Yo revelé al mundo, a través del Padre Nuestro.

Padre Nuestro (en arameo)

Alabado sea Dios, glorioso Su Reino, Aleluya, Aleluya.

En esa paz Yo los quiero encontrar todos los días, porque muchas almas se servirán de vuestra paz para calmar su desasosiego, delante del fin de los tiempos en el que todo se vuelve tan complejo para los pequeños corazones de la humanidad.

Los espero aquí, en la oración de la Misericordia, pues vendré a verlos aquí los días 5 y 6 de octubre. 

Esa es Mi promesa para ustedes. Depositar Mis códigos en vuestros corazones para que siempre puedan resucitar, en estos tiempos críticos.

Vengan a Mí y abrácenme. Yo siempre los espero en la vigilia del Corazón.

Mientras estoy aquí con ustedes, estoy con el mundo, principalmente con las almas que más necesitan y que en esta hora viven su desesperación.

Los observo y los contemplo siempre, hasta el fin de los días, pues los Nuevos Cristos deben despertar, para concretar el Plan de Salvación.

Yo les agradezco.

Recuerden a los que sufren más que ustedes, así verán vuestros dolores muy pequeños delante del sufrimiento universal que vive este planeta y todos sus Reinos creados. Así encontrarán fuerzas para cuando Yo ya no esté aquí, entre ustedes, y seguir ciegamente Mi camino hasta cruzar el portal de Mi Corazón, donde todo estará consumado. Que así sea.

Gracias Adonai, Emmanuel, Abba, por cuánto nos das.

No se entristezcan. Yo siempre seré vuestra fuerza inquebrantable. Y a pesar de que las montañas se muevan y los mares de agiten en estos tiempos presentes, no pierdan la calma. Dios ya tiene marcada vuestra hora, para cada uno de los seres de la Tierra, que no deberán perder el rumbo hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús.

Mi último intento es grabar la historia de Mi Faz en vuestros corazones. Y así serán las reliquias, las reliquias espirituales en el Universo de Dios y así serán testigos de esta Obra de Redención. Y aunque sean muy pocos, la experiencia será grande para aquellos que crean sin haber visto.

Mientras les hablo, Yo los calmo, los sereno, para que puedan sentir Mi Propósito de toda esta existencia, de la cual Yo soy parte desde el principio de la Tierra. Por eso, pueden ser bienaventurados cuando siguen Mi camino todos los días, se levanten de vuestras dificultades y solo ansíen encontrar Mi Corazón en cada acto de la vida que debe ser representado por el buen ejemplo de vuestros corazones. Así los códigos que Yo les entrego no se perderán y habrá valido la pena venir aquí para decirles todas estas cosas.

Y ahora Mis Ojos lloran por el mundo, por el mundo infiel, por el mundo injusto. Dios tiene algo especial para todos, solo que todos siempre han querido hacer su propia voluntad y olvidaron la Voluntad de Dios, eso los apartó del amor y de la esencia de todo lo existente.

Yo vengo a recordarles este Propósito, para que siempre puedan ver las cosas más allá de ustedes. No desearía que vuestros corazones se enfríen y que tampoco sean tibios, pues Mi deseo es que vivan en Mi Fuego, el que promueve la paz, la Misericordia y la redención.

Mientras estoy aquí, estoy en regiones del mundo atormentadas, aliviando el grito de las almas que claman por piedad y Misericordia. Mas ustedes compañeros, están en el gozo de Mi Espíritu, mientras las almas se pierden, sin encontrar la Luz de Mi Corazón.

Esto Yo ya lo había visto en la agonía del Huerto Getsemaní. Esta sería la prueba de la humanidad, superarse a través del amor y no a través del poder. Pero Mi adversario conquistó muchos corazones. Por eso, el tiempo de la Justicia se aproxima. Y ustedes los han visto, lo vieron suceder alrededor de esta humanidad.

Los tiempos marcan nuevas señales para aquellos que, en verdad, quieren ver con los ojos del corazón, sin propiedad ni apego. Así estarán más conscientes de lo que Mi Sagrado Corazón ve de este mundo y de todas las cosas que impiden concretar el proyecto de esta raza humana.

Por eso les repito: sientan las Palabras, la vibración de Mi Corazón Misericordioso. Ellas serán las últimas que cambiarán la historia de vuestras vidas.

Deseo que ya sean otros, para que Yo pueda morar en lo profundo de los seres.

Dios desea construir a través de esta Obra de los Mensajeros Divinos, un espíritu fuerte e invencible en las almas que están siendo convocadas en las diferentes naciones, pues los ejércitos deben estar prontos para poder batallar. La guerra en el mundo ya comenzó y esto no es solo una teoría, lo están viendo con vuestros propios ojos.

Pero hay compañeros Míos que dan vuelta el rostro a todas estas cosas para no sentir vergüenza delante de los Ojos de Dios. Imaginen, compañeros, qué siente Mi Corazón delante del Creador, después de todo lo que hice por ustedes y por vuestros hermanos. ¿Habrá valido la historia de Mi Pasión?

Yo digo sí, porque sé que hay corazones que harán resplandecer la Tierra Prometida y cumplirán la parte que le fue pedida a Moisés, cuando todo pase, las aguas se calmen y el sufrimiento desaparezca en la nueva humanidad.

Mediten en lo que les digo y que Mis Palabras no vuelen como el viento, que permanezcan en vuestros corazones como vida, hasta que Yo retorne en Cuerpo, Alma y Divinidad.

Y así Me despido de los valientes y consecuentes y elevo al Reino de Dios todos los ultrajes y sufrimientos, para que sean transformados a través de vuestra oferta de reparación a Mi Corazón Sagrado.

Paz para todos, hermandad para el fin de los tiempos.

Los bendigo nuevamente con Mi Luz y hoy de una forma especial, en la Presencia de la Santísima Trinidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 23.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Al comenzar, se comparte el video en donde Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús recibe el Mensaje extraordinario del 4 de junio de 2015 para la Maratón.

 

Hoy Mis Pies caminarán por vuestros senderos para corregir vuestros caminos.

Reverencien a Mi Corazón, que es el Corazón de Dios vivo. 

Y así, postrados como los ángeles los quiero ver todo el tiempo para que acompañen Mi tarea redentora en estos tiempos de caos.

Los sacrificios son los mejores pétalos de luz que las almas Me entregan y depositan a los pies de Mi Reino, como una oferta de amor y de reparación para las almas del mundo.

Estos tiempos que vendrán serán más exigentes y por eso no deberán temer. Yo los necesito unidos a Mí, todos los días, para que no pierdan las huellas que Yo les dejo en el camino.

Así, sabrán hacia donde ir y no se perderán por las cosas banales, mas estarán despiertos para percibir todas las cosas, todas las necesidades a las que ustedes deberán responder en nombre del sacrificio y por el sacrificio que Yo hice por ustedes en el principio.

Cuando estoy aquí con ustedes, estoy con el mundo, contemplándolos, observándolos, sintiendo vuestros corazones y vidas, esperando ardientemente el momento de vuestra entrega a Mí, pues la hora está marcada para cada uno de ustedes. Así lo ha determinado Mi Padre, a través de la Voluntad de Su Corazón.

Fácilmente, a pesar de las tribulaciones, reconocerán el camino que Yo les dejaré y estarán abiertos a encontrar las emergencias del fin de los tiempos que se revelarán en los corazones, en todos los internos de los seres, para que después se manifieste esa gran necesidad planetaria en toda la humanidad. ¿Quién estará preparado para eso?

Por eso, vengo en estos tiempos a confortarlos, para que reconozcan Mi antigua Palabra en el Evangelio y Mi nuevo Evangelio en estas Palabras, las cuales escribo con Mis Labios de Luz para toda la humanidad y el universo, pronunciando el Verbo de Dios, aquél que ustedes deben saber distinguir entre los falsos verbos de esta humanidad.

Mi Corazón es consecuente con ustedes, pero al mismo tiempo es muy paciente. 

Mi Amor siempre los puede ayudar. Mi Amor entiende todas las cosas, porque es el Amor de Dios, aquél que debe estar en ustedes, así como estuvo en Mi Corazón en las horas crueles de la Pasión.

Ustedes vivirán nuevas pasiones a través del sacrificio que Dios les enviará. 

En esa hora tan esperada, ustedes deberán dar el gran paso hacia el Creador, sin perder un minuto en todo lo que Él les entregará durante estos tiempos difíciles, porque aquel que haya confiado en Mí, recibirá del universo todas las Gracias que necesite para volver a reencontrarse Conmigo en el Paraíso de Dios, el Paraíso del Señor.

Lleven estampada, en sus corazones, Mi Luz eterna. Ella será útil para ustedes. Será muy necesaria y urgente para enfrentar la trascendencia de los tiempos. El universo marcará esa hora universal y la humanidad no escapará de ver esas cosas, pues el universo se mostrará así tal cual es y todos lo podrán conocer como fue en el principio y como es ahora, en este tiempo eterno y presente, en el que todas las Jerarquías de la Luz se congregan para poder concretar el esperado Proyecto de la humanidad. 

Ustedes son parte de ese Proyecto, aunque muchas veces no lo crean. Cada parte de vuestros seres forma parte de esta Creación mayor. Cada célula de vuestros cuerpos forma parte de esa chispa divina, la que permitió que surgieran en los orígenes, en el principio, en donde todo fue creado y manifestado por Dios. 

Ese mismo principio tendrá un fin y así ustedes deberán retornar con una verdadera experiencia de amor hacia las moradas de Adonai, en donde todas las experiencias de redención se fundirán como una sola para concretar el gran deseo del Padre de que se rediman a través del amor y del perdón.

Eleven vuestros corazones hacia Mi Reino. Yo les espero.

Mientras Yo estoy aquí, Mi adversario está con muchos. ¿Quién Me ayudará a retirar el mal de la humanidad con la oración fervorosa que todo lo transforma y lo transfigura, así como Dios lo prevé?

En esta tarde vengo a hablarles de la importancia de volver a Dios, porque cuando salgan de aquí, habiendo recibido Mis Gracias y Misericordias, sé que Mi adversario los tentará.

Allí deberán estar fuertes e invencibles, demostrando al mundo lo que he enseñado, lo que aprendieron a través de Mi energía espiritual.

Así, estarán salvos y tendrán la dignidad de pertenecer a Dios, porque Dios quiere pertenecer a ustedes. Él quiere ser el gran espacio en vuestras vidas, esa ciencia divina que transforma vuestras vidas en estos caminos tan confusos que vive la humanidad.

Mientras estoy aquí, confiésense ante Mi Corazón. Yo los escucho en el silencio del espíritu, en la profundidad del alma, donde en verdad se viven todas las cosas. Son cristalinos ante Mis Ojos; conozco a vuestros internos antes de que ustedes Me conocieran.

Y así como estoy con ustedes, estuve con los apóstoles y con todos aquellos que siguieron Mi Palabra en confianza, en fe y en amor.

Elevemos la oferta al Creador en esta tarde de Gracia, mientras el mundo sucumbe por la acción de sus propios males.

¿Quién se arriesgará a conocer la grandeza de Mi Amor y a ser conquistado por Mí, sin miedo a perder las propias estructuras que crea esta humanidad superficial?

Porque si están en Mi Amor, ayudarán al planeta y podré decirles que este Proyecto valió la pena en este mundo. 

Si ustedes no cambian ¿quién cambiará?

Vengo a anunciarles este Mensaje a ustedes porque sé que Me escuchan y que alguna vez Me han escuchado, a pesar de las circunstancias de vuestras vidas.

Vengo a despertar a los nuevos discípulos. Los ejércitos ya deben estar preparados para la batalla. Comandados por el arcángel Miguel, se forman las filas de la evolución para que los Resplandecientes desciendan al mundo y puedan guiar a las nuevas almas redimidas en el Señor, en el Corazón de Cristo, el Maestro Redentor.

Hagamos la oferta con simplicidad. Dios los escucha y los escuchará aún más cuando abran vuestro corazón para vivir en Su Suprema Voluntad.

Y así, como la Misericordia infinita lo permite, descenderé para darles una parte de Mi Amor a vuestros espíritus y a todos aquellos que, en estos momentos, en el lugar donde se encuentren en cada parte de este mundo, estén verdaderamente abiertos a escuchar Mi Mensaje y comprender Mi energía crística, la misma energía que redimió al mundo durante la Pasión.

Vengo a entregarles estos dones para que vuestras vidas ya no sean las mismas, sino que estén totalmente abiertos para corresponder al Plan de Dios.

En estos lugares santos, en donde Yo he aparecido y vengo a visitarlos, deben existir verdaderos núcleos de luz. Dios les confió esta obra de las Comunidades.

Está escrita vuestra firma en los Libros de Luz, en este sagrado compromiso con esta parte del Plan que Yo vengo a recordarles en este tiempo difícil. Porque cuando las cosas se atropellen, deberán tener bien presente lo que han recibido. Así podrán corresponder a Dios.

Apoyen y ayuden a esta Obra. 

Aquí existe vuestra verdadera morada interior. Es lo que Dios necesita que ustedes vivan. No existe otra cosa. Es lo que Dios destinó para vuestros espíritus desde el principio.

¡Ay de aquellos que salieron de aquí sin haberlo percibido!

Dios Me pidió descender hasta aquí para recordarles este sagrado compromiso, que no es una obligación con Adonai, sino que es una fusión interna con el verdadero propósito de esta sagrada tarea de los núcleos de luz, donde los Mensajeros Divinos se sirven para ayudar a la humanidad y principalmente a ustedes, modelos perfectos para la redención.

Yo Me aparezco en este sagrado Cenáculo para recordarles los votos, los mismos votos que hicieron los apóstoles en el pasado y que, en esta vida bendecida por Dios, ustedes también deberán hacer, dando el testimonio de vuestra confianza absoluta en Mi Sacratísimo Corazón.

Eleven vuestras vidas hacia Mi Espíritu. Eso es lo único que les resta hacer. Así, Yo podré trabajar a través de vuestras vidas, en medio de una intensa purificación. 

Yo no los soltaré, los cubriré con Mi Manto en los momentos más urgentes del mundo. Así, sabrán, compañeros, que Yo siempre estuve con ustedes, así como con Mis apóstoles, en espíritu.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos, a pedido de nuestro Maestro, a consagrar los elementos. Él dará la bendición en esta tarde, entre todos. Algunos hermanos sustentarán estos elementos sagrados para la consagración.

 

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

 

Y así, Yo estoy sobre ustedes y el mundo para consagrarlos y Mi sacerdocio es para todos, para aquellos que quieran vivir Mi ministerio crístico, renovar sus espíritus a través de Mi Corazón y de Mis Palabras sagradas.

En este momento de Misericordia, en el que Mis Rayos irradian al mundo y bajo ese ministerio sacerdotal de vuestro supremo Rey, bendeciremos los elementos y vuestras vidas, renovando los votos por el Plan Divino de Dios.

 

Canción: "Pater Noster".

 

Y así, como en la Última Cena, Yo los renuevo, entregándoles Mi glorioso Cuerpo y Mi preciosa Sangre, dones sagrados que esperan vivir eternamente en el tabernáculo de vuestras almas.

Los bendigo y los absuelvo nuevamente, bajo el poder que Dios Me ha concedido por Amor y Misericordia por esta humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (dos veces en portugués y una en latín).

Vayan en paz y mañana los espero, porque vuestros espíritus se renovarán a través de los sacramentos que Yo con tanto amor he entregado al mundo para que siempre pudiese retornar al Reino de Dios.

 

Canción: “Oración para la Reparación del Corazón de Cristo” del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, a través de esta consagración de la Comunión que Cristo hizo hoy para nosotros, Él nos llevó a una parte de la Última Cena y trajo códigos nuevos para cada uno de nosotros.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, EN LA CIUDAD DE LONDRINA, PARANÁ, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 5.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

No dejaré de irme sin antes marcar Mi Huella de Luz en vuestros pasos, porque aquel que se anima a seguirme sin comprender nada, sin tener conocimiento divino de Mi Voluntad Suprema no perecerá, sino que seguirá firme caminando a Mi lado, porque Mi Voz se hará eco en vuestros corazones para indicarles los pasos de Luz, aquellos pasos que muchos deberán dar hacia Mí. Porque será necesario, amigos Míos, que muchos se consagren para revertir el mal que existe en el mundo.

Conságrense a Mí en el servicio, en la oración, en la vida diaria, en el diálogo entre sus hermanos y también en los gestos de amor y de paz.

Porque así, Yo podré estar presente silenciosamente, marcando los nuevos tiempos y aproximando a todos Mis amigos muy cerca del umbral de la paz, del portal que lleva al Paraíso, a la vida de la nueva consciencia que muchos en estos tiempos desconocen porque sus pequeños corazones están llenos de otras cosas y Mi Luz no puede entrar. Pero aquel que quiera cambiar su vida, primero Me la deberá entregar, así Yo le proporcionaré Mi cura, liberación, Mi paz y Mi Amor.

En estos tiempos tan difíciles, solo vean el camino de la Luz, permitan que decaigan las cosas a vuestros lados, manténganse firmes sin mirar hacia atrás, solo miren hacia el frente, hacia Mi Corazón misericordioso, vislumbren vuestras miradas a través de Mis Ojos de Luz y acepten, en esta última hora, Mi abrazo interior.

Bendigo estas estatuas que Me han traído, pero el verdadero símbolo se encuentra en la unión de vuestras esencias Conmigo.

Que este símbolo de las estatuas pueda ser el fiel símbolo que refleje Mi Luz y Mi Paz en vuestros hogares y corazones.

Si le abren la puerta a Mi Madre, enseguida Yo entraré y cenaré con ustedes, les hablaré de cosas nuevas para nutrir vuestros espíritus, así nada los perturbará y nadie deberá temer, porque estarán Conmigo en el Templo de Mi Corazón.

Les agradezco, hermanos Míos, viejos compañeros de camino, por seguir Mis Pasos y especialmente por orar por esta humanidad que necesita de mucha ayuda.

Si ustedes Me abren la puerta, el Cielo descenderá y enseguida podrán identificar Mis Rayos y vendrán a Mi encuentro para estar unidos en un solo Corazón, en una sola unidad que es Dios, vuestro Padre, que es ofendido por este mundo.

Alivien Su Corazón a través de su amor por Mí, porque Yo derramaré en ustedes Mi Gracia suprema, Mi Amor eterno.

Bendigo todos los elementos que están aquí y los que no están aquí, porque en este día tan especial Mis apóstoles se lavarán los pies para borrar el pasado y comenzar nuevamente en la fe, renovados por el Espíritu Santo y por la Luz que proviene de Dios.

Después de este lavado, también recibirán Mi Cuerpo y Mi Sangre como un símbolo de la alianza con Mi Consciencia Mayor.

Comulguen con alegría de Mis códigos redentores, acepten la cruz que Yo les entrego y síganme, como una vez Yo ya les dije, síganme en la fe.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras estén en este mundo, la vida será un ejercicio de constante trascendencia y redención. Por eso, no detengan sus pasos en aquello que forma parte de su indomable condición humana.

Entréguenme día a día sus pequeños seres y beban de Mi Fuente de Misericordia, que los liberará del pecado.

Déjense llevar al Reino de la Paz y del Amor Absoluto.

No pierdan de vista Mis huellas peregrinas, porque estoy a su lado para enseñarles el correcto uso de la Ley del Señor.

Afirmen sus vidas en la Pureza Infinita de Dios; aspiren cada día a ser menos para sí y más para los que en verdad necesitan de ayuda.

La llave para su purificación constante se encuentra en la oración y en la fe, porque a través de ellas fortalecerán la vivencia de sus votos.

Yo sé con anticipación que Me faltarán, Yo sé con anticipación que vendrán a Mi encuentro buscando fuerzas internas para enfrentar su propia batalla interior. 

Solo les digo que se necesita valentía y amor para vivir en Mi Proyecto, porque para ser bienaventurados de espíritu, ustedes antes deberán conocer el desierto de sus seres. Y allí, en el desierto, Yo estaré para darles de beber de Mi Fuente Misericordiosa de Piedad.

Confiésense Conmigo y solo díganme todos los días que están Conmigo.

Vivan en la fe.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que Mi Luz Redentora los impregne y los separe del mal que genera el mundo.

Que sus corazones no se aflijan por cómo están las demás almas; que su entrega represente la entrega de aquellos que aún cierran el corazón para Mí.

Yo velo por cada esencia, mas está llegando el tiempo de la Justicia Universal.

Que cada alma se arrepienta y que confiese sus pecados a Mi Corazón, porque así le diré: Ve en paz y no peques más, el Señor te ha salvado.

Queridos, en este día sigan Conmigo y solo observen Mis Huellas, que les indicarán el nuevo rumbo. Que nada los distraiga y que Mi Corazón les muestre el próximo paso que tienen que dar.

Sigan adelante porque estarán Conmigo en la redención del mundo. Sean valientes, Yo los amo sobre todas las cosas.

Bajo el Poder del Padre, sean misericordiosos.

Gracias por venerar Mis Palabras con el corazón.

Mi Ley se cumplirá en aquellos que se unan a ella.

Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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