Sábado, 23 de septiembre de 2023

Apariciones
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN TALLIN, ESTONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 25

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La pureza del corazón no la alcanzarán por sus destrezas ni tampoco por las más sublimes virtudes, aunque estas ayuden en el camino espiritual de la consagración.

La pureza del corazón, que los llevará siempre a la inocencia interior, la alcanzarán con la verdad de lo que ustedes son, manifestando y reflejando la lealtad que siempre mostrará de cada uno de ustedes que son transparentes y cristalinos como el agua, que no hay nada que tengan que esconder ni tampoco aparentar, porque eso es parte de la condición humana. Pero siempre, la pureza del corazón los librará de ustedes mismos, los librará de este mundo cruel y siempre les hará entender la Voluntad del Padre.

Por eso, hijos Míos, tengan esa búsqueda incesante de la pureza interior; una pureza que, a nivel de la humanidad, hoy está condicionada y sepultada por las influencias, las interferencias y las modernidades.

Por eso, una vez más, Yo les vuelvo a traer la Pureza de Mi Inmaculado Corazón, que no es una Pureza propia de la Madre Celeste, es la Pureza que emana de la Fuente Insondable de Dios y que es irradiada y compartida por los santos ángeles, incluso por los propios ángeles de la guarda.

Aunque sé, hijos Míos, que estamos en un tiempo de batalla espiritual, Yo les digo que no se desanimen y sigan adelante; porque son muy, pero muy pocas las almas en el mundo que tienen la Gracia de poder conocer su pureza interior o aun de poder recordarla todos los días; porque el resto de las almas del mundo son apartadas de su pureza espiritual y, al ser apartadas de su propia pureza interior, se apartan del Amor del Padre y pierden la inocencia que siempre los guarda en el bien y en la paz.

Como Madre de la Inmaculada Pureza, vuelvo a recordarles este Mensaje a todos Mis hijos; porque la vida, día a día, se vuelve superficial, muchas veces insensata, fría o indiferente, al punto de que a la mayoría de Mis hijos cualquier situación le da lo mismo. Y esto no puede ser así, hijos Míos, porque estarán dentro de una ilusoria apariencia que cegará sus ojos, que bloqueará sus percepciones, que los alejará de la verdad.

Por eso, cada situación de la vida, cada situación del planeta o aun de los Reinos de la Naturaleza, debe ser atendida con atención; porque todo, absolutamente todo, es importante para Dios.

Por esta razón, en este día especial, en el que vuelvo a bendecir a Estonia y al mundo entero, vengo acompañada por los Ángeles de la Pureza de Dios, porque Él les encomienda el mundo entero para que más almas, en estos tiempos de definición y de transición, puedan volver a encontrar su pureza interior para volver a contactar su inocencia interior.

Si esto no sucede así, hijos Míos, las almas en el mundo no soportarán el fin de los tiempos; porque ahora, en este tiempo final, muchas almas viven en depresión y las personas también lo sienten fuertemente. La causa de esa depresión es no vivir la Voluntad de Dios; es no estar abierto a conocer las Leyes Superiores, no como una regla espiritual o una imposición, sino como la oportunidad de que se rediman y se liberen de ustedes mismos.

¿Ahora entienden, hijos Míos, sobre la importancia del contacto interior con la Pureza?

Porque es uno de los dones más importantes del Padre Eterno.

Imaginen tan solo por un momento, que Dios sin Su Pureza Original, no podría ser Dios; porque la esencia primordial de la pureza es la humildad, es el vacío de sí mismo, es la donación y la abnegación constante y permanente.

En verdad les digo, hijos Míos, que no hay ningún misterio en todo esto, porque esta es la llave maestra que abre todas las puertas, no solo a nivel material, sino también a nivel espiritual.

Es tan simple y tan verdadero el don de la Pureza de Dios, que las almas muchas veces no consiguen percibirlo, porque su Pureza Original está en la Creación, está en la naturaleza, está en su belleza, en cada amanecer, está dentro de ustedes, tan cerca que muchos a veces no la ven.

¿Cuál es la razón, hijos Míos, de no contemplar esta Grandeza de Dios que es auténtica y original en Sus Hijos?

Porque no se olviden de que ustedes provienen de la Fuente, porque de la Fuente una vez surgieron, de la Fuente Primordial fueron manifestados a través de la esencia de la Pureza de Dios, de Su Pureza Original, misterio incalculable, don inextinguible, Gracia infinita que se refleja a través del Reino de Lys-Fátima.

Fue el don de la Pureza Original de Dios que, a través del Mensaje de su  Señora del Cielo en Fátima, pudo disipar la crueldad y la maldad de la guerra y de todas las fuerzas contrarias que se oponían a la expresión de la inocencia y de la pureza de la humanidad.

La falta de Pureza Original en Mis hijos no solo aparta a las almas de la verdad y del bien, sino que también coloca a las almas en el conflicto y en la guerra, en las ideas propias, en todo lo que es paralelo a Dios, pero que en su esencia no se une al Padre.

Le pido al mundo que, en este tiempo crucial, día y noche, busque la pureza en su interior, porque por ustedes mismos verán que la transformación será diferente, que la redención no será pesada, que la condición humana no los esclavizará, cuando tan simplemente miren hacia adentro de ustedes, miren hacia el centro de su universo interior donde mora la Pureza Original de Dios y comulguen de ese don internamente.

Así, les aseguro, Mis amados hijos, que ayudarán al mundo en su gran momento de redención y de conversión. Este es Mi anhelo, esta es Mi oración perpetua.

Por eso, vengo aquí, al mundo; desciendo de los Cielos, a través de los portales del universo y de la Tierra para compartir con Mis hijos, Mis muy queridos hijos, la Pureza que Dios depositó en Mí, aun siendo un ser humano, aun siendo la Esclava del Señor, aun siendo la Madre de Jesús.

El misterio del don de la Pureza Original de Dios puede detener las armas y las guerras, puede cerrar las puertas inciertas, puede detener el mal, disipándolo y disolviéndolo de la consciencia humana.

El poder del don de la Pureza Original de Dios aún es desconocido; porque en sí no es solo un don, sino también es una ley espontánea y verdadera; porque es un impulso de Su Fuente Inmaterial, entre tantos dones, virtudes y gracias, que es contemplado y adorado por los ángeles.

Así como hoy, los ángeles que Me acompañan contemplan la Pureza Original de Dios en el Corazón de la Madre Celeste, venerablemente expuesto como un don de expiación para las almas, para la redención del mundo, para el establecimiento de la paz y del bien entre las almas.

Por eso, rezo noche y día, incansablemente, para que todos aquellos que se decidieron a alcanzar la pureza interior, en estos tiempos de grandes tribulaciones, puedan mantenerse firmes en la búsqueda de esa aspiración, y así alcanzarla sin retroceder ni un solo paso, sino caminando hacia adelante, siguiendo las Huellas de Cristo; porque Él los conoce y lo sabe.

Su Mirada está en la verdad que hay dentro de ustedes; la verdad que debe ser bendecida por Dios, porque Dios es la Verdad misma y Su Verdad es la revelación de Su Misterio para todo el universo, para toda la Creación. Por eso, Mi Hijo les dijo una vez que la Verdad los haría libres.

¿Dónde está la Verdad en Mis hijos?

¿Dónde está la liberación de ustedes mismos?

Porque Dios tiene todo previsto, todo ya está escrito. Solo falta que Mis hijos den un paso más, porque la consagración es infinita, el vuelo hacia la Fuente es eterno, la unión con el Corazón del Padre es permanente, hasta que ustedes algún día sean nada y la Presencia del Padre pueda habitar en ustedes, así como ustedes pueden habitar en Cristo por medio de Su Santa Comunión, con Su Glorioso Cuerpo y Su Preciosa Sangre.

En Su Divino Sacramento del Altar es en donde encontrarán la verdad que tanto buscan, es en donde hallarán la respuesta que tanto esperan. Porque el Reino de Dios está del otro lado de umbral, esperándolos, y es la puerta de la pureza del corazón que les permitirá entrar al Reino de los Cielos, aunque aún vivan sobre la superficie de la Tierra.

Así, doy continuación a Mi Mensaje de ayer, Palabras que les traen una síntesis a todos.
Entre ayer y hoy, les he entregado un impulso que no puede pasar desapercibido, porque recuerden y no se olviden de que son Nuestros últimos impulsos de Luz y de Amor.

Llegará un momento, hijos Míos, en que ustedes deberán ser la propia palabra viva y el propio ejemplo de Nuestras Instrucciones. Así, se cumplirá la promesa que Nosotros le hemos hecho a Dios, en aquel primer día cuando Nos comprometimos, como Sagrados Corazones, a que Nuestro Mensaje tocaría a las almas para convertirlas absolutamente al Amor de Dios, para dejar en los corazones una huella imborrable, la marca espiritual de Nuestra transverberación, la señal luminosa del Amor de Dios.

Abracen este Mensaje como propio, para que se cultive en sus mundos internos, porque les aseguro que lo necesitarán para saber proceder de forma correcta en el final de los tiempos, para seguir aprendiendo a acompañar los pasos de Luz de Mi Amado Hijo, y así seguir construyendo y manifestando Su Santísima Voluntad.

Es así que los vuelvo a bendecir, como la lluvia que hoy cae sobre esta naturaleza y lava la superficie de este mundo de las manchas de la crueldad, de la guerra y de la sangre inocente que fue derramada. Que la bendición los impulse a seguir caminando.
Una vez más, les estoy agradecida.

Comulguemos espiritualmente de la Pureza de Dios. Mi Corazón Inmaculado es la puerta que se abre para que ingresen al universo de la Pureza Original de Dios.

Que Estonia y el mundo entero reciban Mi bendición, que es la Bendición de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:


Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la Palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.