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Queridos hijos:
Hoy, con Mi rostro en el suelo, imploro junto a toda la consciencia sacerdotal por este sufrido y agonizante planeta.
Imploro, junto a Mis hijos predilectos, para que sus almas puedan seguir siendo puentes de Luz, de Amor y de insondable Misericordia, por los cuales las almas más necesitadas puedan llegar al Corazón de Mi Hijo.
Imploro a Dios, con el rostro en el suelo, por esta situación planetaria, para que las naciones ya no sean prisiones de donde las almas y las personas ya no puedan salir y pierdan su libertad.
Le pido al Padre para que Mis hijos del mundo se protejan cada día más, y cumplan y colaboren con la actual situación planetaria. Así, Mi enemigo dejará de usar la incertidumbre y el desánimo de las personas para poder gobernar.
Les pido, más que nunca, que no olviden rezar fielmente el Santo Rosario todos los días; porque, de esa forma, Yo los ayudaré y vendré con el cántaro de agua fresca para que tengan más fortaleza interior para seguir atravesando este desconocido desierto planetario.
Clamen, todos los días, por fe. Sean un ejemplo y un testimonio para Mi Hijo.
Este es el tiempo de que los soldados de Cristo estén prontos para tareas espirituales desconocidas, porque la necesidad es tan grande que muchos, pero muchos corazones que no están preparados necesitan de ayuda.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis hijos, los quiero mucho y solo deseo el bien para todos.
Mis hijos, Yo los tengo en Mis brazos, los coloco sobre Mi pecho para que sientan el latir del Corazón de su Madre Celestial.
Mis hijos amados, no teman, no se perturben, no se amedrenten. Mi Corazón triunfará, y él triunfará en ustedes, trayéndoles la paz y la fortaleza que tanto necesitan.
Mis hijos, son tiempos difíciles, en los que verdaderos y pocos soldados de Cristo dan la vida por el prójimo, por la humanidad y por el planeta.
Hijos queridos, Dios contempla todo lo que le ofrecen. Él les entrega Sus Tesoros y los coloca dentro del Reino Celestial de Su protección.
Mis hijos, estos momentos son durísimos, pero son tiempos de dar grandes pasos en dirección a Mi Hijo, a Su Corazón, a Su Verdad.
Sosténganse en Mí. Yo los reparo y los cuido de los lobos feroces de estos tiempos.
Sigan orando Conmigo. Sigan Mis pasos de servicio y de humildad.
Al final, Mi Hijo regresará. Y Él regresará entre ustedes.
¡Les agradezco por tanto esfuerzo!
Los bendigo en la poderosa Luz de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Estrella de Mi Paz ilumine los caminos de los mundos internos, para que las esencias siempre se encuentren en el océano de la fe y de la compasión.
Que el camino de los creyentes en Cristo sea purificado, para que el sendero de los Nuevos Cristos se pueda manifestar.
Que en este tiempo planetario solo exista la convicción de estar en Cristo. Que Sus soldados de la oración nunca se cansen y que no bajen los brazos. Que sus intenciones más puras y sus súplicas sean escuchadas todo el tiempo por el noble y amoroso Corazón de Dios.
Que en esta hora, todo misterio sea revelado, para que más allá de toda ciencia o entendimiento, las consciencias despierten al verdadero motivo que las trajo hasta aquí; a fin de cumplir con la Voluntad de Dios Padre de poder ver, finalmente, sobre la superficie de la Tierra, una nueva y responsable humanidad, la que viva por amor, los principios de una vida evolutiva y ascendente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis palabras son las poesías del Cielo.
Mi consuelo es la alegría que el corazón tiene de poder vivir a Dios.
Mi aspiración es la conversión de todos los corazones.
Mi mensaje es la realización de la Voluntad en Mis hijos.
Mi gozo es la canción de los corales.
Mi cura es la felicidad de los que le sonríen a Dios.
Mi camino es el retorno de Mis hijos al Corazón de Cristo.
Mi aspiración interior es que todos comprendan a Dios.
Mi canto es la oración de todos Mis hijos.
Mi vida es la vida de los que siguen Mis caminos.
Mi principio es el Propósito de Dios.
Mi meta es el despertar de los que están dormidos.
Mi tristeza es el abandono de los que no vivieron la Voluntad de Dios.
Mi ardor es el fuego orante de Mis hijos.
Mi ofrenda es el amor vivido entre Mis hijos.
Mi espera es la respuesta consciente de los soldados de Cristo.
Mi agonía es el desamor y el odio entre los corazones.
Mi alivio es el rosario ofrecido por Mis hijos.
Mi convicción es la fe absoluta en el Plan Divino.
Mi intercesión es la bondad de los mansos de corazón.
Mi regocijo es la consagración de las esposas de Cristo.
Mi paz es cuando tú, hijo Mío, te animas a decirme "sí".
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Esta es la llave que hoy les doy: si al menos todos los seres de este planeta ofrecieran un día de ayuno, en verdad les digo que las guerras cesarían, los conflictos desaparecerían, las enfermedades se curarían y no habría causa interior o exterior que no quede resuelta.
Si en verdad, la mayoría ofreciera un día de ayuno, ciertas fuerzas espirituales serían destituidas de sus poderes terrestres y serían derrotadas más que mil espadas.
Si en verdad, la mayoría ofreciera un día de ayuno, ciertas situaciones inexplicables no se manifestarían y nadie perdería su despertar y su evolución.
Si en verdad, la mayoría ofreciera un día de ayuno, ciertas fuerzas terrestres no actuarían, porque no tendrían lugar ni forma de proceder.
Las almas presas serían liberadas, más pecadores serían perdonados y el planeta sería aliviado de los graves ultrajes que recibe diariamente.
Si en verdad, se ofreciera un día de ayuno, las almas inocentes que fueron abortadas serían llevadas al limbo y, sobre todo, los soldados de Cristo que se perdieron por su propia voluntad, no irían al purgatorio para pagar sus deudas.
El ayuno es la segunda arma espiritual contra el enemigo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que el Soplo del Espíritu de Dios los invada completamente para que él guíe sus pasos hacia la meta de la concreción del Plan.
Que el Soplo del Espíritu de Dios los colme para que en los nuevos tiempos que llegan se abran las puertas a la Misericordia redentora de Dios.
Que el Soplo de Dios entre en sus vidas y haga de cada ser el modelo espiritual que el Padre ha pensado.
Que, en cada etapa que llegue, todo sea transformado hasta que finalmente se cumpla el Plan en la humanidad.
Que despierten los soles que duermen y que con el despertar de los soldados de Cristo se establezca la gran y única Hermandad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy la Rosa de la Paz.
Soy la Flor espiritual que se abre ante sus corazones para que Mis hijos encuentren la belleza de la Creación. Soy la esencia de la Vida. Soy la que gesta en Su vientre purísimo los nuevos principios de la humanidad. Por eso les pido que se abran a Mi Rosa universal para que conozcan la belleza interior que Dios dejó guardada en cada corazón humano. Es la esencia del Amor lo que los llevará a vivir la Voluntad de Dios.
Yo soy la Rosa de la Paz para que Mis hijos sean testigos de que en verdad existe un camino sagrado para recorrer, y todos son invitados a descubrirlo mediante la oración.
Existe una forma de que se purifiquen todos los días sin sufrimiento ni frustración. Por eso, les muestro en este día la Rosa de la Paz, para que aprendan a expresar la misma belleza de Mi Corazón.
Encuentren aliento en todo lo que les digo, deseamos profundamente que los nuevos soldados de Cristo enciendan los atributos en sus corazones; para que el planeta, espiritualmente enfermo, sea colmado por el don del Amor de Dios a través de Sus hijos.
Solo busquen reflejar la bondad de sus espíritus, así podrán estar delante de las puertas de la redención sin miedo alguno.
Confíen en Mi humilde mano que amorosamente les tiendo para que vean que es posible unirse a Mi Corazón maternal y caminar juntos en la fe de que algún día todo será diferente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en la esencia de Mi Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más