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Con Mis manos desato los nudos y rompo las cadenas que aprisionan las consciencias de Mis hijos.
Como Madre, paso Mi Espada de Luz entre los grilletes para que se rompan y las almas se sientan liberadas del cautiverio.
Vengo como Corredentora para ayudar a Mi Hijo en la redención y en la salvación de las almas.
Por eso, le ofrezco a Dios los Dones que Él mismo Me entregó para poder rescatar a Sus criaturas de los diferentes abismos de la Tierra; así, renuevo el Proyecto Divino en la humanidad.
Como Madre, retiro los velos de la ceguera humana para que Mis hijos, por un momento, vean su realidad espiritual y, a través de Mí, se animen a vencer y a trascender los diferentes aspectos de la vida, por más que la purificación de alguno de ellos sea dolorosa.
Pero, a pesar de los embates, Yo hago triunfar a Mis Hijos mediante la fuerza luminosa de la oración y el servicio incondicional por las almas. Así, genero un estado de cura y de reparación espiritual cuando diariamente Me aproximo a Mis hijos para que ellos se sientan apoyados y animados en su fe para seguir con su transformación en Cristo.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras con amor, porque el amor es lo que les ofrezco!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que hoy sea devotamente honrado el Príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel Arcángel, para que, en éste, Su día de Gloria, Él entierre Su poderosa Espada de Luz sobre las esencias del mal no redimidas y, así, triunfe la Luz de los Cielos.
Honremos a San Miguel Arcángel porque Sus ejércitos celestiales trabajan en este día, para enviar a los abismos a todos los espíritus perversos que provocan graves faltas en la humanidad y en su contraparte espiritual.
Elevemos el Estandarte de la Paz, ante la Presencia de San Miguel Arcángel, para que Él conceda la derrota de todos los infiernos y las almas del mundo se liberen de las prisiones espirituales de estos tiempos.
Que los corazones se consagren al Padre Celestial San Miguel Arcángel, para que sus núcleos más profundos y, sobre todo, sus esencias estén protegidas de los códigos del mal.
Bendito seas, San Miguel Arcángel, porque con el poder de Tu Corazón angélico y la magnitud poderosa de Tu Espada, Tú vences al mal en nombre del Amor de Dios.
Bendito San Miguel Arcángel, fiel protector del Plan de Dios, protege a todos los que invocan el poder de Tu Nombre Altísimo, ahora y siempre. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mi Hijo se prepara para el trabajo planetario de estos próximos días, su Madre Celeste lo acompaña en silencio, como hace dos mil años.
Se vuelve a repetir el acontecimiento de la Pasión del Hijo por este planeta y la compañía de Su Madre en el silencio interior.
Todo el escenario se está preparando y, de la misma forma, las actuales fuerzas del caos están siendo llamadas a la penitencia y a la rendición, para presenciar el nuevo triunfo de Cristo en los corazones de los simples.
Una vez más, la historia de la redención del mal vuelve a repetirse, pero esta vez las tinieblas más caóticas, los reinos más oscuros son disueltos y, así, presenciarán la gloriosa venida espiritual del Rey.
Aunque todo se agite, el nuevo triunfo del Redentor se aproxima y nada invisible ni aparente podrá evitar ver esa sagrada victoria de Jesús, el que vendrá trayendo en Su Mano derecha el Cetro de Luz de Dios y en la otra, la Espada de San Miguel, la que disolverá todas las tinieblas en la Luz de Emmanuel.
Por eso, acompañen al Hijo Amado en esa misión. Permitan que sus soles internos se enciendan ante el advenimiento de la victoria celestial.
Que todo principio, así como toda criatura visible o invisible, se rinda ante la llegada del Maestro del Amor, porque el Reino de Dios se aproxima y nuevamente el Amor vencerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Comandante Celestial
He aquí la Comandante Celestial, quien lleva estampada sobre Su Corazón Maternal la Sagrada Estrella de la Hermandad.
He aquí la Comandante Celestial, la que comanda ejércitos de ángeles y de almas en este Universo, para poder establecer largos periodos de paz.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva adelante junto a Su Amado Hijo el Plan de Rescate; la que construye, por medio de las oraciones de todos Sus hijos, los puentes de luz y los lazos fraternos de amor.
He aquí la Comandante Celestial, la que obra silenciosamente en este Universo, la que enciende los Espejos de los corazones para que las almas sientan el ardor del Amor de Cristo.
He aquí la Comandante Celestial, la que busca el bien de Sus hijos, la que promueve la oración redentora, la Madre que siempre los aproximará a Dios.
He aquí la Comandante Celestial, la que desciende del Reino de los Cielos para conceder a los corazones una Gracia, la que acompaña, ayuda y comprende a Sus semejantes.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva consigo la Espada de Luz de los Arcángeles del Cielo, con el fin de expulsar los espíritus invasores para apartar a las almas del camino de la perdición.
He aquí la Comandante Celestial, la que lleva entre Sus Manos el Escudo del Arcángel Miguel para poder defender a Sus hijos durante las batallas, la que protege y ampara a las almas inocentes.
He aquí la Comandante Celestial, la que intercede por las causas imposibles, la que defiende a las almas durante su juicio, la que concede a los corazones momentos de paz.
He aquí la Comandante Celestial, la que eleva a las consciencias hacia lo que es verdadero, la que impide en este mundo la destrucción, la que guía y acompaña el despertar interior de las almas.
He aquí la Comandante Celestial, la que trae del Universo los Dones de Dios para derramarlos sobre el mundo como infinitas Gracias, la Madre que presenta las ofrendas de Sus hijos a Dios.
He aquí la Comandante Celestial, la que interrelaciona los Universos para que los Rayos transfiguren, de tiempo en tiempo, al planeta; la Comandante que transmuta, de ciclo en ciclo, el caos de la humanidad.
He aquí la Comandante Celestial, la que gesta en Su Vientre purísimo el surgimiento de una nueva humanidad, la que mostrará al mundo la puerta por donde retornará Cristo.
He aquí la incansable Comandante Celestial, la que bautiza a Sus hijos con el Espíritu Santo, la Madre que concede la reconciliación interior.
He aquí la Comandante Celestial, la que hoy desciende en Gloria sobre este Centro Mariano para poder abrir los ojos de Sus hijos y mostrarles el verdadero camino del espíritu, el camino de la perpetua oración.
He aquí la Comandante Celestial, la Patrona del Brasil, la Señora Aparecida, la Madre Bondadosa que protege el espíritu de las naciones.
Que hoy, en el día de Su fiesta celestial, las almas reciban de la Señora Aparecida, la fuerza suficiente del amor para poder vivir los cambios que llegarán.
He aquí la Comandante Celestial, la que prepara a las almas para el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vendré con el Cetro de la Luz de Dios en una mano y con la poderosa Espada de fuego de los Arcángeles en la otra para separar la luz de la oscuridad, para rescatar a las almas perdidas en los abismos y en la ilusión del misticismo espiritual.
Vendré con la Espada de fuego de los santos Arcángeles para que se disipen algunas tinieblas a fin de que los espíritus que vagan por esta parte del mundo sean expulsados y encaminados hacia otros espacios del universo.
Vendré, en estos días, con la Espada de fuego de los Arcángeles para cerrar con Mis propias manos los abismos espirituales abiertos por la búsqueda desmedida de una espiritualidad basada en el beneficio de muy pocos.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles para reunir a los autoconvocados del Plan y para crear las futuras bases de una nueva Arca de Dios, en donde no solo los Reinos se verán ayudados, sino también las consciencias que deberán ser retiradas de una constante ilusión espiritual y mística.
Vendré con la Espada de fuego de los Arcángeles de Dios para traerles de nuevo la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Existe algo entre las almas y Dios que el adversario nunca conseguirá romper: el amor entre Dios y sus criaturas, esa esencia divina que une y concreta las Obras del Padre en este universo.
Queridos hijos, no permitan que ese amor confiado en todo lo que realiza se disipe, abran vuestros corazones para poder encontrar ese amor y traer a este planeta toda la paz y el amor que está faltando en la consciencia planetaria.
Con Mis espadas de Luz entre las manos, vuestra Madre Celeste y Guerrera batalla para que el amor pueda triunfar aún más en la humanidad, a pesar de sus errores y de todos sus pecados.
Hijos, en tiempos de alerta, no permitan que la inercia o la distracción les quite la posibilidad de percibir cuál es el sendero más seguro por deberán caminar, porque en esa vigilancia ardiente sabrán qué camino recorrer.
Estamos en plena batalla espiritual y pocos creen que todo esto pueda influenciar sobre la vida material. Véanse dentro de este tablero en el que toda la Jerarquía articula estrategias todo el tiempo, para que sus soldados no sean derribados.
Estará siendo pedido todo, para que triunfe el Reino de Dios. Quien esté despierto, con la mirada en toda la realidad de estos tiempos, podrá saber que ya llegó el momento de estar bien atento para no perder la batalla.
Así, día y noche, Yo cuido a Mis hijos, porque aún no se ha dado tregua para que los planes puedan cambiar. La oración será el escudo impenetrable a toda tentativa de influencia o perturbación.
Vuestra unión está en los Cielos y a los Cielos deberán responder, para que el mundo aprenda algún día a responder a la Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En vigilancia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Conquista el Paraíso todos los días de tu vida y no te canses de intentarlo siempre, pues por tu verdadero e inspirado esfuerzo Dios te entregará Su más preciado tesoro: la corona de luz que recibirás por haber entregado tu vida a Su grandiosa Voluntad.
Si tu esfuerzo fuera hecho por los que te ignoran, te desprecian o no conoces, mayor será la Gracia que recibirá tu corazón, porque serás revestido del Santo Espíritu de la humildad y del profundo bien.
No dejes de conquistar tu lugar en el Paraíso, el que te permitirá vivir eternamente en el Corazón del Padre Celestial.
Sigue adelante, pero atento a las tentaciones que impone Mi rival, él no puede persistir porque no ama y es impuro, pero tu corazón, que siempre debe ser confiado y pleno, puede abrir las puertas para que descienda el Padre Dios. Créele y aférrate a tus talentos, la obra es máxima, y la redención de todos los caídos deberá ser tu trofeo de luz, por el que aspire toda tu consciencia.
En fin, hijo Mío, la salida siempre estará demarcada por la oración perpetua, la que te renueva, te conduce y te libera de los abismos del mal en la Tierra.
Mantente unido a Mi Poderoso Corazón porque en la hora indicada Yo te daré la espada para cortar los vínculos con el mal; esa poderosa e invencible espada es el amor, que todo lo consigue y siempre triunfa más allá de todo mal.
Confirma tu vida en Mi obra corredentora, porque así Mi Amadísimo Hijo verá cómo el soldado orante ya tiene morada en Mi victorioso Corazón.
Recuerda: la redención de tu vida y de toda tu existencia será la promesa para los que están presos en las amarras del adversario. La Luz triunfará cuando siempre creas en ella, allí solo reinará la Verdad Suprema de Dios.
Continúa lleno de Mi maternal confianza. Vengo para salvarte.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más