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Queridos hijos:
Me alegro profundamente por encontrarlos hoy reunidos en este oratorio predilecto de Mi Corazón, porque todas las familias orantes son predilectas ante el Corazón del Padre Celestial.
Queridos hijos, hoy quisiera decirles desde lo profundo de Mi Alma Celeste que la vida mayor y eterna existe después de esta vida. Muchos de entre ustedes, de los que ya partieron, aprenden cerca de Mi Corazón sobre el poder de la oración que rescata y libera a otras almas.
Por eso, deben alegrarse y cada día amar la Voluntad del Creador, que quiere verlos maduros y firmes en este camino que, finalmente también los llevará a ustedes a encontrar su morada en el Corazón del Padre Celestial.
Hijos Míos, la muerte es un paso profundo de purificación y de desprendimiento: así el alma vive un estado de entrega de todo lo que vivió sobre la superficie de la Tierra. Si sus almas oran con confianza a Mi Inmaculado Corazón, nunca deberán temer por nada, Vuestra Madre Celeste cuida y protege a cada uno de Sus hijos y hermanos, siguiendo en obediencia la Voluntad de Dios.
En estos tiempos verán, Mis amados, que el mundo se purificará rápido; eso no es castigo de Dios, es el momento de vivir verdaderamente un cambio en la consciencia para poder alcanzar la consagración al Reino de Dios.
Si hoy están aquí, es porque Yo los amo y siempre agradeceré sus oraciones por el Plan del Altísimo y por este sufrido planeta. Así, Mis hijos, nunca olviden que quien está Conmigo está con Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Vida Mayor, después de esta vida,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Abriendo las puertas del Cielo hacia el planeta, su Madre Celeste los congrega hoy, en el oratorio de Su Corazón Inmaculado, para rezar e implorar por la Paz y la Misericordia para el mundo entero.
Queridos hijos, su Madre del Cielo los prepara a todos y, especialmente, a los futuros misioneros de la paz para enfrentar el terror humano y el flagelo continuo de los corazones, de las almas hermanas que padecen todos los días el resultado de un gran error sin fin.
Queridos hijos, será muy importante la misión humanitaria en Turquía y Hungría. Ustedes verán dos realidades paralelas que se encuentran en el mismo nivel, en la misma situación planetaria: la falta de paz.
Hijos Míos, la misión en África fue una importante preparación para esta próxima misión que deberá cumplirse en este tiempo crítico. África, a pesar de su sufrimiento aún no curado; vive, en lo profundo, un amor verdadero que poco a poco se está recuperando, a través de los actos de perdón y de reconciliación.
Medio Oriente se olvidó de Dios y, a pesar de las creencias, el Universo nunca les propondría lastimar a nadie ni imponer ninguna doctrina espiritual ni religiosa. Dios nos enseña, queridos hijos, que todo comienza y termina en el Amor; sin Amor nada es posible.
En este tiempo, las almas buscan la felicidad en sus semejantes y, aunque ese amor humano existe, la verdadera felicidad se encuentra en el Corazón de Dios, que siempre los impulsará a encontrar la esperanza y a trascender los miedos.
A través de los conflictos de este tiempo, las almas que son sometidas por el terror pierden el recuerdo y el sentimiento de amar a Dios y a sus semejantes. Eso hace que la consciencia se olvide totalmente de que el Amor y la Compasión divina existen; lo que genera odio, mortalidad y martirio, solo por querer conquistar un Reino que a nadie le pertenece, solo a la Creación.
Queridísimos hijos, por eso, Yo vengo a pedirles oración, rosarios y novenas. Si las almas y los servidores conscientes no se esforzaran, a través de las ofrendas y de los pequeños sacrificios, el odio y la ambición podrían abrazar a toda la humanidad y la vida material adquiriría más importancia que el propio Padre Eterno.
La preocupación de todo el universo es que la ignorancia y la falsa autoridad prevalezcan, para crear un reino humano de mentiras y de ambiciones.
Pero al final, Mi Inmaculado Corazón triunfará en los corazones que siempre hayan sido testigos de la Presencia misericordiosa de Cristo en el mundo. Será este testimonio interior, de fe y de esperanza, que Mis misioneros de la paz deberán llevar en sus corazones. Ese testimonio será la llama imperiosa y amorosa que los guiará ante la gran oscuridad y calamidad humana.
Pero sepan, Mis hijos, que Mi Gracia será su fortaleza, y, cuando ustedes pisen el suelo de Turquía y de Hungría será su Señor Jesucristo el que tocará la tierra con Sus luminosas Gracias.
Oremos, porque aún la guerra de la ambición no terminó.
Que la Paz esté presente en sus corazones.
¡Les agradezco a todos Mis hijos por concretar esta sagrada misión!
Los bendice, desde ahora, para esa sagrada tarea de Paz y de Misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Arrodíllate todos los días ante el Altar de Dios y clama por Piedad y Misericordia. Pide al Señor que despierte a la humanidad del sueño en que vive y disponte a seguir Sus Designios Celestiales, sin importar cuáles sean.
Hijo Mío, hija Mía, escuchen la Voz de Dios, que habla directamente al corazón, invitando al alma a dar un nuevo paso y a consagrarse a una vida superior. Les pido que sean dignos de vivir el Proyecto del Creador y a través de su transformación, permitan que otras almas encuentren un camino para la redención.
Hijo, si escuchas la voz de Tu Madre Celestial, es porque llegó la hora de rendirse delante de Dios. No esperes que el sufrimiento de la vida traiga un aprendizaje insuperable para que tu espíritu, para que tu alma perciba que andaba por caminos que no llevaban a Dios.
Observa, el mundo a tu alrededor agoniza y hermanos son sometidos, día a día, a la oscuridad. Muchos están en la amargura de las guerras, con miedo a la muerte y ante la imposibilidad de tener siquiera una vida digna, según las leyes del mundo. Y a ustedes, hijo Mío, hija Mía, no por casualidad los llamé para que estuvieran a Mi lado.
Mi voz se pronuncia ante tus ojos y habla directamente a tu corazón, porque hiciste un compromiso con Dios, por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza, por la evolución de este mundo y de muchos otros.
Sabe, Mi amado hijo, que el tiempo de aprender por medio del amor ya llegó para ti. Porque el tiempo del verdadero sufrimiento para la humanidad aún se está aproximando y recién inicia su ciclo. Aún tienes tiempo de aprender a amar y a perdonar, de ser un servidor o un siervo de Dios. Pero sé valiente y no tardes en responder, porque el tiempo del reloj ya no transcurre de la misma forma. Las agujas se aceleran y un minuto ya no tiene más, sesenta segundos.
Soy la Madre, la Reina Universal; portadora de una Paz que trasciende cualquier dolor y sufrimiento y que puede perseverar en los corazones de los que Me acompañan, independientemente de los acontecimientos del mundo.
Por eso, hijo, siente en Mi voz la urgencia de los tiempos y en Mi calma, la última posibilidad de despertar la humanidad.
Tu Madre Celestial ya derramó Sus lágrimas delante de Dios y se ofreció a sí misma, por tu salvación y la de tus hermanos. Pero el Señor es Justo y espera que de la humanidad parta la iniciativa de transformar la vida en el planeta.
Los seres humanos deben volverse dignos hijos de Dios, y eso, amados Míos, Su Madre Celeste no puede hacerlo por ustedes.
Quisiera, hijo, que Mi Amor por sí solo tocase tu corazón y lo retirase de la ignorancia de la vida material, para llevarlo a lo sagrado y a tomar consciencia que son tiempos de emergencia.
Quisiera que comprendan, con Mi santa Paz, que esto que les entrego, como bendiciones y gracias, debe verterse, por medio de tus oraciones, sobre las almas perdidas en el mundo.
Quisiera hijo, que los acontecimientos que hacen que tus hermanos agonicen, fuesen suficientes para hacerte salir de ti mismo y servir a aquellos que tienes al lado, hacerte perdonar lo que aún no perdonaste en el prójimo, ni en ti mismo y reconciliarte con Dios.
Escuchen, amado Mío, amada Mía, porque hoy les hablo directamente: despierten y únanse a Mi ejército de paz, porque Su Madre Divina ya no sabe cómo advertirle al mundo, y clama a los corazones de los hombres, para que acepten vivir la redención.
Hoy les dejo Mi Paz y les agradezco por venir a Mi encuentro, aunque sepan que muchos de los que convoqué, no están aquí.
Difundan Mi Mensaje de Paz, anuncien Mi Presencia. No dejen que sus hermanos se pierdan. Si estoy aquí, es para llevarlos a Dios.
Los amo y los bendigo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Un llamado universal por la paz y el bien en el mundo
Desde el centro del universo, en el Corazón de Luz de Nuestro Padre Eterno, Mi voz hoy proclama un pedido a todas las almas: que escuchen con atención las Palabras de la Madre del Cielo.
El 8 de agosto ya marcó el cambio de un ciclo. Este gran cambio que incluye a su pequeño planeta está siendo guiado desde el Universo Espiritual. Todo el universo, todas las galaxias, las estrellas y los soles de este y de otros universos están ingresando en la nueva puerta que los llevará a encontrar el último y profundo despertar. Esto le exigirá a su mundo el bálsamo de la serenidad, de la mansedumbre y principalmente de la paz, cuando ustedes participen de su purificación.
La perversidad será purificada por la Justicia Divina. La mentira será purificada por el Poder de Dios. La aniquilación de almas inocentes y la subversión serán purificadas por la Ira de Dios. La destrucción de la vida fecunda, en este y en otros Reinos de la Creación, será purificada por la Redención.
Todas las causas que alteran el equilibrio de la humanidad, y las que se volvieron moda y control de regiones enteras, serán purificadas por los Rayos del universo y por todas sus energías raíces como la Liberación, la Transmutación, la Redención, la Trascendencia, la Transfiguración y la Luz como síntesis autónoma de todas.
El nuevo ciclo que ya comenzó le exigirá a los corazones una vida medianamente consagrada, una vida totalmente entregada y de un espíritu de unidad y no de egoísmo, si en verdad alguien se quiere salvar de la imperiosa luz de los rayos del Sol Central.
A través de la Verdad omnipotente vengo a prepararlos para todo lo que nunca vieron, para lo que nunca creyeron y para lo que nunca conocieron en su realidad del mundo. Por eso, su Madre del Mundo dará las últimas señales que indicarán el momento culminante de su preparación ante los tiempos de purificación que transcurrirán.
Lo que fue ocultado durante décadas será conocido. Lo que fue secreto de pocos será revelado por la propia Ley. Lo que fue mal realizado será noticia en todo lugar. Nada quedará igual que antes. Para quien no haya buscado el Reino de Dios, será demasiado tarde.
Quien haya perseguido e injuriado a los Siervos de Cristo temerá ver la gran Mano de Dios. Quien haya calumniado y maldecido a los Hijos de Dios no tendrá cueva ni rincón en donde esconderse. Quien haya amado la vida material y haya descreído de la existencia de la vida espiritual no podrá estar presente en ese tiempo. Quien haya dudado creerá por lo que verá. Quien haya inculcado normas o reglamentos condicionando la unión de los fieles con Dios será sacado del trono en el que se ha sentado.
No habrá nadie ni nada que pueda detener el descenso de la verdadera realidad. Los lamentos serán de los falsos, porque se lamentarán por no haber escuchado. Las lágrimas serán de los perversos por haber injuriado la vida de tantos.
El único dogma será el de la Venida de Cristo y los mansos verán al Gran Señor. Los indiferentes serán apartados hacia otro universo y la Tierra será restaurada durante los mil años de paz.
Por eso, hijos Míos, purifiquen lo que son, no guarden nada que los haga falsamente fuertes ni sean incrédulos, porque la Ira de Dios será justa. La copa ya no está rebasando, sino que está desbordando tanto que hasta la Sangre del Cáliz es despreciada por la humanidad.
No bastará en este tiempo solamente tener una buena fe, ir a la iglesia y confesarse; quien en verdad no busque una vida pulcra, digna y fraterna no podrá ser feliz. Dichosos los pacificadores, porque heredarán la Tierra Prometida, y esto dejará de ser un emblema para pasar a ser verdad y realidad en todos los que repoblarán la Nueva Tierra.
No hay tiempo que perder, acepten que nunca cambiaron y que su humanidad prefirió envejecer rápido a querer cambiar en nombre del Amor.
Yo vengo a entregarles el Designio de Dios, pero también vengo a que recapaciten antes del nuevo tiempo que ya comenzó.
Yo soy su Madre y deseo que Me escuchen con los oídos del corazón, así comprenderán la esencia de todo y pronto serán columnas de Luz en un tiempo de grandes cambios.
¡Les agradezco por acompañar Mi llamado!
Les revela el libro del Apocalipsis,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Descubre la pureza y su manantial en el corazón y llega hasta ella por el camino de la oración.
No mires hacia los abismos de la consciencia, sigue adelante en la búsqueda de la fuente de la pureza del corazón. No te detengas en los caminos del pensamiento. No te ahogues en los lagos del sentimiento.
Sigue adelante en la búsqueda de la fuente de la pureza del corazón, allí serás libre. Continúa caminando en confianza, la oración es la antorcha que te guía hacia la fuente de la pureza del corazón.
Si caes en el camino pedregoso de los propios defectos, un ángel te tenderá Su mano; confía y sigue adelante buscando la fuente de la pureza del corazón. Camina sin miedo, que ningún mal te invada, recuerda el fuego resplandeciente de la oración que te guía hasta la fuente de la pureza del corazón.
¿La ves a lo lejos? Ella no está tan distante, esa es la fuente de la pureza del corazón. Mira cómo brilla, es un agua fresca y pura, es casta y limpia, ella es la fuente de la pureza del corazón.
No te desanimes, faltan pocos pasos; que tus pies estén bien firmes para llegar hasta la fuente de la pureza del corazón.
¿Me ves sentada frente a la fuente? Yo soy la Guardiana de todas las fuentes de pureza en los corazones. Allí no existen deudas, solo reina el amor; deja que ese amor transforme los pecados de tu consciencia.
Siéntete libre, ya estás frente a ella, conoce desde cerca la fuente de la pureza del corazón. Deja que tu Madre del Cielo te lave completamente, que purifique tus manchas a través de Su Gracia.
Yo soy la Madre de la Purísima Fuente del Corazón de Dios. Ahora estás limpio por los rayos de Mi Gracia. Ríndete a Mis brazos y duerme en Mi regazo, Yo soy la Fuente que cura el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía hasta la Fuente del Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A pesar de sus errores y pruebas, Yo siempre seré su Madre Celeste porque los comprendo, los acepto en plenitud, los amo y los ayudo a aceptar el tiempo de su purificación.
Por eso, hijos, vengo del Cielo todos los días para que crean que existe una Vida Mayor que evoluciona y que participa todo el tiempo del Reino de Dios. Todo lo que viven, piensan y sienten en su vida material representa una mínima parte ante el macrocosmos que vive otra realidad mayor a la de ustedes.
Queridos hijos Míos, sean pacientes con sus pruebas. El mundo está revuelto, pecador e indiferente, eso los separa de la verdadera realidad que existe en los Cielos superiores.
Hoy, los invito a colocar su mente en el lugar correcto y eso no significa que se aíslen de la realidad de su purificación, solo que utilicen el rayo de la inteligencia para evitar perder tiempo en cosas que no tienen sentido ni propósito.
Si ustedes fueran los que tuvieran que dar el mensaje de paz para el mundo; antes de comunicarlo, les aseguro que, como los Mensajeros Divinos, verían la situación grave de esta humanidad que todavía insiste en practicar algunas cosas que están fuera de la Ley.
Mi Corazón les trae la tabla de la salvación. Cuando existe un verdadero arrepentimiento, pueden ser liberadas muchas situaciones recurrentes y eso es posible por la acción de Mi Gracia maternal.
Queridos hijos, nuevamente les pido que amen su purificación y así sufrirán menos. Como consciencias maduras y preparadas por la Instrucción de Mi Hijo, vivan el fin de este tiempo libres de todos los males y dispuestos a concretar tareas mayores. Mi Corazón siempre los ayudará, cuando tan solo me invoquen en la oración del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra al Gran Espíritu de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos tiempos difíciles, vengo todos los días desde el Cielo para que algún día alcancen la paz. Por eso, con el rosario entre las manos, busquen en la oración la esencia y el atributo de la Paz de Dios, porque en verdad les digo que será la Paz de Dios, la que los llevará a encontrar la paciencia tan buscada en estos momentos.
Abracen la oración como el único escudo de protección contra todo el mal de Mi adversario. No desistan del camino de consagración y de entrega que Mi Hijo les propone. Por esta causa Yo estoy aquí para ayudarles, porque como vuestra Madre Celeste, deseo que den los mismos pasos que dio Mi hijo hasta la Cruz, logrando la redención del mundo por amor a todos. Por eso imítenlo y sean consecuentes con lo que el Universo les entrega.
Mi Corazón los acompaña por este sendero de transformación y de renuncia que algunos están siendo llamados a vivir en nombre de la humanidad.
¡Ámense! y juntos alcanzarán la meta que Dios les ha colocado.
La humanidad necesita de muchos más orantes, así la Tierra también podrá consagrarse.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los colma en el Sagrado Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Agradezco vuestros sacrificios y esfuerzos, porque es a través de esa entrega que vuestra Madre Celeste puede ayudar al planeta, principalmente a la grave situación de la humanidad.
Enfrentando ahora la primera parte del final de un tiempo, Mi Corazón Luminoso viene para guiarlos y alejarlos de los caminos que crea Mi adversario para engañar a las almas buenas.
A través del acto de la renuncia se encuentra la liberación del yo inferior y, así, la consciencia se ve totalmente libre de equivocarse y de desviarse de la Voluntad de Dios.
Es por medio de los sacrificios que vuestra Madre Santísima puede reparar muchas cosas, como las causas que ocasionan la perdición de los corazones y de las almas del mundo. Por eso vengo a recordarles el acto de vuestro sacrificio y penitencia como una llave para la liberación de sí y para la cura profunda del mundo.
Es a través de la oración que las bases fundamentales del nuevo cristianismo se manifestarán. Y serán estas bases las que crearán la condición interior en las almas para alcanzar la redención y especialmente la preparación para la segunda venida de Cristo al mundo.
Queridos hijos, día y noche rezo por ustedes para que se animen, a pesar de las consecuencias, a ser fundadores de estas nuevas bases, las que se formarán a través del amor y de la donación interna de todos al Plan de Dios.
Ni se imaginan, hijos Míos, cuánto puede hacer vuestra Madre Celeste para ayudar a las almas y al Plan de Evolución en toda la humanidad. Por eso vuestra sinceridad ante Dios les permitirá caminar hacia ese Propósito y así Yo también podré contar con vuestra ayuda inmediata.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los congrega para el apostolado de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les pido que miren hacia el lejano oriente y vean en este momento cómo vuestro planeta responde ante una humanidad indiferente y ciega.
Mientras las almas de Nepal son retiradas de entre los escombros, vuestra Madre Celeste se encuentra en perpetua oración para que el mundo no siga agitándose como en estos últimos días.
Hijos, toda la humanidad es llamada al despertar, a la búsqueda de la vida del espíritu y no a la vida materialista y de la modernidad. Pero para que la humanidad perciba que nada está bien, regiones de este planeta ya comienzan a vivir el resultado de una realidad que ella genera todos los días.
Algo debe cambiar y aunque no se espera que eso suceda con la mayoría, hoy queridos hijos, espero que ese cambio se produzca en ustedes, viviéndolo por toda la humanidad y especialmente por aquellos hijos que hace tiempo le dan la espalda a Dios.
La hora de la transición llegó y nadie está preparado para enfrentarla. Por eso, recen de corazón todos los días y comiencen a abandonar la vida normal. Así, hijos Míos, no quedarán vacíos y sin espíritu, como la mayoría de esta humanidad.
Hoy Mi llamado de oración por Nepal y Congo se extiende para todos, pues llegó el momento de trabajar para que el Plan de Dios se cumpla a pesar de todo. En tiempos de purificación, que vuestra unión con Mi Hijo sea el motivo principal para alcanzar la paz.
La humanidad está siendo llamada a cambiar y a fraternizar con aquellos que pierden todo y que son los más desprotegidos. ¡Recapaciten hijos, el tiempo está acabando!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los llama a la misión por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En este gran día, en el cual el mundo recuerda la crucifixión de Mi Hijo, deseo que ningún alma sea martirizada por las manos de sus propios hermanos, porque eso ha llevado a la pérdida de la inocencia interior de los seres.
Queridos hijos, para poder detener esta ola de flagelaciones, ultrajes y martirios de hermanos contra hermanos, hoy los invito a revivir conscientemente el sacrificio de Nuestro Señor como un hecho que jamás deberá repetirse en esta civilización.
Y como esto sigue sucediendo de otras maneras, que son ocultas a los ojos de muchos, yo vengo a rogarles que se detengan y ya no lastimen más. Tampoco sometan la vida que se está generando en los vientres de las madres, porque allí un alma escogida debe nacer a la luz que la llama.
Hijos, recen, recen mucho, y ofrezcan vuestras acciones y ejercicios diarios a Dios como una preciosa oración, así ayudarán a reconstruir espiritualmente todo lo que ha sido destruido por las manos de los hombre ingratos.
Hijos, vuestra Madre Celeste acompaña al mundo entero, el cual enfrenta, más que una pasión, una consecuencia que en ciertos casos parece irreversible. Por eso, con amor materno los invito a vivir hoy la crucifixión de Jesús como parte y esencia de vuestras vidas, porque vuestras pequeñas almas, al alcanzar esa unión interior, permitirán que códigos del Cielo sean derramados sobre la esfera planetaria bajo la intervención de los ángeles celestes.
Queridos hijos, aunque vuestra propia cruz parezca pesada e insoportable de cargar, recuerden que Mi Amado Hijo llevó sobre Sus Espaldas el mayor pecado y la mayor negación que ustedes pueden imaginar. Por eso, en entrega absoluta e inmediata, ingresen en el calvario y acompañen a los Mensajeros Celestes en esta transición que aún no acaba.
Hijos Míos, será a través de la aceptación incondicional de vuestra propia cruz que todas las cruces de los ingratos serán aliviadas y así, algún día, resucitarán a la conversión espiritual.
Muchos recuerdan el día viernes de crucifixión, pero pocos consiguen penetrar este sagrado misterio de amor que vivió Mi Hijo.
Ustedes, más conscientes de la Pasión de Cristo, ayuden a renovar ese momento con vuestra fe y, con el entusiasmo de siempre, acompañen al Señor a donde sea; de esa forma la humanidad entera reverenciará este día como algo sagrado y no lo considerará un día común como lo ha hecho hasta ahora.
Esto es así por la falta de consciencia y de amor a lo que Mi Hijo ofreció por todos.
Por eso, año a año son llamados a vivir y a repasar la Pasión del Señor; solo a través de Él hallarán la fuerza interior necesaria para traspasar el final de los tiempos, para el cual muy pocos están preparados.
Les agradezco por responder a mi llamado.
Los acompaña en el principio de este calvario interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más