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Primero vendrá Mi Amado Hijo para derramar la Misericordia que necesitan las almas más perdidas.
Después vendrá su Madre Celeste para reafirmar en este pueblo el Reino de Dios, y para que los buscadores y no buscadores de Mi Corazón por lo menos reciban la Gracia de la expiación final.
¿Por qué les digo esto?
Porque el tiempo de la definición ya está sucediendo, y Mis hijos más perdidos tendrán la oportunidad de no condenarse.
Es así que el Padre nos envía para auxiliar a Centroamérica y para que al menos una chispa de luz entre tantas tinieblas se pueda reencender y, en nombre de muchos, pueda alcanzar la redención.
Es por eso que la última hora del arrepentimiento se aproxima y a muchos de Mis hijos distraídos los tomará de sorpresa.
Venimos aquí para poder reparar algo a tiempo, la hora indica un rescate mayor y todo estará en juego.
Pero mientras sus corazones estén unidos al Mío nada les pasará, podrán estar delante del gran caos planetario y humano y Mi espada los defenderá.
Sean valientes y persistan, aún no saben cuánto estoy haciendo a través de los esfuerzos extremos de Mis servidores.
Le doy la bienvenida a una nación necesitada del verdadero y puro amor del corazón.
Estoy con ustedes siempre y los ayudo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A través de Mi presencia y de la presencia del grupo que peregrina junto a su Madre Celeste, Yo estoy desactivando espiritualmente lo que podría hacer desaparecer por completo la mitad de esta ciudad, que en su mayoría es indiferente al llamado de Dios y no lo acoge.
Es así que su Madre Celeste y sus misioneros en sacrificio, se ofrecen para estar durante el mes de octubre en el Estado de San Pablo para que las consciencias de aquí perciban que es hora de salir del punto al que llegaron, de no permanecer en la comodidad.
Por eso, hijos Míos, el Cielo y todo lo que forma el Universo Celestial está con la mirada detenida en los acontecimientos que se viven en esta ciudad de San Pablo; así como también el Universo observa si los servidores de la Madre Santísima están comprendiendo la importancia de mantener viva la casa ofrecida para la adoración al Señor.
Ya no es tiempo, Mis amados, de justificarse delante de la urgente necesidad de responder a un llamado, como también a la advertencia que les hace su queridísima Madre Celeste.
Por esta razón, un estado de transmutación permanente se ha instalado y algunos de Mis misioneros participan y colaboran con esa coyuntura, la que intentará, hasta el final de octubre, dejar una semilla de mayor consciencia.
Es por eso que todos los paulistas, así como todos Mis hijos del Brasil y del mundo, deberían tener como meta la colaboración con su Madre Celeste, para que un equilibrio y una armonía extraordinarios se instalen sobre la ciudad de San Pablo y esta sea merecedora de un tiempo mayor de paz.
Su Madre Celeste los invita a colaborar con la misión a Centroamérica y México en nombre de todos los que podrían hacerlo y no lo hacen.
Quiero de ustedes una constante actitud operativa y no estática. Deseo que, como en otros tiempos, los paulistas puedan salir de sí y ayudar en la sustentación que su casa ‒el amado Núcleo e isla de salvación‒ desempeña para el Plan Divino.
Les agradezco por acoger cada una de Mis palabras.
Los espera más despiertos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de Mi Inmaculado Corazón, Corazón del Dios Vivo, tengo la autoridad y la plena Gracia de poder liberarlos de cualquier dolor o error.
Es a través de Mi Corazón confiante que Yo les doy la posibilidad de hacer de sus caminos, preciosos senderos de luz y de amor.
Quien se une a Mi Corazón, debe saber que compartirá Conmigo la alegría que Yo siento, como también la angustia que Yo veo en todos Mis hijos del mundo.
Quien vive en Mi Corazón, sufrirá Conmigo y todo lo soportará por el bien de este planeta enfermo y por la redención de los que todavía no se postularon como servidores de Cristo.
En Mi Inmaculado Corazón, Yo les revelo la Divina Voluntad de Dios y el fiel propósito de cumplirla por encima de todo.
Día y noche, momento tras momento, los invito a reencontrar Mi Inmaculado Corazón, para que en sus vidas pueda despertar el sentimiento de silencio y de paternidad con sus semejantes.
En Divina Fraternidad, Yo los invito a vivir, para que de a poco la historia de esta humanidad vaya cambiando de rumbo y se vuelva a reescribir un destino de luz y de redención.
Es así que todos los días los invito a vivir en Mí, para que Yo pueda obrar en cada uno de ustedes, así sus dudas se disiparán y reinará la Paz y la Sagrada Confianza de Dios.
Yo los invito permanentemente a ser Mis instrumentos de Paz en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne en Jesucristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que la Divina Paz se establezca durante los tiempos de caos.
Que esa Paz atraiga la mansedumbre hacia todos los corazones.
Que en los tiempos de batalla triunfe el amor y que ese amor recupere y redima todo lo que parece perdido.
Que las almas glorifiquen al Padre y que Su Santo Espíritu las libre de todo mal.
Que durante la transición de la Tierra, las consciencias se fortalezcan para que puedan ver la apertura de las puertas del glorioso retorno de Cristo.
Que en esta hora de definición todo se determine, para que el Plan de Dios se manifieste en la consciencia de la humanidad.
Que nadie pierda la esperanza ni tampoco sus fuerzas internas, que eleve la bandera del anuncio de la venida redentora de Cristo.
Que los divinos y supremos Cielos se abran por encima de sus cabezas, para que los santos ángeles derramen la Misericordia de Dios.
Que lo impuro se purifique.
Que lo purificado se vuelva más puro y que, en la esencia de la pureza original, todos vivan la paz interior.
Que las legiones de la Luz formadas por todos los seres humanos de buena voluntad, acompañen la realización del Plan Divino y que todos los servidores navegantes remen y remen, para que la barca de la victoria humana llegue al puerto del Gran y Supremo Libertador.
Que nadie le tema al tiempo final, que todo se realice según el Pensamiento divino.
Que los corazones no pierdan la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En vigilia,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Enviaré a todos Mis ángeles para que después de cada batalla, los Curadores del Cielo irradien Sus estados de cura sobre la humanidad servidora.
Es así, que su Madre Celeste envía a todas Sus Huestes de Luz para que reconstruyan todo lo que ha quedado dañado después de un duro enfrentamiento.
Sepan, queridos hijos, que los ángeles de la cura dedican Su divino servicio para restaurar y equilibrar lo que Mi adversario intenta destruir.
Así, el Amor de Dios en ellos permite sellar las puertas al mal, y todo lo que es involutivo es expulsado porque en ese momento, Mis amados, la Luz de Dios, la Luz del Creador triunfa ante cualquier adversidad.
Es en esa escuela que todos los servidores están ingresando para poder aprender a amar lo que el Padre les envía como instrucción y para crecimiento interior.
Como su Madre, no dejaré de acompañarlos en esta trayectoria que los llevará a servir por la liberación de muchas almas que están atrapadas en la ignorancia y en la tentación de Mi enemigo.
Cuando una liberación y un despertar global sucede en las consciencias, es señal, queridos hijos, que el triunfo de Mi Inmaculado Corazón está cada día más próximo; eso será inevitable en estos tiempos que llegarán para la humanidad.
Sepan, Mis amados guerreros, que estaré cerca de ustedes sosteniendo el cetro de Mi gobierno maternal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando las almas no consiguen cumplir con el propósito que vinieron a realizar en este plano, esa situación se reparte entre aquellos que sí cumplen con esfuerzo la otra parte del Propósito espiritual de Dios. Es así que la balanza está en desequilibrio, porque en verdad cada alma debe cumplir con lo que ha venido a hacer.
Pero, queridos hijos, las consciencias no pueden asumir por mucho tiempo la parte que otra consciencia dejó de cumplir, ya que cada ser tiene una capacidad para sobrellevar su compromiso ante el Plan. Esta realidad es una cadena en constante desequilibrio y hay consciencias que en este tiempo sobrellevan tareas ajenas solo por amor al Proyecto de Dios.
Imaginen, hijos Míos, cuántas consciencias en el mundo distraídas por la innovación y por la astucia de Mi enemigo dejan de cumplir el servicio que en verdad vinieron a prestar. Así la consciencia planetaria cuenta con muy pocos y verdaderos servidores que alivien la crisis actual de la humanidad. Las almas se sorprenderán cuando vean todo lo que dejaron de hacer, a veces por libre albedrío, llevando el proyecto de la raza a una constante decadencia.
El Universo Celestial trabaja en este tiempo con las consciencias que en verdad tienen un buen corazón y que ya no anhelan nada para sí. Es de esa forma, hijos Míos, que la concreción del proyecto humano está enmarcado dentro de un cuadro de pocas posibilidades, dada la gran indiferencia de la raza humana.
Por eso, todos son llamados a la oración permanente y diaria para que en esta recta final la mayoría alcance la meta de cruzar el portal hacia la salvación, antes de que todas las Puertas del Cielo se cierren y comience a suceder la purificación total de la humanidad, porque entonces ya no habrá más tiempo.
Arriésguense a salir del punto en el cual se colocaron y asuman la purificación y el servicio al Plan mientras sirven a Dios con todo amor y sacrificio. Recuerden que la vida de comodidad y de confort en el mundo será lo primero que se purificará por la presencia de la crisis de hambre que viven muchas, muchas almas.
Como la Madre de la Divina Justicia los intento llevar a otro estado de consciencia en donde se puedan dar los cambios que hasta ahora no se han visto.
¡Les agradezco por comprenderme y por adherirse!
Ora por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como el sonido de un arpa de luz, les traigo a sus almas los sonidos más puros y armoniosos que existen en el Cielo para que, de esa forma, reciban el bálsamo de Mi Cura Maternal y Espiritual.
Hijos, todo lo previsto ya comenzó, y la humanidad enfrenta, en este momento, el resultado de sus acciones y de sus decisiones que, en esta hora, llevará a millones de almas a desviarse del camino que les ofreció Mi Hijo.
Muchos de Mis hijos predilectos vivirán el yugo del sufrimiento, de la transmutación y de la entrega a causa de la carga inmensa que existe sobre la humanidad y debido a la ausencia de servidores obedientes a los pedidos del Cielo.
Es por esta infinita razón que Su Padre Celestial, Adonai, decidió derramar códigos de transmutación tan similares a los que vivió y sintió Mi Hijo Amado durante Su última noche en el Huerto Getsemaní.
El Padre los estará colocando, con Sus propias Santas Manos, en un camino desconocido y nunca antes vivido por nadie; porque, al igual que muchos bienaventurados del pasado, ustedes deberán cruzar el mismo portal, para que Dios reconozca que es justo derramar Misericordia y Liberación sobre un mundo completamente paralizado por las insignias de Mi adversario.
Por eso, hijos, prepárense, la hora estará llegando y Dios los hará depositarios de Sus más Preciosos Dones para que, en nombre de Su Amado Hijo, ustedes preparen sus seres para ayudar a la evolución del Plan de Dios.
De esa forma, hijos Míos, con un espíritu de entrega y de donación, a pesar de las incertidumbres y de las circunstancias, ya estarán preparados para asumir el fin de un ciclo y el comienzo de otro.
Su Madre Celeste los congregará en el Espíritu Curador de Dios para que, viviendo su intensa purificación y liberación interior, ustedes sirvan en plenitud y amor al Reino de Dios.
Hijos, la batalla final aún no comenzó. Antes de que eso suceda, Yo vengo del Cielo a derramar sobre ustedes Mis Instrucciones, que los llevarán a estar dispuestos a los llamados del Cielo.
No se desanimen. El Señor estará con ustedes acompañándolos por más que no lo sientan, Su Presencia es silenciosa.
¡Les agradezco por perseverar en responder a Mi llamado!
Los une con el Corazón Bendito de Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Por medio de estas palabras maternales, nuevamente por la acción y la gloria de la Gracia de Dios, hoy Me presento ante vuestras almas, donadas a Mi Corazón desde el principio y dispuestas a servirme hasta el fin.
Hoy les revela Mi Corazón que en este tiempo sin paz, Yo los vuelvo a reunir entorno de la sagrada mesa de nuestro Señor Jesús para que vuelvan a comer de Su Cuerpo y a beber de Su Sangre.
Mi única finalidad, hijo amados, es hacerles recordar el Reino de Dios, el que en estos momentos es muy olvidado y sustituido por las tendencias del mundo, las que apagan el fuego del corazón de muchas almas.
Por las cosas que desvían del Plan de Dios a las almas y a toda la humanidad sedada por las artimañas del enemigo, vuestra Madre de la Paz y de la Gracia regresa para restablecer el Reino de Dios, la vida suprema y la misericordia en todo lo que parece irreparable e impuro. Pues ahora Mis ojos celestiales ven y acogen las ofertas de todos Sus hijos que son el impulso interno para poder concretar, junto a los ángeles del cielo, el momento del gran cambio planetario.
Rezaré por ustedes hasta los últimos días cuando algunos, que ya serán dichosos, verán venir entre las nubes a Mi Amado y Glorificado Hijo. Las faltas de la humanidad de hoy y sus consecuencias futuras pueden ser aplacadas por la luz de la Misericordia de Mi Hijo.
Vengo para que diariamente lean Mis mensajes y los hagan parte de vuestras vidas y ritmos diarios. Deseo que la verdadera consciencia pueda despertar en todos Mis niños.
¡Les agradezco por acompañarme en este nuevo ciclo!
Los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz de Dios
Apreciados hijos:
Hoy agradezco en especial a todos los servidores donados a Mi Inmaculado Corazón. Mi tarea por la paz se difunde por la espontánea y abnegada colaboración de muchos de Mis servidores marianos en el mundo.
El mensaje de hoy lo dedico, con amor y agradecimiento, al grupo de almas donadas a la misión de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Sin la dedicación total de vuestras vidas, muchas almas no hubieran podido salvarse. Sepan, Mis queridos hijos, que Mi Corazón no elogia, pero sí irradia amor y agradecimiento celestial por la tarea que vosotros, como hijos, hacéis posible en esta parte del mundo, en esta parte de América del Sur.
Queridos hijos, por tal motivo, a todo este dedicado grupo de almas les extiendo Mis brazos para que a todos, tomados de Mis Manos Maternales, Yo pueda elevarlos hasta el Reino de Dios.
Hijos Míos, recuerden que vuestra morada debe reposar todos los días porque Dios necesita que vuestro templo esté firme y fuerte para que puedan continuar con la tarea que Yo les he confiado.
Como soy Madre de todas las almas, hoy pido a todos Mis hijos que oren, que oren por todo este grupo mariano de almas para que la Luz del Espíritu Santo los colme, los guíe y les entregue sabiduría espiritual para cada uno de los pasos que realizarán Conmigo, en esta tarea de paz, en esta Mi Misión Maternal.
Agradecida por entero a todo este grupo dedicado a llevar el Mensaje de Mi Inmaculado Corazón les pido, hijitos Míos, que colaboren sinceramente para que esta tarea pueda continuar por mucho tiempo más. Dios Me encomendó venir a vosotros, y Jesús Me ha pedido que Yo sea una Gran Protectora de vuestros corazones.
Queridos hijos, continúen por este camino, Dios hoy está alegre por la donación de todos.
¡Bienvenidos a Mi Reino, misioneros de María!
Les agradezco desde el Corazón de Dios.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Abriendo Mis brazos una vez más, hoy les digo, queridos hijos, que si son como niños y vienen a Mí estarán en el nuevo paraíso de Dios. El mundo, día a día, acaba con los recursos preciosos que Dios le entregó a través de cada uno de los Reinos.
Hijos Míos, el tiempo de los ultrajes a los Reinos terminará y los hombres deberán dar cuenta de todo lo que han recibido de las Manos del Creador. Es hora de que la soberbia desaparezca del corazón de Mis hijos para que la verdadera Paz de Dios resida en la vida de todos Mis niños.
Yo les pido que sean fuertes en la oración del corazón para que la Gracia Celestial pueda convertir y reparar todo lo que la humanidad ofende a Dios.
Queridos hijos, este es un tiempo de transición que sus vidas están recorriendo; ya no son tiempos normales. Yo los llamo al despertar para que sus corazones puedan estar delante de cada acontecimiento en el mundo y, ustedes, como siervos de Mi Hijo, participen de todo, colaborando con la sincera oración que Yo les pido, una oración que sea fuente de amor para todos.
De esta manera, hijos Míos, podrán tener perpetuamente en sus almas y en sus corazones la presencia de Mi Hijo Jesús. Ustedes, que están más abiertos a la oración del corazón, deben convertirse no solo a la santidad sino también en servidores de la humanidad ciega.
Sepan, Mis niños, que la Gracia de la Reparación está en sus manos y ella llega por medio de la oración hecha con el corazón. Si lo repito, es porque aún deben ejercitar más Mis pedidos.
¡Les agradezco por vuestra respuesta!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más