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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi soberano silencio reconstruye los niveles más internos de la consciencia, lugar donde siempre debe estar Dios, para que Él cumpla Su Voluntad a través de cada uno de Sus Hijos.
Hoy, traigo el Poder de Dios a la Tierra, un Poder que no es palpable, pero que es un Poder inextinguible. Es el Poder del Amor que manifestó la Fuente y que luego concretó toda la Creación.
Es este Poder que Me traerá de nuevo a la Tierra, para que Mis compañeros participen de él a través de todas las obras y de todos los movimientos que Yo mismo realizaré en pro de la humanidad y de su reconstrucción espiritual. Porque el Poder de Dios es un bien, un bien mayor y supremo, es un Poder que no hiere, es un Poder que se manifiesta a través de la unidad.
Yo necesito que conozcan este Poder que los transformará y que les traerá de nuevo la Vida; porque este mismo Poder fue el que Me resucitó al tercer día y Me permitió ascender a los Cielos y, antes de eso, Me permitió anunciarles, a todos los que estaban presentes Conmigo en ese momento, que el Hijo de Dios algún día retornaría al mundo; porque, así como las profecías en lo que respecta al Nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios, en Belén, se cumplieron, así las profecías del Sagrado Libro también se cumplirán, porque muchas de ellas hoy las están viviendo en carne propia.
Pero no teman ni tampoco pierdan la fe, porque este Poder vendrá en su auxilio, así como el Espíritu Santo vino en auxilio de los apóstoles y de Mi Santísima Madre, antes de comenzar la gran Obra de la evangelización y de la Palabra de Cristo, su Maestro y Señor.
Porque, quiero decirles que el poder en el ser humano no existe, lo único que existe en todo este universo y más allá de él es el Poder de Dios, fundamentado en Su Amor inconmensurable e inextinguible, fundamentado en Su Unidad redentora y salvífica para cada una de Sus Criaturas, no solo de este planeta, sino también de otros, para todo el universo y para toda la Creación.
El Poder de Dios es lo que le otorgará al mundo la restitución del Gobierno Espiritual que la humanidad perdió completamente y del que se aleja día a día y acontecimiento tras acontecimiento.
Pero les pido, compañeros, que la duda no los arrastre, no los perturbe ni tampoco los persiga. Confíen en el Poder que Dios Me dio, como parte de Él y como parte de Su Vida Divina. Porque Mi hora se está acercando y ya lo saben, lo repito para que lo recuerden y no lo olviden.
El Señor de Israel volverá a santificar y a bendecir al mundo, después de que muchas situaciones internas sean corregidas y muchos acontecimientos sean transformados, para que todo vuelva al principio de la Ley, así como Dios lo pensó en el principio y en el origen.
Deben saber que sus almas y vidas son parte de Mi historia, que se está escribiendo en este mundo. Por eso, Mi Corazón se siente herido cuando no comprenden Mi Mensaje o no lo aceptan; porque no se olviden de que Yo veo todo, aun más allá de lo profundo o de lo espiritual.
Sé que Mi petición es muy grande para ustedes, e incluso Mi Voluntad; pero, ¿a qué le deben temer si ya está todo previsto a partir del Corazón de Dios?
Es tan maravilloso Su Plan de Unidad que aún muchos esperan del otro lado de la puerta para poder atravesarla y vivir esa Unidad Divina que los librará de ustedes mismos para siempre y podrán volar tan alto como las aves para fundirse en la Fuente Inmaterial algún día.
Necesito, en este tiempo, de su experiencia crística y redentora. Que Mis Palabras no sean solo un Mensaje, sino una realidad en ustedes; una realidad propia de la que Yo anhelo participar ardientemente, así como participé de esa realidad con Mis apóstoles y seguidores a través de los tiempos.
Aún espero ese gran paso que no es imposible para nadie, que no exige un cambio tan rotundo ni profundo, sino que parte de una actitud interior y humilde.
No podría ser Quien Soy si Dios no Me hubiera humillado. No podría ser Quien Soy si no hubiera aceptado la Cruz del mundo. Porque recuerden que Soy humano al igual que ustedes y que Soy parte de esta raza, de esta civilización en redención.
Y, a esta raza y a este pueblo sagrado, volveré para estar entre ustedes y entre sus hermanos, para disolver el llanto de los inocentes, de los que verdaderamente sufren y agonizan en este tiempo.
Mi Barca espiritual está pasando por última vez. ¿Se subirán a Mi Barca?
Necesito de una respuesta consciente y de una reflexión; porque lo que Yo les pediría, a cada uno de ustedes, les aseguro que creerían que no lo podrían hacer. Pero Yo sé que lo pueden hacer, porque conozco lo más profundo de ustedes.
No vengo a señalar lo que está imperfecto, sino lo que es perfecto para Dios; porque sus vidas son parte de esa molécula divina que vibra en el espacio-tiempo y que les permite evolucionar y despertar.
Esa debería ser su ardiente aspiración, que esta experiencia en la Tierra sea una experiencia de amor y no de sufrimiento.
Sé que cada uno vive momentos complejos y desconocidos, y que se enfrenta a su propia realidad y a la realidad del mundo, de la sociedad y del país, como es la de Argentina; pero ya no se angustien, ya no se amedrenten, ya no se precipiten, porque este tiempo estaba escrito, compañeros, es parte del Libro del Apocalipsis.
No se queden en el tiempo del dolor, por más que sea una realidad o una experiencia para ustedes, participen del tiempo de la redención y de la paz tan esperada en este mundo en guerras.
No hay nada que impida que Dios pueda intervenir ni tampoco Su Hijo, que está aquí como un buen Pastor y Maestro para servirlos; así como serví en aquel tiempo, en el que muchos participaron y vivieron profundamente; marca y señal que quedaron en el espíritu y que los trajeron hasta aquí, hasta el presente, para reencontrarse Conmigo en comunión eterna, bajo Mi emblema de sabiduría y compasión.
Quiero que hoy se nutran de la Fuente Suprema e Inmaterial que desciende como Agua de Vida a través de Mi Presencia y de Mi Palabra.
Vengo a erguir a los corazones que han caído.
Vengo a ungir, a través de Mi Espíritu, a los que están enfermos de cuerpo y de alma.
Vengo a hacer brillar, dentro de ustedes y de todos sus hermanos, la esencia inmaterial que portan en sí mismos como un Tesoro de Dios que algún día, a través de la redención, reconstruirá espiritualmente al planeta y a toda la humanidad.
Despójense, sí despójense mucho, suelten las aflicciones, libérense de las tristezas, porque aquí está el Consolador, por encima de Su Amadísimo y Venerable Hijo. Este es el Gran Espíritu de la Paz, que se infunde a través de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Este es el Fuego que desciende del universo para reencender a las almas en la llama viva del Propósito y de la misión de cada ser.
Con alegría, estoy aquí, pero también con discernimiento y consciencia, porque es el tiempo de que Mis apóstoles y compañeros crezcan, no solo en espíritu, sino también de corazón. Porque allí, en el corazón de cada uno, Yo quiero entrar y vivir para siempre.
Aún muchos Me deben dar su corazón; lo espero con tantas ansias y oro tanto por esto, porque cuando suceda no se conocerán. Mi Amor será en ustedes para siempre, así como Mi Amor lo es en la Eucaristía y en cada Sacramento que pueden vivir de tiempo en tiempo.
En estos días, fueron renovados, bendecidos y bautizados por Mi Espíritu, desde que compartieron toda esta tarea en Buenos Aires y aquí, en el Sagrado Centro del Espíritu Santo de Dios.
Confíen sus vidas a los siete dones del Santo Espíritu para que la Divina Ciencia los guíe; para que la Inteligencia Divina los conduzca; para que el don del Temor de Dios los acerque cada vez más a Él, no sintiendo una condenación, sino la oportunidad de unirse a Su Gran Espíritu Inmaterial, que espera vivir en las almas buenas y en las que buscan la santidad.
Vengo a cerrar todo lo que ha vivido Argentina en estos días con la Jerarquía Espiritual y Cósmica. Oramos y oraremos para que los frutos de la redención despierten en las almas y se manifiesten en los corazones de Argentina y del mundo entero.
Quiero agradecer el compromiso de los orantes de Argentina, de todos los que sostienen, día tras día y semana tras semana, las diferentes Oraciones por la Paz en las Naciones y por las diferentes causas urgentes, así como la oración tan importante por Argentina, Paraguay y Uruguay, que se las está queriendo acorralar en el abismo.
Pero sigan batallando a través del verbo orante, sin desafiar, sin provocar, solo buscando la paz y el bien por todos aquellos que principalmente están ciegos y sordos de espíritu, y que ya no consiguen ver la Luz en sus caminos. Porque la redención es para todos, no solo para ustedes, es para todos; y Mi Obra es para todos los que se quieran acercar a conocer la amplitud de Mi Corazón Misericordioso.
También vengo aquí, en Gracia y en Misericordia, por los que se consagrarán como nuevos adoradores, y también por una consagración especial para Mí, que espiritualmente estaba esperando el día y la hora que sucediera.
Me alegra que todo esto suceda, y que las almas se consagren conscientemente a este compromiso espiritual que hacen Conmigo y que es irrefutable, que no puede cambiar por cualquier situación de vida; porque es un compromiso espiritual con el Santísimo y Eucarístico Cuerpo de Cristo, presente en el altar para todos los adoradores, incluso los ya consagrados, que en este día tienen la oportunidad ante Mí de renovar sus votos, y también tienen la oportunidad de que muchos más se puedan postular, para que algún día vivan la misma consagración a la adoración perpetua. Impulso espiritual y divino que los sostendrá a todos los que adoren y amen al Santísimo Sacramento del Altar, así como lo aman y lo viven los ángeles.
Quiero que algún día sus almas, de tanto adorar y amar, sean como los ángeles, sean como los santos, sean como todos los seres de buena voluntad que tienen como centro espiritual el Cuerpo Eucarístico de Cristo, su Maestro y Señor. Porque así les abrirán las puertas a aquellos que las tienen cerradas, porque así les abrirán los caminos a aquellos que los tienen cerrados y porque así ayudarán a conducir a las almas perdidas hacia Mi Fraterno y Amoroso Corazón.
Sean valientes, persistan.
El fin del tiempo aún no llegó, mucho aún está por suceder y tienen que estar prontos de corazón y de espíritu, porque deberán poner en práctica todo lo que les enseñé a través de los años. Así, podrán ser Nuevos Cristos, los Cristos del Nuevo Tiempo y de los últimos días.
Llamaremos aquí, ante este humilde y significativo Altar de Cristo, a los que hoy se consagrarán como nuevos adoradores.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ante el Sagrado Corazón de Jesús, ante esta oportunidad de amar el Plan de Dios por encima de todas las cosas y de todas las situaciones de la vida, ante este portal celestial que Nuestro Señor abrió en esta Aparición hasta la Fuente del Padre Eterno, que nos observa y nos contempla en este momento a todos; ante nuestra pequeñez o aun nuestra imperfección, nos entregamos al Sagrado Corazón en esta consagración de los adoradores que se ofrecerán, a partir de este momento, a imitar a los ángeles a través del Santísimo Sacramento del Altar y que se comprometerán a adorar por la paz y el bien en todo el mundo.
Vamos a bendecirlos.
Así como los ángeles Me reconocen en el Cielo, que así las almas Me reconozcan en la Tierra, porque Yo Soy el Amor Vivo de Dios que una vez encarnó en este mundo para enseñarle sobre el Amor y la Misericordia, que con esperanza viene a salvar a todos sin excepción, hasta que se cumplan los Mil Años de Paz.
Que el Soplo del Espíritu descienda sobre estos elementos que portarán como símbolo de Mi Crístico Amor.
Sientan Mi cariño en esto, sientan Mi abrazo en cada gesto, por todas las almas que buscan el bien y que tienen sed, para que se cumpla el tiempo del Padre que fue escrito en el Sagrado Libro de Dios, para que los corazones renazcan y todas las voces sean escuchadas, así como las escucha Dios, en súplica y oración, permitiendo que Su Reino descienda a la Tierra para que las almas ingresen en Su Corazón y vivan la paz que tanto buscan, que tanto esperan.
Así, Sus Hijos son señalados por el Eterno y Único Dios que está en las Alturas y que se refleja en los corazones valientes, en los que buscan la verdad para poder compartirla y así servir por una justa causa, por el bien de todos, por la paz de todos, por la justicia.
Oh, Señor de las Alturas,
abraza con Tu Luz a los que Te buscan y Te siguen,
alivia sus pasos y pies cansados,
sana sus cuerpos,
disuelve sus heridas.
Úngelos, Señor, con Tu Luz Espiritual,
porque hoy reciben, a través de Mi Corazón, Tus dones,
por intermedio de este símbolo
que representa la Orden Gracia Misericordia.
Así como fue anunciado en Fátima,
la Gracia y la Misericordia serían derramadas,
a través de Mi Corazón, sobre las almas sedientas,
sobre todos los que busquen la paz.
Limpia los corazones y purifícalos.
Tú, Señor, tienes el poder de que vuelvan a Tu Origen,
porque ellos en este día son parte de Tu Bien.
El pasado se borra y nace el espíritu,
que ha caminado, a través de los tiempos,
en esta trayectoria universal.
Y el espíritu de cada ser es imantado
por Tu Amor y por Tu Luz,
abriendo las puertas de Tu Infinita e Insondable Misericordia.
Que se cumpla el advenimiento de los escogidos,
de todos los que fueron llamados a seguirme,
porque Tú, Señor, ya lo sabes todo,
y todo se cumplirá.
Que así sea.
Ahora, los ungiré con la Señal Luminosa de la Cruz, en la frente de cada uno, consumando esta consagración, posteriormente, cuando reciban la Eucaristía, luego de la celebración.
Aspiren a que sus ángeles de la guarda escriban en sus Libros de Luz este momento, porque ya estaba escrito. Tengan fe.
Cada momento que vivieron, cada sufrimiento que han cargado, cada dolor que han sentido, ha sido por este momento, porque este es el día de su redención, y los ángeles lo escriben en el Cielo, como también lo escriben en la Tierra.
Oh, Señal Luminosa del Amor de Dios,
hazte presente en los que creen en Ti,
abrázalos con Tu Fuego y vivifícalos,
así como Tú vivificaste y encendiste con Tu Fuego
el Corazón de Tu Amadísimo Hijo, Jesús.
Oh, Agua de Vida que brotaste de la Cruz,
derrámate sobre el mundo,
para que alcance la paz.
Sus corazones ahora Me pertenecen, así como les pertenece Mi Corazón. No lo olviden.
El Señor los consagra como adoradores de Su Glorioso Eucarístico Cuerpo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pueden ir en paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Luján.
Las nuevas mujeres de Israel se reúnen en este tiempo final para seguir los pasos del Maestro, para hacer resplandecer Sus altares en humildad, alabanza y adoración, para auxiliar a Cristo en Su Obra de Misericordia.
Tu nombre será Jashbalen, Luz del Trono.
Jashbalen, el Señor te bendice y te consagra como Su Auxiliadora de la Divina Misericordia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Puedes ir en paz.
He cumplido con Mi Propósito. Mi Propósito se cumple en los seres que buscan la Verdad y el Amor de Mi Corazón.
Así, Yo los bendigo y les doy Mi absolución, agradeciéndole a Argentina y a su pueblo su valentía para superarse todos los días, para que se cumpla el bien mayor y se establezca la paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
¡Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos, Señor.
Vamos a cantar como un solo coro, una sola voz y un solo corazón, a pedido de Cristo, la canción “La Voz del Maestro”.
Vamos a expresar, a través de esta canción, nuestra gratitud y también nuestra confirmación de votos, y así nos vamos a preparar para la Celebración Eucarística, que ofreceremos una vez más por la consagración de Argentina al Sagrado Corazón de Jesús.
Relato de Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos finalizar este encuentro con Cristo con un relato que nos pidió compartir con todos, sobre la Aparición, para que podamos llevar este impulso a nuestro corazón, principalmente los hermanos de Argentina, y para que podamos comprender cuantos movimientos realiza la Jerarquía Espiritual en cada encuentro.
Durante la Comunión, estuve intentando repasar todo lo que el Maestro nos mostró y nos reveló. Espero no olvidarme de nada.
En el momento previo a la Aparición de Cristo, la Jerarquía Divina comenzó a manifestarse aquí enfrente, donde está ese árbol, al lado de la fuente. En ese espacio es en donde aconteció la Aparición. Y, como siempre hace la Jerarquía Divina, de forma gradual, se comenzaron a abrir los portales de los Cielos hacia la Tierra, específicamente hacia este lugar, y comenzó a descender la energía de los Cielos, pero hasta ese momento, Cristo no había aparecido.
Lo primero que se manifestó, a través de esos portales de los Cielos fue el Espíritu Santo. La manifestación del Espíritu Santo fue muy contundente, sorpresiva y a través de una paloma de Luz inmaterial.
La paloma estaba con sus alas abiertas y de su pecho emanaban como rayos los siete dones del Espíritu Santo. Y, a su vez, esos siete rayos se ampliaban en muchos rayos más hacia todos nosotros.
Esa paloma de Luz inmaterial estaba viva y, en un momento, esa paloma ascendió un poco hacia arriba, y debajo de los rayos, que ella emanaba, apareció Cristo. Él estaba vestido como Jesús, el Nazareno; pero la expresión de Su manifestación era como la del Sagrado Corazón de Jesús, tenía las Llagas en Sus Manos, en Sus Pies y en Su Costado.
Entonces, Él comenzó a observarnos, a contemplarnos en un absoluto silencio, un soberano silencio, como Él nos dijo.
En ese momento, pensamos que era solo eso, pero cuando Él se manifestó y colocó Sus Pies sobre este árbol, esos portales se fueron ampliando a nivel regional. Esos portales celestiales abarcaban y absorbían muchas situaciones de la Argentina y del planeta.
Después de eso, en forma sucesiva, se fueron presentando otras manifestaciones que les voy a relatar; porque toda esa manifestación, toda esa revelación que nos trajo Jesús, reflejaba y representaba el Poder del Amor de Dios desde el origen de la Fuente. Entonces, teníamos en ese momento a Cristo y por encima de Él al Espíritu Santo.
En diferentes portales celestiales se fueron presentando distintas Jerarquías Angélicas, desde los coros celestiales que cantaban y alababan la Presencia del Señor. En forma circular, fueron creando varios anillos, uno por encima de otro, mientras que atrás de esos portales otros ejércitos comenzaban a trabajar y a servir a la humanidad.
El centro de todo ese movimiento era el Corazón del Maestro, el Amor que el Corazón del Maestro le irradiaba al mundo entero.
Y, como si fuera poco, por encima de esas manifestaciones y de esos coros angélicos, apareció Dios en lo alto. Él se manifestó de la siguiente forma: un Ojo dentro de un Triángulo Dorado; y más allá, en otro plano de consciencia, muy profundo e infinito, en el fondo y al final de esa manifestación, estaba la Fuente de la Creación.
En Su silencio, Cristo les pidió a los diferentes ejércitos que trajeran almas de distintos puntos del mundo. Entonces, los ejércitos angélicos comenzaron a asistir y a auxiliar a diferentes grupos de almas en situaciones de guerra y de conflicto, inclusive almas que habían desencarnado en las guerras. Esas almas eran liberadas y elevadas a los Cielos, y un gran proceso de sufrimiento era aplacado.
En ese momento, Cristo ordena que de los corazones de nuestros hermanos de Argentina se disolvieran todo tipo de sentimientos contrarios. Por eso, nosotros escuchamos que Él habló de disolver la angustia, la tristeza, la indignación, entre tantos otros sentimientos que los ángeles disolvieron al tocar con sus manos el corazón de cada uno de los hermanos de Argentina.
Y para completar este potentísimo trabajo que hoy hizo Cristo, antes de comenzar a transmitir Su Mensaje, Él les ordenó a los ángeles que expusieran sobre este Centro Mariano el Arca de la Santa Alianza.
En ese momento, un coro específico de ángeles trajo el Arca, desde lo alto del Monte Sinaí hasta aquí. Y todos los ángeles desde los diferentes anillos comenzaron a alabar con su canto a todas las Reliquias que estaban en esa Arca. Esos Tesoros Celestiales, muchos de ellos Reliquias de la Pasión de Cristo, que hoy son Terafines universales y que irradian potentes códigos de amor y de redención a la humanidad, fueron expuestos.
¿Por qué? Porque Él ordenó que el Arca se abriera para que esas Reliquias emergieran en el plano espiritual y también en esta tercera dimensión, donde se veía que levitaban sobre este espacio de la Comunidad. Y esto, espiritualmente, reconstruía algo muy desconocido de la Argentina, algo que Él estaba preparando para el próximo tiempo.
Para finalizar, Cristo les ordenó a los ángeles que todas aquellas experiencias auténticas de amor, esas experiencias crísticas que en este presente cada uno de nosotros está viviendo, aprendiendo a experimentar el Amor Crístico, todas esas experiencias internas fueran retiradas de nuestras almas y colocadas en el Arca de la Santa Alianza.
En ese momento, Dios le otorgó una amnistía a la humanidad que, según Cristo, cuyo desenlace continuará.
En este relato, podemos ver que la Jerarquía está trabajando muy ampliamente con el planeta y la humanidad.
Queremos agradecer a los hermanos de Argentina por todo el esfuerzo material, interno y espiritual que hicieron para que toda esta peregrinación, que fue inesperada, fuera posible.
Queremos agradecer a Dios que haya reunido a los videntes de nuevo; y agradecer a todos los que acompañan los encuentros con los Mensajeros Divinos, que apoyan, que donan, para que la Jerarquía pueda cumplir el Plan en esta humanidad.
Muchas gracias a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos:
El universo está atento a la situación del planeta y de la humanidad.
Este es el momento en el que su unión con Dios es muy importante. Eso permitirá que la Fuente Suprema descienda a la Tierra por medio de instrumentos.
Si eso sucede, hijos Míos, a pesar del fin de los tiempos, se establecerá la Paz y será esa profunda Paz la que los guiará y los colmará en estos tiempos difíciles.
Yo vengo al mundo para hacerles recordar este principio primordial, porque es necesario tener almas espejo en la Tierra que puedan refractar los Principios y Atributos de la Fuente de Dios, más allá de sus imperfecciones y pruebas.
Yo necesito, hijos Míos, que den el permiso para que sus almas puedan gobernar y no sus personalidades.
Ya están en el tiempo de atravesar el portal que los llevará a la elevación de la consciencia y a la comprensión profunda sobre el significado del Plan de Dios.
Si sus almas gobiernan, otros serán los acontecimientos y el sufrimiento desaparecerá. Pero Yo sé, hijos Míos, que la mayoría de Mis hijos en el mundo no vivirá esto.
Yo vengo a pedirles, en este momento, que cumplan una Aspiración de Dios, para que Su Gracia esté presente en la humanidad en este momento crucial.
Por eso, hijos Míos, Yo vengo a abrir los ojos de sus consciencias, vengo a permitirles, a través de Mi Corazón, que puedan ver más allá de lo que es aparente, de todo lo que es material o concreto.
Vengo a colocarlos ante la visión espiritual del Propósito, para que estén más próximos de la Fuente Inmaterial y de allí provengan los impulsos que ustedes necesitan en este momento, para vivir la situación del planeta y de la humanidad.
Cuantas más almas gobiernen en este momento, mayores serán las posibilidades de actuación de la Jerarquía.
Es momento, hijos Míos, de perder el miedo a lo desconocido, porque si pierden el miedo a lo desconocido, su control y poder desaparecerán.
Y finalmente, hijos Míos, se darán cuenta que ustedes no son nada, porque es en esa nada que Dios los necesita, para que Él pueda colmar, con Su Vacío infinito y espiritual, un vacío que no quiere nada para sí, que no desea nada para sí, que no ostenta nada para sí.
Y así permitirán que, en el vacío, el Amor de Dios los colme y los fortalezca, y sus almas puedan servir y obrar como hace tanto tiempo esperan, como hace tanto tiempo lo intentan.
De la Fuente Inmaterial vendrá el auxilio para todos los que lo pidan, tengan confianza en lo que les estoy diciendo porque allí está la gran llave.
Mi Corazón Inmaculado hoy refracta los Rayos de los Atributos de Dios que provienen de Su Fuente Inmaterial.
Y estos Rayos penetran en las almas que se abren para vivir el gobierno de sí y, de esa forma, estar sirviendo a Cristo en la antesala de la preparación de Su Retorno.
La gran venida de Mi Hijo primero se dará en las almas que puedan gobernar, no como se hace aquí en la Tierra entre los seres humanos; hablo del Gobierno Celestial y Espiritual, en el que Mi Hijo, el Cristo, es el gran Regente en el universo; Él determina, ante la autoridad del Padre, las directrices y comandos.
Sus almas y esencias pueden participar de ese gran ejército, que Él conforma en todo el universo y más allá de este.
Así comprenderán, hijos Míos, que el Gobierno del cual hoy les estoy hablando no se restringe a una persona o a una nación; no es un sistema, no es un sometimiento ni un control humano.
El Gobierno Celestial, que lleva adelante Mi Hijo, proviene de la Fuente de la Creación como provienen los Arcángeles. Así como los Arcángeles tienen sus emanaciones y ejércitos de Luz, el Gobierno Celestial tiene sus principios y Jerarquías.
Ustedes en este momento del planeta pueden estar bajo esa Ley, la Ley del Gobierno Celestial, la que reordenará en el fin de los tiempos a todo el universo, inclusive a este planeta y a la humanidad.
Es el Gobierno Celestial que hará surgir a la Nueva Humanidad, la que finalmente vivirá los Mandamientos que nunca consiguió vivir ni cumplir.
De las Esferas Celestiales llega este Mensaje para el mundo, a través de la Luz de Mi Materno e Inmaculado Corazón, y animo a Mis hijos a que permitan que sus almas gobiernen, bajo el impulso del Gobierno Espiritual y Celestial de Mi Hijo.
Los invito a salir de lo horizontal e ingresar en lo vertical, en lo que proviene de la Fuente Suprema, y así estarán alineados con el Propósito, pero también con el Principio, que en esta encarnación les permitirá concretar su tarea y misión.
Sus vidas ya no pueden ser independientes, autónomas ni tampoco tener propiedad de sí. Sus almas ya están en la hora de vivir el Gobierno Celestial de Mi Hijo, Gobierno que en el universo se prepara para gestar Su próximo Retorno.
En las simples palabras que Yo les digo, hijos Míos, existen muchos principios y atributos. Aprovechen este momento porque la mayoría de Mis hijos no tiene esa oportunidad.
Sean conscientes que se deberán seguir construyendo las bases de la Nueva Humanidad; una humanidad que estará libre del odio, de la persecución, del maltrato, de los homicidios, de la explotación, de la esclavitud, del tráfico, de la indiferencia y de los errores.
Las almas, que viven en el gobierno de sí, serán parte de la Nueva Humanidad. Este ejercicio, que Yo les invito a vivir, no es un método ni tampoco una práctica, es una actitud interna, una ardiente aspiración de estar muy cerca de Mi Hijo.
Y aunque su purificación esté en su momento más agudo no desistan y tengan fe, porque la transformación y redención del ser humano de la superficie de la Tierra es posible cuando se aspira primero a vivir en la Ley para después cumplirla y llevarla adelante.
Cuanto más almas permitan estar regidas por el Gobierno Celestial, mayores serán las posibilidades y las Obras que realizará Mi Hijo cuando Él retorne, de la noche a la mañana; mayores serán las posibilidades para que Él pueda reencontrar a Sus compañeros y a los que esperan hace mucho tiempo poder reencontrarlo cara a cara.
Pero antes de que Él realice Su Retorno, Su gran y definitiva tarea, así como fue en el pasado, Mi Hijo volverá a reunir a algunos de sus compañeros para partir el pan, y les dará de comer de Su Cuerpo Glorificado y Vivo, y es en ese momento, hijos Míos, que se cumplirá la gran promesa que Él hizo hace mucho tiempo, la cual dice: “Estaré todos los días con ustedes hasta el fin de los tiempos", hasta que Su Gobierno Celestial se establezca y la humanidad y el planeta sean parte de esa regencia espiritual.
Oremos con fervor y sirvamos con gratitud, hijos Míos, sabiendo que cada acontecimiento de la vida, cada experiencia vivida y compartida, puede ser parte del establecimiento de ese Gobierno Espiritual que sus almas pueden vivir en este tiempo definitivo; y esa experiencia podrá llevar a muchas, pero muchas, almas perdidas a tener la oportunidad de la Redención y la Misericordia.
Hoy, estoy aquí ante ustedes en Espíritu, pero Mi Cuerpo ascendido y trascendido se encuentra en el Universo, también a la espera de algún día retornar, para que todos estén cerca de la Madre de Dios, viviendo el Proyecto de Dios para siempre.
En la fe y en el amor los bendigo, sean pacientes y perseveren.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijo:
No tengo límites para estar cerca de ti y tampoco encuentro impedimentos para encontrarte. Soy capaz de estar cerca y en cualquier lugar. Nada Me separa de ti y tú nunca te separas de Mí. Solo cuando te alejas de Mi Amor te sientes en un gran vacío o en una constante soledad.
Vengo de la Fuente Inmaterial para comunicarme contigo y con cada ser interno que cree en Mí y que confía en Mí.
Siempre estoy a tu lado. Conozco tus misterios. Veo tus realidades, las que para la mayoría son desconocidas, pero para Mis Ojos eres igual y semejante a tus hermanos.
Sí, todos los seres humanos, Mis hijos, son hermanos. Todos son parte del mismo Padre y de la misma Madre. Nunca pensé en crearlos diferentes los unos de los otros. Dentro de sí, todos son iguales y eso no cambiará.
Creé el Universo y todo lo que existe en él para que Mis hijos Me hicieran feliz y ellos fueran felices Conmigo porque los amo, los amo tanto, más que a todo lo que existe. No hay mayor amor que el que me pueden dar Mis hijos. Por eso, cada vez que Me reconocen como su Padre Celestial, Mi amor por ustedes crece más y más. No tiene finitud ni dimensión alguna. Es con ese mismo Amor y por ese mismo Amor que Yo los creé a imagen y semejanza de Mi Espíritu para que Mi Espíritu pudiera estar en cada uno de ustedes y ustedes pudieran estar en Mí.
Pero, a lo largo de los tiempos, Mis hijos, ustedes se distanciaron de Mi Amor, del Amor verdadero que les da la vida, del Amor que los nutre y les da el sentido y la razón espiritual, mental y física de estar aquí, en este amado y dolorido planeta que Yo les entregué para que aprendieran a crecer y a ser la consciencia de este planeta. Les di absolutamente todo lo que tengo, todo lo que Soy y todo lo que fui. Nunca les dije “no”. Siempre les di el “sí” para que pudieran crecer en amor y en sabiduría.
Pero, desde el principio Me desobedecieron y a lo largo de los tiempos perdieron el camino hacia Mí, hasta que se alejaron, y se alejaron tanto de Mí que ya no Me podían oír ni sentir dentro de ustedes. Pero, desde siempre Yo los perdoné y les envié Mi amorosa ayuda porque sabía que no tenían consciencia de lo que estaban haciendo.
Por eso, como un buen Padre, que nunca abandona a Sus hijos, decidí darles más ayuda. Entonces, envié a Mis Mensajeros a la Tierra para que Me volvieran a escuchar, a sentir y a reconocer dentro de ustedes. No había ni un segundo en el que dejara de pensar en ustedes, hijos, porque si son parte de Mí, es como si una parte de Mí muriera por la falta de la luz del sol.
Por eso, decidí encarnar en este mundo como el Niño más pobre entre los pobres, en el tiempo más agudo del planeta y en el lugar más humilde de todos, para que ustedes, Mis hijos, pudieran reencontrar Mi Luz y, cada uno, a lo largo de los tiempos volviera a ser Mi Luz en el mundo.
A pesar de la dualidad que deberá ser vencida y del mal que deberá ser expulsado y disuelto por la fuerza del Amor, también les di la mejor y la más humilde Madre entre todas las madres para que, a través de Ella, recordaran su filiación Conmigo.
Hoy el mundo no escucha a Dios porque la atención de los hombres en las modernidades y en las comunicaciones se volvió su dios. Las almas ya no hablan Conmigo. No Me buscan. Tengo tantos hijos, pero solo la minoría Me recuerda. Llamo a la humanidad dormida, porque hoy es el tiempo del despertar.
Soy Aquel que los ama. Soy Aquel que no tiene religión y que es nombrado por más de setenta y dos nombres sagrados.
Ya no sufran más. Ya no castiguen al planeta. Ya no extingan a Mis hijos, los Reinos menores, que con tanto amor les he dado. Reconcíliense los unos con los otros. Vivan el amor y la paz se alcanzará. Ya no tengan odio. Ya no siembren maldad. Sean una única familia. Sean la Nueva Jerusalén. Abandonen los vicios. Escuchen la voz de sus corazones. Escuchen el llamado de sus almas. Tengan fe.
Todo lo que viven lo crearon y lo generaron ustedes, Hijos Míos. Pero tengo tanto Amor para darles, tanta alegría para entregarles, que Mi Corazón está tan lleno y es tan vasto como los océanos.
Aprendan a servir. Aprendan a respetarse y a reconocerse. Vivan los valores y los atributos que les enseñé y sentirán la paz universal. Regresen a Mí, hijos amados; recapaciten, emprendan sus sueños con base en Mi Presencia infinita en sus vidas. Sean generosos, compasivos; sean más amor, más bondad y más servicio, y el mundo no sufrirá más. Escuchen Mis Palabras. Sean el ejemplo de vida que tanto espero.
No los abandonaré y nadie les quitará la unión que pueden tener Conmigo. Les pido que se perdonen, que ya no vivan en el egoísmo. Ayuden a la humanidad a despertar a través de vuestra transformación y de la santidad de sus vidas.
Oren, y todo lo que necesiten lo recibirán. Yo Soy el que Soy.
Les agradezco por dejarme ser parte de ustedes para siempre.
No le teman al fin de los tiempos, porque este es el tiempo final de todo el desvío del mundo. Mi Hijo amado retornará y partirá el pan, Su Divino Cuerpo, frente a ustedes. Y ustedes, Mis hijos, podrán comulgar de Mí y Yo Su Padre, Me sentiré feliz, como un Padre que espera que sus hijos crezcan en el amor y en la generosidad.
Siempre los escucho y los tengo a todos en Mi Corazón.
Soy su única Verdad y Motivo. Soy su Divino Creador.
Su Padre Supremo, Adonai.
Amén
Acércate a Mí y Yo te llevaré hasta la Fuente Inmaterial de Mis Gracias, lugar en donde lavarás tus pies, tus manos y tu cabeza para poderte purificar y reconsagrar.
Quédate dentro de esa Fuente para que tu alma se pueda renovar y, en consecuencia, toda la humanidad sea renovada al haber alcanzado tú la redención.
Quédate en Mi Fuente Inmaterial para que tu ser se pueda sublimar y encuentre el sentido de Mis Leyes Inmateriales.
Quédate en Mi Fuente para que todo lo interno se pueda curar, y lo más viejo y profundo se pueda liberar, a fin de que nazca la esencia del nuevo ser.
Quédate a Mi lado después de haberte purificado. Sonríele a la vida y vivirás la renovación.
Quédate sumergido dentro de Mi Silencio para que, encontrando dentro de tu ser la Verdad de Dios, participes de la comunión con la vida divina y también renueves el camino del apostolado y del servicio a la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
La revelación del misterio se aproxima a la consciencia humana. Este es el momento de conocer la Verdad profundamente y de poder penetrar ese misterio a través de la revelación de su conocimiento divino y cósmico.
Hoy provengo nuevamente del Sol, porque este es el astro universal que los rige y que los ilumina, día a día.
A pesar de lo que suceda y ante cualquier acontecimiento, el Sol, como esencia, les da la vida, la regeneración y la cura.
Por eso, hoy Mi Mensaje también viene desde ese lugar, desde ese Sol que gobierna este sistema solar y que concentra muchas Leyes, universales y cósmicas, para la evolución de la vida y de la consciencia.
El Sol será el testigo de los acontecimientos del fin de los tiempos en este planeta y en su humanidad, y en él se verterán todos los principios para que el sistema solar vuelva a ser regenerado y todo comience de cero.
El Sol que los rige no es solo un elemento físico, material o cósmico; él es una energía que fue colocada dentro de este sistema de vida para que todos pudieran aprender de él, a través de los ciclos y de las estaciones.
Cada elemento, así como cada acontecimiento, tiene su lugar y su hora. El Sol que los rige entrará en un nuevo estado y en una nueva forma, a través de su autopurificación divina y de sus leyes que forman parte de este Universo Material; leyes que también forman parte de cientos de Soles en otras regiones del vasto Cosmos.
En este Sol encontrarán las usinas para la regeneración de las esencias humanas y de su contraparte espiritual que aún deberá vivir su redención, su purificación y, por último, su rehabilitación.
Las ondas que él emitirá para estos tiempos serán intensas y determinantes. Una parte de la humanidad lo identificará como un castigo, como un desequilibrio global o como parte de un acontecimiento universal; aunque eso sea cierto, la intención y el propósito es otro, el Universo nunca se detiene y nunca se detuvo, él vive en un dinamismo constante y en una aceleración permanente.
Ustedes, como humanidad y como planeta, están dentro de este sistema de vida y, dentro de este sistema de evolución que llega hasta lo más profundo de sus cuerpos, hasta la materia, hasta sus células y átomos.
La aceleración de estos tiempos es parte de la aceleración del Universo y de este sistema solar que se prepara para ingresar a un nuevo tiempo que, espiritualmente, no será tan notorio para todos, pero sí será visible en el movimiento de las leyes de la vida material o, incluso, en las agujas de reloj. El tiempo parece correr y no ser suficiente.
La transición de la humanidad y el auge de su gran purificación se aproximan para ingresar en el real tiempo del Universo, en donde existe solamente el eterno presente.
Por eso las Jerarquías, a través de los tiempos y de las generaciones, a través de todas las épocas y de todas las décadas, han preparado el preámbulo para el ingreso de ese nuevo tiempo; de lo contrario, la humanidad hubiera sufrido demasiado la aceleración del tiempo dentro de la consciencia y del espíritu.
La asistencia universal viene en auxilio de todos, la aproximación de la Jerarquía viene en auxilio de todos. Solo bastará vivir las reglas para poder cumplir el Plan y llevarlo adelante conforme al Propósito Divino.
De nada valdrá hacer mucho en la humanidad si la misión no está basada en el amor y en la verdad, en la transparencia y en la obediencia; atributos fundamentales para los tiempos de hoy, en donde muchas manifestaciones espirituales y humanas se presentarán y convencerán a la mayoría de que son reales y autónomas.
Seguir a la Jerarquía tiene un solo sentido y tiene un mismo fin, un mismo propósito, una misma meta que es alcanzar la fusión en hermandad, en unidad y con fe; atributos que promueven la materialización del Plan en la superficie de este planeta y en otros.
Las humanidades de este Universo se están postulando para ayudar a esta humanidad actual, a esta raza que proviene de los Adanes y de las Evas y de una continuidad de errores y de fallas sucedidas a través de los tiempos y de las épocas; pero el fin de la Ley del Sufrimiento se aproxima para que se abran las puertas a la cura y al alivio del dolor.
Cuánto más clamen por Mi Misericordia y por la Piedad de Dios, más aún se abrirán las puertas.
Cuánto más demuestren que están comprendiendo lo que decimos y lo que hablamos, más aún se abrirán las puertas a la Misericordia y cada uno, a pesar de donde se encuentre o de cómo se encuentre, recibirá lo que necesita. Confíen en lo que les digo.
El Sol, para la humanidad, representa esa fusión espiritual entre las almas y Dios, ese principio fundamental que una vez debió haberse vivido en la existencia de los Adanes y de las Evas, pero que no sucedió, por diferentes circunstancias.
Ahora la historia se recalculará y el Plan se profundizará en la consciencia humana para que todo ser en la superficie de este planeta tenga claro y presente lo que significa la Voluntad de Dios.
No dejen de abrir su corazón a los misterios. Beban de esta Fuente Inmaterial que hoy les traigo para que sus vidas sean renovadas y nunca, nunca sientan sed; porque la comunión con la vida superior es posible mientras se vive esta vida inferior en la superficie de la Tierra.
La Escuela de los Nuevos Cristos será regida por este maestro, el Sol del Universo Local; aquel que imparte muchas más energías y principios para la vida humana, para el planeta y el Universo.
De esta Fuente Solar nacerá el Nuevo Tiempo y colmará a todas las Jerarquías y a sus discípulos, a todos sus servidores y colaboradores.
Ahora es tiempo de dar ese salto y ese paso hacia el cumplimiento de la última parte del Plan que es responsabilidad de todos; que es responsabilidad de cada uno con Dios y el Universo.
La firma de sus espíritus ya fue concebida, el permiso ya fue dado y la hora se aproxima para ese acontecimiento en el que todos, congregados en el amor, prepararán interiormente el surgimiento de esa Nueva Humanidad que dejará de ser mental para que finalmente sea espiritual y divina; así como el Padre lo ha pensado desde los Orígenes, desde antes de que existiera el Universo y toda su vida.
Esta Maratón significa el pasaje a un nuevo tiempo y a una nueva energía espiritual concedida por la Jerarquía.
El pasado quedará en el ayer, el presente pasará a ser parte del futuro y las puertas se abrirán para un nuevo ciclo, a fin de que la consciencia humana participe de los impulsos que vendrán del gran maestro Sol.
Que Mis Palabras se conviertan, en ustedes, en fuente de sabiduría y de claridad, en fuente de discernimiento, de cura y de amor; porque el objetivo de todo este impulso es un fin mayor, basado en el Amor de Dios y en la unidad con la Fuente Suprema que los rige desde el origen de sus esencias en el Universo Material.
Para que, al fin, compañeros, sean esa chispa de luz para el mundo durante el tiempo de tinieblas y de tribulación para que más velos de la consciencia caigan de los rostros de los seres y se abran las puertas al conocimiento y al despertar.
Reciban, entonces, toda la asistencia de esta Fuente Solar que se revelará al mundo en poco tiempo por sus principios y señales, por sus emanaciones y energías superiores.
Vengan Conmigo a la Fuente del gran Sol y comulguemos, en esencia, con la nueva vida que estará libre de los errores, del sufrimiento y del dolor.
En la esencia nacerá el nuevo ser que se tornará como un Sol para iluminar los nuevos tiempos.
Reciban Mi bendición y Mi entendimiento, Mi Gracia y Mi Misericordia para los tiempos que vendrán.
Bajo este Sol que gobierna esta parte de la vida universal, bajo las estrellas de este Universo que son testigos de muchas experiencias y vidas, bajo la existencia del Universo Material y de sus corrientes poderosas, de sus atributos, rayos y energías que forman parte de la elevación de la consciencia y de la unidad con Dios, Yo los bendigo para este nuevo ciclo que será sostenido por su amor y por su fe, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo no Soy solo Jesús sino una Consciencia Divina, que surgió de una altísima Fuente inmaterial y vino al mundo para despertar en la humanidad la redención.
Pero antes de que Yo surgiera de esa Fuente inmaterial, muchas situaciones se dieron en el Universo, muchas fallas y errores se cometieron.
Fue decisión del Gran Padre Celestial que la Segunda Persona de Su Santísima Divinidad descendiera a la Tierra con el Poder del Espíritu y de todo el Amor Creador para poder encarnar en la Tierra y traer la Buena Nueva de la salvación.
El Hijo de Dios, cuando una vez estuvo entre ustedes, realizó muchas tareas espirituales e internas. La humanidad solamente conoció hasta el día de hoy el diez por ciento de esa Misión.
La Misión espiritual que el Padre Me encomendó fue más profunda de lo que parecía.
La Pasión, la Muerte en la Cruz, y luego la Resurrección y la Ascensión, fueron hechos significativos de esa gran Misión espiritual en la Tierra.
En verdad, compañeros, desde antes de que Yo encarnara en la Tierra como un ser humano y para estar entre ustedes, Mi Padre Me encomendó que ayudara a todo el Universo material, a los grandes caídos, para que se pudieran redimir y convertir.
Esa Misión espiritual no fue conocida por la humanidad, porque en aquel tiempo y también en los tiempos posteriores a la gran Presencia de Jesús en la Tierra, el ser humano aún estaba muy inmaduro para poder saberlo y conocerlo.
Todo esto fue posible por la actuación de leyes superiores e inmateriales que no están al alcance de la humanidad.
Vengo a revelarles, compañeros, a toda la humanidad, a los que creen y a los que no creen, que el gran momento del retorno del Señor se está aproximando y aún queda un poco de tiempo para poder arrepentirse y redimirse.
Yo les traigo desde el Universo todas las posibilidades.
Yo presento a sus vidas todos los caminos que llevan hacia Mi Corazón.
Pero siempre deberán reconocer a una sola Consciencia Regente: Aquella que los originó y que los creó, que estando presente en el Universo espiritual y supraespirital, espera que todas Sus criaturas del Universo material puedan dar el gran paso hacia la rendición, reconociendo sus errores, asumiendo sus fallas, transformando sus vidas por la fuerza imperiosa de Mi Misericordia; es esa energía espiritual la que en este tiempo Yo les traigo como la última tabla para su salvación.
Pero hoy no necesito que reconozcan sus pecados o sus fallas, porque Yo ya las conozco todas, profundamente.
Vengo a elevar sus consciencias hacia la verdadera realidad espiritual que aún sus almas andan buscando, a fin de que puedan fundirse en Dios y encontrar en el Camino de Dios, su sagrada tarea para estos tiempos, el cumplimiento de su misión espiritual para este tiempo final.
Yo necesito, compañeros, que abran su consciencia y sus corazones para que Mi Fuego Divino pueda descender sobre ustedes y no solo sean bañados por Mi Espíritu, sino también redimidos por Mi Gracia.
Esa Fuente inmaterial de la cual Yo provengo desde el Universo espiritual, aún está intacta y la pueden reconocer dentro de ustedes porque Dios les ha dado un Universo interior que aún deberán descubrir, que aún deberán profundizar para encontrar en sus caminos el Propósito Divino de la Creación, la meta y el objetivo que los trajo aquí, a esta vida que va más allá de la vida superficial y material.
Es el momento, compañeros, y ante el Universo espiritual que hoy los aguarda, de que puedan reconocer su misión espiritual en esta época, sabiendo que ya no queda mucho tiempo para la gran purificación de la Tierra y de la humanidad.
Pero cuentan con Mi sostén, con Mi Esperanza y con Mi Fe para poder atravesar esta transición del fin de los tiempos; algo que nunca vivieron y que por primera vez atravesarán en estos tiempos críticos.
Pero si sus consciencias y sus corazones están verdaderamente coligados con lo Alto y unidos a Dios, la Fuente inmaterial de la cual provengo los auxiliará y los ayudará, y todas las corrientes sublimes del Universo vendrán en su auxilio.
Aunque se estén purificando de mente y de cuerpo, el espíritu de cada uno de ustedes, si está unido a Mí, no perderá el espíritu del gozo de Dios.
Yo también traigo esta oportunidad para toda la humanidad, porque aún la consciencia humana no se ha elevado para poder percibir, más allá de la vida material, los errores cometidos y así ingresar en la Escuela de la Redención que Yo les ofrezco; lugar en el que podrán percibir y reconocer cuáles atributos de la vida deberán vivir en este tiempo, para alejarse definitivamente de muchas costumbres y hábitos que solo manchan sus almas y los apartan de Dios, alejándolos del Amor y de la Verdad.
Yo les prometí desde el principio decirles la Verdad y eso lo cumpliré hasta que Yo retorne físicamente a la Tierra.
Pero cuando Yo retorne físicamente muchas cosas habrán sucedido, porque en el momento más agudo de la humanidad es cuando Yo ingresaré desde el Universo al planeta, y nadie podrá decir que Yo no Soy el Cristo, el Maestro entre los maestros, que volverá a anunciar la Buena Nueva y reunirá a todos los redimidos para volver a celebrar junto al Padre Celestial la Comunión reparadora y redentora del fin de los tiempos.
Mientras tienen tiempo para poder prepararse para ese acontecimiento, no permitan que sus vidas se distraigan por el mundo y que las distracciones los absorban completamente, hasta poder quitarles la razón o el discernimiento.
Estamos en un tiempo de rescate planetario, pero eso se verá en poco tiempo físicamente. Primero el Universo espiritual intervendrá en la humanidad, porque son sus espíritus que necesitan de esa gran oportunidad en estos tiempos, para que toda su historia guardada en su Universo interior sea redimida.
No pierdan la oportunidad de conocer la Gracia. Esa es la Gracia Divina que hoy Me ha traído aquí, a Camboriú, para irradiar en el Sur del Brasil lo que este pueblo necesita, espiritualmente, para poder corregir sus caminos e ingresar en el Reino de Dios así como lo merecen, por medio de su esfuerzo, de su oración, de su servicio incondicional a los demás, en nombre de la fraternidad y de la solidaridad entre todas las criaturas.
Así estarán dando pasos seguros y cada vez más se aproximarán a Mi Corazón para que Yo los pueda colmar e iluminar a través de Mi Divina Esencia, que tiene el poder de más de cientos de soles para iluminar todos los Universos y todas las consciencias. Esa esencia es un Sol Espiritual e Inmaterial que fue manifestado por la Fuente Inmaterial de la cual surgí, para traer el gran impulso a este Universo local y especialmente a esta humanidad.
Todo el Universo contempla la oportunidad de que ustedes puedan dar ese gran paso. Aún las puertas a la Divina Misericordia de Dios están abiertas. Así podrán erguir sus seres hacia lo Alto e ingresar al Corazón de Dios para poder estar en comunión perpetua con Él y recibir en sus corazones Su Sagrada Presencia.
Tal vez no comprendan todo lo que hoy les digo. A través de las Leyes inmateriales es como puedo derramar Mi Mensaje al mundo, como un afluente de Gracia y de Misericordia para los hombres.
Y así ustedes también son partícipes de todos los códigos de luz que hoy entrega Mi Corazón para los que se redimirán.
Ha llegado la hora de mostrar Mi verdadera Faz. Pero para poder verla, y especialmente reconocerla, deben prepararse como se prepararon los apóstoles, que en oración y en vigilia, y sin saberlo, reconocieron la Faz del Señor en lo Alto del Monte Tabor, lugar en donde Yo les demostré y también les revelé, Mi Faz transfigurada, así como Dios Me manifestó desde Su Fuente con todo el poder de Su Divina Humildad.
El mundo no podrá decir que no sabía cómo cambiar y que el Universo espiritual no llegó para advertirles que era el tiempo del gran cambio de la consciencia, con esfuerzo y determinación, con fe y con ímpetu de espíritu.
Por eso, Yo les traigo las revelaciones superiores, para que sus consciencias se eleven y perciban y vean la realidad, la emergencia de estos tiempos a nivel planetario y a nivel de la humanidad. Es allí donde la indiferencia deberá ser erradicada para que pueda reinar el amor que impulsará la transformación de los seres y la elevación de la consciencia del planeta hacia su verdadero y real tiempo.
El esfuerzo deberá ser muy grande, pero los que se decidan de corazón, contarán con la ayuda y guía de la Jerarquía, porque en la Jerarquía obra el Plan de Dios y todo es posible cuando se sigue ese Plan con obediencia y transparencia.
Fuera de esas reglas el Plan no se cumplirá en ninguna consciencia.
El ser humano en estos tiempos, en los que se ha pervertido y desviado después de muchísimas Gracias, desde la Sangre derramada en la Cruz hasta todos los cristianos mártires y beatos de espíritu, deberá revertir esa situación espiritual con su esfuerzo, para poder ser merecedores de la Gracia, que como un potentísimo caudal de luz, transformará sus vidas de la noche a la mañana.
Pero es necesario que estén decididos y que confirmen sus consciencias a Dios, porque Mis Palabras ya no podrán pasar más. Ellas deberán ser atributos divinos en sus vidas para que se pueda alcanzar y materializar el Plan de Dios sobre la superficie de la Tierra.
Yo estoy aquí para ayudarlos e impulsarlos.
Yo deseo el bien para todos y el fin de la indiferencia en la raza humana.
Necesito que sean pilares de Mi Obra así como el Padre lo necesita, porque Mi Iglesia en el mundo se está derrumbando por tantas blasfemias cometidas y tantas transgresiones realizadas a las consciencias que más Yo adoro, los niños.
Ese calvario debe revertirse, debe triunfar el poder de la Cruz del Redentor.
Pero primero ustedes deben representar Mi Cruz en sus vidas, elevando sus consciencias hacia lo Alto y expandiendo sus brazos en donación, en caridad, en misericordia y en bien por donde vayan y a quien encuentren en sus caminos.
Eso revertirá mucho las deudas de la humanidad y más puntos de luz se podrán seguir abriendo sobre la superficie de la Tierra, porque ustedes demostrarán al Universo y al Creador, principalmente, que hay una parte de sus consciencias que está comprendiendo a la Jerarquía.
Les vuelvo a decir, compañeros, desde el Universo espiritual Yo les traigo las posibilidades para todos, para no solo revertir sus penas y sufrimientos sino para poder confirmarlos en el compromiso con el Creador.
Este sagrado planeta, todos los sagrados Reinos, deben cumplir el propósito para el cual fueron creados en el Génesis. Después de haberse desviado y pervertido, el despertar de la consciencia de la humanidad permitirá que llegue la cura para todo este planeta. Y así se establecerá la igualdad entre los pueblos, entre las razas y ,principalmente, entre las naciones.
Hoy, es todo lo que les puedo decir. Sus consciencias tienen un punto para poder soportar las corrientes poderosas del Universo que decididas y de forma imperiosa, vienen en auxilio de la humanidad.
Hagan fluir esas corrientes en sus vidas por medio de buenos ejemplos, de una vida de oración y donación, de servicio, de consideración al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza.
Elevemos a Dios, en este momento, la oferta de cada uno de sus corazones, para que su Universo interior entre en comunión con la Divinidad y el Universo.
Nos ponemos de pie.
Su Maestro y Señor, Hijo del Dios, del Dios vivo, bendecirá y consagrará los elementos ofrecidos en el Altar para que las almas comulguen con la Santísima Trinidad, en perfecta armonía y sintonía y para que los frutos de la Creación despierten en los corazones simples y humildes.
Señor de la Vida que todo lo creaste y lo manifestaste, poderoso Padre Celestial, sublime Consciencia Divina, consagra estos elementos que hoy se ofrecen a las puertas del Universo Celestial como un acto de reparación y de cura para los corazones más necesitados de Tu Luz y de Tu Verdad. Amén.
Padre, bautiza a Tus Hijos con el Agua de Vida, así como Tú bautizaste a Tu Hijo una vez en el Río Jordán con Tu Espíritu de Vida, a fin de que Tus Obras se manifiesten en todos los que son congregados por Tu Amor. Amén.
Momento de ofrecimiento al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por la intercesión del Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.
En aquel tiempo Yo tomé el pan dando gracias a Dios y Él lo bendijo con Su Divino Espíritu. Lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Coman todos de él porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
Y así, el Soplo Divino del Espíritu de Dios ingresó en los apóstoles y en todos los que estaban presentes en los planos internos.
Elevando el Cáliz a Dios, agradeciendo por el Sacrificio que sería vivido y experimentado, el Padre lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre que hoy será entregado por todos para el perdón de los pecados. Siempre hagan esto en Mi Memoria hasta que Yo retorne a la Tierra”.
Padre Nuestro…
Coman de este Cuerpo y beban de esta Sangre para que sus espíritus alcancen la Vida eterna.
He recibido en Mi Corazón sus ofertas. Clamaré y pediré por cada una de ellas al Padre Celestial.
Espero que el ejemplo de sus vidas sirva para muchos más, sabiendo que aún es necesario que la corriente poderosa de Mi Divina Misericordia siga auxiliando al mundo.
La Paz de Mi Corazón esté en ustedes y que sus vidas siempre representen la Paz, sabiendo que la Paz de Dios es imprescindible para estos tiempos, para el descenso del Universo espiritual sobre la humanidad.
Como un acto de reparación y de cura, como un acto de júbilo y de alegría, y especialmente, de reconciliación con Dios, en Mi Nombre se darán el saludo de la paz.
Yo les agradezco por haber estado hoy Conmigo, algo que ha sido muy imprescindible para Mí y esencial para sus almas.
Los bendigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Les agradezco!
A través de los Espejos intraoceánicos la Jerarquía espiritual puede intervenir en la humanidad, ya que esos instrumentos inmateriales de captación de luz cósmica tienen la capacidad de disolver o de sublimar una situación planetaria.
Estar ante un Espejo es estar ante una Fuente inmaterial y cósmica originada en los principios de la creación de los Universos; eso significa que la consciencia humana en estos tiempos está ante un misterio que se revela y se demuestra a través del conocimiento y de la Instrucción.
Los Espejos intraoceánicos son portadores de conocimientos antiguos y eternos, plasmados por los impulsos que una vez la Consciencia Divina, el Padre o la Fuente Primordial, emitió antes de que existiera el Universo Mental y el Universo Material.
Los Espejos son emanaciones de la propia Fuente Creadora que, una vez colocados en los diferentes planos de consciencia, actúan y trabajan por medio de la inteligencia divina para permitir el proceso del despertar y la redención de los Universos, así como de las humanidades que se desviaron esencialmente de la Voluntad Mayor.
El poder de expansión y de retransmisión lumínica de los Espejos aún es desconocido para el hombre de superficie; pero llegará el momento en que los coligados con la Jerarquía Espiritual recibirán, en manos, el conocimiento de esas herramientas para que mediante los Espejos, en sus diversas manifestaciones, puedan sostener la transición de la Tierra a través de los Espejos del Universo.
La formación de seres-espejo a partir del próximo ciclo se ampliará, dada la necesidad de equilibrio del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Hoy, contemplen bajo Mi Manto la Creación Divina, porque, como Madre de la Vida, vengo a revelarles los misterios de las Fuentes que habitan en el Cosmos, como prolongaciones de la Consciencia Divina; Fuentes en las cuales se generó todo lo que es vida manifestada.
Contemplen bajo Mi Manto la Consciencia infinita de Dios, la que se expresa en las dimensiones divinas como una inmensa Luz que guarda en sí todos los colores y todos los sonidos.
Esa Luz que encandila los ojos y los corazones, pero que también los torna plenos con Su magnitud, es la Consciencia Divina. Como un lago infinito y eterno, cuyo silencio vibra de una forma inexplicable para las mentes humanas y solo es palpable para el corazón: ese es Dios.
Contemplen esta Fuente de Luz. Sientan las vibraciones que emanan de ella como ondas invisibles, que no se ven, pero que se hacen sentir, porque contienen en sí principios creadores, partículas de vida.
De esa Fuente Infinita, que es la Consciencia Divina, emanaron otras Fuentes menores en el Cosmos; se las llama menores debido a su jerarquía celestial, pero, son tan plenas y perfectas como el propio Dios, porque Él encuentra en esas Fuentes Su Morada.
Las Fuentes de Vida, que son la propia Consciencia Divina manifestada, se comunican a través de una red de Espejos Sublimes que llevan el amor, la gracia y el poder creador más allá de las dimensiones, recreando y renovando la Creación.
Esos Espejos Sublimes reciben del Padre Eterno Sus principios de manifestación y de vida, y así crean y alimentan nuevas Fuentes con los principios celestiales que provienen del Corazón de Dios.
Los Espejos Sublimes son los brazos que obran y el Verbo Divino que se manifiesta en el vasto Cosmos y más allá de él, en toda la vida. Los Espejos Sublimes son, en sí, la Ciencia de la Creación, pues guardan en su interior el misterio de la perfección de la vida.
La perfección que proviene de Dios se vierte en los Espejos Sublimes y, a través de ellos, llega a todo lo que existe. Desde una pequeña flor hasta una galaxia, la perfección de la manifestación es conducida por los Espejos Sublimes y, por medio de ellos, permea la vida y permite que haya belleza, que exista la misma perfección de Dios en la expresión de la vida, en la naturaleza, así como en el Universo.
En la Tierra, hijos Míos, los Espejos Sublimes tienen su morada dentro de los océanos, porque la pureza de las aguas y de los seres marinos permiten que la perfección llegue a la materia y allí se renueve, para irradiar a toda la vida en el planeta. Así, los océanos son el hilo entre la Creación que se manifiesta en el planeta y la perfección de la Consciencia Divina. Por medio de ellos, la belleza, la gracia y la vida pueden existir.
Si los océanos mueren, también la vida dejará de expresarse a semejanza de la Consciencia Divina, porque los Espejos Sublimes, que traen las vibraciones, el Amor y la perfección de Dios, ya no encontrarán su morada.
Si los océanos se enferman, también se enfermarán los Reinos de la Naturaleza, la consciencia del planeta y los seres humanos, porque la perfección de Dios ya no conseguirá expresarse con plenitud en la vida sobre la Tierra. Eso hará que las enfermedades, el caos y el mal permeen al planeta, dentro y fuera de los seres.
Hoy vengo para tornarlos conscientes de una vida superior, para que amplíen su conocimiento y, sobre todo, expandan sus corazones y comprendan que para que exista armonía y la humanidad siga evolucionando y expresándose como un Proyecto de Dios, todos los Reinos deben ser respetados, amados y cuidados por los hombres.
Comprendan a los océanos como una Morada Divina, como un puente hacia Dios dentro de la Tierra. Y así amen, respeten y reverencien esos grandes Espejos de Luz que les conceden la vida.
Hoy les traigo y les revelo los Espejos Sublimes de la Creación y, así como los manifiesto en Mi Corazón, también les revelo esta presencia en los océanos.
Sepan amar la vida, hijos Míos. Sepan reverenciar la presencia divina que se expresa en la Tierra y sean parte de este Todo, viviendo en armonía con todos los Reinos de la Naturaleza.
Oren por los océanos y comulguen con ellos de la perfección de Dios.
Yo los bendigo y les agradezco por despertar al conocimiento divino, por abrirse a la ciencia universal y por amar a los océanos, así como lo aman a Dios.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siempre tendré oídos para escucharlos, queridos hijos, porque la dulce oración que nace del corazón es plenamente verdadera y pura.
Hoy vengo con alegría desde el Cielo, trayendo el Amor Maternal de Dios para las almas que más lo necesitan.
Pero también vengo a compartir con ustedes, queridos hijos, el gozo que siente Mi Corazón Inmaculado al haber dedicado este espacio para Mí.
Ustedes saben, hijos Míos, que estamos en tiempos críticos y difíciles y que la oración del corazón en sus vidas, el servicio abnegado a los demás y a los Reinos de la Naturaleza, los ayudarán a convertir sus corazones en el Plan que Dios ha pensado desde el principio; pero también contarán con Mi Manto protector para sus vidas.
Hoy vengo con un mensaje universal para la humanidad.
Hoy estoy embarazada, queridos hijos, a punto de dar a luz a la Nueva Humanidad.
Se acerca ese importante momento para el mundo; mientras, la Mujer del Sol se encuentra en el desierto, refugiando debajo de Su Manto a todos Sus hijos.
Aún se abren los sellos del Apocalipsis, para mostrar a la humanidad el tiempo del gran cambio.
Hoy Mi vientre de luz quiere gestar a cada una de sus consciencias.
Hoy quiere traer al mundo la regeneración y la cura para la humanidad.
Debe nacer en ustedes el nuevo ser, para que quede para atrás el viejo hombre y surja la nueva consciencia que estará en comunión con la vida y la creación, para poder estar en comunión con los Reinos de la Naturaleza.
Hoy, sus corazones y los Reinos que están aquí pudieron espejar a Dios la gratitud tan esperada por el Padre Celestial, por todo lo que Él ha creado y manifestado desde el Génesis.
Hoy, los Reinos Marinos pudieron espejar hacia el Universo Celestial la gratitud y el Amor que sienten por estar con Dios.
Y en esta perfecta unidad y sintonía, las Leyes de la Cura descendieron a la Tierra, no solo para regenerar la consciencia de los hombres, sino también de todos los seres vivos que aquí habitan.
Mi vientre maternal está a punto de dar a luz al Nuevo Hombre. Deben prepararse Conmigo para ese momento, porque la hora indicará un gran cambio en la consciencia de la humanidad, un cambio que vendrá sin avisar y sin marcar tiempo.
Por eso deben estar preparados y atentos, vigilantes, siempre en oración, para escuchar ese llamado interior desde sus corazones.
La alegría que Me ha traído aquí es inmensa, por haber valorado los Reinos de la Naturaleza y darle el espacio que ellos merecen dentro de esta Creación Universal.
Hoy también soy la Madre de la Naturaleza, aquella que a través de Su Manto de Luz muestra todo el Universo Creador, el Divino Pensamiento que generó la vida, los universos y las estrellas y todo lo que existe más allá de este universo local.
Por eso hoy puedo estar aquí entre ustedes, queridos hijos, para que no solo estén en comunión con la Fuente Inmaterial, algo que es imprescindible para sus vidas en este tiempo, sino para que a través de aquí, de este simple lugar, desde este santuario natural de Dios, pueda irradiarse para el mundo lo que la humanidad necesita para que pueda recuperar los valores y la dignidad, los atributos que harán redimidos a todos los seres de la Tierra y los harán dignos en el Señor.
Mi vientre de luz también gesta los nuevos tiempos, aquello que será venidero para todos y que se mostrará en el próximo ciclo. Algo que no es palpable aún para la consciencia humana, pero que sus corazones sí pueden sentir, porque al estar en comunión con la Madre de Dios, están en comunión con los Reinos de la Naturaleza, reparando las Leyes de la Creación que el ser humano de superficie ha transgredido, una y otra vez.
Por eso hoy, hijos Míos, no solo sus espíritus se ven beneficiados ante la Fuente Inmaterial de la Creación, sino también todo el planeta, recónditos lugares en el mundo que viven el caos a través de la destrucción de los Reinos de la Naturaleza.
Un puente se ha establecido entre el universo espiritual y el universo material, tan solo por su fervorosa y sincera oración del corazón.
Así la Madre del Mundo, Madre de la Humanidad y Madre de la Naturaleza, puede gobernar aún en la humanidad y a través de las Leyes Superiores, redimir a los seres de la Tierra y regenerar la cura en las esencias que se han perdido por apartarse de Dios.
Hoy se detiene la Ley de la muerte en el mundo, porque la inmortalidad, ley inmaterial, ha vencido.
Por un momento y en este instante, Dios concede Su Gracia y Misericordia en vez de Su Justicia delante de los graves ultrajes que ha cometido el mundo a los Reinos de la Naturaleza.
Pero eso no significará, hijos Míos, que el sufrimiento humano se detenga o se disuelva.
Yo invito a sus corazones y a los corazones del mundo a salir de ese círculo vicioso, a abandonar el sufrimiento y el dolor y así ingresar en la alegría y la cura que les concede Dios a todas sus esencias.
Los tiempos de hoy permiten todos los acontecimientos, por eso estamos en el ciclo de las grandes oportunidades, en donde el Universo Superior puede interceder por la humanidad y todos los recintos sagrados presentes en el planeta, invisibles a los ojos físicos, también pueden interceder por esta humanidad y por esta Tierra.
Abran sus sentidos internos y que sus corazones escuchen a la Ley de la Jerarquía, a todos los seres de la Luz, ángeles y arcángeles que están actuando en este momento por la restauración de la humanidad, mientras su Madre Celeste está aquí presente con ustedes, aún embarazada, a punto de dar a luz al Nuevo Hombre.
La Mujer de la Luz está encinta y anuncia para el mundo un nuevo ciclo, el último ciclo de la redención, en donde todas las almas y todos los seres tendrán abierta la puerta de la Misericordia para poder ingresar y sumergirse en el Océano de la Gracia de Dios, para que todo lo mortal y todo el pecado sea purificado y se disuelva de las consciencias todo sufrimiento, para que los espíritus renazcan en Cristo.
Celebren este tiempo de grandes oportunidades, en donde los hijos de la Madre del Sol escuchan la voz de la Jerarquía Celeste, que los llama a trabajar por la redención de la humanidad y por la cura de todos los seres miserables.
Sigan trabajando así por los tiempos que vendrán. Continúen orando por las naciones del mundo como lo vienen haciendo y Yo les podré entregar, hijos Míos, junto a Jesús y a San José, nuevas súplicas para que sean rezadas y descienda la Gracia en el mundo, a fin de que todos tengan una gran oportunidad.
Quiero que así como Yo gesto al Nuevo Hombre, en sus consciencias se geste lo nuevo por medio de los atributos de la oración, del servicio incondicional y del amor que puedan expresar y expandir en estos tiempos, a fin de que todo sea reparado.
Vuelvo a decirles que Mi Corazón siente un gozo profundo en este momento por hoy estar aquí con ustedes, y en comunión con toda la Creación a través de los Reinos de la Naturaleza.
He venido especialmente a Camboriú para convertir este santuario natural en un Centro Mariano natural, que beneficia a todos los hombres a través de su ángeles y devas, para que la consciencia humana se redima.
Deseo que aquí se establezca sin ninguna transgresión, el Centro Mariano Santuario de la Creación, a fin de que las almas encuentren aquí su origen a través de la Madre Naturaleza y del Padre Creador, por intercesión de todos sus ángeles y de todos sus devas, para que la consciencia humana sea curada.
Deseo que aquí se construya una casa de oración en Mi honor, que siga los principios de la Naturaleza sin transgredir el Reino que está aquí presente, porque la propia Naturaleza será la misma manifestación de Dios que cada peregrino que aquí llegue podrá encontrar, para entrar en comunión con la vida y con el universo.
Este Centro Mariano Santuario de la Creación promoverá el cuidado de los Reinos de la Naturaleza, la conscientización sobre la vida y la protección a todo lo que Dios ha manifestado a través de los Reinos Menores.
Será un lugar en donde todos los Reinos podrán orar como una sola consciencia y un solo espíritu.
Deseo que aquí se instale una fuente al Castísimo Corazón de San José, introduciendo su santa imagen cerca de la naciente que aquí se encuentra, sin alterar nada, para que las almas se laven y se purifiquen de sus más profundas heridas espirituales.
Y por último, para este Centro Mariano deseo una nueva Cruz Azul, para que se establezca el puente entre el universo espiritual y el universo material.
Una Cruz de Luz Azul que iluminará la consciencia de los Reinos, para que la consciencia humana sea iluminada y tome consciencia y respeto por todo lo que Dios le ha entregado a través de la Creación.
Los guardianes de este lugar serán Mis hijos de la Orden, así como las hermanas que han cedido este espacio para la manifestación de los Reinos de la Naturaleza.
Este bien inmaterial que desciende al universo material es un patrimonio de todos, para la redención de las almas y la cura de los corazones por intercesión de los Reinos Menores.
Deseo que esta pequeña isla de salvación también tenga una casa para los peregrinos, a fin de que tengan una oportunidad de retirarse en silencio y oración en este lugar, para poder escuchar a Dios e implorarle por misericordia para el mundo, por todos los Reinos de la Naturaleza que sufren día a día las perversiones de la humanidad.
Este punto de luz se ampliará a través de la consciencia de todos los que se adhieran.
Será un espacio para encontrarse consigo mismo, con su origen, con la Fuente y con Dios.
Será un espacio para vivir la cura a través del servicio a los Reinos.
Será un lugar en donde las almas podrán encontrar el perdón en la perfecta soledad con Dios.
Les agradeceré por cumplir este pedido, porque ya está descendiendo.
Y ahora, delante de todo lo que Dios ha creado para Sus hijos, consagraré a los que hoy se unirán a Mi Corazón, ofreciéndose como Mis hijos, en el camino de la oración y del servicio.
Que se acerquen aquí los que hoy se consagrarán, y mientras comienzan a tocar el canto de su consagración, invito a todos Mis demás hijos del mundo a colocar en su corazón este ardiente deseo, para que el Centro Mariano Santuario de la Creación se levante y sus bases ardientes, sus bases espirituales estén presentes en este mundo.
Hijos, ustedes son los primeros que ayudarán en esta manifestación. Sus almas se postularon en este día para ese momento y para asumir ese compromiso con Mi Corazón Inmaculado.
Mi primera petición es que oren juntos todas las veces que puedan, para que la manifestación del Centro Mariano se concrete, en honra a Nuestra Señora Aparecida y para que el Brasil finalmente sea el Edén de Dios para estos tiempos.
Coloquen ahora en Mi Corazón sus peticiones, y en el silencio de sus espíritus, ofrezcan sus almas a Dios por la conversión de la humanidad y la reparación de los Reinos de la Naturaleza, a fin de que la vida en toda la superficie de la Tierra se siga regenerando.
Ingresen ahora en Mi vientre de luz, para que Yo los pueda ayudar a vivir el cambio de la consciencia, disolviendo el dolor, aliviando el sufrimiento y despertando la cura en sus corazones.
Ustedes, hijos Míos, son los primeros seres en esta humanidad que se han ofrecido para orar por la manifestación de este Centro Mariano, y especialmente, por la cura mundial de todos los Reinos de la Naturaleza.
Su compromiso también será rezar semanalmente el Misterio del Rosario por los Reinos de la Naturaleza y los devas, y para que los ángeles de las naciones puedan seguir intercediendo por cada pueblo y cada raza de este mundo.
Hoy están ante una gran oportunidad infinita. Esto es obra de Mi Gracia, de la Gracia de Dios, que surge de Su Fuente para todas Sus criaturas.
¡Le agradezco a Camboriú por haber respondido a Mi llamado!
Que en este lugar las almas siempre encuentren la paz.
Que así sea.
Los consagro, los bendigo y les declaro Mi Amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Canten todos el himno de su consagración.
¡Les agradezco!
Sagrados Océanos - Parte I
En los profundos mares del planeta y en lugares cercanos a los continentes de la Tierra, la vida espiritual se proyecta como contraparte de la vida material.
Así se establece una comunicación entre los diferentes estados de consciencia para que, desde la Fuente Inmaterial, desciendan al mundo la mayor cantidad de atributos posibles.
Los sagrados océanos del planeta, que hoy no son respetados ni amados, cumplen una tarea importantísima en el equilibrio interior y emocional de la humanidad.
A su vez, los sagrados océanos de la Tierra guardan y protegen, a través de las corrientes marinas, toda la vida material y principalmente espiritual que se encuentra en ellos.
Los sagrados océanos, dentro de la creación del Universo Material, constituyen uno de los recursos materiales y espirituales imprescindibles para la evolución humana, ya que los océanos se comportan, no solo como ejes de equilibrio interior, sino también, por la diversidad de sus aguas, actúan como uno de los más grandes espejos naturales dentro del Universo Local.
Esos espejos naturales sirven de receptáculos físicos para proteger y guardar la actividad inteligente de los Espejos inmateriales, llamados de grandes usinas de luz espiritual, que irradian y emanan hacia la humanidad todos los atributos divinos de la Creación.
La red específica de los Espejos que se encuentra en los grandes océanos recibe los impulsos de luz de los Espejos del Cosmos que, siendo intermediarios entre el Cielo y la Tierra, favorecen la expansión de la consciencia y el despertar de los sentidos internos que hoy están dormidos en la humanidad.
Los sagrados océanos ayudan en la concentración de una altísima energía espiritual que, descendiendo del Universo Espiritual, actúa a través de los Espejos de los océanos contribuyendo con la armonía, el equilibrio y la paz dentro de la consciencia de la humanidad.
Las restricciones que hoy tienen los potentes Espejos de los océanos se deben a la invasión, la destrucción y la manipulación que el ser humano le produce a toda la vida marina y a la descontrolada contaminación de los mares, así como a la explotación de los corales oceánicos, los que cumplen la misión de mantener el equilibrio del eje de la Tierra.
Por esa razón, y para este tiempo de purificación, la aproximación de Espejos inmateriales a los océanos permite contrarrestar los desequilibrios que la raza humana comete, pero no permite resolverlos.
Es así que los sagrados océanos, receptáculos de los Espejos, sirven de apoyo para la tarea inteligente y silenciosa de los Espejos inmateriales, a fin de que la humanidad despierte y recupere el interés en el cuidado y en la protección de una biodiversidad que también es espiritual.
Si más seres humanos asumieran el cuidado y el respeto para con los océanos, los grandes espejos de agua dejarían de actuar promoviendo desastres naturales y grandes purificaciones para la raza humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Frutos de la Cristificación – Parte 2
Los Nuevos Cristos, habiendo congregado a multitudes un tiempo antes del Retorno de Cristo, darán a conocer al mundo el importantísimo valor que tiene la vida esencial de los seres y su profunda relación con el universo. Ellos incentivarán el despertar de la consciencia en relación al Conocimiento Divino que la propia Fuente de la Creación emanará.
Por medio de esos impulsos, los Nuevos Cristos harán que las almas descubran la libertad interior y cuánto cada una de ellas puede unirse a Dios de una forma verdadera y, al mismo tiempo, simple.
Los Nuevos Cristos recuperarán el sentido del Nuevo Testamento y, a pedido de Cristo, revelarán el sentido oculto de cada parte del Evangelio, sobre todo, las enseñanzas internas y universales que el propio Maestro Jesús le concedió a la humanidad.
Es así que el Nuevo Testamento será renovado y complementado; a partir de las enseñanzas que Cristo le está transmitiendo a la humanidad en este tiempo; sabiendo que toda instrucción que emana de la Palabra de Cristo es Sabiduría, Gracia y Misericordia que se propaga rápidamente en el mundo.
Por eso, los Nuevos Cristos llegarán para renovar la actual Iglesia y sacarla de su decadencia sacerdotal y religiosa.
Los Nuevos Cristos serán enviados ante importantes consejos mundiales, no para predicar ni con la intención de convertir, sino para revelar la esencia del verdadero Propósito a los diferentes pueblos, así como a las diferentes naciones.
Será un momento importante, porque las naciones del mundo tendrán la última oportunidad de alinearse con lo Divino y de corregir sus superfluas acciones.
Los Nuevos Cristos traerán dentro de sí la Presencia Crística, un Fuego espiritual y divino muy semejante al Espíritu Santo y con un poder de transformación desconocido por todos.
Será este Fuego Crístico del Maestro del Amor que removerá todos los hechos sucedidos y dejará en evidencia lo que permaneció oculto durante décadas.
En ese momento, la fe deberá estar fortalecida en los corazones, para no involucrarse ni envolverse con los desencuentros de las naciones, de los pueblos y hasta de la propia Iglesia.
Los Nuevos Cristos serán la base interior y silenciosa para que el último representante del apóstol Pedro, que estará presente en los días finales, defina el curso de la última parte de la Iglesia y así, se definan todos los que en ella habitan.
En los próximos tiempos, los Nuevos Cristos irán apareciendo y habrá algo inquebrantable que los unirá y que nadie podrá destruir, que es la hermandad, una hermandad que no es de este planeta y que impulsará los cambios de la vida y de la Tierra, en todos los sentidos.
A través de los Nuevos Cristos actuarán Leyes espirituales y divinas que, por intermedio del Cosmos, descenderán como una potente Luz sobre el mundo y su humanidad para iluminar lo que está oscuro.
Por eso, todo se purificará. Sus vidas deberán estar purificadas por la Gracia Divina para que ustedes, junto a los Nuevos Cristos, aprendan a vivir la Ley y a no salir más de ella, haciéndola parte de la vida y del camino espiritual.
Todo eso ayudará muchísimo a la actual humanidad para que, finalmente, abandone el camino de la perdición e ingrese en el camino del Amor y de la Luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Mi Voz se vuelve a escuchar en los desiertos de este mundo y Mi Palabra hace eco en los corazones que reconocen la Faz Glorificada del Señor.
Yo Soy el último Profeta de estos tiempos.
Así como Soy el Principio, también Soy el Fin, y por Mí todo pasará, hasta la última célula viva de este planeta.
Porque Yo provengo de un misterio infinito, de una Creación infinita, de una Fuente inmaterial que el mundo no puede tocar, porque ella solo vibra en el espíritu.
De ese Gran Espíritu Yo provengo y de allí proviene Mi Voz que es la Palabra de Vida, la que trae para el mundo la renovación y la paz; la que construye en las almas la religación con Dios y con Su Divino Reino.
En esa Fuente inmaterial Yo fui concebido para poder llegar a esta Creación, para poder mostrarme ante ustedes y estar entre ustedes compartiendo el Camino de Dios, que es el único camino que unirá a todas las religiones.
Hoy estoy aquí como el Señor de las Religiones, para sintetizar de cada una de ellas lo mejor, lo más evolutivo, lo bueno.
Hoy vengo a tejer con Mis propias Manos, a través de las religiones, el último collar de Luz que unirá a cada una de ellas, en un único camino en donde algún día se encontrarán para darse cuenta, finalmente, que la única religión es el Amor de Dios, el Amor de la Fuente que trae sabiduría, entendimiento y comprensión infinitos.
Así como Yo estuve en el pasado, hace tanto tiempo, anunciando la Palabra de Vida y el Evangelio en los desiertos, hoy, el último Profeta de Dios retorna a los desiertos para proclamar Su Retorno, el que unirá todo lo que está separado en la consciencia de los hombres de este mundo.
Así como se unirán las religiones, también se unirán las culturas que proclamarán el Reino de Dios y alabarán Su Magnitud, Su Resplandor e Infinidad.
Ese momento se acerca, en el que todo quedará claro, en el que todo se revelará y ya no habrá diferencias, porque el fin de un tiempo se aproxima y la transición más difícil se acerca. Y aquellos que no busquen la Religión del Amor, la que viene de Dios, perecerán.
Por eso, antes de que todo suceda, amen sin fronteras y sin resistencias.
Permitan que el Rayo de Mi Corazón, el Rayo del Amor-Sabiduría, los impregne y los transforme en el modelo que tanto espero.
Que las religiones se abran, espiritualmente y en esencia, para recibir al Señor del Universo; para recibir a Aquel que una vez proclamó el Evangelio en los Templos de Jerusalén y que ahora proclamará Su Palabra Redentora en todos los Templos de la Tierra y en todas las religiones del mundo.
Y así la humanidad comprenderá que la espiritualidad de las religiones no fue totalmente contada y que a todos les faltaba el eslabón del Amor para unirse a la gran cadena del Amor-Sabiduría.
Yo nací en Medio Oriente hace más de dos mil años para unir el Lejano Oriente y el Occidente, para que todas las religiones que nacerían, y las que ya habían nacido, encontrasen, al final del camino, el único Camino de Dios que es el camino del Amor, el que unifica las esencias, el Amor que trae la verdad y el entendimiento por encima de todas las cosas.
No solo Soy el Señor de Oriente, sino también el Señor de Occidente, el Señor de las Religiones; porque las religiones del mundo deberán curarse, curarse de sus heridas más profundas para poder reconciliarse con Dios y así entrar en comunión con el Infinito.
El Padre es Uno solo.
Pero Él está presente en Tres Personas: el Creador, el Hijo Primogénito y el Espíritu Santo.
Tres vertientes de Luz que llevan este Universo a la elevación de la consciencia y a la unidad con el universo interior de cada ser.
Yo vengo con este mensaje porque es un mensaje de preparación para lo que vendrá después, cuando el Señor de las Religiones visite el Lejano Oriente y una esa parte de la humanidad, como une esta parte del planeta, este lugar, con la Fuente.
Que todos puedan beber de estos sagrados conocimientos. Que todos puedan recibir estos sagrados impulsos que son parte de la revelación del Libro de Dios, en el que está escrita la última parte de la historia de esta humanidad, la que transita hacia un nuevo tiempo y hacia un nuevo amanecer; la que nacerá a una nueva consciencia, dejando atrás la consciencia del pasado, de la indiferencia y del error.
Acompañen al Señor de las Religiones en Su predicación por el mundo, siendo embajadores de la paz y buenos obreros de Dios para que nunca les falten las Gracias, las que el Señor hace brotar de Su Fuente Infinita, de forma incansable e inagotable.
Hoy Mis Palabras son misteriosas. Hoy Mi mensaje es simbólico porque todo está por revelarse y solo les corresponde comprender una parte; porque deben saber que están dentro de Mi Proyecto, el cual deben proteger de ustedes mismos para que no se aparten de él ni tampoco se alejen de la guía de Mi Mano, de la Luz de Mi Corazón, de Mi silenciosa Mirada.
Las religiones del mundo vivirán su etapa final, su definición, y los tiempos que llegan los llamarán para que todos se unan en el amor y en la unidad; de lo contrario, no será posible persistir.
Lo que está escrito se cumplirá.
Todo forma parte de un nuevo tiempo y de una nueva experiencia, solo deben tener la fe fortalecida para que nada los sorprenda.
Porque cosas inimaginables sucederán, y sus voces deberán estar unidas con lo Alto mediante la oración, para que la guía espiritual nunca les falte; porque en verdad les digo que las ovejas aún no saben caminar entre las tinieblas para no perder el sendero de la Luz.
Por eso Yo Soy el Fin, así como Soy el Principio.
Y hasta que no se cumpla lo que Mi Padre Me ha pedido no descansaré, no dejaré de venir al mundo a prepararlo para su despertar y su gran momento de redención.
Mientras tanto, sigan Mis pasos por los que ya no los siguen.
Acompañen a Su Maestro tomándose de Mi Mano para que Yo los pueda guiar, aunque nada comprendan o nada acepten.
La humanidad ha decidido desviarse de su destino final, por eso Yo vengo para volver a colocarlos en el camino, para que encuentren el único Camino de Dios, el que los llevará al Amor y a la Verdad.
Que esta Maratón sea la unión entre todas las esencias crísticas de las religiones que, a pesar de tenerme o no presente en sus cultos y ceremonias, ellas deben conseguir, mediante Mi Intercesión y sus oraciones, alcanzar la unión con la Fuente y el Infinito para que todos se puedan redimir algún día.
Sonrían en esta Maratón para aliviar el sufrimiento del mundo.
Hay muchos corazones que están desesperados porque no consiguen escuchar la Palabra de Dios, ni tampoco consiguen vivirla en estos tiempos difíciles. Pero aún la puerta a Mi Divina Misericordia está abierta; aún el Océano de Mi Misericordia está siendo ofrecido para que las almas se sumerjan en él y sean lavadas por la Luz curadora de Mi Corazón.
Que se cumpla el advenimiento de lo nuevo y que la mayoría de los rebaños de Dios, en las diferentes religiones del mundo, consigan participar del gran momento de la llegada de su Redentor.
Y cuando ese momento llegue ya no diré ni una palabra más, porque los propios hechos serán en sí el mensaje, los propios acontecimientos físicos en el planeta anunciarán Mi Retorno.
Queridos hijos:
Hoy, los llevo Conmigo hasta el Monte Tabor para que recordemos, en este día, la sublime Transfiguración de Jesús, una revelación divina y al mismo tiempo cósmica,que el Sagrado Hijo le trajo a los apóstoles.
La Transfiguración de Jesús fue el símbolo perfecto y cósmico de que, viviendo los cambios de la consciencia, es posible alcanzar altísimos estados de iluminación.
Jesús, por medio de la Transfiguración de Su Divina Persona, no solo mostró la realidad espiritual que los seres humanos de esta superficie guardan, sino también Él dio continuidad a la anterior iluminación del Maestro Siddharta.
Es así que Siddharta, en tiempos pasados, por medio de Su iluminación le demostró al mundo el primer paso para trascender el sufrimiento. Jesús, el Cristo, por medio de la Transfiguración, le trajo al mundo el conocimiento divino de que es posible trascender el estado del sufrimiento y alcanzar la elevación sublime de la consciencia a través de la perfecta comunión e integración con la Fuente Divina.
En el Monte Tabor, Mi amado Hijo reveló el conocimiento de las Leyes inmateriales que vibran y actúan en este Universo Material.
Fue así que Jesús les enseñó a Sus apóstoles sobre la verdadera consciencia espiritual que adquirimos en el momento de nuestra concepción en los sagrados Estanques de la Fuente, y cómo desde allí comienzan a cultivarse en nuestra esencia los primeros pasos de las experiencias de amor y de redención que este Universo Material nos ofrece.
Pero Jesús, en el Monte Tabor, también enseñó cómo situarse por encima de todo sufrimiento o experiencia, colocando la consciencia en un estado objetivo y la mirada constante en el Divino Propósito.
Por medio de la Transfiguración de Jesús, Mi Hijo le aportó a la raza humana la posibilidad de caminar por encima del sufrimiento sin ingresar dentro de él, a través de la consciencia del amor que abre la puerta para la cura de las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el sagrado Conocimiento desciende por medio de simples palabras, Yo los invito a amar la Verdad suprema, porque así, en estos tiempos, estarán siendo guiados por la Fuente Primordial.
Las palabras simples llevan a las almas a que vivan los cambios. Cuando las palabras son colmadas de amor y de simplicidad, las consciencias reciben de corazón los conocimientos internos que la Divina Fuente emana de tiempo en tiempo.
El sagrado Conocimiento ennoblece de humildad a las almas, así las hace verdaderas y les permitirá vivir los acontecimientos que llegarán al mundo.
El sagrado Conocimiento los aproxima a la realidad interna de estos tiempos, que precisa ser comprendida y aceptada por la humanidad.
Por eso, en este ciclo, las almas, a través del sagrado Conocimiento, necesitan despertar a la misión de revertir los tiempos que llegarán, por medio de las expresiones de amor, de unidad, de caridad y de servicio, por aquellas consciencias que necesitan descubrir con urgencia la necesidad de un cambio profundo en la consciencia.
El sagrado Conocimiento abre la puerta al despertar de lo que es supremo, superior y sublime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sus esencias son flores bellísimas en el Jardín de Mi Infinito Corazón; todas las flores nacen a partir de Mí y Yo renazco a través de las flores. En esta metáfora no existe separación porque las esencias se unen siempre al ritmo y pulsar de Mi Corazón.
Quiero que en este día resplandezca la belleza esencial que Dios entregó a cada uno de ustedes desde el nacimiento de sus pequeñísimas vidas; de esta manera unirán sus seres a la Fuente Creadora de Dios. En el Cielo como en la Tierra existe la Sagrada Unidad, condición que deberán alcanzar caminando hacia Mi Corazón de Amor.
Hoy Me encuentro ante diferentes orígenes y estrellas, hoy Me veo ante la magnitud de las esencias de Mi Padre. Imaginen por un momento que existen tantas esencias como estrellas en el cosmos.
¿Quién las guiará? ¿Hacia dónde irán después de esta trayectoria sobre la Tierra?
Mi Esperanza original es llevarlos al Paraíso, hacia el Océano en donde el Amor y la Unidad Suprema se funden y recrean formas de vida sublime para todo el Universo. Hoy quisiera que aspiraran a buscar esa Fuente Inmaterial que no es de este mundo, sino que pertenece al universo de Mi Corazón Misericordioso.
Yo los guiaré y les daré a conocer estos sabios misterios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más