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Cuando estábamos orando para recibir a San José, un poco antes de Su llegada, Él comenzó a mostrarnos lugares muy pobres del planeta y personas en situaciones muy precarias, de mucha pobreza, de mucho sufrimiento, de mucho dolor.
Cuando llegó hasta aquí, Él continuó mostrándonos esos espacios y, al mismo tiempo que estaba con nosotros en la sala de oración, Él estaba con cada una de esas personas que eran de todo tipo: mujeres, niños, hombres, ancianos. Él iba hablando con cada una de ellas, iba peregrinando por esos lugares. Ellas no lo veían, pero Él iba hablando internamente con ellas, y Él entregó este mensaje para aquellas almas que más sufren.
A las almas que sufren
Calma tu corazón, alma pequeña, en lo profundo del Corazón de Dios.
Busca en tu Salvador aliento y esperanza, Gracia y paz.
Calma tu corazón en la fortaleza que se forja en tus dolores más profundos. Encuentra alivio y paz en la Cruz de tu Señor. Que tu sufrimiento equilibre muchos males de este mundo.
Busca tu seguridad en el Corazón de Dios. Busca tu paz en Su Presencia.
Perdona las raíces más profundas de los males humanos, que generan el dolor y el desequilibrio en este mundo.
Haz de tu sufrimiento una bienaventuranza, porque estás aprendiendo a encontrar la recompensa verdadera en Dios y no en el mundo.
Siente que el Corazón del Señor se angustia con el tuyo, que no estás solo en tu dolor.
Que el Amor del Creador calme tu desesperación, tu tristeza y tu desesperanza. Sabe que tienes un lugar perfecto en el Corazón del Padre y que tu sufrimiento abre las puertas del Cielo para los que no merecerían entrar.
Ya llegará el tiempo en el que la paz reinará en el mundo y no habrá distancia o diferencia entre este mundo y el Corazón de Dios, Su Reino Celestial.
Mientras ese tiempo no llega, comprende que los dolores de la Tierra emergerán, haciendo que este mundo se estremezca, pero este es el prenuncio de una realidad superior que se aproxima a la Tierra.
Sé que tu dolor es profundo y tu sufrimiento verdadero, así como lo fue el sufrimiento y el padecimiento de tu Señor en la Cruz. Ofrece tu vida entera a Dios, abre tus brazos en la cruz que está sobre ti y permite que un amor nuevo surja de toda esa experiencia que vives hoy.
Perdona los desequilibrios, perdona a los que tienen todo y se pierden en su egoísmo, a los que no saben mirar hacia al prójimo y alimentan las raíces profundas de la indiferencia que penetran en la Tierra.
Que tu perdón sea la puerta hacia la Misericordia. Que tu vida sea fuente de amor, y así tu sufrimiento será convertido en Gracia que transformará a la Tierra.
Sé que Mis palabras parecen tan distantes de la realidad de tu corazón, pero escúchalas con amor, así como tu Señor escuchaba a Su Padre en cada nuevo paso del Calvario y, desde la primer Llaga hasta la Cruz, de Sus heridas brotó Amor.
Que de tus heridas internas y humanas broten la fe y el amor que renovará la Creación de Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
En tus oraciones, clama por el planeta, por la esencia más profunda de la Tierra, por sus Reinos y elementos, por su espíritu.
Clama por el don de la vida que el Creador depositó en este mundo; vida capaz de renovar y de recrear toda la existencia; vida proveniente del Espíritu Santo de Dios y que guarda Su Soplo Divino en el propio interior.
Clama para que ese don se exprese, crezca y se revele al mundo, a la consciencia y a los corazones de los hombres.
Clama, hijo, para que este planeta encuentre alivio, y toda la vida espiritual que en él se oculta, sustentando la existencia de la Tierra, encuentre esperanza y motivación para dar continuidad a esa labor sagrada y desconocida por los hombres.
Clama por la propia consciencia del planeta. No te olvides de dedicar un tiempo a ese espíritu femenino y materno que ampara el Proyecto y la Voluntad Divina desde el principio.
Sé agradecido por la vida que se manifiesta en la Tierra, sé agradecido por sus Reinos, sé parte de esta Creación, que expresa unidad y armonía con el Todo.
Llegó el tiempo de ser consciente de la participación de la humanidad en la sustentación del planeta, y eso es material, interno y espiritual. En todos los niveles, la consciencia humana debe actuar, porque los hombres y mujeres de este planeta son el eslabón entre las dimensiones, son el puente hacia el Corazón de Dios.
Por eso, sé puente a través del amor, de la oración y de la gratitud. Sé puente con el Infinito a través de la simple y eterna unión con Dios.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Que los que están cansados y agobiados vengan a Mí.
Que los que se purifican y aprenden a redimirse vengan a Mí.
Que los que sufren y padecen las consecuencias de estos tiempos vengan a Mí, porque Yo puedo renovar todas las cosas, puedo dar entendimiento a todas las situaciones y experiencias.
Que los que más necesitan paz vengan a Mí, y Yo los llevaré hacia Mi Corazón para que sientan ánimo y fortaleza de saber que toda prueba o situación tiene un fin y un motivo para cada ser.
Vengan a Mí todos los que necesiten tener un sentido en la vida y una explicación de todo lo ocurrido, porque Yo los haré comprender con el corazón todo lo que necesiten comprender.
En este tiempo, vengan a Mí y podrán reconocer su dignidad ante el Padre Celestial y así sabrán que siempre fueron Sus hijos y que siempre lo serán, que no perderán la paternidad espiritual que pueden vivir con el Único.
Vengan a Mí y todo pasará, porque quien viene hacia Mí aprende a amar de verdad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Es a través del esfuerzo y de la persistencia que se construye el guerrero de corazón que es capaz de superar todos los días un poco más las propias dificultades y miserias y, sobre todo, de seguir adelante por amor a Dios y a Su Plan.
Así, surgen los nuevos apóstoles, los apóstoles del servicio y de la constante disposición a construir todo aquello que la Jerarquía necesita y aspira para las diferentes fases del Plan.
Es en ese esfuerzo y persistencia que Dios alivia el corazón oprimido del servidor y lo hace sentir, todas las veces que sea necesario, que está cumpliendo con Su Voluntad y no con la propia.
Para alcanzar ese momento, solo el esfuerzo y la persistencia tornan consciente la posibilidad de siempre participar de lo nuevo, de los impulsos que vienen del propio Universo y que traen para la consciencia la expresión de la humildad y del servicio por los demás.
En todo eso, Yo contemplo a Mis apóstoles, porque sus errores son errores, pero los triunfos son victorias que ustedes Me pueden dar con su constante transformación.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Sientan, hijos Míos, Mi Amor y Mi Paz, porque contemplo sus esfuerzos, sus dificultades y sus abismos más profundos, en los cuales hoy ingresa Mi Luz para que sus corazones encuentren la paz, el perdón y la redención de Dios.
Sientan, hijos Míos, Mi Gracia, porque contemplando su misión y la valentía de sus espíritus que, día a día, se levantan de las caídas e intentan no sucumbir a las tentaciones del mundo, derramo sobre ustedes una expiación divina. Que así, a través de Mi Gracia, reencuentren el camino para unirse a Dios y recobren la esperanza de trascender las propias miserias y de llegar al Corazón del Padre.
Mi corazón llega hoy al Centro Mariano del Niño Rey para enviar un mensaje al mundo, de que el auxilio llegará a aquellos que se esfuercen por transformarse y trascenderse, y mucho más allá de la oscuridad que habita en sus abismos internos, brillará la luz de sus esencias, porque Dios, con Sus propias Manos, abrirá los caminos, retirará los obstáculos y liberará a las tinieblas para que reconozcan que dentro de ustedes hay una verdad que está más allá de las apariencias y de las ilusiones.
Todos son puros a los Ojos de Dios y las manchas impresas en sus almas por el mundo y por las experiencias humanas podrán ser lavadas, curadas y limpiadas por la potencia de Mi Amor maternal.
Dejen que Mi Luz los toque, que Mi Paz los cure todas las veces que sea necesario, que Mi Amor los libere y les revele quiénes verdaderamente son.
Ustedes son Mis hijos, Mis pequeños y puros hijos, esencias que surgieron de Mi Vientre Creador, de la Fuente de Mi Pureza. Una parte de Mi Inmaculado Corazón habita en su interior. Por eso, hoy dejen que Yo Me revele en ustedes como una luz que ilumina a sus almas, como una alegría divina que brota de sus espíritus, como una nueva y divina esperanza.
Mi Corazón los abraza, Mi Amor los ampara, porque a través de ustedes auxilio al mundo. A través de sus esfuerzos puedo estar ante Dios con los méritos generados por sus vidas para interceder por las almas más perdidas, por aquellos que no conocen a Dios y que, día a día, se alejan de la pureza de sus esencias y de sus corazones. A través de sus vidas intercedo por la vida de este mundo, sobre todo de los niños y de los jóvenes que perdieron la esperanza de amar y de ser amados.
El futuro de la vida sobre la tierra se construye a través del esfuerzo de unos pocos. Por eso, hijos Míos, nunca se olviden de que, con cada esfuerzo que viven todos los días, Mi Corazón recupera a una esencia perdida, a un alma desamparada.
Su mayor servicio en estos tiempos es vivir en el Amor de Dios, es creer en el potencial de sus corazones de trascender todo el pasado vivido por ustedes y por sus familias para que, en nombre de la humanidad, anuncien la posibilidad del perdón y la Gracia de la redención.
Sus corazones son predilectos ante Dios. Sus esencias son puras a los Ojos del Padre. Encuentren hoy esa pureza en su interior.
Yo los amo, los acojo bajo Mi Manto y los amparo con la infinita gratitud de Mi Corazón.
¡Les agradezco!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nada impedirá que Mi Propósito se cumpla en la Argentina, porque si es la Voluntad de Dios se cumplirá.
Cuando enfrenten alguna dificultad o demora por Mí, agradezcan y no se cansen de hacerlo porque les aseguro que estarán muy cerca de Mí.
En los momentos difíciles es cuando Yo cuento más con Mis amigos y compañeros, porque no Me agradan los servidores acomodados y descansados.
Deseo que Mis compañeros no dejen de arder en el amor y en el servicio por Mí, porque esa actitud representará mucho más que estar años caminando a Mi lado.
Mi Corazón se llena de esperanza y de motivos para regresar al mundo cuando Mis compañeros dan el todo por el todo y no son tibios ni quieren resolver todo rápido.
Me alegro al ver cómo Mis compañeros, día a día, se esfuerzan verdaderamente para cumplir lo imposible por Mí.
Cuando alguno de los Míos esté pensando mucho en sí mismo o no tenga la actitud correcta para servir y solo se queje todo el tiempo, que se pregunte si Me está sirviendo verdaderamente y si no está muy cómodo en su situación y en su bienestar.
Yo los llamé, uno a uno, para que fueran Mis guerreros del amor sin condiciones, capaces de ir detrás de Mí hasta los infiernos más impenetrables de la Tierra para ayudarme a redimir y a salvar a los que necesitan urgentemente Mi Misericordia.
Nunca se olviden que Yo los llamé a este sacrificado camino, pleno de bendiciones, de dádivas, pleno del Amor de Mi Corazón, el que no tiene la mayoría de la humanidad.
¡Les agradezco por ser cada día más conscientes de lo que están viviendo y del tiempo en el que están viviendo!
Los bendice y les agradece por asumir, una a una, Mis Palabras de Instrucción,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En donde las almas clamen por paz y se unan con el único propósito de establecer la paz en el mundo, allí Dios estará.
El Creador escucha la voz y las súplicas de Sus hijos, escucha lo más profundo de sus almas que despiertan. Con un mínimo esfuerzo de elevación, las Manos de Dios se extienden hasta la Tierra y alzan las almas hacia Su Corazón.
El Festival de la Juventud por la Paz es ese momento, hijos, en el que las almas encuentran aliento y respiro; los jóvenes encuentran el sentido, la esperanza y la fuerza para seguir con su misión de transformar este mundo y hacerlo retornar al origen del Propósito Divino.
Aunque no sepan ni comprendan la ciencia de los acontecimientos espirituales, muchos jóvenes son tocados, liberados y rescatados por Dios. Mientras cantan, sus almas se liberan. Mientras se expresan con su voz, con su corazón, con palabras pronunciadas en poesías, en testimonios, en reflexiones; cuando sus sentimientos se manifiestan en pinturas, en fotografías, en fin, en aquello que llaman arte; es así, de esta forma simple, que el Creador silenciosamente toca sus almas. Es así que su Madre Celestial, humildemente, transforma los corazones y les muestra el camino por donde deben seguir.
El Festival de la Juventud por la Paz es una puerta a la nueva vida, por la que las almas reconocen el camino y reciben la bendición divina para recorrerlo.
Reverencien este momento porque los que despiertan serán los precursores de la nueva vida sobre la Tierra, serán los que darán testimonio de su redención al Infinito, serán los que retornarán al Origen con la consciencia plena de su misión cumplida y ofertarán a Dios la renovación de Su Amor y de Su Creación.
Esto es el Festival de la Juventud por la Paz, la puerta a un nuevo camino, a un nuevo tiempo. El primer impulso de un despertar que culminará con el triunfo del Corazón de Dios.
Así es como deben verlo y con ese amor acompañar su crecimiento, su madurez y su expansión.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Compañeros Míos:
Reconozco en esta hora, su verdadero esfuerzo y sacrificio por querer cumplir con Mi Divina Voluntad, que es la Voluntad Suprema del Padre, la Voluntad que los congrega y les permite cumplir las diferentes etapas del Plan bajo una protección divina.
Por eso compañeros, hoy puedo considerar, contemplar y apreciar el esfuerzo interior y físico de Mis apóstoles; lo que colma Mi Corazón de una dulce esperanza y atrae para el mundo, aún más, la acción sublime de la Divina Misericordia, una oportunidad que abraza espiritualmente a muchas almas y las lleva ante la Presencia de Dios para poder estar así ante Su Amor compasivo.
Es en esta hora, en la que se vive el sacrificio, que Mi Corazón les entrega la fuerza interior para poder superar los obstáculos y las barreras y así, ustedes compañeros, hagan triunfar Mi Sagrado Corazón en las esencias del mundo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A todos los que, anteriormente y durante la guerra, fueron soldados del mal, Yo los transmutaré y los libraré de esa prisión de errores.
Por eso, en los planos internos, Mi Divina Madre prepara las bases de Luz para que el Hijo de Dios pueda obrar e interceder, por medio de Su Misericordia, por todos los que cayeron en la adversidad y fueron abducidos por las prácticas del mal.
A todos ellos les llegó la hora de ser evacuados del planeta, para que la humanidad se pueda liberar de esos hechos para siempre y la luz de la esperanza pueda renacer y rebrotar en la humanidad actual.
Por esa razón soy enviado por el Padre Eterno, junto a Mis Apóstoles, para tratar y trabajar espiritualmente en esa situación que aún está presente en la ciudad de Berlín, en Alemania.
Ya es el tiempo, ya es el momento de que la acción de la Misericordia cure todos los espacios de la consciencia, para que las almas reciban una nueva oportunidad.
Nos estamos preparando para ese momento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mientras que a las tres de la tarde se abren las entrañas de Mi Divina e Insondable Misericordia, su Maestro y Señor retira de los infiernos de la Tierra a todos los que quedaron oprimidos en el dolor y en la adversidad.
Es por esa razón que su Señor enviará a Croacia a Su Mensajera y Sierva fiel para que, por intermedio del Amor Maternal, un perdón espiritual sea concedido a todo el pueblo de Croacia, que en los últimos tiempos fue testigo de conflictos y de adversidades.
Por eso, en este día vengo a derramar la Misericordia de Dios en donde hace mucha falta, para que las almas recuperen en sus rostros la alegría de vivir y de participar de la Comunión espiritual con el Creador, quien les dará la vida y el amor para poder borrar el pasado y cortar la cadena de errores cometidos.
Mi Misericordia desea penetrar en los espacios profundos de la consciencia, en donde existe un vacío y un desierto espiritual que colocó al pueblo croata en el desánimo y en la carencia de amar la esperanza.
Yo le traigo, a través de la Madre Celeste, la oportunidad de reencontrar el sentido de la vida porque en el pueblo croata existe la fortaleza de la supervivencia y de la determinación.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Escucha Mis palabras, ¡oh Dios! Ruego por los seres de este mundo para que despierten a Tu Amor, para que encuentren Tu Paz.
Ruego para que los corazones indiferentes se abran a la verdad sobre sí mismos y tengan así la Gracia de buscar el camino del perdón y de la redención.
Ruego para que los que están despiertos, despierten aún más, para que cada día se aproximen más a la Voluntad Divina y al retorno hacia Origen celestial.
Ruego por los Reinos de la Naturaleza, para que sean aliviados de su dolor y para que encuentren la paz y el camino de su evolución, bajo el amor y la hermandad con los seres humanos.
Ruego por la consciencia de la Tierra, para que ya no sufra y encuentre la esperanza de estar en Dios, en Sus Leyes, bajo Su Voluntad, cumpliendo con Su Plan.
Ruego, ¡oh Padre!, por la vida que Tú creaste para que retorne a Tu Corazón.
Hoy miro hacia el mundo y solamente uno Mi Corazón al Tuyo, ¡oh Dios!, para crear así un camino de unión entre la consciencia de los hombres y Tu Sagrado e Infinito Corazón.
Escucha, ¡oh Dios!, esta súplica por la paz y concede la paz al mundo.
Que así sea.
San José Castísimo
A pesar del adormecimiento y de la indiferencia de los hombres, si un alma despierta oferta su corazón al Padre, Dios enviará al mundo Su más profundo Amor y Su Misericordia.
Que los corazones se consoliden en la propia entrega, en el vacío de sí y en la renuncia para que, con sus ofertas, el Señor transforme y redima a este mundo.
Oren y nunca pierdan la esperanza. Que la entrega de sus vidas sea, cada día, más sincera y verdadera.
Dejen que la verdad, que emana de sus corazones, sea suficiente para que, cada día más, sean instrumentos de Dios y de Su Gracia.
Que las pruebas y los desafíos de todos los días forjen en ustedes un nuevo hombre, porque ante las dificultades, ustedes deben renovarse en el amor y en el vacío, y renovarse en sus ofertas sin importar la retribución que tengan de este mundo.
Vivan, cada día, por un propósito espiritual. Que su alegría y su plenitud estén en servir y en amar cada vez más y mejor. Así podrán ser instrumentos para que el Creador instituya un nuevo patrón de vida, en el que lo más importante es vivir bajo Su Gracia y hacer triunfar Su Amor.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando los últimos rayos de sol comiencen a recogerse, aquieta tu corazón y cólmalo de esperanza. Recuerda los colores del día, su brillo, su calor, para que la noche oscura sea para ti un momento de recogimiento y de profundización interior, no de temor o de desesperanza.
Reconoce que en tu interior permanecerá siempre la puerta que te conduce a Dios y que no importa dónde estuvieras, no importa lo que suceda en este mundo, la comunicación con Dios siempre te será posible, porque Él habita en tu corazón. Su Fuente de Vida se encuentra al cruzar la puerta que hay en tu pecho.
Por eso, hoy solo aspira por los momentos de quietud, de silencio, de oración y de elevación, porque ellos construirán en ti ese puente con Dios. Son esos momentos que te despertarán y te darán a conocer la presencia del Padre Celestial en tu interior. Quédate, entonces, delante de cada oportunidad de orar como si fuese la única y nunca dejes de estar entero en lo que haces.
De un momento a otro, el sol se recogerá y la noche buscará en ti la fortaleza que construiste en tu interior. Serán tres noches largas y oscuras, como si fuesen eternas. Ellas bastarán para definir los corazones de los hombres y reorientar sus caminos según sus escuchas, según aquello que construyeron en su propio interior.
Por eso, ora y valora los momentos de paz. Ellos serán imprescindibles para ti y para este mundo,
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Silénciate y respira para buscar dentro de ti el camino de la elevación. Deja que se muestren a tu corazón todas las capas de la ilusión y de la condición humana que debes cruzar, transmutar y trascender antes de llegar a Dios.
Que tus limitaciones te hagan humilde, pero que no retiren de ti tu fe y esperanza. Ve más allá y descubre en tu interior la puerta que te une al Infinito, a la Consciencia Divina y a tu origen celestial. Deja que tu esencia se revele como un puente hacia el Corazón de Dios y, aunque no puedas cruzar ese puente de una sola vez, permite que él sea siempre un símbolo de tu perseverancia, el motivo de tu fe.
Cada día aspira más al Infinito, a lo eterno, pero no solo para abandonar lo que te incomoda de la vida sobre la Tierra. Ama la oportunidad que Dios te entregó y aprende a comprender la vida en su sentido evolutivo y espiritual. Que tus ojos contemplen en el planeta la oportunidad de amar más y mejor, y en cada uno de tus hermanos, el potencial de la renovación del Amor de Dios en el surgimiento de un Nuevo Cristo.
Aspira al Infinito, al universo, como una forma de saber que tu meta es retornar a Dios; pero retornarás, hijo, con tu corazón pleno de un amor desconocido, con tu espíritu pleno del Espíritu Divino, con tu consciencia expresando plenamente la esencia del Pensamiento Divino para la humanidad. Y con ese legado en tu corazón, lo ofrecerás a Dios para que un nuevo comienzo sea escrito en el Cielo como en la Tierra.
Para eso aspira a la vida superior; para eso aspira a retornar a Dios. Que no haya en ti aspiraciones humanas y conceptos humanos sobre la vida suprema. Que la verdad pulse en tu corazón y sea el motor que te lleve a vivir la transformación todos los días.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
En cada nuevo día eleva tu pensamiento al Padre para decirle:
Señor, aquí estoy,
dispuesto para intentar, una vez más, cumplir con Tu Plan.
Dispuesto para intentar, una vez más, ser Tu instrumento.
Dispuesto para intentar, una vez más, multiplicar y renovar Tu Amor.
Señor, aquí estoy,
con mi frágil corazón fortalecido por Tu Presencia,
con mi vida pasajera entregada a Tus Designios,
para que un día sea digno de participar Contigo de la Vida Eterna.
Señor, aquí estoy,
pronto para levantarme, dispuesto a renacer y, de la misma forma,
morir un poco más todos los días para lo que creo ser y,
así, adentrarme en Tu Esencia de Vida,
en Tu Verdad Suprema.
Amén.
De esta forma, con una oración de entrega a Dios en cada nuevo día, sabrás, hijo, que cada día es un día para recomenzar, para levantarte, para caminar, para intentar llegar otra vez al Corazón de Dios.
En este camino infinito lo más importante es estar siempre dispuesto a dar un paso más y hacer esto todos los días.
Ora con el corazón al Padre para que tu pequeño ser no pierda la esperanza, pero, sí, para que se renueve todos los días. Si así lo hicieras, estarás generando méritos para la salvación de los que están perdidos en sus más profundos errores y pecados, y que creen que para ellos no hay más esperanza, ya no hay más perdón, ya no hay más salida del abismo en el que se colocaron.
Da a conocer el Amor de Dios a través de tu propia experiencia. Recibe el Perdón de Dios todos los días y, así, no solo estarás renovando la esperanza en ti, sino también, hijo, estarás renovando la esperanza en el Corazón de Dios, para que un día encuentre en ti un triunfo de Su Amor.
Ora y con tu vida anuncia al mundo la Gracia Divina.
Tienes Mi bendición para ello.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que Mis últimas Palabras escriban el triunfo de Mi Amor en el libro de tu alma.
Que, en este nuevo ciclo, tu memoria recuerde el pasaje de cada instrucción entregada y que tu espíritu se enriquezca con los impulsos de luz enviados por Mi Corazón.
Que cada uno de Mis mensajes te sirva de aliento, te fortalezca y te dé esperanza para que, algún día, cuando estés ante el portal de Mi Presencia, tu consciencia se entregue definitivamente a Mí, con amor y con confianza.
Deja que Mis últimas Palabras no solo se escriban en el libro de tu alma, sino que también cada vibración emitida por Mi Voz colme hasta el recinto más profundo de tu ser para que aprendas, a través de Mis Mensajes, a estar en comunión Conmigo.
Aún atravesarás desiertos. Aún sentirás la soledad.
Aún te encontrarás con el trago amargo de la hiel, como el que Yo bebí por última vez en la Cruz.
Pero nunca te sentirás abandonado, despreciado u ofendido, porque si de verdad siempre estuviste Conmigo, cada prueba será una oportunidad de dar un nuevo paso.
Has renunciado para seguirme. Le has entregado tu familia a Dios para seguir Mis pasos y, después de haber vivido y experimentado tantos desafíos, hoy estás aquí, ante Mí.
Sé lo que significa para ti dejarlo todo. Sé lo que significa para ti entregarlo todo.
No olvides que Yo fui un hombre como tú, que vivió en carne propia el abandono y la soledad del corazón.
Pero Aquel que está por encima de todo, Aquel que está más allá de todo, siempre te colocará en Sus Brazos, porque sabe que eres frágil, pequeño e inexperto.
El Padre Celestial siempre te dará Su Amor para que lo vivas.
Mis Palabras graban en tu alma los tesoros internos, los que te prepararán para que algún día, próximo, Me puedas reconocer. Y en ese día, sin adversidades, sin sufrimientos y sin angustias puedas sentarte a Mi Mesa para compartir el Pan de la Vida y de la Renovación.
Recuerda que siempre quiero estar en ti.
Necesito un refugio para aliviarme y fortalecerme ante todo lo que veo en el mundo.
No te separes de Mí.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que brille el sol de la esperanza en el interior de los que oran, para que jamás tengan miedo del porvenir y de lo desconocido.
Que pulse la esencia de las profecías divinas en el interior de los que tienen fe para que, siendo conocedores de ellas, sepan que su triunfo es cierto y que su Gracia sigue a toda oscuridad y dificultad.
Que nazca, despierte, crezca y se multiplique el amor en el interior de los que se esfuerzan todos los días para imitar los pasos del Señor y vivir, como Él, la cruz de estos tiempos.
Que se unan las dimensiones a través de la esencia de los que se autoconvocaron para estos tiempos, y que así descubran el verdadero sentido de la existencia humana.
Que el conocimiento de la verdad y la sabiduría de la vida universal sean el escudo de los corazones que aspiran a vivir en paz la transición de los tiempos. Sus espíritus se sustentarán en la certeza de que esta vida es una escuela de pasaje hacia lo que es real y eterno.
Por eso, hijos, fortalezcan su mundo interior. Busquen la verdad a través del conocimiento que les entregamos. Sirvan y sean la luz puesta sobre la mesa de este mundo.
Profundicen en su entrega y donación a Dios y verán el nacer, el despertar, el crecimiento y la multiplicación del amor en sus corazones.
Sean lo que verdaderamente es ser un ser humano y vivan el verdadero propósito de su existencia.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hoy, Mi descenso al mundo contempla una Venezuela ultrajada por la extrema marginación, herida por las infidelidades de sus leyes, presa por el cautiverio generado por unos pocos, violentada por una opresión obsesiva.
¡Oh, Mi querida y alegre Venezuela!, que la impunidad no despierte más batallas, que el poder que creen tener algunos no obstruya tu sincera espiritualidad.
Mi querida Venezuela, la justicia que tú buscas no está en la Tierra; la esperanza que tú esperas no la verás en el corazón de ningún representante.
Líbrate, Venezuela, de tu constante dolor; perdona todo el mal que te hicieron; reconcilia, dentro de ti, todo lo que fue lastimado y transgredido.
Mi querida Venezuela, no pierdas la aspiración de realizarte, como pueblo, en libertad. Ya no luches con armas, pues el mal se derrota a sí mismo.
Ora, Venezuela, ora sin demora y sin descanso porque verás caer con tus propios ojos los ídolos que fueron erguidos.
Ora, Venezuela, para que siempre estés dentro del Reino de Dios. Tu salida y tu libertad no estarán ni en la guerra ni en los conflictos. Tu renacimiento y tu liberación los encontrarás en la fuerza de tu fe.
Venezuela, sé que esperas un fin rápido de este cautiverio; solo escoge a Dios como tu Gobernante, solo busca el bien mayor por encima de toda adversidad y así triunfarás.
Venezuela, tu alegría volverá a reflejarse en el rostro de tu pueblo y el amor imborrable de tus moradores los hará retornar al propósito de su creación.
Venezuela, es la hora de tu profundo despertar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mira al horizonte y camina hacia el nuevo Sol que comienza a nacer. Deja que tu corazón esté fijo en esa luz y en el camino que te conduce a ella.
Ve con pasos firmes, para que así inspires a otros. Ve con el corazón en paz, para que así auxilies a los que perdieron la esperanza.
Deja que los asedios y la oscuridad del camino pasen con los ciclos y el viejo tiempo de esta Tierra, y sigue caminando hacia el nuevo Sol.
Caminar hacia el nuevo Sol es amar a pesar de los errores, de los miedos y de la condición humana.
Caminar hacia el nuevo Sol es perdonar, sabiendo que en el interior de cada ser hay una esencia que está esperando para expresarse.
Caminar hacia el nuevo Sol es servir a los que están lejos y, de la misma forma, aprender a servir a los que están a tu alrededor. Que no haya diferencias entre los corazones necesitados, porque la necesidad de amor es única en todo lugar.
Caminar hacia el nuevo Sol es buscar a Dios en el propio interior y, en oración, sumergirse en Su misterio.
Caminar hacia el nuevo Sol es ver que el viejo tiempo termina y que con él se derriban todas las ilusiones, pero aún así no perder la esperanza de una nueva vida.
Caminar hacia el nuevo Sol es comenzar a ser lo nuevo, practicando aquello que ya conoces de la nueva vida. Si sabes que ella nace del amor y existe para ser la expresión del Amor de Dios, entonces, hijo, comienza ya a formar parte de esa vida. Sé amor para un mundo que tiene sed de renovación y de paz; sé agua en el desierto de los últimos días.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Oro para que las almas alcancen la paz.
Oro para que las consciencias despierten a la realidad planetaria, a la verdad universal, y así transformen sus vidas según el Propósito Divino.
Oro para que los corazones aspiren a la unidad con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con la vida, con Dios.
Oro para que los buscadores reconozcan la verdad en todas las enseñanzas transmitidas por Dios a través de Sus Mensajeros, para que aquellos que buscan, sepan ver más allá de las palabras y encuentren en las entrelíneas la ciencia divina de la Creación.
Oro para que la vida sagrada ya no sea ocultada por las superficialidades humanas y, de la misma forma, para que la esencia de los seres no esté oculta por las creencias ilusorias que ellos tienen sobre sí mismos.
Oro por una nueva vida y una nueva raza, para que después que el aprendizaje humano se consolide, los seres tengan valor y esperanza para hacer emerger la nueva vida y dejar florecer en sí mismos el nuevo ser que, delante de Cristo, comenzará a despuntar.
Oro para que la humanidad no pierda el sentido de su existencia y la vida espiritual deje de ser una costumbre y una práctica, para ser una realidad y una experiencia de vida.
Oro, en fin, para que las Gracias de Dios no permanezcan en el Cielo, sino que sean vertidas sobre la Tierra.
Hoy Yo los llamo a que oren Conmigo y así intercedan por este mundo mientras hay tiempo. Oren Conmigo por la Paz.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más