MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Hoy los invito de nuevo a la adoración de Mi Hijo, tanto en cada una de sus oraciones como en el ejercicio de contemplación a Cristo Misericordioso. Eleven sus ojos hacia el Corazón de Mi Hijo para que sus corazones vivan el anuncio de la Nueva Redención. De esta forma, Mis queridos hijos, a través de este ejercicio estarán, en el silencio, preparando sus corazones para cuando Él retorne. Sus almas, como ovejas en el rebaño del Pastor, deben caminar en confianza a través del estado de oración y de adoración.

Queridos hijos, ustedes no solo estarán elevando un poco más sus corazones a través de la adoración, sino que también podrán elevar el sentimiento y el pensamiento de la humanidad que vive sin Mi Hijo.

En esta Pascua que se acerca, Yo los invito a abrazar a Mi Hijo, y al igual que a las Puertas de Jerusalén, los invito a recibir al Mesías Redentor. Con este misterio pascual en sus vidas, ustedes podrán vivir la presencia sublime de Su Santísimo Corazón porque sin Mi Hijo no podrán ver, en verdad, lo que Dios tiene para cada uno de ustedes.

Amados hijos, es solo a través de Mi Hijo que podrán encaminar sus pies hacia los Cielos para que el alma encuentre un lugar seguro a donde retornar.

Queridos hijos, en esta preparación para la adoración, sus corazones se liberarán del peso que cargan en la vida y, así, ellos brillarán por la Presencia del Redentor. Por eso, queridos hijos, es importante abrirse para vivir los verdaderos misterios de contemplación que Cristo dejó como enseñanza.

Llegó la hora de que todos los corazones se preparen y aprovechen el tiempo para estar en Mi Hijo. Guarden en sus vidas el misterio del Amor que Cristo ahora les trae a través de Su Misericordia para el mundo entero. Vivan en Él y vivan por Él porque pronto comprenderán todo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Amor y Luz para los corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Yo también estoy con ustedes en la adoración al Sagrado Corazón de Mi Hijo. Les aseguro, queridos hijos, que en Él encontrarán la fortaleza que sus corazones están necesitando en estos momentos.

Pequeños, es importante para sus vidas la contemplación al Corazón Divino de Cristo; cada unión de ustedes con Su Espíritu abre una puerta para la reconciliación de todas las causas que por error se hayan cometido.

Nunca se olviden, queridos hijos, de esa perfecta unión con Cristo, para que en las horas de prueba ustedes puedan tener voluntad para continuar en el camino que los llevará hacia Él.

Hoy los llamo para que sus corazones coloquen su atención sobre este ministerio. La adoración a Mi Hijo Glorificado los ayudará a comprender mejor las situaciones de la vida, lo que les permitirá, Mis pequeños, que ustedes puedan entregar todo a Su Santísimo Corazón.

La adoración es un acto de constante restauración de la vida, de la mente y del espíritu para todos los corazones.

En la contemplación se inicia en ustedes un camino de comunión con Cristo para que después se puedan fundir con Él en la adoración.

Sepan, queridos Míos, que este ejercicio es importante para todos los corazones. Debo decirles que la meta de sus corazones será no tornar este sagrado ejercicio como un episodio más en la vida. Cada encuentro de adoración al Sagrado Corazón de Mi Hijo debe ser un acto de reparación para sus corazones y para sus pequeñas almas. Eso ayudará a que el mundo, que adora muchas otras formas, se pueda convertir poco a poco desde el corazón y desde el alma.

Cada uno de sus corazones deberá amar la adoración realizada frente al Corazón de Mi Hijo. Deberán establecer la alianza con Su Sagrado Corazón, lo que dará inicio a la esperanza y a la buena voluntad.

Por eso, Mis pequeños, Yo los invito a entrar en el océano de la adoración. Allí permanecerán recorriendo un nuevo camino hacia Él. De esa forma se unirán a Su amado Corazón y ayudarán a aliviar a todos los corazones que no lo contemplan.

La primera parte de la salvación se dará a través de la adoración al Corazón de Cristo; adoración que nos preparará para lo que llegará después.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Oremos por los que no adoran a Dios.

Oremos por los que no aman a Dios.

Oremos por los que no se entregan a la Luz.

En reverencia al Corazón de Cristo,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Que la compasión infinita de Mi Hijo fortalezca sus corazones para así poder caminar en la vida hacia Dios Padre. Hoy los llamo a la reflexión mediante el ejercicio de la oración.

Pequeños Míos, en este tiempo, debemos elevar a la humanidad y a las almas a través de la oración contemplativa. Hoy, Mis queridos niños, les enseño cómo deberán contemplar:

Primero, donando el corazón al Señor.

Segundo, abriendo la fuente misericordiosa de la oración.

Tercero, orando con compasión y piedad por todos los hermanos.

En este ejercicio les aseguro, Mis pequeños, que sus corazones estarán profundizando en la unión con Dios a través de una oración que aliviará los dolores del mundo.

Sus corazones son partícipes de Mi Presencia Maternal; por eso, Yo los invito a vivir dentro de Mi Inmaculado Corazón. En ese Reino que pertenece a Dios, sus almas encontrarán resguardo, protección y renovación de la vida.

El Señor, en Su Inmensa Gracia, quiere renovar sus corazones para que, en este último ciclo del mundo, ellos vivan la vida a través de una comunión verdadera con Cristo. Ustedes, Mis pequeños corazones, deben amar cada momento de encuentro con Mi glorificado y bondadoso Hijo. Allí, en esa cena que cada día ustedes deben celebrar, podrán beber de Sus prodigios y podrán comer en humildad de la compasión y de la Misericordia que Su Santísimo Corazón les estará irradiando.

Ha llegado el momento de que aquello que Juan el Apóstol escribió como mensaje se cumpla como una Buena Nueva en todos los corazones del mundo.

La Señora Vestida de Sol trae las estrellas de Luz, estrellas del Padre, las cuales redimirán al mundo. Para eso, Mis queridos, los corazones deberán abrir el cofre interior que en algunos hijos aún permanece cerrado. Abriendo el corazón, los Cielos se abrirán para las almas que quieran reconocerlos.

Oremos para el alivio del sufrimiento que muchos de Mis hijos viven a diario.

Corran todos hacia Mi Inmaculado Corazón; Mi Luz los guiará.

Los ama,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Confía en Mi Corazón que Yo te resguardaré. No temas por lo que aún no has superado, regocíjate en Mi Corazón Inmaculado para que Mi Amor resuene en tu interior.

Queridos hijos:

Hoy los llamo a la contemplación diaria de las oraciones. Esto permitirá, Mis pequeños, que los pedidos que son pronunciados desde la Tierra por cada una de las almas, sean escuchados por nuestro Amadísimo Señor de los Cielos. Hoy los invito, Mis queridos, a la meditación de las oraciones que elevan el espíritu y el alma. Alcen sus voces hacia los Cielos para que Yo, la Reina de la Paz, pueda interceder por todas las almas que en este último tiempo se pierden en el materialismo y en la ambición.

Por eso, Mis pequeños soldados, enciendan el fuego orante interior para que ustedes, junto a Mi Inmaculado Corazón, Me ayuden en la liberación y en el perdón del mundo entero. Escucho a diario sus oraciones y Mi Inmaculado Corazón responderá a sus pedidos según la Voluntad del Señor.

Quiero mucho a sus corazones, Yo los contemplo momento a momento. Gracias por responder a Mi llamado diario. Mi Corazón los protege, estamos unidos en oración y en Misericordia.

El Reino de Mi Paz en sus corazones.

Los ampara de todo en la Luz Celestial,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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