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Mis queridos hijos:
Que, en este mes de la Natividad del Señor, ustedes, al igual que los pastores de Belén, reciban con alegría el anuncio de la llegada y del nacimiento del Cristo Interno.
Este acontecimiento, que sucede año tras año, debería ser considerado especial y único por las almas; porque, inclusive las familias se ven en la oportunidad interna y espiritual de renovar sus votos como familia; y también cada miembro de la familia, más allá de la edad, sepa que espiritualmente podrá estar ante su propio Cristo Interno y, a través de Él, más cerca del Propósito espiritual de su vida.
Por ese motivo en el mes de diciembre, la Natividad del Señor les concede también una amnistía por los errores cometidos y a su vez les otorga a las almas la Gracia de poder redimensionar sus perspectivas internas, para que toda aspiración esté bajo el amparo de Dios y de Su Voluntad.
El Nacimiento de Cristo es algo más que un acontecimiento histórico, que es recordado por todos, es un momento en el que el Sagrado Espíritu del Amor y de la Paz de Dios puede traer alivio, aceptación, claridad y entendimiento en todas las situaciones de la vida.
Este es el principal motivo espiritual por el cual las familias del mundo son llamadas a rezar a los pies del Sagrado Pesebre, para que los miembros de cada familia estén bajo la misma protección y resguardo como lo estuvo la Sagrada Familia de Nazaret.
Representa y significa la posibilidad de recibir las mismas Gracias santificantes que la Sagrada Familia recibió; a saber: la Gracia de la fidelidad al Plan de Dios, la Gracia de la unidad, la Gracia del servicio abnegado, la Gracia de la compasión y la Gracia del amor por el semejante.
Estas Gracias obraron en los Corazones de Jesús, de María y de San José, para que nuestras personas pudieran ser el ejemplo de la Presencia Divina en la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Muchos de los Míos temen sentir el peso de la cruz planetaria que, en algunos momentos, Yo hago recostar sobre ustedes, para que puedan sentir lo mismo que Yo sentí durante Mi Dolorosa Pasión.
Hoy, vengo aquí como el Príncipe de la Paz y como el Gobernante Universal para que, aprendiendo a través de la cruz, sus consciencias puedan aprender a gobernar y a llevar adelante el Plan del Redentor, que es un Plan aún no develado al mundo.
Por esa razón, Yo estoy aquí en este día, a las puertas de la nación de Ucrania, no solo para colocar en Mi Corazón a los que han sido víctimas de la guerra, de la persecución religiosa o aun de la muerte; sino también estoy aquí para que esta región del planeta, que fue antiguamente fundada por muchos pueblos sagrados, pueda volver a recuperar la unidad que perdió a través de los tiempos, de los conflictos y de las guerras; una unidad que viene del Universo para poder colmar a los corazones de la Verdad, y para que esa Verdad les muestre el camino hacia el Portal de Mi Paz.
No solo vengo aquí por una Ucrania herida, ultrajada y sepultada por la guerra; también vengo aquí como Liberador del Mundo para retirar, de esta región, a las fuerzas negativas que aprisionan a las consciencias, los corazones y las almas, y que no les permiten ver la luz de la esperanza.
Pero no vengo a desafiar a nadie, ni siquiera a aquellos que dirigen algunas naciones del hemisferio norte, que se han comprometido con el mal y que han expandido ese mal por varias regiones de Europa, así como en otros lugares del mundo, en la olvidada África.
El desafío no es la tarea de su Maestro y Señor. La tarea de su Maestro y Señor es el Propósito Divino a través de la Sagrada Llama del Amor y de la Unidad que, en estos tiempos críticos y difíciles, Yo los invito a contemplar en su mundo interior, porque esa Llama del Propósito de Dios no puede ser apagada por nada, aunque a su alrededor reine la oscuridad.
Pero Yo vengo a disipar las tinieblas en Ucrania, para que este pueblo que ha sido invadido, lastimado y transgredido tenga la oportunidad de recibir el ciclo del renacimiento interior, porque renaciendo internamente en Cristo, renacerán en el Padre y también en el Espíritu Santo, Energías Superiores que les darán las fuerzas que necesitan, como pueblo y como cultura, para resistir y seguir adelante.
No estoy solo aquí, como su Gobernante Espiritual, estoy también aquí acompañado, en este momento, por las Huestes Angélicas Regentes y en especial por los Ángeles de las Naciones de Europa y del hemisferio norte, que se han unido a su Maestro y Señor para esta tarea.
Cuán importante ha sido, en esta jornada interior y espiritual, cada una de sus oraciones misericordiosas depositadas a los Pies del Redentor, para que Yo pueda derramar Mis Gracias y Misericordias, liberaciones y curas, no solo en las almas de Ucrania, sino también en las almas del mundo entero que aún esperan por su liberación y redención.
Con esto, Yo les hago comprender, compañeros, que Mi tarea no se restringe solo a Ucrania o a la situación de Europa del Este. Cuando el Gobernante Espiritual, Cristo Jesús, ingresa al planeta, Él atiende a todas las emergencias del mundo, especialmente aquellas situaciones dolorosas y difíciles que la humanidad sepulta para que nadie las pueda ver.
De esta forma, a través de la universalidad de Mi Corazón, Yo los invito a contemplar todas las necesidades y a trabajar por ellas, aunque su colaboración y sintonía sea indirecta; porque, cuando están en esa actitud y en esa apertura consciente y madura, no se imaginan cuántas puertas inciertas se pueden cerrar.
De esta manera, Yo los vengo a formar en el canal y en el Linaje de la Transmutación, para que esto deje de ser una teoría y pase a ser una realidad. Por ese motivo, en el principio de este Mensaje, les hablé del peso de la cruz planetaria, del que muchos intentan escapar. Pero, si Yo les hago este pedido de que sientan Conmigo esa cruz, les aseguro que no sentirán la Cruz que Yo llevé en el Monte Calvario, porque no la soportarían ni un segundo.
La unidad interna es la gran llave de estos tiempos; una unidad interna, fraterna y espiritual que supere las diferencias, los conflictos, los pareceres, los gustos y también los deseos.
Mi Gobierno Espiritual los lleva a la elevación de la consciencia. Y cuando sus consciencias se aproximan a Mi Gobierno Espiritual, no solo se aproximan de Mi Gran Tarea Universal, sino también, compañeros, ustedes pueden comprender la magnitud de Mi Presencia en el mundo cada vez que Me presento ante ustedes para darles un Mensaje.
Los tiempos que llegarán serán tiempos más exigentes; pero si creen en la fuerza de la fe y del amor, la ayuda del Universo llegará, sus consciencias se renovarán y el servicio se ampliará a través de su donación honesta.
Por eso, no pueden descartar nada, nada de lo que el Universo les presenta. Ningún tipo de servicio puede ser ignorado por ustedes, porque Yo necesito cumplir Mi Plan hasta en los pequeños detalles. Estén atentos y vigilantes, porque podré enviarles muchas señales y tienen que estar despiertos y conscientes para poder percibirlas.
No les pido que se coloquen en una posición que no les pertenece o en un nivel que no han alcanzado; les pido que se coloquen en una actitud de donación interior, porque la donación es un fuego que nunca se extingue.
La donación es piedad, es amor, es Misericordia, pero también es paz.
La donación les permite acoger a todos, bajo cualquier situación o condición.
La donación siempre los llevará a vivir el pionerismo, para que sus corazones no se enfríen ni se acomoden a lo que es aparentemente normal.
Estamos en tiempos de caos y, por eso hoy, ustedes, en nombre de toda esta Obra y de todas las almas, están aquí, sirviendo Conmigo en esta importante tarea de liberación, por Ucrania y Rusia.
Sigamos rezando con fervor y con fe, afirmando en este plano material cada una de las oraciones y decretos; porque las fuerzas están perdiendo el control de su poder por la sagrada intervención del Arcángel Miguel y de Mi Madre Celestial.
Sigan siendo valientes y los Ángeles de la Guarda los acompañarán. Arriésguense a asumir la responsabilidad que aún no consiguieron, porque el Amor Crístico de Mi Corazón los ayudará a asumir esa responsabilidad y tarea.
Es que necesito que entiendan y comprendan que en el lugar y en el momento en los que cada uno de ustedes se encuentra es donde Yo los necesito tener y, según las necesidades o demandas del Plan, eso puede cambiar.
Vivir el Plan Cósmico, cumplir el Plan Divino, no es pasajero, es un esfuerzo permanente y determinante. Así, nunca estarán sin asistencia, porque el Señor cuida de todos Sus apóstoles, el Señor cuida de todas Sus ovejas y protege a todos Sus rebaños.
Ucrania aún deberá reconstruirse, no solo del punto de vista material, sino también espiritual. Y para que lo material se pueda reconstruir, primero es necesario reconstruir lo que es espiritual, la gran desconexión que este país ha vivido a través de la guerra, colocando en juego a todos sus pobladores, así como a todos sus mundos internos.
Por eso, la intervención divina, como en este momento, a través de un estado de Gracia y de expiación, de unidad de corazones orantes, podrá conceder esa reconstrucción espiritual que solo los Ángeles Ultraterrestres podrán realizar, porque ellos son los únicos que pueden hacerlo.
¿Ahora, comprenden la importancia de la oración misericordiosa en estos días?
Esto también repercutirá benéficamente en todos los cristianos de Ucrania que han sido empujados a asumir una actitud fría.
Pero su Maestro y Señor nunca se detiene, y Mi Presencia en los planos internos despertó a muchos Cristos Internos de Polonia y de Europa para que fueran verdaderos acogedores de los refugiados y de los que sufren.
Por eso, estoy muy agradecido, eternamente, porque muchas almas se pudieron salvar de una destrucción espiritual y esencial que, en estos tiempos de desequilibrio planetario, no tendría solución. Por esa razón, agradezco a aquellos que abrieron las puertas de sus casas y especialmente abrieron las puertas de sus corazones.
Porque de continuar esto así, en Europa del Este o en otros lugares del mundo, toda la humanidad se podría volver refugiada. Piensen en esto y actúen con prontitud y de forma inmediata, cerrando las puertas inciertas que se abren en el plano espiritual, asumiendo por toda la raza los Sacramentos, la vivencia interna con Cristo, su Señor, para que el gran portal de la Misericordia Divina, abierto en Polonia, sustente estos tiempos de destrucción y de persecución planetaria y, por lo menos, las almas sean atraídas hacia ese canal de la Misericordia para que estén protegidas y amparadas.
Seguiré trabajando por el mundo en estos días, porque este es el preámbulo de lo que los Mensajeros Divinos realizarán en Medio Oriente en los próximos meses que llegarán.
Como ese momento está tan cerca, esa misión en Medio Oriente está tan próxima, Yo los invito a todos a colocar su mano en el corazón y a colaborar en la materialización de esa tarea y con el apoyo inconmensurable de sus oraciones por todos sus hermanos, servidores consagrados y colaboradores, que impulsarán esa misión en Medio Oriente, llevando alivio al sufrimiento, en donde verdaderamente es muy necesario.
En el país de Túnez, la Jerarquía Divina y Espiritual cicatrizará una herida que no está cicatrizada. Diría que es un estigma en la consciencia de la nación de Turquía; porque allí surgió ese estigma que se ha irradiado al resto de Medio Oriente, a Túnez, Eritrea, Egipto y gran parte de África.
¿Saben cuál es ese estigma que Turquía y las demás naciones de Medio Oriente han vivido y que comenzó en Turquía?
Es el estigma de la indiferencia, de las puertas cerradas a los refugiados y a los necesitados. Y Túnez, como nación de África, siente en su carne este estigma de la indiferencia que solo una misión humanitaria de Misericordia y de Paz podría curar, así como las oraciones de todos podrían curar al estigmatizado Medio Oriente.
En Egipto, su Maestro y Señor junto a su Señora, la Madre de todos, y a las Jerarquías Espirituales, recuperarán los códigos de Luz alcanzados por el profeta Moisés, el gran patriarca del antiguo pueblo de Israel, quien tuvo la misión espiritual de anunciar la Ley a todos, la unidad con la Ley Divina, con la Ley Universal y Cósmica a través de los Mandamientos que hoy no vive la humanidad. Será una oportunidad de gran corrección interna para todos.
Y en Israel, la Sagrada Tierra de su Maestro y Señor, y de su Señora, podremos llevar a adelante una tarea planetaria que necesita no solo Medio Oriente, sino también el mundo para aprender a sobrellevar el Armagedón.
Detrás de todos estos impulsos, que Medio Oriente necesita, existen muchas más tareas que desconocen. Por eso, desde ahora los invito a rezar para que la materialización de esa tarea descienda y acontezca como está previsto.
Desde la frontera de Ucrania, bendigo a este herido país y, a través de este país, bendigo a todas las naciones que han sido traumatizadas por el sistema mundial, por las guerras y los conflictos, por la venta de armas, la esclavitud de las personas, el tráfico de órganos y de niños, y el temido aborto.
Que esta bendición abrace todas estas situaciones necesitadas de cura espiritual, para que las almas, esclavas de los que las aprisionan, recuperen la esperanza, el amor y la fe en la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por acompañarme en esta Sagrada Tarea!
Bendigo a todos, a través de la señal luminosa de la Cruz de Emmanuel, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis hijos:
Ustedes son cristales preciosos que, día a día, están siendo pulidos por las Manos del Redentor.
Que el mayor brillo que hay dentro de ustedes resplandezca, para que este mundo no pierda la capacidad de amar y de perdonar.
Sus vidas son cristales preciosos en las Manos de Mi Hijo, para que siendo purificados alcancen el propósito interior que Él tiene pensado para cada uno de ustedes.
Un cristal en bruto precisa ser pulido con delicadeza y cuidado. En ese trabajo de la purificación del cristal, las asperezas son retiradas para que la belleza que hay dentro del cristal se exprese.
En ese momento se encuentra cada uno de ustedes. No se resistan y dejen que Mi Hijo haga nuevas todas las cosas, porque Su fiel Propósito es convertir sus vidas según el proyecto que Él pensó una vez para cada uno de ustedes. Confíen y no teman.
Algunas asperezas de la vida son difíciles de arrancar, pero no es imposible; porque el Amor de Mi Hijo llegó al mundo para demostrar a todos que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
Permitan, Mis hijos, que todo sea removido de su lugar, para que el gran cristal de sus vidas refleje la belleza inconmensurable del Cristo interno, porque este es el tiempo de que los Cristos internos puedan gobernar en este ciclo, a través del Amor.
Que el Amor de Dios repare y cure a las almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridas familias del mundo entero:
Que la sagrada y bendita Presencia de Mi Hijo esté entre ustedes.
Que, a las puertas del próximo Nacimiento de Cristo en sus corazones, la familia, como célula primordial del Proyecto de Dios en la superficie de la Tierra, se vuelva a encontrar en el espíritu del Nacimiento de Jesús.
Queridas familias, que en este año doloroso que termina para el mundo, las familias renueven sus votos internos entre sus seres queridos. Que se puedan servir de estos tiempos de aislamiento para orar juntos, para amarse y reconocerse más entre ustedes, para reverenciar al Cristo interno que cada miembro familiar lleva en su interior, a fin de que puedan recuperar la paz, para que la paz esté presente en el mundo.
Queridas familias, durante la oración del Rosario en la Navidad, recen por las familias divididas, recen por las familias empobrecidas, recen por las familias refugiadas para que en toda la humanidad despierte la consciencia de que la familia es un Proyecto sagrado de Dios y no un objeto de conflictos ni de desarmonías.
Queridas familias, Yo los invito a sentir en el corazón este llamado, porque la unidad de la familia necesita ser recuperada para que el gran manipulador, Mi adversario, sea destituido y expulsado del seno de la familia que se convirtió en el centro del sufrimiento de la humanidad.
Les pido, queridas familias, que su mirada y su corazón estén en esta obra interior de reconciliar y de reconstruir la familia para que la Luz del Espíritu Santo pueda estar presente entre ustedes.
Que el Nacimiento de Jesús, en cada corazón humano, lleve a cada miembro de la familia a asumir y a vivir lo que Dios tanto espera, que sea una familia de amor, en camino a la consagración interna.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Sentados a la Mesa de la Redención, que en este día de celebración de los misterios de Amor de Cristo, sus almas se abran nuevamente para recibir todo lo que, como Luz, Amor y Sabiduría, Mi Hijo dejó plasmado en aquel tiempo para la humanidad.
Así, ante ese escenario crístico de Luz y de Amor, llamen a sus Cristos internos para que ellos participen de este acontecimiento, en el que cada ser interno tiene la oportunidad de ser transfigurado por la Luz Crística que concederá la redención.
En este día, postrados ante ese importantísimo momento de Mi Hijo que se entrega en Cuerpo y Sangre por la humanidad, prepárense para ingresar en la dolorosa Pasión de Cristo, la que nuevamente marcará un antes y un después en la vida de la actual humanidad, porque a través de la unión sincera que está sucediendo en esta Semana Santa, muchas tareas espirituales están aconteciendo para fortalecer el espíritu de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy vengo por un mundo que está dividido porque una parte quiere seguir a Dios y la otra quiere seguir al dios de la ilusión.
Vengo por aquellos que han perseverado en Cristo. Es Mi Hijo que Me envía a la Tierra, en este día, para despertar a las consciencias y hacer sentir a los corazones el Amor de Dios.
Vengo como la Madre de la Justicia, de una Justicia Celestial y Divina, de una Ley que la humanidad hoy no conoce y que muchas veces ha alterado por diferentes circunstancias.
Pero, a pesar de esa Ley, hoy llego a los abismos más profundos de la Tierra, en donde las almas se pierden en la ilusión y en el festejo de fin de año.
La razón del cambio de los tiempos y de los ciclos es otra. Por eso, hijos Míos, ustedes que tienen más consciencia y discernimiento, deben orar más y ofrecerse más, para poder compensar lo que hace el resto de la humanidad equivocadamente.
Después de más de dos mil años del nacimiento de Cristo, la humanidad no ha avanzado absolutamente nada. Solo pequeños grupos espirituales, los que siguen la Ley de la Jerarquía, han conseguido con mucho esfuerzo y de corazón manifestar la Voluntad Divina sobre la superficie de la Tierra.
Pero aún hacen falta muchas más consciencias para que puedan seguir manifestando la Voluntad de Dios.
Vivir la Voluntad de Dios es vivir en una felicidad plena y divina, es vivir con alegría el don del Temor de Dios y realizar en la vida diaria el cumplimiento de todos Sus pedidos, por más pequeños o grandes que parezcan.
En este momento planetario, en el que comenzará la última y aguda transición de la humanidad, a partir del año 2020, es en el que los corazones percibirán una realidad sorprendente porque ella llegará sin avisar a nadie.
Y esa realidad, que es una realidad planetaria, colocará a toda la raza humana ante la Ley de Dios, y todo comenzará a suceder, sobre todo cuando ya Mis Palabras no resuenen en este lugar ni en ningún lugar del mundo.
Será en ese momento y en esa hora, queridos hijos, que Mis mensajes e instrucciones, deberán resonar en lo profundo de sus consciencias, revivir Mis mensajes y aplicarlos en la vida diaria, aunque lo intenten todos los días y no lo consigan.
Tengo piedad por aquellos que abandonan la barca de Cristo, en este momento, y que no han comprendido, absolutamente en ningún punto de sus conciencias, lo que significa representar a Mi Hijo en la Tierra.
Mi Hijo no Me ha permitido interceder por ellos, pero seguiré orando como una buena Madre e intercesora, porque Mi Corazón siempre se colocará ante Mis hijos más perdidos para que se puedan salvar.
Aunque esta salvación no sea inmediata, aunque la salvación sea para el próximo ciclo o para la próxima raza, su Madre Celeste no desistirá y las oraciones de Sus buenos hijos, esos devotos hijos, de todos los fieles que responden a Su llamado divino y maternal, serán los frutos que Yo llevaré al Padre para poder interceder por Mis hijos perdidos y también por las causas imposibles que el ser humano en este momento planetario está comenzando a enfrentar.
Es así, queridos hijos, que hoy les abro el Manto, el Manto de la Madre Celeste, para que no solo ingresen en el nuevo tiempo, el fin del tiempo, sino que acepten vivir la gran necesidad planetaria que tienen millones de almas en este mundo y que no consiguen encontrar la luz ni tampoco verla en el Corazón de Dios.
Es por eso que nuevamente renuevo Mi oferta, no solo por cada uno de Mis hijos, por los que responden y por los que no responden, sino que renuevo Mi oferta, en este servicio eterno de la Esclava Fiel de Dios por esta humanidad y por este planeta, para que Mis hijos que estarán en los acontecimientos del fin de los tiempos y que verán cosas increíbles, tengan la fuerza de la soportación de lo que vendrá y de lo que se mostrará ante sus ojos.
Quisiera traerles en esta noche la realidad divina. Hoy les traigo la realidad interna, la transparencia de este tiempo, la verdad sobre lo que sucede porque las puertas del Universo se están cerrando.
Mientras comienza a descender la Justicia Divina, los invito a estar en el equilibrio de esa Justicia, por medio de su pensamiento, de su sentimiento, de su acción y de su palabra, para que la Ley no caiga sobre ustedes, sino que sigan siendo merecedores de la Misericordia Divina de Mi Hijo.
Porque cuando la Ley de la Justicia descienda, ella nada perdonará, porque es parte del fin de los tiempos y de la elección que ha tomado la raza de este planeta.
Pero Mi esperanza, Mi aspiración y Mi fe están en aquellos que siguen adelante y que, aun en la imperfección, en la intolerancia de estos tiempos o en la transformación de sus vidas, no dejan de responder a la Madre de Dios, sabiendo que estos últimos impulsos y apariciones son definitivas; en las que su Madre Celeste no solo extiende Sus manos hacia ustedes, sino también los cubre con Su Manto Divino para que se animen a seguir dando pasos hacia Cristo, en esta transición, en la que algunos se encontrarán muy solos para poder hacer todo lo que será necesario hacer en este tiempo.
Por eso, los invito para que en el ingreso de este nuevo año, asuman con madurez y responsabilidad sus tareas. Que se puedan apartar definitivamente de los conflictos, de los juicios y de la separación que pueda existir entre los rebaños de Cristo, porque Él los necesita unidos, siempre y para siempre; y cuando Él regrese a la Tierra, podrá así encontrar un lugar seguro y verdadero, aunque pobre y simple, para recidir en el corazón de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para poder retornar en totalidad sin encontrar impedimentos, ni fronteras para que Él pueda llegar con toda Su Consciencia y no periódicamente.
Que la Ley de la Justicia pueda permitir, por intervención de la Ley de la Divina Misericordia, la salvación de los seres más perdidos, olvidados y distraídos de esta humanidad.
Por eso seguiré adelante, aprovecharé estos últimos tiempos, estas últimas apariciones, en las que Dios Me ha autorizado hacer lo posible y lo imposible, para que las consciencias no se pierdan y sobre todo aquellos que estaban con Cristo y ahora no lo están, no pierdan sus almas para siempre en el fuego de la ilusión, en el fuego de la perdición y del infierno de esta consciencia planetaria.
Porque Yo debo justificar, uno a uno, los tesoros de Mi Hijo ante la presencia del Padre Celestial. Esos tesoros no se pueden perder ni desperdiciar porque son grandes reliquias internas que Mi Hijo ha depositado en sus corazones y almas, reliquias que vienen del Universo inmaterial y que les permitirá realizar en este tiempo agudo de la Tierra, lo que Dios necesita en el ciclo que llegará.
Es momento de tomar consciencia, hijos Míos. Es lo que Me ha pedido Mi Hijo, es lo que Él Me ha implorado, de que sean responsables, de que asuman con mayor amplitud y conocimiento lo que significa trabajar para la Madre de Dios y cumplir las promesas de Cristo en la Tierra. Porque la Ley de la Justicia no se detendrá cuando lloren, cuando se lamenten o pidan, porque el tiempo habrá terminado.
Esa es la verdad que hoy quiero traerle al mundo. Por eso, para que los corazones puedan generar más méritos en el poco tiempo que queda, no solo deben amarse a sí mismos, perdonarse y reconciliarse con Dios, y liberarse de las amarras y de las cadenas de la vida, sino deben amarse entre ustedes cada vez más con un amor mayor, con este amor que Yo les traigo desde el Cielo, para que sus consciencias crezcan en la caridad y en el bien, para que la soberbia, la indiferencia y la omisión sean disueltas de sus seres para siempre.
Los próximos tiempos que llegarán serán muy importantes. Las próximas peregrinaciones que se realizarán, oficiales o no, serán también importantes, porque en todo estará la Jerarquía trabajando ampliamente como nunca antes lo ha hecho, y usará todo el tiempo posible y toda Su consciencia para alcanzar las metas que faltan y realizar los proyectos que faltan en este ciclo que es muy corto, que hay muy poco tiempo.
Cada vez que vengan a Mí a consagrarse nuevos hijos que quieren ingresar en Mi Corazón, aunque ya lo estén, que tengan presente el compromiso que asumen, que es un compromiso espiritual, álmico e interno con Dios mismo, más allá de su Madre Celeste que los ama, que los cuida y los protege para que siempre aprendan a caminar en Cristo.
Esa debería ser la consciencia de todos los Hijos de María, esa consciencia de responsabilidad, de compromiso y de fidelidad, más allá de su Madre Celeste, con la propia Fuente inmaterial de Dios que emite Sus últimos impulsos de Gracia, de Misericordia y de redención para las almas.
Con esa consciencia, hoy llamo aquí a los que se consagrarán, para que a los pies de su Madre Celeste, de la misma forma que su Madre Celeste está a los Pies de su Padre Celestial, realicen su oferta sincera y verdadera para que ese compromiso se realice y se manifieste en este tiempo crucial.
Escuchando el himno de su consagración, prepararemos este momento de bendición y de gracia, en el que la luz de sus almas podrá emerger y espejar la flor de sus corazones, y así realizar el ofrecimiento tan merecido y tan esperado por Dios.
Que esta entrega que hoy realizarán sea una entrega por la humanidad y el planeta, por aquellos que están perdidos. Ese será el motivo principal de su consagración, de orar por los que están perdidos, por los no creyentes, por los ateos, por los que no viven ni buscan la divina vida espiritual.
Coloquen en sus oraciones a todos esos Mis hijos, para que Dios los pueda contemplar algún día, y para que más y más almas de este planeta por medio de sus oraciones y ofertas, servicios y sacrificios, entregas incondicionales y amorosas, puedan ser salvas y ser consideradas en el próximo proyecto de la nueva humanidad.
Para el nuevo año que llega, será el Cristo interno de cada ser el que deberá gobernar y dirigir sus vidas para que sus almas que han sufrido las consecuencias de otros tiempos, también puedan alcanzar la cura que esperan y la reconciliación con Dios. No le teman a la Justicia, teman no buscar la Divina Misericordia.
Que de sus corazones, almas y espíritus, siempre brote el impulso de la devoción, de la oración y del amor a Dios para que más consciencias, pueblos, culturas y naciones sean curadas por la Misericordia infinita de Dios.
Y que así, con la oferta de todos los Hijos de María, aún se mantenga la puerta abierta de las Gracias, de las Misericordias de la Madre de Dios. Amén.
Los hijos que se consagrarán, coloquen sus manos en señal de recepción y reciban, de su Madre Celeste, la bendición de la Luz Divina para que se puedan curar y sanar internamente y así renovar sus vidas en la infinita Misericordia de Dios.
Ahora, lleven sus manos hacia el corazón y díganme:
"Madre, yo Te acepto, yo Te reconozco, yo Te amo y yo Te vivo,
para que se cumpla a través de Ti y a través de mí, la Santa Voluntad de Dios.
Que la Luz poderosa del Reino de los Cielos gobierne mi alma.
Que la Luz poderosa del Reino de los Cielos me impulse a servir.
Que la Luz poderosa del Reino de los Cielos abra los caminos de mi vida
para que pueda reconocer en el próximo tiempo el Retorno de Cristo.
Que así sea.
Amén".
Y hoy les entregaré todas estas rosas bendecidas, como les he entregado a muchos hijos Míos que en la fe, en la simplicidad y en el amor respondieron a Dios.
Que esta flor que hoy les entrego sea el símbolo, para ustedes, del amor y de la belleza de la Madre de Dios, para sus corazones y para que siempre recuerden que Yo siempre estaré allí, aunque deje de venir algún día.
Y ahora, los Hijos de María que se consagraron recibirán la flor de la Madre de Dios.
Y para fundir, concretar y realizar esta oferta de sus almas para con la Madre Celestial escucharemos el Ave María de Gómez, afirmando y confirmando nuestra consagración interior.
Desde el Cielo y desde el esplendor de todo el Universo, bendigo a las almas del mundo, a todos los que están reunidos en familia fortaleciendo la unidad del proyecto de Dios, en sus hogares y en las comunidades, para que se pueda cumplir lo que Dios tanto espera.
Que esta bendición los renueve y los impulse a enfrentar con coraje y con valentía el próximo año, sabiendo que Mi mano siempre estará extendida para tomarlos fuerte y llevarlos hacia Jesús.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado y recuerden orar por las almas perdidas.
Les agradezco.
Escucho la voz de los que rezan por las familias del mundo y traen, en esta nueva Natividad, la posibilidad de que muchos hijos más reencuentren a su Cristo Interno.
Es el Cristo Interno el que en este tiempo necesitará gobernar la vida de las personas para que las almas estén libres de los conflictos y de las interferencias que Mi enemigo ocasiona para separar a las consciencias de Dios.
Por eso, el Cristo Interno es quien inspira la paz, trae la renovación y la confirmación de los votos internos que los corazones deben afirmar día a día.
El Cristo Interno trae la consciencia de poder curar la vida interna y construye, en la consciencia, el camino de ascensión hacia el Padre Celestial.
Que en esta Natividad que se aproxima, todos recuerden al Cristo Interno para que su Luz y Sabiduría los pueda llevar de la mano hacia el cumplimiento del Propósito Divino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Existen planes contrarios a que Cristo pueda nacer en cada corazón humano, planes que intentan impedir que las almas puedan tomar consciencia de su potencial cristificador.
Eso significa distraer a la consciencia para que nunca conozca las virtudes y los dones que ella misma guarda y así llevarla hacia una constante ilusión.
Por esa razón, la Jerarquía Divina enfatiza el fin de cada año como un período importante, en el que los corazones se puedan refugiar en el Espíritu de la Sagrada Familia, para poder aproximarse a esa realidad interior y crística.
Cada vez que una consciencia alcanza el contacto con su Cristo interno está permitiendo que su espíritu se aproxime a la realidad material y, así, pueda impulsarlo a dar pasos más largos en dirección al cumplimiento de la Voluntad Mayor.
Pero en ese camino de realizar la Voluntad Divina existen pruebas y dificultades para que la consciencia se fortalezca y se afirme en toda la luz que pueda surgir de su corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las almas que Yo he escogido para que Me acompañen, en Mi tarea planetaria, viven sus pruebas a fin de fortalecer su compromiso con Dios.
Por eso, las almas viven muchas transiciones y desafíos para que de ellas pueda nacer la fortaleza y el ímpetu del Cristo interno, una Luz interior que siempre los conducirá hacia la meta para que, algún día, Me puedan encontrar.
Este es el tiempo en el que toda consciencia, sobre la superficie de la Tierra, es probada para que defina, interiormente, de qué lado estará antes de que su Maestro y Señor regrese a la humanidad.
En esa confirmación puede estar presente Mi Misericordia para que el alma, que se esté definiendo, cuente con el apoyo interior de la Luz Divina.
Yo animo a Mis seguidores a que, a pesar de sus historias o de su pasado, se aferren al Poder y a la Luz del Corazón de Cristo porque allí está Dios y en Dios ustedes siempre alcanzarán la paz, aunque todo esté en transición y en definición.
Yo estoy con todos los que Me dicen “sí”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
Cuando no hablo es porque algo muy difícil está sucediendo. Mi silencio es porque el mundo no me quiere escuchar y esto va más allá de este lugar. Habló de los que no escuchan de verdad al Corazón de la Jerarquía y omiten todo el tiempo la Voluntad de Dios.
Pero con Mis ejércitos sostendré al planeta y podré darle al mundo lo que él no merecería. Por eso estoy aquí como su Abogada, como su Intercesora y Mediadora.
Tal vez no comprendan lo que les estoy diciendo, pero acojan Mis Palabras en el corazón y oren con más fervor aún para que Dios derrame Su Misericordia y no Su Justicia.
Todo lo que han hecho hasta ahora tiene un valor incalculable. Todo lo que oraron hasta ahora fue contemplado por el Padre Creador y eso va más allá de la vida material. Por eso, acojan Mis Palabras en el corazón por más que no las comprendan.
El tercer secreto de Fátima se está aproximando y lo que hasta hoy la iglesia no anunció, desobedeciendo Mi pedido, será mostrado al mundo entero de una manera inesperada para todos.
Cuando Dios envía una advertencia al mundo, como fue en Fátima, tiene una razón profundamente espiritual y desconocida para el hombre. No existe iglesia ni nación que la pueda impedir. Por eso, la confianza fue volcada en los pequeños pastores porque en almas tan puras se reveló la Presencia de Dios y Su mensaje. Pero el mundo decidió, en su mayoría, aprender a través del sufrimiento y generar sufrimiento a los demás.
La copa se está rebasando y la Sangre de Mi Hijo, que fue derramada por todos, deberá ser justificada por los orantes del mundo con su fidelidad y su absoluta incondicionalidad al pedido de Dios.
Con todo esto quiero decirles, hijos Míos, que no vengo a impartir ningún temor a sus mundos internos, sino un llamado de atención ante los acontecimientos que hoy vive el mundo y en los cuales la humanidad está sumergida completamente, en especial los más inocentes.
Que sus corazones no sean tocados por la ira, por la indiferencia, por la frustración. Que sus corazones, que principalmente sus vidas sean un ejemplo de oración, de constancia y de fe, por lo que ha de llegar al mundo en poco tiempo.
Muchos se arrepentirán por no haber escuchado y, como fue escrito en la Sagrada Biblia, muchos golpearán sus pechos clamando a Dios por una oportunidad.
Por eso, antes de ese acontecimiento vino la luna roja y la humanidad entera la pudo ver. No era un acontecimiento bonito o hermoso. Era el anuncio, el advenimiento y la preparación de la humanidad para las próximas señales que se revelarán en este ciclo.
El último sello del Apocalipsis ya está abierto. La guerra de todos contra todos no cesará. Por eso, nuevos mártires vendrán y no surgirán de la iglesia, sino entre los más inocentes, los que testimoniarán, hasta el fin de sus vidas, la Presencia de Cristo sin que nada les haga cambiar su fe y su credo.
Pero no piensen en lo que ellos sufrirán, sino piensen en lo que la humanidad aún no ha alcanzado y que para el mundo ya no es necesario derramar más sangre, así como hoy lo hacen algunas naciones del mundo, haciendo caer la injusticia sobre los inocentes, sobre los más pobres entre los pobres.
Por eso, su fe deberá redoblarse. Su entusiasmo en el compromiso deberá ampliarse y su fidelidad y obediencia deberá establecerse. Porque a pesar de que la tierra tiemble, su equilibrio deberá ser intocable, inalterable e irrefutable. Nada los deberá mover del lugar que han conquistado en el corazón de la Jerarquía.
Pero por otro lado, hijos míos, no todo será desgracia para la humanidad. Deberán volver a ver a los Cristos que una vez estuvieron con Mi Hijo y que en este tiempo final despertarán para que, finalmente, expresen su tarea y la concreción de su propósito.
La llama de Cristo en cada corazón humano resplandecerá y en el momento más agudo de la transición de la Tierra, las tribus con sus diferentes linajes, escuelas y experiencias se reunirán para ofrecerle a Dios un único camino y una única meta, que es alcanzar la Nueva Humanidad.
Es tiempo de crecer, hijos míos, de madurar en el conocimiento y de saber, profundamente, que su participación en el Plan de Dios tiene un propósito y una meta que sus vidas no podrán alterar.
De su adhesión y de la entrega de sus voluntades a la Voluntad Mayor dependerá la salvación de la humanidad. Para eso, nunca les deberá faltar ni la sabiduría ni el discernimiento, ni la atención ni la vigilancia ante los acontecimientos del mundo.
Hoy, una espada de la humanidad atraviesa Mi Corazón. Es una espada más dolorosa que la que recibí una vez, cuando supe de la entrega definitiva de Mi Hijo.
Sigan rezando por las naciones porque si las naciones no están bien, nada estará bien. Ustedes deben llegar con sus oraciones al Cielo, tocar el Corazón del Padre Celestial y consolar Su Espíritu por tantas ofensas recibidas.
Que se construya en ustedes el espíritu sagrado de la compasión. Porque será la Divina Compasión el atributo fundamental de este tiempo, para ver y participar de lo que se verá en el mundo, aunque no esté dentro del Plan de Dios. Porque la mayoría de los acontecimientos del mundo son generados por los hombres y no por el Cielo, por la falta de filiación con Dios y de comunión con lo Alto.
Pero ustedes, que han conquistado el Cristo interno, hagan valer esa preciosa Presencia por todos los que no valoran, en sí mismos, la Presencia del Cristo interior.
En honor al Nacimiento, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Mi Hijo, vengo a pedirles que durante nueve días, antes del comienzo de la Semana Santa, recen el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús para que los Cielos sean colmados por sus oraciones, a fin de que Dios tenga piedad del mundo entero y Su ira sea calmada por los coros angélicos que hoy me acompañan.
Si el mundo entero asume este trabajo de oración, verdaderamente, en vísperas de la Semana Santa, si reza con fervor y devoción Yo vendré a pedirle al mundo una vez más la consagración a Mi materno e Inmaculado Corazón para que las naciones que se dicen ser poderosas ante Dios, por intermedio de Mi Gracia, alcancen la penitencia y el arrepentimiento total de sus faltas.
Eso evitará, hijos Míos, que de una forma sorprendente e inesperada, el Ángel de la Justicia de Dios descienda a la Tierra y por orden del Altísimo y Todopoderoso derrame el poder del Trono de Dios con una potencia mayor de cientos de rayos y truenos.
Si sus oraciones llegaran al Cielo durante esos nueve días, su Abogada y Madre podrá interceder, al menos, por la cuarta parte de la humanidad porque el resto ya se definió.
Nuestra Señora bajó Su rostro y cerró Sus ojos, la acompañamos, la sentimos y la contemplamos en nuestro corazón. La apoyamos y oramos interiormente ante Su Presencia.
Mi silencio viene a pedirle lo imposible al mundo. Así como lo pedí en Fátima vengo a pedirles a ustedes que, a pesar de los acontecimientos, definitivamente se comprometan Conmigo a rezar el Rosario todos los días. Esta vez no solo por la paz, sino también por la intervención de su Divina y grandiosa Señora ante la autoridad del Padre Celestial y de todos Sus ángeles.
Los Hijos de María que hoy se consagrarán se pueden colocar de pie en donde están.
Hijos amados, nunca despreciaré sus aspiraciones. Consuelen Mi Corazón todos los días con sus ejemplos de paz, de amor y de oración por el mundo.
Hoy, no podré atenderlos directamente, pero sepan que Mi Espíritu puro e inmaculado, Espíritu que proviene de Dios y de Su Fuente, hoy está sobre sus almas para consagrarlos.
Hoy, la Madre de Dios no puede impartir Gracias, Dios no lo ha permitido, pero no es por ustedes, sino por el mundo.
La luz de Mi Corazón siempre apelará a guiarlos. Sigan Mis pasos de Sierva y de Peregrina. Yo los bendigo y los amo.
Las flores de este altar las llevarán consigo como testimonio de Mi Amor por ustedes y por sus familias.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Piedad, ven aquí.
Hoy, te estoy llamando como en otros tiempos, hija Mía, para que me ayudes a interceder ante Dios, nuestro Padre Creador, y para que, a través de tu devoción a Mi materno e Inmaculado Corazón, puedas suplicar por medio del Ave María cantada a los Tronos del Padre para que Él escuche la voz de Su Sierva. Con esta canción y esta súplica daré por finalizada hoy Mi tarea. Los espero el 8 de mayo en Fátima para que ese Reino de Amor, de Paz y de Luz imparta su intervención en el mundo. Que así sea.
Canción: Ave María.
Si todos se postraran a Mis Pies, así como lo haces tú, muchas situaciones internas y externas no sucederían o, por la intervención de Mi Amor, ya estarían resueltas.
Postrarse ante Mí no es para vanagloriarme, sino para saludar al Cristo interno que existe entre tú y Yo.
Postrarse a los Pies del Señor significa remisión y perdón de los pecados, significa una nueva oportunidad interior que surge para poder, conscientemente, transformar y elevar la consciencia.
Postrarse ante Cristo significa conocer y obedecer, incondicionalmente, a la Jerarquía, significa unirse a ella bajo cualquier circunstancia o condición.
Solo que la mayoría no se postra ante el Señor; no para Mí, sino para poder reconocer al Dios Vivo que está por encima de todos nosotros.
No postrarse ante Mí significa amplia y dura resistencia, falta de humildad para con uno mismo y para con el semejante, significa vanagloria propia y poder humano desmedido.
Pero tan solamente postrarse ante el Señor es comprender y es aceptar algo que está más allá de este Universo, es fundirse con el Propósito Divino a pesar de la distancia entre los planos, es decir “sí” sin miedo alguno y es abrirse a la redención.
¡Les agradezco por responder a Mis peticiones!
Los bendice siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Una noche de gala especial
Queridos y dulces cantores de Mi Corazón:
Hoy es una noche de gala especial, porque el Todopoderoso y todos Sus ángeles estarán atentos a las ofertas que se realizarán durante el encuentro de música.
Por esa razón, hijos Míos, hoy vengo para impulsarlos a seguir cantando y componiendo para la cura y la elevación de todo el género humano, pero no solo a eso, sino también, en esta noche de gala especial, los invito a que por medio de sus corazones y con su más sincera devoción pueda despertar y brotar de todos ustedes la chispa de la Luz Crística; una energía de Amor Superior que urgentemente necesita irradiarse al mundo y, en consecuencia, a toda la humanidad.
Que, a través de su sagrada oferta para el encuentro de hoy, sus almas puedan encenderse a través del canto y de la elevación, a fin de que todos los Cristos internos en el planeta puedan reinar y favorecer un proceso de cambio y de transformación en toda la consciencia humana.
Hijos amados, sepan que esta gala de hoy también llegará al espíritu y a la consciencia de las familias, las cuales en estos tiempos necesitan de una inmensa ayuda espiritual, ya que son el foco de la división y de las guerras entre las naciones y los pueblos.
Que, ante el advenimiento del Renacimiento de Cristo, hijos Míos, todas las familias, más allá de su condición, de su cultura, de su pueblo o de su religión, hoy puedan recibir por medio del encuentro de música la ayuda desde las esferas celestiales, las que descenderán para concebir la paz y la unidad interior, tan ansiadas por los que más sufren.
Hoy espero, queridos hijos, que sus corazones y sus voces puedan florecer y demostrar la esencia del Amor Crístico, aquel Amor que es capaz de darlo todo por amor, sin importar las consecuencias ni los resultados.
Que en esta noche de gala pueda renacer el Amor de Dios, un Amor que será el preámbulo para el próximo retorno de Cristo a la humanidad.
Les agradezco a todos los coralistas, instrumentistas y colaboradores que en este año hicieron posible el despertar de la cura y la elevación espiritual de la humanidad.
Unidos al Padre Celestial, hermanados en el Amor Crístico, hacemos votos para que en el próximo año se cumpla el Plan de Dios en la humanidad.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
En vísperas de la Natividad quiero decirles que, a partir de este momento, sus corazones estén preparados para recibir los impulsos internos que vendrán directamente de Mi Corazón, porque para este ciclo esos impulsos los colocarán en el camino de concretar y de representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Por eso, este ciclo para ustedes, significará una oportunidad de colocar toda su atención en la coyuntura verdadera que representa y no en la fiesta que popularmente se hace, año tras año.
La Natividad es una oportunidad interior de renovación de votos con el Cristo interno de cada ser, es la oportunidad de ampliar el compromiso que cada alma adquirió antes de encarnar en la Tierra.
Por eso, compañeros, la Natividad significa la aproximación de las Leyes Crísticas sobre la consciencia planetaria para toda la humanidad.
Quien, de verdad, sepa aprovechar esa coyuntura será más beneficiado, y no estará distraído con el jolgorio que el enemigo creó a través de los tiempos en esta fecha especial.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este nuevo mes que comienza, profundizaremos en la Natividad del Señor, un momento importante para que los votos con el Cristo interno de cada ser sean renovados y el compromiso con el Plan de Amor sea fortalecido.
Por eso, hijos Míos, los llamo a poner atención en este detalle de su renovación, porque, por más que, día a día, mediante la comunión con Mi Hijo ustedes también se renueven, es importante para sus almas unirse a la Sagrada Natividad del Señor, para que sus espíritus sean bendecidos con los impulsos de amor que Mi propio Hijo estará derramando por medio de estas fechas en que la humanidad entera coloca su atención en otro lugar.
Por esa razón, cuando un alma, mediante la intercesión del Divino Hijo, se ofrece a Dios y renueva sus votos, otras posibilidades se presentan para la vida planetaria y, especialmente, otras oportunidades se presentan para una humanidad muy necesitada de verdadero amor.
En esa renovación interior, en esa confirmación que Yo los invito a vivir durante esta próxima Natividad, ustedes permitirán atraer hacia la Tierra los atributos espirituales que la humanidad necesita para ser reconfigurada.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy vengo para estar cerca de aquellos que han sido constantes Conmigo, dentro de Mi Plan de Amor y de Redención por la humanidad.
Hoy vengo para estar con los Míos, con los que más prefiero para Mi Plan, pues aquí debe alzarse la Nueva Iglesia, para que nuevas almas se congreguen, bajo el espíritu de la fe y del amor.
Yo Soy su Santo Corazón de Amor, Aquel que ha venido a dar todo por todos en esta hora crucial del planeta. Por eso a mi alrededor traigo al Universo, para que puedan contemplarlo en su interior, en lo que Yo llamo de “Cristo interno”.
Hoy vengo a pedirles, compañeros, que dejen emerger su Cristo interior en este momento; la Llama crística del amor, aquella que fue depositada por Dios desde sus orígenes. Nada más importa en este momento. Que este Cristo interior pueda aparecer y sea el que gobierne sus vidas, para conducirlos por el camino de la evolución y de la paz.
A través de la oración misericordiosa que hoy han realizado, Mi Sagrado Corazón ha estado más cerca de ustedes, más de lo que imaginan. Eso significa para Dios, en Su Propósito, que en los planos internos se está dibujando el Reino de Dios en aquellas criaturas que se han autoconvocado para vivirlo, por muchas, muchas más.
Coloquen sus manos en señal de recepción, para que hoy pueda sacramentarlos a todos, sabiendo que esta bendición es la máxima que Yo puedo entregar a Mis discípulos, después de todos los Sacramentos que he instituido en el mundo. Porque ante la presencia de su Rey, todo es posible.
Quiero que los consagrados se postren en reverencia, para pedir por la humanidad ingrata, por todos sus hermanos que aún no saben encontrar la redención; para que el gran portal de la Misericordia se abra para cada uno de ellos.
Hoy vengo con un símbolo importantísimo para el mundo: con el Santo Grial, aquel que recorrió muchos espacios de esta humanidad después de Mi Resurrección.
Fue vuestro Maestro del Amor el que convocó a Sus elegidos; más de setenta y dos, para llevar adelante esta misión, hasta que el Santo Grial llegara a uno de los rincones más olvidados del mundo, en donde Mi adversario nunca lo encontraría; en donde las almas, al final de los tiempos, podrían beber de esa majestuosa energía, que es Mi Sangre glorificada y divinizada.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Maestro en este momento está colocando el Santo Grial en levitación.
Fueron siete los escogidos para esta misión, que hoy están entre ustedes y llevan estampados en sus espíritus esa experiencia. Ellos los representaron a todos ustedes, para que en los tiempos de hoy, esta coyuntura pudiera darse, en este mismo instante, en esta misma hora y bajo la congruencia de muchas estrellas y planetas.
Es así que hoy también les muestro la vida universal en esta sagrada herramienta del Santo Grial, con la cual he pedido a todos los hombres, en los confines de la Tierra, que imitaran Mi última Cena.
En este sagrado instrumento de Luz se guarda el preciosísimo código transfigurador que es capaz de liberar la condición humana para siempre.
Quiero que ustedes comprendan este misterio, compañeros, que Mi Sagrado Corazón hoy hace levitar sobre sus consciencias.
En este Sagrado Cáliz se encuentra depositada la máxima expresión del Amor de Jesús, el hombre, y del Cristo vivo, como espíritu y divinidad.
Hoy los invito internamente a beber de esta sagrada Alianza, cada uno en su oportunidad, en su despertar y en su profunda adhesión.
Este es el Cáliz de la Reparación. Dichosos los que beben de él sin cansancio, porque nunca dejarán de ser renovados por Mis códigos crísticos de Amor.
Este es el Cáliz que ahora se encuentra en el norte del planeta, vibrando en luz por las almas y por todas las consciencias creadas a imagen y semejanza de Dios.
Este es el Cáliz de la Renovación y es depositado en las manos de los simples, en los corazones puros.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Ahora Jesús está mostrando cientos de ángeles que tienen cálices en sus manos, como si se hubieran multiplicado por mil. Sobre todo este escenario, aparecen esos ángeles, glorificando al Hijo de Dios.
Los ángeles están repitiendo una frase: "Aleluya, aleluya, Él está vivo en los redimidos".
Es así como Yo vengo también a partir el pan de la fraternidad, para que coman de él, en perfecta comunión, Mi Cuerpo glorificado y divino.
Ustedes han abierto las puertas para que esto suceda. Es la puerta de sus corazones la que todo lo permite, todo lo concede y todo lo renueva, hasta el fin de los días.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Ahora Jesús está con un libro abierto entre Sus Manos,un libro abierto. Y ha dejado el pan también en levitación, al lado del Cáliz.
Él está sobre un altar celestial, rodeado de luz blanca y celeste, rodeado por todos los ángeles. Él dijo que esos ángeles son nuestros ángeles de la Guarda, que lo están honrando, que lo están alabando.
Los ángeles están diciendo: "Santo es el Nombre del Señor, para siempre. Dichosos los que viven en Él, porque nunca perderán la esperanza, hasta que Él venga en Su Gloria. Todos los seres de la Tierra sean dignos de escuchar las trompetas del Cielo; aquellas que anunciaron la venida del glorioso Rey para todo el Universo".
Los ángeles piden que los corazones se abran ante tan majestuosa Presencia.: "Adonai está aquí y Yahvé ora por ustedes, ¡Aleluya, aleluya!"
Ahora pueden dejar de postrarse, pero sigan en la misma sintonía Conmigo, pues Mi Palabra no ha terminado. Dichosos serán los que la escuchan con los oídos del corazón, en donde se siembra la Obra y se realiza en el mundo por medio de todas las almas.
Quiero que, en paz, enciendan una vela. Traigan aquí las velas de la procesión para que Yo las bendiga para cada uno de sus hermanos. Y cada uno la encenderá en este momento, para que la Gloria de Dios y Su Reino desciendan a la Tierra.
Mientras espero, alabaremos el Nombre de Dios, a través del siguiente canto: “Desciende el Supremo Amor.”
Adonai, concede a Tus hijos la Luz del mundo, la luz del mundo que fue creada por Ti en el principio y desde lo profundo de Tu esencia. Tú,todo lo manifestaste.
Adonai, que esa Luz nunca se apague en tus hijos. Que siempre la sepan encontrar en su interior, para que ellos puedan vivir en Tu Gracia y en la plenitud eterna de Tu Amor.
Adonai, recibe la ofrenda de Tus hijos que nace de lo más íntimo de cada ser.
Recibe el amor de Tus criaturas para que el Plan en la Tierra sea renovado y todos cumplan con Tu Voluntad, hasta que Tú, Padre amado, indiques la hora de Mi Retorno, en donde Yo viviré entre Tus hijos para siempre; para seguir alabándote, exaltándote y adorándote, como todo el Universo Te adora.
Que esta Luz se multiplique en las almas de toda la Tierra.
Que cada alma pueda reconocer Tu camino para que nunca se sienta perdida en las manos del mal.
Te pido, Padre Santo, que separes a Mis discípulos de la perdición.
Que cada alma encuentre el auxilio en Mi Corazón, que por todos los tiempos se dona para que las consciencias no se sientan solas en el momento de su redención.
Deposita sobre las manos de Tus hijos, que hoy Te claman, los prodigios máximos de Tu Obra.
Que cada alma, con esta Gracia, se purifique, para que finalmente alcance Tu Paz y la alianza final con Tu Divino Espíritu.
Consagra cada corazón, así como cada corazón se ofrenda en este altar celestial que hoy muestro para los Míos.
Que sus ángeles de la Guarda guíen sus pasos definitivamente para que la humanidad, como raza, sea liberada de la indiferencia planetaria y reine el amor, reine la Misericordia; para que reine la paz en cada interior.
Padre, hoy Soy Tu Sacerdote. Ofrezco Mi Corazón por Tus hijos, porque sé que muchos más pueden confiar en Mí. Y aunque no tengan la Gracia de verme, tienen la Gracia de poder sentirme en su interior.
Que todos los seres del mundo, como los hijos que hoy están aquí, a Tus pies, amen la Voluntad divina y confíen en todo lo que les he mostrado, porque en lo oculto del espíritu, se revelará el propósito para esta humanidad. Que así sea.
Usarán estas velas que he consagrado hasta que se terminen y orarán con ellas todos los días, por la intención de un semejante o por algún Reino de la Naturaleza, que también sufre la esclavitud de la humanidad. Así aprenderán a amar todo lo que Dios ha creado desde el principio de este Cosmos, en donde surgió el Propósito Mayor para que todas las almas lo vivieran hasta el fin de sus días.
Recibo en Mi altar sus plegarias de estos dos días. Póstrense ante el Señor y descansen en Mis Brazos.
Confíen en que todo saldrá bien. No tengan miedo de ser probados, porque si Yo viví la prueba por ustedes, Yo vengo a enseñarles cómo poder vencerla a través del amor.
Hoy los dignifico ante el Padre.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Él está levantando Su Mano derecha, y colocando Su Mano izquierda sobre el Corazón.
Los dignifico ante la Fuente Primordial para que retornen a Ella y así se cumpla el Proyecto Universal. Que así sea.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Los ángeles también se han postrado ante el Redentor. En Sus manos están las Llagas, casi cicatrizadas, pero se ve la carne de Sus Manos. De las Llagas sale luz. Su Corazón también se ilumina, como toda Su aura, más brillante que un sol.
Esta luz que hoy les muestro, es el Amor que Yo tengo por cada uno de ustedes, más allá de sus errores, de sus imperfecciones.
Yo fui quien dio la vida por ustedes. Seguiré dando Mi Vida hasta los últimos días, hasta que finalmente Yo sea en ustedes y ustedes en Mí.
Mientras consagro los elementos, hoy los bendeciré a cada uno de ustedes, como también a aquellos que los recibirán.
Quiero que Me canten una canción, que es universalmente ecuménica, en donde las almas pueden sentirse exaltadas en un profundo gozo, con sus ángeles de la Guarda.
Hoy vengo a decirles compañeros, que son más que dos y que a través de este Sacramento, no solo se cumple Mi Profecía; también son regenerados con la Fuente de Amor que se expresa a través de este Sacramento..
Nunca se cansen de alabar a Dios, así como lo hacen en este momento. Ustedes no imaginan cuántas penas se borran en sus corazones, cuántos sufrimientos son liberados cuando sus corazones se abren para reconocer el amor que palpita en todo el Universo. Sean dichosos por este amor y así vivirán la paz para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mientras Me elevo, sigan cantando.
Mis queridos hijos:
¡Despierten! Vean a vuestra Madre Celeste en una gran misión planetaria junto a los misioneros de la paz, los que junto a Mí se preparan para atender a las más grandes necesidades de amor y de servicio en Turquía.
Es por eso, que vuestra Madre Celeste, junto con los misioneros de la paz, se dirige hacia uno de los lugares más lejanos de Medio Oriente, para llevar adelante un importante rescate esencial de las almas que necesitan conocer Mi Paz.
De esa forma, hijos Míos, los misioneros de la paz deberán irradiar, hacia los más pequeños y olvidados, el espíritu de paternidad y de maternidad.
En esta próxima segunda etapa de la misión humanitaria, Mis misioneros comenzarán a ingresar al verdadero campo de refugiados, aquel que se proyecta en la consciencia planetaria de los desamparados y de los marginados, porque en verdad, queridos hijos, el total abandono y el exilio se vive en el espíritu de cada ser.
Esta próxima etapa demandará que los misioneros de la paz estén ante los resultados internos de la crueldad humana, algo que irán descubriendo bajo Mi santa guía a medida que transcurra la misión en las diferentes regiones de Turquía.
Estambul será la etapa final más dura, porque Mis misioneros verán el ápice de un gran exilio humano.
El servicio a los niños requerirá de la atención espiritual, moral y física a los más pequeños, los que a través de las guerras o de la pérdida de sus familiares, perdieron la alegría de vivir o el por qué estar en este mundo.
El amor paterno y materno de cada misionero será imprescindible, por eso, queridos hijos, Yo los invito a que todos consideren esta parte de la misión como importante, porque los misioneros deberán unirse a los cristos internos de cada pequeño hijo Mío, así Yo les estaré mostrando, a Mis hijas misioneras de la paz, dónde está la necesidad del mayor amor maternal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, quiero que todos Me canten el Ave María. Estoy aquí para escucharlos.
Liberen sus culpas y abran sus corazones. Yo soy su Madre, la Reina de la Paz.
Eleven sus velas como una señal de paz para el mundo. Hoy vengo a rezar por ustedes y por la humanidad, a desatar los nudos que impiden la liberación de Mis hijos.
Escuchen Mi Corazón, Él es su único refugio.
Estoy aquí, acogiendo sus súplicas, hijos Míos, y las de sus familias; entréguenmelas todas.
Ahora, hijos Míos, escuchen Mi Mensaje.
El enemigo teme Mi poder, porque lo desconoce profundamente. El poder que Yo tengo es el del Amor, aquel que vence a todo mal, convierte a todo corazón y transforma a toda una vida.
Busquen en este tiempo tan difícil el poder de Mi Amor, que es el Amor misericordioso de Mi Hijo, que Yo derramo a través de Mi Corazón Inmaculado para todos.
Abran las puertas de sus corazones y vidas, y busquen la esencia de Mi Amor maternal. Yo espero depositarlo en cada uno de ustedes, como en cada momento de oración que sus labios comparten con Mi voz.
Hoy, Soy recibida con alegría y regocijo, y eso alivia mucho a Mi Corazón ante las faltas graves que comete la humanidad entera.
Depositen en Mi Corazón Inmaculado sus aspiraciones. Dios desea hacerlos vivir cosas nuevas, cosas transformadoras que no reconocerán en ustedes mismos.
Por eso, será a través de la esencia de Mi Amor y de la potestad de Mi poder celestial que sus vidas se liberarán pronto; alcanzarán la cura que tanto buscan espiritualmente y estarán muy cerca de Mi Corazón, en el regazo de Mis brazos maternales, donde siempre Yo los quiero tener para poder observarlos, consolarlos y entregarles Mi Amor purísimo.
Ustedes, hijos Míos, pueden ser chispas de Mi Corazón Inmaculado. Vean cuántas chispas ya se encendieron a través de los Hijos de María. Busquen la consagración de sus vidas.
No teman por lo que los perturbe o los pueda inquietar. Mi Corazón siempre los protegerá.
Yo vengo a aliviar sus dolores y faltas. Vengo a entregarles el manantial de Mi cura divina, pero necesito corazones depositarios de Mi Verdad, de Mi Amor y de Mi oración.
Así, poco a poco, hijos Míos, como si nadie lo percibiera, el mundo se irá transformando internamente. La semilla interior de todas las almas, que es la Luz Divina de Dios, se está apagando en muchos corazones.
Por medio de Mi promesa ante el Creador, Yo vengo a reencender sus espíritus para que alcancen el camino inmaculado, el camino sagrado que siempre los llevará a vivir la redención, la redención a través de Mi Hijo Jesús. Él ardientemente los espera en la hora de Su infinita Misericordia para que todas las almas del mundo puedan reconocer la fuente de Su Amor, que todavía sigue siendo derramado sobre el mundo, aunque la Justicia ya esté actuando.
Busquen el manantial de Mi Hijo. Busquen Su Misericordia y Su Compasión. Ya no se lamenten más por sus vidas, dejen de padecer sus propios dolores. Coloquen sus manos en servicio y caridad, así alegrarán el Corazón del Padre Celestial; porque Él, desde Su Reino Mayor, verá a los soles brillando en todo este firmamento planetario.
Yo vengo a despertar su corazón misionero, su ansia por servir y por donarse, por perdonar y por amar.
La humanidad ha olvidado la esencia del perdón. Por eso, Yo vengo en esta noche a su encuentro porque, a partir del primer momento en el que Yo aparecí para ustedes en esta noche, sus almas y corazones Me entregaron lo que aún no han perdonado.
Mi Corazón transforma todas las cosas. Mi Corazón es Ley divina de Paz y Amor. Anímense a perdonar aquello que no han perdonado. Hijos amados, están a tiempo de poder hacerlo.
Mi Corazón siempre los socorrerá. Yo nunca los dejaré solos mientras oren Conmigo a través de la oración del corazón.
Refuercen sus súplicas al Cielo. Los Ángeles de su Guarda están disponibles para servirlos. ¿Quién los escuchará? ¿Quién percibirá su invisible presencia?
Hay muchos ángeles que están siendo sometidos, principalmente en estas grandes ciudades, porque no consiguen llevar las almas hacia el Amor de Dios porque son amarrados por las vidas de los hombres. Y cada vez que Yo vengo a este lugar, como a cada ciudad que Yo visito, Mi Corazón los libera y los lleva al Cielo, para que los Ángeles de la Guarda de todas las almas de la Tierra puedan renovar el principio de su misión y volver a servirlos en la simplicidad, en la caridad y en el amor.
No solo vengo a verlos a ustedes, sino a cada uno de sus ángeles; los ángeles que están perdidos en esta ciudad y que necesitan de todas sus oraciones, hijos Míos, para que ellos mismos puedan ser liberados y alcancen a transformar la vida de todos los seres, que está muy perdida.
Pero Mi Corazón hoy fue consolado por sus corazones. Puedo reflejar hacia sus vidas Mi sonrisa de Luz. Eso siempre Me calmará, porque veo corazones consecuentes y disponibles, en cualquier horario y lugar, para responder a Mi llamado a la oración, al servicio y también a la transmutación.
Queridos hijos, amados hijos, guarden Mis Palabras en sus corazones.
Yo vengo en esta hora tan difícil a trabajar con Mi Amor en cada uno de sus corazones, para que ellos puedan fortalecerse para los tiempos que llegarán, porque deberán estar preparados para el Retorno de Cristo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Aquellos que responden a Mi llamado, representan a la esperanza de Mi Inmaculado Corazón. Porque aunque este mundo, hijos Míos, muchas veces parezca irreversible ante la oscuridad que en él habita; cuando llego al mundo y encuentro corazones que oran, que encienden la llama de la devoción en lo profundo de sus esencias, abro una puerta al Trono de Dios, y así le muestro al Creador cómo la humanidad todavía genera méritos para la salvación de este planeta y de los Reinos de la Naturaleza.
Pero, en esta noche, les digo que el mundo aún necesita mucho de su auxilio, de que oren perpetuamente. Que, así como oran cuando están ante Mí o cuando preparan el camino para Mi llegada a la Tierra, de esa forma deberían orar todos los días; porque siempre que oran verdaderamente con el corazón, encuentro una oportunidad de venir al mundo. Y, aunque no me vean, podrán sentir Mi Corazón, porque Yo estaré próxima a ustedes, llevando sus oraciones al Señor, como méritos de la humanidad para la salvación de tantas almas que están perdidas.
No se imaginan, hijos Míos, que el gran dolor del Señor puede ser aliviado por tan pequeñas oraciones. Así, verán que no es mucho lo que les pido, les pido pequeños esfuerzos, sin embargo sinceros y verdaderos.
Por eso, en esta noche, les hago un nuevo pedido: quiero ver en esta casa un punto de Luz para el mundo. Y, así como hoy están aquí, les pido que encuentren un espacio en sus vidas para no dejar que se pierda la fortaleza que estoy construyendo en este lugar y que debe ser construida con el esfuerzo de cada uno de ustedes.
De la misma forma, hijos Míos, necesito que cada Centro Mariano sea ayudado por los Hijos de María y por todos aquellos que sienten en su corazón responder a este llamado.
Dios necesita ver el esfuerzo de los hombres para equilibrar toda la indiferencia que existe en el mundo. El mal se esfuerza día y noche, hijos Míos, para expandir su reinado en el planeta. Y, ¿adónde estarán los soldados de Cristo que, por medio de la oración, del servicio y de la caridad, deberán expandir una nueva Luz en el mundo, que encienda los abismos, que ilumine a las esencias de todos los seres, que rescate a los Reinos de la Naturaleza, que están tan perdidos?
Este es Mi último llamado. Estoy haciendo, hijos Míos, todos los esfuerzos que puedo. Todos los días, Me arrodillo ante el Señor, ofreciéndole todo lo que tengo, hasta la más pura Rosa de Mi Corazón por la salvación de la humanidad. Mas, el Señor Me pide que venga al mundo y despierte al corazón de los hombres; porque no solo Mi Corazón Divino deberá clamar, también el corazón humano deberá elevar al Cielo diariamente su clamor, así como hizo el Hijo de Dios; para que, por medio del sacrificio y de la entrega de sus vidas, la Misericordia pueda volver a derramarse sobre este mundo.
Escuchen Mi llamado, hijos Míos, que con tanto Amor ingresa en sus seres. Mi Paz retorna al mundo por medio de sus vidas y se debe expandir en cada espacio de este planeta a través de sus corazones, de la pacificación que realizarán en sus familias, en sus hogares, en sus trabajos, en la vida diaria de cada uno de ustedes. Quiero estar con ustedes no solamente en la oración, sino también en el servicio y en cada pequeña acción diaria.
No se olviden, Mis queridos, de que cada pequeño acto de sus vidas es una oportunidad para generar méritos ante Dios para la salvación de muchas almas que no la merecen, pero que la necesitan.
Hoy, mientras este lugar, esta ciudad, se pierde en las ilusiones, en los festejos, quiero que clamen por todos aquellos que no escuchan Mi Voz, por todos aquellos que no Me conocen; porque así, hijos Míos, Mi Manto no solo se expandirá en este lugar, sino también en toda esta nación y en este mundo.
Oren Conmigo por la paz en cada instante de sus vidas. Yo siempre los aguardo y siempre los escucharé.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
El Universo de Dios les dio esta casa para que aprendan a servir, a amar y a perdonar.
Llegó la hora, hijos Míos, de que renueven este espacio sagrado, porque aquí los Cristos internos deben despertar por medio de la redención y de la paz.
Veo, queridos hijos, que Me han donado un corazón de rosas. Que al final de este encuentro entreguen una parte de Mi Corazón a cada alma para que vean, en este símbolo, la infinita expresión de Mi Amor por todo el mundo, por esta humanidad y por cada una de las almas.
Sigan rezando por las almas que se pierden, principalmente por las que son mutiladas y sufren las consecuencias del enemigo. Mi Corazón, por medio de sus sinceras oraciones, socorrerá al mundo y siempre lo librará de todo mal; pues llegó la hora, hijos amados, de que los soldados se pongan a trabajar y formen los ejércitos de Luz en el cenáculo predilecto de Mi oración.
Me retiro de aquí con alegría. Mis ojos alumbran sus caminos.
Sigan transformando sus corazones con la paciencia. Yo siempre los guiaré, hijos amados.
Nuevamente les pido que, en honor a Dios, el Creador, y por todos los que sufren, canten a Mi Corazón. Así, Yo elevaré al Trono del Padre sus dulces voces, que deben ser voces de amor que expresen las gracias y el amor al Creador.
Les agradezco, hijos amados, por responder a Mi llamado.
Recen, recen mucho, no se olviden de orar, ustedes lo necesitan y el mundo también. Así, permitirán que Yo vuelva aquí para bendecirlos.
Y mientras Me cantan, eleven sus rosarios para que Yo los pueda bendecir con la señal luminosa de la Cruz de Mi Hijo.
Yo bendigo estos elementos sagrados e inmaculados que proporcionan la Luz y la conversión a las almas, con el permiso celestial de Dios y con la intercesión de Mi Hijo amado, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Nuestra Señora”.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Les pido que se levanten y que canten, porque así consagraré cada una de sus almas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Estoy presente escuchando sus voces, abriendo las puertas de Cielo para los corazones que sufren.
Cántenme con más amor y con fe.
Los vuelvo a bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Caminen Conmigo.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bien, vamos a compartir con ustedes algunas cosas que han sucedido y algunos pedidos de Nuestra Señora.
Vamos a pedirle primero a Fray Elías que comparta aquellas cosas que Nuestra Señora nos pidió.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cada encuentro con María es una renovación para nuestras vidas. Ella llegó aquí como la Reina de la Paz, vistiendo Su Manto azul, Su túnica celeste clara con un cinturón azul, descalza, rezando por cada uno de nosotros. A medida que nosotros íbamos orando, un hilo de Luz fue descendiendo sobre la ciudad de Rio de Janeiro, todo lo que estaba oscuro alrededor comenzó a ser absorbido por ese canal de Luz, y dentro de ese movimiento estaban muchas almas que también fueron liberadas por los ángeles que acompañaban a nuestra Madre.
Cuando Nuestra Señora nombró a nuestros Ángeles de la Guarda, por algunos minutos, cada uno de nuestros ángeles se manifestaron y éramos muchos más de los que estábamos presentes. Los Ángeles de la Guarda, de cada uno de nosotros, agradecieron el que Nuestra Señora haya respondido por ellos, porque ellos son serviciales permanentemente.
Cuando estábamos entonando el cántico, ahora al final, apareció la manifestación de Nuestra Señora María Auxiliadora, llevando al Niño Jesús en Sus brazos, que se manifestó fuertemente, abrió Sus Brazos, mostró Su pequeño Corazón y dijo: “Yo siempre reinaré”.
Después, Nuestra Señora mostró Su Corona, que no era una Corona propia de Ella, sino que Ella decía que hoy nosotros la coronamos con nuestro amor.
Ella hizo dos pedidos importantes, que para que este nuevo ciclo de la “Casa do Cristo do Bem” pueda continuar no solo a través de los grupos de oración, sino en la tarea de servicio que siempre cumplió esta Casa, la Madre Divina dice que debemos renovar y acoger a las almas, porque hay muchas, muchas almas aquí, en esta ciudad, decía María, que necesitan despertar su Cristo interno. Y Ella estableció aquí una bendición especial para que eso pueda suceder y María nos decía que eso sucederá a través del acto de nuestro servicio.
Ella se comprometió a acompañarnos en esta tarea del “Cristo do Bem” y Su pedido fue que aquí se manifestara la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
Ella consagró este espacio donde está el altar para colocar la imagen, como está en varios Centro Marianos, la imagen blanca que lleva el rosario entre Sus manos; y también esa imagen estará en el Centro Mariano del Niño Rey, porque Ella siempre dijo que será la Portera de nuestras casas.
Madre María Shimani de Montserrat:
Y, cumpliendo con un pedido de Nuestra Señora, vamos a revelarles un nuevo ciclo que vamos a vivir con Ella.
Ayer, cuando estábamos haciendo una oración en el Centro Mariano del Niño Rey, en la liturgia, sorpresivamente Nuestra Señora apareció y Ella nos mostró algo bien importante, Ella nos mostró cómo comenzará a aparecer en este ciclo de la humanidad.
Ella nos dijo que le pidió a Dios, un pedido especial de fin de ciclo, porque Ella necesita recoger todos nuestros corazones en Su Corazón; y Ella va a hacer un último intento por esta humanidad, porque las cosas cada vez se ponen más difíciles y el dolor más grande de Nuestra Señora y de Cristo es que la humanidad está rechazando la Misericordia.
La humanidad no presta atención al llamado de los Mensajeros Divinos y le da la espalda a las Gracias de Dios. Por eso, Nuestra Señora va hacer Su último intento maternal y vamos a leer ahora la experiencia que Fray Elías vivió ayer, en donde está descripta la nueva Presencia de Nuestra Señora y lo que Nuestra Señora hará con nosotros durante todo este próximo año.
La Hermana Lucía de Jesús lee el relato sobre la Aparición extraordinaria de María, Rosa de la Paz, del 27 de febrero de 2015, durante una oración reservada de los consagrados de la Orden Gracia Misericordia, en el Centro Mariano del Niño Rey, Teresópolis, Rio de Janeiro, Brasil.
Madre María Shimani de Montserrat:
La rosa que nos ofrece María es el símbolo espiritual de Su Concepción. Diríamos así, que cuando Dios concibió el Espíritu de María, a través de Su Pensamiento y de Su Amor, Él materializó una rosa blanca, que sería el símbolo de la Pureza Original.
Por eso, María hoy ofrece a toda la humanidad lo más apreciado que como Consciencia posee, aquello que Dios concibió para Su Espíritu en el origen, es lo último que le queda.
Por eso, tenemos que tener bien presente la urgencia que María tiene porque nosotros escuchemos Su llamado. Ella ya se ha despojado de todo, hasta de lo más puro que posee, que Dios le ha entregado desde Su Origen. Por eso, es muy importante que nosotros podamos responder al llamado de María.
A partir de mañana, 1 de marzo, todos los días María descenderá sobre el planeta para entregar nuevamente un Mensaje diario con Sus Instrucciones, Su llamado de Amor para el rescate de toda esta humanidad. Así, estaremos atentos para poder recibir esa Gracia de Nuestra Señora y poderla acompañar en este ciclo para que, como Ella dice, Dios pueda ver que esta humanidad todavía es rescatable y podamos mostrarle a Nuestro Señor de que Sus ángeles no tengan necesidad de enviar Su Justicia.
Así, los invitamos a todos a estar atentos a partir de mañana; en realidad más atentos para que todos podamos compartir este nuevo ciclo que seguramente será un impacto importante para la consciencia planetaria; porque como hemos podido ver, en este último tiempo, nuestra Madre ha sido bien directa y nos ha dicho muchas verdades, porque Ella considera que ya somos hijos adultos y que necesitamos saber sobre las verdades de este mundo.
Entonces, para todos, buena atención a partir de mañana, o más atención. Vamos a despedirnos cantando como hacemos siempre y nosotros, personalmente, les queremos agradecer a todos el calor del corazón que hoy pudimos vivir aquí.
Canción: “Misericordia, María”.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más