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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ríos de sangre inundan la superficie de la Tierra; así como este océano, frente a sus ojos, inunda la vida.
¿Quién se hará cargo del precio de la inocencia que fue destruida?
¿Quién se hará cargo, hijos Míos, después de que la Preciosa Sangre de Mi Hijo fue derramada, gota a gota, para poder redimir y salvar al mundo?
Hoy, Yo vengo hasta Rusia, también como la Madre de esta nación, que tiene otro Propósito Espiritual y no el que está manifestando en estos tiempos.
Si todas las naciones del mundo hubieran cumplido su Propósito Espiritual desde el principio, les aseguro, hijos Míos, que no existiría la guerra, el hambre, el exilio ni la impunidad.
Pero este Proyecto de Dios, en la superficie de la Tierra, se desvió del camino que estaba previsto. Por eso, Dios Padre nos envía al mundo como Sus Mensajeros a despertar la consciencia de la humanidad.
¿Cuánto más deberá suceder en esta superficie, hijos Míos, para que algo cambie en el ser humano?
Aunque la mayoría no tiene la responsabilidad de las decisiones equivocadas que toman muy pocos y que repercuten en millones de almas en el mundo, Yo les pido, Mis amados hijos, que su escuela profunda de oración, en estos tiempos críticos y desafiantes, se profundice aún más, para que esta escuela de oración, que es una invocación permanente al Reino de los Cielos, pueda tocar el Corazón de Dios, un Corazón ofendido y lastimado por Sus Hijos.
Pero Yo vengo a ofrecerle al mundo el Relicario de Mi Corazón Inmaculado para que las almas ingresen a Dios a través de Mi Corazón, y las situaciones difíciles y complejas que se viven en estos tiempos puedan ser reparadas por la oferta de las almas buenas, de las almas que buscan a Dios incesantemente, de las almas que viven el don del Temor de Dios, no como una justicia, sino como la imperiosa necesidad de estar en Él y por Él, sirviendo en esta superficie de la Tierra.
Aún las armas siguen siendo activadas. Aún los hombres viven en la guerra, y las almas que, en esta superficie, están bajo esas difíciles condiciones de vida, se atemorizan y se aterrorizan por lo que escuchan y por lo que ven, día a día; desde Mis hijos más pequeños que son los más inocentes y puros, hasta Mis hijos más adultos y ancianos que están sometidos por la soberbia y por el poder de unos pocos.
Infelizmente, en este mundo existe una red infernal que condiciona a muchas poblaciones del planeta; pero esto no podrá seguir así, hijos Míos, porque los signos del parto planetario siguen aumentando. La Tierra seguirá temblando, los volcanes seguirán erupcionando, la naturaleza mostrará su furia y su poder por no haber sido cuidada y respetada.
¿Ustedes se imaginan, hijos Míos, tan solo por un momento, cuántos estarán bajo esta condición?
Solo nos resta orar de corazón y de verdad, sin permitir que ni un solo día deje de ser permeado por la luz de la oración.
Como Madre de la oración perpetua, que reza por todos Sus hijos del mundo; como Madre de la Misericordia, ante tantas injusticias y errores; como Reina de la Paz, ante tantos conflictos y guerras que son cometidos; Yo vengo a pedirles, hijos Míos, una vez más, que atiendan al apelo de Mi Corazón, porque les aseguro, queridos hijos, que muy pocos están preparados para el final de los tiempos; tan pocos están preparados como el número de ángeles que hoy Me acompañan.
¿Comprenden la urgencia de estos tiempos?
No vengo a darles temor ni miedo, porque eso no es de Dios. Hoy, vengo a rogar, de rodillas, para que Rusia se convierta a Mi Corazón Inmaculado, para que no se cumpla el Tercer Secreto de Fátima, para que la maldad y la impunidad no se siga expandiendo en el mundo.
Mi Corazón Espinado es presionado por las espinas del dolor de Mis hijos y Mi Corazón derrama la Sangre en este día, así como Mi Hijo derramó Su Sangre en la Cruz.
Que esta Sangre, que derrama el Corazón Inmaculado de María, sea reparada por la oración sincera de Sus hijos, los que ya saben que orar no es una obligación, los que ya saben que orar es una necesidad y una emergencia, porque bajo la luz de la oración estarán protegidos y amparados por Mi Manto de Luz inmaterial y universal.
Mis Manos hoy no dan abasto para ayudar a todos los que necesitan. Las huestes de Luz, sagrados ángeles del Padre Eterno, tampoco dan abasto para atender tantas emergencias y necesidades que no son solo físicas, sino también son espirituales, porque las necesidades espirituales son las más urgentes.
¿Quién se decidirá a dar el paso para asumir, junto con la Madre de los Dolores, esta cruz planetaria?
¿Quién ya no se distanciará más de la cruz y será el nuevo cireneo que, a través del silencio, de la persistencia y de la fe, cargará junto con Mi Hijo todos los pecados del mundo, con la ardiente aspiración de ayudar al Señor?
¿Quién se decidirá, de una vez y para siempre, a ser un espejo de la oración en la Tierra, a entender que ya no es el tiempo del egoísmo y del individualismo, a entender que ya es el tiempo y ya es la hora del “nosotros”, en los que vibra toda la Hermandad Celestial?
Con pesar, los errores seguirán siendo cometidos en el mundo, y esto será así hasta que Mi Hijo retorne. Él lo sabe. Él lo observa en Su más absoluto silencio; pero Su Amor no juzga, Su Mente no cuestiona, Su Gobierno Espiritual no presiona, Su Luz irradia, Su Compasión se establece más allá de las fronteras de este plano material.
Pero no pierdan la fe, afirmen en ustedes la Divina Esperanza. El mundo necesitará, cada día más, que existan buenos instrumentos de Dios, para que Su Amor se deposite y Su Luz se derrame en todos los tabernáculos de la Tierra, que son las almas sinceras que se ofrecen para entrar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en la ciencia sagrada de los Sacramentos y de la sublime adoración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Que todos los Santísimos se abran, en estos tiempos, para que la Luz de Cristo se multiplique en el mundo, para que el equilibrio se establezca, para que la paz colme los espacios y las consciencias.
Como Madre de Rusia, les pido que oren por la religión de este país, tristemente condicionada, vacía de espíritu por sus compromisos que no son con Dios. Muchas, pero muchas almas dependen de esto.
Ahora, ¿entienden Mi aflicción? Ahora, ¿sienten Mi Corazón?
Les agradeceré por atender a Mis pedidos espirituales, porque no tienen que hacer nada diferente de lo que ya hacen. Solo deben ser más conscientes de la realidad y del tiempo de emergencia, para que las naciones no se sigan comprometiendo con el mal y para que millones de personas no estén bajo esta condición.
Yo vengo a pedirles, una vez más, que oren por la consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado.
Hoy, vengo aquí a dar este Mensaje especial porque Dios Me lo ha permitido. Haré todo lo que sea posible y un poco más por Mis hijos, a fin de que no pierdan la paz y la unidad con el Padre Eterno.
Ahora, su Madre Celeste se recogerá en el silencio y, así, invita a Sus hijos a recogerse en el sagrado silencio, para que Mis Palabras no pasen desapercibidas ni las almas las olviden de un momento para otro, porque es Dios que Me envía a dar este Mensaje, es la Voz de Dios que resuena a través de Mis Palabras y de Mis Labios, para que Su Amor haga eco en el mundo.
Les agradezco por estar hoy aquí Conmigo, en este lugar, rezando de rodillas junto con la Madre de Dios.
Que el Amor y la Luz de Mi Hijo los bendiga a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos Míos:
Será por la cruz que cada uno acepte, que Mi Purísimo Corazón triunfará en el mundo y logrará la victoria en todas las almas que nunca clamaron por Dios, porque Yo las rescataré.
El triunfo de su propia cruz es posible. El camino que ustedes deben realizar les promete una transformación profunda y rápida en estos tiempos.
Hijos, no teman cargar con su propia cruz, con la cruz de su entrega, de su esfuerzo y de su constante caridad. Carguen con su cruz con ánimo y valentía para que pronto el mundo y la humanidad se libren del error.
La cruz para los que se consagran en el fin de los tiempos no tiene fin porque es una cruz espiritual plena en ofrenda y sacrificio por todos los que no llevan su propia cruz.
Hijos, les parecerá imposible lo que les digo, pero el mundo deberá ser purificado también por la cruz que todos acepten cargar sin miedo.
El amigo cirineo ahora será Jesús, el Rey, quien cargó la peor Cruz por todos ustedes. Pero Él en Su infinita sabiduría compartirá con los suyos la gran cruz del mundo para que así las almas se puedan salvar.
Siéntete digno de recibir esta Gracia de poder compartir con tus hermanos una cruz que la mayoría no quiere cargar por sí mismo. La cruz no será sufrimiento, sino que será el motivo de que tu corazón y tu vida alivien el peso que ocasiona la humanidad a todo el universo.
No te sientas solo en todo este trayecto de cargar con la cruz, sabes que a tu lado están los ángeles y los arcángeles que aliviarán todo el mal que ocasiona el adversario.
Si Jesús venció en la Cruz, ustedes, Mis hijos, deberán vencer mediante una entrega mayor. La cruz de la humanidad pertenece a todos; quien acepta el camino de la consagración, acepta tomar una parte de esa cruz para que la sagrada victoria ocurra en los demás, en los más pecadores y en los más perdidos. Eso fue lo que Mi Hijo hizo por todos, tomó la cruz del mundo y la cargó en su espalda, silenciosamente e hizo triunfar el Proyecto Redentor del Creador.
Ustedes, Mis niños, no tendrán una cruz tan pesada como la que tuvo el Rey. Ustedes podrán abrazar todo lo que el Padre les envíe, así como Jesús abrazó la Cruz. No será todo belleza para los autoconvocados, porque al tomar una parte de la cruz deberán ver el sentido oculto de la misma en estos tiempos.
Hijos, no les hablo de sufrimiento ni de grandes sacrificios, les hablo de aceptar los tiempos de renuncia, los tiempos de entrega, los tiempos de una confianza mayor en la Voluntad del Padre, sin juicios ni comentarios.
Aceptar la cruz de la Voluntad Infinita no es resignarse, sino que es abrir el corazón y el alma para comprender los misterios del Cielo y de todo el universo más allá de sí mismo, más allá de la comprensión mental.
Mis niños, han visto la crueldad humana en este mundo de hoy, han comprendido la indiferencia y han pasado por fuertes experiencias. Ahora que la misión en Turquía finalizará su primera etapa, eso no significa que todo estará resuelto en esta humanidad.
¿Quién compartirá el dolor del semejante o al menos el dolor de quien tienen a su lado todo el día?
¿Quién amará por encima de sí el llamado divino y responderá sin condiciones?
¿Quién aceptará en esta hora la cruz del mundo para que todo el dolor sea aliviado?
Ahora sé, Mis hijos amados, que muchos de ustedes nunca querrían escuchar hablar de sacrificio ni de cruz. Pero llegó el momento, los 144 000 están convocados por la Madre del Mundo para ayudar a cargar la cruz de la humanidad, la cruz del odio, la cruz de la indiferencia, la cruz de la falta de amor.
Los 144 000 están siendo llamados para cargar con la cruz de todos los Reinos de la Naturaleza; están siendo llamados para cargar con la cruz del Reino Mineral, totalmente ultrajado; con la cruz del Reino Vegetal, totalmente devastado; con la cruz del Reino Animal, totalmente mutilado; con la cruz de los Reinos Dévico y Angélico, totalmente desplazados del aura de los Reinos Menores.
¿Quién amará esa cruz, así como Mi Hijo los amó a todos ustedes?
Sus universos internos estarán siendo removidos, y sus espíritus recibirán la Gracia de definirse.
Seguir a la Madre de Dios no es solo ser colmado por la Misericordia y por la Gracia, servir a la Madre del Sol significa disponerse día y noche para ayudar en lo que sea necesario. Así, hijos Míos, algún día aprenderán a amar el plan más allá del propio sentir, más allá de sus familias y de sus hábitos, más allá de esta humanidad y de este mundo.
Amar la cruz que el Padre hoy les ofrece es aprender día a día a amar el Plan de Dios y toda Su Obra creadora en otras dimensiones.
Los seres humanos hoy están siendo llamados para que abandonen en este tiempo crucial todas sus preferencias y vivan el Plan de Dios, así como la Sagrada Familia lo vivió por cada uno de los Reinos creados.
¿Quién aceptará este ofrecimiento con sabiduría y discernimiento?
Todos en este momento están tomados de Mis manos para aprender a caminar como niños hacia una entrega mayor y verdadera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la verdadera realidad planetaria,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Hijos Míos:
Como Reina y Madre de la Paz, hoy los invito a buscar en vuestros corazones la unión interna con Jesús para que, mediante la oración, ustedes ayuden a Mi Hijo a llevar la cruz del mundo.
Como el cireneo, carguen por amor con el dolor del mundo. Que vuestra oración sea el alimento que todo lo sacie y sea el agua que quite la sed de muchos de Mis hijos.
Hoy quiero decirles que la cruz de la humanidad debe ser apoyada en la perseverancia de los grupos de oración que, unidos al Santísimo Corazón de Jesús, cumplan con el llamado de aliviar el Corazón de Cristo.
Una pequeña parte de vuestras vidas, mediante la oración, y como un servicio, puede colaborar con el prójimo. Hoy Me refiero, queridos hijos, al estado interior de donarse a los otros. Ese estado interior les permitirá reconocer la humildad que es necesario vivir en estos tiempos. Por la falta de humildad en el corazón humano muchos acontecimientos se desarrollan, eventos que condicionan el caminar armonioso de Mis hijos.
Por eso, buscando en ustedes a Jesús, el Amor Redentor, hallarán la esencia de la donación, y cuando esa donación sea un ejercicio diario, junto a la oración, vuestros corazones comenzarán a vislumbrar la Luz de la humildad.
Ese camino de humildad, de vacío de sí, todos Mis hijos están siendo llamados a vivirlo, por amor a Dios y por la reparación de los grandes conflictos y de la soberbia que vive la humanidad, en la que poco se aman los unos a los otros.
Queridos hijos, los estoy llamando a formarse como buenos instrumentos de Dios para que vuestro Sumo Sacerdote, Jesús, pueda verter Sus Gracias Misericordiosas sobre los corazones puros y sobre los corazones caídos.
Es hora de estar en Jesús todos los días.
Oremos.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más