Viernes, 25 de diciembre de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Como Sagrada Familia, vinimos para animar a la humanidad a que responda al Llamado de Dios y a que cumpla Su Santa Voluntad.

Como Sagrada Familia, invitamos al mundo a que aprenda de la pureza de los niños y a dejar que ellos les enseñen cómo encontrar a Dios.

Como Sagrada Familia los incentivamos a que abran sus corazones para vivenciar los misterios que trascienden, absolutamente, la comprensión humana y transforman por completo todo lo que conocen sobre la vida en la Tierra e, incluso, sobre sí mismos, abriéndoles los ojos para lo que son en realidad. 

Como Sagrada Familia los animamos a que ofrezcan sus almas como instrumentos de Dios, a que venzan el miedo de perder las cosas del mundo e incluso a sí mismos, porque todo lo que guardan como tesoros, ya sea el modo de vivir, cosas materiales o relaciones afectivas de cualquier tipo, como también lo que  conocen de la propia vida, todo eso pasará con un soplo de la Justicia Divina, mientras que la vivencia de la Verdad fortalece el poder y la acción de la Misericordia.

Como Sagrada Familia los llamamos a que vivan el verdadero amor, amor que trasciende las posesiones, que no busca recompensas, que solo dona y nada recibe a no ser de Dios que, cada vez que se abren para donar algo, les infunde una mayor voluntad de entregar todo.

Como Sagrada Familia los colocamos ante la Gracia del retorno de Cristo, dádiva incomprensible para la mente y solo aceptable para el corazón que ya descubrió en sí la fe.

Como Sagrada Familia los invitamos a que descubran la posibilidad de vivir la paz en tiempos de caos y de mantener la confianza en Dios, aun delante del mayor sufrimiento, cuando el Señor nos pide incluso la propia vida por amor a Su Plan, como fue en la Pasión de Cristo.

Reciban a través de sus oraciones los códigos de la Sagrada Familia y no los dejen guardados bajo siete llaves en su interior; permitan que ellos tomen vida, que se expandan y se multipliquen en aquellos que se aproximan a ustedes, como fue con la Sagrada Familia de Nazaret.

Les dejo Mi paz y la confianza absoluta en la presencia de Cristo en el interior de los hombres, porque el Señor renació.

San José Castísimo, en la presencia sagrada de María Santísima