Miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA MADRE Y REINA DE TODAS LAS NACIONES, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Entren en oración en Mis brazos de Misericordia, porque así como Dios envía pruebas a Sus hijos, también envía el consuelo necesario para superarlas. No existe dolor en el mundo que no pueda ser aliviado.

La Voluntad del Señor era que Sus criaturas pudiesen aprender de Su Hijo a través del amor, pero la consciencia humana eligió hacerlo a través del sufrimiento.

Mis queridos también el Corazón de Dios sufre por derramar Justicia sobre Sus hijos; pero el Señor respeta el libre albedrío de Sus criaturas. Sabe cuán necesario es que la humanidad crezca y madure en corazón y en espíritu.

Lo que sucede con los hombres aún no alcanza para equilibrar todo el mal causado por ellos mismos para con sus semejantes y para con todos los reinos, de los que debería ser guardianes.

Mis amados, Dios es Amor y es Perdón infinito; Su Misericordia jamás cesa de derramarse sobre el mundo, pero es necesario querer con el corazón y pedir al Padre que esta Fuente Sublime se vierta sobre la Tierra.

Hoy vengo al mundo, una vez más, para traerles aliento. Cada vez que Mis pies tocan la Tierra es para llevar bajo mi manto a las almas que Me dijeron sí y a las almas que a través de la intercesión de otros pudieran ser liberadas de la oscuridad en la que se encontraban.

La ignorancia obscureció la vida de los seres humanos y cerró los corazones a la existencia de lo Sublime y de lo Sagrado. Es necesario que aquellos que reciben la luz de la sabiduría y del conocimiento divino, aquellos que tuvieron los caminos iluminados por la Misericordia de Cristo, sean la nueva luz para la humanidad. La única cosa que les pido para que eso ocurra es que oren, pero que oren de verdad, con intención, con fervor, con el corazón encendido en el clamor que elevan en pro del mundo.

No permitan hijos Míos, que la oscuridad que cubre al mundo vuelva a cubrir sus ojos. Manténgase en el camino que los lleva al Corazón de Cristo, para que a través de Él encuentren a Dios.

Mis amados, en este día digo que es posible que el Plan de Redención de todas las consciencias se cumpla y, delante de la imprevisibilidad de los corazones es posible que este Plan se cumpla a través del Amor Divino en sus corazones. Para ello, es necesario que aquellos que que ya quitaron las vendas de sus ojos retiren también las de su corazón y las de la consciencia, y profundicen cada vez más en este despertar del Amor de Dios en Su Hijo.

Amen lo que Dios entregó al mundo por medio de Cristo y busquen este Amor con todas las fuerzas y con total aspiración en sus vidas. Encontrarán así un camino seguro de consagración.

No sé porqué temen si la única cosa que les traigo es el Amor y la Paz de Mi Reino. Solo permítanse recibir estas gracias divinas y así podré demostrarles el poder que Dios envía por medio de Sus Mensajeros.

Son tiempos de abrirse a la verdad, de donarse completamente al Señor. Coloquen delante de Dios sus rostros, para que los Sellos Sagrados se impriman en vuestra frente y despierten el Cristo vivo en cada interior.

Que el dolor del prójimo despierte en sus corazones el Amor y que, a través del despertar de las acciones no se necesite el sufrimiento del mundo.

Si me ayudaran en Mi Plan de Paz, podré llegar a donde Mi Paz es sumamente necesaria y, poco a poco recoger de los abismos del mundo a los que se comprometieran conmigo y con Dios para el final de los tiempos.

Trabajen con amor y oren perpetuamente.

A los que despiertan que no detengan los pasos y sigan creciendo en espíritu y en consciencia, porque la trayectoria que les fue otorgada es eterna.

¡Les agradezco por estar conmigo en oración!

Su amada Madre, María, Reina de la Paz y de todas las naciones del mundo entero