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Queridos hijos:
Este es el tiempo de los apóstoles de Mi Hijo, es el tiempo de su madurez, es el tiempo de su acción para el cumplimiento de la Voluntad de Cristo.
Los apóstoles de Mi Hijo son los que prepararán Su llegada en el momento más culminante de la humanidad.
Sean apóstoles decididos, abiertos a enfrentar los desafíos de estos tiempos.
Yo, como Madre de los apóstoles, los llamo a subir un escalón más en esta escalera que los llevará a asumir las responsabilidades que Mi Hijo espera que cada uno pueda asumir.
Hijos, no les hablo de una responsabilidad material, sino de un compromiso espiritual con Mi Hijo de ayudarlo a cargar la pesada cruz de este tiempo, porque es mayor el peso de la cruz que los que, de corazón, están disponibles para cargarla junto a Cristo, su Maestro y Señor.
Que, en este tiempo, los apóstoles de Mi Hijo se confirmen pero que también se definan.
Muchas son las necesidades, pero una de ellas, la más importante, es la necesidad que tienen las almas de recibir amor y perdón.
Que los apóstoles del fin de los tiempos se abran para asumir lo que no les corresponde. Que lo hagan como un acto de Amor y de Misericordia, a fin de que cada apóstol de Cristo descubra dentro de sí el universo del Amor de Dios para que el misterio de la entrega absoluta de Mi Hijo sea develado al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Sé que a veces están cansados de seguir adelante, pero Yo les pido que no se detengan porque aún el gran momento de la humanidad no llegó y es ahora cuando ustedes, por amor y servicio a Mi amado Hijo, deberán realizar el mayor esfuerzo, el esfuerzo que hasta ahora no hicieron.
Este es el tiempo de lo impredecible. Por eso, hijos amados, que el soplo del Espíritu Santo los ilumine y les brinde la resistencia y la fortaleza que necesitan para poder atravesar su prueba crística de amor.
Así como mi Hijo quedó absolutamente solo y abandonado en Su humanidad en la Cruz, ahora, queridos hijos, su humanidad quedará sola para aprender a confiar en lo que el Padre Celestial necesita que confíen.
Les hago despertar un espíritu de valentía, pero también los impulso a despertar la gratitud.
Este es el momento esperado de que vivan lo que escucharon de Nosotros durante tantos años, con tanta dedicación y ofrenda, de parte de los Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José.
No habrá otro camino o forma de atravesar este momento crucial del planeta, solo deben ser el testimonio de una conversión y de una redención interior alcanzada.
¿Qué esperan?
Este es el tiempo de los últimos apóstoles de Mi Hijo, es el tiempo de cerrar un ciclo de sufrimientos para comenzar un ciclo de esperanza renovada, la que será concretada con esfuerzo, amor y mucha dedicación.
El fin de este calvario planetario dependerá de su entrega y de su unión con Dios.
El Universo Celestial tiene todo para poder ayudarlos, deben mirar hacia el cielo y pedir, no con obsesión, sino con austeridad y fraternidad humana.
Rezo día y noche por ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que el sufrimiento de los corazones servidores de Mi Hijo sea aplacado.
Que la experiencia transitoria de este momento planetario sea ofrecida más allá de su repercusión, para que el Padre Eterno la reciba como la justificación y la expiación por todos los errores cometidos hasta el presente por esta sufrida humanidad.
Este es el tiempo de las almas víctimas de Mi Hijo; es el tiempo de ofrecerse para enmendar la injusticia que abraza a los corazones de toda la humanidad.
Estoy al lado de cada servidor de Cristo que vive, al igual que el resto del mundo, la experiencia de estar en el caos.
Esta es la hora tan esperada de la tribulación para todos, pero también es la hora de hacer emerger los talentos de la santidad que Mi Hijo les depositó hace mucho tiempo.
Sé que nunca atravesaron algo así como humanidad, pero ustedes deben recordar que, como esencias, estaban esperando que llegara este momento para poder servir incondicionalmente, a fin de que se cumpla el Plan Redentor de Mi Hijo.
Yo les pido, hijos Míos, que no abandonen la cruz de este tiempo, porque al final del camino de este calvario mundial se encontrarán con Mi Hijo y Él los librará de esta situación para siempre.
Solo que a cada hijo Mío le llegó la hora de transitar su prueba de amor crístico para que al fin la consciencia se confirme al Plan y a la Voluntad del Señor.
Este es un tiempo desconocido, impregnado de señales que, sí o sí, llevarán al cambio de la consciencia a través de lo que es impredecible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante la sombría situación planetaria no dejes de buscar, dentro de ti, a Dios. No dejes de encontrar, dentro de ti, al universo que eres y al propósito que te ha traído hasta este momento.
Así, pasarás a estar en otra dimensión y bajo otra vibración.
Comprenderás los acontecimientos de estos tiempos con otra perspectiva y ya no serás uno más dentro del caos planetario, sino que podrás convertirte en un instrumento en las Manos de Dios, para que Él, en este momento crucial de la humanidad, pueda obrar a través de ti por medio de Sus impulsos de Amor y de Unidad.
No dejes de elevar tu consciencia hacia el Padre.
La humanidad se sumerge, día a día, en su proceso de definición. Las puertas hacia las oportunidades se están cerrando.
Pero Mi energía de Gracia podrá llegar a ustedes siempre que lo necesiten, porque Mi Gracia es un gran afluente, es una Fuente inagotable para aquellos que abran su corazón para recibirla.
Por eso, aspiren a encontrar lo verdadero que son. Libérense a tiempo de las amarras de la vida, de las prisiones de la consciencia, de los obstáculos en el camino espiritual.
Eso no significa que no vivan batallas con ustedes mismos, sino que aprendan a atravesar esas batallas con inteligencia y oración, porque la purificación del ser humano es algo bastante amplio y desconocido.
Sus realidades se desdoblan y se multiplican de una forma indescriptible. Pero ustedes no conocen todo. Por eso, deben elevar sus consciencias para alcanzar el punto máximo de trascendencia y de amor.
Allí no existirá el conflicto, sino la transición.
Allí también podrán ayudar al resto de la humanidad a salir de su condición retrógrada para que, antes de que se cierren las últimas puertas de las oportunidades, la mayoría de Mis hijos pueda atravesar su estado de consciencia para encontrar la Verdad.
¿Qué representa para ustedes, hijos Míos, la Verdad?
No solo es saber lo que es la realidad, sino también comprenderla.
La Verdad no es una forma, es la evidencia de una realidad que no está bajo el control de nadie y que viene como impulso de revelación desde la Fuente.
No toda verdad que se muestra en el mundo es cierta. Por eso, en este momento no pueden confundirse.
Deben alimentar sus espíritus de la verdadera oración, es allí en donde todo se muestra, es allí en donde todo se responde.
La humanidad no le ha dado importancia al ejercicio espiritual con el instrumento de la oración.
Ella es su fortaleza en este momento.
Ella es el camino que los llevará a encontrar su verdadero ser.
Ella les permitirá purificarse y trascender sus aspectos humanos.
Pero para saber de la oración deben amarla para reconocer el pulsar que ella tiene en el universo y dentro de cada ser.
Mientras la humanidad no se comunique con lo Alto a través de la oración, ¿cómo terminará la pandemia?
La desconexión de la raza humana es muy grande, pero también desconocida.
No estoy hablando aquí de religiosidad ni de ninguna doctrina. Hablo de la posibilidad que cada hijo Mío tiene de poder estar en Dios y en comunión con Su Espíritu.
Si el Padre depositó, dentro de cada uno de ustedes, Su Reino, ¿por qué no lo buscan? Ya saben dónde está el camino para poder retornar a Su Casa Celestial.
Pero las almas deciden tomar otros caminos, aun aquellas que una vez se consagraron e hicieron promesas de votos ante Mi Hijo y no las cumplieron.
Vivir la espiritualidad no significa estar solamente adherido a ella.
Vivir la Voluntad del Padre no es algo pasajero ni tampoco un gusto de cada uno.
Las almas no saben lo que significa no responderle al Padre Eterno. Por esa razón, están en esta situación planetaria.
Mi Hijo espera aún que Sus compañeros encuentren el camino de la Verdad para salir de la confusión y del sufrimiento.
Hijos, dejen de ser víctimas de ustedes mismos y pasen a ser víctimas del Amor de Mi Hijo. Así, Él les ofrecerá el sacrificio y el sufrimiento que Él vive por cada uno de Mis Hijos.
Así, sentirán en ustedes las Llagas del Señor, que no son físicas, sino internas y lo acompañarán en este calvario que Él vive a través de Mis hijos del mundo.
Yo deseo que alcancen el camino de la Verdad con determinación, para saber más allá de lo que sucede en este momento; cuál es la verdad que se presenta, de ciclo en ciclo.
Hay algo que los protegerá de ustedes mismos y del mundo, que es la obediencia; porque la obediencia los llevará a comprender y a ver en qué punto está su humildad y su oferta.
No es solo obedeciendo que alcanzarán la unión con el Padre Eterno, sino a través de ella, siendo humildes y entregados a los Designios Mayores.
Ahora, Mis manos siguen tejiendo la red de oración en el mundo y sus oraciones pueden formar parte de esa red, de ese gran Manto interno que la Madre del Mundo está tejiendo para socorrer a las almas que sufren, para ayudar a sostener a las naciones y a los pueblos.
Pero mientras la humanidad no cambie de estado de consciencia, no podrá encontrar la verdad ni salir de la situación en la cual se encuentra, porque es necesario hacer penitencia para ser bendecidos por una Gracia Mayor, que aún Mi Corazón Inmaculado guarda para, algún día, entregar esa Gracia al mundo. Gracia que lo retirará de la actual situación que vive.
Pero aún, hijos Míos, es insuficiente la adhesión de los verdaderos orantes. Hablo de la humanidad entera, de todos los que de alguna forma u otra oran a Dios, a la Fuente, al Universo, a la Creación.
Así, comprenderán la universalidad de Mi Mensaje, para que cualquier ser humano comprenda lo que estoy diciendo. Mensaje que no se remite a algo religioso, sino a algo universal y planetario.
Sus miradas, hijos Míos, deben salir de lo horizontal. Sus ojos deben elevarse hacia lo vertical para encontrar la Cruz de Cristo. Allí está, en la Cruz, la justificación de sus errores y de todos sus males, allí está el perdón y la redención de toda su historia cósmica y terrestre.
Póstrense ante la Cruz de Cristo e invoquen el Poder de Emmanuel.
Hemos dejado, en los Centros Marianos, el símbolo de la salvación del mundo y el Padre Celestial ha depositado alguno de Sus Aspectos divinos sobre la Cruz de Emmanuel.
Por más que estén lejos o en otras naciones, la Cruz de Emmanuel es omnipresente. Invoquen la Luz azul, y el Poder de lo eterno los auxiliará y aplacará las epidemias, junto con todos los que adoran el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo.
Que la Cruz de Emmanuel y el Santísimo sean el símbolo de protección en la batalla de estos tiempos.
Coloquen, detrás de las puertas de sus casas, una imagen con la Cruz de Emmanuel de los Centros Marianos y que cada uno la tenga consigo en la mesa de su habitación.
Cuando oren o cuando adoren, tengan esa imagen consigo y el Padre, el Todopoderoso, los protegerá de lo que ahora sucede en el mundo y las almas que han sido víctimas de esta tragedia epidémica mundial serán contempladas por la Misericordia y serán llevadas hacia el Reino de la Paz.
Quisiera hablarles, algún día, de todo lo bueno que podría suceder si la humanidad cumpliera los Mandamientos y viviera las Leyes universales.
Por eso, a pesar la actual situación planetaria, no desistan ni bajen los brazos. Hagan todo lo mejor y un poco más, esfuércense verdaderamente y no se engañen. Hagan el sacrificio de corazón y no con apariencias, sean verdaderos ante la mirada de Mi Hijo, el Cristo, y Mis Gracias podrán seguir descendiendo en un momento crucial.
Que los ángeles de la guarda los acompañen, que sus alas los envuelvan en la Luz Divina.
Que el silencio de sus oraciones los inspire a seguir dando los pasos hacia el Redentor, para que la rendición sea vivida por todos, a fin de que surja definitivamente una Nueva Humanidad libre de la indiferencia, del pecado y del sufrimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Unidos a la Virgen Santísima, respondemos en este momento a Sus intenciones, permitiendo que Sus palabras lleguen a lo más profundo de cada ser de este planeta.
Que las Palabras de la Madre Divina resuenen en todos los rincones de la Tierra para que, erguidos por Su Luz y protegidos por Su Amor, cumplamos las aspiraciones del Padre Eterno.
Vamos a orar juntos el Padre Nuestro en arameo, la lengua original que hablaba Jesús en aquel tiempo y, vislumbrando en el horizonte de nuestro interior el surgimiento de la Nueva Tierra y de una Sagrada Humanidad, nos colocamos, al igual que el antiguo pueblo de Israel, a los pies del Monte de las Bienaventuranzas en donde Nuestro Señor proclamó una vez esa oración y nos enseñó a unirnos al Padre Eterno.
Padre Nuestro en arameo
(transliterado al español)
Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein.
Nos recogemos en nuestro corazón para reflexionar sobre los impulsos recibidos de la Madre Divina.
Y para terminar vamos a entonar juntos, como una sola voz y un solo corazón, el cántico “Fuente Primordial”.
Queridos hijos:
Este es el tiempo de tener la oración como el instrumento fundamental en sus vidas.
Así, dentro del universo de la oración, recibirán la luz de la sabiduría para la transformación absoluta que sus consciencias deberán vivir.
Este es el tiempo de tener a la oración como el instrumento para solucionar las situaciones más difíciles, porque la oración siempre los llevará a permanecer en otra frecuencia, en una realidad más segura en este momento planetario.
Hijos Míos, Yo los invito a difundir este instrumento, no con palabras ni con mensajes, sino con sus ejemplos de transformación y de conversión a través de la Escuela de la Oración, porque la oración también ayudará, al igual que el ayuno, a mantener en equilibrio a los elementos de la naturaleza.
En esta Escuela de la Oración que deben vivir, hijos Míos, les pido que no dejen de rezar. Este es el momento de que sus corazones eleven las más fervorosas y sinceras oraciones hacia lo Alto, para que situaciones graves en la humanidad puedan encontrar una solución.
Todos los Hijos de María consagrados, en este momento, deberán estar unidos en oración, como almas y como hermanos, más allá de la distancia, para que su Madre Celeste pueda interceder por todas las necesidades.
Que la oración, hijos, sea la melodía interior que resuene dentro de ustedes, a fin de que sus vidas, algún día, sean una oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como peregrinos de la vida, sigan la señal que les es indicada en su camino, la estrella que les marca el sendero hacia Mi Inmaculado Corazón, porque en Mi materno Corazón tienen una morada para regresar todas las veces que lo necesiten.
Este es el tiempo de que aprendan a vivir en Mi Corazón durante todo el tiempo que les sea posible. Así, hijos Míos, estarán amparados por la fuerza de Mi Amor, por el gran escudo celestial de Mi Corazón.
Mi Corazón es ese gran fuerte en donde podrán estar en vigilia, atentos a los acontecimientos de estos tiempos, disponibles y enteros para ingresar en el campo de la batalla espiritual; porque está llegando la hora de que Mis soldados entren al espacio de la adversidad para disipar Conmigo los asedios y para rescatar, a través de la oración, a los que quedaron perdidos espiritualmente.
Yo los necesito con una actitud diferente a la que adquirieron hasta ahora. Los necesito dentro del comando espiritual de Mi Hijo, así como los Ángeles de la Guarda, atentos y a la espera de la próxima convocatoria, porque en este tiempo final que se acerca todo está permitido y ustedes solo deben buscar la Luz del Corazón de Mi amado Hijo, la que brillará inconfundiblemente en las sombras de este mundo para que, como un puerto seguro, las almas puedan arribar a tierra firme.
Hijos, escuchen con atención, vivan Mis Palabras, practíquenlas, este es el tiempo desconocido del Armagedón, porque a pesar de la noche oscura, en nuestros Mensajes está la fortaleza para los débiles, el aliento para los desconsolados, la fe y la determinación para los tibios de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más