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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante la sombría situación planetaria no dejes de buscar, dentro de ti, a Dios. No dejes de encontrar, dentro de ti, al universo que eres y al propósito que te ha traído hasta este momento.
Así, pasarás a estar en otra dimensión y bajo otra vibración.
Comprenderás los acontecimientos de estos tiempos con otra perspectiva y ya no serás uno más dentro del caos planetario, sino que podrás convertirte en un instrumento en las Manos de Dios, para que Él, en este momento crucial de la humanidad, pueda obrar a través de ti por medio de Sus impulsos de Amor y de Unidad.
No dejes de elevar tu consciencia hacia el Padre.
La humanidad se sumerge, día a día, en su proceso de definición. Las puertas hacia las oportunidades se están cerrando.
Pero Mi energía de Gracia podrá llegar a ustedes siempre que lo necesiten, porque Mi Gracia es un gran afluente, es una Fuente inagotable para aquellos que abran su corazón para recibirla.
Por eso, aspiren a encontrar lo verdadero que son. Libérense a tiempo de las amarras de la vida, de las prisiones de la consciencia, de los obstáculos en el camino espiritual.
Eso no significa que no vivan batallas con ustedes mismos, sino que aprendan a atravesar esas batallas con inteligencia y oración, porque la purificación del ser humano es algo bastante amplio y desconocido.
Sus realidades se desdoblan y se multiplican de una forma indescriptible. Pero ustedes no conocen todo. Por eso, deben elevar sus consciencias para alcanzar el punto máximo de trascendencia y de amor.
Allí no existirá el conflicto, sino la transición.
Allí también podrán ayudar al resto de la humanidad a salir de su condición retrógrada para que, antes de que se cierren las últimas puertas de las oportunidades, la mayoría de Mis hijos pueda atravesar su estado de consciencia para encontrar la Verdad.
¿Qué representa para ustedes, hijos Míos, la Verdad?
No solo es saber lo que es la realidad, sino también comprenderla.
La Verdad no es una forma, es la evidencia de una realidad que no está bajo el control de nadie y que viene como impulso de revelación desde la Fuente.
No toda verdad que se muestra en el mundo es cierta. Por eso, en este momento no pueden confundirse.
Deben alimentar sus espíritus de la verdadera oración, es allí en donde todo se muestra, es allí en donde todo se responde.
La humanidad no le ha dado importancia al ejercicio espiritual con el instrumento de la oración.
Ella es su fortaleza en este momento.
Ella es el camino que los llevará a encontrar su verdadero ser.
Ella les permitirá purificarse y trascender sus aspectos humanos.
Pero para saber de la oración deben amarla para reconocer el pulsar que ella tiene en el universo y dentro de cada ser.
Mientras la humanidad no se comunique con lo Alto a través de la oración, ¿cómo terminará la pandemia?
La desconexión de la raza humana es muy grande, pero también desconocida.
No estoy hablando aquí de religiosidad ni de ninguna doctrina. Hablo de la posibilidad que cada hijo Mío tiene de poder estar en Dios y en comunión con Su Espíritu.
Si el Padre depositó, dentro de cada uno de ustedes, Su Reino, ¿por qué no lo buscan? Ya saben dónde está el camino para poder retornar a Su Casa Celestial.
Pero las almas deciden tomar otros caminos, aun aquellas que una vez se consagraron e hicieron promesas de votos ante Mi Hijo y no las cumplieron.
Vivir la espiritualidad no significa estar solamente adherido a ella.
Vivir la Voluntad del Padre no es algo pasajero ni tampoco un gusto de cada uno.
Las almas no saben lo que significa no responderle al Padre Eterno. Por esa razón, están en esta situación planetaria.
Mi Hijo espera aún que Sus compañeros encuentren el camino de la Verdad para salir de la confusión y del sufrimiento.
Hijos, dejen de ser víctimas de ustedes mismos y pasen a ser víctimas del Amor de Mi Hijo. Así, Él les ofrecerá el sacrificio y el sufrimiento que Él vive por cada uno de Mis Hijos.
Así, sentirán en ustedes las Llagas del Señor, que no son físicas, sino internas y lo acompañarán en este calvario que Él vive a través de Mis hijos del mundo.
Yo deseo que alcancen el camino de la Verdad con determinación, para saber más allá de lo que sucede en este momento; cuál es la verdad que se presenta, de ciclo en ciclo.
Hay algo que los protegerá de ustedes mismos y del mundo, que es la obediencia; porque la obediencia los llevará a comprender y a ver en qué punto está su humildad y su oferta.
No es solo obedeciendo que alcanzarán la unión con el Padre Eterno, sino a través de ella, siendo humildes y entregados a los Designios Mayores.
Ahora, Mis manos siguen tejiendo la red de oración en el mundo y sus oraciones pueden formar parte de esa red, de ese gran Manto interno que la Madre del Mundo está tejiendo para socorrer a las almas que sufren, para ayudar a sostener a las naciones y a los pueblos.
Pero mientras la humanidad no cambie de estado de consciencia, no podrá encontrar la verdad ni salir de la situación en la cual se encuentra, porque es necesario hacer penitencia para ser bendecidos por una Gracia Mayor, que aún Mi Corazón Inmaculado guarda para, algún día, entregar esa Gracia al mundo. Gracia que lo retirará de la actual situación que vive.
Pero aún, hijos Míos, es insuficiente la adhesión de los verdaderos orantes. Hablo de la humanidad entera, de todos los que de alguna forma u otra oran a Dios, a la Fuente, al Universo, a la Creación.
Así, comprenderán la universalidad de Mi Mensaje, para que cualquier ser humano comprenda lo que estoy diciendo. Mensaje que no se remite a algo religioso, sino a algo universal y planetario.
Sus miradas, hijos Míos, deben salir de lo horizontal. Sus ojos deben elevarse hacia lo vertical para encontrar la Cruz de Cristo. Allí está, en la Cruz, la justificación de sus errores y de todos sus males, allí está el perdón y la redención de toda su historia cósmica y terrestre.
Póstrense ante la Cruz de Cristo e invoquen el Poder de Emmanuel.
Hemos dejado, en los Centros Marianos, el símbolo de la salvación del mundo y el Padre Celestial ha depositado alguno de Sus Aspectos divinos sobre la Cruz de Emmanuel.
Por más que estén lejos o en otras naciones, la Cruz de Emmanuel es omnipresente. Invoquen la Luz azul, y el Poder de lo eterno los auxiliará y aplacará las epidemias, junto con todos los que adoran el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo.
Que la Cruz de Emmanuel y el Santísimo sean el símbolo de protección en la batalla de estos tiempos.
Coloquen, detrás de las puertas de sus casas, una imagen con la Cruz de Emmanuel de los Centros Marianos y que cada uno la tenga consigo en la mesa de su habitación.
Cuando oren o cuando adoren, tengan esa imagen consigo y el Padre, el Todopoderoso, los protegerá de lo que ahora sucede en el mundo y las almas que han sido víctimas de esta tragedia epidémica mundial serán contempladas por la Misericordia y serán llevadas hacia el Reino de la Paz.
Quisiera hablarles, algún día, de todo lo bueno que podría suceder si la humanidad cumpliera los Mandamientos y viviera las Leyes universales.
Por eso, a pesar la actual situación planetaria, no desistan ni bajen los brazos. Hagan todo lo mejor y un poco más, esfuércense verdaderamente y no se engañen. Hagan el sacrificio de corazón y no con apariencias, sean verdaderos ante la mirada de Mi Hijo, el Cristo, y Mis Gracias podrán seguir descendiendo en un momento crucial.
Que los ángeles de la guarda los acompañen, que sus alas los envuelvan en la Luz Divina.
Que el silencio de sus oraciones los inspire a seguir dando los pasos hacia el Redentor, para que la rendición sea vivida por todos, a fin de que surja definitivamente una Nueva Humanidad libre de la indiferencia, del pecado y del sufrimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Unidos a la Virgen Santísima, respondemos en este momento a Sus intenciones, permitiendo que Sus palabras lleguen a lo más profundo de cada ser de este planeta.
Que las Palabras de la Madre Divina resuenen en todos los rincones de la Tierra para que, erguidos por Su Luz y protegidos por Su Amor, cumplamos las aspiraciones del Padre Eterno.
Vamos a orar juntos el Padre Nuestro en arameo, la lengua original que hablaba Jesús en aquel tiempo y, vislumbrando en el horizonte de nuestro interior el surgimiento de la Nueva Tierra y de una Sagrada Humanidad, nos colocamos, al igual que el antiguo pueblo de Israel, a los pies del Monte de las Bienaventuranzas en donde Nuestro Señor proclamó una vez esa oración y nos enseñó a unirnos al Padre Eterno.
Padre Nuestro en arameo
(transliterado al español)
Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein.
Nos recogemos en nuestro corazón para reflexionar sobre los impulsos recibidos de la Madre Divina.
Y para terminar vamos a entonar juntos, como una sola voz y un solo corazón, el cántico “Fuente Primordial”.
Hijo:
En estos tiempos de asedios y conflictos internos, silénciate y coloca tu consciencia en Dios.
Permanece delante de Su Corazón y clama por Su Misericordia, contemplando Su Cruz, Su sacrificio y Su triunfo por ti.
Contempla todo lo que Cristo vivió hasta llegar a la Cruz: los momentos de reconocimiento, de gloria y de alegría, pero también los asedios, las batallas, las humillaciones.
Siente el Corazón cansado de tu Señor, sin embargo, pleno de fe, pleno de la certeza de que la Voluntad de Su Padre se cumple y se manifiesta a través de la persistencia, de la valentía y de la firmeza.
Contempla el Corazón de tu Señor y pídele un corazón igual al Suyo, dispuesto a sufrir, pero también dispuesto a amar; firme en la compasión, pero también en la justicia; trascendente en la Gracia y desbordante en Misericordia. Un corazón sabio ante los asedios, fortalecido en la fe delante de los vacíos, un corazón puro delante de los misterios y simple delante de lo desconocido.
Pídele a tu Señor un corazón sacerdotal como el Suyo, para reconocer, en el prójimo, la posibilidad de que la Misericordia se exprese.
Ve, en tus hermanos, almas enviadas por Dios para cumplir una misión y sé tú, hijo, un puente hacia el corazón del Padre, una puerta hacia Su infinita Misericordia.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Mientras más contemples y adores a Dios en la Eucaristía, Él estará más en ti y se revelará en tu interior.
La Eucaristía no es solo el Cordero entregado por Amor para reparar los pecados del mundo. La Eucaristía es el Corazón completo y perfecto de Cristo, en donde se guardan los misterios de la Creación y la esencia del Amor de Dios. Amor que, conteniendo en sí a todas las cosas, se multiplicó para que la vida tuviera forma y espíritu, renovando y recreando la Existencia Divina.
La Eucaristía es la presencia del Altísimo revelada. Allí está quién es Dios, Sus misterios, Su Amor y Su esperanza. Contempla y adora a la Eucaristía y en ella, al Portal para retornar al Origen, a la Verdad, a la Luz.
Dios se oculta en Sus misterios y se revela a los que lo buscan. Busca a tu Creador y Redentor en la Eucaristía y, en silencio, deja que Él te conduzca a Su Corazón, a una unidad perfecta con Su Verdad y con Su Amor.
El misterio de la Eucaristía se revela a los humildes, en el silencio de su corazón. En humildad, permanece delante de este elemento consagrado y así como Dios colmó el pan de todo lo que Él es, deja que también consagre y transforme los elementos de tu ser en unidad con Él.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que la oración sea tu primer pensamiento, antes de comenzar cada nuevo día. Piensa en Dios, en Su Plan, en Su Voluntad y, en un diálogo simple con el Creador, agradece al Padre por cada nueva oportunidad de aprender sobre el amor.
Entonces, hijo, ora por este mundo y por sus Reinos; ora por las almas y por toda la vida que en ellos habita.
Ora por la consciencia del planeta y por aquellos que silenciosamente sustentan este mundo, en niveles aún invisibles para tus ojos.
Ora por el propósito de cada ser, por el propósito de este planeta y de todo el Universo, aunque él te sea desconocido.
Ora por el Plan de Dios, no solo para tu vida, sino para toda la vida, mucho más allá de la Tierra.
Comprende que, así como este mundo, todos los otros fueron creados con un Propósito Divino y ora para que todos encuentren esta Voluntad Mayor.
Ora por el retorno de Cristo a la Tierra, para que todos los seres estén preparados para mirar a los Ojos del Señor y reconocerlo y que así se arrepientan de sus faltas y alcancen la redención.
Ora por aquellos que deben acompañar a Cristo en Su segunda venida a este mundo, para que todos estén despiertos y que sus compromisos con el Señor estén vivos.
Ora por la nueva vida y ora por el nuevo hombre, para que todos los seres sean capaces de dejarse vencer y rendirse delante de Dios, para que una nueva vida emerja de sí mismos.
Lo más importante de tu vida, hijo, es la oración.
Ora sinceramente y ora verdaderamente. Profundiza en tu vida espiritual. Así, no te debilitarán las dificultades ni te asombrarán las verdades, y dentro de ti todo te será revelado y tu mundo interior estará pronto para todos los ciclos, dispuesto a todo lo que llegará.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Sé que a veces te cansas y te duermes delante de Mí, pero no te preocupes porque Mis Apóstoles también se durmieron durante la noche culminante de Mi Agonía.
Ahora tu cansancio es comprensible, puede venir de sostener por mucho tiempo el cumplimiento del Plan, de vivir la purificación permanente, de luchar y de batallar contra Mi enemigo; hechos que la mayoría de la humanidad no conoce y que ignora porque está dormida espiritualmente.
Pero vengo para animarte, para que, a pesar de cómo te encuentres, sigas trabajando para Mí por amor, a fin de que se cumpla el Propósito y todas las Voluntades que Mi Padre desea concretar en la humanidad.
Este es el tiempo de los grandes cambios, de los desafíos, de los desiertos y de las pruebas.
Sigue Mi Camino a pesar de todo el cansancio. Te aseguro que la victoria de Mi Reino está dentro de ti.
En Mis Brazos reposarás y restaurarás tu consciencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A través de los Espejos intraoceánicos la Jerarquía espiritual puede intervenir en la humanidad, ya que esos instrumentos inmateriales de captación de luz cósmica tienen la capacidad de disolver o de sublimar una situación planetaria.
Estar ante un Espejo es estar ante una Fuente inmaterial y cósmica originada en los principios de la creación de los Universos; eso significa que la consciencia humana en estos tiempos está ante un misterio que se revela y se demuestra a través del conocimiento y de la Instrucción.
Los Espejos intraoceánicos son portadores de conocimientos antiguos y eternos, plasmados por los impulsos que una vez la Consciencia Divina, el Padre o la Fuente Primordial, emitió antes de que existiera el Universo Mental y el Universo Material.
Los Espejos son emanaciones de la propia Fuente Creadora que, una vez colocados en los diferentes planos de consciencia, actúan y trabajan por medio de la inteligencia divina para permitir el proceso del despertar y la redención de los Universos, así como de las humanidades que se desviaron esencialmente de la Voluntad Mayor.
El poder de expansión y de retransmisión lumínica de los Espejos aún es desconocido para el hombre de superficie; pero llegará el momento en que los coligados con la Jerarquía Espiritual recibirán, en manos, el conocimiento de esas herramientas para que mediante los Espejos, en sus diversas manifestaciones, puedan sostener la transición de la Tierra a través de los Espejos del Universo.
La formación de seres-espejo a partir del próximo ciclo se ampliará, dada la necesidad de equilibrio del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ora, hijo, ora en todos los instantes de tu vida, pidiendo que esté viva en ti la presencia del Espíritu de Dios. Que ese Santo Espíritu impregne tu ser, tu mente, tu alma y tu corazón, ingrese en tus sentimientos y actúe en el mundo a través de tus acciones.
Estos son tiempos de confusiones y de conflictos, dentro y fuera de los seres, y el enemigo ingresa, invisiblemente, en la vida de las personas y toma sus corazones, aun cuando ellas creen que están en el camino del bien y que no hacen más que seguir su vida según lo que les dicta su corazón.
El enemigo vive en los corazones de muchos hombres que siembran la discordia porque disfrutan del mal y que, ignorando la voz de sus almas y el clamor de sus ángeles de la guarda, se adentran cada día más profundamente en los abismos de este mundo.
Ora por los que se equivocan y solo atraen hacia sí mismos la justicia y la desesperación.
Ora por los que se arrepentirán tarde de sus errores, al haber ignorado el Plan de Dios, Su Obra y Su Voluntad, creyendo que todo eso formaba parte de un plan, de una obra y de una voluntad de los hombres.
Ora por los que ignoran la Ley de la Jerarquía, por los incrédulos e impíos que juzgan humanas las acciones de Dios en los hombres, porque esos no podrán recibir más que la Justicia Divina, ya que no aceptaron Su Misericordia.
Ora por los que sufren al no conseguir ser humildes y que prefieren construir obras humanas a reconocer sus faltas y dejarse corregir en el camino de Dios.
Ruégale al Espíritu Santo para que él actúe en tu corazón y viva en ti para que perseveres en la Voluntad del Padre y no juzgues el cumplimiento de Su Plan con base en las acciones y en las definiciones humanas.
Ora, hijo, porque el mundo agoniza, las naciones se estremecen y los corazones de los hombres están confundidos. Solo en Dios habrá paz, solo en Su Espíritu habrá discernimiento, solo en Su Corazón habrá verdadero Amor.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La Fraternidad de la Luz – Parte I
Congregación de almas servidoras, dispuestas y entregadas a realizar la Voluntad de Cristo.
Llevan una vida de servicio abnegado por el planeta, por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza.
Trabajan incansablemente para agradar a Dios y aliviar Su Corazón.
Buscan el bien común, social y espiritual entre los seres.
No ostentan ningún prestigio y aspiran a permanecer siempre en el último lugar.
Esperan ardientemente por la segunda venida de su gran y único Maestro.
Sus pies están colocados en una sola barca.
Sus aspiraciones y sus vidas de servicio están en un solo camino.
Aceptan a todos, así como su Maestro acepta por amor a la humanidad.
Desean la paz para todos y la viven de forma inmutable.
Encuentran el sentido de sus vidas en la Divina Persona del Señor.
Intentan, por todos los medios, multiplicar la Misericordia a través de sus buenas obras, de su caridad y de su servicio.
Unifican sus consciencias siguiendo los Principios de la Jerarquía, eso los hace partícipes de la comunión con la Voluntad Divina.
Aceptan, más allá de todo, el ciclo de los cambios.
No le temen a la propia purificación.
Su fidelidad a la Obra de Dios está en la transparencia y en la veracidad de sus actos.
Ellos no mienten, no manipulan ninguna situación y no modifican las formas a su conveniencia.
Asumen, más allá de todo, las Reglas de la Hermandad y las protegen, primero, de sí mismos.
Claman por la igualdad.
Se alegran por el triunfo y por la transformación del semejante.
Se arriesgan todos los días a ser más consecuentes con el Plan de Dios.
No se permiten influenciar por realidades externas ni humanas.
Creen, por encima de todo, en los milagros del amor y en los prodigios de la redención.
Construyen el Plan de Dios con base en sus verdaderos esfuerzos.
Sostienen la corriente de la Gracia por medio de sus oraciones y cantos.
Intentan, todos los días, ser luz para el mundo, alivio para los que sufren, cura para los que están heridos.
Comparten el sufrimiento planetario y humano. Buscan aliviarlo y repararlo a través de su espíritu de incondicionalidad.
Sienten esa Fraternidad de la Luz en su interior.
Creen en el poder de los cambios, en la construcción y en la elevación de las ideas, en el sentimiento profundo de la Sagrada Unidad.
Ellos no saben decir “no”, solo aprendieron a decir “sí” y lo vivifican en todo momento.
Son guerreros rescatados, espejos redimidos, comandantes liberados de opresiones milenarias.
Están integrados en el nombre del amor y de la fe.
La luz la encuentran solamente en la Mirada de Amor de Cristo.
Ellos son los miembros de la Red-Luz, los que forman esa Fraternidad, los que aceptan el nuevo ciclo, los que ya no se dejan llevar por el pasado, los que superaron la tempestad, los que no cambian de idea por conveniencia, los que aspiran a ser fieles a Cristo, los que tienen consciencia sobre la razón de su compromiso, los que protegen la Obra de sí mismos, los que aceptan la transformación, los que aman de verdad la Instrucción y los que esperan por un mejor tiempo.
Y los que hacen lo imposible para vivir lo que dicen, respetando y amando el lugar, la misión y el camino hacia Cristo que escogieron.
Esa es la nueva Red-Luz, la que en base a los patrones antiguos hoy vive los patrones necesarios, adaptados a la necesidad del fin de los tiempos.
La Red-Luz es la Fraternidad de la Luz porque está en comunión con la Jerarquía, y todos los que entran en esa Fraternidad están decididos a seguir un solo camino, un solo Maestro, el Cristo, y un solo propósito, a fin de cumplir el Plan verdaderamente y sin oscilaciones.
Sea la Fraternidad de la Luz la nueva Red-Luz que lanza sus redes de amor al mundo para acoger a la humanidad y aliviarla de su sufrimiento y de su agonía.
Sea la Fraternidad de la Luz el compromiso fiel y verdadero de cada miembro Red-Luz para con la Jerarquía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Dios, Altísimo y Poderoso, se hizo pequeño y frágil en el Vientre de María Santísima Él no solo estaba construyendo el camino para sellar una nueva y eterna alianza con la humanidad, el Creador estaba revelando un misterio y tornando viva una Verdad que siempre fue espiritual y que en aquel momento se manifestaba como algo físico y palpable para la humanidad.
Dios estaba revelando Su presencia en el interior de los hombres. Revelaba que por medio de Su Espíritu podría despertar en el interior de los seres un hombre nuevo, que podía renovar y hacer revivir a la humanidad que había muerto, aun estando en vida. Dios revelaba la posibilidad de un segundo nacimiento, un nacimiento espiritual, por medio del cual aquellos que son conscientes de la presencia de Su Espíritu, dejan que Él se manifieste.
A través del Nacimiento de Jesús, el Creador despertaba, revelaba y le daba a los hombres la posibilidad de experimentar una Verdad: que aquellos que son puros de corazón, humildes y dispuestos a ser instrumentos de Dios, dispuestos a cumplir Su Voluntad por encima de todas las cosas, son dignos de expresar en sí la presencia del Espíritu Santo y, de esa forma, poco a poco podrán ir alcanzando el verdadero potencial de la humanidad.
El Creador no los creó para expresar lo que hoy viven sobre la Tierra. Esa vida es el fiel espejo de la ignorancia de los seres humanos; pero aquel que se abra a la Verdad y se disponga a renacer en espíritu, expresando en vida la perfección del Espíritu de Dios, podrá recibir y vivir la revelación de la Verdad en sí mismo, aunque nunca sepa, con certeza, qué es lo que habita en su interior.
Ábranse, hijos, a un renacimiento en el Espíritu de Dios, para que ustedes renazcan en Él, y Él, como una respuesta divina, despierte en su interior.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Entra en Mi Corazón de Paz, para que tus pasos sean seguros hacia Dios.
Entra en Mi Corazón de Paz, para que así Yo te conduzca hacia aquella Voluntad perfecta que el Creador emanó al pensar en tu pequeño corazón.
Entra en Mi Corazón de Paz, para que haya paz en tu pequeña vida y se disuelvan los conflictos, los obstáculos y las dificultades.
Entra en Mi Corazón de Paz, para que Yo te enseñe a ser un pacificador en la Tierra.
Entra en Mi Corazón de Paz, para que Yo te transforme en un anunciador de la Presencia de Cristo en este mundo, en un testimonio vivo de Su Presencia eterna y de Su Retorno venidero.
Entra en Mi Corazón de Paz, para que en Mi Silencio Yo te enseñe muchas cosas y Mi Amor te sostenga y nutra tu espíritu para que no busques en el mundo, o fuera de ti, aquello que solo Dios puede entregarte.
Entra en Mi Corazón de Paz con una oración sincera, con una plegaria verdadera, como una confesión entre Madre e hijo. Porque, como tu Madre Celeste Universal, aquí estoy para escucharte, para comprenderte, para corregirte y para ampararte.
Entra en Mi Corazón de Paz en un diálogo verdadero Conmigo, pues Yo te amo, hijo Mío, y espero que tu corazón retorne al puerto seguro de Mi Espíritu, en donde Yo pueda sustentarte para que tú, en servicio permanente y en donación, sustentes a otros que no consiguieron y que no supieron llegar a Mí.
No te olvides de entrar en Mi Inmaculado Corazón de Paz.
No te olvides de estar en Mí.
En Mi silencio tengo la respuesta y el aliento para todas tus dudas y dificultades.
En Mi abrazo tengo el consuelo para tu espíritu y la renovación para tu alma.
No permanezcas en el mundo desesperanzado y sin paz, si tienes una Madre Celeste que te fue entregada por Dios en la Cruz de Su Hijo, en el ápice de Su Amor y de Su Misericordia.
Hijo Mío, cuando todo parecía perdido para los compañeros de Cristo que lo vieron padecer en la Cruz, Él les entregó una Madre eterna y bondadosa. Y, de la misma forma, vuelve a hacerlo cuando las almas se pierden al olvidar que tienen una Madre Celestial que los amparará siempre que eleven sus ojos hacia los Cielos y su corazón a Dios.
Tan simplemente aguardo que Me llamen y que oren Conmigo.
El mundo, hijo Mío, pasará por dificultades mayores y pruebas que parecerán insuperables. Por eso, aprende hoy a ingresar en Mi Corazón de Paz; construye hoy el camino que conduce a Mi Manto, y cuando este mundo más lo necesite tú serás una guía para las almas perdidas, pues sabrás el camino para encontrarme.
Con Amor en Mi Corazón tiendo Mis brazos, colmados de gracias, hacia el mundo, para hablarle directamente al corazón de cada uno de Mis Hijos: entra en Mi Corazón de Paz y encuéntrame allí para que Yo te diga lo que más quiero de ti en este tiempo y te ayude a cumplir con tu misión.
En este día te bendigo y te agradezco por escuchar Mis Palabras y adentrarte, sin miedo, en Mi Corazón de Paz.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la Paz y el Amor de Cristo esté en sus corazones, queridos hijos.
En este día, y por segunda vez, Yo retorno del Cielo para hablarles sobre Mis Proyectos de Amor. Aquellos proyectos que Dios Me ha pedido difundir en el mundo por medio de Mi Palabra viva y maternal.
La nueva Comunidad de María no será una sola, sino muchas más; y será el preámbulo para muchos acontecimientos.
Por eso fue un proyecto preparado para este tiempo, porque primero debían gestarse en sus corazones los Designios de Dios, para que los pudieran aceptar y después vivir.
Cada Comunidad de María será una flor en Mi Jardín, será un Don que Yo dejaré para cada una de ellas, sabiendo que tendrá sus puertas abiertas para recibir a Mis hijos del mundo , los que necesitarán de mucho consuelo y protección.
Por eso necesito, queridos hijos, que comprendan Mis proyectos más allá del plano material y que sepan que todo Designio de Dios viene de la Fuente, traída por los ángeles del Cielo a través de Mis mensajes, por medio de Mis Palabras que pueden resonar en el corazón de los hombres, cuando las escuchan abiertos en su interior y, más aún, en su consciencia.
Las Comunidades existentes serán la base para dicha manifestación. Quiero que comprendan, queridos hijos, que traeré hacia las Comunidades de María a los refugiados del mundo; no solo los que viven las guerras, la persecución o la muerte, sino a todos los que se refugiarán en Mi Corazón Maternal en el fin de los tiempos, cuando todo se desate, gravemente en el mundo.
Las Comunidades de María también serán islas de salvación, serán refugios en donde se podrá encontrar la paz, y ustedes serán los precursores de ese movimiento. Por eso necesito que su respuesta no solo sea concreta, sino más profunda, una respuesta que nazca desde su interior y que esté libre de dudas o de cuestionamientos.
¿Cómo el mundo encontrará su salvación si no existieran islas de salvación?
La fundación de Mis Proyectos primero comienza en ustedes, en su universo interior y en su consciencia, a partir de allí todo despuntará, y muchos podrán ver en el mañana una oportunidad de retornar a la Casa del Padre y, especialmente, estar en los Brazos de Dios, recibiendo Su Divino Consuelo y Su Calma.
Recuerden lo que Mi Hijo les dijo hace mucho tiempo: “Todo lo que hagan por el más pequeño de sus hermanos, lo harán Conmigo, dos veces”.
Y eso no es una teoría, hijos Míos, es una realidad vida, para quien aspira alcanzar el apostolado de Cristo en estos tiempos.
Si las Comunidades de María se llegaran a expresar, según Mis Designios, los Dones y las Virtudes de Dios descenderán sobre ella y, especialmente, en las almas que más necesitan de cura interior y de paz.
A partir de allí, cada una espejará sus atributos para el mundo entero, en los momentos más críticos de la humanidad en donde reinará la desesperación, por no haber sosiego interno, ni tranquilidad.
Pero aquellos que oran a Mi Inmaculado Corazón todos los días, sabrán qué hacer, y durante los movimientos agudos del planeta tendrán orientación y guía para seguir adelante, ayudando a otras almas a encontrar el camino; almas tan diferentes y heterogéneas a sus propias almas; almas que no han conocido la paz ni tampoco el respeto por la Creación.
Así como en el Calvario Yo trabajé por un mundo perdido, por una civilización autodestruida, en este tiempo y en los últimos tiempos, vengo trabajando por una futura y Nueva Humanidad que no solamente deberá estar presente en el espíritu, sino también en la materia como algo concreto y realizado.
Necesito que amen Mis Misterios, porque en Mis Misterios, que son los Misterios de Dios, están Mis Designios, y Yo podré escribir a través de sus vidas los Proyectos de Dios.
Con Mi propia Mano los guiaré por el camino y los llevaré al encuentro de la Voluntad del Altísimo en donde todo se puede expresar y realizar, así como Él lo desea, desde Su Corazón profundo y eterno.
Mientras tanto y hasta que las Comunidades de María no se manifiesten, les pido que recen Conmigo para que Dios pueda expresar su Voluntad en los hombres de la Tierra y no prevalezcan las magníficas ideas de los seres humanos; ideas que los han llevado a la perdición y al engaño, saliendo de la obediencia.
Los necesito, hijos, en la firmeza del corazón y les vuelvo a repetir: es hora de vivir el Plan, así como Dios lo ha pensado desde el principio y para este ciclo de la humanidad.
Si las Comunidades de María se manifiestan, sagradas herramientas del Universo llegarán a la Tierra desde el plano espiritual y cósmico; y las almas podrán seguir caminando por el sendero de la confianza, de la protección y de la paz.
Aunque las guerras sacudan al mundo, una parte de la raza estará protegida, porque habrá comprendido, en obediencia, la Voluntad de Dios y no la de los hombres.
En segundo lugar, se proyectarán Mis Principios maternales, espirituales y divinos, que son atributos que Yo vivo en el Universo y que espejo para todos los mundos y todas las galaxias. Algo que aún la humanidad no conoce, porque la Iglesia, y sobre todo la raza, se detuvo, desde Mi Asunción.
Pero después de ese acontecimiento muchas cosas más pasaron, las cuales vengo a revelar fuera de la Iglesia, para que cualquier ser de la superficie de este planeta tenga conocimiento de la Verdad y de la realidad.
Realidad que la Madre del Mundo vive, desde el momento de Su Asunción a los Cielos y dentro de este Universo local, que es parte viva de la manifestación de Dios.
Las Comunidades de María serán Espejo de esas realidades superiores y, aún así, no comprenderán todo lo que Yo les digo, porque aún es un misterio que se develará en estos tiempos finales.
Les pido que acojan Mis Palabras como verdaderos tesoros, porque este es el último impulso universal que dará su Madre Celeste para la humanidad y el planeta.
Y de esas Comunidades cristianas de María, brotará la Fuente de la alegría, por servir y experimentar a Dios en el corazón de los simples y de los humildes; por llevar adelante cada tarea diaria, sabiendo que es una parte del Plan que se construye en la consciencia humana y en aquellos que participan de él.
He esperado tanto por ese momento y sé, en lo profundo de Mi Espíritu, que aún los hombres no comprenderán lo que Yo digo; pero quien ama sin comprender todo lo entenderá, y no vacilará en su camino ni en su decisión espiritual por seguir los Pasos del Padre Celestial.
Vengo a construir en nombre de Mi Hijo, cosas nuevas, espacios nuevos, concediendo Gracias renovadoras e impulsos renovadores que retirarán a las almas de la inercia planetaria y de la indiferencia.
Ustedes están participando de la misma línea del tiempo de Dios, la que el Padre ha construido a través de los tiempos, por medio del tiempo eterno, del eterno presente; y en ese tiempo eterno Él ha llamado a Sus hijos para que pudieran llevar adelante Su Voluntad y cumplir Sus Designios preciosos.
Ustedes, hijos Míos, tomen consciencia, despierten, están dentro de esa historia que el propio Padre escribe con Su Mano en el Libro del Alma de la Tierra.
Recuerden que Cielo y Tierra pasará, pero las Palabras de Mi Hijo reinarán.
Y las Comunidades de María serán Espejo de los Atributos de Cristo, una vez entregados a los primeros pueblos cristianos que vivieron la espiritualidad del Señor, después de Su Ascensión a los Cielos.
Se vuelve a construir la historia del pasado, con almas tan diferentes unas de las otras, con corazones que intentan madurar en el camino espiritual y llevar adelante el Propósito Divino.
Se vuelve a construir una nueva oportunidad que el Universo Celestial concede a los hombres de la Tierra, a pesar de sus graves errores y de los ultrajes cometidos a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza.
La Misericordia concedida por Cristo a la Madre de Dios, a los pies de la Santa Cruz, se derrama por medio de este proyecto de las Comunidades de María, dichosos serán los que vivan en ellas vacíos de sí y libres de expectativas; porque permitirán descender los Dones de Dios y en las almas se construirá el verdadero camino crístico, que los llevará a la formación de una Nueva Humanidad, lejos de los errores y de la autodestrucción.
Por eso los ángeles se ofrecen para llevar adelante este designio que hoy brota de Mi Corazón Inmaculado y que es una chispa del Fuego de Amor de Mi Corazón, del Amor vivo de una Madre que ama a Sus hijos, incondicionalmente, y que nunca pierde la esperanza de que Sus niños den sus pasos hacia el Señor, sabiendo que aún hay mucho por hacer en este planeta y con esta humanidad enferma.
En esta tarde vengo a confesarles Mi gran aspiración y dejo para Mis hijos el deseo ardiente de una Madre que solo intentará establecer la paz en tiempos críticos.
Que cada flor de cada Comunidad de María se exprese y que primero esa flor se abra en los corazones de los simples que escuchan las Palabras de la Madre de Dios.
Les dejo Mi Paz y Mi Bendición, sabiendo que Mi Plan primero debe madurar en ustedes para poder después manifestarse en este planeta.
Aquellos que no se han sentido acogidos en las Comunidades, que vuelvan, porque seré Yo, su Madre del Cielo y de la Tierra, que los tendrá en brazos para se animen a vivir el Plan de Dios y a cumplir Sus Designios, así como está escrito en el Corazón del Padre Celestial.
Que nadie más se sienta ofendido ni rechazado; que no exista indiferencia ni omisión, sino acogimiento y alegría de estar llevando a Cristo en el corazón de los que sufren y de los que buscan la paz.
El primer atributo de la Comunidad de María será: “ama a tu hermano como es y no intentes cambiarlo según tus deseos”.
Así comprenderán lo que les digo, claramente.
Los bendigo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y que al fin se cumpla el advenimiento de la Nueva Humanidad.
Ora con tu corazón y con tu espíritu; así, Mi Verbo se unirá al tuyo y Mi Presencia será percibida por tu pequeño ser.
Ora por las naciones, por los pueblos, por el mundo, y ve, con tu más pura intención, a recorrer este planeta; así, aprenderás a volar como el Ave Luminosa que rescata a los que más lo necesitan.
Ora por tus hermanos, por tus amigos y por tus enemigos, con el mismo amor y con el mismo fervor; porque la diferencia entre las almas está en tus ojos y no en los Ojos de Dios.
Únete al Mirar Divino y contempla la esencia única de cada criatura que vive sobre la Tierra.
Ora con amor por los Reinos, tal como orarías por los que están a tu lado y sufren mucho; porque los Reinos también están a tu lado y, muchas veces, sufren aún más que tus hermanos.
Ora, dirigiendo tus aspiraciones hacia el universo, al infinito, para que Aquel que reina en este universo pueda recibir tus aspiraciones y concretar en ti Su Voluntad Mayor.
Ora por lo que sabes que necesita de tus oraciones, pero ora también por las situaciones que desconoces, porque tus ojos tienen límites y tu conocimiento también; pero existe Aquel que no tiene límites, que todo lo ve y que puede conducir tus oraciones hacia donde son más necesarias.
Ora por los océanos y por todo lo que vive dentro de ellos.
Ora por el aire y por todos los que lo respiran.
Ora por lo que te es visible y por lo invisible también.
Ora por lo que sabes que está vivo y por lo que no sabes, pero que también tiene vida.
Deja que tu oración se amplíe y que tu verbo cruce las paredes de tu pequeña casa. Permite que tu oración sea infinita y poderosa, que sea fuerte lo suficiente para recorrer el mundo entero. Esto lo conseguirás si tomas tu pequeño verbo y lo ofertas al grandioso Verbo Divino.
Une tu voz a la gran Voz del Universo.
Une tu corazón al Corazón Universal y, de esta forma, te encontrarás dentro de todo, dentro del Todo.
Te vengo a conducir a este estado de consciencia, porque llegó el momento de ser uno con Aquel que está en todo, y descubrir a este Rey Universal y Divino en todas las cosas.
Si escuchas Mis Palabras con el corazón y, mientras oras, recuerdas cada una de ellas, pronto descubrirás este gran y silencioso misterio, en el cual tu pequeña consciencia está inmersa.
Busca ser simple, hijo Mío, para que en la simplicidad conozcas a Aquel que es la propia Pureza, que es el propio Amor y la propia Verdad.
Pon tus manos sobre las Mías y camina a Mi lado; hoy vengo a conducirte hacia el Universo Celestial.
Te agradezco por caminar Conmigo en esta trayectoria universal.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más