APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ante la sombría situación planetaria no dejes de buscar, dentro de ti, a Dios. No dejes de encontrar, dentro de ti, al universo que eres y al propósito que te ha traído hasta este momento.

Así, pasarás a estar en otra dimensión y bajo otra vibración.

Comprenderás los acontecimientos de estos tiempos con otra perspectiva y ya no serás uno más dentro del caos planetario, sino que podrás convertirte en un instrumento en las Manos de Dios, para que Él, en este momento crucial de la humanidad, pueda obrar a través de ti por medio de Sus impulsos de Amor y de Unidad.

No dejes de elevar tu consciencia hacia el Padre.

La humanidad se sumerge, día a día, en su proceso de definición. Las puertas hacia las oportunidades se están cerrando.

Pero Mi energía de Gracia podrá llegar a ustedes siempre que lo necesiten, porque Mi Gracia es un gran afluente, es una Fuente inagotable para aquellos que abran su corazón para recibirla.

Por eso, aspiren a encontrar lo verdadero que son. Libérense a tiempo de las amarras de la vida, de las prisiones de la consciencia, de los obstáculos en el camino espiritual.

Eso no significa que no vivan batallas con ustedes mismos, sino que aprendan a atravesar esas batallas con inteligencia y oración, porque la purificación del ser humano es algo bastante amplio y desconocido.

Sus realidades se desdoblan y se multiplican de una forma indescriptible. Pero ustedes no conocen todo. Por eso, deben elevar sus consciencias para alcanzar el punto máximo de trascendencia y de amor. 

Allí no existirá el conflicto, sino la transición.

Allí también podrán ayudar al resto de la humanidad a salir de su condición retrógrada para que, antes de que se cierren las últimas puertas de las oportunidades, la mayoría de Mis hijos pueda atravesar su estado de consciencia para encontrar la Verdad.

¿Qué representa para ustedes, hijos Míos, la Verdad?

No solo es saber lo que es la realidad, sino también comprenderla. 

La Verdad no es una forma, es la evidencia de una realidad que no está bajo el control de nadie y que viene como impulso de revelación desde la Fuente.

No toda verdad que se muestra en el mundo es cierta. Por eso, en este momento no pueden confundirse.

Deben alimentar sus espíritus de la verdadera oración, es allí en donde todo se muestra, es allí en donde todo se responde.

La humanidad no le ha dado importancia al ejercicio espiritual con el instrumento de la oración.

Ella es su fortaleza en este momento.

Ella es el camino que los llevará a encontrar su verdadero ser.

Ella les permitirá purificarse y trascender sus aspectos humanos.

Pero para saber de la oración deben amarla para reconocer el pulsar que ella tiene en el universo y dentro de cada ser.

Mientras la humanidad no se comunique con lo Alto a través de la oración, ¿cómo terminará la pandemia?

La desconexión de la raza humana es muy grande, pero también desconocida.

No estoy hablando aquí de religiosidad ni de ninguna doctrina. Hablo de la posibilidad que cada hijo Mío tiene de poder estar en Dios y en comunión con Su Espíritu.

Si el Padre depositó, dentro de cada uno de ustedes, Su Reino, ¿por qué no lo buscan? Ya saben dónde está el camino para poder retornar a Su Casa Celestial.

Pero las almas deciden tomar otros caminos, aun aquellas que una vez se consagraron e hicieron promesas de votos ante Mi Hijo y no las cumplieron.

Vivir la espiritualidad no significa estar solamente adherido a ella.

Vivir la Voluntad del Padre no es algo pasajero ni tampoco un gusto de cada uno.

Las almas no saben lo que significa no responderle al Padre Eterno. Por esa razón, están en esta situación planetaria.

Mi Hijo espera aún que Sus compañeros encuentren el camino de la Verdad para salir de la confusión y del sufrimiento.

Hijos, dejen de ser víctimas de ustedes mismos y pasen a ser víctimas del Amor de Mi Hijo. Así, Él les ofrecerá el sacrificio y el sufrimiento que Él vive por cada uno de Mis Hijos. 

Así, sentirán en ustedes las Llagas del Señor, que no son físicas, sino internas y lo acompañarán en este calvario que Él vive a través de Mis hijos del mundo.

Yo deseo que alcancen el camino de la Verdad con determinación, para saber más allá de lo que sucede en este momento; cuál es la verdad que se presenta, de ciclo en ciclo. 

Hay algo que los protegerá de ustedes mismos y del mundo, que es la obediencia; porque la obediencia los llevará a comprender y a ver en qué punto está su humildad y su oferta.

No es solo obedeciendo que alcanzarán la unión con el Padre Eterno, sino a través de ella, siendo humildes y entregados a los Designios Mayores.

Ahora, Mis manos siguen tejiendo la red de oración en el mundo y sus oraciones pueden formar parte de esa red, de ese gran Manto interno que la Madre del Mundo está tejiendo para socorrer a las almas que sufren, para ayudar a sostener a las naciones y a los pueblos.

Pero mientras la humanidad no cambie de estado de consciencia, no podrá encontrar la verdad ni salir de la situación en la cual se encuentra, porque es necesario hacer penitencia para ser bendecidos por una Gracia Mayor, que aún Mi Corazón Inmaculado guarda para, algún día, entregar esa Gracia al mundo. Gracia que lo retirará de la actual situación que vive.

Pero aún, hijos Míos, es insuficiente la adhesión de los verdaderos orantes. Hablo de la humanidad entera, de todos los que de alguna forma u otra oran a Dios, a la Fuente, al Universo, a la Creación.

Así, comprenderán la universalidad de Mi Mensaje, para que cualquier ser humano comprenda lo que estoy diciendo. Mensaje que no se remite a algo religioso, sino a algo universal y planetario.

Sus miradas, hijos Míos, deben salir de lo horizontal. Sus ojos deben elevarse hacia lo vertical para encontrar la Cruz de Cristo. Allí está, en la Cruz, la justificación de sus errores y de todos sus males, allí está el perdón y la redención de toda su historia cósmica y terrestre.

Póstrense ante la Cruz de Cristo e invoquen el Poder de Emmanuel.

Hemos dejado, en los Centros Marianos, el símbolo de la salvación del mundo y el Padre Celestial ha depositado alguno de Sus Aspectos divinos sobre la Cruz de Emmanuel.

Por más que estén lejos o en otras naciones, la Cruz de Emmanuel es omnipresente. Invoquen la Luz azul, y el Poder de lo eterno los auxiliará y aplacará las epidemias, junto con todos los que adoran el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo.

Que la Cruz de Emmanuel y el Santísimo sean el símbolo de protección en la batalla de estos tiempos.

Coloquen, detrás de las puertas de sus casas, una imagen con la Cruz de Emmanuel de los Centros Marianos y que cada uno la tenga consigo en la mesa de su habitación.

Cuando oren o cuando adoren, tengan esa imagen consigo y el Padre, el Todopoderoso, los protegerá de lo que ahora sucede en el mundo y las almas que han sido víctimas de esta tragedia epidémica mundial serán contempladas por la Misericordia y serán llevadas hacia el Reino de la Paz.

Quisiera hablarles, algún día, de todo lo bueno que podría suceder si la humanidad cumpliera los Mandamientos y viviera las Leyes universales.

Por eso, a pesar la actual situación planetaria, no desistan ni bajen los brazos. Hagan todo lo mejor y un poco más, esfuércense verdaderamente y no se engañen. Hagan el sacrificio de corazón y no con apariencias, sean verdaderos ante la mirada de Mi Hijo, el Cristo, y Mis Gracias podrán seguir descendiendo en un momento crucial.

Que los ángeles de la guarda los acompañen, que sus alas los envuelvan en la Luz Divina.

Que el silencio de sus oraciones los inspire a seguir dando los pasos hacia el Redentor, para que la rendición sea vivida por todos, a fin de que surja definitivamente una Nueva Humanidad libre de la indiferencia, del pecado y del sufrimiento.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Unidos a la Virgen Santísima, respondemos en este momento a Sus intenciones, permitiendo que Sus palabras lleguen a lo más profundo de cada ser de este planeta.

Que las Palabras de la Madre Divina resuenen en todos los rincones de la Tierra para que, erguidos por Su Luz y protegidos por Su Amor, cumplamos las aspiraciones del Padre Eterno.

Vamos a orar juntos el Padre Nuestro en arameo, la lengua original que hablaba Jesús en aquel tiempo y, vislumbrando en el horizonte de nuestro interior el surgimiento de la Nueva Tierra y de una Sagrada Humanidad, nos colocamos, al igual que el antiguo pueblo de Israel, a los pies del Monte de las Bienaventuranzas en donde Nuestro Señor proclamó una vez esa oración y nos enseñó a unirnos al Padre Eterno.
 

Padre Nuestro en arameo
(transliterado al español)

Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein.

Nos recogemos en nuestro corazón para reflexionar sobre los impulsos recibidos de la Madre Divina.

Y para terminar vamos a entonar juntos, como una sola voz y un solo corazón, el cántico “Fuente Primordial”.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Dios en Su Silencio profundo y eterno, ya se ha decidido.

El mundo deberá comenzar de nuevo, pero esto aún no sucederá hasta que todos los bienaventurados despierten en los cuatro puntos de la Tierra y hasta que sea proclamada la venida del Hijo de Dios por segunda vez.

Ustedes y el mundo decidirán qué paso dar para este nuevo tiempo.

La hora ya pasó; el momento indicado terminó y la Fuente de Mi Misericordia preciosamente estará siendo derramada sobre aquellos que la busquen y en aquellos que la clamen por sus hermanos.

No habrá otra salida, compañeros, que recurrir a Mi Sagrado Corazón herido y lastimado, por los hechos del mundo que se precipitan en la consciencia humana día tras día.

Hoy Me encuentro en el lugar donde prediqué y proclamé la enseñanza del Padre Nuestro, en donde pronuncié las bienaventuranzas para todos ustedes, para todas las almas a través de los tiempos.

Al menos complazcan Mi Corazón viviendo una bienaventuranza; que ella sea verdadera, espiritual y profunda en sus vidas. Que ella se refleje en sus rostros y que manifieste la verdad que muchos necesitan.

Pero el mundo no entiende; está ciego, sordo y cerrado para poder escuchar.

Ustedes tienen las llaves para abrir las últimas puertas por donde Yo podré entrar para salvar a los que restan, en esta travesía sin fin del Armagedón.

Quisiera que hoy colocaran sus cabezas sobre el suelo para suplicarme por aquellos que no suplican, que nada piden y que se vanaglorian todo el tiempo.

Beban de la Fuente de Mi humildad y ábranse para reconocerla, pues será la base de la humildad que los hará libres y caminarán seguros hacia el Reino de Mi Padre.

No pierdan tiempo compañeros, la última barca está pasando y esto deben anunciarlo a la humanidad. Mi última barca de Misericordia está queriendo recibir a los que deben refugiarse en Mi Espíritu y en Mi Divinidad.

Al menos, cumplan con la petición de darme a conocer al mundo verdaderamente por medio de sus ejemplos y acciones de caridad, que alegran Mi Corazón lastimado.

Desde este monte Yo emito nuevamente Mi petición para el mundo, sean bienaventurados y vivan las bienaventuranzas.

Son las Leyes preciosas de la intercesión de Mi Divina Misericordia para los tiempos de hoy, que aún están vigentes para todos.

Construyan en sus corazones el verdadero templo que necesitan para poder recibirme en espíritu durante la hora más crucial, en donde los corazones se desesperarán por no haberme buscado a tiempo.

Ustedes deberán ser aquella luz para el mundo que muchos necesitarán, no una falsa luz, sino una luz verdadera que brille desde el corazón para las almas más carentes.

Así, Yo podré derramar Mis Rayos sobre aquellos que nunca Me han encontrado y realizaré prodigios en los corazones que Me acepten para vivir su redención.

El dolor de Dios es incalculable para el mundo y la humanidad.

El dolor de Dios no puede ser medido porque está dentro de Su Corazón, Corazón que ha creado todas las cosas para este mundo, para todo el Universo.

Se han preguntado ¿qué es lo que siente Dios por este mundo, que ha sido tan bendecido y dichoso por medio de la obra del Padre Eterno?

Ustedes saben compañeros que la humanidad se desvió de la Ley y cada vez más lo hace, sin consciencia, ni sabiduría.

Pero Yo vengo a buscar en los menos preparados, los frutos más preciosos que deben estar en oferta a los pies de Mi Altar ,para que Yo los pueda ofrendar al Padre Celestial como última promesa.

Si sus corazones no cambian, el mundo no cambiará, porque el mundo ya ha escuchado la Voz de los Mensajeros de Dios y pocos la entienden, en humildad.

No vengo a pedir lo imposible para nadie, ustedes ya lo saben y muchas veces se los he dicho.

Vengo a buscar algo que ustedes desconocen.

Vengo a buscar algo que está dentro de ustedes y que pertenece a la Creación, para la manifestación de Su Obra en todo el Cosmos.

Por eso les muestro Mi Sagrado Corazón como el Señor Misericordioso para que sigan Mis Pasos en dirección a la casa del Padre, en donde reinan todos Sus Proyectos para esta humanidad.

¿Quién querrá ser depositario de los verdaderos tesoros del Cielo, si aún los corazones están llenos de otras cosas?

Su vacío interior es imprescindible para los tiempos que vendrán.

Las formas y las experiencias deben estar en la base de Mi Misericordia, para que todo se pueda concretar, así como Yo lo tengo previsto desde el principio.

Yo Soy el Señor de la Misericordia , Soy vuestro Pastor.

Hoy vengo a dar Mi última palabra para el mundo, pues los corazones ya Me escucharon.

Necesito de su pureza e inocencia para realizar Mis Obras, así desterrarán el viejo ser y surgirá el verdadero espíritu que ha venido a este mundo para servirme dentro del Plan de Dios.

No puedo hacer esta oferta para todos, pues los corazones tienen sus grados de amor aún para ofertar al Cielo, pero ustedes que tienen la Gracia de recibirme y de escucharme, ¿qué están esperando?

Yo dije que vendría a buscar los talentos, no de sus destrezas, sino de sus espíritus inmateriales; los talentos de sus moradas, de su verdadera tarea ante el Padre Celestial.

Adonai Me sigue encomendando al mundo, más aún para estos tiempos más difíciles.

Pero los que no consiguen amar a sus hermanos que replanteen sus caminos pues no hay tiempo que perder; el mundo necesita de mucha ayuda y no de conflictos, ya son suficientes y eso también hiere el Corazón de Dios.

No pierdan la fuerza interior de la transformación y abran las puertas para la vida eterna en donde residen las verdaderas cosas que los harán libres para el próximo tiempo.

Hoy estoy sobre el Monte de las Bienaventuranzas, aún esperando que los ciento cuarenta y cuatro mil despierten y lleguen a Mí para ofertarme el fruto que han trabajado.

Maduren sus consciencias a través de la determinación y del sacrificio por los demás, eso los hará conquistar el Cielo y no se perderán en las cosas superficiales.

Sigan Mis pasos con cuidado y atención, no quiero que tropiecen o que caigan al suelo, eso aún sucederá hasta la próxima vida.

Pero Yo vengo a levantarlos de donde siempre se colocan por su propia decisión. Mis tesoros no pueden desperdiciarse, Mis perlas preciosas no pueden perderse entre las manos de los distraídos.

Las joyas que Yo les entrego son únicas, son las mismas que Yo recibí antes de venir y encarnar en la Tierra, son las mismas joyas que recibió Mi Madre y San José, para concretar el Proyecto de la Sagrada Familia.

Las joyas son las virtudes de la santidad, de la consagración y de la vida elevada; eso es lo que ha perdido el mundo completamente en este ciclo, ustedes tampoco pueden perderlas y si eso sucede, ¿qué será de Mi Proyecto?

No quiero dejar de ver al mundo con Mis Ojos de Misericordia, no tienten a Dios, no lo amedrenten, no quiero mirarlos con ojos de justicia.

Por eso vine al mundo y sufrí la agonía en el huerto Getsemaní, en absoluta soledad y abandono.

Por eso fui entregado como un ser divino por treinta y tres monedas.

Ustedes, ¿no Me entregarán?

Ustedes, ¿no querrán cambiarme por nada? Espero que no sea así.

Mi Espíritu los colma, pero también los corrige. Necesito de ustedes una vida y un ejemplo que nunca vivieron en ninguna etapa del mundo.

Por eso vengo en este momento para reunirlos en Mi Cenáculo de Amor y de Compasión.

Fui humillado y castigado por la humanidad, fui flagelado y martirizado por cada uno de ustedes, hoy presentes en el mundo.

Si Yo no Me hubiera ofrecido en confianza, ¿cómo hubieran podido conocer Mi Sagrado Corazón, que es la propia manifestación de Mi Divina Misericordia y de Mi Gloria?

Yo les di a conocer Mi Misericordia en el siglo pasado, pero muchos no la buscaron de verdad. Por eso en este año de la Misericordia les vuelvo a abrir la puerta para que muchos más se congreguen y sean rescatados por la Luz Misericordiosa de Mi Corazón, manso y pacífico.

Ahora les doy a conocer Mi Gloria para que puedan elevarse un poco más, pues la Gloria de Mi Corazón se alcanzó con Mi Muerte en la Cruz, cuando derramé agua y sangre, Rayos de Misericordia para salvar al mundo.

Mi Corazón se Glorificó cuando dejó de latir el corazón humano. Sientan y piensen por un instante en todo lo que vivió Mi Corazón durante la Pasión en tan poco tiempo; y a pesar de los ultrajes, de las indiferencias y de los castigos hechos directamente a Dios a través de Su Hijo amado, la Misericordia de Mi Corazón, la Gloria de Mi Espíritu, no los abandonó.

La Gloria fue lo que permitió Mi Ascensión a través de Mi Misericordia.

Yo tuve que ascender a la casa de Mi Padre porque ya era el tiempo y ustedes no podían acompañarme. Pero ahora, en Gloria, vuelvo de la casa de Mi Padre para recordarles el compromiso con el Proyecto que aún no ha terminado y no se ha cumplido.

No busquen entender Mis Misterios, guárdenlos en el corazón, en donde verdaderamente residen todas las cosas, en donde vive la Verdad de Dios y de Su Origen.

Por eso vengo para todos los que residen en Mis Núcleos de Amor y también para los que Me escuchan con el amor del corazón; para que no desvíen Mis Proyectos, sino para que los cumplan así como están escritos en el Corazón de Mi Padre, pues Yo vengo a ayudarlos para que esto se concrete y el mundo entero no se pierda en el abismo de su oscuridad que ya lo está abrazando.

Necesito de la igualdad de sus corazones, y no de la indiferencia ante las cosas que suceden en el mundo. Podrán sensibilizarse en este momento, pero saliendo de este encuentro, ¿donde resonarán Mis Palabras? ¿Harán preguntas referentes a lo que Yo les digo a todos ustedes? ¿Preguntarán a su interior, cuál será el próximo paso y camino?

Las leyes se demuestran en las Obras de la Luz, que es donde Mi adversario no puede actuar. Y si ustedes están en la Leyes de la Luz, estarán en el camino correcto.

Los vengo a preparar para ayudar a los que más los necesitarán, pues el mundo deberá ser abrigado en el corazón de los Centros Sagrados para el próximo tiempo.

Por eso, con la paciencia infinita de Mi Corazón y la Compasión de Mi Espíritu los espero para que se eleven, para que asciendan, para que suban hasta la cima del Monte de la Bienaventuranzas, en donde todo está escrito.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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