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Hijos Míos:
Que los ejércitos celestiales, en este día, abran las puertas del Reino de los Cielos ante sus ojos, para que puedan conocer y reconocer la Morada para la cual deben retornar en este tiempo.
Que sus corazones estén dispuestos para recibir las Bendiciones y las Gracias que el Señor está enviando al mundo. Es necesario que cada consciencia dé su consentimiento y envíe al Universo un fuerte y determinado “sí”, para que la Luz de Dios descienda a sus vidas.
Vengo al mundo para sacar de la ignorancia a toda la humanidad que vive en la falsa creencia de que el mundo y la vida están encerrados en la materia, en lo que puede ver y tocar.
Mis amados, llego hoy, para mostrarles que no saben nada sobre la vida de superficie de la Tierra y menos aún sobre la vida Celestial. Hasta hoy vivieron en este mundo como niños que no conocen verdaderamente el valor de la vida y muchos se niegan permanentemente a crecer. Es tiempo de que la humanidad madure y no viva más como una raza de jóvenes y adolescentes que actúan sin percibir las consecuencias de sus propias acciones.
Llegó la hora en que el Señor dará a conocer al hombre el producto de su vida y todos los frutos de los árboles que plantaron a lo largo de la existencia humana, surgirán ahora.
No les digo que teman, porque no es el temor que traigo a sus vidas. Les digo solo que despierten, porque la madurez, para muchos, traerá dolor, mas para otros, traerá la alegría de conocer un Universo que estuvo oculto durante toda la historia de la humanidad.
Mis amados, como Madre del Mundo y Madre Universal, debo alertarlos de que ya llegó el momento de descubrir ante ustedes una vida universal, que siempre estuvo aquí y que nunca pudieron encontrarla.
Mis amados, estén abiertos para dar un gran salto, como consciencias y como humanidad, mas caminen con alegría, con la misma alegría de un niño que ingresa en una escuela nueva, en un nuevo grado de su aprendizaje. Es así como se encuentran hoy, ingresando en un nuevo grado de su evolución, que para muchos será mayor de lo que podrían alcanzar por sí solos. Para esto estoy aquí, para ayudarlos a dar ese salto, para indicarles el camino y sostenerlos durante todo este aprendizaje, que es el primero de muchos otros que vivirán en el Paraíso.
Hijos Míos, comprendan la importancia de estos tiempos, porque el “sí” que dan en el día de hoy, representará la respuesta de toda la consciencia humana y determinará el curso de la evolución de sus almas.
Como Madre de cada uno de ustedes, estoy dispuesta a guiar sus pasos y sostenerlos en cualquier circunstancia. Solo les pido que, si aceptan seguir Conmigo, sean fieles a Mis instrucciones, que no les pedirán nada más que un corazón puro y abierto verdaderamente para la vivencia de lo Sagrado y de lo Superior, a través de la oración, del servicio y del amor para con todos los reinos de la naturaleza.
Les agradezco por aceptar ingresar Conmigo en este camino de Redención.
María Madre y Reina de la Paz
Como una Estrella de Paz, vengo desde el universo para irradiar al mundo el Gran Amor que Dios tiene por Sus Criaturas.
Queridos hijos Míos:
Por segunda vez regreso a San José de Rio Preto para nuevamente consagrarla como una ciudad espiritual a Mi Inmaculado Corazón.
En esta hora de crisis que viven Mis hijos y el mundo Yo necesito de la oración de todas las almas, las que en simplicidad y amor puedan dedicar tiempo a la oración del corazón. Mi Hijo espera que todas las almas respondan a la necesidad de oración que existe para este tiempo en vuestras familias y seres queridos.
Como Estrella de la Paz resplandece Mi Amor Materno ante vuestros corazones y vidas; en amor profundo les traigo un mensaje de Paz y de Esperanza.
Ustedes, Mis queridos y amados hijos, saben cuán importante será que se formen dentro de Mi Escuela de Oración; como Madre esperaré vuestra respuesta y entrega inmediata a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy les recuerdo algo urgente: que no olviden vivir los Sagrados Sacramentos que Mi Hijo les dejó. Busquen la comunión interna con Mi Hijo, así ustedes aliviarán Su Sagrado Corazón del peso que recibe del mundo por las ofensas constantes.
Busquen una vida de constante confesión, que ella sea sincera, reparadora y reconciliadora, pues Mi Hijo espera escuchar el clamor de vuestros corazones día y noche. Recuerden que Él es el Sacerdote Mayor.
Busquen ahora, en este tiempo, el sacramento que el Señor hoy instituye, que es el sacramento de la fraternidad; solamente si las almas son fraternas y unidas el mundo podrá curar muchas cosas y la humanidad podrá alcanzar un nuevo estado de Gracia y Misericordia.
Queridos hijos, estoy a vuestro lado como una Estrella radiante durante la noche, vigilo y acompaño los pasos de los que se abren a escuchar Mi Amorosa Voz.
Y hoy les digo, Mis queridos, es tiempo de vivir en Paz, es tiempo de Perdonar y Amar, es tiempo de construir una nueva esperanza para el mundo a través del corazón orante.
Por este encuentro de hoy con ustedes, les agradezco.
Por vuestra respuesta sincera de fe, los bendigo siempre.
¡Gracias San José de Rio Preto por abrirme las puertas de vuestros corazones!
En la Luz de Cristo,
Vuestra Amadísima Madre María, Señora del Santísimo Rosario de la Paz
Nuestra Señora se apareció de forma silenciosa y al terminar Madre Shimani introdujo el relato que hizo Fray Elías.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a contar un pequeño relato de cómo fue la Aparición.
Como ha sido en los últimos meses, en los días de Vigilia, Nuestra Señora viene silenciosa, pero generalmente nos permite hacer un pequeño relato; y en los días de Aparición, nos dirige Sus Palabras.
Entonces, le vamos a pedir a Fray Elías, que hoy recibió Su permiso, para que nos cuente algo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Como bien dijo Madre Shimani, nuestra Madre apareció silenciosa, en una primera instancia.
Los portales se fueron abriendo sobre esta casa y apareció un ángel con una gran arpa, que tocaba suavemente con sus manos y su sonido iba abriendo más los cielos.
Los ángeles, que venían con Nuestra Señora, se fueron posicionando cerca de nosotros y nos observaban en un estado de contemplación y silencio, hasta que en cierto momento nuestra Madre apareció como la Reina de la Paz.
El Amor que Ella irradiaba nos fue envolviendo suavemente y ese Amor tenía el mismo movimiento que el viento que ahora estamos sintiendo. Cabe decir que también el viento ayudaba, en esa manifestación de nuestra Madre, a la apertura de esos portales celestiales.
Nuestra Madre llegó en silencio, nos sonrió, manifestó Su Faz con el manto azul, la túnica rosa y el cinturón dorado. Su faz brillaba mucho. Sus ojos trasmitían el Amor y la Misericordia que muchas veces sentimos.
Y mientras estábamos frente a Ella, por unos segundos, nos mostró la realidad del mundo, lo que la humanidad está viviendo en este momento. Su silencio nos trasmitió tristeza y dolor, en algunos momentos, y en otros nos trasmitía alegría y regocijo.
Todo el tiempo Ella nos bendecía, queriéndonos abrazar como hace una madre con su pequeño hijo. Y ese abrazo fue dado por Nuestra Señora a cada uno de nosotros espiritualmente.
En cierto momento, Ella nos dijo:
“Queridos hijos, Yo no vengo a hacerles mal, como ya les dije hoy, solo necesito que cambien. Manténganse aferrados a Mi Manto, Yo nunca los soltaré; pero Yo les pido, queridos hijos, que no se suelten de Mi Manto. Todo pasará. Todo mejorará. Sigan rezando, recen mucho, ustedes lo necesitan y el mundo también”.
Y después de un tiempo, nos dio algunas orientaciones, como siempre lo hace.
En cierto momento, cuando Ella nos estaba bendiciendo a todos, consagró esta casa como un punto de Luz y nos dijo:
“Queridos hijos, he escogido esta casa porque Me ha abierto las puertas del corazón. Quiero que aquí se funde un grupo orante que, a través de la oración, auxilie a todos los que necesitan de Luz y de Mi ayuda maternal en toda esta región. Les agradeceré por responder a este llamado”.
Después, elevándose al Cielo, nos dijo:
“Queridos hijos, en verdad, prepárense para mañana. Mis Palabras serán más fuertes. Cuando despierten, oren Conmigo, oren Conmigo de corazón. Será un día importante para muchas almas. Por esta preparación que le han hecho a Mi Corazón Inmaculado, estoy verdaderamente muy agradecida, el Cielo está muy agradecido. Desearía que pudieran comprender qué significa esto para los Planes de Dios”.
Y así, en ese momento, Ella nos sonrió, acogiéndonos dentro de Su Corazón.
Al final, antes de irse, nos dijo:
“Recuerden, queridos hijos, de guardar siempre Mi Amor en sus corazones. Mi Amor siempre los ayudará. Les agradezco”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar para despedirnos.
Canción: “Magnificat”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Déjame conocer tu mundo interior, Yo Soy Tu Piadosa Madre, la que conoce los rincones secretos de tu mente y de tu corazón.
En confianza entrégame lo que eres y lo que has hecho mal; acepta a cambio el manantial de Misericordia que Mi Corazón quiere derramar como luz sobre tu ser; así, unidos como uno solo, Yo podré purificar las manchas que oscurecen tu corazón y le daré el brillo perfecto de un corazón puro.
Busca sin demora la Divina Pureza, comienza día a día a observar tus actos, sentimientos y pensamientos. Permite que la oración del corazón renueve tus células y átomos. Permite que suceda el milagro de la oración, que será transfigurar tus errores por medio de los esfuerzos realizados.
El universo es constante armonía y equilibrio, por eso procura que la oración te sintonice con los principios mayores del Cielo, aquellos principios de hermandad que están más allá de este mundo. Y un medio para poder conseguirlo es el puente de la oración, el que rápidamente te unirá a Mi Corazón, Corazón que espera con alegría que te unas al principio fundamental del amor.
Cuando consigas sentir amor verdadero en tu corazón, ese será el momento en el que podrás comenzar a perdonar los errores cometidos en contra de ti mismo o de tus semejantes. El amor siempre llevará al alma orante a encontrar el camino del perdón. Por eso, el mundo de hoy está en contra del propósito de Dios, por la falta de amor y de perdón.
En este tiempo de crisis para todos Mis hijos, Yo vengo al auxilio de todos los que quieran aceptarme como la Regente de sus corazones y de sus vidas; Yo vengo para los que me quieran adoptar como la Madre Universal.
El mundo necesita urgentemente vivir preciosos actos de perdón y de amor, aquellos que nacen de las almas que oran al Padre Celestial pidiéndole y clamándole por Misericordia.
Ningún hijo Mío podrá dar un importante paso en la consagración y en el vacío de sí, sin antes vivir el camino que Yo propongo, que es el camino de la oración del corazón. La oración les dará la fuerza interior suficiente para amar y perdonar como Dios espera.
Ya no quiero más que vuestros corazones ofendan, sino que ellos amen y perdonen; este será el único medio que les permitirá alcanzar la Gracia y la Misericordia.
La humanidad de hoy está al borde de los abismos y de los graves errores que día a día se acumulan, los que afectan a que la humanidad siga en los planes de Dios. Aquellos que acepten la propuesta de vivir en el Reino Celestial a través de la oración sincera, el perdón y el amor serán mediadores junto Conmigo ante el Padre por el perdón de vuestros errores y por la Misericordia para todos Mis hijos.
La hora indica verdaderamente cambiar algo en lo profundo de la consciencia; a los que han sido más instruidos en los últimos años les corresponderá sacrificarse y esforzarse más, por todos los hermanos que no se esfuerzan y que ni siquiera viven el camino de la oración.
¿Y cómo terminará todo esto?
En la promesa de que Mi Corazón Inmaculado los llevará al Reino Mayor, lugar más allá de este mundo, para que al igual que los Ángeles glorifiquen y sirvan a Dios.
Ahora es el momento del mayor esfuerzo y sacrificio, al punto de que ustedes oferten a Dios vuestros internos sufrimientos por toda la humanidad que no se sacrifica y que solo se acomoda a las modernidades.
Todo deberá ser resuelto desde vuestro corazón espiritual, hasta los graves desastres mundiales. Por eso les digo a los hijos que no saben: ya estamos en el tiempo final, ya estamos en la hora de decidir cuál camino escoger.
Yo estaré ante los dos caminos para ayudarlos, pero la decisión y la respuesta están en vuestros corazones.
Les agradece, los bendice y los ama,
María, Madre Auxiliadora
Abre los ojos y ve cruzar el cielo, al Rayo de la Misericordia que el Señor envía al mundo. Ve abrirse los portales de un Reino Sublime, donde habita lo más puro y bello que existe en la creación. Abre los ojos y ve llegar al mundo las Huestes Celestiales, para auxiliar a los que padecen y rescatar a los que están perdidos.
Abre la puerta del corazón y descubre el misterioso acontecimiento que se acerca a tu vida. Ábrete hijo Mío, en consciencia, para un nuevo despertar, para una nueva vida.
Mis amados, un nuevo amanecer surge en el horizonte del mundo y un nuevo sol despunta para iluminar la vida de todos los seres y para hacerlos ver todo aquello que hasta este momento estaba oculto en sus vidas. Este sol llega al mundo para retirar de la ilusión a las almas perdidas y hacerlas reencontrar el camino del cual se desviaron hace tanto tiempo.
Hoy solo les digo que abran los ojos, el corazón y la consciencia. Esto se hace con la intención y con la oración verdadera. Ábranse para descubrir las nuevas posibilidades de la vida que Dios entrega a la humanidad; ábranse para descubrir una posibilidad de vivir en Paz en un mundo que agoniza; una posibilidad de volverse servidores y pacificadores de este mundo.
Mis amados, los convido hoy a ser curadores de esta Tierra herida, sanadores de almas perdidas y moribundas, que mueren en vida y entregan al enemigo todas sus posibilidades de Redención.
Hoy los llamo urgentemente a despertar hacia una vida de unidad, que supere las fronteras de las religiones, de las razas, de las creencias y de las naciones. Hoy los llamo a la Reconciliación con el prójimo y con Dios, para que no teman aceptar lo Divino que se aproxima a sus vidas y que les ofrece nada más que una vida de entrega permanente, de servicio y de Paz.
Vengo al mundo para que la humanidad despierte del sueño en que vive y para que se manifieste en la Tierra el arquetipo del Amor que Dios pensó para el hombre.
Hijos Míos, sus vidas son preciosas delante de Dios y no importa cuánto le fallaron a lo largo de los siglos, la Grandeza de Dios está en lo imprevisible de sus consciencias y Su Gloria se manifiesta en la conversión de las almas del mundo.
Este es un tiempo de urgente conversión, porque todas las Gracias ya fueron derramadas sobre el mundo y muchos se negaron a percibir. Mi presencia llegó al mundo de diferentes formas y Me hice visible a muchos de Mis hijos, para que todos los seres tuviesen la posibilidad de estar a Mi lado. Dios intentó llegar a todas Sus criaturas, pero ellas están ciegas y sus corazones están tan cerrados, que no quisieron ver y sentir esta presencia.
No nieguen más, hijos Míos, el auxilio que se les está enviando. No ignoren más los tiempos que se aproximan, pues hoy el despertar les llega pleno de Misericordia. Mi Amor toca suavemente sus corazones llamándolos a vivir una vida de Paz y fortaleciéndolos para que alcance esta Paz en cualquier circunstancia. Mañana llegará al mudo la Justicia, que despertará a muchos a través del sufrimiento y del dolor y eso sucederá por la elección que cada alma realizó ante las oportunidades que Dios les ofreció.
No vengo para causarles temor, hijos Míos, solo vengo para advertirlos de que otros tiempos llegarán y las consecuencias de las acciones de la humanidad ya están sobre el mundo.
Elijan la Paz y vivan la oración.
Oren con fervor y pidan Misericordia para los que aún duermen.
Les agradezco por acompañar Mi Misión de Salvación de las almas.
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Entre espadas y oraciones, luchen todos los días por un mundo nuevo; luchen para que la Misericordia de Mi Hijo llegue a los corazones que viven en la adversidad.
Queridos hijos, luchen para que las manos de los que se donaron a Dios en la fe continúen obrando sin cansarse, y luchen para que las almas que hoy están confundidas y viven en la ilusión puedan percibir la diferencia de estar cerca o lejos de Dios; luchen para que los corazones que se comprometieron a vivir la fraternidad lo sigan viviendo, sin temer los grandes cambios.
Yo estoy con ustedes día y noche, desde el Cielo los observo y los acompaño para que se decidan a vivir la Voluntad del Señor en esta hora.
Hijos amados, nuevamente extiendo Mis manos hacia ustedes para ayudarlos y para animarlos a construir un mundo mejor. Ante tantos errores que día a día son cometidos por muchos de Mis hijos, Yo los llamo a que busquen la verdad interior por medio de la oración; la verdad que reina y vive en los Cielos, la verdad del Paraíso y del amor crístico que siempre los llenará, para que vuestras almas estén colmadas por el Espíritu de Dios, el Espíritu de la Verdad y de la Vida Suprema.
Amados niños, como Madre de los buenos corazones observo y guío los sufrimientos que el Señor les envía; no habrá santificación de la vida, de las células, de la consciencia y del espíritu sin antes vivir el sufrimiento como una entrega y un sacrificio a Dios. Mi Hijo ya lo vivió por todos ustedes y ustedes ahora deberán vivir el desierto, para que conozcan la gran soledad que muchas almas ocasionan al Corazón de Vuestro Padre Eterno.
No teman entregar todo aquello que les parezca mal; primero vuestro orgullo y vanidad deberán morir a través del sufrimiento, esta será la forma de poder ayudar a liberar el ego de la humanidad.
Mi Corazón siempre los acompañará en esta trayectoria de la transformación y de la entrega. Por las muchas Gracias recibidas, las almas buenas deberán donar lo mejor a Dios, Yo las ayudaré para que se animen a entregarse cada día más. Los quiero conducir por el camino del calvario interior ya que una parte de la humanidad, en el fin de este tiempo, se ofreció a Dios para poder equilibrar los graves errores del mundo.
Recuerden que nunca estarán solos, Mi Amor les traerá esperanza y regocijo, para que en estos tiempos críticos puedan enfrentar los cambios y las pruebas, las que los fortalecerán en el camino de la consagración.
A todos los reúno, en el Cenáculo de Mi Corazón, para anunciarles que ya llegó el momento de vivir el apostolado, el apostolado del sacrificio, de la renuncia y del amor al Plan del Único, por todos los que no lo viven y por los que dan las espaldas a la vida del espíritu.
Mi llamado es un llamado por la Paz, pero para alcanzar la Paz no solo deben venir a Mi Corazón, sino que también deberán luchar como siervos de Dios para que esta Paz se establezca; el camino seguro será la oración mediadora, la que reparará a las almas en este fin de tiempo.
Antes de que las tinieblas desciendan, los corazones deberán estar fortalecidos en Cristo.
Los ama y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Señora del Perpetuo Socorro
Queridos niños:
He regresado a ustedes, al centro de vuestros corazones, porque como Madre Preciosa estoy acompañando en este día las decisiones que está tomando el Cielo por el bien de todos.
El Padre los ha querido aquí en Florianópolis, para que todos se ofrezcan amorosamente a equilibrar las acciones que muchas almas cometen en esta época del año. Por eso, Mi especial intercesión ha sido para ayudar a todos Mis hijos como a todas las órdenes religiosas que aquí viven, para que en el plano espiritual sigan los pasos que está marcando Mi Hijo.
Por orden y obediencia divina, Yo anuncio alegremente que el Castísimo Corazón de San José tendrá su aparición mensual el 15 de este mes, solamente a la vidente hermana Lucía; este momento será vivido por ustedes y después será pasado nuevamente el 19 de enero para todos los devotos.
Así como Mis manos están trayendo Gracias especiales, les digo que por orden divina comunicaré Mi mensaje mensual, para todos Mis hijos, el 16 de este mes; mensaje que extraordinariamente corresponderá al indicado para el sábado 18 de enero.
El Padre me ha pedido que este especial momento sea compartido con todos los peregrinos que trabajan por la Red-Luz del Sur de Brasil. En consecuencia, estos hijos Míos tendrán el permiso de acompañar este momento y, para cerrar esta jornada de la visita sacratísima de los tres Sagrados Corazones, Mi Amadísimo Hijo Jesús entregará Su mensaje semanal, del viernes 17 de este mes para todos los corazones devotos que quieran participar, como también compartir la comunión ecuménica al término de dicho mensaje.
Recuerden, Mis pequeños, que no hace mucho tiempo anunciamos que el Sur del Brasil cumpliría una misión importante y esta misión, primero, se está gestando en el espíritu de cada uno de Mis amados hijos.
Por eso, bajo la intercesión de Mi Inmaculado Corazón, San José y Mi Hijo Jesús aceptaron Mi oferta de irradiar para los grupos de la Red-Luz del Sur de Brasil, un impulso trino que los anime, para que a partir de ahora vivan el apostolado sirviendo al Padre y respondiendo a las necesidades del Plan Divino para esta región del Brasil.
El vórtice de luz para la región sur del Brasil será el Centro Mariano de Aurora, el cual les proveerá de ayuda si la llegaran a necesitar.
Queridos hijos, esta es la finalidad por la cual estamos los Sagrados Corazones compartiendo este momento.
De lo profundo de Mi Corazón envío bendiciones maternales para todos y ahora les dicto la siguiente novena para que vuestros corazones reciten:
Novena a la Madre del Perpetuo Socorro
Oración para pedir la protección de la Madre y Señora del Perpetuo Socorro,
deberá rezarse trece veces durante nueve días:
Sagrada Madre del Perpetuo Socorro,
Puerta de Sabiduría y Misericordia,
imploramos amorosamente por Tu auxilio,
invocamos ahora la Sagrada Protección de Tu Manto.
Elévanos en espíritu hacia el Reino Celestial,
disipa toda dificultad y asedio en nuestros caminos,
ampáranos por siempre a través de Tu Poderoso Escudo Celestial.
¡Oh Virgen del Perpetuo Socorro!,
guíanos siempre por el Camino de Cristo,
muéstranos la solución y la salida ante cualquier dificultad.
Graba en nuestros corazones la Luz Suprema de Tu Espíritu,
abre las puertas que se han cerrado
y bajo la protección de Tu Santísimo Corazón
y del Santo Arcángel Miguel
todos los corazones reciban del Cielo
las Bendiciones y las Gracias,
por Tu piadosísima intercesión universal.
Amén.
Y después de la oración principal,
recitarán la oración que cerrará cada día de la novena:
Oración Bendecidora
Para ser recitada una vez.
Sacratísimo Señor Jesucristo,
Rey Supremo del Amor,
libera con Tus Rayos nuestras vidas,
siembra en nuestro espíritu
el Amor de Tu Sagrado Corazón,
para que ahora y siempre
cumplamos con la Divina Voluntad de Dios.
Amén.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Señora del Perpetuo Socorro
Hijos Míos,
Antes que se inicie una guerra entre el caos y las fuerzas mundanas, ustedes deben fortalecer sus espíritus con el poder de la oración.
Yo los preparo en este tiempo, como preparé a los apóstoles de Cristo en un tiempo pasado, para proclamar sin miedo la Buena Nueva del Reino de los Cielos, en cualquier tipo de oscuridad.
La vida de los apóstoles de Cristo permitió la salvación de muchas almas y gestó, en aquella época, la posibilidad del despertar que muchos viven hoy.
Por eso llego ahora al mundo, para preparar a aquellos que darán la posibilidad de vida a otros y que sacrificarán la propia existencia, a fin de que otros puedan despertar a las Verdades de Dios.
Hijos Míos, Mi oferta es clara, sincera y proviene del Corazón de Dios. Sé que para muchos parecerá algo doloroso, pero para el corazón que se autoconvoca no habrá mayor mérito sino el sacrificio por los demás, ni existirá mayor victoria que la derrota de su propia voluntad para entregarse definitivamente en las manos del Creador.
Muchos creerán que están listos para vivir esta entrega. Miles pondrán sus pies en esta senda. Pocos serán los que persistirán después de los primeros pasos, después que reconozcan que para vivir los Planes de Dios deberán dejar totalmente los propios planes, incluso la aspiración de vivir para concretar la Voluntad Divina.
Mis amados, Mis Palabras no serán alentadoras para muchos, pero llevarán a tantos otros la fuerza que necesitan para seguir adelante. Los espíritus valientes se fortalecen en las adversidades y crecen en las pruebas que le son enviadas.
Sepan que mi verbo llega al mundo para reclutar soldados y despertar a los que duermen.
Hoy llamo a los que caminarán a Mi lado, a los que lucharán Conmigo para que el Plan de Dios se establezca en la Tierra, y digo que otros quedarán siempre bajo Mi manto, protegidos por la valentía de algunos pocos. No se preocupen, a cada ser le corresponde cumplir una parte en el Plan de Dios. Y si hoy no sienten que están disponibles para vivir una batalla cuerpo a cuerpo, solo manténganse firmes en la oración verdadera y sustenten con el corazón y con el espíritu a los que darán el todo por el Todo.
Mis amados, son tiempos de definiciones, y existen muchos caminos para seguir, caminos que llevan a Mi Corazón. Solo cuiden y vigilen para no engañarse a sí mismos y seguir por caminos que no son los que Dios escogió para sus vidas.
En estos tiempos, cada corazón que se abra verdaderamente será capaz de saber cuándo se está equivocando. Solo deben estar dispuestos a saber toda la verdad sobre sí mismos y permitir que la primera máscara que caiga delante de Dios sea la propia.
Mis amados, no se engañen más, no vivan cosas que saben que no es la Voluntad de Dios. Llegó la hora de vivir las consecuencias de los propios actos y recoger los frutos de los árboles que plantaron a lo largo de sus vidas.
Hoy en día, los frutos de sus acciones madurarán rápidamente. Apresúrense a plantar buenos árboles con buenas y verdaderas obras, sobre todo verdaderas.
No importa que no cumplan con aquello que el mundo espera de ustedes, tampoco con lo que cada uno espera de sí mismo; solo arriésguense a vivir la Voluntad de Dios manifestada a sus corazones, porque la voz del Creador ya resuena en los planos internos, decretando Su Voluntad a los que saben oír.
No desperdicien el impulso divino que llega a sus vidas. Solo caminen, caminen sin mirar atrás, ni para los costados. ¡Solo hacia el horizonte! Sean valientes de corazón y de Espíritu. Yo los sostendré.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
La que los ama y les agradece siempre por escuchar Mi último llamado.
Amados Míos:
En este tiempo de conflicto y caos, en donde el mal quiere llevar a las almas hacia lugares inciertos e infernales, la unidad entre los apóstoles de Mi Hijo será la llave para sustentar este final de los tiempos.
Hemos transitado largos caminos, hemos recorrido montañas y valles, senderos de luz, que juntos, ustedes y Yo, hemos marcado en esta Tierra y en el corazón de muchas almas que se han vuelto hacia Dios y hoy esperan ansiosas el retorno del Salvador.
Muchos caminos hemos de recorrer juntos aún, construyendo este mapa mariano sobre la faz de este planeta, para que un día los pueblos, las razas, las religiones y todas las naciones miren hacia lo Alto para recibir la Misericordia y la Justicia Divina. Esto será un movimiento de orden nuevo para todas las criaturas.
Hoy vengo hasta Mis hijos para aliviarlos del peso del camino, para que sepan que delante de las pruebas que vendrán estaré más que nunca con todos ustedes.
A pesar de lo que parezca que sucede en este mundo, y a veces entre Mis soldados, estamos construyendo dentro de las consciencias una fortaleza que ustedes aún no conocen.
Cuando se alientan unos a otros a seguir caminando en la fe que Mi Hijo les enseña, cuando comprenden y perdonan las fallas de vuestros hermanos de camino, cuando se elevan a pesar del cansancio y la soledad interior, están formando en vuestras consciencias grandes torres que vigilan vuestro espíritu para que el enemigo no se pueda acercar.
No olviden que, cuando definitivamente se entreguen a la Voluntad del Divino, el mal no los perseguirá más internamente, porque en vuestras moradas habitará el Único y Verdadero Rey, Cristo, el Gran Pastor.
Ese día, Mis pequeños, el miedo se convertirá en un amor desconocido, en una fuerza mayor que los impulsará directamente hacia Dios. Ese día, hijos queridos, ya no existirán las dudas, el dolor interior; la paz absoluta reinará en vuestras vidas y serán bienaventurados en vida, ejemplo fiel del Amor de Dios sobre la Tierra.
Mis pequeños amados, que hoy están de rodillas frente a Mí como Mis niños, sepan que estos breves momentos en los que puedo acariciar vuestras almas, son momentos preciosos para Mí, porque en este tiempo estos instantes son únicos en el universo. En estos momentos de unión de vuestros corazones con el Mío, en donde puedo acercarme para cubrirlos con Mi manto de luz, Mi Corazón de Madre reboza de amor y alegría.
Perciban, Mis amados, cómo Mi Corazón Inmaculado los llena de luz, de esa luz que Dios me ha permitido traer al mundo. Sientan pequeñitos, cómo Mi Amor de Madre, el amor de vuestra Madrecita ingresa en cada uno de ustedes.
Yo siempre los cuidaré, los acariciaré con Mis santas manos, como hice con Jesús, para que nunca se desanimen.
Sepan, hijos queridos, que el camino que falta será intenso y difícil para algunos, pero si todos levantan sus espadas y sus voces para jurar fidelidad al Redentor, la Luz de Dios descenderá sobre ustedes y los cubrirá de protección divina.
Tengan siempre presente que son Sus Amados y Pequeños Hijos, los que Él eligió para acompañar a Su Primogénito, el Salvador.
Estoy con ustedes, dentro de vuestros corazones. Soy vuestra Madre, la Reina del Cielo y de la Tierra.
Gracias por estar hoy Conmigo.
Los amo,
María, vuestra Madre
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más