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Fray Elías del Sagrado Corazón:
Nuestro Señor pregunta, a los presentes, si alguno de los hermanos se anima a ser bautizado.
Me gustaría quedarme mucho tiempo con ustedes, el mundo Me necesita.
Cuando uno se bautiza, el espíritu de todos es bautizado. Escogeré a cincuenta de ustedes para ser bautizados. Este es el símbolo y la señal de Mi Retorno.
Mientras cantamos, queridos compañeros, Yo los escogeré.
Sepan que aquellos que no son bautizados también recibirán Mi Presencia. Porque Yo no vengo aquí solo por ustedes, sino por este mundo que sufre y padece.
Ustedes tienen que bautizar a sus hermanos con el amor del Espíritu Santo, ser reflejo del amor del Espíritu Santo.
Con este simple acto de amor bautizarán en espíritu. Esto es lo que quiso enseñar Juan, el Bautista, más allá de un acto o de un ritual.
Lo que enseña Mi Padre a todos los autoconvocados es la Verdad.
Prepararemos, entonces, en gloria y amor este momento.
Yo Me retiraré de vuestra presencia, pero estaré aquí acompañándolos en espíritu de amor. Recuerden que Dios Me dio la Gracia de ser omnipresente, así como Yo deseo que lo sean en la caridad y en el amor.
Los bendigo y los reúno a todos en Mi Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, Te honramos Jesús.
Yo los acompaño desde el Cielo, en este momento. Sepan que estoy aquí, en este sagrado momento.
¡Les agradezco!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Este momento del Bautismo fue muy especial porque, de alguna forma, como dijo el Maestro, todos fuimos bautizados en espíritu.
En aquellos que fueron llamados especialmente por Nuestro Señor, El explicó que veía una necesidad que esas almas tienen. Necesitan curar algo, liberar algo, perdonar algo. Ese algo es una tarea que Él hace directamente con esas almas.
Pero también sabemos que Él nos dijo que no faltará la oportunidad de que otros más puedan bautizarse en otro momento.
Como ustedes lo han percibido, esto es algo que Él nos está enseñando a hacer, de lo cual nosotros no sabemos nada.
Entendemos que Él nos intenta enseñar, instruir como hacía en aquel tiempo también.
Su primo, Juan el Bautista, fue quien, según Nuestro Señor, dejó un legado importante a través del Sacramento del Bautismo.
Hoy, cuando Cristo apareció de una forma especial, trajo encima de Su Pecho, sobre Su Corazón, una medalla, a la cual Él denominó y explicó.
Es lo que Él nos dejó hoy en Su Mensaje extraordinario.
Póstrense ante Mi Corazón Misericordioso, así Yo podré ayudarlos de diferentes formas.
Hoy vengo desde el Cielo anunciando Mi pronto Retorno al mundo.
Necesito que Mis Rebaños se congreguen en el amor, que puedan vivir Mi Mensaje, que puedan seguir las instrucciones del Pastor para este tiempo definitivo.
Hoy vengo a preparar esta cena con ustedes y a comulgar con vuestras almas y espíritus, pues eso es lo único que es valorado por el Poderoso Dios.
Vean reflejados en este momento Mis Rayos de Misericordia sobre ustedes, pues no hay mayor Luz que haya llegado a vuestro auxilio en estos tiempos. Y deberán dar cuenta de esto a través de un testimonio verdadero ante vuestros semejantes.
Quien responda a Mi Palabra tendrá vida eterna. Aunque parezca que se esté sumergiendo en la oscuridad de este mundo, Mi Luz nunca lo dejará caer. Mis Ojos harán resplandecer vuestros caminos e indicarán el nuevo horizonte que cada uno de ustedes deberá recorrer en Mi Nombre.
Todos son llevados al centro de Mi Corazón para que en adoración honremos al Dios del Amor.
Vengo nuevamente a repetir Mi Mensaje porque el mundo sigue equivocándose; las puertas de los Cielos se están abriendo en este lugar como último llamado a la Redención. Y cuando ya no Me vean pasar por aquí, Me esperarán en silencio y en oración.
A cada uno de ustedes vendré a buscarlos en el momento cierto y justo, pero no será como ustedes lo imaginan. Vuestras mentes no podrán reflejar ninguna verdad porque será a través de la fuerza del corazón, que es imperiosa e infinita ante el mal.
Únanse y no pierdan de vista la unidad, así estarán aliviándome y no Me estarán quitando el tiempo con tantas observaciones que debo hacer sobre ustedes; así Mis Ojos y Mi Corazón podrán estar tranquilos sabiendo que Mis Ovejas caminan hacia Mi Establo, el establo del corazón. De esa forma Yo podré ayudar a los que más necesitan y, como ustedes, otros más podrán despertar a esta convocatoria que Mi Nombre, en honra al Padre, está haciendo para todos.
Sepan que todos son iguales ante Mis Caminos. Muchos se han cruzado Conmigo en otros tiempos, aunque otros recién Me conocen y sienten confianza y plenitud en Mi Amor Misericordioso.
Hoy sentado a vuestra mesa comparto Mis Palabras de amor y de verdad, como lo hice con Mis Apóstoles, en la serenidad, antes de la Pasión.
Mucho ya he dicho a lo largo de los tiempos sobre cómo Yo los quiero ver a cada uno de ustedes. Ya no piensen que podrán ser iguales a los demás o los podrán imitar.
Yo los invito a vivir Mi Camino con plenitud y sacrificio, pues los tesoros que Yo guardo para ustedes no se encuentran en este mundo ni en ninguna otra persona. Lo que ha venido del polvo al polvo volverá y desaparecerá, pero lo que ha venido del Espíritu al Espíritu retornará y vivirá eternamente en el Corazón de Mi Padre.
Estos encuentros Conmigo son impulsos que Yo les dejo, joyas preciosas para tiempos difíciles y duros. Que nunca se acabe vuestra sed; que vuestra vanidad no les quite la sed de buscarme. No se engañen y abran los ojos a Mi Luz. Yo los bendigo todo el tiempo mientras Me invoquen, pues no hay nadie mejor que Yo para vuestras vidas, pero los dejo libres cuando no quieran buscarme.
El Amor entre los hermanos debe ser fomentado a través de la verdad, así podrán vivir Mis Palabras de forma simple y serán ejemplo para muchos.
Dejen que Mis Pasos puedan marcarles nuevas señales para recorrer, las cuales verán en el próximo tiempo, antes de Mi Retorno, cuando Yo ya no esté más aquí entre ustedes compartiendo Mi Eucaristía Redentora. Pero, que Mi Palabra no sea menos fuerte que la vuestra, porque de ser así estarán yendo por otros caminos y la mente inferior los convencerá de muchas cosas antes de tiempo.
Busquen el camino del corazón todo el tiempo y no se perderán. Confíen en lo que Yo les traigo a través de Mi Presencia. No teman confesar vuestras miserias, Mis Oídos son infinitos y extensos, y escuchan todas las vibraciones del Universo, hasta el respirar de un niño.
Mientras el mundo no siga el camino correcto en este tiempo, Yo vengo para dejarles lo último que les puedo entregar, aquello que no se perderá entre las cosas superficiales. Es Mi Espíritu, el que prevalecerá en ustedes, en las tribulaciones y en las caídas.
Por eso los invito a renovarse después de un año de Gracias, Gracias tan peculiares para cada uno de ustedes, Gracias que son distintas a los ojos de los hombres, Gracias infinitas que transforman y redimen los corazones.
Yo les dejo Mi Corazón como un emblema universal y espiritual, como una llama que nunca se apagará mientras la busquen de forma verdadera y sincera.
Si Dios les ha permitido vivir tantas cosas en este tiempo, todo tiene un porqué, un propósito y una meta que ustedes desconocen.
Muchos han escogido la ley del sufrimiento, en vez de la Ley del Amor para aprender en la Luz de la instrucción. Pero Yo no puedo revertir vuestras decisiones, queridos Míos, Yo solo puedo ser la Guía y la Estrella que les indica el camino hacia la misión que Dios espera que vivan en este tiempo, de manera simple y humilde.
Me lamento por aquellos que hoy ya no están aquí y que no confiaron en Mi Voz. Pues como Yo lo advertí en Ruanda, muchos no Me escucharon. Espero que no vuelva a suceder de la misma forma.
Concéntrense en Mi Corazón y que nada más los perturbe. Busquen esa sintonía perfecta Conmigo, porque el mal delante de Mi Presencia nunca prevalecerá. Podrá reírse de Mí como lo hizo en la Cruz, pero él será vencido y será extirpado a través de Mi Voluntad.
El Universo los bendice todo el tiempo. No busquen otra cosa que Mi Corazón, él siempre los acogerá y les dará la fuerza para seguir entre las tinieblas que hoy están aquí. Los invito a vivir el camino de la serenidad, aquel que Yo aprendí en la Pasión y en la Cruz. Eso no es conocido por el enemigo. Esa es la llave que lo hace perder y desistir, porque el Amor siempre es más fuerte.
El Amor supremo acoge y transfigura, redime y libera a las células que están muertas por la falta de la Luz, de la Luz de Dios.
Agradezco vuestros esfuerzos por acompañarme durante todo este año y espero que, después de haber estado junto a Mí, nuevas puertas a la redención se abran para los que no pueden encontrar el camino de salida de sí mismos.
Lleven en vuestros corazones la señal de Mi Bendición pastoral.
Que comulguen también Conmigo todos los que Me han faltado, pues es una oportunidad para encontrar la última salida.
Bendigo y absuelvo a todos aquellos que hoy Me abrieron su corazón en confianza y en amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Que vuestros corazones puedan ser los nuevos cálices que reciban Mi Sangre preciosa, el código de la transfiguración y de la renovación, para que vivan a partir de hoy la cura y el perdón.
Vayan en Paz y sean Luz entre las tinieblas.
Les agradezco.
Cristo Jesús Glorificado
Hermanos:
Que la paz se establezca en todos aquellos que no la tienen y principalmente se cumpla el proyecto de Mi Paz en los que Yo he llamado a servirme a través de los tiempos.
Que vuestros corazones sean la luz del mundo; para eso vuestros sentimientos deben ser puros y tan cristalinos como el agua de un río. Así Compañeros Míos, Me ayudarán a remediar las ofensas gravísimas que el mundo entero está ocasionando al Dios Creador.
Día y noche, a través de vuestros hermanos de camino, Yo los llamo para vivir Mi Unidad Crística, unidad que los liberará de vuestras propias ideas y los curará de vuestros propios males.
A pesar de la guerra espiritual y física que vive el mundo enfermo de hoy, Yo los reúno a ustedes, Mis Queridos, para que juntos, a través de Mi Infinita Gracia Celestial, den el testimonio de que es posible vivir en Dios y vivir en paz entre las tinieblas.
Hoy el Cielo y todo el universo se digna a venir a visitarlos secretamente, y el Cielo ingresa en vuestros corazones impuros para retirar la separatividad y la desunión. Después de tantos mensajes y palabras derramadas en el mundo en tantos siglos de trabajo por parte de los Divinos Mensajeros, ustedes Mis Amigos se han preguntado:
¿Por qué hoy estoy aquí Señor?
¿Qué hago frente a Ti, aún sin merecerlo?
Yo les respondo:
Te amo, Te amo tanto que aún no lo percibes, Mis Manos oran por tu misión personal y grupal todo el tiempo. Mi Gracia restaura las secuelas de tus heridas y Me sirvo de todo lo bueno que tienes; deseo que seas Mi Soldado de la Misericordia para que junto a Mí, aliviemos el mal de este mundo. Y tú nuevamente me preguntarás:
¿Señor, entre tantas criaturas, por qué te dignas venir a buscarme?
Y Yo te respondo:
Porque la virtud que tú guardas es totalmente para Mí y no dejaré que la pierdas por nada, hasta el punto de que Yo te demostraré cómo amar a tus hermanos, mejor de lo que tú crees.
Por eso te digo, deseo que Mi Voz resuene en tu corazón y que ella sea el fruto redentor para los hambrientos de espíritu. Lo que fue prometido se cumplirá, pero antes nadie quedará sin ser avisado. En verdad les digo, que este es Mi último tiempo de Misericordia y de Redención.
Abran los brazos para acogerme y sentir el calor supremo de Mi Corazón. De todos los uruguayos espero el gran paso hacia el Propósito y ya no dejaré que ningún servidor Mío tire de la soga, pues llegó la hora de que todos se unan en el nombre poderoso del Amor de Dios, así se podrán evitar muchos pesares para este país y muchos estarán a tiempo de reencontrarme.
Yo los necesito a todos hasta en las cosas mas simples de la vida. Yo tengo Mis Ojos sobre todos los siervos de Mi Padre. Agradezco el espíritu del esfuerzo colocado para recibirme en este humilde lugar. Recuerden que cuando Yo estuve entre ustedes, muchas veces Me senté a la mesa de los pobres y de los sufridos, para dejar el consuelo de Mi Padre.
Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar incansablemente Mi Sagrado Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Y, a pesar de que el mundo aún ultraja el Cielo con sus ideas y pensamientos destructivos, que son fruto de la manipulación del mal, Yo no dejaré de derramar Mi Verdad y Mi Misericordia sobre los que claman por justicia espiritual.
Por eso, Mi Voz reverbera en el universo y es escuchada por los corazones que buscan el camino de la oración.
Necesito, de todos Mis compañeros, un camino de fidelidad tan grande que pueda vencer las trampas que el enemigo colocará en el momento de que las almas den el gran paso.
Yo vengo en busca de los que escucharon alguna vez Mi Palabra de Vida, quiero construir en ellos nuevas moradas que puedan guardar los dones que el enemigo no conoce en este tiempo.
Deseo que, todos los que Me siguen, puedan abrir un poco más el corazón a lo que Yo les pido, pues llegó el momento de encontrar las fuerzas internas más allá de este mundo, en el universo de Mi Amor Crístico.
Aquellos que no consiguen seguir Mis Pasos que no se desanimen, al menos Yo les pido que miren las marcas de Mis Huellas para que no pierdan de vista el esplendor de Mi Luz y de Mi Regreso al corazón de todos los seres. Sigan adelante sin bajar los brazos, que sus corazones sean manantiales de amor y de verdad, así Me ayudarán a levantar a la humanidad caída.
Eleven sus ojos y miren la belleza gloriosa de Mi Corazón, que arde de Amor por ustedes y busca sin cansancio un refugio en donde poder reposar en paz.
Cuando se animen a dar el gran salto al vacío de sí, Yo podré estar en ustedes todo el tiempo.
Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.
¡Gracias por recibir Mi Corazón en ustedes!
Cristo Jesús Glorificado
Si en verdad Me vieran como Yo los veo, muchas cosas ya no sucederían en su mundo interior y exterior. Yo vengo a llamar a los que se pierden en sí mismos y se escapan muchas veces de la Verdad. En ellos, Yo He repetido Mi Propósito durante mucho tiempo y aguardaré hasta el final una sabia respuesta, una respuesta verdadera. Pero ahora, que todo parece estar confuso en muchos, la Luz de Mi Sabiduría los envuelve, confortándolos.
Veo que Mi Padre, a través de tantos sabios y seres celestiales, Ha confiado en todos ustedes y en muchos más; pero el camino de la Verdad comienza buscando la transparencia en sí mismo, para irradiar después la pureza y en consecuencia la verdadera intención del corazón.
Cuando el Propósito sea visto por ti mismo, te aseguro que fallarás en el primer intento, porque la Verdad no te ha sido mostrada y estarás sujeto al engaño permanente. Por eso, líbrate de ti mismo, para que Yo pueda hacer lo que tengo previsto, desde antes de tu nacimiento en el mundo. Pues Mi Verdad, que no es conocida, se encuentra en el espíritu de la Paz y ese mismo espíritu es sembrado por el Amor de Dios, en donde existe el centro supremo de la Verdad.
Como muchos no conocen estos simples misterios de la vida, Yo vengo a revelarles la Verdad de que ya no deben actuar por los impulsos de su propia imperfección. Por esta causa, muchos hacen padecer a Mi Corazón Sagrado y Él muestra la Sangre que derrama por los errores del mundo, que ofenden a Dios, sin que perciban la gravedad de estos tiempos.
Antes de que la Ley descienda del Cielo, en donde Yo vivo en Gloria todo el tiempo, Yo intercederé ante Mi Padre para aliviar las causas y heridas espirituales imborrables que muchos ocasionan al Altísimo Creador.
Yo padecí por ustedes, para que ustedes no padecieran en vida. Yo morí por ustedes, por Amor, para que ustedes no murieran en espíritu.
¡Ay de aquellos que Me ofendan, por ignorancia y falta de consciencia, en estos tiempos que vendrán!
Aquel, que se oponga a Mi Propósito, sufrirá por la acción de su propio querer y Mi Misericordia Infinita se convertirá en un manantial de Justicia en los que Me sean infieles.
La vida no puede vivirse en dos caminos, escojan a tiempo qué camino seguirán, el de la Luz o el de la eterna oscuridad del mundo. Fieras y redes diabólicas se soltarán sobre el mundo, como lluvia en noche de frío, y convencerán a muchos para seguir falsos caminos, movidos por la emoción y por el engaño. ¡Pobres de estas almas que Me abren heridas antes de tiempo!
¿Dónde quedará lo que Yo les He dado con tanto amor y confianza?
Pero la Verdad se busca en la humildad, que nunca debe acabar, más si ella llegara a faltar, invoquen a Mi Presencia para que el orgullo que muchos tienen no los ahogue y no los inunde como una barca en el mar.
Yo Soy la Salvación y el Camino Perfecto para los que se humillen ante Mí; pero sé que muchos, por sus ideas y sus propios preceptos, no se dejarán rendir a Mi Amor y ante la aparición de la menor crisis de vida, decidirán serme infieles y en verdad no saben lo que esto significará en este tiempo de tribulación.
Recen para que sus seres se desprendan de las causas de la perdición. No sean orgullosos, sino sean valientes y humildes para encontrar la rendición. A quien esté dispuesto a seguirme, Yo lo ayudaré hasta el final y no lo dejaré solo a pesar de la gravedad de los tiempos. Por eso, busquen la unidad sincera con sus semejantes; así sus corazones serán espejos de la Verdad y de la Misericordia que, por el propio poder que Yo les daré, expulsarán el mal, disolviéndolo en cualquier camino.
Para ser Mi apóstol es necesario ser humilde y no astuto, sus propias miserias pueden sumergir el proyecto confiado a sus vidas. Únanse y todo se resolverá a través de Mi Presencia Infinita.
Bajo el Amor del Padre, que los acoge y los perdona, sean verdaderos, y así Me agradarán.
Cristo Jesús Glorificado
En este tiempo, Yo vengo al mundo como el Sacerdote Mayor a preparar los caminos de los que retornarán, por sí mismos, a comulgar Conmigo en Mi próximo advenimiento al mundo. Así, Yo cumplo con los Designios de Mi Padre y abrazo a todas las almas para que sientan Mi Sagrado Corazón.
En la Luz que Yo irradio se encuentra la Verdad, motivo principal de Mi Venida a este mundo, como Espíritu de Verdad y de Vida. De esta forma, Yo reúno a Mis nuevos discípulos para que, a través de Mí, vivan la Verdad que Yo viví en tiempos pasados. Me reúno con todos los autoconvocados y con los olvidados que han quedado atrás, perdiendo la oportunidad de la cristificación.
Mi Corazón prevalece a lo largo de los tiempos, mientras Yo envío impulsos permanentes a todos los espíritus que viven sobre la faz de la Tierra, pero no todos Me responden como Yo lo desearía. Muchas veces debo forjar la madurez del trigo, pues Mi Padre lo necesita para servirse de él y así poder cumplir el Propósito Divino de derramar Su Misericordia en este mundo herido.
Mientras aún todo está por suceder, Yo los reúno de manera inmediata alrededor de Mi Sagrada Mesa Eucarística, para que el mayor número de esencias reciba los Dones que Yo alcancé durante la Muerte, Resurrección y Gloria por amor infinito a todos Mis rebaños.
Yo les pido, en este tiempo, la fidelidad a Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo podré saber y ver con cuántos talentos podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo en este tiempo. Por eso, la formación de los nuevos apóstoles es urgente.
Yo vengo directamente del Universo Celestial y Espiritual a dar los últimos avisos a todos. Ayuden a despertar a los que duermen en la ilusión de este sueño humano, ustedes cuentan desde siempre con Mi Sagrada Intercesión Divina. Los necesito dispuestos a poder dar lo mejor en cualquier momento.
¡Crean!, sus células son redimibles y, a través de Mí, ellas se santificarán por la Ley de Mi Misericordia. Sean pacientes y no descansen en ustedes mismos, sino ábranme la puerta de sus corazones, para que sus almas Me puedan escuchar como la Única Voz Mayor.
Sientan el poder de Mi Confianza, la Paz que nunca acaba y el Amor verdadero de Mi Corazón que los abraza fuerte y los sostiene hasta que vuelvan a caer a Mi lado. Mis Manos, juntas a las suyas, son la seguridad predilecta y la fortaleza que Yo les puedo legar.
Por eso, sean cristalinos como el agua, en todos los sentidos de la vida; así, Yo les aseguro, Mis amados, que alcanzarán la pureza y serán en poco tiempo Mis santos de los últimos días.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados y pacíficos.
¡Gracias por permanecer en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado, el Sacerdote de la Paz
Mi Corazón es la Eucaristía Viva para las almas del mundo. Mi Corazón disipa las sombras que viven en el interior de los hombres.
A través de la unión con el poder de este Sacramento, las consciencias se redimen y santifican los pasos de su caminar hacia Dios. Bendito sea el corazón sincero que comulgue con este Sacramento Eucarístico, porque tendrá la vida eterna cuando todos los días solo busque el camino a la perfección.
Envío a Mis ángeles celestiales para que en todo el mundo derramen los códigos crísticos que fueron alcanzados por Mí durante la Pasión, así Mi Gracia evita que el poder de las Leyes caiga sobre los justos, porque aún en la Tierra moran almas preciadas por Mi Padre.
Así, a través de Mi Cuerpo y Corazón Eucarístico, Yo estableceré en el mundo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De esta forma, aquellas consciencias que, todos los días de sus vidas, Me hayan buscado con sinceridad, superando y trascendiendo los límites de la materia, el día de la Justicia Divina, estas almas no serán causa de Mi Justicia, mas serán mediadoras para la salvación de otras almas que en esos tiempos serán prisioneras del mal.
Dichosos todos los que hayan buscado el camino de la Adoración. Los templos del corazón estarán preparados para llevar adelante obras universales de paz en la miseria y el caos, porque Yo, a través de la efusión del Espíritu Santo, realizaré Mis últimas obras magníficas sobre el consciente de la humanidad; así muchos sabrán quién en verdad Ha sido el Hijo de Dios.
Por eso, antes del gran momento universal, Mi Fuente Espiritual preparará a los rebaños. Llegada la hora de la gran revelación celestial en toda la esfera de la humanidad, aquellos que acompañen el transcurso de Mis Caminos serán como lanzas de fuego, que traspasarán el mal y liberarán, solo por su presencia, toda oscuridad. Pero nadie sabrá quién lo hará, colocaré un velo sobre todo este misterio, solo el amor y la humildad en los simples demostrará el poder de este gran misterio creador.
Y, aunque los espíritus impuros estén sueltos como lobos feroces en el actual mundo, los adoradores, que forman parte de Mi Cuerpo Místico, defenderán el poder de Mi Gloria y de Mi Retorno.
Los ángeles del Cielo serán las estrellas resplandecientes que guiarán el camino de los vigilantes y de los guardianes del Evangelio de Cristo, así llegará el momento de que Mi Iglesia Espiritual será solo una.
No será necesario que ningún hombre o ser sobre la Tierra reine en Mi Nombre, porque cuando Yo retorne revelaré el poder del Reino de Emmanuel a los que escucharon Mis Palabras con los oídos del corazón y del alma.
Entonces, los justos deberán ser compasivos con los injustos. Llegará el momento de ejecutar las obras de misericordia y de caridad, que librarán a los inocentes de envolverse con los enfrentamientos que muchos vivirán. Serán victoriosos aquellos que se hayan convertido en adoradores de Mi Divina Misericordia.
El Reino que se aproxima modificará la miseria espiritual y la indigencia injusta del desequilibrio corrupto que vive la humanidad. Pues Mi Luz Celestial corroerá con el poder del Fuego Divino todos los actos y los modos que llevaron a la perdición de millones de esencias en la humanidad.
En ese tiempo, nada quedará oculto, la vida entre hermanos se volverá como espejos que reflejarán la verdad que siempre se ha ocultado. Por eso, les pido a los valientes determinación rápida en la entrega, así pronto se liberarán del código corrosivo de las pasiones humanas y el espíritu inmaculado de cada ser establecerá el Reino Divino en todas las cosas.
El verdadero paso para la consagración se encuentra en el camino de la permanente fe del corazón, que les dará confianza y suma plenitud para vivir el universo desconocido. Los más simples sobrevivirán a las catástrofes que llegarán como purificación y fuego sobre la humanidad rebelde; así, cuando todo haya sido purificado, como el grano que es pisado en el granero, Yo vendré para restablecer Mi Reino Mayor, aquel que late perpetuamente en el corazón de este Universo Celestial.
Ahora, Mis peticiones se extienden a todos aquellos que quieran escuchar lo que el mundo ha generado. El tiempo próximo indica el camino de la superación de sí y esto será más verdadero cuando la constancia de vivir Mi Reino sea el propósito verdadero para los servidores. En todo paso y superación, Yo Me encontraré intercediendo e irradiando Mi Paz Celestial.
Volveré con el propósito de recuperar los caminos perdidos y confusos de todos los que una vez se quedaron atrás por las acciones y las actitudes de los otros, de aquellos que creyeron estar haciendo las cosas correctas; pero ahora ellos deberán pagar el mismo precio de lo que fue fracturado, molido y herido en el espíritu de los que fueron engañados.
Mi Reino es de Verdad. Yo les enseño, a través de Mi Amor, a ser luz suprema para el mundo, liberando de esa forma los códigos corruptos que se guardan en las células de la herencia humana. Por eso, Yo los reúno para vivir un camino de transparencia y de servicio inmediato al Plan del Padre Celestial. Necesito la rectitud de los servidores, que forjará, en sí mismos, los frutos y los potenciales que se resisten a donarse por un acto de suma apropiación. Pero de a poco, como una Buena Madre, Yo despierto los talentos divinos que servirán de socorro y de ayuda para el actual ciclo de la humanidad.
Hoy, les hablo con esta rectitud, porque todos los seres que ya responden a Mis Comandos están prontos para escuchar en la madurez de la consciencia.
Vigilen Conmigo y encontrarán la respuesta en todo lo que sea necesario aclarar. La Sabiduría de Mi Corazón hoy les derrama Infinita Misericordia. Recuerden que Mi Amor por ustedes es inmediato e inconfundible.
Abrazo a los que una vez Me dijeron sí y llevaron Mis Palabras al centro de su corazón, que ahora será el camino para la liberación de sí mismos.
Ámense crísticamente.
Únanse cósmicamente.
Trabajen fraternalmente, así Me agradarán.
Les agradezco por acompañarme en la Eucaristía, junto a los ángeles mayores.
Paz para todos, la Paz de Dios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Cristo Jesús Misericordioso
Rindan adoración y culto al Príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel Arcángel, porque este Amado Padre auxiliará en los momentos críticos a quien lo invoque de corazón y de alma.
Por este fin, hoy deseo que en Mi Nombre se yerga para el mes de agosto, dentro del Centro Mariano de Aurora, una pequeña ermita que será contemplada por todos en honra al Padre San Miguel Arcángel, aquella Supraconsciencia que desde el principio de Mi Vida crística acompañó e impulsó los milagros y los prodigios de amor que Yo realicé.
Para que esto sea posible, Yo vengo a pedir la consagración de todos los servidores al Bendito y Piadosísimo Corazón Guerrero de San Miguel Arcángel. Quien venere a San Miguel en esta Ermita, que presentará Su sagrada imagen, la que mediante una visión Yo he revelado, ayudará a liberar del pecado a los corazones que son más perseguidos y que son condenados por las astucias del enemigo.
Vengo para pedir a todos los peregrinos del mundo, que en agradecimiento al aniversario de las apariciones de Jesús durante los trece encuentros de oración de la Maratón de la Divina Misericordia, ayuden al Centro Mariano de Aurora para manifestar esta pequeña ermita, que los consagrados construirán para agradarme.
El Santo Padre Miguel Arcángel es el Príncipe del Amor y de la Verdad; Él es quien los podrá socorrer tanto en las adversidades como en los peligros y esta ermita que se elevará, por más pequeña que sea, irradiará la luz bendita de San Miguel.
Esto significa, Mis Compañeros, que Mi Sagrado Corazón en acción de gracias, le entrega la Potestad Divina a San Miguel Arcángel, para que Él, a partir de ahora, proteja y guíe los caminos de todos los servidores.
Este Santo Padre de las Huestes Celestiales, es el Comandante Mayor de todas las milicias. Emmanuel, por amor, le ha confiado la evolución y la redención de toda la humanidad.
Esta sagrada ermita consagrará a cada servidor que se presente delante de ella y liberará aquí, en Aurora, los espíritus de la impureza y del engaño. Es tan grande Mi finalidad de que esta sagrada ermita esté manifestada, que Yo me serviré de los buenos corazones para llevarla adelante.
Esta ermita será el punto de liberación para el Uruguay, pues en la autoridad celestial que Yo he concebido como Hijo de Dios, San Miguel Arcángel responderá a Mis Peticiones universales, más aún, las responderá cuando un alma buena frente a la sagrada ermita implore a San Miguel Arcángel a través de la siguiente oración:
Pedido de Liberación al Arcangel Miguel
¡Oh Príncipe Supremo de la Milicia Celestial!,
te imploro de alma, mente y corazón,
que Tu gloriosa y poderosa intercesión se cumpla en mí.
Por el poder que Dios te ha dado,
San Miguel Arcángel,
destierra de mi ser todos los espíritus impuros.
Que la protección misericordiosa de Tus Alas,
me envuelvan día y noche.
Que Tu Espada de Luz Celestial
corte y expulse los sentimientos malignos.
Que el Amor de Tu Piadosísimo Corazón
me eleve espiritualmente
y que en Tus Sagrados Brazos de Padre y Protector,
yo ascienda en gloria y redención al Reino de Dios,
Emmanuel.
¡Oh Padre y Protector durante las batallas!,
guíame para que pueda cumplir el propósito,
retira de mis entrañas las células del mal
y así como una vez Te dignaste guiar a Jesucristo
hasta los pies de la Cruz del Amor,
dígnate, Padre mío,
guiarme por el camino de la humildad y de la entrega.
Sagrado Arcángel Miguel,
que todas Tus Huestes Universales,
las que alaban perpetuamente al Padre Supremo,
desciendan ahora hacia el reino de este mundo,
el que fue creado por la Voluntad de Adonai;
úneme a Tu Reino de Amor y Protección,
para que como Tu hijo consagrado,
yo cumpla con la promesa
de preparar la venida gloriosa de Cristo.
Cúbreme con Tu Luz,
Amado Príncipe Miguel.
Amén
Antes de Mi Retorno, Yo vendré y les pediré a Mis ángeles que expulsen y destierren del corazón de los hombres el egoísmo humano. Cuando esto suceda, el mundo terminará de convertirse y un nuevo ciclo comenzará. Los corazones ya no se sentirán solos, porque recibirán de Mí todo lo que les ha faltado desde el principio de sus vidas. Las almas gozarán de Mi encuentro y Yo volveré a dar de beber la Sangre transformada en Luz y a comer del Cuerpo Vivo transfigurado en Gloria.
Cuando llegue ese tiempo, muchos de los que hoy viven sobre la Tierra ya no estarán, más Yo contaré con todos los que una vez se dispusieron a buscarme entre las tinieblas del mundo. Mas no teman, porque mucho ha de pasar.
Mis Palabras siempre permanecerán entre ustedes, ellas serán el consuelo para los momentos difíciles. Después de tantos encuentros, Yo vengo a prepararlos en Mi Regazo, en Mi Cenáculo y en Mi Corazón.
Que nadie se canse de aspirar a fundirse Conmigo, el Señor les dará la llave para sobrellevar los tiempos que vendrán. Únanse a Mi círculo de Amor Eterno. Si están dentro de este círculo de Amor Divino, nada los rodeará, más ustedes deben buscar todo el tiempo el camino de salida a través de la verdad y de la aceptación.
En sus rostros, hoy, veo en ustedes la búsqueda incesante e ininterrumpida de Mi Faz.
Sepan que Yo no Soy más que el Señor, Mi Padre es su Padre, Mi Supremo es su Supremo y, en ese Reino, todos somos uno.
No permitan que la amargura de no poder dar los pasos los abrace más que el poder de Mi Amor Glorioso.
Hoy los reúno en el Nombre del Señor, para dar comienzo a una nueva etapa de buenos tiempos, de buenos frutos, de una adorable consagración que es vista por Mis Ojos Misericordiosos.
Dichosos aquellos que perseveran a través de Mi Confianza. Nunca dejaré solos a quienes Me llamen y a quienes Me busquen, a pesar de los errores cometidos.
Yo Soy el Amor Verdadero que todo lo transforma. Soy la Gran Célula de Luz que nace del Corazón de Mi Padre. Quien con coraje Me llame, será sorprendido por Mí en las noches que vendrán.
Mi Silencio les enseña muchas cosas. Mi Paz les transmite la serenidad celestial.
No se queden en las cosas de este mundo. Hasta que Yo vuelva, las cosas del mundo se agravarán, pero fijen sus ojos en Mi Pacífica Mirada.
Mi Corazón se ofrece como un misterio de vida para los buenos y para los malos, pues grande es Mi Amor y más grande lo será en todos los que lo busquen con sinceridad y verdad.
Siéntanse merecedores de lo que no serían agraciados, pues Mi intervención es perfecta y bondadosa ante Mi Padre.
Hoy, Yo nazco y provengo del corazón de este universo, Yo renuevo y transformo todas las cosas. Soy el Rey de la humildad. Soy el mismo que padeció y sufrió por ustedes, por Amor.
Y ahora, que ya resucitaron en vida, vengan hacia Mis Brazos. Mi Corazón los consolará y nada malo le sucederá a quien se arriesgue a estar Conmigo, pues Yo Soy la Luz que disipa toda oscuridad y tiniebla dentro y fuera de los seres.
Yo Soy la viva donación del Gran Amor de Dios, su Padre. Quiero darles Mis tesoros a los redimidos. Deseo encontrarme con los que han caído en el pasado.
Declárense Mis apóstoles del nuevo tiempo; así, nacerá el Cristo Interior que estará a su servicio cuando Yo ya no esté más entre ustedes; porque todo tiene un tiempo para el Señor, un tiempo diferente al tiempo del mundo.
Ahora, Mis Pasos les marcan una nueva senda. Benditos aquellos que cruzan, por Mí, los abismos y los infiernos de este mundo para salvar a los que tienen mucha sed de Mi Amor.
Lleven, en sus corazones, Mi legado estampado y que sea la llama que los transforme día y noche. Sean como Yo, buenos misioneros.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir el misterio de Mi Corazón.
Mi Paz para todos los seres de la Tierra.
Yeshua, el Cristo Glorificado
Hijo:
Le hablo directamente a tu corazón, porque sé que él siempre Me sabrá responder.
Estoy presente en todos los Santísimos de la Tierra, aguardando que muchos más se animen a conocerme en el silencio.
Si en verdad las almas se entregaran un poco más a Mi Corazón, Yo podría resolver todos los problemas que viven; pero el enemigo siempre articula su juego para confundir a los Míos, solo le basta tocar en la herida abierta para que las miserias, que muchos viven, comiencen a mostrarse.
Hijo, debes saber que en el Santísimo se expandirá tu consciencia y pronto sabrás distinguir, a través de la Adoración, a Mi Voluntad Infinita.
Sabrás sentir, por medio de la Adoración, el camino a ser recorrido.
Sabrás diferenciar cuándo deseo que hagas algunas cosas y no otras, cuando debes estar atento y silencioso.
Los que se arriesgaron a consagrarse a Mi Corazón de forma inmediata y se propusieron vivir los votos que, día y noche, reformulan la vida abnegada, todos ellos tendrán el doble trabajo de controlar, en sí mismos, las necesidades e ideas que surjan en sus consciencias, porque un ser totalmente consagrado aguarda todos los días la señal que proviene de lo Alto.
De todos ellos, siempre esperaré un poco más, al punto de estar preparados para buscarme y encontrarme en su corazón interior. En ellos, derramo Mis Gracias Celestiales. Por ellos y a través de ellos, cuando verdaderamente Me corresponden, Yo puedo obrar y hacer milagros de vida.
Ahora, que su foco se concentre en el poder de la Adoración, en ella muchas tempestades se disolverán y encontrarán el remedio para sanar los males espirituales.
Me hice Cuerpo Vivo y Glorificado para que las almas físicamente, a través de la Eucaristía, en la que Yo siempre estoy presente, pudieran unirse al universo y al manantial de Mi Misericordia.
En verdad, hoy padezco por aquellos que son engañados y pierden la fuerza de la santificación. Anhelo poder encontrar apóstoles formados para este último tiempo. Ellos serán buscados como ovejas entre lobos, pero Mi pastoreo es recto y los llevará por el camino de la redención.
Por eso, búsquenme a través de la Adoración; así estarán confirmando Mi Presencia en toda la Tierra, porque en la Adoración se establece un puente de unión con los Cielos y el alma comulga de Principios Divinos que desconoce, pero que son colocados en su corazón.
Cuando estés solo, inquieto o débil, encuéntrame en la Adoración. Mi Corazón es el Santísimo para el mundo y todos deben penetrar las dimensiones a través de la contemplación. Ella será el escudo que los librará de todo mal. Ella será el lucero que alumbrará la próxima noche oscura.
En verdad, la mayoría de las almas están adorando las modernidades y grandes descargas electromagnéticas hipnotizan la consciencia inferior. Por la influencia de estos medios involutivos, el Cielo no se puede abrir sobre la bóveda de cada espíritu y una distancia extensa se establece entre la materia y la propia divinidad de cada ser.
Yo estoy observando cómo muchos son engañados. La profecía del Apocalipsis se está desdoblando con fuerza y determinación sobre el planeta, pero solo los sabios de corazón percibirán estas cosas. Yo deposito el poder de Mi Confianza en ellos, pero sé que siempre serán más tentados que los hipnotizados.
Quien concentre su corazón y su mirada en el Santísimo no se perderá, sabrá distinguir lo parecido de lo verdadero y contará con herramientas espirituales para poder sobrellevar el tiempo de los engaños.
No será necesario sorprenderse por lo que les digo, esto es solo una pequeña muestra de la actual ilusión de la humanidad.
Por más confuso que el tiempo se presente, Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra y el alma sedienta de Mí, solo vendrá a Mi encuentro; así, no se desviará del camino, se librará de ser tentada por los demonios de la sensualidad y del placer que en este ciclo estarán creando subniveles de maldad y de conquista en las buenas almas.
Pero quien observe con atención, podrá saber y sentir lo correcto y lo incorrecto. Yo tengo la Potestad Divina de disolver todas las crueldades del espacio; bastará que más corazones se postren ante Mi Santísimo Sacramento para que, en profunda honra y Adoración, Yo pueda extirpar las influencias del mal y más almas, que mueren por tan amarga sed, puedan resucitar por Mi Agua de Vida.
Estos ya no son tiempos remotos, son tiempos de batalla. El Cielo y el infierno se juegan el reinado de la Tierra. Cuanta más tentación, más será la debilidad; cuanta más Adoración, mayor será la fortaleza inquebrantable del espíritu.
Para los consagrados no existe otra sal que no sea Yo. Soy el único complemento de vida que no les fallará y no los hará sufrir. Por esta causa, de buscar la sal de este mundo, muchas ordenes se ven debiltadas y enterradas en las arenas áridas de la Tierra, sin encontrar salida.
Yo aspiro a que los que Me escuchan que sean inteligentes, les digo estas cosas para evitar nuevas caídas en ustedes.
La fe será el instrumento de su Adoración y elevación hacia Mi Reino. No se imaginan cuántas veces Yo He llamado a la puerta de los corazones y solo He visto el fruto de largas pasiones que ciegan y distancian a los Míos de Mi Eterno Corazón.
Dios, Su Padre, Me permitió darles estas advertencias, porque ya están prontos para que en el próximo mes se cumplan siete años de Gracias anormales e infinitas. Digo anormales porque solo la Pureza Virginal de Mi Madre permitió derramar semillas en desiertos sin agua.
Ahora que muchos florecieron por el Amor Divino, donen vuestro amor humano para que a través de Mi Corazón él sea purificado y sublimado en el Reino Mayor.
Estén atentos, no estoy pidiéndoles lo imposible; ahora, en esta era, esto no serviría de nada. Yo vengo a reactivar el Mensaje final que una vez di en Ruanda. Aurora, el amanecer interior, será el puente a la redención de todos los que una vez fueron deportados a la Tierra por Dios.
Vengo a rescatar lo irrescatable.
Vengo a dar vida a lo que ya está muerto.
¡Ay de aquellos que no se arrepientan! Será tarde para poder reconocer Mi Gloriosa Faz en el momento del Retorno.
Mientras todo sucede, busquen el espíritu de la santidad; así, Me agradarán todo el tiempo y Yo podré descansar en sus corazones.
En el Amor Crístico, siempre los bendigo.
No se desanimen, todo lo podrán a través de Mi Corazón de Paz.
Cristo Jesús Glorificado
Que en vuestros corazones prevalezca la esperanza para el fin de estos tiempos; ella les permitirá atravesar las tribulaciones.
Muchos vendrán en Mi Nombre anunciando prodigios y cosas buenas; sepan en este momento reconocer a través del corazón, Mi Verdadera Faz. Yo Soy el único entre todos. Soy la experiencia de vida y de amor para este proyecto terrestre, quien busque Mi Sagrado Corazón no se confundirá.
Mi Presencia es permanente y distinguible entre los universos y las criaturas, recuerden que Yo Soy el Hijo de Dios, hecho hombre y consciencia. Sepan que Mis Rayos de Amor son profundos y transfiguradores.
Quiero construir en Mis Nuevos Apóstoles un espíritu de verdad y de humildad, llamas de luz celestial que les permitirán dar los pasos firmes si aún estuvieren estancados en vuestro caminar. Soy el único sol del universo que alumbrará en la oscuridad, dichosos de los buenos seguidores Míos, porque en el día del Juicio de la Tierra, Yo no los veré con rostro de Justicia, sino que Mi Padre, por medio de Mi Sagrado Corazón, los mirará con Misericordia.
Sean perseverantes, desconfíen de vuestras ideas por más grandes que parezcan; sigan el camino de la obediencia, porque así tendrán determinación en los días que vendrán al mundo.
Yo les anuncio el último tiempo de Mi Divina Misericordia, que vuestros ojos solo Me miren a Mí, para que estén libres de tentación y de engaños. Siempre y en todo momento, abran el corazón para escuchar Mis Palabras de renovación y de cambios; no teman por lo que aún no Me han entregado; les digo que los esperaré que se decidan a caminar con locura de amor en dirección a Mis brazos de Padre.
Esperaré, en las duras noches que vendrán, tenerlos cerca de Mí, porque Mi protección radica en la fuerza luminosa del amor celestial. Sean centellas de luz, sumérjanse en el océano de Mi Paz, así no se sentirán solos en los momentos de definiciones y de cambios. Yo los necesito.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por permanecer en Mi Paz!
Cristo Jesús Misericordioso
Plegaria de Cristo
¡Escúchame, oh, Padre Amado!
Que Tu Reino acompañe y guíe los pasos
de los que quedaron atrás.
¡Oh, Señor Mío!,
abraza con fuerza a aquellos
que dejaron de lado el poder de Tu Legado.
No los mires con Justicia, míralos con Compasión.
Yo Soy el fruto del Vientre Virginal,
Soy la emanación de la Fuente de Tu Reino.
Déjame, Señor,
déjame que Mis Rayos poderosos, que son los Tuyos,
irradien a la oscuridad espiritual
que hoy ciega a muchos.
Señor, Adonai, Padre de los padres,
Maestro Mayor de los Maestros Celestiales,
impone Tus Sagradas Manos sobre la humanidad.
Haz descubrir en cada hijo Tuyo
la fuerza de Tu Amor y de Tu Voluntad.
Que, en la noche oscura,
Yo pueda ser, entre Tus hijos, la Luz del mundo.
Que en el día, que amanece en cada interior,
Yo pueda ser la Flor que se abre en los corazones simples,
para alabarte y glorificarte.
Emmanuel, Dios de los Universos,
Fuerza inquebrantable del Amor Purísimo y Mayor,
que Tus dimensiones de Paz
y el Cosmos que es obra de Tu Gracia
inunden de Paz a todos Tus hijos,
para que ninguno le tema a la tribulación
ni al miedo que rodea al mundo,
sino que Tu Misericordia sea el motivo perfecto
para resucitar a todos los que murieron
en espíritu y en vida.
Abba, Soldado Mayor del Amor,
Fuente Original entre todas las fuentes del universo,
deposita sobre los Tuyos toda la Gracia que Te pertenece.
Penetra, con la fuerza de Tu Amor, en los corazones
que por dolor se han endurecido.
Yo Soy la gran Llave Maestra entre Tus Manos.
¡Oh, Padre Mío!,
que estuviste a Mi lado en la agonía,
en cada latigazo y en el momento de la Cruz;
Yo te ofrezco, como Hijo amado, los dones de la Pasión,
de la Muerte y de la Resurrección
en honor a Tu piadoso Nombre Mayor.
Iod He Vaud He, Padre de la gran eternidad,
déjame entrar en el reino de Tus hijos.
Sabes que Soy parte, en este cosmos,
del Corazón pulsante de Tu grandioso Amor.
Haz que todas las almas, perdidas y no perdidas,
recuperen la fuerza de Tu Fe.
Haz que el poder sublime de Tu Protección
abrace el destino de los que eligieron vivir Tu Camino.
Yo Soy el Representante de Tu apostolado.
Permíteme, Mi Dios Amado,
que a través de Mi Sagrado Corazón,
Tu Soplo de Vida, Tu Magnífica Existencia,
viva en todo lo que Tú, por Misericordia y Gloria,
creaste desde el principio.
Que Tus Huestes de Luz,
que los treinta y tres Padres Creadores de los Universos Mayores
desciendan a este pequeño planeta que está en el cosmos.
Acepta, Padre, que Yo regrese pronto en Tu Nombre
para destituir de los infiernos de la Tierra
a todas las partículas del mal.
Déjame ser, Señor, en Tu Presencia infinita,
la Luz que ilumine al mundo entero.
Que cada corazón pueda sentir la brisa de Mi Esperanza.
Que cada soldado de la Luz reconozca
que todo es y será por el bien del universo.
Acéptame, Señor Mío, como Tu Mensajero fiel.
Sé que Me reconoces
desde antes de Mi sagrado Nacimiento en Belén,
pero permíteme, Adonai, que implorando Tu Nombre elevado,
este proyecto terrestre se vuelva, a través de Mi oferta,
un Proyecto de Amor y de Redención.
Yo Te prometo, Señor, ante el poder de Tus Tronos,
que llamaré, una a una, a todas las almas
para que en el presente de Tu amado Reino
celebremos la victoria de Tu Corazón por toda la eternidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
todos los corazones se alegren.
Cristo Jesús Misericordioso
Y después de Mis plegarias, bendigo a aquellos que comerán y beberán de Mi Sangre, aquellos que lavarán sus pies renovando sus votos delante de Dios.
Y en esta magnífica bendición universal dejo para todos, nuevamente, un Llamado importante: perseveren, perseveren, no dejen que el mal los engañe. Mi Misericordia es el gran escudo en el final de los tiempos. A quien se cubra con Mi Misericordia le prometo que no perecerá, y triunfará ante los Ojos de Mi Padre, porque será un misionero consagrado al Plan Mayor.
En esta tarde de Misericordia y de Piedad los bendigo y los amo profundamente como esencias originarias de la Fuente Mayor.
Reconozcan su pasado, el verdadero pasado que se encuentra en el Origen, en la Estrella Mayor, en el Universo del Padre, donde viven el Amor y la Paz.
No se olviden de eso. En los momentos difíciles, la unión con su origen será la llave para trascender los atavismos de esta humanidad, y darán permiso, de esa forma, para que las puertas se abran para aquellos que las tienen cerradas, y entonces todos vivirán en el Universo de Mi Divina Misericordia.
Agradezco sus oraciones y súplicas. Les dejo Mi Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro Te honramos Jesús.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy la aparición fue especial, porque Jesús apareció como un peregrino, de esos peregrinos que caminan por muchos caminos.
Tenía en Su Mano un báculo y hoy apareció arrodillado frente a nosotros y se apoyaba en ese báculo.
Él nos observó durante un largo tiempo, nos miraba con paz, en silencio. Sentíamos que algo iba a suceder por detrás de todo eso, algo bueno, positivo.
Después de un tiempo Él mostró Su Sagrado Corazón, todavía como peregrino, y después se transformó en el Cristo Glorificado; estaba frente a un libro que levitaba en el aire y en las tapas del libro había un símbolo, el símbolo del Alfa y del Omega.
Cuando Cristo estaba frente a ese libro, el libro se abrió y Él comenzó a leer.
Primero era una lectura silenciosa, y Él no dijo qué había escrito en ese libro, solo dijo que era el Libro del Apocalipsis que era conocido por los grandes Maestros en el Universo.
Más tarde Él comenzó a dar Su Mensaje extraordinario (6 de julio de 2014) . Y comenzó diciendo:
“Plegaria de Cristo” y Yo le pregunté: ¿es eso mismo, Señor? “Sí, es una plegaria que Yo le hago al Padre”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, Cristo vino de una forma diferente a otros momentos, porque Él manifestaba un profundo silencio, a través del que decía muchas cosas. Él hablaba a través de un sentimiento, no hablaba con palabras, escenas ni visiones.
Después de un tiempo nos dio algunas orientaciones y nos mostró una parte de su Sagrado Corazón, aquella parte que vive una aflicción por la humanidad; que nos dijo que es muy desconocida por las almas y que está muy distante de la humanidad actual; porque es una forma de dolor espiritual que Él vive todo el tiempo por nosotros.
Se refería, principalmente, a las almas que están encarnadas en este momento, a toda la humanidad, por las acciones que ella comente hacia todo el Universo de Dios. Porque Él decía que detrás de cada acción hay una repercusión muy grande en el universo, tanto sea positiva como no positiva.
Él nos transmitió un Mensaje muy serenamente para que podamos meditarlo, era Su aspiración en este día.
Después Él descendió sobre el altar y consagró el pan y el vino, y nos dijo que lo que solo nos podía entregar es Su Amor y Su Fe, porque a quien los busque nunca le faltarán.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:
Mientras Mis Huellas nuevamente son marcadas sobre la tierra de vuestro mundo, Mi Corazón les anuncia a ustedes y al mundo entero el tiempo de la tribulación.
Que vuestros sentimientos no se detengan en las consecuencias que sufrirá pronto la humanidad si ella no cambia, sino que vuestro sentimiento de amor busque todo el tiempo unirse al Mío; así estarán libres de los errores que mucha almas cometerán para ofenderme.
Yo les hago descubrir día y noche el universo de Mi Insondable Misericordia, Yo les traigo desde lo alto la Sabiduría Mayor, la que los preparará para los momentos finales. Mi Corazón no viene para anunciarles el temor; Yo vengo en la búsqueda de los que en el principio firmaron Conmigo el compromiso de la redención.
Deseo desde hace mucho tiempo que todas las almas puedan llegar hacia Mí, pero por todo lo que en este tiempo sucede, y como los corazones son engañados y desviados del camino, sé que eso no sucederá.
Que vuestro verdadero trabajo sea la búsqueda constante de Mi Espíritu, porque en la soledad y en el vacío Yo les doy la fortaleza divina, en la alegría y en el júbilo Yo les derramo Mi Divina Misericordia.
Sé que muchos caerán de Mis Brazos antes de tiempo; por eso recen, recen a Mi Sagrado Corazón para que Yo pueda calmar en todas las almas el temor a Dios. Vuestro Padre es Piedad, pero también Él es Justicia y Compasión.
Es hora de reconocerse como un Hijo de Dios, pero también es hora de definir el camino a seguir, no importa cuál sea; sépanlo bien, no habrá mayor felicidad de la que Yo les ofrezco desde hace dos mil y tantos años, después de la Cruz.
Permitan que Yo les muestre la verdadera historia de vuestras almas, así sabrán para qué han venido desde tan lejos a este mundo. Sabrán para qué Yo he estado amorosamente aquí entre ustedes todo el tiempo.
Pero sé que muchos no buscarán el Reino de Dios, por querer buscarlo fuera de sí mismos. ¡Ay de ellos!; cómo duele Mi Corazón Piadoso cuando los que estuvieron en este tiempo cerca de Mí, Me dan la espalda.
Sepan, Mis queridos, que Yo no vengo para juzgarlos, vengo para demostrar el valor y el poder infinito de vuestros cristos internos. Ellos son la savia de la vida, son la pureza encarnada en los cuerpos de todos los que viven hoy.
Por eso, que vuestra búsqueda no se detenga, que ella sea constante, así Me aliviarán y habrá valido venir a vuestro encuentro durante tanto tiempo. No teman quedar solos o sin amigos, Mi Amistad es intransferible y pura, Mi intención quiere hacer madurar vuestros pasos; ahora ya no son niños, ahora deben ser apóstoles que emitan el clamor de Mi Voz a los cuatro puntos de la Tierra.
Que vuestro remedio sea la oración, para que la antorcha de fuego no se apague y los pueda alumbrar en esta noche oscura que se aproxima.
Mi Paz Absoluta, Mi Amor Inquebrantable sea para todos los seres de buena voluntad, los que enfrentarán el fin de los tiempos.
Bajo el Amor de Dios, sean pródigos; que vuestros corazones sean semillas de los frutos que nacerán en poco tiempo.
¡Gracias por hoy estar Conmigo!
Cristo Jesús de la Misericordia
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Y después, a través de una señal de luz, Él se despidió haciendo una bendición con la Señal de la Cruz.
Madre María Shimani de Montserrat:
Parece que tenemos muchas cosas que reflexionar y también mucho que agradecer; porque estas advertencias de Nuestro Señor, que nos da con su Infinito Amor, en otro tiempo no sería posible; y así, advertidos de lo que está cierto y de lo que no lo está, tenemos la posibilidad de tomar mejores decisiones espirituales de vida.
Ayer, Él nos habló de la obediencia y nos dijo que cuando nosotros estamos ciegos, cuando sufrimos, cuando no encontramos el camino, la salida, pero sabemos que tenemos un propósito que cumplir junto a Él, el obedecer el rumbo que Él nos marca, será la diferencia entre salvar nuestras vidas o no hacerlo.
Por eso, todos los que están a oscuras, que hoy se sienten lejos del Corazón de Nuestro Señor, pueden hacer esa práctica de obedecer aquel Propósito, aquel Propósito que un día fue fuego en el corazón, porque eso va a salvar sus vidas.
Nosotros nos vamos a ver mañana nuevamente, a la hora 15, a través de Misericordia María TV, pero ya a las 8 de la mañana vamos a orar porque tenemos que orar 1 500 cuentas de la Coronilla de la Divina Misericordia, ese momento que ansiamos todos los meses.
Así que nosotros nos despedimos aquí y nos encontramos con todos ustedes mañana a la hora 15 y, en el Corazón de Nuestro Señor, de mañana temprano, orando y cantando.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
Advertencia:
Que vuestro encuentro Conmigo, no se vuelva parte de una rutina, porque sin percibirlo estarán perdiendo gran parte de Mi Glorioso Reino de Amor.
Yo vengo para dedicarles un tiempo especial y precioso. Vengo para derramar sobre ustedes un tiempo de Gracia y de Consolación. Que esta era en la cual todos están inmersos, sea un momento de preparación y de reflexión para poder alcanzar sabiduría en todas las cosas de la vida.
Sé que muchos pasaron, durante estas tres últimas semanas por un naufragio, en donde no hallaban puerto; pero hoy Yo les pregunto si en verdad Me buscaron, si en verdad Me encontraron o si Me llamaron.
El Señor Me envía para darles un mensaje de preparación y de advertencia, debido a los pensamientos internos que tocaron con fuerza la esfera de Nuestros Cielos, debido también al temor que impone el mal sobre los Míos.
Por eso, que en esta nueva Maratón todos vuestros votos se renueven, para que en el momento definitivo ustedes puedan encontrar una respuesta en todas las cosas.
Vengo para abrir los ojos de vuestras consciencias; deseo que Mis Apóstoles de la redención se renueven, para que en el final de los días sean testimonio vivo de Mi Padre sobre la faz de la Tierra.
No teman por aquellos amigos vuestros en los que confiaban que han dejado Mi Barca en el último puerto por el cual Yo pasé para llamar a nuevas almas; Mi Espíritu Omnipresente siempre cuidará de aquellos que una vez formaron parte de Mi Cenáculo de Amor.
Que en verdad esta Maratón los ayude a encontrar el alimento espiritual para vuestras vidas, que vuestro verdadero motivo ante todo lo que está sucediendo dentro y fuera de las almas, sea el camino del Amor y de la Paz, para poder alcanzar la paciencia interior.
A todos los pongo a prueba, pues el tiempo indica que los frutos ya deben ser ofrecidos ante los Tronos del Creador. No teman conocer el poder de la entrega, ella los llevará a vivir la verdad y así las mentiras y las asechanzas de la vida se disolverán de la noche a la mañana.
Espero que esta Maratón sea reparadora y curadora, pues muchos de ustedes necesitan de ayuda, de confortación y principalmente de amor para enfrentar los nuevos ciclos que vendrán.
Busquen vivir la Voluntad y pronto percibirán cuántas cosas diferentes a la Voluntad Mayor realizan vuestros seres. La obediencia intransferible e inmediata podrá o no salvar vuestras vidas, dependerá de la confianza que ejecuten vuestras consciencias cuando ellas reciban el llamado.
Hoy he venido para revelarles Mi Verdad honesta, pues es hora de madurar rápido a través del corazón; así no se perderán en las cosas superficiales y vuestros corazones saldrán victoriosos por la sabia inteligencia que apliquen en cada paso que den en esta vida.
Es momento de prepararse y de ayudar al hermano, para que también viva esa preparación. No podré decirles que es lo que sucederá, todo ya fue escrito y así se cumplirá.
La decisión equivocada de una consciencia puede cambiar el rumbo de los planes que ya estaban previstos por el Altísimo. Yo vengo a tiempo para ayudarlos a meditar y a crecer desde el interior.
Agradezco a todos los maratonistas por perseverar a través de la fe y por responder a Mi llamado de Misericordia.
Bajo la Sabiduría de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Esencia de Luz de Mi Corazón!
Cristo Jesús de la Divina Misericordia
Todo lo que Yo he dicho a lo largo de los tiempos para el mundo, habrá de cumplirse; pero todo podrá revertirse si existiera un verdadero espíritu de arrepentimiento.
Aunque la gravedad de las faltas cometidas por la humanidad sea más grande que la necesidad de paz y de arrepentimiento, Yo les traigo como última oportunidad el universo de Mi Misericordia, aquel que desde el momento de la cruz y de la agonía desea vivir en vuestros corazones.
Yo deseo en este tiempo formar almas leales a Mi Divina Misericordia; Yo me serviré de ellas para dar a conocer al mundo Mis prodigios de amor y de redención. Aquellos que aún no buscaron el camino de la penitencia y del arrepentimiento que lo hagan; vengo para darles a conocer el potencial de Mi Amor Redentor, el cual aún no es entendido por los hombres.
Abran el corazón y hallarán la salida; el tiempo actual indica una oportunidad única para los corazones que en verdad busquen Mi Corazón y vigilen Conmigo durante el período de la noche oscura.
Encuentren, a través de Mi Divino Espíritu, el camino para vuestra santificación y vuestra unión con el Padre Eterno. La hora indica un camino nuevo que se deberá recorrer.
Bajo la unión con el Padre, sean bienaventurados.
¡Gracias por permanecer en el Fuego de Mi Corazón!
Cristo Jesús Misericordioso
Humíllate delante de los que, por error o temor, abandonan Mi precioso y predilecto camino.
Vierte las Gracias infinitas, que Yo he depositado en tu corazón, sobre los que las han perdido por ignorancia. Arriésgate al punto de dar la vida por tus amigos. Nunca habrá nada semejante o diferente que destruya el amor que con tanto esfuerzo se ha construido entre hermanos.
Dichoso es aquel que cree plenamente en Mi Verdad y la profesa, porque Yo prometo recompensarlo en el día de su gloria celestial.
Miren ahora Mi Costado espiritual herido, que es una señal de las angustias y de los desiertos que me ocasionan las almas en las cuales, desde el principio, Yo he derramado Mi infinita Misericordia.
Todos quieren beber de la Fuente, pero pocos se animan a buscarla a través del dolor, del desierto y del vacío.
¡Atentos!, Yo les he dado a conocer el camino de los desiertos y en verdad les digo que aún no han cruzado la primera parte de la gran aridez del corazón.
A veces, Yo les hago probar espiritualmente la sed que la humanidad Me ocasionó durante la Pasión, en la Cruz; pero sé que cuando esta sed insoportable e insostenible se agrava, muchos tienen el impulso de rendirse y al tiempo de abandonarme.
Sé que, después de todo, comprenderán el misterio que Yo les vengo a revelar, el misterio de sufrir por amor y de padecer las amarguras que castigarían al mundo. Por eso Yo, día y noche, Me sirvo de sus internos para depositar estados de vacío y de transmutación necesarios para evitar la Ley soberana sobre la humanidad.
Cuando aún creen que nunca Me verán, Yo los visitaré. Cuando aún creen que nunca Me sentirán, Yo Me haré sentir profundamente, pero Mi Ley es probar el grado de su amor y de la fidelidad inalterable de sus almas.
¡Ay de aquellos que no me han invocado verdaderamente!, pronto perderán todo lo que estaba previsto para ser recibido en sus moradas.
Pero tan grande y misterioso es el poder de Mi Divina Misericordia que Yo vengo a advertirles que si han pensado en abandonarme, están a tiempo de regresar al camino de Mi Corazón, a la bendecida Casa de Adonai.
Hoy abro sus ojos para quitarles el polvo de la ceguera. Hoy toco sus corazones para que puedan, ahora y siempre, creer que Yo Soy quien les habla: Jesús de Nazaret.
Bienaventurados los simples, porque siempre encontrarán la respuesta indicada.
Que sus pies no se cansen de seguirme, que todo desierto interior sea motivo de purificación y de afirmación concreta del Plan de Mi Padre.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados e inteligentes.
¡Gracias por persistir a través de Mi Corazón!
Cristo Jesús Misericordioso
Ocúpate de los quehaceres del día a día y así me estarás sirviendo en plenitud.
Que nada que sea indiferente a la fuerza de Mi Amor Misericordioso te pueda inquietar; busca en el constante servicio la salida que te llevará por el camino de la caridad y del bien.
Sé un espejo que refracte en acción, en obras y en oración la Luz de Mi Divina Misericordia, porque así estarás agradando al Señor, Tu Dios.
Ven a Mi encuentro íntimo y predilecto, incluso sin fuerza de voluntad, porque Yo te haré ver la verdad que nunca has visto. Refleja todo lo bueno que guarda tu ser y deja a Mi cargo todo lo demás, porque de a poco Yo transformaré la imperfección de tu vida.
Ahora concéntrate en la belleza sagrada de Mi Amor, aquel amor que viene para sanarte y curarte, Amor de Dios que se dona a tu vida para saciarte.
Encuentra en cada hermano la Divinidad de Dios, así te liberarás pronto de los juicios que pueda causar tu mente. Yo estoy a cargo de revelar para cada ser la hora de su juicio ante Mi Padre, por todo lo que ha hecho bien y por lo que ha fracasado.
Que vuestra alegría se encuentre solo en el Reino de Dios y no se estanque en las apariencias de los que definieron, antes de tiempo, retrasar el paso y retroceder de la luz de Mi Corazón. Como una vez se los dije: “los quiero fríos o calientes, pero lejos de Mí a los que entibian sus corazones, porque parecerá que viven en dos caminos”.
En honestidad Yo les muestro Mi único camino de Gloria; es hora de definirse, así pronto Yo podré decir con quién contaré para los momentos decisivos. No les pido nada más que vuestra sana transparencia, esto los ayudará a caminar y a realizar el camino que han escogido a Mi lado o lejos de Mí.
Igual, Yo siempre los amaré.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por ser honestos ante Mi Sagrado Corazón!
Cristo Jesús, Vuestro Fiel Amigo
Mirad ahora Mi Sagrado Corazón Misericordioso, altamente reparado por vuestras oraciones y súplicas, liberado de las espinas que los hombres Me colocan, derramando Luz y Misericordia sobre aquellos que lo han invocado.
Mirad Mi Sagrado Corazón Glorificado, Él es la Fuente para vuestra Reparación y Redención.
Mirad Mi Sagrado Corazón, él es la Fuente que los bañará y los saciará; lavará vuestras heridas y re-encenderá vuestros espíritus a través del Amor de Dios, Don perfecto para este tiempo, el que siempre deberán buscar, a pesar de las circunstancias de la vida.
Hoy les traigo la manifestación de Mi Corazón Sagrado, Corazón que espera pulsar en sus corazones para que las puertas del infierno sean cerradas sobre el mundo, más se abran puertas de los Cielos en las moradas de todos los hijos de Dios.
En esta tarde de Misericordia y Piedad, renazcan a través de la presencia de los ángeles, comulguen a través de los ángeles con el Ministerio de Mi Cuerpo Eucarístico, con Mi Sangre preciosísima y sagrada, códigos perfectos que re-ordenarán sus vidas y darán la Paz para aquellos que más la buscan. Por eso, sigan los caminos que Yo les estoy mostrando.
Sepan, queridos compañeros Míos, que todas las almas no recorrerán el mismo camino; Dios les ha dado desde el principio la libertad, pero eso deberá terminar porque las almas deberán vivir en la Voluntad de Mi Señor.
Yo no les prometo la felicidad para este tiempo, si les prometo la eternidad y el amor para el próximo tiempo. Están cruzando juntos el umbral de la transición; el Portal que está abierto es pequeño, aquel que los conducirá a la Tierra Prometida que tanto buscan, que es la tierra del corazón, del amor eterno, de la unidad perfecta con Dios, para cada uno de ustedes.
Pero no teman por aquellos que quedarán atrás, Yo vendré a buscarlos en la hora precisa; cada alma tiene su tiempo para dar los pasos hacia el Señor. Por eso, los necesito fuertes y disponibles, atentos a los pedidos del Cielo, para que en el momento correcto sus voluntades se unan a la Voluntad de Dios; desaparezcan de sus corazones la propiedad y el control, para que en verdad, en el fin de los tiempos puedan convertirse en Mis servidores plenos, puedan convertirse en almas libres de sus propias voluntades y decisiones.
Algunos, en este último tiempo, deberán sufrir; por eso, oren mucho, oren mucho, porque están a tiempo, así como lo han hecho durante estos dos días, así podrán ver en el horizonte, Mis compañeros, los signos que Yo revelaré para el mundo. Pero solo los verán los ojos abiertos en la Fe, a través del sentimiento puro y amoroso que cada alma pueda construir en su corazón.
Yo necesito de servidores plenos para que Mis Obras en la Tierra puedan dar los frutos, ya no sean los frutos que se descomponen en la cesta, sean semillas para la nueva humanidad, que germinarán y darán frutos para el futuro, darán alimento a través de sus espíritus para aquellos que nunca conocieron a Dios, especialmente para los que se han negado a vivirlo.
Por eso, hoy les traigo Mi Corazón Glorificado, muestra de honra y de amor para el mundo, aquella Luz que brilla perpetuamente en ustedes y que quiere indicarles los pasos seguros en la grandeza de este Plan de Amor de Dios.
Nadie podrá cumplir la Obra del Padre si no está unido a su hermano de camino. Esta Obra de fin de tiempo deberá ser cumplida por más de dos discípulos, todos los corazones deberán unirse para poder dar la gran respuesta al Universo, el gran si que Dios espera desde hace mucho tiempo.
En cuanto las almas aún siguen ofendiendo al Altísimo, principalmente aquellas que viven la vida material y se olvidan de la vida espiritual, Mis Rayos Misericordiosos se derraman sobre esas criaturas, para que ellas, algún día, puedan ser partícipes del Reino de Dios. ¿Ustedes saben lo que esto significa? Esta es la prueba de Mi confirmación, es la respuesta por la respuesta que ustedes Me han dado a través de sus oraciones y súplicas.
Intento construir en el final de este tiempo, templos dedicados a la vida de la oración, moradas disponibles para acoger a los corazones heridos, porque es necesaria mucha cura en este tiempo, principalmente para aquellos que no entienden los Planes de Dios.
Me honra bendecir a las almas que se consagran de forma diferente, porque a los Ojos de Dios sus espíritus viven la misma consagración. En el Cielo las almas se consagran como bienaventuradas, en la Tierra las almas se consagran como redimidas. Este es el primer paso hacia la santidad, la santificación del corazón y de la vida, instrumentos dispuestos a servir al Creador como esencia de vida, como camino espiritual en esta o en la otra vida.
Por eso, todo lo que construyen en esta vida tiene un gran valor a los Ojos del Creador. Todo lo que reciben en sus caminos, sea alegría o sea tristeza, perturbación o desolación, gracia o misericordia, todo esto es contemplado en los Ojos del Creador. Él intenta enseñarles, compañeros, que a través de Mi Corazón, a través de un sacrificio semejante al Mío, ustedes pueden dar los pasos hacia la definitiva consagración del corazón.
Nada más vale en este tiempo que su filiación con el Altísimo; si alcanzaran a vivir esta ley, la ley de la filiación, la ley de los hijos de Dios, todo estará dicho y de esta forma estará consumado, porque vivirán en Mi Corazón y Yo viviré en ustedes.
Que Mis Palabras de Sabiduría y Amor sirvan de confortación para sus vidas, aliento para seguir adelante, esperanza para poder dar los pasos y misericordia para reconciliarse con el Señor.
A pesar de que muchos de ustedes, al igual que la humanidad, son grandes deudores a la Creación, Yo traigo Mi Misericordia para saldar esas deudas.
Mis amados, Mis compañeros, vean que Mi Corazón Misericordioso no ve las faltas, sino ve la belleza que Dios dejó sembrado en sus internos; es la morada del Reino de Dios, busquen esa morada todo el tiempo, no se cansen por lo que viven en sus vidas, que su consuelo sea la morada del Creador.
Ya llegó el tiempo, Mis compañeros y amigos, que vivan en la Unidad con Dios y creen, dentro de ustedes, esa columna que los unirá al Altísimo; por los méritos que genera la oración, todo será posible.
A pesar de Mis grandes tareas universales, Mi Corazón en esta tarde les dedica este tiempo sagrado para que sus almas puedan sentirse acariciadas por Mis Manos; abrazadas por Mis Brazos paternales, cerca de Mi Corazón pulsante, para que puedan escuchar Mi Misericordia, Mi Piedad y Mi Amor eterno, que borrará sus heridas, su pasado, y así, podrán renacer como espíritus nuevos, siervos del Señor, colaboradores del Plan Mayor.
Y a pesar de lo que puedan escuchar en este último tiempo, de donde venga el mensaje o la palabra, Yo les pido que no se sorprendan, que no cierren sus corazones, porque sin percibirlo, podrán cerrar el corazón a Mi Morada eterna. Que las pruebas que vendrán sirvan de fortaleza y, especialmente, de confirmación como apóstoles de Cristo, eso es lo que más importa en este momento: cumplir con Mi Voluntad Divina.
Necesito de sus brazos y de sus manos; necesito de sus pies para poder caminar sobre el mundo, especialmente, necesito de sus corazones para derramar Mi infinita Misericordia.
En esta tarde confirmaré Mi Presencia a través de la bendición de estos hijos que se han animado a seguir Mis pasos crísticos de una forma simple y humilde, porque así es como Yo lo deseo; que no sean grandes almas desarrolladas, sino almas que sirven a Dios en la simplicidad y sacrificio; así, serán igual a los apóstoles de aquel tiempo y reconocerán dentro de ustedes cómo vivir el camino de Cristo.
En cada consagración diré una oración para que la bendición se establezca entre el Cielo y la Tierra.
Participaré honradamente de esta consagración, porque así verán cómo es que Yo quiero las cosas simples.
Ábranse para sentir más allá de esta consagración, para que puedan sentir Mi Amor manifestado en este plano.
En ese momento comienza la ceremonia de dos hermanos que se consagran a la vida monástica dentro de la Orden Gracia Misericordia. Para cada uno de los hermanos que se postran delante de Nuestro Señor para ser bendecidos, Cristo recita una oración:
Que el Sol ilumine tus caminos para que en el futuro próximo él sea tu morada, el regreso a la Casa de Dios, al Infinito.
Que esta llama que encenderán, represente la Luz del Espíritu Santo, aquella que iluminará los pasos del servidor y del discípulo, dará alivio en los momentos difíciles y aliento para las pruebas, para que a través de esta Luz del Espíritu Santo, los pasos sean dados en el camino del Señor, de la Cristificación.
Bajo el mismo Sol que nos rige, en este y en otros Universos, la Estrella poderosa de Mi Corazón Misericordioso bendice a las almas que se deciden a vivir en el Señor, porque el propósito definitivo para este mundo es que sean uno Conmigo, en el Reino del Señor.
En esta tarde de alegría y de misericordia, ahora bendeciré a los hijos de María.
Que vengan a abrazarme internamente.
Expiraste Jesús,
pero Tu Muerte hizo brotar un manantial de Vida para las almas,
y el océano de Tu Misericordia inundó al mundo entero.
¡Oh, Fuente de Vida, Insondable Misericordia Divina!
Inunda al mundo entero derramando sobre nosotros
hasta Tu última gota de sangre.
Amén.
Dejo para la Orden Gracia Misericordia la fuerza de Mi Corazón para este momento, la convicción interior de que todo estará bien porque está bajo la Voluntad de Mi Padre.
Rebaño amado, no se dispersen de Mi Camino, mas únanse como uno solo alrededor del Cenáculo de Mi Corazón, para que Yo los pueda calentar y confortar, darles Mi Amor y Mi Paz.
Por esta oportunidad que Me han dado de llegar aquí, a España, e irradiar Mi Amor y Misericordia para Europa, agradezco en nombre de la Santísima Trinidad, de la mayor Fuente de Amor, y en nombre del Inmaculado Corazón de María, por haber abierto las puertas para esta peregrinación.
Que este recuerdo de todos los eventos sucedidos en las diferentes naciones de Europa quede guardado en sus memorias como una fuerza superior que los alentará al fin de los tiempos.
Que la Gracia de Dios permanezca en sus corazones, para siempre. ¡Aleluya, Aleluya!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Alaben y adoren al Santísimo Sacramento Universal, la Custodia Universal de la Paz, que desciende en cuerpo y sangre inmaterial para dar vida a vuestros espíritus, levantar a los que han caído y resucitar en espíritu a todos los que han confiado en Mi llamado.
Estoy formando apóstoles y misioneros de corazón y de alma, pero también estoy formando sacerdotes que instituyan ecuménicamente Mi Eucaristía.
Lo que Yo pretendí desde el principio, cuando estuve entre ustedes, Mis amigos, fue que vivieran e imitaran Mi sacerdocio interior. Si así lo hicieran, reforzarán las bases de la vida espiritual y nuevos corazones se aproximarán a Mi Corazón porque serán renovados en espíritu y en amor, a pesar de haberse alejado de Mí hace mucho tiempo.
Este misterio que hoy les revelo, al cual llamo Sacerdocio Espiritual, es la fundación de Nuevos Cristos sobre la superficie de la Tierra; Cristos que ayudarán a los que ya son Cristos y a los que aún no han despertado para ser Cristos. Mi Sacerdocio Espiritual, es el que Yo infundí desde el principio a través del pan y del agua, de la sangre consagrada y del cuerpo glorificado y vivo.
Yo necesito en esta tarde, en este tiempo y en este siglo, que los sacerdotes se fortalezcan para que difundan verdaderamente Mis enseñanzas, y puedan despertar a los nuevos apóstoles. Aquellos que, a través de la oración y de la misericordia, irradiarán la Palabra de Vida sobre los que mueren en vida y necesitan de aliento y de cura.
Yo no vengo hoy a ver vuestros pecados o las grandes deudas que yacen en vuestros corazones; Yo vengo en Misericordia a encontrarlos, a traerles Mi Esperanza Divina, Mi Resurrección y Mi Gloria, porque lo único importante, Mis compañeros, es que busquen día y noche Mi Corazón.
Que vuestros ojos ya no miren a los hombres simples ni busquen la santidad en aquellos que no la pueden vivir; Yo solo los utilizo como instrumentos para hacer Mis obras de Paz.
Congrego a los rebaños en este tiempo renovándolos a través de la comunión viva, aquella comunión que Yo les entrego en un simple pedacito de pan que es grandioso a los Ojos del Padre porque está lleno del Espíritu de Vida, de Mi Divinidad, de Mi Amor y de Mi Unidad.
De esa forma Mis compañeros, los invito a elevar vuestras consciencias. Vuelen hacia lo alto como las aves, para fundirse en el Reino de Dios, que será el único Rayo y el único impulso que les permitirá caminar entre las penumbras, entre los abismos y los puentes quebrados. Así podrán elevarse en espíritu y encontrar la misión que tanto buscan, cumpliendo con la Voluntad de Mi Señor y llevando la Paz para aquellos que más la necesitan.
La tarea de los Cristos será con todos. Mi llamado es para todas las almas vivas y, principalmente, para aquellas que mueren en vida por estar sumergidas en el pecado y la perdición.
Quiero que vean aún la luz de Mi Misericordia, aquella que se aproxima desde el Cielo a vuestros corazones preparando vuestros seres internos para lo que pronto llegará al mundo. Por eso deberán estar preparados en sus consciencias y en sus corazones, en el amor y en unidad con Dios.
Y si vuestras manos, como hermanos, se mantienen juntas, podrán soportar la corriente que llegará. Corriente que purificará la Tierra tan contaminada, y que en otros despertará nuevas llaves para vivir en Dios. Esta corriente es una corriente divina, es un fluir divino desde el Corazón de Dios. Es la manifestación de la Ley en este Universo material que poco a poco se aproxima a esta humanidad; porque ya llegó el tiempo para los que duermen y para los que no quieren saber de Dios. Los que abran sus ojos hacia el Cielo verán venir en gloria al Hijo de Dios.
En verdad, Mis compañeros, ese será el momento del gran juicio para todos. Y en Mi Libro Universal Yo escribiré, con Mi Pulso y con Mi Mano, lo que han hecho bien y lo que no han hecho bien. Ahora no vengo como un juez, vengo como vuestro Salvador y Redentor, y si ustedes mantienen la llama viva en vuestro interior, vuestros errores se purificarán pronto. El ejemplo de vuestras vidas será de renovación e impulso para otros hermanos que ya no verán a la misma persona, sino verán el brillo de vuestras almas encendidas por el fuego de Mi Divina Misericordia.
En cada comunión que Yo les entrego mes a mes en este encuentro de oración y de paz, los aproximo a Mi Corazón para que puedan sentir Mi Unidad y Mi Amor, dones de fortaleza y de vida para este tiempo. Por eso los congrego en esta tarde, para que reafirmen vuestros votos Conmigo dando un “sí” verdadero al Universo.
Siguiendo Mis pasos de peregrino, verán en el firmamento la señal de Mis estrellas, esa será la indicación de que está llegando el tiempo de recibirme en amor y en verdad. Y de esta forma Mis compañeros, dar testimonio de Mi Presencia en el mundo antes de Mi llegada gloriosa a la Tierra. Así Me ayudarán Mis compañeros, a cumplir el propósito de Dios.
Mientras la tarde cae en el horizonte, Mi Misericordia se derrama sobre este lugar y sobre el mundo, expandiendo, como moléculas de Luz, Mis Células crísticas de la Resurrección, para que los corazones sintonicen Mi Presencia. Mi Presencia es como un espíritu inmaterial de paz, como una fuerza poderosa que nace de la Fuente del Creador y que viene en auxilio de los que la invocan.
Prepararemos amorosamente, Mis amigos, en el espíritu del nuevo sacerdocio, esta sagrada comunión que hoy compartiremos en memoria de Mi Presencia en la Tierra; principalmente, de la Obra de Dios a través de Mí, que es la gran llave para vuestra redención, el gran paso para vuestra evolución.
En cuanto comulguen Conmigo, después de este encuentro, entréguenme aquello que aún no Me han entregado, porque espero que en el día de mañana vuestros corazones florezcan como las flores que se abren a los rayos del sol y expresen el amor que viven, sin restricciones y sin miedos, donándose y entregándose en confianza a Mi Corazón.
Sepan que no solo vengo a llamarlos a ustedes, sino a todas las almas. Hago resonar Mi Voz como un gran eco para que todos los espíritus que se encuentran sobre la Tierra, visibles e invisibles, en los infiernos o en el purgatorio, puedan tener la esperanza de una nueva vida, de la resurrección a través de Mi Misericordia, y de la elevación de vuestras moradas hacia el Reino de Dios.
Cada vez que comulgan Conmigo y funden vuestras consciencias con Mi Corazón, este misterio tan poderoso de la unión de vuestras almas con Mi alma, abre puertas para la liberación y al menos un alma, entre tanto sufrimiento, es liberada del infierno o del purgatorio, tan solo cuando ustedes colocan amor en lo que están haciendo.
Recemos.1
Con tres Padre Nuestro y tres Gloria, recuérdenlo, tengan consciencia que estarán aliviando Mi Corazón de los flagelos que Me infunde la humanidad por medio de sus acciones inconscientes. Porque también Mi Espíritu y Mi Corazón se encuentran en la naturaleza, en la belleza que Dios ha creado. En cada rama de un árbol que es quebrada, en cada piedra que es destruida o en el agua que es contaminada es como si quebraran, destruyeran o envenenaran Mi Corazón.
De la misma forma cuando le quitan la vida al Reino Animal que está encargado, en este tiempo, de enseñarles, de enseñar a la humanidad la grandeza del Amor de Dios a través del silencio que ellos viven o del canto de las aves que expresan agradecimiento a Dios por haberlas creado.
¿Alguna vez, Mis compañeros, agradecieron a Dios por haber sido creados?
Observen en la naturaleza esa respuesta. La naturaleza mucho les enseñará. Dios creó a los Reinos de la Naturaleza para que las almas se pudieran elevar con facilidad. Con tres Padre Nuestro y tres Gloria también ayudarán, tan sencillamente, a los Reinos creados por Dios. Les agradeceré por este ejercicio.
Y en esta tarde de bendición, Mi paternidad bendecirá a los Hijos de María que se han abierto al llamado del Inmaculado Corazón. Nuevamente el Cielo les quiere mostrar que todos pueden ser consagrados siempre que digan “sí” como una respuesta del corazón. Así, tan simplemente, se unirán a la Voluntad del Padre y podrán seguir los caminos que Él prevé.
Bendigo a todas las almas presentes y a todos aquellos que se afirman en Mi camino confirmando los pasos de la cristificación y de la unión perfecta que habrá con Dios después de esta vida, en el Reino de la Eternidad.
Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los seres de buena voluntad.
Por este momento y por todos los que hemos compartido les agradezco.
Vayan en Paz, alegremente, comulgando con Mi Cuerpo y Mi Sangre, fuente de renovación, esperanza y redención.
Que así sea.
1. Se oraron tres Padrenuestros y tres Glorias.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más