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Mi canal purísimo de Misericordia se ha abierto en este lugar para que todas las almas sedientas vengan aquí y beban de Mi sagrada Fuente de Gracias.
Llego a este lugar por medio de Mi Gloria y no de Mi Justicia y aunque muchas almas blasfeman el Nombre de Dios, Mi divina e insondable Misericordia se derrama sobre las almas perdidas de esta ciudad, con la esperanza de que algún día alcancen la redención.
Hoy nuevamente Mi Espíritu sacerdotal y misericordioso los reúne, para que cada uno de Mis orantes se vuelva a confirmar en la consagración a Mi Sagrado Corazón.
En Gracia y Piedad desciendo al mundo junto a las huestes del Arcángel Miguel, para retirar a los espíritus que perturban a las almas de Dios; de esa forma, Mi Poder soberano los libera, los transmuta y les quita las amarras que no les permiten caminar en confianza hacia Mi Corazón Sacratísimo.
Pero a través de la constancia de los adoradores a Mi Cuerpo Eucarístico, ustedes Mis amigos, recibieron la Gracia de Mi santa Presencia interior y espiritual. Así, Yo los congrego una y otra vez en torno a Mi Mesa para que siempre recuerden que los estaré esperando, para que todos los días de vuestras vidas comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
La humanidad entera enfrenta en este siglo XXI el primer tiempo de la Justicia Divina; pero todos los días a las tres de la tarde, cuando el reloj marca el momento de Mi Muerte en la Cruz, Yo derramo desde la Fuente del universo la salvación y la redención.
Ahora que ustedes ya fueron formados como soldados de la oración; espero en el silencio que caminen entre las tinieblas y que no teman enfrentar al viejo ser, al que le ha llegado la hora de morir para que nazca la Luz del Creador en cada uno de ustedes.
Mientras millones de almas vivientes en los cuatro puntos de la Tierra están enfrentando la transición planetaria, en la Humildad de Dios y en nombre del amor, Yo Me inclino ante los Míos, para que asciendan al Padre Eterno a través de la escalera al Cielo que hoy muestro internamente para todos.
Deseo que amen cada día más porque, en verdad les digo, será el amor del corazón que vencerá todo mal y resucitará a los muertos, así como una vez Yo resucité a muchos en el pasado. Por esta razón y por un propósito infinito, desciendo en Luz a este lugar y a esta ciudad para que a tiempo las almas reconozcan Mi Llamado de vivir la redención, la penitencia y la reconciliación por medio de la Comunión Ecuménica.
Mientras espero que las almas despierten, vengo en este día glorioso a fortalecer los votos que muchos hicieron a Mi Sagrado Corazón, que hoy se muestra al mundo traspasado por la corona de espinas que las almas injustas Me colocan diariamente.
Pero hoy les digo, que la fuerza de vuestro amor es lo que ha permitido que Yo esté entre ustedes y con todos los corazones sufrientes del mundo.
El mundo se apaga sin poder ver la luz y cada acto que Me ofrezcan en los tiempos que llegarán, permitirá que un alma sea rescatada por Mi Amor.
Que esta Maratón represente la confirmación de vuestros espíritus en la misión planetaria, la cual se manifestará a través de la unidad entre vuestros pequeños corazones.
Bajo la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sean bienaventurados y valientes.
¡Gracias, amigos Míos, por retirar las espinas ingratas de Mi doloroso Corazón!
Cristo Jesús, vuestro Rey
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cristo, para llegar aquí hoy, tuvo que hacer un gran movimiento espiritual, que iba acompañado por el cántico que estábamos haciendo.
Él dijo que hoy venía acompañado por las huestes del Arcángel Miguel, y se manifestó como un Sacerdote.
Después, Él se mostró como el Sagrado Corazón traspasado por las espinas ingratas del mundo. Y, a través de esa presencia, Él se mostró todo el tiempo y nos dio un ejemplo muy concreto a cada uno de nosotros, de cómo está la realidad planetaria, en este caso, aquí, en San Pablo. Pero cuando mostraba esa situación de las almas de San Pablo, en referencia a la ingratitud, Él fue mostrando también varias cosas que pasaban en el mundo.
En el momento que el Maestro apareció, Él extendió Sus brazos y abrió Sus Manos hacia nosotros, como Sacerdote. Y debajo de Sus pies se dibujó el mundo entero. Él mostraba varios puntitos que revelaban varias situaciones en el planeta.
En ese momento, Cristo comenzó a dar Su Mensaje y Él llamó a cada uno de nosotros a estar en una profunda serenidad, porque será la forma de que podremos enfrentar el fin de los tiempos.
Por primera vez después de tanto tiempo, en los mensajes que son transmitidos por Cristo para cada Maratón, Él se extiende en Su diálogo a través de este Mensaje. En un momento, pensamos que Él no iba a parar de hablar, y por lo que vimos aquí Él escribió varias hojas, porque sabe que es necesario para cada uno de nosotros que podamos entender qué es lo que está sintiendo Su Sagrado Corazón en este momento, en relación a lo que sucede en este mundo, en este siglo XXI.
Mientras Mi tormenta de Luz se aproxima al mundo, reverencien al Sagrado y Misericordioso Corazón de Dios, pues Él está atento a la voz de vuestras súplicas.
Eleven vuestro pensamiento a Dios y sean dignos, de esa forma permitirán, Mis compañeros, que el Propósito de Dios se manifieste en la Tierra.
El Plan no perderá tiempo y a través de Sus fieles seguidores se cumplirá.
Después de dos años compartidos junto Conmigo, Yo vengo nuevamente a renovarlos y a consagrarlos. Mi Espíritu omnipresente, bondadoso y misericordioso agradece a todos los fieles que han sido consecuentes con Mi Llamado de oración.
No teman por los tiempos que enfrentarán, recuerden que Yo estoy presente en vuestros corazones.
Abran cada día más las puertas a Mi Divina Misericordia, pues Mis últimas Gracias están siendo derramadas sobre el mundo.
Por eso, a través de estos días, he proclamado Mis pedidos a todos y así, todos podrán estar atentos a la gran necesidad de Dios de que todas las almas se vuelvan redimibles, amables a los Ojos de Dios, bienaventuradas a los Ojos de Mi Madre.
Quiero cerrar este encuentro, Mis compañeros, entregándoles nuevamente los Sacramentos para que puedan encontrar en ellos la esperanza de proseguir, pues en el fin de los tiempos, Mis amigos, ustedes encontrarán en cada uno de los Sacramentos las puertas a la salvación y a la redención.
A través de Mi Llamado al ecumenismo crístico, Mi Corazón prepara en los planos sublimes a los nuevos sacerdotes.
Pero sepan que Mi Corazón ve el potencial y no las dificultades. Cada una de vuestras almas tiene un don que Yo les entregué.
A través de los sacerdotes, reflejarán como espejos Mi petición espiritual de unificar los pueblos, las razas y las lenguas.
¡Ay de aquellos que no han entendido Mi Propósito!
Mi verdadera Iglesia se encuentra en el corazón de todas las almas. Pero aún las almas de este mundo material necesitan de muchos rituales, de muchas ceremonias, de mucha consagración para que todos esos atributos, que son movimientos sacerdotales de luz, puedan imprimir en todos los corazones los códigos de Mi Redención y de Mi Retorno, los que ahora Yo les estoy proporcionando a ustedes.
Pero aún la humanidad deberá recibir estos códigos, será a través de los sacerdotes, servidores y apóstoles, aquellos que vivan Mi Evangelio del corazón, que evangelizarán en la Nueva Tierra a través del ejemplo y de la conversión.
Mientras la lluvia cae sobre vuestros espíritus, reciban los rayos cósmicos que vienen del universo, los puntos de luz que se congregan en este Centro, las puertas de liberación que se abren para los no redimidos. Todos los espíritus del mundo son ayudados a través de esta tormenta de luz, principalmente, aquellos que cayeron en los abismos y que perdieron la esencia de Dios.
Yo vengo, a través de este encuentro nocturno, a recordarles el compromiso de vivir el Plan. Por eso, Yo les entrego los Santos Sacramentos para que se puedan fortalecer y unir a Mí.
Pues en esta hora necesito, Mis compañeros, de vuestra entrega suprema para que Mi Corazón pueda tener morada en vuestros templos, aún no he podido entrar en algunos seres, pero Mi Espíritu de Paz está trabajando en cada uno de ellos.
Por eso, hoy Yo vengo como Sacerdote Mayor y muestro esta Faz para el mundo entero, recordando el principio de la Última Cena, el gran misterio de Amor que Yo celebré con todos ustedes y que, a través de los tiempos y de los siglos, deberá seguir siendo renovado por todos los sacerdotes.
Renueven vuestros espíritus, recen por aquellos que Yo llamaré para oficiar Mi Celebración, pues el mal no descansará buscándolos; pero en vuestra unión interna como almas y corazones, así como fue en estos dos días, ustedes ayudarán, Mis Compañeros, a que el planeta no sufra, a que las almas se liberen y la Tierra no colapse.
Porque la Fuente de Mi infinita Misericordia podrá seguir descendiendo sobre este mundo y en este lugar para la reparación y la redención de las almas.
Así espero, Mis compañeros, vuestra respuesta fiel.
Elevemos a Dios todas las súplicas, las intenciones, los sufrimientos, pero también las alegrías que alcanzaron durante estos días.
Reconozcan, Mis amigos, la vibración suprema de vuestros espíritus y no permitan que este mundo superficial les retire la unión con Dios.
Día a día, trabajen sin cansancio y sin demora para que vuestras almas se fusionen con Mi Alma, para que Mi Cuerpo Glorificado sea en vuestros cuerpos y Mi Divinidad pueda transformarlos, así como Dios lo pensó desde el principio.
Cantemos a Dios, Nuestro Señor:
¡Oh! Sangre de Cristo,
derramada sobre el mundo,
purifica nuestra alma,
alivia nuestro corazón.
Ten piedad de nosotros, Señor.
(tres veces)
En unión perfecta con el Cielo y la Tierra, el mundo superior y el mundo inferior, los ángeles, arcángeles, hombres y almas; elevemos a Dios, hermanos, las ofertas al Altar del Creador para que puedan ser el testimonio visible de la conversión de los seres.
Adoremos al Señor del Universo, abramos las puertas a la Gracia de Dios. El universo, todo el universo, está atento a este momento.
Cántico: Pater Noster.
Mientras son partícipes de la Comunión con Mi Santísimo Cuerpo, sientan en vuestros corazones e internos la llegada de los ejércitos y los coros celestiales.
Reverencien este momento en el que un Portal de Luz proveniente de la Consciencia de Dios, a través del Corazón Santísimo de Su Hijo, es irradiado desde aquí hacia el mundo entero.
Alabemos a Dios, glorifiquemos al Padre, santifiquemos Su Nombre.
Yo les agradezco, porque muchos recibieron en estos días la Fuente de Mi Misericordia.
Vayan en paz, renuévense todos los días, no se olviden de Mí, siempre los esperaré en el templo del corazón.
Agradezcamos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Deseo que en este mismo lugar y por medio de la ayuda y de la caridad de todos los presentes y de los no presentes, se eleve aquí el humilde Auditorio de la Divina Misericordia.
Este sagrado espacio, aquí en este Centro Mariano, servirá para que las almas reciban las Gracias que los corazones necesitan, pues el Auditorio de la Misericordia será el templo de oración manifestado para cada ser.
Si ustedes, antes del próximo año 2016, cumplieran con este pedido, Yo prometo retornar, en Gracia y Piedad, por un tiempo más y todas las vidas recibirán la ayuda necesaria para poder cruzar el portal de la transición planetaria, porque junto al Hogar de la Adoración, el Auditorio de la Misericordia será el refugio para el rescate de los corazones perdidos.
Este espacio servirá para los sagrados encuentros de oración y de luz, de renovación y de cura, durante el tiempo de la gran tribulación.
Les agradezco por responder al llamado y al pedido de los Mensajeros Divinos.
Cristo Jesús Glorificado
Ahora Yo Me dirigiré a los que Me pertenecen desde el principio. Reciban con alegría Mi Gracia.
Laven vuestro pasado con el Agua de Vida que Yo les ofrezco y renuévense. En este día iré hacia los más simples pues el Señor así Me lo ha pedido.
Yo Soy el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, dichosos de aquellos que Me reciben en su interior.
Que vuestros seres descansen en Mis Brazos, ya llegó el tiempo. Vengan a Mí y todo lo comprenderán. Síganme en confianza.
A través de Mi Corazón Yo les traigo el Espíritu Santo y a través del Espíritu Santo se derrama Mi Gracia.
Dios se aproxima, nuevamente, a vuestras vidas para recordarles el compromiso que cada uno de ustedes tiene con Él.
Mientras el tiempo pasa rápidamente, Mis pasos son lentos en este mundo. De a poco, vengo llamando a las almas para que los corazones se congreguen a través de Mi Espíritu y no olviden que Yo estoy presente en el corazón y en la vida de cada ser.
Cuando no Me sientan cerca, llámenme todos los días. Yo estoy presente en vuestras esencias. A lo largo de los tiempos he sembrado una semilla especial, aquella que les servirá en el futuro para ser servidores plenos de Dios.
Por eso, Yo les traigo Mi Misericordia, algo que aún deben conocer en profundidad. Por eso, el Padre Me envía a visitarlos. Mientras esto pueda suceder, Mis compañeros, significará que el Plan se está cumpliendo. Pero cuando Yo ya no esté entre ustedes, y solamente esté en el corazón de cada ser, deberán recordar cada una de Mis Palabras.
Lean Mis Mensajes, así podrán entender y cumplir Mi gran pedido celestial. Deseo que solamente alcancen la conversión del corazón por todos aquellos que no se convierten a Dios.
Cuando Yo retorne, Mis compañeros, cada uno de ustedes presenciará una señal en el cielo. Pero si alguno de ustedes no se encuentra en ese momento, sepa bien que Me encontrará en Mi Reino, que es la morada de Dios Altísimo.
Yo les traigo en este tiempo una oportunidad irrepetible. Por eso aprovechen, Mis compañeros, beban de la Fuente que Yo les estoy entregando, así vuestras vidas serán saciadas. Porque solo encontrarán sobre este mundo la Luz misericordiosa de Mi Corazón.
Todo lo que los rodea, todo el tiempo, no es algo divino. Mi Corazón quiere divinizar vuestras vidas. Por eso, Yo necesito transformarlos todo el tiempo. Recuerden que cuando Yo les pido algunas cosas es porque todo tiene una finalidad mayor.
A través de este día tan especial, en el que ustedes nuevamente son congregados en Mi Amor, Yo los bendigo, Yo los curo, los libero, los exorcizo y los transfiguro de la forma en que Mi Corazón prevé, así como Mi Padre Me lo ha pedido, para que esa Divinidad descienda en ustedes, algo que aún desconocen de verdad.
Sigan fusionándose a la unión con Mi Corazón, así conseguirán dar los pasos que Dios espera. El mundo no les hará perder el tiempo y se redimirán. Escuchen Mis Palabras de Luz.
Mientras Yo transmito Mis Palabras, recen a Mi Corazón.
Preparen vuestras almas para recibir a Mi Cuerpo y Mi Sangre y piensen, en este momento, en el Sacramento que Yo les he ofertado durante la Última Cena.
A través del Mensaje que les he dado, ustedes entenderán cuál es Mi petición para este tiempo y cuál es la finalidad importante de que Yo esté aquí, entre ustedes, desde hace tanto tiempo.
Por eso, preparen vuestros corazones, después de haber rezado, para recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre.
Laven en Mi Fuente de Amor vuestras manos. Liberen vuestras manchas y faltas, pues Mi Espíritu omnipresente hoy los ha renovado.
Reciban en gratitud Mi bendición.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Señor entregará una fuente para cada uno de los peregrinos, con la petición de que oferten a Dios este Sacramento, así serán consagrados el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Cristo en este momento está indicando las personas.
Jesús nos pide que sustentemos las bandejas para la Consagración mientras Él está presente.
Hermanos, elevemos esta oferta a Dios en nombre de todos los que han sido ingratos a Mi Corazón misericordioso, por todas las almas que flagelan Mi Esencia de Luz, para que Mi Corazón Santificado sea reparado y todas las almas reciban nuevamente la Fuente de Mi Misericordia.
Canción: Padre Nuestro (en arameo).
Escuchamos ahora siete campanadas, a pedido de Nuestro Señor.
Que vibren vuestros corazones en Mi Energía y vuestros espíritus se renueven al recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre.
Bienaventurados aquellos que comulguen con fe, porque siempre se renovarán por la acción de Mi Espíritu.
Mientras Mi Espíritu se eleva, cantemos hermanos, así vuestros corazones saldrán de este lugar, una vez más, renovados.
Agradezco, apóstoles, por cuánto Me dan.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias Jesús, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, antes de compartir este mensaje especial de Cristo, vamos a explicar un poquito qué fue lo que sucedió, a pedido del Maestro.
Cuando Él apareció como el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, Él estaba estampando en nuestra consciencia esa imagen. Era una tarea que Él estaba haciendo con cada uno de nosotros, para que en el futuro pudiéramos reconocerlo y sentirlo cuando Él retorne.
Y después de un tiempo, Él pidió que lo siguiéramos, así como ustedes escucharon, y fuimos explícitamente al lugar que Él nos indicó.
Él volvió a aparecer y allí comenzó a dar el mensaje que todos escuchamos. Él transmitió este mensaje que vamos a compartir con todos y al final nos pidió que los peregrinos consagraran, que elevaran al Cielo el Cuerpo y la Sangre de Cristo, en oferta, en nombre de la humanidad.
Cuando eso sucedió a través del canto del Padre Nuestro en arameo, Él trabajó con toda la consciencia del planeta, y todos nosotros que tenemos uniones, digamos así, ligaciones con otras personas del mundo, permitimos, de esta forma, que esas personas fueran ayudadas por la Misericordia de Cristo.
Pero dentro de esta Consagración, hoy aconteció un hecho muy importante. Los Reinos de la Naturaleza fueron ayudados en el momento de la Consagración. En ese momento, Cristo mostraba como todos los animales, vegetales y minerales, en cualquier parte del mundo o en cualquier continente, eran tocados por la energía crística. Y cuando el Sagrado y Glorificado Corazón hacía esa expansión mediante la Consagración, muchas situaciones en esos Reinos eran aliviadas, principalmente en el Reino Animal que Él mostraba cómo sufría mucho.
Luego se leyó el Mensaje extraordinario recibido (5 de enero de 2015), en el que Cristo Jesús transmitió ese pedido especial.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Esa es la petición de Nuestro Señor, así es que nos colocaremos manos a la obra. Él invitó a todos los hermanos a que nos uniéramos en una gran campaña para manifestar este Auditorio de la Misericordia. Así como el Señor lo pidió, en breve, ustedes recibirán las orientaciones necesarias para concretarlo.
Pero lo más importante, a través de este pedido, es que Él dejó en cada uno de nosotros, en esta Aparición, una intención espiritual. Por eso, Él lo llamó humilde Auditorio de la Divina Misericordia, porque quiere que sea o que se asemeje a Su casa de Nazaret.
Quería también compartir con los hermanos que Él transmitió la idea del proyecto así como la Jerarquía Divina ha diseñado cada espacio que aquí fue construido.
Entendemos que, a través de ese símbolo, hay un mensaje que la Jerarquía Divina nos deja, para que nosotros podamos percibir qué es lo que en verdad Dios quiere de nosotros.
Y lo que en verdad en esta noche alegró más nuestro corazón fue que Él prometió que volvería durante el transcurso de la tribulación.
Así es que, queridos hermanos, presentes y coligados ¡manos a la obra!
Vamos a despedirnos cantando y agradeciendo por este Llamado de Cristo Jesús.
Recuerda, en este último tiempo, Mis Palabras de Luz y abrázate fuerte a Mí para que Mi Amor disipe las confusas ideas del mal.
Por eso, te pido que cada día confíes un poco más en Mí y que recuerdes estos últimos momentos de amor que, en Mi Gloria Celestial, has compartido Conmigo.
No demores, el tiempo pasa y Mi campanario sideral está llamando a las últimas ovejas antes de que llegue el tiempo de la Justicia Divina.
Anímate y entrégate. Mi absoluta confianza ha descendido sobre tu ser. Y en todo este precioso misterio se guarda Mi Amor por las almas.
Por eso, con determinación y vacío de tus propias voluntades y expectativas, pon atención a lo que Yo te digo, pues tienes la Gracia suprema de ser digno ante Mi Padre y de recibir todos los días Mi infinita Misericordia.
Si caminas hacia Mí, la oscuridad del sendero no te tocará ni te abrazará.
Sé inteligente y decídete a buscar las cosas que vienen de Mi Voluntad. Así sabrás qué camino correcto seguir y te librarás, por Mi Gracia, de que tus semejantes se pierdan.
Abre tu corazón, pues aún no lo has hecho. Abrirme tu corazón significa renunciar todo el tiempo a tus propios deseos. Cuídate de ti mismo más que de tus opositores. El puro sendero es construido con base en la unidad perfecta que establezcas con Mi Reino.
A lo largo del tiempo, Yo te he dado Mi Paz y Mi Misericordia. Sé agradecido y bueno. Escucha Mis Palabras a través de tus hermanos.
Recuerda que Yo estoy presente en los sagrarios y en todos los templos orantes de los seres. Si aún no has reconocido Mi sabia y pura Voluntad, hoy te la muestro y esta es Mi petición espiritual: sígueme y renuncia a tus proyectos.
Yo Soy el único portal hacia la salvación y la redención de tu pequeñísima vida terrestre.
Ya no es tiempo ni momento de que tus pies estén en dos barcas. Deja de naufragar en tu propio mundo y reconoce humildemente a Quien ha venido a llamarte y a redimirte.
Cuando abras tu pequeño corazón ya estarás amando las cosas del Cielo. Mientras busques tu propia realización solo serás para Mí una parte del pecado de este mundo cruel.
Resígnate e implora Mi Misericordia. Las Tablas de la Ley ya están a los Pies del Creador y ellas pronto serán reveladas por los coros celestiales antes de Mi Retorno.
He venido durante tanto tiempo y tantos días, para que algún día puedas renunciar y unirte al espíritu de Mi santa Humildad.
Que esta Maratón misericordiosa, después de tantas realizadas, sea el momento de que cada ser recapacite por todo lo que recibió directamente de Mi Sagrado Corazón de Luz.
Cuando hayan recapacitado, meditando sobre Mi Pasión, les aseguro que se darán cuenta de todo lo que les he dicho en nombre de Dios.
Recen y no busquen otra cosa que rezar. Pidan perdón por vuestra inmensa soberbia y decídanse a ser, ahora y siempre, dignos en el Señor.
Por vuestro gesto de humillación y reverencia, les agradezco.
Bajo el perdón infinito de Dios, sean bienaventurados.
Gracias a los que Me adoraron, de corazón, en el Santísimo Cuerpo de Cristo.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
¡Ay de aquellos que no reconozcan Mi llegada!, porque perderán el camino por haber creído en sus propias fantasías. Por eso, día y noche, Yo los llamo a la santificación de sus vidas para que, en verdad, algún día, sean dignos de recibir Mi Legado.
Cuando llegue el día de la gran oscuridad, no deberán temer. Yo estaré con ustedes hasta el fin de los días, estaré con todos los que verdaderamente reconocieron a tiempo Mi Voluntad. También, Yo estaré con los que fueron capaces de renunciar a sí mismos y de olvidarse de sus propias preferencias, para que Mi Plan se cumpliera en sus semejantes.
Cuando llegue el tiempo de la tribulación, muchos recordarán estas Palabras, que serán el sostén en los momentos críticos y especialmente en los días del Gran Juicio Final, en el que los ángeles de Dios abrirán el Libro de la Vida de todos los seres de la Tierra y, ante los Tronos de Dios, el Padre Eterno llevará adelante Su Juicio Universal.
Aquellos que comulgaron Conmigo, en humildad y amor, lo sabrán en esos días, antes de Mi Retorno en Espíritu de Paz, y podrán reconocer que Mi Presencia era verdadera,
Dichosos los que se hayan esforzado para cumplir Mis Voluntades, que son la Voluntad de Dios.
¡Ay de aquellos que, convencidos de su propia verdad, seguirán otros pasos que no son los Míos!
¿Quién dará una moneda por ellos?
¿Quién dará la vida por los que fueron injustos?
Yo deseo todo el tiempo hablarles de las cosas bellas del Cielo, pero ahora debo decirles las cosas injustas del mundo.
A los que buscan experiencias con lo Divino, que no se engañen, que procuren cada vez más rezar de corazón y sin expectativas por lo que sucederá en el futuro.
Dios les da Sus grandes Herramientas a los más simples, la mayor Sabiduría a los más puros y la divina expresión del Amor a los más vacíos de sí. Si aún no tienes esto en tu corazón, escúchame y lee las Palabras que te he dado a lo largo de un año entero y, así, sabrás qué es lo que Yo quiero de ti y no lo que tu deseas todo el tiempo.
De esta forma, Mis compañeros, hoy resumo en este Mensaje las llaves de Misericordia que Yo les He dado durante un año entero.
¿Acaso has contemplado Mis Palabras con sinceridad y sin orgullo?
Todos los Mensajes recibidos y transmitidos por Mi Santa Palabra son las últimas gotas de Misericordia que Yo estoy derramando sobre el mundo en vísperas de la Justicia Divina.
Les agradezco por persistir.
Mi Luz también se recogerá de este mundo, pero Yo estaré presente en los corazones simples y verdaderos en su intención.
Recen amorosamente por los que Me han sido ingratos.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados y justos.
¡Gracias a los valientes por morar en Mi Corazón Misericordioso!
Cristo Jesús Glorificado
Yo Soy la Luz que existe en los lugares y mundos donde no hay Luz. Yo Soy el Lucero del universo que disipa las penumbras.
Soy el que trae consigo la esencia de la Vida y de la Verdad y espero que todos los Míos, algún día, se vuelvan la misma Luz, la que venció al mal y despertó la Misericordia de Dios en el mundo.
Mientras el tiempo del universo anuncia nuevos cambios profundos, los Mensajeros Divinos nos preparamos para recoger Nuestros Corazones en el Gran Corazón de Dios.
Pero en esencia y en espíritu puro, nosotros estaremos con la humanidad hasta el final, esperando el momento indicado de ayudar en la redención de las últimas almas sobre la faz de la Tierra.
Mientras que ese momento aún está por suceder, tomen buenas decisiones espirituales en vuestras vidas, así estarán verdaderamente prontos y sinceros ante los Planes de Dios, porque así Su Fuente Mayor podrá confiar en ustedes hasta el final.
Vuestros corazones guardan el potencial para vivir una transformación ilimitada, capaz de trascender barreras y dificultades internas y externas.
A través de los últimos tiempos, Yo les he dado la posibilidad de conocer el camino del amor y del perdón, algo que deberá ser practicado cuando surja el momento de la tribulación en toda la humanidad.
Todos, a su debido tiempo, fueron testigos de Mi Presencia y de Mi retorno al corazón de los más simples y de los más pecadores. En todo este tiempo, ustedes fueron el testimonio, para muchos, de una gran oportunidad de piedad y de Misericordia.
Pero todo esto no podrá quedar atrás, olvidado, cuando se aproxime el tiempo de entregar la propia vida por amor.
En ese momento, Yo estaré a vuestro lado para animarlos, en confianza absoluta, a dar el gran paso por la salvación de este mundo perdido.
Vuestro sostén será Mi esperanza, vuestra alegría será el poder de Mi consolación, vuestra fortaleza será el don de Mi fe, vuestro paso inmediato será morir por Mí y por vuestros hermanos.
Cuando ese tiempo llegue para todos, cada ser podrá entender y saber claramente cuánto ha trabajado a Mi lado y cuánto, sin temor, Me ha entregado para que Yo pudiera transformar su ser.
El tiempo está señalando un momento diferente.
Vuestra atención y silencio podrán ser las llaves precisas para comprender las últimas señales que el universo enviará.
Que vuestra sed por vivirme nunca se termine.
Que el amor renovador que Yo les ofrezco, en cada encuentro, sea la marca definitiva que quede grabada por siempre para que, en el gran momento de Mi regreso, Yo pueda reconocerlos como Mis apóstoles y no como Mis verdugos.
Amen la Ley de Dios, aunque no la entiendan, eso los protegerá de ustedes mismos.
Mis Rayos se derraman sobre los justos.
En la Paz del Nuevo Tiempo,
Jesucristo, Rey Solar
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Durante la Vigilia de Oración del 24 de diciembre de 2014, en el Centro Mariano de Aurora, Nuestra Señora anunció que el nuevo ciclo de los Mensajes mensuales de Cristo Jesús, que será realizado a través de un programa el tercer viernes de cada mes, será llamado “El Sagrado Llamado”.
Hoy, durante el último mensaje semanal de Cristo, el Maestro anunció nuevamente que, en el ciclo que llegará de Sus Mensajes mensuales, el programa será llamado “El Sagrado Llamado”.
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Hermanos Míos:
Para los tiempos de transición Yo los llamo al apostolado misionero, los llamo a ser portavoces de Mi Palabra a través del santo ejemplo de consagración, de caridad y de oración que todos viven.
Con este fin y con el motivo de brindar una ayuda y un servicio orante mayor, hoy Mis Compañeros, hermanos vuestros, Madre María Shimani de Montserrat y Fray Elías del Sagrado Corazón, no estarán presentes entre ustedes para compartir este sagrado momento de oración por la Paz.
En este momento, ellos se encuentran en la ciudad de Santiago de Chile, y al igual que vosotros aquí, están al servicio del Plan de Dios cumpliendo un servicio de ayuda espiritual y de oración, pedido por Mi Sagrado Corazón; pero como la unión entre las almas no tiene fronteras ni separaciones, todos ustedes estarán unidos en el espíritu de Mi Omnipresencia y de Mi sagrada Paz.
Hermanos, llegó el momento de comprender que toda la humanidad está cruzando el ciclo de la transición planetaria; por eso les pido mucha serenidad, oración y unidad para que todas las almas estén a salvo.
Agradezco vuestra unión con todos los misioneros que trabajan por amor en Mi bendito nombre, el nombre de Vuestro Rey Universal.
Cristo Jesús Glorificado
Y ahora que han comprendido lo que Yo les dije ayer, reciban Mi Corazón en Luz y en Gloria, y no separen Mi Corazón de vuestros corazones. Cumplan la promesa de estar Conmigo para siempre.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Repitamos:
Sagrado Corazón de Jesús,
Fuente de Amor y de Verdad,
recibe nuestra consciencia en Tu Reino.
Amén.
(tres veces)
Con estas simples palabras estarán dando el permiso a Dios para que, a través de Su Hijo Primogénito, sus almas puedan ser rescatadas en el fin de los tiempos, para que cuando Yo retorne en Gloria a este mundo las almas Me puedan reconocer, como muchos de ustedes Me conocieron en el pasado.
Por eso, en esta tarde de Misericordia y de Piedad, Yo les traigo Mi Presencia, les traigo el recuerdo de haber estado Conmigo en otros tiempos, compartiendo la Cena con el Señor, la Comunión predilecta con el Universo Mayor.
Nuevamente, les traigo a vuestras consciencias la oportunidad de recordar todas estas cosas, de poder revivir los pasajes que han vivido Conmigo, porque solamente deseo que vuestras vidas estén cerca de Mi Corazón y no sean más flagelos para Mí, sino fuentes de amor y de verdad, como es Mi Corazón misericordioso para ustedes.
A través de este día de oración misericordiosa, pude conocer en profundidad vuestros internos, visitar vuestros mundos internos, vuestros espíritus mayores y reparar muchas cosas a través del simple ejercicio de la oración. Tal vez no notarán este gran cambio, pero dejen pasar un poco de tiempo para poder entender lo que hoy Yo les digo.
Mis Palabras no son solo simples palabras. A través de ellas Yo traigo la Luz de Dios para el mundo. Yo fui concebido para ser el Portavoz del universo y lo seguiré siendo hasta que pueda retornar al mundo. Y en cuanto eso no sucede, Yo vengo con la esperanza de preparar vuestros mundos internos para poder disipar las sombras y la oscuridad, aquellas energías que envuelven vuestras vidas todo el tiempo cuando tan solo dejan de mirarme por un momento.
Yo los observo todo el tiempo, Mis compañeros. Imaginen cuánto observo a la humanidad entera. A través de Mis hermanos de camino, Yo paso frente a todas las vidas, esperando que un alma más pueda despertar y preparar este rebaño de apóstoles que dará testimonio de Mi Regreso al mundo.
Cuando las falsas mentiras sobre Mi Aparecimiento surjan en la humanidad, Yo no confundiré a nadie. Mi Amor es inconfundible, porque Yo Soy la emanación de un sentimiento de Amor, de una palabra pura y sana que les trae la Voluntad de Dios, como energía y como Presencia, para aquellos que tan solo Me dicen sí.
Cuando ayer Yo les dije que tienen la gran tarea de la unidad, esto no es algo tan simple. Ustedes deben trabajar con vuestros internos para que Mi Consciencia pueda reinar permanentemente. Y cuando Yo esté presente, entre todos y en todos, podré realizar Mis Obras de salvación para Uruguay.
No dejen de rezar por los sacerdotes y por todos aquellos que se esfuerzan para vivir Mi Camino en los cuatro puntos de la Tierra, porque es necesario, hijos Míos, que los valientes puedan soportar la gran tribulación.
Cuando llegue el momento de la gran división de la humanidad, vuestros corazones ya deberán ser resplandecientes y las manchas oscuras ya no deberán existir, aquellas que a veces permean vuestros corazones, ciegan vuestros ojos y les quitan la fe.
Por eso, únanse a Mí en este tiempo, mientras la Misericordia de Mi Corazón es derramada sobre el mundo. Solo espero poder cumplir con lo que Dios Me pide para esta era. Así también lo esperan los Mensajeros Divinos y todos los Padres Creadores que mentalizan en Su Amor la mejor idea para este planeta, el mayor propósito para este mundo, la infinita finalidad para la humanidad.
Mientras ustedes comprenden y entienden todas estas cosas con el amor del corazón, reciban Mis Palabras en vuestras esencias. Ya no son tiempos de vivir cosas normales ni tampoco de tener ideas brillantes. Yo les estoy mostrando un Camino de Luz que es muy poco aceptado, que es muy olvidado porque las almas están envueltas en otras cosas. Las cosas del mundo son más fuertes y los quitan del camino de la espiritualidad.
Pero en cuanto ustedes están conscientes de poder reconocer Mis Palabras y Mi Petición, anímense a transformarse por entero. Permitan que Mis Ángeles rasguen vuestras viejas vestiduras para que pueda surgir el verdadero ser que habita dentro de ustedes, el yo superior que es muy desconocido por la humanidad, porque la humanidad vive mucho la vida terrena, se mezcla con las cosas del mundo y se olvida de mirar el cielo, contemplar las estrellas, sentirse parte del universo. Todos los universos esperan por vuestro sí.
Por eso, hasta que se Nos permita, los Mensajeros Divinos viajaremos y peregrinaremos dando el Mensaje, la advertencia, el llamado de atención a la humanidad, porque el gran cambio de esta raza se aproxima y no podrán decir que no lo sabían. Yo ya lo anuncié 2 000 años atrás. Juan lo escribió en el Apocalipsis.
Las palabras se están revelando al mundo a través de los hechos y de los acontecimientos que suceden hoy, en este siglo XXI, de cambios profundos en los que las almas no saben por dónde seguir.
Yo los invito a formar parte de Mi Fuente de Misericordia, así podrán pensar todo el tiempo en Mi Corazón y vuestros propios motivos desaparecerán de vuestras mentes para que habite la Voluntad de Dios en vuestras consciencias.
Cuando Yo los llamo a seguir un único camino, Yo les anuncio a Mis compañeros y los invito profundamente a buscar Mi Corazón todo el tiempo, a no pensar más que en Mi Corazón para que vuestras vidas sean guiadas correctamente y no pierdan el camino de redención que se les está siendo ofertado.
Esta es la última palabra que es dicha al mundo. Por eso, estén atentos, vigilantes, presentes en este momento, para que Mis Códigos de Luz no se disipen de vuestros seres y así no vuelvan a caer nuevamente en las cosas normales de este mundo por la falta de amor y de unidad.
En estos tiempos difíciles, Yo los invito a buscar el Cielo, a aspirar a encontrar la estrella de origen. Que cada uno pueda vivir su verdadera misión no importando cual que sea, solo siguiendo Mis Pasos para no confundirse y pensar que están viviendo una misión, así como Dios quiere.
Por eso, Él Me envía representando Su Voz universal para que no se confundan y escuchen verdaderamente lo que Yo les digo. Mis Palabras están pasando por esta Tierra, pero ¿dónde ellas quedarán? Yo busco receptáculos de Mis Palabras sagradas, moradores de Mi Misericordia que puedan difundir Mi Mensaje de Luz y de Paz para esta raza que se está perdiendo.
Mediten en lo que Yo les digo.
Muchos tienen preguntas para hacerme, pero Yo las responderé a lo largo de los tiempos a través de las señales de Luz que Yo les daré a todos, las que demostrarán cuál es Mi deseo para todos.
África se está preparando para recibirnos. Los invito en esta tarde a ser portadores y colaboradores de esta Obra, porque será importante en este tiempo final buscar el espíritu de reconciliación con los africanos, la redención y la cura que debe haber entre las almas de América y África.
Deseo también, Mis compañeros, que Europa se haga presente en esta misión. Si así lo hicieran, muchas conversiones sucederán. Faltas serán liberadas de vuestros corazones a través del servicio de estar y compartir con todos Mis hijos de África que los aguardan y los necesitan en estos momentos difíciles.
Así Yo los invito a ser portadores de Mi Paz para que puedan descubrir, a través de esta sagrada misión, cuántas cosas Yo he hecho a través de ustedes por medio de la oración del corazón.
Nuevamente los bautizaré con Mi Espíritu de Vida, para que siempre tengan presente Mi existencia en todo lugar, en los corazones simples y humildes que buscan a Dios con mucho amor.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Mientras Jesús nos pide que oremos, Él va a consagrar los elementos para el Bautismo, el Lavapiés y la Comunión. Él invita de corazón a que todos los hermanos coligados también hagan lo mismo, laven sus pies y comulguen con Su Cuerpo y Su Sangre. Que coloquen cerca de Su Presencia estos sagrados Sacramentos para que Él los bendiga como lo hizo en el pasado.
Jesús me pide que repita una vez la siguiente oración y después la repetiremos, todos juntos, varias veces.
Sagrado Corazón de Jesús,
Fuente de Amor y de Verdad,
recibe nuestra consciencia en Tu Reino.
Amén.
Uruguay ha recibido una Gracia atemporal que deberá permanecer pulsando en vuestros corazones para que ella pueda superar las barreras, convertir los corazones, elevar a los caídos, erguir nuevamente a los no redimidos, y así se pueda cumplir el Plan de Dios.
Que esta Gracia atemporal. que les entrego, pueda permanecer en vuestras vidas y ustedes sean consecuentes con esa Gracia. En vuestras manos estará la permanencia de esta Gracia o la desaparición de la misma.
Mi Corazón les entrega una estrella de Luz del universo.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Para la consagración de los elementos, a pedido de Nuestro Señor, cantaremos el Padre Nuestro en arameo. Él pide, en este momento, que toda la Orden Gracia Misericordia coligada haga el mismo ejercicio.
Oración cantada: Padre Nuestro (en arameo).
Que el Señor pueda recibir en Sus Manos este sacrificio para que Su Nombre sea alabado y glorificado por todo el universo y Su Fuente de Amor y de Unidad pueda ayudar a todas las almas a alcanzar la transfiguración, el camino de la redención.
Estoy aquí presente contemplando al Uruguay y al mundo. Mi Corazón es la Aurora que resplandece en vuestras vidas. Busquen esa esencia, esencia crística de Amor, para que desaparezcan vuestros miedos y prevalezca la fe que los llevará a la vida eterna.
En torno a este cielo universal que Me rodea, Yo los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sean fuente de Amor y de Verdad. Así Me alegrarán.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús, para Su elevación, quiere que cantemos "Fuente Primordial" y que recordemos la Ascensión gloriosa de Cristo, la cual viviremos también en este momento.
Agua, Sangre, Vida y Redención.
que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús,
ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros.
(se repite siete veces)
Les he abierto una puerta a través de los tiempos para que toda la humanidad perdida pudiera ingresar, traspasar el umbral de Mi Corazón y formar parte de Mi nueva Cena redimida.
Pero a lo largo de los tiempos y de los siglos, los corazones no Me escucharon, muchos no entendieron Mi Mensaje por tener dificultad para poder vivirlo.
Por eso, Mis compañeros, a través de Mi Divina Misericordia, Yo les traigo la última oportunidad, la tabla para vuestra salvación, el portal para el gran cambio de vuestras vidas.
Mientras Yo permanezco silencioso ante ustedes, Mi Corazón palpita en vuestros corazones. No dejo de derramar las llamas crísticas, códigos preciosos que les permitirán cambiar a tiempo, así como lo prevé el Padre Dios.
Por eso, Mis compañeros, no cambien el camino que han escogido. A pesar de las tentaciones y de los engaños, fortalézcanse a través de Mi Divina Misericordia y en los momentos en que vuestra fe desaparezca, pidan socorro a Mi Corazón, guarden vuestros corazones en Mi Corazón y Yo los protegeré de todo mal.
Vengo a esta nación para darle una última oportunidad. Ha sido la más difícil de trabajar para el Cielo, porque las demás naciones, queridos hijos, queridos compañeros, amigos Míos, abrieron las puertas del corazón.
No estoy diciendo, Mis compañeros, que en vuestras vidas falte el amor.
El condimento principal para este tiempo será la unidad, aquella que debe prevalecer por encima de todo, a pesar de los comportamientos y de las actitudes.
Yo vengo a formar nuevos discípulos, nuevos rebaños que se puedan unir a través de Mi Corazón. Ya terminó el tiempo de las separaciones. Mi Corazón se ha donado a ustedes, a lo largo de estos meses, para que pudieran percibir en la consciencia la importancia de trabajar unidos por el Plan. De esa forma ustedes serán estrellas luminosas que iluminarán la Tierra, que está a oscuras en estos tiempos finales.
Abran vuestros ojos, no los ojos físicos, los ojos del corazón, para que puedan ver la Luz que viene a vuestro encuentro, los códigos que son derramados en ustedes para que puedan prevalecer en este tiempo de caos.
Mi Gracia quiere llegar a toda la humanidad, pero Mis Palabras se están terminando.
Llegó el ciclo de vuestra propia confirmación. No habrá dos caminos ni dos trabajos. Yo Soy el único Obrero que los congrega para un propósito mayor.
Anímense a decirme sí y podrán caminar con confianza absoluta. Ya no encontrarán más piedras en vuestros caminos, sino que encontrarán vuestros caminos abiertos, porque Yo ya los he abierto para que ustedes puedan caminar con confianza, transformarse y purificarse así como es la Voluntad de Dios.
Queridos compañeros, sientan Mi Corazón presente, Mis Palabras que reverberan en lo profundo. Yo los sostengo a través de los tiempos, pero no Me digan que no. Yo siempre estuve presente en vuestras vidas. De alguna forma, Yo les di una señal verdadera para que Me pudieran sentir y así Me pudieran seguir por los caminos que Yo les propongo en vuestras vidas.
Mi voz se anuncia, por última vez, antes de que Yo retorne al mundo en Gloria y encuentre la mayor tribulación, el momento de la gran purificación de todos los seres de la Tierra, para que el próximo ciclo sea más liviano y las almas no sufran.
Sigan rezando a Mi Divina Misericordia. Entre las oraciones se encuentra un gran misterio que pronto descubrirán, es el misterio del Amor verdadero, la pureza esencial, la que los colmará y los transformará como dignos hijos de Dios. Solo guarden Mis últimas Palabras en vuestros corazones.
Yo estoy pasando por vuestras vidas para poder pasar por las vidas de los demás, para que muchos más puedan despertar y encontrar el consuelo que tanto buscan, el consuelo que viene del Cielo, de todo el universo sideral.
Hoy les doy a conocer un universo desconocido, que es el universo de Mi Corazón. Acéptenlo como entrega, como sacrificio y como amor, por la gran compasión que Yo tengo por todos ustedes, más por aquellos que Me dan la espalda en todo el resto del mundo.
Mi Corazón desciende al mundo para buscar a los perdidos. El Cielo se congrega en este lugar para llamarlos como una única oportunidad de retornar al camino, al camino de Dios.
Rezo por ustedes en Mis universos mayores, y envío a Mis ángeles a la Tierra para que puedan ayudarlos a vivir la gran transformación, a orar por ustedes para asistirlos, para transformarlos, para purificarlos y transfigurarlos, así como Yo deseo hace tanto tiempo que vuestras vidas sean un instrumento fiel de Dios, sin preferencias ni voluntades, llenos del Amor de Dios que los transformará por entero.
Acepten Mi convocatoria. Esta es la última llave que les entrego.
Consagraré el pan y el vino como símbolo vivo de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Dichosos los que son llamados a servirse de Mis sagrados Sacramentos. Sus almas agradecerán este momento único en vuestras vidas.
Quien come de Mi Cuerpo vivirá, quien bebe de Mi Sangre resucitará y no se reconocerá a sí mismo en esta vida, porque Yo lo habré transformado, así como Dios Me lo ha pedido.
Yo vengo a buscar, en ustedes, que puedan despertar la vida sagrada. Si tan solo dan ese paso, el mundo cambiará.
Hoy expongo ante ustedes Mi Corazón como el Santísimo Sacramento. Adórenlo y venérenlo ante los Ojos de Dios. Adoración, Adoración, Adoración, vida de Adoración al Corazón de Cristo.
En Mi silencio, Yo los bendigo. Con Mi Amor, Yo los colmo. Con Mi cura, Yo los libero. A través de Mi Gracia los consagro como nuevas almas en el Reino de Dios.
Confíen en lo que Yo les digo. No pierdan la esperanza, el tiempo de la paz llegará y ustedes son llamados a participar de eso a través de este encuentro sagrado.
Recemos para consagrar.
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
(se repite tres veces)
Aquellos que, en cualquier parte del mundo, hayan tenido la intención de comulgar con Mi Cuerpo y con Mi Sangre, sepan que ya lo hicieron en espíritu y en alma por haber invocado el Amor de Mi Corazón en este momento.
Y a todos aquellos que comulgarán de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, los invito a hacerlo por aquellos que no lo viven, por aquellos que Me olvidan en el sagrario y que ni siquiera Me ven en la Santa Custodia.
Yo los invito a rezar por todos aquellos que no viven a Dios, a comulgar por ellos como una única raza, una única civilización que camina hacia la consagración de la Nueva Humanidad.
Agradezco a aquellos que son perseverantes Conmigo y que oran de corazón para que se cumpla Mi Proyecto, Mi Proyecto de salvación y de paz.
Les agradezco.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Para comprender las Palabras de Nuestro Señor no solamente es necesario abrir los oídos, sino que hay que intentar percibir con nuestro corazón qué es lo que exactamente Él quiere colocar dentro de él.
Y otra de las cosas que tenemos que hacer también es saber que cada palabra es para cada uno de nosotros, no es para el otro, porque a veces pensamos que esas palabras no son para nosotros. Y, a veces, perdemos la oportunidad de ser instruidos y guiados, de reparar una desviación en nuestro camino, porque pensamos que las Palabras del Señor son para otros hermanos.
Así es que abramos nuestro corazón y sepamos siempre que cada palabra es para cada uno de nosotros. Así nunca perderemos una oportunidad.
Fray, ¿qué nos puede contar?
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Cristo hoy, de una forma poco común, Él expuso Su Corazón como si fuera el Santísimo Sacramento y esa Luz de Su Corazón se expandía hacia nosotros.
Él entregó una llave importante también para este país, que es la unidad. Hizo mucho énfasis en ese sentido, porque sabe que nosotros podemos escuchar lo que Él dice, guardar Sus Palabras, ponerlas en práctica.
Hoy yo sentí, ante la Aparición de Cristo, que Él estaba dando una última alternativa. Sentí que no era nada definitivo, pero que era un llamado a nuestra consciencia interior.
Él sabe que podemos unirnos un poco más. Él sabe que Uruguay tiene una tarea muy importante en el fin de los tiempos. Él dice que dependerá de nuestro grado de unidad que eso suceda.
Él nos pidió que dejáramos de lado las cosas superficiales, nuestras propias voluntades, para poder cumplir la Voluntad Mayor. Tal vez no entendemos cuál es esa Voluntad, pero si nosotros hacemos lo que Cristo nos pidió, de unirnos, algo positivo podrá acontecer aquí.
También sentimos, delante de la Aparición del Maestro, que Él vino a abrir una puerta aquí y que solamente Él es el que la puede abrir.
Él también nos dio una llave importante que es la Adoración. Algo que tal vez no conocemos o no le prestamos mucha atención, pero así como Él dijo, en la oración que hicimos al final, Él está presente en todos los sagrarios de la Tierra y ofertó Su Corazón para que nosotros pudiéramos adorarlo y entender muchas cosas.
Él agradeció mucho esta oportunidad de estar aquí, entre nosotros, pero sabe que nosotros podemos dar un poco más, principalmente como uruguayos.
Hoy Él nos entregó simbólicamente una misión: estar unidos para poder realizar ese Plan que Él prevé para este país. En ese momento, sentimos que todos los ángeles de las naciones estaban unidos en ese propósito que Cristo nos colocaba; y otras Jerarquías celestiales también estaban presentes con Él, anotando en grandes libros muchas cosas, lo que entendimos que era algo futuro que no fue revelado. Él nos ofertó Su Corazón para que pudiéramos entender lo que nos pide.
Él tenía mucho más para entregarnos, porque así lo dijo, y espera que nos entreguemos más a Él para que nos pueda dar más de Él.
Hoy sentimos también, delante de Cristo, que estábamos siendo vistos por Dios con mucha compasión.
Madre María Shimani de Montserrat:
Una de las cosas que Nuestro Señor dijo hoy es que no existen dos propósitos, sino que existe un solo Propósito, que es el que Él nos pide. Entonces a veces necesitamos percibir con claridad si es que estamos siguiendo el Propósito que Él nos plantea o estamos siguiendo nuestro propio propósito. Sobre todo, a nosotros, que en este país tan pequeño somos tan pocos, Él nos pidió que trabajáramos en unidad y que no tuviéramos dos propósitos. Será necesario que reflexionemos mucho, si es que estamos realmente todos bien concentrados en ese único Propósito y sobre qué es lo que vamos a hacer para que nuestra unidad sea verdadera y plena.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
¡Ánimo y valentía!, para que tu corazón descubra el Universo del Amor, aquel que Yo viví por ti en la Cruz y el que te hará vencer el miedo al fracaso.
No Me sientas lejos, Yo estoy cerca de ti, en cada respiración, en cada nueva palabra de luz, estoy en todo lugar cuando tan solo Me lo permitas.
Ríndete a la compasión de Mi Corazón y entrégate a Mis Brazos, porque Mis Palabras elevarán tu ser y encontrarás reposo en Mi Espíritu de Paz. Deja que para este nuevo encuentro, Yo sea el motivo y la finalidad que te renueve y puedas hallar el camino de redención.
Deja de sentirte solo en el camino, Yo estoy presente en los momentos de mayor superación y de renuncia. Cada ser tiene su tiempo para entregarse. No vengo para pedirte lo imposible, sino que Yo vengo para moldearte entre Mis Manos como un nuevo instrumento al servicio de Dios.
Estás en el tiempo preciso para desterrar todo lo que una vez te ha separado de Mí. Permite que Mi Lanza de Amor y Mi Rayo de Cura traspase tu corazón, al igual que la lanza que traspasó Mi Costado y así se derramó la Misericordia para el mundo.
Para esta nueva Maratón de la Misericordia, Yo vengo para que conozcas el poder de Mi Amor que sustenta; el poder de Mi Fe que transforma y el manantial de amor, que cura y sana.
Fíjate en Mis Llagas y deja que Yo sea parte de ti para siempre. Busca el consuelo en Mi Mirada, sabes que Mis Pasos no han dejado de seguirte ni de protegerte. Todo tiene su sagrado tiempo.
Vengo a buscar aquello que existe dentro de ti y que hasta ahora lo habías guardado para ti. Vengo para encender dentro de ti la llama de Mi Amor, el que te purificará, para que seas Mi Nuevo Apóstol redimido.
Recuerda cuantas veces te he llamado para que Me sientas y Me encuentres en la adoración, en la comunión y en la confesión. Yo Soy la Fuente que siempre saciará tu sed, no dejes de buscarme por nada, estoy aquí para recordarte lo precioso que eres y lo magnífico que has sido a través de Mí.
No pierdas las fuerzas internas para transformarte. Retorno en Espíritu para que Dios pueda morar en ti. No te separes de Mí, Mis Brazos hoy se extienden para salvarte y entregarte el legado de amor que Yo viví por ti.
Por este motivo, vengo para pedirles a todos los orantes la fuerza interior de la superación, un don que los llevará a trascender las barreras de la inferioridad y donde podrán encontrar la pureza y la verdad.
Que esta Maratón represente el camino de la consagración de vuestras vidas al Proyecto de Dios, así permitirán que vuestra civilización se salve a tiempo. Por eso no teman sufrir ni padecer, el gran cambio del universo ya se aproximó a vuestras consciencias. Yo los guiaré. Yo no los dejaré solos. Yo los amo más que a vuestras pequeñas vidas.
¡Confíen en Mí!
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias Uruguay por haber correspondido al llamado mayor de Dios!
Cristo Jesús Glorificado
Mientras muchas almas injustas rompen y quiebran la alianza Conmigo, Yo les entrego día y noche Mi Amor Divino para que de una vez y para siempre aprendan a amarse de corazón y no de palabra o de apariencias.
Sean fieles Conmigo, y aquellos que ya hicieron alianza Conmigo que observen dónde la dejaron y por qué la han dejado lejos de Mí. Mi Espíritu es Fuente de Verdad y de Esperanza, por eso necesito que no solo sean verdaderos en las cosas simples, sino también en todo lo que es profundo y viene del alma de cada ser.
Existen distintos estados y formas de comprometerse con Mi Sagrado Corazón, necesito que ustedes, más conscientes y despiertos, perciban qué grado de alianza o de entrega han alcanzado con Mi Corazón.
En verdad les digo, el astuto opresor no descansará y no se detendrá hasta verlos frágiles y tibios, como pasó otras veces. Estén atentos hacia dónde dirigen vuestros sentimientos; la esencia de Mi Pureza les trae la oportunidad de desterrar de vuestras vidas consagradas los engaños del mal.
A todos los consagrados a Mi Corazón les llegó el momento de reubicarse dentro de Mi Plan de Salvación. Es tiempo de tener consciencia de la tarea que con tanto amor les fue confiada en el principio.
Todos son apóstoles en potencial, misioneros en potencial y en virtud. Descubran el universo de Mi Tarea Redentora a través de las misiones que Yo encomiendo a todos Mis Servidores. Por eso les doy a conocer Mi Amor Predilecto, para que no se confundan de camino ni de persona.
Sepan que en este tiempo tanto el misionero como el estable trabajador de Mi Corazón deben ser igualmente reconocidos; que no exista diferencias ni falta de amor entre los Míos, cada uno es llamado a cumplir una parte del Plan de Amor en este tiempo final.
Con alegría y humildad abran las puertas del corazón cuando Yo regrese a Mi Casa por medio de Mis hermanos, después de tanto trabajar y luchar por el Plan, porque deseo que Me reciban con alegría y sin aprensiones de ningún origen.
Ámense entre ustedes y no se cristalicen en ninguna forma, así evitarán que la esencia del Plan se transforme con vuestras ideas. Salgan de sí mismos y destierren la soberbia y la falta de unión, sean verdaderos embajadores de los puntos de luz que la Divinidad ha fundado por medio de Su Eterna Gracia.
Cuando en una próxima vez Yo retorne aquí, espero verlos alegres y plenos por reencontrarme en Casa, después de haber caminado tanto por el mundo. Sean, por encima de todo, muy misericordiosos y agradezcan eternamente lo que Mi Padre les confió.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados y dignos.
¡Gracias por amarme a través de cada hermano!
Cristo Jesús Pacificador
Ríndanse a Mí y sobrevivirán en este tiempo.
Los He lavado con Mi Agua para purificarlos. Los sequé con Mi Manto para protegerlos.
Los curé. Les curé las heridas con Mi Sangre y todos fueron testigos de Mi Retorno sabio al corazón.
Cólmate de Mi Luz. Nútrete con Mi Espíritu y aléjate del mal que solo quiere hacerte daño.
No abras ni una puerta al enemigo, mas espérame con los brazos abiertos cuando te venga a visitar.
Sostente en Mi Confianza, ya sabes que no te decepcionaré. Deja que Mi Fuego Divino queme tus estructuras para que ahora nazca, el nuevo ser redimido.
¿Qué esperas para entregarte a Mi Luz y ser partícula de Mi Energía Crística?
Antes de que entres en Mi Reino, deberás vaciarte mucho más de lo que imaginas. Pero ten fe y esperanza, Mis Manos nunca te soltarán. Yo te acompañaré hasta el final, cuando verdaderamente Me des espacio para poder hacerlo.
Dejo Mi Corazón como oferta de vida. Desearía que todos Me escucharan, como una vez tú Me escuchaste.
Ya es hora de preparar la morada. Ya es tiempo de unificarse y no de distanciarse de Mí.
Mi Padre te lo ha dado todo y Yo también te lo daré. Por eso, confía en lo que sucede dentro de ti. No te sientas solo ni abandonado, porque el pastor nunca abandona a sus preciosas ovejas.
Ven y quédate en Mi Regazo, así serás digno de llamarte Hijo de Dios. Mientras espero que des el paso hacia Mi Corazón y seas parte de Mí, no dejaré de decirte que debes regresar a Mí.
Yo estoy aquí por ti y por más nada, así como estoy por cada alma y esencia que Mi Bondadoso Padre Ha concebido.
Yo Soy el Guardián de tu vida y de tu destino.
Yo Soy el Umbral perfecto por donde cruzar y caminar con fe hacia lo desconocido.
Quiero hacer algo de ti que desconoces. Deseo que Me dejes obrar y continuar, pues Mis planes para tu existencia son más profundos y verdaderos de lo que tú imaginas.
Confiésate Conmigo y no pierdas la chance de renovarte, a través de Mi Presencia en tu corazón.
¿Acaso Me aceptarás así como Soy?
¿Quién se arriesgará a borrar su identidad para ser parte de Mí?
¿Quién esperará, en alegría y en gloria, Mi Regreso?
Ahora, Yo vengo a visitarte en Espíritu, pero vendré en Gloria para que recuerdes Quién Soy.
Solo espero tener en Mis Manos instrumentos purificados por Mi Misericordia. Solo espero por su sí final.
Ahora, escucha lo que Te diré directo al corazón: ”Hijo, pequeño, soldado orante sin espadas, reposa en los Brazos de tu Comandante para que, en el amanecer que llegará, veas surgir en tu universo interior la llama del Amor, la llama gloriosa de la resurrección de la humanidad”.
Bajo la gloria que los permea y los consagra, sean bienaventurados.
Gracias por visitar Mi Sagrado Corazón, en oración.
Cristo Jesús Glorificado
Haz pequeño tu corazón y crecerás en Vida.
Conviértete en la piadosa María Magdalena y ven a Mi encuentro para lavar con tus lágrimas Mis Pies.
Ven para retirarme el polvo del pecado que muchas almas le ocasionan a Mi Ser universal.
Ven y siéntate a Mi mesa. Yo te escucharé día y noche. Yo oigo el clamor de tu corazón en el universo.
Únete a Mí y confía, estás en el lugar correcto, en donde Dios te ha colocado. Estás donde debes estar, bajo la Voluntad del Creador.
Déjame decirte cuánto anhelo sentirte cerca y envolverte con Mi Manto, para colocarte en Mi regazo y cuidarte en las noches largas de tempestad y de frío.
No te desanimes, Yo ya te he dado la llave de la alegría suprema. Deja que toda tu estructura se mueva en tu interior y que pueda nacer, en vida, el verdadero ser que proviene de Dios.
Y mientras aún cruzas el desierto árido y desolado, extiendo Mi Mano sagrada para sacarte del camino de la desolación y del vacío.
Siente ahora, de nuevo, el calor de Mi Corazón misericordioso y deja que Yo borre, dentro de ti, todo lo que ya no te pertenece.
Sé igual que Mis apóstoles, acepta morir por Mí y renacer en Mi Llama de vida, Llama divina de Dios.
En este tiempo que pasa, vengo a llamarte para decirte dónde te quiero tener en este ciclo. Escucha Mi Voz que resuena en el corazón que se abre para reconocerme.
Yo Soy el que Soy. Soy el que nació y volvió a la Fuente del Amor. Yo fui el que vino para dar el mayor testimonio de Amor y de Perdón, y Soy el que retornará para dar Vida a lo que ya ha muerto.
Yo Soy el Espíritu de la Verdad de Dios.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por retornar a Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Estoy aquí para pedirte, silenciosamente, que te unas a Mí y no te separes.
En el misterio de las pruebas existe el camino del gran paso a la trascendencia.
Mi Proyecto para tu pequeña vida es transformarte en un instrumento nuevo, siempre disponible, para cuando sea necesario y oportuno ayudar a las almas del mundo.
Después de esta vida, existirá otra mejor que la que has experimentado. Por eso, ten los recaudos necesarios para vivir, en esta vida, Mi santa Palabra.
He venido para pedirte algo que va mas allá de tus expectativas y aspiraciones. Yo vengo a pedirte tu íntima confianza en Mi Sagrado Corazón, porque cuando las almas confían en Mí, muchas decadencias humanas son suplidas por Mis Rayos de Misericordia y todo es transformado por los dones de Mi Luz. De esa forma, las almas no pierden la oportunidad de reencontrar el consuelo que tanto les falta.
Yo vengo para unirlos a Mi Padre, a la gran Emanación Universal del Amor y de la Unidad. Solo les pido que no pierdan el camino de la santificación.
Para poder vivir los cambios actuales, deben fortalecer vuestra fe en Mí, eso les permitirá borrar las dudas y las preocupaciones.
Cuando un alma se esmera en buscarme todos los días, podrá saber que en sus últimos días Mi Corazón la recordará e irá al Reino de Mi Padre.
No teman enfrentar aquello que no pueden enfrentar, el Señor les envía Su Gracia suprema a través de Mi sagrada Presencia en este día.
El Señor los reúne en una sola consciencia de paz para que, en estos tiempos, la redención pueda despertar en todos.
Yo les doy la seguridad que tanto buscan dentro de ustedes. Yo les doy Mi sincero e inseparable Amor del Corazón.
Bajo la Gracia de Dios que los reúne y los sana, sean bienaventurados.
¡Gracias por vivir en Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Madre María Shimani:
Buenas tardes a todos, estamos ahora sí, en las últimas 150 cuentas de la Maratón de la Divina Misericordia. Y nosotros aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo vivimos un día muy especial. Lo único que faltó es que descendiera la Paloma del Espíritu Santo y nos llevara a todos al Cielo. El fervor, la intensidad, la devoción y el amor fueron la pauta de las oraciones de hoy y el escenario se prestó para acogernos, para que este descenso del Espíritu Santo se pudiera manifestar.
Hoy aprendimos que podemos conversar con Dios, cara a cara, cuando oramos la Coronilla a la Divina Misericordia y que, palabra por palabra, colocamos en el Corazón de Dios nuestra súplica por este mundo y por esta humanidad. Y cuando Sus hijos claman de esa forma por Misericordia, Nuestro Padre, que tiene un Corazón grande y bondadoso, no espera ni un segundo para derramar Su Misericordia en este mundo.
Así que hoy aprendimos a conversar, cara a cara, con Dios y nuestra oración cambió por completo. Por lo tanto, a partir de hoy ya sabemos como conversar con Dios todos los días a las tres de la tarde.
Reciban la bendición eterna para que esta bendición, en los días que vendrán, los santifiquen.
Recen Conmigo por Mis peticiones, por Mis preceptos, por Mis designios, por Mi gran Voluntad, que es la Voluntad de Dios Altísimo que viene en este día a auxiliarlos.
Para rezar Conmigo, concentren vuestro corazón en la fuente que corre, en el agua de Vida, el agua de redención y de paz que, desde el Cielo y el Infinito, viene para lavarlos y purificarlos.
Recen de corazón Conmigo como lo han hecho hoy, en oferta y donación a Dios.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Para honrar a Mi Corazón y para que vuestros pecados y faltas sean perdonadas, en nombre de toda esta humanidad y de aquellos que se pierden y no escuchan a Dios, de aquellos que no beben de la fuente de Mi Corazón, por este fin, por este objetivo divino, recemos juntos por tres veces cada señal de Mi Pasión y de Mi Transfiguración. Los escucho. Eleven vuestras ofertas a Mi Sacratísimo Corazón.
A continuación, se oran las decenas del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, repitiendo solo tres veces cada oración.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Cuando oro con ustedes, oro por el mundo y Mis códigos de luz y de cristificación ingresan en vuestras células y átomos para modificar vuestras faltas y deudas y convertir a todos vuestros seres en la Luz y en el Espíritu de Dios, para que algún día Mis queridos, santifiquen el gran Nombre de Dios, Iod-He-Vaud-He.
Hoy traigo entre Mis Manos el Rosario de la Paz. Benditos aquellos que imitan Mi ejemplo y que en las noches oran Conmigo en el susurro del corazón, en el silencio del espíritu, el alma que ora y habla a Dios.
Benditos aquellos que duermen con el Santo Rosario en sus camas. Estarán unidos, fusionados y ampliados por el gran Espíritu de Dios. Sus cuerpos se elevarán al Reino de Dios en cada nueva súplica, porque Mi Corazón escucha a las almas que oran pacientemente y que encienden en el corazón su fervor.
Hoy les revelaré, Mis compañeros, Mis discípulos del ayer y del futuro, hoy les diré, Mis compañeros, que he hecho con vuestras oraciones y con todos aquellos que estuvieron unidos a Mi Corazón en lo profundo del Amor, de la Verdad y de la Justicia. Muchas almas fueron aliviadas. Situaciones irreparables fueron transformadas. Muchas almas fueron rescatadas. Espíritus que estaban apagados se reencendieron. Muchas naciones recibieron un tiempo más de paz. Porque Mis Rayos de Misericordia Divina descendieron a través de vuestro verbo, de cada nueva palabra que pronunciaron con el corazón. Y aunque que ustedes estén cansados por luchar tanto tiempo en esta vida, Mi Corazón contempla vuestros esfuerzos y sacrificios.
Así como les ha dicho la Santa Virgen María, Yo vengo a pedirles también cosas simples y verdaderas. Necesito que permanezcan en este mundo sin pertenecer a él. Que todos los días de vuestras vidas, en cada nuevo despertar como en cada nuevo amanecer, vuestros ojos despierten recordándome, sintiéndome en el corazón, para que vuestro día sea bendito y alabado por Dios, el Todopoderoso. De esa forma, ustedes Me permitirán que Yo descienda a vuestras vidas.
A través de esta Santa Maratón muchas semillas fueron depositadas en vuestras esencias, las que deberán brotar en el próximo tiempo. Ahora, Mis compañeros, dependerá de vuestra convicción y oración que estas semillas puedan dar sus frutos y que, en los tiempos de mayor caos, de mayor tribulación y oscuridad, Yo pueda servirme de vuestras semillas como nuevos dones entre Mis Manos, que serán irradiados para el mundo entero por el fruto de vuestros esfuerzos, de vuestra dedicación y entrega a Mi Corazón.
Así como hoy Yo les hablo, Mi Voz hace eco en las almas de todo el mundo, pues no Me podré ir de aquí hasta que un alma alcance la cristificación. Eso será un gran evento para el Universo y también lo será más profundo y verdadero cuando todos, como grupo de almas, alcancen el gran paso a la cristificación.
En este ciclo, Mi Corazón los viene a purificar, a derramar Sus gracias y bendiciones, a separar el trigo de la paja, lo viejo y duro de lo sano y bueno que guarda vuestros corazones. Por eso sacrifíquense todos los días.
Yo estoy también en las cosas tan simples, en cada quehacer de la vida, en todas las tareas del día a día. Ustedes Me encontrarán en cada lugar y Me podrán escuchar cuando tan solo pongan atención en las cosas simples. Porque cuando Yo ya no pueda estar aquí, entre ustedes, anunciando Mi Palabra de Vida y de Resurrección, ustedes Me encontrarán a través de las señales, señales que serán puras y verdaderas, que serán una luz en vuestros caminos, una bendición para vuestras almas, un amor profundo para vuestras familias.
El gran momento para la humanidad se acerca. Muchos se están acercando al umbral definitivo del tiempo. La fusión del universo se aproxima. Todo el sistema solar se está congregando y preparando a través de las Leyes y de los Rayos, para dar el último impulso a la raza de esta humanidad. Ese será el gran momento para todos, antes del avistamiento de la luna roja, cuando ustedes podrán dar ese paso, recogerse en Mi Corazón Sagrado, orar profundamente en vuestros hogares sin mirar hacia afuera, sin poner atención en lo que suceda, solo en el templo interior, el que será vuestra verdadera protección.
Yo no vengo a anunciarles miedos, sino un tiempo de consciencia, de despertar, de evolución, de un gran paso hacia el Reino de Dios.
La humanidad ha sido muy ayudada por Nosotros. Nosotros somos parte de ustedes. Nuestros Corazones fueron humanos y ahora son Corazones glorificados. Vuestros corazones pueden ser glorificados solo cuando sigan el camino y la guía que Yo les entrego. Así estarán unidos a Mí.
Y a pesar de los desafíos y las pruebas y de todo aquello que caiga sobre ustedes, por más pesado que parezca o por la gran deuda que represente, Yo no los dejaré solos ni un momento. Necesito que se fusionen con Mi Espíritu, que eleven vuestras consciencias hacia Mi Reino Mayor, porque solamente la oración y la unidad de todos los grupos, orantes, devotos y fieles, será la posibilidad para todos de cruzar el umbral hacia el océano de Mi Misericordia que los aguarda todo el tiempo, cuando tan solamente lo busquen a través de la humildad del corazón.
Cuando llegue el tiempo del gran paso de la humanidad, verán surgir en el Cielo el advenimiento de nuevas señales, las que indicarán Mi llegada a la humanidad.
Por eso, les oferto Mi Corazón como único camino para vuestra conversión y redención. Yo les entrego los Dones y los Sacramentos, porque todas las almas que se han separado del Propósito de Dios, deben vivir los Sacramentos de forma simple, comulgar Conmigo, ser bautizados por Mi Espíritu, por el Espíritu de Mi Padre, por el Espíritu Santo de Dios, confesarse con Mi Corazón, trabajar y dar caridad a todos y ofertarse al servicio abnegado. Eso les permitirá dar el gran paso en nombre de todos aquellos que no lo darán.
Los 144 000 seres, que serán los soles del Nuevo Tiempo, deberán ayudar a la humanidad a que se vuelva a erguir, a mirar hacia Dios y pedir perdón por sus faltas.
Hoy les entrego las llaves del gran cambio.
Vengan a Mí. Acérquense para una bendición. Sigan, orando con el corazón, coligados con Mi Espíritu, con Mi Fuente de Vida.
Oración: Padre Nuestro (en arameo).
Así como Yo vertí, en la Cruz, el Agua y la Sangre de Vida que permitió la redención de la humanidad, desearía que en este momento espiritual vuestros seres y vuestras almas reciban el Agua y la Sangre de Vida, glorificadas y santificadas en el momento de Mi Resurrección.
Canten “Agua y Sangre de Cristo”, así uniré Mi Corazón con ustedes y con vuestras familias.
Pido a todos los Centros Marianos que oferten su entrega por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza que son altamente ultrajados por el hombre y eso ha hecho perder su inocencia. Por eso, el Agua y la Sangre de Vida les permite reencontrar la inocencia para vivir en la pureza y en la santa humildad.
Canción: Agua y Sangre de Cristo.
Gracias por haber respondido al Llamado de Mi Voz.
Gracias a todos aquellos que trabajan por el Plan de Dios, independientemente de sus ideas y sentires.
Gracias a todos los que alcanzaron la unidad predilecta con Dios, la fusión con Su Santo Espíritu a través del verbo de la oración y del canto.
Hoy les dejo el Santo Espíritu de Dios, el Don de la Sabiduría para que guíe vuestros caminos cuando solamente lo invoquen de corazón y de alma. La sabiduría les dará la respuesta en el fin de los tiempos.
Les agradezco.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Nuestro Señor, en presencia del Espíritu de la Sabiduría, vamos a cantar “Espíritu Santo, ven” en agradecimiento al Sagrado Corazón de Jesús.
Canción: Espíritu Santo, ven.
Nos resta agradecer a todos por esta oportunidad recibida, y creemos verdaderamente que todos fuimos lavados, bautizados, ungidos de alguna forma.
¿Qué habrá de tan fuerte detrás de estos Sacramentos que Cristo nos oferta en este tiempo?
Estamos imitando Su ejemplo y todo lo que Él nos pidió realizar en este momento.
Oración: Padre Nuestro (en arameo y en español).
Hoy vengo a hablarles al corazón, lugar en donde siempre Me encontrarán. Hay muchos corazones que están heridos y lastimados por las diferentes experiencias de vida.
En esta hora de Misericordia y de Piedad, Mi Sol universal viene a vuestro encuentro para poder auxiliarlos y perdonarlos. Y como esta fuente, esta Agua de Vida que brota debajo de Mis pies, así es el manantial de Mi Misericordia para ustedes.
Están a tiempo, queridos compañeros, de rendirse a Mi Corazón Sagrado para que reciban los dones que necesitan en estos tiempos. No demoren, Mis compañeros, en dar el gran paso hacia el universo. El Señor los necesita firmes para que Él pueda realizar Sus obras en el fin de los tiempos.
Hoy vengo a lavar vuestros corazones con Mi Agua de Vida, vengo a entregarles Mi Cuerpo Glorificado para que puedan comer de Él y comulgar.
No pierdan tiempo, Mis compañeros, despójense de ustedes mismos para que las Gracias de Dios puedan habitar en vuestras moradas y puedan ser irradiadas a todos.
Mientras hoy estoy con ustedes aquí, compartiendo este misterio sacerdotal, Mi Corazón contempla al mundo entero, a las almas que necesitan de Dios, principalmente aquellas que se pierden día a día y que no encuentran el camino de Mi Misericordia.
Como una gran emanación de Luz universal, Mi Faz se hace presente ante ustedes para que reciban los códigos luminosos de Mi Corazón y, definitivamente, se puedan renovar y curar.
Ya están cruzando el umbral de la purificación. Muchos corazones padecen estas consecuencias, pero esto ya estaba escrito desde el principio. Ya fue anunciado por Mi Corazón Glorificado cuando estuve entre ustedes aquí, en el mundo. Aférrense a Mis Manos y vuestros corazones se liberarán, no padecerán la purificación tan profundamente, sino que serán lavados por Mi Luz y recibirán Mis Gracias celestiales.
Consuelen vuestros corazones con Mi Presencia. Reciban de Mi Manto la sagrada protección que necesitan. Abran vuestros corazones para el gran cambio del fin de los tiempos. Mi Corazón los guiará, Él los acompañará.
Yo vengo en este tiempo para poder donarme a ustedes profundamente, pero también vengo en este ciclo, en esta época, para poder liberar al mundo de todos los espíritus impuros que engañan a las almas, que perturban a los corazones y que desvían los pies de todos aquellos que deben caminar hacia el Reino Celestial. Pero esto terminará cuando vuestra decisión sea profunda y sincera.
Yo les mostraré el nuevo camino a recorrer en tiempos de purificación y de pruebas. No se detengan en vuestras purificaciones. Permitan que la Ley de la Justicia Divina pueda equilibrar todo, dentro y fuera de vuestros seres. Nunca estarán solos para poder purificarse.
Los Sagrados Corazones se donan, en estos tiempos, como el verdadero bálsamo del Amor y de la Paz. Y a través de estos encuentros que Yo tengo con ustedes, derramo, en vuestras vidas y en todas vuestras familias, aquello que en verdad necesitan para estos tiempos, lo que llamo “Gracia de Dios”, aquello que les permitirá superar las pruebas, liberar los caminos, cortar las amarras y encontrar la nueva esperanza brillante en el horizonte, para que todos encuentren al final del camino el verdadero Paraíso de Dios.
Mi silencio hoy los lleva a la unión predilecta con Dios, a la búsqueda constante del amor.
Hoy Mi Corazón visita a cada uno de ustedes para enseñarles cosas nuevas.
Lavarán vuestras cabezas y purificarán vuestros pies de toda mancha, como Yo les he enseñado, para que se puedan renovar y encontrar la unidad con Dios, unidad que muchos están perdiendo por ser tan indiferentes al cambio, a la gran transformación.
Repitamos y oremos con el corazón.
Sagrada Unidad de Dios
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(se repite varias veces)
Cuando estén separados y no puedan unirse, invoquen la Sagrada Unidad de Dios, llama flameante que se guarda en los Sagrados Corazones. Así serán ayudados totalmente por Mí, por Mi Santísima Madre y por San José Castísimo.
Sean justos en estos tiempos, para que puedan ser equilibrados en el tiempo final. Todos juntos vivan la Sagrada Unidad, la Sagrada Unidad espiritual de Dios, el Pensamiento Divino que unifica las formas y todas las diferencias bajo un mismo propósito redentor.
Busquen la Sagrada Unidad de Dios. Nutran vuestras vidas a través de la Unidad, llama de Gracia y de Piedad que los confortará, que no los separará, sino que los unirá con Mi Corazón misericordioso.
Cuando hagan esta invocación, afirmarán en vuestras vidas que están unidos a Dios y que no se separarán de Él, a pesar de lo que acontezca en este mundo.
Busquen la Sagrada Unidad y estarán en profunda fraternidad. Así serán dignos de servirme y merecerán la cura de Dios para alcanzar la redención.
Mediten en lo que les digo. Aspiren a vivir en la Sagrada Unidad.
Recemos por todos los que no viven la unidad con Dios y por los que deterioran el Plan Divino de Dios a través de sus indiferencias y sus arrogancias, de sus orgullos que los llevan a la perdición.
Cuando no puedan vivir la Sagrada Unidad, estén atentos para invocar esta oración. Estarán protegidos y seguros para que vuestros caminos no se desvíen como una hoja que vuela al pasar.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Vamos a hacer la oración todos juntos por tres veces más.
Cristo nos pide, en este momento, que todos los hermanos que estén coligados en diferentes partes del mundo y en las Comunidades-Luz se postren delante de Él para realizar esta invocación:
Sagrada Unidad de Dios
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(se repite 3 veces)
Y que en el consuelo que hoy les derramo, vuestras vidas alcancen la pureza original.
Reciban Mis Gracias, Mi Paz y Mi bendición.
Este es un día especial para que vuestros corazones, ya fortalecidos por la oración, Me encuentren mañana en otro punto de la consciencia, un gran paso interior que Yo los invito a dar en confianza y en paz.
Purifíquense, transmútense y encuentren la liberación.
Por este mundo que los reúne y por todos aquellos que deben despertar a tiempo, amorosamente les agradezco por vuestra fe.
Vayan en paz y fortalecidos.
Bajo la bendición espiritual de Dios, sean bienaventurados y reciban el Amor del Padre y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cumplir con un pedido que Nuestro Señor nos hizo. Él nos pidió que hiciéramos siete Bautismos y siete Lavapiés, y que bautizáramos aquí, en esta fuente que Él consagró.
¿Cómo denominó a la fuente, Fray?
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Fuente del Sagrado Corazón.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuéntenos Fray, qué fue lo que le dijo Nuestro Señor.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Momentos antes de la Aparición, vimos a Cristo, a Jesús, realizando un encuentro como si fuera en otro tiempo.
Él estaba celebrando la cena. Estaba lavándoles los pies a algunos de nosotros. Estaba llamando a Pedro, desde su casa, para que lo siguiera y lo acompañara a predicar.
Después, Él consagró esta fuente y pidió que realizáramos estos Bautismos aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo, en donde fue consagrada la primera fuente bautismal, la Fuente del Sagrado Corazón.
Canción: ”Cristo, Fuente y Manantial de Vida”.
Hoy pongo Mis manos sobre tu corazón, para curarlo y liberarlo.
Hoy pongo Mi manto sobre tu ser, para colmarlo con Mi Luz y para protegerte.
Hoy pongo Mi Corazón en tu esencia, para amarte y consagrarte.
Hoy vengo a este santo lugar por la respuesta y el esfuerzo de todos Mis discípulos. Un llamado especial fue escuchado en el Cielo y muchas voces de oración proclamaron Mi Santo Nombre.
Desde ese momento Mi Bendita Madre María Me rogó que Yo fuese a vuestro encuentro y hoy estoy aquí, por primera vez, para poner Mis sagradas manos sobre ustedes, para irradiarles Mi Amor renovador, Mi Redención.
Dichosos sean los que son consecuentes con el llamado del Cielo.
Bienaventurados serán los que perseveren en la fe y en el amor. Fue ese amor devoto y fiel de parte de todos los Míos, lo que hoy Me ha traído hasta aquí desde el Universo Celestial.
Vengo a esta región de la Argentina para llamar a los que aún duermen y están presos en la propia vida espiritual. Yo les vengo a entregar el manantial curador de Mi Ser. Yo regreso a través de esta nueva Maratón de la Misericordia para bautizarlos con Mi Espíritu y para darles Mi Paz.
Agradezco profundamente la labor y la dedicación de todos ustedes, por haber manifestado Mi verdadero altar celestial, pues recuerden, que el Hijo de Dios vivió entre los más simples y redimió a los más ricos, para que pudieran reconocer la Humildad del Creador.
Por eso a través de este sagrado altar que fue elevado en Mi nombre, Yo regresaré durante estos días para compartir el Pan de Vida con todos los Míos.
Que vuestros corazones reunidos y unidos en el propósito de los Mensajeros Divinos, no se cansen de irradiar gratitud y alegría, porque serán estos dos dones que curarán y salvarán a las almas que están presas en la perdición.
Mis amados compañeros, para momentos tan críticos, Mi Consciencia desciende desde el Universo hacia este Sagrado Centro Mariano, con la finalidad de fusionar a todos los servidores en el Propósito Divino de Dios. Recuerden que todo lo que hicieron hasta los días de hoy para poder recibirme aquí con tanto amor del corazón, ha sido posible por vuestra unión en la misión y no por vuestras indiferencias.
Me alegro por volver a ver rostros y corazones que ya estuvieron Conmigo y que ahora se reencuentran con el Gran Maestro. Si en verdad supieran cuán importante es la Maratón de la Divina Misericordia, ustedes Me darían todo lo mejor hasta el final. Porque Yo no solo vengo para consagrarlos a Mi Sagrado Corazón, vengo para aliviar la soledad y la aflicción que Me causan muchas almas preciosas y dormidas. Eso es posible a través de vuestro sincero amor, aquel amor interno que nunca se acaba y que fue sembrado por Dios Creador.
Que esta nueva Maratón de la Misericordia represente el ejemplo vivo para todos los que deben aprender a buscarme y a saciar su sed profunda, como ustedes lo han hecho.
Ahora ustedes desde aquí, crearon el verdadero espíritu del amor y de la alegría, ¡les pido por favor!, que no olviden estos momentos, serán únicos y memorables para vuestras vidas.
Bajo la Misericordia Divina de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por celebrar junto a Mi Sagrado Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Arrodíllate ante Mí, eleva tus manos y escucha lo que hoy te vengo a decir.
Hijo Mío:
No pierdas la esperanza ni la alegría; un corazón bueno y pleno como el tuyo, nunca podrá apagar el amor precioso que él guarda en todo el universo interior.
No existirá prueba tan grande que hoy no puedas superar; tengo el poder de desatar todos los nudos de tu corazón, de liberarte y de darte Mi Paz. Los desiertos existen para atravesarlos; aférrate a Mi Mano durante esta noche oscura y te sentirás protegido por Mí.
Recuerda que estoy detrás de ti para guiarte. Ahora ya eres grande y fuerte para enfrentar los vientos contrarios.
Déjame que te diga al oído: Confía en Mí.
Deja que diga a tu corazón: Abrázame fuerte y no te separes de Mí.
Déjame decirle a tu alma: Cree en Mi Verdad.
Yo te prometo un mundo y un universo distante de este, en donde encontrarás la Fuente que nunca permitirá que tengas sed. Vive en paz todas tus pruebas y aprovecha para confirmarte como Mi Nuevo Discípulo.
Retira de tus ojos la ceguera de la discordia y de la desunión. Yo morí por ti y por tus hermanos. Yo bajé del vasto universo para mostrarte la fuerza y el poder del amor, que todo lo soporta y todo lo redime.
Yo viví en ti, para que supieras qué grande es el océano de Mi Compasión. Yo me dejé flagelar por ti, para que no perdieras el infinito camino de la redención. Yo me dejé colgar en la Cruz por ti, para que supieras cómo se debe amar al prójimo.
Entrégate, resígnate y renuncia, tienes el sendero abierto para poder cargar con tu propia cruz. Yo Soy el bálsamo que cicatriza tus tristezas y tus amarguras. Yo Soy el Sol que alumbra toda oscuridad.
Fuiste redimido para que ahora seas digno y dichoso en el Señor. Yo te doy las pruebas tan pequeñas para que des ahora los pasos más grandes. Permíteme ser Vida, Luz y Amor en tu pobre y sólido corazón. Permite que Mi Voluntad te desgarre por dentro. Permíteme morar en ti, para poder amar y perdonar. Tú ya Me viste desnudo y Me vestiste. Tú ya Me viste enfermo y Me curaste. Tú ya Me viste hambriento y Me alimentaste. Tú ya Me viste en el otro y Me socorriste.
¿Qué más quieres para que puedas amar?
¿Qué más deseas para poder abrazar tu cruz y arriesgarte?
Encuentra entre las pruebas la sabia confirmación del camino. Ya no seas ingenuo, ábrete para la gran transformación, pues así Yo lo hice con los doce y por los doce y por muchos más dí la vida y deseo que des la vida por este mundo hasta que duela.
Mis Tesoros de Amor y de Unión Eterna aguardan para que hagas alianza Conmigo.
Todo está donde debe estar. Sé manso. Sé fuerte, pero sé humilde hasta el final. Mi Paz te colmará.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por unirse a Mi Corazón Luminoso!
Cristo Jesús Glorificado, el Redentor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más