Domingo, 5 de enero de 2025

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL PRIMER DÍA DE LA 133.ᵃ MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Bienaventurados los que creen sin haber visto, porque verán el Reino de los Cielos.

Bienaventurados serán los que escuchen la Voz del Maestro, porque verán el fin del cautiverio.

Bienaventurados serán los que encarnan en sí mismos el Verbo de Dios, porque se transformarán.

Bienaventurados serán los que se rindan a Mis Pies sin demora, porque conocerán la paz.

Bienaventurados los que confían sin saberlo, porque siempre verán a Dios.

Bienaventurados serán los que cumplan Mis Mandamientos, porque vivirán la Ley Primera que es el Amor.

Bienaventurados los que sean humillados y ofendidos, porque no habrá nada que los derrotará.

Bienaventurados los verdaderos y simples de corazón, porque todo lo entenderán, más allá de toda ciencia y entendimiento.

Si Yo estoy aquí es para que vivan esto, porque será lo único que podrá reverberar y permanecer, aquí o en cualquier otro lugar, cuando su Maestro y Señor se retire.

Será en ese tiempo y en esa hora, en los que se conocerán los corazones verdaderos y los corazones falsos. Porque en esa hora, sabrán quiénes han comprendido verdaderamente la razón de recibir Mi Presencia y Mi Gracia, aun sin tener consciencia de lo que esto significa.

Por eso, les digo a los que verdaderamente Me sirven y Me acompañan, a los que son celadores de Mi Palabra y de Mi Mensaje, a los que creen sin haber visto, que siempre los sostendré en Mí, así como sostuve en Mí la Cruz.

Porque cielo y tierra pasarán, pero la Palabra de Cristo, su Señor, permanecerá en el corazón que haya creído en Mí hasta el final y no se haya dejado arrebatar por la duda o por la falta de fe en Mí. Porque este tiempo ya estaba escrito y previsto; y así es y así será, lo acepten o no lo acepten.

Yo vendré por los que han sido consecuentes Conmigo, no solo aquí, sino principalmente en el mundo entero. ¡Cuántos corazones sirven al Señor y ustedes no lo saben!

En lo más pequeño es en donde Yo Me escondo y en lo más simple es en donde Yo vivo. No estoy en ningún otro lugar sino en esos, en lo simple y en lo pequeño, en lo verdadero, en lo que puede vivir verdaderamente en ustedes.

No tendría sentido estar aquí si no fuera por esto. Pero Mi Padre decidió que Yo estuviera aquí y, a lo largo de los últimos tiempos, más allá de las circunstancias o de las situaciones, nadie puede impedir que el Señor trabaje y obre.

Porque quien está Conmigo, está de verdad. ¿Y es a la verdad que ustedes le temen?

Benditos son los oídos que escuchan abiertamente y que no cuestionan al Señor ni a todo lo que Yo mismo les he confiado y entregado hasta el presente. Porque lo que aquí sucede está siendo escrito, no lo olviden. Así como ustedes son testigos, los ángeles son testigos de Dios y son los que registran este momento y esta coyuntura.

Antes de retirarme de Mi tarea pública, momento que ya no está lejos, quisiera venir un día para poder ver y reconocer que comprendieron y que están viviendo Mis Palabras. Porque el Mensaje de Dios, el Mensaje de Cristo, es lo que debe permanecer en ustedes y nada más.

Aspiro y espero poder colocar Mis Pies en este lugar, como en otros lugares del mundo que esperan el Retorno victorioso del Señor.

Pero, antes de todo esto, quisiera poder permanecer perpetuamente en sus corazones, sin que Me retiren de sus vidas, aunque no lo perciban, porque el Señor reina donde está el amor, la verdad y la justicia. Esto es lo que hace madurar el corazón de Mis apóstoles, para que sean representantes de Cristo en la Tierra.

Si Yo estoy aquí es para reconstruirlos, para volver a elevar sus corazones a Dios, para que se den cuenta de que el Amor de Mi Padre es infinito, inconmensurable y hasta incomprensible.

Si el amor no estuviera aquí en primer lugar, para que se cumpla la Voluntad de Dios, no habría existido motivo ni razón de que los Mensajeros Divinos se hayan dignado a venir a su encuentro, aun a pesar de las circunstancias.

¿Será que esto puede ser valorado por ustedes y por sus hermanos?

Dios escoge a quien necesita servirlo. Él señala con Su Mano a quien necesita transformarse, humillarse y rendirse para crecer en el amor y la verdad, en Su santa y sabia Justicia.

Pero antes de que todo esto termine entre ustedes y su Señor, como les he dicho, vendré a buscar el resultado de lo que les he entregado por Amor, Misericordia y Gracia; y eso no podrá ser en vano.

Cada uno en su interior es responsable de lo que ha recibido en santa confianza y fidelidad, porque llegará la hora de venir a pedirles los talentos, pero antes deben saber cuál es su talento.

¿Qué más le ofrecerán al Señor en esta hora, en la que la mayoría de las almas del planeta se sumerge en la oscuridad por falta de Luz Divina y de Amor?

¿Será que podré hacer de ustedes instrumentos, recipientes vacíos y donados, para que el Señor pueda obrar y hacerlos partícipes de Mis Designios?
 
Pero, Me podrían decir: “Señor, yo Te lo he dado todo”.

¿Es firme esa respuesta?

Si el Señor se los pide, es por alguna razón. No vengo a buscar lo imposible, sino lo verdadero, aunque sea imperfecto.

Cuando se decidan definitivamente a sumergirse en Mi Consciencia, sabrán la verdad que tanto buscan. Pero, quiero decirles algo: todo lo que aquí ha sucedido a través del anuncio del Mensaje de la Jerarquía ha sido por una única causa, por la causa del Amor y de la Verdad.

Solo lo entenderá quien este despojado ante Mí, porque no es algo de esta realidad material, es algo de los Cielos, de la Voluntad del Padre, de Su más elevado Pensamiento.
Espero que Me entreguen agradecimientos y no reacciones. Espero que adoren al Señor en reverencia por hablarle a todas estas almas una y otra vez, por una causa justa, para que se cumpla la Voluntad de Mi Padre que está escrita en el universo y en todas las dimensiones.

Les vuelvo a decir que piensen en lo que les digo. Yo estoy aquí para ayudarlos, para hacerlos caminar a Mi lado a través de la senda del corazón, para que vean que Mi Gracia y Mi Amor no terminan aquí y que son inconmensurables.

Hoy, Me dignaré a consagrar nuevos adoradores, confiando que todos los adoradores están cumpliendo los votos de su consagración. Y eso espero, en fidelidad, amor, gratitud y reverencia, cuando tengan que estar solos y el Maestro ya no se encuentre aquí para recordárselos; porque las Gracias que les entregamos son para que den frutos a través de los votos que hacen las almas.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los postulantes a adoradores pueden acercarse y colocarse alrededor del Altar, por favor.

Los hermanos pueden hacer su oferta interna ante el Corazón del Maestro, que los escucha y los acompaña en este momento en el que sus almas se elevan junto al Señor para hacer esta oferta honesta, sincera y verdadera, a fin de que se cumpla Su Voluntad en la vida de Sus discípulos.


En el nombre del Padre, de Hijo y del Espíritu Santo. Amén.