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Hijos,
Contemplen hoy la Gracia inestimable de estar ante Mi Presencia y en profunda unión a Mi Inmaculado Corazón. Clamen a Dios por una oportunidad para este mundo.
Cuando en el día de ayer consagraron nuevamente sus almas a Mi Plan de Amor, retiré de sus vidas las raíces de todo sufrimiento, de toda angustia, de todo aquello que les impedía encontrar a Dios, a pesar de su fe y devoción.
Hoy, Mis amados, les pediré una intercesión espiritual, en nombre de todos aquellos que no Me conocen, que Me niegan y que no aceptan Mi Amor materno, por miedo, por inseguridad, por ignorancia o porque sus corazones están ciegos y cerrados.
Le pediré a todos Mis hijos una mayor profundidad en la propia entrega, una mayor abertura para la vivencia del amor y del perdón y también para la comunión con los Reinos de la Naturaleza. Porque ustedes hijos, son pocos entre la mayoría de los seres humanos que están viviendo un mayor despertar al amor y al conocimiento superior.
Existen otros hijos Míos en el mundo, que Me siguen y que responden a Mi llamado, pero que también están condicionados por sus vidas y por sus culturas. Por eso, no les puedo pedir lo imposible para la mente humana, como Me arriesgo a pedirles a ustedes.
Sus corazones, queridos, se abrieron para manifestar lo imposible, para responder a los designios superiores, aunque muchas veces eso implique que parezcan locos a los ojos del mundo.
Mi Corazón puede contar con aquellos espacios de sus consciencias que, a pesar de comprender, respetar y valorizar la vida en la Tierra, sabe que en verdad, este es apenas un camino, una vía para algo superior.
Les digo esto, hijos Míos, porque estoy preparando sus corazones para una entrega más profunda y total, para la vivencia de una locura aún más santa, santificada por el cumplimiento de Mis Planes.
Como la consciencia humana está tan distanciada de los Planes de Dios y tan aferrada a las cosas materiales, les costará mucho comprender los designios espirituales del Creador y es por ese motivo que parecerá que están locos a los ojos del mundo. Pero aquellos que Me responden, aun sin comprender, verán nacer los frutos y las manifestaciones esperadas por Dios y, recién entonces, hijos, podrán confirmar la veracidad de lo que les dije durante tantos años.
Cuando el caos impregne al mundo entero, pero no al corazón de Mis hijos, es que la humanidad comprenderá lo que le quería decir, cuando les prometí establecer Mi Paz en sus vidas.
Cuando las naciones que visité manifiesten, en los tiempos de tribulación, la respuesta de la acción de la Gracia entregada por Mí, a través del despertar de los espíritus, es que todos podrán ver que Mis peregrinaciones no eran simbólicas y no era tan invisible lo que Yo estaba intentando mostrarles.
Hijos, cuando las conversiones de aquellos que toman contacto con Mis palabras se multipliquen y se irradien a otros, por medio de sus ejemplos, es que comprenderán el poder de Mi Verbo maternal y que hay algo más que frases simples y llenas de amor en lo que les digo.
Tal vez no comprendan mucho lo que les pido hoy, tal vez la dinámica de la transformación del Plan y su constante adaptación, según la respuesta de todos, les cause muchas dudas y confusiones. Pero en este tiempo, Mis amados, apenas fijen sus ojos en lo que Yo construí dentro de sus corazones y midan la veracidad de Mi presencia por el amor que deposité en sus seres y no por lo que sus mentes pueden comprender. La lógica de los Planes de Dios y las leyes en las cuales estos se basan no son comprensibles para la mente humana.
Aquellos que quieran comprender los Planes del Altísimo, antes de amarlos y seguirlos, se confundirán. Por eso, confíen en la Ley del Amor y acuérdense de que la victoria de Mi Hijo pareció un fracaso para muchos. Así verán como los Planes de Dios son incomprensibles para la mente humana que no sabe amar.
Concéntrense hoy en lo que les diré y abran sus corazones, no a la razón sino al amor absoluto. Así les podré enseñar cuál es la verdadera tónica de estos tiempos, y sabrán pensar y sentir de la misma forma que Mi Inmaculado Corazón, para que al final de todo, sepan guiar a sus hermanos, como Yo los guié.
Los amo y los bendigo siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy despierten a la esencia de Mi Plan de Amor. Que hoy comprendan la grandeza del camino en el que coloqué vuestros pies, para que sus almas no se perdiesen de Dios.
Mi manto de luz se teje en lo invisible de este mundo y Mi Corazón une las diferentes expresiones del Reino de Dios en la Tierra.
Hijos queridos, aunque vuestros ojos no puedan ver, ábranse para comprender con el corazón que Yo soy la misma en todas Mis manifestaciones en el mundo y, si bien para cada uno de Mis ejércitos tengo un plan perfecto, en estos tiempos, vengo para unir en esencia y en corazón a todos aquellos que responden a Mi llamado, no importa donde estén. Porque llegará el tiempo en que las circunstancias de esta vida necesitarán encontrar corazones fortalecidos por el espíritu de unidad; de otra manera hijos Míos, Mis planes no podrán cumplirse.
Yo los reúno en este tiempo, como en todos los otros, por un propósito mayor, por un propósito universal, pero muy pocos pudieron comprender lo que Yo les traje como Mensaje de Salvación y de despertar.
En Medjugorje, vine para instaurar el espíritu de paz y de conversión en el mundo entero. Aquí en América, vine para despertar a la humanidad para la concepción verdadera de Dios y que toda la Sabiduría que proviene de Su Espíritu Sacratísimo pudiera ser entregada al corazón humano. Como Rosa de la Paz, vengo para entregar al mundo lo más puro que existe en Mi interior, como última tabla de salvación para las almas.
Les digo todo esto, Mis queridos hijos, porque hoy en este día de conmemoración, tanto en el Cielo como en la Tierra, no pediré solo que vuestros corazones se alegren y oren con gratitud y con regocijo. Hoy les pediré que reflexionen profundamente sobre Mi presencia en el mundo, sobre todo lo que transformé en vuestras vidas y en las vidas de tantas almas.
Quiero que descubran en lo profundo de vuestros corazones la verdadera razón de Mi presencia entre ustedes. Quiero que se abran para unirse a Mis diferentes hijos en el mundo entero, no solo con Medjugorje, deberán estar unidos, en fraternidad y amor, a todos los corazones orantes donde quiera que se encuentren.
Porque es por medio de aquellos que pueden estar más conscientes de Mi Plan que Yo construiré el Reino de Dios y prepararé para Su Hijo el camino perfecto, con las preciosas oraciones de los seres de este mundo.
Hijos, si viven en el espíritu de la unidad, podrán dar y recibir los códigos de luz que deposité en Mis diferentes soldados. Podrán unir este rompecabezas que construí en el mundo, con piezas esparcidas por los cuatro rincones de la Tierra y que, solamente por el espíritu de Absoluta Unidad, se podrán unir y formar el diseño perfecto de Dios para la raza humana.
Mis amados, conmemoren este día con oraciones y alabanzas, con gracia y con regocijo. Únanse a Mi Reino que se enciende en luz en Medjugorje, para redimir y salvar muchas almas, pero también despierten un poco más a la esencia de Mis palabras y no dejen que pasé un año más, sin que puedan vivirlas plenamente.
Yo los amo, los bendigo y los reúno en este cenáculo de redención universal.
Su Madre María, Reina de la Paz, Rosa de la Paz, Madre del Mundo, Madre Universal
Que se establezca Mi Paz en el mundo, y que esta Paz reine en los corazones de todos los hombres y en la esencia de todos los Reinos de la Naturaleza.
Hijos Míos, los invito a la profunda pacificación interior para vencer, así, a todas las adversidades de estos tiempos. Solo la paz guardada en el interior de las criaturas les permitirá vivir los tiempos de mayor tribulación en el mundo.
Sepan, Mis amados, que deben aprender a vencer a los propios conflictos internos por medio de la paz; aprender a dejar que el reinado de Mi Paz sea mayor que cualquier tribulación que les puedan causar las purificaciones y asedios de estos tiempos.
Quiero que sepan que los planes contrarios a los Planes de Dios siempre buscarán desestabilizar a Mis soldados y vencerlos por medio de la tensión, del conflicto y del cansancio de sus corazones.
Este es un tiempo en el cual aún cabrán las etapas de aprendizaje, en las cuales podrán caer y levantarse, una y otra vez. Por eso, no se cansen de vencer las propias tribulaciones para establecer la paz en su interior y, así, dejar que ella llegue a los corazones de los demás seres de este mundo; porque, en el tiempo que llegará, esta paz ya deberá estar establecida dentro de cada uno de ustedes, para que así vivan una mayor prueba, que es establecer Mi Paz en los momentos de caos planetario.
No permitan, Mis amados, que las confrontaciones los retiren de Mi refugio de Paz, pues mayores que cualquier confrontación que puedan vivir en este mundo son el poder absoluto de Mi Amor y la fuerza imperiosa de Mi Santa Paz.
Como Rosa de la Paz y como Madre de Jesús, quiero enseñarles a ser pacificadores frente a cualquier situación de sus vidas.
Acuérdense, hijos Míos, del ejemplo que les entregué al ver a Mi Hijo siendo flagelado y crucificado; pues aun sabiendo que ultrajar al Hijo de Dios era la mayor injusticia que se daba en este universo, Mi Corazón jamás perdió la paz, porque jamás perdió la confianza en el Creador de todas las cosas, que nos llamó por el nombre para cumplir Su Plan y que nos garantizará siempre que cada acontecimiento de nuestras vidas nos traerá el aprendizaje justo que debemos vivir.
Para estos tiempos y para los tiempos que vendrán, recuerden que Mi Paz debe reinar dentro de cada uno de Mis hijos y que, por medio de ellos, esta Paz debe expandirse por el mundo.
Hoy están bajo Mi Manto. Yo los protegeré y los acogeré siempre, los resguardaré del mal y curaré sus espíritus y sus corazones cuando estén fatigados en esta batalla para establecer el Reinado del Señor en el mundo.
Mis amados, no desistan, sigan en confianza. Comprendan el calvario que muchos viven como el camino único para el restablecimiento de la Misericordia entre los seres. Pero, para eso, deberán recorrer ese camino, sin perder de vista la Voluntad de Dios y Su grandioso Plan de Amor que deberá reflejarse en sus esencias como amor puro.
Los amo y los bendigo.
Yo les doy Mi Paz, llévenla al mundo entero.
Su Madre María, Rosa de la Paz, Reina de la Paz y del mundo
Habrá un tiempo en el que reinará la paz en este mundo, tiempo en el cual las Puertas del Cielo permanecerán abiertas y todo aquel que vive sobre la Tierra podrá recibir Su Luz y comulgar de la Presencia Divina.
Habrá un tiempo en el que, en el centro de cada ser, brillará el sol de una nueva raza, simbolizando un nuevo ciclo del universo y no solo de este mundo.
Habrá un tiempo en el que las criaturas reconocerán a Su Creador y lo reverenciarán al encontrar lo Divino en todo lo que fue creado por Su Consciencia Universal.
Habrá un tiempo en el que días de profunda iluminación nacerán en este mundo, días de comunión y de fraternidad, días de paz.
Les digo esto, hijos Míos, para que recuerden Mis Palabras cuando sientan que están distantes de Dios. Que ellas sean la fuente de una nueva esperanza y que resuenen en el interior de todo aquel que tuviera apagada la llama de su corazón. Porque les digo que habrá un tiempo en el que este mundo será Uno con el Reino de Dios. Pero, antes de ese tiempo, otras instancias vendrán para generar méritos para el futuro. Antes de que reine la paz, los corazones serán probados y fortalecidos por la fuerza del Amor de Dios. Que jamás, ante ninguna situación de la vida, sus corazones pierdan la esperanza de ver manifestado el Propósito Divino.
Mis amados, vengo al mundo a darles a conocer la grandeza del Plan del cual forman parte; Plan que es perfecto y que proviene de Aquel que es Único y que reina en los universos.
Quiero que comprendan que Mi Presencia entre ustedes tiene una finalidad mayor. Estoy aquí para tornarlos fuertes, perseverantes e incansables; para que no detengan sus pasos por los vientos que soplarán en este mundo.
Quiero que se pregunten, una y otra vez, el porqué de la Presencia de los Mensajeros Divinos entre sus almas, para que así la Luz del Espíritu de Dios pueda traer a su conocimiento una verdad mayor, que es la razón de la atención que Dios le da a esta parte de Su Creación.
Queridos hijos, sus almas son tesoros más preciosos de lo que pueden imaginar. Este mundo tiene una finalidad mucho mayor que la vida que vive hoy. Y urge el tiempo para que despierten del sueño aquellos que viven sobre la Tierra, porque el Señor aguarda la respuesta de Sus criaturas. Por segunda vez, enviará a Su Hijo, reconfirmando Su Misericordia y dándole al mundo una señal de la grandeza de la vida que en él habita.
Mis amados, es necesario que no sean más niños en la vida del espíritu. Ya recibieron mucho para que puedan ver la vida desde otro punto de vista. Impulsos infinitos llegaron a sus corazones. Es hora de dejarse guiar y, sin miedo, dirigir la barca hacia un nuevo horizonte.
Cuando hubiera obscuridad en sus corazones, recuerden Mis Palabras de que habrá en el mundo un tiempo de eterna Paz.
Yo los amo y los bendigo.
María, Madre de Reina de Paz
Relato del mensaje:
Antes de llegar María, surgieron delante de nosotros imágenes de la Pasión de Cristo, de María acompañando a Jesús y, finalmente, surgió una imagen del momento en el que bajaron a Jesús de la Cruz y lo colocaron en los brazos de María. María se levantó con Jesús en los brazos y vino en dirección a nosotros; así se presentó en la sala donde orábamos. Estuvo un tiempo en silencio, después desapareció y apareció nuevamente como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, y transmitió Su Mensaje.
Como Madre de la Divina Piedad, hoy les traigo a sus pequeños corazones esta señal, para que puedan vivir el Don de la Piedad en sus corazones.
Hijos Míos, la Piedad volvió al mundo en el momento en el que Mi Hijo Jesús fue bajado de la Cruz y Mis brazos sintieron el peso de Su Cuerpo, que era, todo él, una Sacratísima Llaga. Sentí en Mi pecho no el dolor, sino el Amor que fue derramado en la Sangre de Mi Hijo, el Hijo que Me fue entregado por Dios y que en aquel momento retornaba al Reino de Su Padre.
La Piedad nació como la puerta hacia la Misericordia. La comprensión de Mi Corazón y la Piedad que sentí por todas las almas del mundo permitieron que la Sagrada Misericordia siguiera siendo derramada sobre el mundo.
Con Jesús entre Mis brazos, tan cansados por todo el sufrimiento que cargué junto con Cristo, comprendí al fin y de forma definitiva, el Amor de Dios por Sus criaturas y sentí, en el Cuerpo flagelado y muerto de Jesús, la grandeza de ese Amor.
La Piedad, hijos amados, nace de la Misericordia y permite que ella se expanda por el mundo. Para que esta Tierra viva un tiempo más de Misericordia, es necesario que los corazones sepan vivir la Piedad.
Hoy les digo, con el más puro Amor de Mi Corazón, que la Piedad brota de la comprensión del Plan de infinito Amor que Nuestro Señor Dios tiene para toda esta humanidad.
Hijos queridos, solo ámense unos a otros, comprendan las pruebas de la vida sin ningún juzgamiento, sean piadosos para acompañar la transición dolorosa de cada uno de sus hermanos.
En este tiempo de purificación, solo el amor los sustentará en este camino que los conduce al Reino de Dios, y la búsqueda de ese amor les mostrará las debilidades de sus hermanos para que sean vistas con ojos de Piedad.
Aspiro a que Mis pequeños soldados sean, en las pequeñas cosas de la vida, fieles a este Dios tan bueno que los guía siempre. Esa fidelidad, hijos Míos, está en ser lo que Dios espera que sean: amorosos, misericordiosos, piadosos, comprensivos, acogedores, serviciales.
Un soldado de Mi ejército batalla a través del amor; su arma es la oración y su campo de batalla es la convivencia diaria con sus hermanos, porque el mundo ya no sabe amar.
Mi mirada recorre la Tierra desde los Cielos; y veo que la Piedad muere, día a día, en los corazones de Mis hijos. Por eso, a los que Me escuchan, Yo les pido que, por amor a Mi Corazón, rescaten a la Piedad en el mundo, viviéndola entre ustedes. Hagan renacer el amor, viviéndolo. Permitan que el tiempo de la Misericordia sea eterno, aun durante el tiempo de la Justicia, y eso se alcanza siendo misericordiosos.
Sigan siendo el dulce aliento de Mi Corazón, para que Yo encuentre refugio en los pequeños corazones de Mis hijos que, junto a Mí, son incansables.
No desistan, hijos Míos, de vivir el amor. No busquen ser perfectos para después vivirlo; vívanlo antes en la imperfección, pues Yo desciendo de los Cielos para decirles que eso es posible y que será con los que hoy escuchan Mi Voz, en todas las partes del mundo, que Dios cumplirá Su Plan y manifestará Su eterna Gloria en la Tierra.
Yo los amo con todo Mi Corazón de Madre y les agradezco por persistir, respondiendo a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más