APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vivan el Amor de Dios, queridos hijos, y el mundo alcanzará la paz. Este es Mi principal deseo para esta esta Natividad de Nuestro Señor.

Quiero que, en el nacimiento de esta Luz interior, queridos hijos, ustedes puedan abrir más el corazón para que Dios pueda colmarlos completamente y así llevar adelante Su Proyecto en cada uno de sus días.

Vengo aquí como la Madre que todo lo puede, como la Madre que extiende Sus brazos y Sus manos para tomar a Sus hijos, así como ha tomado en brazos a Jesús cuando estuvo en el pesebre.

Pero hoy quiero tener en Mi regazo a cada uno de ustedes, a cada ser de este planeta que no vive la paz, que no practica el amor y que no lleva adelante su misión en estos tiempos definitivos.

Necesito, hijos, que sigan a Mi lado, por más que desconozcan Mis Planes, por más que duden de ellos, por más que no los comprendan. 

A través de los Planes de Dios, les llevo y les entrego todo Mi Amor, el Amor de una Madre que comprende, que acepta y que vive junto a Sus hijos el sufrimiento del planeta y de su humanidad.

Hoy vengo rodeada de los Ángeles de Dios, aquellos ángeles que anunciarán los nuevos tiempos, las nuevas etapas y los nuevos ciclos. Por eso, en los planos internos ellos están haciendo sonar sus trompetas, porque son los que anuncian, en vísperas de este tiempo, el Retorno de Nuestro Señor.

Vengo a dejar en ustedes, queridos hijos, una semilla de Luz, de entendimiento, pero también de súplica, para que aprendan todos los días, por medio de su transformación y entrega; para que hagan cumplir el Plan de Dios en cada nuevo paso.

De las almas de esta Tierra depende la concreción del Plan de Dios y de su continuidad a través de los tiempos. Por eso, son llamados a vivir algo que nunca vivieron y que aún no aprendieron.

Por eso, deben pasar por estos tiempos con valentía y experimentando el amor en cada minuto, en cada segundo y en todos los momentos de la vida, para que sus espíritus, queridos hijos, se enriquezcan con lo que es verdadero, para que el amor los lleve a ser transparentes, para que todos crean que su camino es en verdad una entrega.

En el camino de la oración encontrarán una llave, una fortaleza y el ímpetu para trascender las pruebas y los tiempos que llegarán.

No dejen de beber de la fuente de la caridad y de los buenos ejemplos.

Permitan que la Piedad de Dios los transforme por medio de cada nuevo servicio, de cada oportunidad de expresar la entrega y el amor.

Mi Hijo ha venido a nacer, en este tiempo, en los corazones simples. Mi Hijo ha venido, en este año, para terminar de concretar Su esperado Plan de Retorno al mundo.

Cuando no consiguen dar los pasos en el Plan de Dios, detienen los Planes del Creador.

Nuestras Manos y Nuestros Sagrados Corazones se donan, incansablemente, para ayudar a los hijos de Dios a sentirse seguros en el camino de la entrega, de la renuncia y del sacrificio.

No todos vivirán lo que Yo les pido, pero es posible realizarlo y experimentarlo. Cada entrega incondicional de sus corazones mueve el Corazón del Padre y Él, nuevamente, les confía Su Plan de Misericordia y Redención.

Ya no piensen, queridos hijos del mundo entero, que fueron estrellas caídas. Ahora, con el impulso de su Cristo interior sean estrellas redimidas en el firmamento. Sean estrellas más brillantes y radiantes que la gran Estrella de Belén, porque en sus corazones existe el Don del Temor de Dios; existe Su Esencia Divina que aún no es comprendida por el mundo.

Para vivir ese misterio, queridos hijos, Yo les traigo en donación Mi Inmaculado Corazón, para que puedan ingresar en él sin miedo y con confianza.

En Mi Corazón existe el Fuego de Dios que todo lo transforma. 

En Mi Corazón existe la Morada de Dios, que a todos refugia, especialmente a las almas heridas, a las almas mediocres, sufridas; a las almas que hacen el mal y no saben cómo salir de él.

Yo vengo a ofrecerles, queridos hijos, en esta Natividad, el gran Presente de Dios: Mi Inmaculado Corazón, para que sea esa llama viva en sus vidas, que todo ilumina, purifica y transmuta.

Crean, queridos hijos, que es posible alcanzar la transparencia, la consagración y la entrega al Plan de Dios.

Los ángeles anuncian con sus trompetas los nuevos ciclos, las nuevas enseñanzas y las experiencias que vendrán a sus caminos para tornarlos, algún día, libres de sí mismos, libres de la arrogancia, libres de la soberbia, libres de la vanidad, libres del pecado y de la mentira.

Deseo, como Madre incansable y perpetua, hacerlos semejantes a Mi Inmaculado Corazón, hacerlos verdaderos en cada paso de la vida y con cada hermano que encuentren en sus caminos.

Así, hijos amados, construiremos en este tiempo la unidad entre las almas y los corazones; la Sagrada Unidad, a la cual le teme Mi adversario porque no la conoce. 

La esencia de la Unidad es el Amor y la Verdad que siempre los salvará, que siempre será su tabla de salvación, que siempre los socorrerá y los auxiliará en estos tiempos difíciles.

Necesito, queridos hijos, que vean Mi Obra como una obra mundial, como la gran Obra de Jesús, el Redentor que viene en este tiempo a prepararlos interiormente para Su Retorno.

Después de más de dos mil años, Nuestras Palabras ya no solo serán Mensajes, sino realidad. Verán cumplirse lo que les digo. Por eso, para que sean partícipes del momento del Retorno de Nuestro Señor, fortalezcan su confianza y su credibilidad en la Mensajera fiel de Dios.

Vengo caminando como Madre Peregrina a través de los tiempos, de los siglos y de los años, para anunciar en cada lugar del planeta ese esperado momento. 

Ustedes junto a Mí, queridos hijos, tienen una gran misión que no la comprenderán por el resto de sus vidas, solo la terminarán de comprender después de esta vida, cuando todo ya haya sucedido como lo ha pedido Dios.

Ustedes forman parte de una misión transitoria, del pasaje de un viejo tiempo a un nuevo tiempo.

Ustedes, hijos Míos, son la primera célula dentro de Mi Obra que se forma para generar vida en nuevas almas. Por eso, queridos hijos, no todo lo comprenderán ni tampoco lo sabrán por más que así lo crean.

Sean humildes en el camino de la transformación y alcanzarán el Reino de los Cielos que aún tiene las puertas abiertas para los corazones sinceros, para los corazones que clamen de verdad por Misericordia y Redención.

En esta noche, su Madre Celeste prepara Su próxima misión a Perú y Ecuador. Desde ahora, queridos hijos, los invito a acompañarme en la concreción de este designio que viene del Padre y que se pronuncia a través de Mi Inmaculado Corazón. Perú y Ecuador serán el preámbulo para Asia y África.

Aún Mi Obra no ha terminado, pero luego ella se recogerá, cumpliendo así el tiempo que Dios Me ha permitido vivir entre ustedes y con ustedes. Ese será el momento en donde deberán ser Mi Mensaje vivo sobre la superficie de la Tierra. Será el momento en que todas las enseñanzas de Nuestros Corazones ya no solo estarán en los libros, sino vivamente en sus vidas.

Será el momento tan esperado para ayudar y socorrer a las almas del mundo, a las naciones y a los continentes que vivirán su gran y última purificación.

Cuando eso esté por suceder, queridos hijos, estén atentos en vigilia, adoración y oración, porque el Retorno de Mi Hijo estará próximo.

Las Cruces Azules que Él ha pedido instaurar en los Centros Marianos serán la señal e indicarán, en el momento cierto, Su llegada. Por eso, ellas deberán estar encendidas para que las almas reconozcan a dónde llegará el Redentor y dónde Él congregará a las naciones y a los pueblos para volver a hablarles y a anunciarles Su última Buena Nueva.

Que se cumpla entonces, queridos hijos, el advenimiento de los Cristos de los últimos días.

Que este Cristo interior que ha nacido en los corazones del mundo, que vive en la fe y en la oración no solo more interiormente, sino que en este tiempo se exprese en cada detalle, en cada momento como en cada oración. Así permitirán, hijos amados, preparar la Tierra y el planeta para Su Retorno.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Así, comprendan que lo que Yo vengo a construir en este mundo, a través de ustedes, les es desconocido.

Por eso, en esta noche, hijos Míos, les traigo una parte del Plan de Dios para esta Obra, para sus vidas, para sus corazones que deben estar plenamente unidos al Mío.

Les revelo una parte de esta misión que tanto aspiran a conocer para que, siendo conscientes de ella, caminen hacia ese destino, caminen hacia esa meta.

Hoy, les entrego Mi Inmaculado Corazón como una dádiva única, por un pedido del Creador para que, de esta forma, hijos Míos, bajo la renuncia, la entrega, el vacío y el silencio de Mi Inmaculado Corazón, puedan cumplir todas las cosas que hoy Yo les anuncié.

Este nuevo ciclo representará para sus vidas un ciclo de mayor entrega, de mayor renuncia y de mayor silencio. 

Mi Corazón comenzará a silenciarse junto con el de ustedes para que, de esta forma, hijos Míos, preparen a este mundo con el ejemplo, con el ejemplo vivo de que son siervos y compañeros de los Sagrados Corazones y del Creador de todos los Universos.

Por eso, se purifican tan intensamente. Por eso, el Universo los coloca ante pruebas y desafíos que desconocen, para que así, hijos, encuentren el vacío, encuentren al Padre en el propio interior.

Hoy, vengo para despojar a sus  espíritus, mentes y corazones de las propias destrezas, de las vanidades y de los orgullos de este mundo, para que den espacio a Mi Inmaculado Corazón. 

Dejen que él ingrese en sus esencias, en sus cuerpos, como una nueva célula que convertirá no solo a sus consciencias y a sus espíritus, sino también a su carne y a lo profundo de su condición humana, para que estén libres del viejo ser, del viejo hombre.

Dejen que Mi Corazón ingrese en los suyos como un corazón nuevo; que pulse un nuevo ciclo, un nuevo ser; aquél que, en verdad, hijos Míos, es lo que ustedes son desde el principio. 

Dejen que Mi Corazón les traiga la Gracia de la renovación y que, con esta Gracia, descubran que el verdadero triunfo del Redentor se construye desde adentro hacia afuera; que  esta Obra, Yo la estoy construyendo desde adentro hacia afuera.

El Creador Nos pidió transformar sus vidas por completo; transformar sus seres y sus corazones; quemar con el fuego del Espíritu Divino de Dios a sus viejas vestiduras para que puedan estar vestidos con las túnicas de la humildad, descalzos del pasado en esta Tierra y en otros mundos para que, de esa forma, hijos, sean semejantes a Aquél que caminó descalzo sobre este mundo y preparen Conmigo Su Retorno, que está próximo.

Crean en el Retorno del Redentor. Sientan que Él puede llegar en cualquier momento y, de esa forma, todos los días aspiren a estar prontos para verlo faz a Faz, sin temor, sin vergüenza, porque hoy Mi Inmaculado Corazón los limpió, los redimió, les perdonó sus faltas y los invita a una nueva vida y a un nuevo ciclo, junto a Mí, al Redentor, a su Padre Universal y Divino, y a todos aquellos que responden y responderán eternamente al comando de Su Voz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Antes de retirarme al Universo de Dios quiero decirles, queridos hijos, que siempre les diré la verdad por más dura y difícil que parezca.

Cuando no consigan escucharme, comprenderme o aceptarme, oren de corazón y permitan que sus corazones se expandan y así el fuego de Mi Espíritu Divino los abrazará como un misterio, les traerá sabiduría y comprensión; sobre todo, les traerá la paz.

Antes de retirarme al Universo de Dios, también he venido a consagrar a los nuevos Hijos de María, que deseo que se aproximen, porque serán los primeros en este ciclo que vivirán el Fuego transformador de Dios en nombre de toda la humanidad, sabiendo que será necesario, hijos amados, que siempre se mantengan firmes en el servicio y en la oración para poder perseverar y trascender estos tiempos definitivos.

Hoy bendeciré a los nuevos hijos de Mi Inmaculado Corazón con el bálsamo de Mi Luz maternal, para que esta Luz también se expanda por el mundo y por los lugares que más necesitan de Redención y de Misericordia, en los corazones que aún no escuchan a Dios.

Coloquen sus manos en señal de recepción para pedirle al Padre Eterno, hijos amados, que los haga fuertes, perseverantes y que aprendan en este ciclo a trascender los errores, las faltas y los pecados para que siempre brille el Cristo interno en el alma de cada ser de este planeta, para que siempre prevalezca el Amor de Dios y Su consuelo, y así se reúnan los rebaños del Señor cuando Él los llame a todos ustedes por segunda vez.

Los bendigo y los consagro como hijos, siervos y esclavos de Mi materno Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Eleven al Cielo el canto y el himno de su consagración, para que Yo lleve, como Madre de la Providencia y de la Gracia, esta ofrenda a los Pies de Nuestro Padre, el Creador.

Les agradezco por responder a Mi llamado y los dejo dentro de la luz de Aurora.

Que así sea.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL DISTRITO DE MIRAFLORES, LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A todos los jóvenes por primera vez reunidos en el Festival de la Juventud por la Paz:

¡Alabado sea Cristo, queridos hijos!

Después de los últimos meses de preparación y de haber enfrentado pruebas y desafíos, finalmente Mi pedido se cumple y una nueva etapa en el rescate planetario se cumplirá a través de la integración de los más jóvenes dentro de Mi Campaña por la Paz.

Quisiera, hijos Míos, agradecer el apoyo incondicional de la Asociación María, por haber abierto las puertas a la juventud y, sobre todo, porque algunos consagrados se animaron a colaborar fraternalmente en el despertar y en la maduración de la consciencia de los jóvenes fundadores de este impulso espiritual que hoy está naciendo concretamente para todos.

Muchos de los jóvenes hoy presentes en Florianópolis, como también los jóvenes llegados de las diferentes Comunidades-Luz, podrán crear ese lazo de fraternidad y de servicio con el Plan Mayor del Padre Celestial.

Es así, queridos hijos, que este primer encuentro es la semilla de luz redimida que recién está brotando y mostrando todo su potencial.

En este día en donde no puede faltar la alegría, el amor entre hermanos y el entusiasmo por cumplir, Yo los invito a que den lo mejor de ustedes y un poco más, para que así, con la disposición de saber, conozcan sus virtudes internas y descubran que queriendo y sirviendo todo es posible.

Este primer Festival de la Juventud por la Paz ha sido considerado por la Jerarquía como preparatorio y al mismo tiempo, como desvinculación espiritual y material de todos los lazos humanos que crea Mi adversario entre las almas buenas.

Este primer impulso del Festival en Florianópolis promete ser el incipiente ciclo en donde nuevas puertas se abrirán para los jóvenes que quieran asumir su misión de fin de tiempo.

Por eso este primer impulso del Festival deberán sustentarlo hasta que se cumplan los próximos seis meses cuando, en el mes de enero de 2017, el segundo Festival de la Juventud por la paz atraiga el doble de los que hoy están presentes.

Invito a todos los jóvenes fundadores a trabajar como lo hace la Jerarquía Espiritual, de una forma cíclica y pausada, para que los verdaderos frutos puedan surgir y consolidarse a través de la tarea.

Los próximos seis meses serán, entre oraciones, servicio y difusión, de preparación para el segundo Festival de la Juventud por la Paz, el que adquirirá mayor importancia social y pública ya que el espíritu del mismo es, a través de la música, el arte y la elevación de la consciencia por medio del servicio a los Reinos de la Naturaleza, apartar de los vicios a todos los jóvenes que están sumergidos en los mismos.

 Sepan que en el encuentro de hoy Mi Corazón estará con cada joven, esperando que las semillas del amor y de la paz broten en cada ser allí presente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Unida a cada joven corazón,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LOS LAGOS DE VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Después que un corazón se abre para encontrar su pureza original, él encuentra la paz.

Es por eso, queridos hijos, que en este tiempo las almas que viven en paz consiguen expresar su pureza al mundo lo que ayuda a la extinción del mal que este genera con sus acciones.

Los invito en este día a buscar esa pureza dentro de sí y a no perder la oportunidad de reencontrarla, así impulsarán a sus hermanos a que también sean portadores de la pureza, la que salvará al mundo de su constante autodestrucción moral y social.

Hijos Míos, como Vuestra Madre les recuerdo la importancia de que sus vidas sean semilleros futuros para aquellos que deberán recordar que fueron creados por la esencia de la Pureza de Dios.

Cuando den el paso definitivo para que sus corazones se constituyan en luceros del mundo y de la pureza original, todo podrá ser regenerado, aun antes de la gloriosa venida de Cristo.

A pesar de todo, no dejen de pensar en el manantial de esa pureza original, así también hijos Míos, estarán ayudando al mundo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Por el despertar de la pureza original,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 23.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Las cosas que ustedes viven son más pequeñas que los granos de arena de un desierto, porque en verdad les digo que existen cosas más urgentes y mayores que ustedes desconocen.

Yo les vengo a traer la consciencia de lo supremo, la Verdad que está oculta para muchos. Mi Presencia viene a revelarles la sagrada Voluntad de Dios, que aún debe ser conocida por los corazones consecuentes a Mi Sagrado Llamado.

Vengo en esta tarde, a mostrarles Mis cinco Llagas, no para que vean el sufrimiento que Yo padecí, sino el Amor que Yo viví por ustedes, aquel que nutrió la vida y convirtió a la humanidad pecadora.

Quien venera Mis cinco Llagas venera en presencia a Mi Corazón. Yo vengo a traerles este misterio porque Mi Corazón sigue siendo ultrajado.

Son pocas las almas que Yo elevo, entre Mis Manos, hacia los Reinos de Dios. Pero Yo vengo a formarlos, a través de la esperanza y del amor, para que puedan conocer profundamente la gran necesidad de vuestro Padre que está en los Cielos. Que ahora, en estos tiempos, se puedan convertir así como Él lo prevé en este ciclo final.

Los Sellos de Oro se están abriendo. Los Libros de Luz se están revelando. Los Ancianos se congregan en consejo, porque ha llegado la hora de determinar el día y la fecha en que Yo descenderé al mundo, una hora marcada por Dios.

Pero en verdad, ¿quién Me verá? ¿Quién podrá comprender que la humildad de Mi Corazón es la humildad de Dios? ¿Quién Me podrá reconocer entre toda esta humanidad que camina al abismo de su perdición?

Pero Yo les digo que estos libros, que son abiertos por los Ancianos de la Luz, aún se mantienen cerrados por el afluente de Mi Misericordia que modifica la Ley, la equilibra y la armoniza para la humanidad.

¿Por cuánto tiempo esto sucederá? Hoy no se lo podré decir. Por eso vengo a preparar ejércitos, para que estén preparados para recibir las señales que vendrán de los Ancianos y las que revelarán el momento tan crítico para la humanidad.

Pero existen corazones misericordiosos que, saliendo de este encuentro, seguirán renovados por la fe. Allí no habrá ningún misterio y los Ancianos así reconocerán que esta parte del Proyecto de Dios, que ya es el último para esta era, Yo lo estaré cumpliendo en ustedes, a través de Mis Obras de Misericordia y de Redención.

Pero muchos ojos no querrán ver la Ley. La Ley se manifestará, de todas formas, en el momento culminante de la purificación. Por eso, vuestros cuerpos están siendo entrenados en la purificación, en el camino de la pureza, del desapego, de la humildad y de la simplicidad. Porque así Yo estaré en ustedes en la hora culminante de la tribulación, y Dios encontrará Mi semilla de Luz en cada una de vuestras almas.

Pero sé que en esta tarde no comprenden lo que les digo. Ya no vengo a hablar a vuestras mentes, sino a hablarle a vuestros corazones, que son los únicos tabernáculos, en donde todo puede resurgir, transfigurarse y redimirse, a pesar de que exista el mayor pecador. 

Corrijan vuestras vidas y las vidas de vuestras familias se corregirán. Vivan actos buenos y serviciales para el prójimo. Así estarán ayudando a que esta pesada balanza no se rompa antes de tiempo.

Así, de esta forma, hoy conocen el poder insondable de Mi Amor, aquel que viene a asistirlos para colmar vuestros corazones hasta el último momento de vuestras vidas, tiempo en el que ya estarán preparados para vivir el fin de los tiempos.

También rezo por aquellos que no estarán preparados y que no se detuvieron a escuchar Mi Voz y Mi Amor. Continúen rezando por todos ellos porque son la mayoría, es la mayoría de la humanidad.

Por eso Mis cinco Llagas aún se lastiman. Entre Mis Manos, siento el dolor de la humanidad. En Mi Costado, siento la lanza, aquella que es colocada por los corazones ignorantes y que ultrajan todo el tiempo la Ley de Dios. Mis Pies son marcados por los caminos confusos, turbios y malos que muchas almas viven.

¿Quién saciará Mi sed? ¿Quién colmará Mi Corazón misericordioso con los códigos de Luz de la oración? Que la oración no solo sean palabras, sino que sea un testimonio de vuestra conversión. 

Que vengan aquí aquellos que Me escuchan, porque Yo necesito, en estos tiempos, de verdaderos soldados formados en la redención.

No les prometo en este mundo cosas maravillosas porque, el mundo y la humanidad, toda la consciencia planetaria está negando al Dios del Amor. No alcanza con los que son. 

Mi Obra ya fue realizada en tiempos pasados. Les di y les entregué el verdadero testimonio de Amor, a través del sacrificio de la Pasión. Pero sé que muchas almas aún no lo han entendido.

Solo espero, en el cenáculo de Mi Corazón, poder reunir a todos ustedes para que, en los momentos más difíciles, sepan reconocer el bien y el mal. Los corazones y las miradas de muchos se confundirán, pero quien confía en Mí no se perderá.

Les vengo a decir aquello que necesitan escuchar, ya no pierdan tiempo en las cosas superficiales ni gasten vuestro verbo en comentarios inútiles. Busquen, todo el tiempo, la unión con Dios a través del silencio, porque así Yo podré decirle a Mi Padre que, en verdad, estoy haciendo algo con cada una de vuestras almas. Únanse cada día más. Abandonen los comentarios. Ya no juzguen a vuestros hermanos.

Están deteriorando Mi Plan de redención, porque sé que, saliendo de aquí, cruzando la puerta de esta sala, estarán diciendo otras cosas y, ¿dónde habrá quedado Mi energía espiritual? ¿Habrá valido la pena que Yo haya descendido de la decimosegunda dimensión de Adonai para venir a esta tercera dimensión contaminada a buscar corazones, en los abismos de la Tierra?

Las manos de Mi Madre ya no alcanzan para tantas almas perdidas. Por eso, Ella los consagra con tanto amor para que puedan ser Sus manos, trabajadoras en el servicio y en la caridad, en toda esta humanidad.

¿Comprenden lo que les digo? Díganme sí con vuestro corazón más que con vuestras palabras. Necesito que Mi mensaje resuene en lo profundo de vuestros seres. 

No quiero que sean Mis Llagas. Quiero que sean los Rayos de Mi Corazón transformados en redención y en luz. Quiero que sean lo bueno para Mi Padre. Quiero que sean lo justo, lo justificable ante Dios. Quiero que sean el equilibrio y la verdad, la transparencia y la confianza entre hermanos. Quiero que sean la columna de luz que preparará el templo para la venida de vuestro Rey.

Pero si el Rey no viene a vuestros corazones, a los pocos corazones dignos de la Tierra, ¿cómo Él podrá venir al mundo? ¿Qué dignidad tendré ante Adonai para pedirle descender a esta humanidad material? Por eso, debo encontrar rebaños preparados, todos dentro del establo de Mi Corazón y no buscando otros caminos que no sean los Míos.

Ya no hay tiempo que perder. Ya no deben buscar a otras personas. Vuestra verdadera unión espiritual es con Dios. Y ya hemos dado testimonio, compañeros, de que la verdadera transformación se encuentra a través de la oración.

Purifíquense en paz. Las cosas se agudizarán, pero deberán ser valientes para superar los tiempos e ingresar en la vibración perfecta de Mi Corazón. 

Cuando vuestros pies son lavados, las manchas más impuras son retiradas por los Ángeles de Dios y vuestras vidas son renovadas, sus caminos son purificados para que asciendan definitivamente, por la escalera del Cielo, al Trono de Adonai, sagrado Templo del Corazón, donde se encuentra la vida eterna.

Cuando son bautizados todos los dolores y sufrimientos son purificados, pero vuestras almas son renovadas por los siete Dones del Espíritu Santo y una nueva vida comienza, con el alma purificada y limpia, renovada plenamente por la fuerza insondable de Mi Amor. 

Pero cuando comulgan Conmigo, el misterio es más infinito. Las puertas de los corazones se abren para recibir Mi energía crística e ir construyendo, de a poco, la perfecta morada que Yo deseo tener en ustedes todo el tiempo.

Y cuando son ungidos, no hay mal que pueda resistir.

Reciban los Sacramentos como una Gracia, como una honra a Dios. Así construirán la Nueva Humanidad.

Los ángeles del Cielo hoy consagrarán los Santos Sacramentos. Llamen a Su presencia. Invoquemos Su poder, uniendo el Cielo con la Tierra, las almas y todos los corazones con la Fuente primordial de Dios.

Repitamos:

¡Santo, Santo es el Señor de las Huestes!

Los ángeles del Cielo proclaman Su sagrada Palabra
y la Misericordia de Dios desciende
a través de Su Hijo amado.

Santo es el Señor de las Huestes,
por Su poder y omnipotencia.

Santo es Su Nombre en los Cielos,
y en cada rincón del universo
los ángeles proclaman Su Misericordia,
y los Sagrados Corazones
concretan Su plan en el planeta.

Santo es el Dios del universo,
las puertas infernales se cierran
los corazones son colmados por el Espíritu de Dios
y el Amor vence al mal.

Santo es el Dios del Amor
por Su verdad y pureza,
santa es Su Gracia
santa es Su esperanza y Su compasión.

Las almas se inclinan ante Su Trono
para reverenciar Su existencia.

Santo Adonai,
Santo Emmanuel,
Santo Abba,
los siete portales se abren 
 a través de Su Gracia Divina.

¡Santo, Santo es el Señor de las huestes!

Las almas proclaman Su infinidad,
Santo y sagrado sea el universo,
los soles se encienden en la humanidad,
el Plan se cumple en cada ser,
dichosos de aquellos que escuchan el llamado.

Santo seas, Padre Eterno,
Santo eres por Tu Creación,
santo e insondable es Tu Nombre.

Santo y sabio Señor, 
danos Tu Sabiduría y guíanos hasta el final.

 

Cántico: Kodoish.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Y ahora, con todos los elementos y objetos sagrados que fueron bendecidos, que ellos puedan ser una renovación de vuestra fe. Pero recuerden que en vuestros corazones se encuentra el verdadero portal que siempre los unirá a Dios.

Vuestras oraciones, de estos dos días, desataron muchos nudos, los cuales Yo desamarré por la acción de la Misericordia, en varios puntos de la Tierra, donde la oración se volvió fuente de salvación para las almas heridas.

Agradezcamos, compañeros, a nuestro Padre que está en los Cielos. Es el verdadero motivo de este encuentro, estar con Dios y trabajar para Dios. Así, vuestras vidas se curarán.

Vayan en paz y los espero siempre en oración.

Los bendigo por la Gracia que Me es permitida como Hijo de Dios y Hermano de todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Después de aquel 13 de octubre de 1917, cuando el Sol de Dios mostró Su Verdadera Faz, la vida de muchas almas cambió para bien del Plan Divino; la guerra entre los corazones se detuvo y Mi Espíritu Maternal pudo establecer un tiempo más de paz.

Mis hijos aún necesitan de milagros, pero hoy les digo a todos: que después de tantas Gracias que han sido derramadas desde Jesús, desde Su Sagrado Corazón y desde Mi Inmaculado Corazón, la mayor Gracia para este tiempo es que Yo, la Bienaventurada Virgen María, Reina de la Paz, esté entre vuestros corazones llamándolos en nombre de Mi Hijo a vivir la conversión, el perdón y este tiempo de Misericordia.

Hijos Míos, por eso hoy los invito a recordar y a guardar en vuestros corazones el gran milagro de Amor que Dios manifestó a través de Mi Inmaculado Corazón en la presencia luminosa del Sol. La gran semilla de Luz fue sembrada en el corazón de los que tenían fe y en el corazón de los descreídos. La semilla de Mi Luz Maternal fue sembrada en los creyentes y en los ateos. Nadie quedó sin recibir, una vez más, la Gracia de Dios, Su Perdón y Redención.

Por eso, queridos hijos, hoy los estoy llamando a meditar, mediante la oración, sobre estos misterios que se hicieron visibles una vez en Fátima a los ojos de todos Mis hijos.

Dios Me llamó para derramar Su Infinita Gracia en un tiempo en donde la humanidad otra vez caminaba hacia la perdición. Pero el Amor Misericordioso de la Señora del Santísimo Rosario intervino para armonizar los acontecimientos que se dieron en el mundo.

El Ángel de la Paz trajo para la humanidad la señal de la conversión y de la penitencia. Él preparó el camino de salvación de toda la humanidad y eso sucedió a través de Su intervención espiritual sobre todas las almas.

Así, queridos hijos, después llegó la Señora más brillante que el Sol para difundir al mundo el importante llamado por la paz y el perdón.

Hoy, nuevamente, Yo desciendo desde el Cielo para abrir vuestros corazones a este importante ciclo, en el cual la humanidad deberá consagrarse a la Voluntad de Dios.

Quiero decir, Mis pequeños, que cada alma deberá confirmar el grado de su Amor a Dios, pues eso permitirá que otras Leyes del Creador actúen sobre el mundo. Mediante el ejercicio de oración, los corazones serán irradiados por Mi Amor, como lo fueron en Fátima.

Los invito, queridos hijos, a recordar los hechos de las Apariciones de Fátima porque como se los he dicho, vuestras vidas así entrarán al santuario interior para vivir en la fe y en el amor.

Que el Sol de Dios, que una vez alumbró al mundo a través de Su Fuente Universal, ilumine a vuestros pequeños corazones.

Caminen por la senda de Mi Hijo.

Oremos por la paz.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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