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Así como escucho sus voces, escucho sus corazones y a pesar de que muchas almas circulan en el tiempo de las tinieblas, Mi Luz misericordiosa viene a vuestro encuentro para salvarlos, pues en el silencio del Corazón siempre los espero.
En cada nueva oración que Me profesan, siempre que Me busquen en vuestro interior, podrán encontrarme, porque allí reside Mi Amor misericordioso, Mi Amor por toda la humanidad y por el planeta. Recuerden que Yo Soy parte de esta humanidad y que, a pesar de que provengo de la Fuente Mayor de Dios, Yo estuve entre ustedes durante mucho tiempo y a lo largo de los siglos retorno, preparando a Mis rebaños para Mi Retorno, el gran encuentro esperado por todos, cuando Dios pronuncie Mi segunda venida.
Por eso, para ese tiempo deberán estar preparados y así, como fue dicho aquí, vuestros corazones serán renovados en la esperanza del Creador, porque es algo que siempre los sustentará y los llevará directamente al manantial de Mi Misericordia.
Sé que en esta noche muchos esperaron este encuentro, y agradezco este reflejo de amor que Me han entregado, pues Mi Corazón bondadoso y misericordioso lo recibió.
Y así, queridos compañeros, los vengo acompañando durante todos estos últimos días, observando vuestras necesidades internas y espirituales, para que al fin se pueda concretar el Plan de Dios en ustedes.
Salgan de este mundo, distánciense de los problemas y de las dudas. Mi Luz siempre prevalecerá por encima de todo. Recuerden siempre Mi sacrificio en la Cruz, eso les dará fuerza para seguir adelante y ningún alma podrá perecer.
Por eso, queridos compañeros, en esta noche de Misericordia y de Piedad Yo los necesito más unidos que nunca, porque a través de esa unidad el enemigo no entrará y las almas alcanzarán la meta que han venido a cumplir en este mundo.
Renuévense a través de Mi Corazón de Luz, sientan Mi mansedumbre y Mi paz que los colma.
Vengo a renovarlos una vez más, vengo a renovar sus votos y su compromiso con el Creador, pues es necesario, queridos compañeros, que a Mis Pies, a Mi derecha y a Mi izquierda existan almas postradas delante del Creador que oferten todo lo que nadie oferta por aquellos que necesitan de luz y padecen el sufrimiento y el martirio.
En esta noche de piedad, de buena nueva para todos, vengo a traerles la esperanza que existe en el Reino de los Cielos.
Por eso, los invito a recordar el Sermón de la Montaña, el momento en el que muchos de ustedes estuvieron Conmigo e hicieron voto interior de acompañarme en el fin de los tiempos.
Vuestras almas caminan a Mi lado hace mucho tiempo, por eso los necesito bien cerca de Mí en esta hora. De esa forma Mis Rayos se derramarán sobre sus seres y no perderán ningún momento. Me encontrarán cerca en esta humanidad, bien cerca de vuestros corazones porque es donde Yo siempre quiero estar.
Queridos compañeros, así como Me han cantado glorificando Mi Corazón de Paz, quiero que extiendan esta Paz hacia el mundo entero, pues Mi Corazón está lleno de Gracia y de Misericordia, Él espera derramar Su Luz y Su Paz sobre todos ustedes y, principalmente, sobre aquellos que más lo necesitan.
En el amor y en la fe los invito a acercarse a Mí para recibir Mi Presencia en vuestro interior, los aguardo.
Los que están arriba no necesitarán descender, recuerden que Yo Soy omnipresente.
Canción: "Cristo, Tú el Amor".
Vuestra oferta fue escuchada. Ahora esperen recibir aquello que han pedido, pues Yo se los enviaré a través de Mis Rayos de Luz y de Paz.
Sigan adelante, caminando a Mi lado, pues Mi Corazón siempre los colmará.
En unión al Padre Celestial, elevemos la oferta de los Sacramentos para que, en esta noche nuevamente, el pan y el vino que han dejado en esta mesa se conviertan en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, símbolos de Luz y de Paz para todos.
En Mi Presencia, los Cielos están abiertos. Guarden esta Presencia Divina en vuestros seres, pues los ángeles esperan ayudarlos a concretar la misión que Dios les encomendó. En unión al Padre Celestial, cantemos para la consagración.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Señor nos ha pedido que escojamos algunos hermanos presentes para que eleven esta oferta que se convertirá en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Él nos pide que, en este momento, recordemos Su agonía en el Getsemaní.
Canción: "Los Nombres de Dios".
Hermanos e hijos de Mi Padre, ahora Mi Corazón recibe vuestras promesas, aquellas que una vez Me pronunciaron cuando estuvieron a Mi lado. Oferten estas promesas por las almas que no le cumplen nada a Mi Corazón, pues el mundo lo necesita y la humanidad entera también lo necesita. Para poder recibir las Gracias de Dios que las almas cumplan con lo que Me piden, con lo que Me prometen, con aquello que profesan de corazón y de alma a Mi Espíritu Sacerdotal.
Ahora eleven en silencio vuestra petición, porque aún estoy presente escuchándolos.
Recemos como Yo se los enseñé.
Padre Nuestro (en arameo).
Yo los bendigo a ustedes y a estos elementos sagrados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias por responder a Mi Sagrado Llamado. Serán bienvenidos todos aquellos que quieran compartir Conmigo la Sagrada Semana, pues derramaré nuevos códigos sobre el mundo, en esta última hora de oportunidad.
Vayan en paz y alegren vuestras vidas.
Para finalizar el Encuentro del Sagrado Llamado, Fray Elías del Sagrado Corazón comparte las Palabras que Cristo Jesús Glorificado le transmitió como mensaje mensual.
Por la Fuente de Mi Gracia, serán lavados durante el tiempo culminante de vuestra difícil purificación.
Por la Luz que brota de Mi Espíritu, serán curados durante el ciclo mayor de vuestra liberación.
Por el Amor que nace de Mi Corazón Inmaculado, serán consagrados durante el momento definitivo de vuestra consagración interior.
Hijos, Mis rayos demuestran al mundo su falta de gratitud y de respeto al Creador de todas las cosas. Por eso, a todos aquellos que se animaron a enfrentar el Armagedón interior, les digo: solo encuentren aliento en el Sagrado Espíritu de los Mensajeros Divinos de Dios.
Hijos Míos, el tiempo de vuestro cautiverio terminará, ya no sientan en ustedes ningún lazo que los una al pasado, mas con alegría celebren el gran día de vuestra redención. No teman encontrar todo lo que los ha hecho perder y distraer del sagrado camino que les ofrece Mi Amado Hijo.
Mi adversario podrá reírse de ustedes y de vuestras caídas, pero Mi Corazón Invencible los erguirá y los llevará al Océano de la Misericordia del Redentor, en donde encontrarán la posibilidad de remediar vuestros propios males y pecados.
Recuerden, queridos hijos, que están en el inicio de la tribulación planetaria y que todo lo que está oculto a los ojos de los semejantes, tendrá el tiempo de su purificación.
Inclinen vuestras cabezas al suelo, el Dios de la Misericordia los librará de toda perdición. Vuestro Padre Eterno desea encontrarlos plenos por la vida cristiana que escogieron vivir, así con vuestros esfuerzos y trabajos dedicados al Señor, prepararán el camino por donde vendrá Mi Hijo para establecer la paz final.
No se permitan amedrentarse, ustedes ya sabían que el tiempo de la rendición llegaría como oferta para todos, pero, en verdad, muchos hijos pensaron que serían retirados del propio cautiverio de otra forma.
Desde el Cielo les extiendo Mis manos para que se unan a Vuestra Madre Celeste, a Vuestra Madre de la Divina Piedad. Espero todo el tiempo poder guiarlos y ayudarlos a retirar las viejas impurezas que no dejan nacer a la verdadera alma renovada en el Señor y en Su Santo Espíritu.
Libres de las amarguras y de los resentimientos, vivan el tiempo de vuestra purificación con gratitud y fe, sin dejar de comprender que están quedándose libres de las propias prisiones de antaño.
Aún necesito, hijos, que sostengan la bandera de la Paz que Yo les he entregado, pues el Plan deberá cumplirse por encima de vuestras debilidades y pruebas. Quien aspire a ser una consciencia diferente de lo que hoy es, pídalo al universo, la voz de vuestras súplicas será escuchada por los Mensajeros de Dios.
No pierdan tiempo en vuestros asuntos pequeños, Mi adversario día a día hace perder a las almas su verdadero camino espiritual, esto ahora es algo planetario.
¡Sigan Mis pasos sin mirar atrás!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en la Piedad de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En vísperas de Nochebuena, Yo vengo a entregarles nuevamente, queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón para que se puedan fortalecer y seguir adelante, en estos tiempos difíciles de pruebas y de desafíos.
Hoy, les vengo a entregar Mi Reino Celestial como una oración bendita para sus vidas; pues deseo, como su Madre Universal, que permanezcan todo el tiempo bajo Mis Rayos inmaculados, para que así Mi Gracia Celestial pueda actuar en sus vidas y familias.
En este tiempo de caos, vengo a pronunciar la Paz de Dios, a pesar de las indiferencias de los hombres, de las injusticias de los corazones que muchos cometen, en este tiempo, ante el Reino Celestial.
Como Mediadora del Espíritu Santo, como Madre de toda la humanidad, como parte de esta raza, Yo vengo a interceder por todos ustedes; pero Mis intercesiones, queridos hijos, tendrán un tiempo. Por eso, hijos amados, preparen sus corazones en confianza, que sus brazos se abran para recibir Mi consuelo y reciban en sus corazones la esencia de Mi Amor maternal.
Hoy, vengo a liberar sus vidas y sus ciudades a través de la Gracia que Dios Me ha permitido realizar aquí. Uruguay debe construir cosas importantes para el fin del tiempo y está en ustedes, soldados Míos, crear las condiciones necesarias para que la Voluntad de Dios se pueda manifestar. De esa forma, hijos Míos, ustedes serán espejos de la Voluntad Suprema e invitarán a otros hijos a que sigan los pasos de la Voluntad de Dios.
Lo que Yo les hablo, hijos Míos, podrá ser cosas muy distantes para sus mentes; pero, hijos amados, Yo les traigo a través del Verbo Divino la palabra de la simplicidad y de la humildad, aquella que debe encarnar en sus espíritus para que, en el próximo tiempo que llegará, estén preparados para recibir a Mi Hijo. Él ya está llegando en Espíritu y en Vida, en Alma y en Divinidad, muchos corazones del mundo ya lo están recibiendo internamente.
Y ustedes, hijos amados, ¿cuándo darán el paso para recibir al Cristo interior? Así, Mi Hijo podrá actuar, realizando Sus Obras de paz en este mundo. Como buenos instrumentos de la luz, únanse a Mi Corazón Inmaculado. Que su verdadera visión interior sea la búsqueda permanente del Reino de Dios en sus vidas.
Necesito, hijos amados, que sean Sagradas Familias, luces para el mundo en oscuridad, estrellas en el firmamento universal, de las que Yo Me pueda servir para derramar Mis Gracias en la humanidad.
Pero cuánto los Reinos de la Naturaleza están sufriendo.Yo los invito a seguir adelante en la oración. Es necesario, hijos Míos, que sus oraciones lleguen al eterno Cielo para que Dios pueda escucharlos y derramar Su Misericordia a través de los Mensajeros Divinos.
Sé que muchos de sus corazones sufren todo el tiempo. Vivan los aprendizajes con valentía. Fortalezcan su fe y caminen con confianza hacia Mi Corazón Inmaculado, porque Yo les prometo protegerlos, ampararlos de todo mal, abrirles las puertas a un nuevo camino; y, de esa forma, hijos Míos, ustedes podrán reconocer a Cristo, Nuestro Señor.
Vengo a este lugar, como he ido a otros lugares del mundo, aguardando que las luces internas puedan despertar en sus corazones; pues Dios necesita de servidores plenos y simples, de constructores de la paz para los tiempos en los que no haya paz. De esa forma, hijos amados, ustedes, como humanidad, prepararán el camino para que Mi Hijo pueda llegar y compartir la Cena redentora con toda la humanidad.
Yo Soy la Mediadora que reza por ustedes todo el tiempo. Necesito que se unan a Mí para que puedan comprender Mis peticiones y las puedan concretar en estos tiempos de caos.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Aquellos que Me acompañan desde el principio saben que, año tras año, los Mensajeros Divinos reciben una oportunidad celestial de depositar en la esencia de los seres humanos, de aquellos que se abren para descubrir la Verdad Superior, el Principio Crístico que transformará a esta raza en semejanza a su Creador, a Su Hijo, enviado al mundo hace tanto tiempo para mostrarles el Camino, la Verdad y la Vida que debería ser no solo la suya, sino también la de toda la humanidad.
Hijos Míos, hoy les dejo la pregunta: ¿dónde está ese Principio que hace tanto tiempo deposité en sus esencias y que, año tras año, renuevo para que pueda ayudarlos a superar los límites de la vida material para unirse a Dios, a Su Universo Creador?
Hoy, quiero que busquen, en sus esencias y en sus corazones, a ese Cristo Vivo que deposité allí para que floreciera y fuera el motivo del despertar de otras criaturas en este mundo.
Quiero ver en cada uno de Mis hijos el nuevo Nacimiento de Cristo. Quiero que recuerden este año todas las Palabras que les entregué en los años anteriores; para que, de esta forma, lo puedan hacer renovar al impulso que dejé en cada uno de ustedes, porque él está vivo, sin embargo latente en sus interiores.
Quiero que esa esencia crística se renueve, los purifique y los transforme para que no pase un año más de sus vidas sin que ese Principio Crístico se manifieste en sus seres y se expanda por esta humanidad a través del testimonio vivo de cada uno de ustedes.
Que otros de Mis hijos que están adormecidos puedan despertar del sueño de la vida material, para que sus espíritus, que aguardan hace tanto tiempo, puedan cumplir con su misión en este planeta.
Hijos Míos, quiero dejar, a través de Mis Palabras, un pequeño paso para que sus consciencias puedan despertar en este tiempo. Estudien Mis Palabras y descubran, a través de ellas, todas las verdades que en otros tiempos no pudieron percibir, porque ahora sus consciencias ya maduraron lo suficiente y ya se abrieron lo suficiente para descubrir que Mis Palabras van más allá de ese simple verbo que encuentran en el papel.
Cada una de las Palabras que pronuncié en este mundo, representa una puerta para la humanidad. Puerta que quiere conducirlos al Origen Celestial de las esencias humanas, a la unión perfecta con Mi Hijo, que deben descubrir que es el Corazón del Universo, ese Corazón que mueve a todos los acontecimientos del mundo, ese Corazón alabado y respetado por todas las Grandes Consciencias que habitan en el Infinito.
Este planeta deberá reconocer, Hijos Míos, que un único Rey existe y ese Rey les mostrará qué pasos deberán seguir para volver a unirse al Creador de todas las cosas y para que puedan manifestar y cumplir el Propósito Divino para este mundo y, en consecuencia, para todo el universo.
Quiero que descubran, en este año que llega, que esta Navidad no es solo una fecha conmemorativa para el mundo, no es solo para recordar el Nacimiento de Cristo. Es para hacerlo nacer en sus corazones, para tornarlo vida en cada una de sus células, semejante a cada uno de ustedes.
Cada Navidad que pasa, debería ser el nacimiento de un nuevo ciclo para este mundo, ciclo en que la humanidad se aproxima a la unión crística que el Creador tanto espera para Sus criaturas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mientras Yo les hablo, contemplo al mundo. Imaginen por un momento, hijos Míos, lo que Mis ojos están viendo en la humanidad. Mis manos están extendidas hacia la humanidad para que todos Mis hijos puedan aferrarse a Mi Corazón, ¿será que todos se animarán a dar ese gran paso de confianza?
Hoy, estoy aquí, entre ustedes, compartiendo Mi Misericordia; pero hay muchos otros hijos que necesitan de esa Gracia. Yo los invito a que sean portadores de Mi Mensaje, un testimonio simple y vivo para la humanidad; porque eso tan simple ayudará a que la humanidad se pueda convertir.
En esta noche de Gracias y bendiciones, Mi Corazón agradece a todos los grupos de oración de Uruguay, y animo a los principiantes a que se unan a los grupos de oración, a que construyan las columnas de Luz en cada uno de los departamentos para que Mis diferentes atributos se puedan vivir en cada parte de Uruguay y, así, se vuelva una nación sagrada, rescatable, bendita y redimida por Mi Corazón. Si ustedes dan ese paso de difundir los grupos de oración, ayudarán a que todo Uruguay reciba un tiempo mayor de paz y de Gracia. Así, alegrarán a Mi Corazón Inmaculado y el mundo nuevamente se transformará.
En esta noche de Gracias, en la que Mi Corazón se expone a todos ustedes, Yo invito a los nuevos Hijos de María a que se arrodillen ante el Reino de Dios. Aproxímense a Mi Corazón para que Yo pueda bendecirlos y demostrarles nuevamente, como un verdadero testimonio, que la consagración del corazón creará la condición universal para la salvación del planeta y de sus Reinos.
No se olviden, hijos Míos, que ustedes son del Reino Humano y deben amar profundamente a los Reinos Menores que sirven a Dios desde el principio, para ayudar a la Tierra en su perfecta elevación y armonía.
Por eso, Yo los consagro como Mis hijos, y los invito a todos a que también consagren sus vidas a Mi Corazón Inmaculado. No teman por lo que vivirán, Yo siempre estoy presente en el silencio de la oración.
Cantemos alegremente para esta bendición.
Canción: “Inmaculada Señora de la Paz”.
Mi Espíritu se eleva al universo, rezo por ustedes y sus familias, con la aspiración ardiente de que se consagren al igual que la Sagrada Familia de Nazaret.
Por este encuentro y por los que vendrán, a través del permiso que Dios Me ha concedido, Yo los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, queridos hijos, por responder a Mi llamado!
La paz prevalecerá.
Oración: “Acto Consagración al Divino Corazón de la Madre Celestial”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos, a pedido de Nuestra Señora queremos compartir una breve experiencia, durante la oración, que tiene que ver con los Ángeles de la Guarda de cada uno de nosotros.
A medida que íbamos orando y profundizando en el ejercicio de la oración, los Ángeles de la Guarda oraban detrás de nosotros la oración a la Madre Universal; mientras seguíamos orando, ellos trabajaban con nuestras células. No sabría decirles ni explicarles cómo sucedía eso, pero era así.
Los ángeles iban ingresando dentro de cada una de nuestras células, como si fueran cirujanos, y retiraban cosas que tenían que ver con nuestro dolor y nuestro pasado. Ellos implantaban códigos de Luz producidos por el esfuerzo de nuestra oración. De la forma en que nosotros íbamos generando la oración, si era de corazón, esa oración iba creando la condición para que los ángeles retiraran la Luz que era generada y la depositaran nuevamente en nosotros, y así muchas cosas se disolvían.
Cuando llegó el momento de la Aparición, la Madre vino verdaderamente muy bondadosa y amorosa, como la Reina de la Paz, y todo el tiempo tenía su Corazón Inmaculado expuesto. Ella estuvo hablándole al Uruguay; percibímos que Su voz, no solo se escuchaba aquí, sino en cada rincón de Uruguay. Ella le hablaba al mundo interno de cada uruguayo y, a medida que hacía ese ejercicio, iba implantando la Voluntad de Dios en la consciencia de Uruguay, algo que era espiritual, una tarea que la Madre iba haciendo durante la Aparición.
Ella también nos mostró, en un momento de la Aparición, a todos los grupos de oración de aquí, de Uruguay, fusionados, como si fueran una sola columna de Luz que trabajaba por el Plan. En verdad, María dijo que esa era Su aspiración para este país. Que si nosotros consiguiéramos cumplir esa meta, ese propósito, todo estaría dicho, dijo Ella, todo estaría cumplido, todo lo que le corresponde cumplir a Uruguay con la Voluntad de Dios.
Eso fue lo que pasó.
Madre María Shimani de Montserrat:
Pensar que con tan poco podemos cumplir la Voluntad de Dios. ¿Será que comprendemos realmente cuál es la meta de la Divinidad? ¿Será que nuestros corazones serán tan valientes para poder cumplir esa meta de formar grupos de oración que oren por esta nación y por todas las naciones del mundo, que oren por los Reinos, que se unan al Corazón Inmaculado de María para que Ella los lleve al Corazón de Cristo? ¿Será que nos animamos a hacer eso?
Nosotros somos un pequeño país que como Dios lo vio tan pequeño lo colmó todo de belleza, y nosotros tenemos que defender esa belleza y ese Amor que Dios colocó aquí. Solo se nos pide orar. A través de esa oración, como sucedió hoy que estábamos todos muy unidos pronunciando esa oración que Nuestra Señora necesita, con tan poco, Ella permitió que los Ángeles de la Guarda disolvieran, en nuestra consciencia, algo que en muchas vidas no se iba poder disolver.
El universo es perfecto, Dios es perfecto, y cuando cada una de Sus criaturas eleva una oración verdadera hasta Su Reino, Él derrama todas Sus Gracias porque tiene un Plan perfecto para cada uno de nosotros, un Plan amoroso y bondadoso, un Plan perfecto que nos hace dignos hijos de Dios, que nos hace criaturas que podemos alcanzar la felicidad de conocer a Dios; y, más que eso, de saber a Dios, de poder vivirlo en nuestras pequeñas vidas.
Así, nosotros los invitamos, como hemos invitado a tantos otros hermanos en Uruguay, a fortalecerse en la oración, a aprender a canalizar esa Luz permanentemente, a poder disolver nuestro dolor, nuestro pasado, nuestras angustias, a colocar en la confianza de los Mensajeros Divinos toda nuestra vida y a caminar a partir de hoy siempre de la mano de Ellos.
¿Quién de ustedes no aspira a hablar con Dios y a que Dios le responda y le indique cada cosa, para poder vivir en lo correcto y en lo luminoso? ¿Quién no quiere conversar con la Madrecita del Cielo y sentir como Ella coloca en nuestro corazón cada respuesta y cómo nos hace sentir inconfundiblemente esa respuesta?
Colóquense a orar. Pregunten algo mientras están orando sinceramente y con devoción, y vivan cada uno de ustedes esa propia experiencia, de que María coloque en su corazón la respuesta. Con todo nuestro corazón los desafiamos a que lo hagan, porque se van a llevar una gran sorpresa.
A todos los que nos están acompañando, a través de Misericordia María TV, los invitamos a cantar con nosotros una última canción, una canción que siempre nos ha llenado de alegría. Vamos a cantar "Únete al Corazón de María".
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Por este encuentro tan humilde, Yo les agradezco.
Ustedes, Mis queridos hijos, Me hacen recordar los tiempos pasados, cuando Mi Corazón vivió aquí en la Tierra entre ustedes, para que a través de la simplicidad y de la humildad, Yo pudiera proclamar el Reino de Dios y rescatar a todos los hijos de Dios, a través de la sagrada Palabra del Evangelio.
En esta noche, Yo los reúno a todos en Mi Corazón y como Señora del Santo Rosario de San Nicolás, Yo los invito nuevamente a renovarse en la oración Conmigo.
A esta ciudad le espera la Ley de Dios. Yo les pido, queridos hijos, que a través de la Santa Justicia, proclamen el Verbo Divino de la oración, para que Mi Corazón pueda recoger sus súplicas.
En esta noche, Yo vengo a pedirles cosas simples pero tan importantes para estos tiempos finales. Yo necesito que construyan en sus moradas un fuerte templo de oración y de paz; así, Me ayudarán, queridos hijos, a cumplir con los Planes de Dios en estos ciclos.
Las almas serán desprendidas del mal y el enemigo no podrá obrar más cuando ustedes Me abran la puerta sincera de la oración; y, de esa forma, se fortalecerá su fe y su confianza será plena en Dios. Ya no existirán miedos en sus vidas y nacerá la esperanza en sus corazones cuando en sus casas construyan, a través de sus familias y amigos, grupos de oración que puedan ser luces en las ciudades oscuras.
De esta forma, queridos hijos Míos, ustedes permitirán que Yo pueda llegar aquí y a todas las partes de mundo para que, desde la Fuente Mayor de Dios, Yo pueda derramar las Gracias sobre los corazones más necesitados.
En esta noche, Yo les agradezco, queridos hijos, por haberme preparado este lugar con tanta humildad pero con tanto regocijo y alegría para que, a través del sacrificio, ustedes puedan cumplir con la Voluntad de Dios. Todos sus esfuerzos, queridos hijos, todos sus esfuerzos internos generan méritos en el Cielo.
Por eso, Yo los invito a seguir adelante, que nada más los incomode ni los perturbe. Colóquense dentro de Mi Corazón Inmaculado y encontrarán el Reino de la Paz que tanto buscan.
Yo necesito obrar a través de sus vidas. Mi Hijo Me envía al mundo para advertirles, por última vez, que un gran cambio se aproxima a la humanidad y las almas, en su totalidad, deben estar preparadas.
Yo les traigo, a sus vidas, la cura del corazón, lo que en verdad necesitan en estos tiempos. Únanse a Mi Manto del Luz. Colóquense debajo de Mi Manto de Luz y serán irradiados por Mis Gracias celestiales. Creen el puente con Mi Corazón a través del Rosario. Así, queridos hijos, todo estará cumplido en este tiempo y sus corazones estarán preparados para recibir a Mi Hijo.
Yo los invito a ser obreros del Plan, a animarse a vivir el Plan de Dios en estos tiempos, principalmente unidos de corazón y de alma para que Dios pueda manifestar Sus Dones y Su Voluntad.
Sus esencias, tan sagradas, guardan luces importantes para este tiempo, dones que Dios necesita utilizar para cumplir Su Voluntad en este tiempo.
Hoy, les repito todas estas cosas, Mis pequeños, porque necesito que sean precursores de Mi Palabra mariana. Que lleven como heraldos de Luz la Palabra de Mi vida, que es Mi Mensaje para el mundo, Mi Amor materno para toda la humanidad, la esperanza de curar a todos antes del gran tiempo en este mundo.
Unidos a Mi Corazón, aférrense a Mis manos benditas. Yo los llevaré por caminos limpios y puros, cristalinos y verdaderos, en los que puedan reconstruir sus vidas, salir del dolor y de la desesperación y encontrar un camino de Misericordia y de paz.
Queridos hijos, Yo los necesito valientes, trabajadores y plenos en la Gracia de Dios. Con esto tan simple pero tan verdadero ayudarán a cambiar a la humanidad. Anímense a dar los pasos hacia Mi Corazón, a conocer Mi Conciencia profundamente. Yo siempre oro por ustedes y por sus hermanos.
Recuerden, queridos hijos, que Yo soy el gran Árbol sagrado para este mundo, que da los frutos para la humanidad, para todas la almas que necesitan aprender y crecer a través del camino de la unidad y de la fraternidad.
A través de estos años, Yo ya les enseñé cómo deben hacerlo. Necesitan practicar Mi Mensaje, encarnar Mi Mensaje para que él refleje en sus vidas los sagrados Rayos de Dios que serán tan necesarios para muchas almas, almas que deben despertar en Cristo para este camino de evangelización que los Mensajeros Divinos estamos realizando en todo el mundo.
Queridos hijos, mañana los espera un encuentro importante de irradiación planetaria para todo el mundo, a través de la Gracia de Dios, Esencia Suprema de la Paz, Espíritu Inmaculado de la Verdad que intentará ser difundido por el mundo a través de Mi Presencia en esta ciudad.
No es por acaso, queridos hijos, que estoy aquí, en Rosario, para recordarles la importancia de la oración. De esta forma, tan sincera y simple, Yo invito a los Centros Marianos a vigilar en esta noche, en oración, por esta misión que realizaré mañana.
Con mucho amor y gratitud, agradezco el servicio prestado, la donación abnegada de las Hijas de la Caridad Crística y de la Misión de la Fraternidad Humanitaria por haber servido a los pueblos de Brasil. Porque principalmente, queridos hijos, más allá del servicio y de la caridad, ustedes llevaron Mis manos de paz, Mis manos de cura y de consolación a las almas.
Por esta misión y por las que vendrán, en nombre de San José Castísimo, les doy las gracias, queridos hijos, por haber respondido a Mi llamado.
Que sus vidas sean rosarios de Luz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos, queremos agradecer esta oportunidad que tuvimos hoy con Nuestra Señora.
Queremos contarles algunas cosas que Ella nos permitió decirles.
Primero, Ella se aproximó como la Señora del Rosario de San Nicolás, una Faz que es muy conocida aquí, en Argentina.
Y lo segundo que aconteció es que Ella recordó este lugar, tan simple, como Su antigua casa de Nazaret, que era aún más simple que este lugar.
En verdad, ¿qué nos quiso decir, como Mensaje, Nuestra Madre, a través de ese símbolo de la casa de Nazaret?
Ella pudo hoy llegar a cada una de sus almas, pudo tocar sus corazones y hacer una tarea que quería hacer con cada uno de ustedes.
Entonces, dejamos esa Presencia de María en los corazones de todos. Esa fe inquebrantable que Ella nos transmite; ese amor que nos envuelve y nos protege, nos puede llevar a encontrarnos con Ella, mañana, en la Aparición mensual de María.
Agradecemos a todos, a aquellos que nos acompañaron por Misericordia María TV y vamos a guardar esta noche en nuestra memoria la siguiente imagen que María nos mostró: Ella nos extendía Su rosario de Luz para que oráramos con Ella y nos aferráramos a Su rosario para estar siempre sustentados y apoyados por el Cielo y para traer esa Luz del Cielo hacia este lugar y hacia nuestras vidas.
Hoy, durante la oración, durante todo el ejercicio de oración, nosotros estuvimos envueltos por el Corazón de María. No podemos explicarles cómo sucedió eso, pero aconteció así.
El magnetismo del Amor de María estuvo presente durante toda la Vigilia.
Por todo este encuentro, ¡gracias, Madre, por cuánto nos das!
En esta noche, deseo consagrar estas sagradas imágenes, especialmente aquella que será la peregrina para muchos corazones y que representa a Mi Gloriosa Faz en Fátima.
En esta noche, Yo colocaré Mis Manos sobre ella, para que los códigos de Fátima puedan estar en los corazones que invoquen, a través de ella y por medio del poder de la oración, Mi preciosa intercesión.
Irradiaré a través de ella el universo de Fátima, los códigos de Luz que Yo dejé impresos hace mucho tiempo en Europa. A todos los que se unan a esta sagrada imagen de Fátima y permitan que recorra cada hogar, Yo les prometo derramar las Gracias sobre sus familias.
Todos son Mis queridos hijos, no tengo predilección por uno ni por otro. Mi tarea maternal llama a todas las consciencias para una misión mayor.
Mi Consciencia Maternal trabaja con los espíritus de cada uno de ustedes y, a través de Mi oración perpetua, a través del Santo Rosario y de cada nueva oración que Yo pronuncio por el mundo, Yo elevo a cada uno de Mis hijos hacia el Reino de Dios, para que cada uno cumpla con la misión que vino a realizar.
Todos son hijos de María sin distinción, todos son preciosos rostros ante el Trono del Padre, almas puras que nacieron de la Fuente Mayor. Busquen la unidad que existe entre sus corazones, no permitan que el enemigo los engañe.
Yo vengo a abrirles sus ojos y a enseñarles el camino de la cristificación. Necesito de los apóstoles de Cristo para preparar la tierra fértil y sembrar las nuevas semillas en sus corazones; porque el Pastor está llegando al mundo y buscará sus frutos internos, los talentos que Él les dejó hace tanto tiempo.
Un verdadero ser fraterno es aquel que ama sin separaciones, vive lo que proclama, es un ejemplo de caridad y de humildad para todos.
Queridos Hijos, nuevamente los invito a la santidad del corazón. Tengo preciosas promesas para sus almas, deseo que Mis rayos de Gracias estén entre todos ustedes. Por eso, en esta sagrada noche, bendigo esta imagen peregrina que les abrirá las puertas a nuevos corazones, y todos encontrarán la paz, la paz que falta en el interior de muchos.
Yo los necesito firmes y valientes, que puedan ser un solo corazón y una sola alma.
Vengo a anunciarles Mi misión a todos Mis hijos; pero sepan, Mis pequeños, que aquel que Me dice sí se compromete un tiempo Conmigo; por eso, piensen en lo que deciden. Ustedes tienen la gran libertad interior de elegir; Dios los hizo libres y puros, son tan puros como las grandes praderas de estas tierras, sus esencias son tan puras como el agua cristalina.
Quiero que ustedes sean flores en el Reino del Creador y que muchos dejen de ser espinas en el Corazón de Dios. Él necesita derramar Su Misericordia sobre todos. Sean honestos y caritativos. Únanse a esta propuesta evolutiva. Únanse a Mi llamado mariano. Yo necesito de ustedes, como ustedes necesitan también de Mi Corazón.
Les abro las puertas a los que las tienen cerradas. Llegó el momento, queridos hijos, de ofertarse de corazón y de alma a Dios. Existen muchos caminos de servicio en la Tierra, Dios los ama a todos por igual. Dios nos enseñó, a Mi Hijo y a Mi Inmaculado Corazón, a amar a todos ustedes.
En este tiempo, queremos proclamarles, a todos, la grandeza del Reino del Padre. Que sus corazones se abran al Gran Llamado. Todo está donde debe estar.
Queridos hijos, mediten sobre lo que les digo. Necesito que amen más de corazón, hasta que este amor sea una locura santa, desborde de sus almas y se derrame sobre sus hermanos; así el Plan estará concretado.
Ahora, bendeciré la imagen para ustedes, para todos los grupos de oración que la recibirán con amor y también para los hogares que se abran a recibir Mi sagrada imagen.
Yo Soy para todos. Mi Amor es de todos, porque Yo los amo profundamente.
Que Mi esperanza los ilumine y que se abran las puertas a la redención.
Acepten Mi Mano, Yo los sustentaré fuertemente. Una Buena Madre no los dejará caer. Los llevaré, entre los ángeles y arcángeles, hacia el Reino verdadero de la Paz; promesa infinita para sus corazones, después de este mundo.
Gracias, queridos hijos, por compartir este momento con el Cielo.
Y antes de despedirse de Mi hasta el día de mañana, cuando liberaré a muchas consciencias, Yo los invito a que, antes de retirarse de este salón, toquen esta imagen para recibir los códigos de Fátima y lleven en sus corazones Mi Presencia Santísima, que promete curarlos todos los días cuando se abran a la Fuente Mayor con absoluta confianza y fe, porque todo siempre estará bien.
Dios protege a los siervos que lo sirven y ama a todas las criaturas, por encima de todas las cosas.
El Universo los llama a servir, el Universo se derrama sobre sus consciencias.
Mi Corazón Inmaculado se oferta a ustedes para ayudarlos.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando oran “Por Su dolorosa Pasión...”, ¿saben qué hecho importante de Cristo invocan?
En cada oración se encuentra una llave que abre una nueva puerta para la redención del alma.
A las tres de la tarde Yo les traigo la Gracia de la conversión y del vacío de sí mismos; por eso necesito que siempre recuerden estas oraciones, ellas servirán de escudo para los momentos más importantes.
Dejen que el rayo poderoso de cada una de ellas penetre en lo profundo de la consciencia y así renazca un nuevo ser. Dejen en Mis Manos sus intenciones. Caminen en confianza a Mi lado para que Yo los pueda guiar. Estoy siempre con ustedes en los momentos de alegría como también en los momentos de pruebas.
Están en Mi Corazón cuando simplemente están Conmigo. Los conduzco y los guío siempre, no lo olviden.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por abrir las puertas del corazón a Mi Instrucción.
Cristo Jesús
¿Qué esperas, alma Mía, para despojarte del mundo y vivir eternamente en el consuelo de Mi Corazón?
Sigue la luz invisible que está delante de ti, son los Rayos de Mi Corazón que alumbran durante la noche oscura del mundo.
¡Oh celeste alma de Dios!, que esperas impaciente resolver todas las cosas, en tus manos existe el poder humilde de la oración, un camino infinito para llegar al Creador. Quédate en el Océano de Mi Vacío Sublime para que en todo puedas ver que existe un porqué y una respuesta.
Sagrada alma, ¿qué esperas para darme el eterno sí?
En Mi Camino Yo te ofrezco el sacrificio como liberación y la entrega como redención. En Mi Reino solo existe la Paz, la cual muchas veces buscas en las cosas externas. Alma Mía, ríndete en Mis Brazos, deja que el Agua que brota de Mi Cuerpo humedezca tu cuerpo para que él se transfigure en un cuerpo de luz, un instrumento perfecto en las Manos del Creador.
Aún crees que no fuiste vencida, pero Mi Amor es la vertiente inacabable que vencerá a tu ser, para darle de beber una nueva agua, agua que te saciará por entero.
Pequeña alma Mía, el Señor te llama para encontrar en estos tiempos el sendero de la humildad y de la renuncia; deja que Mi Luz Suprema inunde tus cuerpos para que sean el símbolo vivo de la nueva transfiguración.
Querida alma, llegó la hora del despojamiento; acepta el Amor Supremo de tu Esposo, porque así encontrarás la respuesta interior que tanto buscas. Confía en Mi Presencia, quiero hacerte conocer la grandeza de Mi Reino Celestial.
Alma Mía, revístete con el traje de la pureza para que los ángeles del Cielo te reciban libre y entregada a Mi Corazón.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por entregarte a Mi Corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al final del mensaje le preguntamos al Maestro por qué nos estaba dirigiendo Sus Palabras en estos días de forma tan especial. Él nos respondió:
Hoy les hablo de esta forma debido a que muchos de los Míos en poco tiempo se desposarán con el Esposo Fiel para siempre. Este es un ciclo dedicado a las almas preciosas, aquellas que siempre buscan al Fiel Consolador. Por eso, estoy llamando a todos los que Me quieran escuchar.
Vuestro Maestro del Amor
Yo Soy el Señor de la Gracia y de la Misericordia, por eso todas las almas pueden dirigirse a Mi Corazón para suplicar auxilio.
Existen Rayos de Gracias que Yo vierto sobre aquellos que, día a día, invocan Mi Presencia Paternal; en todos esos corazones Yo puedo dejar la Fuente de Mis Prodigios cuando tan solo se animan a decirme sí.
En estos tiempos de cambios para todos, Mis Rayos de Gracia y de Misericordia descienden desde el Universo, para iluminar el sendero oscuro de los que caminan entre las tinieblas de la Tierra. Vengo en busca de todos los que se olvidaron de Mí.
Para eso, Mi Fuente Reparadora de Misericordia necesita recipientes donde depositar la Sublime Gracia. Estos nuevos recipientes serán Mis apóstoles de la redención y del perdón, los que en servicio y en entrega al prójimo darán testimonio de Mi Existencia en sus corazones.
Ahora es tiempo de seguir caminando sin mirar hacia atrás, porque solo deberán concentrar sus espíritus en el Propósito Redentor de la Tierra.
Los contemplo, los sigo, los aliento a dar más.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar de corazón Mi Mensaje.
Cristo Jesús
Quien busca el Gran Sol siempre alumbrará su camino. Por eso, en esta tarde vengo al encuentro de Mis apóstoles y, junto a Mis doce apóstoles del pasado, vengo al encuentro de los Nuevos Cristos, de los Cristos internos.
En esta tarde, como Yo lo he hecho en el pasado, lavaré vuestros rostros y vuestros pies y consagraré el pan de vida para que se retiren de aquí unidos a Mí, en sintonía con Mi Corazón.
Las almas esperan por este gran momento, aquellas que están distantes de vuestros ojos y que necesitan alcanzar la paz.
Mi Misericordia viene al mundo para liberar a los corazones heridos. Por eso, deberán estar las puertas abiertas para que Yo pueda entrar en vuestras vidas. Si ustedes no Me abren vuestra puerta interior, no podré entrar.
Estamos en un tiempo de cambios y este cambio es regido por Mi Corazón, pues el Universo de Mi Padre Me lo encomendó.
Quien esté unido a Mí no perecerá. Estará guiado todo el tiempo.
Reconozcan, en esta tarde, que Mi sacerdocio es único y no es de este mundo. Pero Mis Rayos descienden sobre los pastores para que puedan encontrar el mismo canal de Luz, la Fuente que provee la vida y alimenta a las almas con el Espíritu de Dios.
Bienaventurados aquellos que Me siguen sin demora, porque estarán Conmigo en el fin del tiempo y, a pesar de las pruebas, Yo los erguiré hacia el encuentro con Mi Padre.
Quien comulga Conmigo de corazón, comulga Conmigo de alma y de espíritu, y todo su ser es permeado por Mi Luz.
Por eso, es hora de que acepten las Leyes del Cielo para que la vida se renueve y los que están en vida muertos, despierten al Espíritu Mayor de Mi Corazón.
Pregúntense si en verdad están Conmigo.
La oración les ha mostrado las señales, especialmente a los que estaban atentos.
La oración es el camino que se construye hacia el infinito. Así el alma no caerá en los abismos, porque caminará segura a través de Mis Pasos.
Mi Agua lava vuestras manchas. Mi Sangre purifica vuestros corazones. Mi Alma los consagra a Dios y Mi Divinidad conduce a vuestros espíritus hacia la Vida Mayor.
Oración: Padre Nuestro (se repite varias veces).
El camino de la consagración interior es para todas las almas del mundo. Todas las almas que se coligan con Mi Espíritu y con Mi Corazón reciben Mi bendición y Mi Gracia permanentemente. Cada alma puede entregarme un paso de su consagración. Todo eso es considerado profundamente por Mi Corazón.
Lo importante, Mis queridos amigos, es que estén unidos a Mi Corazón, así todos ustedes estarán unidos como uno solo y formarán el nuevo rebaño en este tiempo definitivo.
Por eso, hoy les dejo estos dos Sacramentos que renuevan a las almas a través de los tiempos. Ellos son la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre y el Bautismo a través del lavado de vuestros pies. Así, el pasado se borra espontáneamente y podrán llegar a Mi Mesa renovados en amor y en verdad.
Hoy estoy más presente entre ustedes, porque Me han abierto una puerta.
Desearía que todos Me vieran, pero no lo tengo permitido. También Mi Presencia respeta las Leyes.
Todos somos regidos por un Bien Mayor y a él debemos responder para que el bien esté en todas partes y, de esta forma, la sagrada unidad una a todas las almas bajo el principio del Amor, el Amor único, el Amor puro de Dios.
En la Última Cena, reuní a los que había convocado desde el universo para que pudieran compartir Conmigo el camino de la consagración. Por eso, fue necesario desterrar los aspectos de la vida. Y este legado, que Yo les entregué en la Eucaristía, fue para poder generar esos efectos en todas las almas.
Es necesario dejar el pasado para poder nacer nuevamente en espíritu. De esta forma, ustedes renovarán vuestras vidas y cada día estarán más cerca de Mi Corazón.
Cuando Yo les entrego Mi Cuerpo para que lo puedan comer, es para que puedan estar más próximos a Mí, bien cerca del Reino del Cielo, lugar hacia adonde, algún día, deberán ir con vuestros hermanos, con la humanidad.
Que el Espíritu Santo acompañe este momento, que el Amor del Padre guarde a cada esencia de este mundo y que el Hijo de Dios los reúna en celebración y alegría en esta tarde de infinita Misericordia.
Yo confío en los Míos, como los Míos confían en Mí.
Consagro estos elementos, señales vivas de la unión con Mi Espíritu en todo este universo material.
Bajo el Amor del Padre, el Bien del Hijo y la Protección del Espíritu Santo, desciendan el Reino de Dios y la conversión sobre todas las almas, para siempre.
Que así sea para el bien de todas las consciencias.
¡Gracias por hoy estar Conmigo!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias, Jesús, por cuánto nos das!. En este encuentro, Te honramos Señor. Amén.
Queridos compañeros, todo Maestro da anuncios divinos para las almas. Por eso, en esta noche recibirán la visita especial de San José, el Siervo fiel de Dios. Sigan Sus pasos para encontrar la paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Es muy lindo recibir al Maestro de una forma sorpresiva, porque nunca sabemos que nos va a pedir. Pero todo lo que Él nos pide es por un Bien Mayor, como Él nos dijo hoy. En ese momento, sentimos que es lo que cada uno de nosotros necesita internamente para su vida.
Queríamos hacer un pequeño relato sobre cómo Él llegó hoy hasta aquí, que es algo que nos pidió que compartiéramos.
Él vino del universo, en este día, acompañado por muchas galaxias. Había un camino infinito trazado hasta aquí, hasta la Tierra.
A la derecha e izquierda, Nuestro Señor era acompañado por algunos Arcángeles y algunas legiones de esos Arcángeles. Ellos venían también como en un movimiento de procesión, en un movimiento sagrado.
De una forma repentina, antes de que Cristo llegara, apareció sobre el palco la escena de la Última Cena. De repente, Él nos mostraba cómo lavaba los pies y las manos de Sus apóstoles.
Él estaba llamando a cada uno de ellos para que se sentara a Su Mesa. En ese momento, pensamos que nos mostraba algo que ya había sucedido, pero durante Su Aparición, nos explicó que era algo que nos estaba pidiendo que volvamos a ejercitar, que volvamos a recordar aquello que hicimos alguna vez con Él.
En ese momento, Él presentó a los doce apóstoles, llamándolos “los doce renovados apóstoles”, que están sirviendo en misión, aquí en la Tierra, una misión espiritual, una misión que Sus apóstoles, los que estuvieron con Él, tienen con la humanidad en este tiempo.
Es algo que vamos a descubrir, según Él nos dijo, de una manera desconocida y de una forma que tomará de sorpresa a la humanidad para que ella se prepare verdaderamente a través de los apóstoles que estuvieron con Jesús, para cuando Él regrese.
Fray Elías lee el mensaje diario transmitido.
En esta Hora de Misericordia, Mi gran sed de almas es saciada por las oraciones de todas las almas devotas.
En esta Hora de Misericordia, Mis Rayos traspasan los corazones heridos, solitarios y enfermos, transmitiendo a todos ellos un estado de paz inexplicable.
Además, en esta Hora de Misericordia, todos los orantes que están unidos a Mi Corazón Bendito Me ayudan a abrir el manantial espiritual que permite lavar las manchas de los corazones pecadores y salvar a las almas que están perdidas.
Quien confía en Mi Misericordia podrá comprender Mi Misterio de amor puro e insondable por la humanidad.
Día a día busco y llamo a los Míos, para que Me ayuden a rescatar la parte del mundo que aún está ciega y sorda espiritualmente.
Yo cuento mucho con los pastores, a quienes Yo les he confiado, por amor, el Sacerdocio y la sagrada ceremonia de la Eucaristía para que alimenten el espíritu del Pueblo de Dios.
Por Mi Misericordia ustedes hallarán el camino de su conversión y perdón.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy el Compositor y ustedes son las cuerdas entre Mis Manos.
Yo afino sus vidas según el tiempo y la necesidad. Aquella cuerda que está gastada, Yo la renuevo cuando tan solo se permite estar entre Mis Manos.
Todas las cuerdas de Mi gran instrumento deben sonar como una sola, cada una dando su tono y su color para impartir armonía y orden. Cuando las cuerdas se tensan demasiado, Mis Manos trabajan el doble para que ellas respondan a lo que les indico, para que ellas den la nota correcta en cada momento y lugar.
En Mi gran instrumento existen diversas cuerdas, cada una de ellas proviene de estados y composiciones diferentes, pero si Mis cuerdas no obedecen a Mis comandos: ¿cómo tocarán lo que Yo estoy queriendo tocar?
Para dejarse moldear y afinar por Mis Manos, deben amar Mis Rayos, así conocerán el sentido y el porqué de Mi Buena Voluntad hacia ustedes.
Muchas de Mis cuerdas por sí solas Me han fallado una y otra vez, y Yo las he ajustado según Mi parecer, porque se han dado el permiso de estar entre Mis Manos para siempre.
Y algunas de las cuerdas que Yo necesito para renovar Mi gran instrumento no las he encontrado, y como si fuera poco, han sido compradas por Mi enemigo.
¿Quién querrá formar parte del sonido de Mi Fuego?
Ahora necesito tocar la gran melodía del retorno, la que anunciará Mi segunda Venida al mundo para salvar a la humanidad.
Algunas de Mis cuerdas se han gastado y no se han dejado afinar lo suficiente por el gran Compositor de melodías universales para la vida y esto es lo que en verdad Yo necesito ahora.
Pero en Mi obra musical Yo cuento con más instrumentos, y cuando Mis Manos se cansan de marcar el ritmo perfecto para cada una de las cuerdas, Yo coloco sobre ellas la esencia de Mi Misericordia, que les dará la oportunidad de actuar como Mi Plan prevé. Por eso sean dóciles cuerdas en Mis Manos, no se resistan a quebrar ni a renovar lo que ya está demasiado viejo, porque espero derramar el Agua de Vida en los nuevos odres redimidos.
Sean pacientes y vivan por Mi Amor; todo llega a la vida para transformarse en bueno y puro. Es hora de tocar la gran melodía preparatoria.
Por eso entre Mis Manos afino ardientemente a Mi instrumento universal, para que él sea escuchado en todos los rincones del Universo. Ese será el sonido del instrumento redimido por Mi Amor y transfigurado por Mi Insondable Misericordia.
Bajo la Luz del Padre, sean misericordiosos.
Gracias por dejarse afinar día a día como Mis instrumentos en camino a la redención.
Cristo Jesús, el Sacerdote Mayor
Mi Consciencia irradia a los corazones por medio del mensaje, la luz y la expresión de los Siete Rayos.
En un arco iris creado por la infinidad de los elementos, ustedes podrán encontrarme como el tono inmaterial de luz y de color que saciará las necesidades de sus vidas. En estos matices de colores y formas lumínicas, sus consciencias pueden ingresar con confianza y con fe; así estarán uniéndose a las dimensiones misericordiosas de Mi Corazón.
Vean Mi Sagrado Corazón como una llama incandescente de donde emanan los matices de luz y de color para la vida de todos los seres; cuando Mis Siete Rayos llegan en luz y en color a sus seres internos, Mi Consciencia Sacerdotal prepara el templo en donde aguarda residir perpetuamente.
Busquen en la Naturaleza, como en toda la Creación, la luz de Mis diversos Colores y Rayos, porque siempre habrá alguno de ellos por el que sentirán plenitud, amor y afinidad en sus corazones.
Si Mi Consciencia, desde el Cielo como desde el Universo, no se presentara ahora en luz ante la humanidad a través de diversos rayos, las almas tendrían dificultad para reconocerme como el Instructor Universal.
Por eso hoy les revelo la grandeza infinita de Mi Amor, aquel Amor que proviene del Dios Vivo y que habita siempre en la presencia de Su Hijo Primogénito.
Conozcan ahora, Mis compañeros, cómo Mi Amor Divino es indestructible y se manifiesta en estos tiempos a las criaturas y al mundo.
Encuéntrenme en los matices de los rayos y cada vez que vean un arco iris, recuerden que Mi Corazón Misericordioso está actuando en Gracia y en Piedad a través de los colores de los Siete Rayos.
Recojan de sus seres los frutos que ya han madurado y no perturben más sus vidas por aquello que aún no se ha redimido. Siempre busquen entregarme aquel aspecto que es duro e impenetrable, porque Yo, como su Amado Rey, sabré qué hacer con él y hacia dónde encaminarlo.
Solo coloquen todo su ser dentro de los rayos, para que descienda en sus espíritus la alegría de vivir en Dios y de servir a Dios. Bajo este impulso crístico renovarán la vieja Tierra, y así Mis Siete Sagrados Rayos consagrarán las esencias que están perdidas.
Para que su esperanza de redimirse sea más fuerte que su propia voluntad, y para que el amor emane eternamente y transmute sus aspectos desconocidos, ustedes repetirán con fe, devoción y convicción divina, la siguiente oración:
Oración Victoriosa
a los Siete Rayos de Jesús
Sagrado Rayo Blanco
que emanas del Corazón de Jesús,
cultiva la pureza absoluta en mi ser
Sagrado Rayo Azul
que emanas del Corazón de Jesús,
siembra en mi consciencia la Piedad.
Sagrado Rayo Rosa
que emanas del Corazón de Jesús,
trasciende ahora mis dificultades.
Sagrado Rayo Dorado
que emanas del Corazón de Jesús,
trae a mi consciencia Tu Sagrada Sabiduría.
Sagrado Rayo Verde
que emanas del Corazón de Jesús,
cura mis viejas heridas
para que nazca el nuevo ser.
Sagrado Rayo Oro Rubí
que emanas del Corazón de Jesús,
nutre a mi consciencia
para que en ella despierten los Divinos Dones.
Sagrado Rayo Violeta
que emanas del Corazón de Jesús,
transmuta mis dudas, culpas,
tristezas y cualquier maldición,
para que mi espíritu sea Uno con Jesús
y sea Uno en Dios eternamente.
Bajo la Luz Imperecedera del Padre,
en Cristo, ahora y siempre,
vivo la misión espiritual.
Amén.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Sagrado Rayo del Amor
Yo estoy presente en sus vidas para enseñarles a perdonar y a amar.
Si en verdad pudieran confiar en Mi Misericordia cada día un poco más, el pasado que los perturba e inquieta se disolvería por la luz que ingresaría en ustedes desde Mi Sagrado Corazón.
Aún tienen la oportunidad de vivir por medio de Mis Rayos Misericordiosos, porque así Mi Plan se podrá cumplir en aquellos que Yo siempre llamo, los más imperfectos y los más olvidados.
Mis Gracias de redención y luz son derramadas a los más simples. Por eso busquen tener siempre un corazón puro y cristalino, amoroso y compasivo como Mi Corazón Insondable.
Quiero que existan Nuevos Cristos que sean verdaderos apóstoles, que demuestren al mundo que es posible vivir en Dios y para Dios como algo hermoso y maravilloso para la vida de cada alma. Por eso Yo necesito que dejen los trajes del pasado para que el corazón y el espíritu se vean libres de toda mancha. El camino para alcanzar esto es la oración misericordiosa y la purificación en estos nuevos tiempos.
Cada uno, como hijo de Dios, recibirá la parte que le cabe purificar sea en el temperamento o en la consciencia; solo preciso del amoroso permiso de ustedes para que Mi Misericordia pueda actuar en todo lo que sus pequeños seres necesiten.
Llegó la hora de que el Maestro de la Luz del Padre reúna de nuevo a Sus amigos para la Cena, con el fin de renovarlos en espíritu y bautizarlos nuevamente con el Agua de Vida de Cristo Jesús.
Sepan que los tiempos ardientes llegaron para todos y que su perseverancia y amor por buscarme todo el tiempo en Mi Misericordia será lo que los unirá a Mi Corazón; así serán aliviados de todo mal.
No reclamen, no castiguen más sus seres, porque en ustedes está Dios y en Dios está Su Amado Hijo que llega para anunciarles la Buena Nueva de la misericordia y de la redención.
Los necesito firmes a pesar de las caídas, irradiando amor y pacificación a pesar de las grandes tribulaciones de la vida, pues en ellas Yo confirmaré en verdad con quien estaré hasta el fin de los tiempos.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando una puerta del mal se cierra por la presencia del Sublime y Sabio Amor de Dios entre los hermanos de la humanidad, el Espíritu Santo en Cristo vuelve a ordenar ampliamente a las consciencias llevándolas una vez más al encuentro de la verdadera misión espiritual que Mi Padre les ha confiado.
Por eso, no teman que sus vestiduras se caigan de sus seres o ellas sean retiradas como lo fueron de Mi Glorificado Cuerpo, porque de ustedes se retirará lo viejo para que sean revestidos por el Espíritu Santo.
Cuando Mi Corazón les comunica la hora de los cambios, es para que los corazones se preparen para el camino de la trascendencia y de la purificación.
Quien bebe del cáliz amargo del vacío de sí, después se encontrará Conmigo para beber y cenar del cáliz de la reparación y de la redención.
Pero es urgente que el pasado sea transmutado por Mis Rayos Misericordiosos para que sus seres reciban la absolución y el perdón.
Sé que a veces Mis discípulos se sienten solos ante tanta sequedad del desierto, y por instinto buscan saciar su sed en otras fuentes que podrían estar secas.
Yo les digo que el verdadero amor crístico y casto entre los seres nace cuando se revela la verdad entre ellos, porque allí está presente la Sabiduría de Dios, y el amor que pueda existir entre las almas podrá ser purificado para que se amen en espíritu y en fraternidad.
Por eso Yo les pedí que se amaran los unos a los otros. Les he pedido que se amen tal cual son para que aprendan a amar el alma de cada consciencia, porque esa es la meta interna.
Cuando esté presente el Amor de Mi Corazón entre los seres, se vivirá el Amor Puro de Dios como lo vivieron en la Tierra Mi Madre y José Castísimo. Crean en ese Amor y nútranse de él, así desaparecerá la sensación de vacío. Yo estoy retornando como la renovada Fuente del Amor que está ausente de toda la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Fuente de Mi crístico Amor.
Cristo Jesús
Día a día veo con amor, en Mi Fuente de Misericordia, las rosas de la oración que sus esencias Me donan en humildad y fe.
Ese es el verdadero milagro de amor para estos tiempos: que Mi Insondable Misericordia se vea reflejada en los corazones de todos los seres que, con ardiente deseo, buscan una oportunidad. Por eso les digo, Mis compañeros, que no teman ver reflejado sus rostros del pasado en Mi Fuente, porque Yo estoy aquí para derramar la Gracia de la liberación y de la consagración sobre sus corazones.
Mi Corazón los conduce en estos tiempos por un camino desconocido para su intelecto.
Mi Camino se dirige hacia la Eternidad de Mi Padre. Por eso cultiven un corazón paciente, lleno de amor, esperanza y misericordia, porque en este tiempo de grandes definiciones las almas del mundo entero se podrán sostener por la pureza de la fe que siembren en la consciencia.
Mis Rayos, que penetran la corteza de la Tierra, llegan desde el Universo para despertar a los que duermen el sueño de la constante ilusión y están atrapados en ese juego. Por eso Me sirvo de pastores simples y de discípulos humildes, dispuestos a ser apóstoles de Mi Mensaje Salvador viviendo la caridad y Mi Ejemplo de vida.
En estos tiempos de falta de paz en el mundo, Mi Consciencia llega directamente desde el Reino de Dios para, una vez más, formar y ordenar la vida de todos los rebaños; Mi Luz remueve las impurezas y las imperfecciones para que, transfigurados por Mi Amor, ellos estén al servicio de la Voluntad Suprema del Plan de Mi Padre.
Por eso les pido que no teman; ustedes ya sabían que el tiempo de la purificación llegaría en el final de un ciclo para así dar comienzo a un ciclo venidero de paz para el mundo.
Por sobre todas las cosas, Yo los sostengo en Mis Brazos, principalmente a aquellos que Me lo permiten y que confían en Mi Llamado Redentor.
Al final, todo será comprendido.
Bajo la Luz Victoriosa del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por reflejar Mis Palabras en la esencia de sus corazones.
Cristo Jesús
Y la Señora Vestida de Sol ofrecerá la corona de estrellas para que surja desde las entrañas de la Tierra un camino por el que transiten los nuevos rebaños redimidos. Cada una de las estrellas será el signo visible de un nuevo ciclo y cada alma, según su elección, entrará por un sendero que la podrá llevar hasta el Reino del Señor.
En la puerta mayor del Cielo esperará el amado Señor a sus amadas almas para que juntos, victoriosos, consagren el espíritu al Eterno Amor de Dios. La Señora Vestida de Sol manifestará Su signo universal, y esa será la señal que anunciará la próxima venida del Rey del Universo.
Dichosos los que esperarán en alegría la venida del Rey de los Patriarcas, porque ellos serán partícipes de la Buena Nueva para el mundo.
Dichosos los que han dado el sí para transfigurar en Cristo sus vidas, porque ellos reconocerán los Rayos que provienen desde el Corazón del Hijo de Dios.
Y la Nueva Barca de la vida y de la oración navegará en alta mar, y muchos la verán surgir gracias a los esfuerzos de los servidores, de los pequeños seres de Cristo. La Nueva Barca no será del pasado, ella nacerá como un nuevo niño desde el vientre de Su Inmaculada Madre.
Muchos no entenderán ese misterio, y pocos sentirán el resplandor y la fuerza de su luz, la que proviene de la Barca de los nuevos rebaños. Estos son los congregados para la misión redentora, los que silenciosamente levantarán en alto la antorcha de la luz para mostrar al mundo el camino de la verdadera conversión.
Nadie quedará sin saber por dónde ir porque la Barca ya está navegando con los impulsos que recibe del predilecto fuego de la oración. Los curiosos querrán saber la esencia de ese gran alimento para el espíritu, pero por desconocerse a sí mismos verán tarde que todo comienza y termina en la oración del corazón.
Los obreros apresuran la obra del gran puente hacia el Gran Espíritu de Dios; el tiempo corre y las almas lentifican sus pasos hacia Dios. El Ave del Espíritu Santo anuncia una nueva llamada y solo la seguirán en vuelo los oídos atentos a la voz del corazón.
Una Nueva Humanidad despierta al sur del mundo. En el horizonte la Aurora despunta radiante para abrir el ciclo de la purificación. Todo el Universo confluye para que el Propósito Divino alcance su realidad en las consciencias dormidas.
Compasión para los que llorarán por haber despreciado la Instrucción del Cielo. La Voz del Gran Maestro seguirá resonando por un tiempo más, mientras Su Luz ilumina de amor el deslizar de la Nueva Barca.
Lo viejo será derrumbado porque los pilares no se basaron en vivir la Ley del Señor. Es hora de reconocer estos tiempos y de vivir en la Sabiduría del Señor.
Las puertas del Cielo se abren para acoger a todos aquellos que se han separado de Dios.
Penitencia para los soberbios.
Redención para los tímidos.
Misericordia para los que no se cansan de servir al Gran Señor.
La Estrella del Universo anunciará el gran momento para el mundo, mientras la Nueva Barca navega al sur; su pasar derriba con amor las estructuras que ya están vencidas. Nadie podrá oponerse a ella, porque está colmada por la Luz del Gran Rey Universal.
Reconozcan con fe todo lo que reciben en sus manos, porque para el esperado tiempo deberá existir un corazón arrepentido para que él sea curado por Dios.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Señales con el corazón.
Cristo Jesús, Maestro del Amor
Los Rayos Misericordiosos de Mi Corazón son vertidos principalmente sobre aquellos que más necesitan Mi Redención y Mi Compasión. Por eso todos los días Yo cuento con aquellos servidores que, dispuestos a todo, lanzan las redes para que otros también se salven.
Ustedes, Conmigo, viven en un tiempo diferente del que presencian día a día, porque el tiempo que irradia Mi Corazón sobre Mis seguidores es un tiempo que prepara, redime y adelanta los pasos de los que están menos preparados.
Busquen el tiempo de estar Conmigo, porque así Mi Corazón se servirá de la espontaneidad de los que, arriesgándolo todo, aman a aquellos que necesitan más de Mi Paz y Amor. Solo quiero que en este tiempo que viven Conmigo sean transmisores de Mi Voz y de Mi Palabra, de Mi Amor y de Mi Paz.
Eso es solo lo que Yo les pido porque, si así lo hacen, el mundo como totalidad se verá más aliviado y los corazones de todas las almas se liberarán del camino que los lleva al constante pecado y perdición.
Necesito, en Mi Tiempo Especial, de soldados neutros que puedan lidiar con la realidad de las consciencias que más necesitarán de ayuda en estos tiempos y que tienen como llave primordial el amor y la oración, porque el amor y la oración son un único camino inseparable; camino que sus consciencias deben fortalecer en el interior, así aprenderán a vivir Mis Leyes y corresponderán a las necesidades que Mi Padre les revelará momento a momento a cada una de las almas.
Lleven en su corazón un espíritu humilde y noble, que irradie verdaderamente lo que él es, porque los conozco muy bien y sé qué es lo que cada discípulo Mío necesita.
Sepan que los amo como son y los guío desde el corazón.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Después de haber orado durante un tiempo, vi abrirse al lado del altar de la sala de oración una puerta de luz que mostraba el Cielo; desde allí apareció Nuestro Señor como en el día de ayer, aunque hoy Su Faz estaba más próxima y resplandeciente.
Cuando Cristo Jesús apareció colocó Su Mano izquierda sobre Su Pecho y surgió desde dentro de Su Ser un Corazón rosado de mucha luz. Cuando el Corazón de Cristo se encendió, aparecieron en torno al Corazón doce estrellas doradas que se iluminaron al mismo tiempo. En ese momento dijo Jesús:
Mira, este es Mi Corazón Glorificado.
Luego, Él comenzó a transmitirnos:
Queridos Míos:
Prometo a aquellos que confíen en Mi Misericordia que no perecerán, que Me verán en el Cielo con Mi Faz de Gloria y que permanecerán Conmigo sirviendo por el bien de todas las almas de la humanidad.
Permitan que Mis Rayos entren en sus seres para que Mi Fuente pueda ser visible para aquellos que están ciegos y no Me ven, aun cuando Yo ya he pasado con amor y redención varias veces por sus vidas.
Sean Uno Conmigo, prometo salvarlos en Mi segunda Venida; pero ustedes deberán vivir las pruebas de la vida como una confirmación de fe absoluta en Mi Camino Redentor.
En el silencio los acompaño. En el silencio los escucho. En el silencio los observo y vigilo los pasos que cada oveja da hacia la Luz. No dejen que el mundo los envuelva; recen para que el mundo sea colmado por la fuente misericordiosa de redención.
Vuelvo por todos. Los espero a todos. Los aguardo a todos.
Den los pasos hacia Mí porque así Yo los podré sostener en este mundo. Vivan el Paraíso de Mi Corazón en sus corazones. Soy su amado Pastor del Amor.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar en sus corazones Mi último Llamado Redentor.
Cristo Jesús
Momentos más tarde Él nos dijo:
Quiero que pinten la imagen de Mi Faz Misericordiosa de la segunda Venida tal cual la han visto para que sea venerada por aquellos que, conociéndome nuevamente, Me encuentren como el verdadero refugio y alivio para la vida.
Prometo a quien contemple y lleve consigo esta Faz Gloriosa de Mi segunda Venida resguardarlo como Dios resguardó Mi Ser durante el flagelo del Calvario; y quien Me venere no sentirá los clavos que Yo llevé en la Cruz, sino rosas en el Altar del Trono de Mi Señor, el Dios Todopoderoso.
Y, en seguida, Él agregó:
Difundid Misericordia.
Vivid la Paz de la Nueva Era Redentora.
Y apareció de nuevo la imagen de la Faz Gloriosa de Cristo con el Corazón rodeado de doce estrellas. A los pies de ella estaba escrito:
“Difundid Misericordia.
Vivid la Paz de la Nueva Era Redentora”.
Queridos y amados hijos del Padre:
Todas las ofensas que se generan en el mundo son perdonadas día a día a través de la Insondable y Poderosa Divina Misericordia que brota como manantial desde el Sagrado Corazón de Jesús.
Por eso hoy, Mis pequeños, ustedes deben entregarse en la fe a ese infinito misterio de perdón y de reparación para los corazones que han caído en faltas que ofenden a Dios.
Para que el mundo y las almas alcancen la paz y la armonía universal, necesarias en este final de tiempo, Mi Hijo precisa de humildes y espontáneos soldados de la Misericordia.
Queridos hijos, el Rey Universal del Amor de Dios, Jesús Cristo, aguarda diariamente que nuevos soldados, a través de la oración, el servicio y la fraternidad puedan ser Sus instrumentos para que Su Misericordia se difunda por el mundo. Los corazones aún no han comprendido el verdadero misterio de los Rayos misericordiosos de Jesús; por eso, hoy los invito a difundir esta importante Gracia que Mi Hijo está derramando sobre el mundo entero.
Mis niños, en Su Dolorosa Pasión se irradiaron los más altos Estados de Amor que brotaron desde el Corazón herido de Jesús. Ahora, resucitado, Él los llama a la conversión de vuestras vidas y a beber de la propia Fuente de Cristo, la cual todo lo sana y todo lo cura.
Queridos hijos, es hora de despertar ante esa magnífica y esplendorosa Gracia de Redención y de Perdón a la que Mi Hijo los está llamando a ser partícipes.
Que vuestras vidas solo sean Misericordia. Que vuestros actos sean misericordiosos. Que vuestras palabras y pensamientos sean impregnados por la Divina Misericordia. Que el Fuego del Amor de Jesús los convierta en instrumentos de Su Insondable Misericordia.
Queridos hijos, ¡aún están a tiempo!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Niños, Yo los alzo en Mis brazos, al igual que lo hice con el Niño Jesús.
Queridos hijos:
Hoy los llevo a todos hacia el Corazón de Mi Hijo que, habiendo resucitado, viene desde Su Gloria a traerles Su Paz y Su Divina Misericordia. Así hoy, a través del espíritu de la oración, se estarán preparando para recibir los Rayos de la Misericordia, una fuente infinita que deben aceptar. También deben vivir en el amor a Mi Inmaculado Corazón.
Sus corazones deben convertirse en pequeñas flores para el Creador; de esta manera, Mis queridos hijos, sus vidas se volverán más pacíficas porque estarán en oración con Dios.
Hijos Míos, la misión primordial de Mi Inmaculado Corazón es rescatar a todos Mis hijos, más aún a aquellos que, ciegos, están muy lejos de Dios. Por eso, queridos hijos, aguardo que, desde cada uno de sus corazoncitos brote el manantial de la oración viva, verdadera y humilde que ayude al mundo de hoy.
Queridos hijos, quien camina con confianza por la vía de la oración estará junto a Mi Hijo, adorándolo y contemplándolo en simplicidad. Yo los quiero llevar cada día hacia el Corazón Prodigioso de Cristo porque así sus corazones estarán dentro del Reino de Dios aunque aún permanezcan en la Tierra.
Hoy los llamo a profundizar en Mis mensajes diarios porque allí encontrarán las llaves que el Señor, a través de Su Sierva Fiel, les está entregando.
Hijitos, aquellos que vivan Mi mensaje diario estarán en el camino cierto de la conversión. Sepan, queridos hijos, que la humanidad vive hoy el ciclo de su posible y total redención del corazón y de la vida. Por eso, vivan con el corazón la Gracia que los Cielos les están derramando.
Sean justos y simples.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más