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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A través de este encuentro de hoy, han retirado muchas espinas de Mi Corazón Inmaculado. Este Corazón ya no sangra de dolor o de sufrimiento por Sus hijos, aunque el mundo esté en oscuridad.
Hoy, este Corazón Inmaculado de la Santísima Madre de Dios se ilumina y se reenciende a través de las oraciones de Sus hijos, de todos los Hijos de María.
Pero este acontecimiento que hoy le sucede a Mi Corazón, misteriosamente no es solo por este momento que, en honestidad, han vivido Conmigo y a través de Mí con Dios, sino también por todos los momentos que han compartido Conmigo, en la oración del corazón, que han preparado este acontecimiento en lo más íntimo y profundo de Mi Corazón Maternal.
Sé que no comprenderán lo que esto significa. Por eso, hoy vengo a exponer Mi Corazón iluminado, como una demostración para Dios de la respuesta de Sus Criaturas en este mundo, de aquellos que promueven la paz y el bien en la humanidad, y que se unen a todos los hermanos de este planeta, más allá de la religión o de las creencias.
Porque el centro y la energía que une a toda la humanidad es el Amor de Dios, es algo que el mundo está perdiendo y es un compromiso de ustedes poder recuperarlo todos los días; primero a través de sus actos sinceros de amor con los que tienen a su lado o aun dentro de sus familias, porque ustedes saben en qué situación se encuentra la familia de la humanidad, sometida por las ideologías, hipnotizada por las tecnologías y puesta a prueba en cada momento de la vida.
Por eso, deben buscar por medio de la oración sincera y honesta, todos los días hasta que retorne Mi Amado Hijo, que sus familias sean esa célula espiritual que Dios necesita para este tiempo final.
Protejan de ustedes mismos los valores de la familia de esta humanidad, valores que en estos tiempos están siendo erradicados y extirpados por una supuesta libertad que viene de muchas personas de este mundo, engañadas por Mi enemigo, desviadas de su camino espiritual y de su Propósito.
Estas son las espinas que han retirado de Mi Corazón Maternal, a través de la oración de todos los Hijos de María. Así, Yo puedo contar con ustedes en cada tarea y pedido que el Padre Me hace para proteger Su Proyecto de la humanidad.
Y aunque todo en este mundo camina precipitadamente, solo les pido que se detengan y piensen. En este tiempo no decidan impulsivamente, no permitan que su mente los engañe y los confunda. Antes de todo, ingresen en el sagrado universo de la oración, como lo hacen en este momento y lo han hecho en otros momentos; porque así, no solo sus consciencias estarán unidas a lo Alto, a la Fuente que aún hoy muchos no buscan, sino también estarán protegidos y amparados por la sagrada energía espiritual de la oración.
Hoy, quisiera agradecer a la Orden Gracia Misericordia, a todos los colaboradores de los Centros Marianos que hacen el esfuerzo sincero y honesto de erguir los valores de la espiritualidad divina en la superficie de esta humanidad, a través de la vida oculta de los Centros Marianos, sagrados epicentros de Luz de la Jerarquía Espiritual, que espejan dones, atributos y Gracias en aquellos que los buscan.
Los pilares de esos Centros Marianos son Mis hijos. Un Centro de Gracia y de Misericordia no se puede sostener a sí mismo, sin la presencia constante de todos los Hijos de María.
Por eso, quiero decirles maternalmente que he tenido la dicha, en estos últimos años, de no solo ver concretarse a los Centros Marianos como Islas de Salvación, sino también de poder contemplar, con amor y alegría, cada momento de liturgia compartida en los Centros Marianos, cada ofrecimiento que fue hecho por cada uno de ustedes, más allá de sus purificaciones o de sus desiertos.
Aunque no lo parezca, todos los Centros Marianos y Santuarios del mundo fueron abiertos por Mí misma, para que las almas pudieran beber de la Fuente de la Cura y de la Reconciliación.
Por eso, les pido a los valientes guerreros y celadores de los Centros Marianos que nunca bajen los brazos. Cada día que pasa será más necesario y urgente, para las almas, la vida oculta de los Centros Marianos.
Deben permitir que la Fuente espiritual, que está abierta en cada Centro Mariano, nunca se cierre; porque, poco a poco, día tras día, semana tras semana, ustedes mismos han visto la gravedad de la sed de las almas que están lejos de Dios y que están en conflicto con el Amor Mayor. Por eso, su acogimiento, recibimiento, atención y, sobre todo, cariño con los peregrinos es algo que no se puede comprender en este tiempo.
Por eso, les pido ahora, que estén atentos a las señales que Yo enviaré a través de los corazones peregrinos, porque ellos también son Mis hijos, son Hijos de Dios que merecen la misma redención que ustedes están recibiendo, que necesitan estar delante de la Fuente de la Gracia, así como ustedes lo han estado muchas veces.
Vean lo que hacen las modernidades con Mis hijos. ¿Será que ustedes consiguen estar más unidos a Mí, a pesar de todo, así como la Jerarquía está unida y concentrada en Dios, delante de los infiernos más difíciles de este mundo?
No deben perder las oportunidades, Mis hijos, porque Mi tiempo con ustedes se está acabando y Mi Palabra no es en vano, porque Yo vengo como la Gran Mensajera de Dios, como el Gran Espejo del Amor del Padre, que viene a incluir y a acoger a todas las criaturas, más allá de sus deudas espirituales, porque es el Amor y la Gracia que convierten lo imposible en posible, que transfiguran la oscuridad en luz, que redimen la perdición en libertad.
Hoy, Me quiero recoger de aquí con este sentimiento vivido y compartido con todos los Hijos de María y, especialmente, con los celadores y guardianes de los Centros Marianos, porque en este momento tengo la dicha de contemplar nuevamente lo que cada Centro Mariano pudo expresar hasta el presente.
Yo más que necesitar de sus manos y sus brazos para servir a los Centros Marianos, necesito de su corazón, de un corazón amoroso y pacífico que algún día, tan solo con la presencia de Mis hijos guardianes de los Centros Marianos, puedan sacramentar y bendecir los espacios, así como su Madre Celeste sacramenta y bendice cada encuentro.
Para comprender en profundidad Mi Mensaje de Amor, volveré a consagrar, en este día especial, a nuevos Hijos de María, a los que invito a que se aproximen a este Altar para recibir Mi bendición.
Y mientras comienza a resonar la melodía de los Hijos de María, su Madre Celeste se prepara para que, a través de esta simple pero profunda consagración, Yo pueda volver a bendecir a todos Mis Hijos ya consagrados.
Los invito a colocar sus manos en señal de recepción, para que reciban de Mi Corazón las flores de Luz del Cielo que guardan los atributos más bellos de la Creación.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Pueden acercarse.
Hoy, quiero bendecir a estos hijos Míos, que llegan para vivir su consagración en esta fecha especial para Mi Corazón Inmaculado; en la que, todos los días 13 de marzo de cada año, Yo puedo presentar ante Dios los ofrecimientos, méritos, oraciones y súplicas de todos los Hijos de María.
Hoy, reúno aquí, a través de esta consagración, a diferentes naciones de Europa llamadas a vivir el tiempo de la redención por medio de los corazones que oran.
Yo los consagro y los bendigo, entregándoles Mi bendición y un beso de amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cantemos todos el Himno de la Consagración. Nos colocamos de pie.
Canción: Himno de los Hijos de María.
Vamos a cerrar este encuentro con la Madre de Dios, encuentro con ese Amor de Madre que no se cansa, que siempre se dona y que nos demuestra la inmensidad de Su Amor incansable, y que pacientemente nos renueva a todos en algo que es tan simple: Su Amor, profundo, maduro y maternal.
¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo vengo del Cielo, a este lugar, para reabrir las puertas de los corazones, de los corazones heridos, abandonados y olvidados.
Por esa razón, Yo estoy aquí, en esta noche, sobre este Centro Mariano y con cada uno de Mis hijos. Más allá de las distancias, Yo estoy con cada uno de ustedes y agradezco este momento en el que ustedes se reúnen Conmigo, uniendo Mi Corazón con sus corazones para que las Gracias del Padre, las promesas del Hijo y los impulsos del Espíritu Santo desciendan sobre la humanidad, sobre este planeta.
Les agradezco también, Mis amados hijos, en esta noche de Gracia y de Misericordia, cada oración que le han ofrecido a Mi Corazón y les prometo que cada una de sus intenciones, cada una de sus súplicas sinceras y honestas será colocada a los Pies del Creador, para que la Madre de Dios, y Madre de todos, pueda interceder por esta humanidad, como lo ha hecho en esta jornada, a través de este encuentro de oración, en los lugares más sufridos, en los espacios más oscuros, donde miles de almas no consiguen ver la Luz de Dios, donde miles de almas ya no creen en el Amor del Padre, porque les han quitado la fe, han borrado la esperanza en muchos corazones que viven los conflictos del mundo, las persecuciones de estos tiempos y las guerras.
Pero Mi esperanza por ustedes está firme, es una esperanza indisoluble, porque su Madre siempre vendrá a su encuentro a pesar de todo lo que suceda; porque cuando vengo a su encuentro, vengo a preparar sus corazones para el Retorno de Mi Hijo, un Retorno que está muy cerca, más cerca de lo que parece o de lo que piensan.
Por eso, por medio de sus oraciones, a través de su servicio, sigan propagando la fe y no solo fortaleciendo la fe en ustedes, sino también en sus hermanos, en aquellos que han dejado de creer en la Nueva Tierra, porque también la Nueva Tierra está muy cerca, está cerca de poder nacer en el corazón de los hombres y mujeres de la Tierra, en aquellos que siguen en simplicidad los Mandamientos de Dios y que no se olvidan de que a través de los Mandamientos podrán conocer las Leyes de Dios.
Les pido que hagan silencio, para que puedan escuchar la Palabra de Dios, una Palabra que no se desperdicia, un Mensaje que no se desvanece, un impulso que trae Mi Corazón para todas sus moradas, para todas sus esencias, con un propósito mayor de que ustedes sean conscientes y partícipes de la preparación del Retorno de Cristo, porque como Él les dijo, Él necesitará colocar sus Pies en los lugares que sean preparados para recibirlo; porque en esos lugares como este, Él volverá a traerles Su Palabra, no solo Su Palabra de Redención, sino también Su Palabra de Amor; porque cuando tan solo escuchen Su Voz y vean emerger las Palabras a través de Sus Labios, todo será transformado, todo será redimido.
No solo estoy aquí con la esperanza de que cada uno de ustedes Me acompañe en la reapertura de los Centros Marianos, sino también que Me acompañen en la tarea que Su Madre Celeste deberá realizar junto a Su Hijo en el hemisferio norte, incluyendo África.
Por eso, desde ahora, Mi Corazón llama a cada uno de ustedes a postularse para el servicio mayor. Sí, es eso lo que escuchan, postularse al servicio mayor es abrirse profundamente para caminar junto a la Jerarquía en los planes y en las metas que están propuestas para este ciclo.
Un plan que ya está pensado y está previsto, un plan preparatorio también para el Retorno de Mi Amado Hijo. Un plan que beneficiará a muchas consciencias, en especial a los más vulnerables y a los más descartados, no solo de África, sino también del mundo.
Por esa razón, Yo estoy aquí, para impulsarlos al apostolado. Mi Hijo Me lo ha pedido, Mi Hijo Me lo ha suplicado, porque en estos tiempos deben surgir los apóstoles del fin de los tiempos. Esto no es una filosofía ni tampoco es una teoría, debe ser una realidad para cada uno de ustedes: estar abiertos, disponibles e incondicionales para que, a pedido de la Madre de Dios, puedan estar donde sea necesario o donde sea más urgente.
Por esa razón los traje hasta lo alto de esta Colina; por esa razón, les pedí que hicieran un ofrecimiento en el Portal de la Paz, porque las flores que colocaron a Mis pies son Gracias que hoy derramaré sobre el mundo y, en especial, en aquellos lugares donde ya no existe la esperanza, la luz ni el amor.
Sé que no comprenderán todo lo que hoy les digo, pero no se preocupen, Mis hijos, que Mis Palabras resuenen en su mundo interior y que puedan acoger Mis Palabras con gratitud y con mucha alegría por todos aquellos que no pueden vivir la gratitud, por todos aquellos que no conocen la gratitud, por todos aquellos que no viven la alegría porque viven el sufrimiento y el caos.
Pero ustedes, en esta noche, en nombre de toda la humanidad y del planeta, están bajo Mi atmósfera de Gracia, dentro de Mi gran esfera de Luz, en donde existe el Propósito Creador de Dios; impulsos que Yo dejo en sus consciencias y en sus mundos internos con el fin de que se pueda dibujar, a través de sus vidas, la Voluntad del Padre, aquella Voluntad que ya tiene prevista para cada uno de ustedes y de sus hermanos.
Por eso, alégrense y sirvan sin condiciones ni reglas. Dónense al mundo para que el sufrimiento se pueda aliviar en muchos lugares.
Que sus pies sean pies peregrinos, que sus manos sean manos de servicio, de abnegación y de entrega incondicional, para que el Amor de Dios vuelva al mundo, en especial en aquellos espacios en donde se ha perdido el Amor.
Que ese Amor pueda llegar al principal Proyecto del Creador, que son las familias, porque muchas familias están divididas y separadas.
Todo este momento, es también por las familias del mundo, para que la alianza en las familias pueda existir en estos tiempos, y así se pueda gestar la Nueva Humanidad, que no estará sometida a estas condiciones actuales, sino que será una familia espiritual que podrá conocer la felicidad de Dios, aquella felicidad que Él les prometió desde el principio, desde Adán y Eva; una felicidad que fue sepultada por los pecados del mundo y por el mal.
Pero, ¡alégrense, hijos Míos!, porque la promesa de Mi Hijo está latente, la promesa del fin de su cautiverio, del cautiverio de esta humanidad.
Que, en esta noche, reciban la Gracia de estar en la Misericordia de Dios, para que puedan aprender y saber que la Misericordia de Dios es infinita e invencible, y que aquella alma o aquel corazón, que verdaderamente se arrepienta, conocerá la Misericordia de Dios en su corazón.
Esto era todo lo que hoy les quería decir. Sigan atentamente los pasos de los Sagrados Corazones. Nuestra promesa de volver a África está latente y aspiramos a que pueda suceder pronto, muy pronto; porque cuando eso suceda, Mis amados hijos, la puerta del amor y de la cura se abrirá para África.
Hoy, les agradezco por estar Conmigo y por haber hecho brillar a este Centro Mariano de Figueira. Una vez más, el Árbol Sagrado de Figueira les vuelve a otorgar los frutos de la Gracia de Dios, no solo a sus corazones, sino también a todos los corazones del mundo que, abiertos a Mi Amor, escuchan Mi llamado.
Les agradezco. Dios los bendice y los protege.
Bajo la autoridad que Él Me concedió, bajo la poderosa Luz de la Cruz de Emmanuel, a la cual, los invito a visitar después, para agradecerle a Dios Creador porque Su Misericordia es infinita y Su Amor es invencible.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Señora, vamos a cantar, para despedirla: “Bienaventurados los misericordiosos”.
Queridos hijos:
Como peregrinos de la vida, sigan la señal que les es indicada en su camino, la estrella que les marca el sendero hacia Mi Inmaculado Corazón, porque en Mi materno Corazón tienen una morada para regresar todas las veces que lo necesiten.
Este es el tiempo de que aprendan a vivir en Mi Corazón durante todo el tiempo que les sea posible. Así, hijos Míos, estarán amparados por la fuerza de Mi Amor, por el gran escudo celestial de Mi Corazón.
Mi Corazón es ese gran fuerte en donde podrán estar en vigilia, atentos a los acontecimientos de estos tiempos, disponibles y enteros para ingresar en el campo de la batalla espiritual; porque está llegando la hora de que Mis soldados entren al espacio de la adversidad para disipar Conmigo los asedios y para rescatar, a través de la oración, a los que quedaron perdidos espiritualmente.
Yo los necesito con una actitud diferente a la que adquirieron hasta ahora. Los necesito dentro del comando espiritual de Mi Hijo, así como los Ángeles de la Guarda, atentos y a la espera de la próxima convocatoria, porque en este tiempo final que se acerca todo está permitido y ustedes solo deben buscar la Luz del Corazón de Mi amado Hijo, la que brillará inconfundiblemente en las sombras de este mundo para que, como un puerto seguro, las almas puedan arribar a tierra firme.
Hijos, escuchen con atención, vivan Mis Palabras, practíquenlas, este es el tiempo desconocido del Armagedón, porque a pesar de la noche oscura, en nuestros Mensajes está la fortaleza para los débiles, el aliento para los desconsolados, la fe y la determinación para los tibios de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Guarda la Luz de Dios en tu corazón. Allí, ella reposará y trabajará silenciosamente hasta cumplir su propósito interior.
Guarda la Luz de Dios en tu corazón, para que ella alcance la meta dentro de ti. Esa Luz desciende para bendecirte y para renovarte.
La Luz de Dios es neutra pero muy compasiva. Su presencia regenera la vida y despierta el amor en el corazón humano.
Esa Luz, que proviene de Su Fuente, es una potentísima Gracia que llega para renovar la vida del alma orante.
La Luz de Dios llega para redimir tus células a través de la elevación interior de tu ser. Así, abrirás espacio para que esa poderosa Luz actúe y obre conforme con el propósito que ella tiene.
Deja que la Luz de Dios transforme tu ser y aquellos espacios dentro de ti a donde aún ninguna luz llegó.
Confía en el poder de la Luz de Dios y todo se convertirá.
Ella atrae las almas hacia la Fuente Divina.
Ella comulga con el corazón que vive el camino de la oración.
Es la Luz que ilumina el camino de los pies peregrinos.
Es la Luz que revela la verdad interior.
Es la Luz de Dios que despierta a la consciencia y la conduce al discernimiento.
La Luz de Dios interviene en momentos culminantes y en situaciones difíciles.
La Luz de Dios nunca se reduce o desaparece de este espacio-tiempo.
La Luz es omnipresente y su omnipresencia le permite ayudar a muchas almas que necesitan imperiosamente esa humilde Luz del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Y ahora, Mi Preciosa Sangre, plena de Códigos de Luz, se derrama sobre las entrañas más profundas de la consciencia de Alemania y de su pueblo.
La Divina Sangre de su Redentor, plena de los Códigos de Luz de vida, ingresa en los aspectos de la consciencia inferior de los hombres y mujeres de Alemania a fin de que, en el próximo tiempo, se cumpla el propósito espiritual de esta nación.
Por eso, compañeros, la Divina Sangre de Aquel que fue como un cordero llevado al matadero, porta un valor espiritual incalculable para que las almas de Alemania, por medio de esa piadosa Gracia, reciban los méritos que necesitan para dar pasos en el despertar de la consciencia y en la evolución individual y colectiva.
En este sentido, Mi propósito de llegar a la ciudad de Berlín es porque, hasta los días de hoy, ninguna consciencia consiguió generar la condición necesaria para contribuir a la liberación de todas las faltas cometidas en el último siglo XX.
Por esa razón, su Redentor congregará a los devotos y a los peregrinos para que lleven adelante la concreción de la aspiración de su Maestro y Señor de ver redimidas a las consciencias que ocasionaron el gran dolor en la humanidad y que hasta ahora nunca fueron perdonadas ni amadas por ningún ser de la Tierra.
El triunfo de Mi Sagrado Corazón en este tiempo se dará por la redención y por la conversión de los grandes líderes de las naciones, que al igual que Paulo de Tarso, recibirán el impacto de Mi Luz Celestial que los derrotará y los convertirá para siempre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
María, en este momento, aparece vestida de blanco, descalza, con la Luna a Sus pies y la Corona de Doce Estrellas.
En el centro de Su pecho aparece el símbolo de una gran Eucaristía, que tiene las letras JHS. En presencia de Nuestra Señora los espacios se estabilizan. Su energía de paz establece armonía y une este espacio y este lugar con la Fuente de Dios, por medio del trabajo de oración que fue realizado.
Nuestra Señora nos pidió transmitir primero Sus palabras para que la podamos acompañar en lo que Ella está haciendo en este momento.
Nos vamos a unir y a sintonizar con la presencia de María como la Madre de la Sagrada Eucaristía.
Queridos hijos:
Desde el Cielo, Yo les traigo la protección interior porque si están Conmigo, están con Dios y con Su Plan de Amor, el que a pesar de ser impredecible para los hombres, es un Plan que se realizará primero en los niveles de los mundos internos para después manifestarse en la superficie por medio de las almas y de los corazones que se redimirán en Cristo.
Yo les traigo esa seguridad interior porque sé que la necesitan para poder seguir confiando en Dios y en Su Presencia.
Es así que hoy les traigo el Sagrado Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo porque, como Sierva y Discípula del Señor, soy la primera que debe adorarlo y honrarlo, no solo por Su tarea y Su misión realizada en la Tierra, sino por Su gran Obra de Misericordia y de Gracia en el Universo y en la humanidad.
Yo les traigo, en este momento, un espacio del Reino de Lys en donde esa seguridad interior se expresa y se manifiesta por medio de los ángeles que allí están presentes y que trabajan con todas las almas peregrinas que llegan al Santuario de Fátima para reconocer, una y otra vez, a la Madre de Dios, a la vencedora y triunfadora sobre las tinieblas.
Este es el tiempo, hijos Míos, de aprender a vivir los momentos más difíciles de la humanidad porque así ayudarán a otros hijos Míos a hacerlo. Ayudarán y enseñarán a atravesar el fin de los tiempos sabiendo que, a pesar de que se presenten los tres días de oscuridad, sabrán cómo continuar porque quien está ante el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, está ante Dios y Su Presencia Celestial, Su Trono, Su Poder, Su Majestad.
Es así que, en el silencio de Mi Corazón, Yo les traigo la verdad de saber escuchar a Dios por medio de los Mensajeros Divinos, de poder confiar más allá de los acontecimientos o de los cambios. Yo les traigo la oportunidad de vivir el sacrificio por Mi Hijo, verdaderamente, y sin ilusiones ni imaginaciones.
Sé que es un paso muy grande para todos los servidores de Cristo, pero Dios necesita expresarse en estos momentos tan difíciles de la humanidad para que la consciencia humana aprenda a cambiar y a trascenderse, aprenda a buscar la reconciliación con Dios y nunca más alejarse de Él, de la Fuente de Su Amor y de Su Gracia.
Ante la Presencia del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo en Mi Corazón, Yo les traigo también la Sabiduría de Dios, sabiendo que en estos tiempos difíciles, grandes decisiones deberán ser tomadas para que la Obra de Mi Hijo se cumpla a pesar de las consciencias o de los cambios.
Sepan, hijos Míos, que nunca atravesaron un tiempo tan diferente de este, un tiempo tan impredecible, porque este es un tiempo en el que deben aprender a estar en Cristo y en el Amor de Mi Hijo para que, en esa unión perfecta con Él, se fortalezcan y sigan adelante cumpliendo con Su Plan y con Sus pedidos.
A través del Reino de Lys, Yo les traigo la Paz, la Paz del Ángel de Portugal, porque este fiel Mensajero de Dios en esta peregrinación está trabajando mucho para ayudar a los ángeles de las demás naciones de Europa que necesitan liberación y auxilio al igual que todos Mis hijos de este histórico y herido continente.
La Luz del Reino de Lys emerge como grandes esferas de consciencia en las que Jerarquías y ángeles de Luz se manifiestan en los planos internos, en los que ocurren grandes interferencias, para socorrer, auxiliar y aliviar a las almas, para reencender en los corazones la devoción y el amor a Dios, para traer la paz al mundo en los lugares donde ya no existe por ignorancia o por error.
Pero el triunfo de Mi Inmaculado Corazón se dará en situaciones límites, en momentos límites, en tiempos culminantes y decisivos.
Por eso, hijos Míos, Yo apelo a que puedan reconocer esos momentos, para que puedan estar atentos y vigilantes así como lo está su Madre Celeste ante la adversidad y ante la batalla espiritual de estos tiempos.
La Mano de Dios nunca se separará de ustedes si permiten que esté sobre ustedes todo el tiempo. Dios desea profundamente el amor y el bien a la humanidad, pero muchos no lo aceptan.
Para poder ver a Cristo en Su Segundo Retorno, cambios importantes deberán suceder en la humanidad y en el planeta, cambios que deberán comenzar en la consciencia para que se reflejen en las acciones, en los ejemplos y en los actos; sabiendo que un grupo como ustedes, al servicio de Mi Hijo, debe sostener lo que es imposible para una consciencia tridimensional y humana.
Pero la fuerza de Mi Inmaculado y Materno Corazón los impulsará a llevar adelante la antorcha de la paz que iluminará al mundo y, en consecuencia, traerá la Presencia de Cristo a la humanidad y a los corazones perdidos.
Sepan que no deberán sobrevivir en estos tiempos como muchos están sobreviviendo, de forma espiritual y material. Dios les da todo para que ustedes lo puedan dar todo. Dios no les reclama. Dios los espera y los escucha, los acoge en Su Corazón Eterno e Infinito. Dios les trae la Paz por medio de Sus Siervos celestiales.
Dios establece Su Misericordia en aquellos que escuchan Su llamado y no retroceden, porque este es el tiempo de conceder una gran cura para el planeta y para la humanidad. Es el tiempo de sostener lo que es insostenible y de amar lo que es imposible de amar, de comprender lo que es imposible de comprender. Es tiempo de considerar los valores que les ha dado la Jerarquía en cada momento y en cada etapa, porque así tendrán siempre una dirección, un camino, una luz en el horizonte en los tiempos de oscuridad.
Yo les traigo, por medio del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, la Fortaleza de Dios. Aquella misma Fortaleza que Mi Hijo necesitó en el momento culminante del Huerto Getsemaní cuando, en una profunda soledad y oscuridad, no dudó de Dios ni siquiera en un momento. Porque, a pesar de haber sido un hombre simple y humilde mantuvo Su fe en lo Alto, en la Voluntad más allá de comprenderla o de vivirla.
Por eso, Él es el Cristo y ustedes también lo pueden ser. Mi Hijo, en este tiempo, no solo dice palabras para alegrarlos o alentarlos. El Nuevo Cristo es aquel que imita a Mi Hijo en el ejemplo y en la vida interior aunque caiga y se levante muchas veces. Mi Hijo los impulsa a ser los Nuevos Cristos porque serán los apóstoles que defenderán y proclamarán Su Segundo Retorno a la humanidad en los cuatro puntos de la Tierra.
Hermanos, que hoy ustedes desconocen, proclamarán la venida del Redentor y se cumplirá la profecía que está escrita en la Biblia: “La Mujer vestida de Sol llegará de nuevo a la Tierra con la Luna a Sus pies y la Corona de Luz en Su cabeza, anunciando el advenimiento del Redentor, del Salvador, del Maestro entre los maestros, de aquel que triunfó en el Amor y en la Verdad”.
Sean uno en Cristo en cada momento, en cada circunstancia, bajo cualquier situación o experiencia. Así, Él estará entre ustedes y ustedes estarán en Él. Así, Él cumplirá Sus Prodigios y manifestará Sus Gracias a los que las necesitan hace mucho tiempo.
Yo les ofrezco el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo como una puerta para su redención y su entrega a Dios. Mi Gracia Maternal será su fortaleza y su consuelo en los momentos difíciles.
Tengan fe en lo que les digo y oren por las causas de Dios, para que se cumpla Su Voluntad y en la Tierra se realice Su Plan de Amor.
Les agradezco por escucharme.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy el mundo entero, pero especialmente el Santuario de Fátima, por medio de todos los peregrinos recuerda que la humanidad tiene Madre. Una Madre que silenciosamente intercede sin cansancio ni demora por la humanidad. Una Madre que desde el principio e incondicionalmente aceptó entregar a Su Hijo para ser la Madre de la humanidad.
Hoy Fátima se enciende como un sol a través del Amor de María Santísima. Las almas recuerdan a la Madre del eterno cariño, a la Madre que les da la Paz, a la Madre que les desea profundamente el bien y les ofrece Su Corazón de Madre como refugio y amparo ante cualquier adversidad.
He aquí, ante ustedes, a la Madre de Dios y a la Abogada de todos los condenados espiritualmente. He aquí a su Madre, la Madre del Universo y de la humanidad; la Madre que los acoge, la Madre que los entiende y que les concede, por medio de Su entrega, el perdón y la reconciliación de Dios.
Recuerden bien este día 13 de mayo, el que hasta los días de hoy permanece vivo como si fuera la primera vez que la Madre de Jesús descendió del Cielo para ampararlos y entregarles la Paz.
Ustedes nada más necesitan, criaturas de Dios, porque tienen Madre, y la Madre del Cielo es lo más importante de sus vidas.
Aprécienla, respétenla, escúchenla y ámenla como Ella lo hace silenciosamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este día especial, en el que los peregrinos y devotos del mundo recuerdan la primera aparición de la Divina Señora en Fátima, que de la misma forma, desde hoy y para siempre, Mis hijos de Sicilia recuerden esta amorosa visita de su Madre Celeste al sur de Italia.
Por amor e inmensa Misericordia, hijos Míos, he llegado a través del grupo peregrino hasta Sicilia para que este pueblo alcance la Piedad de Dios y el Perdón de Mi Hijo Jesucristo, sabiendo que su pueblo fue testigo, y sigue siéndolo, de acontecimientos de la vida social y humana que no cumplen los Mandamientos de Dios, inclusive dentro de la Iglesia.
Por eso, hijos Míos, como Madre de la Gracia me aproximo a ustedes para que sientan Mi Amor maternal y escuchen atentamente Mis palabras, a fin de que perciban que este encuentro de hoy es único y que dependerá de todos Mis hijos de Sicilia que el mismo se vuelva a repetir.
Todos ustedes, hijos de Sicilia, saben que están muy necesitados de amor, de perdón y especialmente de penitencia. Porque por medio del ejercicio de estos atributos en la vida diaria, ustedes alcanzarán la Gracia Divina para que a través del camino de la conversión se vuelvan dignos hijos de Dios.
En este tiempo, hijos, todo es posible. Si sus esfuerzos e interés por cambiar sus hábitos y modos de vida fuesen verdaderos y no aparentes, le demostrarán al Universo que ese urgente cambio de la consciencia sucederá y que, amorosamente, serán protegidos por los Brazos de Dios.
Vengo hasta Sicilia para que la forma de vida que hoy llevan pueda cambiar y que sus corazones arrepentidos puedan ser tocados por la divina Misericordia de Dios.
Como Madre me presento, como en otros lugares del mundo, para darles una advertencia. Y esa advertencia es que aún están a tiempo de poder vivir ese cambio de vida y de consciencia para que no solo ustedes, hijos Míos, sean permeados por los Divinos Atributos, sino también sus familias y conocidos sean ayudados por el Amor de Dios.
Este cambio que hoy les pido, como Madre, no es un cambio religioso ni se refiere a una conversión hacia alguna institución. Yo les hablo, hijos, del cambio de la forma de vida que desde décadas llevan adelante y sé que comprenderán de lo que les hablo.
Ustedes, Mis hijos, deben vivir un cambio espiritual e íntimo, entre ustedes y Dios, para que las puertas de la redención no se cierren antes de tiempo.
Hijos de Sicilia, viviendo su conversión, vivirán su esperada redención y Mi Hijo los tendrá en cuenta para que, redimidos y perdonados, sean parte de Su rebaño de Amor y de Luz.
Les pido, escuchen Mi llamado, sientan Mi Corazón. Vengo hacia ustedes como una Madre que los ama y que espera verlos inmersos en la Luz y en el Bien.
¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy como el agua que sacia toda la sed interior, quien viene a Mí nunca sentirá sed y siempre estará colmado por Mi Manantial.
Soy el agua que sacia toda la sed interior, Soy quien proporciona la luz superior para las almas. Todos los que se dirigen a Mí recibirán lo que necesitan. Siempre atenderé todo lo que Me pidan, porque, para Mí, las almas y su salvación están primero.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien socorre al corazón que suplica y que clama por el Señor.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien escucha al espíritu sufrido, Soy quien lo alivia en su momento de mayor dolor.
Soy todo lo que tú creas que Soy, porque provengo de una Fuente infinita y hacia esa Fuente elevo a todos los que llaman por Mi Nombre.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy el Pastor, pero también Soy el Peregrino. Soy el motivo de tu vida y la razón de tu existir.
Yo Soy el que Soy.
¡Les agradezco por saciar su sed interior en Mí!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Serie – Manifestación de Aurora – Parte IX
Para la convivencia grupal y el despertar espiritual de los peregrinos, algún día deberá expresarse el área Redención 4.
Será un área para las familias que se consagraron al camino del espíritu, pero, al mismo tiempo, será un área que recibirá a los peregrinos que llegan al Centro Mariano para compartir las liturgias y los encuentros de oración.
Redención 4 también expresará, en una parte de su área, la convivencia con los Reinos Vegetal y Animal. Esa convivencia de las familias con los Reinos Menores también será una oportunidad para poder servirlos y así aliviar su sufrimiento y entregarles el amor del corazón. Esa área reunirá a las familias que se irán postulando para vivir una vida diferente a la que ofrece el mundo.
Redención 4 también será un lugar acogedor en donde los niños tendrán como base a la escuela alternativa Parque Tibetano, una experiencia de educación que en otras Comunidades-Luz enriqueció y formó al espíritu de los más pequeños. Redención 4 contará además con un área dedicada al deporte con el fin de que los niños y las familias tengan una mejor calidad de vida.
En este sentido, Redención 4 ofrecerá un espacio más afín al grado de evolución de cada ser humano. Las familias tendrán el apoyo de las actividades de servicio a los Reinos de la Naturaleza, la educación primaria y secundaria, a través de la Escuela Parque Tibetano, como también un área dedicada a la educación física para optimizar la calidad de vida a través de la recreación para los niños.
Esta área será de pasaje y, a medida que las familias vayan madurando y vayan confirmando su compromiso con el Plan, como familia, podrán, como miembros de la Comunidad, ir asumiendo otras áreas y otros sectores de la vida grupal comunitaria.
Redención 4 también dedicará un sector para recibir a los peregrinos de pasaje, los que en toda el área de Aurora, no tienen donde poder hospedarse.
Sería un objetivo bien claro para las familias de la Red-Luz trabajar en conjunto con otras familias para manifestar Redención 4, ese espacio, dentro de la Obra de Amor, que las familias necesitan para poder encontrar un lugar donde vivir y también compartir como miembros de la Comunidad.
Este es otro compromiso y ofrecimiento de la Jerarquía Espiritual para las familias que en los últimos tiempos demostraron cambios internos y a las que, en la actualidad, el mundo, en su totalidad, les afecta y necesitan encontrar un espacio para poder servir mejor a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Serie – Manifestación de Aurora – Parte VIII
Cada uno de ustedes, como colaboradores y servidores de la Obra Divina, deberán solidarizarse con los medios de transporte de Aurora.
Será fundamental contar con nuevos transportes y, especialmente, con un ómnibus que permita responder a las necesidades básicas de la Comunidad-Luz de forma diaria, y que también sirva de apoyo para los momentos de encuentros.
Para eso, Redención 1 deberá designar una parte de su área para la construcción de un taller mecánico que sea acorde con la necesidad de mantenimiento del ómnibus, el que será donado con la ayuda de todos. El taller mecánico de Redención 1 también podrá tener un espacio para el mantenimiento de los demás transportes.
Como la Comunidad de Aurora depende de pocos medios de transporte para realizar muchos traslados, será necesario que todos los servidores de la Obra respondan y solucionen de manera inmediata esta necesidad.
El sector de transportes deberá fundarse dentro de la Comunidad de Aurora, ya que este mismo sector servirá de apoyo para el desplazamiento de los peregrinos hacia el Centro Mariano.
Esta reorganización del transporte demandará que algunos miembros de la Comunidad-Luz se formen académicamente en mecánica y en electro electrónica, para que la propia Comunidad pueda contar con más herramientas de conocimiento al momento de realizar los mantenimientos.
En este sentido, toda la Comunidad de Aurora, sin excepción, deberá ser educada en el cuidado, en el mantenimiento, en la limpieza y, principalmente, en la consciencia al respecto de todos los medios de transporte.
El transporte de una Comunidad-Luz refleja y representa el estado de consciencia que la Comunidad adquirió a través de los años. Por esa razón, el esfuerzo de parte de todos para con los cuidados de los medios de transporte será importante; porque en un transporte roto no está el Plan de la Jerarquía.
Será necesario que todos apliquen la fórmula del amor en la consciencia y también la atención en lo que se usa para trasladarse.
En este año 2019, la Red-Luz, como pilar fundamental de la Jerarquía, tendrá la meta de manifestar el primero de tres ómnibus para la Comunidad de Aurora. Esa respuesta ayudará a la aproximación de nuevos corazones a la Obra.
El transporte reformulará en Aurora la forma de convivencia de la Comunidad con la Ley de la Manifestación.
Desde ahora les entrego este desafío para ser concretado hasta antes del mes de abril de 2019.
¡Les agradezco por apoyar en la concreción del Plan!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Serie – Manifestación de Aurora – Parte VII
A través de la integración promovida por una reunión entre la Comunidad-Luz de Aurora, la comunidad local y los organismos públicos se debe plantear un proyecto para el mejoramiento de los accesos y de los caminos hacia el Centro Mariano de Aurora, algo que también beneficiará a los demás pobladores de la zona, teniendo presente la tarea importante de sustentación espiritual que este Centro cumple en la actualidad.
Por esa razón, dadas las necesidades de este tiempo, las mejoras en los accesos y en los caminos de la zona ayudarán a incluir de una mejor manera al Centro Mariano de Aurora dentro del ámbito local y espiritual de la región.
Este proyecto de la mejora de los caminos también exigirá una mejor canalización de las aguas, así como un refuerzo de las estructuras de los puentes y de los demás elementos para ordenar más a la región.
Las mejoras en los caminos también demandarán que los colaboradores de la Obra estén más presentes en Aurora con la intención de poder llevar adelante algunas jornadas de trabajo en la limpieza de los caminos y de los accesos que conducen hasta el Centro Mariano.
Por eso, será necesario organizar una agenda de encuentros entre todos los colaboradores del Uruguay, de la Argentina, del Paraguay y del Brasil para que ellos den el primer impulso, demostrando a los pobladores de la zona que es posible mejorar las condiciones y la calidad de vida manteniendo una relación equilibrada con el ecosistema.
Esa organización básica estimulará a los pobladores a donarse, en servicio, para mantener en armonía los espacios en donde frecuentemente viven. Para ello podrán disponer de sus propias herramientas de trabajo para colaborar en las mejoras de los caminos.
Será necesario mantenerse firme en el propósito para que esas metas se cumplan y no se queden sin resolver. Por eso será importante que los coordinadores de las áreas de la Comunidad-Luz de Aurora convoquen a una asamblea zonal y regional junto a los organismos municipales, con la intención de que la región de San Mauricio sea considerada como un espacio que necesita de una mejor organización territorial y, así, ella sea contemplada como una región con movimiento internacional dada la presencia de los peregrinos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Peregrino es aquel que, conociendo sus miserias e imperfecciones y, por encima de todo, siendo consciente de las necesidades del mundo, sabe que solo en Dios encontrará la cura para sus males y el alivio para este mundo.
Peregrino es aquel que, aun sin saber, escucha la voz de su alma y va al encuentro del Padre en los lugares sagrados que Él bendijo y consagró como Fuentes de Vida para todos los seres.
Peregrino es aquel que, siendo simple de corazón, sabe que su morada no está en este mundo, sino en el Corazón de Dios, en su origen celestial de donde surgió toda la vida.
Peregrino es aquel que llega rendido a la Casa del Padre y permite que su corazón no solo beba de las Fuentes de Paz que el Creador abrió para el mundo, sino que también se dispone a ser portador de esa paz para los que la necesitan.
Peregrino es aquel que camina en dirección a Dios y, a cada paso, vacía su corazón un poco más, para que, al estar delante de Dios, encuentre un espacio en su interior para que el Padre deposite allí los dones y las dádivas que el peregrino debe llevarle al mundo.
Sean peregrinos en este tiempo, portadores y sembradores de la nueva vida. Busquen en las Fuentes de los Centros Marianos las gracias que el mundo necesita y distribuyan esas gracias en su caminar.
Hoy bendigo la Casa del Peregrino y la consagro para que aquí aprendan a ser peregrinos.
Que los que lleguen a este lugar reciban de Dios Su Misericordia, Su Paz y Sus Gracias, y que, saliendo de aquí, sientan en sus corazones la aspiración y la necesidad de que muchas otras almas puedan recibir lo que ustedes recibieron.
Sean peregrinos, sembradores y multiplicadores de las Gracias de Dios. Dejen que las Gracias del Padre los transformen y, a través de ustedes, transformen el mundo.
Abro aquí, por Voluntad del Padre Creador, una Fuente inagotable de Su Paz y de Su Gracia que fluirá a través de este altar hacia todos los corazones que, con fe, lleguen aquí para beber de esta Fuente.
Recuerden siempre que peregrino es aquel que llega a los lugares sagrados no solo para buscar algo para sí, sino para llevarle al mundo lo que él verdaderamente necesita.
Las almas están muriendo en vida, pereciendo por la sed de Dios, porque no lo conocen y no lo buscan, no perciben Su Presencia. Por eso, hijos, sean peregrinos de Mi Casto Corazón y llévenle al mundo el despertar, las Gracias de Dios, Su Misericordia y Su Presencia. Eso se dará por medio de los ejemplos de sus corazones.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Su Madre Celeste, junto a Sus hijos peregrinos, camina dando pasos de luz hacia las tierras del Brasil, a fin de que Yo pueda estar más cerca de todos Mis hijos brasileros en este momento en que el destino del país se definirá por el discernimiento y la elección de los hijos de Dios.
Por esa razón, Su Madre Celeste ya se encuentra en vigilia y en oración para estas próximas horas, y todo el Amor que le tengo al pueblo brasilero lo derramo inagotablemente sobre las esencias que están y que estarán en oración Conmigo.
Hijos Míos, en esta hora, uno Mi Rosario de Luz a los rosarios de todos Mis hijos orantes y con maternal gratitud escucho las voces de los que pronuncian al Cielo las oraciones del Ave María.
Mis ángeles, en este momento, trabajan de manera incansable para poder recoger todas las intenciones sinceras y las oraciones de los que, por amor, le piden al Padre Celestial por el Brasil.
Así, Me uno a cada corazón sincero y en los planos internos rezamos juntos por el establecimiento de una soberana paz.
¡Les agradezco a todos los que se unen a la Madre de Dios por el bien y por la justicia en el Brasil!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El verdadero recibimiento de los peregrinos de Dios comienza abriéndoles el corazón para sentir su necesidad interior y su súplica.
El recibimiento de los peregrinos representa acoger a esa parte de la humanidad que, a pesar de las circunstancias, de tiempo en tiempo aspira a alcanzar la vivencia de la Sagrada Voluntad de Dios.
Por eso, así como recibes al peregrino es como recibes interiormente al Señor Jesús.
Cada gesto compartido con el peregrino, cada oración realizada en nombre del amor y de una ardiente aspiración, representan una puerta de Misericordia que se abre para aliviar un profundo y antiguo dolor.
El recibimiento de los peregrinos, dentro de la misión de los Centros Marianos, es una de las principales tareas de cura planetaria para el fin de los tiempos.
El recibimiento de los peregrinos representa esa posibilidad que cada servidor tiene de dar lo mejor de sí, más allá del lugar, de la situación o de la nación que provengan.
Recibir a los peregrinos en los Centros Marianos es como recibir a Jesús y encontrarlo en la expresión de la fe, del dolor y del sufrimiento de cada hermano.
La tarea de los que acogen a los peregrinos siempre será dar amor para sembrar la cura y el perdón interior, tan necesarios para estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Comunidad de María - Parte 2
Queridos hijos:
La Comunidad de María Santísima deberá ser conocida en el mundo, porque ella, con espíritu de fraternidad, se unirá a todas las demás comunidades cristianas ya existentes.
Lo que Dios Me ha pedido concebir en la manifestación de la Comunidad de María es algo muy especial para Mí. Por eso, hijos, todo lo que pueda ser gestado espiritualmente dentro de ustedes ayudará a que la manifestación de dicha Comunidad acontezca.
La Comunidad de María albergará a las almas peregrinas, así ellas tendrán un lugar en donde puedan reposar después de sus peregrinaciones a los Centros Marianos manifestados por la Obra de su Madre Celeste.
Pero lo más importante, hijos, será el espíritu de hospitalidad y de cordialidad, atributos que harán florecer en las almas el verdadero sentimiento de pertenencia y de participación en la Obra redentora de los Mensajeros Divinos.
El acogimiento de los peregrinos deberá ser para ustedes, hijos, como el recibimiento de Cristo en las puertas de sus casas.
La Casa del Peregrino, la cual deberá ser ampliada para atender las necesidades de los próximos tiempos, es la referencia de que el trabajo con la humanidad y el mundo aún deberá despuntar como misión principal de todos.
Será de esa forma, hijos, que la Obra de los Mensajeros Divinos se cumplirá en la vida de cada ser, existiendo el amoroso acogimiento y acompañamiento de los peregrinos del mundo, así como de los servidores principiantes que se donarán a su Madre Celeste. De esa manera se llevarán adelante los Designios de Dios.
La Comunidad de María será el preámbulo para todo lo que llegará después.
Por eso, hijos, el espíritu de hospitalidad y amor, principalmente de los residentes de las Comunidades, superará las formas de vida, las propias creencias y las ideas de lo que tal vez sería lo mejor.
Con todo el amor del Universo vengo en este día de oración para presentarles y anunciarles una nueva fase del trabajo que sucederá dentro de la Obra de Paz de los Mensajeros Divinos.
La Comunidad no impondrá órdenes, exigencias ni trabajos excesivos a las almas que despiertan. Será el principio del orden y del ceremonial el que motivará a las almas a abandonar sus hábitos y modos de vida para pasar a adoptar nuevos valores que no serán rígidos, sino espontáneos y que despertarán a su debido tiempo, aceptando el momento espiritual e interior de cada alma. Porque, hijos, si viven estos principios dentro de ustedes, estarán libres de juicios de valor.
Por eso, la Comunidad de María será un espejo de las primeras comunidades cristianas que, bajo la compañía de su Madre Celeste, fueron fundadas en Jerusalén y en la región de Galilea, Cesarea y Cafarnaúm, luego de la Ascensión de Nuestro Señor.
En este tiempo, hijos, la Comunidad de María llegará como impulso del Cielo para despertar los talentos en los que duermen y así reconstruir el espíritu de esta humanidad.
La Comunidad de María estará guiada por la Orden fundada por Mi Hijo, y la vida sacramental y orante serán los pilares de la misma.
La Comunidad de María intentará espejar los mismos atributos de vida que vivieron las primeras comunidades cristianas.
¡Les agradezco por ayudarme a llevar adelante este proyecto Conmigo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Comunidad de María
Queridos hijos:
Es con alegría suprema que hoy su Madre Celeste anuncia la manifestación de Su Comunidad mariana, la que estará integrada dentro de las Comunidades existentes y acogerá a todas las almas que recién dan sus primeros pasos en la consagración a Dios y a Su Divino Plan.
La razón por la cual su Madre Celeste manifestará la Comunidad de María es para que aquellas almas que recién despiertan, puedan recibir el acompañamiento y el amor que necesitan para seguir caminando en la concreción del Plan del Creador.
Esta Comunidad no será diferente a las demás, y en su regazo de amor recibirá a los hermanos que vienen del mundo y que necesitan cuidados e instrucciones especiales.
La Comunidad de María será el corazón de su Madre Celeste, el punto central tanto para los peregrinos, como para los primeros servidores que nacen en estos tiempos al despertar de la vida espiritual.
Será una comunidad misericordiosa, simple, ordenada y verdadera.
Será una comunidad que acompañará y se adaptará a la realidad interior y material de cada ser.
Así como su Madre aceptó a la humanidad como hijos Suyos, la Comunidad espiritual de María, de una manera compasiva y considerada, acogerá con alegría y amor del corazón a todas las almas que estarán ingresando al servicio primario del Plan de Dios y a la Obra de los Mensajeros Divinos.
Hijos, es así que ya estamos en otros tiempos y será fundamental percibir y ver la realidad planetaria; eso ayudará a que las demás Comunidades-Luz ya fundadas, puedan seguir respondiendo a las necesidades de estos tiempos y no queden estacionadas en su propio tiempo o entendimiento.
Es hora de abrir aún más las puertas del corazón, así como su Madre del Cielo les entrega Su Corazón para que puedan vivir en él, todo el tiempo.
Eso es lo que deseo de todos Mis servidores ya formados, que puedan acoger y recibir a los que llegan, con inmenso amor y no con rechazo.
Es hora de que las agraciadas Comunidades-Luz ya fundadas cumplan la misión principal que por su existencia vinieron a cumplir.
Si esos cambios fueran acompañados por todos con confianza y sin recelos, eso ayudará mucho para que su Madre Celeste pueda seguir congregando almas tan diferentes a ustedes, las que también merecen el consuelo y la Misericordia de Dios.
La Comunidad de María no hará diferencia; al contrario, hijos, la Comunidad de María llegará y se manifestará ante sus vidas y corazones para que comprendan y crean que ya estamos en otro ciclo.
Dichosos serán los que confíen en Mis designios, porque nunca carecerán de sabiduría.
La Comunidad espiritual de María es el regalo de Dios para la vida planetaria, vida que en estos tiempos, por sus propias acciones y por los errores humanos, pierde diariamente los códigos de la cristificación.
Por eso, la Comunidad de María llegará para guiar y atender a las almas que nunca aprendieron a servir a Dios, pero que en este tiempo despertarán al llamado interior de Mi Materno Corazón.
Que la Comunidad de María sea la aspiración sincera de los que creen en Dios.
¡Les agradezco por escucharme de corazón!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como el Eterno Peregrino, voy buscando almas que abnegadamente Me quieran seguir, no solo para conocer la vida del espíritu, sino también para vivir y cumplir Mi Divina Voluntad.
Por eso Soy el Eterno Peregrino, Soy Aquel que espera, día a día, a las almas que deberán definir sus vidas para seguir Mis pasos por toda la eternidad; a fin de que la Obra Sagrada del Padre, el Divino Propósito de la Creación, se manifieste finalmente en las consciencias de este mundo.
Así, seguiré peregrinando y llamando a la puerta de los corazones, para que en esta larga travesía acompañen a su Maestro y Señor en esta misión osada del fin de los tiempos, para tornar este planeta un verdadero Sagrario de Luz, lleno de almas buenas y nobles que amen mucho más que lo que Yo amé en el pasado, que Me puedan superar en el amor, así como en el servicio a los demás.
He aquí el Eterno Peregrino, el que llama a las ovejas por su nombre para que sigan a su Pastor hacia las tierras de la abundancia espiritual y de la riqueza del alma, para que algún día encuentren el camino de la verdadera libertad, librándose para siempre de las prisiones de estos tiempos.
Así como el Eterno Peregrino llama a las ovejas por su nombre, también llama a los corazones para que, arrepentidos, alcancen la concepción interior del Espíritu Redentor, del Espíritu de Cristo, que siempre les dará la nueva Vida.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Soy la Señora del Camino y con Mis pasos acompaño el caminar de los peregrinos de Dios.
Soy la Señora del Camino y con la Luz de Mi Corazón ilumino los senderos de los devotos de Cristo.
Soy la Señora del Camino y con los ángeles protejo el caminar de los que se entregan a Dios.
Soy la Señora del Camino y con Mi Manto protejo del peligro a todos los que viajan e invocan Mi protección.
Soy la Señora del Camino y con Mi Mirada contemplo y acompaño los pasos de los discípulos de Cristo.
Soy la Señora del Camino y con Mi Rosario rezo para que todos los seguidores de Cristo se mantengan dentro del camino de la fe y del servicio a los más necesitados.
Soy la Señora del Camino y con Mi Espíritu elevo a las almas hacia los caminos del Reino de Dios, para que ellas siempre vean la Luz del Propósito.
Soy la Señora del Camino y con Mis Pies piso a la traicionera serpiente, para que Mis hijos no sean desviados del Camino de Dios.
Soy la Señora del Camino y cuido, a los que Me piden, del camino de su consagración.
Soy la Señora del Camino y Mi Amor está presente en los caminos de todos los orantes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo en este ciclo para descalzar las sandalias de Mis discípulos y, al igual que en el pasado, lavaré los pies de todos los Míos, purificándolos con Mi Fuego, sublimándolos con Mi Consciencia, retirando de cada uno de ellos lo que no Me sirve más.
Por eso, cuando les toque el lava-pies, prepárense, porque será la hora de la gran rendición y de la victoriosa derrota. Ese será el momento en el que serán más purificados e ingresarán dentro de la corriente de Mi Fuego, para poder expurgar lo que ya está vencido y viejo.
Así, Yo los mantendré preparados para Mi retorno, sobre todo para la última parte de la Obra que deberá cumplirse al pie de la Sagrada Escritura de Dios.
Si ya están sintiendo que dentro de ustedes se está removiendo la gran resistencia interior y que ella hace lo imposible para no ser derrotada, les digo: no tengan miedo, el fin del cautiverio humano está próximo y conocerán la libertad.
Por más que duela perder el control de todo, el quererlo todo o el ansiarlo todo, ríndanse a Mis Pies, porque como Buen Pastor estaré incansablemente a su lado para levantarlos del suelo de sus amarguras y penas, cuantas veces sea necesario.
Lo único que les pido es que confíen en Mí, porque a pesar de la temible tormenta o tempestad que puedan estar atravesando en este tiempo, sepan que Mi Sagrado Espíritu del Amor siempre está allí, a la espera de que Me llamen, a la espera de que Me invoquen, para que Yo tenga el permiso interior de interceder.
No bajen los brazos, el Universo necesita de discípulos despojados de sí y de todo. El Universo necesita de almas capaces de vivir, más allá de sí, la Divina e Insondable Misericordia por los que en verdad son más miserables y están dentro de esta humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro del Amor, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más