MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

¿Llevarán Conmigo el estandarte de la paz?

¿Ayudarán a difundir Mi mensaje en el mundo?

Queridos hijos, ustedes, a través de la oración del corazón, podrán ser Mis mensajeros, los que comuniquen a todos lo que Mis palabras dictan día a día para sus corazones. Muchos son Mis soldados marianos de la oración, los ejércitos del Padre en la Tierra. Pero para seguir en este servicio al Creador del Todo, ustedes, en los grupos de oración, siempre deberán renovarse en el ejercicio de la oración del corazón.

Hoy los invito a vivir en la instrucción del único y omnipotente Señor que está en los Cielos; que Él sea para ustedes la sabia y bondadosa paternidad que tantos hijos buscan en el espíritu.

Mi Inmaculado Corazón los quiere llevar a conocer y a sentir la grandeza que existe al estar en el Señor y cómo todos ustedes pueden ser colmados por Sus Prodigios y Su Misericordia. Pero antes, hijos míos, cada uno de ustedes debe repararse en el Señor para que el corazón viva el perdón prometido por Mi Hijo Jesús.

Sepan, queridos hijos, que Cristo, el Redentor del Mundo, está atento a la voz de todas las súplicas. Ellas deberán ser verdaderas delante de los ojos de Mi Hijo para que Él les indique el camino. Y así podrán proseguir en Dios, porque vuestras almas deben permanecer, a través de la oración, en el océano infinito de la Misericordia para que sus errores y dolores sean liberados poco a poco.

Ustedes, queridos hijos, representan para los Cielos diamantes preciosos que, pulidos y transformados por la oración, deben estar próximos de las Manos de Dios para que Él los coloque como Luz en el universo. Muchos de Mis hijos son diamantes preciosos que aún no están pulidos y que pierden la intensidad de su propio brillo interior.

Por eso, queridos hijos, la oración por todos los hijos colabora para que también las almas sean reparadas por Mis Manos Maternales y por los Rayos que brotan constantemente de Jesús.

Gracias por responder a Mi llamado.

En oración divina por todos,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad