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Queridos y apreciados hijos:
Mientras la humanidad atraviesa su más profunda noche oscura y muchos ya no consiguen ver la Luz en sus caminos, Yo los llamo a tener gratitud por todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras las muertes y los exterminios dilaceran el Corazón de Dios por los inocentes y, principalmente, por los niños que mueren; Yo los llamo, hijos, a valorar en lo más profundo todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras muchos de Mis hijos sustituyen la vida de la familia, del amor y de la unidad por las modernidades; Yo los llamo, hijos, a reverenciar todas las instrucciones y enseñanzas que recibieron.
Mientras el mundo, en su mayor parte, vive desastres de la naturaleza porque no escucha el dolor de la Madre Tierra y muchos hijos pierden todo lo que les costó construir en su vida entera; Yo los llamo, hijos, a agradecer día y noche que aún tengan una casa donde poder vivir y reposar, una Comunidad en donde poder estar sin preocuparse de tener que trabajar para sobrevivir.
Mientras el hambre, la enfermedad y el destierro forzado golpean a millones de hijos en el mundo; Yo los llamo, hijos, a conscientizarse de la Ley de la Providencia y de la Manifestación.
Queridos hijos, en la desigualdad que vive el mundo, Yo los llamo a ser iguales.
En los excesos y las ambiciones que viven las almas, Yo los invito a la austeridad equilibrada.
En la falta de diálogo y en el agravamiento de la violencia en el mundo; Yo los llamo al diálogo, a la escucha y al respeto del prójimo.
En la ceguera espiritual en la que muchos están sumergidos y en la resistencia que muchos sostienen, inclusive los que dicen seguir Nuestros Pasos; Yo los llamo a la apertura del corazón y al arrepentimiento.
Si ustedes, hijos, consideran al menos cada una de Mis Palabras; Yo les aseguro que Me ayudarán a que el mundo recupere la paz y la comunión con la Ley.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día vengo del Cielo y, estando aún sobre el Estado de San Pablo, espero que los corazones de todos Mis hijos se conmuevan, para que en ellos despierte algún día el espíritu de la caridad, de la cooperación y del bien.
En este, Mi amado Brasil, encuentro corazones y vidas altamente devotas, que pueden verdaderamente contribuir con Mi Plan de salvación en el mundo.
Es por esa razón, queridos hijos, que su Madre Celeste estará en vigilia y oración durante el mes de octubre sobre la ciudad de San Pablo, así como lo estuve durante toda la Agonía, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Mi Hijo, pero esta vez estaré arrodillada esperando que algunas consciencias despierten y tengan en cuenta la importancia de colaborar con esta misión de paz a Centroamérica y México.
¿Por qué, queridos hijos, Yo les manifiesto esto?
No es una amenaza ni tampoco una presión mayor que les impongo, es una realidad que va más allá de su entendimiento y de sus consciencias, intento aproximarlos todos los días a Mi plan de corredención, que se establece a través del comando celestial de Cristo.
Espero que durante este mes de octubre, en donde celebraremos a la Aparecida, la Patrona del Brasil, Mis pequeños hijos consigan con determinación y fe aceptar este llamado a la colaboración fraterna y mutua con los Planes divinos de su Santísima Madre.
Mi Amado Hijo se prepara desde el Cielo para descender y para realizar una importante tarea en todo el Estado de San Pablo.
Es por esa causa que, desde este instante, su Madre Celeste los prepara para ese momento para que sus corazones y no sus mentes estén receptivos a las Palabras sagradas de Cristo.
Necesito en estos días que sus vidas sacrifiquen algo para que Mi Plan se cumpla. Invito a los hijos de María consagrados con el manto celeste a que realicen ese ejercicio de sacrificio y de austeridad por el planeta y por el Santísimo Hijo del Universo.
Agradeceré desde ahora su más sincero esfuerzo.
¡Les agradezco por acompañarme en la realización de Mi obra de paz para el mundo!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando un corazón simple pero verdadero responde al llamado del Cielo, en el plano espiritual de la humanidad entera se establece un canal de luz y de correspondencia con el Reino Celestial. Es de esa forma, queridos hijos que, a través de los corazones simples que Me responden, puedo disipar las corrientes del mal y apartarlas de Mis hijos más perdidos.
Cuando un corazón simple responde, una nueva Ley actúa sobre la consciencia y lo que antes parecía ser muy difícil de trascender se vuelve posible, y las puertas a la nueva vida se abren para que el corazón pueda retomar su tarea. Por eso, queridos hijos, tengan un corazón simple; para tenerlo deben trabajar mucho la humildad que los llevará a encontrar el camino más simple de todos.
Simplicidad, queridos hijos, no significa austeridad extrema, abandono o desprolijidad, un corazón simple debe reflejar transparencia, ritmo y ceremonia interior con el propio ritmo que el Universo le va mostrando. Es la falta de simplicidad la que lleva a las guerras y a los conflictos.
Queridos hijos, sean simples de corazón así como lo fue Juan incluso cuando estuvo a los pies de la Cruz; un ser que contaba con la Madre Celestial para nutrirse de la maternidad, del amor y de la sabiduría.
Si el mundo fuera verdaderamente simple y más inocente, nada malo sucedería en este tiempo.
Los invito en esta hora a que sean portadores de una simplicidad que los lleve, de corazón, a ver las verdaderas necesidades de todas las almas y del planeta. En esa simplicidad de corazón conquistarán su humildad y redención ante Vuestro Maestro y Pastor.
Que los simples y puros de corazón entren al Reino de los Cielos para adorar la Gloria de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más