APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Alemania necesita reconsagrarse a Mi Inmaculado Corazón, para que pueda recibir más Gracias de las que hoy Yo les traigo. Pero hoy llevaré al Cielo y en Mi Corazón, el soplo de Amor de Mis hijos, que es lo que Me hace volver al mundo, una y otra vez.

Por eso Yo estoy aquí, hijos Míos, para que el soplo del amor de sus corazones llegue no solamente a Alemania, sino también a los lugares que más necesitan del Amor de Dios.

Es este Amor tan profundo y verdadero el que redimirá sus corazones y vidas, que los llevará a comprender los Misterios de Dios, para que algún día aprendan a cumplir Su Voluntad.

Hoy he sentido ese amor de sus corazones, de cada corazón presente, que Me ha confesado su amor por  Mi Corazón Inmaculado.

Deseo, hijos Míos, que siempre recuerden esto, porque es lo que disolverá aún más los errores que Alemania cometió en el pasado. Es este amor el que los llevará a amar aún más al Universo, para que algún día sean partícipes de todo lo que se guarda en la esencia de la vida universal.

Es este amor el que los llevará a amarlo todo de forma incondicional, el que los despertará al servicio por los más necesitados; porque la mayor razón del servicio aquí, en Alemania,  es por los que sufren espiritualmente, a pesar de tenerlo todo y  de nunca faltarles nada.

El sufrimiento espiritual aunque no les parezca, hijos Míos, es más fuerte que el sufrimiento material y humano, porque no hay nada que lo pueda disolver, sino el Amor de Dios, que una y otra vez debe surgir desde sus esencias para que este Amor colme sus vidas y espíritus, y así, colme al planeta, que tanto necesita del Amor de Dios para poder seguir adelante en estos tiempos definitivos.

Hoy, las leyes de la transmutación han actuado de forma diferente, porque primero donaron el amor de sus corazones y se entregaron a una voluntad desconocida e invencible.

Es esta Voluntad Divina e Infinita que está basada en el Amor de Dios, la que Me ha traído aquí, a Alemania, para traer a sus corazones lo renovador y lo nuevo, para que desde sus familias y pueblos aprendan los nuevos valores de la espiritualidad, basados en los atributos que Mi Corazón Inmaculado les ofrece para estos tiempos.

Por medio del camino del servicio y de la oración, hijos Míos, por medio de la comunión con Cristo y de la confesión diaria de sus corazones al Supremo Creador, es en donde encontrarán las llaves para poder transformarlo todo, porque aprenderán a vivir, hijos Míos, la espiritualidad que Dios había pensado desde el principio para Alemania y Europa.

Por eso hoy, hijos Míos, comienza un nuevo ciclo y sus corazones son partícipes de esa Gracia que hoy les traigo; Gracia que los intentará llevar aún más al despertar y a tomar consciencia de todo lo que Dios necesita para este tiempo y su humanidad.

Hijos Míos, la tarea aquí en Alemania recién ha comenzado; la tierra ha sido preparada; el Pastor la ha sembrado y la Madre Naturaleza la ha regado para que broten aquí nuevos principios de hermandad y de luz que ayudarán a disolver el pasado y a curar a los corazones de todo sufrimiento.

Por eso, hijos Míos, primero deben creer en el amor que hay en ustedes y dentro de ustedes. Ábranse a descubrir dentro de ustedes el Universo del Amor de Dios y la oración será el pilar fundamental en sus vidas para poder encontrarlo. Porque con esa comunicación diaria con el Cielo, sus Ángeles de la Guarda los ayudarán a encontrar el camino del amor, para finalmente encontrar el camino de la verdad que tanto necesitan saber y comprender a través de lo que sucede en sus vidas, día a día.

Por eso, hoy no solo Yo les extiendo Mi Mano para que se tomen fuerte, hijos Míos, para que no solo podamos unir el Cielo y la Tierra, el Universo de Dios y las almas, sino que también Yo les ofrezco Mi Corazón maternal para que por medio del fuego de Mi Espíritu, nuevos Dones puedan ingresar en ustedes en este momento y esto se expanda más allá de sus vidas y de su nación. Porque quien viva el llamado de la Madre Celestial, aprenderá a vivir la Voluntad de Dios en estos tiempos difíciles.

Por eso los invito a gestar entre ustedes, hijos de Alemania, esa unidad inquebrantable que ayudará a promover la Paz en los mundos internos y que traerá renovación a sus vidas y a todo su pueblo.

Hoy estoy aquí, ante ustedes, como la Señora del Santísimo Rosario para invitarlos a que por medio de su consagración en este día, la oración grupal sea la tónica para sus vidas; oración que puede curar niveles profundos de las almas de Alemania que aún están sufriendo las consecuencias del pasado y del presente.

Hoy Me ofrezco a ustedes como la Madre de la oración, para que ingresen a Mi escuela eterna, para que junto a los Ángeles del Cielo formen esta nueva escuela de oración, que en niveles tan silenciosos y profundos no solo podrá transformar Alemania, sino también a Europa, que tanto lo necesita.

Con esta respuesta que Me han dado su corazones para vivir la consagración de hoy, y también por aquellos que han venido de otras naciones para consagrarse, deseo, hijos Míos, que puedan percibir el fuego de su fe, que a pesar de ser desconocido, debe siempre llevarlos a concretar la Voluntad de Dios en sus vidas y en las naciones a las cuales pertenecen.

Este es Mi Mensaje para ustedes, hijos Míos. Deseo que sean embajadores de la paz y que promuevan la paz con acciones buenas, con acciones fraternas, con acciones pacíficas, que puedan renovar sus consciencias y a todos los que reciban ese servicio por parte de ustedes.

El mayor servicio espiritual de los grupos de oración de Alemania, será la ayuda, por medio de la oración y de la invocación a la Divina Misericordia de Mi Hijo, para todos aquellos hijos Míos que necesitan recibir una oportunidad en este tiempo final.

Hoy Me iré de aquí, hijos Míos, finalizando y cumpliendo una Misión, la que han vivido junto Conmigo en estos dos últimos meses y en la que todos fueron llevados a colaborar por amor y hermandad, para que Europa recibiera las Gracias que tanto necesitaba

Aún hay mucho trabajo por hacer, hijos Míos. Bélgica y Dinamarca también esperan por Mi ayuda algún día, así como Rusia, que necesita de mucha Misericordia.

Pero si los pilares de los grupos de oración se funden primero en Europa Oriental y Occidental, crearán las condiciones necesarias, hijos Míos, para que la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos llegue a aquellos lugares del mundo que también necesitan de Misericordia.

Desde ahora hijos Míos, nos estamos preparando para ese momento, así como también para llevar la paz y el amor que ustedes han recibido, hacia Asia y Oceanía. 

En este momento, ante la Iglesia Celestial de Cristo, que se abre desde el Universo Espiritual, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Virgen de Schoenstatt, la Señora del Santísimo Rosario, invita a Sus hijos que hoy se consagrarán, a que se aproximen a este altar bendecido por Cristo para vivir este momento importante de consagración de sus almas a Mi Inmaculado Corazón.

Que a partir de este momento comience a escucharse el himno de su consagración.

Ustedes, hijos Míos, han definido ante Mi Corazón Inmaculado, formar parte de este primer ejército para Alemania, que también unirá a Austria y a Suiza, en esa triangulación divina y especial, por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y San José, los que a partir de este momento, en nombre de Dios y de Su Divino e Invencible Proyecto, se han ofrecido a esas tres naciones para llevar adelante un momento importante de conversión y de redención de esta parte de la humanidad, formando alegres y jubilosos grupos de oración que puedan llevar en sus corazones el amor que hoy les entregaré, para siempre.

Los hijos que hoy se consagrarán coloquen sus manos en señal de recepción.

Como Virgen de Schoenstatt y Señora del Santísimo Rosario, reciban de Mi Corazón Maternal esta Gracia que tanto han esperado en sus vidas, a fin de que esta Gracia se multiplique y llegue a los corazones que más sufren, por medio de su compromiso en esta vida de consagración al servicio de la oración por la humanidad.

Que el Señor derrame sobre ustedes Sus Dones y que los haga partícipes de Su Misericordia.

Que el Señor siempre les haga sentir Su confianza y plenitud, a fin de que miles de almas en Alemania reciban el impulso de despertar, por medio de su devoción y dedicación a la vida de la oración, a fin de que el Santo Rosario, poderosa arma contra el mal, se infunda en sus corazones y en el mundo, y renueve los tiempos en este planeta.

Pueden colocar sus manos sobre el corazón y agradecer a Dios por este día de consagración al Materno e Inmaculado Corazón de María.

Recuerden que siempre los escucharé; que siempre como Madre y Sierva de Dios escucharé sus oraciones, las que especialmente surgirán en este tiempo desde Alemania, Austria y Suiza.

Hoy los consagro como familia espiritual para que los Tres Sagrados Corazones estén presentes en ustedes y sus naciones.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy llevarán estas rosas que estoy consagrando, como el testimonio de Mi Amor por ustedes, de un Amor eterno e invencible, de un Amor que comprende y acepta, de un Amor que no cuestiona, que no juzga. De un Amor de Mi Corazón que abraza, que cura y que redime, porque es Dios a través de Mi Corazón en sus vidas, para siempre.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que la Paz siempre se encuentre aquí, en Alemania.

Que así sea.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Madre Santísima reúne en este tiempo a los que se autoconvocaron para servir al Plan de Dios.

Por otro lado, Mi Madre busca la redención del mayor número posible de consciencias, las que aún no dieron ningún paso, pero que están en el momento y en la energía para poder hacerlo.

Es así que, a través de la Obra de redención del Divino Hijo, quien no lo pueda hacer será impulsado a dar el salto significativo de su vida.

Llegó el momento de abrazar el llamado y de hacerlo parte de sí, todos los días. Eso ayudará a elevar la consciencia de los servidores, para que, al final de todo, sean colaboradores incondicionales y se lo demuestren al mundo como una parte de la Victoria de Cristo.

En este tiempo todo será conducido a fin de que nazcan en la Tierra los Nuevos Cristos, los que poblarán el planeta con nuevas enseñanzas y experiencias de amor.

¡Les agradezco por colocar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Cuando la unidad se establece entre los corazones, se puede manifestar el Propósito; y aún más, cuando el amor verdadero está presente, ese propósito o esa misión se puede concretar efectivamente.

Es así, hijos Míos, que los llamo para que todos los días y más allá de ustedes, prevalezca la unidad de propósito, porque eso permitirá que la raza humana todavía siga siendo trabajada y ayudada a fin de que se establezca, por encima de todo, el Plan del Creador.

En estos tiempos, esa unidad y ese amor inquebrantable entre los seres de las naciones del mundo serán los que permitirán generar, en la humanidad, un afluente de nuevas e importantes posibilidades de redención y de perdón.

Cuando por alguna causa pierdan la visión del Propósito y de su unidad, recuerden lo que hoy les digo, porque así sabrán que siempre deberán renovarse por medio de cada nueva convocatoria.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y REINA DEL VERBO DIVINO, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo duerme un sueño profundo de ilusión, Yo los llamo al verdadero despertar.

Mientras muchos ven que se abren los infiernos y arden en el fuego del eterno sufrimiento, Yo vengo a mostrarles el Reino de los Cielos y les entrego llaves simples que los conducen a la Eternidad de Dios.

Mientras el mundo demanda esfuerzos de los seres humanos para vencer en la competencia con el prójimo, Yo les pido que luchen para vencerse a sí mismos y para ser derrotados por el Poder de Mi Hijo.

Mientras el mundo les pide que sufran para adquirir bienes materiales y que entreguen hasta la última gota de sudor de vuestros rostros para construir el propio reinado material, Yo vengo del Cielo para decirles que nada de lo que acumulen en este mundo ingresará en Mi Reino y aquel que quiera seguir Mis pasos deberá despojarse de todo y dejar para la vida de ilusión lo que de ella proviene y solamente a ella pertenece.

Yo vengo al mundo para cambiar las leyes y reformar los conceptos humanos. Vengo como Reina del Cielo, como Madre y Señora de la Creación, para colocarlos otra vez en el camino que los lleva a la Consciencia de Dios.

Estoy aquí para hacer que desaprendan, que mueran para el mundo y renazcan para la vida del espíritu. Pero muchos prefieren seguir aferrados a la propia voluntad y a sus tendencias que seguir la Voz de Dios, manifestada en la Tierra por medio de Sus Mensajeros.

Muchos creen que están siguiendo el camino dictado por Dios por el simple hecho de escuchar Mi voz y Yo vengo para decirles que mientras no vivan Mis palabras, no estarán recorriendo ningún camino y se estarán engañando a sí mismos al estar ante Mi presencia, creyendo que es suficiente con venir a Mi encuentro.

Hijos, hoy les digo que, a lo largo de la historia de la humanidad, muchos estuvieron delante Mío, pero la imperiosa necesidad de seguir las propias aspiraciones fue mayor que la voluntad de seguir Mis pasos. E incluso hoy, después de tantos siglos de existencia, la humanidad sigue corriendo el riesgo de no cumplir con los Planes de Dios y la mayoría de los hombres no teme perder su evolución, porque ni siquiera reconoce la existencia de este camino evolutivo.

Con todo esto, les quiero decir que no solo espero verlos delante Mío, porque eso no es suficiente. ¿De qué sirve venir a Mi encuentro si después de algunos minutos nuevamente están sumergidos en las energías de este mundo y no son capaces de elegir la fraternidad antes que la competencia, la comprensión antes que la ira, el amor y el perdón antes que la indignación?

Vivir Mis palabras, Mis amados, no es realizar grandes obras heroicas de sacrificio y conversión.

Quiero verlos eligiendo el camino de Dios, cuando el adversario intente convencerlos para que sigan sus pasos de disociación. Quiero verlos diciendo "no" a las ilusiones de este mundo y "sí" al cumplimiento de los Planes de Dios. Quiero encontrarlos buscando con todas sus fuerzas el camino de la Luz, siendo un faro para los que habitan en la oscuridad y no cayéndose en los mismos abismos que sus semejantes.

Mi voz no resonará en el mundo por mucho tiempo. Dios Me pide que anuncie a los seres la llegada de los tiempos de transición, momento en que la humanidad deberá elegir, por si sola, seguir los Planes de Dios y no los propios. Solo será en ese momento, cuando el poder del amor por el Creador sea más grande que las fuerzas del caos en el propio interior, que Su Hijo cruzará los Cielos y descenderá de las nubes, anunciando Su victoria definitiva.

Mis amados, no jueguen más con el camino de la evolución, porque no hay más tiempo. Es tiempo de que se definan.

Yo los amo, los guio y los despierto a la manifestación de los Planes del Altísimo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Verbo Divino

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos,

Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las lenguas, de todos los seres. Toda la Creación de Dios proviene de Mi sagrado vientre materno. En Mí se gestan todas las criaturas; a través de Mí nacen y renacen los seres, los mundos, los universos. En Mi Corazón amparo y guardo mucho más que todas las almas; en Mi Corazón Inmaculado recibo y acojo a todas las criaturas de todos los reinos de este universo bendito y sagrado.

Mis amados, podrán preguntarse por qué tantas veces Me presento a ustedes y en Mis palabras digo quien soy. Digo estas cosas porque Dios Me pidió que la humanidad reconozca, en el final de los tiempos, la Fuente Creadora Femenina, el Materno Corazón de Dios que cuida todo lo que Él creó.

Tantas veces les dije “Yo soy”, porque la humanidad no Me conoce y por no conocerme verdaderamente, no Me busca y no procura Mi auxilio, ante todas las dificultades de la vida.

Mis queridos, Me presento a ustedes como la Madre de Cristo Jesús, porque así es. Mi Hijo es Omnipresente y está en todo. Su Consciencia Sacratísima hoy reina en toda la creación y, así como soy Su Madre, soy la Madre de todo lo que existe.

Les pido que reciban Mis palabras en vuestros corazones, porque solo allí podrán comprender lo que les digo. Aquel que no abra el corazón jamás podrá descubrir los misterios celestiales y aquel que no penetre esos misterios no podrá jamás encontrar la verdadera Fuente Universal que es la Consciencia de Dios Padre.

Mis palabras intentan conducirlos a la verdad, pero la humanidad está muy separada de la realidad superior y pocos se abren para profundizar en algo que no comprenden y que no aceptan, por estar tan distante de lo que viven en este mundo.

Mis amados, Mi presencia los invita a una total transformación de la vida y del corazón. Muchos no Me aceptan porque tienen miedo de perderse en la profundidad de Mis palabras y, hoy les digo, aquel que profundiza en la presencia de los Mensajeros Divinos y busca incansablemente comprender, sentir y vivir Nuestras palabras, no se reconocerá en poco tiempo y puede ser que no se encuentre como hoy es, porque dejará de vivir y de ser una ilusión, para expresar lo que es en esencia y en verdad.

Mis amados, les digo todo esto, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, Dios Me envió a la Tierra para conducir a los hombres, pero ahora, los campanarios celestiales están sonando y anunciando que el tiempo de vivir en la ilusión y en la ignorancia está terminando y Yo, como la Madre de todas las almas y de todos los seres que soy, decidí lanzarme a los abismos del planeta y entregar el Oro de la Verdad para aquellos que siempre se encontraron en la oscuridad de la ignorancia.

Y aunque sepa que muchos podrán cerrarme las puertas de su corazón para siempre, por no creer en lo que les digo o por no querer vivir la transformación para la cual los llamo, jamás desistiré, porque también sé que muchos Me entregarán la vida y harán de esta entrega el motivo de conversión y de despertar de muchas otras almas.

Quiero decirles en este día, Mis queridos, que no mediré esfuerzos para sacarlos del sueño en el que viven, que todo haré para verlos despiertos, conocedores de la Verdad y de la manifestación viva de la Voluntad de Dios.

Que Mis palabras hoy lleguen a lo profundo de vuestros corazones y los impulsen para dar un paso definitivo. Las almas esperan la definición de vuestros corazones para encontrar un ejemplo palpable que seguir.

Yo los amo y los espero atentos, vigilantes e incansables en esta larga trayectoria.

Paz para la humanidad.

Yo los bendigo.

Vuestra madre, María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BRASILIA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS  

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Agradezco, en esta noche, a todos los que respondieron a Mi llamado. Esto tiene un importante mérito en el Cielo, desde el momento en que ustedes retornen a la Casa de Dios.

Como Madre de las Américas, vengo a traer paz a este continente. Uno a pueblos, razas y orígenes; y creo, en estos tiempos, la nueva cultura sobre la faz de la Tierra, los Nuevos Cristos que despierten al llamado redentor.

Por eso, queridos hijos, como Madre de Brasilia, vengo a pedirles algo muy importante, sigan rezando todos los días, Mi Inmaculado Corazón escucha sus ofertas.

Yo vengo, en este tiempo final, a desatar los nudos de la consciencia, a liberar las amarras de los caminos de Mis hijos; por eso, corto con Mi espada todos los acontecimientos del mal.

Yo solo les pido, queridos hijos, que no se olviden, en esta era final, de unirse a Mi Corazón Inmaculado. Mi Corazón Inmaculado será su eterna casa, en donde estarán protegidos de ustedes mismos y del mundo.

Yo vengo, en esta era final, a pedirles cosas simples, porque ya fueron realizados muchos milagros a lo largo de los siglos. Mi Hijo dio testimonio de Su Presencia a lo largo de los tiempos y, a Su pedido, Yo también lo di.

Por eso, queridos hijos, abran sus corazones. Abran sus corazones para escuchar la Voluntad de Dios, así podrán salir de las cosas superficiales, su sufrimiento se calmará y nacerá la cura en sus espíritus, porque serán consecuentes Conmigo en la oración y Yo podré seguir intercediendo por todos ustedes.

Como ya les dije hoy, Yo necesito almas despiertas y dispuestas, que puedan escuchar la Voz de Dios en este tiempo. Por eso, Mi Espíritu Inmaculado recorre las naciones para demostrarles que ustedes son una única raza, son la nueva civilización crística que debe nacer. Por eso, escuchen sus corazones, calmen sus mentes y pensamientos para que la Energía Divina pueda fluir en ustedes y el Espíritu Santo les pueda demostrar cuánto hay que hacer en estos tiempos tan delicados.

No solo necesito de sus oraciones, sino también de su disposición inmediata. Yo necesito encender en ustedes las estrellas de la Confederación, aquellas que aguardan brillar como soles sobre la faz de la Tierra.

Queridos hijos, Yo vengo a pedido de Cristo a despertarlos. En tiempos pasados muy pocos escucharon Mi llamado. Yo vengo, en esta era, a renovar las cosas en nombre de Cristo; pero para que esto suceda, hijos amados, ustedes deben dar el primer paso hacia Mí, después todo acontecerá como está previsto en el Cielo.   

Yo vengo a evitar cosas gigantes en este mundo; así como lo hice en Fátima, en Medjugorje, en Lourdes y en otros puntos de la Tierra que ustedes no conocen.

A lo largo de los siglos, vengo anunciando el importante llamado por la paz; pero como la copa está tan llena, hay algo que se debe hacer, queridos hijos; antes de que se termine de derramar por entero, ustedes deben despertar a tiempo. Todo se puede revertir a través de una buena y sana actitud.

Yo vengo a abrir sus corazones, a consagrar sus templos internos en una unión predilecta con Dios Padre.

Queridos hijos, Yo les aseguro que, en el final de estos tiempos, recordarán Mis Palabras, todo lo que Yo les estoy diciendo en esta noche y, ¿qué harán en esa hora tan difícil?

Yo vengo a socorrerlos y a auxiliarlos. Vengo como Madre de toda la humanidad para interceder por todos Mis hijos, ¿qué más necesitan para poder dar el paso? 

Aquellos que aún Me siguen se esfuerzan demasiado, pero Yo necesito de muchas manos más que puedan trabajar Conmigo para el Retorno de Cristo. Yo necesito entregarles, en lo profundo de sus corazones, las señales visibles de la Venida de Cristo; para poder identificarlo y no engañarse ante todos los falsos que surgirán.

Mi Hijo es único y glorificado. Su Corazón Sagrado es inconfundible. Yo vengo en nombre de Cristo a ofertarles el Corazón Sacratísimo de Jesús. Están a tiempo de poder consagrarse a Su Corazón; así podrán estar protegidos de las cosas que sucederán, porque cuando todo acontezca, queridos hijos, Yo estaré de nuevo en el Cielo, acompañándolos con la fuerza de Mi oración.

Estos descensos que Yo hago a la Tierra, manifestando Mi Consciencia universal y maternal, son únicos y determinantes en este ciclo final.

Vengo a entregarles aquello que Yo aprendí en el universo. Necesito que se fusionen como un solo grupo de almas, que entre ustedes ya no existan las mentiras y las indiferencias, el ego o el error. Curen sus corazones a través de Mi Corazón, sientan Mi llama de Paz en sus vidas. Yo necesito su fervor y devoción para que la Paz que existe en el Cielo descienda a la Tierra.

Mi único Propósito, queridos amados, es cumplir el Plan de Dios sobre la Tierra a través de sus vidas, de sus familias y de todos sus seres queridos. Así, Me ayudarán, queridos hijos, a que el mundo alcance la paz. 

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque este Portal de Paz en esta noche se abrió sobre esta ciudad para disolver toda la oscuridad que está tan arraigada en este suelo. 

Pero, para que Mi Luz pueda penetrar en los abismos y disolver la potestad del enemigo en los corazones humanos, necesito el permiso de sus corazones, necesito que almas despiertas equilibren a las almas que hoy están adormecidas; y, más que eso, hijos Míos, que soldados marianos equilibren a aquellos de Mis hijos que se perdieron en el camino y que no están dormidos, sino que conscientemente son soldados de la oscuridad.

En esta noche, hijos Míos, Mis Ángeles y Arcángeles descienden a este mundo. Sus espadas de Luz cortan los lazos con el mal, pero, para que estas espadas atraviesen sus vidas y los desvinculen de la oscuridad, definitivamente, necesito de su sí, de un sí verdadero y definitivo, de almas que se entregan a la Voluntad Superior.

Vengo a este mundo para realizar verdaderos milagros espirituales en la vida de todas las criaturas.

Hijos Míos, Mi Corazón penetra en los abismos y en la desesperación de esta Tierra, y no existe lugar en este mundo en donde Mi Luz no pueda ingresar. Sí, existen lugares a los que el corazón humano no Me permite llegar, pero si una de sus almas se entrega verdaderamente a Dios, el Señor Me dará permiso para que Mi Reinado se expanda en este mundo.

Porque, Mis queridos, Mis ojos contemplan el planeta desde Mi Reino y oro permanentemente, porque observo que las almas de este mundo sufren tanto cada día.

Hoy, los llamo a que puedan salir un poco de sus pequeñas vidas para que, a través de la oración del corazón, sean instrumentos de Dios y auxilien al Creador para que, a través de Su Sierva, pueda rescatar a las almas que tanto caen en los abismos de este planeta.

Veo desde los Cielos, hijos Míos, que en todo instante una consciencia se pierde en el mundo, que la oscuridad está queriendo tomar el Reinado de Mi Paz, pero es posible que eso no suceda; es posible, Mis queridos, que aprendan a través del Amor y no del sufrimiento, que vean al mundo desmoronarse delante de sus ojos, pero que sus corazones estén dentro del Corazón de Dios, y nada que esté fuera de este Sacratísimo Corazón los perturbará. 

Mis queridos, quiero que despierten en esta noche a una Vida Superior, porque Mi Presencia Divina viene a abrir sus corazones y sus consciencias para que ya no duerman más el sueño de las ilusiones de este mundo. Eleven sus aspiraciones a Mi Corazón, porque hoy Mis brazos están abiertos para recibir a cada una de sus necesidades. Escucho sus súplicas y sé el motivo por el cual cada uno de sus corazones vino a Mi encuentro.

En esta noche, les digo que aquellos que verdaderamente se decidan a ser soldados de Mi ejército, que no se preocupen más con sus angustias y aflicciones porque, al entregarse al Corazón de Dios, la Luz de Mi Reino Celestial disolverá todas esas angustias y las transformará en fuente de inspiración divina, en una voluntad que sus almas sentirán de superar los temores, de superar el sufrimiento y de ir al encuentro de la tan grande necesidad de este mundo.

Mis queridos, como ya les dije en este día, quiero invitarlos a realizar pequeños sacrificios, pequeñas obras de caridad, que poco a poco convertirán a este mundo.

Mis amados, hoy abro Mis brazos y les muestro Mi Inmaculado Corazón, para que tengan delante de sus ojos la Morada Superior, a la cual deben retornar en este tiempo. Vengan sin demora y sin miedo, porque nada malo les sucederá, una profunda paz ingresará en sus vidas, una devoción y una fe inquebrantables, para que, finalmente, hijos Míos, puedan ser convertidos en los Cristos del Nuevo Tiempo, semejantes a Mi Hijo, semejantes a Dios Padre.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo les agradezco por confiar en este llamado. Quiero decirles, queridos hijos, que Mis Gracias fueron depositadas en sus corazones y familias. 

Adoren, todo el tiempo, la Gracia de Dios. Contemplen Su Majestad y Misericordia; porque lo que Yo les puedo legar son los Códigos de Dios, los principios de la Fuente Primordial, que nacen en el amor y en la unidad. Eso está disponible para todos en el vasto Universo del Creador; solo les bastará, queridos hijos, pedirle a los Cielos, que el Cielo les entregará todo su legado, toda Su Redención y Misericordia.

Me despido de sus corazones en nombre de la Paz y convoco, en este Altar, a los nuevos hijos que hoy Yo consagraré y al grupo de Brasilia que preparó este encuentro Conmigo; porque también será consagrado por Mi Inmaculado Corazón, con la esperanza de que todos ellos sean el corazón vivo para el Brasil, el corazón que pulsa en el amor, en la paz y en la oración.

Bendigo estas flores que serán para los presentes el símbolo de Mi Rosa Mística Universal, de la belleza que Dios gestó a través de Mi Corazón Inmaculado. Consagro las sagradas imágenes para que sean el símbolo vivo de la Luz en estos tiempos de oscuridad.

Yo los bendigo y los contemplo. Y, ahora, escucharé sus voces cantándole a Dios, para la consagración final.

Por todo esto y por los días que vendrán, les agradezco por responder a Mi llamado.   

Vayan en paz, vivan en Mi Paz, sean portadores de Mi Paz. 

¡Aleluya a Dios! 

Canción: Ave María (en latín).

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Colocamos nuestras manos con las palmas hacia arriba para recibir la Gracia de Nuestra Señora. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos Míos, Mi último pedido será para ustedes: recen todos los días que vendrán por Mi peregrinación a los Estados Unidos. A través de su oferta y donación a Mi Corazón Inmaculado, una gran puerta a la conversión se abrirá en ese lugar.

Yo los reúno en nombre de Cristo. Yo los congrego a través de la fuerza de Su Espíritu. Yo los uno a la Fuente de Su infinita Misericordia, ahora y siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

“María de Nazaret” es un cántico que alegra Mi Corazón y hace que Mi Espíritu encienda a las almas en una perpetua devoción. Cantemos alegremente para Dios en esta noche.  

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

El mundo sufre, pero la Reina del Cielo viene a liberarlo. La cura del universo llega a la Tierra para todos.

Queridos hijos, es tiempo de abrir los corazones a la paz, para que los males se disipen de sus vidas y puedan renacer en el Espíritu de Dios.

Hoy, Me encuentro en esta ciudad para bendecirla nuevamente, para traer la Presencia Misericordiosa de Jesús a sus espíritus.

Que sus ojos se abran a las señales del Cielo. Es tiempo de vivir en Mi eterna Paz. La Estrella Poderosa les está indicando el nuevo camino. 

Los nuevos rebaños se congregan en el Señor y van camino a la redención, hacia el Templo Sagrado de Dios que los renovará y los curará, que los liberará de todos los males y renacerán nuevamente en el Amor de Dios.

Hoy, les traigo, queridos hijos, los Misterios del Cielo, los Rayos Superiores que nacen del Corazón de Dios. El Padre Eterno desea ardientemente vivir en sus vidas. Mi Inmaculado Corazón se ha ofertado para cumplir con esa promesa.

Yo vengo del Cielo a traerles Mi Paz, la esencia predilecta de Mi Corazón Inmaculado.

Queridos hijos, oro perpetuamente por sus corazones. Necesito construir en sus vidas guerreros de la oración, que puedan cumplir con el llamado del Cielo que Mi Corazón les trae en este ciclo, para generar la liberación de la humanidad y el perdón de los pecados que ofenden a Dios y distancian a las almas de Dios.

Yo los necesito fuertes en el Rosario, que las cuentas sean un arma de protección y una emanación constante de amor y de sabiduría; porque de esa forma, queridos hijos, el sabio Espíritu de Cristo estará en ustedes en el fin de estos tiempos, para que lo puedan reconocer y vivir en Él permanentemente.

Adoren Su Sacratísimo Corazón que, día a día, es ofendido por las acciones de las almas.

Hoy, no solo Mi Reino está en ustedes, queridos hijos, sino también está en el purgatorio y en el infierno, para liberar a los corazones que han caído en el error.

Hijos amados, levanten las banderas de la paz, levanten los estandartes del amor y que sus corazones sean estrellas perfectas de fe, para que la oscuridad se pueda disipar del mundo y muchos años de paz puedan reinar entre ustedes, aguardando la pronta llegada de Mi Hijo Jesús.

Queridos hijos, los necesito determinados, dispuestos a servir en esta era tan definitiva. Solo quiero de sus corazones una llama de oración; una comunión perfecta con Mi Hijo Jesús todos los días, que repare Su Corazón Flagelado y que ustedes puedan nacer en Cristo para enfrentar los momentos difíciles.

Sé que muchos demonios están dispersos por el mundo, y las tentaciones son más fuertes que el poder de la oración. Pero hoy, Yo les entrego una llave celestial, invencible y poderosa, que vence a cualquier mal: la unidad entre los grupos de oración, almas que se reúnen para orar en el Señor. Así crearán esferas celestiales en sus hogares, columnas y estandartes de luz que expulsarán cualquier mal o enfermedad.

Queridos hijos, Yo estuve en la Tierra entre ustedes. Aprendí a orar al igual que ustedes. Pero es necesario, queridos Míos, que coloquen amor y fuerza en la oración. Ella los protegerá y los amparará, los volverá libres de ustedes mismos y encontrarán la conversión que tanto buscan, la liberación de las fallas constantes en sus vidas, porque el Amor de Cristo ingresará en sus corazones.

Hoy, deseo, queridos hijos, que en esta noche victoriosa de luz y de redención puedan renacer entre Mis brazos como nuevos niños, porque Mi Corazón Inmaculado y Celestial nuevamente les trae la bendición y la absolución de sus pecados para que puedan caminar firmes detrás de Mí.

Queridos hijos, Yo Soy el Puente hacia Cristo. Soy la Mediadora entre sus almas y el Gran Pastor. Los quiero llevar a una profunda Adoración, a una verdadera Eucaristía, a una Confesión constante de sus corazones, a un nuevo Bautismo espiritual que Mis Rayos Misericordiosos les traen a todos en esta noche.

Por eso, queridos hijos, vénzanse, entréguense a Mi Corazón Inmaculado. Yo no vengo a hacerles mal, sino a abrir sus ojos hacia el Cielo, esa mirada infinita que muchos han perdido por las cuestiones de la vida.

Curen sus corazones a través de la oración.

Que los Sacramentos sean columnas de Paz y de Luz en estos tiempos, en sus espíritus, en sus familias y en toda la comunidad humana.

Resuciten las Enseñanzas de Cristo. Sean parábolas vivas de vida. Actúen a través del amor y de la unidad, que ahora ustedes puedan ser el verdadero Evangelio manifestado, porque las Palabras de Mi Hijo, las instrucciones que Él les entregó hace tanto tiempo, de la misma forma que les entrega en estos tiempos, son para ser vividas, son para que sean profesadas por todos. Cuentan con Mi ayuda maternal e inmaculada.

Mis brazos se extienden hacia sus corazones, Mis manos calientan sus corazones, irradian amor, gracia y unidad, perdón, cura y liberación; pero es importante que acepten Mi llamado.

Mi tiempo de estar entre ustedes está terminando. Recuerden Mis pasajes a lo largo de los siglos. Necesito que rescaten las enseñanzas que Yo le dejé al mundo. Sean el verdadero Mensaje Mariano para estos tiempos. Necesito que sean espejos vivos de la oración, que espanten todos los males, que irradien a los corazones la paz y que encuentren la unidad perfecta y la comunión con Dios.

Yo los necesito, ahora y siempre. Escuchen Mi llamado. Escuchen Mi Voz.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hijos Míos, en esta noche un rayo de liberación cruzó los universos, porque el Señor concedió a Su Sierva la oportunidad de abrir los abismos del mundo para rescatar la mayor cantidad posible de almas, para iluminar los ojos de aquellos que vivían en la oscuridad desde hace mucho tiempo.

Hijos Míos, hoy les pregunto: ¿quién de ustedes vencerá el miedo y se vencerá a sí mismo para sentir en el propio corazón el dolor del prójimo y ayudar a los que sufren eternamente?

Este mundo esconde realidades que sus corazones no conocen; y oro, día y noche, para que no sea necesario que las conozcan. Por eso, hoy les pido que vean las manos que se elevan y piden auxilio al mundo. Les pido que oren con fervor, que oren con fe en el corazón, para escuchar el pedido de aquellos que claman y cuya voz resuena en el mundo como si resonara en un desierto.

Hijos Míos, hoy les pido un momento de despertar, porque el Corazón de Dios está cada día más flagelado por las acciones humanas y por el olvido de los corazones. Por eso, a los pocos que vinieron a Mi encuentro les pido que puedan despertar por muchos que viven en esta Tierra.

Hoy, les pido, hijos Míos, que animen a sus corazones a servir por todos aquellos que no sirven, a orar por todos los que no oran, a clamar por Misericordia por todos los Reinos de la Naturaleza, que cada día son más ultrajados.

Hijos Míos, no quiero herir sus corazones con Mis Palabras, pero necesito contar con cada una de sus almas. Y, para que despierten verdaderamente, preciso mostrarles a sus corazones verdades que muchos se niegan a ver. 

El mundo eligió aprender a través del dolor, aunque el Hijo de Dios vino a la Tierra a ofrecer un aprendizaje a través del amor. Por eso, hoy les digo que no ignoren una vez más la Palabra de Cristo, que acepten vivir en este tiempo Sus enseñanzas, porque aún es posible que muchas almas aprendan a través del amor y no necesiten conocer el dolor que el mundo les ofrece.

Hijos Míos, hoy les digo que es posible vivir un aprendizaje de alegría y de fraternidad de unos con los otros; pero precisan querer, necesitan aspirar a vivir esa vida. Necesitarán vencer al mundo y vencerse a sí mismos a través de la oración y de la persistencia y, de esa forma, recibirán los méritos para un tiempo mayor de paz en el mundo.

Necesito formar guerreros de la Misericordia, apóstoles de un nuevo tiempo que no le temen al dolor, que no le temen a la muerte, porque reconocen el Poder de Mi Paraíso y saben que, mucho más allá de los dolores del mundo, un Reino de Infinita Paz los aguarda.

Hoy, los invito a encontrar su fortaleza en el sacrificio, en la entrega por el despertar de los demás. Les pido, una vez más, que no teman, que disipen el temor de sus corazones y que le den lugar a la fe que existe en Mi Reino y que cada día le irradio a sus vidas.

Hoy, les pido, Mis amados, que se fortalezcan a través de la oración, porque los tiempos de definición ya llegaron al mundo y es necesario que clamen por Misericordia, en medio del tiempo de la Justicia, para que otros tengan la oportunidad de salir de la oscuridad en la que viven.

Hijos Míos, hoy les pido que escuchen la Voz de Mi Corazón, porque hoy le clamo a la humanidad como una madre que clama por sus hijos, porque Mis ojos no contemplan solo a sus corazones, contemplan al mundo entero y más allá de este mundo, contemplan a las almas que están perdidas y que ya no están entre ustedes, pero que siguen sufriendo y clamando por auxilio día y noche.

Hoy, les pido, hijos Míos, que jamás se olviden del poder de la oración, porque el mundo necesita de más oración en estos tiempos. No es suficiente lo que le entregan a Dios, porque la humanidad está ciega a la Vida Divina, y necesito que aquellos ojos que puedan ver y que puedan sentir a la Divinidad, que puedan estar ante Mi Presencia, sean el puente para aquellos que están perdidos.

Hijos Míos, que Mi clamor llegue a sus vidas, toque a sus almas y a sus corazones para que, de una vez por todas, el mundo despierte de la ilusión en la que vive.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mientras los Portales del Cielo se abren hacia la Tierra, Mi Gracia se derrama sobre los corazones que se abren y sobre estos objetos sagrados que son un impulso divino para los corazones de fe.

Por eso, les pido, queridos hijos, que abran sus manos para que Yo los pueda bendecir a ustedes y a sus familias.

 

Espíritu Santo de Dios,
inunda a los corazones simples,
cura a los corazones heridos,
cicatriza todas las heridas.

Espíritu Santo de Dios,
enciende a los corazones que están en la oscuridad,
resucita a las vidas que han caído,
bendice a todos los espíritus que están sobre la Tierra.

 

Bajo Mi intercesión maternal y por la poderosa Presencia de Cristo, su Señor, la intercesión de Emmanuel, el Padre-Madre Creador Universal, la Existencia Suprema en todas las cosas y universos, la Gracia de Dios los bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y así, queridos hijos, Mi Estrella de hermandad universal se proyecta en todos los corazones que se abren para sentir Mis Palabras y Mi Amor Eterno.

Escucharé sus voces y cantos. 

Glorifiquemos al Señor. La Gracia ha descendido en ustedes. Alégrense y vivan en la paz.

Los amo siempre y los conduzco a través de Mi Corazón Inmaculado.

Permaneceré aquí preciosamente, por algunos segundos más, para irradiar la Luz de Mi Corazón a todos los que escuchan Mi Voz, en esta hora.

Recibiré amorosamente sus súplicas y sus pedidos. Llegó la hora, queridos hijos, de que coloquen en Mi Corazón sus necesidades. La Reina de la Paz responderá a sus súplicas.

 

Canción: “Mirarte a Ti”.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Respondiendo a un pedido de nuestra Madre Santísima, vamos a repartir estas flores, estas rosas que fueron bendecidas para los presentes, fueron tocadas por las manos puras de nuestra Madre María y recibieron directamente la irradiación de Su Corazón Inmaculado, como una energía espiritual y divina que se irradió sobre estas flores.

De esa forma, en primera instancia, todos los hermanos que tenemos una rosa, las vamos a repartir, según el pedido de nuestra Madre a quien más lo necesite, a quien sintamos en nuestro corazón. Y al final, repartiremos las rosas que también bendijo nuestra Madre. 

Los hermanos que están en la sala de abajo también pueden aproximarse para recibir las rosas.

 

Canción: “Ave Luminosa”.

 

Antes de repartir las rosas, queremos compartir con los hermanos un breve relato de la Aparición de nuestra Madre.

Antes de la llegada de Nuestra Madre, algunos ángeles se aproximaron directamente del Universo Celestial, llegaron a esta ciudad y comenzaron a trabajar profundamente con nuestras esencias, con nuestro interior y con nuestras almas.

En cierto momento, antes de la Aparición, los portales de los Universos Celestiales se fueron abriendo y varios triángulos de luz de color azul se fueron proyectando hacia aquí. Entendimos que ese símbolo representaba algunos portales que se abrían.

Nuestra Señora, a través de una esfera de luz, cruzó a través de esos triángulos de luz y se presentó. 

Ella llegó como la Reina de la Paz. Se manifestó fuertemente para nosotros, con una mirada bien cristalina y pura, sonriéndonos permanentemente, llevando un velo blanco, una túnica rosa, un cinturón dorado, un manto azul que la cubría.

En algunos momentos, Nuestra Señora se manifestó como Nuestra Señora de los Dolores. Entendimos, ante esta Presencia, que Ella nos estaba llamando para vivir la Pasión durante la Semana Santa; que nos preparáramos conscientemente para ese momento, porque a través de la Pasión de Nuestro Señor, decía Nuestra Madre, cuando es celebrada durante la Semana Santa, el universo se dispone ampliamente para que nosotros podamos recibir Códigos, Códigos Crísticos que fueron grabados a través de la Pasión de Cristo y que son Luz para nosotros, para nuestros seres.

Durante la Aparición, Nuestra Madre se fue aproximando cada vez más.

Hoy, estuvimos ante un Mensaje bastante poderoso e intenso y en cada palabra que iba trasmitiendo nuestra Madre María, Ella iba encendiéndose en Luz, cada vez más, y abrazaba simbólicamente más a cada persona.

Bendijo las rosas. Pidió que las repartiéramos a quienes sintiéramos, y las rosas restantes que están aquí serán repartidas también, según el pedido de nuestra Madre. 

Ella quiere que cada uno lleve un pétalo de las rosas, porque quiere que nosotros entendamos, a través de ese símbolo, no solo el estado de Gracia que Ella nos derramó hoy, sino también que podamos imitar la humildad de María, recibiendo un simple pétalo que cada uno de nosotros guardará con mucho amor o lo dará a quién verdaderamente lo necesite.

Entonces, vamos a proceder a hacer lo que Nuestra Señora nos pidió y, después de repartir los pétalos, cerraremos este trabajo, agradeciendo con mucha alegría. Algunos hermanos del Monasterio harán esa tarea.

MENSAJE SEMANAL DE LA BIENAVETURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

Alegren sus corazones, pues el tiempo del apostolado de Cristo se inicia.  El Señor aguarda con Amor para saber cuáles de Sus hijos erguirán los brazos y anunciarán su nombre para este santo apostolado.

Ser un apóstol de Cristo, hijos Míos, es confiar plenamente en Su Corazón, es esforzarse con todo el ser para vivir Sus enseñanzas y, a través del ejemplo más que por el verbo, difundir Su Mensaje.

Hace mucho tiempo que el Cielo aguarda este momento, en el que la Buena Nueva del Señor volverá a ser anunciada sobre la Tierra, en el que los corazones nuevamente podrán arder en el amor a Cristo y la devoción será la fuerza de los caminantes. 

Amados hijos, para Gloria de Dios, ha llegado el tiempo de vivir definitivamente de la fe, de consagrar sus corazones al Plan del Señor y de vivir para cumplir plenamente Su Voluntad.

Hijos Míos, hoy siembro en sus corazones la virtud de la fe y de la devoción ardiente para que, de esta forma, puedan estar prontos para dar el primer paso en dirección al Corazón Sacratísimo de Cristo.

Quiero encontrar, en Mis hijos, el ejemplo vivo de la fidelidad a Dios, para que una vez más el mundo pueda tener, delante de los ojos y del corazón, un impulso de aquellos que se entregaron santamente a las Palabras del Señor y cumplieron, con amor, Sus Mandamientos. 

Yo los invito a ser valientes soldados de la Misericordia, para que Dios funda Su Misericordia en sus corazones y estos sean fuentes de Misericordia Divina para el mundo.

Hoy Yo los invito a seguir el ejemplo de aquellos que fueron locos a los ojos del mundo y vivieron el Evangelio de verdad y con fidelidad absoluta a Cristo.

Yo los invito a entregar el temor, que muchas veces permea sus corazones, para vivir algo nuevo, una libertad celestial que trasformará sus corazones en un puente hacia el Universo de Dios, donde Mi Reino es una realidad.

 Aguardo que, en alegría, puedan responder a este llamado. Yo los tomaré de las manos y Conmigo descubrirán un mundo nuevo, que aguarda en sus corazones.

Permítanme, pequeños hijos, encender la llama de la devoción en sus corazones; una devoción que aún no conocen y que, muchas veces, los hará entregar la vida por amor a Dios.

No teman la intensidad de Mis Palabras ni la grandeza de Mi llamado. Es tiempo de grandes obras espirituales por amor al Señor, y Yo estaré siempre guiando sus corazones. Solo ábranse para descubrir Mi llamado y vivirlo con el corazón.

Yo los amo siempre y estoy a su lado.

María, su Madre y Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA SANTÍSIMA MADRE DE DIOS, LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

 

Por el Poder del Espíritu Santo, alabado sea Jesucristo.

Hijos Míos:

En Gloria eterna, el Señor Me envía para bendecir esta ciudad y esta nación. Hoy Mis pies se posan sobre la Tierra para confirmar Mi Reinado en el corazón de Mis hijos y para demostrar cuán infinita es la Misericordia del Señor, que envía a Su Sierva para anunciar el Retorno glorioso de Su Hijo y para preparar el rebaño de este gran Pastor de almas. 

Queridos hijos, agradezco eternamente el esfuerzo hecho por cada uno de sus corazones para recibirme en este día. Agradezco el amor y la alegría con los cuales prepararon Mi llegada y les digo, a partir de lo profundo de Mi Inmaculado Corazón, que hoy el Cielo observa la Tierra con especial atención. 

Los ángeles de Mi Reino se detuvieron para acompañar Mi tarea materna. Los santos y los bienaventurados, que tienen su morada en el Reino de los Cielos, oran con fervor por la conversión de las almas que Me encuentran por primera vez. 

Acojo bajo Mi Manto a todos los que se aproximan a Mi Corazón y Me permitan tocar, con Amor, sus esencias. 

Hijos Míos, no teman estar delante de la Bienaventurada y Santísima Madre de Dios. Yo soy la misma de Nazaret, que retorna en espíritu, de época en época, para renovar a los corazones humanos. Este es el ciclo de Mi último llamado.

Vengo a despertar a aquellos que todavía no oyeron Mi Voz que los llama. Abro Mis brazos para que todos puedan encontrar refugio en Mi Corazón. Yo soy la Madre de todas las criaturas de esta Tierra y estoy aquí, en este tiempo, delante de los que Me ven y Me sienten en sus corazones, para que todos Mis hijos del mundo reciban la oportunidad de conocer Mi llamado a la conversión y a la oración. 

No les pido nada más, solo que oren con amor, que confiesen con sinceridad sus faltas para con Dios, que comulguen diariamente con Mi Hijo Cristo Jesús y que abran sus corazones para que Yo pueda reinar en sus vidas. 

¡Es tan simple lo que les pido y  es tan grande la repercusión que acontece en el Cielo y en la Tierra cuando responden a este llamado!

Cada uno de Mis pedidos, hijos Míos, tienen la única finalidad de salvar a las almas que padecen en la oscuridad y de preparar a aquellos que caminarán al lado del Cristo vivo que retornará en Cuerpo, Alma y Divinidad para redimir definitivamente al mundo. 

Mi Voz resuena en los corazones que Me reconocen, porque fueron convocados por Dios para formar parte de Mi ejército mariano de oración y para trabajar incansablemente Conmigo por la salvación de las almas. 

A los que acepten seguir este simple, pero grandioso llamado, los aguardo en oración. Porque, de la misma forma que Me presento hoy a los que Me llaman con el corazón; aspiro a llegar a sus casas, ciudades y naciones siempre que Me llamen con sinceridad, para que Mi Paz se expanda por el mundo. 

Como Madre y Reina de la Paz, vengo a difundir Mi pedido de Paz; pues el mundo necesita, hijos Míos, encontrar la paz en los corazones de los hombres. 

Dejo en sus corazones este pedido y este llamado, para que acompañen a la Bienaventurada Virgen María en el rescate de las almas más perdidas. 

Aún hay mucho por hacer, y Mis hijos aguardan sus oraciones. 

Por la Gracia eterna que Dios derrama sobre el mundo, Yo los bendigo siempre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

María, su Madre y Reina de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE RIO DE JANEIRO, BRASIL, A LA HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Alabado sea siempre Nuestro Señor Jesucristo.

Mis amados, les agradezco por responder con prontitud a Mi llamado. La confianza de Mis hijos permite que Mi Corazón pueda llegar a las almas más distantes.

Cada vez que sus pequeños seres dan un paso más en el compromiso que tienen Conmigo, permiten que el Señor abra el camino para que Mi Corazón esté, más tiempo, entre ustedes.

Es por eso, hijos Míos, que les pido, día y noche, que confíen en Mis Palabras, en Mi guía; que sigan sin temor por el camino señalado por Mi Corazón, porque prontamente comprenderán hacia adonde los estoy llevando con Mis pasos de Peregrina.

La confianza en Mi Corazón los llevará a la transformación total del corazón, de la mente y del espíritu. Yo los conduzco a la redención de la vida y les enseño a ser intercesores ante Dios, como Yo lo soy por las almas.

En sus corazones, estoy formando una fortaleza de fe, para cuando Mis pies ya no puedan posarse sobre la Tierra y Mi Verbo ya no esté tan próximo a sus seres.

A través de la fe, Me encontrarán siempre en sus corazones; y esa misma fe los llevará a pedir por sus hermanos para que, hasta el último momento de sus vidas, estén luchando por la salvación de las almas más pérdidas.

Para que Mi Corazón pueda traer a los Cielos hasta la última de las almas que se encuentran en este mundo, precisaré de muchos intercesores con la llama de la devoción encendida en el corazón. Eso se construye ahora, cuando Mis pies aún se posan en la Tierra; cuando Mi Verbo, a través de Mis videntes, puede llegar directamente a sus corazones y a sus seres.

Construyan, en este tiempo, en el que viven tan próximos a Mí, la confianza plena en Mi Corazón de Madre. Confíen en Mi Presencia y en Mis Palabras, y no teman responder a Mi llamado, a donde quiera que él los lleve.

El Señor los observa y, a través de la respuesta de sus consciencias, podré intervenir, más o menos, por el mundo y por las almas. Su amor, sus oraciones y sus acciones dictan Mis pasos. Si comprendieran la importancia de estas Palabras, cambiarían el curso de sus vidas y tendrían el foco de sus corazones en Mi Corazón Inmaculado.

Les dejo esta simple reflexión para que sus seres puedan meditar sobre las acciones de la propia vida, sobre el amor que son capaces de vivir y sobre el verbo que emiten. Observen, a partir del corazón, siempre del corazón, si son capaces de dar los pasos en la transformación del ser, por la salvación de las almas, de los Reinos y del mundo.

Mi Corazón los acompaña con Amor y estará siempre al lado de sus seres.

Agradecida por escuchar Mi llamado a la confianza del corazón.

María, su Madre y Reina de la Paz.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LUJÁN, BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre, vamos a orar el “Ave María” en diferentes idiomas, repitiendo la oración dos veces en cada idioma.

Hoy, Nuestra Señora trae la Presencia de la Santísima Trinidad.

En este momento, Ella nos pide que nos coliguemos con ese Principio del Padre y que pensemos en la Santísima Trinidad.
 

Oración: “Ave María” (en español, portugués, inglés, italiano, francés, alemán y latín).


Queridos hijos:

Con Mis Brazos, espero recogerlos día a día. Les extiendo Mis Brazos de Misericordia y Mi Corazón de Amor en este tiempo.

Hoy, necesito de ustedes para peregrinar, para caminar desde el Corazón. Muchas almas necesitan su oración y su donación.

Yo los invito a servir porque ya estamos en el fin del tiempo.

Quiero que puedan construir los nuevos caminos de la humanidad y si alguien comienza esta tarea, todo podrá cambiar. Por eso, la oración es importante en este tiempo, porque los fortalecerá para realizar este compromiso.

Mi llamado se extiende por cada rincón de este mundo; por eso, sus corazones deben estar atentos para responder a él.

En este día, Mi Hijo Jesús los observa con Amor y Misericordia, pero aún muchas almas se pierden en el camino que ellas eligen, ¿quién podrá auxiliarlas Conmigo? Por eso, los invito a orar sinceramente.

Necesito que ustedes escuchen Mis Palabras y que las guarden en sus corazones, porque así prepararán su morada para lo que llegará.

Es necesario que correspondan a los pedidos de Dios. Por eso, Mi Corazón Inmaculado llega mes a mes para anunciarles lo nuevo y lo bueno, pero también para anunciarles lo que la humanidad no quiere escuchar.

La humanidad no puede convertirse en lo que ya fue en el pasado; debe ser una humanidad renovada a través de la oración y de la Misericordia.

Por eso, hoy Mi corazón cuenta con tan pocos servidores. Llamo servidores a los que están disponibles a vivir la oración del corazón.

Momento a momento y día a día, su vida debe ser una verdadera oración, antes que todas las cosas de su vida. Debe ser lo más importante en este tiempo final, que los pueda colmar y los pueda guiar en este momento, porque así sus corazones estarán unidos a Mi Corazón y compartirán Conmigo la tarea universal.

Antes de que venga Mi Hijo Jesús, hoy vengo a su encuentro. Y esto lo repito cada vez que Me encuentro con ustedes. Por eso, sus corazones deben estar en un estado de vigilia permanente para que, en el fin de estos tiempos, escuchen los Designios de Dios, escuchen los Mandamientos del Padre y, sobre todo, escuchen los pedidos que Él tiene para ustedes.

A través de los Mensajes diarios, Yo les dejo las llaves del Señor, para que sus corazones puedan peregrinar por los caminos correctos y se encuentren dentro de Mi Luz maternal; porque cuando estén en Mis Brazos definitivamente, estarán cerca de Mi Hijo Jesús y Sus Rayos podrán tocar sus corazones.

Sostengan, con el rosario en sus manos, la oración diariamente, porque así podrán ser guiados en cada momento de la vida y sus corazones escucharán los Pasos del Señor, Jesús, que viene al encuentro nuevamente de esta humanidad. En esto deben creer, porque ya está escrito y se cumplirá.

Pero la venida de Mi Hijo no se dará como muchos creen. Hoy, Él les está pidiendo algo importante para preparar Su Retorno: estar en vigilia como estuvieron los apóstoles; pero en este tiempo, sus corazones deberán estar más atentos para poder percibir dónde están y hacia dónde deberán ir.

Por eso, queridos hijos, el servicio equilibra a todos los corazones.

Se puede lanzar hacia la Tierra la fuente de la Misericordia y todos los corazones ser invadidos por la Luz de Jesús y así Mi Corazón Materno estar muy cerca de ustedes. En cada momento que piensen en la oración, Mi Rayo Maternal estará entre ustedes.

Por eso, persisto ante esta humanidad, porque como Madre comprendo y conozco sus necesidades. Sé qué es lo que cada corazón necesita en este tiempo.

Para que se cumplan sus aspiraciones, Yo los invito a orar con el corazón, porque el Espíritu Santo es necesario que esté entre ustedes para que sus corazones puedan sentir la Luz de Dios y, de esa manera, queridos hijos, todos ustedes estén fortalecidos en Mi Corazón.

Necesito en este tiempo, corazones que construyan lo nuevo, imitando los Pasos que Cristo les dejó. Pero, en este tiempo, queridos hijos, los corazones no observan esas enseñanzas, porque perciben con su corazón lo que todos llaman modernidades.

De esa manera, los corazones se distancian de Dios, porque son rodeados de cosas nuevas que creen que despertarán muchas cosas en el espíritu, pero eso genera distanciamientos muy importantes en las consciencias, se crean barreras entre las almas y Dios.

La oración desata todos esos nudos. Por eso, únanse a Mi en la oración, porque los ayudaré a desatar esos grandes nudos que están en la humanidad para que todos los corazones encuentren al Señor, nuevamente.

Hoy, les quiero dejar a ustedes un pedido, a todos los que están presentes aquí, frente a Mi Faz Misericordiosa y Amorosa, que preparen Mi última llegada a este lugar, a esta ciudad, para que en sus corazones puedan florecer todas las promesas que Yo les he dejado a lo largo de los meses y que puedan trabajar junto con Mi Corazón Maternal por la redención de la humanidad, un pedido que Me hace Mi Hijo diariamente.

Yo los acompañaré, en este camino, para concretar Mi Plan de Paz sobre este mundo y en especial en toda la Argentina.

Ustedes son llamados, queridos hijos, a cumplir una parte del Plan de Dios. Sus corazones se han comprometido Conmigo desde los inicios, cuando le dijeron sí al poder de la oración. De esa manera, comenzaron a dialogar con Mi Corazón Maternal y a vivir en la devoción a Mi Corazón, pudiendo así contemplar las bellezas que Dios ha creado para toda esta humanidad; Me refiero, queridos hijos, a toda esta belleza de la naturaleza.
Por eso, les dejo esta tarea para el próximo mes.

Este es el momento de comenzar a confraternizar sus corazones y, así, concretar Mis pedidos.

Comenzaremos aquí, en esta ciudad, reuniendo a los corazones a través de la fortaleza de los grupos de oración y así, el 8 de diciembre, sus corazones Me contemplarán aquí por última vez.

Cuando hablo de aquí, queridos hijos, Yo Me refiero desde Buenos Aires hasta Luján. Esa es la extensión de Mi Manto para Argentina.

Ustedes pueden ser la luz de la oración en este tiempo y sus corazones pueden ser Mis rosas para que Yo las pueda derramar sobre cada provincia de esta nación.


Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a cantar “Ave, Ave María”.

La Madre está invitando a los hermanos de los grupos de Salta a que traigan las imágenes que vinieron con ellos, porque las va a bendecir por la respuesta que le dieron a Su Corazón.
 

Canción: “Ave, Ave María”.


Yo Soy la Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús.

Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, la misma de ayer y de hoy.

Hoy, están reconociendo, queridos hijos, el poder que Dios Me ha dado a través de Mi Faz.

Que la Luz del Padre, que la Luz del Hijo y que la Luz del Espíritu Santo bendiga estas imágenes que representan Mi Inmaculado Corazón en la Tierra y el Poder Divino de Dios, de diferentes formas para todos.

Queridos hijos, que la Luz de Mi Hijo los bendiga en esta noche que termina y que los invita a vigilar en la oración.

Les agradezco por responder a Mi llamado, especialmente por todos Mis hijos de Luján.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Canción: “Tu Pureza”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora, como hacemos en todas las Apariciones, Fray Elías va a hacer algunos comentarios sobre lo que pudo ver durante el proceso de la oración y durante la Aparición, y algunos pedidos que nuestra Madre hace mientras dialoga con él durante ese tiempo.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el momento antes de la Aparición, fuimos muy ayudados por los ángeles custodios que trabajaron intensamente fuera de esta área, en este campo; y que ese trabajo, que ellos hicieron a través de la oración, fue irradiándose a toda Buenos Aires.

Especialmente, la tarea que ellos hicieron fue liberar almas que estaban encadenadas. Esas almas se liberaban y se elevaban a través del canal de oración que fue construido.

Los ángeles tenían la tarea de aproximar a esos hermanos que estaban en ese nivel hacia el interior de ese canal para que fueran liberados, y esa tarea se expandió durante el cántico del Ave María.

La tarea que ellos realizaban era por regiones, por diferentes zonas de Buenos Aires. Lo que permitió que ellos realizaran esa tarea fue el ejercicio de la oración hasta que, en un momento, antes de la Aparición, solicitaron para ayudar en esa tarea el cántico del “Ave María”.
Antes de cada Aparición aparecen como relámpagos de luz en el cielo. Eso habla de que la Señora está llegando, que Su Consciencia se está comenzando a expandir dentro de esta coordenada del mundo, en este lugar. Se abre una condición especial, en este caso aquí, y de esa manera comienzan a descender los diferentes estados del universo, de los Cielos, por donde ella viene hacia aquí.

Pero hoy, la Aparición fue especial; nosotros estábamos mirando hacia el cuadro, pero Nuestra Señora apareció del lado de afuera, en la parte superior de este lugar. ¿Será que la Señora no entrará en esta casa?, le preguntamos. ¿Hablaremos a través del vidrio?
Ella nos dijo: “No existen límites en el Cielo, pero esto es lo que el Señor Me ha permitido hacer en este día”.

En ese momento de la Aparición nada de este lugar físico parecía estar presente aquí, solo toda la energía celestial que Ella irradiaba durante la Aparición. Luego comenzó un diálogo profundo, unas indicaciones que Ella nos fue pasando, que nos fue relatando en la primera parte de la Aparición.

Hoy, Ella estaba vestida con una túnica blanca y sostenía fuertemente el rosario en Sus Manos, que ofertaba a esta ciudad de Buenos Aires. También tenía un velo rosado y una mirada, un semblante, muy transparente y natural.

Entonces, nos fue dando algunas indicaciones hasta que comenzó a dirigir Sus Palabras a todos.

Una de las tareas que hoy nos pidió se refiere al servicio que se llevará a cabo en Luján.

Un pedido es para los dos Centros Marianos, el de Brasil y el de Uruguay: que dos representantes de la Orden Gracia Misericordia de cada uno de los Centros Marianos se reunieran con los grupos de Argentina y que, al cabo de siete días, realicen el servicio en Luján, no solo a través de la oración, sino a través de tareas de servicio.

Después, pidió las imágenes para bendecirlas, y le preguntamos cuál era el fin de bendecir esas imágenes. Ella dijo que el grupo de oración, que tenía esas imágenes, había sido muy fiel a Ella a lo largo de todo este tiempo y que quería tener un gesto de maternal para ellos.

Al final de la Aparición, Ella hizo un segundo pedido que compartiremos al final de este trabajo. Ese pedido fue explícitamente para los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz.


Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora, vamos a cantar para despedirnos y los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz se pueden quedar para compartirles la tarea que Nuestra Madre nos pidió. Los hermanos que son portadores de estas imágenes también quédense un ratito para conversar con ustedes.

Nuestra hermana Suely, por favor que también se quede después del cántico.

Vamos a cantar “Madre Divina”.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, LA INMACULADA CONCEPCIÓN, EN ASUNCIÓN, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Señora de la Inmaculada Concepción está pidiendo que oremos por la conversión de los que le faltan a Dios.
 

Oración: Ave María (4 veces en español).
 

Ahora, oraremos en portugués.
 

Oración: Ave María (4 veces en portugués).
 

Ahora, vamos a orar en inglés.
 

Oración: Ave María (4 veces en inglés).
 

Ahora, vamos a orar en italiano, a pedido de nuestra Madre.
 

Oración: Ave María (4 veces en italiano).

 
Queridos hijos, estoy construyendo el humilde Altar de la Paz para que recuerden en sus corazones la Simplicidad de Dios. 

Las dos velas, junto a Mi Altar, que encendieron Mis hijas, simbolizan a Mis ángeles custodios. Las flores, a los pies, simbolizan el Amor de Dios. Y arrodillarse significa reverenciar a Dios, por aquellos que no reverencian a Dios.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora Nuestra Madre está pidiendo que oremos en francés.
 

Oración: Ave María (4 veces en francés).


Siempre les recordaré la simplicidad para que lleguen a la humildad, queridos hijos.

 
Canción: “Ave María”.
 

Hijos Míos, hoy Mi Corazón está un poco más aliviado por sus oraciones.

Hoy, a través de Mi invitación especial, los llamo a la simplicidad para que alcancen la humildad. Deben elevar sus corazones hacia Mi Hijo para que encuentren esa esencia.
Yo estoy aquí, queridos hijos, para orar con ustedes por esta humanidad.

Hoy, Yo Soy la Señora de la Inmaculada Concepción entre ustedes, para que vean la Gracia de Dios a través de Mi Corazón y para que recuerden, queridos hijos, que siempre deben retornar al Padre.

El puente hacia la Casa de Dios se encuentra a través de la oración. El puente hacia la Casa de Dios se encuentra a través de Mi Corazón y del Corazón de Mi Hijo. Por eso, hijos Míos, acepten este llamado en esta hora tan importante. 

Ayer, Yo les mostré cuán grande es Mi dolor. Hoy, les muestro, hijos Míos, qué grande es la Gracia que Dios Me ha dado. Por eso, deben llevar en sus corazones Mi llamado.

Alcen su mirada hacia los Cielos, que ahora están abiertos; y acepten, dando el sí, la Voluntad de Dios.

Quiero que ustedes construyan en sus moradas lo nuevo y lo puro, quiero que lleven en sus corazones Mi Luz.

¿Qué es más importante, hijos Míos, que estar en la Luz de Dios? 

Eso los podrá fortalecer y auxiliar en el camino que están recorriendo. Cuentan con Mis Manos Maternales para que Yo los pueda llevar hasta Jesús. Vean, siguiendo Mis pasos, la guía hacia el Infinito para todos aquellos que aún no creen en Mi llamado.

Hoy, Yo les digo, hijos Míos, que Yo Soy la mediadora ante Jesús, Soy la obrera fiel de Mi Hijo, porque sepan que Él Me los confió a ustedes y Mi Corazón Materno se perpetúa en todos estos tiempos; Él arde en el Fuego de Dios para cada uno de ustedes.

Lleven Conmigo este llamado para que puedan encontrar la puerta hacia la Eternidad. Por eso, queridos hijos, escuchen lo que hoy Yo les pido.

En esta vida terrena que cada uno de ustedes está viviendo, no solo están trabajando por su conversión, sino también por la conversión de la humanidad, de todas las culturas y de todas las creencias. Porque sepan, hijos Míos, que Yo Soy la única Madre Universal que no se cansa de transmitirle al mundo acciones de Paz y de llamarlos a vivir en esa Paz. Esa Paz es posible, hijos Míos, Yo los invito a querer vivir en esa Paz porque en ese camino Me encontrarán.

Soy la Reina de la Paz, la Guardiana de cada uno de sus corazones. Soy la que abre el Manto del Padre sobre esta humanidad para colocar a todos Mis hijos debajo de Mí con el motivo de elevarlos hacia el universo. Y, allá, en el punto más alto en donde se encuentra Mi Hijo, Él los podrá ver resplandecientes como verdaderas esencias de la oración, como peregrinos, como ovejas de Su rebaño. 

Como está escrito en la Ley del Señor, hijos Míos, los rebaños en este fin de tiempo se están agrupando. Este tiempo definitivo llama a cada uno de Mis hijos para que se defina ante Dios; y esto sucederá, hijos Míos, antes del Retorno del Redentor.

Como está dicho, queridos hijos, Me han dado la tarea de preparar sus corazones, de fortalecer sus corazones en la oración; porque es verdad, hijos Míos, que muchos corazones se olvidan de orar al Señor por formar parte de esta humanidad que les trae promesas e ilusiones que los llevan por caminos confusos.
 
Pero si aceptan, hijos Míos, el llamado a la oración, el llamado de la Señora de la Inmaculada Concepción, estarán construyendo con la Reina de la Paz nuevos caminos para los peregrinos, para todas las almas que aún están perdidas.

Pequeños hijos, grande es el dolor en esta humanidad. Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo sustentan a esta humanidad hace mucho tiempo. 

Por eso, Yo los necesito en la fidelidad y en la sinceridad de la oración del corazón. Eso vale mucho, hijos Míos, en este tiempo. 

Ustedes, como pequeñas almas de Dios, están recibiendo la Presencia de Mi Inmaculado Corazón mes a mes. Pero, ¿cómo Yo podré llegar a aquellos que están distantes de Dios si niegan al Padre, si niegan la existencia del Universo de Dios?

Por eso, hoy los invito también, hijos Míos, a que abran sus corazones para que ingrese la Luz y Mis Palabras puedan permanecer en sus moradas. 

Simple es el esfuerzo que Yo les pido, queridos hijos: orar con el corazón, ayunar con la consciencia y confesarse con Mi Hijo diariamente. 

De esa manera, queridos hijos, la Reina de la Paz los ayudará a purificar sus corazones, a sublimar sus intenciones, a liberar sus mentes para que la Mente Única de Dios pueda actuar y la nueva célula de la paz pueda habitar en sus corazones.

Aún muchos de Mis hijos desconocen el Proyecto de Dios; por eso, Mi Hijo y Dios sobre todas las cosas, Me envían a este mundo para anunciarles este llamado.

Recuerden, hijos Míos, que este llamado es especial. Es un llamado de fin de tiempo, un llamado diferente, diferente al que ya realicé en otros lugares en donde Yo he aparecido.
 
Este llamado, queridos hijos, es para abrir la consciencia de su corazón, para que sus mentes disipen cualquier pensamiento que intelectualmente se oponga a Dios; porque de esa manera, queridos hijos, purificados y aliviados por el Amor de Jesús, hallarán la paz y tendrán Mi Luz como guía en su camino.

Cuando Yo los invito a construir nuevos caminos, son caminos para otras almas, para aquellas almas a las que aún no puedo llegar. 

Sepan que Mi Gracia aún se derrama sobre este mundo, en un tiempo donde la Ley está llegando para reequilibrar a los corazones por todo lo que han hecho. 

Lo que una vez escribió Juan, el apóstol, poco a poco se está cumpliendo. A ese llamado, a esa anunciación que Juan escribió, sus corazones no se podrán negar. Sepan que Dios es Justo, hijos Míos, es Amor y es Verdad.

Por eso, Yo los invito a estar bajo el Espíritu Santo, porque ese sublime Espíritu de Dios los liberará para que encuentren el verdadero Amor de Dios en esta vida.

Muchos de Mis hijos, muchos hombres de esta humanidad, han separado los Planes de Dios de las aspiraciones de Mis hijos. Ahora, llegó el momento, queridos hijos, de volver a despertar sus aspiraciones para que se concrete en este plano la verdadera consagración. Cuentan Conmigo. 

Mis Palabras se difunden una vez más. Mis Palabras se difunden por última vez y hoy nuevamente se las repito, queridos hijos, porque sus corazones ya deben estar preparados.  
Es tan simple y tan humilde lo que Yo les pido: orar con el corazón para amar a Dios. Orar en cada momento de sus vidas y colocar a sus hermanos, especialmente a aquellos que desconocen a Dios, muy cerca, muy cerca del Reino de Dios; porque en sus cuentas, Mi Espíritu Maternal, Mi Amor Inmaculado, estará con ustedes cada vez que pronuncien y que llamen a Mi Corazón. 

¿Cómo un hijo crecerá ante Dios si no tiene la guía de una madre?

¿Cómo hizo Jesús para llegar a la Cruz?

Él tuvo que estar primero en Mis Brazos para recibir Mi consolación y entonces comenzó a dar Sus primeros pasos y se volvió un Gran Instructor para el Casto Corazón de San José y para Mi Inmaculado Corazón. Jesús aprendió de la humildad cuando confió y se entregó a Dios.

Yo los invito, hijos Míos, a estar en Mis Brazos para que sientan la Paz de Mi Corazón. De esa manera, queridos hijos, Mi Luz irradiará sus corazones y sus corazones se iluminarán en la esencia de Mi Paz.

Ahora, que Mis Palabras ya han sido dichas, Yo los invito a orar, unidos al Corazón de Mi Hijo, por todas las almas de esta humanidad y, especialmente, por los tiempos que llegarán. Abracen, con sus corazones, el Amor de Mi Hijo.

Hoy, les dejo un presente especial, la flor blanca de Mi Corazón, la Pureza Esencial.

 
Oración: “Inmaculada Señora de la Paz” (5 veces).

 
Siempre tienen que alabar a Jesús para que Mi Corazón pueda llegar a sus vidas.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Madre, en este momento, colocó a Sus Pies un número importante de lirios blancos. Y nos dijo que sería para dar una bendición al Paraguay, como la Señora de la Inmaculada Concepción.

Por eso, en este momento, le pide que al grupo organizador de Paraguay se acerque para recibir esa bendición en nombre de todos.

Vamos a cantar “Cristo Redentor”.


Canción: “Cristo Redentor”.


Canción: “María, Virgen Madre”.


Como Mi Corazón sabe que esperarán Mi retorno a este país, Yo les daré una bendición maternal. 

Que sus esencias siempre resplandezcan delante del Trono de Dios.

Que acepten vivir eternamente bajo la Luz del Amor de Mi Hijo.

Que la Llama del Espíritu Santo se guarde en sus corazones.

Que sus consciencias estén unidas a la Gran Consciencia de Dios. 

Y bajo la bendición maternal de la Trinidad, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Les agradezco, queridos hijos, por responder a Mi llamado.

 
Canción: “Ave María”.

 
Madre María Shimani de Montserrat: 

Vamos a ofertar nuestro corazón a nuestra Madre y a decirle:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Respondiendo al pedido de Nuestra Señora, vamos a repartirle a este grupo cada una de las rosas que Ella consagró y que también fueron consagradas por el Corazón de Jesús que, al final de la Aparición, se aproximó a nuestra Madre. 

También, respondiendo al pedido de nuestra Madre, vamos a cantar “Magníficat”, mientras repartimos estas rosas.


Canción: “Magníficat”.

 
Madre María Shimani de Montserrat:

Como hacemos en todas las Apariciones, vamos a relatarles algunos detalles de lo que sucedió durante la visita de nuestra Madre. Pero antes, quería que reflexionáramos juntos sobre algunos detalles de nuestra tarea. 

Vieron qué diferencia entre la tarea que hicimos ayer y la tarea que hicimos hoy. Es importante que todos tengamos claro que para estar con nuestra Madre hay que poner el corazón en lo que hacemos; que, para recibir la Gracia del Cielo, hay que colocarse con todo lo que uno tiene. Y que, por lo que hemos podido ver, realmente lo podemos hacer; solo tenemos que quererlo. Así que, vamos a tenerlo bien presente. 

Esto es importante porque este planeta necesita mucha Misericordia, y esa Misericordia desciende a través de nosotros también. Ese canal se abre a través de la apertura de nuestro corazón; si nosotros estamos tibios, no hay Misericordia, porque le estamos diciendo no al universo. Por eso, estemos bien atentos y vigilantes con nuestra voluntad.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Como todos pudieron escuchar, hoy Ella vino como la Señora de la Inmaculada Concepción. Su Presencia representaba entre unos 25 y 30 años. Cuando Ella apareció, junto al lado izquierdo del cuadro, lo primero que nos pidió fue que oráramos el Credo.

Siempre que Ella aparece nos pide que oremos el Credo con Ella y también nos pide que oremos una segunda oración que vamos a rezar ahora, que es una oración que el Ángel de la Paz les entregó a los pastores de Fátima. Ella dijo que esa oración tiene un gran poder de conversión y también un poder de salvación. Ella ora esa oración con nosotros cuando aparece:


Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.

Amén.


Esta oración Ella la repite unas siete veces hasta que, hoy en el momento de la Aparición, comenzó a caminar hacia los hermanos que están aquí. 

Hoy, Ella recogió Su Manto con las dos Manos, llevaba algo dentro de ese Manto y cuando lo soltó comenzaron a caer muchos lirios blancos que se fueron derramando sobre todos. Luego, Ella se aproximó cerca de este lugar que tenemos aquí a la izquierda, y tenía un lirio blanco sobre cada uno de Sus Pies. 

Y hoy, de una forma especial, Ella nos mostró Su rosario. En el extremo del rosario estaba la cruz cristiana y no tenía al Cristo Crucificado, porque nos dijo que está vivo y que está retornando. En ese momento, Ella comenzó a transmitir el Mensaje.

Hoy Sus Ojos estaban con una mirada más contemplativa, una mirada de paz y de recogimiento interior, hasta que nos pidió que una de las hermanas del grupo se acercara; y fue en ese momento que Ella nos pidió que oráramos el Ave María en diferentes idiomas. A medida que íbamos orando en cada idioma, no supimos cómo aconteció, pero Ella nos mostró algo importante.

Cada vez que pronunciábamos un Ave María en diferentes idiomas, Ella estaba aquí, pero al mismo tiempo estaba sobre cada continente. Y de una forma muy veloz, caminaba por cada región del planeta e iba socorriendo a muchas almas; sobre todo, nos mostraba que socorría a almas que estaban en un profundo dolor físico e interior y cómo con tan pocas oraciones acontecen grandes cosas.

En un momento en que nuestra hermana no comprendió bien algunas Palabras, Nuestra Señora sonrió con mucha alegría y solo dijo: “Que no esté nerviosa, que no se preocupe, Mi querida hija, porque todos estamos aprendiendo”. Y agregó: “Con mucha paciencia, Yo le hablaré lentamente”. Y continuó transmitiendo las Palabras, poco a poco.

En un momento de la Aparición, oramos la oración “Inmaculada Señora de la Paz”, y Ella también utilizó ese momento de la oración para hacer una tarea. Nos mostró una parte del purgatorio donde, según nos dijo, se vive bien; un estado en el que las almas no sufren. 

Ese lugar que Ella visita es ese purgatorio; porque nos dijo que el purgatorio es una consciencia muy amplia que tiene varios niveles como si fuera un edificio; y en ese lugar que nos mostró, había grupos de almas que estaban sirviendo a través de la oración, almas que oraban por la humanidad. 

Antes de finalizar la Aparición, Ella hizo la bendición de las flores, de las rosas. Ella colocó Sus Manos sobre las rosas; se aproximó como nunca antes se había aproximado en este último año de Apariciones. Y como ustedes escucharon, Ella pronunció esa bendición especial. Ella colocó toda Su Luz sobre esas flores, y nosotros comprendimos que colocó, en ese momento, Su Luz Espiritual. 

Sentimos en ese momento un gran movimiento de Su Consciencia como Madre, porque abrió un haz de Luz sobre este lugar, un rayo que conectaba este lugar con el universo y la Presencia de Dios fue descendiendo por ese rayo de Luz a medida que Ella pronunciaba esa bendición.

En un momento de la Aparición, Ella vino acompañada de un grupo de hermanos. Cuando nos pidió que nos arrodilláramos, ante Ella, fue para que realizáramos una oferta por la conversión de los que le faltan a Dios. 

Luego, Ella señala con Su Mano hacia nuestro lado, donde se encontraba el grupo, y apareció una familia indígena; una familia indígena que llevaba, en gran parte de sus cabezas, plumas de colores. Ellos, estaban en una total reverencia ante Nuestra Señora. Y, cuando Nuestra Señora mostró esa imagen, nos dijo que la mostraba para recordarnos que es la Madre de todos; y para Ella, como Madre, no existen diferencias entre las razas.  
Al final de la Aparición, cuando ya consagró las rosas, le hizo un pedido al grupo organizador de Paraguay. Como ustedes escucharon, Ella dijo que va a retornar aquí, a Paraguay, y le hizo un pedido a este grupo, que va a quedar como intención en el corazón de cada uno de estos hermanos.

Ella pidió que participaran de la Aparición Anual en Figueira, al final de este mes de setiembre; porque allí Ella realizará una tarea importante. En ese momento, nos dijo que es una tarea con las naciones y agregó: “Porque Yo sé que existen muchos hermanos de diferentes naciones que llegan aquí, hasta Mí”.

 
Madre María Shimani de Montserrat:

Bueno, así que cada día más comprometidos, ¿no? ¡Qué bueno!

Estamos muy entretenidos, para que la vida tenga sal y pimienta. 

Bueno, nos vamos a ver pronto, Dios mediante.

A todos los que nos ven por internet les enviamos nuestro saludo y nuestro agradecimiento por estar con nosotros.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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