MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los ciclos te piden renovación, déjate renovar. Los relojes de este mundo ya no marcan las horas que pasan en los ciclos de la Naturaleza. El Tiempo del Universo está llegando a la Tierra.

Cuando los ciclos te piden transformación, déjate transformar. El cambio es parte de las Leyes de la Vida, la transformación es parte de la actuación del Amor en las consciencias.

Si las necesidades te piden, hijo, que le entregues a otros el castillo que construiste para ti, deja ese legado para los que más necesitan de él. Con esto, quiero decirte que el pasado solo es válido si puede donarse como base para que se construya el futuro, que puede ser diferente de todo lo que diseñaste en el plan de tu vida.

Vengo a pedirte que seas agradecido por todo lo que viviste, pero que no mires hacia atrás con nostalgia y esperanza de volver a vivir lo que ya pasó. Dios quiere construir, por tu intermedio, una nueva vida, un nuevo diseño, un Plan que es nuevo para la humanidad, pero que es eterno para el Creador.

Sin pesar y con alegría, permite que el Universo te conduzca al cumplimiento de las Leyes de estos tiempos, que son el servicio abnegado y el amor absoluto.

Ya no estás en el ciclo de la construcción y del fortalecimiento de tu interior. La vida está golpeando en la puerta de tu corazón, con un ciclo en el que la humanidad necesita de tu rápido auxilio.

Los Puntos de Luz que Dios fundó en la Tierra, deben estar sobre la mesa de la consciencia planetaria, iluminando los abismos y dando a conocer a las almas el camino hacia la redención y el retorno al Origen.

Las Islas de Salvación, en las que Dios te llamó a servir, deben abrir sus puertas al nuevo tiempo, porque el planeta se está ahogando y las almas necesitan, sin demora, del amparo y del refugio preparados para ellas, hace tanto tiempo.

Vengo a decirte, hijo Mío, que llegó el tiempo del servicio y que tu corazón debe estar situado en el punto correcto de la donación para los demás. Guarda en tu interior, como un Templo de Paz y de Unidad con Dios, lo que construiste hasta hoy por medio de toda la Instrucción recibida; pero no esperes, hijo, que fuera de ti los ciclos sean iguales, que las formas y la vida sean las mismas.

Ha llegado el tiempo de que cedas el confort de tu casa para aquellos que nunca lo tuvieron. A ti, todo te fue entregado, para que aprendas a donar cuando sea necesario. Llegó la hora de la donación, del servicio incondicional, del amor absoluto y de la fraternidad. Que tu corazón en purificación se equilibre por el amor que permites que de él emane hacia los demás.

El verdadero secreto para encontrar la paz en estos tiempos es saber amar y dejarse amar, sin resistencias, para encontrar en el prójimo el Corazón Vivo de Dios.

Yo te invito a este nuevo ciclo y, como tu Padre y Amigo, te conduzco a dar todo de ti, por amor al prójimo y sobre todo, por amor al Plan de Dios, que se diseña con el lápiz de tu vida.

Tu Padre y Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Centros de Amor fueron creados por Dios en el interior del planeta, como Reinos Sagrados semejantes a las dimensiones divinas, fue para que la humanidad recibiera impulsos espirituales constantes para reencontrar el Plan divino y su origen celestial.

Los Centros de Amor, que existen espiritualmente en los niveles invisibles del planeta, son el símbolo de la Humildad de Dios y de Sus Compañeros quienes, en silencio y casi en el anonimato, sirven a la humanidad a pesar de la indiferencia humana.

Los Centros de Amor son el símbolo de la esperanza divina que nunca deja de dar una nueva oportunidad a Sus criaturas, para que ellas se curen, despierten y alcancen la redención.

Los Centros de Amor existen más allá de la ignorancia humana y perseveran en el planeta, a pesar de su indiferencia.

Cuando el Creador inspiró la manifestación de las Comunidades-Luz, fue para extender esta Gracia, que era casi invisible para la humanidad, hasta los niveles materiales. Pero, para que esa dádiva sea una realidad, es necesario, hijos, que en las Comunidades-Luz, así como en los Centros de Amor, existan consciencias dispuestas a vivir la entrega, el sacrificio y el constante servicio, por amor a los demás.

Es necesario que existan, en la superficie del planeta, consciencias que sepan adaptarse al cambio permanente del Universo acompañando los ciclos de la humanidad; para que puedan contar con las herramientas que necesitan, no para su propia comodidad, sino para servir a los que llegan y a los que llegarán, cada día, en busca de un auxilio espiritual e interior.

En los Centros de Amor se vive la renuncia permanente, porque allí no existen ideas personales ni pareceres propios; allí existe el Plan de Dios como Ley, y ese Plan, hijos, se adapta cada día a la necesidad humana, para que las almas tengan más posibilidades de encontrar a Dios y de fortalecerse para vivir pruebas mayores.

Así deben ser las Comunidades-Luz: Espejos de los Centros de Amor que las amparan, de los Reinos Espirituales que las sustentan; para que la Gracia de Dios se extienda a todos los seres y Su Manantial de Misericordia no termine, sino que sea inagotable.

Hijos, los tiempos dictan que las almas se abran al servicio y al cambio constante. Que la prioridad en la vida de los compañeros de Cristo sea el servicio a los demás, la posibilidad de que el otro encuentre espacio para vivir su redención y que las almas se sientan acogidas, independientemente de sus condiciones, para que sean curadas y se reencuentren con Dios.

Los Centros de Amor pueden extenderse hacia la superficie del planeta siempre y cuando las almas se renueven y se dejen transformar por el cambio de los tiempos. La nueva humanidad es aquella que sabe vivir en el flujo del Universo y soporta, constantemente, los impulsos y las corrientes celestiales que vienen para la transformación y la consagración de la existencia humana.

Hijos, aspiren a ser prolongaciones de la vida espiritual e invisible del planeta. Todo comienza con el primer paso, que es la vivencia de la fraternidad y la obediencia incondicional a la Ley de la Jerarquía. Que lo Sagrado encuentre el camino, por intermedio de sus almas, para llegar a la Tierra.

Yo los inspiro y les agradezco por dejarse moldear y transformarse, por permitir que la vida se renueve, para que la humanidad reconozca el nuevo tiempo, mediante aquellos que se dicen apóstoles y servidores de Cristo.

Que el Plan no se estanque y que siga adelante. Que el Reino de Dios, espejado en el interior del planeta, se refleje a través de Sus hijos en la superficie de la Tierra. Así, el Plan se cumplirá y todas las dimensiones de la vida reencontrarán lo Sagrado y la Unidad con Dios.

Para que Mis palabras se manifiesten, esfuércense y no sean un peso en la transformación humana. Déjense quebrar, moldear y conducir. Yo los animo y los guío siempre.

Aquel que se dejó transformar por Dios, vuestro Padre y Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entra en oración, en el Relicario de Mi Corazón, para que puedas comprender la verdad sobre ti mismo.

Contempla el Relicario de Mi Corazón, como quien está ante un gran misterio que le es propio, íntimo y desconocido al mismo tiempo.

La vida humana guarda, en sí misma, muchas contradicciones; por eso, te es tan difícil conocerte, como también lo es para ti, conocer el Universo, cuando lo contemplas desde la Tierra en una noche estrellada.

Hijo, si no buscas lo que está más allá de las estrellas, jamás conocerás lo que hay allí. De la misma forma, si no buscas lo que hay dentro de ti, jamás saldrás de las apariencias, de lo que pareces ser ante los ojos humanos, y no te reconocerás tan infinito y tan perfecto como el vasto Universo.

La ciencia de la Creación Divina no se revela con estudios ni tecnologías, sino a través de la sabiduría del espíritu, que nace en el corazón cuando aprende a ser humilde y simple.

Este es el camino para ingresar espiritualmente en la evolución y no estancarse, para no detener tus propios pasos. Por eso, hoy, solo te digo que si quieres revelar los misterios universales, comenzando por el insondable misterio que eres para ti mismo, contempla el Relicario de Mi Corazón y descubre en la humildad y en la simplicidad, que por la Gracia de Dios alcancé, el camino para encontrar la Verdad

Con este simple impulso, te bendigo y te digo que vayas en busca de ti mismo, para que encuentres la Voluntad y el Don de Dios en tu pequeña consciencia.

Tu Padre y Amigo

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE LUZ-SAINT-SAUVEUR, ALTOS PIRINEOS, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el triunfo de Dios en la humanidad es grande, grandes serán también las batallas que vendrán para que las almas sean probadas y testeadas por el mal, para que perseveren en el bien y en la Luz divina, para que busquen el camino de la confianza y de la unidad y sigan el camino de la oración y de la sabiduría.

Esta batalla aún será larga y ardua, como el camino del desierto y la subida al calvario. Encuentren la fortaleza en la eterna Cruz de Cristo, en la que el amor superó todos los males, asedios y conflictos que con toda su fuerza buscaban destruir el Poder de Dios.

Fijen la mirada en la Cruz de Cristo y el corazón en la esperanza inmutable de Su Retorno al mundo. Él se valdrá de la fortaleza de Sus compañeros para hacer triunfar Su Plan. Dejen que el Poder de la Cruz renueve sus fuerzas humanas y las transforme en una unidad con Cristo.

No les hablo de cosas imposibles, sino de misterios espirituales que existen para que sean vividos, y así, sostener a la humanidad en este mundo, caminando hacia la sublimación del pasado y el surgimiento de una nueva vida.

La vida cristiana debe dar lugar a la vida crística, en la cual los corazones no solo adoran el Ejemplo de Cristo, sino que también lo imitan y lo viven en este tiempo, renovando Su Evangelio con el testimonio de su propia experiencia.

Para que un día encuentren, conozcan y vivan el Evangelio Universal que Cristo escribe con Su Evolución en el Cosmos, para que lo sigan más allá de este mundo, deben experimentar primero el Evangelio escrito con Sus Actos en esta Tierra, durante Su Pasaje por ella.

Cristo ya no retornará como Jesús, sino en el resplandor del Hijo de Dios y no buscará en los hombres lo mismo que buscó en Galilea, Él buscará lo nuevo y los llevará hacia lo nuevo, Él despertará la Verdad y abrirá los ojos humanos para que vean el tiempo del no tiempo.

Cristo ya no vendrá para transformar a pescadores brutos en discípulos de Su Palabra, porque ellos ya crecieron y comprendieron que, más allá de Sus Palabras y por detrás de ellas, existe un horizonte en el cual la evolución sigue su curso y nada se detiene, sino que se transforma a cada segundo. Esos pescadores reconocieron que su Maestro y Señor también se transformó, sin dejar de ser el mismo Hijo de Dios, Parte de Su Parte y Portador de Su Espíritu. Él evolucionó, como el Universo, para dejar espacio para los que vendrían detrás de Él.

Ser un Cristo del nuevo tiempo no es codiciar una santidad que no les corresponde; es hacer valer los pasos de Jesús con la Cruz imitando Su Ejemplo, siguiendo Su Camino y viviendo lo que Él les enseñó, para que la evolución siga su curso.

Cristo ya no es solo Jesús. Él es el Ángel Solar de Dios, Su Hijo Resplandeciente, que vendrá en Gloria a recoger los frutos de las semillas que plantó en tierras áridas, en donde la fertilidad se ocultaba en la pureza y en la simplicidad de los corazones humildes. Y buscará que sus compañeros hayan seguido Sus Pasos y que las Semillas de Vida, regadas con Sangre de la Cruz, hayan hecho nacer en el interior de los hombres a su Cristo interior, los Cristos del nuevo tiempo.

Por eso, afírmense en esta meta, en este plan y en esta aspiración de cumplir con la Voluntad Divina. Amen la Presencia de Cristo hasta fundirse en Él y ser uno con Él, como Él lo es con el Padre, para que la unidad se vuelva a diseñar en el Cosmos infinito.

No teman a las pruebas que vendrán para probarlos, así como el Padre permitió que probasen a Su Hijo para que fuera el mayor testimonio del Amor Universal. Renueven ese Amor y ese testimonio, superando las pruebas que vienen para su crecimiento y jamás desistan, hijos, de cumplir con el Plan. Jamás piensen que Dios los abandonó, sientan Su Mirada y Su Esperanza sobre la humanidad, llamándola constantemente a superarlo en el Amor.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, ESPAÑA, Y LOURDES, FRANCIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Relicario de Mi Corazón debe ser contemplado en simplicidad por aquellos que aspiran a descubrir y a vivir los misterios del Plan de Dios y que tienen fe en el cumplimiento de Su Voluntad.

El Relicario de Mi Corazón está guardado espiritualmente en la Casa del Peregrino, en donde los caminantes que buscan la Verdad y la transformación del espíritu, pueden encontrarlo.

Este Relicario debe despertar en los seres la reverencia a Dios, a Su Misericordia, a Su Plan y a Su Amor por la humanidad.

En este Relicario no solo se guarda el Corazón de un pobre hombre, Servidor de Dios y Padre adoptivo de Jesús. En él se guarda toda Mi trayectoria como Consciencia, desde el Origen hasta el retorno al Origen, hasta la unidad con Dios, que un día viví por Su plena Gracia.

La Casa del Peregrino recibió la Gracia de Dios de tener una conexión especial con un Recinto Sagrado, en donde se guarda el Relicario de Mi Corazón, que es tan misterioso para la humanidad, como ella misma y como la Voluntad de Dios para este mundo.

La Casa del Peregrino debe representar un paso hacia la nueva consciencia, hacia la nueva humanidad; y es por eso que Mi Casto Corazón se encuentra allí, puro, simple y en oferta a la humanidad, para que los corazones de los hombres puedan encontrar en él, un espejo que les refleje la verdad sobre sí mismos.

El Relicario de Mi Corazón representa el despertar de la consciencia. Aspiro a que se le dedique un lugar simple, humilde y silencioso; en donde las almas puedan vigilar y encontrar a Dios, así como este Corazón lo encontró, en el silencio de una carpintería.

Quiero que allí se construya, entonces, un espacio simple, como la carpintería de Nazaret, en donde las almas se transformen, como la madera bruta, en un instrumento de Dios, al contemplar el Relicario de Mi Corazón. Concederé, así, infinitas Gracias para que la humanidad, como un todo, viva el despertar.

Les dejo la bendición de Mi Corazón.

Vuestro Padre y Amigo

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA, LA CORUÑA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Habrá un día en el que las almas despertarán a la necesidad de Misericordia en el mundo y no solo los corazones sensibles sentirán la presión del caos y la batalla entre el viejo hombre y el nuevo tiempo.

Llegará el día, hijos, en el que los ojos que estaban solo puestos sobre sí mismos, y que creían que la voluntad propia era libertad, verán emerger sus ilusiones ante la Verdad Universal.

Llegará el día en el que la fuerza de una religión, por sí sola, no será suficiente para mantener la fe en los corazones de los hombres. Los puros reconocerán la necesidad de la unidad y de ella surgirá la religión del Amor, a la cual se unirán todos los credos. Surgirá la verdadera congregación de la Fe, almas congregadas por Dios para mantener viva la fe en el corazón humano, más allá de creencias, de culturas, de naciones…

Llegará el día en el que los Reinos de la Naturaleza serán reconocidos como parte de la Consciencia Divina. Ese día llegará tarde y el mal causado a los reinos ya será irreversible, pues la vida humana se sustenta con la degradación de la naturaleza.

El hombre reconocerá la necesidad de rendirse a un nuevo tiempo, a una nueva Ley, a un nuevo mundo. Los congregados para mantener viva la Fe, enseñarán que la esencia pura es la única cosa importante que no debe perderse; todo lo demás podrá ser reciclado en los estanques del Universo, porque no solo el hombre, sino todo este mundo, necesitará nacer de nuevo.

El aprendizaje del Amor quedará guardado en la esencia de los que sepan perdonar y que, a pesar de sus errores y de su materia corrupta, comprenderán la esencia del Plan de Dios y lo aceptarán.

Los que se mantengan puros de corazón, cuerpo, mente y espíritu, reconstruirán el mundo y, con su sacrificio, multiplicarán el Amor y prepararán para los que partan, una nueva oportunidad de aprender a Amar bajo otras Leyes y en otro tiempo.

El sacrificio será siempre la puerta para el despertar y para el crecimiento del Amor verdadero, pero él no podrá ser un peso en los corazones de los que comprenden y viven la Voluntad de Dios. El sacrificio no tendrá el mismo sentido para la mente humana como lo que tiene hoy. El Amor será la Ley y no la excepción, y el sacrificio será el vehículo para el cumplimiento de esa Ley.

Para muchos, Mis Palabras parecerán utopía y, para otros, una gran esperanza. No teman las pruebas que el mundo vive y que vivirá. Afirmen sus espíritus en la Voluntad de Dios y conserven puros sus corazones. No dejen jamás de esforzarse por amar y perdonar al prójimo.

Habrá un día en el que ese amor se volverá Ley y, con una sonrisa en el rostro, ustedes contarán a los que vendrán la historia de la transformación y de la redención de la humanidad.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, Y BURGOS, CASTILLA Y LEÓN, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón y tu alma estén buscando una salida para los abismos de tu propia consciencia, únete al Espíritu de Dios y clama por Misericordia.

Cuando tu corazón se aflija no solo por el mundo, sino también por lo que encuentras dentro de ti, únete al Espíritu de Dios y clama por Misericordia.

El Creador no espera de Sus hijos más que espíritus rendidos, conocedores de su propia ignorancia y de su necesidad de Misericordia.

El Creador no espera de Sus hijos más que corazones humildes, que claman y que se unen a Él para convertir sus materias corruptas y sus cuerpos enfermos.

Estar en este mundo, hijo, es al mismo tiempo una Gracia y un gran desafío. Depende de cada criatura saber abrazar esta Gracia y superar los desafíos, para encontrar en su propio interior, el potencial de Amor que le permite permanecer vivo, que sustenta este mundo, como también a cada corazón humano.

Únete verdaderamente al Espíritu de Dios como un hijo Suyo, necesitado de Su Misericordia, para retornar a lo Sagrado, que un día reinó en tu esencia.

Dios no espera de ti más que un corazón rendido, que reconoce la grandeza y el misterio de Su Proyecto y que lo ama, aun sin conocerlo, para que él pueda un día expresarse en tu propio interior.

Ama, entonces, la Voluntad del Creador para ti y clama todos los días por el establecimiento de esa Voluntad. Deja que el Rayo de Dios atraviese tu espíritu y te devuelva la paz que un día perdiste, por estar distraído del Propósito Divino. Deja que el Creador rehabilite y cure a tu pequeña consciencia y la haga grande, por estar unida a Él.

Reconoce tu pequeñez, uniéndote al Espíritu de Dios y clamando, sinceramente, por Misericordia. Yo me uniré a tu corazón y siempre clamaré contigo cuando seas sincero y puro en tus intenciones. 

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Me encontraba en oración, meditando sobre el Relicario de San José, que guarda Su Divino Corazón, cuando Él llegó para seguir transmitiendo Su historia. Le pregunté si podría ayudarnos a llegar hasta ese Relicario para comprenderlo y contemplarlo. En ese momento, San José trajo hasta allí el Relicario con Su Corazón y nos transmitió un mensaje extraordinario, diciendo lo siguiente:

Desde el principio hasta el fin de Mi evolución, compartí el Don Divino de la Renuncia, vivido por Dios al manifestar Su Creación.

Envuelto por el Santo Amor del Padre, una y otra vez, Yo meditaba en todo lo que Él vivía y padecía para que Sus hijos continuaran creciendo y desarrollándose en este mundo. El Relicario de Mi corazón guarda ese Amor que siento por Dios y la constante renuncia que viví y que vivo por Él y con Él.

Si el Creador, Dios Único del Universo, padece y sufre, renuncia y se sacrifica por la humanidad, ¿En dónde encontraría Mi alegría, sino imitándolo, aunque imperfectamente? ¿Cómo podría?

El Relicario de Mi corazón representa la perfecta Misericordia de Dios para con un corazón que lo ama con humildad y hasta dónde el Creador conduce ese corazón que así lo ama.

En el misterio de este simple Relicario se encuentra una esperanza. Que, al contemplarlo, las almas no busquen adorar al imperfecto corazón del Obrero de Dios, sino a la Divina, Insondable e Inmaculada Gracia del Padre, Su infinita Misericordia y Su Perfección, que convirtieron a este pobre corazón en una Unidad con Su Corazón.

Este es el misterio del Relicario de Mi corazón que, en verdad, debe manifestarse en todos los corazones del mundo: el milagro de la transformación y de la unidad con el Único, que revela la Verdad de la Esencia humana, cuando su imperfección da lugar a lo que estaba escondido en su interior, que es Dios mismo.

Contemplen el misterio del Relicario de Mi corazón y se verán a sí mismos, como potencial, escondidos en este Santo Relicario.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

He aquí que comienza a surgir en el mundo y en los corazones de los hombres aquello que vino a ser curado y redimido desde el principio.

El “fin” no es sino la concreción del inicio, del verdadero sentido por el cual sus espíritus vinieron al planeta. Pero las almas se distrajeron, se apegaron a la ilusión y la tomaron para sí, como una gran y única verdad, y ahora temen a lo que es verdadero e inventan tantos miedos como ilusiones, para no aceptar lo que se presenta frente a sus ojos y que ya no se oculta a sus corazones.

He aquí que lo que fue creado por los hombres, también con ellos se desvanecerá. Las fronteras, dentro y fuera de los corazones, entre razas, religiones, culturas y pensamientos, se desvanecerán, ante la unidad que el Universo les demostrará que existe.

El Corazón de Dios se espejará en los corazones de los puros y de los que, a pesar de sus impurezas, aspiran a vivir el bien. Todos sentirán la imperiosa necesidad de descubrir y de vivir el Amor. Las fronteras serán derrumbadas por los propios hombres, los que recibirán en sí, la Gracia del Corazón de Dios y que serán impulsados a construir el nuevo mundo.

Existirán los pioneros, que activarán e inspirarán a los otros. Estos perderán su miedo primero, porque serán resguardados por la Gracia de la Verdad.

Los más jóvenes conducirán la nueva barca, porque sus corazones se abrirán más fácilmente para encontrar el Universo. No verán, en la Tierra fútil, sentido para su existencia y buscarán, sedientos, una Verdad que calme sus ansias de encontrar algo que no conocen, pero que saben que existe.

El caos del mundo inspirará a muchos a la santidad, porque la Ley dicta que los opuestos se equilibren. Despertarán el amor a Dios como en el pasado y, con locura y verdad, proclamarán Su Nombre.

Aunque parecerán ser escuchados por muy pocos, su clamor resonará más allá de la Tierra y el Cosmos escuchará su llamado, que será suficiente para que un auxilio superior llegue a la Tierra.

A los puros, les digo: no desistan nunca. Su verbo debe ir más allá de las estrellas, como una llave que nace de la esencia y del corazón para abrir las puertas de este mundo a la verdad interior.

Se estremecerán los cielos y la tierra; rugirán las fieras, que tienen su falso poder construido en apariencias; pero nada de eso debe hacer sucumbir la fe de los que encontraron a Dios y a Sus Mensajeros.

Construyan hoy, pues, la fortaleza que los sustentará mañana y que será como un farol en la noche oscura del mundo, inspirando a otros a decir “sí”.

Solo oren y háganlo de corazón.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MADRID, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCIA DE JESÚS

Un corazón encuentra la Paz, cuando a pesar de ser imperfecto, se esfuerza y hace todo lo que está a su alcance para cumplir la Voluntad de Dios y no la propia.

Un corazón encuentra la Paz, cuando se rinde en la batalla que vive por cumplir sus propias aspiraciones y se deja transformar en un instrumento, para que el Plan de Dios se cumpla.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ya no lucha por la transformación ajena, y se esfuerza en ser, él mismo, un Espejo de lo que Dios pensó para la humanidad, buscando en el Padre la Gracia de ser un ejemplo para los demás.

Un corazón encuentra la Paz, cuando descubre, en sí, las raíces de los conflictos del mundo y sabe que, en verdad, sí, puede transformar todas las cosas cuando comienza por sí mismo.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ora por un Propósito Superior cuando se une al Corazón de Dios y, aunque llegue a sentir el dolor del Corazón del Padre, no pierde la paz, porque por detrás de ese dolor se encuentra una inextinguible certeza y la esperanza del triunfo de Su Plan y el establecimiento de Su Voluntad.

Un corazón encuentra la Paz, cuando abandona las dudas y las desconfianzas, y despierta, en sí, el verdadero sentido de la fe en aquello que no siente, que no toca y que no ve.

Un corazón encuentra la Paz, cuando ya no se resiste a dejarse guiar por el Dios que habita en sus hermanos y encuentra en ellos una oportunidad constante de transformarse y de caminar.

Un corazón encuentra la Paz, cuando deja que la paz ingrese en su vida de las formas menos buscadas y más temidas. Porque, para encontrar la paz, hijos, ustedes deberán perderse a sí mismos en muchos sentidos y renunciar a aquellas cosas por las cuales la humanidad siempre luchó para vivir y para ser.

Si les falta la Paz en el corazón y están afligidos y abatidos, abran las puertas para que la Paz ingrese en sus vidas y, rindiéndose en su propia batalla y en la lucha por imponer sus propias ideas, tórnense obedientes soldados de un ejército que solo sigue y vive los Designios del Creador. Pues es en lo poco, en lo pequeño, en lo simple y en lo invisible, que ustedes harán triunfar el Plan de Dios.

Sepan: es en la humildad, en el silencio, y en la unidad con Dios, que se encuentra la Paz.

Su Padre y Compañero,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN GIOVANNI ROTONDO, FOGGIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un corazón es sincero delante de la Gracia y de la Grandeza de Dios, el Corazón del Padre le responde.

Solo es necesario, hijos, que ustedes sean sinceros y simples de corazón, para que los Misterios de Dios se revelen. Solo es necesario ser agradecido, para encontrar dentro de sí los recursos para retornar al Origen y encontrar en el propio interior lo que los une al Universo y al Creador.

Hay muchas verdades por revelarse. Hay muchos misterios que están ocultos para el corazón humano, porque le falta la simplicidad y la gratitud, cuando están delante de las oportunidades que Dios les entrega.

El Creador aguarda que Sus hijos despierten, porque Él no creó a la humanidad para que viva eternamente en la ilusión y en la ignorancia, creyendo que la realidad comienza y termina en su vida material y humana.

Este es el tiempo de despertar a la verdad, una verdad que comenzó a desarrollarse en la Tierra desde que los pueblos originarios se abrieron para comulgar con la Vida y vivir en gratitud y simplicidad, unidos al Todo.

Esta verdad se reveló a los hombres de una forma, por intermedio de Buda; se anunció en los símbolos de los Profetas; se materializó con el Ejemplo de Cristo; pero, sin embargo, muchos oídos permanecieron sordos, muchos ojos ciegos y muchos corazones cerrados, para conocerla y comprenderla.

Todas las líneas de conocimiento, filosofía y verdadera religiosidad, son puertas para algo que es mucho más amplio, un Universo que no cabe en la mente ni tampoco en el corazón humano; pero es por medio de ese corazón que ustedes pueden comenzar a conocerlo.

Es tiempo, hijos, de descubrir el potencial de la simplicidad y de la gratitud, el potencial de la fraternidad y del amor al prójimo, porque a través de estos simples atributos – que están en la esencia de todo camino espiritual verdadero- un gran misterio les será desmitificado.

Es tiempo de descubrir la verdad y comenzar a retornar, de leer en el Espejo del corazón la Voluntad de Dios; de ver reflejada en los Espejos de la naturaleza la unidad que existe entre toda la Vida; y descubrir, al fin, que la naturaleza siempre reflejó el camino, que en ella está oculta la Grandeza de Dios, recordando todos los días, a la humanidad, el camino del retorno al Origen. Matar a la naturaleza es como matar la posibilidad de retornar a Dios y destruir, poco a poco, el hilo que les permite salir de la ilusión.

Es tiempo, hijos, de vivir la unidad en la vida, de sintetizar en el corazón la esencia de todos los impulsos que generaron la inspiración para el nacimiento de las diferentes religiones y filosofías. Porque hoy, todo adquiere sentido solo cuando se encuentra la unidad, y las religiones ya no se completarán en sí mismas, sino todas unidas por el amor; en Dios encontrarán la verdad que les da sentido y que señala el camino que deben seguir.

Con esto les digo que el planeta necesita encontrar la verdad, con cada ser en el lugar que le corresponde. Mas, para eso, basta ser simple y agradecido, basta saber ser fraterno, y sobre todo, basta abrirse para aprender a amar.

Su Padre y Amigo, Compañero de siempre,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE ASÍS, PERUGIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el corazón encuentra la paz y se une a Dios, disuelve en el silencio de su espíritu el caos que permea al mundo.

Por lo tanto, hijo, busca en este lugar sagrado el Silencio de Dios que, un día, en la soledad, tocó y convirtió el corazón de Francisco, transformando su condición de hombre mundano y superficial, en un espíritu unido a Dios, capaz de expresar, como podía, el Arquetipo de Amor que el Creador pensó para la humanidad.

Estás en este tiempo, como parte de esta Obra y de la humanidad, delante de una oportunidad única de conversión para tu espíritu y para tu corazón. Solo encuentra, en el silencio de tu mente, el silencio del Corazón de Dios. Encuentra en el canto de los pájaros el Verbo del Creador, que te llama constantemente a reencontrar el sentido de tu vida.

Pues hoy te digo que la conversión debe ser vivida a cada instante. Estás en un tiempo de batalla, en el cual tu alma oscila entre el mar del caos del mundo y la Gracia de estar suspendido en Dios. Por eso, el enemigo, que no quita sus ojos de las Criaturas de Dios, muchas veces consigue confundirte y retirarte del propósito, sin que lo percibas.

Vigílate entonces, y busca observar en donde está tu consciencia y siempre que te acuerdes, piensa en el silencio, en el espíritu de la humildad, en la necesidad de unirse al prójimo, a los Reinos de la Naturaleza, y así unirte a Dios.

Encuentra en los éteres de este lugar, por el cual caminas, la posibilidad de prestar un gran servicio a la humanidad: experimentar una santidad silenciosa y una unión única con Dios. Así, hijo, aunque no sepas ni comprendas, estarás ayudando al Creador a cerrar muchos infiernos y a rescatar a muchas almas de la ilusión; con el simple hecho de que tu corazón, que es humano, ceda un lugar al Corazón de Dios.

Que la Paz y la Bendición de tu Maestro San Francisco estén sobre ti. Y hoy, extiendo1 esta Bendición hacia ti, que lees estas palabras y que te dejas permear por una Asís espiritual, que guarda en sí, una parte del Reino de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

1- Cuando dijo eso, San José nos mostró que uniría los tiempos y los espacios, y que siempre que alguien lea este mensaje de corazón, reciba los códigos todavía puros que, espiritualmente, están guardados en Asís. Códigos referentes a todo lo que San Francisco dejó como legado para la humanidad a lo largo de su vida, como la humildad, la unión con los Reinos de la Naturaleza, la pobreza de sí y el silencio. Sin importar donde esté ni cuando lea estas palabras, todo aquel que abra su corazón, accederá interiormente a esta experiencia espiritual. Esta es una Gracia que San José nos concede a través de Sus palabras.

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mantén tu pequeño corazón en Dios y solo agradece al Padre por tantas dádivas entregadas a ti y por intermedio de ti, a toda la humanidad.

Por medio de la oración, perpetúa los estados de paz en tu interior y tórnate un Instrumento de Dios en el mundo, que transforma el caos y la confusión humana, sublimando la atmósfera con el Espíritu del Amor.

El simple hecho de ser agradecido, hijo, te elevará a nuevos horizontes, sin que te des cuenta. Deja que tu corazón se amanse y se silencie, para sentir la paz que se expande en ti, a través de la Presencia de Dios*.

Si algo te perturba o aflige, respira hondo, concentra tu mente y tu corazón en el momento en el que tuviste a Dios delante de tu espíritu y deja que esta Divina Consciencia, omnipresente y omniabarcante, envuelva de nuevo tu ser, para devolverte la paz. Hazlo por el bien de la humanidad.

Los estados de paz elevan la consciencia humana hacia espacios y dimensiones desconocidas. Mediante estos estados internos, podrás comprender misterios inexplicables, ingresar en recintos espirituales y divinos, y recibir de Dios aquello que Él espera poder entregarle a la humanidad: Su Legado de Amor y de Unidad.

El simple hecho de abrir tu corazón al Espíritu de la Paz y confiar en Dios ya es un gran servicio para toda la consciencia humana; un servicio verdadero, pero invisible; un servicio amplio, sin límites, sin fronteras, sin direcciones.

Cuando un corazón es capaz de abrirse para sentir la Paz de Dios, toda la humanidad recibe esta oportunidad. Por eso, hijo, solo deja que la paz se expanda dentro de ti y que la Molécula de Dios que tocó tu corazón, encuentre espacio en tu interior para transformar, curar y sublimar tu pequeña consciencia.

Este grandioso misterio de encontrar a Dios es uno de los misterios que se guarda en el acto de orar. Este es uno de los caminos que se abre cuando el corazón humano ora. Permite, entonces, que tu espíritu descubra muchas otras posibilidades existen para vivir, por medio del verbo orante. Sumérgete en este misterio que se abre con una puerta tan simple y que, a veces silenciosamente, te lleva al Triunfo del Corazón de Dios.

Por ser tan simple, el enemigo de Dios desconoce el poder de la oración; sin embargo, también hay muchos seres humanos que lo desconocen. Da entonces, el testimonio de tu vida, de la Gracia que desciende sobre ti cuando oras. Haz esto solo orando y dejándote transformar. Tórnate un servidor en silencio, que habla con el ejemplo y con su presencia, que está plena de Dios, porque Él habita en el corazón que ora.

Aquel que ora contigo, cuando oras de corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo


[*] San José se refiere a la experiencia que María nos hizo vivir el 25 de mayo de 2017, en la que Ella nos condujo hacia las dimensiones celestiales para que estuviéramos ante la Consciencia de Adonai, por un instante, y recibiéramos de Él, una pequeña partícula de Luz, que provenía de Su Consciencia.

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Dime: ¿temes alguna cosa?

Llegó el momento de confirmar tu entrega, como le llega a todos los servidores y verdaderos consagrados al Plan de Dios.

Entonces, dime: ¿temes alguna cosa?

Es hora de colocar tu imperfección en las Manos de Dios y de no intentar ser tú mismo el alfarero del barro que eres. Es hora, hijo, de que las más lindas canciones sobre la entrega de la vida se tornen verdad ahora, que tú seas una canción viva, y que todos los que te vean puedan escucharla y se dejen inspirar por ella.

Para todos llega la hora de confirmar la propia entrega; generalmente es cuando se sienten menos preparados para eso, porque la entrega no se confirma antes de ser consumada. Es en el propio acto de entregar el corazón que el espíritu ancla sus bases en la materia y el alma madura y expresa su consagración a Dios. Todo lo que viene antes de esto es una preparación.

Dime: ¿temes alguna cosa?

Vengo para hacerte sentir Mi Amor y para que él, junto al Amor de Mi Hijo, disipe el temor de tu corazón de no corresponder al Plan de Dios.

Vengo con el Amor del Padre impreso en Mi humilde espíritu, el mismo Amor que Me hizo entregarlo todo para cumplir la Voluntad de Dios desde el principio; ese Amor que, como un imán, me llamó, vida tras vida, para retornar a Dios.

Que ese Amor hoy impregne tu ser, te fortalezca y te coloque ante la grandeza del Plan de Dios, que va mucho más allá de esta vida y que tiene en ella su principio y en la eternidad y en la unidad su fin.

Que esa grandeza te inspire a perder el temor y a tener el valor para caminar con pasos decididos de un espíritu que es guiado por Dios, porque si hoy tú lees estas palabras, así es.

Entonces, dime ahora que ya no hay temor en tu corazón, no hay recelo y no hay dolor, pues el dolor que hay en ti no te pertenece y debe ser transmutado por el poder de la Gracia.

Dime, entonces, con simplicidad, que seguirás la Voluntad Divina y que te colocarás en las Manos del verdadero y único Alfarero capaz de moldearte. 

Hijo, es con tu imperfección que Él cumplirá Su Plan, así como lo hizo con la Mía, y hará de ti un recipiente nuevo para colmarlo de la nueva vida que permeará la Tierra.

Antes de esto, durante la grandiosa Obra que el Señor realiza en los Suyos, sé simple y humilde, y todo será como Dios pensó, aunque descubras, un día, que Su Pensamiento en nada se parecía al tuyo.

Dime, entonces, que ya no hay temor y, con Mi bendición sobre tu corazón, descansa en paz, descansa en el sacrificio y en la donación, pues ha llegado el tiempo de tu entrega. 

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA VILLA DE DORNES, FERREIRA DO ZÊZERE, SANTARÉM, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy contemplen la Presencia de Dios y reciban Su Santa Paz.

Hijos, hoy no estoy solo, estoy también con todo el Universo Celestial, que contempla la magnitud con la que se prepara el Reino de Lys para expandirse hacia los corazones del mundo.

Hoy, el Universo se detiene y las Fuentes de la Gracia se abren para acompañar la presencia de la Madre del Mundo entre los hombres y para derramar sobre ellos los últimos caudales de perdón, de redención y de misericordia.

Hoy, hasta los Ojos y el Corazón de Dios se detienen a la espera de que un único corazón se abra, verdaderamente, para ingresar en el Reino de Lys y conocer sus misterios, comprendiendo que la Gracia de Dios está en la Tierra así como en el Cielo y que el Reino de Su Madre Celeste cohabita con la humanidad, en silencio y en reverencia, a la espera de corazones abiertos y dispuestos a encontrarlo.

Hoy, la Justicia es nuevamente aplacada por las manos de la Madre Universal, para que toda la Creación contemple la magnitud de Su Amor por los hombres y por el Plan de Dios.

Con una mínima correspondencia de la humanidad, el Creador operará milagros, bastará que ustedes estén correctamente colocados frente a Su Gracia.

Que cada instante de este sagrado momento del Reino de Lys sea reverenciado por los hijos de Dios, como lo es en todo el Cosmos. Oren y vigilen para que la expansión de Amor que Lys-Fátima espera vivir pueda llegar más allá de las fronteras, más allá de las necesidades personales de los corazones que claman, más allá de las naciones que le abran el corazón.

Que la Luz de Lys penetre los abismos de la Tierra, convirtiendo y reparando los corazones, conduciendo a las almas perdidas y curando un pasado milenario que aún espera el momento de ser aliviado.

Acompañen con el corazón este próximo 13 de mayo, que marcará un antes y un después para la consciencia planetaria, porque el espíritu del planeta sentirá el peso que le será aliviado y muchas almas comprenderán como en verdad es simple responder al Corazón de Dios.

Corresponderá a cada ser mantener en su espíritu los impulsos de Lys y no dejar que ellos perezcan, para que su expansión se perpetúe más allá de todos los días 13 que llegarán.

Donde quiera que estén, sientan la presencia del Reino de Lys, y que su Pureza pueda cruzar los muros de sus mundos interiores y devolverles la esperanza de retornar a Deus.

Que se enciendan las esencias por la Luz de Lys, la que encontrará en sus oraciones el vehículo para recorrer las diferentes dimensiones de este mundo.

Oren y vigilen con todo el Universo. Únanse como un ejército único de la Madre Universal, de la Madre del Mundo, y que Su Luz y Su Pureza se extiendan a todo el planeta.

Vigila en oración en el Reino de Lys, donde la pureza se prepara para expandirse sobre la Tierra,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE GONDOMAR, OPORTO, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo agoniza y el Señor comparte las llagas del espíritu herido de la Tierra, clamen por Misericordia. Aún están a tiempo de orar y de que sus oraciones abran las puertas al manantial curador de la Divina Misericordia, para que lo que está perdido pueda encontrarse y lo que está distante de Dios pueda retornar.

Hijos, aún están a tiempo de abrir los ojos y de elevarlos hacia el Cielo buscando una salida, buscando  a Aquel que es su salvación y su vida: el Creador de todas las cosas.

Están a tiempo de pedir una oportunidad más para vivir Sus Principios y Su Paz, para que Su Proyecto no se pierda y Su Esperanza no se desvanezca con el polvo que quedará de la humanidad.

Están a tiempo de dar todo de sí por Aquel que lo dió todo a Sus criaturas y dándoles la Vida, Se hizo Él mismo carne para mostrarles el camino de la evolución. Se entregó a los más perdidos de Sus hijos, ingresando donde todo era tinieblas y ceguera espiritual para que las almas vieran Su Luz y pudiesen despertar.

Esa Luz aún brilla en las tinieblas del mundo y en el horizonte interior de todos los seres. Solo basta, hijos, que la quieran ver y que caminen en su dirección, mientras ella aún es visible. Esta Luz vino al mundo para encender a muchos más, aquellos que lleguen hasta ella, se tornarán la nueva luz del mundo y los que no fueran en su dirección permanecerán en la oscuridad.

Solo no buscan a Dios y no lo aman aquellos que no lo conocen, pues no hay en la Creación un corazón que,  conociendo verdaderamente el Amor del Padre, elija el mundo y la ilusión de la materia. Solo elige al mundo quien no conoce el Amor. Por eso, hijos, no teman rendirse para buscar el Amor de Dios. No teman decirle “sí” y caminar en Su dirección.

No hay mayor tesoro que aquel que se encuentra al recorrer la vida del espíritu, al dar los pasos en la propia evolución, al retornar un poco más hacia el propio Origen, hacia la Fuente de la Unidad y del Amor Absoluto.

Mientras el mundo agoniza y el Hijo del Hombre aún agoniza por los pecados del mundo, oren y busquen a Dios. No hay mayor servicio para toda la Vida, para Dios y para sí mismos, que buscar al Padre y encontrarlo. Toda la Creación encuentra alivio cuando un corazón se une a Dios. Ustedes aún están a tiempo de hacerlo, porque los caminos están abiertos y la Misericordia intercederá  por los que se arrepientan y clamen por ella.

Les digo que aún están a tiempo, porque llegará el momento en el que él ya no existirá y cada uno iluminará su camino con la luz que encendió en su interior. Quién esté en Dios, caminará con la Luz de Dios y, aún en tiempos de Justicia, beberá de la Fuente de la Divina Misericordia.

Su Padre y Amigo,

Aquel que los advierte y los guía,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el mundo, la situación planetaria, la situación interior de los seres humanos y solo ora, ora con el corazón. No hay otra forma de interceder por las almas a no ser con el puente de la oración.

Después de orar, sirve orando y ofrece todo en tu vida como una reparación para Dios.

Hijo, si ves que la humanidad está ciega, tú, abre tus ojos a Dios y sé vigilante.

Si ves que la humanidad está sorda a la Palabra Divina, tú escucha el Verbo del Creador y Su Silencio y obedece Sus Leyes, para que ellas sean instituidas en la vida.

Si ves que los corazones no soportan las corrientes de la purificación y las mentes se desestabilizan por sus resistencias, tú, sé manso y deja que Dios te transforme por dentro y por fuera, para que tu ejemplo sea una semilla fertilizada por el Amor Divino en el suelo árido de la Tierra.

Si ves que los corazones le dicen “no” a Dios y niegan Su Presencia, Su Existencia y la Gracia del Propósito de Su Creación, tú, dile “sí” a Dios. Esfuérzate, sin quejarte, para cumplir Su Plan. Expresa la alegría de tu alma por servir al Creador y por vivir bajo Sus Ojos.

Juzgar al mundo no es para ti; pero dar un ejemplo sí, es tu misión.

Ante un error, prefiere las acciones que equilibren, a palabras que intenten corregir. El esfuerzo por dar un ejemplo te transformará y también al mundo.

Experimenta lo que Te digo y persevera más allá de tu búsqueda por resultados.

Cuando tus acciones sean en Nombre de Dios y no en tu nombre, verás crecidos en ti, los frutos del Árbol de la Nueva Vida.

Tu Padre y Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, despierta también en tu corazón el Don de la Piedad, así como un día Yo lo desperté en Mi Casto Corazón.

Después de haber sido elevado a los Cielos, el Creador Me llamó para estar a Su lado, invitándome a interceder por este mundo. Para eso, Me hizo ver y conocer profundamente los cuatro puntos de la Tierra.

En aquel momento, conocí la ignorancia humana y su miseria más profunda y, sabiendo de la Perfección de Dios y que esa Perfección habita oculta en todos los seres, sentí emerger en Mi pecho la Piedad.

Yo no tenía cómo no amar al corazón humano, porque allí estaba el propio Dios escondido. Pero no solo Dios se escondió en el hombre; el hombre también oculta, todos los días, lo Divino que existe en sí mismo, con sus acciones, sus elecciones, sus pensamientos y sus sentimientos. El hombre prefiere la imperfección y la ilusión a encontrar la Verdad. El hombre muchas veces elige la ignorancia en lugar de la Sabiduría Divina. Por todos estos motivos, cerré los ojos por un instante y clamé, casi en silencio: Señor, ten Piedad.

Hoy les pido que cuando estén delante de su propia ignorancia y de la ignorancia de sus hermanos, clamen Conmigo: Señor, ten Piedad.

Yo les pediré que, por las consecuencias de la ignorancia humana, que se expresan en el martirio de los Reinos, en los abortos, en los suicidios de los jóvenes, en las guerras y en los conflictos de las familias, clamen Conmigo: Señor, ten Piedad.

Pues, no hay otra forma de transformar al mundo y de ayudarle a encontrar la Verdad, sino abriendo las puertas para la Piedad de Dios, atrayendo así, Su Misericordia. Por eso, hijos, antes de juzgar, criticar o padecer, afirmen: Señor, ten Piedad. Amén.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, coloca sobre tus espaldas tus propios pecados y asume el peso de tu cruz. Ofrécete también, en oración, para equilibrar las deudas de aquellos que no reparan sus propias faltas y que no alivian el Corazón de Dios, sino que, por el contrario, lo ultrajan y lo ofenden a diario.

Coloca sobre tus espaldas la cruz de tus pecados, asumiendo tu crecimiento y esforzándote para dar tus pasos y para no ser un peso sobre las espaldas de tu Maestro.

Ya no vivas solo de los méritos generados en la Pasión, porque llegó la hora de renovar esa Pasión y de generar nuevos méritos para los que no comprendieron y no aceptaron el sacrificio de Cristo.

Bastará que asumas con consciencia tus propios pecados, que los transformes y sublimes con la potencia del Amor de Dios en tu corazón.

Bastará que renuncies a toda la gloria de este mundo, para cargar tu cruz y padecer el martirio de la consciencia, hoy tan acostumbrada a las comodidades y a los pocos esfuerzos por el Plan de Dios.

Bastará, hijo, que le digas “sí” a Dios y cargues tu propia cruz, renunciando a seguir envuelto en los pecados y estímulos de las fuerzas capitales de este mundo.

Hoy, bastará que cumplas con tu parte, comprendiendo que Cristo no vendrá al mundo para cargar una nueva cruz. Será Él, Aquel que te levantará cuando caigas más de tres veces. Será Él, Aquel que secará tu rostro cuando el sudor y el cansancio del camino nublen tus ojos y te impidan caminar. Será Él, Aquel que enfrentará a las tinieblas para darte de beber del Agua de Vida cuando el desierto parezca haber ingresado en tu cuerpo y la sequedad se extienda más allá de tu boca, a todo tu interior, a tu alma y a tu espíritu.

Cuando te dispongas a cargar tu cruz con determinación y valentía, Cristo será Aquel que vendrá para ayudarte a llegar a la meta que Dios tiene para ti y, en el momento en el que le entregues todo, Él te dará todo.

Por eso, hijo, hoy no solo pidas cosas a Dios en nombre del sacrificio de Cristo, sino que ofrécete a ti mismo para renovar la Pascua y ser un nuevo Cordero que se entrega en nombre de Aquel que se entregó primero.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, contempla hoy la entrega de tu Señor y durante cada día de la semana que llegará, ve cuán poco es todo lo que puedes ofrecer a Aquel que dio la vida por ti.

Medita sobre cada paso de Cristo, en cómo Él renunció a toda aparente gloria y reconocimiento en Su llegada a Jerusalén, porque sabía que, en verdad, cargaría sobre Sus espaldas los pecados de todos los que en aquel momento exaltaban Su Nombre. Él sabía que toda gloria que se alcanza en este mundo es vana y que muchos de los que en aquel momento lo glorificaban, por algunas monedas y por miedo, lo entregarían a la Cruz.

Aprende con Cristo a no buscar la gloria y la exaltación del mundo, mas recibe todo reconocimiento como vano y pasajero, porque lo que es eterno y cimentado en ti, no se ve y no se honra en este mundo.

Abraza el sacrificio y la humildad. Abraza la dádiva de la posibilidad de imitar a Cristo y no solo comer de Su Cuerpo y beber de Su Sangre, más bien permite que la Eucaristía te transforme y que puedas ser una imitación viva de Cristo.

Encuentra, en cada Semana Santa, un impulso para seguir Sus pasos. Que estos días sean como el agua que alimenta a la tierra y te hace crecer como un árbol de la nueva vida. Déjate nutrir por los códigos crísticos y da frutos que alimenten a otros que no pudieron beber de esta Fuente de Vida.

Encuentra, hijo, el sentido de tu vida en el ejemplo de Cristo y descubre que allí hay algo superior que te aguarda, que hay un plan perfecto y único para ti.

Cristo vino al mundo para mostrarte el Camino, abre los ojos y sigue por él. Haz valer, a través de tus pasos, la entrega del Salvador y genera méritos para que Él, un día, retorne al mundo.

Aquel que te impulsa y te conduce a Cristo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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