Domingo, 25 de junio de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Me encontraba en oración, meditando sobre el Relicario de San José, que guarda Su Divino Corazón, cuando Él llegó para seguir transmitiendo Su historia. Le pregunté si podría ayudarnos a llegar hasta ese Relicario para comprenderlo y contemplarlo. En ese momento, San José trajo hasta allí el Relicario con Su Corazón y nos transmitió un mensaje extraordinario, diciendo lo siguiente:

Desde el principio hasta el fin de Mi evolución, compartí el Don Divino de la Renuncia, vivido por Dios al manifestar Su Creación.

Envuelto por el Santo Amor del Padre, una y otra vez, Yo meditaba en todo lo que Él vivía y padecía para que Sus hijos continuaran creciendo y desarrollándose en este mundo. El Relicario de Mi corazón guarda ese Amor que siento por Dios y la constante renuncia que viví y que vivo por Él y con Él.

Si el Creador, Dios Único del Universo, padece y sufre, renuncia y se sacrifica por la humanidad, ¿En dónde encontraría Mi alegría, sino imitándolo, aunque imperfectamente? ¿Cómo podría?

El Relicario de Mi corazón representa la perfecta Misericordia de Dios para con un corazón que lo ama con humildad y hasta dónde el Creador conduce ese corazón que así lo ama.

En el misterio de este simple Relicario se encuentra una esperanza. Que, al contemplarlo, las almas no busquen adorar al imperfecto corazón del Obrero de Dios, sino a la Divina, Insondable e Inmaculada Gracia del Padre, Su infinita Misericordia y Su Perfección, que convirtieron a este pobre corazón en una Unidad con Su Corazón.

Este es el misterio del Relicario de Mi corazón que, en verdad, debe manifestarse en todos los corazones del mundo: el milagro de la transformación y de la unidad con el Único, que revela la Verdad de la Esencia humana, cuando su imperfección da lugar a lo que estaba escondido en su interior, que es Dios mismo.

Contemplen el misterio del Relicario de Mi corazón y se verán a sí mismos, como potencial, escondidos en este Santo Relicario.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo