MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A algunos días de terminar tu camino cuaresmal, hijo, fortalece aún más tu corazón, rehace tus ofertas, renueva tu compromiso, revisa ante Dios lo que aún no entregaste, suelta las riendas que aún están en tus manos, deja los tesoros que aún abrazas como preciosos para ti y sumérgete aún más en el vacío.

Con los pies descalzos y las manos vacías, camina despojándote del pasado y del futuro, perdonando lo que pasó y ofreciendo lo que vendrá. A cada paso, abraza el momento presente y permite que las Gracias Divinas desciendan sobre tu consciencia para colmar los espacios vacíos.

Da lugar al Espíritu de Dios, para que Él sea el que te conduzca en tus últimos días del desierto y Él sea el que te guíe después de cruzar las tierras áridas de la soledad interior.

Que cada día, el Creador encuentre en ti un corazón dispuesto a estar en Él y a vivir por Él cada instante de la vida en este mundo.

No te canses de caminar y no temas lo que vendrá al salir del desierto, pues para eso estás preparando tu corazón. Y, si te transformas en un instrumento, cada vez más vacío y transparente, siempre le darás espacio al Padre para que esté en ti; y es Él, hijo, Quien vivirá cada etapa de la transformación humana dentro de tu corazón.

Por eso, concentra tu energía, tu consciencia y tu voluntad en ser un instrumento vacío en las Manos de Dios. Todo lo demás, Él lo hará en ti y a través de ti.

Tienes Mi bendición para esto. 

Tu padre y amigo,     

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Las almas llegan al mundo para servir, para crecer en espíritu, para vivir la transformación, para  multiplicar el Amor de Dios y aprender sobre este Amor.

Las almas llegan al mundo para experimentar el don de la vida, para comprender el por qué de la manifestación de la vida divina entre las dimensiones.

Las consciencias transitan por la vida sobre la Tierra, viviendo aprendizajes, cayendo y levantándose, viviendo Gracias y conflictos, miserias y misericordias.

Las almas pasan por el mundo, muchas veces confundidas, sin conocer el propósito de su existencia, pero en el final de la vida ese propósito les es revelado.

Las almas pueden vivir en la ignorancia, pero no dejan la vida en la ignorancia.

El Creador no permite que los ojos de Sus Hijos  permanezcan cerrados. Cuando su vida llega al fin, todo les es revelado. Es en esa hora que el corazón recibe la oportunidad de arrepentirse de sus pecados, de vivenciar el arrepentimiento verdadero que no comprendió durante toda su vida. Es en ese momento que las almas comprenden lo que es la gratitud, porque entienden por qué estuvieron en el mundo, para qué fueron enviadas a la Tierra.

Sin embargo, hijos, muchos piensan que es demasiado tarde, demasiado tarde para arrepentirse y hacerlo diferente, demasiado tarde para confesar sus pecados y recibir Misericordia, demasiado tarde para entregarse, porque tienen solamente un último suspiro para ofrecerle a Dios.

Pero Yo les digo que nunca será tarde para un arrepentimiento verdadero, nunca será tarde para una gratitud sincera, nunca será tarde para un pedido de Misericordia que surge de las entrañas, de lo  más profundo de la consciencia, de su llamada esencia.

Las almas que se llaman moribundas, que están en los últimos ciclos de su existencia, que dependen de los demás, que perdieron su autonomía y todo cuanto la humanidad cree que es lo más precioso en esta vida, la independencia, la falsa libertad, el falso poder, el amor propio, el orgullo; todo eso se desvanece cuando el cuerpo se encuentra frágil y la consciencia despierta.

Sin embargo, hijos, es entonces cuando las almas aprenden el significado de la entrega y les conceden a otros la oportunidad de aprender a servir, de reflexionar sobre la fragilidad de la vida, de reflexionar sobre el sufrimiento, la soledad, el vacío y la verdadera fe.

Las almas, en el final  de sus vidas, prestan un gran servicio y también viven un gran aprendizaje. Por eso, reverencien este momento y no quieran terminarlo en el tiempo de los hombres; dejen que él suceda en el Tiempo de Dios. Todo tiene una razón y un motivo; todo tiene un propósito, un aprendizaje y una experiencia que los hace crecer.

Reverencien la vida hasta el último instante. Reverencien la Gracia de vivir; porque ya llegará el tiempo, el último suspiro, el último segundo, en el que podrán comprender todas las cosas. Hasta ese momento, solo confíen, ámense unos a otros, sírvanse mutuamente, aprendan de la paciencia, de la persistencia, de la entrega, de la humildad.

Los dones divinos no tienen una edad para crecer dentro del corazón. No existe un límite para la expansión de la consciencia, puede ocurrir en todas las situaciones de la vida. Por eso, no limiten, ustedes mismos, esa experiencia en la Tierra.

Que su camino sea siempre impregnado por la oración, por la paciencia y por el amor.

Que sus almas no se cansen de servir o de vivir, no importa si comprenden o no esta vida.

Ya llegará el tiempo, el último suspiro y el último segundo, en el que podrán comprenderla.

Hasta entonces, caminen incansablemente para multiplicar el Amor de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El camino cuaresmal, hijos, es un camino de transformación, en el que la consciencia es invitada a transitar por el desierto en su interior, donde encontrará solo la soledad consigo misma.

En el desierto interior, serán probados por sus propios aspectos y por los aspectos del enemigo que, con su astucia, buscará confundirlos para que pierdan la fe y la firme decisión de entregar sus vidas.

Las grandes llaves para transitar ese desierto interno son el silencio, la humildad, la paciencia y sobre todo, hijos, la capacidad de ser transparentes con ustedes mismos, la capacidad de mirar de frente los propios abismos internos y aún así confiar en la Mano que los guía y que los llama a ir más allá de la condición humana.

El camino cuaresmal, es un camino desafiante, en el que las almas son purificadas y la fe a veces es debilitada para que sea fortalecida por el contacto directo con el Creador. En el camino cuaresmal, el adversario les muestra y les presenta las tentaciones del mundo y sus aparentes conquistas para hacerlos sentir que valen más los triunfos en la vida material y ser una persona de "bien", que caminar pleno de miserias en un camino de eterna batalla y sufrimiento.

Sus aspectos humanos y sus miserias en purificación los harán sentir que no son dignos de vivir la Promesa Divina y que la Gracia de Dios no alcanza en sus vidas para que puedan seguir caminando. Pero hoy, Yo les digo: "Vayan más allá, sigan caminando por este árido desierto, dejando que cada pisada en el camino los despoje del mundo y los colme de Dios".

Sigan caminando sin querer ver los resultados, sino solo confiados en que la Obra del Altísimo se está realizando en sus vidas, más allá de lo que puedan ver, percibir o sentir. Conozcan el potencial de la fe que crece, aun en la oscuridad; porque el camino cuaresmal, hijos, es un camino de transformación.

El camino cuaresmal es un camino de fortaleza, pero no de ver la fortaleza consolidada, porque ella solo se revelará en la Cruz. La Cuaresma es el tiempo de construir en su interior esa fortaleza, que paradójicamente se construye cuando se permiten partirse en mil pedazos y ser reconstruidos por Dios.

La fortaleza cuaresmal no es la fortaleza humana, sino la Fortaleza Divina, que se revela a través de la fragilidad humana; porque solo cuando los aspectos humanos den lugar a los Aspectos Superiores de Dios, ustedes serán capaces de percibir el propósito de cada prueba y sufrimiento.

En el Amor extremo y trascendente de la Cruz se reveló la fortaleza de la fe cuaresmal, y en la potencia de la Resurrección de Cristo, después de haberse dejado morir con una muerte que lo hizo quebrarse en mil pedazos, expresados en Su Carne flagelada, en Su Sangre derramada y Su Alma despedazada; fue entonces que, al resurgir de lo que parecía imposible de recobrar vida, la fragilidad humana reveló la Fortaleza Divina. Esto es lo que se gesta en el camino cuaresmal.

Por eso, caminen y den cada paso con un corazón humilde y dispuesto.

Permitan que la transformación suceda, que la vasija se quiebre y que el Alfarero Divino lo reconstruya para revelarles, a través de Su vasija nueva, Su potencial creador.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acoge en tu corazón la paz del Reino de Aurora, para que seas un receptáculo de su amor y de su liberación para el mundo.

Vive en tu interior la redención que emana del Reino de Aurora, dejando que tus estructuras más concretas se rompan por la potencia de su luz, permitiendo que tus velos más gruesos sean rasgados para que tus ojos puedan ver, finalmente, lo que debe ser transformado, curado y redimido.

Sé, hijo, testimonio de la Gracia de Aurora que, así como moviliza a los corazones y a sus estructuras más arcaicas, también les muestra el amor necesario para construir algo nuevo.

Aurora representa, para las almas, la posibilidad de transformar lo viejo en el nuevo hombre, aquel que será el precursor de una nueva vida y de una nueva humanidad. Aurora les muestra el proceso, a veces incómodo, a veces doloroso, a veces pacífico, que debe ser vivido sin prisa y con paciencia.

La paciencia es una gran llave en este tiempo, sin embargo, está en extinción en los corazones. La paciencia es la ciencia de la paz, a través de la comprensión de que todo en la vida sobre la Tierra tiene un proceso, y ese proceso debe ser vivido, no importando cuán desafiante pueda ser.

Aurora trabaja en las almas el temple para que, al pasar por el fuego y por el frío, así como hace el herrero con su espada, las almas comprendan que los procesos de dolor y de paz son parte del camino, y no se estanquen en el dolor ni en la paz, sino en el eterno caminar de la ascensión de la consciencia.

Ese caminar los llevará a espacios cada vez más internos y ocultos de la propia consciencia, donde finalmente, podrán salir de la rueda eterna de los conflictos humanos para descubrir potenciales que están ocultos en su interior. Cuando estos potenciales despiertan, colocan a los seres más allá de la condición humana, para que puedan ver los sentimientos y los estados de dolor o de paz con los mismos ojos, los ojos de la verdad, ojos de quien sabe lo que se esconde detrás del proceso de vivir.

Caminen hacia esta meta, la meta de ir más allá de lo que son, la meta de cruzar los obstáculos e ir más allá del desierto, de ir más allá de los dolores o de la paz, del confort o del sufrimiento; solo sigan adelante y persistan, caminando hacia Dios y hacia el propio interior.

Con la mirada fija en las estrellas, encontrarán lo que les digo.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En esta Cuaresma, hijo, aprende a ir más hondo en el desierto de tu corazón para que tu oferta sea más sincera y verdadera, para que tu experiencia de Amor Crístico sea más amplia.

Así como Cristo contempló Su Cruz y cada uno de los martirios que viviría a lo largo del Calvario, contempla tú también con valentía las pruebas de estos tiempos.

Así como Cristo contempló y comprendió la definición y la fragilidad de Sus compañeros, contempla tú también no solo tu propia fragilidad humana e interna, sino también la de tus hermanos y, con ojos de compasión, acompaña la definición de todos los que caminan contigo.

No todos encontrarán fortaleza en su interior para seguir adelante, independiente de las circunstancias. No todos sabrán que el Creador no cuenta con las fuerzas humanas, sino con la rendición de los corazones, para que Él sea la fuerza dentro de las almas. No todos comprenderán que no necesitan vencer o triunfar por sí mismos, sino solo dejar que Dios triunfe, a través de sus vidas, en las situaciones más impensables, bajo las condiciones más desconocidas.

Observa los acontecimientos de este tiempo con los Ojos del Cristo Cuaresmal, Aquel que enfrentó cada tentación a través del silencio. Y, ante las visiones astutas del adversario, Sus Ojos estaban fijos en Dios; ante las palabras confusas y conflictivas del adversario, Su Boca solo pronunciaba oraciones y decretos; ante las miserias de Sus amigos, que el adversario le hacía observar, Su Corazón emanaba comprensión y certeza de que la salvación vendría de Su propio sí y que Sus hermanos, aunque no perseveraran en el camino, tendrían una nueva oportunidad por la perseverancia de Su Corazón en el Propósito Divino.

Por eso, Cristo fijaba Sus Ojos en el Propósito y, ante toda negación y miseria, solo afirmaba la Luz del triunfo del Altísimo en Su interior y, a través de Él, en todas las almas.

Hijo, pon tu corazón en el Corazón del Cristo Cuaresmal para cruzar el desierto en ascensión, desarrollando en tu interior la fortaleza que será capaz de trasponer los obstáculos del fin de los tiempos.

Pon tu espíritu en el Espíritu del Cristo Cuaresmal para que tu ser se fortalezca y crezca en la virtud de la fidelidad ante todas las pruebas, y que las confusiones del enemigo no sean más que tu escuela de maduración interior.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El último año de impulsos de Mi Casto Corazón

Hijos:

Están transitando el último año de los grandes impulsos de la Jerarquía Divina, etapa en la que sus corazones deben beber incesantemente de la Fuente de los prodigios y de las dádivas que les entregamos en cada Aparición. 

El último año de los impulsos de la Jerarquía habla sobre las Gracias inmerecidas que las almas están recibiendo para que vivan su definición y fortalezcan sus consciencias para que, en el próximo ciclo que llegará, sean responsables no solo de la propia sustentación interna, sino también del amparo de todos los que no bebieron de esa Fuente y que necesitarán de auxilio, cura y misericordia para cruzar así la puerta estrecha de la última oportunidad.

Los últimos grandes impulsos de la Jerarquía les hablan sobre una gran prueba de amor, entrega y rendición que los conduciremos a vivir, para que aprendan lo que verdaderamente es el Amor Crístico y transciendan el amor humano y el bien común por medio de la Gracia que les concederemos de comprender que, más allá del caos, del mal y de las miserias propias y ajenas, existe una Fuente insondable de Amor Crístico de la que deben aprender a beber, y eso será igual para todos.

En este ciclo no habrá preferencias, no habrá títulos, no habrá méritos humanos capaces de excluir a alguien de la prueba mayor de la entrega, de la definición y del descubrimiento de un Amor superior.

Todos estarán ante dos puertas: la puerta grande y amplia del confort del mundo, un falso y pobre confort que confundirá las almas, ofreciéndoles su consuelo y una paz ilusoria; y la puerta estrecha de la entrega y del Amor Crístico Superior, que forjará en ustedes la posibilidad de verse unos a otros como verdaderamente son, de transcender la condición humana, el juzgamiento y los pareceres, para unirse en el único propósito de sustentar el planeta hasta que el viejo hombre dé lugar a aquel que es capaz de vivir con plenitud el Propósito Divino.

Por eso, sepan que cada vez que estén ante una situación que parece mayor de lo que pueden soportar, en verdad estarán ante la oportunidad de la trascendencia y de la entrega que Dios los llama a vivir para que despierten el amor latente en sus corazones.

Si están en este mundo, en este tiempo, es porque son llamados a experimentar la gran definición humana; y eso no los hará más grandes o más pequeños que los otros, solo hará de cada uno de ustedes un instrumento en las Manos de Dios para la transformación de la vida, vida más allá de la vida, que debe ser renovada.

Por eso, no desperdicien los impulsos, sino beban de cada uno de ellos, mediten sobre ellos y no dejen que pasen sin antes impregnar toda su consciencia.     

Tengan Mi bendición para esto.
 
Su padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la Paz del Corazón de Cristo impregne los corazones de todos los que claman por alivio y esperanza.

Hijos, fijen sus ojos en el horizonte y, en oración, aguarden que la noche oscura del mundo dé lugar al amanecer de una nueva vida.

Fijen sus ojos en el horizonte y concentren sus seres en servir y pacificar el propio corazón como también los corazones de sus hermanos a través de la comprensión, del silencio, de la escucha, de la sabiduría y, sobre todo, de la oración intercesora por las almas.

Fijen sus ojos en el horizonte, allí donde despunta el Propósito Divino, y caminen, construyendo la meta de alcanzar la Luz de Cristo. El Propósito Divino se construye de adentro hacia afuera y solo se manifiesta en sus vidas cuando ya se consolidó en su mundo interior.

Por eso, fijen sus ojos en el horizonte, y las aguas del mundo, hoy turbias, darán paso a un mar cristalino que les revelará a los seres la pureza oculta en sus corazones. Hasta que eso suceda, solo oren, susténtense en Dios y no pierdan la unión con el Creador, a través del vínculo con Él que deben alimentar por medio de la oración y del diálogo diario con Dios.

Si no alimentan el vínculo con Dios, a través del contacto con Él, ese vínculo se va tornando cada vez más oculto y desconocido para sus almas. Por eso, que Dios sea para ustedes como aquel Amigo y Compañero que sabe todo sobre sus vidas, que conoce las entrañas más profundas de sus corazones, que es el Receptáculo de sus confesiones más sinceras y transparentes, que es el Brazo en el que buscan abrazo y consuelo, descanso y esperanza.

Que Dios sea el Corazón sobre el que reposan y en el que encuentran sabiduría y respuesta, fortaleza y alegría para seguir adelante, a pesar de lo que suceda a su alrededor.

Recuerden siempre, hijos, mantener vivo, encendido y constante el vínculo con Dios, con sus ángeles de la guarda, con sus espíritus y con los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José. Así, nunca les faltarán la fuerza para seguir adelante y el ánimo para recomenzar cada día; nunca les faltará la esperanza para mirar hacia el horizonte y saber que, mucho más allá de la oscuridad que hoy se experimenta en el mundo, el sol despuntará.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando cometas un pecado, hijo, no le escondas tu rostro a Dios, evitando Su Presencia y Su Faz por la vergüenza que eso te trae.

Cuando peques, sabe que mayor que el pecado debe ser el arrepentimiento del alma; y que, en la balanza de la Justicia Divina, la vergüenza pesa menos que el arrepentimiento y este le abre la puerta a la Divina Misericordia, que equilibra todos los pecados del mundo.

Cuando cometas un pecado, que tu alma sea como un niño que se rinde a los pies de sus padres para confesarles sus errores, y en diálogo con Dios, confiésale tus miserias más profundas.

Dios es un Dios de Justicia, pero ante una alma arrepentida, le revela Su Corazón Misericordioso y Compasivo, capaz de traer nuevamente hacia Sí mismo al más pecador de Sus Hijos, si este llama a Su puerta.

Por eso, mantén una confesión constante, un diálogo sincero con Dios y el corazón dispuesto a recibir la Misericordia Divina. Así, estarás en el camino correcto y, mucho más allá de la dualidad humana o de la batalla interna que los seres viven en sus definiciones de cada día, siempre encontrarás paz porque tu alma reencontrará el vínculo y la alianza con su Creador, recordará Su Promesa Divina y renovará su esperanza en seguir Sus Pasos.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los tiempos sean confusos y tu corazón esté perturbado, silénciate, hijo, contempla la naturaleza en la soledad del corazón y deja que el silencio te conduzca al Corazón de Dios.

Cuando el caos se extienda por la Tierra y por los corazones de los hombres, y dentro de ti a veces no encuentres armonía, entonces ve, hijo, y silénciate, contempla el cielo y sus estrellas, respira con consciencia el Soplo Divino y busca el Corazón de Dios.

Cuando no encuentres ejemplos a tu alrededor ni dentro de ti mismo, cuando las energías más arraigadas de la condición humana estén expuestas, siendo expurgadas de lo profundo de los seres, ve y silénciate, coloca tu mirada en el horizonte y deja que el silencio te conduzca al Corazón de Dios.

La llave para ingresar en el Corazón del Padre Celestial estará siempre en tu interior. El vínculo de las criaturas con el Creador es inmutable y siempre estará latente en el interior de Sus hijos.

El Padre nunca se alejará de ti, pero la confusión del mundo y la transformación de los hombres te pueden hacer sentir distante de Dios. Por eso, te dejo esta llave: silencio y contemplación, respiración y búsqueda constante del Corazón del Creador dentro de ti.

En silencio, entra en diálogo con Dios, un diálogo en el que tú escuchas y Él se hace oír, un diálogo en el que solo dices: “Señor, estoy aquí, guíame”, y Él conducirá tu espíritu a Su morada, donde la sabiduría y la fortaleza interior te serán dadas por la Gracia que está sobre ti desde el origen de la vida, desde el primer momento en el que el Padre envió a Sus Hijos a las dimensiones materiales con la promesa de que un día retornarían a Su Corazón.

La promesa de Dios es viva e inmutable. En ella debe estar tu esperanza.

El silencio te conducirá al encuentro de ese misterio, y la paz, que se revela en él, te permitirá amar y renovar el amor en todas las circunstancias del final de los tiempos.

Por eso, guarda en tu corazón Mis Palabras y vive lo que te digo. Así, nunca estarás perdido, sino que siempre encontrarás a Dios, y Él te encontrará.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ve, hijo, en auxilio de las almas que sufren; de las almas que, en la soledad de su corazón, cargan el peso de la desesperanza, del desespero, del desaliento; almas que están buscando un sentido para su propia vida y que necesitan auxilio para reencontrar la Luz del Propósito Divino.

Ve en auxilio de las almas y dale sentido a tu existencia a través del servicio, de la oración y de los Sacramentos que conducen a las esencias al reencuentro con su origen divino.

Ve en auxilio de las almas, escucha a los corazones que sufren, quédate al lado de los que necesitan ser sustentados para no caer en los abismos que están tan cerca de sus pies.

Sostiene de la mano, a través de la oración verdadera, a los Hijos de Dios que necesitan retornar al hogar. Sé un puente para que esas almas reencuentren el camino de la Morada Celestial.

Ve, hijo, ve en auxilio de las almas solitarias y desamparadas, de los que se comprometieron con Cristo, pero que se perdieron en las aguas turbias y agitadas del final de los tiempos.

Que tu corazón sea una isla de salvación, que tu espíritu sea el puente y la puerta para que los que necesitan rescate puedan ser ayudados. Esto es a lo que eres llamado a vivir hoy.

En el vacío de ti mismo, permite que Cristo te use como Su instrumento, porque las únicas cosas que rescatarán a las almas en este tiempo son la Unidad y el Amor. Estas son las dos llaves que encienden la Luz de un mundo interior que está en la oscuridad; esta es la mano que se extiende hacia un alma aprisionada en abismos profundos.

Por eso, en la virtud del servicio, ejercita los dones del Amor y de la Unidad, porque las almas necesitan rescate y Luz en este mundo que se apaga de adentro hacia afuera.

En tiempos de un caos cada vez mayor, sé un puente de Amor y Unidad para las almas.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En oración, contempla el mundo y sus mas profundas necesidades; contempla a las almas y a sus más profundos abismos; contempla a tu propia consciencia y obsérvate a ti mismo, siendo consciente de lo que hay en ti para ser transformado y de todo lo que ya pudiste ofrecerle a Dios.

Y después de todo eso, hijo, ve más allá. Deja que tu corazón trascienda los límites de la forma y, a través de las Leyes Universales, cruce los portales en dirección al Corazón de Dios.

Existe una Ley Primera que manifestó la vida en la materia y que rige la existencia, estando por encima de todas las demás cuando las consciencias están resguardadas por su actuación, y esta, hijo, es la Ley del Amor.

La Ley del Amor es una Ley que debes comenzar a conocer, no solo en teoría, sino en profundidad, porque es esta Ley la que te permite estar vivo; es esta Ley la que le concede al planeta el don de la vida, a pesar de que la vida en sí haya sido transgredida tantas veces.

Cuando ni aun la Misericordia es capaz de transformar las situaciones, solo una energía puede ir más allá, un único principio, una única Ley, que es el Amor. El Amor aún es una vibración desconocida por los seres de la Tierra, a pesar de ser la base de su existencia, a pesar de pulsar latente en su esencia como un potencial a ser renovado y multiplicado por las experiencias humanas.

El Amor aún es desconocido por la humanidad, pero ha llegado el tiempo de amar, ha llegado el tiempo en el que solo esta Ley podrá resguardar a las criaturas.

Solo esta Ley traerá soluciones para los desafíos imposibles, para las pruebas impensables. Solo esta Ley intercederá por las almas más pecadoras.

Solo este Principio Divino, vivo en los seres, les permitirá ver con los Ojos de Dios y encontrar la esencia del ser detrás de una consciencia que parece estar sumergida en la maldad y en la soledad.

La Misericordia es una expresión del Amor. Un ser no sabrá ser puramente misericordioso si no permitió la expansión del amor en su interior. Él podrá ser justo, compasivo y verdadero, pero para ir más allá en este tiempo de caos, hijo, solo una Ley en toda la Creación te permitirá hacerlo, y es la Ley del Amor.

La Ley del Amor te aproximará a Dios, te fundirá con Su Propósito Divino, te concederá sabiduría espiritual.

La Ley del Amor abrirá tu consciencia a la expresión del Espíritu Santo y permitirá que tus sentimientos humanos sean sublimados en Sentimientos Divinos de un cuerpo emocional superior que está unido a los Rayos Cósmicos y no solo a los Rayos Planetarios.

Este cuerpo será capaz de expresar misericordia, como una emanación pura de sus sinceras emociones, porque su consciencia no estará regida por principios terrenales, sino por Leyes Divinas.

Cuando la Ley del Amor rige a una consciencia, todas las otras Leyes Superiores, que vengan después de ella, también ganan espacio para expresarse. Es así que acontecen lo que llaman milagros, porque las Leyes fluyen a través de la consciencia que es capaz de amar. Su espíritu se une al Espíritu del Creador y se torna cocreador con el Padre, para manifestar en la vida material Sus Principios y Su Voluntad.

Entonces, ¿cómo hacer para vivir bajo esta Ley, hijo?

Al entrar en oración, contempla el mundo y sus más profundas necesidades, contempla a las almas y a sus más profundos abismos. Pero no permanezcas allí, ve más allá. No permanezcas en lo que es caos y dolor, miserias y abismos; ve más allá, buscando dentro de ti lo que motiva al Creador a sustentar la vida; y un día, en tu búsqueda sincera, encontrarás este Don, la expresión de esta Ley, porque ella habita silenciosa en tu interior. Entonces, aprenderás a amar y a renovar el Amor.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Calma tu corazón, hijo, y encuentra consuelo en la Fuente de Paz hacia la que la oración sincera puede conducir a tu espíritu.

Renueva tus votos ante Dios, con un compromiso sincero de perseverar, cumpliendo con Su Plan, mas allá de las dificultades de la vida y de los desafíos que estos ciclos del planeta le traerán a la humanidad.

Encuentra fortaleza en la verdad, en la transparencia y en la humildad, para que no sufras por las resistencias a las que se aferran tu corazón, tu mente y tus emociones.

Deja que este ciclo del planeta genere en ti la transformación necesaria, porque él no viene a castigar a la humanidad, sino a definirla. Por eso, en cada nuevo desafío, confirma en tu interior tu compromiso con Dios, recuerda de dónde viniste y hacia dónde eres llamado a retornar.

Y, aunque a veces te falten las fuerzas para seguir adelante, permite que una Fuerza Superior te levante y te fortalezca, te guíe y te lleve de la mano al cumplimiento del Propósito Divino. Es el Santo Espíritu de Dios, el Consolador de las almas, que les mostrará Su Faz a los que se permitan ir más allá de sí mismos, y que no contarán solo con la propia fuerza y esfuerzo, sino también, y sobre todo, contarán con la Gracia Divina y con la vivencia de las promesas de Cristo.

Estos serán los que experimentarán en sus propias vidas la actuación de las Leyes Superiores y darán testimonio de la Presencia del Espíritu Santo, porque ya no vivirán por sí mismos, sino solo por Cristo.

Hacia ese destino, encamina tu corazón y dirige tus pasos.

No pienses en las pruebas que vendrán y no les temas a las definiciones humanas. Siempre sé un corazón vacío y dispuesto a ir más allá, que se permite moldear, corregir y transformar por las Leyes Divinas, y que va más allá de sí mismo cuando le faltan fuerzas humanas, experimentando en sí la Presencia Divina.

Tienes Mi bendición para esto. 

Tu padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En los desiertos más áridos o en los abismos más profundos, el Amor de Dios siempre te encontrará, hijo. Cuando puedas ir más allá de la aridez interior, de los sufrimientos y angustias, de las dudas y aflicciones, y ores a tu Padre que está en los Cielos, Él siempre te escuchará.

Y como un cielo estrellado en el desierto o como una luz potente en el abismo, Su Amor se revelará a tu corazón y te hará sentir que ni los desiertos ni los abismos limitan la Presencia de Dios en la vida de Sus Criaturas; porque la unión con el Creador se da de adentro hacia afuera, es algo que vives en tu interior.

Y no importan las circunstancias de la vida, dónde y cómo estás. Si tu corazón está dispuesto a ir más allá, allí estará el Creador, guiando tus pasos y sustentando tu espíritu.

Por eso, no temas y no sufras por los tiempos de caos y de conflictos en el planeta y en las criaturas. Concentra tu consciencia en la potencia de la Luz y, ante los gritos del engañador, que tu silencio abra las puertas hacia una realidad superior.

De muchas formas, el enemigo gritará y buscará confundir a las consciencias. Su expresión es la apariencia y su engaño yace en la superficialidad.

Por eso, la batalla que debes trabar es en silencio, colocando tu corazón constantemente en Dios y no dejando que el foco de tus ojos esté en las apariencias, sino que el foco de tu corazón esté en la Verdad, y que los gritos del enemigo resuenen sin fuerza en tus oídos, porque no encontrarán espacio en tu corazón.

Que tu meta sea el Amor, por más que en el mundo solo veas rencor, guerras y caos.

Que tu meta sea la Luz, por más que en el mundo veas confusión y oscuridad.

Que tu corazón permanezca en la certeza que lo fortalece, que es el Propósito Divino, que está más allá de todo lo que es confuso y aparente. Es de esa forma, hijo, que a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, encontrarás la paz y transmitirás paz al mundo.    
 
Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la paz se establezca en los corazones que le claman a Dios para conocer Su Propósito y Su Voluntad.

Que la paz se establezca en los corazones de los que sufren las consecuencias de un tiempo de caos, de guerras y de conflictos.

Que la paz se establezca en los corazones de los que le temen al fin de los tiempos, a la definición superior que se debe establecer en el planeta.

Que la paz sea una realidad, hijos, en los corazones de todos los servidores de Cristo, a pesar de lo que suceda a su alrededor, porque deben mantenerse siempre dentro del Corazón del Redentor y, a través de Él, ser Sus instrumentos y pacificar el mundo y la vida.

Disipen la angustia a través del contacto con el Creador.

Disipen las dudas con un diálogo sincero con Dios.

Disipen los miedos mirándose a sí mismos con transparencia, porque la verdad, hijos, solo se muestra a aquellos que se permiten verse a sí mismos con transparencia.

No tengan temor a perderse de sí mismos, no tengan temor a perder el control de la vida; porque bienaventurados serán los humildes y los que se humillan, primero ante la propia consciencia, encontrando la libertad que es verse a sí mismos con transparencia y ser capaces de trabajar conscientemente en la propia transformación.

Buscando la luz de la tranformación, no cierren los ojos para ver lo que está dentro de ustedes; porque, cuando abran los ojos a lo que debe ser transformado en el propio interior, será entonces, hijos, cuando el mundo también abrirá los ojos para transformar lo esencial de la condición humana.

Aquellos que escuchan las Palabras que provienen del Cielo, de lo íntimo del Corazón de Dios, a través de Sus Mensajeros, deben ser los primeros en dirigir los ojos hacia el propio corazón y decir:

"Muéstrame, Señor, lo que necesito ver;
permíteme encontrar lo que me aleja de Ti,
para que mi consciencia disipe las interferencias
y abrace con simplicidad la Gracia
y la libertad de la transformación".

Si los servidores de Cristo profundizan en su transformación, abrirán las puertas para que la humanidad pueda recibir en su interior los impulsos que la conducen a un nuevo ciclo, en el que será capaz de ir más allá del caos, del terror y de los conflictos para encontrar la libertad que existe dentro de sí misma.

Hijos, ¿perciben que ha llegado el tiempo de sumergirse en lo que es verdadero?

¿Perciben que, sin sumergirse en las aguas profundas del océano de la consciencia, serán llevados por las olas que agitan la superficie de la vida humana?

¿Perciben que, sin sumergirse y perder el miedo a lo que encontrarán en el océano desconocido de sí mismos, jamás descubrirán la verdadera vida que habita dentro de sí?

Imagínense un mar revuelto y lleno de grandes olas, azotado por fuertes vientos que agitan las aguas en todas las direcciones; así es como se encuentra hoy la consciencia humana, confusa entre todos los vientos que soplan y la impulsan en todas las direcciones, sin saber hacia donde seguir, sin conseguir direccionar la propia energía y el movimiento de su vida.

Sin embargo, en lo profundo del océano existe paz. En lo profundo de la consciencia existe una vida desconocida y, sin embargo, cuanto más profundo y más oscuro, hijos, mayores Gracias les serán reveladas.

Los vientos de la vida superficial los distraen y los confunden, y la oscuridad aparente del propio interior los lleva a temer sumergirse en sí mismos; pero todo eso es parte de la ilusión de estos tiempos.

Por eso, no dejaré nunca de decirles que la llave para sustentarse en este tiempo es mirarse con sinceridad a sí mismos, sumergirse en el propio interior y encontrar la libertad de ser imperfecto, sincero y dispuesto a la transformación, y dejarse corregir, permitirse caer y levantarse, y siempre ir más profundamente, adonde habita la paz y la unidad con Dios.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su padre y amigo,

San José Castísimo

     

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escucha, hijo, el clamor de la Tierra, es el mismo que el clamor de tu corazón, todas las almas hoy anhelan paz. Por eso, en tus oraciones, sumérgete con tus intenciones en las necesidades del mundo, pero también vuelve tu mirada hacia tu propio interior y percibe que nada está separado.

La agonía del mundo resuena en tu corazón, muchas veces silenciada por las necesidades de la vida que te llevan a estar constantemente orientado hacia afuera, hacia lo que es superficial, a pesar de ser necesario.

Por eso, tómate el tiempo para parar, silenciarte y mirar hacia adentro. Tómate el tiempo para estar en diálogo con Dios y permitir que Él te muestre lo que aún no puedes ver. Tu Creador es un Dios de paciencia, un Dios de procesos, cuya Ciencia del Amor está ligada al tiempo y a los pasos de Sus Criaturas.

Observa la vida, ¿pudiste percibir que nada en la Tierra nace preparado? Todo vive su proceso, todo madura con el tiempo. Hasta aun el aire invisible que respiras es fruto de un proceso de combinaciones, energías y movimientos. Dios es un Dios de tiempo y de paciencia.

Te digo esto para que recuerdes que todo tiene su tiempo para madurar, transformarse y estar pronto; pero solo el Creador te puede decir, cuando Él ya terminó. Tu función es vivir el don de la vida y, en este proceso de estar vivo, nunca perder el diálogo con Dios.

Los árboles se vuelven hacia el Sol para crecer, le muestran al día sus hojas y sus frutos, están siempre en diálogo con las estaciones y con el tiempo. Así es su conversación con Dios.

Los animales también entran en diálogo con Dios a través de la vida, de los momentos del día, de las estaciones del año. Se recogen y se expresan según la expresión del Todo, caminan en unidad, y ese es su diálogo con Dios.

Pero el diálogo de los seres humanos con Dios, hijo, es un diálogo interior, en el que el silencio comprende más que las palabras, y la introspección permite que los ojos vean lo que no se muestra. Es adentro del corazón donde Dios les habla a Sus hijos predilectos. Es allí donde la esencia se ve indivisible y la unidad, que es espiritual, vence las leyes de la materia y se expresa en los seres.

Por eso, de cuando en cuando, entra en el cuarto de tu interior, silénciate y observa tu corazón. Deja que el Creador te muestre cuál es el paso que debes dar en esta estación de la vida, para que lo que Él está construyendo dentro de ti, se realice.

No tengas prisa, no quieras hacer en lugar de Él, pero sé siempre dependiente de Sus instrucciones y directrices, de Su Propósito y de Su Amor. Así, permitirás que Él realice Su Obra en ti.
   
Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que se enciendan los Espejos de súplica y de clamor, que demuestran al Corazón de Dios que las almas aceptan recibir Misericordia y alcanzar la redención.

Que se enciendan los Espejos de súplica y de clamor, uniendo en una sola red a las almas suplicantes y a aquellas que reflejan hacia la vida los atributos celestiales.

Ha llegado el tiempo, hijos, de vivir cada uno de los Linajes Universales en cada instante de la vida, para despertar así el sentido de la existencia de los seres sobre la Tierra.

Para equilibrar lo que hoy acontece en el mundo y encender una luz en medio de las tinieblas, de la batalla del caos y el mal, los seres despiertos y conscientes necesitan vivir con responsabilidad la unión de los Linajes en sus corazones y así atraer, del Corazón de Dios, los arquetipos de la vida evolutiva que se expresan en ella, para que se torne una realidad a través de cada uno de ustedes.

Los Linajes serán la llave para el equilibrio del planeta cuando sean vividos con sinceridad y transparencia, transformando la actuación del ego humano por la vibración de la vida espiritual. Los Linajes serán la llave para la elevación de la consciencia, para que no permitan que sus almas sucumban a las distracciones y a los estímulos del mundo.

A través de la experiencia de los Linajes, sus vidas serán constantemente recordadas del por qué y para qué están en la Tierra en este tiempo.

Están aquí, hijos, para ser Guardianes del Propósito Divino, para ser Contemplativos y Suplicantes que interceden por las almas, para ser Sacerdotes que mantienen la unión del Cielo con la Tierra, para ser Espejos de los arquetipos divinos, para ser Curadores de todas las heridas que la consciencia humana experimenta en este tiempo y así auxiliar a los seres a restaurar los patrones originales del cuerpo, de la mente y del espíritu.

Están aquí para ser Gobernantes, primero de sí mismos, y saber permanecer firmes en la senda que Dios les indicó vivir.

Están aquí para ser Reinistas y elevar no solo la propia consciencia, sino también a todos los seres de toda la vida, aprendiendo que la evolución se realiza cuando existe comunión entre todo lo que fue creado.

Están aquí para captar el conocimiento y vivirlo con sabiduría y, así, ser Instructores, primero a través del propio ejemplo, después a través de la palabra.

Están en este mundo, hijos, para establecer una nueva vida; esta vida que hoy está en transición y que muchas veces se oculta en el horizonte de la Tierra, haciendo que parezca imposible que este Propósito se cumpla.

Pero Yo vengo, hoy aquí, a decirles que no pierdan la esperanza, que no fijen sus ojos y sus corazones en el caos del mundo, sino en el potencial de sus almas; y, antes de observar todo lo que no se vive en el mundo, piensen primero en lo que cada uno de ustedes puede ofrecer para transformarlo, y los Linajes, guardan una importante llave para vivir este misterio.

Por eso, vivan con sabiduría, con gratitud, con esfuerzo y verdaderamente cada uno de los Linajes, y un día verán que, a través de sus vidas, el fruto de una nueva vida habrá germinado sobre la Tierra.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo se agita y las guerras no parecen cesar, sino que se expanden y se multiplican; Yo les digo, hijos: No pierdan la esperanza. Ha llegado el tiempo del Señor.

Cuando la belleza de un planeta azul parece no tener sentido, porque los corazones de los hombres no consiguen expresar la belleza que habita en el propio interior y así se destruyen no solo a sí mismos, sino también a la expresión de la Tierra; Yo les digo, hijos: No pierdan la esperanza. Ha llegado el tiempo del Señor.

Cuando la historia del universo parece repetirse en la Tierra y la humanidad comienza a querer manifestar su autodestrucción; Yo les digo, hijos: No pierdan la esperanza. Ha llegado el Tiempo del Señor.

Cuando el mundo esté oscuro, sean la luz del mundo.

Cuando falte amor en la superficie de la Tierra, multipliquen el amor dentro de sus corazones.

Cuando ya no haya comunión con la naturaleza, esfuércense día a día para que sus vidas sean la expresión del respeto y de la comunión con todos los Reinos.

Coloquen sobre la mesa del mundo lo que le falta, para que las almas puedan saciar su hambre y su sed espiritual y, así, renacer.

Coloquen sobre la balanza de la justicia lo que falta, para que la Misericordia pese más que los ultrajes del mundo y los méritos de sus vidas siempre les concedan a las almas una nueva oportunidad, aunque no la merezcan.

Sean el equilibrio para un planeta que colapsa y vivan día a día la batalla interior para no sucumbir a la condición retrógrada de la humanidad, para vencer la competición entre hermanos, la necesidad de poder sobre los demás, la necesidad de reconocimiento y de vanagloria; para que, de adentro hacia afuera, sean capaces de transformar la condición humana.

Sean ustedes mismos la pieza que falta en el tablero de los Planes Divinos para que Su Proyecto se cumpla, aunque no todas las almas que se comprometieron con ese Proyecto estén despiertas.

El mayor esfuerzo, hijos, es interior, allí donde se gesta la verdadera expresión de sus seres. Es en la sala de oración de la consciencia en donde entran en diálogo con Dios y consigo mismos para definir seguir el camino evolutivo a cada instante.

El mayor esfuerzo, hijos, no será hacer más allá de sus capacidades humanas. El mayor esfuerzo será ser lo que fueron pensados para ser y, así, vivir los atributos y virtudes divinas que les darán la verdadera fuerza para seguir adelante.

De lo profundo de sus seres, de la sinceridad de sus corazones, de la transformación de sus consciencias en lo que Dios pensó para sus vidas vendrá la posibilidad de vivir lo imposible, de allí vendrá la Gracia para ir más allá.

Por eso, ya no miren hacia afuera, sino hacia adentro; y, de adentro hacia afuera, vivan el Propósito Divino.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El don de la vida es un misterio aún incomprendido por los seres. Vivir, hijos, es un dádiva concedida por Dios a Sus Criaturas con la única finalidad de que el Amor Divino se multiplique y se expanda en las dimensiones, conduciendo a las consciencias a la evolución a través de la sabiduría más que a través del conocimiento.

La sabiduría es la experiencia del conocimiento y se manifiesta a través del amor, porque es necesario amar para transformar las experiencias de la vida en una vivencia de sabiduría.

Sin amor, el conocimiento se transforma en información y la experiencia de la vida muchas veces se torna un gran sufrimiento o es algo vivenciado con indiferencia y en un profundo vacío de sentido y de propósito.

Por eso, hijos, el servicio más importante a ser vivido hoy es la experiencia del Amor, del Amor Divino y Crístico que proviene del Corazón de Dios, se expande en el Corazón de Cristo y transforma la condición humana de todo aquel que se rinde a experimentarlo.

El mayor servicio de estos tiempos es la vivencia del Amor Crístico, y en sus vidas todo debe tener como base ese Amor, manifestado como el resultado de la unión sincera y verdadera  con Cristo.
Sus palabras e intenciones, sus acciones y pensamientos, finalmente, su vida debe ser vivida a través del Amor Crístico; y es solo así que podrán vivenciar el conocimiento transformado en sabiduría y no en informaciones.

Es así como darán sentido a los días y serán capaces de encontrar la dádiva de Dios en el don de la vida, y no el sufrimiento y la angustia que el mundo les ofrece constantemente a los que están vacíos de ese Amor.

Amar no es dejar de sufrir, sino vivir las dificultades con los ojos fijos en el propósito de transformar las experiencias de la vida en una vivencia del Amor de Dios y así ser sabios.

Ábranse a este misterio.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Es urgente, hijos, que oren por la paz y por el fin de las guerras.

Es urgente que oren por las almas perdidas y ultrajadas, por las almas de los mártires y por las almas prisioneras.

Es urgente que oren por las almas de los que son engañados por el odio y por el rencor, por los que buscan venganza creyendo que les traerá paz.

Es urgente que oren por los que están en la oscuridad y caminan hacia abismos cada vez más profundos.

Es urgente que intercedan, con sus propias vidas, para que la humanidad conozca la transformación y el Propósito Divino.

Es urgente que no le den tanta importancia a lo que es superficial y mediocre, para que finalmente comprendan el sentido de servir en este mundo.

Es urgente que ya no sufran por las pequeñas cosas de la vida, sino que amplíen los horizontes de la visión del corazón, para que sus consciencias sean capaces de abarcar lo que verdaderamente importa en este tiempo, que es el rescate de las almas preciosas de Dios.

Este es el tiempo de la última oportunidad para muchos seres que están viendo cerrarse las puertas delante de sus ojos, así como se cierran sus corazones por el sufrimiento inexplicable que viven.

Por eso oren, hijos.

Oren por las almas perdidas, oren por los Reinos ultrajados, oren por los inocentes y por los que están viendo que sus esencias se apagan sin tener fuerzas para hacer algo por sí mismos, oren por los que perdieron la esperanza.

Permitan que el dolor del Corazón de Dios toque sus corazones por un instante, para que comprendan lo que el Creador siente al perder un alma amada, parte de Su Divino Corazón. Y así, hijos, darán sentido y amplitud a sus oraciones.

No hay otra cosa que les pueda pedir, sino oración, transformación, servicio y una mayor consciencia de los tiempos que viven y de la verdadera necesidad de ser instrumentos de Dios.

Este es Mi clamor en este día, para que despierten aún más, para que profundicen en los grados de amor, para que sus corazones estén constantemente unidos a la Red Suplicante del Universo y estas súplicas le concedan a la humanidad una nueva oportunidad.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo; dichosos los que miran hacia su propio interior y se definen a vivir la transformación, la redención y la rendición ante Dios.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo; dichosos los que ya no batallan por el establecimiento de sus voluntades y prestigios, de sus méritos y pareceres, sino que se rinden en humildad ante la Misericordia y la Rehabilitación Divina.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo; dichosos los que no se esconden detrás de sus responsabilidades y tareas, de aquello que los hace sentirse indispensables, sino que se humillan ante Dios, ofreciendo su servicio por la transformación de la consciencia humana.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo; dichosos los que no temen perderse a sí mismos o a lo que alcanzaron, sino que se abren para transformar y corregir lo que son, aunque se quiebren por entero.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo; dichosos los que no le temen a ese Rayo Divino; sino que, aun así, claman en cada instante de sus vidas para que las almas y el mundo entero sean merecedores de Misericordia.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo y ya no falta mucho, hijos, para que sea lanzada sobre la faz de la Tierra. Pero Yo les advierto y los llamo a vivir el Don de la Misericordia, para que sean ustedes mismos la puerta y el puente a la Divina Misericordia; para que, aun en tiempos de caos, de purificación y de justicia, sus corazones sinceros, humildes y transparentes sean dignos de recibir y de transmitir Misericordia al mundo.

La Flecha de la Justicia está apuntada hacia el mundo. Por eso hoy, prisioneros de lo que ya no tiene sentido, les digo que se rindan y ya no se resistan, ábranse a la Verdad y reciban Misericordia.

La paz se establecerá en los corazones de los que aprenden a amar y a ser misericordiosos.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,     

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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