Miércoles, 11 de abril de 2018

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si en verdad Mi Presencia entre ustedes solo fueran visiones, nunca hubiera sido posible construir la Obra por los hombres del mundo.

Una obra es verdadera cuando es sostenida por la propia Presencia Divina, y esa Obra perdura porque la Presencia Divina así lo desea y así todo lo manifiesta.

A veces, ciertos religiosos y sacerdotes ofenden más con sus comentarios la Obra que Dios realiza en el mundo y menos lo agradan con sus acciones litúrgicas.

En verdad, cuando ciertos sacerdotes, religiosos o incluso obispos, ofenden la Obra que Dios realiza en las almas, lejos del control y de la potestad de la Iglesia, eso es más grave que todas las faltas cometidas por los pobres pecadores.

Se debe tener cuidado con todo lo que un representante de Cristo en la Tierra dice o le manifiesta al pueblo de Dios, poniendo en contra a los corazones, llenándolos de más y más dudas.

Eso es mucho más grave porque podría estar condenando con su palabra la salvación de todas esas almas que lo escuchan.

La única Verdad la tiene el Padre Celestial y ante todo lo que Él haga con Su Obra independientemente del poder de los hombres de la Iglesia, debemos inclinar nuestra cabeza y respetarlo; porque el ser humano nunca podrá comprender profundamente todo lo que Dios quiere hacer.

Por eso, le pido a todos los sacerdotes, religiosos y representantes de iglesias cristianas que guarden su lengua para no seguir ofendiendo la Obra de Dios, que es infinita y eterna, y para no manchar con sus comentarios irónicos a las almas que colocan su fe en Cristo.

Cada uno cumple con su parte en esta misión de evangelizar en la Presencia del Señor, por medio del ejemplo, del amor y de la verdad más que con las palabras.

No olviden la fraternidad y el ecumenismo que todavía no ha sido comprendido por ustedes, ya que la verdadera alianza que se deberá establecer entre las diferentes creencias se basa en el amor y en la transparencia.

Que los sacerdotes sean verdaderos intercesores de Cristo entre el Cielo y la Tierra, y no verdugos vestidos de santos que condenan a sus semejantes y no miran hacia su interior, olvidando la penitencia.

Quien piense que sobrevivirá solo, estará perdido. La unidad y el respeto entre los pueblos y las religiones es lo que vencerá a la bestia que saldrá del abismo.

La fe no se mide por los actos o por los juicios.

La fe es bálsamo de luz en los corazones simples. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz