Mensajes de San José

La fortaleza levantada con seguridad es aquella que está basada en la unidad con el prójimo.

La alegría que se irradia al mundo y cura los corazones desesperanzados, es aquella que nace cuando comparten la alegría del otro y la multiplican, sintiendo en sí una alegría que no surgió del propio corazón.

El Plan de Dios se cumple donde hay fraternidad, donde se superan las pruebas con valentía y se comparte la alegría de haberlas superado.

Hijos, hoy vengo a enseñarles a vivir en la Comunidad Espiritual, la que incluye en sí toda la vida sobre la Tierra, la que está donde se vive en hermandad y armonía.

Las Comunidades-Luz existen para expresar un arquetipo que debe expandirse en el mundo entero, naciendo así la Comunidad Espiritual del planeta.

Por eso, cultiven entre ustedes el espíritu de unidad y de amor y multiplíquenlo. Hagan de todos los lugares adonde van una expansión de las Comunidades-Luz. Busquen la necesidad del prójimo donde quiera que estén; compartan la alegría del prójimo donde quieran que estén; esfuércense para vencer los juicios y las críticas; para comprender las limitaciones del otro donde quiera que estén.

Construyan el nuevo mundo todos los días. Encuentren, en lo invisible del planeta, la Comunidad Espiritual, que se manifiesta en los niveles del espíritu como pensamiento perfecto de Dios y que ahora debe plasmarse en la vida planetaria.

Con eso los coloco ante un desafío aún mayor del que ustedes viven: amar no solo a quienes están a su lado, sino también a los que les parecen desconocidos.

Vivan en la Comunidad Espiritual, vivan en el planeta, descubriendo lo sagrado que se esconde en él. Encuentren lo sagrado que hay en cada esencia.

Su padre e instructor, el que los lleva a descubrir la Comunidad Espiritual,

San José Castísimo