Viernes, 31 de mayo de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO A MADRE SHIMANI

Derramaré Mis Gracias sobre todos aquellos que con sinceridad, lleguen pidiendo Mi auxilio.

Yo Soy la Madre de Dios y Madre de este mundo, de todas las criaturas que Dios puso a Mi cuidado desde que concibió Mi tarea en Su Poderoso Corazón y le dio a Mi Hijo la potestad de nombrarme Madre de todos los seres de la Tierra.

Junto a Mis hijos y soldados de la paz, la reconciliación y el amor, recorreré este mundo para llevar hasta los rincones más lejanos Mi Amor de Madre Celestial, Mi auxilio para los que sufren y para todos aquellos que, en la última hora, quieran conocer el camino directo hacia el Corazón de Mi Hijo, el Redentor.

Acompañaré a cada alma que sufre y estaré allí, donde cualquiera de ellas quiera buscar consuelo, alivio, paz y refugio.

Entraré en el corazón del caos, allí donde este se une con el mal para someter a Mis hijos y rescataré, con el poder de la oración de Mis soldados marianos, a todas las consciencias que abran su corazón.

No permitiré que ninguna esencia de este mundo sea apresada por el enemigo, el que teme al Amor de Dios porque su orgullo lo hizo perderse en el laberinto de la oscuridad.

Hijos amados:

Mi Amor por ustedes es invencible y en él encontrarán la fuerza interior y el valor para sostenerse y seguir los pasos de Mi Hijo, que está llegando y espera encontrarlos reunidos en Su Nombre.

Coloquen en sus esencias y en sus corazones los tiempos que vendrán después del descanso reparador que vivirán, porque los necesitaré dispuestos y firmes para seguirme hasta donde el Padre me permita ir.

Yo los guardaré, los protegeré y les daré fuerzas cuando vuestro canal misericordioso se abra para que las consciencias sean aliviadas del sufrimiento.

Preparen sus consciencias para ser llamados hijos predilectos de la Virgen María y de Cristo Jesús, el Salvador; porque deberán encarnar la fuente inagotable de la Misericordia, la Piedad y la Caridad y llevarla allí, adonde Yo los lleve.

Siéntanse amparados por el universo, porque así estarán rodeados por las luces de las estrellas que los guiarán y asistirán desde el interior.

Únanse todos los días a vuestros ángeles guardianes, que a partir de ahora pertenecen a Mis Huestes, aquellas que me acompañan siempre. Recuerden que ellos están para acompañarlos silenciosamente y para ayudarlos en los procesos más difíciles de vuestra vida.

Hijos amados del Espíritu Santo:

Pidan todos los días por la luz que proviene de Aquel que consuela, del que llega con Sus dones a este mundo para que la Luz de Dios Creador inunde esta humanidad y la redima.

Permitan que el Espíritu de Dios que trae la Mujer vestida de Sol, ingrese en vuestras consciencias y active los dones, para que ellos puedan ser vertidos en este planeta a través de cada uno de ustedes.

Los amo, amados Míos y los preparo como una madre Guerrera prepara a Sus hijos, soldados del universo celestial.

Los bendigo con la Luz del Corazón de Dios, la que Él me entrega para derramar sobre Sus Criaturas.

Quédense resguardados en Mi Corazón Inmaculado y allí reposen siempre.

Vuestra Madre Celestial,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Gracias por entregarme vuestras vidas.