Martes, 16 de julio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN ESPECIAL POR EL ANIVERSARIO DE LA VIDENTE HERMANA LUCÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ, A MADRE SHIMANI

Mis amados y pequeños hijos:

En este tiempo, en que Mi Consciencia Maternal se acerca a ustedes más profundamente para tocar aquellos espacios de vuestros seres, adonde nunca ha llegado la luz de la transformación, les pido que confíen en lo que Mi Espíritu Maternal necesita hacer.

Cuando una consciencia se transforma de verdad, vive un período en el cual todo parece desierto, aridez, desolación y hasta oscuridad. Todo parece difícil y sin fin; las almas sienten temor de perder lo que consideraban como su identidad y temen no saber qué hacer después. Y la mente pregunta ¿qué será de mí cuando yo no sea más yo?, ¿qué será de mi vida?

Y Yo les respondo: pasarán cosas maravillosas, que nunca habían pasado, porque el viejo hombre y la vieja mujer ya no estarán y Mi Hijo podrá colocar el Agua de Vida, que viene a traer al mundo, en este recipiente nuevo que comienza a surgir.

Nunca más serán esclavos de sus incomprensiones, de sus deseos, ya no habrá cómo tentarlos para que caigan en los mismos errores, porque el enemigo ya no encontrará por dónde ingresar en vuestras consciencias.

La paz comenzará a habitar siempre en el interior de cada uno y ella sostendrá a cada espíritu cuando cualquier acontecimiento se manifieste en el exterior.

Llegará un día en que la consciencia estará permanentemente unida al espíritu y este podrá traer, desde lo Alto, el Alimento Vivo que Dios Padre tiene disponible para Sus criaturas y todas compartirán lo que cada una reciba desde el Universo. Pero para que esto sea una realidad, en todos los planos de la consciencia, primero tenemos que prepararla y en este ciclo todos están siendo preparados para lo que vendrá.

Por eso estén en paz, confíen en quien los guía, entreguen a los Mensajeros Divinos, a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Mi Hijo, sus incertidumbres, sus dudas y aflicciones y no permitan que el asedio del enemigo los saque del Propósito Mayor.

La transformación es necesaria, difícil, pero nos lleva a cumplir con la aspiración a que la humanidad se convierta en esa nueva raza que surgirá en esta bendita Tierra.

Y recuerden, Mis amados hijos, que no solo realizan esta entrega por ustedes sino por todos aquellos que siguen dormidos y, más que dormidos, anestesiados por este veneno que el enemigo inyecta, en las mentes y los corazones de la humanidad, a través de algunas energías que se conocen como modernidades.

Retomen los caminos del amor santo y fraterno que Mi Hijo enseñó para todos, defendiéndolos de todo lo que no sea puro y no duden, ni por un instante, en buscarme para compartir Conmigo vuestras necesidades y aflicciones.

En este tiempo, Mis amados hijos, aquellos que ingresan en la transformación, necesitan de Mi asistencia para mantenerse firmes en el propósito de cambiar y Yo estoy aquí, disponible para todos. No vivan solos y angustiados estos movimientos interiores porque es ahora cuando más Me tienen que buscar.

Adelante hijos Míos. No duden, no teman, que Yo estoy aquí junto a ustedes, resguardando vuestros seres de cualquier perturbación.

Sean pacíficos y vivirán con paz. Sean amorosos y vivirán con armonía. Sean cautelosos y vivirán en equilibrio. Confíen en Mí y todo pasará rápidamente.

Entréguense a las manos del Gran Alfarero y permitan que Él realice la Gran Obra: el ser nuevo, el ser fraterno, aquel que mira a Dios todos los días y trae para sus hermanos el Aliento Divino que nutre las almas para que construyan la nueva humanidad.

Los amo y los bendigo, Mis queridos.

Estoy siempre con ustedes,

María, Madre y Reina de la Transformación y la Paz