Jueves, 13 de junio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA  SANTÍSIMA REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Siempre sea alabado Jesús en el mundo entero, porque así vuestras consciencias abrirán la puerta para que Él retorne por la Puerta Mayor del Universo.

Hijos Míos, en este día de perpetua oración para este Centro Mariano de Aurora, fundado por Mi Inmaculado Corazón, el Señor me envía para anunciarles las Gracias que han generado vuestras preciosas oraciones y vuestras plegarias nacidas desde el corazón que ora con amor, con devoción y con fe.

Hoy les vengo a revelar el poder que ha tenido la oración de todas las almas en el Universo de Dios, pues el Padre con suma atención ha escuchado la voz de Sus hijos y, por este motivo, Él envía a la Bienaventurada Virgen María para confirmarles el Amor y la Misericordia que aún Dios tiene por toda la humanidad.

Queridos hijos Míos, cuando ustedes, mes a mes, responden a Mi llamado de oración por la paz y por la salvación del mundo, como buenos obreros y discípulos construyen los nuevos puentes hacia los Cielos, y así se crean los lazos de fraternidad y de fe entre las criaturas.

Por eso, con alegría y esperanza, les digo que la Vigilia de Oración que tuvo lugar del 11 al 13 de junio de 2013 sin interrupciones, ha permitido el desarrollo de una tarea planetaria por parte de la Virgen María, la que fue realizada por los comandos y los ejércitos celestiales guiados por el Sagrado Corazón de Jesús.

Una vez más y por cuestión de segundos grandes y extensos infiernos de condenación y sufrimiento, activos en el mundo, pudieron cerrarse. La luz generada por el poder de la oración del Ave María ha permitido que la Inmaculada Madre, junto a las Huestes del Padre, penetrara los submundos más opacos de la Tierra para retirar, restaurar y convertir a las esencias perdidas.

Pero el efecto constante de la Vigilia de Oración durante estos últimos tres días, ha tocado el Corazón de Dios y Él en Su Infinita Gracia, por medio de Su Hijo Jesús, liberó gran parte del mal que estaba presente como un plan de destrucción dentro del corazón de algunos hombres que, por ceguera, elaboraban proyectos de guerra nuclear y atómica entre las naciones.

El rezo constante de todos los orantes que estuvieron unidos a esta victoriosa Vigilia de Oración, trajo como Gracia Mayor el despertar de nuevas consciencias a la vida de oración, como a la reconciliación con Dios Padre.

Pero los frutos de este trabajo orante no terminaron, porque el Inmaculado Corazón de María recogió en Su cesta de oraciones todas las peticiones de Sus hijos en el mundo y ellas fueron presentadas ante el Padre, pudiendo así interceder por Amor.

A través de este encuentro orante de Vigilia en Aurora durante los tres últimos días, los Sagrados Corazones de Jesús y María por medio del amor y del silencio, como de cada oración divina, han podido atenuar situaciones mundiales graves, que si ellas hubieran proseguido su curso podrían haber condenado a millones de almas coligadas a ellas.

Queridos hijos, lo más importante que Yo he visto fue la luz de vuestros templos internos, luz que despierta la oración cuando es recitada con amor, verdad y fe. Por eso hoy, Mis pequeños, les he revelado una parte de la realidad celestial que realizan los Mensajeros de Dios en toda la faz de la Tierra.

Hoy los invito al despertar de vuestra importante tarea de oración y de conversión para estos tiempos. Hoy los llamo a colocar entre vuestras familias el estandarte de la Paz, a través del poder victorioso de la oración. Hoy les estoy revelando los dones y los frutos que la oración despierta en todos los que creen en ella.

Hijos Míos, si en Fátima el 13 de junio de 1917 los pastorcitos, mediante el sacrificio y la oración del Santo Rosario, cambiaron el destino de toda la Tierra, ¿qué podría suceder si todos los grupos marianos oraran conscientemente?

El tiempo de hoy es diferente al de ayer, ustedes viven en un ciclo de misericordia y de liberación. ¡Abran la puerta del corazón para que eso suceda!

Queridos hijos, como Madre de las Gracias, oro por ustedes para que nazca la Nueva Humanidad. Oro para que vivan en la Paz del Señor.

¡Les agradezco por responder con amor a Mi llamado!

Los bendice bajo la Luz de Cristo,

María, Madre y Reina de la Paz