Jueves, 1 de septiembre de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En los Centros Marianos del mundo consagrados por Vuestra Madre Celeste, por Cristo y por San José, se guardan espiritualmente perlas preciosas de Luz que, encendidas en las esencias de las almas, despiertan la conversión.

Son esos tesoros del Cielo que Mi Divina Alma viene a derramar cada vez que estoy presente entre Mis queridos hijos; es así que Mi Espíritu Maternal instituye en cada Centro Mariano un Don de Dios que permite despertar la redención de los corazones y de toda consciencia que pase por ellos en oración.

La Sagrada Familia se sirvió de esos tesoros de los cuales Yo les hablo, para poder llevar adelante la obra redentora de la humanidad. Es así que esas reliquias espirituales se encuentran depositadas, por ejemplo, en este Sagrado Centro Mariano en donde la Jerarquía Celestial aún desenvuelve una tarea planetaria en unión con todas las consciencias que aquí se encuentran para sustentar el vórtice de luz que se abre sobre cada Centro Mariano.

En estos tiempos finales en donde la humanidad definirá su próximo destino, Yo les pido, queridos hijos, que nunca se cansen de ser guardianes de todos los tesoros y de todas las Gracias que los Mensajeros Celestiales han derramado con mucho amor.

En esta hora en donde la redención y la cura planetaria son imprescindibles, que sus corazones siempre se renueven y sean guardianes del divino legado que tendrá sus frutos y su victoria en la próxima humanidad.

Así como una vez les dije, queridos hijos, ustedes son guardianes y sucesores de un divino conocimiento que está guardado en todos los Centros Marianos.

En oración, trabajen todos los días para que cada vez más ese conocimiento y esos códigos divinos se expandan en el mundo y en las consciencias que más lo necesitan.

Que el recuerdo vivo de los tesoros de la instrucción siempre los motive a dar sus pasos en dirección a Mi Hijo y por el cumplimiento del sagrado Plan de Amor.

Que la llama de sus corazones nunca se apague y que siempre esté unida a la llama de Vuestra Madre Celeste, así reconstruiremos esta humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los impulsa a seguir adelante,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz